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Universidad Tecnológica Centroamericana

Libro Octavo

Docente: Joel Aguilar Santos

Alumna: Alma Isabel Lagos Moran

Clase: Filosofía Política

10 de Diciembre de 2017
Introducción
Las revoluciones son conocidas desde que tengo memoria, ya que estas suceden cuando el
pueblo no le parece algo del gobernante, entonces en este octavo libro de Aristóteles nos habla
de las causas de las revoluciones en la monarquía, democracia, oligarquía y en una
aristocracia. En las revoluciones se han producido ciertos cambios, proceden de dos maneras.
Unas veces atacan el principio mismo del gobierno, para reemplazar la constitución existente
con otra, sustituyendo, por ejemplo, la oligarquía a la democracia, o al contrario; o la república y
la aristocracia a una u otra de aquéllas; o las dos primeras a las dos segundas. . La causa
general de una revolución es: la diversidad de todas las constituciones, todos los sistemas
políticos, por diversos que sean, reconocen ciertos derechos y una igualdad proporcional entre
los ciudadanos, pero todos en la práctica se separan de esta doctrina. Nunca se apela a la
revolución, sino por motivos muy serios. Existen las circunstancias por la cual la gente se rebela
y estas son muy complejas; el ansia de riquezas y de honores, el insulto, el miedo, el desprecio,
el aumento desproporcionado de una clase las cábalas, a negligencia, las causas
imperceptibles, la diversidad de origen. En las repúblicas, la cábala basta para producir, hasta
sin movimientos tumultuosos, el cambio de la constitución.

En la democracia las revoluciones nacen principalmente del carácter turbulento de los


demagogos. Con relación a los particulares, los demagogos con sus perpetuas denuncias
obligan a los mismos ricos a reunirse para conspirar, porque el común peligro aproxima a los
que son más enemigos; y cuando se trata de asuntos públicos, procuran arrastrar a la multitud
a la sublevación. Fácil es convencerse de que esto ha tenido lugar mil veces. Para ocasionar
una revolución que convierta el gobierno en una oligarquía, en una democracia o en una
república, basta que se concedan honores o atribuciones exageradas a cualquier magistratura o
a cualquier clase de Estado. Las causas principales para la revolución en una oligarquía son la
división entre los mismos oligarcas: los que se ven excluidos del poder se sublevan, y a veces
se hacen demagogos; conducta de los oligarcas que no saben conservar su propia fortuna;
causas de las revoluciones en la oligarquía en tiempo de guerra; violencias de unos oligarcas
contra otros; circunstancias accidentales.

La revolución lo mismo tiene lugar en las oligarquías en tiempo de guerra que en tiempo de paz.
Durante la guerra, el gobierno se arruina a causa de su desconfianza respecto del pueblo del
cual se ve precisado a valerse para rechazar al enemigo. En tiempo de paz, los oligarcas, a
consecuencia de la desconfianza que recíprocamente se inspiran, encomiendan la guarda de la
ciudad a soldados que ponen a las órdenes de un jefe que no pertenece a ningún partido
político, pero que con frecuencia sabe hacerse dueño de todos.

La revolución, en las aristocracias, nace igualmente de la miseria extrema de los unos y de la


opulencia excesiva de los otros; y estas son consecuencias bastante frecuentes de la guerra. La
mayor causa de una revolución en una monarquía es: la diferencia entre el rey y el tirano.
Resumen
Las revoluciones son comunes desde el momento en el cual el pueblo se rebelaba contra el
gobernador de la ciudad.

En las revoluciones se han producido ciertos cambios, proceden de dos maneras. Unas veces
atacan el principio mismo del gobierno, para reemplazar la constitución existente con otra,
sustituyendo, por ejemplo, la oligarquía a la democracia, o al contrario; o la república y la
aristocracia a una u otra de aquéllas; o las dos primeras a las dos segundas. Otras, la
revolución, en vez de dirigirse a la constitución que está en vigor, la conserva tal como la
encuentra; y a lo que aspiran los revolucionarios vencedores es a gobernar personalmente,
observando la constitución. Las revoluciones de este género son muy frecuentes en los Estados
oligárquicos y monárquicos. La causa general de una revolución es: la diversidad de todas las
constituciones, todos los sistemas políticos, por diversos que sean, reconocen ciertos derechos
y una igualdad proporcional entre los ciudadanos, pero todos en la práctica se separan de esta
doctrina.

Existen las circunstancias por la cual la gente se rebela y estas son muy complejas; el ansia de
riquezas y de honores, el insulto, el miedo, el desprecio, el aumento desproporcionado de una
clase las cábalas, a negligencia, las causas imperceptibles, la diversidad de origen. En las
repúblicas, la cábala basta para producir, hasta sin movimientos tumultuosos, el cambio de la
constitución.

Las causas verdaderas de las revoluciones son siempre muy graves, pero la ocasión puede ser
fútil; la igualdad de los partidos produce muchas veces las revoluciones; procedimientos
empleados ordinariamente por los revolucionario. Para ocasionar una revolución que convierta
el gobierno en una oligarquía, en una democracia o en una república, basta que se concedan
honores o atribuciones exageradas a cualquier magistratura o a cualquier clase de Estado.

En la democracia las revoluciones nacen principalmente del carácter turbulento de los


demagogos. Con relación a los particulares, los demagogos con sus perpetuas denuncias
obligan a los mismos ricos a reunirse para conspirar, porque el común peligro aproxima a los
que son más enemigos; y cuando se trata de asuntos públicos, procuran arrastrar a la multitud
a la sublevación. Fácil es convencerse de que esto ha tenido lugar mil veces.

En las oligarquías, las causas más ostensibles de trastorno son dos: una es la opresión de las
clases inferiores, que aceptan entonces al primer defensor, cualquiera que él sea, que se
presente en su auxilio; la otra, más frecuente, tiene lugar cuando el jefe del movimiento sale de
las filas mismas de la oligarquía. Otra causa de revolución en las oligarquías puede nacer de la
mala conducta de los oligarcas, que han dilapidado su propia fortuna en medio de sus excesos.
La revolución lo mismo tiene lugar en las oligarquías en tiempo de guerra que en tiempo de paz.
Durante la guerra, el gobierno se arruina a causa de su desconfianza respecto del pueblo del
cual se ve precisado a valerse para rechazar al enemigo.

La revolución, en las aristocracias, nace igualmente de la miseria extrema de los unos y de la


opulencia excesiva de los otros; y estas son consecuencias bastante frecuentes de la guerra.
Minoría demasiado limitada de los miembros del gobierno; infracción del derecho constitucional;
influencia de los dos partidos contrarios, que exageran su principio; fortuna excesiva de los
principales ciudadanos; causas imperceptibles; causas exteriores de destrucción. Fin de la
teoría de las revoluciones en los Estados republicanos.

Lo más funesto para las repúblicas y las aristocracias es la infracción del derecho político,
consagrado en la misma constitución. Lo que causa la revolución entonces es que, en la
república, el elemento democrático y el oligárquico no se encuentran en la debida proporción; y,
en la aristocracia, estos dos elementos y el mérito están mal combinados.

En todos los Estados bien constituidos, lo primero de que debe cuidarse, es de no derogar ni en
lo más mínimo la ley, y evitar con el más escrupuloso esmero el atentar contra ella ni en poco ni
en mucho.

El reinado se establece por las clases altas, a las cuales está obligado a defender contra el
pueblo, y el rey sale del seno mismo de estas clases elevadas, entre las que se distingue aquél
por su virtud superior, por las acciones brillantes que ésta le inspira o por la fama no menos
merecida de su raza y es así como se causa una revolución en una monarquía. El reinado se
salva por la moderación. Las tiranías tienen dos sistemas muy diferentes para sostenerse: la
violencia unida a la astucia y la buena administración; examen del primer sistema: sus vicios;
examen del segundo sistema: sus ventajas; retrato del tirano; duración de las diversas tiranías;
datos históricos.

Los errores cometidos por Platón con relación al orden en que se suceden más comúnmente
los diversos gobiernos; Platón ha reducido a límites demasiado estrechos la cuestión En fin, en
medio de estas numerosas especies de oligarquías y de democracias, Sócrates habla de sus
revoluciones como si cada una de aquéllas fuese única en su género.

Entonces no fija ninguna causa especial de las mismas en la república perfecta, en el gobierno
modelo.
Procedimiento y Su causa general es la diversidad de
causas todas las constituciones

Causas de una
Nacen principalmente del carácter turbulento de
revolución en una
los demagogos
democracia

Causas de las 1. es la opresión de las clases inferiores


revoluciones en las 2. cuando el jefe del movimiento sale de las filas
oligarquías mismas de la oligarquía

Causas de las
Teoría general de las revoluciones en las Minoría demasiado limitada de los miembros del
revoluciones aristocracias gobierno e infracción del derecho constitucional.

Causas de las
revoluciones en las Conspiraciones contra las personas y contra el
monarquías poder también insultos hechos por los tiranos

A su parecer, las revoluciones proceden de que


Critica por platón
nada en este mundo puede subsistir eternamente, y
que todo debe mudar pasado cierto tiempo

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