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Desarrollo sostenible
2019
Introducción
En Colombia ha sido notorio en los últimos años que las reservas de combustibles
han venido decreciendo en un valor importante, que siembra la preocupación
latente en el estado de que no sean suficientes con los hallazgos que se han
hecho y sea necesario buscar otras fuentes de extracción de hidrocarburos, así las
cosas se ha creado una regulación por la Agencia Nacional de Hidrocarburos para
explotación de yacimientos no convencionales, sin embargo esta regulación no ha
tocado ni variado ningún tema ambiental, por lo tanto es necesario evaluar las
alternativas regulatorias para realizar una práctica responsable de este tipo de
explotación. La fracturación hidráulica es una técnica de explotación de
hidrocarburos no convencionales, que en la actualidad es muy utilizada en varios
países, sin embargo se ha desatado una ola de críticas por los impactos
ambientales que esta puede generar.
¿Qué es el fracking?
El fracking está siendo una práctica muy extendida en los últimos años en EEUU,
que ha logrado multiplicar la producción de petróleo por cinco, lo que le permite
hoy en día, no tener que importar petróleo externo. Sin embargo, hay mucha
preocupación con respecto a los posibles problemas medioambientales que
existen muchas iniciativas partidarias de prohibir el fracking
ocasiona:
Por sus efectos nocivos para el mambiente y la salud de los seres humanos esta
actividad ya recibió una sanción en Estados Unidos que hizo que una petrolera
tuviera que pagarle a una familia, los Parr en Texas, una suma millonaria debido a
efectos secundarios como: hemorragias nasales y sarpullidos. Así mismo, Francia
prohibió el fracking del todo, Australia está en moratoria y República Checa y
Bulgaria suspendieron las actividades de explotación mientras evalúan los daños
que estas puedan causar. Lo grave es que el tema no da para esperas.
Según el Ministerio de Minas y Energía, sin embargo, no hay peligro de que esto
suceda en Colombia gracias a la reglamentación que expidió en marzo de 2014
para la explotación de yacimientos no convencionales. Para Amylkar Acosta,
entonces ministro de Minas y Energía, “Este ha sido el resultado de un trabajo
coordinado entre las distintas instancias del Gobierno Nacional donde se partió de
la base del conocimiento más avanzado para lograr un reglamento técnico que
incentive a la industria, exija los mayores estándares de calidad, estimule las
buenas prácticas y proteja el medio ambiente”. A pesar de esto, la reglamentación
no establece medidas claras para cuidar las aguas ni para asegurar que la
explotación se hará lejos de comunidades que puedan, como la familia Parr en
Texas, presentar efectos secundarios de salud.
Lo que esto deja claro es que, si bien tenemos algunos avances en materia
ambiental, no estamos listos para exponer las cuencas de agua a una presión
como la del fracking. Por ahora los bloques se entregarán a pesar de que varios
ambientalistas y ong han pedido al gobierno que instaure una moratoria igual a la
de Australia mientras se termina de elaborar la debida reglamentación para esta
actividad.
¿Cuáles son las principales controversias en Colombia y el mundo sobre el uso del
fracking?
Hay mucha incertidumbre sobre si es cierto que pueden generarse temblores o terremotos
como consecuencia del fracking y sobre los impactos ambientales de la actividad. A
manera de ejemplo se desconoce qué es lo que pasa en la tierra o el agua con el gas que
saldrá de ahí, cómo va a ser el manejo que se le va a dar, cuáles son las implicaciones
que va a tener en la fauna y en la flora asociados a los territorios donde existen, y también
sobre el tema de contaminación las posibles afectaciones en la salud que puedan tener
este tipo de actividades.
Por eso las comunidades han pedido: primero, una moratoria de esas actividades hasta
que no haya certeza científica, es decir que se aplique utilizando el principio de
precaución en esa materia, y que Colombia repiense el modelo de desarrollo basado en
actividades extractivistas que generan tanto impacto en lo social, ambiental e inclusive en
lo económico y que se tengan en cuenta otras alternativas para el desarrollo del país.
Tenemos en este momento una normatividad que establece que cuando se vaya a
generar cualquier tipo de proyecto o actividades que generen impactos ambientales o
afectaciones graves al ambiente debe expedirse una licencia ambiental por parte de la
Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).
Según el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, todavía no estamos preparados para
ese tipo de actividades en el país y hace falta claridad sobre cómo se va a dar su manejo.
Existen dos posiciones principales: la del sector productivo que está muy interesado en
este tipo de actividades y una inquietud por parte de las comunidades muy fuerte de
rechazo hacia este.
Sí, hay países como Alemania que han rechazado el fracking o deciden esperar hasta que
haya más certeza sobre sus implicaciones. Entonces mientras varios de estos países
están diciendo que no, nosotros estamos abriendo la puerta sin medir del todo la
incertidumbre que existe. Ya ha habido interés por parte de otros países latinoamericanos
que todavía están en los estudios.
Conclusión
Bibliografía
Agudelo, I. J. (17 de 7 de 2018). repository.ucatolica.edu.co. Recuperado el 20 de 4 de 2019, de
repository.ucatolica.edu.co:
https://repository.ucatolica.edu.co/bitstream/10983/14339/1/Impactos%20ambientales
%20del%20fracking%20analizado%20desde%20la%20experiencia%20internacional%20de
%20Estados%20Unidos.pdf