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UNCuyo Facultad de Filosofía y Letras

Cultura Contemporánea - 2016

Trabajo Práctico N° 2 – Unidad II

Estudiante: Pedro Armando Abalsa (N° de Registro: 22432)

Profesora: Emilce Sosa

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Actividades:

3- Ficha de relevamiento de murales de Mendoza:

 Título: no posee.
 Firma (autor): no posee (se reivindica como una producción artística colectiva, con la
colaboración de varias asociaciones).
 Integrantes del grupo ejecutor: las colectividades que participaron fueron la Unión
Vecinal del Barrio Bancario, Escuela N° 1-485 Avelino Maure y el Movimiento Libertador
José de San Martín.
 Ubicación o localización: Dirección (calle Presidente Derqui, 800-700), Barrio Bancario,
Departamento de Godoy Cruz. Acceso de transporte público y líneas de transporte (Línea 3
de El Cacique Autotransportes, colectivo n° 35).
 Accesos: Distancia respecto a sitios referentes (a una manzana hacia el oeste de la Iglesia
de San Cayetano, a 2 manzanas del Parque Raul Alfonsín y frente a la Plaza Libertad).
Entidades públicas cercanas (se encuentra en la pared externa sur de la Escuela N° 1-485
Avelino Maure). Se ubica también a tres manzanas hacia el este del complejo metalúrgico
IMPSA (Industria Metalúrgica Pez Carmona Sociedad Anónima).
 Tema: reivindicación del pasado indígena, crítica a la conquista de América y la herencia
colonial, rechazo del imperialismo estadounidense, apoyo a las luchas obrero-estudiantiles
y conmemoración del 50 aniversario de la fundación de la escuela primaria.
 Formato: rectangular, en posición horizontal.
 Dimensiones: 50.32 metros x 3.00 metros.
 Soporte: pared externa sur de la Escuela N° 1-485 Avelino Maure, sobre la calle Presidente
Derqui, frente a la Plaza Libertad.
 Fecha de ejecución: año 2010.
 Estado de conservación: Bueno.
 Intervenciones urbanas: posee grafitis y marcas de vandalismo callejero (manchas de
pintura, leyendas de clubes de futbol y nombres de personas).
 Observaciones: en la sección oriental del mural se encuentra una leyenda que señala su
realización en homenaje al 50 aniversario de la fundación del establecimiento escolar en
1960. Además en varias secciones del mural se hallan inscripciones alegóricas de apoyo a
luchas políticas, obreras y estudiantiles, así como los nombres de las colectividades e
instituciones que contribuyeron a su realización.
 Fotografía general: por razones de su gran dimensión se anexarán varias imágenes a la
ficha de relevamiento con los segmentos de la producción mural (con dirección de este a
oeste).

4-

El mural analizado presenta claramente un discurso explicito vinculado a reivindicaciones


culturales. Esta se centra principalmente en leyendas escritas que recalcan una reivindicación del
pasado indígena de América, idealizado, en contraposición con aseveraciones que despectivamente
rechazan el pasado colonial y la conquista española. Así mismo su discurso presenta una alerta de
dominación actual contra América Latina, pues su temática se engloba en una representación

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genérica de la herencia cultural amerindia que podría aplicarse a toda América Latina. En su
últimos segmentos el mural expresa una clara tendencia política acompañada de la figura de Lenin y
representaciones artísticas propias del arte soviético, con figuras de hombres que resaltan la labor de
los trabajadores industriales, que en el mural, alzan los puños, sostienen martillos, brochas y libros,
en clara alusión (rodeados de un intenso color rojo) a símbolos representativos de la ideología
socialista.

5-

La problemática abordada por el trabajo se remite a la conmemoración del 50 aniversario de


la institución educativa que, con apoyo de organizaciones sociales, artistas de la comunidad de
Godoy Cruz, la institución educativa misma y la Unión Vecinal del Barrio Bancario, destacan su
labor pedagógica y su tarea de construcción de la identidad social de quienes asisten al centro
educativo. Esta defensa de sus principios educativos se expresa abiertamente en la temática múltiple
que aborda la obra mural, la cual se encuentra seccionada (pese a constituir una unidad) en periodos
cronológicos que abstraen el relato histórico, sin señalizar explícitamente los periodos abordados y
el espacio concreto. No obstante es posible identificar implícitamente que la historia que se relata
transcurre en la América poscolonial del siglo XX y XXI, comenzando por la América prehispánica
y rescatando su interpretación de la Conquista de América y el periodo colonial (cuya herencia se
desdeña con múltiples recursos escritos y símbolos).

El mural realiza una clara denuncia de dos procesos históricos. Primero rescata la armonía e
idealiza la cultura indígena previa al descubrimiento de América, en la cual los pueblos indígenas
vivirían en armonía con la naturaleza, respetándola y rodeados de su abundancia, aseveración que se
sostiene en la utilización de colores claros que adornan a especies de animales y flora autóctonos. A
su vez critica la conquista de América por parte de la colonización española, cuya llegada es
definida como el comienzo de la esclavitud (por oposición a su afirmación de que el 11 de octubre
conmemoran el último día de libertad). Se desprecia su herencia colonial destacando figuras de una
mujer indígena anciana con rostro empalidecido que simboliza al concepto de la Pachamama
(deidad indígena de origen quechua que representa a la tierra y sus riquezas) crucificada, cruz que
esta adyacente un conjunto de calaveras apiladas. Esta imagen se encuentra acompañada de una
denuncia de la evangelización violenta, evidenciada por la presencia del rostro de Jesús con un
gesto de enojo.

Como parte del desarrollo del relato, el muralismo continúa con la denuncia social al
imperialismo norteamericano en América Latina, cuya influencia llevó a la instalación de dictaduras
militares en países de la región. Este país es referenciado con la cabeza de un águila (símbolo patrio
de Estados Unidos presente en su escudo nacional), acompañada de una cadena y cuyos ojos tienen
el símbolo del dólar (moneda del país). Así mismo la frase “500 años después nuevo imperio nos
domina” se encuentra entre la figura de dicha águila y de la cabeza del famoso revolucionario ruso
Vladimir Lenin, lo que podría significar que América Latina se encontraba atrapada a lo largo del
siglo XX por ambos modelos políticos y económicos que se trataban de imponer en la región.

Luego se encuentra un niño señalando al espectador, acompañado de las frases “no dejes
que se roben mis sueños” y “el enemigo es más grande si se lo mira de rodillas”, afirmaciones que
se comprenden con la parte final del mural, cuyo conjunto otorga apoyo político a la lucha laboral y

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social de las organizaciones sindicales y obreras, exhortando a la organización estudiantil, obrera y
popular, defendiendo los valores de solidaridad, justicia e igualdad, a la vez que en una imagen final
se erige la figura de una alumna vestida con el típico guardapolvo blanco, decorada con alas y
sosteniendo con un brazo un cuaderno (símbolo de la educación) y otro elevando su puño (símbolo
del movimiento socialista), acompañada por un sol naciente a sus espaldas (sol que representa en la
actualidad el relato del nacimiento de la nación argentina con el fin del periodo colonial tras la
Guerra de la Independencia y la Revolución de Mayo de 1810, símbolo del sol naciente que
también se inspiró en la deidad incaica Inti, máximo representante del panteón Incaico durante el
periodo prehispánico).

6-

El mural analizado posee rasgos característicos de la confluencia de dos corrientes


muralistas que trascendieron en América Latina y llegaron a Argentina en diferentes momentos del
siglo XX. Uno de ellos es el iniciado por el muralismo mexicano en la primera mitad del siglo XX,
que arribó a la Argentina en la década de 1930. Este se caracterizaba por su fin político al rescatar
temáticas sociales y políticas, muchas veces vinculadas a la ideología marxista (principalmente de
la vertiente comunista). Este influyó en el país a partir de la llegada del famoso muralista David
Alfaro Siqueiros en 1933, de militancia comunista. Este primer movimiento dejó sus marcas en el
muralismo argentino por la relevancia de su contenido ideológico de izquierda (pese a que Siqueiros
no pudo expresar sus ideas comunistas debido al contexto de censura iniciado tras el Golpe de
Estado de 1930), presente en el caso analizado (el del mural en Godoy Cruz) por las múltiples
referencias a las luchas sociales obreras, estudiantiles, anti-imperialistas, anti-capitalistas,
socialistas y sindicalistas, que en la Argentina se contextualizaron con la llegada del socialismo y el
anarquismo junto a la gran inmigración europea de fines del siglo XIX y comienzos del XX. La
herencia de este primer movimiento fue la aparición de las primeras colectividades artísticas de
muralistas.

También en la producción mural del país fue importante el trabajo de Ricardo Carpani, que
produjo obras de un contenido social con mucha alusión a las problemáticas de la clase trabajadora
y la justicia social, sobre todo en la década de 1940, que se conjuga en América Latina y Argentina
(a partir del surgimiento del peronismo) con el auge de los populismos, de marcados rasgos
nacionalistas, anticapitalistas, antiimperialistas, apoyado en la clase trabajadora y en las masas
populares mediante la promulgación de reformas laborales, con consignas de redistribución de la
riqueza y profundización del proceso de democratización, a partir de la ampliación del sufragio y el
voto femenino. Estos rasgos se ampliaron con la irrupción del compromiso social encabezado por el
grupo muralista Espartaco que, hacia fines de la década de 1950, coordinó sus producciones en
trabajos conjuntos con sindicatos, defendiendo los principios de las asociaciones gremiales por las
luchas laborales y huelguistas.

No obstante todos estos rasgos que se encuentran en el mural analizado en el presente


trabajo, luego de las influencias del siglo pasado, se sumaron los de la producción mural que surgió
como consecuencia de la grave crisis social, política y económica ocurrida en Argentina (también
en América Latina en general) generada a partir del ascenso al poder de políticas neoliberales a
fines del siglo XX. La crisis de ese modelo social también repercutió en el arte, mediante
producciones colectivas en el seno de un colectivo cultural más circunscripto a lo local, como puede

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entenderse la participación de uniones vecinales, sindicatos de fuerza local e instituciones
educativas que promovieron nuevamente el muralismo a partir del 2001. Aunque este movimiento
surgió principalmente en la ciudad de La Plata, también tuvo repercusiones en el arte mural del
conjunto del país que, al tener un anclaje territorial más arraigado y local (como puede ser la
identidad de un colectivo cultural en base a los barrios, las localidades y departamentos o partidos,
en convivencia con la idea de nación), fue proclive a vincularse con las problemáticas
socioeconómicas (como consecuencia de la formación de nuevas agrupaciones gremiales,
piqueteras, asambleas, etc.), derivando en un discurso político más radicalizado. En el caso del
mural de Godoy Cruz, el discurso se encuentra radicalizado desde la perspectiva socialista y
sindicalista, aunque rescata símbolos nacionales y latinoamericanistas (partiendo de la identidad
común del pasado indígena prehispánico y la actual lucha antiimperialista).

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