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CENTRO NACIONAL SALESIANO

DE PASTORAL JUVENIL

CAMINO PARA
COMPROMETERSE
18-19 años

ITINERARIO DE EDUCACIÓN
EN LA FE

EDITORIAL CCS

Quinta edición, mayo 2002


índice

Presentación .....................................................................................................................

1. Notas introductorias
Realidad de los destinatarios de la segunda etapa (12-14 años) ................ 11
Objetivos .................................................................................................................
1~
Contenidos ............................................................................................................. 23
Relación entre objetivos y contenidos ............................................................. 28
Momentos de intervención ................................................................................. 30
Metodología ........................................................................................................... 34
Estructura de presentación de los bloques temáticos .................................. 37
Temporalización de los contenidos .................................................................. 42
Paso de etapa: signos de discernimiento ......................................................... 43

2. Reuniones
1. Una vida, una oportunidad (El proyecto personal de vida).
(Bloque temático 1) ....................................................................................... 47
2. Cristo, en el centro de mi vida (Bloque temático 2) ............................. 73
3. Críticos y audaces para transformar la historia (Análisis evangélico
de la realidad). (Bloque temático 3) .......................................................... 147
4. Constructores... con las manos en la masa (Compromiso social del
cristiano). (Bloque temático 4) ................................................................... 181
5. Somos muchos, somos uno (La Iglesia). (Bloque temático 5) ............. 209
6. La Confirmación, ¿trámite o compromiso? (Bloque temático 6) ....... 233

3. Otros temas
— Pascua con jóvenes.......................................................................................... 267
— Catecumenado juvenil salesiano ............................................................... 267

4. Ejercicios Espirituales
Llamados a una misión en comunidad.......................................................... 287
UHIAVDA, UMA OPORTUIUIDAO
El proyecto personal de vidai
(Bloque temático 1)
RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos el tema?


Iniciamos este tercer nivel de la cuarta etapa del Itinerario invitando a los jóve nes a
plantearse ya seriamente un primer proyecto de vida. Hay muchas razones para ello.
Los jóvenes de esta edad empiezan a tomar decisiones importantes sobre su vida: se
plantean ya en serio sus aspiraciones profesionales, ya sea la elección de unos estudios
concretos o la búsqueda de trabajo; tienden a una relación de pareja estable; eligen un
determinado estilo de vida, de diversión, etc.; se posi-cionan social y políticamente;
asumen ciertos compromisos.
A lo largo del Itinerario, les hemos puesto en contacto con los aspectos fundamentales
del mensaje de Jesús y su significado para todas las dimensiones de la vida. Ahora se
les invitará a realizar una opción, confirmarse y seguir creciendo como cristianos de
una forma más profunda y comprometida. Es importante que esa decisión esté bien
cimentada en unas metas a largo plazo.
Por otra parte, ya sabes por experiencia que el actual panorama socio-cultural no ayuda
demasiado a plantearse la vida a medio o largo plazo:
— Se nos invita por todas partes a vivir el presente: vivir el aquí y ahora, sin
preocuparnos apenas del futuro. Esta actitud ante la vida hace que muchos jóvenes se
dejen llevar por los sucesos del momento, por lo que [espide el cuerpo, por la
corazonada o el impulso instintivo de tumo, y tengan dificultades para personalizar e
interiorizar criterios y opciones de vida, que les ayuden en la búsqueda de un norte en
su existencia.
— Otro aspecto que incide negativamente a la hora de plantearse un sentido global de
la vida es la cultura actual ^fragmento, y sus redamos constantes a vivir desde una
ética, alimentada preferentemente por los criterios de la situación y la estadística. Todo
ello hace que muchos jóvenes vivan desde el depende, sin una visión unificada de la
propia vida, que les hace difícil perfilar un proyecto global y vivirlo con coherencia.
Los jóvenes que siguen el Itinerario de educación en la Fe, han tenido oportunidad de
reflexionar sobre estos y otros aspectos de la cultural actual, desde los valores
evangélicos; pero eso no quiere decir que estén ya inmunes a su in-
fluencia más o menos negativa. Como animador o animadora, tienes la tarea de
acompañarles para que definan con mayor claridad el estilo de vida que quieren asumir
como cristianos, y los pasos graduales para hacerlo realidad. En definitiva, es hora de
concretar en este final del Itinerario un proyecto personal de vida, que recoja todo lo
vivido durante estos años. Este primer bloque temático es una oportunidad para ello.

2. ¿Qué capacidades desarrolla?


C> Descubrir y dar sentido a la propia vida.
— Conocimiento progresivo de la propia vida en todas sus dimensiones.
— Identificación de los propios deseos y esperanzas, posibilidades y limitaciones.
— Lectura en profundidad de la realidad desde la persona y mensaje de Jesús.
i-> Elaboración de un Proyecto de Vida, asumido libre y responsablemente, que recoja
las otras capacidades del Itinerario, principalmente:
— Dar razón de la propia fe,
— Vivir los valores del Evangelio y
— Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad.

3. ¿Qué objetivos pretende?


C> Elaborar un primer proyecto de vida que unifique la persona (Obj. 3).
O» Lograr una síntesis adecuada de los contenidos de la fe y de la moral cristiana (Obj.
4).
O Asumir el estilo del Evangelio como forma personal de vida y criterio de valoración
del ambiente (Obj. 8).
i-> Especificar en el proyecto personal de vida las actitudes y comportamientos
evangélicos del darse, compartir y servir (Obj. 9).

4. ¿Cuáles son los contenidos fundamentales?


Conceptos
— Identidad personal: ideas y convicciones profundas; carácter, sentimientos;
comportamiento.
— La persona y sus opciones ante la realidad y ante los demás.
— Proyecto de vida: el tipo de persona que Dios quiere; la profesión; estado de vida:
matrimonio, celibato, vida religiosa, sacerdocio; compromisos concretos para el
año.
— El proyecto de grupo para el año: último año de grupo, programación y calendario.
Celebración de la Confirmación.
Procedimientos
— Hacer un listado de las propias metas en la vida y establecer prioridades.
— Comunicar los planes personales, criticando y dejándose criticar por los otros.
— Elaborar un proyecto de vida a medio y largo plazo.
— Análisis de pros y contras de cada estado de vida, aplicados a uno mismo.
Valores
— Sentido de pertenencia al Itinerario, en concreto a la etapa de jóvenes, y acogida de
los más jóvenes.
— Confianza en la capacidad de interiorización y proyección de la propia vida.
— Realismo en la valoración de sí mismo y de los propios límites.
— Responsabilidad y fidelidad al proyecto personal y al del grupo.
— Actitud de vida para los demás.
— Planteamiento de la propia vocación como respuesta al plan de Dios y servicio a los
otros.

5. Conexiones con otros temas


Como el eje fundamental del año es precisamente el realizar una opción de seguir a
Jesús y organizar la vida de tal manera que eso sea posible, este bloque es el primer
paso. Proporciona un marco, el Esquema del Proyecto de Vida, donde ir insertando las
reflexiones y los compromisos de los demás bloques. La propuesta es que, al final de
cada bloque temático los jóvenes vuelvan sobre el Proyecto de Vida y lo completen.
Específicamente, este tema guarda una relación directa con el Primer Bloque de cada
nivel, Madurez personal (Nivel I) y Madurez en grupo (Nivel II). Es el tercer paso en
la formación humana del joven; supone que ya han realizado una primera reflexión
sobre su vida y el valor que tiene para ellos estar en un grupo cristiano, y que ahora van
a centrarse en llevar a la práctica de manera madura lo que han ido planteándose.
Guarda también una estrecha relación con Cristo es el centro de mi vida (Bloque
temático 2), que aportará la lectura y personalización cristiana a la reflexión de este
bloque.

6. ¿Qué debes tener en cuenta?


Aspectos metodológicos

Este bloque temático está planteado para cuatro reuniones, pero dada su importancia,
puede ser interesante alargarlo para que la reflexión sea más tranquila y se afiancen
mejor las decisiones. Decididto el equipo de animadores, teniendo en cuenta la
madurez de los distintos grupos.
En las reuniones tercera y cuarta se propone a los jóvenes elaborar y comunicar el
Proyecto de Vida. Son momentos muy importantes. B equipo de animadores
valore también si es más interesante unir ambas reuniones en un Encuentro o
Convivencia. Ello ayudaría a crear un clima de mayor concentración y de comu-
nicación entre los jóvenes.
Valorar cuál es el grado de apertura y confianza que existe entre los miembros del
grupo para llevar a cabo la comunicación del propio proyecto. Recuerda que lo
importante es que cada joven elabore su proyecto; que lo piense, lo reflexione, se
comprometa con él. El ser capaz de comunicarlo es lo ideal, pero secundario.
Finalmente, en este tema es fundamental el acompañamiento personal, principalmente
en los días siguientes a la reunión. Procura tener un encuentro personal con cada
miembro del grupo para leer juntos y comentar su proyecto. Habría que analizar:
— El realismo del plan y su nivel de exigencia.
— En qué medida se adapta al Proyecto de Jesús.
— La coordinación con el resto del grupo.
— Si los medios y la evaluación son los más adecuados.
Es probable que en todo este proceso salgan a luz situaciones personales complicadas
que algunos jóvenes estén viviendo. El animador tiene que estar muy atento porque a
veces no las expresan y pueden pasar inadvertidas. Por eso puede ser interesante que,
mientras están reflexionando y elaborando el Proyecto, el animador vaya haciendo un
primer acercamiento. Así puede enterarse y orientar a cada uno personalmente.

Materiales que necesitarás


— Fotocopias de los documentos 1, 2, 3, 4, 5 y 6.
— Bolígrafos y rotuladores de colores.
— Una hucha o cesto con monedas.
— Un cirio.

Temporalización
Pisando tierra (¿Qué haremos a los 40?)
— Acogida.
PRIMERA — Experiencia de análisis: Cuando tenga 40 años
REUNIÓN (Documento 1).
— Experiencia de personalización e interiorización:
Control de valores (Documentos 2 y 3).
— Haciendo síntesis (Documento 4).
Abriendo horizontes (Buceando en mi vida)
SEGUNDA — Acogida.
REUNIÓN — Experiencia de profundización y personalización:
Histograma.
— Haciendo síntesis.
— Oración.
TERCERA Abriendo horizontes / Novedad (¡Hagan juego!)
REUNIÓN —Acogida {Documento 5).
— Experiencia de profündización (Documento 6).
— Haciendo síntesis.
Las palabras no bastan (Comunicando...)
CUARTA — Acogida.
REUNIÓN — Experiencia de comunicación:
Puesta en común de Proyectos.
— Haciendo síntesis: Celebración.

Evaluando
7. Baúl de recursos
Libros interesantes para ampliar tu información sobre el tema del Proyecto de vida:
ILAKDÜIA, J. M., El Proyecto Personal como voluntad de autenticidad, Instituto
Teológico de Vida Religiosa en Euskal Herria, Vitoria 1993.
MARTÍNEZ, M., Los proyectos personal y comunitario, Publicaciones Claretianas, Madrid
1992.
SOVEKNIGO, J., Proyecto de Vida. En busca de mi identidad. Sociedad de Educación
Atenas, Madrid 1990.
Libros prácticos para utilizar con el grupo:
LAZZEBI, L. — CASABO, M., Dar la cara por el Reino, Editorial CCS, Madrid 1995.

RIVERIO, R, Alguien te llama, Editorial CCS, Madrid 1995.


VOPEL, K. W, Juegos de interacción para adolescentes y jóvenes, Editorial CCS, Madrid
1995.
DESARROLLO DEL TEMA

<%>
Pisando Tierra
¿Qué haremos a los 40?
En esta primera reunión invitamos a los jóvenes a situarse ante las propias expectativas de
futuro y descubrir los valores que hay en el toado de esos deseos de futuro. Después les
ayudamos a confrontar estos deseos con tos valores de Jesús.
1. ACOGIDA
En la sala de reunión se ha colocado previamente un cartel con el título ¿Qué haremos a los
40? Una vez reunido el grupo, se inicia la sesión haciendo una breve valoración de la
convivencia inicial del año: cómo se sintieron, cómo estuvo el ambiente, trabajo
desempeñado, expectativas para el curso.
La convivencia inicial es la misma que la del nivel II.
A continuación, el animador o animadora presenta el contenido global del bloque temático,
sobre el Proyecto de vida. Lo hace a partir del contenido del cartel que preside la sala. El
número 40 puede dar mucho de sí, pues ya resuena en los destinatarios con diferentes
significados: Los 40 principales. Los 40 años por el desierto. Los 40 días de la Cuaresma.
Estar en cuarentena. Ser un cuarentón. «De los 40 para arriba, no te mojes la barriga».
La edad de los 40 tiene una carga especial, porque refleja la mitad de la vida. la madurez, la
búsqueda de lo fundamental, etc.
Pasados unos minutos de comentarios más o menos jocosos, para romper el hielo. se inicia
el trabajo.

2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS
Cuando tenga 40 años
Materiales: Documento 1.
El animador o animadora entrega a cada miembro del grupo 6 fichas, preparadas
previamente a partir de lo indicado en el documento 1. Una ficha sobre cada aspecto:
familia, trabajo, etc. La segunda cara de cada ficha se divide en dos partes con una línea
vertical. Y durante 5 ó 10 minutos, cada uno rellena las fichas, escribiendo en cada una
cómo le gustaría que fuera ese aspecto de su vida: qué haría, cómo sería, etc. Escriba
solamente en la parte delantera de la ficha.
Es importante no dejar mucho más tiempo que el antes indicado, para que los deseos broten
de forma espontánea, sin pensar demasiado. De esta forma surgirán las ideas y convicciones
más arraigadas.
El animador recoge las fichas, una vez completadas.

3. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACION E INTERIORIZACIÓN


Control de valores
Materiales: Documentos 2 y 3.
A continuación se divide el grupo en 6 subgrupos o parejas. El animador o animadora
entrega a cada subgrupo todas las fichas de la misma temática, y les invita a hacer el
siguiente trabajo:
— Leen cada ficha y entresacan los aspectos valorados como importantes por el que ha
escrito en la ficha. Dichos aspectos se escriben en el lado izquierdo de la segunda cara
de la ficha, clasificando los aspectos elegidos en valores, contravalores y motivaciones
(Cfr. Documento 2). De ese modo, se llegará a tener una visión del grupo sobre cada
uno de los temas.

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— Después se retoman las fichas y se confrontan con el cuadro Valores fie Jesús (Cfr.
Documento 3), viendo cuáles coinciden y cuáles no. En la parte derecha de la segunda
cara de la ficha, se escriben los valores que coinciden con los de Jesús. El grupo los
califica de O a 10, según el grado de coincidencia.

4. HACIENDO SÍNTESIS
Materiales; Documento 4.
Cada grupo coloca en la pared los cuadros generales que ha rellenado y en una mesa el
montón de fichas.
Se deja un tiempo para que los jóvenes se paseen por la habitación y vean los resultados de
los grupos generales.
A continuación, cada uno recoge sus 6 fichas y el animador o animadora invita a hacer un
momento de oración personal con el salmo del documento 4. En este clima de oración y con
música suave de fondo, cada uno relee sus fichas y la valoración que le han hecho de ellas.

Abriendo horizontes
Buceando en mi vida

En esta segunda reunión, queremos que los jóvenes relean su propia vida, y unifiquen todas
sus experiencias en torno a una visión que dé sentido a su pasado e ilumine su futuro.
En un segundo momento, les ayudamos a descubrir en su historia personal la llamada de
Dios y a valorar la respuesta que le están dando, situándolos ante la importancia de la
vocación y de su propia vocación.

1. ACOGIDA
En la sala estarán colocados los carteles de los cuadros generales elaborados en la sesión
anterior. Se puede colocar también algún letrero con esta frase: 5';' no sabes adonde vas,
probablemente acabarás en otro sitio
El animador o animadora comienza la reunión volviendo sobre la reunión anterior: ¿Os
costó mucho rellenar las fichas? ¿Teníais las cosas pensadas o no? ¿Cómo os sentisteis
cuando os devolvieron las fichas? ¿Habéis descubierto algo nuevo de vosotros mismos?
A continuación les invita, tras la experiencia inicial que quizá les pilló un poco
desprevenidos, a analizar más su vida y su situación actual. Se comenta el cartel intentando
entre todos entender su significado, y con esta motivación se inicia el trabajo.

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2. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN Y PERSONALIZACIÓN
Histograma
Materiales: Folios blancos, bolígrafos, rotuladores y pinturas de colores.
El animador o animadora presenta una dinámica para situar en orden cronológico las fechas
más significativas de la propia vida, y dar un repaso a aquellas decisiones y actividades que
se consideran más importantes para los próximos años. Les propone el siguiente proceso:
— Sobre una hoja apaisada, cada uno traza una línea horizontal en el medio, que representa
el tiempo de la propia vida. En el punto de partida de la línea, en la parte izquierda de la
hoja, se escribe la fecha de nacimiento.
— A continuación, se divide la línea en tres partes iguales; cada una corresponde a 10 años
de vida; de este modo, el final de la línea, en la parte derecha de la hoja, representa el
año 30 de la propia vida. Después se divide cada pane en diez sectores y se escriben los
años correspondientes.
— Después cada uno, durante unos 15 minutos, recuerda los hechos, acontecimientos,
éxitos, desengaños y cambios más importantes de la propia vida: y los sitúa
esquemáticamente en el espacio del año correspondiente. Se puede emplear para ello
palabras, dibujos, símbolos, colores.
— De igual manera, durante 10 minutos, piensa en las decisiones y actividades que va a
tener que afrontar en los próximos 10 años; por ejemplo, de tipo profesional, de
relación con la familia, etc. y las escribe donde convenga, utilizando como antes,
dibujos, colores.
— A continuación escribe en el lugar oportuno el nombre de aquellas personas que más le
han ayudado a ser como es y a llegar a las metas que se ha propuesto hasta ahora; y el
nombre de quienes le pueden ayudar a realizarse lo mejor posible durante los próximos
diez años. Dispone para ello de 10 minutos.
Acabada de rellenar la hoja, cada uno se forma una impresión global de todo lo que ha
escrito en ella para comunicarla después al grupo.

3. HACIENDO SÍNTESIS
Reunidos en grupos de cuatro, cada uno comunica en líneas generales cómo ha resultado la
experiencia. Se puede orientar el diálogo en torno a estas cuestiones:
— ¿Ves que tu vida tiene un hilo conductor o caminas a salto de mata?
— ¿En qué temas te has centrado más y qué asuntos has dejado más de lado?
— ¿Prevés que tus próximos años van a ser fáciles o complicados? ¿Tienes las cosas
claras o no?
— ¿Te encuentras acompañado en tu vida o necesitas buscar personas que te acompañen?
¿Qué papel juega el grupo en todo esto?

4. ORACIÓN
Materiales: Documento 5.
Tal como están, sentados en pequeño grupo, se les invita a mirar su línea de la vida no con
sus ojos, sino con los ojos de Dios Padre. El animador, a ser posible con

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música de fondo, va lardando pausadamente estas o parecidas reflexiones, que pueden
también estar grabadas previamente:
— Querido hijo, hace mucho tiempo yo creí en tí; pensé que merecía la pena darte una
oportunidad, permitirte disfrutar del don de la vida. Hijo mío, ¿estás de verdad
disfrutando de ella, sacándole todo el jugo?
— ¿Sabes? Sé que tienes muchas posibilidades porque yo mismo te las di: capacidades,
cualidades, sentimientos. ¿Los has descubierto ya? ¡No tengas miedo de conocerte
afondo!
— Mira, ya sé que la vida a veces es un poco complicada, pero yo be intentado rodearte
de buena gente y buenos lugares para que te ayudaran a crecer. ¿Los tienes ya
localizados? ¿Los estás usando convenientemente?
— Me imagino que ya te habrás dado cuenta de que en este mundo hay mucho por hacer,
y tú eres uno de los que puede aprender para actuar. ¿Guardas en tu vida un sitio para los
demás, especialmente para aquéllos que no han tenido suerte, de tal modo que mis planes
con ellos se han ido al traste? Podrías ocuparte de ellos, ¿no te parece?
— Ya sé, hijo mío, que los próximos años de tu vida no serán fáciles, pues habrás de tomar
decisiones importantes. La vida y el mundo te ofrecerán muchas cosas, a veces muy
apetecibles. No te olvides que me tienes siempre a tu disposición. Yo creo en tiy sé que
puedes elegir lo mejor, no lo más fácil.
— Pídeme lo que quieras y necesites. Pídelo desde el fondo de tu corazón. Y no tengas
inconveniente en comunicar tus deseos más profundos a los que están contigo en el grupo.
No dudes de que les ayudará también en su camino.
Se puede acabar la oración, rezando juntos el Padre nuestro. Antes de despedirse, se entrega
el documento 5 para leerlo durante la semana.
Abriendo horizontes

BERCERA
REUNIÓN

Novedad
¡Hagan juego!
En esta reunión proponemos a los jóvenes la elaboración de su Proyecto Personal de vida.
Les ayudamos a concretar unos objetivos generales y líneas de acción de futuro, teniendo
en cuenta no sólo sus deseos y posibilidades reales, sino también las grandes motivaciones
y opciones de vida que surgen del Evangelio.

1. ACOGIDA
Materiales: Documento 5.
Se comienza la reunión comentando el documento 5 leído durante la semana: qué les han parecido los
testimonios; qué frases les han llamado más la atención; con

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qué se han sentido más identificados; posibles dudas en torno a la vocación; quién
considera que ya la ha descubierto.

2. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN
Materiales: Una hucha o cesta llena de monedas, copias del documento 6.
Acabado el comentario anterior, se coloca en el centro de la mesa una hucha o una cesta
con monedas y se lee luparábola de los talentos (Mt 25,14-30).
Tras unos momentos de reflexión, el animador o animadora invita a los jóvenes a coger sus
talentos; cada uno toma en silencio los que considera convenientes. Acto seguido, se
entrega el documento 6; se lee en público la primera página y el animador o animadora
invita a elaborar personalmente el propio Proyecto de vida. Antes se hacen las aclaraciones
que sean necesarias.
En el documento se les pide realizar el siguiente trabajo:
— Concretar el momento actual de su vida en cada una de las áreas que se proponen: cómo
estoy qué hago (cuadro 1).
— Cómo veo mi futuro ideal en cada una de estas áreas, la meta a la que quiero llegar
(cuadro 2).
— Comparar ambos cuadros y ver la distancia entre uno y otro.
— Decidir los pasos a dar en el futuro en cada área, siguiendo las indicaciones de los
cuadros paso a paso; primero, descubrir cuál es el objetivo fundamental que me
planteo para mi futuro, y concretar, después, los próximos pasos para conseguirlo.
Elaborar un Proyecto personal no es tarea fácil, sobre todo si es el primera vez. Conviene
que los jóvenes tengan tiempo suficiente para ello, y lo hagan con calma y sin prisas. Si este
trabajo se realiza en una reunión normal, a una hora convenida todo el mundo deja el
trabajo, esté donde esté, y lo continúa en su casa. Si es un encuentro o convivencia, habrá
que establecer los márgenes razonables para que se pueda tener prácticamente acabado.

3. HACIENDO SÍNTESIS
Concluido el trabajo personal, se reúnen en grupo para valorar, a partir de los cuadros 1 y 2,
si cada uno ha puesto todos los talentos personales en juego.
Cada uno enseña las monedas que ha cogido, y todos comunican cómo se han sentido con el
reparto y si están de acuerdo con las monedas que cada uno ha tomado. El animador o
animadora puede hacer comentarios, mientras se dialoga, según las actitudes de los
miembros del grupo a la hora de coger las monedas: A veces nos refugiamos en que
tenemos pocos talentos y así no nos tenemos que comprometer. En otros momentos, la
timidez nos impide sacar afuera nuestros talentos y no nos atrevemos a utilizarlos.

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Se concluye la reunión con una sencilla oración de acción de gracias. Cada uno va dejando
las propias monedas en la cesta, al tiempo que dice: «Gracias, Padre, por...», indicando una
cualidad o regalo de Dios. Todos responden: «Gracias, Padre».
Se concluye con un canto de acción de gracias, relacionado con el tema, por ejemplo, Alabo
tu bondad (J. M. CUBELLES).
Las palabras no bastan
Común/cando...
En esta última reunión del bloque invitamos a los jóvenes a poner en común los Proyectos
personales. Después invitamos a los jóvenes a situar dichos proyectos a la luz de la palabra
de Dios en el marco de una sencilla celebración de la Palabra.

1. ACOGIDA
En la sala de reunión se coloca en lugar destacado un cirio, y un cartel con la frase Yo soy
la luz del mundo.
Se inicia la reunión comentando las dificultades experimentadas en la elaboración del
propio Proyecto personal. El animador o animadora ayude a crear un clima cálido,
distendido y de escucha, que permita a la vez una comunicación fluida. A estas alturas del
Itinerario la comunicación en profundidad debería ser algo normal, pero siempre hay
alguien que tiene mayores dificultades para hacerlo; por eso es importante crear el clima
adecuado, sin forzar a nadie.

2. EXPERIENCIA DE COMUNICACIÓN

A continuación cada miembro del grupo explica en líneas generales su Proyecto. El resto
del grupo pregunta y aporta lo que crea oportuno. Véase la mejor manera de hacerlo para
que sea un momento significativo en la vida del grupo.
El animador o animadora compruebe a lo largo de la comunicación en qué medida van
apareciendo las motivaciones y opciones cristianas en el contenido de los distintos
proyectos, para tenerlo en cuenta en la entrevista personal con cada uno en los próximos
días.

3. HACIENDO SÍNTESIS

Concluida la comunicación se invita al grupo a poner una vez más la vida del grupo,
dibujada en cada proyecto, en el horizonte cristiano. Proponemos el siguiente esquema
celebrativo:
— Se enciende el cirio, y mientras se escucha el canto de «Godspell», La luz del mundo, u
otro parecido, cada uno coloca el propio proyecto alrededor del cirio.

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— El animador o animadora invita a expresar los sentimientos, temores, sensaciones, que
se han tenido durante todo este bloque. ¿Se han planteado algo nuevo? ¿Les ha sido
útil a nivel personal? ¿Y comunitario? ¿Cómo se plantean ahora el futuro?
Para ello se pueden retomar los cuadros generales de la la reunión y ver si han
cambiado algunas cosas.
— Se lee Mt 5,14-16: Vosotros sois la luz del mundo.
— El animador o animadora toma uno de los Proyectos y se lo entrega a su dueño
diciéndole: «Ven conmigo a ser luz del mundo». Le invita a repetirlo con otro del
grupo, haciendo una cadena hasta que todos los proyectos estén entregados.
— Una vez terminada la cadena, se colocan en círculo alrededor del cirio y entonan el
canto, La sal y la luz (V MORALES/
Antes de despedirse, el animador o animadora expresa el deseo de tener un encuentro
personal con cada uno para comentar juntos el propio Proyecto personal y concretar futuras
entrevistas durante el año. Naturalmente no hay que obligar a nadie.
Evaluación
La evaluación del bloque temático por parte de los destinatarios ya ha ido apare ciendo a lo
largo de las reuniones, sobre todo en las dos últimas en torno a la elaboración y
comunicación del Proyecto de vida. Con todo proponemos hacer esta evaluación en la
entrevista de cada uno con su animador o animadora. De esta forma ganará en profundidad.

0^0 EVALUACIÓN DE LOS ANIMADORES

Para evaluar este bloque temático por parte del equipo de animadores proponemos los
siguientes indicadores:
Cada animador o animadora evalúe:
— La preparación de los distintos materiales.
— Su propia interiorización del tema y grado de implicación en el trabajo personal y de
grupo.
— La cercanía y relación personal con los miembros del grupo.
— La disponibilidad mostrada para el diálogo personal con cada joven.
Como equipo de animadores, fijarse en:
— El grado de profundidad con que los jóvenes han abordado su vida.

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La capacidad de comunicación e interacción dentro del grupo; si se ha apreciado una
evolución.
La motivación e ilusión en la elaboración de los Proyectos. El
realismo de metas y pasos.
La presencia de valores evangélicos en los distintos Proyectos. En qué medida se nota
mayor profundidad en los compromisos que van asumiendo los miembros del grupo.
DOCUMENTO 1

FICHAS
DOCUMENTO

(O
u
BC

I
§
DOCUMENTO 3
DOCUMENTO 4

ORACIÓN

a) Introducción
Tenemos aguí delante, Señor, nuestras pequeñas ilusiones. Cosas que deseamos, muchas veces sin
pensar, pero que reñejan lo que cada uno llevamos dentro.
Como cualquier persona, tenemos deseos generosos, deseos buenos, deseos menos buenos y, a veces,
hasta deseos egoístas. Eso ya lo sabes tú, porque nos ves desde dentro y nos conoces mejor que
nadie.
Nos hemos dado ahora un buen repaso. Hemos opinado los unos sobre los deseos de los otros y los
hemos comparado con los de tu Hijo Jesús. No sé si habremos salido muy bien parados. Cada uno
ahora va a hablar un rato contigo sobre cómo se ve y los sentimientos que tiene en estos momentos.
Escúchanos, Señor.

b) Tiempo de reflexión
c) Lectura del Salmo 138

Señor, tú me sondeas y me conoces;


sabes cuando me siento o me levanto, de lejos
penetras en mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso, todas mis
sendas te son familiares.
No han llegado las palabras a mi lengua, y ya,
Señor, te las sabes todas. Me envuelves por todos
lados, me cubres con tu mano.
Tanto saber me sobrepasa, es sublime y no lo
abarco. ¿Adonde puedo ir lejos de tu aliento?
¿Dónde puedo escapar de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;
si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro
hasta más allá del mar, tu mano me alcanzará.
Si digo: que al menos
la tiniebla me cubra,
que la luz se haga noche en torno a mí;
ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es
clara como el día.

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Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el vientre de mi madre.
Te doy gracias,
porque me has formado portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conoces hasta el fondo de mi alma, no desconoces mis huesos.
Cuando en lo oculto me iba formando y entretejiendo en lo profundo de la tierra, tus ojos veían
mis acciones, se escribían todas en tu libro;
calculados estaban mis días antes de que llegase el primero.
Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba
y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno.
DOCUMENTO 5
YO QUERÍA ESTUDIAR UNA CARRERA
Me eduqué con monjas; sin embargo, nunca pensé que tenía vocación.
Cuando era jovencilla, mi ideal era hacer una carrera universitaria. Estuve
en la facultad de Medicina y estudié dos cursos. En ese tiempo, en el que
tenía todo lo que quería, me encontraba desencantada. Ahora pienso que es
entonces cuando comencé a sentir la llamada de Dios, pero no me daba
cuenta de ello. En casa me notaron que no era ya como las otras chicas.
Quizá ellos percibieron mi vocación y tuvieron miedo.
Entonces, me llevaron a casa y me hicieron estudiar Magisterio y lo
terminé. Pero, ya en el transcurso de mis estudios, vi claramente que mi
vocación era ser monja de clausura. Ésta era una situación que consideraba
ideal, pero me parecería que yo no iba a servir para ella, para mantener ese
silencio, esa oración. La admiraba, pero como una cosa inalcanzable.
Después de una maduración de tres años, vi clara la situación y me decidí,
aunque con muchas dificultades por parte de mi familia.
Mi experiencia de Dios la podría definir así: tengo la sensación de que él
me ha ido siguiendo a mí. Entiendo que él te pone unas determinadas
circunstancias en la vida, sin quitarte la libertad. Al final, te das cuenta de
que ha sido el Señor el que te ha elegido a ti, y no tú a él.
Yo soy felicísima. ¡No me cambio por nadie! Me encuentro realizada. ¿En
qué lo noto? En que, cuando tengo una gran dificultad, a pesar de ella, me
encuentro como pez en el agua. Aunque estuviera sufriendo, estoy en mi
ambiente.
A la persona que sienta vocación religiosa, pero que esté dudosa o tenga
miedo, le diría que se fíe totalmente del Señor. Que piense, sobre todo, que
la vocación no es cosa de ella, sin que es el Señor quien la llama. Son
muchos los jóvenes que sienten esa inquietud, y ellos mismos lo dicen.
Esa inquietud es un in
dicio de la llamada. Lo malo es cuando no se le hace caso; entonces esa
inquietud se pasa, porque el Señor pasa, y se pierde la ocasión. Eso es una
responsabilidad muy grande. Yo considero que la persona ha de tener bien
claro que la vocación no es una cosa de ella, sino una llamada de Dios. Él
se fija en una persona y la llama para algo especial, hermosísimo.

María del Amor, Religiosa Agustina Recoleta

GENERALMENTE NO SABÍA LO QUE QUERÍA


Es difícil hablar de mi vida, porque ha sido siempre normal y corriente. He
vivido en un pueblo normal, de gente trabajadora;
he estudiado, he jugado, he salido, como el resto de la gente.
Pero si lo pienso bien, sí que encuentro en mi vida cosas algo diferentes.
Estudié la EGB en un colegio religioso y para mí ése ha sido uno de los
puntos fundamentales de mi vida. La historia y las ideas de su fundador,
Don Bosco, calaron en mí; me ilusionaron y han ocupado durante el resto
de mi vida un lugar muy importante. Incluso la carrera que elegí,
Pedagogía, es consecuencia de ello.
Acabé en el colegio y estudié BUP en un Instituto; aún así permanecí en la
Asociación de Antiguas Alumnas del Colegio realizando algunas
actividades, teniendo reuniones de grupo. Conforme crecía en años, fui
descubriendo nuevos sentimientos, ideas, posibilidades, que me resultaban
atray entes.
En un determinado momento, se me ofreció la posibilidad de ser monitora
de grupos y, sin saber muy bien lo que era, dije que sí. Y ésta ha sido una
de las decisiones más fundamentales de mi vida. Me fui implicando,
reflexionando, y mi vida, a partir de ahí, se ha liado. Por cosas que pasan,
de la asociación pasé
a una comunidad juvenil de un colegio, que anima grupos juveniles; allí
me he encontrado con las personas más importantes para mí; y
especialmente con Manu, claro, que es ahora mi marido.
He trabajado durante mucho tiempo en Tiempo Libre. Un día, no sé cómo,
alguien me preguntó si no me importaba ser moni-tora en un programa de
rehabilitación de toxicómanos. Yo, con más miedo que vergüenza, dije que
sí. ¿Por qué? Porque no se podía decir que no a alguien que te pide echar
una mano a los jóvenes que tienen más problemas. Y éste ha sido otro de
los momentos trascendentales. A partir de ahí me lie como voluntaria en
torno a este tema y ahí sigo, casada, con un hijo —que no busqué, pero que
ha sido todo un regalo—, trabajando como pedagoga y enrollada con
grupos y voluntariado.
¿Vocación? Pues yo creo que sí. Yo no elegí el colegio para estudiar, fue
mi madre. Yo no pedí animar grupos, me lo ofrecieron. Yo no fui al
programa terapéutico, me invitaron. Yo no busqué una comunidad, me
encontré a estas personas. Si esto no son llamadas de Dios, no sé lo que
serán.
¿Yo? ¿Qué he hecho yo? Decir que sí. Conocí a Jesús, me gustó lo que
ofrecía y a partir de ahí, ante las cosas que me iban pasando decía sí o no.
Generalmente no sabía lo que quería, pero si lo que no quería ser o hacer.
He pasado momentos durillos, de menos fe, de problemas de grupo. Pero
ahora, cuando miro hacia atrás, veo un hilo conductor, y que mi vida ha
sido un montón de pequeños regalos que Dios ha ido poniendo en mi
camino.

Mila Ruiz, Pedagoga


MI VIDA HA SIDO UNA LÍNEA QUEBRADA
Mi vida no ha tenido una trayectoria lineal ascendente, sino que ha sido
una línea quebrada, con altibajos, donde, junto con períodos de íntima
unión con Dios, se han entrecruzado otros de alejamiento.
Puedo distinguir tres períodos fundamentales en mi vida.
En el primero, hasta los veinte años aproximadamente, fui una fiel
cumplidora de la Ley. Prácticamente me desviaba poco de ella, lo que
además producía en mí una sensación de orgullo espiritual indecible. Yo
cumplía con Dios, con un Dios impersonal, que yo veía fundamentalmente
en su actitud de Juez. Naturalmente un Dios así era difícil que prevaleciera
en mi corazón frente a otras personas a las que quería y me querían. Así
me fui alejando de él.
En el segundo período, ese alejamiento creció a un ritmo vertiginoso, hasta
separarme totalmente de la práctica religiosa. No obstante, y era cosa
curiosa, yo le echaba a Dios cada día más de menos, deseaba frecuentar los
sacramentos, especialmente la Eucaristía, pero me veía impotente para
poner orden en mi vida.
En el tercer período, que comenzó a los treinta años, sufrí una crisis y Dios
se mostró como el único capaz de salvarme de ella y, en general, de
hacerme una persona distinta. Era el Dios personal que me había amado
hasta entregarse por mí. Y me di cuenta, mejor dicho, Dios me permitió
darme cuenta, de que él era lo único importante en mi vida y que sólo sería
feliz si gastaba en su servicio esa vida que me había dado. Sólo tenía que
dejarme amar y él lo haría todo.
A veces, pienso que es muy fácil ser cristiano y, sin embargo, nos
empeñamos en complicarlo. Queremos hacer cosas, pero
deberíamos caer en la cuenta de que es cuestión de dejarse amar por el
Señor, de dejarnos llenar por él, abrirnos a él para que nos haga felices y
nos una más con él. Lo único importante es llegar a fundirnos de tal modo
con Dios que, como dice Jesús en el Evangelio, nuestro alimento sea hacer
su voluntad.
Dios está presente siempre, tanto en los momentos alegres como en los
tristes. En las alegrías, por una parte, te sientes agradecida a esos
beneficios que de él recibes, pero también descubres a tu alrededor otras
personas que no son tan felices, y esa felicidad tuya se ensombrece.
Por el contrario, en las tristezas, te echas en manos de Dios pa ra notar su
apoyo y su amor, como prometió Jesús en el Evangelio: «Venid a mí todos
los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré».

Concha Prous, Profesora de Derecho

Para todas estas personas, parece que la vida tiene un sentido. Han
descubierto su vocación. ¿En qué consiste la vocación?

-^ DIOS NOS LLAMA


Dios nos ama. Quien quiere al otro no lo ignora, sino que quiere tenerlo
cerca. Primero Dios nos llama a ser, y así existimos; luego nos llama a
crecer y a hacer opciones.

¿Cómo nos llama?


Su modo de llamar, a veces, no lo vemos claro, porque él no da órdenes ni
hace imposiciones. De forma suave sugiere, dispone las cosas y los
acontecimientos, y nos inquieta. Y un buen día hemos de tomar una
decisión. Si alguien nos preguntara por qué, probablemente no sabríamos
explicárselo.
¿A quién llama?
Dios quiere a todos, por tanto, es natural que llame a todos con la misma intensidad. Lo que ocurre es
que, como todos somos diferentes, tenemos unas metas diversas. Pero el ser pobre, sencillo, no es
obstáculo, sino al revés. Jesús, María, Pedro, son el mejor ejemplo.
¿A qué nos llama?
Dios no nos llama a hacer sino a ser: Ser mejores, ser de verdad. Cuando aceptamos ser, vamos
descubriendo qué hemos de hacer. Nuestra vocación se mide por lo que somos. Y, porque somos,
hacemos lo que hacemos

-> NOSOTROS LE RESPONDEMOS


Podemos estar encerrados en nosotros mismos y no enterarnos de que Dios nos llama. También
podemos sentir la llamada, pero no responderle o negarnos a lo que él nos pide. Es nuestra opción.
Hay diferentes maneras de responder
Según la personalidad, las circunstancias o el sentimiento interior, las personas pueden tratar de
responder a la llamada de Dios por diferentes caminos: sirviendo al resto de las personas de manera
más exclusiva como sacerdotes o religiosos, o entregados a cambiar el mundo desde dentro, como
laicos comprometidos; pero, en ningún caso, una vocación es más grande que la otra. Lo que hace
grande una vocación es la capacidad de la persona de entregarse a la voluntad de Dios, sea uno obispo
o portero.
Y tú, ¿ya te lo has planteado?
DOCUMENTO 6
DE IVIE VIDA
(Bloque temático 2)
RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos el tema?


Abordamos en este segundo bloque temático el tema de Jesucristo. Y lo hacemos desde
la perspectiva global de la última etapa del Itinerario y, en concreto, del eje conductor
de este tercer nivel: camino para comprometerse. Dicha perspectiva debe dar
profundidad al tratamiento del tema, abordado ya en etapas anteriores y adaptado a la
edad de los destinatarios.
Los jóvenes de tu grupo están concluyendo el Itinerario. Lo normal es que el nombre
de Jesucristo resuene dentro de ellos con una rica variedad de ideas y sentimientos, y
vaya siendo una realidad importante en ,su vida de fe. Pero ya sabes por tu propia
experiencia cristiana, y también como animador o animadora, que la persona de Jesús
es siempre una cuestión pendiente, una realidad que cada vez adquiere perfiles nuevos,
según la edad y las circunstancias de nuestra vida.
Los destinatarios de este nivel están en un momento importante de su vida. Han de
hacer opciones concretas en los diversos ámbitos de su incorporación a la sociedad
como mayores de edad: estudios-trabajo, vida de pareja, sentido de vida, etc. Todo ello
en medio de una gran diversidad cultural y de una sociedad compleja, refugiada en el
individualismo y subjetivismo, a falta de una normativa social que señale caminos y
horizontes. Hoy las grandes metas y utopías, y el esfuerzo por alcanzarlas, casi han
desaparecido, sacrificadas en aras del presente inmediato y de lo fácil; y así el
fragmento ha ganado la partida a la visión global de la vida y de la historia.
En este marco socio-cultural, presentamos de nuevo a los jóvenes la persona de
Jesucristo, y les invitamos a hacer una síntesis vital de su persona y de su mensaje, a
acogerlo como centro de su vida, y a definirse más claramente como testigos de su
utopía sobre la vida humana y sobre la historia, que es el mejor camino para
comprometerse.
El tema puede ayudar también a clarificar y ampliar aspectos de la persona de
Jesucristo a aquellos destinatarios que, aun al final del Itinerario, tiene visiones sobre
él parciales o impropias de la edad.
2. ¿Qué capacidades desarrolla?
O Dar razón de la propia fe
— Conocimiento de los contenidos esenciales de la fe cristiana.
— Aceptación de los cambios culturales como lugar y reto para la vida de fe.
— Lectura e interpretación del entorno socio-cultural desde la persona de
Jesucristo.
— Aceptación de la fuerza transformadora de la Buena Noticia de Jesús para hacer
realidad una nueva cultura.
O Vivir los valores del Evangelio
— Descubrimiento progresivo de la utopía del proyecto y de la utopía de Jesús
sobre la persona humana y la historia.
— Encuentro con Cristo vivo en la vida y en la historia.
C> Orar y celebrar la fe
— Encuentro con Jesucristo en la oración y en los sacramentos, especialmente en
la Eucaristía y la Reconciliación.
O Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad
— Colaboración con los demás en la solución de los problemas y necesidades del
propio ambiente, como opción de la propia fe.

3. ¿Qué objetivos pretende?


O Descubrir la significatividad de la fe en el testimonio de cristianos con estados de
vida diferentes (Obj. 5).
¿> Dar razón de la propia fe ante los retos de la cultura actual, en el diálogo fe-cultura
(Obj. 6).
O Experimentar a Cristo presente en la vida y en los acontecimientos sociales (Obj. 7).
C> Especificar en el proyecto personal de vida las actitudes y comportamientos
evangélicos del darse, compartir y servir (Obj. 9).
O Tener momentos de oración personal desde la Palabra de Dios y los acontecimientos
personales y sociales (Obj. 14).
O Participar activamente en las celebraciones comunitarias de la fe, especialmente en la
Eucaristía y Reconciliación (Obj. 15).
O Colaborar en la transformación evangélica del propio ambiente: estudio, trabajo,
familia, amigos, barrio (Obj. 18).

4; ¿Cuáles son sus contenidos fundamentales?


Conceptos — La persona de Cristo, al final del
Itinerario.
— El encuentro y la comunicación con Cristo en la oración y en los sacramentos.
— Cristo, el Señor: plan salvador de Dios en Cristo sobre la persona, la historia y el
mundo.
— El seguimiento de Cristo.
— La Salvación cristiana: Ya, pero todavía no. Salvación personal y de la historia:
manifestaciones.
— Las últimas realidades del cristiano: la muerte cristiana y su sentido. La esperanza
cristiana cumplida: ios cielos nuevos y la tierra nueva.
Procedimientos
— Evaluación del grado de influencia de Cristo en la propia vida, en las opciones y
comportamientos a través de diferentes métodos de análisis-profundi-zación-
personalización.
— Realización de experiencias de encuentro con Cristo en la oración y en las
celebraciones.
— Diseño de un posible proyecto de Dios sobre el propio barrio y ambiente.
— Participación en compromisos, campañas, proyectos de solidaridad.
Valores
— Aprecio e interés por profundizar en la relación personal con Cristo como centro de
la propia vida.
— Necesidad y urgencia del compromiso como signo del encuentro con Cristo.

5. Conexiones con otros temas


— Jesús, modelo de identificación (Nivel I / Bloque temático 2).
— Formación de la conciencia (Nivel I / Bloque temático 4).
— Oración (Nivel I / Bloque temático 5).
— El Dios de Jesucristo (Nivel II /Bloque temático 2).
— La Palabra de Dios (Nivel U / Bloque temático 5).
— El proyecto personal de vida (Nivel III / Bloque temático 1).
— La Confirmación (Nivel III / Bloque temático 6).
6. ¿Qué debes tener en cuenta?
Aspectos metodológicos

El tema de Jesucristo, dada la edad y preparación intelectual de los jóvenes, puede


quedarse en un planteamiento meramente teórico. Tu tarea como animador o animadora
consiste en despertar en los destinatarios los resortes más vivenciales. En este bloque lo
importante no es tanto ampliar los conocimientos sobre Jesús, sino ante todo, asumirlo
como centro de la propia vida.
Como ya se ha indicado a lo largo de la etapa, en este tema como en otros es importante
la comunicación de tu vivencia personal. Hazlo con espontaneidad y sencillez, evitando
en todo momento ponerte como ejemplo, y menos descalificar a los destinatarios
cuando éstos manifiesten posturas o valoraciones que,
a tu juicio, no corresponden al final de Itinerario. A estas alturas ya debería ser normal
el diálogo personal del animador con cada miembro del grupo, sobre todo cuando hay
que clarificar situaciones.
Este bloque temático es muy amplio y denso. Consta de un encuentro inicial, tres
reuniones y una convivencia final. Conviene que en el encuentro y la convivencia
participen juntos todos los grupos del mismo nivel. Buscar para ello un lugar tranquilo,
que favorezca la reflexión y la oración personal, y en definitiva el encuentro con
Cristo.
Te ofrecemos suficientes materiales y dinámicas. Te toca a tí y al equipo de ani-
madores elegir los más adecuados para los jóvenes, dependiendo de su situación en el
Itinerario y del tiempo de que dispongas.

Temporalización
Pisando tierra (Los jóvenes y la persona de Jesús)
— Acogida.
— Experiencia de análisis y comunicación. En busca de opiniones
ENCUENTRO sobre Jesús:
El lugar de
Cristo en mi • Lo que dicen las encuestas (Documentos 1 y 2).
vida • También el cine opina.
• .Discofórum.
— Haciendo síntesis.
Abriendo horizontes / Novedad (Jesús, siempre y más...)
— Acogida.
— Experiencia de análisis y profündización: Imágenes de Jesús
(Documento 3).
— Haciendo síntesis.
Las palabras no bastan (Lo importante es encontrarse
con Cristo)
— Acogida.
— Experiencia de personalización e interiorización:
Mis actitudes ante Jesucristo (Documento 4).
— Haciendo síntesis: Mi encuentro con Cristo, en este momento
(Celebración).
Pisando tierra (Ser cristiano: luces y sombras)
PRIMERA — Acogida.
REUNIÓN — Experiencia de análisis y profündización: Textos sobre la
identidad cristiana (Documento 1).
— Experiencia de personalización: Qué es ser cristiano
(Documento 2).
— Haciendo síntesis:
• Completar frases.
• Celebrarión-oración.
SEGUNDA Abriendo horizontes / Novedad (Cristo, Svfw
REUNIÓN éeiHivida y de la historia)
— Acogida.
— Experiencia de análisis y profündización: Jesús es el
Señor.
• Alternativa A (Documento 3)-
• Alternativa B: Citas del Nuevo Testamento.
• Alternativa C (Documento 4).
— Experiencia dé personalización.
— Haciendo síntesis.
Las palabras no bastan (Seguidores de Jesús)
TERCERA — Acogida.
REUNIÓN — Experiencia de análisis y profündízadón: El cristiano
se define por el seguimiento de Cristo (Documento 5).
— Experiencia de personalización e interiorización.
(Documento 5).
— Haciendo síntesis:
• Historia del salmón (Documento 6).
• Oración.
Las palabras no bastan (Testigos de Cristo)
CONVIVENCIA (Ver temporalización más adelante)
7. Baúl de recursos

BIBLIOGRAFÍA
Imprescindible para los animadores cristianos acerca del tema de lo que significa ser
cristiano (identidad cristiana):
CASAMAUGA, V., Al acecho del Reino, Nueva Utopía, Madrid 1989.
COMISIÓN EPISCOPAL DE LITURGIA, Jesucristo, ayer, boy y siempre, en la perspectiva
del Tercer Milenio, EDICE, Madrid 1997.
GARCÍA, J. A, Ser hombres del Espíritu o cómo vivir al «aire de Jesús», Sal Terrae,
enero 1986, pp. 5-18.
KÜNG, H., Ser cristiano, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1974. —El

desafío cristiano. Ediciones Cristiandad, Madrid 1982.


LOIDI,P., ¿Qué es un cristiano? Cuadernos «Fe y Justicia», n. 1, Ediciones EGA,
Bilbao 1987.
MOVILIA, S., Iniciación cristiana de Jóvenes, Editorial CCS, Madrid 1994.

NUÑEZJ. M., Seguidores del Resucitado, Editorial CCS, Madrid 1993. SOBRINO, J.,
La identidad cristiana, «Diakonía», junio 1988.
<>3> DESARROLLO DEL TEMA

Encuentro ¡nidal
En este encuentro inicial participan, si es posible, todos los grupos del nivel III del propio
lugar (parroquia, centro juvenil, escuela). Se pretende presentar de forma global todo el
bloque temático Cristo, el centro de mi vida, que posteriormente se desarrollará en las
reuniones de grupo y en la convivencia. En concreto:
— Análisis del posicionamiento de los jóvenes actuales respecto a la persona de Jesús.
— Profúndización de distintas imágenes de Jesús ofrecidas por testigos creyentes del
pasado y actuales.
— Personalización e interiorización de las propias actitudes ante la persona de Jesús.
Aunque el encuentro está pensado para una mañana o una tarde, puede muy bien llenar todo
el día.
Pisando tierra
ios jóvenes y la persona de

Jesús
En este primer momento del Encuentro situamos a los participantes ante la opinión de los
jóvenes actuales sobre la persona de Jesucristo. Lo hacemos desde los datos de las últimas
encuestas y desde una primera aproximación de los mismos jóvenes del encuentro.

1. ACOGIDA
Materiales: Posters de Jesús.
Todos los participantes se reúnen en una sala o lugar adecuado. Previamente se ha
ambientado con diversos posters de Jesucristo. Si es posible, se combinan representaciones
actuales y otras de la historia del arte. Se coloca un cartel con la frase:
Cristo, ¿en el centro o en la superficie?
El animador o animadora, responsable del encuentro, saluda a todos y presenta el
encuentro. Inicia esta presentación invitando, por parejas, a identificarse con uno de los
posters que hay en la sala, reflexionando durante dos o tres minutos sobre los motivos de la
elección, y qué aspecto de Jesús resalta el póster concreto. A continuación se abre un
diálogo espontáneo sobre ello. No hace falta dedicarle mucho tiempo. Es una manera de
romper el hielo.
Al hilo de lo que ha salido en el diálogo, el animador responsable propone una primera
aproximación a la persona de Jesús según los resultados de las últimas en-

79
cuestas sobre los jóvenes españoles, o la que aparece en el mundo de la canción y del cine.

2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS
En busca de opiniones sobre Jesús
Para realizar este análisis proponemos varias alternativas, según las posibilidades del
equipo de animadores.

a) Lo que dicen las encuestas


Materiales: Documentos 1 y 2
Los participantes se reúnen en peque&o grupo. Los grupos pueden hacerse a partir de las
parejas que han opinado sobre el mismo póster de Jesús. Procurar que los grupos estén
equilibrados en cuanto a número.
Se reparten a cada grupo los documentos 1 y 2 con algunos datos sobre la opinión de los
jóvenes sobre Jesús, y otras imágenes de Jesús que tiene la gente; lo trabajan durante un
tiempo adecuado.

b) También el cine opina


Materiales: Montaje de vídeo con películas sobre Jesús, papel mural.
Esta alternativa se presenta en gran grupo. El equipo de animadores prepare previamente el
montaje. Bastan unas cuantas escenas que muestren diversas facetas de Jesús. Su duración
no debe pasar de 20 minutos. Hay bastantes películas sobre Jesús grabadas en vídeo: unas
más de ensayo, por ejemplo, Evangelio según San Mateo, de Pasolini; y otras consideradas
de escándalo, por ejemplo, La última tentación de Cristo; además de las grandes
producciones norteamericanas y de los musicales. Supone trabajo por el equipo de
animadores, pero un vez realizado es un buen material de archivo.
Una vez visionado el vídeo, se concretan las facetas más destacadas de Jesús, y se escriben
en frases cortas en un mural. Lo importante no es la imagen que presentan las películas,
sino la lectura que hacen los participantes y las conclusiones que sacan.

c) Discofórum
Materiales: Canciones sobre Jesús, cásete.
Esta alternativa ya se propuso en el nivel I de Adolescentes (Cfr. Tarea de ser persona,
pág. 367). Allí se indican algunas canciones como ejemplo. En el caso de que se haga
conviene que los participantes tengan la letra delante.
Concluida la audición, se sigue la dinámica anterior. Al igual que antes, los animadores y
animadoras fíjense en las conclusiones de los participantes.

3. HACIENDO SÍNTESIS
Concluida la alternativa elegida, se reúnen en gran grupo, y se ponen en común las
conclusiones del análisis. Los resultados se expresan en el mural para tenerlo en cuenta a lo
largo del Encuentro. Lo usaremos también en la Convivencia final.

80
Proponemos agrupar las distintas imágenes de Jesús en tomo a los dos aspectos que más
resuenan entre la gente: VnJesás-Dios y unJesús-hombre. Después habrá que clarificar el
lenguaje.
Abriendo horizontes

Novedad
Jesús, siempre y más...
En este segundo momento partimos de las opiniones y lecturas sobre Jesús, obtenidas
anteriormente, e invitamos a los participantes a profundizar en la persona de Cristo, ya
desde una visión cristiana de su persona y mensaje, y de su significado en el camino de la
fe.

1. ACOGIDA
El animador o animadora hace alusión a las frases escritas en el mural y propone a los
participantes seguir profundizando en la persona de Jesús. Lo hace con estas o parecidas
palabras:
El trabajo anterior nos ha situado ante imágenes de Jesús muy diversas. Yes nor mal. Jesús
ha sido, es y seguirá siendo una persona que nos desborda, y supera cualquier intento de
reducirlo a una idea, una actitud ante la vida o una forma concreta de actuar. Muchas de
nuestras opiniones o visiones de su persona dependen mucho del momento personal en que
nos encontramos o del ambiente socio-cultural en que vivimos. También dependen mucho
de la forma como nos acercamos a él, si lo hacemos como creyentes o no, como
indiferentes o llevados de la simple curiosidad. Lo que más suele decir la gente es eso
deJesús-Dios oJe-sús-hombre.
Os invito a acercarnos a Jesús como creyentes, como cristianos y cristianas. Seguro que su
persona aparece ante nosotros con unos perfiles nuevos, quizás insospechados para alguno
de los que estamos en este encuentro. Y una manera de hacerlo es recabar la opinión de
cristianos convencidos.

2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN


Materiales: Documento 3.
Acto seguido, se reúnen en pequeño grupo, y se entrega a cada participante el documento
3, sobre el proceso seguido por algunos cristianos significativos en su relación con
Jesucristo. Lo leen personalmente durante el tiempo que sea necesario, y después como
grupo hacen una síntesis en torno al cuadro propuesto. Después preparan la representación
de la imagen de Jesús de uno de los personajes, que más les haya llamado la atención, para
comunicarla al gran grupo. Se les invita a hacerlo con creatividad.

81
3. HACIENDO SÍNTESIS
Concluido el trabajo en grupo, se comunican las diversas imágenes de Jesús con la
dinámica elegida. Conviene hacerlo con agilidad.
Al final de cada representación, se recaba la opinión de todos los participantes sobre su
grado de adhesión a dicha imagen. Búsquese la forma más adecuada de hacerlo para no
alargar demasiado la exposición.
Las palabras no bastan
Lo importante es encontrarse con

Cristo
En el último momento, ayudamos a los participantes a situarse personalmente ante la
persona y mensaje de Jesucristo, y a revisar cuáles son sus actitudes concretas de encuentro
con él. Todo ello lo hacemos contenido de una celebración, que sirva de conclusión del
Encuentro e inicio de las reuniones siguientes y de la convivencia final.
Conviene que este último momento del encuentro se desarrolle en un clima adecuado para
la reflexión-oración personal. Puede ser también un buen momento para el diálogo personal
del animador o animadora con los miembros del propio grupo

1. ACOGIDA
Después de la comida, y tras un tiempo de distensión, se reúnen de nuevo en gran grupo.
En la sala o lugar de reunión se pone un nuevo cartel con el título Conocer a Jesucristo es
mucho más que saber sobre él. Es encontrarse con él.
El animador o animadora, responsable del Encuentro, hace una síntesis del trabajo realizado
hasta ahora e invita a todos a personali2ar el tema. Para ello hace alusión al nuevo cartel,
centrándose en el significado bíblico de la palabra conocer. Puede hacerlo en torno a las
siguientes ideas:
— En la Biblia conocer algo o a alguien es mucho más que un saber teórico. Es tener
experiencia real del algo. Conocer a una persona significa también tener relaciones
íntimas con ella.
— Conocer a Jesucristo es tener experiencia real de encuentro con él. Un encuentro que
transforma la propia vida. Así lo experimentaron los apóstoles y tantos cristianos y
cristianas auténticos a lo largo de historia.
— Vale la pena concluir el día revisando la situación actual de nuestro encuentro con
Jesucristo y celebrarlo.

82
2. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN E INTERIORIZACIÓN
Mis actitudes ante Jesús
Materiales: Documento 4.
Seguidamente, se reparte el documento 4 y cada uno busca el lugar más adecuado para
trabajarlo personalmente. En este documento invitamos a los jóvenes a concretar qué
actitudes tienen en este momento de su vida hacia la persona de Jesucristo. Los animadores
y animadoras estén cerca de su grupo para responder a preguntas, aclarar dudas, etc.
Terminada la reflexión personal, se reúnen en grupos de origen con el animador o
animadora respectivo y dialogan unos minutos sobre la experiencia anterior. Es un
momento importante. Saldrán, sin duda, cuestiones controvertidas. Conviene que aflore
todo, pero no hace falta responder ahora a todo. Ya habrá tiempo en las reuniones de grupo
en los lugares de origen.
Como síntesis del diálogo anterior, cada grupo prepara una comunicación y una oración
para el momento de la celebración. Se trata de expresar cuál es en este momento la actitud
más generalizada del grupo sobre Jesucristo. Se les pide usar la creatividad.

3. HACIENDO SÍNTESIS
M¡ encuentro con Cristo en este momento
Como conclusión del encuentro proponemos la siguiente dinámica, que quiere ser una
síntesis-celebración.
a) Ambientación: En el centro de la sala, en el suelo, se ha colocado previamente un póster
de Jesucristo y, alrededor dibujados en tiza, una serie de círculos concéntricos
suficientemente distanciados para que puedan situarse los participantes.
b) Canto: Tan cerca de mí o Jesús está entre nosotros. Mientras se canta la canción, un
animador o animadora coloca en cada círculo, escritas en un cartel, una de las actitudes
indicadas en el documento 4, desde el centro hacia afuera: conversión, interés, admiración,
rutina, racionalismo.
c) Palabra de Dios: A continuación un participante lee el texto de Filípenses 3.4-16.
Conviene usar una traducción que se entienda bien.
d) Gesto: El que preside la celebración hace un breve comentario de la lectura, y a
continuación cada grupo comunica a todos la actitud generalizada del grupo respecto a
Jesucristo con la dinámica acordada anteriormente; se colocan en el círculo que represente
la actitud concreta hacia Jesucristo.
e) Oración: Una vez colocado el grupo en el círculo correspondiente, uno de ellos hace
una oración relacionada con la actitud, y todos los participantes contestan con un estribillo
cantando, por ejemplo: No adoréis a nadie más que a él.
Una vez han pasado todos los grupos, se concluye con el rezo o canto del Padre nuestro.
j) Despedida: El animador o animadora del Encuentro agradece la participación de todos y,
haciendo alusión a la comunicación de cada grupo sobre la actitud que tiene hacia
Jesucristo, les invita a seguir con el tema en las reuniones de grupo.

83
Evaluando
Concluida la celebración, se entrega a cada uno una tarjeta con las siguientes cuestiones
sobre el contenido del encuentro, y se ponen en común al inicio de la próxima reunión:
— Aspectos nuevos descubiertos sobre la búsqueda-encuentro con Cristo.
— En qué medida los testimonios ofrecidos tienen o no fuerza de convocatoria para los
jóvenes de hoy.
— Preguntas o cuestiones que ha suscitado el Encuentro: contenido, organización,
participación.

^0 EVALUACIÓN DE LOS ANIMADORES

Ver el esquema del Bloque temático 1.

84
^)Co)CC^tUJ^^^"J^;^ ! DOCUMENTO 1

LO QUE DICEN LOS JÓVENES SOBRE JESÚS

—I ALGUNOS DATOS DE LAS ÚLTIMAS ENCUESTAS


— En la mitad de los años 90, el 77 % de los jóvenes españoles se consideran católicos:
Muy buen católico (2 %). Católico practicante
(16 %). Católico no muy practicante (27 %).
Católico no practicante (32 %).
— Un 70 %, con intensidades distintas, está de acuerdo con que «Dios existe y se ha dado a conocer en
la persona de Jesucristo».
— Un 54 % de los jóvenes, más o menos practicantes, cree que la resurrección de Jesucristo da sentido a
la muerte.
(Cfr. AA. Vv, Jóvenes 94, Fundación Santa María, SM, Madrid 1995,
pp. 141-183)

—I ASPECTOS MÁS GLOBALES


— Los jóvenes entienden y aprecian la dimensión humana de Cristo, pero encuentran más dificultad para
sintonizar con la dimensión trascendente o creyente de su vida;
relación con Dios, Misterio Pascual.
— Los jóvenes se sienten convocados por la persona de Jesús y su utopía, pero tienen dificultades para
integrar ambas en su proyecto de vida; sobre todo cuando consideran que su propuesta va en
menoscabo de valores y aspiraciones importantes en su vida como: el éxito en el trabajo, ganar
dinero, realizarse con el sexo, etc.
— El encuentro con Cristo es esporádico: celebraciones, convivencias. Les cuesta encontrarse con él en
la realidad de cada día: familia, estudio, trabajo, amigos, tiempo libre.

85
DOCUMENTO 2

IMÁGENES DE JESÚS
Lo que se oye y se ve por ahí

Sobre Jesús hay opiniones para todos los gustos. Incluso los cristianos tienen imágenes de Jesús bastante
diversas y a veces contradictorias. El niño que se prepara para la primera comunión, dice que va a recibir
al Niño Jesús. La mujer piadosa reza al Sagrado Corazón de Jesús. Algunos jóvenes admiran y siguen a
un Jesús revolucionario. Hay gente que grita: Viva Cristo Rey.
Cada uno de nosotros nos vamos haciendo nuestra propia imagen de Jesucristo ya desde niños. Esta
imagen depende de la formación religiosa que hemos recibido, del ambiente que hemos vivido, la clase
social a la que pertenecemos, los intereses y las aspiraciones que nos mueven en la vida, la trayectoria de
nuestra existencia.
Pero, a decir verdad, muchas veces no somos conscientes de cuál es nuestra imagen de Jesús y, como
consecuencia, no nos preocupamos de ver si es auténtica y verdadera. Y sin embargo, es algo que tiene
una importancia decisiva para nuestra vida cristiana. La imagen concreta que tenemos de Jesús nos lleva
a vivir la fe de una manera determinada. Dime en qué Jesús crees y te diré cómo vives tu fe.

UN JESÚS CASI EXCLUSIVAMENTE DIVINO


Para muchos cristianos, Jesús es exclusivamente Dios, o, por lo menos, más Dios que hombre. De esta
manera, casi inconscientemente, ven a Jesús sólo como Dios, y se olvidan de su condición de persona
humana con todas las consecuencias. Veamos algunas imágenes:
— Un Jesús con una historia prodigiosa. Para muchos creyentes, Jesús no es, en realidad, un hombre
que ha vivido la aventura de la vida, como nosotros. Sencillamente, es un ser divino que ha descendido
del cielo, ha vivido una vida llena de prodigios, milagros y gestos maravillosos, y ha retornado de nuevo,
de forma espectacular, a ese cielo de donde había bajado.
El resultado es un Jesús maravilloso, pero extraño a nosotros, muy alejado de nuestros problemas y
nuestras preocupaciones. Un Jesús en el que no nos podemos reconocer de manera alguna. Un Jesús que
nos resulta inimitable del todo, y por eso no puede orientar nuestra vida concreta.
— Un Jesús con títulos divinos. En este caso, se destacan en Jesús los milagros, en los que él demuestra
su omnipotencia divina; y se resaltan sus profecías, en las que brilla su sabiduría infinita.
Naturalmente, se le atribuyen a Jesús los títulos más excelsos: Hijo de Dios, Señor del universo,
Salvador de la humanidad, Segunda Persona de la Trinidad. Expresiones muy solemnes y muy legítimas,
pero que, con frecuencia, quedan vacías de su auténtico contenido, al no encontrarles significado
concreto en la propia vida.
Esto puede tener graves consecuencias. A Jesús se le adora como Dios, se dobla la rodilla ante el
sagrario, se le proclama como Rey de reyes, se le pasea en procesión por las

86
calles, pero no se escucha su llamada ni se le sigue, pues queda lejos su actuación concreta en medio de
la gente.

UN JESÚS EXCLUSIVAMENTE HUMANO


Hay sectores cristianos en los que se ve a Jesús como mero hombre, olvidando su carácter divino.
Entonces, Jesús se nos presenta como un hombre grande, el mejor que ha existido sobre la tierra, pero su
divinidad queda oscurecida, diluida y prácticamente eliminada.
De esta manera, Jesús queda reducido a una dimensión puramente humana, como hombre extraordinario,
encarnación de nuestras aspiraciones y sueños más nobles, pero, en definitiva, sólo un hombre. Ello
propicia también unas imágenes concretas.
— Jesús, con aspecto sensiblero. A veces, los cristianos damos a la persona de Jesús una fisonomía
demasiado sensiblera y acaramelada. Algo de esto hay en ciertas formas de devoción al Sagrado
Corazón.
Entonces, se fomentan exclusivamente ciertas virtudes como la paciencia, la sumisión, la humildad, la
dulzura, la resignación, etc., como si toda la actuación de Jesús quedara reducida a esto.
— Jesús como amigo. En otras ambientes se le considera a Jesús como el mejor amigo, el líder o jefe
admirado, que seduce, y al que se sigue, olvidando el trasfondo de su relación con Dios Padre, que es lo
que da a su vida el sentido más profundo.
Entonces, la fe se reduce a admirar a Jesús y dejarse seducir por su grandeza y sus cua lidades humanas,
olvidando que creer en Jesús supone descubrir en él al Dios que nos salva.
— Un Jesús de cierta piedad popular. A veces, la piedad popular se detiene en la fisonomía humana de
Jesús sin llegar a ahondar más en su misterio, dentro del Plan de Dios.
Con frecuencia, durante la celebración de la Navidad, la atención ha estado centrada en un niño que
tiembla de frío en un pesebre, que no encuentra acogida entre los hombres, que recibe los regalos de los
pastores y los magos, etc. Los cantos, las leyendas, los cuentos y villancicos de Navidad, con frecuencia,
se detienen en detalles externos y secundarios, sin ahondar en el significado de la Encarnación, del Dios-
cón-nosotros.
Algo semejante puede suceder en la celebración de la pasión y muerte del Señor. En la devoción del
Víacrucis, la atención se detiene en circunstancias accidentales y hasta legendarias —los tres caídas, la
Verónica, etc.— para terminar en la sepultura de Jesús, olvidando la Resurrección que da el sentido
último a todo el misterio de Jesucristo.
Las procesiones de Semana Santa, la devoción a las cinco llagas, la corona de espinas, etc., han ocupado
un lugar importante en el corazón de los fieles, sin ahondar en el significado de la muerte de Cristo en la
Historia de la Salvación.
También este tipo de imágenes tiene consecuencias negativas para el camino de fe. Éste puede quedar
reducido a mera admiración o seducción por Jesús. E incluso podemos manipular la figura humana de
Jesús, proyectando sobre él nuestros propios deseos e ideales.
Pero, sobre todo, si Jesús queda reducido a su mera condición humana, desligado de su relación íntima
con Dios Padre, ya no tiene ningún carácter absoluto para nosotros, y ya no puede ofrecernos la
Salvación. Si es solamente un hombre y su vida ha terminado en la muerte, como la de todos los demás,
ya no tenemos por qué poner nuestra esperanza definitiva en él.

87
PARA LA REFLEXIÓN DEL GRUPO

¿Qué posturas observáis ante la persona de Jesucristo? Señalar aspectos positivos y


negativos.
¿Cuáles son las deformaciones o manipulaciones más frecuentes sobre la persona de
Jesucristo entre nosotros los jóvenes?
Hacer un breve retrato de la imagen de Jesús que tiene y vive cada uno del grupo en este
momento.
Seguramente esta imagen ha ido cambiando a lo largo de estos últimos años. ¿A qué atribuís
este cambio?
DOCUMENTO 3

TESTIMONIOS QUE HABÍAN POR SÍ MISMOS

Aquí tienes el testimonio de algunos cristianos significativos sobre su relación con Cris to. Reflexiona
personalmente sobre los textos. Subraya lo que más te llame la atención. Después completad en grupo el
cuadro propuesto al final.

P^lic.
¿Quién era aquel Saulo, cuya visita a Damasco, por el año 36, sembró el pánico entre los cristianos de la
ciudad? El mismo protagonista nos lo ha contado: Soy judío, natural de Tarso. Circuncidado al octavo
día, de la raza de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo hijo de hebreos. Fui educado en Jerusalén y
educado en la Ley de nuestros padres a los pies de Gamaliel. Todos los judíos me conocen desde hace
tiempo y, si quieren, pueden atestiguar que viví desde mi juventud según la secta más rígida de nuestra
religión, como fariseo (Hch 22,15; 26,5; 22,25). Hombre eminentemente religioso, Pablo es un fariseo
satisfecho y sincero. Entusiasta del Dios único, la ley es para él la razón de su vida. Sabe que, prac -
ticándola al pie de la letra, puede quedar justificado ante Dios.
Para Pablo, Jesús no puede ser el Mesías, ya que fue condenado por la ley y, según ésta, todo el que
cuelga de un madero es maldecido por Dios [Dt 21,23). Por eso, por fidelidad a su religión, Pablo es un
perseguidor implacable de los cristianos. Como judío comprometido veía en los cristianos un grupo de
fanáticos que amenazaban la religión judía. La conversión de Pablo está narrada en el capítulo 9 de los
Hechos de los Apóstoles. Evidentemente, no podemos interpretar el relato como un simple reportaje
periodístico, sino como algo mucho más significativo. El joven Saulo atraviesa una crisis de búsqueda
de la religión auténtica. Encuentra al Señor, porque Cristo le salió a su paso, por supuesto; pero también,
porque el Señor encontró a un hombre inquieto, en búsqueda.
Saulo, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, fue a ver al sumo sacerdote
y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a llevarse detenidos a Jerusalén a
todos los que seguían aquel camino, hombres y mujeres. En el viaje, cerca ya de Damasco, de repente
una luz celeste relampagueó en torno a él. Cayó en tierra y oyó una voz que le decía: — Saulo, Saulo,
¿por qué me persigues?
Preguntó él: — ¿Quién eres, Señor?
Respondió la voz:— Soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate, entra en la ciudad y allí te dirán lo que
tienes que hacer. Sus compañeros de viaje se habían detenido mudos de estupor, porque oían la voz,
pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía. De la mano
lo ¡levaron hasta Damasco, y allí estuvo tres días sin vista y sin comer ni beber {Hch 9,1-9).
El relato de la conversión de Pablo parece que está escrito en un género literario típico de las
manifestaciones de Dios, con una intención más teológica que de simple descripción histórica. Lo que
parece claro es lo siguiente: — Existe un momento determinado en la vida de Pablo en que Cristo
Resucitado se hace presente en su vida. — El acon-

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tecimiento del Camino de Damasco no fue el golpe definitivo de la gracia divina. Al contrario, Pablo
entró a formar parte de la comunidad de Ananías donde tuvo que ser ins truido en el misterio de la fe
cristiana, purificar su fe y replantearse paulatinamente su vida. — Dado su carácter impetuoso y su
profundo compromiso religioso, quiere buscar la forma de encauzar las anteriores energías y capacidades
que él tiene al servicio del cristianismo.Tras su conversión a la nueva fe, pasó de ser perseguidor a ser
perseguido. Pablo pronto comprendió que el mejor servicio a Jesucristo consistía en proclamar su
mensaje. Así, pues, optó por salir a anunciar la Buena Nueva de Jesús, a fundar comunidades cristianas,
a construir la Iglesia de Cristo.

^'/^/f^4^- ^e- n/l^/f'


Este hombre vivió radicalmente el Evangelio de forma admirable, configurando su vida creyente a partir
de determinadas experiencias por las que Dios tocó su vida y pasó por ella, haciéndole cambiar de forma
de vivir a los 25 años. Para relatar la conversión de Francisco seguimos el texto de Ignacio Larrañaga en
su libro El hermano de Asís.
Francisco comenzó a frecuentar diariamente las soledades que rodean a Asís, para orar. Nadie hubiese
pensado que aquel joven atolondrado, amigo de fiestas, callejero y extrovertido, hubiera de
transformarse en un anacoreta. Comienza a operarse en él como una transfiguración, por la que
Francisco aparece vestido de serenidad y de una extraña alegría. Además le nació también algo así
como una ternura, o simpatía o atracción (todo junto) por todo lo que fuera pobre, insignificante o
inválido. En una palabra, a los pocos meses de asiduo trato personal, el Señor sacó a Francisco de sí
mismo y lo lanzó hasta el fin de sus días al mundo de los olvidados. Primeramente fueron los
pordioseros los que tuvieron sus predilecciones. Después de un semestre, aproximadamente, sin
abandonar a los primeros, volcaría sobre ¡os leprosos sus preferencias. En los últimos días de su vida,
al hacer en su Testamento un recuerdo agradecido de los años de su conversión, a modo de síntesis nos
dirá: «El Señor me llevó entre los leprosos y usé de misericordia con ellos». Prime ro encontró al Señor
y fue el Señor quien lo llevó de la mano entre los leprosos.
El hombre es conducido en todo por el código del placer, placer de un género o de otro. Na die va por
gusto a los pordioseros y leprosos, ni por ideas, ni por ideales, y menos Francisco que sentía una
repugnancia particular por ellos. Por inclinación y por gusto, el hombre sólo se ama a sí mismo y busca
siempre cosas placenteras. Eso es lo normal. Francisco se aproximaba a cada uno de los mendigos con
los que se encontraba, aprendía su nombre, los llamaba por su nombre, les pedía que contaran algo de
su vida, les preguntaba por sus esperanzas, se interesaba por su salud. Sus primeros amigos fueron los
mendigos. En seguida aparecerán aquellos otros que se llevarían las preferencias de su corazón: los
leprosos.
Siempre había sentido horror instintivo por ellos. Cuando, de lejos, divisaba la encorvada sombra de un
leproso, tomaba otro camino o daba un amplio rodeo para evitar su proximidad. A Francisco le faltaba
la prueba de fuego. ¿No eran aquellas tristes sombras las siluetas dolientes de su Amado Crucificado?
Un día, en recogida oración, Francisco sintió vivamente una inspiración interior (los biógrafos dicen
que escuchó una voz) que decía así: «Querido Francisco: Si quieres descubrir mi voluntad has de
despreciar todo lo que has amado hasta ahora y amar lo que has despreciado. Y en cuanto hayas
comenzado a hacerlo, verás cómo las cosas amargas se tornan dulces como la miel y las que agradaban
hasta hoy te parecerán insípidas y desagradables». Una mañana, cabalgando, en un recodo del camino
se topó súbitamente con un

90
leproso que le extendía su brazo carcomido. La sangre se le encrespó a Francisco en un instante y todos
sus instintos de repulsa levantaron un muro cerrándole el paso: ¡era demasiado! El primer impulso fue
desaparecer a galope. Pero le vino el recuerdo de aquellas palabras: «Francisco, lo repugnante se te
tornará en dulzura».
Saltó de caballo y, casi sin darse cuenta, se encontró por primera vez en su vida frente a frente con un
leproso. Con cierta precipitación depositó una limosna en sus manos. Aproximó sus labios a la mejilla
descompuesta del leproso. Lo besó con fuerza una y otra vez. Luego estampó rápidos y sonoros besos en
sus dos manos y, con un «Dios contigo», lo dejó. En su lecho de agonía, refiriéndose a ese momento,
Francisco dirá que experimentó «la mayor dulcedumbre del alma y del cuerpo». Fue, sin duda, uno de
los días más felices de su vida, y de todas maneras, un acontecimiento tan marcante que Francisco lo
considera en su testamento como el hito más alto en el proceso de su conversión.

D^e^iú^ S^^A^^i-
Pastor protestante, toda su vida, hasta su ajusticiamiento en un campo de concentración nazi en 1945,
trató de responder a esta pregunta: ¿cómo ser cristiano en la vida actual?, ¿cómo testimoniar la presencia
del Dios vivo presente entre los hombres? Bonhoeffer muere en plena búsqueda, mantenida en
circunstancias excepcionalmente trágicas en el campo de concentración donde pasó los dos últimos años
de su vida.
Hombre de vida intensa —músico, teólogo, humanista— había vivido una infancia feliz en una familia
acomodada. A los 17 años se destapó en su casa expresando que quería ser teólogo —su padre era
agnóstico—, lo cual era algo no acostumbrado entre los muchachos de su edad y condición.
Su progresiva conversión a Jesucristo y su Evangelio se manifiesta gradualmente a lo largo de su vida;
en ella, intervienen tres elementos que lo condicionan y encaminan en una dirección bien determinada.
Durante los primeros años de su ministerio pastoral en Berlín, Bonhoeffer descubre la Biblia. El teólogo,
cargado de diplomas, se hace cristiano. Me había lanzado al trabajo de un modo muy poco cristiano.
Una ambición me hacía la vida difícil. Después pasó algo, algo que cambió y transformó mi vida: por
primera vez leí la Biblia. Había predicado con frecuencia, había visto muchas cosas de la Iglesia, había
hablado y predicado sobre ella y todavía no me había hecho cristiano. Sé que durante este tiempo había
buscado mi provecho personal a expensas de la causa de Jesucristo. Pido a Dios que no se repita.
Nunca o casi nunca había orado. Estaba muy satisfecho de mí mismo y rebosando confianza. La Biblia
me ha liberado de todo esto, en particular el Sermón de la Montaña. Desde ese mo mento todo ha
cambiado. Ha sido una inmensa liberación. Enfrentado abiertamente a los nazis, éstos le detienen en
1943, y aquí empieza el último y tremendo período de su vida.
En la cárcel descubre hasta qué punto los hombres que le rodean habían dejado de ser cristianos y hasta
de ser religiosos. En este compartir total los dolores de los hombres, se da cuenta de que para gran parte
de ellos, y quizá mañana para la mayoría, Dios ha muerto. Lo que escribió Bonhoeffer en aquellas
circunstancias se ha interpretado muchas veces erróneamente. Dios nunca ha muerto para él, pero
comprueba que Dios ha muerto para los que le rodean: el hombre puede prescindir de Dios y se cree el
único responsable del mundo. ¿Quién es este Cristo Aoy para nosotros y qué debe ser para estos
hombres? ¿Cómo Cristo puede llegar a ser el Señor de los irreligiosos? ¿Cómo identificarse

91
plenamente con el mundo moderno sin perder la identidad cristiana? Bonhoeffer se hace
contemporáneo de sus hermanos, un contemporáneo surgido en el infierno de la guerra, de los campos
de concentración, del exterminio de millones de hombres. Así, descubre que vivir como cristiano en este
mundo es introducirnos en el sufrimiento de Cristo.
Si yo determino dónde debe hallarse Dios, encontraré siempre un Dios que me corresponde de alguna
manera, un Dios complaciente en relación con mi propia naturaleza. Pero si es Dios el que determina
dónde debe ser hallado, será donde no es inmediatamente agradable a mi naturaleza ni totalmente de
acuerdo conmigo. Este lugar es la cruz de Cristo. Y el que quiera encontrarlo debe ir al pie de la cruz,
como lo exige el Sermón de la Montaña. La conversión total a Jesucristo, al plan de Dios en su propia
vida, rompe en Bonhoeffer cualquier tipo de vanidad o de prestigio. Participando en el sufrimiento del
mundo, un mundo desgarrado y desesperanzado, así es como encuentra su identidad cristiana.
fíe comprendido y sigo aprendiéndolo, que viviendo plenamente la vida terrestre se llega a creer.
Cuando se ha renunciado completamente a hacerse alguien —un santo, un pecador arrepentido, un
enfermo o un sano— para vivir la multitud de tareas, problemas, éxitos y fracasos —que a esto se llama
vivir en el mundo— entonces se pone uno plenamente en las manos de Dios; se toman en serio no los
sufrimientos propios, sino los de Dios en el mundo; se vela con Cristo en Getsemaní. Tal es, creo yo, la
fe, el cambio. Así se hace uno hombre cristiano. ¿Cómo los éxitos pueden hacernos insolentes ni
turbarnos los fracasos, si sufrimos los sufrimientos de Dios?
^ 0'^C^t ^W^W.

El arzobispo de San Salvador es el vivo ejemplo del hombre convertido radicalmente a Je sucristo y a su
causa en plena madurez humana. A los 60 años, siendo ya arzobispo, cuando en teoría todas las cosas ya
están claras, Óscar Romero reconoce que a esa edad se c-on-virtió realmente. Efectivamente, el obispo
Romero hasta 1977 había sido un hombre bueno y trabajador. Conservador, tradicional, piadoso y muy
cariñoso con la gente. Por entonces, El Salvador, su país, ardía y sangraba de injusticias y violencias. Él
no se situaba al margen de esta realidad, pero tampoco estaba en el corazón de su pueblo. Precisamente,
le nombran arzobispo de la capital en febrero de 1977 porque era un hombre seguro, y no había nada que
temer de él, ninguna imprudencia, ningún exceso. Pero un suceso conmovió fuertemente a Óscar
Romero y le hizo ver y comprender la realidad de su pueblo a la luz del Evangelio. Ese suceso fue la
muerte violenta de un sacerdote amigo suyo, Rutilio Grande. Este hecho determinó la conversión de
monseñor. El pastor tradicional y piadoso comenzó a andar el largo y difícil camino de hacer suya la
causa de los pobres, hasta terminar como ellos: asesinado. Así lo dijo en Lovaina él mismo, un mes antes
de su muerte, hablando del proceso de conversión que él vivía junto con su pueblo:
Como en otros muchos lugares de América Latina, después de muchos años y quizá siglos, han
resonado entre nosotros las palabras del Éxodo: «He oído el clamor de mi pueblo, he visto la opresión
con que lo oprimen». Estas palabras de la Escritura nos han dado nuevos ojos para verlo que siempre
ha estado entre nosotros pero tantas veces oculto, aun para la mirada de la misma Iglesia: la situación
de inhumana pobreza en la que viven millones de latinoamericanos (2 de febrero de 1980).
Del mismo modo, cambió su manera de entender y de construir la Iglesia. A los pocos meses de la
muerte de Rutilio, Óscar Romero escribió una carta pastoral. La Iglesia de la Pascua, en la que, entre
otras cosas, afirmaba:

92
Es importante recordar también que se persigue a la Iglesia porque quiere ser en verdad, la Iglesia de
Cristo. Mientras la Iglesia predique una salvación eterna y sin comprometerse en los problemas reales
del mundo, la Iglesia es respetada y alabada, y hasta se le conceden privilegios. Pero si la Iglesia es fiel
a su misión de denunciar el pecado que lleva a muchos a la miseria, y si anuncia la esperanza de un
mundo más justo y humano, entonces se la persigue y calumnia, tildándola de subversiva y comunista (6
de agosto de 1977).
En Lovaina comentó: La Iglesia no es un reducto separado de la ciudad, sino seguidora de aquél Jesús
que vivió, trabajó, luchó y murió en medio de la ciudad (2 de agosto de 1978).
Sin duda, un factor determinante en la conversión de Óscar Romero fue la fe sencilla de la gente del
pueblo, de los pobres: su paciencia, su capacidad de trabajo, de esperanza, su confianza en el Dios que
salva abrió los ojos y el corazón del obispo. Él fue lo suficientemente humilde como para no ir dando
lecciones, sino que se dejó evangelizar por la fe del pueblo, purificada de tantas teorías, ambigüedades y
conveniencias.
A menudo hablaba de que realmente le impactaba la convivencia cotidiana con el pueblo pobre y
sufriente, los torturados, los huérfanos de la represión, las madres de los desaparecidos, y la fe que
encontraba en aquel pueblo sufriente.
Para este pueblo, Romero se convirtió en el portavoz de sus esperanzas y preocupacio nes, en la voz de
los sin voz. Y, a su vez, el obispo con un lenguaje sencillo y sin tópicos, comprometía a su pueblo a ser,
él mismo, vehículo del Evangelio:
El mejor micrófono de Dios es Cristo, y el mejor micrófono de Cristo es la Iglesia. Y la Igle sia son
ustedes, cada uno de ustedes, desde su propio puesto, desde su propia vocación: la religiosa, el casado,
el obispo, el sacerdote, el estudiante, el universitario, el jornalero, el obrero, la señora del mercado.
Cada uno en su puesto viva intensamente la fe y siéntase en su ambiente «verdadero micrófono de Dios
nuestro Señora (27 de enero de 1980).
Sus tres años de predicación, de lucha codo a codo con su pueblo, le hizo ser temido, calumniado y
perseguido por los poderosos de su país, como lo fue Jesús. Ya no era aquel hombre tranquilo,
tradicional, que no causaba problemas a nadie. Se había convertido en profeta del Evangelio. Él ya sabía
que querían matarlo.
Su última homilía, una día antes del asesinato, constituye un auténtico testimonio de la posición que
adoptó en la última época de su vida. Durante hora y media comentó el Evangelio a su pueblo, el que se
congregaba en la catedral y el que lo escuchaba a través de la radio. Sus últimas palabras fueron dirigidas
a los soldados:
Yo quiero hacer un llamamiento de manera especial a ios hombres del ejército, y en concreto, a las
bases de la Guardia Nacional, de la policía y de los cuarteles. Hermanos, ¡ustedes son de nuestro
pueblo!, ¡matan a sus mismos hermanos campesinos! Y ante una orden de matar que dé un hombre,
debe prevalecer la ley de Dios que dice: «¡No matar!» Ningún soldado está obligado a obedecer una
orden contra la ley de Dios. En nombre de Dios, pues, y en nombre de este pueblo, cuyos lamentos
suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno: en nombre de Dios,
¡cese la represión! (23 de marzo de 1980).

93
PARA LA REFLEXIÓN-SÍNTESIS DEL GRUPO
Acontecimientos o
circunstancias Elementos comunes Escribir una frase
personales que que aparecen en que sintetice su
influyen en su todos ellos conversión a
conversión a Cristo Cristo
DOCUMENTO 3

BÚSQUEDA DE JESÚS COMO CREYENTES

Lee el siguiente texto sobre la Jbúsgueda—encuentro con Cristo. Te ayudará a descubrir tu actitud
actual hacia él. Después completa el cuadro que proponemos al final.

EL SENTIDO DE LA BÚSQUEDA
El verdadero encuentro con Jesús sólo es posible cuando uno adopta una actitud sincera de búsqueda de
un sentido más profundo para su vida. No es posible encontrarse con Jesús y acoger su mensaje cuando
uno adopta una postura de indiferencia, apatía, insensibilidad y superficialidad ante la propia vida o la
vida de los demás.
Actitud de apertura. Es necesaria una postura de apertura y disponibilidad. Nos debemos acercar a Jesús
con nuestras preguntas, no con nuestras soluciones y respuestas. Se trata de dejarnos alcanzar por él en
lo más íntimo de nuestro ser, sin reservas, sin defensas, incondicionalmente. Quizás la pregunta
fundamental con la que debemos abrirnos a Jesús es ésta: ¿Cómo puedo ser más persona? ¿De dónde le
puede llegar un sentido verdadero a mi vida? ¿En qué dirección he de buscar?
Búsqueda de Alguien. No se trata de encontrar algo, sino de encontrarse con Alguien. Lo
verdaderamente decisivo y lo que transformó realmente a los primeros discípulos fue el encuentro con la
persona de Jesús.Cada vez se hace más difícil creer seriamente en algo. Parece que las personas nos
animamos a creer en alguien que nos ayude a vivir. En este sentido, debemos hacer un esfuerzo para que
Jesús no sea un recuerdo del pasado, sino alguien vivo y actual, capaz de responder a los anhelos,
aspiraciones, temores y preguntas que nos rodean por doquier.
Búsqueda progresiva. A Jesús se le encuentra poco a poco en la medida en que le buscamos con
sinceridad. Muchas veces, sólo se entrevé, se intuye, se desea lo que un día encontraremos con gozo.
Con frecuencia, se trata de una búsqueda costosa. Hay que desprenderse de muchas maneras de pensar,
sentir, reaccionar y actuar, que nos son muy familiares. Muchas veces, todo se vuelve oscuro, y hay que
seguir creyendo fielmente en la oscuridad lo que habíamos visto antes en la luz. Hay que seguir
caminando. Se hace camino al creer.

UNA NUEVA MANERA DE SER Y ACTUAR


Creer en Jesucristo no es simplemente conocerlo cada vez mejor o admirarlo cada día más. Se trata de
que Jesús sea el centro de nuestra vida y aprendamos desde él una manera nueva de ser y de actuar.
La llamada de Jesús. La llamada de Jesús a entrar en el Reino es una llamada a una manera nueva,
plena y definitiva de ser. Un nuevo estilo de vivir que exige la renovación de nuestro corazón, de
nuestras relaciones sociales y de nuestro quehacer diario. Se nos pide, por un lado, un no rotundo e
incondicional al pecado que va contra el Reino de Dios;
es decir, un no contra todo aquello que deshumaniza a la persona humana, y amenaza y

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destruye la fraternidad humana querida por el Padre. Y por otra parte, se nos pide escu char y acoger el sí
de Dios a un mundo que debe ser reconciliado en el amor, la verdad y la justicia.
Aprender a vivir. Desde Jesús, debemos aprender a vivir. Él nos descubre que merece la pena vivir,
porque la vida es una aventura positiva, algo que camina hacia una plenitud final en Dios. No se trata de
ir tirando la vida, ni de ser un vividor, sino de aprender a vivir humanamente. Ser cristiano o cristiana es
ir descubriendo desde Jesús cuál es la manera más humana, más acertada de enfrentarse al misterio de la
vida. Ir descubriendo el tipo de hombre y de mujer que Dios quiere, y atrevernos a serlo hasta el final.
Nos pasamos la vida buscando razones para justificar nuestra vida y nuestras actuaciones. Lo im portante
es descubrir en Jesucristo la razón de vivir. La conversión es el paso de unas razones para vivir a la
razón de vivir.
Radicalidad del cambio. La llamada de Jesús es radical y absoluta. La entrada en el Reino de Dios es
una alternativa. No es posible una actitud intermedia. No se puede servir a dos señores. No se puede
servir a Dios y al dinero. No se puede poner la mano al arado y volver la vista hacia atrás. Hay que optar.
Optar por la fe en Dios Padre, en una sociedad secularista que ve en Dios a un enemigo de la vida. Optar
por la esperanza y el amor que Dios nos muestra en Cristo, frente a otro tipo de esperas más o menos
fáciles o inmediatas, o evasiones egoístas.
El seguimiento de Jesús. Creer en Jesucristo es seguirle. Éste es el término técnico que empleaban los
primeros creyentes. Pero no se trata de ver en Jesús un modelo de vida virtuosa, un santo —sin duda, el
mayor, el Santísimo— al que hay que imitar desde fuera, copiando e imitando literalmente sus gestos. Se
trata de acoger su Espíritu, inspirarnos en él, y continuar hoy nosotros la obra apasionante del Reino de
Dios que comenzó en él y desde él. Más en concreto, el seguimiento a Jesucristo consiste en asimilar las
actitudes fundamentales que dieron sentido a su vida, y tratar de vivirlas hoy nosotros, en nuestra propia
situación y de manera creativa. En esto consiste la vida cristiana. En creer en lo que Jesús creyó. Dar
importancia a lo que él se la dio. Interesarnos por lo que él se interesó. Defender las causas que él
defendió. Vivir la vida como él la vivió. Ser cristiano o cristiana es hacerse, poco a poco, personas
nuevas desde Jesucristo, descubriendo nuevas posibilidades de amar, servir, esperar, creer, sufrir,
trabajar, luchar y morir.

96
AHORA COMPLETA EL SIGUIENTE CUADRO
¿ftctittiEl aolual Circunstancias o situaciones Eseribe dos o tres
ante Jesucristo ^cohsecüéffleias en tu
camino : :;—' <le^ ^ - '

INTERÉS

ADMIRACIÓN

RUTINA

RACIONALISMO

CONVERSIÓN
Reuniones
El Encuentro inicial ha contribuido a plantear globalmente la relación con Cristo. Ahora, en
las tres reuniones siguientes, ayudamos a los jóvenes a situarse personalmente y en grupo
ante tres aspectos concretos de esta relación.
— Ser cristiano: luces y sombras (Pisando tierra).
— Cristo: Señor de mi vida y de la historia (Abriendo horizontes / Novedad).
— El seguimiento de Cristo: actitudes y gestos concretos (Las palabras no bastan).
Pisando tierra
Ser cristiano: luces y

sombras
En esta primera reunión, ayudamos a los jóvenes a situarse personalmente y como grupo
ante la persona de Cristo, como cristianos y cristianas que están concluyendo un camino de
fe.

1. ACOGIDA
La sala de reunión, se ambienta previamente con alguno de los materiales trabajados en el
encuentro anterior. Por ejemplo, se pone en la pared un póster de Jesucristo, rodeado de
círculos concéntricos separados. Encima de la mesa se colocan pequeñas siluetas, tantas
como miembros de grupo.
Se inicia la reunión con la evaluación del Encuentro inicial, en torno a las cuestiones
indicadas al final del mismo. El animador o animadora procure que todos los miembros del
grupo expresen su opinión y salgan a luz todas las cuestiones o interrogantes sobre
Jesucristo que necesiten aclaración.
A un momento determinado del diálogo, se invita a cada uno a tomar una silueta de la mesa,
escribir el nombre y colocarla en aquel círculo que exprese mejor su encuentro con Cristo, y
diciendo por qué lo hace. Interesa sobre todo que cada miembro del grupo se defina
personalmente sobre las actitudes indicadas en el Encuentro: conversión, interés,
curiosidad, rutina, sentimentalismo, racionalismo.
Concluido el diálogo, el animador o animadora hace alusión a la colocación de las siluetas y
su mayor o menor proximidad a Cristo, y presenta el contenido de la reunión. Lo hace con
estas o parecidas palabras:
La verdad es que a todos nos gustaría estar ahí, junto a Cristo, en el círculo cercano a él,
pero no es así. Y quizá es bueno que no sea así; pues el aceptar que estamos todavía a
cierta distancia de él nos permite preguntarnos continuamente por el significado de Cristo
en nuestra vida, y sobre todo qué significa eso de ser cristiano o cristiana en el momento
actual.
Preguntarnos significa que no estamos ya instalados en una postura o actitud, sino que nos
encontramos abiertos a algo nuevo. Como ya vimos al principio

98
del Encuentro nunca acabamos de dibujar del todo el rostro de Cristo en nuestra vida.
Os invito a seguir con ello en las reuniones siguientes. En esta primera, nos confrontamos
con una asignatura siempre pendiente, que no acabamos de aprobar del todo: cómo ser
cristianos y cristianas, hoy, aquí.

2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN


Materiales: Documento 1.
A continuación, el grupo se subdivide en parejas y se reparte a cada una un texto del
documento 1. El documento contiene distintos textos sobre la identidad cristiana. El
animador o animadora prepara previamente los textos en tarjetas, tipo cuartilla, y el
siguiente guión para trabajarlos:
— Opinión personal sobre el texto: frases que han llamado la atención, aspectos que son
novedosos sobre el ser-cristiano.
— ¿Lo que se dice en el texto sobre la identidad cristiana es realista o es demasiado
utópico para vivirlo en la actualidad? Indicar algunas razones.
— En qué medida vive el grupo lo que se afirma en el texto.
— Preparar una recomendación para el grupo, invitándole a llevar a la vida el contenido
del texto.

3. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN
Materiales: Documento 2.
Acabado el trabajo anterior, cada pareja comunica al grupo la recomendación que le ha
sugerido el texto analizado en relación con el ser-cristiano.
Seguidamente, el animador o animadora invita a todos a interiorizar el tema. Reparte a cada
uno el documento 2, para que lo lean y reflexionen personalmente.
Después toman la propia silueta, que cada uno había colocado en el mural en torno al póster
de Jesús, y escriben en la parte posterior una o dos frases que resu man los sentimientos, las
luces y sombras que tienen en estos momentos sobre lo que implica ser cristiano o cristiana,
y la vuelven a colocar en el círculo que consideren adecuado.

4. HACIENDO SÍNTESIS
A continuación, cada uno explica al resto del grupo lo que ha escrito y el porqué ha
colocado su silueta en el círculo correspondiente.
Como síntesis de todo lo tratado en la reunión, proponemos estas dos dinámicas:
a) Completar/rases. El animador o animadora inicia una serie de frases relacionadas con el
contenido de la reunión y cada miembro del grupo las concluye. Proponemos algunas
frases, pero se pueden ofrecer otras que se consideren más apropiadas a la situación del
grupo:

99
— La fe es una experiencia que debería abarcar todas las dimensiones de la propia vida.
Sin embargo...
— Hoy día se habla mucho de cristianos que viven una fe «a la carta». Eso se nota en
que...
— A un cristiano o cristiana que afirma: «Yo siento mucho a Cristo en mí corazón, y no
necesito preguntarme qué significa ser cristiano en este momento», le dirías que...
— Ser cristiano boy tiene manifestaciones diferentes a las de hace cincuenta años,
porque...
El animador o animadora esté atento a lo que cada uno escriba como conclusión. Así podrá
verificar si el grupo ha asimilado los documentos propuestos y lo que se ha comunicado
sobre el tema.
b) Oración espontánea. El animador o animadora inicia una oración y la van completando
entre todos de forma espontánea. Se termina con el canto: Libertador de Nazaret, u otro
relacionado con el tema.
Antes de despedirse, el animador o animadora, entrega a cada miembro del grupo una
tarjeta con la siguiente propuesta: redactar durante la semana varios eslóganes sobre la
identidad cristiana, sobre lo que supone ser cristiano boy, pensados para colocarlos en los
siguientes ambientes:
— Cartelera de anuncios de la Universidad.
— Habitación de una clínica.
— Lugar de trabajo.
— Pintada en un barrio marginal.
— En una pegatina para el coche o la moto.
— En la celda de una cárcel.
Servirán como inicio de la siguiente reunión, en la que se reflexionará sobre Jesús, el
Señor.
Abriendo horizontes
Novedad
Cristo, Señor de mi vida y de la
historia
En esta segunda reunión ayudamos a los jóvenes a descubrir a. Jesús, el Señor, clave
fundamental del Evangelio, y a actualizar su significado en la propia vida y la historia.
Estamos ante un aspecto de la fe nada fácil en la vida de los jóvenes. Por eso ofrecemos
materiales de apoyo para los animadores; les ayudarán a comunicar su propia experiencia
de fe con el lenguaje y las palabras adecuadas (Cfr. Documento 3).

100
1. ACOGIDA
En la sala de reunión, junto al mural de la reunión pasada, se colocan algunos carteles con
frases donde aparezca la palabra señor—Señor: Señoras y señores. Es toda una señora. Un
señor, como Dios manda. ¿Qué manda el señor. Sí, señor. Señor, Dios nuestro.
Después de los saludos de costumbre, se ponen en común los eslóganes que cada uno ha
redactado durante la semana sobre el ser cristiano. Si los han traído escritos se colocan en
una parte del mural.
Acto seguido, el animador o animadora hace un comentario sobre su contenido. Es bastante
normal que en ellos no aparezca el nombre de Señor referido a Cristo. y no por culpa suya,
sino porque es un aspecto bastante novedoso para la mayoría de los cristianos. El animador
o animadora aprovecha esa posible ausencia para introducir el tema de la reunión.

2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN


Materiales: Documento 3 (Para el animador o animadora).
El animador o animadora invita al grupo a profundizar en el significado del Señorío de
Cristo. Para ello proponemos las siguientes dinámicas alternativas, dependiendo de la
realidad y preparación del grupo.

ALTERNATIVA A
Se entrega a cada uno el documento 3, y lo analizan todos juntos, con ayuda del animador o
animadora. Es importante que éste estudie previamente el documento, y asimile su
contenido, de modo que su intervención no se reduzca a leer este u otro párrafo.
Proponemos seguir el siguiente proceso:
— Lectura personal del documento, especialmente los dos últimos apartados:
¿Qué significa que Jesús es el Señor? y Jesús es el Señor en nuestra situación actual.
— Aclaración de alguna palabra o frase que no se haya entendido.
— Extrapolación del Señorío de Cristo a nuestros días. En concreto:
• Qué pueden significar hoy día: e[politeísmo grecorromano, el culto al emperador, y
las fuerzas contrarias a la libertad y felicidad humanas (demonios).
• Resumir en frases qué supone aceptar el Señorío de Cristo: para la vida personal, la
historia y el mundo I universo.

ALTERNATIVA B
Se entrega el documento 3 y, tras la lectura previa de una serie de citas del Nuevo
Testamento, se analiza lo que significa el Señorío de Cristo. Proponemos el siguiente
proceso:
— Se escriben previamente las citas en otras tantas tarjetas, por ejemplo:
• Le 4,14-21 Programa de la actuación de Jesús.

101
• Me 10,35-45 Petición de los Zebedeo.
• Jn 6,60-69 ¿También vosotros queréis marcharos?
• Fílp 2,5-11 Tener la misma actitud de Cristo Jesús.
• Filp 3,4-11 Pablo renuncia a todo por Cristo.
• Rom 10,9-13 Confesar que Jesús es el Señor.
• Cor 8,4-6 El Señorío de Cristo frente a los ídolos.
• Ef 1,17-23 Cristo, fundamento de la esperanza.
• Ef 2,13-21 La obra de Cristo en los cristianos.
• Col 1,6-15 La obra de Cristo en los fieles.
• Ap 21,1-5 Los cielos nuevos y la tierra nueva.
— Cada miembro del grupo toma una tarjeta, busca el texto y lo lee personalmente.
Después resume la cita en una frase sobre el Señorío de Cristo. Para ello cada uno
dispone de un Nuevo Testamento de la misma editorial.
— A continuación se ponen en común las frases.
— Después se leen los dos últimos apartados del documento 3 y entre todos hacen la
extrapolación indicada en la alternativa A.

ALTERNATIVA C
Materiales: Documento 4.
Se entrega a cada miembro del grupo el documento 4, sobre la visión cristiana de {•i
persona humana y de la historia, puesta en boca de Jesús. Es un texto más coloquial que el
anterior, y por eso más fácilmente comprensible para los jóvenes.
Proponemos trabajarlo de la siguiente forma:
— Cada uno lee personalmente el documento. El animador o animadora esté atento por si
alguno pide aclaraciones.
— Después, por parejas, elaboran un breve texto sobre el significado de Cristo para
apersona humana y la historia, pensando en los siguientes tipos de cristianos:
• Un amigo o amiga, preocupado solamente por pasarlo bien.
• Un compañero de estudios o de trabajo, preocupado por hacerse un puesto en la
sociedad o la empresa.
• Un miembro de un partido político o sindicato.
• Un religioso o religiosa de clausura.
• Un voluntario o voluntaria.
— Elaboradas las frases, se ponen en común.

3. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN
Como fruto del trabajo anterior y según la alternativa elegida, el grupo sintetiza en tres
frases el significado de Jesús es el Señor, y las escriben en el mural. Para facilitar la
expresión, se pueden completar las siguientes frases:
— El Señorío de Jesús en la propia vida implica...
— El signo de que Jesús, el Señor, está vivo en la historia es...
— Frente a otros señores como..., que intentan..., Jesús nos ofrece...

102
Acto seguido, el animador o animadora invita al grupo a personalizar el contenido de las
frases. Durante unos minutos, cada uno revisa el propio camino de fe para verificar en qué
medida Jesús es el Señor en su propia vida. Después les propone continuar la reflexión
durante la semana y expresarlo de forma creativa en la próxima reunión.

4. HACIENDO SÍNTESIS
Ha sido una reunión densa y con muchos datos sobre el tema. En principio lo es crito en el
mural debería bastar como resumen. Pero no estará de más hacer una última síntesis.
Proponemos hacerlo en forma de oración.
— Se comienza cantando Jesús es Señor (]. M. CUBELLES): solamente la primera estrofa.
— A continuación cada miembro del grupo comunica su propia síntesis del tema, fruto del
momento anterior de personalización. No importa que las comunicaciones sean
perfectas en cuanto al contenido; todavía quedan la tercera reunión y la convivencia
para clarificar aspectos, valoraciones, etc.
— Después de cada comunicación, puede intervenir el grupo para hacer valoraciones, pedir
aclaraciones, etc.
— Acabadas las comunicaciones se hacen oraciones espontáneas, desde el contenido y la
personalización del tema. Después de cada una se repite el estribillo Jesús es Señor.
— Se concluye con el Padrenuestro.
Las palabras no bastan
Seguidores de Jesús
En la reunión anterior hemos ayudado a los destinatarios a descubrir el significado del
Señorío de Cristo en la vida del cristiano. Ahora damos un paso más: queremos que los
miembros del grupo se identifiquen como seguidores de Jesús y asuman las actitudes que
este seguimiento conlleva. En el documento 2 de la primera reunión ya ha aparecido la
figura del seguidor, frente a otras actitudes respecto a la persona de Jesús.

1. ACOGIDA
Lámala continúa ambientada con el gran mural elaborado en las reuniones anteriores.
Escritas en carteles alrededor del póster de Jesús, se ponen también las palabras:
admirador/a, simpatizante, partidario/a, seguidor/a, etc.
El animador o animadora inicia la reunión invitando a cada uno a expresar la reflexión
hecha durante la semana sobre el lugar que ocupa Cristo en la propia vida. Si son
creativos, la comunicación será sugerente.

103
A continuación, el animador o animadora recuerda brevemente el contenido de las
reuniones anteriores: Qué es ser cristiano, y el significado de Jesús como Señor. Haciendo
referencia a los carteles del mural, presenta el trabajo de esta tercera reunión sobre el
seguimiento de Jesús. Lo puede hacer de esta manera:
— En primer lugar, invita a concretar entre todos el significado semántico de los términos
escritos en el mural. Conviene usar el diccionario, para ganar tiempo.
— Después se hace un acróstico en torno a la palabra seguidor: Bastan tres o cuatro
palabras o frases muy cortas que expresen algunas actitudes que conlleva el
seguimiento de alguien.
— Seguidamente invita al grupo a profundizar en el seguimiento de Cristo, como una
forma concreta de ser cristiano y aceptarlo como Señor en la propia vida, y contribuir a
hacer realidad el Reino de Dios en la historia.

2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN


Materiales: Documento 5.
A continuación, se reparte a cada uno el documento 5. El grupo se subdivide en parejas, y
el animador o animadora asigna a cada una el análisis de un apartado del documento:
— En qué consiste el seguimiento de Jesús.
— Cuáles son los rasgos más llamativos del seguimiento de Jesús.
— Con qué actitudes se vive el seguimiento de Jesús.
Una vez analizado cada apañado, las parejas preparan de forma creativa la presentación al
resto del grupo. El animador o animadora esté atento a esa presentación para que no queden
puntos oscuros.
Los materiales empleados en la presentación se colocan después en el mural.

3. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN E INTERIORIZACIÓN


Materiales: Documento 5.
A continuación, cada miembro del grupo lee personalmente el documento y responde a las
cuestiones propuestas.

4. HACIENDO SÍNTESIS

Como síntesis de la reunión proponemos lo siguiente.

a) Historia del salmón


Materiales: Documento 6.
Se entrega a cada uno el documento ó y leen todos juntos la Historia del salmón. Después
comentan el relato, en tomo las siguientes cuestiones:
— Relación de esta historieta con el tema del seguimiento de Cristo.
— Extrapolación de los distintos momentos del relato con el proceso de maduración en la
fe: nacer en el río y permanencia del alevín en aguas dulces.

104
— Vida en el mar, en la madurez.
— Subida por el río para la reproducción y dificultades de todo tipo.
— Puesta de huevos.
— Muerte de los salmones.

b) Breve momento de oración


Seguidamente se hace oración espontánea en torno a la idea del seguimiento de Cristo.
Se puede hacer teniendo en cuenta las distintas actitudes escritas en el acróstico sobre la
palabra seguidor.
Después rezan todos juntos la siguiente oración:
Señor, cuando tenga delante a justos y pecadores, ayúdame a ponerme al lado de los
pecadores, porque son tus predilectos.
Cuando tenga delante a pobres y ricos, dame fuerzas para ponerme de parte de los pobres.
Cuando tenga delante a poderosos y débiles, ayúdame a ponerme al lado de los débiles.
Cuando tenga delante a gente violenta y gente pacífica, ayúdame a ponerme al lado de los
pacíficos.
Cuando tenga delante a vencedores y perdedores, ayúdame a ponerme al lado de los
perdedores.
Padre así lo hizo Jesús, tu Hijo y hermano nuestro, el Señor de nuestra vida, de la historia
y del mundo.
(Se puede concluir con un canto, por ejemplo, No adoréis a nadie, de L. ALFREDO.)
Evaluando
Ver el esquema del bloque 1.

^Ro EVALUACIÓN DE LOS ANIMADORES

Ver el esquema del bloque 1.

105
DOCUMENTO 1

TEXTOS SOBRE LA IDENTIDAD CRISTIANA ¿EN


QUÉ CONSISTE SER CRISTIANO?

—1 Los cristianos no se distinguen de los demás hombres por su tierra, su lengua o sus costumbres.
Porque no habitan en ciudades propias ni hablan una lengua extraña ni llevan una forma de vida aparte
de los demás.
En realidad, su doctrina no ha sido inventada por ellos, gracias al talento y especulación de hombres
sabios; ni profesan, como hacen otros, una enseñanza meramente humana, sino que, viviendo en
ciudades griegas o bárbaras, y adaptándose en comida, vestido y demás formas de vida a los usos y
costumbres de cada país, manifiestan un estilo de vida superior y admirable, y en opinión de todos, una
vida que sorprende.
Habitan sus propias patrias, pero como forasteros; participan en todo como ciudadanos y todo lo viven
como extranjeros; toda tierra extraña es para ellos patria, y toda patria es tierra extraña.
Se casan como todos. Como todos engendran hijos, pero no abandonan a los que nacen. Ponen mesa
común, pero no cama. Tienen cuerpo, pero no viven según la carne. Obedecen las leyes, pero sobrepasan
las leyes con su vida. Aman a todos y todos los persiguen. Se les desconoce y se les condena. Se les mata
y en ello se les da la vida. Son pobres y enriquecen a todos. Carecen de todo y abundan en todo. Son
deshonrados y en las mismas deshonras son glorificados. Se les maldice y se les declara justos. Los
vituperan y ellos obedecen. Se les injuria y ellos dan honra. Hacen bien y se les castiga como
malhechores. Condenados a muerte, se alegran como si les dieran la vida.
(DIOGNETO, cristiano de siglo II)

Q El cristianismo sólo sigue siendo cristiano cuando se mantiene expresamente vincu lado al único
Cristo. Y ese Cristo no es un idea cualquiera ni una simple actitud ante la vida. Cristo es una persona
bien definida, inconfundible, insustituible, con nombre propio. El cristianismo, como su mismo nombre
indica, no se puede desdibujar o absorber en un cristianismo sin nombre (anónimo). Lo distintivo
cristiano es Cristo mismo.
Para el hombre de hoy Jesús constituye un modelo básico de una manera de ver y vivir la vida. Él es,
para cada individuo y para la sociedad, en medio de lo positivo y de lo ne gativo, una invitación (¡Tú
puedes!}, una llamada (¡Tú debes!), un reto (¡Tú eres capaz!). Hace posible un nuevo sentido y una
nueva meta para la vida.
Lo que distingue a los cristianos de los discípulos y partidarios de otros grandes hombres es el
seguimiento de Cristo, la vinculación radical a la persona de Cristo, no sólo a su doctrina, sino también a
su vida, a su Muerte y Resurrección.
(H. KÜNG, teólogo)

106
^3 Vemos, con verdadero gozo, que sois bastantes los que buscáis a Dios en el rostro humano de Jesús
de Nazaret. Conocemos vuestros esfuerzos por encontraros con el Jesús sencillo y cercano que nos
descubren los Evangelios. Admiráis su libertad y su capacidad de amar e infundir esperanza. Os sentís
atraídos por su proyecto liberador e impulsados a colaborar con él.
No pocos tratáis de vivir una relación viva, personal, estrecha con él. No queréis ideas abstractas ni
conceptos fríos. Preferís la adhesión confiada a Jesús, el Amigo, que puede comprender vuestros
problemas y os puede ofrecer su amistad, alegría, perdón y paz.
Él es para vosotros el Salvador. En él os inspiráis para dar sentido a vuestra vida. Él os puede salvar del
odio, de la soledad, del aburrimiento, de la superficialidad, del miedo a la vejez y a la muerte. Él es el
que pone un aliento de esperanza en vuestras vidas.
(OBISPOS VASCOS)

Q Cuando se toma partido por Cristo, cuando se opta por él como lo más importante, la identidad
cristiana ha encontrado su verdadero punto de apoyo. Y el que ha hecho esa opción sabe que pisa un
terreno seguro, sabe que ha puesto su confianza en alguien que respalda con total seguridad. En frase de
Pablo: «Sé muy bien de quien me he fiado».
El cristiano no se define, por tanto, como una persona que ha optado por una doctrina, una ideología o
unos principios, ni siquiera por un comportamiento. Cristiano es quien se ha dejado invadir por el amor
del Dios manifestado en Cristo Jesús, y afirma cada día, como lo han hecho tantos hombres y mujeres
desde hace dos mil años: «Prefiero a Jesucristo a todo lo demás». Y se cree de verdad la contestación de
Jesús: «El que me sigue no anda en la oscuridad».
(SEGUNDINO MOVILLA, experto en Catequesis]

107
DOCUMENTO 2
¿QUIÉN ES CRISTIANO?

Si un domingo cualquiera nos pusiéramos a la puerta de una iglesia y lanzáramos la pregunta: ¿Qué es
un cristiano? ¿Quién es cristiano? a los que salen de misa, escucharíamos, sin duda, respuestas como
éstas: «El que ama al prójimo». «El que no hace mal a nadie». «El que va a Misa los domingos». «El
que cree en Dios». Un buen cristiano vive estas cuatro características y muchas otras más. Pero ninguna
de ellas da en la diana de lo nuclear del cristianismo. ¿Ni siquiera el creer en Dios? No, porque hay
diversas visiones e imágenes de Dios, y existen creyentes de otras religiones. El cristiano es aquel que
tiene fe en Jesucristo, que cree en el Dios, manifestado en la persona y mensaje de Jesucristo.

Y ¿qué es la fe en Cristo?
La respuesta anterior puede resultar decepcionante para ciertos jóvenes, que están acostumbrados a oír la
palabra fe como algo etéreo, inconcreto y poco exigente. Precisamente suelen ser los jóvenes más
generosos los que se quedan insatisfechos con respuestas de ésas, quizás porque resultan poco
significativas para ellos y para muchas personas de hoy. El joven quiere algo más concreto, más
relevante y hasta más exigente.
¿Qué es la fe? ¿Qué contiene esta palabra? Vamos a aproximarnos a ese contenido poco a poco, como
por rodeos, para delimitarla bien y captar su enorme riqueza.

A) ADMIRADORES Y SIMPATIZANTES
Un hombre muy rico, llamado Nicodemo, solicitó una entrevista nocturna con Jesús. Tenía motivos para
verle de noche, porque era del grupo de los fariseos, que estaban en contra de Jesús. Los signos de Dios
que Nicodemo veía en él le llamaban poderosamente la atención. No se declaraba partidario de Jesús,
primero, porque no veía las cosas con claridad; y segundo, porque tenía miedo a la gente de su grupo.
Admiraba a Jesús y sentía simpatía hacia él. ¿Tenía fe? Pues, no. La tuvo después de la muerte de Jesús,
cuando dio el paso público de preocuparse de su enterramiento y conseguir un sepulcro nuevo.
La admiración y la simpatía son como los primeros peldaños de la fe. Pero no son propia mente fe. Los
simpatizantes van a escuchar el mitin o el discurso de una persona a la que admiran, pero no son todavía
partidarios ni seguidores. Sin embargo, ese primer peldaño es absolutamente necesario para dar el salto a
la fe en Jesús, porque ésta va siempre impregnada de simpatía y admiración. Por ahí se empieza. Por
extraño que pueda parecemos, todos, todos los entendidos aseguran que los apóstoles no tuvieron fe
hasta después de la muerte de Jesús. Durante la vida de éste, tuvieron solamente admiración, una
admiración creciente, que iba gestando ocultamente la eclosión final de la fe. Pero propiamente no la
alcanzaron hasta después de los dramáticos sucesos del Calvario, cuando, tras fuertes crisis, tuvieron la
experiencia del Resucitado, dieron un salto cualitativo, y se convirtieron en seguidores de Jesús y
propagadores de su mensaje. En resumen: la admiración no es fe, aunque es un ingrediente necesario de
la fe.

108
B) PARTIDARIOS
Alguien ha dicho que Gandhi fue un personaje absolutamente extraordinario, de ésos de los que aparece
uno cada doscientos años. Gandhi despertó admiración en los mismos británicos, pero el pueblo
británico no pensó en hacerse partidario suyo, salvo excepciones aisladas. Sin embargo, logró partidarios
en un número creciente de compatriotas, que se sumaron a sus ideas y lo acompañaron en sus acciones
de protesta. Mérito suyo fue el hecho de haber movilizado tan gran número de personas. El movimiento
que dio lugar a la independencia y a la creación del Estado Indio fue obra de todo aquel grupo de
personas, que eran partidarias suyas.
Un partidario es mucho más que un simpatizante o un admirador. Le diferencian dos puntos decisivos:
primero, las ideas; segundo, la acción. El partidario hace suyas las ideas del partido o grupo, al menos en
lo fundamental; después, las apoya, y trabaja por ellas. El grado de afiliación suele determinar la
intensidad del trabajo. Pero alguna colaboración y apoyo explícito al programa del partido se da siempre
en los que son partidarios.
Tratándose de la fe cristiana, eso supone que se ha subido un peldaño más que el de la admiración, y que
uno se ha convertido en partidario de Jesús. ¿Cuál es la forma de realizarse plenamente y ser feliz de
verdad, dentro de las limitaciones de la vida? El creyente es partidario de las ideas que expone Jesús
sobre el particular y, consecuentemente con ello, trata de llevarlas a la práctica.
Hay en todos los grupos cierto número de partidarios que lo son bastante a ciegas, unas veces por
emotividad o miedo, otras por tradición familiar o costumbre. Pero no suele ocurrir tal cosa en los
partidarios reflexivos. El partidario consciente de Jesús lo es por convicción personal y no por
convencionalismo, o porque se lo hayan dicho otras personas. Esto último solamente suele ocurrir en los
comienzos.
¿Quién es, pues, cristiano o cristiana? Es aquél que, además de admirador, se ha conver tido en partidario
de Jesús. Por supuesto, en los asuntos científicos, técnicos y filosóficos, el creyente se guía como todos
los demás por lo que dicen los entendidos y los hombres de ciencia. Por ejemplo, no pregunta a Jesús
sobre el modo de curar una enfermedad. Pero, en todo aquello que concierne al sentido de la vida y del
mundo, el creyente es partidario de las ideas fundamentales de Jesús. Esto compromete bastante más que
la simple admiración. ¿Qué pensamos de las desigualdades sociales? «Yo soy partidario de Jesús», dirá
el creyente. Y, aunque sabe que el Evangelio no puede decirle mucho sobre las cau sas y soluciones
técnicas, está convencido de que Jesús le sugerirá qué postura ha de adoptar ante un hecho tan grave. Y
después seguirá ese camino, aunque tenga que ir contra corriente.

C) SEGUIDORES
Es realmente grande la vinculación que comporta el hecho de ser partidario. Pero este aspecto no agota
lo que supone la fe. Los creyentes cristianos eran unos partidarios muy personales, que establecían con
Jesús relaciones estrechas. Pedro era partidario de Jesús, pero era además un gran amigo suyo. María
Magdalena era partidaria de Jesús, pero mantenía además con él una relación afectuosa, que algunos han
llegado a confundir con el enamoramiento. Pero no se trataba tampoco de un grupo cerrado de amigos,
que cultivara intensamente el afecto y la ayuda mutua. Era otro tipo de amistad y unión, que podríamos
expresar con la siguiente contraposición: Los partidarios de grupo o partido se

109
vinculan a unas ideas y un programa. En cambio, el creyente se vincula ante todo a la persona misma
de Jesús, a su vida y a su testimonio.
La fe cristiana no consiste solamente en creer en un mensaje, sino en creer en una persona. Primero creo
en la persona; después creo en sus ideas o mensaje.
Esta relación tan estrecha se expresa mejor con las palabras seguimiento y seguidor. El creyente es
partidario de Jesús porque primeramente se ha hecho seguidor suyo. Se parece a un discípulo, pero es
todavía más que éste. Dicho brevemente: el partidario se adhiere a un programa; el discípulo, a las
enseñanzas de su maestro; el seguidor, a la persona misma del maestro. El partidario toma ideas y
programas; el'discípulo aprende lecciones; el seguidor cristiano aprende actitudes, valores y
comportamientos, de la propia vida del maestro.
Éste es el motivo por el que, en el cristianismo, lo primero no son las enseñanzas de Je sús, sino su
persona. De tal manera, que hasta las enseñanzas brotan de la persona de Jesús, de su experiencia vital y
de su testimonio. Las enseñanzas de Jesús no se pueden desligar de su persona. Jesús no es un maestro
de ideas, sino un maestro de vida. ¿Cuál es el mensaje cristiano? Es la persona de Jesús, su vida, su
compromiso, su testimonio. Y ¿qué es un cristiano? Es toda aquella persona que vincula su vida a la
persona de Jesús y decide seguir sus pasos. Dicho brevemente: la fe culmina en el seguimiento.

Fe intelectualizada y fe vivencial
Con la noción de seguimiento hemos dicho lo principal para entender lo que es la fe. No haría falta
añadir mucho más. Pero quizás pueda ayudarnos a comprenderlo todo mejor la diferencia entre fe
intelectualizada y fe vivencial.
— La primera se queda en algo teórico, vinculada al plano de las ideas, enseñanzas, verdades y
preceptos.
— La segunda baja al corazón y a la vida, y se manifiesta en el seguimiento de una Persona.
La genuina fe cristiana ha sido siempre una fe vivencial, que no olvida la inteligencia, las ideas y las
enseñanzas, pero que centra su atención en la persona de Jesús.
El hecho de hablar de fe intelectualizada y fe vivencial no quiere decir que la fe cristiana se identifique
con un solo aspecto de la persona. La fe es una experiencia global de la persona, como el amor y la
libertad, que abarca todas las dimensiones de la persona:
afectividad, razón, voluntad, comportamiento. Si resaltamos lo de vivencial es para que la fe no se quede
en algo meramente teórico, sino que transforme la vida.
La Fe como asentimiento de la inteligencia supone reconocer conscientemente que Jesús es realmente el
sentido del ser humano y de la sociedad; el camino, la verdad y la vida; el en viado de Dios, el Hijo de
Dios. Esta dimensión de la fe se nutre de formación y estudio.
La fe como confianza consiste en que, a la vez que aceptamos a Jesucristo como sentido, camino,
verdad, etc., confiamos en él, sentimos cercanía hacia él y le queremos. Este aspecto de la fe se alimenta
sobre todo en la oración.
La fe como ejercicio de la voluntad se hace realidad en el seguimiento. Es la decisión de la voluntad, por
la cual me comprometo a seguir los pasos de Jesús. Es decir, hago míos sus proyectos de vida, su línea
de actuación, sus normas de conducta. Para cultivar esta dimensión de la fe es preciso comprometerse en
obras concretas para la construcción del Reino.

110
En la fe cristiana, los tres aspectos están entrelazados y compenetrados. Lo que no resulta fácil es
determinar mediante cuál de ellos una persona comienza a ser creyente. Depende de los temperamentos
y las circunstancias. Lo importante es que la experiencia de fe del cristiano sea una síntesis armoniosa
del asentimiento intelectual, la confianza y el seguimiento.

111
DOCUMENTO 3

JESÚS ES EL SEÑOR

El título de Señor aplicado a Jesús es, sin duda, el más importante de los usados por los primeros
cristianos, y el que más se ha usado posteriormente en la Iglesia.
Su contenido y significado no ha sido sencillo de entender, sino todo lo contrario. Las pri meras
comunidades cristianas eran pluriformes en su cultura, en su origen —judío y pagano— y en su manera
de interpretar la persona y mensaje de Jesús. Por tanto, este mismo título era entendido de diversas
formas y provocaba actitudes variadas en los que escuchaban. Pero no cabe ninguna duda sobre la
importancia de este título aplicado a Jesús para la vida del creyente y la transformación que ello implica.
Pero, ¿qué significa el Señorío de Jesús? Para los primeros cristianos tenía dos sentidos
fundamentalmente:
Sentido escatológico. En este sentido, la fe en el Señorío de Jesús afirma sobre todo su vuelta triunfante
al final de los tiempos, como último momento de la Historia. En ese mo mento se verán colmadas las
expectativas de los fieles cristianos, cuando el Reino de Dios se realice en su plenitud.
Este sentido quedó recogido sobre todo en una expresión aramea: Maranatha, que se puede traducir por
Nuestro Señor viene o Ven, Señor. Era una expresión usada en el marco de la celebración de la
Eucaristía. Este origen eucarístico matiza también el sentido exclusivamente futuro del Señorío de Jesús:
una comunidad cuya fe mirara solamente al final de los tiempos, fácilmente olvidaría sus
responsabilidades presentes. El hecho de que esta invocación se haga en la Eucaristía indica que los
fieles confían en que Jesús se hace presente ya, ahora, en la celebración. '
Sentido presente, o sea, el referido a la situación que viven los creyentes. Esta dimensión aparece
paralelamente a la anterior desde un principio. Aquéllos que se convertían por la predicación de los
Apóstoles eran invitados a un cambio radical de vida. Los recién convertidos podían comprobar que
vivían ya dentro del Reino de Dios proclamado por los profetas, y así lo expresaban en su vida fraterna,
en su desprendimiento de los bienes y en su impulso misionero.
Este sentido aparece sobre todo en los discursos de Pedro, recogidos en el libro de los Hechos de los
Apóstoles, en los que se resalta el carácter presente del Reino de Dios, im pulsado por la fuerza del
Resucitado.
De esta forma, la fe en la Resurrección de Jesús, la fe pascual no se inspiraba en unos acontecimientos
pasados (la existencia terrena de Jesús), ni futuros (la vuelta triunfal al final de los tiempos); sino en un
acontecimiento presente que garantizaba la autenticidad del cristianismo: el Señorío del Resucitado.

¿Qué significa que Jesús es el Señor?


Profundicemos un poco en la expresión. La palabra con que se designa el título de Señor es un vocablo
griego, Kyríos. Esta palabra se utilizaba en las traducciones griegas del

112
Antiguo Testamento para designar a Yahvéh, o sea a Dios, el Señor. Por tanto, su primera aplicación a
Jesús tiene la intención de identificarlo con la dignidad y los atributos divinos [Rom 10,13).
Poco a poco, este título fue adquiriendo importancia hasta convertirse en la confesión fundamental de fe.
Pablo lo recoge en dos textos (Rom 10,9 y ICor 8,6), usando posiblemente formulaciones anteriores a él.
Ambos textos resaltan que nadie puede experimentar la salvación de Dios si no confiesa que Jesús es el
único Señor.
El término confesar la fe indica una profesión de fe pública, de modo que esta fórmula es un distintivo
del cristiano de cara afuera, ante todos los demás señores que ofrece el mundo.
Ante el politeísmo y la pluralidad de divinidades grecorromanas, los cristianos hicieron del único
Señorío de Jesús una cuestión tan decisiva como lo fue el monoteísmo para el pueblo judío. No se trata
de admitir a Jesús como un señor más entre otros, aunque fueran subordinados, sino como único Señor,
frente a los ídolos creados por el hombre.
Ante el cu/to a los emperadores romanos, que exigían ser adorados como dioses y señores, los
cristianos se negaron explícitamente a secundarlo. Ésa fue la razón de muchas persecuciones y así quedó
recogido en las narraciones sobre los primeros mártires.
Los cristianos admitían la obediencia al emperador, pero no le reconocían como Señor. De esta forma, la
profesión del Señorío de Jesús ha adquirido unas imprevistas resonancias políticas.
De nuevo, como ocurrió en la vida y la muerte de Jesús, una actitud religiosa desencadena consecuencias
políticas. La confesión de Jesús como único Señor, en efecto, contiene un mensaje fundamental: la
destrucción de la tendencia absoluta de todo poder terreno. Este mensaje es tan importante hoy como
ayer, pues las idolatrías y las dictaduras se mantienen con más fuerza, si cabe, que en la época romana.
Si Jesús es el único Señor, toda autoridad entre los hombres es meramente funcional y convencional,
nunca una realidad absoluta. Bajo ninguna justificación se puede imponer una autoridad como única e
indiscutible; y esto destruye las bases de los fanatismos, las intransigencias, las tiranías y las opresiones,
sean del signo que sean.
Ante todas aquellas fuerzas contrarias a la libertad y la felicidad del hombre. En la
mentalidad judía existía una serie de factores positivos (ángeles) y negativos (demonios) entre los que se
hallaba el devenir de la vida humana.
Hoy no hablaríamos en esos términos que nos resultan excesivamente fantásticos o míti cos, pero sí
podemos hablar de estructuras, situaciones económicas y sociales, debilidades personales, vicios,
injusticias, etc., que marginan, degradan y esclavizan a las personas.
Pues, bien, Pablo afirma que estas potestades han sido vencidas por Cristo, único Señor. No que hayan
desaparecido. El hombre sigue enfrentándose a ellas y desenvolviéndose en una dura y amarga lucha,
pero el Señorío de Cristo, manifestado en su Resurrección, está por encima de ellas, las trasciende.
Posteriormente a esta primera confesión de fe en Jesús como Señor, la reflexión teológica, especialmente
de Pablo, va ampliando el sentido de la presencia actual del Resucitado. Se va dando un gran relieve a la
importancia que este Señorío de Jesús tiene en toda la vida del cristiano.
Pablo plantea en sus cartas que el Señor es la referencia suprema para todos los cristianos: se vive en el
Señor, sirviendo al Señor. Incluso cuando se le pregunta por lo que nos

113
espera después de la muerte, el repite que lo único que le importa es estar con Cristo. Estas expresiones
caracterizan todas las relaciones personales dentro de la Comunidad. Ésta es la experiencia que viven
desde un primer momento los convertidos, tal y como lo relatan los primeros capítulos de los Hechos de
los Apóstoles.
Y así se crea una organización basada en la aceptación de la presencia de Jesús como norma de vida y
expresada en la caridad, en la fracción del pan, en la oración común y en tener «un solo corazón y una
sola alma». Un modelo de comunidad que sigue siendo el ejemplo a seguir para todos los que tratan de
compartir la fe en Cristo.
Como resumen de lo expuesto, se puede decir que la comunidad primitiva compaginó perfectamente el
carácter escatológico y el presente del Señorío de Jesús. A partir de la Resurrección, Jesús comenzó su
presencia en la Iglesia, la cual, en la medida en que lo aceptó como Señor, sintió la urgencia de organizar
su vida conforme a las directrices marcadas por el propio Jesús.
No obstante, la comunidad se daba perfecta cuenta de su limitación y ansiaba la instauración definitiva y
total del Reino de Dios, con el Señorío absoluto de Cristo.
Son dos dimensiones que no podemos perder de vista, si no queremos caer en dos situa ciones
profundamente anticristianas: evadirnos de los problemas presentes, confiados en el otro mundo; o, por
el contrario, desesperarnos ante las dificultades constantes, olvidando que la salvación es un don de Dios
y no una conquista nuestra.

Jesús es el Señor en nuestra situación actual


Como se puede ver, el sentido de este título es muy amplio, y muy rico en matices y aplicaciones para
nuestra situación actual.
a) Para la vida personal: El que se convierte a Jesucristo siente la necesidad de orientar toda su vida y
realidad personal hacia él como único Señor. Los criterios morales, la vida familiar y social, las
relaciones con los demás hombres e incluso con Dios, todo, tiene como único punto de referencia la
persona de Jesús Resucitado. Desde esta experiencia quedan descalificados todos los demás señores,
sean personas, instituciones o medios. Por eso la comunidad cristiana recordará siempre la
recomendación de Jesús:
«Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y querrá al otro» (Mt 6,24).
b) Para la historia humana: La presencia de Cristo en las personas no se da sólo en el ámbito
individual, porque su Señorío no redunda sólo en la liberación o salvación personal. Cristo se hace
presente como Señor también en la historia humana para darle sentido y recrearla en la dirección del
Reino de Dios. Este Reino inaugurado en Cristo nunca mira al pasado sino al futuro, del que todos
somos responsables. Por eso, asumir y vivir el Señorío de Cristo sobre la historia implica comprometerse
como cristianos en hacer realidad el Reino de Dios, y colaborar, codo a codo, con todas aquellas
personas que trabajan en la dirección de este Reino, aunque no sean creyentes.
A medida que desaparecen de la sociedad todos aquellos signos de muerte que deshu manizan a las
personas o impiden que se haga realidad el tipo de hombre y mujer que Dios quiere, se va haciendo
realidad la Resurrección de Cristo y, en consecuencia, el Señorío de Cristo en la historia. Ésta fue la
causa por la que Jesús vivió y murió, y por la que quedamos comprometidos todos los hombres,
cristianos o no.
c) Para el mundo y el universo: Las personas no sólo tenemos una identidad individual y social, sino
que existimos también en el mundo, esa realidad de espacio y tiempo

114
gracias a la cual vivimos y nos relacionamos con los demás. Por eso la experiencia del Se ñorío de Cristo
abarca también a nuestro mundo y al universo entero, como realidades naturales, hasta que se hagan
presentes entre nosotros ios cieios nuevos y la tierra nueva de que habla el libro del Apocalipsis.
Este triple Señorío de Cristo es una experiencia de fe del cristiano, y no simplemente una elaboración
racional o filosófica. Y como experiencia de fe no es algo mágico, sino don de Dios en Cristo; un don
reconocido y aceptado como tarea en la que estamos implicados personal y comunitariamente.

115
DOCUMENTO 4

YO, JESÚS DE NAZARET

Apuesto por la persona humana


Enseguida me di cuenta que la persona humana, vista desde Dios, es lo más importante de este mundo.
Tan importante que es presencia, signo o sacramento del mismo Dios Padre. Así, todo lo que hacemos o
no a los demás lo hacemos o no a Dios. Estas palabras fueron un tanto escandalosas para mis paisanos,
los judíos: no podían entender que Dios quisiera tener el rostro de los hombres. Juan lo entendió
enseguida: el amor a Dios pasa por el amor al hermano. Sólo conociendo y amando a los hombres,
especialmente a los más pobres y abandonados, se conocerá y amará a Dios.
Desde este convencimiento quisiera decirte cariñosamente que no me convencen algunos modos de
entender al hombre que hoy corren por ahí.
El hombre no es un Prometeo, encadenado a la roca de su propio orgullo o autosuficiencia, por querer
robar el fuego a los dioses y obtener así el secreto de la vida y la felicidad. El hombre está llamado a
abrirse totalmente a la acción Dios, que es germen de vida nueva y no un virus desctructor.
Tampoco el hombre es un fatalista Sísifo, cuya vida transcurre de forma monótona y rutinaria, cargando
sobre la espalda su propio infortunio y sus complejos; sino alguien que tiene un futuro por delante,
cargado de posibilidades, para hacer realidad el cielo y la tierra nuevos que Dios quiere para todos. El
futuro no está marcado, lo construyes con tu libertad.
El hombre no es un Narciso que se está contemplando constantemente en las aguas de su propia imagen
o en el rostro de los otros, y no hace sino atrapar y encerrar a todos en el círculo de su propia
satisfacción. El hombre es alguien que abre las fronteras de su ser y derriba todos los muros para acoger
y hacerse solidario de todos.
Por otra parte, no hay que fiarse de quienes van por el mundo disfrazados o haciendo gala de
superhombres, usando a los demás como peldaños de una escalera para encaramarse al poder de
cualquier tipo que sea. Éstos no salvan a nadie. Os invito a ser sencillos compañeros de camino de los
hombres y mujeres de este mundo, para hacer unidos una sociedad más justa.
Siempre creí en las personas, incluso en aquéllas que aparentemente ofrecían menos garantías para
desarrollar sus propias cualidades. Eso mismo hacía que cambiaran y ellas mismas creyeran en sus
posibilidades. Por eso compartí mi vida con los pobres, enfermos, pecadores, marginados, aun a costa de
llamar la atención y escandalizar a los buenos y puros de Israel.
Y ahora quisiera decirte —deciros— un pequeño secreto. No ayudarás a nadie creyéndote superior o
inferior a él. Sólo el amor salva, y amar significa ponerse al mismo nivel. Mi apóstol Pablo decía: «Reír
con el que ríe, llorar con el que llora». Incluso hay que estar dispuesto a dar la vida en cada momento,
cada día. ¡Darse! Recuerda lo del grano de trigo que cae en tierra.

116
Pero el amor es más que un flirteo primaveral o un cosquilleo de adolescente enamorado. Para el
cristiano el amor requiere una experiencia interior: sentirse amado por Dios y ser vehículo para llevar
ese amor hacia los demás.
Por eso, el amor exige la verdad. ¡No vayas de hipócrita por el mundo! Si algo no puedo soportar en las
personas, es que vayan con un doJbie por la vida.
El amor escucha también el ansia de salvación que surge de tantas gargantas, a veces en forma de grito
reivindicativo o de lamento apenas perceptible. Para escuchar hay que caminar junto a otros, con los ojos
y los oídos bien abiertos, atentos al mínimo detalle que necesite luz, comprensión ayuda, sentido.
El amor posibilita encuentros auténticos. Encontrarse con otro es mucho más que reunirse con él. Es
aceptar que es diferente y no puedes usarlo para tus caprichos. Y por eso mismo, por ser diferente,
fácilmente te sorprenderá en muchas ocasiones.

He descubierto la importancia de la Historia


Estoy convencido de uno de los pilares en los que se apoyaba la fe de mis antepasados:
que Dios hace de la historia un acontecimiento salvador, la historia es una Historia de Salvación. No se
trata sólo de una frase bonita, tiene mucha importancia. Creer esto, supone para mí:
— Aceptar que la Historia humana tiene sentido, que los acontecimientos humanos no son meras
experiencias de un día, inconexas y sin futuro, sino que están situadas en un horizonte que nos hace
apostar por el sí, en medio de tanto pesimismo. Y apostar por Jos cielos nuevos y la tierra nueva,
aunque, a veces, caminemos en la incertidum-bre o la angustia frente a tanta sombra u oscuridad.
Claro que para pensar esto hace falta saber mirar y leer dentro de la vida.
— Saber que todo lo que haces o dejas de hacer contribuye a que la Historia de Salvación se adelante o
se retrase.
— Entender que, si Dios quiere hacer de tu historia una Historia de Salvación, puedes ver el futuro con
ilusión y con esperanza; una forma de vivir donde no cabe el pesimismo o la indiferencia.
Quisiera, amigos míos, haceros caer en la cuenta de otra cosa: no se puede mirar la realidad que nos
rodea, personas, acontecimientos, etc., como una mentira con la que justificar un posible pasotismo.
Tampoco se puede considerar como verdad, pues la experiencia demuestra lo contrario. Yo prefiero
verla como promesa, con la fuerza y el dinamismo de Dios en sus entrañas. Por eso me siento
estimulado a trabajar para construir de verdad ese Reino.
Para ver la historia con esta perspectiva, te invito a hacer una experiencia: lee en profundidad lo que
sucede en tu vida y a tu alrededor, para descubrir las huellas de vida nueva, las huellas de Dios. A mí me
resultó bien. Con frecuencia me preguntaba qué quería decirme Dios en este o aquel suceso personal o
social. Hoy día, eres testigo de muchos acontecimientos que no deben pasarte inadvertidos: paro,
violencia, marginación juvenil, sida, consumo, vacío y ansiedad de tantos corazones. Pero también de
otros más positivos: solidaridad, voluntariado, amistad. Dios te habla desde y a través de ellos. ¿Has
escuchado alguna vez su voz?

Miguel A. Calavia

117
DOCUMENTO 5

EL CRISTIANO SE DEFINE POR


EL SEGUIMIENTO DE JESÚS

No es fácil llegar a ser cristiano. No es fácil vivir como tal si primero no se tiene claro el ideal de vida
que se quiere conseguir.
Alcanzar la identidad cristiana quiere decir que los cristianos encontramos en Cristo el punto de
referencia que nos identifica también como personas. Lo que sucede es que el modo de caminar hacia
Cristo no puede ser inconsciente, involuntario, hecho a ojos cerrados, sino que ha de ser más bien un
movimiento, consciente y lúcido, que, partiendo de uno mismo, se proyecta hacia el tipo de persona que
uno quiere llegar a ser.
Ser cristiano es una invitación de Dios a encontrar la propia identidad. Es mirar a Cristo como al ideal de
persona que Dios nos pone delante; es descubrir en la vida de Jesús de Nazaret el modelo de vida que
Dios quiere que vivamos. Ser cristiano o cristiana es seguir a Jesús.
Para ello hace falta saber en qué consiste el seguimiento de Jesús y cómo se vive de hecho ese
seguimiento.

¿En qué consiste el seguimiento de Jesús?


El primer uso de la palabra cristiano demuestra ya una relación de parecido entre los discípulos de Jesús
y Jesús mismo. Ese parecido lo notaron muy pronto las gentes de An-tioquía, y por eso dieron el nombre
de cristianos (Hch 11,16) a quienes, además de oírles confesar su fe en Cristo Jesús, les veían vivir en
relación con él. Existe, pues, desde los comienzos, una relación estrecha entre vida cristiana y
seguimiento de Jesús.
Decir, por tanto, que ser cristiano o cristiana consiste en el seguimiento de Jesús no es nada novedoso ni
arbitrario. Tiene una razón de ser y un fundamento que lo justifica. El fundamento no es otro que la
enseñanza del Nuevo Testamento que nos invita a «poner los ojos en Jesús, el que ha vivido
originariamente y en plenitud la fe» (Heb 12,1), y en donde se afirma que la vida cristiana no es otra
cosa que el ejercicio de «hacernos hijos en el Hijo», y «reproducir la imagen de su Hijo» (Rom 8,29).
Pero, en concreto, ¿en qué consiste el seguimiento de Jesús?
No consiste en imitar sin más ni más, de forma literal, los comportamientos y gestos de Jesús. Esto nos
resulta materialmente imposible a quienes vivimos en unas coordenadas socioculturales e históricas
distintas de las que vivió Jesús. Seguir a Jesús no es una cuestión de imitación mimética; es más bien
una adhesión a él que nos pone en contacto vital con su persona y nos induce a orientar nuestra vida
conforme a su modelo.
El seguimiento tiene, pues, un alcance que va más allá de la simple imitación. La identidad que podemos
recibir de otras personas no se limita a copiar sus rasgos exteriores; se fija más bien en una sintonía con
sus actitudes íntimas, que nos da a nosotros también la libertad de poder ser como ellas, a nuestro modo
y en un contexto diferente. En el caso del seguimiento de Jesús, éste es un dato perfectamente
constatable: a lo largo de la

118
historia ha habido siempre personas que han llevado adelante su causa y han vivido, con mayor o menor
radicalismo, su proyecto evangélico.
Pero el seguimiento de Jesús ha tenido unas connotaciones especiales que conviene que valoremos
justamente.

¿Cuáles son los rasgos más llamativos del seguimiento de Jesús?


El seguimiento de Jesús es una experiencia que transforma por completo la propia vida. Tiene elementos
de seducción y de atracción, de libertad y de gratuidad, moviliza la propia forma de ser y de actuar, y
vincula, en la fuerza del Espíritu, a todos aquellos que deciden emprender el camino del discipulado.
Veámoslo.
1. Lo primero que salta a la vista en la experiencia de ese seguimiento es la fuerte irradiación que
ejerce la persona de Jesús. Jesús llama: «Sigúeme». Y provoca una respuesta de adhesión: «Dejando
todas las cosas le siguieron». Lo hace con la fuerza de un imperativo, y sin tiempo a que el interpelado
conozca la personalidad de quien le llama y sin medir las consecuencias de la respuesta que va a dar. Ahí
está lo sorprendente: que la fuerza del que llama va a ser mucho mayor que las resistencias o dificultades
que puedan presentarse. El atractivo de Jesús va a ser tan decisivo que nada va a permitir decir que no.
Es la experiencia de la seducción, de sentirse ganado de forma irresistible por la fuerza que sale de Jesús.
2. Pero, no obstante su fuerte irradiación, Jesús da un margen de libertad a la respuesta. No quiere
retener a toda costa a sus discípulos; ¿También vosotros queréis marcharos? [Jn 6,67).
Desde esa libertad con la que cada cual da su respuesta, Jesús invita a superar la tenta ción de querer
exclusivizar el seguimiento, como si fuéramos nosotros los únicos en participar de un don que es
ofrecido a todos. E invita también a fundamentar la respuesta dada en lo mucho que uno recibe a
cambio: el tesoro escondido, la perla preciosa, y no en apoyos masivos o en efectos maravillosos.
3. Jesús demuestra esa libertad en primer lugar para llamar «a los que él quiso» (Me 3,13) y para dar a
entender que la invitación a seguirle es fruto de la gratuidad. Con ello quiere evitar que consideremos la
respuesta como mérito nuestro, como debida a nuestra excelente capacidad, como si nosotros fuésemos
los buenos y perfectos, y los demás, ¡pobrecülos!, no contasen a los ojos de Dios.
4. El seguimiento de Jesús lleva a la desinstalación. No permite decir que sí y seguir contemporizando
con posturas ambiguas. Jesús es en esto tajante: «Deja a los muertos que entierren a sus muertos» (Mt
8,22). «El que pone la mano en el arado y vuelve la vista hacia atrás no es apto para el Reino de Dios»
(Le 9,62). «El Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza» (Mt 8,20).
Son tres palabras de Jesús, y dichas en tres ocasiones, cuando alguien le ha planteado el deseo de
seguirle.
Las tres giran alrededor de la idea de desinstalación. Desinstalación es vivir con una cierta
provisionalidad, que hace mirar siempre adelante y que hace eso tan serio de dejar a los muertos que
entierren a sus muertos. Hoy no se trata de no tener una almohada física y material donde reclinar la
cabeza. A veces hay otras almohadas psicológicas donde uno ya se instala, donde uno ya se acomoda,
donde uno ya coloca todas las cosas en su sitio y hace su pequeña síntesis y su pequeña manera de ser.

119
Sin embargo, el seguimiento de Jesús es lo contrarío, y los apóstoles lo van viendo así. Cuando te crees
que has conquistado una meta, te ves otra vez desnudo, a la intemperie y teniendo que buscar otra vez
camino (J. GONZÁLEZ FAVS).
No se puede vivir el seguimiento parcialmente, a medias tintas. Ponerse en el seguimiento de Jesús es
vivirlo con todas las consecuencias, con la totalidad de la persona. Es asumir otra forma de vida.
Jesús llama a la gente en grupo. Y el grupo es algo que potencia la acción del hombre al servicio del
Reino. No una mera compensación psicológica, sino un espacio necesario para la fraternidad.
Veamos ahora los pasos que es necesario dar para progresar en dicho seguimiento.

¿Con qué actitudes se vive el seguimiento de Jesús?


Aun cuando la decisión de seguir a Jesús, la opción por él (¡Señor, te seguiré dondequiera que vayas!),
constituya de suyo un punto de partida, y aun cuando exista también un punto de llegada, la
identificación con Cristo (Mi vivir es Cristo.}, el seguimiento, como pretensión por alcanzar la identidad
cristiana, se da de un modo progresivo, es decir, se consigue mediante el ejercicio y la puesta en práctica
de unas actitudes que nos van asemejando poco a poco a la persona de Jesús.
¿Cuáles son esas actitudes progresivas?
1. La primera de todas es la actitud de encarnación. Cristo, siendo igual a Dios, se abajó, se hizo carne,
compartiendo en todo nuestra vida menos en el pecado y el egoísmo. El cristiano debe hacer eso mismo;
ha de orientar su vida en la trayectoria de abajamiento que vivió el propio Jesús: llegar a ser humano
viviendo, codo a codo con lo débil, lo pequeño y lo oprimido. Esta forma de vida nos hace más cercanos
a Jesucristo, y en consecuencia más humanos.
Esta actitud de encarnación lleva al cristiano a evitar otra forma de vivir, contraria a Cris to: participar del
mundo de la riqueza, del poder y del disfrute egoísta, que nos deshumaniza y nos hace insolidarios con
los otros.
2. El segundo paso del seguimiento de Jesús es ser agentes de salvación. El cristiano vive y actúa para
salvar, para liberar, para favorecer la vida en plenitud (Jn 10,10).
Esa forma de vida empieza por una sensibilidad, por una percepción realista y crítica de las situaciones
de inhumanidad que degradan o recortan la vida de los hombres. Y sigue luego por una dedicación tenaz
y un compromiso a favor de quienes sufren y padecen esas situaciones, a fin de superarlas. Es la actitud
de amor-misericordia que caracterizó la vida de Jesús, que no vino a ser servido, sino a servir (Me
10,45); y que nos dejó tan bellamente expresada en la parábola del Buen Samaritano (Le 10,29-37). Ésta
es la forma cristiana de lucha por la justicia.
3. El compromiso auténtico por la justicia lleva consigo algo inevitable: compartir el destino del
Crucificado, participar en la pasión y muerte de Jesús, como consecuencia de vivir radicalmente las
Bienaventuranzas.
Ser testigo de la Buena Noticia del Reino y denunciar los intereses opuestos al Evangelio implican un
riesgo y una amenaza permanentes. Ya lo dijo Jesús: «Os perseguirán también a vosotros». Estas
persecuciones han cambiado con el transcurso de los siglos. Todavía hoy asistimos a persecuciones
violentas, aunque las más normales consisten en el

120
descrédito, la difamación o el chiste fácil. Ya lo denunciaba Mons. Óscar Romero: «Se mata a quien
estorba».
4. Por fin, el punto culminante del seguimiento de Jesús es la participación en su Resurrección. La
Resurrección define la identidad cristiana en términos de esperanza. «Bienaventurados los que mueren
en el Señor», proclama la liturgia de difuntos. Eso significa que se puede y se debe morir con esperanza,
siempre que la vida haya sido también en el Señor. En la vida y en la muerte somos del Señor. Aquí
radica el contenido y significado de la esperanza cristiana.
Pero participar en la Resurrección de Cristo no sólo es la respuesta definitiva de Dios a la muerte del
cristiano, es también hacer realidad la vida y esperanza del Reino de Dios en todas aquellas situaciones
personales y sociales que necesitan salvación.
Éstos son los pasos que llevan progresivamente a la vivencia del seguimiento de Jesús. Éstos son los
pasos y las actitudes con los que uno se identifica poco a poco con Jesu cristo, y se siente cada día más
cristiano.
Pero este camino no es fácil. Cada día estamos ante el reto de vivir los valores y actitudes que vivió
Jesús: vivir de cara al Padre con total disponibilidad y relacionamos con quienes nos rodean en un plano
de igualdad y de fraternidad. Aquí radica el contenido fundamental de la conversión cristiana.
Ésta es la carta de identidad de los cristianos. Ésta es la vocación a la que hemos sido llamados. Éste es
el estilo de vida que Dios quiere ver vivir a los hombres como prueba de que el testimonio de Jesús no
ha caído en saco roto. A nosotros corresponde, en la medida en que nos dejamos llevar por el Espíritu,
hacer realidad el deseo de Dios de «hacernos hijos en el Hijo», de «reproducir en nosotros la imagen de
Jesús» [Rom 8,29).
(Adaptación de un texto de SEGUNDINO MOVILLA, Iniciación
cristiana de Jóvenes, Editorial CCS, Madrid 1994)

121
PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL
1. Lee personalmente y con calma el documento, y completa después el siguiente cuadro. Hazlo con
sinceridad.

¿Qué me seduce de la
persona de Jesús?

¿Soy libre para seguirle


con mayor radicalidad?
¿Qué me lo impide?

¿Mi respuesta a la
invitación de Jesús a
seguirle es gratuita o es
interesada?

¿En qué signos de mi vida


diaria se nota que el
seguimiento de Jesús me
ayuda a desinstalarme?

2. Ahora completa las siguientes frases y coméntalas con otro miembro del grupo:
— Vivo la actitud de encarnación cuando...
— Soy agente de salvación en la medida que...
— Participo en la pasión y muerte de Jesús cuando...
— Hago presente la Resurrección de Cristo en el mundo cuando...

122
DOCUMENTO 6

LA HISTORIA DEL SALMÓN

¿Habéis visto alguna vez a los salmones saltando río arriba? Realizan un viaje contracorriente
increíble, que todavía no terminan de explicarse los científicos.
El salmón nace en el río y permanece en agua dulce mientras es alevín. Cuando llega a su juventud, baja
hasta el mar, donde vive y llega a su madurez.
Cuando se acerca la época de la reproducción, emprende el camino de vuelta, volviendo exactamente al
lugar donde nació. Es un viaje muy duro. Centenares de kilómetros, llenos de dificultades, de rápidos y
cascadas. Tiene que liberarse de las plantas acuáticas que intentan retenerlo. ¡Y si sólo fuera eso! Lo
peor es que el salmón se encuentra en el río con muchos peces, compañeros, que se dejan arrastrar por la
corriente y que le dicen:
—Ven con nosotros. En el mar se está muy bien. ¿Qué quieres hacer allá arriba? Y otros gritan:

—No subas más arriba, ¡hay peces que atacan!


Y así es. Mirando hacia adelante, el salmón puede ver como hay salmones heridos por las mordeduras;
incluso algunos despedazados totalmente por los osos.
Entonces comienza a dudar y piensa:
—No puedo más. Me quedaría a descansar un rato allá, donde parece que el agua se remansa. Ya
continuaré cuando haya recuperado las fuerzas.
Pero al mismo tiempo, escucha una voz interior que le empuja:
—Salmón, ¡no te dejes llevar por lo fácil! ¡Continúa tu viaje con los compañeros que luchan a tu lado! O
sigues río arriba o la corriente te arrastrará hacia abajo. No hay otra alternativa: ¡o río arriba o hacia el
mar!
Parece que los salmones no comen nada, una vez que han comenzado su ascensión, río arriba. Sólo el
instinto les da fuerzas para luchar contra la corriente.
No todos llegan a la meta: muchos mueren exhaustos durante su titánico viaje. Al llegar al lugar de su
nacimiento, las hembras ponen los huevos y los machos los fecundan.
Entonces, agotados, ya pueden morir. Ya han logrado ser fecundos.

123
Testigos de Jesús.
Convivencia

RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos el tema?


Los jóvenes cristianos no tienen dificultad para interesarse por la persona de Jesús y
admirar su mensaje y obras. Incluso, un 70%, con intensidades distintas, están de
acuerdo con que Dios existe y se ha dado a conocer en la persona de Jesucristo (Cfr.
Fundación Santa María, Jóvenes españoles '94, SM, Madrid 1994, pp. 141-183).
Aunque sólo un 35% de los católicos practicantes confiesan que las convicciones
religiosas influyen en «lo que quieren hacer en su vida» (Ídem, 166).
Los jóvenes de nuestros grupos van descubriendo poco a poco la centralidad de Cristo
en el camino de la fe, por encima de otros aspectos y manifestaciones más periféricas;
pero no está tan clara su convicción de presentarse como testigos de Cristo en los
ambientes en que se desarrolla su vida.
Estos datos y otros muchos, que ya conoces por tu experiencia de animador o
animadora, hacen necesario concluir este bloque temático sobre la persona de Jesús con
la reflexión sobre el testimonio cristiano. No basta aceptar a Jesús, conocerlo y seguirlo;
hay que orientar este seguimiento en una dirección determinada y ante personas y
ambientes concretos. Se trata en el fondo de ser testigos de Jesús, de ser significativos
como cristianos aquí y ahora.
Esta convivencia ayuda también a abordar adecuadamente los temas siguientes sobre el
análisis evangélico de las estructuras y el compromiso social del cristiano. Queremos
que sea una luz que ilumina el camino para comprometerse, línea fuerza del III Nivel
de Jóvenes.

2. ¿Qué capacidades desarrolla?

i-> Dar razón de la propia fe


— Conocimiento de los contenidos esenciales de la fe cristiana.
— Lectura e interpretación de los acontecimientos del entorno socio-cultural desde
la persona de Jesucristo y los valores del Evangelio.
— Aceptación de la fuerza transformadora de la Buena Noticia de Jesús para hacer
realidad una nueva cultura.
— Una fe en relación íntima con la vida y la cultura.

124
C> Vivir los valores del Evangelio
— Descubrimiento progresivo del proyecto y de la utopía de Jesús sobre la persona
humana y la historia.
— Encuentro con Cristo vivo en la vida y en la historia. Vivir el misterio de la
Encamación como seguimiento de Cristo, el Señor de la Vida.
— Elaboración del propio proyecto de vida en favor de los pobres y marginados.
i-> Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad
— Comunicación de los propios dones con generosidad y disponibilidad.
— Visión de la vida como vocación y misión, en las tareas y actividades que se
llevan a cabo.
— Colaboración con los demás en la solución de los problemas y necesidades del
propio ambiente, como opción de la propia fe.

3. ¿Qué objetivos pretende?


C> Dar razón de la propia fe ante los retos de la cultura actual en el diálogo fe-cultura
(Obj. 6).
O Encontrarse con Cristo en la vida de las personas y en los acontecimientos sociales
(Cfr. Obj. 7).
i-> Especificar en el proyecto personal de vida las actitudes y comportamientos
evangélicos del darse, compartir y servir (Obj. 9).
O Conocer en profundidad la realidad y la problemática social, sus causas y sus
consecuencias, especialmente las de los más pobres (Obj. 16).
i-> Colaborar en la transformación evangélica del propio ambiente —estudio, trabajo,
familia, barrio— mediante compromisos de voluntariado graduales y estables (Obj.
18).

4. ¿Cuáles son sus contenidos fundamentales?


Conceptos

— Testigos de Cristo de palabra y obra.


— Mediadores de Cristo para la construcción del Reino de Dios.
— La Salvación cristiana: Ya, pero todavía no. Salvación personal y de la historia:
manifestaciones.
— Las últimas realidades del cristiano: la muerte cristiana y su sentido. La esperanza
cristiana cumplida: los cielos nuevos y la tierra nueva.
Procedimientos
— Verificación de diferentes formas de ser testigos de Jesús.
— Análisis del propio testimonio de fe en el ambiente en que se vive.
— Diseño de un posible proyecto de Dios sobre el propio barrio y ambiente pastoral,
etc.
— Participación en diversos compromisos, por ejemplo, campañas, proyectos de
solidaridad.
Valores

— Necesidad y urgencia del compromiso como signo del seguimiento de Cristo.


— Importancia de la fe en el planteamiento de la vida.
— Alegría de ser cristiano en la sociedad actual.

5. Conexiones con otros temas


— El compromiso social del cristiano. Seguir a Jesucristo es ser como él, sensible y
solidario ante las necesidades ajenas (Bloque temático 4).
— Análisis evangélico de las estructuras (Bloque temático 3).
— La Confirmación. Momento de participación adulta en la vida y misión de la
Comunidad Cristiana (Bloque temático 6).

6. ¿Qué debes tener en cuenta?


Aspectos metodológicos

Las reuniones anteriores han ayudado a los destinatarios a descubrir el significado del
encuentro y seguimiento de Cristo. Ahora en la convivencia queremos que los
participantes se planteen con mayor seriedad la manera concreta de ser testigos de
Jesús. Por eso hay que ayudarles a vencer la tentación de quedarse en un discurso
meramente teórico, y perfilar las formas y circunstancias en que quieren vivir este
testimonio, y enriquecer el proyecto personal de vida desde esta perspectiva.
También es el momento de implicarse de forma más estable en asociaciones y
proyectos de compromiso y voluntariado, como un cauce normal parea ser testigos de
Jesús. Por eso el animador o animadora estimule a aquellos miembros del propio grupo
que todavía no han hecho nada en este sentido. Es una buena ocasión para el diálogo
personal en algún momento de la convivencia.

Materiales que necesitarás

— Documentos
— Papel mural continuo
— Lo necesario para las celebraciones de la Reconciliación y la Eucaristía.

Temporalización
La convivencia está pensada para un fin de semana. Por ejemplo, desde el vier-nes-
noche o el sábado-mañana hasta el domingo, después de comer.
Proponemos la siguiente distribución de tiempos y sesiones.
PRIMER Pisando tierra (Testigos de Jesús: no es oro todo lo que
DÍA reluce)
MAÑANA — Acogida (Documento 1).
— Experiencia de análisis y profündización:
Tipología de testigos (Documento 2).
— Experiencia de personalización: Unos testigos cercanos
(Mesa redonda).
Abriendo horizontes / Novedad (La calidad de mi
testimonio cristiano)
TARDE — Acogida.
— Experiencia de personalización:
¿Soy testigo de Jesús? ¿En qué se nota? (Documento 3).
— Haciendo síntesis.
Novedad / Las palabras no bastan (El testigo de Jesús, de
conversión en conversión)
— Acogida.
— Celebración de la Reconciliación.

— Velada festiva.

Las palabras no bastan (Con unos signos que hablen...)


NOCHE — Acogida.
— Experiencia de personalización:
SEGUNDO Jesucristo en nuestro proyecto de vida (Documento 4).
DÍA — Haciendo síntesis.
MAÑANA — Eucaristía.

Evaluando
DESARROLLO DEL TEMA
Pisando tierra
Testigos de Jesús: No es oro todo lo que reluce
DÍA
PRIMERO
En este primer momento de la convivencia invitamos a los participantes a hacer un análisis
crítico de su entender y vivir el testimonio cristiano, y de otras maneras de ser testigos de
Jesús que existen a su alrededor.
Lo hacemos mediante el análisis de una tipología de testigos, y de una mesa redonda con
cristianos y cristianas cercanos a su vida.

127
1. ACOGIDA
Materiales: Cómic ampliado del documento 1.
Los participantes se reúnen en la sala o lugar asignado para el gran grupo. Previamente se
ha ambientado el lugar con el título del tema: Testigos de Jesús, escrito en un gran cartel
También puede colocarse un mural con algunos de los materiales empleados en las
reuniones anteriores, los que tengan mayor calidad.
El coordinador o coordinadora de la convivencia da la bienvenida a todos y presenta el
contenido de la misma. Para romper el hielo, se inicia una sencilla lluvia de ideas sobre la
palabra testigo. Puede hacerse de diferentes formas:
— Mediante la narración breve de algún acontecimiento o suceso del que haya sido testigo
algún participante.
— Buscando el significado de la palabra en un diccionario.
— Un listado de frases habituales donde salga la palabra testigo con significados distintos.
No olvidar alguna frase del Nuevo Testamento, referida a la experiencia de los
apóstoles sobre Jesús.
Después entre todos hacen una primera síntesis de los elementos inherentes a ser testigo de
algo o de alguien. Mientras están en ello, salen dos jóvenes llevando un mural con el cómic
del documento 1 y lo colocan en la pared. Conviene que las viñetas se amplíen
suficientemente para que puedan verse fácilmente, paseando por la sala.
A continuación, el animador o animadora hace referencia al mural, e invita al grupo a
analizar y profundizar las diferentes formas como se vive el testimonio cristiano en el
propio ambiente.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
Tipología de testigos
Materiales: Documento 2.

A continuación, se reúnen en pequeño grupo, procurando que se mezclen los participantes


de los diferentes lugares de origen. Y se reúnen con el animador o animadora respectivo
para iniciar el trabajo.
El animador o animadora propone al grupo analizar las diferentes maneras de vivir como
cristianos o cristianas que se ven en el propio ambiente, y valorar cuáles se pueden
considerar como auténticos testigos de Jesús.
Proponemos dar los siguientes pasos:
— Dos miembros del grupo analizan durante unos minutos el cómic del documento 1,
colocado en el mural, y a continuación explican su contenido al grupo.
— A continuación, se entrega a cada uno el documento 2, con algunos perfiles del testigo
de Jesús, según el Evangelio. Cada uno lo lee personalmente y lo comentan después
entre todos. El animador o animadora interviene para clarificar, completar, iluminar
situaciones personales, etc.
— A la luz del documento anterior, Testigos, al servicio del Reino de Dios, hacen un
listado de diferentes formas de vivir como cristianos, que cada uno conoce

128
personalmente en el propio ambiente. El animador o animadora esté atento para que
aparezcan todos los tipos de cristianos y cristianas que se pueden ver en el propio
pueblo, barrio o ciudad, en torno a la parroquia. Aunque se haga caricatura, conviene
perfilar esta tipología de cristianos, con detalles concretos de cómo cada uno se
presenta como testigo de Jesús. En las páginas 29-30 del libro Guía del animador,
presentamos algunos de estos tipos de cristianos o cristianas.
3. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN E INTERIORIZACIÓN
Mesa redonda
Después del descanso de media mañana, se inicia una mesa redonda con algunas personas,
que sean testigos significativos de seguimiento de Jesús. Si alguna persona elegida no
puede asistir, se puede hacer presente por medio de una grabación.
El equipo de animadores procure que los testimonios sean distintos y con garra para los
jóvenes: personas que trabajan en diferentes ambientes y con opciones de vida distintos.
A cada persona invitada se le conceden 10 minutos para comunicar, a grandes trazos, su
experiencia en este reto de ser testigos de Jesús. Principalmente:
— El proceso seguido como cristianos o cristianas.
— Características del ambiente o destinatarios con los que trabajan.
— Dificultades que experimentan, y qué les ayuda a superarlas.
— Alguna recomendación a los participantes en la convivencia para progresar como
testigos de Jesús.
Acabadas las intervenciones, se inicia una ronda de aclaraciones y preguntas por parte de
los jóvenes.
Abriendo horizontes
Novedad
La calidad de mi testimonio cristiano
Hasta ahora hemos ayudado a los participantes a descubrir el contenido de ser testigos de
Jesús, y su significado en el camino de la fe. En la mesa redonda han tenido oportunidad de
descubrir algunos testigos cercanos a su vida.
Ahora queremos que los jóvenes se sitúen ante su propia experiencia de seguidores de
Jesús y evalúen críticamente la calidad de su testimonio cristiano. Después ofrecemos la
oportunidad de celebrar el sacramento de la Reconciliación.

129
1. ACOGIDA

Después de comer, y tras un tiempo de descanso, se reúnen todos en la sala de gran grupo.
La sala continúa ambientada con el cómic del documento 1. Mientras se congregan los
participantes, se pone música ambiental con alguna canción sobre Jesucristo. Por ejemplo,
Libertador de Nazaret (C. ERDOZÁIN), Jesús está entre nosotros (J.M. CUBELLES), u otros
adecuados al tema.
Una vez reunidos, el animador o animadora relaciona el contenido del cómic y los
testimonios escuchados en la mesa redonda de la mañana, y se dirige a los partici pantes con
éstas o parecidas palabras:
Llevamos y a bastantes días tratando el tema de Jesús en nuestros grupos de origen. Y no
digamos si pensamos en el Itinerario que hemos recorrido basta hoy. ¡Quién nos iba a
decir que daría para tanto! Pues sí. Lo que pasa es que estamos muy acostumbrados a
quedarnos en la superficie, en la cascara de las personas y de los acontecimientos, y
enseguida nos damos por satisfechos con lo primero que conocemos de la gente y las
valoraciones que hacemos de su vida. Y con la persona de Jesucristo nos puede suceder lo
mismo. Como ya llevamos tanto tiempo hablando de él, creemos que su persona y mensaje
tienen y a poco que ofrecernos.
Pero esta mañana hemos descubierto que no se trata sólo de «saber» más cosas de él, sino
de hacer una opción seria por él, y ser sus testigos en la sociedad actual; un reto nada
fácil, dados los tiempos que corren.
Os invito a situarnos personalmente ante Jesucristo y evaluar crítica y sinceramente
nuestra vida como seguidores y testigos suyos. Es normal que dejemos bastante que desear.
No faltaría más. Jesucristo resuena y nos convoca deformas distintas según vamos
creciendo y nos situamos en la vida. Si no fuera así, con lo que nos dijeron en la primera
comunión ya tendríamos bastante. Por desgracia, existe gente que piensa de ese modo y
continúan siendo niños en la fe, sin crecer nunca.
2. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN
¿Soy testigo de Jesús? ¿En qué se nota?
Materiales: Documentos-
Se reparte a cada participante el documento 3- Su contenido ayuda a confrontar la propia
vida con el tipo de persona que Jesús quiere para sus seguidores: el que vi ve al servicio al
Reino de Dios. El documento ayuda a los participantes a evaluar la propia vida desde el
contenido del documento 2.
Cada uno busca un lugar donde pueda reflexionar personalmente y con tranquilidad.
Los animadores y animadoras colaboran para crear el clima adecuado de silencio y de
reflexión, y se prestan para hablar personalmente con aquellos jóvenes que lo deseen.
i. HACIENDO SÍNTESIS

Acabado el trabajo personal, se reúnen en pequeño grupo, y ponen en común la


experiencia de la reflexión personal. Conviene crear el clima adecuado para que

•30
cada uno comunique las conclusiones que ha sacado sobre la calidad de su testimonio
cristiano.
Concluido el diálogo, entre todos intentan hacer una recomendación a cada uno de los tipos
de testigos, enumerados por la mañana, teniendo en cuenta el contenido del documento 2 y
la evaluación personal a partir del documento 3-
Y como síntesis, cada grupo expresa, en dos o tres frases o por medio de un dibujo o
expresión corporal, qué es lo esencial del auténtico testigo de Jesús.
Novedad

Las palabras no bastan


El testigo de Jesús, de conversión en conversión

Concluimos la reflexión del día invitando a los participantes a celebrar la propia historia de
fidelidad o infidelidad al Reino de Dios en el marco de una celebración penitencial.

1. ACOGIDA

Al final de la tarde, y después de un tiempo de descanso, se reúnen todos los participantes


en la sala de gran grupo. Cada grupo comunica las conclusiones sobre el auténtico testigo
de Jesús, con la dinámica elegida para ello.
Acabada la exposición de los grupos, el coordinador o coordinadora del día hace una breve
síntesis de las comunicaciones, resaltando aquellos aspectos que ayuden a los participantes
a entroncar con la celebración de la Reconciliación.

2. CELEBRACIÓN DE LA RECONCILIACIÓN

La celebración del sacramento de la Reconciliación ha de ser una experiencia profunda y


también emotiva; por eso hay que prepararla y motivarla bien en relación con lo
reflexionado y vivido a la lo largo del bloque temático.
Ofrecemos, a continuación, un esquema orientativo de la celebración.
a) Ambientación. En la sala de la celebración se colocan previamente los materiales más
significativos trabajados por los grupos durante el desarrollo del bloque temático. En
concreto:
— Un mural, colocado en el suelo, con un póster de Jesucristo, y alrededor dos círculos
concéntricos.
Dentro del primer círculo las palabras: conversión, interés, curiosidad, rutina,
sentimentalismo, racionalismo.
Dentro del segundo círculo las palabras: admírador/a, simpatizante, partidario/a,
seguídor/a.

131
— El cómic del documento 1.
A medida que entran los participantes se distribuyen tarjetas —del tamaño de media
cuartilla—, con la frase Testigo de Jesús, escrita en cada una con un color diferente; bastan
cinco colores. Puede ponerse también música ambiental, por ejemplo, una de las canciones,
relacionadas con el tema, propuestas anteriormente.
b) Introducción. Un animador o animadora —o también uno de los participantes,
previamente preparado— introduce la celebración, destacando las siguientes ideas:
— A lo largo del Bloque temático sobre Jesucristo, hemos anali2ado distintas formas de
vivir como testigos de Jesús, a la luz del significado del Reino de Dios. Y hemos
descubierto que no todas estas formas son las más adecuadas para un seguidor o
seguidora de Jesucristo.
— Ser testigo auténtico de Jesús no es cuestión de un día o de un tiempo especial, sino que
es una forma concreta de vivir durante toda la vida.
— Y todos sabemos, y lo hemos comunicado estos días pasados, que vivir como auténtico
testigo de Jesús en nuestra sociedad supone remar contra corriente.
— Es bueno que reconozcamos que no siempre lo hacemos y nos dejamos arrastrar por el
ambiente. Porque eso significa que Jesucristo sigue convocándonos a ser mejores
testigos suyos.
— Os invito a reconocerlo en esta celebración penitencial, y encontrarnos una vez más con
el amor de Dios Padre y con el estilo de vida que nos ha dejado en Jesucristo.
c) Canto. Vengo ante tí, mi Señor, u otro de tipo penitencial, relacionado con el tema.
d) Saludo y oración del presbítero.
e) Palabra de Dios. Proponemos las siguientes lecturas:
— Hech 4, 1-22. Testimonio de Pedro y Juan ante el Sanedrín.
— Le 9, 43-50: Actitud fundamental del testigo de Jesús.
f) Breve homilía. El sacerdote presenta brevemente el mensaje de las lecturas sobre el
contenido del testimonio cristiano. Una forma de hacerlo es relacionar las lecturas con las
distintas actitudes ante Jesucristo, reflejadas en las palabras escritas en el mural.
g) Revisión de la propia vida. A continuación se invita a cada uno a retomar la reflexión
personal sobre el documento 3, y a expresar por escrito en la cartulina entregada a la
entrada una síntesis de la propia situación como testigo de Jesús.
h) Petición de perdón. Acabada la reflexión personal, se pide perdón, de forma
espontánea, en torno a lo que cada uno ha escrito en la tarjeta. A cada dos peticiones se
contesta con un estribillo penitencial cantado. Al mismo tiempo que se pide perdón, cada
uno libremente coloca la propia tarjeta en torno a la palabra-actitud escrita en el mural que
mejor refleje la propia actitud ante Jesucristo.
i) Confesiones individuales. A continuación se invita a los participantes a presentarse a los
sacerdotes para recibir personalmente el perdón. Y como signo, ca-
da uno toma la propia tarjeta del lugar en que estaba, y la coloca ahora en torno al póster de
Jesús, de modo que se vea la frase escrita Testigo de Jesús.
j) Gesto de paz. Acabado el tiempo de las confesiones individuales se hace el gesto de la
pa2.
k) Bendición del presbítero. 1) Canto
de despedida.
3. VELADA FESTIVA

La Reconciliación supone un encuentro renovado con Dios Padre, que redunda en la mayor
calidad de nuestro testimonio como seguidores de Jesús. Vale la pena celebrar también este
encuentro en el clima festivo de una velada, donde no falten el buen humor, los cantos, unos
refrescos y pastas, y todo lo que sugiera la creatividad de los participantes.
Las palabras no bastan
Con unos signos que hablen...

En este segundo día de la convivencia invitamos a los participantes a releer su proyecto de


vida desde lo reflexionado y vivido a lo largo de todo el bloque temático.
El trabajo de ayer contribuyó a descubrir aspectos nuevos sobre el contenido del testimonio
cristiano, qué significa ser testigos de Jesús. Hoy ayudamos a los jóvenes a introducir esta
novedad en dicho proyecto. El trabajo de la mañana se desarrolla por grupos de origen.

1. ACOGIDA

Se puede iniciar el trabajo con un momento de oración, después de levantarse y antes del
desayuno. Ofrecemos dos alternativas, según la convivencia se haga al aire libre o en un
lugar cerrado.
a) En caso de hacerlo al aire libre, se inicia la oración con el canto, Tu reino es vida (M.
MANZANO). Se reparte a cada uno la letra y se ofrece a los participantes la oportunidad de
pasear en silencio por los alrededores, y meditar el contenido de la canción; en concreto,
cómo están viviendo en este momento de su vida los frutos del Reino, indicados en este
salmo: vida, verdad, justicia, paz, gracia, amor.
Pasado un tiempo, se reúnen ya en grupos de origen y comunican la experiencia,
terminando con el Padrenuestro o un oración espontánea de acción de gracias a Dios.
b) En el caso de que se haga en un local cerrado, se inicia también con el mismo canto. A
medida que se van cantando las dos primeras estrofas, salen varios participantes llevando
escritos en otros tantos carteles, los frutos del Reino indicados en el apartado a). Se ponen
delante del gran grupo, y se invita a todos a hacer un mo-

133
mentó de reflexión-oración personal sobre dichas palabras. Se pone una música ambiental
que ayude a la interiorización.
Pasados unos minutos, se invita a hacer oraciones espontáneas; y cada dos oraciones se
intercala el verso del canto, Venga a nosotros tu Reino, Señor.
2. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN
Jesucristo en nuestro proyecto de vida
Materiales: Documento 4.
Después del desayuno se reúnen en gran grupo para iniciar el trabajo de la mañana. El
animador o animadora propone a los participantes retomar el proyecto de vida, trabajado en
el bloque anterior, y leerlo de nuevo a la luz de los nuevos datos y vivencias sobre el tema
de Jesucristo. Lo puede hacer con estas o parecidas palabras:
Con esta convivencia concluimos el bloque temático sobre Jesucristo. Han sido muchos
días de reflexión y vivencias en torno a este tema; y creo sinceramente que nos han
ayudado a todos a descubrir la centralidad de Cristo en nuestro camino de fe. Pero como
sucede con tantas cosas, corremos el peligro de que todo ello se quede en mero dato
teórico, incorporado a lo que ya sabíamos anteriormente sobre la persona y mensaje de
Jesús.
Ser testigo de Jesús es una experiencia global de vida, que afecta a todas las di mensiones
de nuestra existencia: manera de pensar, sentimientos, valoración que hacemos de las
personas y de los acontecimientos, valores, actitudes y comportamientos, etc. Y no es flor
de un día, como se suele decir, ni una experiencia de un momento concreto, sino una forma
o estilo de vivir
Por eso vale la pena revisar continuamente nuestro proyecto de vida y verificar si está
cerca o lejos del proyecto de vida propuesto por Jesús. En el bloque anterior nos hemos
acercado ya a nuestro proyecto de vida. Os invito a retomarlo de nuevo, por si veis
necesario introducir algún aspecto nuevo que habéis descubierto al final de este bloque
temático.
A continuación se entrega a cada participante el documento 4, para trabajarlo per-
sonalmente. Conviene crear el clima adecuado para que cada uno pueda hacerlo con
serenidad y calma.
3. HACIENDO SÍNTESIS

Acabado el trabajo personal se reúnen en grupos de origen y se ponen en común las


respuestas indicadas en el documento, sobre todos los aspectos nuevos incorporados al
propio proyecto de vida. Seguidamente preparan entre todos un breve manifiesto que
exprese por qué es importante que Cristo ocupe un lugar céntrico en la propia vida, para
comunicarlo en la introducción de la Eucaristía; y un deta-lle-signo para el momento de las
ofrendas.
El animador o animadora invita a hacerlo con creatividad.

154
4. CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA

Al terminar la reunión de grupos de origen, se hace un descanso y se prepara lo necesario


para la Eucaristía. Indicamos algunos momentos que conviene resaltar:
a) Ambientacíón. En la sala de la celebración se colocan los materiales trabajados a lo
largo del bloque, destacando entre ellos un cartel con el título, Cristo, en el centro de mi
vida.
b) Introducción. Para motivar la celebración, cada grupo comunica al resto de participantes
el manifiesto elaborado anteriormente.
c) Palabra de Dios. Proponemos las siguientes lecturas:
— Flp 3,2-16: Pablo se sincera con los cristianos de Filipos, narrando una vez más su
experiencia de encuentro con Cristo y las consecuencias de ello en su vida.
— Mt 9,35-10,4: Elección y envío de los apóstoles. La primera condición para ser testigo
de Jesús es la conciencia de ser elegido y enviado para trabajar por el Reino.
d) Homilía. Se resalta el significado de ambas lecturas: Somos elegidos para trabajar por el
Reino, pero esto conlleva a hacer opciones serias por Cristo. Opciones que han de
manifestarse en la vida diaria.
e) Signo en la presentación de las ofrendas. Cada grupo de origen presenta el detalle-
signo preparado anteriormente.
f) Plegaria eucarística. Se escoge una plegaria relacionada con el tema, por ejemplo, la
plegaria V / b (Jesús, nuestro camino), y se introduce alguna aclamación que permita la
intervención de todos los participantes,
h) Acción de gracias. Después de la comunión, el animador o animadora responsable de la
convivencia destaca la importancia de ser agradecidos por el don de la fe y la
responsabilidad en la construcción del Reino; e invita a dar gracias de forma espontánea,
por todo lo reflexionado y vivido a lo largo del bloque temático.
Evaluando
La evaluación de la convivencia se hace después de la comida, antes de despedirse. Se
puede hacer en gran grupo, expresando opiniones y valoraciones espontáneas;
o por medio de una sencilla encuesta. En este caso, junto a preguntas sobre la organización
y funcionamiento extemo, debería haber otras de tipo personal para detectar si se han
cumplido los objetivos de la convivencia, dentro del bloque temático.
También es necesario evaluar todo el bloque temático. No es conveniente hacerlo en la
convivencia. Lo mejor es dejarlo para la próxima reunión de grupo.
En dicha evaluación se tiene en cuenta si los miembros del grupo han avanzado en estos
ámbitos:

135
a) Ideas y conceptos. Ver si los participantes conocen con mayor profundidad el contenido
y significado del encuentro con Cristo y el testimonio cristiano. Puede detectarse:
— Completando frases como éstas:
• De todo lo que hemos oído y dicho, a mí me ha hecho pensar...
• Ahora me doy cuenta de que ser «testigo de Jesús» implica...
• Todavía no tengo claro...
— Haciendo un acróstico sobre la frase «Testigo de Jesús».
b) Celebraciones. Analizar si los destinatarios han crecido en la capacidad de rezar
personalmente, y si en la oración está presente la persona de Jesucristo y la construcción
del Reino.
c) Compromisos. Comprobar si los miembros del grupo han incorporado al proyecto
personal de vida formas concretas de vivir como testigos de Jesús.

EVALUACIÓN DE LOS ANIMADORES

Para evaluar este bloque temático por parte del equipo de animadores, proponemos los
siguientes indicadores:
Cada animador o animadora evalúe:
— La preparación de los distintos materiales.
— Su propia interiorización del tema y el grado de su propia implicación en el trabajo
personal y de grupo.
— La cercanía y relación personal con los miembros del grupo.
— La disponibilidad mostrada para el diálogo personal con cada joven.
Como equipo de animadores, fijarse en:
— El grado de profundidad con que los jóvenes han abordado su vida.
— La capacidad de comunicación e interacción dentro del grupo; si se ha visto una
evolución.
— La motivación e ilusión a la hora de incorporar al Proyecto de vida los aspectos nuevos
descubiertos en este bloque temático.
— En qué medida se nota mayor profundidad en los compromisos que van asumiendo los
miembros del grupo
DOCUMENTO 1
DOCUMENTO 2

TESTIGOS, AL SERVICIO DEL REINO DE DIOS

> Lee personalmente el documento. Subraya aquello que más te


llame la atención o que no entiendas. Puedes hablar con el animador
o animadora para clarificarlo.
La causa principal de la crisis de fe entre los cris- conciliarse o crear una relación más profunda, sino
tianos es no vivir desde el proyecto de Jesús, es para olvidarse del otro o incluso para manifestar
decir, lo que Jesús quería para sus seguidores. desprecio hacia él.
Desde el principio, Jesús habla de.\Amor como El verdadero amor es de iguales, de amigos, de
síntesis de su mensaje. Enseña con palabras y compañeros: es comunión. Jesús habla de un amor
obras la actitud de amor al prójimo y a los que crea fraternidad. Jesús viene a formar un
enemigos. Jesús corrige a los judíos proclamando grupo en el que nadie es más que el otro. Todos
un amor universal. No propone, como ellos son iguales; sólo hay diferencias en los servicios
esperaban, un amor a la propia familia, a la casta que cada uno presta a la comunidad, a la Iglesia.
o a los privilegiados de la sociedad. Jesús
propone un proyecto de fraternidad para toda la
humanidad. El objetivo es una humanidad La causa de Jesús: el Reino de Dios
reconciliada, haciendo del mundo una gran
familia, una gran fraternidad. En principio, Jesús no se predicó a sí mismo ni a la
Para ello propone el amor al prójimo, el amor al Iglesia, sino que habló del Reino de Dios.
necesitado que nos encontramos en el camino. El Reino de Dios es la realización de la utopía
Basta recordar la parábola del Buen Samaritano. fundamental del corazón humano, de la total
Propone también el amor a los enemigos: «Amad transfiguración de este mundo, libre de todo lo que
a vuestros enemigos y rezad por los que os persi- lo aliena, como pueden ser el pecado, el dolor, la
guen; así seréis hijos de vuestro Padre del Cielo, división y la muerte. Jesús viene y anuncia:
que hace salir el sol sobre malos y buenos, y man- "Se acabó el tiempo de espera. ¡El Reino está
da la lluvia sobre justos e injustos» (Mt 5,43-45). cerca!" (Me 1,15).
Sin embargo la misericordia, el perdón y el amor No sólo promete esa nueva realidad, sino que co-
al enemigo, se pueden quedar a mitad de camino. mienza ya a realizarla y a mostrarla como un
El amor al prójimo puede caer en e\patemalismo. hecho posible en este mundo. No vino, por
Un amor paternalista: consiguiente, a alienar al hombre y a transportarlo
a otro mundo. Vino a confirmar una buena noticia:
— No hace iguales a las personas, sino que subra- este mundo siniestro tendrá un fin bueno, humano
ya las diferencias, la distancia. y divino.
— Gratifica, complace al paternalista, pero humi- Conviene señalar algunas concepciones falsas del
lla al otro. Reino de Dios que nos pueden conducir a defor-
— No es gratuito, se cobra en forma de autocom- mar totalmente el sentido del mensaje y la actua-
placencia. ción de Jesús.
— No se da con generosidad, sino con tacañería.
— En la sociedad competitiva, el hacer favores Q Dios interviene en la historia de los hombres
acentúa las diferencias.
El amor a los enemigos se puede practicar tam- La expresión tan frecuente en boca de Jesús de
bién con un estilo de perdonavidas: no para re Reino de Dios tenía un significado distinto al que
puede evocar la palabra reino en nuestra cultura.
No posee un significado estático, espacial, como
141
si designara un territorio, un lugar en donde reina ro el proceso del Reino de Dios, el crecimiento, la
Dios. Se trata de un concepto dinámico y designa lucha por el Reino, tienen lugar ahora, entre los
la actuación real de Dios. De ahí que la expresión hombres, en el seno de la sociedad humana.
Reino de Dios deba traducirse mejor al castellano Es totalmente falso entender el mensaje de Jesús
como Reinado de Dios. como una llamada a vivir esta vida haciendo méri-
Cuando Jesús habla del Reino de Dios, está ha- tos para alcanzar un día el Reino de los Cielos.
blando de la acción de Dios, que interviene en la Esta visión de la fe cristiana es paralizadora y
historia de los hombres y la lleva hacia una meta contraria a la dinámica que Jesús quiere introducir
de plenitud y de sentido. en la historia de los hombres. A partir de una
El Reino de Dios que anuncia Jesús es subversi- concepción ultramundana del Reino de Dios, fá-
vo, en el sentido de que supone siempre una ame- cilmente se reduce la fe cristiana a unos actos re-
naza para todo orden establecido y una llamada ligiosos y a unas prácticas que le preparan al indi-
constante al cambio y a la transformación en fa- viduo para el Cielo, pero que están al margen de la
vor de los oprimidos. Dios reina, pero lo hace pa- vida, las luchas y los afanes de la existencia.
ra transformar nuestra historia, ir suprimiendo las Entonces, se pierde el valor de esta vida terrestre y
diversas injusticias e ir impulsando a los hombres ya no se entiende la historia como camino de li-
hacia el fin de toda opresión. beración y de justicia, donde el Reino se anuncia y
Lucas en su Evangelio ha puesto en boca de Ma- se realiza inicialmente.
ría el cántico del Magníficat, que recoge muy Este mundo no es una sala de espera del Reino de
bien la predicación profética sobre el Reino de Dios. Ni tampoco el Reino de Dios mismo. Pero es
Dios y anticipa exactamente el mensaje de Jesús: el campo de batalla y el solar de construcción del
"El hace proezas con su brazo: dispersa a los Reino que viene del mismo Dios a la tierra.
soberbios de corazón, derriba del trono a los Cuando rezamos: Venga a nosotros tu Reino, pedi-
poderosos y enaltece a los humildes, a los mos que el futuro de Dios se vaya haciendo reali-
hambrientos los colma de bienes y a los ricos los dad entre nosotros, que la justicia del Reino de
despide vacíos" (Le 1,51-53). Dios se vaya realizando ya desde ahora
Cuando Jesús anuncia que el Reino de Dios está No hemos entendido a Jesús si no nos sentimos
cerca, quiere decir que una transformación pro- llamados desde ahora a entrar en un proceso de
funda se va a producir, un nuevo orden de cosas cambio y transformación de la sociedad humana.
está próximo: los planes de los soberbios de cora- No hemos escuchado su mensaje, si no nos
zón serán desbaratados; los poderosos quedarán encontramos comprometidos en ninguna acción
derribados de sus tronos; los pobres se verán transformadora del mundo actual.
enaltecidos; los hambrientos se sentirán colmados
de bienes: los ricos se encontrarán vacíos. La pregunta que nos tenemos que hacer no es:
"¿Entraré un día en el Reino de los Cielos?", sino:
"¿He entrado ya en la dinámica del Reino de
Ll El Reino comienza «aquí y ahora» Dios?»

La expresión, tan frecuente en Mateo, de Reino


de los Cielos no se refiere al Cielo como lugar de Ü Una sociedad nueva
recompensa y disfrute eterno con Dios, sino que
es una expresión para designar el Reino de Dios, Jesús no habla simplemente a la intimidad de cada
evitando pronunciar el nombre divino de Yavéh. persona, sino a una comunidad que él intenta
Es necesario tener esto muy presente para no de- movilizar y poner en marcha.
formar el sentido de muchas expresiones evan- Es cierto que la llamada de Jesús está pidiendo una
gélicas (Mí 5.3.19.20; 7,21; 19,23-24). respuesta personal de cada uno. Pero la llamada de
Jesús es a entrar en la comunidad humana en que
El Reino de Dios que anuncia Jesús no es algo ul-
tramundano, que se realizará un día, en la otra vi- puede reinar Dios
da, en el más allá. Es algo que acontece ahora, Todo individualismo queda excluido. No se trata
que está ya en marcha entre nosotros (Mt 12,28; de salvar nuestra alma alcanzando así el Reino de
Le 11,20; 17,21). Es cierto que no se realizará de Dios, ni siquiera de desarrollar plenamente nuestra
forma plena y definitiva sino en el futuro de Dios. personalidad o vivir en plena armonía con
Pe

142
nuestro destino individual. Naturalmente, la con- de liberación y salvación integral que Dios ha ini-
versión al Reino de Dios conduce al hombre a su ciado ya desde ahora, a partir de Jesucristo.
liberación, a su realización personal y a su armo- No hemos entendido el mensaje de Jesús si todavía
nía. Pero la llamada de Jesús es a entrar en el vivimos en dos campos distintos y sin punto de
Reino de Dios, a realizar el Reino de Dios en me- contacto alguno entre sí: por una parte, el mundo
dio de nosotros, el Reino del Padre, que solamen- interior, de la gracia, la oración y el encuentro con
te reina en cuanto crea solidaridad, fraternidad, Dios; y, por otra, la realidad diaria de nuestra vida,
comunidad. inmersa en un contexto social, cultural, político.
No se ha entendido bien el mensaje de Jesús
cuando la preocupación última del cristiano es la
salvación de su propia alma o la realización de su -I La iglesia al servicio del Reino
propio destino.
No hemos entendido todavía el mensaje del Rei- Otra falsa interpretación del Reino ha sido el
no, si vivimos ignorando tranquilamente nuestra confundirlo con la Iglesia. Para muchos cristianos,
responsabilidad en la sociedad actual y si el Evan- entrar en la Iglesia es entrar en el Reino, ya que el
gelio no nos está llevando prácticamente a hacer Reino de Dios existe allí donde está la Iglesia,
fraternidad. Si no promuevo un estilo nuevo de Según esta concepción, el Reino de Dios se realiza
solidaridad, compartiendo mi vida con los hom- dentro de la institución eclesial, y crece y se
bres de hoy, ¿cómo puedo decir que he entrado en desarrolla en la medida en que crece y se de-
la dinámica del Reino del Padre? sarrolla la Iglesia.
Téngase en cuenta la falsa interpretación que se ha
dado a la parábola del grano de mostaza de Me
Ll El Reino no es una realidad 4,30-32.
meramente espiritual
La Iglesia es una comunidad cuya razón de ser es
Una de las deformaciones más extendidas entre continuar anunciando el Reino de Dios inaugurado
los cristianos ha sido la de considerar el Reino de en Jesús de Nazaret. La Iglesia ha de ayudar a
Dios como una realidad puramente interior y es- todos a descubrir que la existencia humana está
piritual. El Reino de Dios queda confundido con envuelta por el amor de Dios y que, solamente
el reino de la gracia interior. Dios reina en la inti- abriéndose a él, encontrará la humanidad su cen-
midad del alma humana, en el corazón de las per- tro, su identidad, su sentido y su meta. Pero la
sonas. Iglesia desvirtúa todo el sentido de su mensaje si
Durante muchos siglos ha influido en los cristia- se predica a sí misma, si habla de sí misma y para
nos la interpretación de Lucas 17,21 que han dado sí misma, si solamente busca el que los hombres la
muchos Santos Padres y también Lutero: "El reconozcan, la valoren, la aprecien. La Iglesia
Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no di- tiene que preguntarse constantemente si su men-
rán: «Vedlo aquí o allá», porque el reino de Dios saje es una buena noticia para los empobrecidos
ya está dentro de vosotros". Según esta interpre- por la injusticia, y un juicio para los poderosos y
tación, el Reino de Dios pertenece únicamente al para ella misma, pues sólo será la Iglesia de Jesús
mundo interior del hombre. La exégesis actual si está en actitud constante de conversión.
traduce así esa frase: «El Reino de Dios está en La Iglesia tiene sentido como servicio al Reino de
medio de vosotros». Dios. El Reino de Dios y su justicia es la meta úl-
Naturalmente, la conversión al Reino de Dios im- tima a la que debe tender, la causa por la que debe
plica una vida interior, pero el mensaje de Jesús trabajar, el objetivo que da sentido a todas sus
nos invita, no a la interioridad, sino a una deci- tareas, La gran tentación de la Iglesia es sentirse el
sión que compromete a toda la persona. En el centro de la historia, buscar su propia seguridad,
Reino de Dios no se entra por la intensificación organizarse en función de su propio futuro, crecer
de nuestra experiencia espiritual o por un esfuer- y desarrollarse al servicio de sus propios intereses.
zo de elevación interior hacia lo divino. Entramos Si queremos entender correctamente a Jesús, de-
en el Reino de Dios en la medida en que somos bemos ver claro que él no ha anunciado ni ha
capaces de adherirnos prácticamente al proceso querido en primer lugar la Iglesia, sino el Reino
143
de Dios. Esto no es menospreciar o desvalorizar en la que se olvida el carácter escatológico y
la realidad de la Iglesia, sino situarla en su verda- trascendente del Reinó de Dios, y se pretende
dero lugar, al servicio de la misma causa por la absolutizar una determinada situación histórica,
que Jesús vivió y murió. Desde esta perspectiva siempre pasajera y siempre necesitada de con-
tenemos que mirar, orientar y dar sentido a las versión.
estructuras eclesiales, a la organización pastoral, a El Reino de Dios no se identifica con ningún logro
los diversos ministerios, a las diferentes activi- histórico. Donde Dios actúa, siempre hay es-
dades, etc. El valor de la Iglesia reside en su ca- peranza de un futuro mejor y exigencia constante
pacidad de servicio al Reino de Dios. de cambio y conversión. La intervención de Dios
siempre pone un interrogante a todos los logros,
Q Carácter trascendente del Reino esquemas, estructuras y modelos vigentes. Donde
Dios empieza a reinar, el hombre no se encuentra
A lo largo de los siglos ha surgido con frecuencia todavía realizado, sigue buscando lo imposible.
la tentación de identificar el Reino de Dios con Camina abiertamente hacia un futuro mejor.
una determinada situación religiosa o política, Como decía un famoso teólogo: «El Reinado de
considerada como un ideal absoluto. Se trata de Dios es la revolución dentro de la revolución».
una falsa manipulación del mensaje de Jesús

144
DOCUMENTO 3

¿SOY TESTIGO DE JESÚS? ¿EN QUÉ SE NOTA?

1. Vuelve a leer el documento 2, y señala


— Con una cruz (+): las frases con las cuales te sientes identificado/a, porque las vives ya en tu vida.
— Con un guión (-): las frases de las cuales estás todavía muy lejos como testigo de Jesús.
— Con un interrogante (?): las frases que en este momento te cuesta entender o te suscitan alguna
duda.

2. Imagínate que este círculo simboliza una semana de tu vida

Indica qué parte del círculo dedicas al Reino de Dios. Dibuja la porción correspondiente.
Enumera algunas manifestaciones concretas de esta dedicación. ¿Estás satisfecho de la porción
que dedicas al Reino de Dios? ¿Qué motivos sueles decirte a ti mismo para no dedicar más
tiempo? ¿En qué ámbitos y con qué personas deberías crecer como testigo de Jesús?

145
DOCUMENTO 4

PENSANDO EN TU PROYECTO DE VIDA


1. Después de leer, escuchar y comunicar tantas cosas sobre el seguimiento de Jesús y la importancia de
ser su testigo en la sociedad actual, califica de 1 a 10 cada aspecto de la co lumna de la izquierda, según lo
estés viviendo poco o mucho. Hazlo rellenando los cuadros.

Creo que las personas son el primer


sacramento o signo de Dios.

Creo que Dios nos ama apasionadamente, a


pesar de nuestros pecados.

Descubro el rostro de Dios principalmente en


los pobres y marginados.

Creo que vale la pena entregar la vida por los


otros de forma desinteresada.

Dejo que el proyecto de Jesús trastoque mis


propios planes y proyectos.

Creo que Dios nos habla a través de los


acontecimientos de la historia.
Tengo una actitud crítica frente a todo aquello
que deshumaniza o aliena a la persona.

Colaboro para que el Reino de Dios crezca en


mi ambiente de familia, amigos, estudio,
trabajo, etc.
Tengo esperanza en el futuro del hombre y la
humanidad.

Asumo compromisos estables y graduales en


favor de los pobres y marginados.

Me siento miembro responsable dentro de la


comunidad cristiana, donde celebro y
comparto la fe.

2. Ahora observa la gráfica y de qué lado se decanta. Busca algunas motivaciones de fondo.
3. Expresa alguna conclusión de todo ello para incorporarla a tu proyecto personal de vida.

146
CRÍTICOS Y AUDACES PARA
TRAMSFORMAR LA HISTORIA
(Bloque temático 2:
Análisis evangélico de las estructuras)
RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos el tema?

Es un hecho constatado que los jóvenes tienen poco protagonismo real en la sociedad
de hoy día. Todo está demasiado hecho y programado por los adultos, que tienen el
poder y la capacidad de decisión. Tampoco es ningún secreto que los jóvenes son hoy
la principal carne de cañón de la gran máquina publicitaria, que, además de suscitar en
ellos actitudes pasivas y de consumo, va eclipsando poco a poco su capacidad crítica y
su potencial de cambio.
Los destinatarios de este nivel III de la etapa (18-19 años) tienen delante un ho rizonte
cargado de nuevas responsabilidades: pueden votar en las elecciones políticas, con
todo lo que ello significa; tienen mayoría de edad penal, etc. Pero desgraciadamente
esta responsabilidad formal no siempre va acompañada de la responsabilidad real.
Antes estas situaciones, es importante situar a los jóvenes ante la propia vida para que
descubran, una vez más, todas sus posibilidades, sean conscientes de la situación en
que viven, descubran las ideologías dominantes, sobre todo las que deshumanizan a la
persona, y tomen unas posturas concretas desde la persona y mensaje de Jesús.
Hay quien afirma que hoy, quizás como siempre, la Vida, con mayúsculas, está en
crisis, y a su Señor, Cristo Jesús, se le ve poco. Como seguidores del Resucitado, los
cristianos estamos llamados a descubrir cada día elementos de vida y esperanza en
nuestra sociedad actual: hay semillas del Señor de la Vida; el Reinado de Dios sigue
avanzando y haciéndose presente. No es tarea fácil descubrir esas semillas y hacerlas
germinar. Por eso conviene agudizar la vista, ser críticos con nuestra sociedad y con
nosotros mismos y responder con audacia a las nuevas situaciones, incluso sabiendo
que podemos equivocarnos; la audacia nunca elimina el riesgo.
En tu tarea de animación necesitas una preparación adecuada. A lo largo del bloque
temático encontrarás términos y conceptos de las ciencias sociales que no forman parte
del lenguaje ordinario de la calle. Pero, con la información adecuada y la ayuda de
otros animadores y animadoras, podrás hacer tu propia síntesis.
En este tema, acompaña al grupo y ayúdale a salir de sus seguridades; recuerda, una
vez más, a tus destinatarios que el Dios de Jesús nunca nos deja tranquilos;
continuamente nos ofrece una playa nueva, un camino inexplorado, un corazón ávido
de amar.
Ayuda también a tus destinatarios a asumir propuestas concretas relacionadas con la
solidaridad y el compromiso social, y a evaluarlas periódicamente. Es bueno verificar
cuál es el lugar social de nuestro grupo, el lugar desde donde reflexionamos y
actuamos.
El contenido de este bloque temático proporciona las claves suficientes para abordar el
tema siguiente sobre el compromiso social de cristiano.

2. ¿Qué capacidades desarrolla?


¿> Descubrir y dar sentido a la propia vida
— Conocimiento progresivo de la propia vida en todas sus dimensiones.
— Identificación de los propios deseos y esperanzas, posibilidades y limitaciones.
— Autonomía para optar libre y responsablemente.
— Lectura en profundidad de la realidad y capacidad de plantearse preguntas sobre
los acontecimientos.
— Aceptación del Misterio de Dios presente en la realidad, como llamada a salir de
sí mismo y entrar en comunión con él.
— Apertura al sentido trascendente de la vida, como encuentro con Dios en la vida
de cada día y en el ambiente.
l-> Dar razón de la propia fe
— Aceptación de los cambios culturales como lugar y reto para la vida de fe.
— Lectura en profundidad de los acontecimientos del entorno socio-cultural desde
la persona de Jesucristo y los valores del Evangelio.
— Aceptación de la fuerza transformadora de la Buena Noticia de Jesús para hacer
realidad una nueva cultura.
— Fe en relación íntima con la vida y la cultura.
O Vivir los valores del Evangelio
— Descubrimiento progresivo del proyecto y de la utopía de Jesús sobre la persona
humana y la historia.
— Encuentro con Cristo en la vida y en la historia. Vivir el misterio de la En-
camación.
— Elaboración del propio proyecto de vida según los valores evangélicos.
i-> Vivir la fe en comunidad
— Importancia de los otros en la propia vida.
— Confianza, apertura y responsabilidad hacia las personas y los acontecimientos.
O Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad
— Responsabilidad en la vida cotidiana hacia los propios deberes de estudio,
trabajo, etc.
— Visión de la vida como vocación y misión, en las tareas y actividades que se
llevan a cabo.
— Colaboración con los demás en la solución de problemas y necesidades ajenas,
como opción de la propia fe.

3. ¿Qué objetivos desarrolla?


i-> Formular los grandes interrogantes sobre la propia vida, la sociedad y el mundo, y
analizar las respuestas que ofrecen las distintas ideologías (Obj. 1).
l-> Vivir la propia autonomía personal desde el servicio a los demás (Obj. 2).
C> Dar razón de la propia fe ante los retos de la cultura actual, diálogo fe-cultu-ra
(Obj. 6).
O Experimentar a Cristo presente en los acontecimientos sociales (Cfr. Obj. 7).
O Superar la tendencia a asumir solamente los valores del ambiente cultural o aquéllos
más conformes con la propia manera de ser (Cfr. Obj. 7).
O Asumir los valores evangélicos como criterio de valoración de las estructuras (Cfr.
Obj. 8).
O Especificar en el proyecto personal de vida las actitudes y comportamientos
evangélicos del darse, compartir y servir (Obj. 9).
O Vivir el proyecto del grupo de fe como experiencia de Iglesia, donde se vive la
fraternidad y el compromiso de transformar la realidad (Obj. 11).
i-> Conocer en profundidad la realidad y la problemática social, sus causas y las
consecuencias de la propia actuación especialmente para los más pobres (Cfr. Obj.
16).
!•> Colaborar en la transformación evangélica del propio ambiente, mediante
compromisos de voluntariado graduales y estables (Cfr. Obj. 18).

4. ¿Cuáles son sus contenidos fundamentales?


Conceptos

— Las estructuras sociales: economía, política, educación-universidad, mundo laboral,


religión-Iglesias.
— Las estructuras y la persona. La persona, agente y receptor de las estructuras.
Desajuste entre persona y estructuras.
— Pecado estructural y responsabilidad personal en la humanización de las estructuras.
— Lectura cristiana de las estructuras. Posicionamiento de Jesús ante las grandes
estructuras de su tiempo.
— La Doctrina social de la Iglesia sobre los temas más importantes.
Procedimientos
— Identificación, listado y ordenación de las principales estructuras sociales según su
influencia en el tejido social.
— Análisis de los aspectos positivos y negativos para la persona derivados de estas
estructuras.
— Comparación de distintos posicionamientos personales ante las estructuras:
indiferencia, pasotismo, participación.
— Identificación de las dificultades para modificar las estructuras y búsqueda de
soluciones.
— Enumeración de las características básicas que definen el posicionamiento de Jesús
ante las estructuras de su tiempo, a partir de la lectura de los Evangelios.
— Lectura-comentario de textos escogidos que reflejen los temas fundamentales de la
Doctrina social de la Iglesia.
Valores
— Interés por el conocimiento y análisis crítico de las posibilidades y condicio-
namientos de la realidad y estructuras sociales.
— Conocer el mundo y submundo real que nos rodea.
— Responsabilidad ante el pecado estructural. Analizar el pecado de omisión.
— Sensibilidad ante la injusticia y males promovidos por las estructuras.
— Encuentro personal con las actitudes y comportamientos de Jesús.
— Estilo de vida comprometido en la construcción de estructuras más humanas.

5. Conexión con otros temas


— Análisis evangélico del entorno (Nivel 1 / Bloque temático 3) y Análisis evangélico
de la sociedad (Nivel 2 / Bloque temático 3).
— Jesús, modelo de identificación (Nivel I / Bloque temático 2); El Dios de Jesucristo
(Nivel II / Bloque temático 2) y Cristo, centro de mi vida (Nivel III / Bloque
temático 2).
— Madurez en grupo (Nivel II / Bloque temático 2).
— Formación de la conciencia (Nivel I / Bloque temático 4).
— Compromiso social del cristiano (Nivel III / Bloque temático 4).

6. ¿Qué debes tener en cuente?


Aspectos metodológicos
Al tratar el tema de las estructuras, siempre podemos quedarnos en dos extremos
igualmente estériles: rabiar inútilmente porque las estructuras nos supe-
ran o pasar de ellas ya que nada se puede hacer. Por eso es importante que ayudes a los
destinatarios a acercarse críticamente a la situación socio-cultural, superando el
fatalismo de que no pueden hacer nada para cambiar las cosas.
Insiste también en el valor profetice de nuestros gestos; es más importante lo que
hacemos que lo que pensamos. Ayuda al grupo a descubrir que con nuestras acciones o
pasividades beneficiamos o perjudicamos siempre a alguien. Desde la perspectiva
evangélica ese alguien se refiere preferentemente a los más pobres y desheredados de
la tierra.
En el desarrollo del bloque encontrarás diversos materiales; como ya sabes, no son
ninguna receta. En el equipo de animadores tendréis que seleccionar el material más
adecuado y, sobre todo, adaptarlo a la realidad de vuestros jóvenes.
Es fundamental también que los animadores estudiéis previamente el contenido central
de este bloque, presentado en el documento 6, Para vivir el Evangelio de Jesús en las
estructuras de hoy y en el documento 7, La Iglesia dice sí a la Vida para todos.
Dialogad sobre todo ello.
Materiales que necesitarás

Se indican en cada reunión.


Temporalización
Pisando tierra (Estructuras a la carta)
— Acogida.
PRIMERA — Experiencia de análisis: una definición de estructura.
REUNIÓN — Experiencia de profündización y personalización: Ésta es
nuestra materia prima (Documentos 1 y 2).
— Haciendo síntesis: ¿persona o estructura?
Abriendo horizontes (Los artesanos del café no
SEGUNDA lo toman)
REUNIÓN — Acogida.
— Experiencia de análisis y profündización: El café nunca es para
todos (Documento 3)-
— Experiencia de personalización e interiorización.
— Haciendo síntesis (Documentos 4 y 5)-
Novedad / Las palabras no bastan (¿Desde dónde me
TERCERA acerco a las estructuras?)
REUNIÓN — Acogida (Documento 6).
— Experiencia de análisis y profündización: Para ver las
estructuras desde el Evangelio de Jesús (Documentos 6 y 7).
— Haciendo síntesis:
• Personalización del tema (Documento 8).
• Celebración-Orarión.
7. Baúl de recursos

Materiales de Manos Unidas. Prestar atención a los que salen cada año. Normalmente, por
su alta calidad, pueden servir los de años anteriores.
BIBLIOGRAFÍA
LOIDI,P., Fe y justicia, programa de vida, (=Cuadernos Fe y Justicia), Ediciones EGA,
Bilbao.
MOVILIA, S., Animación de grupos en proceso. Editorial CCS, Madrid 1992.
VOPEL, K. W., Juegos de interacción para adolescentes y jóvenes (4 volúmenes),
Editorial CCS, Madrid 1995.
Comprometerse en política, en la revista «Misión Joven», julio-agosto 1994, n. 210-211.

<>3> DESARROLLO DEL TEMA


Pisando tierra
Estructuras a la carta
En esta primera reunión nos acercamos a las estructuras sociales. Intentaremos definir qué
es una estructura como creación humana, y los aspectos generales con que se presentan.
Después ayudaremos a los destinatarios a situarse ante las distintas estructuras que más
directamente les atañen, y a ordenarlas por su grado de influencia en el ambiente y vida de
las personas.
No se trata por tanto de hacer ninguna valoración, aunque el análisis conlleva ya una cierta
visión y toma de postura.
1. ACOGIDA
Materiales: Muñeco dentro de un cuadrado.

En el centro de la sala de reunión se ha colocado previamente un muñeco en el suelo, dentro


de un cuadrado, en el que está escrita la palabra estructura. Si no se tiene el muñeco, puede
dibujarse una persona dentro del cuadrado. Encima de la mesa hay también unas tarjetas
con distintas frases sobre el concepto de estructura.
El animador o animadora comenta las impresiones del bloque anterior, aspectos que han
llamado la atención sobre el tema de Jesús. A continuación, presenta el contenido de la
reunión. Haciendo referencia al muñeco, invita al grupo a acercarse a las estructuras
sociales. Para iniciar el tema, cada uno puede expresar qué le sugiere el muñeco dentro del
cuadrado.

153
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS
Una definición de «estructura»
Materiales: Tarjetas con frases sobre el concepto de estructura.
Seguidamente se reparten las tarjetas y se deja tiempo para que cada uno reflexione sobre la
frase que le ha tocado. Después se reúnen por parejas y comentan las frases asignadas.
Si este método no se considera adecuado, se pueden distribuir las frases por la sala o junto
al muñeco y se comentan libremente, tras un momento de reflexión. Se trata de manifestar
las primeras impresiones; si es necesario, se pueden aclarar algunos términos. Conviene que
en esta aclaración intervenga todo el grupo, no sólo el animador o animadora.
Proponemos las siguientes frases sobre las estructuras:
— Las estructuras sociales son fruto de acciones y relaciones humanas, repetidas a través
del tiempo.
— La estructura tiende a perpetuarse en el tiempo por sí misma, independientemente de la
consecución real del objetivo para el cual fue creada.
— Una estructura nueva es efica2, en la medida en que es asumida por los miembros del
grupo humano que la aceptan.
— La estructura en sí evita el planteamiento constante de las funciones, tareas y fines del
grupo que la forma.
— La no consecución del objetivo principal pone en crisis a la estructura.
— Las estructuras funcionan desde la ideología que las controla. Hoy la ideología
dominante es servirse a sí mismo y acumular cosas.
— Desde una perspectiva evangélica, una estructura es justa o injusta, según responda o no
a la búsqueda del bien común y tenga o no como meta hacer a las personas más
humanas.
3. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN Y PERSONALIZACIÓN
Ésta es nuestra materia prima
Materiales: Documentos 1 y 2, cartulina o papel continuo.
A continuación, el animador o animadora invita a profundizar el tema. Se entrega a cada
uno el documento 1 y se deja el tiempo necesario para trabajarlo personalmente. Después se
ponen en común las respuestas a las cuestiones propuestas y se anotan las conclusiones en
la cartulina o papel continuo. Conviene llegar a una definición de estructura y a una
primera consideración sobre si las diversas estructuras son humanizadoras o no.
Seguidamente el animador o animadora invita a personalizar la influencia de las diversas
estructuras en la propia vida y ordenarlas por orden de influencia, siguiendo la pauta
ofrecida en el documento 2. Una vez completado el documento, cada uno lo comenta con el
que tiene al lado. Es importante que unos a otros se ayuden a descubrir las estructuras que
les influyen, así como los beneficios e impedimentos que de ello se derivan. Por eso,
reunirse por parejas, pueden intercambiarse las hojas para dialogar e indicar posibles
modificaciones.

154
4. HACIENDO SÍNTESIS
Materiales: Un cartel con la frase: ¿Persona o estructura?
Se termina la reunión aclarando la relación entre persona y estructura. Es fundamental que
quede claro el concepto de estructura. Puede presentarse un cartel o simplemente escribir en
un mural o pizarra con grandes letras: «¿Persona o estructura?» Cada uno piensa la
respuesta y se ponen después en común. Conviene que participen todos los miembros del
grupo; ello permitirá al animador o animadora y al grupo conocer el nivel de
personalización del tema. Proponemos las siguientes preguntas:
— Después de esta reunión, ¿en qué ha variado mi concepto de estructura?
— ¿Qué es lo más positivo y lo más problemático de cualquier estructura?
— ¿Cómo me han ayudado los demás al comentar por parejas el documento 2?
— ¿Qué me han aportado? ¿Qué he aportado? ¿He dialogado con sinceridad?
Como alternativa, también se puede hacer una dramatización con dos jóvenes que
representen respectivamente a apersona y a la estructura, entablando un diálogo sobre la
relación entre ambas, la influencia mutua, etc. Una vez acabada la representación, el grupo
valora el contenido. Después se resume de forma creativa la opinión del grupo en el mural.
Abriendo horizontes SEGUNDA
ios artesanos del café no lo toman \ REUNIÓN
En esta segunda reunión queremos que los jóvenes perciban claramente el funcionamiento
de ciertas estructuras, en este caso económicas y su repercusión en las desigualdades
sociales; en concreto en las que están en la base de las diferencias entre Norte y Sur.
Lo hacemos a través de unjuego. Un juego que, desgraciadamente, es fiel reflejo de la
situación económica mundial, una macroestructura que condiciona demasiado.

1. ACOGIDA

Se empieza la reunión retomando la conclusión de la reunión anterior, sobre la relación


entre persona y estructura, escrita en el mural.
Seguidamente el animador o animadora presenta el contenido de la reunión. En un
ambiente distendido propone al grupo realizar el juego de tomar café.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
El café nunca es para todos
Materiales: Documentos, termos con café, leche, vasos de plástico, azúcar, cucharillas,
cañas, algodón, granos de café.
A continuación, se presenta el juego. Consiste en tomar un café, pero antes hay que
negociarlo y conseguirlo.

155
Q Protagonistas: países pobres, países ricos y policías (=Fondo Monetario Internacional).
Q Realización. Se reparte un sobre a cada miembro del grupo. En su interior está escrito el
nombre de un país y ciertas instrucciones, según aparecen en el documento 3. Por cada
país del Primer Mundo, debe haber tres del Tercer Mundo. A cada uno de los países del
Tercer Mundo se le reparten dos trozos de caña —representando la caña de azúcar—, 6
granos de café y un trozo de algodón. Estos países tendrán que negociar con los países
ricos para tomarse el café.
En el lugar destinado a los países del Norte se coloca previamente todo lo necesario para
tomar café: termos, vasos, cucharillas, etc., con la siguiente lista de precios:
— Vaso de plástico = Una caña.
— Cucharilla = Tres granos de café y el algodón.
— Azúcar = Caña y objeto personal pequeño: reloj, anillo, pendientes, gafas, medalla,
llaves.
— Leche = Dos objetos personales medianos: bolso y cinturón, zapatos, un suéter o
camiseta.
Si se estima conveniente, pueden incluirse en la lista pastas u otros elementos típicos de la
zona.
Los países del Primer Mundo han de actuar con mucha dureza y exigencia.
Los policías deben evitar que los países pobres se asocien y han de controlar que se
cumplan los precios de la lista, etc.
Antes de iniciar el juego se dan unas mínimas instrucciones, informando que hay países
pobres, países ricos y otros que hacen de policía, estos últimos harán de jueces del juego y
hay que obedecer sus instrucciones.
Si parece oportuno, el equipo de animadores decida si al final del juego todos tendrán algo
para tomar, o sólo se consume lo conseguido, aunque sobren cosas en las mesas. Esta
última opción es más dura pero quizás dé más juego.
Durante el desarrollo del juego es importante que el animador o animadora tome nota de las
dinámicas que se generan para comentarlas en la reflexión posterior. Quizás sea bueno que
exista un segundo observador.

3. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN E INTERIORIZACIÓN

Concluido el juego, y mientras los participantes toman el café, se comenta lo sucedido.


Pueden servir las siguientes preguntas:
— ¿Cómo me he sentido en mi función? (país pobre, país rico, policía)
— ¿Qué ha sido lo más difícil para mí?
— ¿Qué tiene que ver esto con la situación mundial?
— ¿Qué parte de responsabilidad tenemos cada uno en esta situación?
— ¿Se puede hacer algo? ¿Qué?
En el diálogo se destacan aspectos importantes:

156
— Los países pobres no sólo se quedan sin las materias primas, sino que para obtener lo
elaborado con su materia prima, han de perder parte de lo más propio: objetos
personales.
— Al sistema como tal, no le interesa que las cosas se solucionen, que los pobres se
asocien o quieran cambiar la situación. Quienes hacían de policías eran los garantes de
esta idea, defendían la ideología dominante.
— Todo lo que llevo encima, desde el bolígrafo hasta los zapatos está confeccionado con
materias primas, provenientes en su mayor parte de los países pobres.
— Nosotros somos responsables de esta situación y tenemos muchas pequeñas acciones
que realizar, desde gastar menos para que todos tengamos medios, utilizar
adecuadamente los objetos, etc.
Se puede comentar también:
— Lo aleatorio de nuestra pertenencia a un país rico o a uno pobre.
— Las injusticias y desigualdades en los intercambios comerciales entre el Norte y el Sur.
— El agotamiento de los recursos de los países subdesarrollados.
— La desigual distribución de la población y la riqueza.

4. HACIENDO SÍNTESIS
Materiales: Cartulina o papel continuo, documento 5.
Como síntesis de todo lo tratado, proponemos hacer una lluvia de ideas en torno a la frase:
Pequeñas cosas para un mundo más justo. Se escribe la frase en una cartulina o papel
continuo, y después cada uno puede levantarse y escribir una palabra que haga referencia a
la frase. Nadie puede escribir dos palabras seguidas. La dinámica se hace en silencio. De
este modo se posibilita la participación de todos, y se logra el clima adecuado para la
reflexión y la relación de unas ideas con otras.
El animador o animadora recuerda que las palabras deben referirse a cosas concretas que se
pueden realizar en casa, estudio, trabajo, etc.

Otras alternativas

Presentamos otras alternativas para hacer la síntesis. El equipo de animadores vea la


conveniencia o no de hacerlas:
a) Proyección de la película 1984, y fórum a partir del documento 4.
b) Trabajo en torno a los materiales de Manos Unidas del año.
c) Juego de comenzar o no una guerra. Se hacen diversos grupos de presión, con distintos
intereses claramente destacados: unos tienen sólo intereses económicos, otros políticos,
otros a favor de los pueblos más desfavorecidos, otros son una empresa de armas
sofisticadas, etc. Se tienen en cuenta las ventajas económicas de la guerra y sus
consecuencias.
Todo se realiza en una especie de parlamento internacional que debe decidir si declara o
no la guerra a un país; si es el caso, se explica a ese país por qué se le declara la guerra.

157
d) Anali2ar otras estructuras siguiendo las pautas marcadas en el documento 5, adaptado
según se analice el centro juvenil o asociación, la parroquia, el propio grupo de fe, la
universidad, el trabajo, etc. Los resultados se comentan en la próxima reunión.

Novedad
Las palabras no bastan

¿Desde dónde me acerco a las estructuras?

En esta última reunión del bloque ayudamos a los jóvenes a situarse ante las estructuras
desde los criterios evangélicos. Cuando pensamos en las estructuras es muy fácil defender
sólo los propios intereses, y olvidarnos de los más pobres y necesitados. La lectura
evangélica de dichas estructuras nos ayuda a cambiar esta óptica individualista y a salir al
encuentro de los destinatarios privilegiados del Evangelio de Jesucristo.
1. ACOGIDA

La sala de reunión aparece ambientada con todos los materiales trabajados en las reuniones
anteriores, en concreto: las conclusiones del grupo sobre la relación entre persona y
estructura (la reunión), la lista de precios del comercio entre países pobres y países ricos, y
las palabras en torno a esta frase; Pequeñas cosas para un mundo más justo (2a reunión).
El animador o animadora hace referencia a todo ello y comenta los resultados del análisis
de una estructura, en el caso de que se haya optado por la última alternativa como síntesis
de la reunión anterior.
Seguidamente presenta el contenido de la reunión sobre la visión crítica de las estructuras
desde criterios evangélicos. Lo puede hacer en torno a estas ideas:
— Hemos visto los entresijos de diversas estructuras que existen a nuestro alrededor, y de
las que participamos a diario, consciente o inconscientemente.
— El análisis de una estructura se puede hacer desde distintos puntos de vista. Según la
concepción que se tiene de persona y la ideología dominante, los resultados del
análisis son diferentes. Lo que es positivo para unos, no lo es tanto para otros.
— Nosotros somos cristianos, estamos en un camino de fe. Es lógico que nuestro punto de
mira y enfoque sea el Evangelio de Jesús, y la visión de Iglesia sobre la relación entre
persona y sociedad.
— Os invito a profundizar en todo ello.

158
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
Para ver las estructuras desde el Evangelio de Jesús
Materiales: Documentos 6 y 7.
A continuación, se entrega a cada uno el documento 6 y se deja el tiempo necesario para
trabajarlo personalmente. Su contenido puede resultar un tanto extraño para algunos
miembros del grupo, según los estudios que tengan. Por eso el animador o animadora ha de
prestarse en todo momento para hacer las aclaraciones oportunas.
El equipo de animadores vea la metodología más adecuada para analizar el documento.
Proponemos algunas:
— El animador o animadora presenta las ideas claves del documento y después se deja un
tiempo para que cada uno lo lea personalmente.
— Cada uno lee todo el documento y subraya las expresiones que más le llamen la
atención. Después se comentan entre todos.
— Cada uno lee un apartado del documento y después lo ponen todos en común.
Los resultados de la puesta en común se sintetizan en frases cortas y se escriben en el mural
del bloque temático, alrededor de un póster de Jesús.
A continuación el animador o animadora invita al grupo a identificar aspectos concretos de
esta visión cristiana de las estructuras. Para ello presenta el documento 7, con algunos
textos de la Doctrina social de la Iglesia sobre aspectos concretos de la relación persona-
estructuras sociales, e invita al grupo a trabajarlo.
En la presentación conviene destacar la fecha de las distintas encíclicas, para que el grupo
vea que ciertas afirmaciones de actualidad sobre el tema las dijo la Iglesia ya hace tiempo.
Hacer referencia también al lenguaje que se emplea: ciertamente no es coloquial, y
responde siempre a la época en que fueron escritas las encíclicas.
Proponemos la siguiente dinámica:
— Previamente se escribe cada texto del documento 7, en otras tantas tarjetas, y se colocan
encima de la mesa, agrupados en los cuatro apartados indicados en el documento:
Situación, Reacciones ante la estructura de pecado, Tipo de desarrollo y Compromiso
social.
— Cada uno coge una tarjeta de cada apartado, hasta que se terminen, y las leen
personalmente.
— Después se pone en común el contenido de cada apartado y se escriben las conclusiones
en el mural alrededor de las frases escritas anteriormente.
Recuérdese que el bloque temático 4 trata específicamente el tema del compromiso social
del cristiano. El equipo de animadores vea la conveniencia o no de analizar ahora estos
textos o incorporarlos al bloque siguiente. Se puede también presentar ahora alguno que
abran boca para el próximo bloque.
En la puesta en común, el animador o animadora destaque algunos aspectos:
— La Iglesia está a favor de la persona, de los más pobres y necesitados, de los débiles,
con las lógicas excepciones al estar formada por personas pecadoras.
— La meta de la Iglesia es hacer este mundo más humano.

159
— Y en esta tarea de humanización de nuestro mundo, nosotros también tenemos alguna
responsabilidad. Es un momento adecuado para enlazar con el bloque anterior sobre
Jesús, y con el siguiente sobre el compromiso social de cristiano.

3. HACIENDO SÍNTESIS
Materiales: Documento 8 y los elementos indicados para la celebración de la Palabra.
La síntesis del camino recorrido en este bloque temático la hacemos en dos momentos: la
personalización del tema en torno al documento 8, y un momento de celebración-oración.

i_l Personalización del tema


¿/yo, qué?
Es el momento de situarse ante las propias responsabilidades, de reflexionar y decidir la
propia actitud en los distintos ambientes donde cada uno se mueve: personal, social —
relación con los otros, tarea de voluntariado o animación, catcquesis— ^profesional —
trabajo, estudios o paro—.
El animador o animadora reparte a cada uno el documento 8 para que lo complete
personalmente. En él se invita a los jóvenes a concretar en el propio proyecto per sonal de
vida detalles concretos para vivir como cristianos en las distintas estructuras y colaborar
para que éstas sean cada vez más evangélicas: ¿Quién soy o quién quiero ser? ¿Qué quiero
hacer? ¿Cómo quiero hacerlo^ ¿Qué implica todo ello?
Como es un trabajo que lleva tiempo y cierto clima de serenidad e intimidad, cada uno
completa el documento durante la semana, y se hace la puesta en común en el momento de
acogida del próximo bloque temático.

Q Celebración-oración
Materiales: Biblia, recortes de partes del cuerpo con preguntas, bolígrafos, velas, cruz,
radiocasete y cintas adecuadas.
Proponemos el siguiente esquema.
a) Introducción. Un miembro del grupo hace la introducción con estas o parecidas
palabras:
Jesús necesita profetas, personas comprometidas con el Reino de Dios; personas que opten
por el Evangelio e iluminen las estructuras sociales desde la Buena Noticia de vida y
esperanza para todos, especialmente para los pobres y marginados. No siempre tenemos la
libertad suficiente para seguir las huellas de Jesús y de los grandes creyentes. Hay
barreras que superar, unas propias, otras ajenas;
barreras que no nos permiten decir: «i Señor, estamos dispuestos!»
b) Canto: Jesús está entre nosotros (J.M. CUBELLES), u otro parecido.
c) Palabra de Dios. Mt 19,16-25: El joven rico.
d) Gesto. El animador o animadora recoge el mensaje de la Palabra e introduce el gesto
con estas palabras:

160
Ven y sigúeme. Ven y sigúeme. Ven y sigúeme. Ven... Y nosotros hacemos nuestra mochila
para seguirte; llevamos en ella todo lo que consideramos importante: alegría, buenas
obras, ilusión, esperanza, amor. Pero con esto no basta. La mochila sola no funciona. La
mochila no hace sonreír al niño, al amigo. La mochila no escucha ni ayuda al que lo
necesita. La mochila, por sí sola, no llega al corazón del prójimo.
Necesitamos un cuerpo, un cuerpo concreto; necesitamos unas manos, unas manos
concretas; necesitamos unos pies, unos píes concretos. Necesitamos tus manos y tus pies,
tu cuerpo y tu esperanza. Te necesitamos a tí. Todo lo que tú no bagas se quedará sin
hacer, y te necesitamos como al aire. ¿A qué esperas?
Seguidamente se entrega a cada participante una parte del cuerpo, previamente preparada
sobre cartulina, dibujo o fotografía: ojos, nariz, boca, oídos, manos, brazos, pies, etc.; en
unos momentos de silencio responde cada uno por escrito a la pregunta formulada en la
segunda cara de la cartulina.
Proponemos algunas preguntas para las distintas partes del cuerpo. Complétense
oportunamente:
— Pies
— ¿Hasta dónde estás dispuesto/a a caminar?
— ¿En que piedras tropiezas?
— Manos
— ¿Qué heridas deja el servicio en tus manos?
— ¿Das o recibes?
— Espalda
— La columna vertebral de tu vida, ¿de qué se compone?, ¿qué te sostiene?
— Cabeza
— ¿Piensas a menudo en el porqué de lo que haces?
— Oídos
— ¿Eres capaz de escuchar lo que Dios te dice?
— ¿Saber oír a los que te piden ayuda?
— Ojos

— ¿Ves a tu alrededor a Dios?


— ¿Pones gafas en tus ojos para distorsionar la realidad o, por el contrario, la miras de
frente?
— Boca
— ¿Comunicas el mensaje de Jesús a los que te rodean?
Después se abre una comunicación sincera sobre las distintas respuestas.
e) Oración espontánea. Acabada la comunicación anterior y con los dibujos o fotografías
de los diversos miembros del cuerpo sobre la mesa, se hace oración espontánea. Al final, se
concluye con el Padrenuestro.

161
Evaluando
Para la evaluación del bloque por parte del grupo son suficientes las intervenciones de cada
uno en los diálogos y puestas en común.
Con todo, al final de la reunión, o mejor al inicio del próximo bloque, se pide a los
miembros del grupo que respondan a una serie de preguntas. Por ejemplo:
— Después de analizar este bloque, ¿en qué ha variado mi concepto de estructura?
— ¿Qué es lo más positivo y lo más problemático en cualquier estructura?
— ¿Qué criterios ofrecen la persona y el mensaje de Jesús para que una estructura sea
verdaderamente humana y humanizadora?

<>3> EVALUACIÓN DE LOS ANIMADORES

Cada animador o animadora evalúe:


— Si han quedado claros los conceptos fundamentales. De no ser así, ¿cómo solucionarlo
en la próxima reunión?
— ¿Cómo ha preparado el tema? ¿Qué materiales le han servido? ¿Qué modificaciones
hay que hacer para el próximo año?
Véase el esquema presentado en los bloques anteriores.

162
^)(^nJl^^^^(Q)^, rDOCUMENTCM

EL SER HUMANO CREADOR DE LAS ESTRUCTURAS

Desde que el ser humano existe, su vida va unida a una serie de estructuras que él mismo genera.
Sabemos que la persona es un ser abierto, asociado, relacionado y en contacto con otros. Las personas
desde el inicio se asocian en clanes, familias o tribus; generan estructuras para ser más eficaces y
conseguir más fácilmente los objetivos y metas propuestos. Por ejemplo, crea estructuras sencillas para
procurarse alimento y vestido, para sobrevivir. Así, por ejemplo, los cazadores se reparten funciones y
tareas específicas: unos espantan al animal que pretenden cazar, mientras el resto espera en un lugar
propicio para abalanzarse sobre él y matarlo.
La existencia de una estructura social ha evitado en muchas ocasiones la desaparición del género
humano en determinadas situaciones y lugares; también ha creado un sentido de justicia e incluso en
algunas ocasiones ha permitido la supervivencia de los más débiles.
La estructuración del trabajo y el reparto de competencias ha originado, por ejemplo, lo que hoy
llamamos progreso industrial.
El ser humano es al mismo tiempo sujeto y objeto de las estructuras; es el creador de ellas y también el
primero que sufre sus consecuencias.
Desde el día que se creó el primer clan hasta hoy, las estructuras humanas han crecido en complejidad
organizativa y diversidad de objetivos y metas.

PARA RESPONDER PERSONALMENTE


— Una vez leído el documento y las frases sobre las estructuras, intenta definir en pocas líneas qué es
una estructura.
— En general, ¿las estructuras de hoy responden al objetivo que les hizo nacer? ¿Facilitan la tarea del ser
humano?

163
DOCUMENTO 2

INFLUENCIA DE LAS ESTRUCTURAS

eiroücmJWk ^qué^^:;^ \ ^OmGWSWES queme tN-RERESES que QUIÉN


propwiclai'^^ ^ presenta defiende LACONTftOLA

Mediosde
Comunicación Social

Economía

Política

Universidad
Educación

Religión

Trabajo

Centro Juvenil

Parroquia

Mi grupo

Familia

Señala ahora las estructuras que más te influyen. Indica, en primer lugar, la que más te influye.

ESTtíUCTUnAS EM MI VIDA ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES PARA MÍ?

1.

2.

3.

4.

5.

6.

7.

8.

164
DOCUMENTO 3

EL JUEGO DE LA ECONOMÍA MUNDIAL


País: TOGO ción, ya que los países ricos te han prometido un
Intenta convencer a los países de tu zona de la trato especial.
necesidad de asociarse para poner el precio a las
cosas, en lugar de que lo hagan los países ricos.
País: BURKINA-FASO
Si te proponen asociarte con otros países pobres,
País: MALÍ destaca los elementos positivos y negativos de tal
Si nadie lo hace, intenta asociar a los países sociedad, pero no te comprometas en ninguna
pobres para poner vosotros el precio a las cosas. postura; mantente al margen.
En todo caso apoya a quien intente asociar a los
países pobres.
País: COSTA DE MARFIL
Si te proponen asociarte con otros países pobres,
País: BENÍN destaca los elementos positivos y negativos de tal
Si te proponen asociarte con otros países pobres, sociedad, pero no te comprometas en ninguna
no lo aceptes de ningún modo. Es más, intenta postura; mantente al margen.
que no funcione dicha asociación, ya que los
países ricos te han prometido un trato especial. País: ALEMANIA
Tendrás que vender un producto a los países
País: USA pobres, sé duro y exigente. No tengas miedo de
Tendrás que vender un producto a los países exigir más de lo que dice la lista oficial de precios.
pobres, sé duro y exigente. No tengas miedo de Tu objetivo es obtener el mayor número de cosas.
exigir más de lo que dice la lista oficial de
precios. Tu objetivo es obtener el mayor número País: SENEGAL
de cosas. Comercia con tus productos para obtener lo que te
POLICÍA = Fondo Monetario venden los países ricos.
Internacional.
País: CONGO
Debes impedir que los países pobres se asocien,
así como cortar inmediatamente cualquier Comercia con tus productos para obtener lo que te
actuación revolucionaria o reformista, provenga venden los países ricos.
de donde provenga. Cuida que los productos se
vendan como dice la lista oficial de precios. País: HAITÍ
Comercia con tus productos para obtener lo que te
País: GUINEA ECUATORIAL
venden los países ricos.
Si te proponen asociarte con otros países pobres,
no lo aceptes de ningún modo. Es más, intenta
País: ESPAÑA
que no funcione dicha asocia Tendrás que vender un producto a los países
pobres, sé duro y exigente. No tengas
165
miedo de exigir más de lo que dice la lista Pafe: MADAGASCAR
oficial de precios. Tu objetivo es obtener el comercia con tus productos para obtener
mayor número de cosas. ^ ^ ^ ^^ ^ p^g ^

País: COLOMBIA País: ETIOPÍA


Comercia con tus productos para obtener Comercia con tus productos para obtener
lo que te venden los países ricos, lo que te venden los países ricos

166
DOCUMENTO 4

1984

La película 3984 está basada en la novela del mismo título, escrita por George Or-well y publicada
en 1949. Diálogo y dirección de la película: Michael Radford. Director de fotografía: Roger Deakins.
Principales actores: John Hurt (Winston Smith], Su-zanna Hamilton {Julia) y Richard Burton
(0'Bn'an).

ANALIZAMOS
1. Elementos del vídeo
1984 es una película que incluso nos puede resultar algo extraña por el tipo de fotografía utilizado o por
su ritmo. Vamos a analizar algunos de sus elementos, concretamente:
• La luz y las tonalidades dominantes, y su significado.
• Los elementos y situaciones opresivos.
• Las escenas que hacen referencia al amor o a las relaciones sexuales.
• Las escenas de masas: gente gritando, finalizando con el himno y los brazos en forma de aspa,
ejecución pública de los soldados enemigos.
• La evolución de los valores y actitudes de Winston Smith por una parte y de Julia por la otra; hacedlo
en forma de gráfico.
O Teniendo en cuenta los elementos anteriores, plasmar en un cartel publicitario el concepto de persona
y sociedad presente en el vídeo.

LIBERTAD Y PODER A DEBATE


Durante la película aparecen diversos elementos controladores de la libertad: control de la historia, la
sexualidad y relación en general, el pensamiento, la intimidad, el lenguaje, la información, etc. Las ideas
centrales se encuentran especificadas en el diálogo que mantiene 0'Brian con Winston Smith, al cual ha
torturado ferozmente. Ver anexo al análisis de la película.
O Analizar para ello el diálogo y el vídeo, y contestar a las siguientes cuestiones:
1 Enumerar todas las situaciones de control que aparecen en el filmado.
2. Señalar, según la propia opinión, el objetivo último que busca ese control.
3. Considerar los tipos de control existentes en nuestra sociedad actual y la forma de atajarlos, así como
las personas, instituciones, estructuras que ejercen tal poder de control.
4. Winston en un momento afirma: Lo importante no es tanto mantenerse vivo, sino mantenerse humano.
Indicar situaciones y elementos que hacen que nos sintamos seres humanos. Señalar aspectos
humanos e inhumanos de las estructuras que nos controlan.
Se puede acabar con un debate sobre este tema: Libertad y poder, ¿son elementos huma-nizadores?

167
ANEXO AL ANÁLISIS DE LA PELÍCULA «1984»
En esta película, el protagonista Winston Smith dice algunas frases dignas de consideración: Hay
verdad y no verdad; ser una minoría no es estar loco. Y también: ¿Vosotros somos Jos muertos. Pero
quizás la parte más interesante sea el diálogo que éste mantiene con 0'Brian, su torturador.

Ante todo, hay que tener presente la situación. Winston Smith ha sido torturado y su cuerpo reducido a
un despojo. En ese marco inhumano se encuadra el siguiente diálogo.
WINSTON: ¿El Gran Hermano existe?
0'BRIAN: ¡Por supuesto! WINSTON: ¿Existe
como yo existo? 0'BRIAN: Tú no existes.
-ií- a- m
7¡\ /1\

0'BRIAN: Has comprendido la realidad del pasado y del presente, pero, bien, ¿y el futuro? Una
pregunta, ¿cómo afirma un hombre su poder sobre todo?
WINSTON: ¿Haciéndole sufrir?
0'BRIAN: Exacto, la obediencia no basta. El poder es infligir dolor y humillación, de otra forma no se
puede estar seguro. El poder está en deshacer la mente humana y volver a componerla dándole
nuevas formas a tu elección. El poder no es un medio. Es un fin. En nuestro mundo habrá
únicamente triunfo y autohumillación; todo lo demás lo destruiremos. El pasado está prohibido. ¿Por
qué? Porque, cuando podemos apartar a un hombre de su pasado, entonces podemos apartarlo de su
familia, de sus hijos, de los otros hombres. No hay lealtad, excepto la lealtad al partido. No hay
amor, excepto el amor al Gran Hermano; todo otro placer competitivo lo destruiremos. Si quieres
una visión de futuro, Winston, imagina una bota aplastando eternamente un rostro humano. Winston,
estás pensando que mi cara está vieja y cansada, que, mientras te hablo de poder, soy incapaz de
impedir la decadencia de mi cuerpo;
pero el individuo es sólo una célula, Winston, y el desgaste de la célula es el vigor del organismo.
WINSTON: Fracasaréis.
0'BRIAN: ¿Por qué?
-WINSTON: Es imposible, el odio y el miedo no tienen vida. 0'BRIAN:
¿Por qué es el odio menos vital que el amor?
WINSTON: No lo sé, pero de alguna forma fracasaréis, seréis vencidos por algo. La vida os derrotará.
0'BRIAN: Controlamos la vida a todos sus niveles; creamos la naturaleza humana. El hombre es
infinitamente maleable. ¿O por un acaso has vuelto a la antigua idea de que los proletarios se
alzarán? Borra esa idea de tu cabeza. Son animales indefensos. La humanidad es el partido.

168
WINSTON: Da igual, al final os vencerán; antes o después os harán pedazos. 0'BRIAN: ¿En qué
te basas? WINSTON: En el libro de Golstein.
0'BRIAN: Lo escribí yo o, al menos, colaboré en su escritura. No hay libro que sea una obra individual,
como sabes.
WINSTON: Yo de todas formas lo creo. Sé que fracasaréis. Hay una fuerza en este mundo, un espíritu,
que nunca podréis dominar.
0'BRIAN: ¿Qué es eso, ese principio? WINSTON: No lo sé: el
espíritu del hombre. 0'BRIAN: ¿Tú te consideras a ti mismo un
hombre? WINSTON: Sí.
0'BRIAN: Si tú eres un hombre, eres el último hombre. Tu especie está extinguida; nosotros somos los
herederos. Winston, no has entendido que estás solo. Estás fuera de la historia, tú no existes.
Levántate.
WINSTON: (Cae torpemente de su mesa de tortura y camina de forma cansada hacia 0'Brían, que se
encuentra frente a un espejo.)
0'BRIAN: Ven aquí. Mírate, te estás pudriendo (Para afirmar más el hecho, arranca a Smith un diente
sin apenas esfuerzo.). Este es el último hombre; si tú eres humano, ésta es la humanidad. No durará
para siempre, puedes escapar de ello en el momento que quieras, todo depende de ti.
WINSTON: Has sido tú, tú me has reducido a esto. 0'BRIAN:
No, Winston, tú mismo te redujiste a esto. WINSTON:
¿Cuándo van a fusilarme?
0'BRIAN: Eso aún puede tardar tiempo, pero no pierdas la esperanza. Todo el mundo se cura antes o
después, y al final serás fusilado.

169
DOCUMENTO 5

MODELO PARA ANALIZAR UNA ESTRUCTURA

Estructura que se quiere analizar:

1. ÁMBITO SOCIO-CULTURAL
1.1. Extracto social de los destinatarios.
1.2. Condiciones culturales.
1.3. Descripción del territorio.
1.4. Relación con el entorno social.

2. COMPONENTES ABIÓTICOS (sin vida)


2.1. Ubicación.
2.2. Locales, talleres y salas.
2.3. Espacios alternativos.
2.4. Equipamiento.
2.5. Recursos materiales.
2.6. Material específico para la actividad que desarrolla.
2.7. Documentación y secretaría.
2.8. Horario.
2.9. Información y sus canales. 2.10. Imagen y publicidad.

3. COMPONENTES BIÓTICOS (con vida)


3.1. Personal técnico.
3.2. Canales y estructuras de coordinación.
3.3. Incorporación de nuevos miembros.
3.4. Estilo educativo: relaciones personales, formación, prioridades.
3.5. Personal auxiliar.
3.6. Colaboradores.
3.7. Niveles de participación.
3.8. Centros de interés.
3.9. Grupos de trabajo. 3.10. Sectores de acción.

4. PROCESO DE GESTIÓN
4.1. Diseño del plan de acción: personas que intervienen y modo de realizarlo.
4.2. Objetivos: escritos y ocultos.
4.3. Actividades.
4.4. Planiñcación-Calendario.
4.5. Gestión económica.
4.6. Balance y evaluación.

5. CONCLUSIÓN
5.1. ¿Responde al objetivo para el cual fue creada?
5.2. Modificaciones.

170
DOCUMENTO 6

PARA VIVIR EL EVANGELIO DE JESÚS EN


LAS ESTRUCTURAS DE HOY

Falsa conciencia. Falsa conversión


Durante siglos, en el cristianismo la conciencia individual era lo prioritario. El lema que predominaba
era: Salva tu alma. Con la conversión individual se resolvían todos los problemas. Todavía hoy existen
líneas pastorales en esta línea: formar las élites, educarlas cristianamente para que después vayan a
transformar la sociedad.
Esta visión puede derivar fácilmente en una fe intimista e individual, que no transforma nada. Basta ver
los cuatro siglos de dominio de esta perspectiva en América Latina y la existencia de unas estructuras
injustas, causadas, sustentadas o, al menos, no modificadas por las clases dirigentes cristianas. Algo
parecido —y por más siglos— podemos decir de las estructuras de injusticia presentes en nuestra
cristiana Europa.
En esta perspectiva, el proceso de discernimiento 1 se limita a efectuar modificaciones en el individuo,
dejando intactas las estructuras. Era importante una doctrina y moral correcta —ortodoxa—, válida para
todos —universal—. El individuo tenía sólo que situarse delante de la realidad, provisto de unas reglas
ya determinadas y preestablecidas, y actuar según esas reglas. En realidad la persona no se situaba en
ningún lugar, estaba «fuera de»...

La persona humana, un ser histórico y culturalmente situado


Ortega y Gasset definía la persona como «yo y mis circunstancias»; con ello quería indi car que la
persona vive siempre en una situación concreta, que la condiciona como tal persona. La realidad es
hecha por el hombre y hace al hombre. Todo lo que existe en la sociedad, todas las relaciones sociales,
son creación humana; y al mismo tiempo esas relaciones sociales, esas estructuras, marcan, determinan y
condicionan a la persona.
En una palabra, la conciencia individual se encuentra ante una realidad que, a su vez, actúa sobre la
misma conciencia. La conciencia es, por tanto, aunque no quiera, jugador y arbitro, juez y parte; no
puede hacerse la engañosa ilusión de ser imparcial.
Otro equívoco es creer que la realidad es tal como la vemos, sin darnos cuenta que cuan do vemos
estamos ya interpretando. Cuando analizamos la realidad, lo hacemos con unos esquemas, que
normalmente proceden de la ideología dominante. Esto ocurre también a la hora de vivir la fe en una
comunidad cristiana concreta.

' Discernimiento es distinguir una cosa de otra. destacando las diferencias existentes. En la espiritualidad cristiana, se
entiende por discernimiento el distinguir lo que es realmente voluntad de Dios y lo que no lo es. La comunidad
cristiana entendió desde un principio la ambigüedad que existe siempre en cualquier realidad humana; en ella hay que
buscar fatigosamente la acción del Espíritu, la autenticidad cristiana, lo que Jesús Resucitado pide en esa situación
concreta. Para saber más. ver «discernimiento», en DE FIOBES, S y GOFFI, T, Nuevo diccionario de Espiritualidad,
Ediciones Paulinas. Madrid 1991, 4° ed.

171
Un gran condicionante: el lugar social
Nuestra conciencia y vivencia de la fe están influenciadas también por el llamado lugar social, por el
estado o situación social —real o teórico— donde nos situamos a la hora de actuar o reflexionar. El lugar
social viene definido por nuestra acción, por los intereses que defendemos, y tiene mucho que ver con el
lugar que habitamos o en el que trabajamos, con las personas con quienes nos relacionamos, con los
compromisos y solidaridades que asumimos, y con las dependencias o alianzas ideológicas que
establecemos. Este lugar social permite unas valoraciones y prohibe otras, y genera formas de actuar al
servicio de determinados intereses.
La neutralidad total es imposible; la misma abstención es siempre un voto que favorece a alguien.
El lugar social está sostenido por una ideología. Normalmente se entiende por ideología un conjunto de
ideas prefabricadas que defienden una visión totalitaria y envolvente de la realidad, considerada como la
única verdadera, que no deja sitio a otras maneras de ver dicha realidad. Por eso, para hacer un auténtico
discernimiento cristiano, es necesario distanciarse de la ideología dominante.

Ideología y praxis: dependencia circular


La vida de un grupo humano gira en torno a la relación mutua entre la ideología que tiene y la acción —
praxis—; entre lo que piensa y lo que hace. La praxis se justifica y refuerza con una ideología. Al mismo
tiempo, la ideología es confirmada y concretada en una praxis. Este círculo tiende a perpetuarse, y posee
tal fuerza que no se deja cuestionar por nada ni por nadie.
Este dependencia circular también existe entre el análisis de la realidad y la compren-sión-vivencia de la
fe. La visión de la realidad condiciona la lectura de fe; a su vez, la fe condiciona la visión de la realidad.
Fe y realidad, ideología y praxis se enredan mutuamente. Sólo si surge la sospecha en estos dos niveles
(ideología-praxis o fe-realidad), sólo si se pone en tela de juicio la propia concepción, es posible la
transformación.

¿Cómo romper el círculo?


El círculo se debilita con la sospecha. El origen de la sospecha está en la experiencia, en tendida ésta
como una nueva manera de ver y vivir la realidad, que cuestiona la identi dad anterior. Puede surgir
cuando se cambia de lugar de residencia, de vivir en una realidad determinada, de leer un libro, de
encontrarse en una situación límite.
La sospecha es condición necesaria, pero no suficiente para transformar la realidad. Es decir, si no hay
sospecha se paraliza el proceso de transformación, pero la sospecha necesita una serie de pasos
posteriores para llegar a ser transformadora.

Apertura necesaria
Ante una experiencia desestabilizadora, el grupo puede ver amenazada su propia seguridad y volverse
rígido, resistente a cualquier cambio. O puede abrirse a nuevos interrogantes que permitan la
transformación.

172
La actitud de apertura a nuevas experiencias es esencial para vivir el Evangelio de Jesús. Una persona es
cristiana cuando está abierta a los otros, cuando sale de sí misma y vive el encuentro con los otros como
presencia, signo o sacramento de encuentro con Dios. En el encuentro con otros nos encontramos con
Dios, con el totalmente Otro. Esta apertura a los otros nos ayuda a vivir en proceso continuo de
conversión, de cambio.
Esta actitud de apertura al otro, como persona concreta, echa por tierra la pretensión de alcanzar a Dios
en el ámbito teórico de las ideas. La lucha de Jesús con los fariseos se agudizó precisamente cuando
Jesús puso, como lugar de experiencia del encuentro con Dios, no la universalidad de la ley, sino al otro,
es decir, al publicano, al doliente, al herido en el camino, a la prostituta, al pobre.

CONCLUSIÓN
Para cualquier discernimiento es necesaria una conciencia crítica frente a las ideologías —sobre todo
frente a la dominante—, y frente al modo como éstas influyen y actúan sobre los individuos y los
grupos. Esta sospecha fundamental no puede faltar, e implica una actitud de apertura y de encuentro con
los otros.
Y en este proceso es fundamental situarse en un lugar social concreto. Por eso necesitamos preguntarnos
constantemente sobre los perfiles concretos del lugar social evangélico,

173
DOCUMENTO 7

LA IGLESIA DICE SÍ A LA VIDA PARA TODOS

^ SITUACIÓN

i^> Acumular y acumular es el único objetivo de nuestra sociedad, y eso


tiene unas consecuencias desastrosas
«Salta a los ojos de todos que en nuestro tiempo no sólo se acumulan riquezas, sino que también se
acumula una descomunal y tiránica potencia económica en manos de unos pocos que, la mayor parte de
las veces, no son dueños, sino sólo custodios y administradores de una riqueza en depósito, que ellos
manejan a su voluntad y arbitrio. Un dominio ejercido de la manera más tiránica por aquéllos que,
teniendo en sus manos el dinero y dominando sobre él, se apoderan también de las finanzas y señorean
sobre el crédito y, por esta razón, se diría que administran la sangre de que vive toda la economía y pare-
cen tener en sus manos el alma de la misma, de modo que nadie puede ni respirar contra su voluntad.
Esta acumulación de recursos y de poder —característica de la economía contemporánea— es el fruto
natural de la ilimitada libertad de los competidores, de la que han sobrevivido sólo los más poderosos, lo
que con frecuencia equivale a decir: los más violentos y los más desprovistos de conciencia.
Ultimas consecuencias son: la libre concurrencia se destruye a sí misma; la dictadura económica se
adueña del mercado libre; al deseo de lucro ha sucedido la ambición de senfrenada de poder; toda la
economía se ha hecho horrendamente dura, cruel y atroz;
pérdida del prestigio del Estado, que —aunque debería ocupar el puesto de rector y arbitro supremo de
las cosas, libre de todo interés de parte y atento exclusivamente al bien común y a la justicia— se hace
por el contrario esclavo, entregado y vendido a la pasión y a las ambiciones humanas» (Pío XI,
Cuadragésimo anno, 1931, nn. 105-109).

^ Demasiadas diferencias, demasiada injusticia, demasiados gastos en armas y


prestigio nacional
«En algunas naciones, frente a la extrema pobreza de la mayoría, la abundancia y el lujo desenfrenado de
unos pocos contrasta de manera abierta e insolente con la situación de los necesitados; en otras, se grava
a la actual generación con cargas excesivas para aumentar la productividad de la economía nacional, de
acuerdo con ritmos acelerados que sobrepasan por entero los límites que la justicia y la equidad
imponen; finalmente, en todas las naciones un elevado tanto por ciento de la renta nacional se gasta en
robustecer más de lo justo el prestigio nacional o se destinan presupuestos enormes a la carrera de
armamentos» (JUAN XXIII, Máter et Magistra, 1961, n. 69).

^> Una sociedad que se mueve por la ideología dominante: sólo el interés y el provecho, bajo el
imperialismo mundial del dinero
«Sobre esta nuevas condiciones de la sociedad ha sido construido un sistema que considera el provecho
como motor esencial del progreso económico, la concurrencia como ley
suprema de la economía, la propiedad privada de los medios de producción como un derecho absoluto,
sin límites ni obligaciones sociales correspondientes. Este liberalismo sin freno, que conduce a la
dictadura, justamente fue denunciado por Pío XI como generador del imperialismo internacional del
dinero. Sería injusto que se atribuyera a la industrialización misma los males que son debidos al nefasto
sistema que la acompaña» (PABLO VI, Populorum Progressio, 1997, n. 26).

^> Inadmisible situación Norte-Sur


«A la abundancia de bienes y servicios disponibles en algunas partes del mundo, sobre todo en el Norte
desarrollado, corresponde en el Sur un inadmisible retraso; y es precisamente en esta zona geopolítica
donde vive la mayor parte de la humanidad» (JUAN PABLO II, Sollicitudo rei socialis, 1987, n. 14).
«El subdesarrollo de nuestros días no es sólo económico, sino también cultural, político y simplemente
humano» (JUAN PABLO II, Sollicitudo rei socialis, 1987, n. 15).

^> Pecados de omisión estructural


«Un mundo dividido en bloques, presididos a su vez por ideologías rígidas, donde en lugar de la
interdependencia y la solidaridad, dominan diferentes formas de imperialismo, no es más que un mundo
sometido a estructuras de pecado. [...] Dios [...] exige de los hombres actitudes precisas que se expresan
también en acciones u omisiones ante el prójimo. Aquí hay una referencia a la llamada segunda tabla de
los diez Mandamientos (Cfr. Ex 20,12-17; Dt 5,16-21). Cuando no se cumplen éstos, se ofende a Dios y
se perjudica al prójimo, introduciendo en el mundo condicionamientos y obstáculos que van mucho más
allá de las acciones y de la breve vida del individuo» (JUAN PABLO II, Sollicitudo rei socialis, 1987, n.
36).

i^> Sistema de pecado, discriminador y empobrecedor


uEl sistema internacional de comercio hoy discrimina frecuentemente los productos de las industrias
incipientes de los países en vías de desarrollo, mientras desalienta a los productores de materias primas.
[...]
El sistema monetario y financiero mundial se caracteriza por la excesiva fluctuación de los métodos de
intercambio y de interés, en detrimento de la balanza de pagos y de la situación de endeudamiento de los
países pobres.
Las tecnologías y sus transferencias constituyen hoy uno de los problemas principales del intercambio
internacional y de los graves daños que se derivan de ellos. No son raros los casos de países en vías de
desarrollo a los que se niegan las tecnologías necesarias o se les envían las inútiles» (JUAN PABLO n,
Sollicitudo rei socialis, 1987, n. 43).

'=> Relaciones internacionales entre países desarrollados y subdesarrollados


«El problema tal vez mayor de nuestros días es el que atañe a las relaciones entre las naciones
económicamente desarrolladas y los países en vías de desarrollo económico: las primeras gozan de una
vida cómoda; los segundos, en cambio, padecen durísima escasez. La solidaridad social, que hoy día
agrupa a todos los hombres en una única familia, impone a las naciones que disfrutan de abundante
riqueza económica la obligación de no permanecer indiferentes ante los patees cuyos miembros,
oprimidos por innumerables dificultades interiores, se ven extenuados por la miseria y el hambre y no
disfrutan,

175
como es debido, de los derechos fundamentales del hombre» (JUAN XXIII, Máter et Ma-gistra, 1961, n.
157).

^> Deuda externa


«Es ciertamente justo el principio de que las deudas [externas] deben ser pagadas. No es lícito, en
cambio, exigir o pretender su pago cuando éste vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que
llevarían hacia el hambre y la desesperación a poblaciones enteras. No se puede pretender que las deudas
contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables. En estos casos, es necesario encontrar
modalidades de reducción, demora o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de
los pueblos a la subsistencia y al progreso» (JUAN PABLO II, Sollicitudo rei socíalis, 1987, n. 35).

^> Contra el armamento


«La justicia, la recta razón y el sentido de la dignidad humana exigen urgentemente que cese ya la
carrera de armamentos: que de un lado y de otro las naciones reduzcan simultáneamente los armamentos
que poseen; que las armas nucleares queden proscritas;
que, por fin, todos convengan en un pacto de desarme gradual, con mutuas y eficaces garantías. No se
puede permitir que la calamidad de una guerra mundial, con sus estragos económicos y sociales, y sus
perturbaciones morales, se ensañe por tercera vez sobre la humanidad» (JUAN XXIII, Pacem in Tenis,
1963, n. 106).
«Si la producción de armas es un grave desorden que reina en el mundo actual respecto a las verdaderas
necesidades de los hombres y al uso de los medios adecuados para satisfacerlas, no lo es menos el
comercio de las mismas. Más aún, a propósito de esto, es preciso añadir que el juicio moral es todavía
más severo» (JUAN PABLO II, SoUicitudo rei socíalis, 1987, n. 24).

<"> No a todas las necesidades humanas se responde desde la economía


«Existen numerosas necesidades humanas que no tienen salida en el mercado. Es un estricto deber de
justicia y de verdad impedir que queden sin satisfacer esas necesidades humanas fundamentales y que
perezcan los hombres oprimidos por ellas» (JUAN PABLO II, Centesimus annus, 1991, n. 34).

^ REACCIONES ANTE LA ESTRUCTURA DE PECADO

^> Darse y servir


«Tales actitudes y estructuras de pecado solamente se vencen —con la ayuda de la gracia divina—
mediante una actitud diametralmente opuesta; la entrega por el bien del prójimo, que está dispuesto a
perderse, en sentido evangélico, por el otro en lugar de explotarlo; y a servirlo en lugar de oprimirlo
para el propio provecho» (Cfr. Mt 10,40-42;
20,25; Me 10,42-45; Le 22,25-27) (JUAN PABLO II, Sollicitudo rei socialis, 1987, n. 37).

^ Respuesta de fe: reconocer al otro, ser solidario


«A la luz de la fe, la solidaridad tiende a superarse a sí misma, al revestirse de las dimensiones
específicamente cristianas de gratuidad total, perdón y reconciliación. Entonces el prójimo no es
solamente un ser humano con sus derechos y su igualdad fundamental con todos, sino que se convierte
en la imagen viva de Dios Padre, rescatada por

176
la sangre de Jesucristo y puesta bajo la acción permanente del Espíritu Santo. Por tanto, debe ser amado,
aunque sea enemigo, con el mismo amor con que le ama el Señor, y por él debe estar dispuesto al
sacrifico, incluso extremo: «dar la vida por los hermanos» (Cfr. 1 Jn 3,16). [...] Los mecanismos
perversos y las estructuras de pecado, de que hemos hablado, sólo podrán ser vencidos mediante el
ejercicio de la solidaridad humana y cristiana, a la que la Iglesia invita, y que promueve
incansablemente» (JUAN PABLO II, Sollicitu-do rei socialis, 1987, n. 40).

^> Solidaridad: desarrollo y liberación


«El principal obstáculo que la verdadera liberación debe vencer es el pecado y las estructuras que llevan
al mismo, a medida que se multiplican y se extienden.
La libertad con la cual Cristo nos ha liberado (Cfr. Gal 5,1) nos mueve a convertirnos en siervos de
todos. De esta manera, el proceso del desarrollo y de la liberación se concreta en el ejercicio de la
solidaridad, es decir, del amor y servicio al prójimo, particularmente a los más pobres» (JUAN PABLO II,
Sollicitudo reí socialis, 1987, n. 46).

i^> No podemos quedarnos con los brazos cruzados, hay que responder
«No se justifican ni la desesperación ni el pesimismo ni la pasividad. Aunque con tristeza, conviene decir
que, así como se puede pecar por egoísmo, por afán de ganancia exagerada y de poder, se puede faltar
también —ante las urgentes necesidades de unas muchedumbres hundidas en el subdesarrollo— por
temor, indecisión y, en el fondo, por cobardía. Todos estamos llamados, más aún obligados, a afrontar
este tremendo desafío» (JUAN PABLO II, Sollicitudo reí socialis, 1987, n. 47).

^ TIPO DE DESARROLLO

^> Justicia, el nuevo nombre de la paz


«Las estructuras de pecado, y los pecados que conducen a ellas, se oponen con igual ra-dicalidad a la
paz y al desarrollo, pues el desarrollo, según la conocida expresión de la encíclica de Pablo VI, es el
nuevo nombre de la paz» (JUAN PABLO II, Sollicitudo rei socialis, 1987, n. 39).

^> El desarrollo no es sólo un problema técnico


«Siguiendo a mis predecesores, he de repetir que el desarrollo para que sea auténtico, es decir, conforme
a la dignidad del hombre y de los pueblos, no puede ser reducido solamente a un problema técnico. Si se
lo reduce a esto, se lo despoja de su verdadero contenido y se traiciona al hombre y a los pueblos, a cuyo
servicio debe ponerse» (JUAN PABLO II, Sollicitudo rei socialis, 1987, n. 41).

^> El progreso económico debe acompañarse del progreso social, debe ser para todos,
especialmente para los más desfavorecidos
«El desarrollo económico y el progreso social deben ir juntos y acomodarse mutuamente, de forma que
todas las categorías sociales tengan participación adecuada en el aumento de la riqueza de la nación. En
orden a lo cual hay que vigilar y procurar, por todos los medios posibles, que las discrepancias que
existen entre las clases sociales por la desi-

177
gualdad de la riqueza no aumenten, sino que, por el contrario, se atenúen lo más posible» (JUAN XXIII,
Máter et Magistia, 1961, n. 73).

^> El consumismo no es la solución. Es urgente compartir no sólo lo superfino, sino hasta lo


necesario
«Es necesario esforzarse por implantar estilos de vida, a tenor de los cuales los elemen tos que
determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones sean la búsqueda de la verdad,
de la belleza y del bien común, así como la comunión con los demás hombres. A este respecto, no puedo
limitarme a recordar el deber de la caridad, esto es, el deber de ayudar con lo propio superfino y, a veces,
incluso con lo propio necesario para dar al pobre lo indispensable para vivir. Me refiero al hecho de que
también la opción de invertir en un lugar y no en otro, es siempre una opción moral y cultural» (JUAN
PABLO II, Centesimus annus, 1991, n. 36).

^> En el trabajo, la persona es el patrón de medida


«La Iglesia lo ha vuelto a afirmar solemnemente en el último Concilio: «La persona humana es y debe
ser el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones». Todo hombre tiene derecho al trabajo, a la
posibilidad de desarrollar sus cualidades y su personalidad en el ejercicio de su profesión. [...] Todo
hombre tiene derecho a una remuneración equitativa que le permita a él y a su familia llevar una vida
digna en el plano material, cultural y espiritual, a la asistencia en caso de necesidad por razón de
enfermedad o de edad» (PABLO VI, Octogésima adveniens, 1971, n. 14).
«El trabajo humano es una clave, quizá la clave esencial, de toda la cuestión social, si tratamos de verla
verdaderamente desde el punto de vista del bien del hombre. Si la solución gradual de la cuestión social
[...] debe buscarse en la dirección de hacer humana la vida, entonces la clave, que es el trabajo humano,
adquiere una importancia fundamental y decisiva» (JUAN PABLO II, Laborem exercens, 1981, n. 3).

^> Economía, características en positivo


«La economía no es viciosa por naturaleza, sino que viola el recto orden sólo cuando el capital abusa de
los obreros y de la clase proletaria con la finalidad; de tal forma que los negocios e incluso toda la
economía se plieguen a su exclusiva voluntad y provecho, sin tener en cuenta para nada ni la dignidad
humana de los trabajadores ni el carácter social de la economía ni aun siquiera la misma justicia social y
el bien común» (Pío XI, Cuadragésimo anno,1931, n. 101).

^ COMPROMISO ECLESIAL

^> Opción preferencial por los más pobres


«Entre dichos temas [de Doctrina social de la Iglesia] quiero señalar aquí la opción o amor preferencial
por los pobres. Se refiere a la vida de cada cristiano, en cuanto imitador de la vida de Cristo, pero se
aplica igualmente a nuestras responsabilidades sociales y, consiguientemente, a nuestro modo de vivir y
a las decisiones que se deben tomar coherentemente sobre la propiedad y el uso de los bienes.
Pero hoy, vista la dimensión mundial que ha adquirido la cuestión social, este amor preferencial no
puede dejar de abarcar a las inmensas muchedumbres de hambrientos,

178
mendigos sin techo, sin cuidados médicos y, sobre todo, sin esperanza de un futuro mejor: no se puede
olvidar la existencia de esta realidad. Ignorarlo significaría parecemos al rico Epulón que fingía no
conocer al mendigo Lázaro, postrado a su puerta» (Cfr. Le 16,19-31) (JUAN PABLO II, Sollicitudo rei
socialis, 1987, n. 42).

^> Las esperanzas y las angustias del género humano, en el corazón de la Iglesia
«Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de
los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de
Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana
está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar
hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La
Iglesia, por ello, se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su histo ria» (CONCILIO
VATICANO II, Gaudium et spes, 1965, n. 1).

^ Con obras, más que con palabras


«Hoy más que nunca, la Iglesia es consciente de que su mensaje social se hará creíble por el testimonio
de las obras antes que por su coherencia y lógica interna. De esta conciencia deriva también su opción
preferencial por los pobres, la cual nunca es exclusiva ni discriminatoria de otros grupos» (JUAN PABLO
II, Centesimus annus, 1991, n. 57).

i^> Desde un discernimiento claro que lleve a asumir compromisos claros


«A estas comunidades cristianas toca discernir con la ayuda del Espíritu Santo, en comunión con los
obispos responsables, en diálogo con los demás hermanos cristianos y con todos los hombres de buena
voluntad, las opciones y los compromisos que conviene asumir para realizar las transformaciones
sociales, políticas y económicas que se consideren de urgente necesidad en cada caso» (PABLO VI,
Octogésima adveniens, 1971, n. 4).

1"'9
DOCUMENTO 8

MI PROYECTO PERSONAL, PARA QUE MI ENTORNO SEA


MÁS EVANGÉLICO

PeftSONAfc, SOCIAL PROFESIONAL

NIVEL IDEOLÓGICO
¿Quién soy?

Actitudes, tomas de postura, metas y


acciones que repito con una cierta
continuidad y que, por tanto, me
definen.

NIVEL TEÓRICO ¿Qué


quiero hacer?

Lo que realmente quiero realizar,


algo más que sueños o buenos deseos

NIVEL METODOLÓGICO ¿Cómo


quiero hacerlo?

Estrategias, proceso, estilo,


elementos que priorizo.

NIVEL PRACTICO-EXISTENCIAL
¿Implicaciones?

Esfuerzo y gratificación que me va a


suponer, ayudas que necesito, lugar
donde encontrarlas.

180
COIUSTRUCTORES, LAS
MAMOS EIU LA
(Bloque temático 4:
Compromiso social del cristiano)
RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos el tema?


Las encuestas sobre la vida cristiana de adultos y jóvenes arrojan un dato significativo:
la poca incidencia de la propia fe en la toma de compromisos por la transformación
evangélica de la realidad. Parece que cada vez es más frecuente un tipo de cristiano o
cristiana preocupado por los aspectos más íntimos y personales de la fe, que vive al
margen y sin preocuparse de lo que sucede a su alrededor. La mayoría se contenta con
ser buenas personas. También nos encontramos con personas preocupadas por los
problemas sociales y'comprometidas en acciones concretas, para los que su opción
socio-política no tiene nada que ver con la vida de fe.
En el fondo de ambas posturas influyen sin duda dos factores:
— Por un lado la falta de utopía que afecta a la cultura y sociedad actuales, que está
llegando a convencernos de que no se puede hacer nada para paliar los graves
problemas que nos afectan.
— Por otro, el problema que influye de lleno en la vida de los creyentes: la separación
entre fe y vida, entre fe. y cultura. Como si se tratara de dos ámbitos distintos e
incluso imposibles de armonizar.
Los medios de comunicación nos presentan en vivo y en directo todas las aberraciones
que se producen en el mundo: desigualdades sociales, racismo y xenofobia, injusticias,
guerras, violación de los derechos humanos, etc.; pero la mayoría de las veces se
quedan en mera noticia, y con la sola preocupación de ganar audiencia. Basta ver la
abundancia de programas televisivos y reportajes gráficos en esta línea. Incluso la
posible respuesta que pueden suscitar en personas sensibles queda paliada al presentar
las situaciones como problemas imposibles de superar, cuyas causas son complicadas e
incluso enigmáticas. Todo ello acaba por hacernos insensibles o indiferentes a lo que
sucede fuera de nosotros mismos y a encerrarnos en nuestros propios problemas.
Con este bloque temático pretendemos que los jóvenes identifiquen el compromiso
social como algo inseparable del ser cristiano; no se puede vivir de espaldas a los
problemas del mundo actual, presentes incluso en nuestros barrios y ciudades
A estas alturas del Itinerario, el grupo ha de tener claro que el proyecto del Reino de
Dios se testimonia y realiza a través de nuestra mediación humana. Ya lo dice el
proverbio: Cuando Dios trabaja, el hombre suda. Eso no quiere decir que debamos
organizar la política ni ordenar los sistemas económicos; el camino de fe nos ha de
proporcionar criterios éticos para enjuiciar lo que vemos en los demás y para dirigir
nuestro propio comportamiento; nos ha de dar fuerza y dinamismo para superar la
indiferencia y la inhibición, y para vivir desde la solidaridad y la responsabilidad social,
superando la tentación de refugiarnos en lo privado o en el disfrute consumista de
nuestra propia vida.

2. ¿Qué capacidades desarrolla?


O Vivir los valores del Evangelio
— Descubrimiento progresivo del proyecto y de la utopía de Jesús sobre la persona
humana y la historia.
— Encuentro con Cristo en la vida y en la historia. Vivir el misterio de la En-
camación.
— Elaboración del propio proyecto de vida según los valores del Evangelio de amor
y fraternidad hacia, todos, sobre todo los más pobres y marginados.
i-> Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad
— Desarrollo de las posibilidades que tiene la propia vida.
— Comunicación de los propias dones y cualidades con generosidad y dis-
ponibilidad.
— Colaboración con los demás en la solución de los problemas y necesidades del
propio ambiente como opción de la propia fe. Compromisos de voluntariado.

3. ¿Qué objetivos pretende?


l-> Experimentar a Cristo presente en la vida y en los acontecimientos sociales (Obj. 7).
C> Asumir el estilo del Evangelio como forma personal de vida y como criterio de
valoración del propio ambiente (Obj. 8).
i-> Elaborar el proyecto personal de vida especificando compromisos de apertura,
participación y fraternidad en los ambientes en que se vive (Cfr. Obj. 9).
i-> Conocer en profundidad la realidad y problemática social, sus causas y con-
secuencias, especialmente en lo que se refiere a los más pobres (Obj. 16).
i-> Colaborar en la transformación evangélica del propio ambiente -estudio, trabajo,
familia, amigos, barrio-, mediante compromisos de voluntariado estable (Obj. 18).
4. ¿Cuáles son los contenidos fundamentales?
Conceptos
— Situaciones de la sociedad actual que deben ser superadas: pobreza, subde-sarrollo,
injusticia, violencia, violación de los derechos humanos, margina-ción social.
— Sentido y niveles del compromiso social cristiano.
— La dimensión personal del compromiso cristiano.
— Sentido cristiano del voluntariado social y misionero.
Procedimientos
— Identificar situaciones humanas que exigen solidaridad en el mundo y en el propio
entorno
— Investigación-análisis de asociaciones e iniciativas de solidaridad a través de visitas
y recogida de datos
— Elección de una tarea de compromiso estable personalmente y como grupo:
Voluntariado.
Valores

— Admiración por las personas que se comprometen en lo social;


— Responsabilidad ante la realidad social del mundo.
— Solidaridad ante las necesidades ajenas.
— Participación en algún tipo de compromiso.

5. Conexión con otros temas


— Análisis de las estructuras (Nivel III, bloque temático 3): nos sitúa ante la realidad
del mundo con criterios evangélicos.
— Cristo, centro de la vida. (Nivel III, bloque temático 2): nos da los parámetros para
leer y actuar en la sociedad actual dignificando y mejorando la realidad humana.

6. ¿Qué debes tener en cuenta?


Aspectos metodológicos

Precisamente porque los jóvenes tienen muchas teorías sobre la realidad que los rodea
y son capaces de hablar mucho sobre realidades que no han experimentado
críticamente, intentaremos que el tema se realice a través de una metodología activa,
para ello proponemos el acercamiento real a las zonas periféricas o conflictivas
socialmente que se encuentran en nuestras ciudades o barrios.
Por todo esto será conveniente que antes de proponer este tema el animador se informe
bien sobre la realidad de marginación que existe en su ciudad o barrio, que contacte
con ellos para poder proponerlo a los jóvenes. Infórmese también sobre las realidades
de voluntariado existente.
Materiales que necesita
Documentos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,8, 9y 10.

Temporalización

PRIMERA Pisando tierra (Desde el mundo cercano en que vivimos)


REUNIÓN — Acogida. — Experiencia de análisis y profündización:
Una visita muy especial al barrio (Documento 1).

— Experiencia de interiorización (Documento 2).


SEGUNDA Pisando tierra/Abriendo horizontes (Soluciones para todos los gustos.
REUNIÓN Todo depende del color con que se mira)
— Acogida. — Experiencia de comunicación y
profündización. — Haciendo síntesis (Documento 3)-

TERCERA Abriendo horizontes / Novedad (La problemática social desde la


REUNIÓN mirada de Cristo y de la Iglesia)
— Acogida.. — Experiencia de análisis y
profündización (Documentos 4, 5,6,7 y 8). —
Haciendo síntesis.

CUARTA Novedad / Las palabras no bastan (Joñas, escucha...)


REUNIÓN — Novedad. — Experiencia de análisis y profündización
(Documento 9).

— Experiencia de interiorización. — Haciendo síntesis (Documento 10).

7. Baúl de recursos

BIBLIOGRAFÍA

LIBROS
ALBURQUERQUE, E., Catcquesis y moral, en «Cuadernos Proyecto Catequista»,
Editorial CCS, Madrid 1991.
— Etica social, colección «Teología para jóvenes», Editorial CCS, Madrid 1996.
CARDENAL TARANCÓN, Cristianos en la sociedad secular, Ed. PPC, Madrid 1994.
SIERRA,R, Ciencias sociales y doctrina social de la Iglesia, Editorial CCS, Madrid
1997.
AA.W., Animadores de grupos de fe. Formación básica 2, Editorial CCS, Madrid 1993,
pp. 142-156.

REVISTAS
«Misión Joven», Voluntariado y compromiso de los jóvenes, no 240-241, Enero-Febrero de
1997.

<^> DESARROLLO DEL TEMA


Pisando tierra
Desde e/ mundo cercano en que vivimos
En esta primera reunión invitamos a los jóvenes a acercarse a la realidad social del entorno,
sobre todo del entorno menos favorecido: barrios periféricos de nuestras ciudades, centros
de beneficencia, instituciones que se dedican a la marginación. Es un modo de ayudarles a
descubrir los distintos tipos de marginación que existen muy cerca de donde transcurre su
vida.
No se trata de ir en plan turístico, como quien asiste a un espectáculo, sino de entrar en
contacto con ciertos ambientes, acompañados por personas que trabajan en ellos, y
descubrir las características sociales del barrio.
Antes de realizar esta experiencia, es necesario que el animador o animadora esté informado
suficientemente sobre estos lugares.
La actividad está pensada para realizarla una mañana de sábado o de domingo.
1. ACOGIDA

Una vez reunido el grupo, el animador o animadora explica brevemente el trabajo que se va
realizar. Entre todos concretan los lugares a los que se va a ir, se divide el grupo en parejas,
y se asigna un lugar distinto a cada una. De esta manera se amplía la experiencia. Conviene
que, sobre esta visita, se haya informado previamente al grupo en la reunión anterior.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
Una visita muy especial al barrio
Materiales: Documento 1, bloc de notas.
Se entrega a cada uno la plantilla del documento 1, y en parejas salen hacia el barrio o lugar
asignado. En el caso de que se visite alguna institución conviene avisar con suficiente
antelación, explicando la finalidad de la visita.

186
El animador o animadora recuerda a los jóvenes la importancia de captar el mayor número
de detalles posible sobre la situación de las personas, especialmente de los más
desfavorecidos: niños, jóvenes, ancianos, etc.
3. EXPERIENCIA DE INTERIORIZACIÓN
Materiales: Documento 2.
Concluida la visita, y para disponer de más tiempo, no se vuelve a reunir el grupo. Cada
pareja o cada individuo dedica un tiempo durante la semana a interiorizar la experiencia
realizada. Para ello proponemos lo siguiente:
— Pasar a limpio lo escrito en la plantilla del documento 1, para ponerlo en común en la
reunión próxima. Si tienen tiempo y ganas, pueden elaborar un sencillo dossier con
datos, esquemas, fotografías, opiniones, etc.
— Interiorizar la experiencia: sentimientos experimentados, impresiones recibidas, algún
detalle que valga la pena resaltar.
— Leer£x 3 y 4 (Documento 2) y responder a las preguntas indicadas.
Para favorecer su lectura, se entrega el documento a cada uno dentro de un sobre, antes de
iniciar la visita al barrio, para que lo abran al concluir la experiencia.
Pisando tierra
Abriendo horizontes
Soluciones para todos los gustos SEGUNDA Todo
depende del cristal con que se mira REUNIÓN
En esta segunda reunión retomamos la experiencia de la semana anterior y ayudamos a los
jóvenes a hacer distintas lecturas de las situaciones encontradas en la visita. Y en un
segundo momento les presentamos la alternativa cristiana reflejada en la doctrina social de
la Iglesia.
1. ACOGIDA

Se inicia la reunión poniendo en común la reflexión personal hecha durante la semana, en


torno a las cuestiones indicadas en el documento 2. En este momento se comunican
solamente impresiones globales, sentimientos, algún detalle o anécdota significativos.
El animador o animadora interviene también para introducir en el diálogo la línea fuerza de
esta segunda reunión: no basta ver los problemas; hay que buscar soluciones, y éstas pasan
por las diversas lecturas que se hacen de los mismos. A continuación, invita al grupo a
identificar los problemas descubiertos y sus posibles lecturas.

187
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
Materiales: Cuartillas, tarjetas y rotuladores.
Cada pareja explica al grupo brevemente el contenido de la plantilla elaborada a partir de la
visita de la semana pasada. Las situaciones problemáticas se escriben en otras tantas
cuartillas y se ponen encima de la mesa. Después el animador o animadora coloca alrededor
de las cuartillas una serie de tarjetas con las distintas lecturas que se pueden hacer. Por
ejemplo, la lectura de:
— Un economista.
— Vn político.
— Vn periodista.
— Un marginado.
— Un agente de seguridad.
A continuación se elige un problema que haya aparecido en todos los informes. Se asigna a
cada pareja una de las lecturas, para que desde ella elabore un diagnóstico sobre las causas
de tal situación y proponga posibles líneas de solución. Pasado un tiempo, se abre un debate
sobre las distintas lecturas.
3. HACIENDO SÍNTESIS
Materiales: Documento 3.

Como síntesis de la reunión, se hace alusión al texto del Éxodo entregado la sema na
pasada, y entre todos hacen la lectura creyente de la situación anterior. Es el momento de
que afloren las posibilidades y dificultades de intervenir socialmente como creyentes y
cristianos. Ahora basta introducir el tema; en la próxima reunión se profundizará desde la
clave ofrecida por Jesús en el Evangelio, la Doctrina Social de la Iglesia y algunas formas
concretas de compromiso cristiano.
Para terminar la reunión, se entrega por escrito el Salmo 9 (Documento 3), y rezan una
estrofa cada uno. Se puede concluir con el Padrenuestro o una canción adecuada al tema,
por ejemplo, Tu reino es vida (M. MANZANO).
Abriendo horizontes
Novedad
La problemática social desde la mirada \ TERCERA de Cristo y de
la Iglesia REUNIÓN

En las reuniones anteriores, hemos ayudado a los jóvenes a acercarse a la realidad


social que les rodea, a descubrir las situaciones problemáticas, y a valorar las
diversas lecturas que se pueden hacer de las causas y de las vías de solución de estas
situaciones.
En esta tercera reunión, situamos a los jóvenes ante la lectura cristiana de la problemática
social. Para ello les ofrecemos los criterios evangélicos de esta lectura y

188
la Doctrina Social de la Iglesia. La edad y preparación de los destinatarios posibilita el
análisis y profündización de algunos textos de la Doctrina Social de la Iglesia, en los que se
trazan criterios y líneas de acción para el compromiso social de los cristianos.

1. ACOGIDA

La sala de reunión se decora con algunos posters o fotografías que hagan alusión a
situaciones de marginación y exclusión social del entorno cercano. Entre ellas se ponen
también carteles con el nombre de las principales encíclicas sociales de los últimos Papas,
que presentaremos a lo largo de la reunión. Eso ayudará a familiarizarse con ellas. Se
escriben los títulos oficiales en latín y la traducción correspondiente.
El animador o animadora hace alusión a la última dinámica de la reunión anterior sobre las
diversas lecturas de las situaciones sociales, y propone al grupo entrar en el análisis y
valoración de la lectura cristiana, desde el mensaje de Jesús y la Doctrina Social de la
Iglesia. Para estimular al trabajo, hace referencia a los títulos de las encíclicas y para ver en
qué medida son conocidos por los miembros del grupo. Es normal que a la mayoría les sean
desconocidos, lo que es un motivo más para acercarse a ellas.
Después se colocan en el mural carteles con los temas que se van a trabajar:
— Desarrollo y solidaridad.
— Compromiso con la justicia.
— Valor y dignidad del trabajo humano.
— Propiedad privada y comunidad de bienes.
— La paz, fruto de...

2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFÜNDIZACIÓN


Materiales: Documentos 4, 5, 6, 7}' 8. Lo necesario para presentar las conclusiones al
grupo.
A continuación, se divide el grupo por parejas y se reparten entre ellas los documentos. En
cada documento se ofrecen algunas citas evangélicas y textos de encíclicas sociales
relacionados con el tema correspondiente, y acompañadas con una propuesta de trabajo. EL
animador o animadora invita a ser creativos a la hora de expresar las conclusiones.
Para trabajar con calma los documentos conviene dejar un tiempo considerable.
Proponemos dedicar toda la reunión a ello.

3. HACIENDO SÍNTESIS

Acabado el trabajo de las parejas, se ponen en común los resultados. Búsquese una
metodología adecuada para agilitar la comunicación, y más teniendo en cuenta el esfuerzo
realizado para el análisis de los documentos.

189
Como síntesis de la reunión se redacta entre todos un breve manifiesto, indicando las
razones principales por las que un cristiano o cristiana tiene que comprometerse
socialmente en favor de los menos favorecidos. Puede hacerse en forma de frases cortas:
En un ambiente socio-cultural caracterizado por... Los
cristianos trabajamos para que...

Novedad
Las palabras no bastan
JOÑAS, escucha...
En esta última reunión del bloque temático, ayudamos a los jóvenes a aplicar en la propia
vida todo lo reflexionado y comunicado anteriormente. Les proponemos concretar espacios
y experiencias para vivir su compromiso socio-político como cristianos. Lo hacemos
mediante la figura-narración bíblica de Joñas, profeta que se resiste a comprometerse
socialmente desde la palabra de Dios. Con ello situamos el tema en la perspectiva creyente.
A estas alturas del Itinerario, no haría falta resaltar este aspecto, pero todos conocen la
dificultad de los jóvenes para abordar el compromiso social como expresión de su camino
de fe, y la facilidad con que lo abandonan al encontrar las primeras dificultades.
Esta reunión podrían hacerse con todos los grupos locales del mismo nivel; de esta forma el
contacto con otras experiencias daría mayor profundidad a la personalización de los
compromisos que se quieren asumir. El equipo de animadores vea cuál es la fórmula mejor.
1. ACOGIDA

En la ambientación de la sala se añade un cartel con el título: /Joñas, escuchaa-aa...!


El animador o animadora hace alusión al trabajo de análisis y profündización de algunos
textos sobre la Doctrina Social de la Iglesia, trabajados en la reunión anterior; felicita al
grupo por ello, y propone aplicarse el cuento, es decir, evaluar el nivel de compromiso
social, personal y del grupo, y añadir acciones concretas en el proyecto personal de vida.
Para iniciar el trabajo, comentan el manifiesto elaborado al final de la reunión anterior. El
animador resalta la facilidad con que hablamos o escribimos sobre diversos temas y la
dificultad para vivirlo en la realidad de cada día. Para ello invita al grupo a comunicar
brevemente en qué medida cada uno ha vivido durante la semana lo escrito en el manifiesto,
y las dificultades que ha tenido.

190
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACION
Materiales: Documento 9, magnetófono.
Acabado el diálogo anterior, suena el teléfono y lo toma el animador o animadora, o un
miembro del grupo. En el caso de que no haya teléfono en la sala, se usa un móvil.
Previamente se ha preparado una grabación con el siguiente contenido.
Voz 1: ¡Oigan! ¡Oigan! ¿Son ustedes ese grupo de jóvenes que sigue un Itinerario de
Educación en la fe? Esperen un momento, les paso una llamada. (Se oye música de espera.)
Voz 2: Sí (Nombra el lugar donde está incardinado el grupo o los nombres del mismo.), es
una comunicación para todos vosotros. Por fin habéis dejado libre la línea. Dios lleva varios
días intentando hablar con vosotros, pero vuestro teléfono estaba siempre comunicando.
Escuchad. Dios os invita a escuchar una sencilla historia, relacionada con el tema que estáis
tratando estas semanas. Es la historia de Joñas. (Se escucha el texto del documento 9, que se
ha repartido previamente; de esta forma pueden seguirlo mejor y escribir al margen)

3. EXPERIENCIA DE INTERIORIZACIÓN

Acabada la comunicación, cada uno responde personalmente a las preguntas indicadas en el


documento para personalizar e interiorizar la narración de Joñas. Mientras, se puede poner
música de fondo. En el caso de que la reunión se haga en un lugar abierto, cada uno busque
el lugar más adecuado para la reflexión personal.
4. HACIENDO SÍNTESIS

Como síntesis de la reunión y del bloque proponemos dos momentos: la comunicación de la


reflexión anterior y un momento de oración.
a) Comunicación al grupo

Cada uno comunica al grupo las conclusiones a las que ha llegado en la interiorización de la
narración de Joñas. El animador o animadora introduce el diálogo resaltando lo siguiente:
— Concluimos un bloque temático muy denso. Hemos analizado textos sobre el
compromiso social del cristiano bastante desconocidos para la mayoría de la gente.
Seguro que su análisis ha enriquecido también vuestro conocimiento del tema.
— Pero no es cuestión de quedarse en las ideas. Hay que aterrizar.
— Cada uno de nosotros sabe perfectamente las posibilidades y dificultades para
comprometerse socialmente como cristiano o cristiana. El profeta Joñas nos ha
recordado la facilidad con que nos hacemos el despistado para no escuchar la voz de
Dios y, de esta manera, no implicarnos en la sociedad.
— Vamos a sincerarnos como grupo. Os invito a poner en común la propia situación en
esto del compromiso cristiano.

191
A continuación, cada uno comunica al grupo el fruto de su reflexión personal. El animador
o animadora invita a hacerlo con creatividad, sin abusar de la comunicación oral. Después
de cada comunicación, el grupo hace una valoración de la misma: si son respuestas y
compromisos personales realistas y posibles de realizar, o más bien se reducen a una
declaración de intenciones.
Concluida la comunicación, concretan entre todos algún compromiso para llevarlo a cabo
como grupo en el barrio o en la zona.

b) Momento de oración
El animador o animadora invita a concluir la reunión con un momento de oración. La
oración ayuda a vivir en actitud de apertura y de escucha de lo que Dios nos pi de. Joñas en
el vientre del pez reflexiona sobre su actitud de huida de Dios, y reza. La consecuencia es ir
a Nínive y comprometerse con la palabra de Dios.
Proponemos este sencillo esquema:
— Canto: Cerca está el Señor (C. ERDOZÁIN).
— Palabra de Dios: Se lee una de las lecturas propuestas en la reunión anterior. Aquélla
que ilumine mejor la relación entre mensaje de Dios y compromiso cristiano.
— Oración: Cada uno reza personalmente la oración del documento 10, y después dice en
voz alta la frase con la que más se ha identificado.
— Compromiso del grupo: Cada miembro del grupo piensa cómo va a llevar a la práctica
el compromiso del grupo y lo comunica a los demás. Después concretan entre todos la
estrategia para realizarlo.
— Canto final: Cristo te necesita para amar (C. GABARÁIN). El amor es nuestro canto
(J.M. MÁBMOL).
Evaluando
Ver el esquema del bloque 1.

EVALUACIÓN DE LOS ANIMADORES

Ver el esquema del bloque 1.

192
DOCUMENTO 2

LA SITUACIÓN DE UN PUEBLO UN
CLAMOR ESCUCHADO POR DIOS

Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró por el desierto, cerca del Horeb, el monte de Dios. El
ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin
consumirse.
Moisés dijo:
—Voy a acercarme a mirar este espectáculo tan admirable: cómo es que no se quema la zarza.
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza.
—Moisés, Moisés. Respondió él.
—Aquí estoy. Dijo Dios.
—No te acerques. Quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado.
Y añadió.
—Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob. Moisés se tapó
la cara, temeroso de mirar a Dios. El Señor le dijo:
—He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los egipcios, me he fijado en
sus sufrimientos. Y he bajado a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tie rra para llevarlos a una
tierra fértil y espaciosa, la tierra que mana leche y miel [...]. El cla mor de los israelitas ha llegado a mí y
he visto cómo los tiranizan los egipcios. Y ahora, anda, que yo te envío al faraón para que saques de
Egipto a mi pueblo, a los israelitas.
Moisés replicó a Dios.
—¿Quién soy yo para acudir al faraón o para sacar a los israelitas de Egipto? Respondió Dios.
—Yo estoy contigo, y ésta es la señal de que yo te envío: que cuando saques al pueblo de Egipto, daréis
culto a Dios en esta montaña.
Moisés replicó a Dios.
—Mira, yo iré a los israelitas y les diré: «El Dios de vuestros Padres me ha enviado a vosotros». Si ellos
me preguntan cómo se llama, ¿qué les respondo?
Dios dijo a Moisés.
—Soy el que soy. Esto dirás a los israelitas: «Yo soy me envía a vosotros».

194
BDios añadió.
—Esto dirás a los israelitas: «El Señor Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios
de Jacob, me envía a vosotros». Vete, reúne a las autoridades de Israel y diles: «El Señor se me ha
aparecido y me ha dicho: "Os tengo presentes y veo cómo os tratan los egipcios. He decidido sacaros de
la opresión egipcia y llevaros a una tierra que mana leche y miel"». Ellos te harán caso, y tú, con las
autoridades de Israel, te presentaras al faraón y le diréis: «El Señor Dios de los hebreos nos ha
encontrado, y nosotros tenemos que hacer un viaje de tres días por el desierto para ofrecer sacrificios al
Señor nuestro Dios». Yo sé que el faraón no os dejará marchar sino es a la fuerza; pero yo extenderé la
mano y haré una serie de signos, y entonces os dejará marchar [...].
Pero Moisés insistió al Señor.
—Yo no tengo facilidad de palabra, ni antes ni ahora que has hablado a tu siervo; soy torpe de boca y de
lengua.
El Señor replicó.
—¿Quién es el que hace hablar al hombre? ¿No soy yo el Señor? Por tanto, ve; yo estaré en tu favor y te
enseñaré lo que tienes que decir.
Moisés insistió.
—No, Señor; envía a quien tengas que enviar. El Señor
se irritó con Moisés, y le dijo.
—Aarón, tu hermano, sé que habla bien. Él viene ya a tu encuentro y se alegrará al ver te. Habíale y
ponle mis palabras en la boca. Yo estaré en tu boca y en la suya, y os enseñaré lo que tenéis que hacer.
Él hablará al pueblo en tu nombre, será tu boca. Tú coge el bastón con el que realizarás los signos (Ex
3,1 al 4,17).

— ¿Guarda alguna relación este texto con la visita que ha efectuado el grupo
anteriormente? ¿En qué sentido?
— ¿Se escucha el clamor del pueblo de Israel también en la actualidad, en boca de
muchos hermanos nuestros? Escribe algunos de estos gritos y de donde vienen.
— ¿Necesita nuestro mundo personas como Moisés? ¿Qué características deben
reunir los Moisés actuales?
— Escribe las expresiones que más se repiten en el texto. ¿Qué te sugieren?
— Haz un momento de oración, poniéndote en la piel de Moisés.

195
DOCUMENTO 3

UN SALMO RECONFORTANTE PARA


TODOS LOS PERSEGUIDOS
Salmo 9
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
proclamado todas tus maravillas;
me alegro y exulto contigo y toco en
tu honor, oh Altísimo.
Por que mis enemigos retrocedieron, cayeron y
perecieron ante ti;
diste sentencia a mi favor
sentado en tu tribunal.
Destruíste al malvado, borrando para
siempre su memoria;
el enemigo acabó en ruina perpetua, arrasaste sus ciudades y
se perdió su memoria.
El Señor es refugio del oprimido,
su refugio en los momentos de peligro.
Confiarán los que tienen trato contigo,
porque tú no abandonas a los que te buscan, Señor.
Tocad para el Señor, narrad sus hazañas a
los pueblos:
él venga la sangre de los inocentes y no olvida
los gritos de los oprimidos.
Piedad, Señor, mira cómo me oprimen mis enemigos,
levántame del umbral de la muerte,
para que pueda proclama tus alabanzas
y celebrar la victoria en la plaza de la ciudad.
Los pueblos malvados se han hundido en la fosa que hicieron,
su pie quedó atrapado en la red que escondieron.
El Señor apareció para hacer justicia,
y el malvado se enredó en sus propias acciones.
Vuelvan al abismo los malvados, los pueblos que
olvidan a Dios. Él no olvida jamás al pobre ni la
esperanza del humilde perecerá.
Levántate, Señor,
que el hombre malvado no triunfe.
Y aprendan los pueblos
que no son más que hombres.
DOCUMENTO 4

DESARROLLO Y SOLIDARIDAD

1. Leer Lucas 16,19-21; Lucas 12,6-21; Mateo 25,31-46. Identificar las llamadas a la solidaridad que nos
hace Jesús en el Evangelio.
2. Leer los siguientes textos:

• Lo fundamental del desarrollo: el servicio a la persona


O Hoy más que nunca, para hacer frente al aumento de la población y responder a las aspiraciones más
amplias del género humano, se tiende con razón a un aumento en la producción agrícola, industrial y en
la prestación de servicios. Por ello hay que favorecer el progreso técnico, el espíritu de innovación, el
afán por crear y ampliar nuevas empresas, la adaptación de los métodos productivos, el esfuerzo
sostenido de cuantos participan en la producción; en un palabra, todo cuanto puede contribuir a dicho
progreso. La finalidad fundamental de esta producción no es el mero incremento de los productos, ni el
beneficio, ni el poder, sino el servicio de la persona humana, de la persona vista integralmente, teniendo
en cuenta sus necesidades materiales y sus exigencias intelectuales, morales, espirituales y religiosas; y
no sólo de toda persona; también de todo grupo de personas, sin distinción de raza o continente. De esta
forma, la actividad económica debe ejercitarse siguiendo sus métodos y leyes propias, dentro del ámbito
del orden moral, para que se cumplan los designios de Dios sobre la persona humana (CONCILIO VATI-
CANO II, Gaudium et Spes, n. 64).

• Visión cristiana del desarrollo:


O El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico, debe ser integral, es
decir, promover a todas las personas y a toda la persona. Con gran acierto ha subrayado un experto:
«Nosotros no aceptamos la separación de la economía de lo humano y del desarrollo de las civilizaciones
en que aquella está inscrito. Lo que cuenta para nosotros es la persona, cada persona, cada agrupación de
personas, y la humanidad entera» (PABLO VI, Populorum Progressio, n. 14).
O Cada una de las personas es un miembro de la sociedad, pertenece a la humanidad entera. Y no es
solamente esta o aquella persona, sino que todas las personas están llamadas a este desarrollo pleno. Las
civilizaciones nacen, crecen y mueren. Pero, así como las olas del mar van avanzando con el flujo de la
marea en la arena de la playa, cada una un poco más, de la misma manera la humanidad avanza por el
camino de la historia. Herederos de generaciones pasadas y beneficiándonos del trabajo de nuestros
contemporáneos, estamos obligados para con todos y no podemos desinteresarnos de los que vendrán a
aumentar más la familia humana. La solidaridad universal, que es un hecho y un beneficio para todos, es
también un deber (Ídem, n. 17).
O Este crecimiento personal y comunitario se vería comprometido si se alterase la verdadera escala de
valores. Es legítimo el deseo de lo necesario, y el trabajo para conseguirlo es un deber: El que no quiera
trabajar, que no coma (2Tes 3,10). Pero la adquisición

197
de los bienes temporales puede conducir a la codicia, al deseo de tener cada vez más y la tentación de
acrecentar el propio poder. La avaricia de las personas, de las familias de las naciones puede
apoderarse lo mismo de los más pobres que de los más ricos, suscitar en los unos y en los otros un
materialismo sofocante (Ídem, n. 18).
3. Completar la siguiente tabla.

1. Escribe tres interrogantes que


te haya sugerido la lectura de estos
textos.

2. Escribe tres frases


que sinteticen lo
que has leído.

3. Escribe tres
conclusiones
para vuestra vida
cristiana.

198
DOCUMENTO 5

VALOR Y DIGNIDAD DEL TRABAJO HUMANO

1. Leer los siguientes textos de la Doctrina social de la Iglesia:

-> El trabajo, al servicio del hombre


Todo programa laboral encaminado a aumentar la producción no tiene otra razón de ser que el servicio
de la persona. Si existe, es para reducir las desigualdades, combatir las discriminaciones, librar al
hombre de la esclavitud, hacerle capaz de ser por sí mismo agente responsable de su mejora material, de
su progreso moral y de su desarrollo espiritual [...]. No basta aumentar la riqueza común para que sea
repartida equitativamente. No basta promover la técnica para que la tierra sea humanamente más
habitable.
Los errores de los que han ido por delante deben advertir a los que están en vías de desarrollo, de cuáles
son los peligros que hay que evitar en este terreno. La tecnocracia del mañana puede engendrar males no
menos temibles que los del liberalismo de ayer. Economía y técnica no tienen sentido, si no están al
servicio de la persona humana a la que deben servir. El hombre no es verdaderamente hombre más que
en la medida en que, dueño y juez de sus acciones, se hace a sí mismo autor y dueño del progreso, según
la misión que le ha sido dada por su Creador, y de la cual asume libremente las posibilidades y
exigencias (PABLO VI, «Populorum Progressiou, n. 34).

-> El problema del desempleo


Hay que prestar atención a un problema fundamental en el mundo laboral: el problema de conseguir
trabajo, de conseguir un empleo adecuado a las capacidades de cada uno, y de combatir el desempleo.
Un problema particularmente doloroso cuando los afectados son principalmente los jóvenes, quienes,
después de haberse preparado mediante una adecuada formación cultural, técnica y profesional, no
logran encontrar un puesto de trabajo, y ven así frustradas su sincera voluntad de trabajar y su
disponibilidad a asumir responsabilidades para el desarrollo económico y social de la comunidad.
La obligación de prestar subsidios a favor de los desocupados, con las convenientes subvenciones
indispensables para la subsistencia de los parados y de sus familias, es una obligación que brota del
principio fundamental del orden moral en este campo, esto es, del principio del uso común de los bienes,
o, para hablar de manera aún más sencilla, del derecho a la vida y a la subsistencia [...].
La responsabilidad de solucionar el desempleo cae, en definitiva, sobre las espaldas del estado, pero ello
no significa una centralización llevada a cabo unilateralmente por los poderes públicos. Se trata, más
bien, de una coordinación justa y racional, en cuyo marco se debe garantizar la iniciativa de las personas,
de los grupos libres, de los centros de trabajo de cada lugar (JUAN PABLO n, «Laborero exercens», n. 18).

• Según estos textos, ¿qué sentido tiene el trabajo? Escribe dos frases sobre ello.
• ¿Has pensado a qué se debe la situación de desempleo que se vive en la sociedad?
• ¿Qué puede hacer la comunidad cristiana frente a esa situación?

199
DOCUMENTO 6

DE LA PROPIEDAD PRIVADA A LA
COMUNIDAD DE BIENES

1. Leer las siguientes citas del Nuevo Testamento: Lucas 12,22-34; Hechos 4,32-35; 1 Timoteo 6,6-10.
¿Qué detalles llaman la atención sobre el uso del dinero?

2. Leer los siguientes textos de la Doctrina social de la Iglesia:

-^ Los bienes de la tierra están destinados a todos los hombres


Dios ha destinado la tierra y cuanto hay en ella para uso de todos los hombres y pueblos. En
consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa, con criterios de justicia y de
caridad. Sean las que sean las formas de la propiedad, adaptadas a las circunstancias diversas y variables
de los pueblos, jamás debe perderse de vista este destino universal de los bienes. Por tanto, el hombre, al
usarlos, no debe tener los bienes que legítimamente posee, como exclusivamente suyos, sino también
como comunes, en el sentido de que no le aprovechen solamente a él, sino también a los demás. Por lo
demás, todos tiene el derecho a poseer una parte de bienes suficiente para sí mismos y para sus familias.
Éste es el sentir de los Padres y de los Doctores de la Iglesia, quienes enseñaron que los hombres están
obligados a dar a los pobres, y, por cierto, no sólo los bienes que les sobran. Quien se halla en situación
de necesidad extrema tiene derecho a tomar de la riqueza ajena lo necesario para sí. Habiendo tantos
oprimidos actualmente por el hambre en el mundo, el Concilio urge a todos, particulares y autoridades, a
que, recordando aquella frase de los padres: «Alimenta al que se muere de hambre, porque, si no lo
alimentas, lo matas», ofrezcan realmente sus bienes, en la medida de sus posibilidades, ayudando en
primer lugar, a los pobres, tanto individuos como pueblos, a que puedan ayudarse y desarrollarse por sí
mismos (CONCILIO VATICANO II, «Gaudium et Spes», n. 69).

-> La propiedad
Si alguno tiene bienes de este mundo y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas,
¿cómo es posible que resida en él el amor de Dios? (Un 3,17). Es conocida la firmeza con que los
Padres de la Iglesia han precisado cuál debe ser la actitud de los que poseen respecto a los que se
encuentran en necesidad: «No es parte de tus bienes —dice San Ambrosio— lo que tú das al pobre; lo
que le das le pertenece. Porque lo que ha sido dado para el uso de todo el mundo, tú te lo apropias. La
tierra ha sido dada para todo el mundo, no solamente para los ricos».
Es decir, que la propiedad privada no constituye para nada un derecho incondicional y absoluto. No hay
ninguna razón para reservarse en uso exclusivo lo que supera a la propia necesidad cuando a los demás
les falta lo necesario [...]. Si se llegase al conflicto entre los derechos privados adquiridos y las
exigencias comunitarias urgentes, toca a los

200
deres públicos procurar una solución con la activa participación de las personas y de grupos sociales
(PABLO VI, «Populorum Progressio», n. 23).
Completar la siguiente tabla:

Escribe tres interrogantes que


te haya sugerido la lectura de estos
textos.

2. Escribe tres frases que sinteticen lo


que has leído.

3. Escribe tres conclusiones


para vuestra vida cristiana.

201
DOCUMENTO 7

LA PAZ, FRUTO DE...

1. Jesús dice en el evangelio: Mi paz no es como la que da el mundo (Jn 14,27). Escribir dos o tres frases
que resuman lo que quiere decir Jesús en esta frase.
2. Leer los siguientes textos.
-^ Naturaleza de la paz
La paz no es la mera ausencia de la guerra ni se reduce al solo equilibrio de las fuerzas adversarias ni
surge de un poder despótico, sino que es fruto de la justicia [...}. La paz en la tierra no se puede lograr si
no se asegura el bien de las personas y la comunicación espontánea entre las personas de sus riquezas de
orden intelectual y espiritual. Es absolutamente necesario el firme propósito de respetar a los demás
hombres y pueblos, así como su dignidad, y el apasionado ejercicio de la fraternidad para construir la
paz. Así, la paz es también fruto del amor, el cual sobrepasa todo lo que la mera justicia puede realizar
[...]. La paz sobre la tierra, nacida del amor al prójimo, es imagen y efecto de la paz de Cristo, que
procede de Dios Padre [...].
Por lo cual se llama insistentemente la atención de todos los cristianos para que, vivien do con sinceridad
en la caridad, se unan con las personas realmente pacíficas para pedir y establecer la paz.
Movidos por el Espíritu de Jesús, hemos de alabar también a todos aquéllos que, renun ciando a la
violencia en las exigencias de sus derechos, recurren a medios de defensa que están al alcance incluso de
los débiles, con tal que esto sea posible sin lesión de los derechos y deberes de otros o de la sociedad
(CONCILIO VATICANO II, ffGaudium et Spes», n. 78).
-> El desarrollo es el nuevo nombre de la paz
Las diferencias económicas, sociales y culturales demasiado grandes entre los pueblos provocan
tensiones y discordias que ponen la paz en peligro [...]. Combatir la miseria y luchar contra la injusticia
es promover el mayor bienestar, el progreso humano y espiritual de todos y, por consiguiente, el bien
común de la humanidad. La paz no se reduce a la ausencia de guerra, fruto del equilibrio precario de las
fuerzas. La paz se construye día a día, en la instauración de un orden querido por Dios, que comporta
una justicia más perfecta entre los hombres (PABLO VI, «Populorum Progressio», n. 76).
3. Como síntesis de estos textos, completar las siguientes frases sobre la paz:
— Los cristianos tenemos la responsabilidad de luchar por la paz porque...

— Para hacer posible la paz, es necesario...

202
DOCUMENTO 8

COMPROMISO POR LA JUSTICIA


1. Leer el siguiente texto. Necesidad de
comprometerse en la acción
En el campo social, la Iglesia ha querido realizar siempre una doble tarea: iluminar a las personas para
ayudarlas a descubrir la verdad y distinguir el camino que deben seguir ante las diversas doctrinas que
reclaman su atención; y dedicarse a la difusión del Evangelio, con el deseo real de servir eficazmente a
la humanidad [...].
Por ello dirigimos nuevamente a todos los cristianos, de manera apremiante, un llamamiento a la acción
[...]. Que cada cual se examine para ver lo que ha hecho hasta aquí y lo que debe hacer todavía. No basta
recordar principios generales y presentar denuncias con cierta audacia profética; todo ello no tendrá peso
real, si no va acompañado en cada persona de una toma de conciencia más viva de su propia
responsabilidad y de una acción efectiva. Resulta demasiado fácil echar sobre los demás la
responsabilidad de las presentes injusticias, si al mismo tiempo no nos damos cuenta de que todos somos
también responsables, y que, por tanto, la conversión personal es la primera exigencia.
Esta humildad fundamental quitará a nuestra acción toda clase de asperezas y de sectarismos; evitará
también el desaliento frente a un tarea que se presenta con proporciones inmensas. La esperanza del
cristiano proviene, en primer lugar, de saber que el Señor está actuando entre nosotros, en su cuerpo que
es la Iglesia, y mediante ella en la humanidad entera, la salvación consumada en la muerte y resurrección
de Cristo. Le viene, además, de saber que también otros hombres y mujeres colaboran en acciones
convergentes de justicia y de paz; porque, bajo una aparente indiferencia, existe en el corazón de todo
hombre una voluntad de vida fraterna y una sed de justicia y de paz que es necesario satisfacer (PABLO
VI, «Octogésima adveniens», n. 48).
2. Analizar en las siguientes citas evangélicas el compromiso de Jesús a favor de la justicia:
Mt 5,10; 7,12; 20,1-16; 25,31-46. Le 10,25-
37; 16,19-31.
3. Después, dialogar sobre las siguientes cuestiones y preparar las conclusiones para presentarlas al
grupo.

¿Qué relación hay entre fe y justicia? ¿Se puede ser cristiano sin implicarse por
un mundo más justo? ¿Por qué?
La justicia que propone Jesús en el Evangelio, ¿se identifica con la justicia tal
como se entiende en nuestra sociedad, o va más lejos? ¿Qué añade?
Pensar en alguna forma concreta de compromiso cristiano por la justicia desde
la propuesta de Jesús.

203
DOCUMENTO 9

JOÑAS, ALGUIEN QUE QUERÍA HACERSE


EL DESPISTADO CON DIOS

El Señor dirigió su palabra a Joñas, y le dijo.


— Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y anuncia mi Palabra contra ella, pues su maldad ha llegado
hasta mí.
Joñas se levantó, pero se fue huyendo a Tarsis, lejos del Señor. Bajó a Jafa, encontró un barco que
zarpaba hacia Tarsis, pagó su pasaje y se embarcó para ir con ellos a Tarsis, huyendo del Señor. Pero el
Señor desencadenó un viento huracanado sobre el mar y se originó una borrasca tan violenta que parecía
que el barco estaba punto de partirse.
Los marineros, aterrados, invocaron cada uno a su dios; luego arrojaron al mar la carga para aligerar el
peso. Sólo Joñas, que había bajado a la bodega del barco, estaba acostado y dormía profundamente. El
capitán se le acercó y le dijo.
— ¿Qué haces aquí durmiendo? Levántate e invoca a tu Dios, a ver si ese Dios se ocupa de nosotros y
no perecemos.
Después se dijeron unos a otros.
— Vamos a echar a suertes para saber quién es el culpable de este mal. Echaron suertes, y
le tocó a Joñas. Entonces le preguntaron.
— Dinos por qué nos sucede esto. ¿Cuál es tu profesión? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿De qué
pueblo eres?
Joñas respondió.
— Soy hebreo y adoro al Señor, Dios del Cielo, el que ha hecho el mar y la tierra. Aquellos hombres
se llenaron de miedo y le dijeron.
— ¿Por qué has hecho esto? (Pues por su relato ya sabían que huía de la presencia del Señor.) ¿Qué
hemos de hacer contigo para que se calme el mar? (Pues el mar se embravecía cada vez más.)
El contestó.
— Agarradme y tiradme al mar, y éste se aplacará, porque sé que esta borrasca os ha sobrevenido por mi
culpa.
Los hombres remaron tratando llegar a la costa, pero no lo lograron, porque el mar seguía
encrespándose. Entonces invocaron al Señor.
— Oh Señor, haz que no perezcamos por culpa de este hombre ni nos hagas responsables de la muerte
de un inocente, ya que esto sucede según tus designios.
Luego agarraron a Joñas y lo tiraron al mar, y el mar calmó su furia. Aquellos hombres, llenos de gran
temor hacia el Señor, le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas. El Señor hizo que un gran pez se
tragase a Joñas, y Joñas estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches. Desde las entrañas del pez,
Joñas oró al Señor [...].

204
Entonces el Señor dio orden al pez, y al punto el pez vomitó a Joñas en tierra firme. Por segunda vez,
el Señor se dirigió a Joñas y le dijo.

• Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad y proclama allí lo que yo te diré.


Joñas se levantó y partió para Nínive, según la orden del Señor. Nínive era una ciudad enorme; se
necesitaban tres días para recorrerla. Joñas se fue adentrando en la ciudad y proclamó durante un día
entero.
• Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida.
Los ninivitas creyeron en Dios: promulgaron un ayuno y todos, grandes y pequeños, se vistieron de sayal
[...].
Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían convertido, se arrepintió y no llevó a cabo el castigo con que
los había amenazado (Ver libro de Joñas).

PIENSA UN POCO

• ¿Qué te ha parecido el tal Joñas? ¿De qué huye? ¿De qué tiene miedo?
• ¿Qué consecuencias acarrea su huida? ¿A quién afecta?
• ¿Tienes tú algún parecido con Joñas? ¿Huyes tú también de la Palabra de Dios?
• ¿Qué palabras o mensajes te dirige Dios para que los proclames con tu vida a la sociedad en que vives?
¿En qué dirección debe cambiar tu vida para que tus palabras sean creíbles?
• ¿Que consecuencias acarrea para el mundo, si no escuchas y respondes a lo que Dios te pide?

205
DOCUMENTO 10

¡ESCÚCHANOS, SEÑOR,
QUEREMOS HABLARTE!

Aquí estamos, Señor, te hemos oído y recogemos tu llamada.


Es la hora de orientar nuestra vida,
de marcar el rumbo a nuestra existencia.
Me siento ante ti, abierto como la playa del mar;
estoy en busca de tus pasos, de tus huellas;
quiero dejar atrás mis caminos y entrar en tus caminos;
quiero decir sí a tu plan para los sueños de mi vida.
Aquí estoy, Señor, como Joñas en el barco, y te digo sin
rodeos.
— Señor, ¿qué quieres que haga? ¿A quién me envías? Aquí estoy, Señor, como el niño
Samuel en la noche, y te digo.
— Habla, que tu siervo escucha. Aquí estoy con un corazón disponible. Y te digo como
dijo Jesús.
— Quiero hacer tu voluntad.
Aquí estoy, Señor, como María cuando era joven,
y te digo.
— Me pongo a tu servicio. Hágase en mí según tu Palabra.
Señor, ¿qué quieres de mí? ¿Qué me pides?
¿Cuál es tu plan para mi vida?
¿Qué proyecto quieres que realice?
¿Cómo estar seguro de tus caminos en mi vida?
¿Seré capaz de ser fiel a la llamada que me haces?
Preguntas, Señor, siempre preguntas.
Yo quisiera tener claro cada paso del camino.
Pero soy calculador y cómodo, no me gusta arriesgar nada.
Quiero tener mis seguridades y tengo miedo a lo imprevisible.
Quiero dar respuestas, pero teniéndolo todo claro y bien atado.
A fin de cuentas, ¿te busco o me busco, Señor?
¿Pongo los ojos en ti o me miro a mí?
¿Son tus intereses o los míos los que busco?
Pero hoy te digo que quiero seguirte,
y todavía te lo digo demasiado tímidamente.
Quiero escucharte y responder a tu llamada.
Quiero, Señor Jesús, arriesgar mi camino como el tuyo.
Quiero dejar mis miedos, dar paso a mi fe de joven.
Quiero fiarme de tu plan, porque sé que me amas.
Yo sé que me miras, que has puesto en mí tus ojos. Yo sé que me quieres
para que sea servidor de tu Reino.
Yo sé que me das la fuerza de tu Espíritu,
para ser enviado en medio de esta Nínive en el que vivo.
Yo sé que es posible vivir tu plan y ser feliz.
Señor, quiero hacer de tu persona y tu Evangelio
el proyecto de vida que dé sentido a mi vida.
Aquí me tienes, Señor, para hacer tu voluntad.
Amén.
SOMOS MUCHOS Y SOMOS
UIXIO
(Bloque temático 5: La Iglesia)
<>3> RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos el tema?

Todavía se oye por ahí, en boca de jóvenes y de adultos, el viejo tópico: Yo creo en
Cristo, pero en la Iglesia no. Debajo de esta frase se esconde sin duda la identificación
de la Iglesia con la estructura jerárquica e institucional que la representa externamente,
y con las personas que la encaman: papa, obispos, sacerdotes.
Tampoco es ningún secreto que las normas morales de la Iglesia —sobre todo en el
tema de moral sexual—, y sus engranajes de poder político y económico suelen ser una
barrera para su credibilidad entre los jóvenes. Es verdad que admiran y valoran la labor
de muchas personas concretas —misioneros, gente comprometida de su entorno—, pero
más como mérito individual, que desde su condición de miembros de la Iglesia.
A pesar de ello, tienes ya claro, en tu tarea de animación, que la fe cristiana se transmite
y se vive en la comunidad eclesial. No podemos educar cristianos a la carta, sino en
ypara la comunidad creyente.
Este bloque temático puede ayudar a los jóvenes de tu grupo a crecer en dos
dimensiones fundamentales de la vida cristiana:
— Sentirse Iglesia, arte y parte de una comunidad con 2000 años de historia de gracia y
de pecado.
— Vivir su fe cristiana desde y para su comunidad eclesial, con expresiones concretas
de oración, celebración, compromiso.
Recuerda una vez más —y nunca será más cierto que en este bloque—, que tu grupo es
ya una experiencia de Iglesia, de comunidad cristiana. Y la vida de tu grupo, durante
este último año del itinerario, ha de facilitar la integración consciente y gradual de los
jóvenes en la comunidad cristiana local.

2. ¿Qué capacidades desarrolla?


i-> Dar razón de la propia fe
— Conocimiento de los contenidos esenciales de la fe cristiana: en concreto, el
misterio de la Iglesia como comunidad, y el papel de los distintos miembros de
la misma en su edificación como único Cuerpo de Cristo.

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O Vivir la fe en comunidad
— Sentido de pertenencia activa a un grupo o comunidad cristiana concretos.
— Participación activa en la vida y misión de la comunidad local y de toda la
Iglesia, como comunidad de los seguidores de Jesús.
O Orar y celebrar la fe
— Encuentro con Cristo de forma personal y comunitaria en la oración y
celebración eclesial de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía.
— Vivencia de la celebración cristiana con sentido comunitario y como fuente de
compromiso e implicación en la vida y actividades de la comunidad cristiana
local.
i<> Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad.
— Comunicación de los propios dones y cualidades en el seno de la comunidad
cristiana de referencia, con generosidad y responsabilidad.
— Colaboración con los demás en la solución de los problemas y necesidades del
propio ambiente y de la comunidad cristiana local.

3. ¿Qué objetivos pretende?


O Descubrir la significatividad de la fe en el testimonio de cristianos y cristianas de la
Comunidad eclesial, con estados de vida distintos (Cfr. Obj. 5).
O Vivir el proyecto de grupo de fe como experiencia de Iglesia, donde se crece en
fraternidad y en el compromiso de transformar la realidad (Obj. 11).
O Conocer la vida de la comunidad cristiana local e implicarse en formas con cretas de
colaboración (Obj. 12).
i-> Participar activamente en las celebraciones comunitarias de la fe, especialmente en
la Eucaristía y Reconciliación (Obj. 15).

4. ¿Cuáles son sus contenidos fundamentales?


Conceptos

— La Iglesia como estructura: organización, jerarquía.


— Realidad de la Iglesia: una y dividida, santa y pecadora, católica y nacionalista,
apostólica e institucionalizada.
— La Iglesia como comunidad: comunión de comunidades; comunidad que cree, que
celebra, que evangeliza, que se compromete en la construcción del Reino, que está
al servicio de los pobres.
— La Iglesia local: diócesis, parroquia, movimientos juveniles, obras y actividades.
Procedimientos

— Aplicación del análisis de estructuras a la estructura Iglesia.


— Análisis de la imagen de Iglesia que ofrecen los medios de comunicación, a partir
de una recopilación de datos.
— Evaluación crítica y constructiva de la Iglesia actual, universal y local a través del
análisis de la imagen que la propia Iglesia ofrece: relaciones, servicios, culto.
— Lectura y análisis de algunos textos del Concilio Vaticano II sobre la naturaleza y
misión de la Iglesia.
Valores

— Valoración realista y constructiva de la Iglesia desde dentro de la misma.


— Sentido de pertenencia a la Iglesia como familia de los hijos de Dios.
— Responsabilidad activa ante lo que se dice de la Iglesia.
— Necesidad de colaboración en la vida y actividades de la propia comunidad cristiana
local.
— Apertura y fraternidad con los distintos grupos eclesiales.

5. Conexiones con otros temas


— Análisis evangélico de las estructuras (Nivel III / Bloque temático 3). Este análisis
es aplicado a la Iglesia como estructura.
— Compromiso social del cristiano (Nivel III / Bloque temático 4). Especialmente
dentro de su comunidad cristiana local.
— La Oración (Nivel 1 / Bloque temático 5) y los Sacramentos: JEucarístía y Recon-
ciliación (Nivel II / Bloque temático 6). La comunidad eclesial celebra su fe.

6. ¿Qué debes tener en cuenta?


Aspectos metodológicos
En este bloque temático tienes el reto de saber combinar dos aspectos comple-
mentarios:
— La asimilación reflexiva de la naturaleza e identidad de la Iglesia como Pueblo de
Dios, para que los jóvenes superen los tópicos que surgen del desconocimiento de la
misma.
— El espíritu de diálogo y contraste de opiniones, para que salgan a relucir todas las
dudas e inquietudes de los propios jóvenes sobre el funcionamiento y realidad de la
Iglesia.
En este sentido se te pide, como animador o animadora, una seria preparación en
contenidos. Y sobre todo, un convencimiento vital de aquello que tienes que explicar y
de las respuestas que tienes que dar a las preguntas que te hagan. Los jóvenes detectan
enseguida cuándo el animador o animadora da una respuesta de oficio y cuándo una
respuesta ya interiorizada.
En la metodología combina en todo momento la reflexión y análisis de textos
fundamentales sobre la Iglesia, con el contacto con la Iglesia real y concreta, tanto en el
ámbito diocesano como local. Y el objetivo a lograr en ambos casos es que los jóvenes
que animas se sientan de forma real y efectiva miembros activos y responsables de esa
gran Familia de los cristianos.
Materiales que necesitarás
— Materiales escritos sobre la Iglesia: medios de comunicación, documentos eclesiales
recopilados durante la semana anterior.
— Montajes audiovisuales y canciones sobre la Iglesia.
— Contacto con la comunidad cristiana local: personas, actividades, materiales, de la
parroquia y la diócesis.
— Documentos 1, 2, 3, 4, 5, y 6.
Temporalización
Pisando tierra {Lo que hoy se dice de la Iglesia)
— Acogida.
ENCUENTRO — Experiencia de análisis y comunicación: En busca de opiniones
INICIAL sobre la Iglesia (Documento 1).
— Experiencia de profundización.
— Haciendo síntesis.
Abriendo horizontes (Lo que la historia dice de la Iglesia. Lo que la
Iglesia ha aportado a la historia)
PRIMERA — Acogida.-
REUNIÓN — Experiencia de análisis y profundización; 2000 años de historia.
a) Alternativa 1: Aquello empezó con un borriquillo (Documento
2).
b) Alternativa 2: Lo que dan de sí 2000 años de historia: luces y
sombras (Documentos)-
— Haciendo síntesis.
Abriendo horizontes / Novedad (Lo que la
Iglesia dice de sí misma)
SEGUNDA — Acogida.
REUNIÓN — Experiencia de análisis y profundización: Lo que se ve o no de la
Iglesia(Documento 4).
— Haciendo síntesis.
Las palabras no bastan (La Iglesia en mi vida)
Alternativa A
TERCERA — Acogida.
REUNIÓN O — Experiencia de análisis: La Iglesia que tengo cerca (Documento^.
ENCUENTRO — Experiencia de profundización y comunicación: mesa redonda,
FINAL ¿Dónde me sitúo?
— Haciendo síntesis. Alternativa B (Documento 6)

Evaluando
6. Baúl de recursos
BIBLIOGRAFÍA
CONCILIO VATICANO 11, «Lumen Gentium» y «Gaudium et Spes».
Catecismo de la Iglesia Católica, artículo 9: Creo en la Iglesia Católica, Ed. AEC,
Madrid 1992, 2a ed., pp. 178-228.
NUÑEZ, J. M., Seguidores del resucitado, Editorial CCS, Madrid 1993, pp. 59-82.
DELEGACIÓN NACIONAL SALESIANADE PASTORAL JUVENIL, Animadores de grupos de fe.
Formación básica -1, Editorial CCS, Madrid 1992. Ver artículo: La Iglesia, pp. 87-96
— Ídem. Formación básica - 3, Madrid 1993. Ver artículo: La Iglesia: comunión y
servicio, pp. 80-92.
Audiovisuales en tomo a este tema

DESARROLLO DEL TEMA


Pisando tierra ENCENTRO Lo que hoy se dice de
la Iglesia \ INICIAL
En este Encuentro Inicial se pretende que los jóvenes de este nivel saquen a relu cir la
imagen que tiene la sociedad y ellos mismos de la Iglesia Los interrogantes y preguntas que
suscite este análisis no se contestarán con detalle todavía; sólo interesa, de entrada, que los
jóvenes se responsabilicen de las respuestas, como miembros de la Iglesia que son.
Este Encuentro está pensado para un tiempo no superior al de una Reunión normal. Como
alternativa, se puede pensar en un Encuentro de toda una mañana o tarde, con un primer
momento en que los jóvenes hagan una pequeña encuesta en la calle sobre la Iglesia, con
éstas o similares preguntas:
— ¿Qué es para tí la Iglesia?
— ¿Qué juicio te merece la Iglesia actual, tal como existe y funciona?
1. ACOGIDA
Materiales: Papel continuo, información escrita y gráfica sobre la Iglesia en los medios de
comunicación.
Se convoca a todos los participantes a la sala de gran grupo. En ella se ha colocado
previamente un gran cartel con la frase: Iglesia, ¿qué dicen de tí? A medida que entran los
jóvenes, se les invita a colocar en murales o en la pared los distintos materiales sobre la
Iglesia, recopilados durante la semana en los medios de comunica-

214
ción. Si se ha realizado la encuesta antes citada, se escribe en grande las respuestas que se
han dado, resaltando las más repetidas. Se pueden tener también preparados algunos
materiales audiovisuales breves —música, vídeo—, para usarlos si conviene.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y COMUNICACIÓN
En busca de opiniones sobre la Iglesia
Materiales: Documento 1.
A continuación el animador o animadora responsable del encuentro invita a los jóvenes a
analizar lo que se dice de la Iglesia en los medios de comunicación y/o en la calle. Los
participantes se pasean por la sala observando dichas noticias, leyendo al menos los
titulares y distinguiendo si se trata de noticias informativas o de opinión, positivas o
negativas.
Después ponen en común los resultados en torno a estas dos cuestiones:
— ¿Qué imagen de Iglesia dan los medios de comunicación y/o la gente de la calle?
— ¿En qué ámbitos de influencia —política, sociedad, cultura, moral— está presente la
Iglesia y cómo se valora su presencia?
A continuación se reparte a cada uno el documento 1, y en silencio escriben en él preguntas
libres sobre la Iglesia: cosas que no saben, no entienden o no están de acuerdo. El
documento tiene forma de cana, y pueden dirigirla a alguien que pueda contestar a dichas
preguntas: el papa, el obispo, el párroco, el catequista o animador, etc. También se incluirán
los datos del remitente. Las preguntas se agrupan posteriormente en torno a cuatro grandes
bloques:
— Jerarquía: personas, cargos, organización de poder.
— Bienes económicos: administración, patrimonio, financiación, dineros de la Iglesia.
— Normas: leyes de la Iglesia, normas morales en los distintos campos, por ejemplo, sobre
la sociedad, la moral sexual, la vida.
— Costumbres, tradiciones, curiosidades, informaciones, etc.
3. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN

Antes de recoger los sobres, el animador o animadora invita a decir espontáneamente una
de las preguntas que ha escrito cada uno, y se escriben en un pequeño mural. Se procura
que no se repitan preguntas, y que salgan preguntas de los cuatro bloques. Si son muchos
los jóvenes, se hacen una o dos preguntas por cada grupo del nivel.
A continuación se recogen los sobres para enviarlos por correo y esperar contestación. La
contestación deberá llegar a lo largo de las reuniones, y sobre todo en la tercera. Ahora,
simplemente, el animador concluye la recogida de los sobres con estas o parecidas palabras:
¿Quién tiene que contestar estas preguntas? Quien pertenezca a la Iglesia, es decir,
cualquier cristiano y no necesariamente una persona determinada. ¿No somos todos
miembros de la Iglesia? ¿No es la Iglesia nuestra Familia, la Familia de los hijos de Dios
y seguidores de Jesús? ¿Quién de

215
nosotros se puede negar a dar razón de su Familia, de lo que digan, critiquen o pregunten
de ella?
Se trocea el mural donde se han escrito las preguntas, y se entrega a cada joven o a cada
grupo, al azar, una pregunta. Cada joven o algún miembro de cada grupo deberá contestar,
tras un tiempo de preparación, a dicha pregunta, tratando de salvar la situación. Se puede
prolongar según el tiempo del que se disponga. No se trata de decirlo y aclararlo todo en
este momento.
4. HACIENDO SÍNTESIS

El animador o animadora concluye las intervenciones anteriores con estas o parecidas


palabras:
En la Iglesia somos una gran familia. En toda familia las personas se conocen, conviven,
comparten, se quieren, se sienten arte y parte de todo lo que sucede.
— Sí no hemos sabido responder a la pregunta que nos ha tocado, significa que no
conocemos la Iglesia, nuestra Familia; que vivimos en ella como extraños y no como hijos
o hermanos.
— Sí no hemos querido o podido responder, porque no estamos de acuerdo con la
respuesta que hemos de dar, significa que no nos sentimos dentro de ella, y no somos
capaces de defenderla como algo nuestro, aunque tenga sus fallos.
En la Iglesia somos una gran Familia. En toda familia hay diversidad de personas, edades
y mentalidades, con diversos planteamientos de vida, papeles y funciones.
No siempre estaré de acuerdo con las opiniones de mi abuelo, pero es mi abuelo y merece
mi respeto y cariño. No siempre coincidiré con el plan de vida que me exigen mis padres y
discutiré con ellos lo que haga falta, pero son mis padres y siempre los querré y defenderé.
No siempre entiendo lo que dice o hace la Iglesia, pero es mi Madre que me ha engendrado
a la fe ¿La quiero y defiendo, especialmente frente a los que la denigran y critican? Eso no
significa que no trate de mejorarla. Pero desde dentro, no desde fuera.
Como conclusión del encuentro proponemos las siguientes dinámicas alternativas:
— De forma espontánea se van diciendo frases, expresando las primeras conclusiones
sobre la Iglesia, a partir de las opiniones que se han oído a lo largo del encuentro
— Se hacen grupos —agrupando a los participantes en cuyo nombre haya una de las letras
de la palabra Iglesia—, y durante unos minutos preparan un grupo escultórico que recoja la
opinión más generalizada sobre la Iglesia en el propio ambiente. Después se representa
delante del gran grupo.
— Se hace unos momentos de silencio para interiorizar todo lo escuchado y comunicado en
el encuentro, mientras suena una música suave, o una canción sobre la Iglesia que no se
conozca. Al acabar se comunica al que se tiene al lado un frase que recoja las impresiones
del encuentro.

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Concluida la dinámica elegida, se canta una canción que hable de unión, comunidad,
amistad. Por ejemplo, Juntos cantando la alegría (C. GABAKÁIN^); Aquí estamos (OLIVAR).
PRIMERA
Abriendo horizontes REUNIÓN
Lo que la historia dice de la Iglesia Lo
que la Iglesia ha aportado a la historia
En esta primera reunión queremos que los jóvenes echen una mirada rápida sobre la historia
de la Iglesia y hagan balance de sus 2000 años de historia. Les ayudamos a descubrir:
— La aportación de la Iglesia a la historia de la humanidad y, por tanto, al plan salvador de
Dios sobre los hombres.
— Los errores históricos de la Iglesia, signo claro de la presencia del mal y el pecado en
ella.

1. ACOGIDA
Materiales: Papel continuo, montaje audiovisual.
En la sala de reunión del grupo se ha colocado previamente un mural con una gran balanza,
y/o el montaje audiovisual Aquello empezó con un borríquíllo (Ed. Claret). Una vez
reunido el grupo, el animador o animadora les invita a recordar las preguntas que escribió
cada uno en el sobre en el Encuentro inicial, por si se van ofreciendo respuestas a lo largo
de la reunión.

2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN


2000 años de historia

El animador o animadora presenta la dinámica que ayude a hacer un rápido paseo por la
historia de la Iglesia. Ofrecemos dos dinámicas alternativas.

ALTERNATIVA 13

Aquello empezó con un borriquillo


Materiales '.Documento 2, rotuladores, montaje audiovisual.
Se reparte a cada uno el documento 2, y se proyecta el montaje Aquello empezó por un
borriquillo. Puede ser que ya lo hayan visto, pero la edad del grupo permite sacar de él un
mayor provecho. Durante la proyección, cada joven va apuntando, en los espacios
reservados en el documento, aquellas frases y expresiones que, en su opinión, expresan
mejor lo que era la Iglesia en sus comienzos, lo que fue en los siglos siguientes, lo que es
ahora.
Tras la proyección, se ponen en común dichas frases. El animador o animadora, al hilo de
lo que van diciendo los jóvenes, destaca algunas de estas ideas:
— La Iglesia, como estructura humana que aglutina a muchos millones de personas, necesita una organización.

217
— Como toda institución, al principio es todo espontaneidad y carisma; después se va
complicando y estructurando.
— La Iglesia está hecha de personas concretas, con sus glorías y sus miserias:
¿por qué somos más duros al juzgarla que al juzgar el resto de instituciones humanas?
— Al final, cabe preguntarse con el personaje del montaje: ¿Creéis que mereció la pena
aquello que se empezó con un borriquillo? La existencia de la Iglesia, ¿ha sido
positiva en la historia de la humanidad?
— Haciendo balance de esta historia de la Iglesia, ¿qué pesa más en ella: lo positivo o lo
negativo? ¿Podemos decir que ha sido sustancialmente fiel a la misión que Cristo le
encomendó?
Tras el diálogo, cada miembro del grupo dibuja con un rotulador el fiel de la balanza del
mural, inclinándolo hacia uno de los dos lados, según pese más, en su opinión, lo positivo
o lo negativo en la historia de la Iglesia. Se comenta el resultado con las indicaciones
dadas en la Alternativa 2, o similares.

ALTERNATIVA ^

Lo que dan de sí 2000 años de historia, con sus luces y sombras


Materiales: Documento 3-

Se entrega el documento 3, para indicar las luces y las sombras de 2000 años de historia de
la Iglesia. Cada uno escribe en los platillos de la balanza aspectos positivos y negativos de
la Iglesia a lo largo de su historia, y coloca el fiel de la balanza en el lado de lo negativo o
de lo positivo. Antes de iniciar el trabajo el animador o animadora recuerda las preguntas
que subyacen en el fondo de la cuestión: ¿Ha cumplido.la Iglesia con su misión? ¿Ha
merecido la pena su existencia? ¿Qué dice la historia de la Iglesia y qué ha aportado la
Iglesia a la historia?
Seguramente será fácil para los jóvenes descubrir aspectos negativos, por ejemplo, la
Inquisición, las Cruzadas. El animador debe guardar en cartera aspectos positivos que a
veces se ignoran, como pueden ser, la transmisión de la cultura, la atención a los pobres, la
unificación de pueblos.
Acabado el trabajo personal, se ponen en común los resultados, y teniendo en cuenta la
opinión de la mayoría se coloca el fiel de la balanza del mural en el lugar que corresponda.
Desde el resultado, conviene destacar algunas ideas, además de las expresadas para
^Alternativa 1:
— Los aspectos negativos de la historia de la Iglesia, ¿siguen presentes en la actualidad o
pertenecen al pasado?
— Los aspectos positivos de su historia, ¿siguen presentes todavía hoy?, ¿lo han estado
siempre, de forma más o menos intensa?
— Si el fiel de la balanza se inclina por lo negativo, ¿cuál es nuestro futuro como
cristianos?, ¿qué tenemos que hacer?
— Si el fiel de la balanza se inclina por lo positivo, ¿dónde nos situamos nosotros?, ¿cuál es
nuestra aportación en eso positivo?
3. HACIENDO SÍNTESIS

En cualquiera de las dos alternativas, al final se redacta entre todos un breve manifiesto que
recoja los deseos y expectativas del grupo y de cada uno de sus miembros. Puede empezar
así: Creo en la Iglesia de Jesús, una Iglesia... A continuación, se van enumerando aspectos
positivos a potenciar y aspectos negativos a evitar.
Se termina la reunión con la proclamación-oración de este documento y con un canto, por
ejemplo: Iglesia peregrina (C. GABAKÁIN).
Abriendo horizontes
Novedad
Lo que la Iglesia dice de sí misma
SEGUNDA
REUNIÓN
En esta segunda reunión queremos que los jóvenes descubran la identidad y misión de la
Iglesia a partir de algunos de los textos fundamentales de su Magisterio;
y conozcan con claridad los detalles más generales de su organización, mediante las
aclaraciones y explicaciones del animador o animadora. Sólo se ama lo que se conoce, y a
veces es el desconocimiento la causa de la crítica y la frialdad de muchos jóvenes respecto a
la Iglesia.
1. ACOGIDA

En la sala de reunión se colocan algunos de los murales trabajados en la reunión anterior,


por ejemplo: el mural con las preguntas formuladas en el Encuentro inicial y la balanza del
grupo. Una vez reunido el grupo, el animador o animadora motiva el tema de la reunión,
con estas o parecidas palabras:
Después de analizar lo que la historia y nosotros mismos decimos de la Iglesia, veamos lo
que la Iglesia dice de sí misma: «Iglesia, ¿quién eres?, ¿qué dices de ti misma?, ¿a qué te
dedicas?, ¿cuál es tu misión?» La respuesta puede ser una sorpresa para bastantes de los
aquí presentes.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
Materiales: Cartulinas o papel continuo, documento 4.
A continuación, el animador o animadora invita a redactar entre todos una definición de
Iglesia. Para ello se inicia una lluvia de ideas. Los distintos elementos aportados por los
jóvenes se clasifican y escriben en dos columnas, en torno a estos dos conceptos:

219
LO QUE SE VE DE LA IGLESIA LO QUE NO SE VE DE LA IGLESIA

— Lugares, locales. — Lo que hace referencia a Dios, Cristo,


— Organización exterior, la fe, el amor, la esperanza.
— Personas. — Celebraciones, ritos.

Después se concreta entre todos una única definición.


Una vez redactada, el animador o animadora destaca lo siguiente para iluminar el tema:
Hoy día es frecuente hablar del misterio de Dios. La palabra «misterio» no tiene nada que
ver con algo oculto u oscuro, que no conocemos por ahora, pero que se puede descifrar
en el futuro, como cuando hablamos de los misterios de la naturaleza. El «misterio de
Dios» es una presencia salvadora, al mismo tiempo lejana y cercana, presente y ausente,
trascendente e inmanente, que supera cualquier intento por nuestra parte de reducirlo a
una definición o identificarlo con una idea o realidad material. Una presencia salvadora
que se nos ha manifestado en Jesús, como Padre que nos ama apasionadamente. Hoy
también se habla de Dios como Madre. Estos dos términos, y otros que podamos aplicar a
Dios, nos dicen en el fondo que sólo podemos hablar de Dios acudiendo al lenguaje
simbólico o analógico, tan importante por otra parte en nuestra vida.
Cuando hablamos de la Iglesia, también encontramos en los documentos oficiales el
término «misterio» aplicado a ella: la iglesia como misterio. Con esta expresión, se quiere
indicar que la Iglesia tiene elementos humanos, visibles y palpables, pero posee también
aspectos que nos superan, como es la presencia del Espíritu de Jesús que la dinamiza
internamente a lo largo de los siglos. Jesús prometió: «Yo estoy con vosotros todos los
días hasta el fin del mundo». Por tanto, la Iglesia para el cristiano no se explica sólo
como una mera institución humana más, ya que Dios está dentro mismo de ella. Por ello,
no nos podemos extrañar de que cuando la Iglesia quiere hablar de sí misma, use también
imágenes y expresiones simbólicas, tomadas del mundo de la poesía y de la teología.
A continuación se entrega a cada uno el documento 4 (Apartado A: Para los jóvenes}. Son
textos del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia, en los que se resalta su identidad y la
misión que le ha sido confiada. Tras una lectura personal, se ponen en común los
sentimientos o ideas que haya suscitado entre los miembros del grupo.
A raíz del comentario en grupo, el animador o animadora destaca y explica también las
ideas expuestas en el Apartado B (Para el Animador o Animadora) del mismo documento,
sobre la identidad, misión, pertenencia y organización de la Iglesia. Puede terminar
subrayando estas dos ideas:
— Esto es lo que la Iglesia dice de sí misma: lo que somos y queremos ser. Ésta es nuestra
identidad más profunda, y no lo que otros desde fuera puedan decir. ¿Sabíamos en
profundidad quiénes éramos?
— Ésta es la Iglesia que debemos ser en el mundo; y en ello estamos comprometidos todos
los bautizados, absolutamente todos sin excepción.
3. HACIENDO SÍNTESIS

El animador o animadora hace referencia a las preguntas sobre la Iglesia escritas en el


mural, formuladas en el Encuentro inicial, y comenta con el grupo las que ya han sido
contestadas, después de dos reuniones, y las que todavía están pendientes de contestación,
lo que se hará en la última Reunión.
Se termina con una oración basada en el texto del Himno de acción de gracias de los
primeros cristianos, que se encuentra en el libro Oración joven, Editorial CCS, Madrid
1990, p. 285.
Antes de despedirse, y dependiendo de la alternativa elegida para la tercera reunión, se les
indica a los jóvenes la tarea que han de realizar en dicha reunión: el análisis de la propia
comunidad cristiana local valiéndose del esquema del documento 5.
Las palabras no bastan | TERCERA La Iglesia en mi
vida... REUNIÓN
El objetivo de esta última reunión es tomar contacto con la Iglesia local en la que están
incardinados los jóvenes, para que la conozcan mejor y traduzcan dicho conocimiento en un
compromiso de participación. Se trata de que se sientan Iglesia como miembros de su
comunidad cristiana local y que hablen y vivan como tales dentro de dicha comunidad. Se
proponen dos alternativas.
ALTERNATIVA ^

Esta alternativa es la ideal, cuando los jóvenes pertenecen a la misma comunidad cristiana
local. Puede plantearse en plan de Encuentro de final de bloque temático para todos los
grupos de este nivel. La actividad que se propone es el conocimiento directo de la propia
Iglesia local, mediante la visita a sus instalaciones y el contacto con los principales
responsables de la misma.
1. ACOGIDA
Materiales: Documento 5.
El grupo queda citado en el lugar donde se va a comenzar la visita. El animador o
animadores presentan al responsable o responsables —párroco, seglares comprometidos,
religiosos, religiosas—, que guiarán la visita y presidirán la posterior mesa redonda. Se
entrega a los jóvenes el documento 5.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS
La Iglesia que tengo cerca
A continuación, se inicia la visita y el reconocimiento de las estructuras y personas que son
punto de referencia de la comunidad cristiana local, o sea, la parroquia

221
—templo, despachos, locales comunes, materiales—, grupos de personas, movimientos,
instituciones asociadas, etc. Los jóvenes van rellenando los apartados correspondientes del
documento 5. El responsable o responsables que guían la visita van comentando y
contestando a todas las cuestiones que los jóvenes vayan planteando.
3. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN Y COMUNICACIÓN
Mesa redonda. ¿Dónde me sitúo?
Finalizada la visita, se tiene una mesa redonda con el encargado o encargados presentes, y
si es posible con representantes de diversos movimientos y servicios dentro de la parroquia.
El tema del diálogo se enfoca en torno a estas dos cuestiones:
— Cuestiones del Encuentro Inicial que aún quedan por contestar, y que se recuperaron al
final de la segunda reunión.
— Diálogo sobre el papel real que juega cada uno en su comunidad cristiana local: ¿qué
aporta?, ¿qué servicios usa?, ¿qué relaciones tiene creadas?, ¿qué función debería realizar?
Los que dirigen la mesa redonda pueden hacer propuestas a los jóvenes sobre formas de
participación y compromiso en la comunidad local, en cada uno de los tres ámbitos claves:
anuncio-catequesis, celebración de la fe, atención social a necesitados.
Se trata de que los jóvenes descubran que más que hablar —y a veces sólo criticar— a la
Iglesia, se trata de hacer Iglesia, de sentirse miembros de la Iglesia como familia propia, y
de colaborar en su misión en el ámbito concreto de su comunidad local o parroquia.
4. HACIENDO SÍNTESIS

Al final de esta tercera reunión o Encuentro final, es importante que el animador o


animadora haga con su grupo la triple síntesis—evaluación en torno a los conceptos,
procedimientos y actitudes asumidos. Cada miembro del grupo completa las siguientes
frases:
— De todo lo que hemos hablado sobre la Iglesia, be aprendido-descubierto-reflexionado...
— Mi papel y presencia dentro de mi comunidad cristiana local es... Debería ser... Mí compromiso personal y el de mi grupo es... Debe ser a partir
de ahora...
— A partir de ahora me siento más miembro de la Iglesia, parte de esta gran Familia donde somos muchos y somos uno.

ALTERNATIVA [JB

(La ofrecemos como idea, sin desarrollar.)

Si no es posible la visita y mesa redonda, se propone trabajar en la reunión de grupo, sobre


el documento 6. Se trata del dibujo de una planta de Iglesia en cruz latina, con los diversos
elementos: altar, presbiterio, naves laterales y central, entrada, retablo, crucifijo, sagrario,
etc.

222
Se invita a cada joven a que ponga una crM2r o haga un dibujo allí donde realmente se
siente situado en la Iglesia —sea la comunidad cristiana local o la iglesia univer sal—, de
forma vital y no simplemente física o geográfica. Se supone que el centro es el altar,
símbolo de la mayor cercanía a Cristo y a la Iglesia.
Acabado el trabajo personal y a partir de las preguntas anteriores, se inicia un último
diálogo: ¿Cuál es la Iglesia local a la que pertenezco? ¿En qué lugar me sitúo dentro de
ella? ¿Por qué estoy precisamente en ese lugar? ¿Dónde debería estar?
U] Evaluando
Ver el esquema del bloque 1.

<>3> EVALUACIÓN DE LOS ANIMADORES

Ver el esquema del bloque 1.

223
DOCUMENTO 1

PREGUNTAS PARA QUIEN QUIERA Y SEPA RESPONDER

Ahí tienes una carta-sobre. Escribe las preguntas que quieres hacer sobre la Iglesia en torno a estos
cuatro aspectos:
— Jerarquía, organización, estructura.
— Bienes materiales, dinero, administración, patrimonio.
— Normas de la Iglesia sobre diversos aspectos de la vida social, moral, familiar, cultural.
— Costumbres, tradiciones, curiosidades.
Dirige la carta a alguien relacionado con la Iglesia que pueda contestar.

DESTINATARIO

224
Como cristianos de a pie, pero miembro de pleno derecho de
la Iglesia, me gustaría que, en su nombre, me aclararan estas
cuestiones:
DOCUMENTO 2

ALTERNATIVA A

MONTAJE:
Aquello empezó con un horriquillo.

Frases significativas
IGLESIA PRIMITIVA XX SIGLOS DE HISTORIA

Análisis de la Iglesia como estructura (Emplearlos esquemas que ofrece el


Bloque Temático 3 de este Nivel.)

226
DOCUMENTO 3

ALTERNATIVA B

Lo que dan de sí 2.000 años de Historia: luces y sombras

UNA DIVIDIDA

SANTA PECADORA

CATÓLICA NACIONALISTA

APOSTÓLICA INSTITUCIONALIZADA

(Intercalado en este cuadro, dibujar una balanza, con cada uno de los platillos en los lados de las luces y
las sombras, respectivamente, y con un fiel destacado que habrá que inclinar hacia uno de los lados.)

¡Quién te ha visto y quién te ve?

»ctí-ESiAPBiMrrtítí%
(Hechos de los Apóstoles)

1. Anuncio

2. Comunión de vida

3. Comunión de bienes

4. Oración y fracción del pan

227
DOCUMENTO 4

IGLESIA, ¿QUÉ DICES DE Tí MISMA?

A. PARA LOS JÓ VENES


«La Iglesia es en Cristo como un sacramento, o sea, un signo e instmmento de la unión íntima con Dios,
y de la unidad de todo el género humano» («Lumen Gentium» 1).
<iLa Iglesia es el nuevo Pueblo de Dios:
— que tiene por cabeza a Cristo;
— cuya condición es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios, en cuyos corazones habita el Espíritu
Santo como en un Templo;
— que tiene por ley el nuevo mandato de amar como el mismo Cristo nos amó a nosotros;
— y tiene como misión el extender más y más el Reino de Dios, que ya Dios ha hecho presente en la
tierra y que él mismo consumará cuando se manifieste Cristo» («Lumen Gentium» 9).
«Este Pueblo de Dios, aunque parezca con frecuencia un pequeño rebaño, es sin embargo una semilla de
unidad para todo el género humano y una esperanza de salvación. Cristo lo instituyó para ser comunión
de vida, de amor y de verdad, y se sirve de él como de instrumento de redención universal y lo envía a
todo el universo como luz del mundo y sal de la tierra» («Lumen Gentium» 9).
«Los gozos, las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiem po, sobre todo de
los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de
Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La Iglesia se siente
íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia» («Gaudium et Spes» 1).
«La Iglesia tiene una misión salvadora. Está presente ya aquí en la tierra y tiene la vocación de formar en
la propia historia del género humano la familia de los hijos de Dios, que ha de ir aumentando sin cesar
hasta la venida del Señor. De esta forma, la Iglesia, entidad social visible y comunidad espiritual, avanza
juntamente con toda la humanidad, experimenta la suerte terrena del mundo, y su razón de ser es actuar
como fermento y como alma de la sociedad, que debe renovarse en Cristo y transformarse en familia de
Dios» («Gauctíum et Spes» 40).

B. PARA EL ANIMADOR (material complementario)

1. Iglesia, ¿quién eres?


La Iglesia es la reunión de todos los cristianos o creyentes en Cristo que:
— profesan y transmiten una misma fe (Credo);
— viven un mismo estilo de vida (Moral);
— celebran unos mismos ritos (Celebración cristiana, o sea, liturgia, oración, sacramentos).

228
La Iglesia es un misterio, una institución a la vez humana y divina; formada por hom bres, pero asistida
por la presencia de Dios. Con elementos visibles: personas, grupos, edificios, medios, etc.; y con
elementos invisibles: los que hacen referencia a Dios, la salvación, la fe, el amor, la esperanza, etc. Por
eso la mejor manera de hablar de ella es mediante el lenguaje poético y simbólico: la Iglesia es Cuerpo
de Cristo, Esposa de Cristo, Templo del Espíritu Santo, Pueblo de Dios, Familia de los hijos e hijas de
Dios.

2. Iglesia, ¿cuál es tu misión?


Como Institución humana, durante 2000 años, la Iglesia ha prestado y sigue prestando grandes servicios
a la humanidad, sobre todo a los pueblos más pobres: cultura, educación, sanidad, promoción social,
valores morales, etc. También, como institución humana ha cometido muchos errores.
Como Sacramento universal de Salvación, su misión es transmitir, en el tiempo y la historia, la
salvación que Dios nos ha concedido en Cristo. Esta salvación alcanza a cada persona y a la humanidad
en su conjunto:
— A cada persona, buscando que sea feliz en la vida presente, dando un sentido desde Dios y desde
Cristo, a la propia vida, aún en las circunstancias más adversas; y en la vida eterna, alcanzando la
felicidad junto a Dios.
— A la humanidad en su conjunto, al mundo y la historia, construyendo el Reino de Dios en el aquí y
ahora, transformando la realidad con la fuerza del evangelio; y en el futuro, colaborando a construir
unos cielos nuevos y una tierra nueva donde habite la justicia.

3. Iglesia, ¿quiénes te pertenecen?


Estadísticamente, son miembros de la Iglesia todos y sólo aquéllos que han sido bautizados. A la hora de
la verdad, ni están todos los que son ni son todos los que están.
Como bautizados, todos los cristianos son iguales, hijos de Dios y hermanos en Cristo. Sin embargo,
desde el punto de vista de los distintos ministerios o servicios que se prestan dentro de la Iglesia, existen
distintos formas de pertenencia:
1. Clérigos: Los miembros de la Jerarquía: papa, obispos, sacerdotes, diáconos. Algunos de ellos son
religiosos (Ej.: un sacerdote salesiano), y otros seculares (Ej.: un sacerdote diocesano).
2. Laicos: Los miembros del pueblo fiel, los cristianos de a pie. Algunos de ellos son religiosos (Ej.: un
religioso marista), y otros seglares (Ej.: una madre de familia).
3. Religiosos/as: Cristianos que profesan los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia, y
viven en comunidad al servicio de una misión concreta. Algunos de ellos son clérigos (Ej.: un
salesiano sacerdote), y otros laicos (Ej.: un religioso marista).
4. Seglares: Cristianos no religiosos/as. Algunos de ellos son clérigos (Ej.: un sacerdote diocesano), y
otros laicos (Ej.: una madre de familia).
Por tanto, el significado de la palabra clérigo se opone a laico; y el de seglar o secular se opone a
religioso.

4. Iglesia, ¿cómo te organizas?


En la Iglesia, como en toda institución, existe una Jerarquía de cargos: diversos servicios y tareas
realizadas por distintas personas. Este Jerarquía se remonta en sus inicios al

229
propio Cristo. Estos cargos dentro de la Iglesia se designan de forma personal y no democrática,
siguiendo el ejemplo de Cristo y de una tradición secular de la propia Iglesia.
Se han usado dos modelos en la historia de la Iglesia para explicar su organización.
MODELO COMUNITARIO
(después del Vaticano II)
MODELO PIRAMIDAL
(antes del Vaticano II)
Iglesia, sociedad perfecta Iglesia, pueblo de Dios

El Papa sirve de centro y unión para toda la Iglesia, haciendo el papel de Cristo, y con la máxima
autoridad sobre todos los católicos.
Los Obispos, Sacerdotes y Diáconos continúan la labor de los apóstoles de Jesús por medio de estos
tres servicios:
— Enseñar, anunciar el evangelio y aplicarlo a las distintas situaciones de la vida de la gente.
— Santificar, transmitir la presencia y la gracia de Cristo mediante la celebración de los Sacramentos.
— Gobernar, como buenos pastores, cuidar de los fieles a ellos encomendados en todos los aspectos:
conocerlos, ayudarlos, escucharles, atenderlos en sus necesidades.
Estas tres tareas las desarrollan los obispos con los fieles de su diócesis; y los sacerdotes párrocos y
diáconos, con los fieles de su parroquia.
Los Religiosos viven en comunidad, imitando a Cristo que vivió casto, pobre y obediente, y realizan
distintos servicios en favor de toda la Iglesia: oración, atención a los pobres, educación, cultura, sanidad,
misiones.
Los Fieles cristianos laicos transforman el mundo y la realidad —ciencia, cultura, trabajo, familia,
sociedad, política—, según el Evangelio.

230
DOCUMENTO 5

POSIBLE ESQUEMA PARA EL ANÁLISIS DE LA


COMUNIDAD CRISTIANA LOCAL

INSTALACIONES:
Templo Locales
Despachos Espacios
libres

PERSONAS:
Sacerdote(s) Diáconos
Catequistas Responsables

ORGANISMOS DE
RESPONSABILIDAD:
Consejo Pastoral Consejo
Económico Grupo de
Catequistas

SERVICIOS QUE SE
PRESTAN:
Catcquesis
Sacramentos
Fiestas
Atención a los pobres
Actividades educativo-
culturales

MOVIMIENTOS
ECLESIALES
PRESENTES
DOCUMENTO 6

Dibujar, como Documento, la planta de una Iglesia de cruz latina, especificando con deta lle los
elementos más importantes: presbiterio, altar, retablo o gran crucifijo, atril, ambón, bancos de naves
laterales y central, altares laterales, sagrario, pila del bautismo, confesionario, puerta de entrada,
exterior de la Iglesia.

^ -^
oDa

í ALTAR 1 ,

O O

ACTIVIDAD
Dibújate en este templo, donde realmente te sitúas:
— en tu comunidad cristiana local: parroquia, grupo cristiano;
— y/o en la Iglesia, de forma general.
No olvides que el corazón de la Iglesia es Cristo, y lo podemos situar en el altar: tu mayor o menor
cercanía al altar expresa tu mayor o menor cercanía a la Iglesia.

232
COniFIRMACIOIU, ¿TRÁMITE O
COMPROMISO?
(Bloque temático 6) »»
<>3> RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por que proponemos el tema?

El joven de esta edad (18-19 anos) está en un momento crucial de su vida: deci dirse por
el mundo del trabajo, o seguir con los estudios. Para los jóvenes que han seguido el
Itinerario ambas dedsiones han de tomarse necesariamente en el marco de una opción
clara de fe, y más en concreto en tomo al significado y compromiso del sacramento de
la Confirmación.
La Confirmación ha adquirido un relieve muy notable en la vida de los jóvenes durante
los últimos años. Abundan por doquier planes de Catcquesis o Catecu-menados de
Confirmación dirigidos a destinatarios de edades diversas. Pero, como sucede con la
Primera Comunión, corre el peligro de quedarse en mero formalismo o costumbre
social, o como requisito burocrático para el sacramento de Matrimonio; sobre todo
cuando se propone como punto de llegada, sin continuidad posterior, y con procesos
que acaban normalmente con la celebración del sacramento. De hecho la mayoría de
jóvenes que se confirman, sobre todo aquéllos que lo hacen en edades tempranas y
aprovechando los ambientes y ofertas tradicionales en parroquias, colegios, no suelen
continuar en un camino o proceso de fe.
En esta falta de continuidad, influye sin duda la debilidad de los procesos o requisitos
para acceder a la Confirmación, unida a las dificultades que experimentan los jóvenes, a
la hora de vivir como cristianos y cristianas en una sociedad compleja y plural, con
visiones, opciones de vida y comportamientos tan diversos y contradictorios, cuando no
hostiles al planteamiento religioso y cristiano de la vida
Con este tema, puedes ayudar a los jóvenes del Itinerario a descubrir el significado
profiíndo de la Confirmación, como reaflrmación de la propia fe, en un momento
decisivo en que tienen que optar de forma más personalizada por el seguimiento de
Jesús, y por el compromiso por el Reino, teniendo ya en perspectiva la incorporación a
la Comunidad cristiana adulta en sus diversas realizaciones: parroquia, movimientos,
etc.

234
2. ¿Qué capacidades desarrolla?
i-> Descubrir y dar sentido a la vida
— Autonomía personal para optar libre y responsablemente.
— Apertura al sentido trascendente de la vida, como encuentro con Dios en la vida
de cada día y en el ambiente.
O Dar razón de la propia fe
— Aceptación de los cambios culturales como lugar y reto para la vida de fe.
— Aceptación de la fuerza transformadora de la Buena Noticia de Jesús para hacer
realidad un nuevo tipo de persona y de sociedad.
— Una fe en relación íntima con la vida y la cultura.
i-> Vivir los valores evangélicos
— Descubrimiento progresivo del proyecto y la utopía de Jesús sobre la persona
humana y la historia.
— Elaboración del propio proyecto de vida según los valores evangélicos.
O Vivir la fe en comunidad
— Aprecio y valoración de la Comunidad cristiana local y de la Iglesia, como
comunidad de seguidores de Jesucristo.
— Participación activa en Ía vida y misión de la comunidad cristiana local.
O Orar y celebrar la fe
— Sinceridad y libertad en las propias manifestaciones.
— Encuentro con Cristo en los Sacramentos.
— Vivencia de la celebración con sentido comunitario y como fuente de
compromiso en la transformación de la vida y de la cultura.
¿> Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad
— Responsabilidad en la vida cotidiana hacia los propios deberes de estudio,
trabajo.
— Visión de la vida como vocación y misión, en las tareas y actividades que se
llevan a cabo.

3. ¿Qué objetivos pretende?


O Vivir la propia autonomía personal desde el servicio a los demás (Obj. 2).
^ Elaborar, a partir del conocimiento de sí mismo, un proyecto de vida que unifique la
persona (Obj. 3).
i-> Lograr una síntesis adecuada de los contenidos básicos de la fe y moral cristianas
(Obj. 4).
i-> Dar razón de la propia fe ante los retos de la cultura actual, en el diálogo fe-cultura
(Obj. 6).
i-> Asumir en el proyecto personal el estilo del Evangelio como forma de vida y
criterio de valoración del propio ambiente (Obj. 8 y 9).
i-> Conocer la vida de la comunidad cristiana local, e implicarse en formas concretas
de colaboración (Obj. 12).
i-> Celebrar el sacramento de la Confirmación como momento clave en el desarrollo
de las opciones profesionales y vocacionales (Obj. 17).

4. ¿Cuáles son sus contenidos fundamentales?


Conceptos

— La madurez de la fe. Exigencias en esta etapa.


— El testimonio de la fe. La «relevancia de la fe en nuestra sociedad. Los retos a la fe:
agnosticismo juvenil, cristianismo no practicante. La necesidad de dar razón de la
propia fe.
— Opción personal y pública de la fe. Incardinación en una comunidad, posibilidades
de vivencia de la fe y de compromiso, proyectos de futuro.
— El sacramento de la Confirmación. Participación adulta en la vida y misión de la
Comunidad cristiana, la condición de bautizados con todas las consecuencias,
fidelidad al Espíritu Santo y al seguimiento de Cristo. Momentos, signos y
significado de la celebración del sacramento.
Procedimientos

— Estudio de estadísticas sobre la situación religiosa actual de los jóvenes.


— Análisis del propio testimonio en el propio ambiente, en comparación con el de
otros confirmados y comprometidos.
— Evaluación personal del nivel de preparación para el sacramento a partir de unos
criterios.
— Escrutinio sobre el grado de madurez cristiana de los miembros del grupo.
— Preparación a la celebración del sacramento: momentos y significado.
— Planificación del proceso a seguir después de la Confirmación.
Valores

— Importancia de la fe en el planteamiento de la vida.


— Libertad y seguridad personal ante posturas de increencia, sin complejos de
inferioridad.
— Alegría de ser cristiano, como argumento de la presencia de Dios en el mundo.
— Responsabilidad ante la etapa que acaba y el inicio de otra diferente.
— Actitud adulta ante la vivencia de la fe cristiana.
— Apertura a un mayor compromiso en todos los niveles.
— Vivencia de la celebración de la Confirmación como momento importante de la
vida de fe.

5. Conexiones con otros temas


Este tema culmina el conjunto y cada uno de los temas de este nivel:
— El proyecto personal de vida (Bloque temático 1).
— Cristo, centro de la vida (Bloque temático 2).
— Análisis evangélico de las estructuras (Bloque temático 3).
— Compromiso social del cristiano (Bloque temático 4).
— La Iglesia (Bloque temático 5).

6. ¿Qué debes tener en cuenta?


Aspectos metodológicos

En este tema es imprescindible tu propio testimonio como animador o animadora,


concretamente el proceso que has seguido hasta optar por el servicio de la animación,
como expresión de tu compromiso de fe.
A estas alturas del Itinerario, conviene que recuerdes constantemente que eres un
enviado de la Comunidad cristiana, que trabajas en conexión con ella. De esta manera,
con tu mediación, los jóvenes crecerán en sentido eclesial.
En un primer momento procura que afloren los motivos que tienen los jóvenes de tu
grupo para pedir la Confirmación. Conviene también tener en cuenta la opinión de
compañeros, amigos o conocidos.
El trabajo se centra en los datos del carné de identidad. Se trata de tomar conciencia
del momento en que se encuentra cada uno en la construcción de la propia identidad y
de los aspectos y horizonte en que tiene que proyectar su trabajo de futuro. Los datos
del documento de identidad son algo más que señas por las que me reconoce la policía.
No son simples noticias sobre mí. Expresan, para mí y para los otros, lo más esencial
de aquello que me constituye como ser-en-relación. También nos servirá para elaborar,
por analogía, el documento de identidad de Jesús de Nazaret y de la identidad cristiana.
Y, sobre todo, para llegar a percibir que lo que en el documento son datos o noticias
extemas sobre mí, el Espíritu Santo lo hace aflorar en el interior como conciencia de
nosotros mismos.
Entre los datos de identidad conservamos el estado de vida y profesión. Son datos
fundamentales de proyección hacia el futuro, objeto básico de un proyecto de
compromiso en la sociedad y en la Iglesia.

Materiales que necesitarás


— Documentos 1 y 3'- fotocopia del documento nacional de identidad.
— La Biblia (Nuevo Testamento).
— Ritual de la Confirmación.
— Documentos 2,4, 5 y 6, para el animador o animadora.
Temporalización
Pisando tierra (A confirmarse tocan)
— Acogida.
PRIMERA — Experiencia de análisis: Mi documento de identidad
REUNIÓN (Documento 1).
— Experiencia de profündización y personalización
(Documentos 2 y 3).
Abriendo horizontes / Novedad (Mí
documento de identidad cristiana)
SEGUNDA — Acogida.
REUNIÓN — Experiencia de análisis y profündización: El Espíritu conduce a
Jesús (Documento 4).
— Haciendo síntesis.

Novedad (El Espíritu, alma de la Iglesia)


— Acogida.
TERCERA — Experiencia de análisis y profündización: El proyecto de la primera
REUNIÓN comunidad cristiana (Documentos 6 y 7).
— Haciendo síntesis.
Las palabras no bastan (Confirmarse, ¿rito o compromiso?)
— Acogida.
CUARTA — Experiencia de análisis y profündización (Documentos 8 y 9).
REUNIÓN/ — Experiencia de interiorización y personalización (Documento 10).
ENCUENTRO
— Haciendo síntesis.
(Para los
Confirmandos)
Evaluando
7. Baúl de los recursos
BIBLIOGRAFÍA
BOROBIO, D., Confirmar hoy. De la teología a la praxis, C.F.E, Bilbao 1974, págs 178-
199.
CASTILLO, J. Ma, «Confirmación», en Conceptos fundamentales del Cristianismo,
Trotta, Madrid 1993, págs. 217-227.
Tiempo de Confirmación, en «Misión Joven» (revista), no 237, octubre, 1996.
— Materiales de preparación a la Confirmación elaborados por diversas diócesis.
Parecen buenos los de Galicia y Huelva.
<>3> DESARROLLO DEL TEMA
Pisando tierra PRIMERA
A confirmarse tocan REUNIÓN

En esta primera reunión ayudamos a los jóvenes a analizar las motivaciones que tienen ellos
y otros jóvenes para celebrar el sacramento de la Confirmación. Por ese motivo, les
proponemos personalizar, una vez más, los datos de su propia identidad: vida personal y
relación con los otros. Lo hacemos mediante el símbolo del Documento Nacional de
Identidad.

1. ACOGIDA

En la sala de reunión se colocan previamente un facsímil del Documento Nacional de


Identidad, tamaño DIN A3 (Cf. Documento 1), algunos posters o fotografías de una
celebración de la Confirmación y otros de situaciones de pobreza, margina-ción,
explotación.
Sobre la mesa se colocan también fotocopias del DNI en blanco (Documento 1), y carteles
con el título de los bloques temáticos tratados durante el año: Proyecto personal de vida.
Cristo, centro de mi vida. Análisis evangélico de las estructuras. Compromiso social del
cristiano. La Iglesia.
El animador o animadora recibe a los miembros del grupo y, haciendo alusión a las
fotografías o posters, les presenta el bloque temático de la Confirmación. Como inicio del
tema y para romper el hielo, propone a los jóvenes concretar los términos confirmar y
confirmación. Puede ser interesante tener un diccionario adecuado para clarificar su
contenido.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS
Mi documento de identidad
Materiales: Documento 1.
A continuación, invita a los jóvenes a fijarse en los títulos de los bloques tratados durante el
año, y a pensar durante unos minutos algunas motivaciones personales o de otras personas
para celebrar el sacramento de la Confirmación. Las diversas respuestas se escriben en un
mural, clasificadas según sean motivaciones folclóri-cas, sociológicas o religiosas, sin
hacer ninguna valoración de las mismas. Es importante que respondan todos los miembros
del grupo.
A continuación cada uno toma un DNI en blanco de los que están sobre la mesa, y escribe
sus datos. Conviene estampar también la propia huella, buscando la forma más limpia para
hacerlo. El animador o animadora resalta la importancia de definir Impropia identidad,
como conjunto de relaciones, íntimamente entrelazadas:
— Definiendo mi identidad, me digo a mí mismo y a los demás quién soy. No soy un
objeto perdido, no identificado.

239
— Tomar en serio estas relaciones es tomarse en serio a sí mismo.
— Si no tengo en cuenta estas relaciones o las corto, intencionadamente o no, soy la mitad
de mí mismo.
3. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN Y PERSONALIZACIÓN
Materiales: Documentos 2 y 3, para el animador o animadora.
Concluido el trabajo personal, el animador o animadora invita a personalizar el propio
documento de identidad. Lo puede hacer destacando las siguientes ideas (Cfr. Documento 2
y3):
— No somos islas, sino que como personas tenemos una historia, somos historia.
— Estamos vinculados a unpasado: en las personas que nos han precedido, en la geografía
y en la historia, encontramos nuestra raíz; a un presente: la relación con los que nos
rodean forma un auténtico tejido social, lleno de mutuas responsabilidades; a un
futuro: el proyecto de vida de cada persona supone un compromiso profesional y
vocacional.
— Cada dato se convierte en una responsabilidad y tarea que hay que estudiar, promover
y transmitir más enriquecida.
A continuación cada uno comunica al grupo algunos detalles de los datos del propio DNI, y
de su significado para la propia vida. El animador o animadora procure que sean detalles
que completen la imagen, quizás incompleta, que tiene el grupo de cada uno de sus
miembros.
4. HACIENDO SÍNTESIS

Como síntesis de la reunión proponemos la siguiente dinámica. Se colocan sobre la mesa


los DNI de todo el grupo. Cada uno toma un documento distinto del suyo, y mirando la
huella intenta resumir en unas frases algo de la identidad del compañero, resaltando los
datos nuevos que ha conocido de él después de la comunicación anterior.
Después de cada intervención, se da gracias a Dios por lo que cada uno es, por las personas
del pasado y del presente que han influido en la propia vida, por el lugar donde se ha nacido
y en el que se vive actualmente, por el trabajo o estudio que se está haciendo, etc. Todo lo
anterior puede expresarse mediante una oración espontánea o entonando el estribillo de una
canción adecuada, que resalte también la presencia de Dios en la propia vida; por ejemplo,
Dios está aquí, Tan cerca de mí (C. GABARÁIN).
Antes de despedirse, se recogen de nuevo los DNI y se hacen fotocopias de cada una de las
huellas, ampliadas en DIN A4. El animador o animadora reparte a cada uno su huella y le
invita a escribir durante la semana algún aspecto que añade a la propia identidad el hecho
de ser cristiano y estar en un camino de fe.

240
Abriendo horizontes
Novedad
Mi documento de identidad cristiana
En esta segunda reunión ayudamos a los jóvenes a profundizar y personalizar la lectura
cristiana de la propia identidad, y a descubrir en ella la presencia y acción del Espíritu
Santo. Partimos, como es lógico, resaltando la presencia y acción del Espíritu en Jesús de
Nazaret. Seguimos con el símbolo del DNI.
1. ACOGIDA
Materiales: Huella ampliada (DIN A3), documento 1 (DIN A4), Biblia abierta en Le 3-4.
ampolla del Crisma o un plato con aceite.
En la sala de reunión se coloca la fotocopia ampliada (DIN A3) de una huella de DNI.
Puede ser la de uno de los miembros del grupo, entregada la semana anterior.
Una vez reunido el grupo, cada uno comunica lo que ha escrito en su huella durante la
semana. Y con el resumen se completa el documento de la identidad cristiana —DIN A4—,
que estará sobre la mesa.
Aquí el animador o animadora tendrá que echar una mano y aportar respuestas adecuadas,
si no surgen en el diálogo: Hijo de Dios, de la Iglesia; diócesis, parroquia; construir el
Reino; toda la vida. Ningún dato es superfluo, todos tienen su valor como referencia para
definir y construir la propia identidad cristiana. La Confirmación es el momento en que de
manera consciente y libre se asume como propio todo este conjunto de relaciones
personales que definen la propia identidad. El proceso de preparación a la Confirmación
tiene que poner de relieve y valorar esas relaciones como termómetro del crecimiento de los
que son seguidores de Cristo y miembros de la Iglesia.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
El Espíritu que conduce a Jesús
Materiales: Documento 4, para el animador o animadora.
A continuación se cotejan los dos documentos de identidad. Y se pregunta qué perspectivas
añade la identidad cristiana a la identidad humana. Puede ser un momento clave para las
opciones de fe de los miembros del grupo.
El animador o animadora recuerda lo tratado en la reunión sobre la importancia de clarificar
la propia identidad, para no andar perdido en el mundo como un OBNI, objeto no
identificado, teniendo claro qué es lo que cada uno quiere hacer con su vida. Y propone
profundizar en la clave que explica lo escrito en el documento de identidad cristiana: la
presencia del Espíritu en la vida y camino de Jesús, y también en la de cada cristiano. El
Espíritu suscita y anima en Jesús y en no-

241
sotros la riqueza y la conciencia de nuestra identidad. De tal modo que la persona del Jesús
que nosotros conocemos es inexplicable si no es por su referencia total, absoluta, a Dios a
quien presenta como Padre. Y la conciencia de esta relación no es posible sin el Espíritu
que vive y actúa en él.
A continuación se reparte a cada uno el documento 5, que ofrece un comentario a diversas
citas evangélicas sobre la presencia y acción del Espíritu en la vida y obra de Jesús.
— Le 3,21: El Espíritu desciende sobre Jesús en el Bautismo.
— Le 4,1-2: El Espíritu conduce a Jesús al desierto para ponerlo a prueba.
— Le 4,14-19: El Espíritu está en Jesús y lo envía a la misión.
También presenta este documento otras citas de Le 1-2, en las que se muestra el
protagonismo del Espíritu para conocer adecuadamente aquello de Dios que hay en cada
persona. El recorrido por estos textos requiere del animador o animadora una preparación
adecuada, importante para su propio camino de fe:
— Le 1,35-36: El Espíritu actúa en el nacimiento de Jesús.
— Le 1,41: El Espíritu ayuda a Isabel a reconocer a Jesús en el vientre de María.
— Le 1,67: El Espíritu ayuda a Zacarías a leer la historia de Israel, como Historia de
Salvación.
— Le 2,11-18: El Espíritu revela a los pastores la salvación de Dios en un niño en brazos
de su madre.
— Le 2,25-32: El Espíritu ayuda a Simeón y Ana a reconocer al Mesías en el hijo de
María.
— Le 2,51: El Espíritu revela a María que todos los acontecimientos de su vida son
palabra e historia de Dios.
El equipo de animadores vea la manera más adecuada de trabajar el documento. Lo
importante es que los miembros del grupo descubran cómo el Espíritu actuó en Jesús y en
las personas que aparecen en su entorno en los Evangelios de la Infancia. Y este mismo
Espíritu se hace presente también en la Confirmación.
3. HACIENDO SÍNTESIS

Concluida la lectura de las citas, se abre un diálogo sobre la presencia del Espíritu en la
vida de Jesús. Después se concretan aquellos rasgos que puedan definir la identidad de
Jesús, y se escriben en el facsímil de DNI que hay colocado en el mural.
Seguramente el grupo ya conoce algunos posters sobre Jesús de Nazaret, difundidos
durante los años 80 —Wanted—, así como canciones, películas, etc. Es el momento de
hacer una valoración crítica de los mismos desde los datos que nos ha proporcionado la
lectura del Nuevo Testamento: ¿Qué falta en ellos? ¿Qué sobra? ¿Qué se podría añadir?
Se concluye la reunión renovando la. profesión de fe, destacando lo que hace referencia a
Jesús. Se puede hacer de varias maneras:
— Con la fórmula de las Promesas bautismales. Si es posible se puede hacer alrededor de
la pila bautismal de la parroquia.

242
— Proclamando el Credo. Se entrega a cada uno por escrito; o también se puede leer escrito
en DIN A3.
Acabada la profesión de fe, se entona una canción relacionada con la acción del Espíritu
Santo en la vida de los creyentes; por ejemplo, El Espíritu del Señor, BOVE-
CUBELLES-TORRELLES .
Antes de despedirse, se anuncia que en la reunión siguiente se elaborará el Proyecto
Pastoral de una parroquia, colegio, o grupo: objetivos, actividades, responsables, etc.
Pueden pensar algo de su contenido durante la semana para no perder tiempo, pues sólo
será el punto de arranque de la reflexión.
Novedad
El Espíritu, «alma» de la Iglesia

TERCERA
REUNIÓN
En la reunión anterior ayudamos a los jóvenes a descubrir la importancia del Espíritu en la
vida de Jesús y, en consecuencia, en la de todo cristiano. En esta tercera reunión queremos
que el grupo descubra la importancia del Espíritu, como factor de unión y comunión dentro
de la Comunidad cristiana.
1. ACOGIDA

Se añade a la decoración de la sala de reunión algún póster o fotografía que destaque la


presencia de la Comunidad en la celebración de la Confirmación.
Una vez reunidos los miembros del grupo, el animador o animadora presenta el contenido
de la reunión, en torno a estas ideas:
— En la reunión pasada vimos como el Espíritu estuvo presente en la vida de Jesús, le hizo
tomar conciencia de que era el Hijo de Dios, lo puso a prueba en el desierto y lo lanzó
a la misión de anunciar el Reino de Dios.
— Hoy os invito a descubrir la presencia del Espíritu en la Comunidad cristiana, en la
Iglesia primitiva, como modelo de lo que pretende ser en nosotros y entre nosotros.
— Mucha gente sigue viendo a la Iglesia como institución prestadora de servicios, y
poderosa frente a otras instituciones. Pero también hay cristianos que van mucho más
allá: la descubren como lugar privilegiado de la presencia de Dios en medio de los
hombres, creador, humanizador, salvador y dinamizador de las fuerzas que colaboran
en la unificación de la humanidad como familia de Dios.
A continuación, se pone en común lo que cada uno ha pensado sobre el Proyecto Pastoral
de un parroquia, comunidad o grupo. Basta un esquema. Ayudará a descubrir las lagunas
doctrinales y vivenciales del grupo sobre la Comunidad cristiana:
pero no se les hará caer en la cuenta de ello hasta que se concluya el estudio del tema
bíblico. Es preciso que digan por qué y para qué se proponen tales objetivos. acciones, etc.
Todo ello se escribe en una cartulina.

2-n
3. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
El proyecto de la primera comunidad cristiana
Materiales: Documentos 5 y 6.

A continuación el animador o animadora invita al grupo a descubrir el proyecto de la


primera comunidad cristiana. Se entrega cada uno el documento 5, que hace referencia a los
comienzos de la Comunidad cristiana. Se lee entre todos y se comentan los detalles que
llamen la atención.
Se trata de algunas citas fundamentales para descubrir la presencia del Espíritu en los
orígenes de la Iglesia, y las consecuencias de esta presencia. Estos textos nos proporcionan
los elementos fundamentales que tendría que tener el Proyecto de toda comunidad cristiana:
objetivos, criterios, estrategias, acciones, etc.
Para aplicar el contenido a la comunidad actual se reparte a cada uno el Documento 6 ^ se
completa entre todos. Una vez completado el documento se compara con el esquema del
Proyecto Pastoral elaborado anteriormente. El animador o animadora resalta la importancia
de acudir siempre a las fuentes bíblicas para descubrir la verdadera identidad del cristiano y
de la comunidad eclesial.
4. HACIENDO SÍNTESIS

Para concluir la reunión y como síntesis de todo lo tratado sobre el tema, proponemos la
siguiente dinámica. El animador o animadora invita a los miembros del grupo a buscar un
lugar tranquilo, puede ser la iglesia o capilla si está cerca, para personalizar los motivos que
cada uno tiene para celebrar o no el sacramento de la Confirmación. Dichas motivaciones se
comunican después al grupo, en un clima de sinceridad y también de respeto.
A continuación rezan de nuevo el Credo, fijándose en lo que se dice sobre el Espíritu Santo.
Téngase en cuenta que hay dos credos: el breve o símbolo de los Apóstoles, y el más
extenso o símbolo niceno—constantinopolítano, ya que fue proclamado en los concilios de
Nicea y de Constantinopla. Se puede analizar uno solo o sintetizar las dos redacciones.
— Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloría.
— Él habló por los profetas.
— Hace que la Iglesia sea una, santa y católica (=universal) y apostólica.
— Realiza la comunión de los santos (= cristianos).
— Nos llena de su gracia en el Bautismo para que consigamos el perdón de los pecados.
— Nos dará la resurrección de los muertos, la resurrección de la carne, la vida eterna, la
vida del mundo futuro.
También se puede concluir con una canción sobre la presencia del Espíritu en la Iglesia,
por ejemplo, Jesús está entre nosotros (M. CUBELLES).
Antes de despedirse, el animador o animadora anuncia que la próxima reunión es un
encuentro de todos los grupos locales del nivel III de jóvenes, pensado solamente para los
que se van a confirmar. Y como preparación a la misma se les pide

244
que escriban una carta de petición dirigida al párroco o responsable local de los grupos,
comunicando la decisión de confirmarse y los motivos que les inducen a hacerlo. Conviene
que dichas cartas sean contestadas por las personas implicadas.
Este momento es significativo dentro del Itinerario, porque sitúa a los miembros del grupo
ante la decisión o no de confirmarse. Por eso es importante que el animador o animadora
tenga durante la semana un diálogo personal con cada miembro del grupo, para dialogar
sobre las motivaciones expresadas en el grupo; sobre todo, pensando en aquéllos que han
manifestado, o se les ha notado, algún reparo para hacerlo en público.
Las palabras no bastan
Confirmarse, ¿rito o
CUARTA
REUNIÓN

compromiso?
En esta cuarta reunión ayudamos a los jóvenes a descubrir el contenido y significado del
rito de la Confirmación. Participan solamente los jóvenes que van a confirmarse en los
próximos días. Se puede preparar también como un encuentro, durante todo el día, de todos
los jóvenes confirmandos de los grupos locales. El contenido de la reunión o encuentro
sigue el mismo ritmo de la celebración de la Confirmación. Es importante que los jóvenes
intervengan en todo momento. No se trata de un ensayo de la celebración, sino de una
preparación próxima a la misma, personali2ando su contenido y significado.
1. ACOGIDA

La sala de reunión se decora con algún póster o fotografía alusivos a la imposición de


manos. Mejor, si son de las Confirmaciones de años pasados y con jóvenes de grupos del
mismo lugar. Se colocan también una ampolla con el crisma o simplemente aceite, y algún
perfume.
El animador o animadora da la bienvenida a todos. En el caso de que sea un encuentro de
varios grupos se resalta este saludo de acogida. Lo hace en torno a estas ideas:
— Las reuniones anteriores nos han ayudado a descubrir la importancia del Espíritu en la
vida de Jesús y en la vida de los cristianos, en la Iglesia primitiva y en la actual.
— La reunión de hoy tiene un objetivo concreto: conocer el contenido y significado de la
celebración de la Confirmación. Los que estáis aquí habéis decidido libre y
responsablemente celebrar este sacramento.
— Todos sabemos que en eso de la Confirmación hay de todo: gente que lo hace porque
toca; porque creen que es un requisito para...; muchos después de celebrarlo, isi te he
visto no me acuerdo!
— En el Itinerario de educación en la fe, la celebración del sacramento de la Confirmación
supone que un joven expresa, con el signo sacramental, que ha comprendido la
importancia de ser cristiano en la actualidad y quiere que la gracia

245
del Espíritu Santo le ayude a confirmar, reafirmar la fe que vive en la Comunidad
cristiana.
A continuación, se ponen en común las cartas de petición escritas a los párrocos o
responsables de grupos y las contestaciones recibidas. Se puede hacer por parejas, o en
subgrupos de cuatro o cinco, si el grupo es numeroso. Una vez concluida esta primera
puesta en común, se reúne todo el grupo, o por grupos de origen, y se hace una valoración
global de estas cartas de petición. Todos los miembros del grupo opinan sobre las
motivaciones expresadas en la carta, y si el candidato está realmente preparado para
celebrar el sacramento.
Este momento es importante. Es una forma de escrutinio en grupo. Por eso el animador o
animadora debe estar atento para que se realice de la mejor manera posible, con respeto y
sin herir sensibilidades, pero en un clima de total sinceridad. Al final ya del Itinerario, ello
no debería ser un problema. Además, si el animador o animadora ha hablado durante la
semana con cada uno, el joven está ya preparado para asumir la opinión de sus compañeros.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
Materiales: Documentos 7 y 8.
Concluida la dinámica anterior, el animador o animadora invita a todos a analizar el rito de
la Confirmación para descubrir su contenido y significado. Se reparten los documentos 7 y
8. El primero contiene el texto del ritual, y el segundo una breve explicación del mismo.
Para trabajar los documentos proponemos la siguiente metodología:
— El animador o animadora explica el sentido de los signos principales del Sacramento: la
imposición de manos y la unción con el Crisma (Cfr. Documento 8).
— Después de cada explicación, cada uno lee la monición correspondiente que trae el ritual
(Documento 7), y entre todos hacen una valoración de la misma:
aspectos ya conocidos, aspectos nuevos, etc.
— Se leen las lecturas que se hayan elegido para la celebración. Conviene entregarlas
escritas. La elección de estas lecturas corre a cargo del mismo grupo con su animador o
animadora respectivo, o del equipo local de animadores. Después de cada lectura, se
invita al grupo a comunicar espontáneamente el eco de las mismas. Es una buena
ocasión para verificar la asimilación y comprensión de todo lo visto hasta ahora sobre
la Confirmación: importancia del Espíritu en la vida de Jesús, en la primera comunidad
y en la iglesia actual.
— Se prepara las oraciones de los fieles. No hace falta que queden redactadas ahora de
forma definitiva, ya se hará después con el responsable de la celebración.
— Se preparan los signos o símbolos que se van a presentar en la celebración. Conviene
que dichos signos representen al grupo y el camino realizado hasta ahora.
— Se seleccionan los cantos, los responsables de la música, etc.
El animador o animadora procuren que intervengan todos. Es una buena preparación para la
celebración.

246
3. EXPERIENCIA DE INTERIORIZACIÓN Y PERSONALIZACIÓN
Materiales: Documento 9-
Acabado el trabajo de análisis y comprensión del rito de la Confirmación, el animador o
animadora entrega a cada uno el documento 9, e invita a interiorizar todo lo visto hasta
ahora en un clima de reflexión-oración personal. Para ello cada uno busca un lugar donde
pueda hacerlo con serenidad y durante el tiempo adecuado. En este momento, cada uno
decide qué persona le acompañará como padrino en la celebración.
4. HACIENDO SÍNTESIS

Como síntesis de la reunión, proponemos hacer un momento de oración todos juntos, en


torno a los siguientes aspectos:
— Reflexión personal; en concreto, el Manifiesto escrito por cada uno.
— Renovación de las Promesas bautismales.
En el caso de que se haga el Encuentro con todos los grupos, proponemos concluir con una
celebración penitencial, en la que aparezcan los elementos anteriores.
Evaluando
Ver el esquema del bloque 1.

<Ro EVALUACIÓN DE LOS ANIMADORES

Ver el esquema del bloque 1.

24-7
[D)@©™^ff®
DOCUMENTO 1
MI DOCUMENTO DE IDENTIDAD

248
DOCUMENTO 2

MI DOCUMENTO DE INDENTIDAD
(Reflexiones para completar el documento)

Probablemente me pusieron mi nombre a gusto o elección de algún familiar, o fue un


homenaje a alguna persona.
Mis apellidos muestran que estoy vinculado a una historia y tradición familiar, por
muy sencilla que sea. Mis apellidos no son solamente míos, sino de toda mi familia.
No pudo mancharlos con mi conducta, sino que he de comportarme de modo que los
pueda llevar siempre con honor.
Nací y vivo en un lugar concreto de una calle, de un pueblo o ciudad, de una
provincia, autonomía, nación. ¿Qué significa para mí la vinculación a unas piedras, a
una calle, a un barrio de un pueblo o ciudad, a unas personas, a una cultura, a una
historia? No se trata de simples valores y asuntos del pasado o del presente, sino
también del futuro.
Voy a hacer ahora la lista de las personas de mi casa, de aquellas con las que me
cruzo en la escalera o en el ascensor, de las personas con las que me encuentro en la
caUe. ¿Quiénes son? ¿Sé cómo se llaman? ¿Tienen en casa niños, personas mayores,
enfermos? ¿Qué problemas les preocupan?
Qué valor tiene para mí ser hijo de D.................. y D a....................? ¿Realmente,
tengo padres? El DNI no dice quiénes son mis padres sino que yo soy hijo de tales
señores. Además, las personas no son objetos que se poseen... Mis padres no son, por
ejemplo, el banco de mis propinas o facturas o caprichos... Lo que me define en cada
momento es si yo soy hijo para mis padres y cómo se lo demuestro con mi cariño,
dialogo, obediencia, respeto.
¿Qué significa para mí ser hombre o mujer? ¿Es sólo un hecho biológico o una
riqueza personal que me ayuda a relacionarme con los demás?
He de comprender mi trabajo, mis responsabilidades o compromisos como elementos
básicos de integración social. Si pongo como profesión estudiante, tendré que
preguntarme si la ejerzo con sentido de responsabilidad, si de alguna manera tengo ya
presentes a mis futuros clientes o pacientes... Si escribo otro tipo de profesión habré
de preguntarme qué pretendo con ella: ¿simplemente ganar y todo lo que el dinero
proporciona? ¿Servir, ayudar? ¿A quién, a qué? ¿Cómo me afectan y me implico en
los problemas laborales de mi entorno...?
La fotografía me dice cómo me ven los que viven a mi lado. Repasando mis
fotografías de niño, constato cómo han ido cambiando mis facciones y todo mi
cuerpo. ¿Pero ven los demás que he ido madurando como persona en la misma
proporción en que he crecido físicamente? ¿Me ven

249
mejorado en mis actitudes, carácter? ¿Me ven generoso, comprometido, responsable
o, por el contrario, egoísta, superficial, ambicioso?
Huellas Todo lo que hago lleva el sello de mi personalidad. Al comentar cual-dactilares quier
actividad mía se puede afirmar: «Esto lo ha hecho N. Lleva su sello, su estilo». ¿Qué me gustaría dejar
en la vida como sello de mi persona? ¿Qué me gustaría que recordasen de mí?
Expedido Somos como un objeto para la burocracia que nos controla. Nuestro en... nombre y
apellidos constan en multitud de listas y papeles: en el ayuntamiento, la policía, la telefónica, el colegio,
la parroquia, la caja de ahorros. Es preciso humanizar la burocracia, para que sea sólo la imprescindible
para organizar la vida. Es necesario que las personas seamos más que un número en el ordenador de
cualquier institución, más que un nombre en una lista. Pero, antes de criticar a nadie, me pregunto: ¿trato
a los otros como números, objetos, cosas, o como personas libres, responsables, dignas de respeto?
Siento que voy creciendo, cambiando. En cada época de mi vida soy el mismo y a la vez diferente. ¿En
qué sentido quisiera evolucionar? ¿Qué aspectos de mi vida me gustaría cambiar y qué significado
tendrían esos cambios en mi nueva identidad? ¿Mejora social, riqueza, éxito, fama? ¿Quizás cambio de
estado de vida? ¿Qué significado tiene ya ahora para mí el estar casado o soltero o célibe por el Reino...?

Caduca a los ¿Asumo, de verdad, todos los aspectos anteriores como responsabilidad Firmado...
y como tarea? ¿Doy fe de que quiero vivirlos y de que no van a quedar en simples
X años palabras?

250
DOCUMENTO 3

MI IDENTIDAD CRISTIANA
(Para los animadores, o para todos)

Suele ser el nombre de un santo. Celebramos su fiesta. Por lo menos como


onomástico. Nos vincula a una gran familia de personas santas. Me lo regalaron en el
Bautismo. ¿Lo tomo o lo dejo? ¿Acepto mi Bautismo, y a Cristo y su Evangelio
como núcleo esencial de mi vivir y trabajar? Llevo el nombre de un santo o de una
santa.
¿Qué me sugiere la palabra «santo, santa»?... ¿Podría ser objetivo de mi vida? ¿Me
conformo con ir tirando?
El apellido de mis padres (aunque estuvieran «alejados») me hace heredero de una
tradición religiosa, de un patrimonio de fe que viene de mis antepasados... y que yo
acepto para hacerlo crecer o lo rechazo. ¿Lo acepto o... no les perdono a mis padres
que me hayan bautizado sin que yo tomara mi propia decisión? Mi Bautismo, ¿es
pura herencia sociológica?... ¿O lo he asumido como opción personal clara y
decidida?
(Parroquia y diócesis): ¿Qué te dice el hecho de pertenecer a una determinada
parroquia o diócesis? ¿Conoces algo de su historia? ¿Quiénes son sus pastores? ¿Qué
relación mantienes con ellos? ¿Cuál es su proyecto y su planificación pastoral?
¿Tienes algo que ver y hacer en sus actividades? ¿O eres un dato estadístico más en
sus listas y registros?
(Puede ser un buen test para conocer el grado de conciencia de Iglesia y de
comunidad).
Aquí es necesario reflexionar sobre lo que puede significar ser hijo/a de Dios: lo soy
pero me voy haciendo, como Jesús, a su imagen y semejanza, en la medida que busco
en todo el proyecto de Dios, que se centra en la formación de una gran familia... Con
unas actitudes que reproducen la misericordia y el amor del Padre.
Y ser hijo de la Iglesia, en cuyo seno me voy formando, alimentado en la escucha de
la palabra, en la comunión con los hermanos y en la celebración de los misterios de
Cristo.
Se repite la reflexión del carné de identidad civil. Aquí es preciso señalar que en la
Comunidad Cristiana el estado de vida conlleva un particular compromiso de
testimonio de vida evangélica: los casados testimonian, con su fidelidad y entrega
mutua, el amor-hasta-la-muerte de Cristo y de su Iglesia. Los religiosos/as, el de ser
una especie de maqueta viva de la Iglesia por la fraternidad, por la radicalidad de
vida en los consejos evangélicos

251
Profesión En la Iglesia, además del testimonio de una vida coherente con el evan gelio, todos son
llamados a ejercer alguna tarea de servicio: como sacerdotes, o catequistas, o
compromiso de ayuda a necesitados por enfermos, pobres, excluidos...
Fotografía ¿Cómo me ven desde la perspectiva de la madurez cristiana mis compañeros de grupo?
¿Me consideran preparado para celebrar la Confirmación? ¿A quién me gustaría
parecerme? ¿Tengo algún modelo cristiano que trato de emular?
Huellas Mi conducta tendría que reproducir las huellas de Jesús. «Por sus frutos dactilares los
conoceréis». ¿Me ilusiona este ideal?
Expedido También aquí somos objeto de una burocracia. Pero me hace tomar con-en... ciencia
de que no se es cristiano por libre; de que el Bautismo ha marcado mi vida por dentro y por fuera; de
que, aunque no se expidan documentos oficiales, la identidad la llevo impresa en el testimonio que doy
del evangelio de Jesús....
Caduca ¿Caduca? ¿Renuncio? ¿Estoy cansado de ser cristiano? ¿Me es indife-a los x años rente?
¿Ejerzo?. Si la vida cristiana se resume en conocer, vivir y celebrar el misterio de encarnación, muerte y
resurrección de Cristo, ¿estoy estancado en mi primera comunión? ¿Crezco? ¿Conozco más y mejor a
Jesús? ¿Trato de vivir en coherencia con su palabra y con su vida? ¿Ce-lebro sus misterios cada día con
mayor consciencia? Además de esta preparación para la Confirmación ¿qué hago para crecer?
Y... la firma ¿Refrendo todo lo que aquí se dice? ¿Lo asumo como responsabilidad de ser (o de llegar a
ser) y de hacer? ¿Es, será, pura formalidad? ¿O ser en Cristo y tomar conciencia de
ello es algo de lo que me intereso, que me preocupa y ocupa toda mi vida...?

252
DOCUMENTO 4

DOCUMENTO DE IDENTIDAD DE JESÚS

La identidad de Jesús
— En el Evangelio de Lucas (3,21) vemos a Jesús en oración. Desciende sobre él el Espíritu y le hace
tomar conciencia de su identidad: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco». A lo largo de su vida
pública Jesús fue traduciendo esta conciencia al llevar a cabo las obras de su Padre, procurando hacerse
a su imagen y semejanza. Por ejemplo, cuando come con pecadores explica: «No he venido a llamar a
los justos sino a los pecadores». Así hay que entender lo que significa: «Misericordia quiero, y no
sacrificios» (Mt 9,13). Jesús refleja en su comportamiento la coherencia con lo que enseña: «Sed miseri-
cordiosos como vuestro Padre es misericordioso y seréis hijos del Altísimo» (Le 6,35-36). De ese modo
refleja lo que él entiende que es ser hijo de Dios, imagen y semejanza suya.
— En Lucas 4,1-13, el Espíritu conduce a Jesús al desierto. El desierto es la vida: el lugar de la
intimidad con Dios, lugar de la prueba, lugar donde se comprueba la fidelidad al Padre. Allí medita y
reza desde las palabras de la Biblia qué significa ser Hijo de Dios. Y somete a discernimiento las
diversas ideas y pretensiones de su pueblo, enfrentándose a las fuerzas instintivas, que también en él
estaban activas: el placer, el poder, el prestigio, la magia o manipulación de lo sagrado. Allí prueba hasta
qué punto la Palabra de Dios, enfrentada a otras palabras o sugestiones, es guía de la propia conducta. Le
dice el tentador:
«Si eres Hijo, di que...» Pero él responde: «Si soy Hijo, escucho la Palabra del Padre».
— En Lucas 4,18, el Espíritu ayuda a Jesús a tomar conciencia de su misión: ésta no es la demagogia
fácil ni el tremendismo apocalíptico de Juan el Bautista, sino el programa enunciado por Isaías desde
una opción por los excluidos, como anuncio de la Buena Nueva a los pobres y liberación de los
oprimidos. Son las conclusiones de su reflexión en el desierto.
Este mismo Espíritu es el que Dios Padre y Cristo nos dan a nosotros en el Bautismo y toma cuerpo —
por así decirlo— en la Confirmación. Él suscita en nosotros —en la medida que le dejamos y le somos
dóciles— esta misma conciencia y estos mismos comportamientos de hijos, como los tuvo Jesús: «Sed
misericordiosos para que seáis hijos de Dios». Y también: «Los constructores de la paz serán
reconocidos como hijos de Dios».
El Espíritu nos anima y nos sostiene en la superación de nosotros mismos y de los crite rios del mundo,
hasta que llegue a plena madurez, en nosotros y en el mundo, el hijo de Dios que se está gestando en
nosotros entre dolores de parto. Vale la pena leer Rom 8,14-17. En ese espléndido texto san Pablo nos
asegura que somos hijos de Dios gracias al Espíritu. Esa realidad llegará a su plenitud en la resurrección.

Otras identidades
Otras citas significativas de Lucas, en los capítulos 1 y 2, revelan cómo la comprensión profunda de los
otros, vista desde Dios, es también obra del Espíritu Santo.

253
— El Espíritu revela a María su identidad y misión de Madre del Señor, prefigurada como la Hija de
Sión, y la identidad del fruto de sus entrañas (1,28.35).
— El Espíritu revela a Isabel la profundidad del misterio que se da en María y en su Hijo, y que
desborda las relaciones de un parentesco natural (1,41-45).
— El Espíritu revela a María la opción de Dios por los pobres (1,46-55).
— El Espíritu revela a los pastores la gloría de Dios y la salvación presentes en la debilidad y pobreza
de un niño, como cualquier niño, en brazos de su madre (2,11-18).
— El Espíritu revela a Simeón y a Ana el misterio de salvación y la misión de aquel niño que tienen en
sus brazos (2,29-38).
— El Espíritu revela a María que todos aquellos acontecimientos son palabra de Dios, historia de Dios,
que hay que meditar y profundizar en el corazón (2,51).
— En Jn 14,23-24, Jesús dice a los discípulos que él les ha hablado, les ha dicho cosas, pero que el
Espíritu les enseñará y recordará lo que él ha hablado. Es decir, que Jesús nos enseña la doctrina, pero es
el Espíritu quien nos ayuda a interiorizarla, a personalizarla, a transformarla en vida, en la medida que le
dejamos, le somos atentos y dóciles.
Jesús siembra la Palabra, el Espíritu la hace germinar, florecer y fructificar. En algunas zonas de Galicia
distinguen entre el maestro que nos enseña una materia y el que nos la aprende, o sea, nos la graba
dentro, nos ayuda a hacerla caudal de nuestra vida.
— Quien dice doctrina puede decir también responsabilidad, misión. Lo que Jesús nos presenta desde
fuera como propuesta, casi como imposición —por ejemplo, «Amaos los unos a los otros, como yo os he
amado» (Jn 13,34,)— el Espíritu nos ayuda a interiorizarlo hasta convertirlo en una urgencia interior,
que nos mueve a manifestar o encarnar el amor y misericordia del Padre.

254
DOCUMENTO 5

EL ESPÍRITU EN LA VIDA DE LA COMUNIDAD

Jn 19, 25-30
Al pie de la cruz, están María y el apóstol Juan. Al expirar, Jesús tes da. Íes regala el Espíritu. Es el
Espíritu quien crea la unidad, la comunión en la Iglesia que surge a los pies de Jesús en la cruz.

Jn 20,19-23
El día de Pascua, Jesús se aparece a sus Apóstoles y les saluda: «La paz sea con vosotros.» Y sopla sobre
ellos un aliento de vida, diciendo: «Recibid el Espíritu Santo: a quienes perdonéis los pecados, les
quedan perdonados». Por obra del Espíritu, la Iglesia es comunidad y recinto de reconciliación, de paz.
Recibir el Espíritu es aceptar la misión de una tarea de reconciliación en todos los órdenes y
dimensiones de la vida.

Hech 2,42-47
Para el evangelista Lucas, Pentecostés es una explosión de Espíritu que se expande por todo el mundo,
comenzando en Jerusalén y llegando a Roma, corazón del Imperio. La Iglesia, inundada de Espíritu, es
comunidad universal, donde resuena el mensaje apostólico del Resucitado, donde, superando todo
egoísmo, se vive en el amor partiendo de los desheredados, donde la celebración del acontecimiento
pascual es fuente de energía para una historia nueva, resucitada.

1 Cor 12,12—13,13
La Iglesia, Comunidad cristiana, es como un cuerpo. Cada uno de sus miembros está dotado de dotes y
funciones, regaladas y confiadas por el Espíritu para la construcción de la comunidad. Cada uno ha de
conocer sus dones y su función para sacarles el máximo rendimiento.

^ ^ ^

Sería excesiva la pretensión de abarcar en este espacio tantos otros aspectos que presentan el Evangelio
de san Juan y las Epístolas de san Pablo; o de una manera más sencilla, los Hechos de los Apóstoles.
Basten estos elementos tomados del Evangelio de san Lucas para iluminar la preparación a la
Confirmación en una edad en que, de manera más o menos consciente, toda persona trata de definir su
propia identidad.

255
DOCUMENTO 6

EL PROYECTO DE LA COMUNIDAD
CRISTIANA ACTUAL
A LA LUZ DE LA PRIMERA COMUNIDAD

1. Tener en cuenta la vida de la Primera Comunidad cristiana

OBJETIVOS
— Los que se refieren a la comunión, cohesión y comunicación de la Comunidad.
— Los que se refieren a la misión, por ejemplo, el testimonio y anuncio de la Resurrección.

256
ACCIONES
Las acciones concretas se deducen de los Hechos de los Apóstoles:
— Conocían y profundizaban el mensaje de los apóstoles.
— Vivían la comunión-comunicación.
— Celebraban el misterio de la Pascua.
2. Escribir en el círculo de la Comunidad actual las acciones que se llevan a cabo en la parroquia, en la
diócesis, en torno a los siguientes aspectos:
— La catcquesis: organización —niños, jóvenes, adultos, grupos—; las homilías; librería, si la hay;
otras iniciativas.
— Vida de comunión y caridad: las acciones llevadas a cabo por laicos, religiosas y religiosos con
enfermos, ancianos, personas o zonas marginadas, misiones.
— Celebración de la fe: quiénes participan, cómo se desarrollan, qué frutos producen en las personas y
en la comunidad.

257
DOCUMENTO 7

RITUAL DE LA CONFIRMACIÓN

Q IMPOSICIÓN DE MANOS

Monición
El día de Pentecostés, los Apóstoles recibieron una presencia muy especial del Espíritu Santo. Los
obispos, sus continuadores, transmiten desde entonces el Espíritu Santo como un don personal por medio
del sacramento de la Confirmación, que ahora va a comenzar con la imposición de manos del obispo. La
imposición de manos es uno de los gestos que aparece habitualmente en la historia de la salvación y en la
liturgia para indicar la transmisión de un poder o de una fuerza o de unos derechos.

Q UNCIÓN CON EL CRISMA

Monición
Hemos llegado al momento culminante de la celebración. El Obispo les impondrá la mano y los marcará
con la Cruz gloriosa de Cristo para significar que son propiedad del Señor. Los ungirá con óleo
perfumado. Ser crismado es lo mismo que ser Cristo, ser Mesías, ser Ungido. Y ser Mesías y Cristo
comporta la misma misión del Señor: dar testimonio de la verdad y ser, por el buen olor de las buenas
obras, fermento de santidad en el mundo.

Q RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO


(Para jóvenes)

Obispo
Para ser cristianos de verdad, tenéis que esforzaros por rechazar el mal, que lleva al pecado y es negación
de Dios.
¿Rechazaréis el mal, renunciando a hacer uso de malas artes que perjudican a los demás:
— al egoísmo, que no tiene en cuenta lo que es bueno para los otros;
— a la violencia y la venganza, como contrarias a las enseñanzas de Cristo;
— a la mentira y la hipocresía, como contrarias a estar en verdad con Dios;
— al descaro, que no es sinceridad, sino ofensa;
— a la envidia y al odio, que pueden llevaros a verter el mal sobre el hermano;
— a toda injusticia, que no sólo es hacerla, sino encubrirla, impidiendo el que la justicia se lleve a cabo?

Confirmandos
Sí, renuncio.

258
Obispo
¿Rechazaréis el mal, buscando en Dios fuerza para superar las debilidades que suponen perjuicio directo
de uno mismo:
— vuestra pereza, vuestras indiferencias;
— vuestras cobardías y complejos;
— el desvirtuar la vida con el materialismo y la sensualidad;
— el fomentar la tristeza, las desconfianzas, el escepticismo?
¿Combatiréis todas vuestras debilidades?

Confirmandos Sí, las


combatiré.

Obispo
¿Rechazaréis el mal, amando a los demás, para vivir conforme a Cristo:
— teniendo el espíritu abierto para apreciar lo bueno que hay en los hermanos;
— perdonando sus errores, aunque hayáis sido víctimas de ellos;
— no faltando al compañerismo, al hacer burla de las cualidades, o deficiencias de vuestros semejantes;
— admitiendo que el otro piense distinto;
— ayudando a todo el que os necesita, sea o no vuestro amigo?
¿Queréis comprometeros a esto?

Confirmandos
Sí, quiero.

Obispo
Después de estar dispuestos a vivir como cristianos, ¿os comprometéis a llevar el Evangelio a los demás?

Confirmandos
Sí, me comprometo.

Obispo
Unidos a la comunidad que os acoge, confesad vuestra fe:
¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, y ha creado el Cielo y la Tierra?

Confirmandos Sí,
creo.

Obispo
¿Creéis que Jesucristo es Hijo único de Dios, nacido de la Virgen y hermano nuestro; creéis en su
Muerte y Resurrección?

259
Confirmandos
Sí, creo.

Obispo
¿Creéis en el Espíritu Santo, enviado a los hombres como Dador de Vida, que hoy será
comunicado de un modo singular a vosotros por el sacramento de la Confirmación, como fue
dado a los Apóstoles el día de Pentecostés?

Confirmandos
Sí,creo.

Obispo
¿Creéis en la Iglesia Católica, en la Comunión de todos sus Santos, en el perdón de los
pecados, que nos da la esperanza de vivir con Dios para siempre?

Confirmandos Sí,
creo.

Obispo
De acuerdo con esta fe que habéis proclamado, ¿prometéis huir de caer en la tentación de todo
ídolo: como el dinero, el poder, la fuerza, la fama?

Confirmandos Sí,
prometo.

Obispo
¿Prometéis tratar a todos los hombres con amor de hermanos?

Confirmandos
Sí, prometo.

Obispo
¿Prometéis compartir con los hermanos todos los dones que habéis recibido del Creador?

Confirmandos
Sí, prometo.

Obispo
¿Prometéis trabajar por mostrar la imagen de Dios a todos los hombres?

Confirmandos Sí,
prometo.

260
DOCUMENTO 8

CELEBRACIÓN DE LA CONFIRMACIÓN
(Para el animador y para los confirmandos)

El sacramento de la Confirmación se confiere por la imposición de manos y la unción con el crisma. Los
dos elementos tienen un significado muy definido en la tradición bíblica.

^ La imposición de manos es signo de envío, de misión, de imposición y asunción de responsabilidades


comunitarias.
— Por la imposición de manos de la comunidad de Jerusalén, se creó la misión de servir a los pobres, a
los enfermos, a los huérfanos y a las viudas (Cfr. Hch 6,6).
— Por la imposición de manos, recibió Pablo la curación y la plenitud del Espíritu (Cfr. Hch 9,17).
— Por la imposición de manos de la comunidad, recibieron Bernabé y Pablo la misión de llevar el
Evangelio a los gentiles (Cfr. Hch 13,2-3).
— Por la imposición de manos, Pablo recibió a una docena de discípulos del Bautista en la comunidad
de Éfeso y fueron colmados de Espíritu Santo (Cfr. Hch 19,1-7).
Así, pues, la Confirmación tiene este sentido de fondo: por la imposición de manos el confirmado es
enviado por la comunidad para una misión: ser, con obras y palabras, testi go y mensajero de la vida
nueva inaugurada en la Resurrección de Cristo.
(Aquí se lee la monición del ritual para la imposición de manos, tratando de calar en su significado.)

— La unción con el crisma. La Iglesia ha tomado del Antiguo Testamento el rito de la unción para
algunos sacramentos. Era parte esencial de la coronación real. El rey era consagrado como defensor de
los débiles frente a los prepotentes, los explotadores o los jueces corruptos.
— La defensa del pobre sería nota distintiva del Ungido, del Mesías, que era esperado (Cfr. Is 11,1-9),
como el nuevo Moisés liberador (Cfr. ís 63,11-19).
— Es el Espíritu que suscitó y excitó a los jueces: como Otniel que los liberara de los edomitas (Cfr. Je
3,10); a Gedeón, de los amalecitas (Cfr. Je 6,34); a Jefté, de los am-monitas (Cfr. Je 11,32-33); a Sansón,
de los filisteos (Cfr. Je 13,25; 14,6-19); a Saúl, también de los ammonitas (Cfr. ISam 11,6).
— Precisamente Cristo significa Ungido. Por tanto, crismar significa cristificar, hacer cristos.
Pero a Cristo se le aplica esta palabra, enriquecida con una nueva perspectiva. Él no fue ungido con
aceite, sino con el Espíritu Santo, para la misión de anunciar a los pobres la Buena Nueva upara vendar y
sanar los corazones rotos, para pregonar la liberación a los cautivos, la libertad a los reclusos; para
pregonar la amnistía de Yahvéh». Así es como la comunidad de Lucas (4,18-21) interpreta a Js 61,1-9.
(Aguí se lee la monición del ritual que precede a la unción. Comentarla profundizando su contenido.)

261
El rito de la Confirmación tiene, pues, todo este sentido de fondo. El confirmado, por la imposición de
manos, es enviado por la comunidad a una misión de testimonio vivo y de anuncio de la vida nueva
surgida en la Resurrección de Cristo. Y por la unción se concreta la unción real ya recibida en el
Bautismo, que le constituye en promotor de la justicia, en defensor del débil, del marginado, del
explotado.
La celebración del sacramento supone por parte del confirmado una conciencia clara es tas realidades y
un compromiso decidido por la justicia en el mundo. El Reino de Dios, al que dedicó Jesús de Nazaret
toda su vida de apóstol del Padre, no se define en el evangelio en términos piadosos, sino de
compromiso. Y en la liturgia se describe como Reino de Verdad y de Vida, Reino de Santidad y de
Gracia, Reino de Justicia, de Amor y de Paz.

— Pero con condiciones


La Confirmación se confiere generalmente dentro de la celebración de la Eucaristía. Está colocado
después de la homilía del obispo.
Antes del sacramento he de asegurarme de lo que efectivamente pretendo. Por eso el rito va precedido de
una declaración de intenciones, de unos compromisos que asumo ante la comunidad.
— Lo primero es la declaración del compromiso de luchar para superar dentro de mí mismo y en mi
entorno las fuerzas de pecado que están marcando mi propia historia y la historia general de nuestro
mundo.
— Lo segundo es la profesión de fe, por la que me aseguro de que aquello que voy a hacer procede de la
fe y no de la rutina, la inercia social, o cualquier otro pretexto no auténtico.
(Leer y comentar el sentido de las renuncias y de la profesión de fe.}

262
DOCUMENTO 9

REFLEXION-ORACION PERSONAL A LAS


PUERTAS DE LA CONFIRMACIÓN

Durante este tiempo de reflexión-oración personal tienes oportunidad de estar a solas contigo mismo/a.
Busca un lugar que te ayude. Es un momento adecuado para echar la vista atrás y contemplar todo el
camino recorrido desde que empezaste o te incorporaste al Itinerario de Educación en la Fe. Y también
para mirar hacia adelante para ver qué vas a hacer con tu vida una vez confirmado/a.
1. Piensa en las personas que más te han ayudado en este camino y da gracias a Dios. Puedes escribir su
nombre y al lado una frase que recoja tus sentimientos hacia ella.
2. La presencia y obra del Espíritu en nosotros es una de las líneas fuerza del ser-cristiano. Atrévete a
enumerar algunos hechos o acontecimientos que demuestran esta presencia del Espíritu en tu vida y a
tu alrededor.
3. Imagínate que aconsejas a un amigo o amiga para que inicie un camino de fe. Escribe dos o tres
motivos que le dirías.
4. Imagínate que te encuentras con tus compañeros del grupo dentro de 10 años. ¿Cómo crees que te
encontrarán? ¿Soltero-soltera, casado-casada? ¿Laico comprometido, religioso-religiosa, sacerdote?
¿Con qué trabajo? ¿Con qué compromiso en la sociedad y en la Iglesia?
5. Finalmente escribe una especie de Manifiesto que recoja tus ideas y sentimientos principales en este
momento, antes de celebrar el sacramento de la Confirmación.

263
O
T
R
O
S
Pascua con jóvenes

<%> RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos esta experiencia?


El Triduo Pascual es el acontecimiento celebrativo más importante de todo el año
litúrgico y la máxima expresión de la fe cristiana. Pero ya sabes que los jóvenes
encuentran muchas dificultades para poder descubrir dicha importancia. La Semana
Santa suele ser actualmente para el joven un período de vacaciones donde, en el mejor
de los casos, lo único que vive con resonancias religiosas es su participación en alguna
que otra procesión.
Dentro de este Itinerario, te proponemos que ofrezcas a tus jóvenes la celebración del
Triduo Pascual con otros jóvenes, en un ambiente adecuado. Es una experiencia que
cumple ya las bodas de plata en muchos ambientes. En ella los jóvenes pueden vivir el
contenido y significado de la Pascua, como experiencia central en su camino de fe; y de
esta forma incorporarse poco a poco a la celebración de la Pascua con la propia
comunidad cristiana local.

2. ¿Qué capacidades desarrolla?


O Dar razón de la propia fe
— Conocimiento de los contenidos esenciales del misterio Pascual.
— Aceptar la fuerza transformadora de la Pascua de Cristo para hacer realidad un
nuevo mundo.
O Vivir la fe en comunidad
— Sentido de pertenencia activa a un grupo concreto, con el que se vive la Semana
Santa, y a una comunidad cristiana local, con la que se seguirá viviendo la
celebración del misterio pascual en años sucesivos.
— Aprecio y valoración de la comunidad cristiana local y de toda la Iglesia, como
comunidad surgida de la Pascua de Cristo, que reúne a los testigos de su
Resurrección.
c> Orar y celebrar la fe
— Encuentro con Cristo en las celebraciones del Triduo Pascual.
— Vivencia de las celebraciones centrales del misterio cristiano en un ambiente
joven, comunitario y participado, como fuente de compromiso posterior.
3. ¿Qué objetivos pretende?
O Lograr una síntesis adecuada de los contenidos y significados fundamentales del
Misterio Pascual (Cfr. Obj. 4).
O Adoptar actitudes de apertura, participación y fraternidad en el grupo con el que se
celebra (Cfr. Obj. 10).
¿> Insertarse con más fuerza en la vida y celebraciones de la comunidad cristiana local
(Cfr. Obj. 12).
t-> Tener momentos de oración y encuentro personal con Cristo, desde la Palabra de
Dios (Cfr. Obj. 14).
l-> Participar activamente en las celebraciones cristianas del Triduo Pascual (Cfr. Obj.
15).

4. ¿Cuáles son sus contenidos fundamentales?


Conceptos
— El Misterio Pascual es fuente y culmen del misterio cristiano: Pasión, Muerte y
Resurrección de Cristo.
— Jueves Santo. Cristo entrega su Cuerpo y Sangre a la Iglesia en la Eucaristía. Deja el
amor fraterno como testamento a sus discípulos. Instituye el ministerio sacerdotal
como un servicio.
— Viernes Santo. La Cruz es el camino para la gloria. Significado redentor de la
muerte de Cristo.
— Sábado Santo y Vigilia Pascual. El amor es más fuerte que la muerte. La Vida es la
última palabra que Dios nos da en Cristo resucitado. La Palabra nos desvela el plan
salvador llevado a cabo por Dios en Cristo.
Procedimientos
— Participación activa en la preparación y desarrollo de las distintas celebraciones.
— Realización de los gestos y signos que la propia liturgia ofrece en estas cele-
braciones pascuales, dándoles el significado que tienen.
— Aportación personal al desarrollo de la experiencia en todos los momentos de
convivencia y encuentro mediante la realización de pequeñas tareas: celebraciones,
comidas, limpieza de locales, fiesta final.
— Asimilación espontánea y gozosa de comportamientos cristianos habituales:
rezar y cantar en comunidad, estar interesados y entender lo que se celebra.
Actitudes
— Valoración e importancia del Misterio Pascual en la fe cristiana.
— Sentido de pertenencia a la comunidad cristiana juvenil con quien se comparte esta
experiencia celebratíva, y a la comunidad cristiana local con quien se compartirá en
años sucesivos.
— Valorar la importancia de vivir en profundidad, a lo largo de la vida cristiana, el
Misterio pascual en cada Semana Santa y en cada Eucaristía, especialmente en la
del domingo.

5. Conexiones con otros temas


— La vida como sacramento (Nivel I / Bloque temático 6).
— Los Sacramentos: Eucaristía y Reconciliación (Nivel II / Bloque temático 6).
— La Oración (Nivel I / Bloque temático 5): La Pascua es un momento privilegiado de
oración personal y comunitaria.
— Cristo, el Centro de mí vida (Nivel III / Bloque temático 2): La Pascua es el
acontecimiento central en el misterio de la persona de Cristo, el Mesías crucificado
y el Señor glorificado.
6. ¿Qué debes tener en cuenta?
Aspectos metodológicos

Las jornadas de la Pascua con jóvenes son fundamentalmente un momento de


convivencia, reflexión y celebración. Constituyen una experiencia formativa cristiana
desde el primer minuto hasta el último, y no sólo en los momentos propiamente
celebrativos. La experiencia acumulada en este tema nos permite destacar como
importantes los siguientes elementos metodológicos:
Q Grupo de jóvenes. Las características del grupo de jóvenes con los que se suele
vivir esta experiencia son las siguientes:
— Homogeneidad de edades. Haya un margen de dos o tres años de diferencia.
— Número suficiente. El número puede oscilar desde un mínimo de 50 a un máximo de
150. El criterio es que el joven se sienta acompañado por muchos jóvenes que viven
y expresan lo mismo que él en un ambiente más amplio.
— Diversidad de origen. Es más enriquecedor que los jóvenes provengan de diversos
lugares de procedencia.
Q Animador o animadora. En tu actividad, acompaña a los jóvenes de tu grupo y
vive con ellos toda la experiencia. Aunque luego animes otro grupo distinto, procura
hacerte presente entre ellos con frecuencia, y al final de cada día busca un momento
para reunirios y evaluar lo vivido y experimentado.
Q Presencia de presbíteros. Su presencia es decisiva, no sólo para presidir las
distintas celebraciones —si puede ser, uno distinto para cada una—, sino para estar a
disposición de los jóvenes en todo momento, especialmente en el diálogo personal o la
Reconciliación. Por tanto, no deberían estar encargados directamente de ninguna
actividad ni dirigir ningún grupo.
Q Lugar. El lugar de la celebración ha de cumplir unos requisitos mínimos y disponer
de unos espacios adecuados: una o varias salas o ambientes de celebración; salas
pequeñas o espado abierto para reuniones de grupos, naturaleza
cercana para la 1'ejBeaaen personal y de grupo, servicios higiénicos, zona para comer y
dormir. Dos soluciones extremas serían:
— Acampada. La acampada se hace en contacto directo con la naturaleza: tiendas de
campaña, sto instalaciones ni comodidades mínimas. Esta forma conlleva bastantes
tarcas de supervivencia, que roban tiempo e intensidad a la reflexión y celebración,
y, por tanto, distraen.
— Parroquia en la ciudad.En este caso, no se sale del ambiente habitual. Esto sería
más bien una experiencia de Pascua urbana, que comentaremos después,
brevemente, como alternativa.
O Dinámica de funcionamiento. La dinámica viene marcada por el propio ritmo de la
celebración litúrgica.
— Duración. Se suele comenzar el Jueves Santo a mediodía, con la llegada de todos
los participantes; y se termina el Domingo por la mañana.
— Horario. Hay que fijar las horas de las grandes celebraciones del Triduo:
Jueves tarde (Cena del Señor), Viernes tarde (Muerte del Señor), Sábado noche
(Vigilia de la Resurrección del Señor).
— Actividades. El ambiente de reflexión y celebración se mantiene con otras
actividades: reuniones, reflexión personal, experiencias de contacto con la
naturaleza, momentos de oración comunitaria, que no son simplemente de relleno,
sino que forman parte inseparable de toda la experiencia pascual. En la
temporalización ofreceremos una posible secuenciación de una Pascua con jóvenes.
Ql Metodología. Durante todo el encuentro pascual, la metodología es eminentemente
partícípativa, Por eso es importante una buena motivación en los jóvenes que van a ir a
la Pascua, ya desde comienzos del año pastoral.
Los participantes han de tener claro que no van de excursión ni de convivencia ni de
acampada, sino a celebrar con otros jóvenes la Pascua de Jesús. Se puede expresar esta
motivación preparando con tiempo, desde los grupos de origen, los distintos momentos
de la Pascua: celebraciones, reuniones, momentos de oración. Cada grupo de origen se
puede encargar de uno de estos momentos.
Q Materiales escritos. Los materiales escritos usados pueden ser elaborados por los
grupos participantes o, al menos, recreados a partir de algunos materiales ya existentes,
que hayan sido experimentados con cierto éxito. En la bibliografía se citan algunos.
— Celebraciones. Para las celebraciones se parte siempre de los textos de la liturgia de
esos días, que son suficientemente ricos, sugerentes y abiertos a diversas
posibilidades. Es importante lograr un equilibrio entre lo que la Iglesia universal
celebra en todo el mundo esos días, y lo que ese grupo de jóvenes concretos va a
celebrar: las modificaciones y recreaciones deben respetar los elementos
fundamentales, de acuerdo con el sacerdote celebrante.
— Otros momentos. Para el resto de los momentos, se pueden crear materiales
específicos, en el espíritu de la Pascua, adecuados a los jóvenes concretos. Puede
hacerse en tomo a un hilo conductor temático —un leít motiv—, que se expresa y
desarrolla en plan eslogan durante toda la Pascua o bien de forma general.
— Cancionero. Es muy conveniente contar con un cancionero, donde se incluyan los
cantos que se usarán en los diversos mom( ntos. Conviene dedicar un momento
dentro del horario de cada día para ensayar los cantos; el canto es una forma
privilegiada de catcquesis sobre el misterio cristiano.
— Folleto. Si es factible, vale la pena editar un folleto de Pascua para entregarlo a cada
participante, en el que estén incluidos los materiales que se van a usar: textos de
reflexión, lecturas bíblicas, respuestas comunes en las celebraciones, organización
del día, cancionero.
1-1 Figuras importantes. Para el buen desarrollo de la Pascua con jóvenes, hay que
contar con las siguientes personas:
— Encargado/a general de la Pascua y responsable de cada día. Cada uno en su
ámbito ha de actuar con regularidad, tacto, paciencia y eficacia, y siempre con
buena cara. Tiene las siguientes funciones:
• Marcar el ritmo de las actividades y experiencias.
• Lograr que se vaya cumpliendo el horario, movilizar a la gente y lograr que los
traslados sean rápidos y los jóvenes estén donde deben estar en cada momento.
• Conseguir que la noche sirva realmente para descansar.
• Repartir las distintas encomiendas para el desarrollo normal de la experiencia.
• Dar un toque catequético a su labor.
• Usar el megáfono lo imprescindible, para no molestar.
—, Sacerdote o sacerdotes presidentes de las diversas celebraciones. De ellos depende:
• Cumplir los objetivos de esta experiencia creyente con los jóvenes.
• Estar cercanos al grupo, captando su ambiente y asimilando.
• Preparar con esmero la predicación y la explicación de gestos y símbolos, de
acuerdo con lo que los grupos han preparado para la celebración, terminar de
perfilar la celebración con ellos y ensayarla con detalle.
• Dar lo mejor de sí mismos durante la presidencia de la celebración, actuar en
sintonía y continuidad con los otros celebrantes, si son varios.
— Responsable de la música. Aunque sean varios quienes toquen o canten, la dirección
de los cantos, tanto en los ensayos como en las celebraciones propiamente dichas,
es preferible que esté confiada a una sola persona.
— Responsable de los materiales. Procure saber dónde están las cosas que se necesitan
o quién las está usando: elementos litúrgicos, papel, bolígrafos, rotuladores, tijeras,
posters, materiales para gestos y símbolos, etc.
• Otras personas. Dependiendo de las circunstancias, puede ser necesario un pequeño
equipo de cocina, un elemental servicio médico, etc.
Q Grupo de animackxres, Es necesario que el grupo de animadores actúe unido y con
criterios comunes. Para ello, se puede reunir cada día en el momento más adecuado,
para aclarar y organizar todo lo que se va a hacer, y para resolver cualquier tensión o
problema.
Q Momentos de reflexión personal. En el horario hay que programar momentos de
reflexión personal en pequeño grupo y en gran grupo. La experiencia de la Pascua con
jóvenes ha de ofrecer momentos de reflexión personal y silencio. También momentos
de encuentro de pequeño grupo; para ello, se suelen distribuir los jóvenes en grupos,
mezclando gente de distinta procedencia. Y finalmente las puestas en común,
celebraciones, momentos de distensión en los que se participa como gran grupo.
Q Celebraciones litúrgicas del Jueves, Viernes, Sábado y Vigilia Pascual.
Las celebraciones son el plato fuerte de esta experiencia, y deben ser cuidadas con
esmero. Son elementos importantes:
• Celebrante. Hay que contar con su talante, su buen hacer, su espiritualidad, su
habilidad para superar los momentos en que la celebración puede decaer, sus
motivaciones y explicaciones sobre lo que se hace y por qué se hace.
• Grupo que ha preparado la celebración. Hace faifa su servicio al resto, su discreción,
su capacidad de meterse en lo que están haciendo. Reviste una particular importancia
la proclamación clara y llena de sentido de las lecturas de la Palabra de Dios.
• Cantos. Escójanse los cantos más adecuados, ensayándolos bien previamente.
• Lugar de la celebración. El lugar sea suficientemente amplio, ambientado, cómodo,
procurando que la misma disposición de los participantes ayude a crear comunidad,
una misma celebración puede desarrollarse en dos o más ambientes distintos.
• Condiciones acústicas y visuales. Pónganse todos los medios para que se oigan con
claridad todas las palabras y se vean bien todos los ritos litúrgicos.
• Tiempos. Téngase en cuenta la duración, tanto de los gestos concretos como de la
celebración en su conjunto. Hay gestos que se realizan en dos minutos, y otros
necesitan media hora. Las celebraciones de Semana Santa siempre suelen superar la
hora y media. Alguna celebración ha durado, en alguna ocasión, cuatro horas y no se
ha hecho larga, porque los participantes la han vivido profundamente.
• Ambiente. Es necesario crear un buen ambiente, ni demasiado místico, ni demasiado
folclórico, conjugando los momentos de silencio con los de euforia, centrando la
atención al misterio que se celebra y que hay que aplicar a la propia vida.
Q Presencia del Espíritu Santo. El último elemento metodológico, y también el
primero, es la presencia del Espíritu, que se derrama en estas celebraciones
Sacramentales sobre la Iglesia. A esta experiencia pascual con los jóvenésBllle da una
eficacia que supera a cualquier programación humana.
Cuanto más y mejor reces, animador o animadora, con y por tus jóvenes, me)
celebrarás y ayudarás a tus jóvenes a celebrar la Pascua. Si tu gran preocupa-'
ción se reduce solamente a que todo salga bien y nadie se equivoque, que estén
atentos y no metan jaleo, que no se aburran o distraigan, al fin quedará todo en
un pequeño o gran montaje con efectos especiales; eso suscitad en los jóvenes
unos momentos de euforia espiritual, que apenas les durarán unas semanas, y
que, en definitiva, no les servirán para nada. Pídele a Dios que Va, en primer
lugar, y contigo los jóvenes de tu grupo, viváis en profundidad esta c»-periencia
cristiana.

Temporalización
Ofrecemos aquí, sin desarrollar, una posible propuesta de secuenciación de una Pascua
con jóvenes de las características descritas anteriormente. En la bibliografía se
encontrarán modelos concretos de las actividades y celebraciones aquí propuestas.
MAÑANA
— Llegada, instalación, dinámica de presentación de los distintos
JUEVES grupos, comida.
SANTO
TARDE
— Formación de los grupos de Pascua, primera reunión de pre-
sentación y motivaciones personales.
— Ensayo de cantos.
— CELEBRACIÓN DE LA CENA DEL SEÑOR (con o sin cena
durante la misma)
— Oración de Getsemaní: acompañar a Cristo que se prepara, orando,
a su pasión.
— Revisión del día, descanso.
MAÑANA
— Presentación del día.
VIERNES — VÍACRUCIS. Paseo por el campo, por grupos de Pascua, durante
SANTO toda la mañana, con elementos de reflexión personal y de grupo,
terminando con la comida por grupos; después, regreso al lugar de
la Pascua.

TARDE
— Descanso, ensayo de cantos.
— CELEBRACIÓN DE LA MUERTE DEL SEÑOR.
— Cena.
— Oración ante Cristo muerto: al pie de la cruz.
— Revisión del día. descanso.
SÁBADO SANTO MAÑANA — Presentación del día. — CELEBRACIÓN celebrativa, ion
PENITENCIAL. Ambientación reflexión personal y tiempo personal
para la Reconciliac durante toda la mañana. — Reunión por oañana, para
grupos de origen, al final de la n elaborar compromisos. anvivencia. baile,
TARDE convi-
— Preparación de la Vigilia por grupos. — Tiempo de
descanso: juegos, deportes, paseo, ce — Cena.
NOCHE
— CELEBRACIÓN DE LA VIGILIA PASCUAL. — Fiesta
de Resurrección: números preparados, vencía, durante unas
horas o toda la noche.

DOMINGO DE MAÑANA — Recogida del equipaje, limpieza, desayuno. — oración final


PASCUA Final de la experiencia: hoja de evaluación, breve — Regreso a
los lugares de origen.

7. Otras alternativas

Un desarrollo similar al aquí ofrecido se puede hacer para el caso de la Pascua Urbana:
un grupo adecuado de jóvenes que celebran la Pascua en donde viven, en el marco de su
parroquia, con celebraciones comunes al resto de la comunidad cristiana local, y otras
actividades más específicas para ellos.
Los objetivos son los mismos de la experiencia ya expuesta. Si se prepara y rea liza
adecuadamente, puede marcar al joven de la misma forma que la Pascua Joven. Las
principales características diferenciales son:
— Celebraciones. Las celebraciones se hacen con la comunidad cristiana. La presencia
del grupo de jóvenes que realiza la experiencia de la Pascua urbana ha de ser
significativa por su participación, en lecturas, signos, cantos, y su unión a la
comunidad adulta. Este grupo joven puede aportar detalles significativos, pero no
debe tampoco hacer exclusivamente una celebración a su gusto.
— Otras actividades. Hay actividades que pueden ser similares a las de la Pascua rural
anteriormente explicada, y se realizan en espacios adecuados: el propio templo,
otras salas parroquiales, la ciudad o el campo circundante.
Se enumeran, a continuación, posibles actividades complementarias a las celebraciones
litúrgicas.
D JUEVES SANTO
— La cena judía. Prepararla según las indicaciones más sencillas de lo que pudo ser la
Última Cena de Jesús, y desarrollarla con el sentido religioso que tenía.
— La oración ante el Santísimo, en el propio monumento o visitando varias iglesias de
la ciudad o pueblo.

D VIERNES SANTO
— Víacrucís. Caben, entre otras, estas dos posibilidades. Primera: un Viacrucis por la
ciudad o pueblo, recorriendo lugares significativos —monumentos, lugares de
marginación, centros de beneficencia— en ambiente de oración y reflexión.
Segunda: un Viacrucis rural, llevando una cruz fuera de la población, hasta un
promontorio, y dejándola allí clavada. La experiencia puede llenar toda la mañana.
— Juicio a Jesús o a los que lo juzgaron. En un ambiente de juicio, con un guión
adecuado y un reparto de personajes, recorrer los últimos acontecimientos previos a
la ejecución de Cristo, juzgando a los personajes que tuvieron responsabilidad en su
condena: Pilato, Herodes, Judas, Sumos Sacerdotes, etc.
— Procesión. La participación motivada y crítica en alguna procesión, con una reunión
final de revisión.

D SÁBADO SANTO
— Oración ante Cristo muerto.
— Oración ante la Virgen de la Soledad.
La Pascua urbana es una buena experiencia que se puede proponer a quienes han
realizado la Pascua Joven y sienten deseos de seguir viviendo con intensidad cristiana
el Triduo Pascual. Si no pierde el sentido de pertenencia a la comunidad cristiana
adulta, puede ser una propuesta fija para los jóvenes en cualquier momento.

BIBLIOGRAFÍA

MISIÓN JOVEN, Recuperar las «pascuas con jóvenes», 242 (1997).


— Dossier Pascuas juveniles, 26-27(1979).
— Dossier Pascua con los jóvenes, 121-122(1984).
MOVILLA, S., Ofertas pastorales para los jóvenes de los '80, Ed. Paulinas, Madrid
1984.
USEROS, M., La Pascua de los jóvenes, Ed. PPC, Madrid 1980.
Véanse también las Pascuas de los movimientos de juventud de algunas congre-
gaciones: Maristas, Salesianos, Juventudes Vicencianas, etc.
Catecumenado Juvenil Salesíano
^
4? RINCÓN DEL ANIMADOR
1. ¿Por qué proponemos el tema?
El Catecumenado de adultos, en su comprensión y forma actual, es ya una praxis habitual como
camino de educación en la fe. Los motivos de esta implantación son de varios tipos:
a) De tipo socio-cultural. Asistimos a una creciente descristianización, como fruto de un
ambiente cultural secularista, expresada en actitudes de increen-cia o indiferencia religiosa.
Esta situación ha originado en bastantes creyentes un planteamiento más radical de la propia
fe.
b) De tipo teológico. La reflexión teológica posconciliar ha abordado y señalado aspectos
esenciales de la vida cristiana, como la importancia de la conversión, el sentido y contenidos
de la fe, cómo ser creyente en el mundo actual. Aspectos importantes en todo camino
catecumenal.
c) De tipo pastoral. Hay personas, sensibles al hecho religioso, que sienten el deseo de conocer a
Cristo y recibir el Bautismo, para los que el Catecumenado es un camino concreto de iniciar
el camino de fe. Pero cada día son más .los jóvenes adultos (20-30 años), que tras haber
vivido una fe ambiental y poco personalizada, quieren tomarse en serio su condición de
cristianos, y acceden fácilmente a una experiencia catecumenal que les prepare a integrarse de
forma más consciente y personal en la Comunidad cristiana adulta.
El Catecumenado Juvenil Salesiano nace como respuesta de los Salesianos e Hijas de María
Auxiliadora a la educación en la fe de los jóvenes de 19-25 años. Jóvenes que han recorrido el
Itinerario de educación en la fe (10-19 años), u otros itinerarios semejantes, y siguen madurando
su respuesta de fe y el discernimiento vocacional, ante su inserción en la Comunidad cristiana
adulta.

2. Finalidad y destinatarios
El Catecumenado Juvenil Salesiano tiene como finalidad favorecer un tipo de creyente que sea
significativo en el momento actual.
Persigue la confesión de una fe adulta como cristianos bautizados; es decir, la adhesión vital a
Cristo, en la Iglesia, y para la construcción del Reino de Dios.
Ello supone vivir las cuatro dimensiones esenciales de la fe cristiana: la Díako-nía, la Koínonía,
la Martyria y la Liturgia.
Diakonía, como capacidad de vivir un modo nuevo de amor, realizado en el amor fraterno, (a
entrega y eí compromiso gratuito y solidario por ios demás.
Koinonía, como manifestación de un modo nuevo de convivir y compartir, signo de comunión
que responde al anhelo de hermandad, de paz, de reconciliación y comunicación de los hombres
de todos los tiempos.
Martyria, como anuncio profetice que libera, y como clave de discernimiento de la vida y de la
historia, que hacen al cristiano portador de vida y esperanza frente al sinsentido.
Liturgia, como celebración gozosa y agradecida de la fe, en la Eucaristía, en los sacramentos,
fiestas y conmemoraciones, en los que se participa de la plenitud liberadora que se nos ha dado
en Cristo.
El Catecumenado Juvenil Salesiano se ofrece a aquellos y aquellas jóvenes (19-25 años), que
tras haber realizado un proceso básico de maduración en la fe;
quieren vivir, durante cinco años, una experiencia de grupo o Comunidad cristiana que les
facilite su incorporación definitiva a una Comunidad adulta.
Se ofrece también a aquellos y aquellas jóvenes confirmados, mayores de 19 años que, aunque
no han recorrido explícitamente un itinerario de formación en la fe, han hecho una opción por
Jesucristo y desean madurar su fe en un grupo o comunidad.

3. Áreas de maduración en la fe
El Catecumenado Juvenil Salesiano ofrece los cuatro ámbitos o áreas de maduración en la fe
antes mencionados, como expresión global de la experiencia cristiana eclesial; e invita a vivirlas
de forma unitaria y progresiva.
En cada una de estas áreas se formulan su significado en el momento actual, los objetivos que se
pretenden y los contenidos que ayudan a conseguir dichos objetivos.

1. ÁREA DE LA DIAKONÍA El servicio responsable y el compromiso en la


construcción del Reino

Ello implica:
— La comprensión de la vida como vocación y servicio a los otros.
— El crecimiento en el sentido de responsabilidad personal y social.
— Experiencias de compromiso concretas, graduales y estables, en el propio ambiente y
en campos de trabajo, voluntariado social y misionero.
D Objetivos
— Conocer en profundidad la realidad social, capacitarse para una respuesta desde la fe.
— Vivir los valores del Reino en el propio ambiente.
— Colaborar en la transformación de la realidad, con compromisos graduales y estables,
especialmente en favor de los más desfavorecidos.

D Contenidos
— Análisis evangélico de la realidad social, cultural, política y religiosa en el momento
actual.
— La dimensión vocacional de la vida del cristiano: formas y estados de vida.
— Experiencias de servicio y compromiso en la sociedad y en la Iglesia:
ámbitos y formas.
— Técnicas y dinámica de grupos.
— Evaluación periódica de los compromisos asumidos.

2. ÁREA DE LA KOINONÍA
La experiencia comunitaria, y eclesial de la fe, vivida desde el caris-ma salesiano,
como don del Espíritu a la Iglesia
Ello implica:
— El descubrimiento y la visión positiva de los otros.
— La vivencia del grupo como experiencia de comunidad cristiana.
— La apertura a la Iglesia local, diocesana y universal: conocimiento, aprecio y
participación.
— El conocimiento de las intuiciones de Don Bosco y Madre Mazzarello para los
jóvenes, presentes en su vida y estilo pedagógico.

D Objetivos
Crecer en sentido de pertenencia a la Comunidad cristiana.
— Experimentar el grupo como lugar de maduración personal, de conversión y de
comunicación de la vida de fe.
— Descubrir y vivir la propia vocación como servicio a la comunidad eclesial y modo de
ser Iglesia.
— Profundizar en la Espiritualidad Salesiana, inspiradora de la lectura sa-lesiana del
Evangelio.

D Contenidos
— Teología del laicado: Concilio Vaticano II (Lumen Gentium, Gaudium et Spes), Juan
Pablo II (Cbristifideles laicí).
El paso del grupo a la comunidad cristiana: elementos identificadores.
Teología y Magisterio de la Iglesia.
Iglesia local, diocesana y universal: conocimiento y formas concretas
de participación.
Aportaciones fundamentales del carisma salesiano a la forma de ser
cristiano. Valores de la Espiritualidad Salesiana.
El Sistema Preventivo.
Conocimiento de Don Bosco y Madre Mazzarello.

3. ÁREA DE LA MARTYRIA
Configuración de la propia vida según los valores y actitudes del Evangelio, en orden
a ser testigo y dar razón de la propia fe
Ello implica:
— El encuentro gradual con Cristo en la vida cotidiana.
— La profündización orgánica del Misterio de Cristo, en orden a dar razón de la propia
fe.
— La síntesis personalizada del acontecimiento cristiano.
— Un proyecto personal de vida desde los valores del Evangelio, leídos desde la
Espiritualidad Salesiana.
— Una fe vivida en diálogo con la cultura: comprensión, compasión, crítica.

D Objetivos
— Descubrir y analizar las respuestas que se dan en el propio entorno a la cuestión del
sentido de la vida.
— Hacer una síntesis personal de los contenidos de la fe cristiana.
— Confrontar las distintas respuestas al sentido de la vida desde el Evangelio.
— Conocer los retos que plantea la cultura actual a la fe cristiana.
— Vivir la fe de modo significativo en diálogo con la cultura actual.
— Continuar el trabajo de unificación de la propia vida en torno a un proyecto personal.
— Unificar la propia persona desde la experiencia de encuentro con Dios y el servicio a
los demás.
— Contrastar la propia vida con los valores del Evangelio.
— Profundizar en la Espiritualidad Salesiana inspiradora de la lectura salesiana del
Evangelio.

D Contenidos
— Madurez personal: autonomía personal, equilibrio afectivo, sexualidad integrada.
Relación interpersonal: amistad, noviazgo y matrimonio. Relaciones prematrimoniales.
Análisis crítico y evangélico de la propia vida y del entorno. Los grandes interrogantes de la vida
y la respuesta desde la fe cristiana. Conocimiento sistemático de la Palabra de Dios. Síntesis del
mensaje cristiano: Dios, Cristo, Historia de Salvación, Iglesia, Sacramentos, Antropología
cristiana. Presentación orgánica y sistemática de la moral cristiana. Tipología de creyentes en
relación con el cambio cultural. La revisión de vida.
Los valores del Evangelio y su traducción y vivencia en el mundo actual y en la vida cotidiana.
Moral cristiana: moral fundamental, moral de la persona, moral social. El proyecto personal de
vida y el acompañamiento personal: marcos de personalización de la vida cristiana.

4. ÁREA DE LA LITURGIA Vida de oración y


celebración de la fe

Ello implica:
— La lectura y contemplación de la vida como sacramento de la presencia de Dios.
— La oración personal desde y para la vida.
— La vivencia eclesial de los sacramentos —Eucaristía, Reconciliación— y como fuerza para el
compromiso.
— La participación en momentos fuertes: Retiros, Ejercicios Espirituales, etc.

D Objetivos
— Capacitarse para la lectura de la vida cotidiana como lugar de la manifestación de Dios y
encuentro con él.
— Personalizar la experiencia de Dios a través de la oración, hecha desde y para la vida, e inspirada
en el encuentro con la Palabra.
— Celebrar los sacramentos dentro de la Comunidad cristiana.

D Contenidos
— La liturgia y la oración en la vida de la Iglesia.
— Formas de oración: tipos y técnicas.
— Ritmo de oración y celebración.
— La vida desde la Palabra de Dios.
— La vida desde los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación.
4. Etapas del Catecumenado Juvenil Salesiano
El Catecumenado Juvenil Salesiano se desarrolla a lo largo de cinco años, es-
tructurados en dos etapas:
Primera etapa: Tres años de profundización sobre el acontecimiento cristiano. El
primer año hace de puente entre las distintas experiencias de camino de fe que traen los
destinatarios y el Catecumenado propiamente dicho.
Segunda etapa: Dos años de preparación más inmediata, en vistas a la incorporación
definitiva a una comunidad cristiana adulta.
En cada etapa están presentes las cuatro áreas o ámbitos de maduración en la fe, con
sus objetivos, contenidos y momentos de intervención propios.

5. Momentos de intervención
D Encuentro semanal. El contenido de este encuentro semanal es
diverso. Puede ser:

— Formativo.
— Revisión de vida, a la luz de la palabra de Dios.
— Comunicación y puesta en común del proyecto de vida.
— Celebración.
— Visita-relación con otros grupos y experiencias cristianas.

D Convivencias
— Inicio de curso: provincial o por zonas.
— Adviento-Navidad: local o por zonas.
— Cuaresma: local o por zonas.
— Pascua: provincial o por zonas.
— Ejercicios Espirituales.
— Campos de trabajo.

D Iglesia local
— Acontecimientos programados desde el inicio de curso.
— Colaboración con otros grupos.
— Coordinación diocesana y parroquial.

D Acompañamiento personal
— Periódico.
— Acompañamiento por parte del animador o animadora.
— Acompañamiento / dirección espiritual con persona adecuada.
6. Organización
D Grupos: 8 a 10 miembros.
D Asamblea local: Todos los grupos.
D Coordinadora local:
— Coordinador o Coordinadora de Pastoral del Centro, Parroquia.
— Coordinador o Coordinadora del Catecumenado.
— Los animadores o animadoras de grupo.
— Un delegado o delegada de cada grupo.
EJERCICIOS
ESPIRITUALES
LLAMADOS A UNA
MIISIÓIU EIM
COIVIUIMIDAD
RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos los Ejercicios Espirituales?


Durante los dos años anteriores del nivel Jóvenes te hemos propuesto los Cursillos de
verano como experiencia síntesis del año y pórtico del siguiente para los jóvenes que
realizan el proceso. Al final de este tercer año, que es también el final del Itinerario,
esta experiencia formatíva en período estival la denominamos Ejercicios Espirituales.
¿Cuál es la diferencia? Tal como se te indica en la introducción de este libro al hablar
de los momentos de intervención, hay algunos elementos dtferenciadores:
— Esta experiencia se ha de realizar en una casa con las instalaciones adecuadas, de
modo que no se pierda tiempo ni concentración por tener que atender a la
infraestructura
— En esta experiencia se ha de favorecer la mayor personalización de lo vivido, con un
predominio de la charla, el silencio, la oración y celebración, la reflexión personal y
de grupo.
En este sentido hemos usado la terminología de Ejercicios Espirituales, sin querer con
ello suponer todo lo que en la tradición cristiana significa esta expresión.
Normalmente, el joven que termina el Itinerario debe tener ya la capacidad de
reflexión, oración y de compartir la vida con el grupo. Todo ello le ayuda a vivir la
experiencia de estos días de forma más intensa y personalizada. Los Ejercicios
Espirituales sirven de recapitulación o resumen de estos tres años, al mismo tiempo
que le orientan hacia una vivencia de su fe de forma adulta y comprometida en la
comunidad cristiana a la que pertenece.
Tu presencia como animador o animadora es fundamental en esta recta final del
Itinerario. Préstate en todo momento para orientar a los jóvenes de tu grupo en el
camino a seguir, ahora que van a vivir de forma responsable y más independiente su
vida cristiana adulta.

2. ¿Qué capacidades desarrollan?


Este momento de intervención es el último del Itinerario, síntesis no sólo del nivel III,
sino de toda la etapa de Jóvenes. Por tanto, desarrolla todas las capacidades del
Itinerario. En el Rincón del Animador de cada uno de los días, te indicamos las ca-
pacidades concretas que se desarrollan y algún aspecto concreto de las mismas.

3. ¿Qué objetivos pretenden?


El objetivo general de los Ejercicios Espirituales es evaluar el cumplimiento de todos
los objetivos del Itinerario para el nivel Jóvenes. Debe servir de momento de
profündización y revisión para el joven y para ti, animador o animadora, para detectar
hasta qué punto se han cumplido las finalidades del mismo.
En el Rincón del Animador de cada día, indicamos también los objetivos concretos que
se pretenden alcanzar.

4. ¿Cuáles son sus contenidos fundamentales?


Como has observado, el título de los Ejercicios Espirituales es Llamados a una misión
en comunidad. La temática está, por tanto, en la línea de todo el año:
Camino para comprometerse. Se trata de que el joven, como seguidor de Cristo,
descubra su vida como vocación, como una llamada a construir el Reino desde un
compromiso concreto, y desde una comunidad cristiana concreta donde vive y celebra
la fe en relación íntima con la vida.
Los contenidos están 'pensados en torno a las tres grandes partes de los Ejercicios:
Llamados (la parte), a una misión (2a parte), en comunidad (3a parte). Los
especificamos en tomo al tema que se propone cada día.

5. Conexiones con otros temas


Los paralelos temáticos se extienden en este caso a los tres niveles de Jóvenes, aunque
hay temas relacionados más directamente con la línea central de los Ejercicios. Los
indicaremos también en cada jornada.
— El Dios de Jesucristo (Nivel II / Bloque temático 2).
— Cristo, en el centro de mi vida (Nivel III / Bloque temático 2).
— La Oración (Nivel I / Bloque temático 5).
— La Palabra de Dios (Nivel II / Bloque temático 5).
— La Iglesia (Nivel III / Bloque temático 5).
— Los Sacramentas: Eucaristía y Reconciliación (Nivel II / Bloque temático 6).
— La Confirmación (Nivel III / Bloque temático 6).
— Compromiso social del cristiano (Nivel III / Bloque temático 4).

6. ¿Qué debes tener en cuenta?


Aspectos metodológicos
Los Ejercicios Espirituales son un marco adecuado para hacer una experiencia
global del Itinerario. Es muy importante que el equipo de animadores y anüna-
doras sepa presentar armónicamente ios distintos momentos del día: charlas, reñexión
personal, comunicación en grupo, oración personal, celebración comunitaria y
momentos de convivencia.
Todo lo que se hace o deja de hacer, todo lo que se vive en los Ejercicios es sig-
nificativo. En este caso, es significativo lo que se deja de hacer: el disponer de una
infraestructura más organizada que evita tareas de subsistencia —alojamiento, comida,
limpieza— contribuye a crear un auténtico clima de Ejercicios, que ayuda los
participantes a centrarse y concentrarse en la experiencia de estos días.
Destacamos algunos de los momentos más importantes del día, y las características que
presentan.
a) Las charlas. Las denominamos así, en lugar de sesiones, porque predomina en ellas
el elemento expositivo por parte del predicador o predicadora, en lugar del
comunicativo, participativo o dinámico. Son temas profundos donde la atención se
centra en la exposición y en la persona y carisma del que lo expone. Por ello, se
ofrecen estas charlas prácticamente desarrolladas. Pero no para que el predicador las
lea sin más, sino para que las asimile desde su sensibilidad y conocimientos.
b) La reflexión personal. A estas alturas, no debería ser un problema el invitar a los
jóvenes a aprovechar espacios amplios de reflexión personal, en clima de silencio y
oración. Quizá tendrás que motivar y enseñar a los miembros de tu grupo a aprovechar
estos momentos, a llenarlos de contenido desde las pistas de reflexión que se les
ofrecen.
c) Los momentos de oración y celebración. Forman parte de todo el conjunto de la
experiencia, en continuidad y no como añadido. Ya no predomina en ellos el elemento
festivo o folclórico: no se trata de hacer amenos estos momentos, sino de que el joven
los viva en profundidad y los comparta con los otros jóvenes. Deben ser los momentos
más importantes del encuentro del joven con Cristo.
d) Los momentos de esparcimiento y convivencia. No son tan abundantes como lo
eran en los Cursillos. Deben concentrarse en torno a la sobremesa después de la
comida o de la cena, donde se puede ofrecer un momento amplio de convivencia. En
principio, el conjunto de la mañana y de la tarde deben mantenerse en un ambiente
ininterrumpido de reflexión y oración, personal o de grupo.
e) Responsabilidades personales
Predicador o predicadora. Lo denominamos así, aunque te suene un poco serio. Es la
figura fundamental de la tanda de Ejercicios. De esa persona depende en gran parte el
éxito de esta experiencia: de su preparación de las charlas, su talante, su forma de
exponer y de invitar a la reflexión, su disponibilidad para con los jóvenes. Él o ella es
quien dirige todos los momentos formativos y quien marca el ritmo y la dinámica. Ha
de estar identificado con lo que aquí se le ofrece y tener una formación teológica
suficiente. No es fácil que este papel
lo pueda asumir cualquier animador o animadora, basado simplemente en su buena
voluntad.
Responsable general de la tanda. Es la persona que responde de la dinámica general
de funcionamiento de la tanda: horarios, avisos generales, atención a las necesidades
de los jóvenes, contacto con la infraestructura de comidas, estancias, compras. Ha de
actuar de forma prudente y discreta, de modo que no aparezca como protagonista y
distraiga la atención de los jóvenes.
Los animadores y animadoras. El mejor servicio que puedes prestar a tus jóvenes,
como animador o animadora, es vivir la experiencia de los Ejercicios aplicándola a tu
vida, y estar disponible en todo momento para el grupo, cuando los jóvenes acudan a ti.
Ya no eres el protagonista, sino el servidor, el que hace camino con y como ellos. En la
organización de la tanda, puedes, con todo, echar una mano en alguna tarea:
preparación de alguna dinámica, oración o celebración litúrgica. Siempre en estrecha
coordinación con el predicador o predicadora.
f) Otros aspectos que debes tener en cuenta:
— Hay una serie de momentos importantes para los que, a veces, no se ofrecen
materiales concretos: Oración de la mañana, Revisión y Buenas noches, alguna
Celebración. Como en otras ocasiones, es un descuido intencionado, para que los
prepares tú mismo con el resto de animadores y el predicador de la tanda, a ser
posible antes de comenzar los Ejercicios; así, durante esos días, podréis dedicaros a
lo fundamental, sin tener que emplear vuestro tiempo en preparar materiales de
apoyo.
— La participación de los jóvenes en la preparación y desarrollo de la experiencia —
preparación de materiales, folleto, cancionero, animación de celebraciones,
infraestructura—, es buena con tal de que ayude al joven a vivir más en
profundidad lo que hace, sin distraerlo de lo que es básico.
—^ Es importante que cada animador o animadora tenga un momento, al comienzo o al
fínal de la jornada, para evaluar con su grupo lo reflexionado y vivido durante el
día, e incluso para salir al paso de posibles problemas que se presenten.

Materiales que necesitarás

Los necesarios para pasar unos días fuera de casa, en régimen de pensión completa:
ropa, objetos de limpieza, material de escritorio, etc.
Tendrás que encargarte, Junto con los otros animadores o animadoras, de los materiales
comunes que se vayan a usar y del posible Folleto:
— Proyecto personal de vida.
— Cuaderno personal, usado a lo largo del Itinerario.
— Biblia.
— Medios audiovisuales.
— Papel continuo.
— Cartulinas y folios.
— Rotuladoré», ^ fi
— Música ambiental.
Temporalizactón

TARDE DE INICIO — Aeogpttt. — fteaeatatión de los Ejercidos.

DÍA PRIMERO Uamados... La vida como vocación.

DÍA SEGUNDO Llamados al seguimiento de Jesucristo.

DÍA TERCERO Llamados al servicio del Reino en la Iglesia.

DÍA CUARTO La comunidad cristiana: pertenencia y compromiso.

MAÑANA DE — Grupos de origen. — Despedida.


CIAUSÜRA

En el Rincón del Animador de cada tema, presentamos una temporalización más


concreta.
Proponemos también un horario indicativo, sujeto a las' modificaciones que el equipo de
animadores y animadoras considere oportuno según las circunstancias locales.

MAÑANA
8.30 Levantarse, aseo.
9.00 Oración de la mañana, presentación del día.
9.30 Desayuno.
10.00 lasesiótt. Charla.
11.45 2a sesión. Reflexión personal.
12.15 Descanso.
12.45 Puesta en común.
14.00 Comida. Descanso. Esparcimiento.
Ensayo de cantos.
TARDE y sesión. Cnaria.
16.30 Reunión de grupos. Comunicación de experiencias. Mesa redonda.
17.00 Descanso. Merienda.
18.30 4a sesión. Celebración: Palabra, Reconciliación, Eucaristía.
19.00 Cena. Esparcimiento,
21.00
NOCHE
22.30 Oración final y Buenas Noches.
Tarde de inicio

ORACIÓN DE LA NOCHE

1. Ambíentación. La sala general de reunión se ambienta previamente con algunos signos


que hagan referencia al tema de los Ejercicios. En esta noche, proponemos colocar lo
siguiente:
— Un cartel con el lema de los Ejercicios: Llamados a una misión en comunidad.
— Un póster, que exprese lo que es la comunidad cristiana en medio de la sociedad. Puede
hacerse con varios dibujos o fotografías en forma de collage.
— Fotografías de algunos grupos de origen, que reflejen momentos importantes del
Itinerario, desde el inicio hasta hoy. Será interesante y significativo ver cómo ha
cambiado físicamente la gente durante estos años, pues eso, en cierta manera, es una
invitación a verificar también el progreso en el camino de la fe.
2. Introducción. El animador o animadora de los Ejercicios introduce la oración resaltando
las siguientes ideas:
— Nos hemos saludado al llegar de diferentes lugares. Algunos nos conocíamos ya, otros
es la primera ve2 que nos vemos.
— Vamos a iniciar una experiencia importante en nuestro camino de fe, que coincide
precisamente con el final del mismo. Comenzamos en esta noche una tanda de
Ejercicios Espirituales. Para la mayoría supongo que es la primera vez que participáis
en una cosa así. Tampoco es tan novedosa, pues ya tenemos experiencia de
convivencias, pascuas, etc. Y tienen elementos comunes.
— Durante estos cuatro días y medio, vamos a ejercitamos en las cosas del espíritu; dicho
de otra forma, vamos a dejar que Dios se meta en nuestra vida para iluminar lo que
somos, y lo que queremos hacer en adelante.
— Y la mejor manera de comenzar, es precisamente ponemos en actitud de oración.
Durante estos días vamos a escuchar muchas cosas y a comunicar experiencias de todo
tipo; pero lo importante es que Dios se haga más presente en nuestra vida.
— Iniciamos nuestra oración dando gracias a Dios porque estamos aquí, con nuestras vida
concreta, llamada a sumergirse en el plan amoroso de Dios Padre.
2. Canto: Gracias, Señor, por nuestra vida (M. DE TERRY).
3. Salmo 138 (A dos coros)
1. Te doy gracias, Señor, de todo corazón, pues tú has
escuchado las palabras de mi boca. En presencia de los
ángeles cantaré para ti,
2. Doy gracias a tu nombre
por tu amor y tu verdad,
pues tu promesa ha superado a tu fama.
3. El día en que grité, tú me escuchaste,
aumentaste la fuerza en mi alma.

293
4. Si camino en medio de la angustia,
tú me das la vida, a pesar de mis enemigos.
Extiendes tu mano y me salvas.
5. iOh Dios, tu amor es eterno!, no
abandones la obra de tus manos.
4. Palabra de Dios

«Entonces me fue dirigida la palabra de Yavéh en estos términos:


"Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes de que nacieses, te
tenía consagrado. Te constituí profeta de las naciones".
Yo dije: "iAh, Señor Yavéh! Mira que no sé expresarme, mira que soy un muchacho".
Y me dijo Yavéh: "No digas soy un muchacho, pues adonde quiera que yo te envíe irás, y
todo lo que te mande dirás. No les tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte".
Entonces Yavéh Dios alargó su mano y tocó mi boca. Y me dijo:
"Mira que he puesto mis palabras en tu boca. Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las
gentes y los reinos para extirpar y destruir, para perder y derrocar, para reconstruir y
plantar.
Por tu parte, te apretarás la cintura, te alzarás y les dirás todo lo que yo te mande. No
desmayes ante ellos y no te haré yo desmayar delante de ellos. Ellos irán tras de ti para
hacerte la guerra, pero no podrán contigo, pues yo estoy contigo para salvarte"» (Jer 1,4-
10.17.19).
5. Gesto. Los participantes se reúnen por parejas o tríos y comentan la lectura en torno a
las siguientes cuestiones:
— Momentos en que he escuchado la llamada del Señor de forma más clara.
— Qué excusas pongo a la hora de responder.
— Qué dificultades —enemigos— encuentro para seguir el plan de Dios.
6. Oración final (Todos juntos)
Pon en mí el deseo de buscarte siempre
para encontrarte, conocerte y amarte.
Así llegaré a ser para ti el amigo que deseas,
acogiendo tu vida en la mía,
para que mis flores y mis frutos sean los tuyos,
y, al mismo tiempo, los míos.
Ayúdame a avanzar sin querer saber
lo que en cada recodo me reserva el camino,
sin tener la cabeza en las nubes,
sino los pies en la tierra y mi mano en tu mano.
Entonces, Señor, saldré de mi casa, confiado y alegre, y
avanzaré sin miedo por el camino desconocido, porque la
vida está ante mí, pero tú caminas conmigo.
7. Canto final: Santa María del camino (ESPINOSA).
DÍA PRIMERO
LLAMADOS... LA VIDA COMO VOCACIÓN

^3> RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos el tema?


La temática de estos Ejercicios, como hemos apuntado en la introducción, se centra en
el tema de la vocación: Llamados a una misión en la Iglesia. Se ofrece a los
destinatarios del Itinerario como síntesis de todo el camino realizado a lo largo de estos
años, y como puerta de acceso a un Catecumenado juvenil que prepare a la
incorporación definitiva a una Comunidad cristiana,
Es fundamental en estos Ejercicios Espirituales que los participantes descubran que la
finalidad de un Itinerario "o camino de educación en la fe no es el grupo en sí mismo, ni
el análisis de unos temas determinados, sino la incorporación a la Comunidad cristiana,
en las múltiples formas que existen en la Iglesia.
El tema de este primer día de los Ejercicios pretende que los participantes descubran la
importancia de ser-llamados, es decir, los entresijos de la vocación humana y cristiana,
como forma concreta de responder a la cuestión del sentido de la vida. Lo hacemos
remarcando el proceso de desarrollo de la persona, visto desde la fe cristiana:
ínstintívíaad - racionalidad -filiación divina. Para ello situamos a los participantes, una
vez más, ante unas nociones sencillas de evolucionismo, que concluyen en la persona de
Jesús y en su forma de vivir como Hijo de Dios.

2. ¿Qué capacidades desarrolla?


O Descubrir y dar sentido a la propia vida
— Autonomía personal para optar libre y responsablemente.
— Lectura en profundidad de la realidad y planteamiento de preguntas sobre sí
mismo y los acontecimientos.
— Apertura al sentido transcendente de la vida, como encuentro con Dios en la vida
de cada día y en el ambiente.
i-> Dar razón de la propia fe
— Conocimiento de los contenidos esenciales de la fe cristiana.
— Aceptación de los cambios culturales como lugar y reto para la vida de fe.
— Lectura e interpretación de los acontecimientos del entorno socio-cultural desde
la persona de Jesucristo y los valores del Evangelio.
— Aceptación de la fuerza transformadora de la Buena Noticia de Jesús para hacer
realidad una nueva cultura.
O Vivir los valores del Evangelio
— Encuentro con Cristo vivo en la vida y en la historia.
— Elaboración del propio proyecto de vida según los valores evangélicos.

3. ¿Qué objetivos pretende?


i-> Formular los grandes interrogantes que aparecen en el desarrollo de la persona (Cfr.
Obj. 1).
O Vivir la propia autonomía personal de la condición de hijo de Dios, y al servicio de
los otros (Cfr. Obj. 2).
l-> Revisar y completar el proyecto personal de vida, desde el planteamiento de la vida
como vocación (Cfr. Obj. 3).
i-> Lograr una síntesis adecuada de los contenidos básicos de la fe y moral cristiana
(Obj. 4).
O Dar razón de la propia fe ante los retos de la cultural actual, en el diálogo fe-cultura
(Obj. 6).
C> Asumir el Evangelio como forma de vida y criterio-de valoración del ambien te que
nos rodea (Obj. 8).

4. ¿Cuáles son sus contenidos fundamentales?


Conceptos
— La persona humana y su crecimiento.
— La trascendencia en la persona: de la instintividad a la racionalidad
— El Trascendente: Dios, manifestado en Cristo, volcado sobre la persona humana.
— El creyente cristiano: ser-hijo-de-Dios.
— La vida como vocación: hacerse más imagen y semejanza de Dios.
— Jesús y el sentido de su vida.
— Nacido «en carne de pecado» (Rom 8,3), y tentado.
— La misión de Jesús: un equipo para una tarea.
— Jesús y los poderes de su tiempo.
— Jesús y el sentido de la muerte.
— La resurrección: la carta oculta de Dios.
Procedimientos
— Expresión de sentimientos y actitudes a través del canto.
— Presentación de conceptos mediante el uso de símbolos.
— Extrapolación de la Palabra de Dios a la propia vida mediante el análisis de citas
bíblicas.
— Comunicación en grupo de experiencias relacionadas con la propia vida de fe.
— Celebración de sentimientos, actitudes y proyectos en la liturgia.
Valores

— Confianza en la capacidad personal de interiorización y comunicación.


— Realismo en la valoración de sí mismo y de los propios límites.
— Planteamiento de la propia vocación en respuesta al plan de Dios y servicio a los
demás.
— Aprecio y valoración de nuestra condición de hijos de Dios.
— Responsabilidad y fidelidad al proyecto personal de vida.
— Aprecio a la oración personal y comunitaria.

5. Conexión con otros temas


— Madurez personal (Nivel I / Bloque temático 1).
— Madurez en grupo (Nivel II / Bloque temático 2).
— El proyecto personal de vida (Nivel III / Bloque temático 1).
— Jesús, modelo de identificación (Nivel I / Bloque temático 2).

6. ¿Qué debes tener en cuenta?


Aspectos metodológicos
En la primera charla sobre la vida como vocación se hace alusión al evolucionismo.
Procura evitar en lo posible la tendencia de algunos a la discusión: ya sea por rigor
científico, por integrismo religioso, o por afán de protagonismo.
A la hora de explicar la evolución de la persona, hablamos de instinto e instin-tividad;
es un lenguaje más asequible a los jóvenes que otra terminología más científica.
Para ayudarnos en la reflexión utilizaremos también unos dibujos sencillos del árbol
que crece arraigado en la tierra y orientado hacia el sol, y un esquema elemental sobre
el trdnsfer de madre-hijo, según se estudia en pedagogía. En ellos hay que ver más el
valor de las imágenes o parábolas que la precisión de los conceptos, que requerirían un
tratamiento más largo, preciso y profundo.
La segunda charla esta pensada para la primera hora de la tarde, después de comer. No
es buena hora para la escucha. De ahí la importancia de usar una metodología, que sin
abandonar su carácter de charla, mantenga la atención de los participantes.

Materiales que necesitarás

— Documentos 1, 2, 3, 4, 5.
Temporalización

MAÑANA — Oración. — Primera sesión: • Charla: Crecemos, ¿pero en qué


dirección? (Documentos 1, 2 y 3)-— Segunda sesión: • Reflexión personal
(Documento 4). • Puesta en común.

TARDE — Tercera sesión: • Charla: Jesús, el sentido de su vida (Documento 5). •


Reflexión en grupo (Documento 6). — Cuarta sesión: • Celebración de la
Palabra: Sensibles a una llamada.

NOCHE — Oración. Buenas Noches.

^
0^0 DESARROLLO DEL DÍA

Oración de la mañana

Como hemos indicado en la introducción, se inicia la jornada con una breve oración
después del levantarse, y antes del desayuno.
Para este primer día proponemos el siguiente esquema, que el equipo de animadores podrá
modificar teniendo en cuenta la realidad de los participantes.
a) Ambientación. En el mural que preside la sala de gran grupo se colocan previamente,
escritas en carteles, las siguientes palabras alrededor de la palabra Vocación:
* Ad-vocación * Pro-vocación
* In-vocación * E-vocación
* Con-vocación * Re-vocación
b) Introducción. El animador o animadora, responsable del día, hace referencia a las
palabras anteriores para presentar el tema del día, resaltando la importancia del término
vocación, pero sin detallar el significado de cada una de ellas. Eso lo hará el predicador al
inicio de la primera charla. El animador o animadora solamente hace referencia a la
palabra in-vocación, e invita a los participantes a iniciar el día con un momento de oración.

298
c) Invocación al Espíritu Santo
(Se canta el estribillo después de cada estrofa.)
Ven, Espíritu de Dios, sobre mí,
me abro a tu presencia,
cambiarás mi corazón (bis). (A. TORRELLES)
(Las estrofas las recitan dos jóvenes.)
Danos tu Espíritu, Señor. Donde
no hay Espíritu, no puede brotar
la vida.
Danos tu Espíritu, Señor. Donde
no hay Espíritu, la rutina lo
invade todo.
Danos tu Espíritu, Señor.
Donde no hay Espíritu,
se olvidan las cosas esenciales.
Danos tu Espíritu, Señor. Donde
no hay Espíritu, no puede "haber
verdad.
d) Palabra de Dios: Parábola del sembrador (Mt 13,1-23).
e) Silencio-oración personal.

Siembra en mí, Señor.


No quiero dejar tu semilla junto al camino.
No quiero arrojar tus palabras en el pedregal.
No pretendo el fácil contento de quien oye, se alegra, y nada más.
No quiero ser una. persona sin raíz,
el inconstante, el que fluctúa entre el sí y el no de la conveniencia.
Tampoco quiero dejarte entre mis zarzas.
Porque sé de mi debilidad,
porque, en un momento, te vendería por un placer, porque
sé de mis preocupaciones;
porque he aprendido a servir a dos señores.
Que tu Palabra entre en mí por la puerta grande:
la que se abre a los amigos,
la que siempre tiene en el umbral el calor del abrazo,
la que es esperanza de fiesta para la casa,
la que es augurio de salida fecunda.
Habla, Señor: quiero saber de tus caminos.
Hazme experto en tus sendas.
¡Guíame, enséñame!
Habla, Señor: tu palabra no será baldía en mí.
f) Canto final: Jesús es Señor QM. CUBELLES)
Primera Charla: ,
—————
Crecemos, ¿pero en qué dirección? PRIMERA
Materiales: Documentos 1, 2 y 3- SESIÓN

Antes de iniciar la charla, se tienen preparadas dos cartulinas con los dibujos de los
documentos 2 y 3, que se usarán en la misma.
El predicador—animador de los Ejercicios saluda a todos los participantes y presenta el
contenido global de esos días. Ver la Introducción de los Ejercicios.
A continuación, inicia la primera charla del día. La ofrecemos desarrollada en el
documento 3. Naturalmente el animador o animadora tiene libertad para introducir las
novedades que considere oportunas, desde la realidad de los participantes, lo mismo que la
metodología más adecuada. Conviene que la charla no se quede en un mera exposición
magisterial, sino que intervengan también los participantes en momentos concretos.
Reflexión personal
Materiales: Documentos 3 y 4.
SEGUNDA
SESIÓN
Concluida la charla, se inicia un tiempo de reflexión personal. Se entrega a cada
participante el documento 4. En él se ofrecen unas pistas para personalizar lo escuchado
anteriormente. Para facilitar el trabajo personal, quizás sea conveniente entregar también el
documento 3, con el texto de la misma.
Cada participante busca un lugar donde pueda reflexionar con tranquilidad. Los animadores
y animadoras colaboren para crear el clima adecuado, y estén disponibles en todo momento
para hablar con aquéllos que lo soliciten.
Concluido el trabajo personal se reúnen en pequeño grupo y ponen en común la reflexión
anterior. Para no romper el clima de personalización de la mañana, se pueden juntar sólo
por parejas o tríos. El resultado de la comunicación lo resumen, completando esta frase:
En el proceso de humanización que va de la mera «instintividad» a vivir como «hijo de
Dios»,
— nos está ayudando....
— nos lo impide...
Segunda Charla:
Jesús y su sntido de la vida
Materiales: Documento 5.
I TERCERA
i SESIÓN
Después de comer y tras un tiempo de descanso, se reúnen de nuevo todos los participantes
en la sala de gran grupo. Se completa el mural con un póster de Jesús, colocado en medio
de las palabras relacionadas con el término vocación.

300
Antes de iniciar la segunda charla de la jornada, se pone en común la frase de cada grupo o
pareja, completada al final de la mañana. A continuación, el animador o animadora inicia la
charla desde lo escuchado en la comunicación anterior. Ofrecemos su contenido en el
documento 5.

Trabajo en grupo
Materiales: Nuevo Testamento, documento 6.

Concluida la charla, se inicia el trabajo en pequeño grupo con el animador o animadora


respectivo para personalizar el tema. Proponemos hacerlo de la siguiente manera:
— Se entrega a cada uno el documento 6 y con la ayuda del Nuevo Testamento lo
completan personalmente. Para ello conviene que los participantes tengan también un
esquema de la charla, con las citas principales de cada apartado. Lo dejamos a criterio del
animador o animadora de los Ejercicios.
Como ya hemos indicado para la mañana, este momento de reflexión personal es una buena
ocasión para el diálogo personal con los participantes.
— A continuación, se abre el diálogo en grupo. El animador o animadora ayuda al grupo a
relacionar las dos charlas del día. La charla de la tarde aporta la novedad al tema de la
mañana. La vocación cristiana, como sentido de vida, no es mera estrategia para salir
airoso en las pruebas de la vida, sino fruto de la aceptación del plan de Dios sobre
nosotros, manifestado en la vida concreta de Jesús de Nazaret.
Para ayudar en la comunicación conviene que el animador o animadora tenga el texto de la
charla, para aclarar dudas, puntos oscuros, etc.

Celebración de la Palabra CUARTA Sensibles a una llamada


\ SESIÓN

Al final de la tarde, y antes de la cena, se reúnen los participantes en la sala o lugar


destinado a las celebraciones. Si hay oportunidad, conviene hacerlas en una capilla o
iglesia.
Para este primer día de los Ejercicios, proponemos una Celebración de la Palabra en torno
al tema de la vida como vocación. La ofrecemos detallando los momentos principales.
1. Ambientacíón. En un lugar visible de la capilla o lugar de la celebración se colocan los
elementos más significativos del mural que ha presidido la reflexión del día.
2. Introducción. Un animador o animadora introduce la celebración destacando las
siguientes ideas:
— La vida humana se desarrolla entre llamadas o preguntas y respuestas, entre búsquedas y
encuentros.

301
— Como cristianos y cristianas, creemos que Dios nos está llamando a diario.
— Su primera llamada, en el principio, fue a través de su Palabra creadora. Gracias a ella
vino a la existencia la creación entera.
— Y sigue llamando en la historia, dirigida a la humanidad y a cada persona. Dios llama y
las personas son libres de responder o no.
— Os invito a celebrar esta llamada de Dios a nuestra vida concreta. En esta llamada está
el fundamento de nuestra vocación humana y cristiana.
Seguidamente, un joven sale del grupo y cuenta esta parábola de El grano de oro,
diciéndola preferiblemente de memoria:
Iba yo pidiendo, de puerta en puerta, por el camino de la aldea, cuando tu carro de oro
apareció a lo lejos, como un sueño magnífico. Y yo me preguntaba maravillado, quién
sería aquel Rey de reyes.
Mis esperanzas volaron hasta el cielo, y pensé que mis días malos habían acabado. Y me
quedé aguardando limosnas espontáneas, tesoros derramados por el polvo.
La carroza se paró a mi lado. Me miraste y bajaste sonriendo. Sentía que la felicidad de la
vida me había llegado al fin. Y, de pronto, tú me tendiste tu diestra diciéndome: «¿Puedes
darme alguna cosa?» iAh, qué ocurrencia la de tu realera! ¡Pedirle a un mendigo!
Yo estaba confuso y no sabía qué hacer. Luego saqué despacio de mí saco un granito de
trigo, y te lo di. Pero qué sorpresa la mía cuando, al vaciar por la tarde mi saco en el
suelo, encontré un granito de oro en la miseria del montón. ¡Qué amargamente lloré de no
haber tenido corazón para dártelo todo!
3. Canto: Canción del testigo (JA. ESPINOSA)
4. Signo: Después salen seis jóvenes llevando otros tantos carteles con las palabras escritas
en el mural sobre la vocación, se ponen delante de la asamblea, y levantando el cartel,
proclaman uno tras otro las siguientes frases:
— AD-VOCACIÓN; Somos llamados para algo. Somos llamados a una misión.
— PRO-VOCACIÓN; La llamada provoca, inquieta, compromete, incluso molesta.
— IN-VOCACIÓN; La llamada supera las propias posibilidades, por eso necesitamos la
fuerza de Dios.
— E-VOCACIÓN; La llamada está encarnada en nuestra historia, en nuestros recuerdos,
en nuestro pasado, en la historia de las intervenciones de Dios.
— CON-VOCACIÓN; Soy llamado junto a los demás, no para una aventura personal.
— RE-VOCACIÓN; Siempre cabe la posibilidad del rechazo, del abandono.
5. Palabra de Dios. Proponemos leer un texto relacionado con la llamada. Por ejemplo:
— Llamada a los primeros discípulos (Le 5,1-11).
— Elección de los Doce (Le 6,12-16).
— Conversión de Pablo (Gal 1,11-24).
6. Canto de respuesta: Por ejemplo, Creemos en el amor (E.V MATEU); Creo en Jesús (C.
ERDOZÁIN); Hoy, Señor, te damos gracias (C. GABARÁIN).
7. Breve homilía. El celebrante hace un breve comentario sobre el tema de la llamadas de
Dios. Ofrecemos, a continuación algunas ideas al respecto:
— Dios llama a Adán (= la humanidad). Éste oye la llamada, pero no obedece. \ origina un
proceso de enemistad con Dios, expresado en la enemistad consigo mismo (Se da
cuenta de que está desnudo); enemistad con los demás («La mujer me engañó».);
enemistad con la realidad natural (La naturaleza se revela contra el hombre.).
— Dios llama a Cristo (= nueva humanidad). Jesús obedece («Me has dado un cuerpo, y
yo dije: «Aquí estoy para hacer tu voluntad»). Y con su obediencia reconcilia al
hombre con Dios, cuyo fruto es la reconciliación consigo mismo, con los demás y con
las cosas. Así supera las tres tentaciones señaladas en los evangelios.
— ¿A qué somos llamados nosotros? A realizar un camino, a desarrollar una tarea en
función del Reino. Un camino hacia adelante. El símbolo personalizado de este camino
es Abrahán, no Ulises. El signo gráfico es la línea hacia adelante, no el círculo.
— La Biblia está llena de vocaciones Son fruto de la llamada de Dios a Abrahán, Moisés,
Jeremías y otros muchos. También hoy Dios sigue llamando a otras personas. Los
asistentes pueden enumerar algunas de estas vocaciones actuales. En todas ellas
aparecen unos elementos comunes:
• Descubrimiento de una situación injusta.
• Llamada a actuar.
• Manifestación de dificultades, miedos, cansancios.
— Realización de una tarea concreta.
8. Momento de reflexión-oractón personal. Proponemos hacerlo en torno a este salmo o
parecido:
Mí suerte está en tus manos, Señor, cual diminuto grano de
semilla, para que tú lo siembres;
cual tranquila corriente de agua, para que tú la encauces. ¡Mí vida
sería inútil lejos de tu presencia, Señor!
Empujaban y empujaban para derribarme,
pero el Señor me ayudó.
El Señor es mi fuerza y mi energía,
él es mí salvación.
No he de morir,
viviré para contar las hazañas del Señor.
Me castigó, me castigó el Señor,
pero no me entregó a la muerte.
Te doy gracias porque me escuchaste y
fuiste mi salvación.
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora
la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.

303
Éste es el día en que actuó el Señor, sea
nuestra alegría y nuestro gozo. Señor,
danos la salvación, Señor, danos
prosperidad.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
9. Plegaría comunitaria

CELEBRANTE
Padre, te damos gracias por la alegría de existir. Te damos gracias por el amor que nos das
cada día. Te damos gracias por la amistad que nos haces encontrar. Somos unos que
caminan; unos que buscan siempre; unos que te buscan a ti.
TODOS
Señor, hazme buen amigo de todos, haz
que mi persona inspire confianza:
en quien sufre y se lamenta,
en quien busca luz lejos de ti,
en quien querría empezar y no sabe cómo,
en quien querría confiarse y no se siente capaz.
Ayúdame, Señor,
para que no pase al lado de nadie con cara indiferente,
con el corazón cerrado, a paso apresurado.
Señor, ayúdame a darme cuenta enseguida:
de los que están junto a mí,
de los que están preocupados y desorientados,
de los que sufren sin demostrarlo,
de los que se sienten aislados sin quererlo.
Señor, dame una sensibilidad
que sepa ir al encuentro de los corazones.
Señor, líbrame del egoísmo,
para que pueda servirte, para que pueda amarte,
para que pueda escucharte en todo hermano
con quien me haces encontrar.
(San Vicente de Paúl)
10. Canto de acción de gracias: Un Magníficat conocido.
Oración de noche
Después de la cena y un tiempo de distensión, todos los participantes se reúnen en la sala de
gran grupo, para concluir el día con un breve momento de oración y las Buenas Noches.
Proponemos hacerlo en la sala, ambientada con los materiales que han servido de soporte
para la reflexión y comunicación a lo largo de la jornada, pues contribuirán, sin duda, a
hacer una síntesis del día.
Es un buen momento para dar gracias al Señor por este primer día de Ejercicios en un clima
de serenidad y calma. Bastan unos minutos. El día ha sido denso, y no conviene caer en
repeticiones innecesarias. Ello no es óbice para que puedan hacer oración personal los que
lo deseen; pero hasta una hora concreta, pues mañana hay que continuar con el horario
establecido.
Proponemos el siguiente esquema, sujeto a las modificaciones que el equipo de animadores
considere oportunas.
1. Canto: Quédate junto a nosotros (E.V MATEU), o Quédate con nosotros (JA. ESPINOSA).
Bastan las dos estrofas más relacionadas con el tema del día.
2. Palabra de Dios: Parábola de los dos hijos (Mt 21, 28-32).

3. Reflexión personal. Un lector lee despacio el siguiente texto, acompañado de música


ambiental:
La vocación es echarse a andar. Se comprende después. Sólo al final del camino
descubrimos todas las cartas de la baraja. Eslo lo experimentamos también los Apóstoles de
Jesús.
La llamada compromete el «ser» de la persona. Somos llamados «desde el vientre de
nuestra madre». Y esa llamada implica a toda nuestra persona: pensamientos, sentimientos,
actitudes, comportamientos, futuro. Desde ella se plantea y entiende toda nuestra
existencia.
La llamada es definitiva. No admite plazos ni horarios, no se marchita con el tiempo, a no
ser que le cerremos la puerta.
Dios nos llama para un tarea de liberación. Nos hace liberadores en su nombre, para que la
realidad se asemeje al Reino de Dios.
La llamada implica establecer una relación personal con Cristo: para conocerle cada vez
mejor, aceptar su imagen de Dios y su proyecto de persona y sociedad, para descubrirlo en
la propia vida y en la de los otros, y comprometerse por el Reino.
4. Oraciones espontáneas. Se concluye con el Padrenuestro.
5. Canto final: Por ejemplo, Arriésgate (C. ERDOZÁIN), Canción del profeta (E.V MATEU)
u otro adecuado al tema del día.

305
DCT@© DOCUMENTO 1

CRECEMOS... PERO EN QUÉ DIRECCIÓN

ESQUEMA de la charla:

— El árbol crece, se realiza, hacia la tierra (alimento) y hacia la luz (energía).


— El hombre crece, se realiza, hacia la racionalidad: este es el sentido global de la vida.
— Crecer es trascenderse desde la instintividad hacia cotas cada vez más altas de racionalidad.
— El creyente entiende que la trascendencia es una persona: es el Misterio de Dios, manifestado en
Cristo, que llama.
— Para el creyente cristiano, la cumbre de la trascendencia es ser-hijo-de-Dios (filiación divina).
— La vida es vocación: llamada de Dios a ir más allá de sí mismo: a hacerse más imagen y
semejanza de Dios.

El árbol crece hacia el sol


El animador o animadora señalando el dibujo del documento 2 pregunta hacia dónde tiende o se
desarrolla un árbol. Se recogen las respuestas, y se corrigen y completan. El árbol se desarrolla, o se
realiza, en un doble movimiento: hacia la tierra (geotropismo) y hacia la luz, hacia el sol (fototropismo).
De la tierra, toma el alimento (agua y sales diversas); del sol toma la energía para organizar los
elementos-alimentos en ramas, hojas, flores y frutos. Sin agua y tierra no hay árbol por mucho sol que se
tenga (Sahara); sin sol no hay árbol por mucha agua y sales o abonos que se encuentren (grutas).
En este momento, antes de seguir adelante, puede hacerse una primera pregunta de tanteo: ¿Qué
simbolizaría en mi vida el sol? ¿Y las raíces? Escribir brevemente la respuesta.

El hombre crece hacia la racionalidad


Nos preguntamos ahora hacia dónde crece, se desarrolla o se realiza el hombre. Se reco gen las
respuestas y se completan. A través de millones de años, de siglos, el ser humano, procediendo por
evolución de otros seres inferiores, se ha ido desarrollando corporalmente en la complejidad de su
cerebro (el niño recién nacido tiene más cerebro que un elefante); y psíquicamente, en su profundidad
como conciencia. El hombre va procediendo de la instintividad animal hacia estadios de una creciente
racionalidad.
La instintividad, o sea, el instinto de conservación del individuo o de la especie, el de afirmación de sí
mismo ante las personas y ante las cosas; esas realidades son las raíces o fuerzas radicales, que decía
Freud: en ellas arraigan amor y posesividad, agresividad y creatividad, vitalidad y destrucción o muerte.

306
Entre esas fuerzas de lo instintivo —tan ambiguas y hasta opuestas entre sí—, viene a poner orden la
racionalidad. Ella dicta un orden de prioridades y rige los comportamientos y la convivencia. Y en esta
función ella misma se desarrolla.

Crecer es trascenderse desde la instintividad hacia cotas cada vez


más altas de racionalidad
El árbol, en el ciclo de su vitalidad, crece cuantitativamente; aumenta de tamaño y peso;
incluso desarrolla órganos, para adaptarse a nuevos ambientes; pero sigue siendo siempre el mismo. El
hombre, como individuo y como grupo, en el proceso de ir saliendo poco a poco de su instintividad
posesiva y agresiva, se pone cualitativamente más allá de sí mismo, adquiere nuevas calidades, se
trasciende.
En la Biblia podemos encontrar ilustración de lo que queremos decir. Por ejemplo, desde Saúl a Jesús,
en nueve siglos, hay un progreso grande en la conciencia humana —por lo menos en la cultura hebrea—
en el tema de la violencia:
— Desde el anatema o venganza sagrada (1 Sam 15,2-31) —cuyo criterio se formularía:
por un insulto una herida, por una herida una muerte, por una muerte, setenta y sie te muertes (Gn
4,24)—, se progresa hasta la ley del tallón: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente (Ex 21,24).
— Desde la ley del.talipn se f^asa hasta el perdón dentro del clan —»No te vengarás ni guardarás rencor
contra loa hijos de tu pueblo» (Lv 19,18)—, y hasta las tasas o tarifas de perdón, que preguntaba
Pedro (Mt 18,21).
— Desde perdón tarifado, se asciende hasta el perdón sin limites —«Setenta veces siete» (Mt 18,22)—.
— Y finalmente Jesús vive y propone la cumbre del progreso: «Padre, perdónalos, porque no saben lo
que hacen» (Le 23,34).
La situación actual del mundo, los sucesos de cada día en el amor al enemigo (Mt 5,44) y nuestros
propios comportamientos indican que el hombre, que se define a sí mismo como animal racional, es
completo en su animalidad; pero, en cuanto a racionalidad, le queda mucho por recorrer.
Incluso hay aspectos en que pueden darse grandes regresiones hacia estadios que creeríamos superados:
— Regresión a la ley del anatema: integrismos religiosos o políticos que provocan el terrorismo.
— Regresión a la ley del tallón: represalias, ley del Western.
— Regresión a la ley del más fuerte: explotación norte-sur; ricos-pobres.
— Regresión de todo valor a la ley del máximo placer y confort: sociedad de consumo.
— Culto a la imagen, que valora más el parecer sobre el ser: modas, ropas de marca, lujos.
Aquí se puede hacer otra pregunta: ¿Creo que progreso? ¿Se da en mí algún tipo de regresión hacia
situaciones o actitudes propias de la pubertad, de la infancia o incluso de una irracionalidad salvaje?
¿Sigo el criterio de ir, sin más, «adonde va la gente»?
Se puede aludir al audiovisual El hombre que no era hombre. El protagonista, recordando sus
comportamientos se encuentra sucesivamente como el borrego mansurrón incapaz de defender su
dignidad; como el mono que todo lo hace por imitación sin criterio propio;
como el león que reacciona violentamente ante los débiles; como el televidente que asu-

307
me como dogma de fe todos los criterios presentados en la tele; como la serpiente astuta que intenta
cazar al incauto.
La persona, solamente cuando recapacita (nacionalidad), llega a encontrarse a sí misma en el
compromiso de solidaridad por el bien de los demás.

Trascenderse es salir de sí mismo hacia los otros


Sin entrar en profundidades, sí podemos afirmar que el camino, el sentido del crecimiento humano, o de
la vida, se resume en superar la instintividad egoísta y agresiva, y en centrar la atención en el otro,
considerándolo como compañero —compartiendo bienes y responsabilidades— y como tarea —su
realización como persona es responsabilidad mía—, en la línea de la oblatividad y gratuidad. Eso
conlleva superar los siguientes criterios:
— Tanto vales cuanto tienes, hay que cambiarlo por: Las cosas valen en la medida que construyen
solidaridad, familia humana, familia de Dios.
— El otro es un rival que hay que anular o eliminar, hay que cambiarlo por: Vivo con personas que me
necesitan.
— El otro es mi servidor y vale en la medida que me sirve, hay que cambiarlo por: Vivir es darse, la
vida vale en la medida que se entrega. Vivir es servir y dar la vida. El que no ama está muerto (1 Jn
3,14-16).
Hay un largo camino largo:
— desde el usurpar o robar lo ajeno, hasta reclamar lo propio;
— desde el reclamar lo propio, hasta dar a cada uno lo suyo;
— desde el dar a cada uno lo suyo, hasta el compartir gratuitamente lo propio;
— desde el dar de lo propio, hasta el darse a sí mismo, entendiendo, como lo hizo Jesús, que uno «es» en
la medida que se da, en la medida que arriesga la vida por los otros;
— desde el amar al otro como a sí mismo, hasta el amar como yo os he amado (Jn 15,12).
Así es como la persona humana, individualmente y como grupo, va más allá de sí misma, trasciende la
propia instintividad, camina, avanza, crece en trascendencia.

La trascendencia es una persona, es Dios


Una concepción materialista del mundo dirá que este progreso se hace exclusivamente por impulso
propio, por la fuerza interior de la materia. El creyente sabe que este ir más allá de sí mismo es respuesta
a una llamada que viene de más allá de nosotros mismos, desde la trascendencia. Y no es una llamada
impersonal o abstracta: somos llamados por el Trascendente, por Dios.
En el ejemplo bíblico antes recordado, el primer paso era la venganza sagrada o ley del anatema. Saúl
fue destronado precisamente por no cumplir lo que el profeta había entendido como orden de Dios, o
sea, el anatema o exterminio sagrado después de una batalla. Desde esa venganza sagrada hasta el
perdón y amor o don de sí al enemigo —que Jesús afrontó como voluntad de Dios o exigencia de la
encarnación—, se da un enorme proceso de humanización. Eso exige tener la conciencia de que es Dios
quien llama a ir más allá de nosotros mismos, llegando así a la cumbre: ser hijo de Dios.
Una imagen que ayuda a entender este proceso puede tomarse del llamado tránsfer o transferencia que
estudia la pedagogía. Por ejemplo, una madre enseña a andar a su hijo (Se coloca un mural con el dibujo
del documento 2.). Sus piernas tienen ya suficiente con-

308
sistencia para soportar el peso del niño sin que se le arqueen como un patizambo; pero le falta todavía la
seguridad en sí mismo.
La madre coloca al niño apoyado en una pared y lo llama desde una pequeña distancia. La madre le
transmite o transfiere seguridad; el niño —como quien digiere a la propia madre— la asume y la asimila
como seguridad en sí mismo, y echa a andar. El niño va creciendo en diversas cualidades humanas en la
medida que da respuesta a llamadas que le vienen de fuera —personas, ambiente, educación— y que,
una vez asumidas, lo van configurando a imagen y semejanza de la madre, de la sociedad, de los amigos.
En esta dinámica de la llamada amorosa —en que Dios se vuelca en nosotros—, y de nuestra respuesta
confiada —en que dejamos nuestras propias seguridades abriéndonos a la llamada—, compendia el
creyente el proceso de su crecimiento como persona humana y como partícipe de Dios, como su imagen
y semejanza.
Así lo enseña Jesús declarando felices a los constructores de la paz «porque serán llamados hijos de
Dios» (Mt 5,9). Hay que tener en cuenta que en el lenguaje hebreo el nombre es la esencia de la persona.
Jesús llega al extremo de afirmar: «Amad a vuestros enemigos, para que seáis hijos de vuestro Padre
celestial» (Mt 5,44-45). Esta llamada a trascenderse la expresa Jesús diciendo: «Sed perfectos como
vuestro Padre celestial es perfecto» (Mt 5,48). Y para que no quepa duda, san Juan afirma: «Todo el que
ama ha nacido de Dios y conoce a Dios» (1 Jn 3,7). Y dice también: «Mirad qué amor tan grande nos ha
tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues, ¡lo somos!» (1 Jn 3,1).

La llamada de Dios surge desde la vida


Dios no dicta al oído su voluntad. Allí donde cada hombre o mujer, el grupo, la humanidad entera son
llamados a crecer, a dar un paso más en humanidad, allí está Dios creando al hombre. A cada paso nos
estamos jugando el crecer en justicia, en fraternidad, en responsabilidad, en bondad, en solidaridad. Y
ahí está Dios transfiriéndose, volcándose en nosotros, creándonos hijos. Desde nuestra respuesta libre,
somos —o nos negamos a ser— creados por Dios y concreadores con él de nosotros mismos y de la
humanidad.
En este sentido puede leerse también la afirmación de Jesús: «Tuve hambre y me diste de comer, aunque
no lo pretendieras, aunque no lo supieras, aunque no me conocieras a mí, que soy tu Dios» (Cfr. Mt
25,31-46). Con Cristo redimimos al ser humano del hambre, del dolor, de la miseria, de la explotación,
de la opresión. Jesús no tiene otro corazón que nuestro corazón, otras manos que nuestras manos. Con
nuestro compromiso generoso, somos corredentores con Cristo.

La vida es vocación
Y en esto se cifra el porqué decimos que la vida es vocación. Vocación a vivir y a ser hombre en
plenitud: hijo de Dios.
El proyecto de Dios —vocación— pone orden —racionalidad— en la vida y le da, le ofrece, un sentido.
Encontrar el sentido en la vida es fuente de satisfacción, de equilibrio personal, de felicidad. Es
precisamente la felicidad una de las palabras densas del Evangelio: feüces, dichosos, bienaventurados
(Cfr. Mt 5,1-12).
Pero la persona humana es llamada o solicitada desde muchas otras instancias a las que hace eco desde
la propia instintividad. Cada uno libremente orienta su vida hacia unos centros de interés que den sentido
a su vida. En la medida que estos centros coinciden

309
con el plan de Dios, que nos crea en libertad, serán constructores de la persona y de la convivencia.
Hay centros de interés, que se pueden absolutizar como dioses o diosecillos personales, a los que se
sacrifica todo y a todos los que haya que sacrificar. Ya es clásico y hasta rutinario el esquema de
absolutización del placer, del poseer, del poder, del parecer. Incluso la vida puede aparecer fragmentada
y dispersa en multitud de orientaciones o solicitaciones: personas que viven una vida sin sentido y que,
actuando sin sentido, son in-sen-satas.
En este progreso hacia mayores cotas de racionalidad, cada grupo y cada individuo tiene su aportación.
Decía Tailhard de Chardin: «Espiritualmente es impuro el que regodeándose en el placer, o
raplegándose en el egoísmo, introduce en sí y en torno a. sí un principio de retraso y de división en Fa
unificación del Universo en Dios».
Y por eso se ha dicho que pecar es negarse a crecer.

310
DOCUMENTO 2

ÁRBOL= Tierra + Agua + Sol


PREGUNTAS QUE NO PUEDEN
QUEDAR SIN RESPUES

1. El sentido de mi vida
— Expresa en unas cuantas palabras el sentido que estás vida.
— Después de la charla veo más claro que el sentido de mi ^ está en...

2. De la instintividad a la racionalidad
i-1 Piensa en actitudes y comportamientos concretos qi rando la
mera instintividad en los siguientes campos:

Ego/smo

Violencia

Avaricia

Descontrol sexual

1-1 Escribe una breve reflexión sobre tu proceso de indc


simplemente te gusta, a lo que piensan, dicen y hacen otrc
3. Tu condición de hijo de Dios Q Tu forma concreta de vivir en este
momento como hijo c
DOCUMENTO 4

PREGUNTAS QUE NO PUEDEN


QUEDAR SIN RESPUESTA

1. El sentido de mi vida
— Expresa en unas cuantas palabras el sentido que estás dando en este momento a tu vida.
— Después de la charla veo más claro que el sentido de mi vida, desde la llamada de Dios, está en...

2. De la instintividad a la racionalidad
3 Piensa en actitudes y comportamientos concretos que demuestran que vas superando la mera
instintividad en los siguientes campos:

Ego/smo

Violencia

Avaricia

Descontrol sexual

Q Escribe una breve reflexión sobre tu proceso de independencia respecto a lo que simplemente te
gusta, a lo que piensan, dicen y hacen otros.
3. Tu condición de hijo de Dios Q Tu forma concreta de vivir en este momento como hijo de Dios se
manifiesta en...

313
DOCUMENTO 5

JESÚS Y SU SENTIDO DE LA VIDA

También Jesús se planteó el sentido de lo que estaba viviendo y haciendo: «¿Quién soy? ¿Qué pinto yo
aquí? ¿Qué voy a hacer? ¿Adonde va todo esto?»
No hablamos en este momento del seguimiento de Cristo Maestro de vida. Sólo tratamos de ver en Jesús
rasgos que iluminan lo que se ha tratado por la mañana y nos ayudan a interpretar nuestras inquietudes e
interrogantes.
Siguiendo el Evangelio, veremos momentos decisivos de la vida pública de Jesús, sus problemas y la
clave de sus soluciones:
— Jesús, nacido «en carne de pecado» (Rom 8,3), tentado, porque era tentable.
— La misión, demasiado para uno solo: un equipo para una tarea.
— A grandes males, grandes remedios. Hay que ir a los cabezas.
— También el sinsentido de la muerte puede tener un sentido.
— La Resurrección, la carta oculta de Dios.

a) Tentado, porque era «tentable»


San Pablo presenta a Jesús diciendo de él: Nacido en carne de pecado. Jesús tuvo una naturaleza
humana, en todo igual a la nuestra. También estuvo sujeto a la presión de la instintividad. Ante todo,
para ponernos en la sintonía de los Evangelios que vamos a leer, hay que tener en cuenta que nosotros
solemos hacer nuestras reflexiones religiosas a base de conceptos abstractos. Los evangelistas hacen
teología narrativa. Cuentan cosas. Y sus puntos de referencia no son ideas o conceptos filosóficos, sino
personajes y hechos del Antiguo Testamento. Personajes, por ejemplo, Adán, Moisés, David, Salomón,
Isaías. Hechos, por ejemplo, la caída de Adán y Eva, la vocación, la ley, la realeza, la sabiduría, el
destierro, la vuelta del destierro. En ese conjunto de realidades, los evangelistas iden tifican e interpretan
a Jesús: su persona y sus hechos. La narración es la forma que usan los evangelistas para hacer teología.
En el caso de las tentaciones (Cfr. Le 4,1-13), vemos cómo los evangelistas presentan a Jesús, tentado
desde el sentido mágico de lo religioso que pretende manipular a Dios;
tentado desde la afirmación de sí mismo y la voluntad de poder, que le lleva a la tentación de ambición y
a la búsqueda fácil de prestigio. Estas tentaciones pueden relacionarse con las cuatro «p» —placer,
poseer, poder y parecer— con que solemos calificar la actual sociedad de consumo.
Los estudiosos de la Sagrada Escritura dicen que hay una relación importante entre la tentación de Adán,
hijo de Dios (Cfr. Le 3,38) y las tentaciones de Jesús, Hijo de Dios (Cfr. Le 3,22). En ambas aparecen
estos datos: los alimentos (Cfr. Gn 3,1; Le 4,3); búsqueda del poder de Dios (Cfr. Gn 3,5; Le 4,6); el
desafío de la muerte (Cfr. Gn 3,3; Le 4,9).
Y también se ve la intención del evangelista de comparar las actitudes y respuestas. Adán, palabra contra
palabra —la del tentador y la de Dios—, se decide por la palabra del tentador. Jesús, palabra contra
palabra —la del tentador y la de Dios—, se decide por

314
la palabra de Dios. Adán se esconde de Dios, porque se encuentra a sí mismo desnudo, a imagen y
semejanza de la serpiente, que era la más desnuda de todos los animales. Je sús se encuentra, conducido
por el Espíritu de Dios, comprometido en la tarea creadora y liberadora del Padre (Cfr. Le 4,16-20).
Se ve en esta reflexión del evangelista cómo el sentido u orientación que Jesús da a su vida está marcado
por la preocupación de encontrar el plan de Dios sobre él mismo en relación con el mundo. Y ese sentido
no se lo dictan al oído; lo busca y lo encuentra en la Palabra de Dios: «Está escrito» (Le 4,4.8.12). Lucas
había consignado esta preocupación de fondo de Jesús en el prólogo de su Evangelio, cuando, a sus doce
años, responde a María en el templo: «¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?» (Le
2,49).
Al concluir las tentaciones, cuando comienza la misión en su pueblo de Nazaret, se puede ver que él ha
comprendido que la voluntad de Dios pasa por el compromiso con los hombres, en un servicio de
liberación de toda servidumbre (Cf. Le 4,16-20).
Es un compromiso que se irá concretando a medida que las circunstancias sacudan la tranquilidad de su
marcha. No lo tiene nada fácil; porque también él lleva el peso interior de otros intereses: la mentalidad
apocalíptica, tremenda, aprendida de su maestro Juan el Bautista (Cfr. Le 3,7-18), y alimentada por sus
propios discípulos, que le piden fuego del cielo (Cfr. Le 9,54-55); la tentación ambiciosa de mesianismo
político alentada por Pedro y los demás discípulos (Cfr. Me 8,31-33); el desaliento y el miedo a la
muerte, que le asaltan en el último trance (Cfr. Le 22,39-46). Cada nuevo paso supone una verdadera
crisis.

b) La misión, demasiado para uno solo: un equipo para una tarea


Jesús comenzó su tarea de anunciar la Buena Nueva a los pobres (Cfr. Le 4,15-20) con el entusiasmo de
quien cree que en ocho días va a convertir el mundo con la novedad de su mensaje. Pero no tardó mucho
en percatarse de que eran pocos los que se arriesgaban por aquel camino. El pueblo buscaba milagrerías
más que conversión, y los jefes se habían puesto celosos y empezaban a perseguirlo (Cfr. Le 6,11).
Incluso podía prever un final rápido y trágico como el de gran parte de los profetas. En esas condiciones,
no era fácil continuar la tarea. Aquello iba para largo. Y era demasiada tela para uno solo. Después de
una noche en oración, «eligió a doce a los que llamó apóstoles» (Le 6,12-13). Y tam bién a ellos, pronto
los envió a predicar la Buena Nueva del Reino de Dios (Cfr. Le 9,1-6).
El Reino de Dios polariza toda la atención y las preocupaciones de Jesús. Busca en la oración y en la
reflexión sobre el proyecto de Dios una solución para los problemas de su trabajo. La solución que saca
de su oración en el monte es innovadora en sus planteamientos: lo normal es que fuera celoso de su
protagonismo de maestro y tratara de resolver las cosas por sí mismo; y que sintiera como una
humillación el darse por vencido y tener que acudir a sus discípulos.
Sin embargo, la oración le centra en el objetivo fundamental de su tarea: lo que importa y urge es el
Reino; es lo que da sentido a todo; lo demás es superfino.

c) Plantar cara a los jefes: a grandes males, grandes remedios


La muerte de Juan el Bautista, el despiste de la gente y de los propios discípulos en torno a su persona
(Cfr. Le 9,18-21), le hacen ir madurando a Jesús, precisamente en la oración, la idea de subir a Jerusalén
y tener una confrontación con los jefes, sobre los que pesaba la dirección espiritual del pueblo. Intuye
que esa iniciativa le va a costar cara,

315
porque puede correr la suerte trágica de los profetas. Sin embargo, confía en que Dios saldrá en su
defensa para que la tarea del Reino llegue a buen puerto. Como los profetas, tendrá que afrontar la
muerte a manos de su pueblo, pero Dios lo acogerá en la Resurrección.
Poco a poco, se lo va anunciando a los discípulos (Cfr. Le 9,22.44; 18,31-34). Ellos no reci ben la
iniciativa de buena gana, tienen miedo (Cfr. Me 10,32), o sencillamente les preocupaban otros intereses,
como el de asegurarse un buen cargo en el Reino (Cfr. Le 9,23-26.46-48).

d) Un sentido para el sinsentido de la muerte


Cuando llega la hora de la verdad y Jesús tiene que arrostrar la muerte, lo pasa mal. El instinto de
conservación, la voluntad de vivir para siempre, que, según el relato del Génesis fue el objeto concreto
de la tentación de Adán (No moriréis), también tiene sus exigencias en Jesús. En el Huerto de Getsemaní
Jesús se enfrenta a la muerte. Todavía hay tiempo para escapar; es muy dueño en esos momentos de su
vida y de su muerte. Pero el futuro del Reino, su credibilidad, se juega en la decisión de llevar hasta el
fin su responsabilidad: y él sabe muy bien que el final tendrá que ser la muerte. En la oscuridad de su
alma él piensa que, a lo mejor, es posible otra solución y reza: Padre, si es posi ble, pase de mí este cáliz.
Pero se pliega enseguida a la voluntad de Dios que ha marcado el sentido de su vida y ha de marcar el
sentido de su muerte. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya (Le 22,42).

e) La Resurrección, la carta «en la manga» de Dios


Entre el comienzo de la predicación y el desenlace de la Cruz, hay un hilo conductor que da sentido a la
vida de Jesús: es el Reino o Reinado de Dios, vivido por él a tope y anun ciado a los pobres, a los
sencillos, al pueblo de Dios. Pero hay un antes que le garantiza a él y un después que nos lo garantiza a
nosotros.
Antes oye en su corazón: Tú eres mi Hijo (Me 1,11), y el Hijo es imagen y semejanza de Dios Padre en
su pensar —Bienaventuranzas (Cfr. Mt 5,1-12)—, en su sentir —Misericordia quiero y no sacrificios
(Mt 9,13)— y en su obrar —Las cosas de mi Padre (Le 2,49)—. Y después, lo que él intuye de manera
aun imprecisa: Dios no abandona a los suyos a la corrupción del sepulcro (Cfr. Sal 15) sino que les da la
vida, la Resurrección.
Lo que marcaba el sentido de la vida de Jesús no era la muerte, sino la vida, que pasaba por el trance de
la muerte. Nacer de mujer y morir son el sello de su encarnación, de su humanidad. La muerte era como
un trámite ineludible. En el caso de Jesús, se añadieron además circunstancias trágicas y crueles,
provocadas por la saña de las llamadas fuerzas vivas de su pueblo: políticos y clero.
Esta doble realidad —filiación divina y resurrección— marca también el sentido de nuestra vida: la
conciencia de ser hijos que se realizan hasta la madurez y llegan a plenitud haciendo las obras del Padre;
y la resurrección, que siembra el futuro de un sentido de esperanza más allá de todo dolor, y que llena el
presente de vida nueva, superando la instintividad egoísta en el don de sí al Padre y a los hermanos.

316
DOCUMENTO 6

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

1. A la vista de los textos evangélicos propuestos en la charla:


^> Señala los elementos que definen, según tu parecer, el sentido que Jesús dio a su vida y los
momentos que significaron un cambio de trayectoria.

^> ¿Qué lugar ocupa el plan de Dios en el sentido de tu vida?

2. En Jesús tuvo una importancia decisiva la idea de ser Hijo, semejante a Dios, en sus proyectos
y comportamientos. Y ello lo manifestaba en la oración y la compasión, siendo misericordioso
como el Padre.
^> ¿Qué valor tienen en tu vida la oración y ¡a com-pasión? ¿Vivir o con-vivir sirviendo?
3. Desde Jesús hasta nuestros días se han llevado a cabo muchos proyectos de vida, tratando de
seguir las huellas de Jesús en diversos estados de vida y en diferentes formas de compromiso y
de acción.
^> ¿Te llama la atención alguno en particular? Señala nombres, conocidos por la historia y
otros de tu entorno.

^> Analizando tus planes de vida, ¿en qué aspectos crees que coinciden o se aproximan al plan
de vida de Jesús? ¿En cuáles son divergentes? ¿En cuáles crees que son contraríos? ¿Qué
dificultades encuentras?

4. Jesús tuvo que modificar la relación comunitaria con su grupo; los que lo acompañaban
pasaron de ser discípulos a colegas de trabajo. Su proyecto de mensajero lo cambió por el de
profeta censor de los jefes del pueblo. Se vio obligado a afrontar la soledad, la oscuridad de la fe,
el aparente abandono de Dios.
^> ¿Qué proyectos tendrías que modificar en tu vida y en qué sentido, para ser fiel al
seguimiento de Jesús?
5. Jesús llevó su fidelidad hasta las últimas consecuencias: Las primeras fueron de corregir o
reajustar trayectorias. La última consecuencia fue la de afrontar la muerte. Y, en su caso, se trató
de una muerte humillante y cruel.
^> ¿Hasta qué límites estarías dispuesto a llevar tu fidelidad a un programa según el evangelio
y el modelo de Jesús? ¿Recuerdas algún momento de opciones radicales ya vividas por ti en este
sentido?
DÍA SEGUNDO
LLAMADOS AL SEGUIMIENTO DE CRISTO

<%> RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos el tema?

En el primer día de Ejercicios, abordamos el tema del sentido cristiano de la vida, como
llamada a hacer realidad ese proceso que va de la mera instintividad hasta vivir como
hijos de Dios. Para ello, invitamos a los jóvenes a descubrir este mismo proceso en la
persona de Jesús.
En este segundo día, proponemos a los participantes profundizar en los perfiles con que
se presenta esta vocación cristiana, en tomo al seguimiento de Cristo.
El tema ya lo abordamos en la tercera reunión del bloque temático 2, Cristo, en el
centro de mí vida. Ahora lo tratamos de nuevo en la perspectiva global de los Ejercicios,
es decir desde la llamada a una misión en la comunidad cristiana. Con ello ayudamos a
los jóvenes a fundamentar el camino de fe en una opción radical por Cristo, que está en
la base de todas las manifestaciones de la vida cristiana; y de paso, paliar la
fragmentación presente en la experiencia de fe de muchos jóvenes, así como la
reducción de la fe a unas manifestaciones rituales o éticas.

2. ¿Qué capacidades desarrolla?


¿> Dar razón de la propia fe
— Conocimiento de los contenidos esenciales de la fe cristiana.
— Aceptación de los cambios culturales como lugar y reto para la vida de fe.
— Lectura e interpretación del entorno socio-cultural desde la persona de
Jesucristo.
— Aceptación de la fuerza transformadora de la Buena Noticia de Jesús para hacer
realidad una nueva cultura.
l-> Vivir los valores del Evangelio
— Descubrimiento progresivo de la utopía del proyecto y de la utopía de Jesús
sobre la persona humana y la historia.
— Lectura e interpretación de los acontecimientos del entorno socio-cultural
desde la persona de Jesús y los valores del Evangelio.
— Encuentro con Cristo vivo en la vida y en la historia.

320
i-> Orar y celebrar la fe
— Diálogo con Dios en la oración, hecha en y desde la vida, de forma sencilla,
alegre y filial.
— Encuentro con Jesucristo en la oración y en los sacramentos, especialmente en
la Eucaristía y la Reconciliación.
i-> Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad
— Colaboración con los demás en la solución de los problemas y necesidades del
propio ambiente, como opción de la propia fe.

3. ¿Qué objetivos pretende?


O Descubrir la signiflcatividad del seguimiento de Cristo en el testimonio de cristianos
con estado de vida diferente (Cfr. Obj. 5).
i-> Dar razón de la propia fe ante los retos de la cultura actual, en el diálogo fe-cultura
(Obj. 6).
C> Experimentar a Cristo presente en la vida y en los acontecimientos sociales (Obj.
7).
c> Especificar en el proyecto personal de vida las actitudes y comportamientos
evangélicos del darse, compartir y servir (Obj. 9).
O Tener momentos de oración personal desde la Palabra de Dios y los acontecimientos
personales y sociales (Obj. 14).
O Colaborar en la transformación evangélica del propio ambiente: estudio, trabajo,
familia, amigos, barrio (Obj. 18).

4; ¿Cuáles son sus contenidos fundamentales?

Conceptos
— El seguimiento de Cristo: horizonte de la vocación cristiana.
— Características del discípulo o seguidor de Jesús en los evangelios.

Procedimientos
— Evaluación del grado de influencia de Cristo en la propia vida, en las opciones y
comportamientos a través de diferentes métodos de análisis-profündi-zación-
personalización.
— Realización de experiencias de encuentro con Cristo en la oración y en las
celebraciones.
— Expresión de sentimientos y actitudes a través de símbolos y expresiones gráficas.
— Evaluación del propio camino de fe en la celebración de la Reconciliación.
Valores
— Aprecio e interés por profundizar en la relación personal con Cristo como centro de
la propia vida.
— Libertad, disponibilidad y radicalidad en el seguimiento de Cristo.
— Aprecio por el sacramento de la Reconciliación.
— Necesidad y urgencia del compromiso como signo del seguimiento de Cristo.

5. Conexiones con otros temas


— Jesús, modelo de identificación (Nivel I / Bloque temático 2).
— Análisis evangélico del entorno (Nivel I / Bloque temático 3).
— Formación de la conciencia (Nivel I / Bloque temático 4).
— Oración (Nivel I / Bloque temático 5).
— Educación en el amor (Nivel II / Bloque temático 4).
— La Palabra de Dios (Nivel II / Bloque temático 5).
— El proyecto personal de vida (Nivel III / Bloque temático 1).
— Cristo, en el centro de mi vida (Nivel III / Bloque temático 2).

6. ¿Qué debes tener en cuenta?


Aspectos metodológicos
Este tema ya fue abordado, como hemos indicado, en el bloque temático 2. Conviene
que repases los contenidos y documentos que se ofrecieron entonces para no caer en
repeticiones.
Te recordamos de nuevo un aspecto importante en este tema. A estas alturas del
Itinerario, hay que estar atento para que los jóvenes no se queden en un planteamiento
meramente teórico del tema. Ayúdales a situarse personalmente ante la persona de
Jesucristo, y a evaluar sinceramente la respuesta que están dando a su proyecto y estilo
de vida propuestos en el Evangelio. En este sentido, son fundamentales los momentos
de reflexión-oración personal, y la celebración penitencial de la tarde.
Para facilitar ambas cosas, proponemos alargar el tiempo de reflexión personal de la
mañana. Procurad que no se convierta en un tiempo vacío. Para ello es esencial vuestra
presencia cercana para responder a preguntas de los participantes, aclarar dudas, etc.
Pero evitando en todo momento la actitud de vigilancia y de patemalismo. Los jóvenes
de estas edades no lo soportan.
En el desarrollo del tema proponemos la elaboración de algunos murales. Si estos se
hacen bien ayudan después a la interiorización del mensaje.
La celebración penitencial de la tarde es un momento importante de estos Ejercicios.
Puede ser que algunos participen en ella sin demasiado convencimiento, porque no la
ven necesaria; otros quizás se acerquen a ella como una forma de lavar los pecados.
Ayudar en todo momento a situar el sacramento de la Reconciliación en el camino de
fe, como reencuentro con Dios Padre y con su proyecto de vida mostrado en Cristo
Jesús.
Materiales que necesitarás
— Documentos 1, 2, 3 y 4.
— Papel continuo.
— Cartulinas.
— Rotuladores.
— Música ambiental.
Temporalización

MAÑANA — Oración. — Primera sesión: • Charla: El seguimiento de Jesús


(Documento T). — Segunda sesión: • Reflexión personal {Documento 2).

TARDE — Tercera sesión: Reunión en grupo: • Actitudes propias del seguimiento


(Documento 2). • Las huellas que dejamos en el camino (Documento 3)-*
Manifiesto a favor del seguimiento de Cristo. — Cuarta sesión:
Celebración penitencial.

NOCHE — Oración. Buenas noches.

/O
<N> DESARROLLO DEL DÍA

Oración de la mañana

a) Ambientación. En la sala general se coloca un nuevo mural, con el título del tema de la
jornada: Llamados al seguimiento de Jesucristo, escrito sobre un conjunto de huellas (Ver
documento 1). El dibujo lo emplearemos también en la reflexión personal de la mañana.
A medida que se reúnen los participantes, puede sonar la canción de J.M Serrat,
Caminante, no hay camino.
b) Introducción. El animador o animadora del día presenta el tema, haciendo referencia al
mural. Lo hace resaltando las siguientes ideas:
— Es cierto lo que decía Machado: Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar.
Cada uno de nosotros hacemos nuestro propio camino, y dejamos nuestras huellas en él.
Por eso encontramos tantas huellas a nuestro alrededor.

323
— Pero la cuestión no son las huellas en sí, sino la dirección adonde apuntan. Cuando se
está desorientado o dentro de un laberinto, siempre se agradecen unas huellas que señalen
el camino.
— Ayer descubrimos unas huellas especiales, las huellas trazadas por Jesús de Na-zaret,
que nos señalan el sentido y la dirección de la vocación cristiana: vivir como hijos de
Dios, superando la mera instintividad y racionalidad.
— En este segundo día de Ejercicios vamos a seguir de cerca estas huellas; pero no como
meros espectadores, sino caminando sobre ellas. Vamos a profundizar en el seguimiento
de Jesús, como horizonte para vivir como hijos de Dios y desarrollar así nuestra vocación
cristiana.
— Os invito a iniciar la jornada con este momento de oración. Es Dios el que nos da la
fuerza para seguir a Jesucristo. Lo dijo el mismo Jesús: Nadie viene a mí, sí el Padre no lo
atrae. Aceptemos el empuje de Dios para seguir a Jesús por el camino.
— Iniciamos la oración pidiendo al Señor Jesús que nos enseñe a orar.
c) Canto: Enséñanos a orar (A. TORRELLES). Basta la primera letra.
d) Palabra de Dios. Proponemos estos tres textos, leídos por sendos lectores:
Q «Mirad, no recibisteis un espíritu que os haga esclavos y os vuelva al temor; re cibisteis
un Espíritu que os hace hijos y que nos permite gritar: ¡Padre! Ese mismo Espíritu nos
asegura que somos hijos de Dios» (Rom 8, 15-17. 29).
l_t «Pero, de hecho, la humanidad otea impaciente el horizonte aguardando a que se revele
lo que es ser hijo de Dios. Sabemos bien que hasta el presente la humanidad entera sigue
lanzando un gemido universal con los dolores de su parto. Más aún, incluso nosotros que
poseemos el Espíritu gemimos en lo íntimo de nuestro ser a la espera de vivir plenamente
como hijos. Y para ello Dios nos eligió, destinándonos a reproducir los rasgos de su Hijo
(Rom 8, 21-23.29).
Q «Muchos discípulos al oír las palabras de Jesús, dijeron:
—Este modo de hablar es intolerable. ¿Quién puede admitir eso? Jesús les
dijo:
—Las palabras que os he dicho son espíritu y vida y, con todo, hay entre vosotros quienes
no creen.
Y añadió:
—Por eso os dije que nadie puede acercarse a mí, si el Padre no se lo concede.
Desde entonces muchos discípulos se echaron atrás y no volvieron más con él (fn 6,60.63-
66).
e) Momento de reflexión-oración personal. Ofrecemos para ello este salmo. Se pone una
música ambiental adecuada que ayude a la interiorización.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por tí madrugo. Por tí, que
me llamas de nuevo a la existencia, por tí, que animas
mi vida y la despiertas. Por tí, que abres mi corazón a
la luz y lo llamas a estar atento, vigilante.
Por ti, que me quieres presente, unificado, todo entero
y en armonía.
Tengo sed de ti, de tu amor y lealtad. Tengo sed de ti,
de tu paz y perdón. Tengo sed de ti, de tu fortaleza y
bondad. Mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca,
agostada, sin agua.
Tú me das fuerza para existir. Tu vida es el sentido de
mi existencia. Quiero llenarme de tu presencia, quiero
llenarme de tu Santo Espíritu.
Oh Dios, por ti estoy siempre despierto,
por ti, me mantengo en pie, en vela,
por ti madrugo siempre que se hace tiniebla en mi vida,
por ti comienzo siempre, aunque me sienta cansado.
Oh Dios, tú eres mi Dios, iun Dios vivo!

f) Padre nuestro
Primera charla
El seguimiento de Cristo
Materiales: Documento 1, también el Documento 5. (Bloque temático 2
/Tercera reunión).

Antes de iniciar la charla, el animador o animadora recuerde a los participantes que el tema
del seguimiento de Jesús ya fue tratado en el bloque temático 2. Lo volvemos a tratar de
nuevo para profundizar otros aspectos, relacionados con la vocación cristiana y nuestra
misión en la Iglesia, tema de los ejercicios.
Como contenido de la charla, remitimos al documento 5 del bloque temático 2 (tercera
reunión), completado con el documento 1 de esta jornada.
Se puede iniciar la charla con una lluvia de ideas espontánea sobre el seguimiento de Jesús.
Es una forma de verificar lo que los participantes recuerdan del tema, ya tratado en la
primera parte del curso, para que de este modo vean la necesidad de seguir profundizando
en ello.
Reflexión personal
Materiales: Documento 2.
Acabada la charla, se reparte a cada uno el documento 2 para la reflexión personal. Hoy
proponemos dedicar el resto de la mañana a esta reflexión, hasta la hora de comer. Si las
condiciones del lugar lo permiten, es buena ocasión para hacer una

325
experiencia de camino por los alrededores de la casa. Un tiempo de desierto para
interiorizar el tema del seguimiento, y preparar así la celebración penitencial de la tarde.
Como ya indicamos ayer, conviene que los animadores y animadoras se presten en todo
momento para responder a posibles preguntas de los participantes, aclarar dudas, etc.
Reunión de grupo

Después de la comida, proponemos hacer reunión de pequeño grupo, para comunicar la


reñexión personal de la mañana. Esta reunión suple a la segunda charla del día.
Previamente se reúnen todos los participantes en la sala general, y el animador o
animadora, responsable de la charla, les explica el trabajo que tienen que hacer.
Proponemos varias actividades que se distribuyen entre los grupos. No importa que una
dinámica sea hecha por varios grupos.

a) Actitudes propias del seguimiento


Materiales: Documento 2, cartulina, rotuladores.
Se ponen en común los apartados 2 y 3 del documento 2. Concluida la comunicación, el
grupo elabora una doble de lista con la valoración de las actitudes importantes en todo
seguidor o seguidora de Jesús, y las escribe en sendas cartulinas:
— En una lista se expresan las actitudes menos frecuentes, o aquéllas que son vividas de
forma más superficial, indicando también algún motivo.
— En la otra, aquellas actitudes vividas más frecuentemente por los miembros del grupo,
y de forma más profunda, indicando algún detalle de ello.
Después se elige la frase más significativa del apartado 3- El autor la escribe en una
cartulina y la coloca en el mural de la sala; después la presentará en la celebración
penitencial en el momento oportuno.

b) Las huellas que dejamos en el camino


Materiales: Documento 3, siluetas de huellas.
Se reparte a cada miembro del grupo el documento 3, y lo completan entre todos. El
resultado lo dibujan en un mural. Se usará también en la celebración posterior.

c) Manifiesto a favor del seguimiento de Cristo


Después de una breve comunicación de la experiencia de la mañana, el grupo elabora un
manifiesto en el que se expresen algunos motivos de peso para orientar a un joven que
quiere tomarse en serio la vida cristiana. Después se elige al miembro del grupo que lo
leerá en la celebración penitencial.

326
Celebración penitencial
El tema del seguimiento de Jesucristo como núcleo y eje principal de la vida cristiana es el
marco adecuado para concluir la jomada con una celebración penitencial.
Ofrecemos el siguiente esquema celebrativo, que el equipo de animadores puede modificar
desde la realidad concreta de los participantes:
a) Ambientacíón. La sala donde se haga la celebración, a ser posible la capilla, se ambienta
previamente, con los siguientes materiales:
— Un mural con el dibujo del documento 3-
— Al lado, el mural elaborado en el apartado 3 del mismo documento.
— Junto a este último se colocan también las frases del apartado 3 del documento 2.
— En el centro de la sala o capilla, en el suelo, se colocan también numerosas siluetas de
huellas —tantas como participantes—, siguiendo, más o menos, el dibujo del
documento 3, pero sin poner los carteles con los centros de interés a los que se dirigen o
aglutinan las huellas.
— Estos carteles se tienen preparados para colocarlos después en el suelo.
b) Introducción. A medida que entran los participantes en la sala, se entrega una silueta de
huella a cada uno, y la guardan para el momento oportuno. A continuación, un animador o
animadora introduce la celebración con estas o parecidas palabras:
— El tema del seguimiento de Cristo ha resonado durante el día. Hemos escuchado
aspectos nuevos en la charla de la mañana y después hemos dedicado un buen rato a
reflexionar personalmente sobre ello. También hemos usado la creatividad en el grupo
para expresar lo que hemos comunicado y compartido sobre el tema.
— Y seguramente hemos descubierto —señalando el primer mural— que las huellas que
vamos dejando en el camino de nuestra vida no apuntan hacia Jesucristo como sería
nuestro deseo, sino que giran y giran en torno a muchos centros de interés que no son
precisamente Jesucristo.
— Aquí reside precisamente nuestro pecado, en ir detrás de otros dioses o señores,
algunos de los cuales habéis descubierto en la reunión de grupo (En este momento
salen dos jóvenes con los carteles escritos en dicha reunión con los centros de interés,
que no son Jesucristo; los leen en voz alta y los colocan en el suelo separados).
— Os invito a reconocer una vez más que andamos un poco «despistados», fuera de ese
camino que Dios nos ha trazado en Jesucristo, y en el que nos ofrece vida y esperanza
plenas.
c) Canto: Vengo ante tí, mi Señor (J.M. CUBELLES).
d) Saludo y oración del Celebrante.
e) Palabra de Dios. Por ejemplo,/» 1,35-51: Los primeros discípulos.
f) Homilía. El celebrante hace alusión al tema del seguimiento y los materiales elaborados
durante el día, y relaciona ambos con la lectura y otros textos evangélicos sobre el
seguimiento. Las textos leídos en la oración de la mañana son también muy sugerentes para
la celebración penitencial.

327
g) Gesto. Concluida la homilía, el celebrante invita a los participantes a escribir, en la
huella entregada al entrar, algún aspecto relacionado con las palabras de los carteles
extendidos en el suelo; es decir, con los lugares que tiene poco que ver con Jesucristo. Y
una vez escrito, de forma espontánea colocan la huella junto al cartel correspondiente que
está en el suelo.
h) Confesiones individuales. Y una vez puestas las huellas, pasan los que lo desean por los
sacerdotes para hacer personalmente el signo sacramental de la Reconciliación.
Al volver al grupo toman de nuevo la huella y la colocan en el mural de los carteles que
señalan un nuevo camino, en torno a las palabras que indican la calidad y autenticidad del
seguimiento de Jesús (apartado 3 del documento 3).
Mientras tanto se puede cantar alguna canción de tipo penitencial o simplemente se pone
música ambiental.
i) Padrenuestro y bendición del sacerdote. Acabadas las confesiones individuales, rezan o
cantan todos el Padrenuestro y el sacerdote da la bendición a todos, con la fórmula de
absolución de los pecados.
k) Canto final: Alabo tu bondad (J.M. CUBELLES)

Oración de noche

Después de la cena, que hoy puede tener algún detalle especial para celebrar también la
Reconciliación, se puede alargar un poco más el momento de distensión.
Dejamos a la creatividad del equipo de animadores alguna dinámica que, sin romper el
clima de Ejercicios, sintonice con el tema del día. Proponemos algunas:
— Un minifestival de canciones sobre el tema del Seguimiento, ya conocidas u originales.
Siempre hay algún participante cantautor.
— Alguna, película sobre Jesucristo o sobre temas cristianos.
— Vnpsicodrama sobre el seguimiento de Cristo.

1-1 Oración
La celebración anterior ha sido intensa. Por eso proponemos concluir la jornada con un
momento de oración muy breve. Puede servir la oración del documento 4, seguida de las
Buenas Noches.
Se entrega la oración escrita y cada uno la reza en silencio. Es una oración que pre para el
tema de la tercera jornada, sobre la Iglesia. Se pone música ambiental para crear el clima
adecuado.
Pasados unos minutos se termina con una canción relacionada con el tema; y se concluye
con las Buenas Noches.

328
DOCUMENTO 1

EL SEGUIMIENTO DE JESÚS

El tema de esta charla es hablar de Cristo. Y de todas las posibles ópticas con las que abordar la persona
de Cristo —su Encarnación, su condición de Salvador, de Hijo de Dios, su mensaje, su destino—, he
escogido una. Aquella que hace más referencia a nosotros y a nuestra relación con él. Me parece central
en la vida cristiana y es urgente recuperarla: el seguimiento de Jesús.

1. Lo constitutivo del ser cristiano, ser seguidor de Jesús


Podemos preguntamos: ¿Qué es lo constitutivo del ser cristiano? ¿Qué nos define como cristianos, y no
como miembros de otra religión o no creyentes? ¿Quién es un cristiano? ¿Qué significa ser creyente
cristiano?
Pueden existir variadas respuestas:
— Cristianos son los bautizados, que forman parte de la Iglesia. Es una definición descriptiva,
estadística.
— Cristiano es el discípulo de Cristo: ésa era la definición de los catecismos de nuestra infancia. Quizá
con los límites que la palabra discípulo tiene en nuestro idioma: aquél que aprende de un maestro
una doctrina. Pero que no necesariamente ve implicada su persona, ni con la doctrina en sí ni con la
persona que la enseña.
— Cristianos son aquéllos que llevan un determinado estilo de vida (siguen unas normas de
comportamiento y criterios de juicio), tienen unas determinadas creencias —en Dios Trinidad y en la
Iglesia—, y realizan una serie de ritos religiosos o celebraciones —oración, sacramentos—. Es la
respuesta del Nuevo Catecismo, que se estructura como un comentario al Credo (Fe), los
Mandamientos (Moral) y los Sacramentos y el Padrenuestro (oración y celebración).
Sin embargo, desde los evangelios, la única manera de expresar y entender la fe en Jesús es mediante la
experiencia del seguimiento: es creyente el que sigue a Jesús; y no lo es el que no lo sigue.
Hay muchas personas muy religiosas y practicantes, incluso en el mejor de los casos, que no son
seguidores de Jesús. Y esto porque, en primer lugar, seguir a Jesús desde el Evangelio no es fácil.
¿Quién puede asumir el Evangelio con todas sus exigencias? ¿Quién puede decir realmente que es
cristiano? Pero eso no es todo.
El problema es que de hecho a la Iglesia pertenecen como cristianos no sólo los que siguen o intentan
seguir a Jesús, sino además los que no lo siguen ni se lo plantean, y son cristianos simplemente en
función de sus creencias religiosas y de las prácticas sacramentales que realizan. En el modelo oficial
que se presenta de lo que significa ser cristiano no aparece el seguimiento de Cristo con la suficiente
fuerza y centralidad como para que se considere condición indispensable para ser cristiano.
En esa presentación del ser cristiano no entra la condición de seguir a Cristo con toda la radicalidad y
exigencia que están presentes en el Evangelio. O se considera que seguir a Cristo es creer en él y
practicar unos ritos sacramentales.

329
Todavía hoy es posible ser una persona respetable y ejemplar dentro de la Iglesia sin se guir gran cosa a
Jesús. Y también es posible ser un buen seguidor de Jesús, y convertirse en un sujeto problemático y
conflictivo en el seno de la Iglesia. Porque, a fin de cuentas, seguir a Jesús es asumir su mismo destino
de vida. Él se opuso al modelo oficial de religión de su tiempo y fue condenado a muerte por los que
decían cumplir la ley de Dios.
Por tanto, es claro que el seguimiento de Cristo es el centro y el eje del ser cristiano, el verdadero control
de calidad de la autenticidad de la propia fe cristiana. Ahora bien, las características y criterios de este
seguimiento no han de ser los que nos ha suministrado la tradición o la costumbre social, sino los que
nos proporciona el mismo Evangelio. Es lo que vamos a examinar ahora.

2. El seguimiento de Jesucristo parte del encuentro personal con él


El verbo seguir aparece 90 veces en todo el Nuevo Testamento; de ellas, 89 en los evan gelios; siempre
referido a personas, y no a ideas u objetos; y en 73 ocasiones de las 89, referido explícitamente a Jesús.
Este mero dato estadístico nos permite sacar una clara conclusión: cuando en el Evangelio se habla de
seguimiento, no se hace referencia a una idea o proyecto, sino a una persona.
Por tanto, el seguimiento no se reduce a un convencimiento doctrinal o a un propósito firme de la
voluntad de cumplir determinadas normas de conducta o ritos religiosos. El seguimiento consiste
esencialmente en una experiencia concreta y definida de encuentro personal con Jesús, que es quien
invita al seguimiento. Es fruto de esa experiencia, de ese encuentro personal, por el que asumimos un
determinado estilo de vida y una serie de compromisos y prácticas religiosas.
Jesús no es una idea o un proyecto, sino una persona viviente con quien yo me puedo relacionar hoy,
aquí y ahora: éste es el significado esencial de la Pascua. Todo seguimiento de Jesús va a implicar una
experiencia habitual de contacto y dialogo con él, de encuentro per sonal con él. Y como todo encuentro
personal, va a asumir unas características peculiares.
Un encuentro personal es una experiencia absolutamente original, inconfundible con otra; distinta al
encuentro con cualquier objeto. Relacionarse con otro ser personal en profundidad es aceptarle
incondicionalmente, en su libertad y autonomía, en su originalidad irrepetible, en su singularidad de ser
tal ser personal. Es intentar no utilizarle, poseerle, reducirle a un objeto de mi conocimiento y dominio.
Es, en definitiva, dejarle ser él mismo, desde el respeto, la comprensión y la aceptación sin límites. Sólo
entonces se puede decir que yo participo, en algún modo, de su intimidad, de su singularidad de ser tal
persona concreta y determinada.
De esta manera, llegamos al corazón y al centro de lo que es la relación interpersonal: el amor. Amar a
alguien es dejarle ser él mismo, a fuerza de respeto, aceptación y hasta silencio. Porque cada uno es el
que es, y no el que nosotros quisiéramos que fuese. Amar a alguien es existir en función de la otra
persona, es decir: consiste en permitir al otro que influya en mí y me cambie.
Por otra parte, esta profunda experiencia que llamamos encuentro personal es lo único que puede
hacernos verdaderamente felices en la vida. Y comporta dos dimensiones fundamentales:
— Vivir la misma vida que el otro en la realización de un proyecto común, para que no se quede todo en
un sentimentalismo estéril.

330
— Una experiencia afectiva que se traduce en presencia mutua, diálogo, intimidad, gozo compartido,
para no quedarse en un activismo ideológico.
Estas características del encuentro personal se pueden materializar en la relación de pa reja, de amistad,
de fraternidad en una comunidad educativa de animadores, y también en nuestra relación con Jesús. En
efecto, Jesús, el Cristo, es una persona, está vivo y resucitado en medio de nosotros. Vive dentro de
nosotros por la fe. ¿Tiene nuestra relación con él las características descritas anteriormente para todo
encuentro interpersonal?
Jesús llamó a sus discípulos «para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar» (Me 3,14). Para lo
uno y para lo otro. Pero lo primero es estar con él, en una relación que implica la existencia entera y el
modo de vivir de los discípulos. He aquí la experiencia esencial, que es presencia, compañía, afecto,
intimidad, hasta sentirse seducido por el otro de tal manera que el otro, en este caso Cristo, es el centro
de la vida, la razón de lo que gusta o disgusta, de lo que se prefiere o desecha, de lo que se hace y deja
de hacer.
Y de ahí, como consecuencia lógica, el «enviarles a predican), el llevar a cabo su misma misión,
predicando su mismo mensaje y asumiendo su mismo destino. Y esto, de forma radical: la experiencia
del encuentro con Jesús tiene que ser más fuerte y determinante que los afectos más profundos que se
pueden dar entre los seres humanos, por encima del padre, la madre, los hijos y cualquier otra persona
que se cruce en el camino de nuestra vida. Así lo afirma explícitamente Jesús (Cfr. Mt 10,37-38).
Nos dan miedo las auténticas relaciones personales en profundidad y a veces nos resisti mos a ellas,
porque no sabemos hasta dónde nos pueden llevar o comprometer. Con más razón tenemos miedo a
encontrarnos con Jesús, a establecer con él una auténtica relación personal en profundidad.
Por eso intentamos encasillar nuestra relación con él desde los moldes de la religión: con verdades,
normas, encuentros preestablecidos, prácticas celebrativas. O desde otras estructuras que nos
proporciona nuestro ambiente pastoral: la obra juvenil o parroquial o el grupo al que pertenecemos. Y es
entonces cuando no vivimos como un auténtico encuentro con Jesús nuestra vida cristiana y
compromiso, nuestra oración o planteamientos de vida.
De ese modo, estamos matando la relación, porque entonces no somos nosotros los que nos abrimos a él,
sino que lo encerramos a él dentro de nosotros y de nuestros esquemas. Nuestra relación con Jesús no se
puede entender como imitación de un modelo estático, sino como seguimiento, es decir, como el ir
haciendo un camino con él sin saber hasta dónde nos puede llevar.
¿Es el centro de nuestra vida de fe la persona de Jesús y la relación personal que hemos entablado con
él? ¿No estaremos sustituyendo el auténtico encuentro personal y comunitario con él, con nuestros
proyectos y reuniones múltiples? Nuestra religión y nuestro cristianismo nos alejan de Dios cuando
sustituimos una relación personal por unas prácticas rituales y unas normas externas de comportamiento,
o unas programaciones o actividades pastorales. Son cosas que nos distraen y justifican para olvidar el
ser amigos de Jesús, seguidores suyos, transparencia suya en el tiempo. En tal situación, es práctica -
mente imposible el seguimiento de Jesús.
Y sin embargo, desde nuestro Bautismo estamos llamados, no tanto a conocer a Cristo, sino sobre todo a
establecer una relación de amistad con él, a vivir en él, con él y para él, como fruto del encuentro
personal con él y del compromiso de seguirle. Se trata de reco-

331
nocer experiencialmente a Jesús el Cristo como el Amigo, el Señor de la propia vida, el Salvador de la
propia existencia personal y del mundo entero.
«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)» (Jn 1,41). Así dijo Andrés a Simón, su hermano,
después de haberse encontrado con Jesús. ¿Podemos nosotros decir lo mismo? ¿En qué momentos de
nuestra vida cristiana hemos tenido una experiencia de encuentro personal con Cristo, y la conciencia de
poder afirmar que él es el Señor de nuestra vida? Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí
(Gal 2,20). Para mí vivir es Cristo (Flp 1,21). Así afirmaba san Pablo. Es una experiencia de encuentro
personal que todos los grandes santos y místicos de la cristiandad han vivido intensamente. Y es una
experiencia que debemos vivir todos los cristianos, pues no está reservada para nadie en especial, sino
para todos aquéllos que quieran o estén llamados a ser cristianos. Aún antes de una posible opción por la
vida religiosa —que no es para la Iglesia sino un modo intensamente evangélico de seguir a Cristo—, la
llamada al seguimiento se dirige a cada uno, personalmente.
Y tras el encuentro personal, viene el seguimiento de Cristo: la elección de Cristo como Maestro de vida.
El seguimiento de Cristo es la opción fundamental del cristiano que ilumina y determina todo su existir
concreto —palabras, pensamientos, acciones— en una fatigosa y cotidiana armonía entre fe y vida. «La
condición de todo cristiano es ser seguidor de Cristo. Seguir a Cristo es el fundamento esencial y
original de la existencia cristiana. Y no se trata aquí solamente de escuchar una enseñanza o cumplir
algunas normas, sino de algo mucho más radical: adherirse a la persona misma de Jesús, compartir su vi -
da y destino, participar de su obediencia libre y amorosa a la voluntad del Padre» (Veri-tatis Spiendor,
19).

332
DOCUMENTO 2

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL


Características del seguimiento de Cristo

A. Lee el siguiente texto sobre algunas características presentes en el seguidor de Jesucristo.


El centro y eje de la vida cristiana es el seguimiento de Jesús. Nosotros hemos aceptado la llamada al
seguimiento. Ahora, al final de una etapa importante en nuestra vida de creyentes, cabe preguntarnos por
la generosidad de nuestra respuesta, por el esfuerzo realizado y los logros alcanzados, y por el camino
que aún queda por delante.
El seguimiento de Jesús se concreta y especifica en una serie de actitudes que dan cuenta de la
autenticidad del discípulo. Por eso, reflexionar sobre algunas de ellas puede ayudarnos a revisar el
camino recorrido y a hacer un balance de estos últimos años.
Algunos textos de los evangelios nos ayudan a concretar estas actitudes o características: Lucas 9,57-62;
Mateo 10; Marcos 9,33-35 y 10,17-45; Lucas 14,25-33 y 4,16-21.
1. Libertad. Ante todo, la libertad. El seguidor de Jesús no puede estar atado a nada ni a nadie. Por lo
tanto, nada de estar anclado a situaciones que encadenan al pasado —in volución— o al presente —
inmovilismo—. El seguidor de Jesús vive abierto al futuro, es decir, al Dios del Éxodo.
2. Disponibilidad. La segunda actitud es la disponibilidad del que sigue a una persona viva, no del que
imita un modelo fijo. Cuando Jesús llama a alguien, simplemente le pide que esté disponible; no le dice
para qué lo llama ni aduce motivos ni admite condiciones. Su llamada está abierta a todas las
posibilidades, es una aventura, un riesgo. Puede implicar asumir como propio el destino de Jesús, es
decir, el compromiso incondicional por el bien de la persona hasta la muerte.
3. Encuentro personal con Jesús, el Señor. La libertad y la disponibilidad tienen su fundamento y
razón de ser en la experiencia esencial de encuentro personal con Jesús, el Señor. El concepto de
amistad es el que mejor define la relación que ha de existir entre el creyente y Jesús. Una amistad que se
comprende y se vive como entrega, fidelidad y confianza. Donde hay esta amistad hay seguimiento. Y
donde no la hay, no existe ni puede haber seguimiento, por más que haya otras cosas, tales como el
entusiasmo, la laboriosidad o el fanatismo.
4. Compromiso de un servicio liberador en favor de los demás, especialmente de los pobres,
marginados y crucificados de la tierra. Jesús no llama a sus seguidores para que vivan una mística
intimista de relación con él, y nada más. La mística cristiana es auténtica en la medida en que se expresa
y traduce en compromiso en favor del hombre y en contra de los poderes que lo oprimen. Un servicio
liberador de aquellas estructuras personales y sociales que deshumanizan a la persona y le impiden ser
feliz; denunciando, cuando sea necesario, las instituciones y poderes que alimentan dichas estructuras, y
estando dispuesto incluso hasta dar la vida. Seguimiento y cruz tienen mucho que ver entre sí.
5. Audacia. En el seguimiento, una actitud importante es también la audacia. Se trata de la audacia que
vence al miedo. En la vida del cristiano, el miedo es una experiencia

333
relativamente frecuente, porque seguir a Jesús es emprender una aventura que no sabemos hasta dónde
nos puede llevar. En cualquier caso, sabemos que existe una relación fundamental entre el seguimiento y
la cruz. Por eso, es normal que a veces surja cierto miedo de tomarnos en serio este seguimiento. De ahí
la necesidad de vigilar para que el miedo no se adueñe de nuestras opciones más fundamentales.
6. Radicalidad. El seguimiento de Cristo no admite medias tintas ni componendas. Las renuncias que
exige el seguimiento son radicales: a los bienes, a la propia instalación, a la familia, a toda forma de
dominio.
7. Alegría. En el seguimiento de Jesús es también fundamental la alegría. El seguidor de Jesús vive el
Evangelio como Buena Noticia de vida y esperanza para todos, por eso es testigo de la alegría del Reino.
Ello le lleva a afrontar el seguimiento de Jesús y los contratiempos o dificultades que conlleva, no como
algo frustrante, sino como una profunda experiencia de felicidad.
8. Utopía. Un proyecto que implica tantas exigencias está cargado obviamente de cierto grado de utopía.
Sobre todo, si tenemos en cuenta que el proyecto de Jesús se orienta hacia la consecución de una
convivencia en igualdad, fraternidad, solidaridad, libertad y preferencia por los más pobres y
desgraciados.
Pero es importante comprender que, al hablar de utopía, no hablamos de lo imposible. La utopía asume
las aspiraciones más profundas del hombre y las organiza en torno a un proyecto, que se debe realizar en
un futuro más o menos inmediato. Cada creyente, desde su situación concreta, debe tomar las opciones
que le ayuden a hacer realidad esta utopía.
B. Ahora completa el siguiente cuadro.

Actitudes det Escribe una frase que resuma el nivel de estas actitudes en tu vida actual
seguimiento de Cristo

LIBERTAD

DISPONIBILIDAD

ENCUENTRO PERSONAL

COMPROMISO DE LIBERACIÓN

AUDACIA

RADICALIDAD

ALEGRÍA

UTOPÍA

C. Ya a punto de concluir el Itinerario de Educación en la Fe, me examino como seguidor o seguidora de


Jesucristo, y saco la conclusión de que...

534
DOCUMENTO 3

LAS HUELLAS QUE DEJAMOS

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1. Cada uno contempla el dibujo durante dos o tres minutos y piensa en la relación del dibujo con el
seguimiento de Jesús. Después expresa en una frase dicha relación.
2. Pensar a continuación en los principales lugares —realidades, actitudes, comportamientos,
valoraciones, etc.— que no se identifican con Jesucristo, hacia los cuales cada uno dirige sus pasos y
concentra sus huellas. Escribir los nombres de dichos lugares en otros tantos carteles. Hacerlo con
sinceridad, no por quedar bien delante de los demás. Los carteles se guardan para la celebración
penitencial.
3. Dibujar ahora un mural con un nuevo recorrido que apunte hacia Jesucristo, hecho con siluetas de
huellas. Escribir sobre ellas una serie de manifestaciones relevantes que expresen que este seguimiento
de Cristo va creciendo en calidad y profundidad. Dicho mural se colocará también en la celebración de
la Reconciliación.

335
DOCUMENTO 4

ORACIÓN

Haznos germinar junto a los otros


Dios nuestro, te pedimos que dilates el espacio de nuestras tiendas y de nuestras vidas. Te pedimos que
tengamos un corazón suficientemente desinteresado de nosotros mismos para que muchos otros intereses
puedan hacer en él su nido.
Nos gustaría poder coger, acoger y recoger los seres y las cosas que encontramos en
nuestros caminos.
Cantar con los que ríen, llorar con los que sufren, soñar con los que sueñan, actuar con
los que transforman, ver con los que enseñan, adivinar con los que esconden, caminar
con los que se levantan, acampar con los que se detienen, ir con los que corren.
Respirar con los que se recuperan, hablar con los que cambian, callar con los que hacen
alto.
Nos gustaría, oh Dios, tener un corazón grande, un corazón sobresaltado y ardoroso, un
corazón calmo y dulce.
Pero resulta que nuestras tiendas, nuestros corazones y nuestras vidas tienden a encogerse. Somos como
una prenda que se ha echado muchas veces en lejía y va perdiendo la viveza de sus colores.
Resulta que sentimos la tentación de disminuirnos, de abandonar lo que nos causa dificultad o molestia,
de encerrarnos en un rincón estrecho, de asustamos por no saber aliarnos con lo que resulta muy extraño
a nuestra naturaleza, muy duro a nuestra capacidad, muy incierto según nuestros cálculos.
Sucede que renunciamos muy pronto y que nuestra vida se va agotando como un caramelo consumido.
En serio, Dios nuestro, te lo pedimos cada día: ensancha nuestro corazón, para que enve jecer no sea ni
endurecerse ni pudrirse, sino madurar sin cesar con la lluvia y con el sol, con la flor y el fruto, con las
raíces y las ramas.
Plántanos como árboles en la tierra de tu creación, con el cielo de tu redención.
Plántanos como el trigo que crece con y a pesar de la cizaña, las ortigas y las piedras del
camino.
Plántanos como un poblado encima de una colina, de tal manera que sus luces sean una
señal para los que viven en la llanura, con y a pesar del viento, la niebla y las tormentas.
Plántanos como un bambú cuya flexibilidad lo resiste todo.
Plántanos como los árboles que flanquean las estaciones y se dilatan sin cesar, pues el
«Reinado de Dios se parece al grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta,
creció, se hizo un árbol y los pájaros anidaron en sus ramas» (Le 13,18-19).
Amén.

336
DÍA TERCERO
LLAMADOS AL SERVICIO DEL REINO EN LA
IGLESIA

RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos el tema?


Dentro del tema general de los Ejercicios abordamos hoy el tema de la Iglesia, como
signo o sacramento del / al servicio del Reino de Dios. El tema ya lo abor damos en el
bloque temático 5. Entonces nos acercamos a la Iglesia como realidad situada en medio
de la sociedad, sobre la que todo el mundo opina, con más o menos acierto; y les
ayudamos a los destinatarios a perfeccionar dicha imagen, en sus aspectos más
fundamentales.
Ahora queremos profundizar en algunos aspectos tratados entonces y abordar otros
nuevos, pero contemplando a la Iglesia desde dentro, y asumiendo sus luces y sombras
comQ propias. Es una manera de fundamentar el sentido comunitario de la vocación y
misión cristianas.
En la primera charla, presentaremos la relación profunda entre Iglesia y Reino de Dios,
desde las afirmaciones fundamentales del Nuevo Testamento. Dos realidades que no se
identifican, pero sí se necesitan mutuamente. Lo hacemos con un lenguaje que puede
sonar novedoso para los participantes, para alguno, incluso, provocativo. Con ello
pretendemos salir al paso de los posibles tópicos que todavía pueden tener algunos
jóvenes al final de Itinerario; al mismo tiempo que les ayudamos a no separar el sentido
de Iglesia y la visión crítica de la misma cuando ésta no es —no somos— verdadero
signo del Reino de Dios.
En la segunda charla, concretaremos las dimensiones principales de la Iglesia, desde su
carácter más mistérico hasta la necesidad de su organización.
Ambas charlas pretenden ciertamente mostrar una imagen más completa y cristiana de
la Iglesia; pero sobre todo, quieren ser una ayuda para que nuestros destinatarios, una
vez concluido el Itinerario, se planteen personalmente y de forma más radical su
pertenencia a la Iglesia y la manera de trabajar por el Reino dentro de ella.

2. ¿Qué capacidades desarrolla?


O Dar razón de la propia fe
— Conocimiento de los contenidos esenciales de la fe cristiana: en concreto, la
Iglesia como comunidad, al servicio del reino de Dios.
O Vivir la fe en comunidad
— Sentido de pertenencia activa a un grupo o comunidad cristiana concretos.
— Participación activa en la vida y misión de la comunidad local y de toda la
Iglesia, como comunidad de los seguidores de Jesús.
O Orar y celebrar la fe
— Encuentro con Cristo de forma personal y comunitaria en la oración y
celebración eclesial de los sacramentos.
— Vivencia de la celebración cristiana con sentido comunitario.
O Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad
— Comunicación de los propios dones y cualidades en el seno de la comunidad
cristiana de referencia, con generosidad y responsabilidad.

3. ¿Qué objetivos pretende?


C> Dar razón del sentido de pertenencia a la Iglesia ante los retos de la cultura actual
(Cfr. Obj. 6).
^> Descubrir la signifícatividad de la fe en el testimonio de cristianos y cristianas de la
Comunidad eclesial, con estados de vida distintos (Cfr. Obj. 5).
O Vivir el proyecto de grupo de fe como experiencia de Iglesia, donde se crece en
fraternidad y en el compromiso de transformar la realidad (Obj. 11).
i-> Vivir el sentido eclesial de oración y celebración cristiana (Cfr. 15).
O Profundizar en la dimensión eclesial del compromiso por la transformación
evangélica de la realidad (Cfr. Obj. 18).

4. ¿Cuáles son sus contenidos fundamentales?


Conceptos
— La Iglesia como comunidad al servicio del Reino de Dios: Sacramento de Cristo, sal
y luz para el mundo.
— Dimensiones de la Iglesia: Misterio, Sacramento, Comunión, Pueblo de Dios,
Misión y Organización.
Procedimientos
— Aplicación del análisis de estructuras a la estructura Iglesia.
— Evaluación crítica y constructiva de las dimensiones de la Iglesia desde el horizonte
y perspectivas del Reino de Dios
— Lectura y análisis de algunos textos del Vaticano II sobre la naturaleza y misión de
la Iglesia.
Valores
— Sentido de pertenencia a la Iglesia como familia de los hijos de Dios.
— Valoración realista y constructiva de la Iglesia.
5. Conexiones con otros temas
— El Dios de Jesucristo (Nivel II / Bloque temático 2).
— Análisis evangélico de la sociedad (Nivel II / Bloque temático 3).
— La Palabra de Dios (Nivel II / Bloque temático 5).
— Cristo, en ét centro de mi vida (Nivel III / Bloque temático 2).
— Análisis evangélico de las estructuras (Nivel III / Bloque temático 3). Este anáfisis
es aplicado a la Iglesia como estructura.
— Compromiso social del cristiano (Nivel III / Bloque temático 4).
— La Igtesiü (Nivel III / Bloque temático 5).
— La Confirmación '(Nivel III / Bloque temático 6).

6. ¿Qué debes tener en cuenta?


Aspectos metodológicos
En este tema tener en cuenta algo de lo que ya apuntamos en el bloque La Iglesia
(Bloque temático 5).
— ?üe(fe ser que algunos participantes, incluso al final del Itinerario, tengan aún ciertas
reservas Sobre el verdadero significado y finalidad de la Iglesia. En ello influye sin
duda un ambiente cultural que todavía se acerca a ella como mera institución pública o
tiene en cuenta preferentemente algunos datos sociológicos. El contenido del tema, en
el que presentamos a la Iglesia en función y al servicio del Reino de Dios, les puede
ayudar a descubrir con mayor profundidad el significado y finalidad de la misma, y a
fortalecer también su sentido de pertenencia a la gran comunidad eclesial.
— En tu tarea de animación, suscita durante el día en todo momento el diálogo y
contraste de opiniones, para que salgan a luz todas las dudas e inquietudes que puedan
tener todavía los participantes. Préstate al diálogo personal para iluminar y aclarar
cuestiones, pero evita en todo momento los juicios prepotentes o descalificadores.
En este sentido, es importante la preparación y metodología del predicador/a, pero
también es esencial que, como animador o animadora, asimiles previamente el
contenido de las charlas. Y no olvides que en este tema como en otros convoca más el
convencimiento vital de lo que se dice que las mismas palabras. Los jóvenes detectan
enseguida cuándo el animador o animadora da una respuesta de oficio y cuándo una
respuesta ya interiorizada. No tengas reparo en aparecer como hijo o hija fiel de la
Iglesia; lo que no es óbice, sino todo lo contrario, para ser crítico con ella, y más cuando
la relacionamos con el proyecto de Jesús, en torno al Reino de Dios.
— Procura en todo momento salir al paso de la tendencia de los participantes a opinar y
valorar a la Iglesia, pero desde fuera, sin implicarse personalmente en esta valoración
crítica. Recuerda una vez más que los Ejercicios son la gran ocasión, al final del
Itinerario, para personalizar e interiorizar el propio camino de fe.
— En el momento de celebración de la tarde proponemos varias alternativas. El equipo
de animadores vea cuál de ellas ayuda a mantener o incluso acrecentar la implicación de
los participantes en los Ejercicios.

Materiales que necesitarás


— Documentos 1,2 y3.
— Papel-mural.
— Cartulinas y rotuladores.
— Casetos de música ambiental.

Temporalización

MAÑANA — Oración. — Primera sesión: • Charla: La Iglesia de Jesucristo


(Documento 1). — Segunda sesión: • Reflexión personal (Documento 2).

TARDE — Tercera sesión: • Charla: Las dimensiones de la Iglesia (Documento 3).


• Reunión en grupo. — Cuarta sesión: * Oración de Vísperas / Oración
personal.

NOCHE — Buenas Noches.

<%> DESARROLLO DEL DÍA

Oración de la mañana

a) Ambientación. En el mural que preside la sala general se coloca un nuevo cartel con el
título del tema del día: Llamados al servicio del Reino en la Iglesia, sobre algún póster que
haga referencia a la Iglesia universal, por ejemplo, una gran muchedumbre agrupada en
torno al Papa o a un acontecimiento eclesial.
Mientras se reúnen los participantes, se pone música ambiental con alguna canción
relacionada con el Reino de Dios, por ejemplo: Tu reino es vida (M. MANZANO), u otro
similar. Es una forma de sintonizar con el tema ya desde el inicio de la jornada.

340
b) Introducción. El animador o animadora del día presenta el tema. Lo puede hacer con
estas o parecidas palabras:
— Las expresiones Iglesia y Reino de Dios ya nos son familiares. Las hemos escuchado
muchas veces a lo largo del Itinerario, sobre todo, en la cuarta etapa.
— ¿Hay alguna relación entre ambas? Lo digo porque hay opiniones para todo:
desde los que opinan que son lo mismo, hasta aquéllos que afirman que no tienen nada
en común.
— ¿Qué pensáis vosotros? (Aquí se puede hacer una rápida lluvia de ideas, expresando en
frases cortas la relación que establecen los participantes. No se trata de buscar
respuestas perfectas, sino de abrir boca sobre el tema).
— En este tercer día de los Ejercicios vamos a profundizar sobre ello. Ser cristiano es
ponerse al servicio del Reino de Dios; pero no se es cristiano o cristiana por libre.
Alguien ha dicho que «un cristiano solo, no es cristiano». Somos cristianos en Iglesia,
en comunidad.
— Como hacemos cada día, os invito a iniciar la jornada con este momento de oración.
c) Canto: Iglesia peregrina (C. GABARÁIN). la y 3a estrofas.
d) Lectura. Proponemos un texto del Vaticano II sobre la Iglesia, de la Lumen Gentium o
de la Gaudium et spes, por ejemplo:
«Aunque la Iglesia, por la fuerza del Espíritu Santo, se ha mantenido fiel a su Señor Jesús
y nunca ha cesado de ser signo de salvación en el mundo, sabe, sin embargo, muy bien que
no siempre, a lo largo de su prolongada historia, fueron todos sus miembros, clérigos y
laicos, fieles al Reino de Dios. Sabe también la Iglesia que aún hoy día es mucha la
distancia que se da entre el mensaje que ella anuncia y la fragilidad humana de los
mensajeros a quienes está confiado el Evangelio.
Dejando a un lado el juicio de la historia sobre estas deficiencias, debemos, sin embargo,
tener conciencia de ellas y combatirlas con la máxima energía, para que no dificulten la
difusión del Evangelio. De igual manera, comprende la Iglesia cuánto le queda aún por
madurar, por su experiencia de siglos, en la relación que debe mantener con el mundo»
(Gaudium et Spes, 43).
e) Momento de reflexión-Oración personal. Como ayer, ofrecemos este salmo adaptado,
que puede ser leído entre dos lectores. Se pone una música ambiental adecuada que ayude
a la interiorización.
Los cimientos de la casa de Dios
están en los corazones unidos.
El Señor ama las puertas de la fraternidad
más que todas las riquezas de la técnica.
Ciudad de hermanos.
iQué cosas tan hermosas dice Dios de ti!
Entre los pueblos que me conocen se
cuentan los sabios y los artistas, los
descubridores, los revolucionarios, los
utópicos y los santos ¡Todos ellos
florecieron en ti!

343
De la asamblea de los que son convocados por el amor se dirá
aquel día:
«Dios en persona ha sido su alimento,
es el Señor el que elige, de entre todos los pueblos,
hombres y mujeres que viven para el amor».
Y todos aquéllos que saben alegrarse con
poemas, danzas y canciones, los que
encuentran su paz en el abrazo, dirán:
«¡Ciudad de hermanos, asamblea de los
corazones unidos, tú eres mi único hogar y mi
familia».
f) Se canta el Padre nuestro.
Primera charla
La Iglesia de Jesucristo
Materiales: Documento 1.
Antes de iniciar la charla, conviene que el animador o animadora, responsable de las
charlas, recuerde a los participantes que algunos aspectos del tema ya fueron tratados en el
bloque temático 5. Lo volvemos a tratar de nuevo para profundizar nuevos aspectos de la
Iglesia, relacionados con la vocación cristiana y nuestra misión en la Iglesia.
Ofrecemos el contenido de la charla en el documento 1. También es oportuno acudir a los
documentos presentados en el bloque temático 5 sobre La Iglesia.
Se puede iniciar la charla retomando la lluvia de ideas espontánea de la oración de la
mañana sobre los términos Iglesia y Reino de Dios.
Reflexión personal
Materiales: Documento 2, cartulinas y rotuladores.
Acabada la charla, se reparte a cada uno el documento 2 para la reflexión personal. En él se
ofrecen unas pistas para personalizar lo escuchado anteriormente. El equipo de animadores
vea la conveniencia o no de entregar también el documento 1, con el contenido de la charla.
Cada participante busca un lugar para reflexionar con tranquilidad. Los animadores y
animadoras colaboren para crear el clima adecuado, y estén disponibles en todo momento
para hablar con los que lo soliciten.
Mientras tanto, se colocan en el mural de la sala los dibujos del documento 2, ampliados en
tamaño cartulina. Se trabajará sobre ellos en el inicio de la charla de la tarde.
342
Concluido el trabajo personal se reúnen por parejas o tríos, diferentes de los del primer
día, y ponen en común la reflexión anterior. Comentan las frases del apartado 1, en torno a
los dibujos, así como la valoración que han hecho en el apartado 2 de cómo vive la Iglesia y
ellos personalmente las características del Reino.
Después se ponen de acuerdo sobre el dibujo, y la característica que representa, que
consideren más importante en el momento actual, tanto para la Iglesia en general, como
para cada uno de ellos en particular.
Como ya indicamos en los días anteriores, conviene que los animadores y animadoras se
presten en todo momento para responder a posibles preguntas de los participantes, aclarar
dudas, etc.
Segunda charla
Las dimensiones de la Iglesia
Materiales: Documento 3-
Después de comer y tras un tiempo de descanso, se reúnen de nuevo todos los participantes
en la sala de gran grupo, ambientada con los dibujos ampliados del documento 2.
Antes de iniciar la segunda charla de la jornada, se ponen en común los dibujos en los que
cada pareja o trío ha hecho sus recomendaciones a la Iglesia y a ellos en participar. Para
hacerlo de forma rápida, cada pareja pone una pequeña señal en los dibujos
correspondientes. De esta forma aparecerán enseguida las características que más necesita
la Iglesia actual y las que necesita para sí mismo; y de paso se verá si exigen más a la
Iglesia que a sí mismos, con lo que también se descubre el nivel de identificación con la
Iglesia.
A continuación, el animador o animadora comenta las posibles distorsiones o in-
congruencias aparecidas en la elección de los dibujos, e inicia la charla. Ofrecemos su
contenido en el documento 3-

Trabajo en grupo
Materiales: Texto de cada apartado del documento 3-

Concluida la charla, se inicia el trabajo en pequeño grupo con el animador o animadora


respectivo para personalizar el tema. Proponemos hacerlo de la siguiente manera. Se
reparten entre los grupos las distintas dimensiones de la Iglesia a las que alude el
documento 3, y lo trabajan siguiendo estas indicaciones:
1. Leer el texto y dialogar sobre la pregunta indicada al final del mismo.
2. Preparar una explicación sobre dicha dimensión de la Iglesia para presentarla a todos los
grupos. Se puede hacer mediante un mural, una dramatización u otra técnica apropiada.

343
Experiencia de oración
Para esta cuarta sesión de la jornada proponemos hacer una experiencia de oración.
Presentamos varias alternativas, todas ellas con un denominador común:
ofrecer a los participantes un momento más prolongado de oración en torno al tema de la
Iglesia.
Los participantes se reúnen en la sala general y cada grupo explica el apartado co-
rrespondiente del documento 3, preparado anteriormente. Después de la puesta en común,
se inicia el momento de oración. Proponemos las siguientes posibilidades:
a) Rezar todos juntos las Vísperas del día, como oración oficial de la Iglesia. Es una forma
de hacer verdaderamente oración eclesial. Y así hay que presentarla a los participantes. En
el caso de que se haga, conviene entregar un guión escrito con el himno, salmos, lectura,
oraciones, etc., convenientemente adaptados a la situación de los jóvenes.
b) Indicamos también otras formas de oración personal. Cada participante elige la que
desee y se retira a un lugar tranquilo, incluida la capilla.
A partir de los dibujos del mural (Documento 2). Por la mañana cada uno ha reflexionado
sobre ellos. Ahora se trata de hacer oración personal a partir del significado de cada uno;
significado que ha quedado enriquecido con la segunda charla y la explicación de los
grupos.
A partir de las dimensiones de la Iglesia (Documento 3). En este caso se ponen encima de
una mesa varias copias del texto de las distintas dimensiones; cada uno toma las dos
dimensiones que más le cuesta vivir personalmente, y hace oración desde ellas.
A partir de textos bíblicos o textos relacionados con la Iglesia. Dichos textos se ofrecen
escritos. En el caso de que sean textos bíblicos se leen directamente de una Biblia que
ofrezca una buena traducción. En otros textos no tener reparo en adaptar el lenguaje para
que sea más significativo para los jóvenes.
Ofrecemos la referencia de algunos textos del Nuevo Testamento.
— Entrevista a Nicodemo (Jn 3,1-21).
— El buen Pastor (/n 10,1-18).
— La incredulidad de los judíos (Jn 12,42-50).
— La vid verdadera (fn 15,1-17).
— El odio del mundo (Jn 15,18-27).
— Oración sacerdotal (Jn 17,6-26).
— El plan de salvación de Dios (Ef 1,2-13).
— En la fuente de la caridad (IJn 4,7-21).
También es significativa la letra de algunas canciones sobre la Iglesia:
— Juntos cantando la alegría (C. GABARÁIN).
— Id y enseñad (C. GABAKÁIN).
— Id por todo el mundo (A. MENDES).
— La nueva humanidad (E.V MATEU).
— La sal y la luz (V MORALES).

344
Oración de la noche

Dado que la sesión anterior ha estado dedicada a la oración, no hace falta hacer otra vez
oración después de la cena. En su lugar proponemos un breve comentario entre todos sobre
la jornada. El clima de serenidad al final de la jornada ayuda a la libertad y franqueza en el
diálogo.
— Aspectos nuevos que se han descubierto sobre la Iglesia.
— Momentos de oración.
— Comunicación por parejas o en el grupo.
— Etc.
Concluido el diálogo espontáneo, se canta una canción mariana y se termina con las
Buenas Noches.

345
©@©[l^[iraff@§ HDOCUMENTO^

LA IGLESIA DE JESUCRISTO

UN CRISTIANO SOLO, NO ES CRISTIANO

La fe en Jesús de Nazaret exige ser vivida en común, puesto que anuncia precisamente la abolición de
las fronteras que hoy separan a unas personas de otras (Cfr. Ef 2,14). Por eso podemos afirmar que un
cristiano solo, no es cristiano. La primera generación cristiana, debido sin duda a que esperaba una
vuelta inminente de Cristo para clausurar la historia y establecer la plenitud del Reino de Dios, no sintió
la necesidad de crear estructuras eclesiales propias; seguían frecuentando el templo de Jerusalén con los
demás judíos piadosos (Cfr. Hechos 2,46; 3,1).
Pero muy pronto, ante el retraso a la Parusía (^segunda venida de Cristo e instauración plena del Reino),
se vieron obligados a crear un mínimo de organización que diera estabilidad a la nueva fe. Con el correr
de lo siglos se fue enfriando la expectación escatoló-gica y se dio una evolución inconsciente por la que
Cristo fue cada vez menos el esperado y cada vez más fue el poseído ya por la Iglesia. Ésta perdió poco
a poco su conciencia de comunidad provisional, distendida entre la primera y segunda venida de Cristo,
se afianzó firmemente en este mundo, se estructuró cada vez más y hasta se identificó con ese Reino de
Dios que no acababa de llegar.

1, La Iglesia es germen y principio del Reino de Dios


Siguiendo la imagen empleada por Pablo, decimos que la creación esta preñada del Reino de Dios (Cfr.
Rom 8,22). Pues igual que en el momento que una mujer sabe que está embarazada modifica su ritmo de
vida y su alimentación en función de la nueva vida que se está desarrollando en sus entrañas, así también
los creyentes, conscientes de lo que se está gestando en la humanidad, empiezan a vivir ya desde ahora
con el estilo que exige este Reino de Dios; y se convierten así en signo de salvación para el resto del
mundo.
Queremos comentar un aspecto poco conocido de las primitivas comunidades cristianas:
se veían obligadas a vivir en un mundo contrario al Reino de Dios —basta pensar en la estructura
esclavista del imperio romano—, y no estaba en su mano cambiar esta situación; pero lo que sí estaba en
sus manos era organizar de otra forma el interior de las propias comunidades cristianas, para que, al
menos en ellas, se hiciera transparente aquello que decía Pablo a propósito de la vida en el Reino de
Dios: Ya no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, ya que todos sois uno en Cristo
Jesús (Gal 3,28; Cfr. Col 3,11).
Un ejemplo de esto es que desde el principio las comunidades cristianas ordenaban presbíteros por igual
a los esclavos y los libres, e incluso elevaron a un esclavo hasta la sede de Pedro, el papa Calixto,
durante los años 217-222. Y admitieron el matrimonio entre esclavos y libres, cosa que no concedían los
romanos.

346
2. La Iglesia existe para instaurar el Reino
El concilio Vaticano II no se contentó con pedir a la Iglesia que fuera germen o anticipo del Reino de
Dios, sino también instrumento de su implantación (Cfr. GS, 39). La Iglesia debe ayudar a dar a luz esos
u cielos nuevos y tierra nueva» en los que habite la salvación de Dios (Cfr. 2 Pe 3,13) como un partera,
pues sabe que no los traerá la cigüeña sin intervención humana.
En esta empresa los cristianos no estamos solos. Puesto que el Reino de Dios es espera do por la Iglesia
no como su futuro personal, sino como el futuro de toda la creación, puede y debe ser preparado en
unión con los demás hombres. La discusión sobre Dios no debería dividir las energías de creyentes y no
creyentes durante las horas de trabajo. Será, en cambio, un tema adecuado para las horas de ocio, cuando
las personas se plantean las preguntas sobre el sentido de la vida.

LA COMUNIDAD CRISTIANA, SACRAMENTO DE CRISTO


1. El hombre tiende a la comunidad
En nuestra pequeña historia, así como en la grande, la de los libros, en todos los aconte cimientos que
suponen encuentro, unión, lucha por la paz, reconciliación, explicitación de la dicha del corazón, en el
compartir la soledad de los hombres, en el llorar con los que lloran y en el reír con los que ríen, unos
ojos contemplativos descubren las letras y las palabras de un lenguaje sacramental, que nos explica el
sentido de la vida.
La vida tiene unos momentos clave, como una especie de nudos existenciales en los que se entrecruzan
las líneas decisivas del sentido más radical —trascendente— de lo humano. Momentos en los que el
misterio humano remite al Misterio, que se deja traducir y entender como comunidad. El hombre sólo se
experimenta, en toda su íntima radicali-dad, en la medida en la que comparte, en la medida en que juega
a fondo la dinámica —más fuerte que él mismo— de darse o de querer recibir, de hablar y escuchar, de
salir de sí mismo y acoger al otro. A mayor sentimiento de compartir en comunidad, de solidaridad en
los sucesos humanos, más y mejor entiende el hombre que avanza hacia la plenitud y más se siente
llamado por ella. Sólo se le halla sentido a la vida cuando uno se deja arrastrar por esta íntima fuerza.
Exclusivamente así el propio misterio —que es uno mismo— tiene sentido y resulta significativo,
porque es transparencia del Misterio.
En estos momentos o circunstancias, podemos calibrar a fondo la auténtica calidad de la vida e intuimos
que plenitud debe ser sinónimo de comunidad.

2. La comunión, lenguaje sacramental de Dios


Esa tensión hacia la comunidad, que experimentamos como lo más radical en el hombre, es lenguaje
sacramental de Dios: él realiza y significa su gran proyecto creador en nuestro hacer comunidad. Al
realizar comunión, somos lenguaje de Dios.
Esa fuerza íntima que sabemos ^ae actúa en nosotros, muy profundamente, pero que nos sobrepasa, es el
Espíritu. La experiencia de fe ve al propio Dios en su actuar, de suerte que Dios y su actuar se
identifican. Al salir Dios de sí mismo proyecta comunidad, y de esta forma se nos hace inteligible en
nuestra historia, de manera que no podemos pensar más Dios que éste: el que se ha hecho a sí mismo
presente como afán de comunidad, porque él mismo es comunión.

347
3. El Espíritu que mueve la comunión
Jesús es el lenguaje definitivo sacramental del Padre que significa y realiza su amor. En Jesús, Dios
mismo se explica como radical solidaridad con el hombre. Pero, además, este lenguaje de Dios también
es Espíritu. Es la fuerza eficaz de Dios que explica y realiza su proyecto. No sentimos la tensión a la
comunión como a lo más radical de nosotros mismos, ¡porque sí! Lo sentimos por la fuerza de Dios que
nos empuja hacia la comunidad total con su Hijo. Por el Espíritu que, a medida que realizamos comunión
mediante su fuerza, nos hace comprensible el lenguaje definitivo que es Cristo. El Espíritu es Dios ac -
tuando en nosotros, el mismo salir de Dios en su afán de crear, de hacer comunidad, de hacer que todos
lleguemos a la comunión total con Dios en su Hijo.

4. En el Espíritu y por Jesús se nos manifiesta el proyecto del Padre


Con todo esto, no pretendemos nada más que redescubrir como lenguaje sacramental toda la tensión
humana hacia la unión y la solidaridad. Y este lenguaje nos hace comprensible cuál sea el proyecto del
Padre, y nos hace saber que ya ha empezado a ser realidad en Cristo. Dios ha pensado desde siempre —
hemos de expresamos en categorías humanas— al hombre como constituyendo un todos-uno con el Hijo.
El Padre quiere que lleguemos a ser hijos-en-el-Hijo. Toda la tensión comunitaria que hay en nosotros es
la Fuerza de Dios (^Espíritu de Dios) que nos empuja hacia la filiación. Esta fuerza de Dios ya ha
comenzado a ser eficaz en Jesús, el Resucitado; y ésta es la gran experiencia pascual: que Jesús nos
precede, que es la cabeza de esta unión total: en el Espíritu y por Jesús, tenemos la esperanza de llegar a
ser hijos de verdad.
Pero esta fuerza de Dios pasa por nuestra historia, por una historia de la que nosotros somos
responsables. Es libre decisión nuestra optar, en cada momento, para hacer la unión o para destruirla,
para crear comunidad o para evitarla. De nosotros depende querer ser hijos del Padre o rehuir esta
llamada. Éste es el gran misterio humano: el proyecto del Padre. Ésta es la Buena Nueva que empezó a
ser vida y realidad en Jesús, el crucificado y glorificado.

5. La experiencia de la comunidad pascual: el «Dios vivo»


La gran experiencia de la comunidad pascual fue la evidencia de que Dios no era un ser estático, situado
ahí arriba, ni un Dios manejable al que se podía encerrar en el templo. Dios estaba vivo en medio de la
historia. El Misterio de Dios era presencia que se manifestaba en la sacramentalidad de las cosas y
acontecimientos, pero que, sobre todo, se decía a sí mismo en el hombre Jesús, y se decía a sí mismo en
la fuerza del Espíritu que creaba comunidad.
Esta íntima experiencia del Dios-Vivo se hizo comprensible a los ojos contemplativos de la fe de los
cristianos como comunidad. Dios es Comunidad, y Dios, al salir de sí mismo, crea comunidad.
La gran nueva que vivió y explicó Jesús —inteligible para nosotros, por la fuerza del Espíritu— es que
Dios, al salir de sí mismo, nos dijo qué es el hombre, cuan maravilloso es el misterio del hombre, que el
hombre es proyecto de comunión en Jesús, que nos precede en esta plenitud.

6. La Iglesia, Sacramento de Cristo resucitado en la historia


Decíamos antes que Jesús realiza y significa su gran proyecto creador en nuestro hacer comunidad.
Nosotros, al realizar comunión, somos lenguaje de Dios. Y a este proyecto

348
creador muy bien podríamos denominarlo proyecto de filiación, porque se trata de que todo hombre
llegue a ser hijo-en-el-Hijo. Podríamos decir que el Hijo, ya realizado, es la comunión de todos los
hombres en él.
Hay una comunidad que, asumiendo la cruda realidad de la historia, con todas sus ambivalencias y
contradicciones, pretende realizar y significar —y comunicar— que el proyecto del Padre ya va siendo
realizado por la fuerza del Espíritu. Es la comunidad que, terriblemente condicionada por la historia, va
haciendo y realizando la lectura sacramental del Misterio, Es la comunidad consciente de que Cristo la
precede porque se sabe empujada por el Espíritu. Esta comunidad tiene nombre, un nombre muy sobado,
erosionado por una larga historia, que es la historia de Dios: la Iglesia.
Esta comunidad significa y realiza, en su ser comunidad aglutinada por el Espíritu en medio del mundo
de los hombres, que Jesús, el Crucificado, está vivo en la historia, y que su vida va haciéndose más plena
a medida que el hombre va siendo más y más comunidad. La Iglesia es el sacramento de Cristo
Resucitado en la historia.
Asumir el lenguaje sacramental de Cristo Resucitado, que es la Iglesia, significa tomarse la realidad con
tanta seriedad como Dios mismo. Que aquí no vale ni la matrícula de la universidad a distancia, ni el ir
por libre.

«SI LA SAL PIERDE SU FUERZA, ¿PARA QUÉ SERVIRÁ?»

1. La institución, un riesgo que es necesario correr


Caja de Ahorros y Monte de Piedad es un título sugerente. Parece que nos habla de solidaridad y de
misericordia. Parece tener una buena finalidad: el servicio al desvalido. Con el tiempo, sin embargo, ese
buen dibujo se desfigura y tiende a desvanecerse; y parece razonable que la institución, para sobrevivir
(?), vele por sus propios intereses, los de quienes la constituyen.
Con los partidos políticos sucede, frecuentemente, algo similar. Suele tratarse de organizaciones
honestas, nacidas del deseo de servir al prójimo, con una finalidad altruista. Pero, al poco tiempo, brotan
muchos otros intereses camuflados, por encima de aquella óptima finalidad. Incluso llega a darse una
rara —y nada clara— mezcla de finalidades e intereses.
Quizás, a veces, te quejes de cómo llevan tus padres la familia. En modo alguno les nie gas su buena
voluntad, pero posiblemente piensas que se empecinan en manías; que, con la motivación de que «hay
que mantener cierto orden en casa», prefieren no arriesgarse a los cambios; optan por su tranquilidad, por
su paz, ante la posibilidad de tener que adaptarse a una nueva situación. Piensa en ti mismo, ¿estás
seguro de que no caerás un día en la misma amalgama de finalidades serias y de intereses un poco
egoístas?
Todos estos ejemplos, y muchos otros que podríamos agregar, apuntan una curiosa realidad que los
sociólogos tienen muy bien estudiada y que podría formularse de esta guisa:
— Toda agrupación humana, por el hecho mismo de llegar a serlo, requiere un cierto grado de
institucionalización, organizando unas reglas del juego, una dinámica de grupo, un cuadro dirigente.
— Pero, precisamente, esta misma y tan necesaria institucionalización comporta un riesgo, un virus
potencial: la posibilidad de confundir la finalidad de la institución con los intereses de
funcionamiento

349
Oportuno será que señalemos que esta enfermedad, cuando se presenta, no siempre es debida a una mala
intención de los dirigentes o de las personas que componen el grupo institucional. Muy a menudo, unas
fuerzas a las que podemos calificar de irracionales posibilitan la confusión de finalidad e intereses. Es
evidente que esto no libra de responsabilidad a los jefes y miembros del grupo institucionalizado, pero
ciertamente la disminuye. ¿Qué debemos concluir?: que es necesario velar para que la institución no se
deje arrastrar por la patología, por el riesgo inherente a su propia condición.

2. Y no solamente el riesgo de la institucionalización;


también tentaciones y pecados
Más allá de acusaciones que son un tópico, y más allá del riesgo de patología social, des cubrimos que la
Iglesia padece serias tentaciones y es culpable de pecado. El símbolo puede pervertir su significado; el
beso puede significar traición, al estilo de Judas; la sa-cramentalidad de la Iglesia puede perder sentido y
fuerza: «Si la sal pierde su fuerza, ¿para qué servirá?» dice Jesús (Mt 5,13). Quizás las principales
tentaciones y pecados de la Iglesia puedan enmarcarse en los aspectos siguientes.

O Hacer de la Iglesia una «nueva sinagoga»


Poner el vino nuevo del Evangelio en odres viejos. Tentación tan antigua como la primera comunidad
cristiana, en la que algunos querían seguir con aquello que había quedado superado por Jesús: la Ley
judía por encima o al lado de Cristo. El problema fue tan fuerte que dio motivo a celebrar el primer
concilio de la Iglesia, el de Jerusalén (Cfr. Hech 15,1-35). Un ejemplo más actual podría ser el
lefevrismo, que se niega a aceptar y a asumir, como un don del Espíritu, el concilio Vaticano II.

O Un retorno, muy camuflado, a la Ley


Hacer normas del amor, olvidando que «no es el hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre»
(Me 2,27). ¡Como si Jesús hubiese traído el anuncio de una nueva Ley! Tentación siempre actual, no
solamente en la jerarquía, sino también tuya y mía. Queremos que se nos diga hasta dónde podemos
llegar sin pecar, que se nos señalen muy claramente las reglas del juego, o, poniéndonos en el extremo
opuesto, pasamos de toda regla de juego, con el riesgo de hacer ley del no hay ley para el cristiano. Se
trata, respectivamente, de integristas o de pasotas progres.

O Un retorno, también muy camuflado, al templo


Es un intento de poner a Dios al alcance de la mano; encerrar a Dios entre las cuatro pa redes de una
capilla, para que no se pasee por nuestras calles, por la fábrica o la univer sidad. Volvemos a hacer la
fácil y cómoda distinción entre sagrado y profano. Ya el buen rey David, mil años antes de Cristo, quería
hacer una casa para Dios. Los creyentes de todos los siglos hemos querido tener siempre a Dios de
nuestro lado; franceses y alemanes hacían bendecir sus correspondientes banderas antes de partirse
mutuamente la cabeza. Olvidamos que Dios tiene por casa el mundo y los corazones, y que quiere ser
adorado en la vida, en espíritu y en verdad, en la justicia que hace extensiva a todo hombre la vida de
Dios.

350
O Un retorno, asimismo muy camuflado, al «marginar y excluir»
Algunos afirman que es necesario, hoy en día, ser muy influyentes, con el fin de que el nombre de Dios
sea conocido y adorado por todos. ¡Es preciso ser productivos y eficaces! En efecto, superada la
tentación de retorno a la ley judía, superadas también las persecuciones romanas imperiales, los
cristianos hemos pretendido hacer triunfar la verdad de Cristo, no merced a las bienaventuranzas, sino
por un camino más eficaz que el de las bienaventuranzas o el de la cruz: entrar en el mundo del brazo del
Estado y de toda persona o institución influyente. De esta forma, dejándonos llevar por la patología so-
cial ya mencionada, hemos dicho que Galileo mentía o hemos amamantado diversos na-cional-
catolicismos o hemos reducido la fe tan sólo a hacer la revolución social.
Por otra parte, y siempre en nombre de Cristo (!), hemos preferido des-unir la Iglesia del mismo Cristo:
ortodoxos y romanos, Reforma y Contrarreforma. Si, en cada ocasión, las dos facciones hubiesen mirado
la finalidad de la Iglesia y la verdad de Cristo —mucho más que la parte de verdad propia, subrayada
hasta el antagonismo—, la claridad significativa —sacramental— de la Iglesia habría sido más
resplandeciente, la sal habría tenido más salinidad. Hemos preferido excluir a los otros, fijándonos en la
mota de su ojo sin ver la viga del propio.

3. La Iglesia es consciente de estas tentaciones y pecados


Ya desde el mismo siglo primero, la comunidad de creyentes se percató de que era obje to de tentación
en su concreta circunstancia histórica (^situación de desierto = de hacer camino), como le había pasado
al pueblo de Israel, y como le sucedió a Jesús de Nazaret. Efectivamente, los primeros cristianos
tuvieron el acierto de hacernos llegar por escrito las conclusiones de su revisión de vida —revisión
referida siempre a la manera de hacer camino de Jesús—, porque intuyeron que, así, nos ayudarían. En
concreto, nos explican tres narraciones muy gráficas, cuyo protagonista es Jesús-Hijo de Dios, elegido
para la misión de liberar a los hombres, que es tanto como decir: la comunidad de los hijos de Dios, los
llamados a la misma misión de Cristo, es decir, ¡la Iglesia! Su forma literaria es de tríptico (Cfr. Mt 4,1-
11), que podemos resumir como sigue:
— Iglesia, ya que tienes esta especial relación con Dios, hazla valer en tu propio provecho: «Si eres Hijo
Dios, di que estas piedras se conviertan en pan» (Mt 4, 3).
— La segunda parte del tríptico es aún más sutil: Iglesia, ya que tienes esta misión tan importante para
los hombres, utiliza tu especial relación con Dios en provecho de tu misión: «Si eres Hijo de Dios,
tírate abajo» (Mt 4,6): organiza una buena manifestación, gracias a la cual la gente ya no pueda
dudar, lo vea todo claro y no tenga más remedio que creer, la gente lo está pidiendo, hazlo por su
bien, dales la religión que piden, ahórrales el riesgo de la fe, les has de vender seguridades.
— El tercer ventanillo es muy descarado, pero terriblemente real: Iglesia, si tienes la verdad para los
hombres y sabes que tu misión es la del Hijo de Dios, has de imponer la verdad, has de utilizar
incluso el poder para hacer más eficaz tu misión: «Le mostró todos los reinos del mundo con su
esplendor, diciéndole: "Te daré todo esto, si te postras y me rindes homenaje"» (Mt 4,8-9).
Tentación y caídas de la Iglesia. Por ello el concilio Vaticano II dice: «La Iglesia santa y, al mismo
tiempo, necesitada de purificación, va buscando una continua penitencia y purificación» (LG 8). «Cristo
llama a la Iglesia peregrina a esta continua reforma, de la que ella misma, en cuanto institución terrena y
humana, tiene siempre necesidad. Humildemente pedimos perdón a Dios y a los hermanos separados»
(Unitatis redintegratio 6 y 7).

351
DOCUMENTO 2

PARA LA REFLEXIÓN-ORACIÓN PERSONAL

1. Fíjate detenidamente en los dibujos. Piensa si guardan alguna relación con las carac terísticas del
Reino de Dios y de la Iglesia querida por Jesucristo, y escribe debajo de cada dibujo una frase que
exprese la característica a la que hace referencia.
2. Ahora imagínate que el personaje de los dibujos es la Iglesia o tú mismo/a, como miembro de ella, y
evalúa en qué medida estáis viviendo una y otro estas características del Reino de Dios. Escribe en el
cuadro de la derecha algún detalle que lo demuestre.
f IGLESIA

C§° TÚ MISMO/A
W IGLESIA

C^ TÚ MISMO/A

352
W IGLESIA

CS' TÚ MISMO/A
^ IGLESIA
D^° TÚ MISMO/A
f IGLESIA
VS° TÚ MISMO/A
f IGLESIA

I®' TÚ MISMO/A
Finalmente, haz oración. Sitúate delante de Jesucristo e imagina una conversaciól con él sobre tu
forma de vivir dentro de la Iglesia.
DOCUMENTO 3

LAS DIMENSIONES DE LA IGLESIA HOY

Las dimensiones principales que revelan la realidad de la Iglesia hoy son las siguientes:
— Iglesia-Misterio.
— Iglesia-Sacramento.
— Iglesia-Comunión.
— Iglesia-Misión.
— Iglesia-Organización.
— Iglesia-Pueblo de Dios.

1. La Iglesia-Misterio
La palabra misterio no se toma como verdad imposible de entender para la inteligencia humana, sino
como presencia operante de Dios en la humanidad.
Cuando hacemos la pregunta: «Iglesia, ¿qué dices de ti misma?», ella nos responde que su realidad
consiste, más que en las apariencias externas, en la íntima comunicación de Dios con los hombres.
El primer capítulo de la constitución Lumen Gentium, con la que el Concilio Vaticano trata de explicar
el ser de la Iglesia, lleva precisamente como título: «El misterio de la Igle sia». En una afirmación rica de
contenido lo resume así: «Una profunda analogía asimila la Iglesia al misterio del Verbo encarnado»
(LG 8).
En efecto, así como en Cristo la naturaleza humana ocultaba y revelaba al mismo tiempo su persona
divina, así en la Iglesia su organización y sus signos externos esconden y manifiestan la presencia de
Dios en el corazón de los fíeles y en la historia. Y así como en Cristo la palabra humana revelaba el
designio de Dios sobre el hombre, así en la Iglesia la doctrina y la predicación hecha con signos y
palabras humanas expresan y anuncian el plan de salvación que Dios propone al hombre de hoy.
El misterio consiste, entonces, en que, bajo los elementos visibles que los ojos ven, se oculta una fuerza,
un mensaje, una propuesta, una forma de vida que actualizan la existencia de Cristo y son, por lo tanto,
el diálogo que Dios a través de su Hijo entabla con la humanidad de hoy.
Precisamente, lo que despista a muchos son los elementos visibles que, hechos a la medida de los
hombres, se presentan imperfectos. Pero son el único medio de manifestar la realidad invisible y
profunda de la Iglesia.
Esta presencia de Dios, sentida por los fieles en el propio corazón y por la comunidad en su propia
historia y en la del mundo, se expresa con diversos símbolos tomados de la vida de los hombres. Así se
hace comprensible una realidad que resulta difícil de captar en un primer intento. Así se dice que la
Iglesia es un redil cuya puerta es Cristo; o una grey cuyo pastor es Dios, según las profecías. Los que
pertenecen a ella, aunque parecen conducidos y nutridos por jefes humanos, son, a decir verdad,
orientados y confortados por el mismo Cristo, por el Padre, por su Espíritu.

355
La Iglesia se llama muchas veces campo o edificación de Dios. Los fieles fundan su vida en la fe en
Dios y desde ella ven la historia. El mismo Señor se comparó con una piedra que, rechazada por los
constructores, es puesta como fundamento en la casa que él edifica. A la Iglesia se la llama también casa
de Dios, tienda de Dios entre los hombres, habitación de Dios y, sobre todo, templo espiritual y
misterioso simbolizado por los templos materiales.
Se podrían añadir todavía otras figuras para hacer ver aún más la doble e inseparable dimensión: el
designio eterno de Dios que ama a la humanidad y su presencia operante hoy en la historia; y su
expresión en signos visibles y limitados, según la naturaleza y las posibilidades del hombre.
Una, por lo menos, hemos de recordar Cuerpo de Cristo. Es la imagen que mejor caracte riza su ser y su
estructura nueva y única. La acuñó San Pablo para explicar el misterio de la Iglesia. Con ella se expresan
muchas cosas. Enunciamos algunas:
— La Iglesia continúa hoy la existencia de Cristo y hace visible a los hombres de hoy su persona y su
misión; en ella todo hombre puede encontrar a Cristo. Es el lugar de la experiencia cristiana.
— La Iglesia participa de la realidad misteriosa de su existencia humano-divina. Así co mo él vivió la
plenitud de la divinidad bajo la forma humana, así en la Iglesia bajo la forma histórica se manifiesta
el plan, la voluntad y la fuerza salvadora de Dios.
— A cada uno de los creyentes se comunica la vida de Cristo: por el Bautismo nos configuramos con él.
En el Espíritu nos es dado un corazón de hijos por el cual llamamos Padre a Dios y llevamos ya en
nosotros la fuerza de la resurrección de Cristo, estando destinados a la comunión con Dios que ya
experimentamos en este mundo.
— Todos los fieles constituyen una unidad, un solo cuerpo. Hay diversos ministerios y funciones; sin
embargo la caridad infundida por el Espíritu mediante la gracia de Cristo los unifica: «Por él, todo el
cuerpo, alimentado y trabado por las coyunturas y ligamentos, crece en aumento divino» (Col 2,19).
Él mismo conforta constantemente su Cuerpo, que es la Iglesia, con los dones de los ministerios, por
los cuales, con la virtud derivada de él, nos prestamos mutuamente los servicios para la salvación, de
modo que, viviendo la verdad en caridad, crezcamos por todos los medios en él, que es nuestra
Cabeza (Cfr. Ef 4,11-16) (LG 7).
La Iglesia es un misterio: bajo sus elementos visibles está la presencia del Dios Trinidad.
¡=> ¿Creéis que los jóvenes podéis descubrir el Misterio de Dios presente en los elementos concretos de
la Iglesia? ¿En qué hechos o realidades?

2. La Iglesia-Sacramente»
La Iglesia no sólo tiene dentro de sí esta dimensión, sino que la expresa con sus signos y, expresándola,
la actualiza. Ella por la gracia de Dios, hace crecer el Pueblo de Dios, engendra el Cuerpo de Cristo,
amplía el espacio del Espíritu.
La Iglesia es el gran Sacramento: el signo visible y eficaz de la acción salvadora de Dios que ella
manifiesta a través de otros signos particulares. Se dice que es el Sacramento universal de salvación.
Universal quiere decir para todos los hombres, de toda la realidad, en toda la extensión del mundo.
La salvación que la Iglesia expresa, celebra y actúa consiste en la íntima unión de la hu manidad con
Dios y en la unidad de todo el género humano, en una forma de vida y de convivencia totalmente dignas.

356
Para ello la Iglesia dispone de tres fuentes principales de las cuales vive:
— La Palabra de Dios, que se encuentra concentrada en la Sagrada Escritura, leída e interpretada por la
comunidad eclesial a la luz de la tradición y con la ayuda del magisterio. La Palabra interpela
continuamente a la comunidad desde la experiencia cotidiana de ser hombres nuevos en Cristo y desde
los acontecimientos significativos para el mundo y para la persona.
— La Liturgia, que comprende variados signos y celebraciones con los cuales «los fieles expresan en su
vida y manifiestan a los demás el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia. Es
característica de la Iglesia ser a la vez humana y divina, visible y dotada de elementos invisibles,
entregada a la acción y dada a la contemplación, presente en el mundo y, sin embargo, peregrina; y todo
esto de suerte que en ella lo humano esté ordenado a lo divino, lo visible a lo invisi ble, la acción a la
contemplación, y lo presente a la ciudad futura que buscamos)) (SC 2).
— La vida de la Comunidad inspirada en la caridad: «En el grupo de los creyentes todos pensaban y
sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía» (Hch 4,
32).
O ¿la Iglesia es para vosotros «sacramento de salvación»? ¿En qué situaciones y actitudes concretas se
expresa esta realidad?

3. La Iglesia-Comunión
«Quiso el Señor santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con
otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente» (LG 9).
Quienes siguen a Cristo forman en este mundo una Comunidad. Ésta es visible en la celebración, en el
estilo de vida. De estos síntomas externos, se colige la existencia de realidades más profundas que se
comparten: la Fe en Cristo, la Esperanza en la salvación del hombre y del mundo por la fuerza de su
resurrección, y la Caridad difundida por Dios en nuestros corazones.
La Comunión o unión íntima, el compartir bienes en la Iglesia, se refiere en primer lugar a Dios:
comunión con él mediante Jesucristo y el Espíritu que dándosenos en el Bautismo nos hace hijos suyos.
De aquí se difunde hacia los hombres; comunión con los hermanos en la fe y con toda la humanidad. La
Iglesia no se mantiene unida por el poder y la organización, sino por esta profunda acción del Espíritu en
el corazón de las personas y de las comunidades.
Consecuencias o manifestaciones de la comunión son:
— La igualdad entre todos los fieles por lo que a la dignidad se refiere. Las diferencias están en función
del bien de todo el cuerpo, pero no constituyen títulos de nobleza o de mayor dignidad.
— La participación de todos al bien común eclesial con aportaciones propias.
— La circulación de los bienes entre todos: la santidad, la oración, la fe, el sacrificio, la fidelidad, el
amor.
— La corresponsabilidad en la vida y en la misión: se expresa a nivel de episcopado en la colegialidad; a
nivel de parroquia en la implicación directa de los fieles en los asuntos de la comunidad.

357
— La unidad fundamental, que se hace visible entre los miembros de una misma comunidad y entre
todas las comunidades del mundo. Las comunidades y movimientos se unen en la parroquia; las
parroquias en la diócesis; éstas, en la conferencia episcopal nacional; las Iglesias de todo el mundo
en la gran comunión católica con el Papa.
— El esfuerzo por la búsqueda de unidad entre los hombres. En efecto, la Iglesia no es sólo comunión
sino también instrumento y signo de la unión de la humanidad mediante lo más noble, el amor; y
hacia su destino más alto: la fraternidad humana y la comunión con Dios. De ahí el movimiento
ecuménico.
O ¿Vivís en vuestra Iglesia local estas manifestaciones de comunión? ¿Cuáles no llegan a producirse y
por qué?

4. La Iglesia-Misión
Muchos dichos de Jesús indican que sus discípulos, sin adecuarse a lo que este mundo tiene de egoísta y
perverso, deberán sin embargo vivir inmersos en él: «Sois la luz del mundo, la sal de la tierra» (Mt 5,13-
14). De la misma manera, al inaugurar la Iglesia, el Señor dice a sus discípulos: «Me ha sido dado todo
poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he
mandado. Y he aquí que yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,18-20).
La comunidad eclesial se constituye para el mundo, como un servicio a la verdad y al sentido último de
la persona. En esto participa del misterio de Cristo que se hizo hombre para salvar a sus hermanos y
llevó esta misión hasta el extremo de la total donación.
La misión de la Iglesia se puede describir brevemente en estos términos:
— Anunciar el Evangelio invitando a los oyentes a la fe. Esto se hace por el testimonio de vida de los
cristianos y el anuncio explícito del Reino de Dios mediante la predicación, la palabra escrita, los
medios de comunicación, la participación en la discusión cultural, la enseñanza religiosa escolar y
otros.
— Acompañar a los que optan por Cristo para que crezcan hasta la plenitud de la caridad formando con
ellos comunidades cristianas.
— Participar solidariamente y con su aportación original en el esfuerzo común de los hombres por la
promoción y dignidad de la persona: paz, justicia, vida, condiciones humanas, derecho, cultura:
poniéndose especialmente de parte de los más pobres y necesitados, según la preferencia de Cristo:
los marginados, los que padecen discriminación injusta, las víctimas de los sistemas económicos y
políticos.
La misión que la Iglesia universal desarrolla respecto al mundo la realiza la Iglesia local en la ciudad y
en el barrio con acciones proporcionadas. Es confiada a todo fiel y a toda comunidad según su propio
ambiente y contexto.
O ¿Participan nuestros grupos en ¡a misión de ¡a Iglesia?

5. La Iglesia-Organización
La Iglesia que es Misterio-Sacramento-Misión, tiene, sin embargo, un cuerpo de leyes y de normas, una
autoridad que coordina, manda y define, una subdivisión territorial. Usa medios como el dinero, las
nunciaturas, la comunicación social, organismos que animan diversos sectores de su vida y de su
servicio. Sí, la Iglesia es esa organización que algunos no alcanzan a perforar para ver dentro su
misterio, y en la cual quedan como atrapados.

358
Es justamente ésta la condición de su encarnación y de su existir en este mundo. La comunidad y la
misión no se pueden desarrollar en las condiciones en que viven los hom bres sin una organización al
servicio y en función de los fines. Por ello la Iglesia ha asumido y mejora constantemente sus formas de
conexión, de trabajo y de colaboración, conforme a los nuevos adelantos del progreso social.
La organización responde a las exigencias del cuerpo: «Como los miembros del cuerpo humano, aún
siendo muchos forman un solo cuerpo, así también los fieles en Cristo» (1 Cor 12,12). También en la
constitución del cuerpo de Cristo está vigente la diversidad de miembros y oficios. Uno solo es el
Espíritu, que distribuye sus variados dones para el bien de la Iglesia según su riqueza y la diversidad de
ministerios (Cfr. 1 Cor 12,4-11; LG 7).
Hay, pues, funciones para la unidad del cuerpo; hay funciones para la recta utilización de las cualidades
de las personas y medios de acción, hay funciones para la claridad de los fines. «Entre estos dones
resalta la gracia de los Apóstoles (obispos), a cuya autoridad el mismo Espíritu subordina los
carismáticos» (Cfr. LG 7).
Por lo anteriormente dicho, se ve que la organización no es ni mecánica ni empresarial:
es a la manera de un cuerpo, entre órganos y funciones que tienen una misma vida y están no
yuxtapuestos, aglomerados o ensamblados, sino unidos por la fuerza del principio vital que a todos les
hace ser una sola cosa. Así mismo la relación entre las funciones no es externa o jurídica, sino enraizada
en el hecho de que todos somos uno en Cristo. El Obispo no es para el fiel simplemente un jefe de
empresa. Él es realmente, y así lo ve el fiel, aquél que por la gracia de la consagración representa y
comunica sacramentalmente con Cristo, cabeza de la Comunidad.
Así mismo, los fieles no son para los sacerdotes y obispos clientes de servicios religiosos o simplemente
asociados, sino miembros indispensables del único Cuerpo de Cristo.
O ¿Cómo creéis que acepta la nueva sociedad esta concepción de la organización de la Iglesia? ¿La
aceptáis vosotros? ¿En qué lo manifestáis?

6. La Iglesia-Pueblo de Dios
Los aspectos anteriores se expresan en su mutua referencia e interpretación en la denominación de la
Iglesia como Pueblo de Dios.
Esta expresión coloca a la Iglesia en continuidad histórica con todos los que desde el ini cio de la
humanidad reconocieron y adoraron al verdadero Dios: especialmente con Abra-hán, los patriarcas y el
pueblo de Israel. Éste vivió una experiencia religiosa fundamental e iluminadora: la Alianza de Dios con
el pueblo y del pueblo con Dios. Basado en ella, elaboró una sabiduría que se halla en los libros de la
Escritura; organizó una forma de culto y fundó un derecho para la convivencia entre los hombres. En
todo este proceso fue acompañado por profetas y reyes, jueces y sabios, inspirados por el Espíritu.
Esta continuidad es radicalmente transformada por Cristo, quien, al revelar y hacer posible nuestra
condición de hijos de Dios, funda el pueblo universal, espiritual, guiado por su enseñanza y sostenido
por la esperanza y la fuerza que brota de su Resurrección. El día de Pentecostés, con el anuncio de esta
Buena Nueva en muchas lenguas al mismo tiempo, el pequeño pueblo de Israel, depositario de la
promesa, se hizo pueblo universal de Dios.
Pueblo de Dios expresa bien el misterio de la Iglesia. Así como otros pueblos se unen y se organizan por
fuerza de antecedentes históricos, de raza, de cercanía en un mismo territorio, de objetivos temporales
comunes; así este pueblo es congregado por el Señor y

359
se mantiene unido por la fuerza de la fe en él y por el amor que él le infunde. Es un pueblo que tiene su
origen en Dios, y sabe que está dirigiéndose a él como a su meta final. Por ello son accidentales los
diversos antecedentes históricos de sus componentes, la diversa condición social, la diversa extracción
cultural. La realidad radical es la fe en la presencia salvadora de Dios. «Ya no hay distinción entre judíos
y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Cristo Jesús» (Ga 3,28).
Pueblo de Dios expresa con claridad la dimensión de comunidad organizada —comunión-organización
—. En efecto, todo pueblo con existencia histórica, además de tener algunos elementos que le sirven de
aglutinante, tiene una organización que asegura la supervivencia y la vitalidad: jueces, gobernantes,
metas, lugares de referencia, libros. La noción de Pueblo de Dios expresa la historicidad, el vivir y tener
visibilidad y consistencia en este mundo. Si así no fuera, no alcanzaría tampoco a ser sacramento, es
decir signo visible y expresivo de una realidad más profunda.
Finalmente, Pueblo de Dios tiene una referencia clara a la misión y al servicio. Un Pueblo entre los
otros, que hace como éstos un camino. Pero con un objetivo original, que no compite con los fines de los
otros pueblos, sino que los asume y lanza hacia una mayor plenitud. Por ello la Iglesia, liberándose de
toda preocupación excesiva de poder, de prestigio, de estatutos jurídicos para delimitar su autoridad
frente a la de otros pueblos o instituciones, aborda las relaciones con el mundo en términos de servicio
hasta el sacrificio: «Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único» (Jn 3,16).
Iglesia y mundo se consideran envueltos en un mismo designio que orienta al ser humano hacia la
plenitud en Dios. Para realizar esto, la Iglesia se pone a disposición de los hombres en forma solidaria,
histórica, social, visible y pública. Acepta la autonomía de lo temporal, su carácter laico y secular;
reconoce el pluralismo de las sociedades modernas en su organización. Ella es el Pueblo de Dios, no de
un sistema político particular, de una clase, de un tipo de organización política; no de la potencia militar,
del desarrollo económico. La caracteriza el sello de Dios cuyo nombre lleva grabado en la frente y en el
corazón (Cfr. Ap 14,1).
;-> ¿Qué os sugiere la imagen del Pueblo de Dios? ¿Es un modelo cercano a tu vida de fe o ésta es más
bien algo íntimo y privado?

360
DÍA CUARTO
MI COMUNIDAD CRISTIANA LOCAL. PERTENENCIA Y
COMPROMISO

<%> RINCÓN DEL ANIMADOR

1. ¿Por qué proponemos el tema?


El día de ayer lo dedicamos al tema de la Iglesia y su relación con el Reino de Dios.
Con ello pretendíamos que los participantes profundizaran en el verdadero significado y
finalidad de la Iglesia, y de esta forma descubrieran un poco más la dimensión eclesial
de la propia vocación cristiana.
Como ya sabes por tu experiencia de animación, los jóvenes aceptan fácilmente
cualquier novedad sobre un asunto determinado, pero tienen mayor dificultad para
incorporarla a la vida de cada día. Con el tema de la Iglesia puede suceder lo mismo:
agradecen un lenguaje nuevo sobre la Iglesia y lo incorporan a su patrimonio cultural,
pero les cuesta vivir este sentido de Iglesia en la realidad.
Por ello proponemos para este último día de los Ejercicios el tema de la comunidad
cristiana local, e invitamos a los participantes a situarse personalmente en ella y ante las
formas concretas de desarrollar y vivir la única vocación cristiana.
En la primera charla invitamos a los jóvenes a situarse dentro de la comunidad o Iglesia
local, y a valorar el propio camino de fe desde las características de las primeras
comunidades cristianas. El tema se ha presentado ya a lo largo de la Cuarta Etapa del
Itinerario, pero tiene perfiles nuevos en este marco de los Ejercicios.
En la segunda charla presentamos las distintas formas de vivir la única vocación
cristiana, presentes todas ellas en la Iglesia local. Y para que no se quede simplemente
en un dato teórico, ofrecemos a los participantes una mesa redonda, con personas
concretas, testigos de vocaciones.

2. ¿Qué capacidades desarrolla?


El tema de hoy ayuda a desarrollar las misma capacidades que el de ayer, pero desde el
marco concreto de la propia comunidad local.
C> Dar razón de la propia fe
— Conocimiento de los contenidos esenciales de la fe cristiana: en concreto, la
Iglesia local, como comunidad cristiana al servicio del Reino de Dios.
i-> Vivir los valores del Evangelio
— Encuentro con Cristo vivo en la vida y en la historia, desde la perspectiva de la
Encamación.
— Elaboración del propio proyecto de vida según los valores evangélicos.
O» Vivir la fe en comunidad
— Sentido de pertenencia activa a un grupo o comunidad cristiana concreta.
— Participación activa en la vida y misión de la comunidad local y de toda la
Iglesia, como comunidad de los seguidores de Jesús.
C> Orar y celebrar la fe
— Encuentro con Cristo de forma personal y comunitaria en la oración y
celebración eclesial de los sacramentos.
— Vivencia de la celebración cristiana con sentido comunitario.
O Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad
— Comunicación de los propios dones y cualidades en el seno de la comunidad
cristiana de referencia, con generosidad y responsabilidad.

3. ¿Qué objetivos pretende?


O Descubrir la signiflcatividad de la fe en el testimonio de cristianos y cristianas de la
Comunidad local, con estados de vida distintos (Cfr. Obj. 5).
O Dar razón del sentido de pertenencia a la Iglesia local ante los retos de la cultura
actual (Cfr. Obj. 6).
l-> Asumir el estilo evangélico como forma personal de vida y criterio de valoración
del propio ambiente (Obj. 8).
O Vivir el proyecto de grupo de fe como experiencia de Iglesia local, donde se crece en
fraternidad y en el compromiso de transformar la realidad (Obj. 11).
O Vivir la oración y celebración cristiana en la comunidad local (Cfr. 15).
O Profundizar en la dimensión eclesial del compromiso por la transformación
evangélica de la realidad y del propio ambiente (Cfr. Obj. 18).

4. ¿Cuáles son sus contenidos fundamentales?

Conceptos
— La vida de las primeras comunidades cristianas: Martyria, Liturgia, Koinonía,
Diakonía.
— La vocación cristiana: elección, vocación, misión.
— Formas específicas de vocación cristiana: los seglares consagrados, vida ma-
trimonial, vida religiosa, ministerios ordenados.
Procedimientos
— Aplicación del análisis de estructuras a la Iglesia local.
— Evaluación crítica y constructiva de comunidad cristiana local desde las ca-
racterísticas dp las primeras comunidades. T- Pips^n^tízadétt^j^^y^l^saetUa^
Valores
— Sentido de pertenencia a la Iglesia local.
—• Vator»aGn rcal^y coastructíva de ta Iglesia loc'4. í- Aptc'düáe W<3M|ÍtíefNteas de
las.pritílü^ comunicbdes cristianas y viyenr cía de las cuAttayen la Iglesia local. '
— ¿elaboración en la vida y actividades áe la propia comunidad cristiana local.
c • ' ,
5. CoftéxioneS c<m otros temas
— Ser persona con hs otros al estilo de Jesús (Nivel I / Bloque temático 3).,
— Análisis evangélico del entorno (Nivel 11 / Bloque temático 3).
— 0^ac^»<Nwet H / Bloque temático 5).
— Madurez wlgrnpQ (Nivel U /Bloque tanétiro 1). >
— La Palabra de Dios (Nivel II / Bloque temático 5).
— La Eucaristía (Nivel II / Bloque temático 6).
— Análisis evangélico de las estructuras (Nivel III / Bloque temático 3).
— Compromiso social del cristiano (Nivel III / Bloque temático 4).
— La Iglesia (Nivel III / Bloque temático 5).
— La Confirmación (Nivel III / Bloque temático 6).

6. ¿Qué debes tener en cuenta?


Aspectos metodológicos
El tema de hoy ha sido tratado a lo largo del Itinerario desde perspectivas diferentes y a
distintos niveles de profundización. En concreto, fue abordado en el bloque temático 5
de este año. Hay que tenerlo en cuenta para no repetir o insistir en aspectos ya
asumidos anteriormente. Con todo, en esta ocasión se pide a los participantes una
mayor personalización del tema, pensando en su compromiso concreto dentro de la
comunidad cristiana local. Conviene tener presente este aspecto por si algún
participante manifiesta algo en este sentido.
Estamos en el último día completo de los Ejercicios, un momento adecuado para que
cada participante saque conclusiones sobre el camino realizado hasta ahora, al final del
Itinerario, y encare el futuro próximo como cristiano o cristiana en la comunidad local.
Este aspecto es lo suficientemente importante como para no sucumbir al cansancio o la
inercia; y debes ayudar a los participantes a ello.
Conviene preparar debidamente la Mesa redonda de la tarde. Es un momento con gran
capacidad de convocatoria para los jóvenes.
La Eucaristía, al final de la jornada, pone el broche de oro a los Ejercicios. Dada la edad
de los participantes, no hace falta rodear la celebración de gran aparato escénico. Basta
hacer con dignidad las indicaciones que se proponen.

Materiales que necesitarás


— Documentos 1, 2, 3-
— Lo necesario para la mesa redonda.
— Lo necesario para la Eucaristía.
— Los detalles de la celebración festiva de la noche.

Temporalización

MAÑANA — Oración. — Primera sesión: • Charla: La primera comunidad cristiana


(Documento 1). — Segunda sesión: • Reflexión personal (Documento 2). •
Reunión de grupo.

TARDE — Tercera sesión: • Charla: Vocaciones dentro de la Iglesia (Documento


3) • • Mesa redonda: Vocaciones y servicios dentro de la comunidad
local. — Cuarta sesión: • Celebración de la Eucaristía.

NOCHE — Momento festivo / Buenas Noches.

<>3> DESARROLLO DEL DÍA

Oración de la mañana

Como oración de inicio de la jornada proponemos el rezo de las Laudes de la feria


correspondiente. Es una forma concreta de participar en la oración de la Iglesia local.
Conviene entregar por escrito el texto que se reza normalmente en la Liturgia de las Horas.
Se puede hacer alguna adaptación, si hay alguna expresión en los salmos respectivos que
ofrezcan dificultades de comprensión para los participantes.

364
a) Ambientación: En la sala general se colocan previamente la silueta de una Iglesia y un
esquema de las responsabilidades y actividades de la comunidad cristiana. Para ello
proponemos usar, con las modificaciones que se consideren necesarias, los dibujos
presentados en el libro de la primera etapa, La aventura de vivir, págs. 233 y 231
respectivamente. Se colocan también, escritas en carteles, las palabras Martyria, Liturgia,
Koinonía, Díakonía.
b) Introducción: Un animador o animadora presenta la oración de Laudes, resaltando lo
siguiente:
— Desde los inicios de la Iglesia, la comunidad cristiana ha participado en dos formas
principales de oración: las Laudes por la mañana y las Vísperas por la tarde. En la
actualidad, rezan preferentemente esa oración los sacerdotes, las comunidades
religiosas y algunos seglares; también se reza en algunas parroquias.
— Es la oración oficial de la Iglesia y forma parte de la llamada Liturgia de las horas. Es
una forma de alabar a Dios, al initíar el día, y de darle gracias, al acabar la jornada.
— Vale la pena unirnos a toda la Iglesia con el rezo de las Laudes.

Primera charla
La primera comunidad cristiana PRIMERA
Materiales: Documento 1. SESIÓN

Antes de iniciar la charla, el animador o animadora, responsable de las charlas, recuerda a


los participantes que el tema ya ha salido a lo largo del Itinerario. Lo presenta desde el
criterio indicado en el Rincón del animador: Procure aterrizar lo visto en la jornada de
ayer, aplicándolo a la vida concreta de la comunidad cristiana local.
Para romper el hielo, hace referencia a los dibujos y palabras sobre el tema, añadidos al
mural, y pregunta a los participantes si les son familiares. Tras una breve comprobación
inicia la charla. Ofrecemos su contenido en el documento 1.
Reflexión personal
Materiales: Documento 2.

SEGUNDA
SESIÓN
Acabada la charla, se reparte a cada uno el documento 2 para la reflexión personal. En él se
ofrecen unas pistas para personalizar lo escuchado anteriormente.
Cada participante busca un lugar para reflexionar con tranquilidad. Los animadores y
animadoras colaboren para crear el clima adecuado, y estén disponibles en todo momento
para hablar con los que lo soliciten.

365
Reunión de grupo

Concluido el trabajo personal, se reúnen en pequeño grupo y ponen en común el trabajo


personal, en torno a las cuestiones indicadas en el documento. Después piensan alguna
pregunta para presentarla en la mesa redonda de la tarde.

Segunda charla
Vocaciones especificas en la Iglesia TERCERA Materiales:
Documento 3. SESIÓN

Después de comer y tras un tiempo de descanso, se reúnen de nuevo todos los participantes
en la sala de gran grupo.
Antes de iniciar la segunda charla de la jornada, se ponen en común las cuestiones
indicadas al final del documento 2, sobre todo la 2 a y 4a. Seguidamente, el animador o
animadora inicia la charla, partiendo de las cuestiones anteriores. Ofrecemos su contenido
en el documento 3. Conviene que a lo largo de la exposición haga referencia continua a la
presencia de estas vocaciones en la comunidad cristiana local. Incluso, puede invitar a los
participantes a aportar datos, personas concretas y actividades que se llevan a cabo en el
ambiente local.

Mesa redonda
Vocaciones y servicios dentro de la comunidad cristiana local

En la tercera reunión del Bloque temático 5, La Iglesia, ya se propuso como actividad una
mesa redonda con los responsables de la parroquia o comunidad local, celebrada in situ,
para que los destinatarios tuvieran un conocimiento más exacto y real de la vida de la
comunidad cristiana local.
Ahora se trata de mostrar a los participantes en los Ejercicios las distintas vocaciones
específicas, las que se han expuesto en la charla y otras formas de compromiso desde la fe,
identificadas en personas concretas que viven dicha vocación o compromiso. Se trata de
abrir perspectivas a los jóvenes para que se comprometan personalmente con su comunidad
cristiana local
El equipo de animadores entre en relación previamente con estas personas y póngalas al
corriente de lo que se pretende en la mesa redonda. De esta forma, se evitan
improvisaciones y nerviosismos. Sería significativo que participaran un sacerdote, a ser
posible el párroco u otro sacerdote del equipo, un religioso o religiosa de vida activa y otro
de vida contemplativa, un matrimonio, un laico consagrado y un joven comprometido
realmente en la vida parroquial.
Un posible esquema para las diversas intervenciones pude ser la experiencia personal de
los cuatro servicios fundamentales que ofrece la comunidad cristiana, y que en el caso de la
parroquia, se concretan en diversidad de acciones:
366
Martyria: Testimonio, anuncio, predicación del mensaje.
— Servicios: Catcquesis, animación de grupos de adultos —matrimonios, etc.—, grupos
de formación bíblica y teológica, presencia social —medios de comunicación, etc.—.
Liturgia: Oración, celebraciones.
— Servicios: Preparación de celebraciones, servicio de canto, lectores, altar, grupos de
oración, fiestas y conmemoraciones, cuidado de instalaciones y objetos del culto,
piedad popular.
Koinonía: Vida en común a nivel personal, local, eclesial.
— Servicios: Relaciones con familias de la parroquia, atención a problemas concretos,
economía e infraestructuras de la parroquia, relación con organismos e instituciones
civiles y eclesiales, encuentros festivos y convivencias de la comunidad parroquial.
Diakonía: Servicio responsable y compromiso en la construcción del Reino.
— Servicios: Atención a los pobres —Caritas—, ancianos, enfermos, personas con
necesidades especiales, servicios sociales —educación, sanidad, tiempo libre, trabajo,
prestaciones—, voluntariados, atención a necesidades personales y familiares de
parroquianos.
Una vez reunidos todos los participantes, se presenta a los miembros de la mesa — lo puede
hacer el párroco u otra persona adecuada—, y se inicia la comunicación de experiencias. Al
concluir, cada grupo formula la pregunta pensada en la reunión anterior.

Acabada la mesa redonda, se deja un tiempo de descanso antes de la Eucaristía. Mientras


tanto, se prepara lo necesario para la celebración.
Resaltamos los siguientes momentos de la celebración:
a) Ambientación. En la capilla o sala de la celebración, se coloca el gran mural elaborado a
lo largo de estos días, destacando un cartel con el tema de los Ejercicios: Llamados a una
misión en comunidad.
b) Introducción. Un animador o animadora introduce la celebración con estas o parecidas
palabras:
— Los Ejercicios están llegando a su fin. Han sido unos días intensos. Quizás a alguno le
baya costado mantener la atención en las charlas, sobre todo por la tarde.
— Tenemos motivos para estar satisfechos de la experiencia de estos días (Aquí se puede
pedir a los participantes que indiquen de forma espontánea algún motivo personal de
esta satisfacción).
— Lo importante es que las palabras que hay escritas en el mural resuenen dentro de
nosotros con un contenido y significado mucho más rico que el primer

367
día. Palabras como «vocación cristiana», «Reino de Dios», «Iglesia», «Comunidad
cristiana local» han enriquecido ciertamente nuestro patrimonio cultural sobre la fe
cristiana; pero en estos momentos constituyen un verdadero reto para la vida de cada
día.
— Hay una palabra estrechamente unida a la vida de la Iglesia y de la Comunidad
cristiana local: es la Eucaristía. Se be dicho de ella que es la fuente de la vida
cristiana, signo de la unidad de la Iglesia y, al mismo tiempo, construye la unidad del
Pueblo de Dios.
— Os invito a celebrarla como momento cumbre de estos días y como compromiso de
intensificar esta unidad con todos los cristianos y cristianas comprometidos con el
Reino de Dios en nuestras comunidades locales.
• c) Canto inicial: Iglesia peregrina (C. GABARÁIN), u otro que resalte el sentido de Iglesia.
d) Palabra de Dios. Proponemos las siguientes lecturas:
— 1 Cor 12,12-20: La Iglesia es el cuerpo de Cristo y tiene muchos miembros,
— Mt 5,13-16: Los cristianos son sal y luz del mundo.
— Canto interleccional: El amor es nuestro canto (J.M. MÁRMOL). Se puede introducir
resaltando el amor como carisma y camino excepcional, propuesto por Pablo para la
Iglesia.
e) Homilía. El celebrante-presidente resalte el significado de ambas lecturas en relación
con el tema de los Ejercicios.
e) Signo en la presentación de las ofrendas. El celebrante invita a los participantes a
ofrecer algo que simbolice el trabajo de estos días. Puede consistir simplemente en
completar espontáneamente una frase con el tema de los ejercicios: Llamados a una
misión en comunidad...
f) Plegaria eucarística. Escoger una plegaria relacionada con el tema, por ejemplo, la
plegaria V/a: Dios guía a su Iglesia. Introducir alguna aclamación que permita la
participación de todos los presentes.
h) Acción de gracias. Después de la comunión, el celebrante invita a dar gracias de forma
espontánea, por todo lo vivido en estos Ejercicios.

Oración de la noche

Proponemos sustituir la oración de la noche por un momento festivo de distensión, como


continuación de la Eucaristía y como conclusión de los Ejercicios, aunque éstos terminen
propiamente al día siguiente a media mañana. Bastan algunas intervenciones espontáneas,
acompañadas de una sangría, pastas, refresco o helado, según las posibilidades.
A continuación, el animador o animadora responsable de los ejercicios da las Buenas
noches, y se concluye con un canto, relacionado con el tema.

368
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LA PRIMERA COMUNIDAD CRISTIANA

En la primera charla de hoy vamos a presentar qué es una comunidad cristiana, basándonos en el modelo
de la primera comunidad cristiana que existió en Jemsalén, a los pocos años del nacimiento del
cristianismo. Una vez más, la vuelta a los orígenes es garantía de fidelidad.

1. ACLARANDO TÉRMINOS
Ante todo, conviene que nos pongamos de acuerdo en los términos que estamos usando:
comunidad cristiana.
a) Hablamos de Comunidad. Hablar de comunidad es hablar de un grupo de personas. Pero existen
diversos grupos de personas:
— El grupo-agregación. Se forma con la gente que coincide en estar junta por circuns tancias o
casualidades de la vida: calle, transporte, público, cola de espera, compañeros de clase. En las
relaciones dentro de este grupo predomina casi con exclusividad la simple cercanía física. No suele
haber mayor comunión de intereses, y la conversación, si surge, no suele sobrepasar los límites del
tiempo, la política o el fútbol. Ciertamente esto no es una comunidad.
— El grupo-equipo. Se forma con la gente que se agrupa con unos objetivos, ideas, tareas comunes; y
casi exclusivamente en función de ellas: estudio o trabajo, afiliación política o deportiva, equipos
directivos, asociacionismo. Normalmente, no queda implicada en estas relaciones la vida personal y
privada de cada uno de los miembros. Lo que se busca es el sentido de pertenencia o la eficacia en la
tarea emprendida. También un grupo de amigos, si sólo tiene como finalidad el superar la soledad
personal, puede quedarse en un grupo—equipo. Predomina como mucho la cercanía física y el
trabajo común. Tampoco eso llega a ser una comunidad.
— El grupo-comunidad. Se forma con la gente que se reúne para compartir presencia, tareas,
convicciones y vida personal. Las relaciones entre sus miembros son completas, porque implican a
toda la persona. Por encima de la casualidad o la eficacia, es la propia vida de cada uno de los
miembros lo que importa y el motivo de la existencia de este tipo de grupo. Éste es el caso, por
ejemplo, de un buen grupo de amigos, de una familia, de la comunidad cristiana.
b) Hablamos de Comunidad «Cristiana», porque sus miembros son cristianos. Pero, una vez más,
conviene que aclaremos qué es un cristiano. Existen distintos tipos de cristianos:
— Cristianos-doctrinales. Son aquellos que ofrecen un asentimiento intelectual o teórico a la doctrina de
Jesús. Les gusta su mensaje, pero reducen su relación con él a cumplir sus mandamientos y los de la
Iglesia. El cristianismo consiste para ellos en una serie de normas de vida que vienen de fuera. Si se
quedan solamente en eso, no son verdaderamente cristianos.

369
— Cristianos-partidarios. Se puede llamar así a los que, al asentimiento intelectual, unen la simpatía y el
afecto por la persona de Jesús. Se sienten atraídos por su figura como la de un gran líder de la
humanidad, separándolo incluso de su presencia viva en la Iglesia. Su relación con él es
fundamentalmente de admiración como modelo.
— Cristianos-seguidores. Son aquéllos en los que el asentimiento intelectual y el afecto personal se
traducen en el seguimiento, es decir, en la organización de todas las esferas de la propia vida desde
el Evangelio y el trabajo por el Reino.
Esto es lo que fundamentalmente significa ser cristiano: tener la experiencia personal del encuentro con
el Señor Jesús resucitado, como Señor de la propia vida en todas sus esferas y manifestaciones
personales y sociales.
Pues, bien. La comunidad cristiana, también llamada Iglesia, es el grupo de personas que reúne a todos
los seguidores de Cristo, es decir, a todos los cristianos. Teniendo esto presente, es fácil hacer esta
revisión personal: ¿Sentimos la Iglesia local como una auténtica comunidad? ¿Vivimos nuestro ser
cristiano desde este encuentro personal con Cristo?
Y estamos hablando de comunidad cristiana a vosotros, jóvenes, que estáis en esta críti ca franja de edad
que abarca desde los diecinueve años en adelante. Queremos ofreceros hoy que viváis vuestra fe en una
comunidad cristiana. De forma amplia, como comunidad local parroquial. De forma específica,
formando parte de un grupo, que sea una auténtica experiencia de comunidad cristiana, pequeña pero de
intensas relaciones, como lo fue la primera comunidad cristiana que existió. Y sabiendo que el principal
motivo que os reunirá no es la simpatía, el consenso o la coincidencia, sino un motivo de fe: la
experiencia del encuentro con Cristo y la pertenencia a una comunidad de creyentes en él, que es su
Cuerpo. No hablamos aquí de la comunidad de comunidades, que es la Iglesia universal, sino más bien
de las pequeñas comunidades que, como fermento en la masa, viven y testimonian la fe y son lugar
seguro y único para que todo creyente, especialmente el joven, viva su fe.
Por todo ello vamos a analizar más detalladamente cuáles son en concreto los elementos determinantes
de la comunidad cristiana, desde el modelo de la primera comunidad cristiana histórica que existió en
Jerusalén.

2. ELEMENTOS FUNDAMENTALES DE LA COMUNIDAD CRISTIANA


En el libro de los Hechos, el autor nos presenta dos buenos resúmenes o sumarios para describir de
forma general cómo era la primera comunidad cristiana de Jerusalén. Son elementos normativos para
toda comunidad cristiana que se quiera fiel a los orígenes. Los textos los podéis encontrar en Hch 2,42-
47 y Hch 4,32-35. Dicen así:
Los que habían sido bautizados perseveraban en la enseñanza de los apóstoles y en la unión fraterna, en
la fracción del pan y en las oraciones. Todos estaban impresionados, porque eran muchos los prodigios
y señales realizados por los apóstoles. Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común.
Vendían sus posesiones y haciendas y las distribuían entre todos, según las necesidades de cada uno.
Unánimes y constantes, acudían diariamente al templo, partían el pan en las casas y compartían los
alimentos con alegría y sencillez de corazón; alababan a Dios y se ganaban el favor de todo el pueblo.
Por su parte, el Señor agregaba cada día los que se iban salvando al grupo de los creyentes (Hech 2,42-
47).
El grupo de los creyentes pensaba y sentía lo mismo, y nadie consideraba como propio na da de lo que
poseía, sino que tenían en común todas las cosas. Por su parte, los apóstoles daban testimonio con gran
energía de la resurrección de Jesús, el Señor, y todos gozaban

370
de gran estima. No había entre ellos necesitados, porque todos los que tenían hacienda o casas las
vendían, llevaban el precio de lo vendido, lo ponían a los pies de los apóstoles y se repartía a cada uno
según su necesidad (Hech 4,32-35).
Analizando de forma más detallada los textos, y agrupando expresiones comunes, podemos decir que la
primera comunidad cristiana se caracterizaba por cuatro elementos:

a) Perseveraban en la enseñanza de los Apóstoles, que daban testimonio con gran energía de la
resurrección de Jesús
En la comunidad cristiana se trata por tanto de compartir la fe y crecer en su conocimien to y expresión.
Una fe recibida del testimonio directo de los apóstoles de Jesús, y de la Iglesia en un proceso secular. El
término griego utilizado es martyria, o sea, testimonio;
en sentido'amplio, significa anuncio del mensaje, profecía, predicación, evangelización, catequesis.
La adhesión a la fe va pidiendo un conocimiento más orgánico y exhaustivo del mensaje evangélico,
como lo vive y enseña la Iglesia. El encuentro con Cristo exige conocer su persona, su vida y su
mensaje. Es necesario adquirir un marco doctrinal suficiente, tanto para vivir con hondura la fe cristiana
en una sociedad secularizada, como para poder dar razón de nuestra esperanza ante los hombres. Un
joven como vosotros debe tener un mínimo cuadro mental coherente al que referir toda su vida creyente
y en el que basar su adhesión previa a la fe. Ser capaz de compartirlo en comunidad y de dar testimonio
—martyria— de él en la sociedad en que vive, especialmente ante los demás jóvenes.
El contenido fundamental de este conocimiento es, como nos dice el libro de los Hechos, el anuncio de
la Resurrección —Palabra de Dios, Evangelio— hecho por los Apóstoles
—Tradición, Iglesia—. Un resumen de ese anuncio es el Símbolo de la fe o Credo, que condensa la
historia de la salvación y la fe de la Iglesia.
Esto requiere en la comunidad cristiana:
— Dentro de la comunidad. Vivir en un proceso de continua formación en la fe: reuniones de formación,
temas de lectura y reflexión personal y comunitaria, profundización en el misterio cristiano, asimilación
crítica y convencida de la fe y la moral de la Iglesia.
— Fuera de la comunidad. «Estar siempre dispuestos a dar razón de la propia esperanza a todo el que
pida explicaciones» (1 Pe 3,15). Es decir, poder exponer sin complejos ni dogmatismos por qué creemos
y en qué creemos. Y por qué esa fe da sentido a nuestra vida y nos hace ser felices.

b) Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común. Pensaban y sentían lo mismo y nadie
consideraba como propio nada de lo que poseía, sino que tenían en común todas las cosas. No había
entre ellos necesitados
En la comunidad cristiana hay por tanto una comunión de vida y de bienes. El término griego esta vez es
koinonía, que se expresa en la comunión de vida o fraternidad, y en la comunión de bienes o solidaridad
económica.
Esto es así de fácil y de comprometedor. El poner en común todo: la propia vida y los propios recursos
materiales; las alegrías y penas y los frutos del propio trabajo. De tal manera que exista en la comunidad
una auténtica fraternidad donde todos se conocen en cuma de confianza y comunicación y donde nadie
tiene ni más ni menos de lo que puede necesitar. Quizá es éste un punto que, con el crecimiento de la
Iglesia y el paso de la historia, ha quedado más olvidado o reducido a una caridad entendida a veces
como

371
beneficencia con los necesitados. Y, sin embargo, es un punto que está a la base de lo que significa ser
cristiano, es un testimonio hoy clave que tenemos que dar en el mundo y es posible realizarlo, sobre todo
en las pequeñas comunidades cristianas. Esto implica:
— Hacia dentro de la comunidad. Un clima permanente de comunicación y diálogo, de confianza y
amistad. El compartir alegrías en un ambiente de convivencia habitual, solucionando las tensiones
desde la dinámica de recuperar la fraternidad. Y la disponibilidad de lo que se es y se tiene ante las
necesidades del grupo, llegando a la solidaridad económica con los más necesitados de la
comunidad, sin radicalismos utópicos, pero de forma concreta y real.
— Hacia fuera de la comunidad. Dar un testimonio ante el mundo de cercanía en las re laciones, de
confianza en la persona, de un talante sencillo y sereno, de relaciones interpersonales profundas. Y
un estilo de vida, en la relación con las cosas, frugal e industrioso, sencillo y modesto, no consumista
y solidario con los más necesitados.

c) Perseveraban en la fracción del pan y en las oraciones. Unánimes y constantes, acudían diariamente al
templo^partían el pan en las casas y compartían los alimentos con alegría y sencillez de corazón
En la comunidad cristiana se ora y se celebra comunitariamente la fe. El término griego es liturgia:
oración, sacramentos —especialmente la Eucaristía o fracción del pan—, las cele braciones de la Palabra
y toda la riqueza del culto cristiano acumulado durante siglos.
En la comunidad cristiana, cada miembro tiene una participación activa, consciente e intensa en la
liturgia de toda la Iglesia, en la meditación de la Palabra y en la oración. La oración personal da
profundidad a la existencia cristiana. La celebración litúrgica es la expresión festiva de la vida de toda la
comunidad. En la expresión de la fe —oración, celebración—, entra en juego toda la persona: cuerpo,
mente, sentimientos, afectos, relaciones. Es todo el creyente el que personal y comunitariamente se
relaciona con Cristo vivo y resucitado. Es una liturgia de la vida: se celebra lo que se vive, se vive lo
celebrado llevándolo a la vida.
Esto implica, al menos:
— Hacia dentro de la comunidad. Tener momentos de oración y celebración cristiana de la fe, personales
y comunitarios. Expresar en una liturgia viva la propia vida de fe, de fraternidad y de solidaridad que
se vive en la comunidad. La oración y los sacramentos, vividos y celebrados en el seno de la
comunidad, son el lugar seguro del encuentro personal y comunitario con Cristo resucitado.
— Hacia fuera de la comunidad. Vivir la vida ordinaria como una liturgia o celebración de alabanza a
Dios: descubrir su presencia en las personas y acontecimientos diarios y dar le gracias por ello,
viviendo todas las realidades en un clima de fiesta y de sereno optimismo. Ése es el culto que Dios
quiere: el de la propia vida entregada por los demás.

d) Eran muchos los prodigios y señales realizados por los apóstoles. Los primeros cristianos se ganaban
el favor de todo el pueblo. Por su parte, el Señor agregaba cada día los que se iban salvando al grupo de
los creyentes
En la comunidad cristiana existe una misión o compromiso por construir el Reino de Dios inaugurado en
la resurrección de Cristo. El término griego es diakonía. Es decir, servicio a los demás, amor-caridad,
promoción social, solidaridad, opción radical por los pobres, li-

372
beración integral, transformación de la realidad desde la fuerza del Evangelio con signos concretos y
creíbles.
La vida cristiana no puede quedar hacia dentro de la propia comunidad. La salvación y liberación
integral que nos ha traído Cristo y que la comunidad experimenta en sus miembros, tiene unas
inmediatas consecuencias sociales: el mandato del amor universal, la solidaridad con los pobres, el
compromiso de construir un mundo más humano, unas estructuras sociales más justas. En resumen, la
lucha por construir el Reino de Dios en la tierra. Seguir a Cristo en comunidad implica asumir su acción
misionera y evangelizado-ra. Los creyentes han de estar presentes en la sociedad y en la Iglesia, ganando
para Cristo a la humanidad.
Se trata de comprometerse: de ir en busca de la gente, sin esperar a que la gente venga a nosotros; de
anunciarles a Cristo con obras y palabras. Y no desde las estructuras de poder, sino desde el testimonio
de la pobreza evangélica. Y sobre todo, realizar una opción preferencial por los pobres, asumiendo las
consecuencias concretas de la enseñanza social de la Iglesia.
Algunas implicaciones concretas son:
— Hacia dentro de la comunidad. Entender el vivir en comunidad cristiana como servir a los demás,
estar disponibles, amar por encima de todo.
— Hacia fuera de la comunidad. Comprometerse en luchar en las estructuras sociales por lograr un
mundo como Dios manda, construyendo el Reino de Dios. Y asumir un compromiso social o
apostólico en favor de los necesitados; o un servicio eclesial de tipo catequético, asistencial,
promocional, misionero. Compromisos personales expresados en una forma de vida —también
sacerdotal o religiosa, siempre apostólica—, y compromisos de todo el grupo o comunidad.
Martyria, liturgia, koinonía, diakonía, son los elementos decisivos que configuran una comunidad
cristiana y que deben siempre estar presentes en ella. La reflexión que os proponemos a continuación es
que profundicéis en estos elementos, viéndolos reflejados en algunas de las primeras comunidades
cristianas que aparecen en el Nuevo Testamento. La comparación con nuestras comunidades cristianas
actuales será inevitable, y puede ser motivo de un buen diálogo en la puesta en común posterior.

373
DOCUMENTO 2

REFLEXIÓN PERSONAL

1. Leer los siguientes datos sobre algunas


comunidades cristianas de los orígenes

• La comunidad madre de JERUSALÉN


La llamamos comunidad madre porque fue la primera, la surgida de aquella predicación primera del día
de Pentecostés. Estaba formada mayoritariamente por judíos, tanto de cultura hebrea como de cultura
griega. Era una comunidad pequeña, pobre y sencilla, muy unida al recuerdo histórico de Jesús, ya que
contaba con la presencia directa de los apóstoles de Jesús. Tenía el carisma de los orígenes y era lugar
obligado de referencia cuando se planteaban cuestiones que abrían nuevos horizontes a la fe cristiana.
Nacida en el seno del judaismo, estaba todavía muy dependiente de él.
-> Textos: Hechos 4,1-4.23-31; 5,12-21; 6,1-7; 8,1-8; 11,27-30,'! Cor 16,1-4.

• La comunidad de ANTIOQUÍA
Antioquía era una populosa ciudad del imperio romano en Asia Menor, fuera de Palestina. Formada
inicialmente por judíos de la diáspora, que no conocieron a Jesús, la comunidad era una auténtica célula
cristiana en un ambiente hostil y pagano; ésa era la situación en todo el imperio. Su vida interna es
entusiasta y creativa. Es aquí donde por primera vez se llama cristianos a los seguidores de Jesús.
Destaca por su capacidad de testimonio y compromiso, destinando a sus mejores hombres para el
apostolado en países más lejanos.
-» Textos: Hechos 11,19-30; 13,1-3.

• La comunidad de CORINTO
Corinto era una ciudad portuaria y populosa; viva y variopinta, donde convivían diversas clases sociales
y todo tipo de formas de vida y de ideologías. Era lo más parecido a una ciudad moderna. La comunidad
cristiana que allí se forma es muy variopinta, con miembros de distintas clases sociales, muy entusiasta y
animada hasta la temeridad. En sus dos cartas, Pablo les descubre sus grandes glorias y sus grandes
miserias; sus inmensas posibilidades y carismas y, a veces, sus pocas ideas claras. Moderna, demasiado
hija de su tiempo en algunos momentos, tendrá que ajustarse una y otra vez al Evangelio de Jesús.
-> Textos: 1 Corintios 1,1-13.26-31; 5 y 6; 8; 11,17-22.33-34; 14,26-33.

374
2. Completar el siguiente cuadro. Escribir algunos detalles de los cuatro
aspectos indicados en la vida de cada comunidad
JERUSALEN ANTIOQUIA CORINTO

MARTYRIA

LITURGIA

KOINONIA

DIAKONIA

PARA LA PUESTA EN COMÚN


— Datos recogidos en la comunidad cristiana analizada.
— ¿Con qué tipo de comunidad identificarías más tu comunidad cristiana local actual? ¿Y la Iglesia en
general?
— ¿En qué tipo de comunidad cristiana te sentirías más integrado?
— ¿Qué elementos de las primeras comunidades cristianas urge recuperar en nuestras comunidades
actuales?

375
DOCUMENTO 3

VOCACIONES DENTRO DE LA IGLESIA

La vocación cristiana es única e igual para todos. Desde nuestro Bautismo, Dios nos llama al encuentro
personal con Cristo y a llevar una vida según el Evangelio. Pero esta vocación única se articula dentro de
la Iglesia en distintos estados de vida u opciones voca-cionales. Son vocaciones específicas que existen
dentro de la Iglesia. Algunas, como el sacerdocio ministerial, están ya presentes en los propios textos
bíblicos del Nuevo Testamento. Otras, como la vida religiosa, han ido surgiendo a lo largo de la historia
de la Iglesia. Todas ellas tratan de vivir con mayor radicalidad el Evangelio, respondiendo a las
necesidades y urgencias del mundo en cada circunstancia histórica.
Antes de presentar las vocaciones más significativas dentro de la Iglesia, apuntamos lo que serían los
momentos esenciales de todo proceso vocacional, basándonos en algunas narraciones bíblicas de
vocación: Abrahán, Moisés, Jeremías, María, los Apóstoles, Pablo. Estos momentos son: la elección, la
vocación o llamada propiamente dicha y la misión.

a) Elección
— Es Dios quien elige; la iniciativa es suya. Al contrario que en el caso de una profe sión, donde somos
nosotros quienes elegimos en función de un gusto o interés personal, en el caso de la vocación es
Dios quien nos elige a nosotros. En nuestra mano está el aceptar o rechazar esa elección.
— La elección es una gracia, un don de Dios para el elegido, y en él, para toda la comunidad. No hay
méritos adquiridos ni se estudian oposiciones para aprobar y ser elegidos. Es Dios quien elige a
dedo. Y siempre queda margen para el misterio: ¿Por qué a mí y no a otro? ¿Por qué precisamente
así y ahora? Dios nos elige con libertad para proponernos aquello que es lo mejor para nosotros.
— Dios suele elegir a los humildes y sencillos, a aquéllos que aparentemente no tienen cualidades, pero
la elección capacita para la misión: Dios estará con el elegido para llevar adelante la misión
encomendada. Los elegidos experimentan que consiguen hacer cosas que nunca se hubieran creído
capaces de alcanzar.

b) Vocación
— Dios llama al elegido y solicita de él una respuesta.
— Cuando Dios llama, pronuncia el nombre del llamado. En la mentalidad bíblica, el nombre significa la
esencia misma de la persona. Es decir, su llamada afecta y compromete a toda la persona, y no
simplemente a una parte de ella o a un trabajo concreto. Es toda la persona la que está en juego y
comprometida. El seguir esa llamada implica toda una organización completa de la existencia en
función de la misma.
— Dios llama en unas circunstancias concretas, no ajenas a nuestra vida ordinaria, y a través de una serie
de mediaciones: acontecimientos, personas, experiencias. Y nor-

376
malmente no de forma puntual y extraordinaria, sino continuada y ordinaria, sin grandes
revelaciones. Pero llama de tal forma que el llamado percibe claramente, a través de multitud de
circunstancias y detalles, lo que Dios le está pidiendo.
— Las objeciones o incertidumbres del llamado son lógicas y están presentes en todos los relatos de
vocación. Dichas objeciones no son inconvenientes para que Dios siga llamando. Pero, al final, es la
respuesta libre por parte del llamado lo que cuenta. Dios propone pero no impone, y el llamado
puede rechazar esa invitación de Dios o aceptarla, asumiéndola en su propia vida con todas las
consecuencias.

c) Misión
— La tarea encomendada es lo que justifica en definitiva la llamada; es un llamar para desempeñar un
papel en la historia de la salvación. Quien, siendo llamado, no se compromete en la tarea
encomendada, no se puede decir que haya respondido a esa llamada.
— La misión, sin embargo, no agota la condición de elegido y llamado del que la realiza. Por encima de
la labor que desarrolla, el llamado es ante todo eso: un llamado y consagrado por Dios, situado para
su servicio y en su compama y presencia.
Desde estas categorías bíblicas, presentamos de forma muy breve las distintas vocaciones específicas que
existen hoy en la Iglesia.

1. El ministerio ordenado
Designamos por ministros ordenados a quienes han sido llamados por Dios y elegidos por la Iglesia para
el servicio de los cristianos y han recibido el sacramento del orden en sus diversos grados: obispos,
sacerdotes, diáconos. El signo de este sacramento es la imposición de manos. Por tanto, se trata de una
vocación específica sellada sacramentalmente; un carisma o don eclesial sacramental, institucionalizado,
y por tanto, que siempre estará presente en la Iglesia.
El ministerio ordenado se remonta al propio Jesús, que de forma específica y diferenciada elige a los
doce apóstoles, los forma, los envía a predicar con poderes especiales para celebrar la eucaristía,
predicar, perdonar los pecados y gobernar a los creyentes en su nombre. En el cristianismo primitivo
descubrimos cómo se va trasmitiendo este servicio ministerial por la imposición de manos. Así, aunque
todos los cristianos, en nombre de Jesús y como miembros de su Cuerpo que es la Iglesia, deben
anunciar su Palabra y santificar a sus hermanos, hay algunos que están llamados y ordenados para ser
testigos cualificados, signos y sacramentos de esta vocación sacerdotal común de todos los fieles.
Las tareas o servicios fundamentales de todo ministro ordenado son:
a) Anunciar la Palabra en nombre de Cristo y con la autoridad y eficacia que proviene de su
ordenación sacramental; y en nombre de la Iglesia de quien es representante. El ministro ordenado ha
de ser palabra viva y eficaz, testimonio con su vida y obras de lo que predica.
b) Celebrar la fe en los sacramentos, en los cuales se transmite la salvación de Cristo, su presencia
resucitada en la Iglesia. El ministro ordenado preside la asamblea litúrgica donde la comunidad
cristiana celebra su fe, y actúa haciendo de Jesús —in persona Christi— en medio de los fieles y en
nombre de la Iglesia. La Eucaristía es el sacramento donde este servicio ministerial es más completo.

377
c) Servir a los pobres y a toda la comunidad cristiana. El ministro ordenado debe ser la persona de la
comunidad cristiana a la que todos puedan tener acceso: este es el sentido del celibato sacerdotal. El
ministro ordenado debe entender su tarea como un servicio a la comunidad y no como un privilegio o
cargo de honor. Este servicio lleva consigo compartir las alegrías y las desgracias, los gozos y
sufrimientos de aquéllos a quienes sirve. Y animar la vida de fe, testimonio, comunión, de su
comunidad cristiana, y seguir especialmente la suerte de los más pobres.

2. La vida religiosa
La vida religiosa es una vocación específica al seguimiento radical de Cristo mediante una consagración
por parte de Dios y una entrega por parte del llamado. Eso es lo que hacen los religiosos y religiosas. La
vida religiosa no está claramente establecida en la Palabra de Dios, pero es un don suyo a la Iglesia, que
se manifestó a partir de los primeros siglos del cristianismo. La vida religiosa tiene un núcleo común,
pero también multitud de expresiones distintas, que le han ido dando los santos fundadores con sus
respectivos carismas. La vida religiosa no pertenece a la jerarquía de la Iglesia, como los ministros
ordenados. Es un don de Dios para la construcción de su Reino en medio de la sociedad.
Tres son los elementos que constituyen la vida religiosa y que abrazan libremente aquéllos que quieren
vivir así la vocación cristiana específica a la que Dios les llama:
a) La profesión de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, vividos por el religioso
o religiosa como testimonio de que, en un mundo tentado por el ateísmo y por la idolatría del placer,
de la posesión y del poder, Dios existe y su amor puede llenar una vida; y testimonio también de que
la necesidad de amar, el ansia de poseer y la libertad para decidir la propia existencia, alcanzan su
sentido supremo en Cristo.
b) La vida en comunidad a la que se compromete todo religioso y religiosa, tratando de imitar a las
primeras comunidades cristianas en las que todos formaban un solo corazón y una sola alma,
viviendo unidos, poniendo todo en común, celebrando la Eucaristía y dando testimonio de la
resurrección del Señor (Hch 2,42-47).
c) La misión apostólica o servicio prestado a la comunidad cristiana y para el cual el Espíritu ha
suscitado cada forma o carisma de vida religiosa en la Iglesia. Existen dos formas generales de
servicio en la vida religiosa:
— La vida contemplativa, en la cual el servicio fundamental prestado por los religio sos y religiosas
es la oración —especialmente de la Liturgia de las Horas u oración oficial de la Iglesia—, el
estudio y el trabajo manual, dentro de la casa religiosa —convento, monasterio—. Son las
congregaciones y órdenes religiosas llamadas de clausura.
— La vida activa, en la cual los religiosos y religiosas prestan diversos servicios, según los distintos
carismas, al pueblo de Dios en diversos ámbitos: la educación, la cultura, la sanidad, la
predicación, el servicio a los pobres.

3. La vida matrimonial
Es el estado de vida o vocación específica más habitual para los cristianos. Todo cristiano que se plantee
que el matrimonio es su estado de vida debe entender esta elección como una vocación, una llamada
específica de Dios en Cristo a vivir el mandato del amor

378
mediante la entrega mutua de la pareja como testimonio y expresión del amor que Dios tiene por la
humanidad, el amor de Cristo a su Iglesia. El matrimonio cristiano simboliza y expresa el amor que Dios
profesa a los hombres. Por ello es un sacramento de la Iglesia que hace realidad el amor de Cristo hacia
ella.
Dos son las dimensiones fundamentales de esta vocación específica dentro del cristianismo:
a) La unión y complementación en la pareja, que no es sino el cumplimiento de la vocación al amor al
que se orienta la realidad sexual de la persona desde el momento de la creación en los planes de
Dios: hombre y mujer, creados a imagen y semejanza de él, y llamados a unirse y ser los dos una
sola carne.
b) La fecundidad de la pareja, como colaboración en la obra creadora de vida que inició Dios, y como
formación de la familia cristiana, célula básica de la sociedad y de la Iglesia; pequeña Iglesia
doméstica donde se vive y transmite la fe a las nuevas generaciones.

4. Los seglares consagrados


Existe una vocación específica a la vida cristiana como laico o seglar. Así lo explica el Va ticano II: «Por
el nombre de laicos se entiende aquí todos los fieles cristianos, a excep ción de los que han recibido un
orden sagrado y los que están en estado religioso reconocido. A los laicos pertenece por propia vocación
buscar el Reino de Dios tratando y ordenando, según Dios, los asuntos temporales. Viven en el siglo —
es lo que significa secular o seglar—, es decir, en todas y cada una de las actividades y profesiones del
mundo. A ellos, muy en especial, corresponde iluminar y organizar todos los asuntos temporales a los
que están estrechamente vinculados, de tal manera que se realicen continuamente según el espíritu de
Cristo y se desarrollen y sean para la gloria del Creador y del Redentor» (LG, 31).
Sin embargo, en algunos seglares resuena además una llamada de Dios más específica a vivir dentro del
mundo, pero con una especial consagración manifestada en la profesión de los consejos evangélicos. Es
la vocación de los seglares consagrados, miembros de los llamados Institutos seculares. Es una forma de
vida relativamente reciente en la Iglesia, prácticamente, de este siglo.
La consagración en los institutos seculares no ha de hacerse visible mediante signos ex ternos ni exige la
vida en comunidad. Es vivida en medio del mundo, en diversidad de acciones y compromisos pastorales
o profesionales, y desde las exigencias y características que la vida normal impone. Los consejos
evangélicos se viven con las características propias de la secularidad: en medio del mundo, desde un
compromiso personal y con determinados lazos de unión con el Instituto al que se pertenece.
Estas cuatro vocaciones específicas dentro de la Iglesia, aunque con formas diferentes, colaboran a crear
una armonía de identidades y servicios en función de la construcción del Reino de Dios en la Iglesia. En
la unidad y variedad de todas las vocaciones se muestra la riqueza del pueblo de Dios, en la que hay
diversidad de tareas y actividades. Lo más importante para cada uno de nosotros, cristianos, es encontrar
el lugar que Dios nos ha preparado y responder con generosidad: en ello está en juego nuestra felicidad.

379
Mañana de Clausura

ORACIÓN

Si el equipo de animadores lo considera conveniente, la oración de hoy puede hacerse


después del desayuno, como introducción al trabajo de revisión y evaluación de los
Ejercicios. No hace falta que sea muy larga. Es lógico que tenga un tono y contenido de
acción de gracias a Dios por todo lo vivido durante estos días. Proponemos este sencillo
esquema.
a) Ambientación. Los participantes se reúnen en la sala general, ambientada con el gran
mural elaborado a lo largo de estos días a base de los materiales de los gru pos. Ha de
destacar especialmente el título de cada uno de los días:
— Llamados. La vida como vocación.
— Llamados al seguimiento de Cristo.
— Llamados al servicio del Reino en la Iglesia.
— Mí comunidad cristiana local: pertenencia y compromiso.
b) Introducción. El animador o animadora responsable de los Ejercicios presenta el trabajo
de la mañana —revisión del proyecto personal de vida y evaluación de los Ejercicios en
grupos de origen—, e invita a hacer un momento de oración.
Como introducción a la oración proponemos esta sencilla dinámica: cada uno de los
participantes da los buenos días al resto de compañeros y completa las siguientes frases:
Me llamo... Después de estos Ejercicios me siento llamado/a a... Y os deseo... Si se hace
con agilidad, puede resultar un momento significativo en esta conclusión de Ejercicios.
c) Canto: Hoy, Señor, te damos gracias (C. GABAEÁIN).
d) Palabra de Dios (2 Cor 4,5-9; 5,16-17)
«Queridos hermanos y hermanas: Dejadme deciros algo que considero importante. No nos
predicamos a nosotros mismos, predicamos que Jesús es el Señor y nosotros siervos
vuestros por Jesús. Pues el Dios que dijo: «Brille la luz en el medio de las tinieblas» la ha
encendido en nuestros corazones, haciendo resplandecer su presencia en el rostro de Cristo.
Pero este tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que esa fuerza tan
extraordinaria es de Dios, y no viene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos
aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados.
Nosotros no apreciamos a nadie por la apariencia y aunque alguna vez valoramos a Cristo
por la apariencia, ahora ya no. Por consiguiente, donde hay un cristiano o una cristiana, hay
una humanidad nueva; lo viejo ha pasado; mirad, existe algo nuevo».
e) Momento de reflexión personal. Se puede poner música ambiental.
f) Oración
«Señor Jesús, tú lo proclamabas a los cuatro vientos para los que lo quisieran oír:
"Ha llegado el reinado de Dios. Alegraos con esta Buena Noticia".

380
Sabemos que el Reino de Dios está ya activo entre nosotros, ayúdanos a descubrirlo
todavía más.
El Reino de Dios exige hombres y mujeres decididos, ayúdanos a construirlo en nuestros
ambientes.
Cuando tantos se empeñan en construir reinos sin Dios, ha2 que nuestro trabajo por el
Reino de Dios sea siempre el servicio a los hermanos, pues en ellos se nos muestra
continuamente tu rostro».
Se concluye con el Padrenuestro. g) Canto final: Arriésgate (C. ERDOZÁIN).
Basta la primera estrofa.

REVISIÓN DEL PROYECTO PERSONAL

Concluida la oración, cada participante dedica un tiempo a la revisión del proyecto


personal de vida. Esta revisión ha sido una constante a lo largo de la cuarta etapa del
Itinerario. Ahora invitamos a los participantes a revisar de nuevo su proyecto, para
introducir en él objetivos y acciones concretas que les ayuden a vivir como cristianos o
cristianas en esta nueva etapa de su vida, una vez finalizado el Itinerario.
Es el momento para que cada animador o animadora tenga un encuentro personal con los
miembros de su grupo para orientar el futuro. Es el momento de abrir nuevas perspectivas
en el propio camino de fe. En este sentido, vale la pena recordar la propuesta de un
Catecumenado Juvenil, como preparación inmediata a la incorporación a una de las
comunidades cristianas adultas que existan en la Iglesia local. Nosotros hemos propuesto el
Catecumenado Juvenil Salesíano, que abarca desde los 19 años hasta los 25.
Cada parroquia o congregación religiosa vea lo que puede ofrecer en este sentido a sus
destinatarios.

EVALUACIÓN DE LOS EJERCICIOS

La evaluación y revisión de estos días se hace en grupos de origen a partir del documento
1.
Después de responder a las preguntas del documento, sería conveniente que el grupo
iniciara un primer diálogo o reflexión sobre su futuro, una vez concluido el Itinerario.
Proponemos hacerlo a partir de los signos de discernimiento para el final de la cuarta etapa,
indicados al final de las Notas introductorias. Se hace un repaso de los mismos y después
se invita a cada participante a hacer una evaluación personal en los próximos días; después
se fija un día para poner en común dicha revisión en grupo. En dicha reunión se ofrecen las
nuevas perspectivas que existen en el propio ambiente.

381
DOCUMENTO 1

REVISAMOS

1. AMBIENTE

Q Aspectos positivos:
Q Aspectos que seJiueden mejorar:
1-1 Sugerencias:

2. CHARLAS

1-1 Aspectos positivos:


Q Aspectos que se pueden mejorar:
Q Sugerencias:

3. CELEBRACIONES

Q Aspectos positivos:
Q Aspectos que se pueden mejorar:
I-] Sugerencias:

4. TRABA JO DE GRUPO

1..1 Aspectos positivos:


Q Aspectos que se pueden mejorar:
Q Sugerencias:

5. TIEMPO LIBRE

Q Aspectos positivos:
Ql Aspectos que se pueden mejorar:
Q Sugerencias:

382
6. INSTALACIONES

Q Aspectos positivos:
' Q Aspectos que se pueden mejorar:
Y Q Sugerencias:

7. EQUIPO DE ANIMADORES

Q Aspectos positivos:
Q Aspectos que se pueden mejorar:
Q Sugerencias:

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