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DE PASTORAL JUVENIL
CAMINO PARA
COMPROMETERSE
18-19 años
ITINERARIO DE EDUCACIÓN
EN LA FE
EDITORIAL CCS
Presentación .....................................................................................................................
1. Notas introductorias
Realidad de los destinatarios de la segunda etapa (12-14 años) ................ 11
Objetivos .................................................................................................................
1~
Contenidos ............................................................................................................. 23
Relación entre objetivos y contenidos ............................................................. 28
Momentos de intervención ................................................................................. 30
Metodología ........................................................................................................... 34
Estructura de presentación de los bloques temáticos .................................. 37
Temporalización de los contenidos .................................................................. 42
Paso de etapa: signos de discernimiento ......................................................... 43
2. Reuniones
1. Una vida, una oportunidad (El proyecto personal de vida).
(Bloque temático 1) ....................................................................................... 47
2. Cristo, en el centro de mi vida (Bloque temático 2) ............................. 73
3. Críticos y audaces para transformar la historia (Análisis evangélico
de la realidad). (Bloque temático 3) .......................................................... 147
4. Constructores... con las manos en la masa (Compromiso social del
cristiano). (Bloque temático 4) ................................................................... 181
5. Somos muchos, somos uno (La Iglesia). (Bloque temático 5) ............. 209
6. La Confirmación, ¿trámite o compromiso? (Bloque temático 6) ....... 233
3. Otros temas
— Pascua con jóvenes.......................................................................................... 267
— Catecumenado juvenil salesiano ............................................................... 267
4. Ejercicios Espirituales
Llamados a una misión en comunidad.......................................................... 287
UHIAVDA, UMA OPORTUIUIDAO
El proyecto personal de vidai
(Bloque temático 1)
RINCÓN DEL ANIMADOR
Este bloque temático está planteado para cuatro reuniones, pero dada su importancia,
puede ser interesante alargarlo para que la reflexión sea más tranquila y se afiancen
mejor las decisiones. Decididto el equipo de animadores, teniendo en cuenta la
madurez de los distintos grupos.
En las reuniones tercera y cuarta se propone a los jóvenes elaborar y comunicar el
Proyecto de Vida. Son momentos muy importantes. B equipo de animadores
valore también si es más interesante unir ambas reuniones en un Encuentro o
Convivencia. Ello ayudaría a crear un clima de mayor concentración y de comu-
nicación entre los jóvenes.
Valorar cuál es el grado de apertura y confianza que existe entre los miembros del
grupo para llevar a cabo la comunicación del propio proyecto. Recuerda que lo
importante es que cada joven elabore su proyecto; que lo piense, lo reflexione, se
comprometa con él. El ser capaz de comunicarlo es lo ideal, pero secundario.
Finalmente, en este tema es fundamental el acompañamiento personal, principalmente
en los días siguientes a la reunión. Procura tener un encuentro personal con cada
miembro del grupo para leer juntos y comentar su proyecto. Habría que analizar:
— El realismo del plan y su nivel de exigencia.
— En qué medida se adapta al Proyecto de Jesús.
— La coordinación con el resto del grupo.
— Si los medios y la evaluación son los más adecuados.
Es probable que en todo este proceso salgan a luz situaciones personales complicadas
que algunos jóvenes estén viviendo. El animador tiene que estar muy atento porque a
veces no las expresan y pueden pasar inadvertidas. Por eso puede ser interesante que,
mientras están reflexionando y elaborando el Proyecto, el animador vaya haciendo un
primer acercamiento. Así puede enterarse y orientar a cada uno personalmente.
Temporalización
Pisando tierra (¿Qué haremos a los 40?)
— Acogida.
PRIMERA — Experiencia de análisis: Cuando tenga 40 años
REUNIÓN (Documento 1).
— Experiencia de personalización e interiorización:
Control de valores (Documentos 2 y 3).
— Haciendo síntesis (Documento 4).
Abriendo horizontes (Buceando en mi vida)
SEGUNDA — Acogida.
REUNIÓN — Experiencia de profundización y personalización:
Histograma.
— Haciendo síntesis.
— Oración.
TERCERA Abriendo horizontes / Novedad (¡Hagan juego!)
REUNIÓN —Acogida {Documento 5).
— Experiencia de profündización (Documento 6).
— Haciendo síntesis.
Las palabras no bastan (Comunicando...)
CUARTA — Acogida.
REUNIÓN — Experiencia de comunicación:
Puesta en común de Proyectos.
— Haciendo síntesis: Celebración.
Evaluando
7. Baúl de recursos
Libros interesantes para ampliar tu información sobre el tema del Proyecto de vida:
ILAKDÜIA, J. M., El Proyecto Personal como voluntad de autenticidad, Instituto
Teológico de Vida Religiosa en Euskal Herria, Vitoria 1993.
MARTÍNEZ, M., Los proyectos personal y comunitario, Publicaciones Claretianas, Madrid
1992.
SOVEKNIGO, J., Proyecto de Vida. En busca de mi identidad. Sociedad de Educación
Atenas, Madrid 1990.
Libros prácticos para utilizar con el grupo:
LAZZEBI, L. — CASABO, M., Dar la cara por el Reino, Editorial CCS, Madrid 1995.
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Pisando Tierra
¿Qué haremos a los 40?
En esta primera reunión invitamos a los jóvenes a situarse ante las propias expectativas de
futuro y descubrir los valores que hay en el toado de esos deseos de futuro. Después les
ayudamos a confrontar estos deseos con tos valores de Jesús.
1. ACOGIDA
En la sala de reunión se ha colocado previamente un cartel con el título ¿Qué haremos a los
40? Una vez reunido el grupo, se inicia la sesión haciendo una breve valoración de la
convivencia inicial del año: cómo se sintieron, cómo estuvo el ambiente, trabajo
desempeñado, expectativas para el curso.
La convivencia inicial es la misma que la del nivel II.
A continuación, el animador o animadora presenta el contenido global del bloque temático,
sobre el Proyecto de vida. Lo hace a partir del contenido del cartel que preside la sala. El
número 40 puede dar mucho de sí, pues ya resuena en los destinatarios con diferentes
significados: Los 40 principales. Los 40 años por el desierto. Los 40 días de la Cuaresma.
Estar en cuarentena. Ser un cuarentón. «De los 40 para arriba, no te mojes la barriga».
La edad de los 40 tiene una carga especial, porque refleja la mitad de la vida. la madurez, la
búsqueda de lo fundamental, etc.
Pasados unos minutos de comentarios más o menos jocosos, para romper el hielo. se inicia
el trabajo.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS
Cuando tenga 40 años
Materiales: Documento 1.
El animador o animadora entrega a cada miembro del grupo 6 fichas, preparadas
previamente a partir de lo indicado en el documento 1. Una ficha sobre cada aspecto:
familia, trabajo, etc. La segunda cara de cada ficha se divide en dos partes con una línea
vertical. Y durante 5 ó 10 minutos, cada uno rellena las fichas, escribiendo en cada una
cómo le gustaría que fuera ese aspecto de su vida: qué haría, cómo sería, etc. Escriba
solamente en la parte delantera de la ficha.
Es importante no dejar mucho más tiempo que el antes indicado, para que los deseos broten
de forma espontánea, sin pensar demasiado. De esta forma surgirán las ideas y convicciones
más arraigadas.
El animador recoge las fichas, una vez completadas.
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— Después se retoman las fichas y se confrontan con el cuadro Valores fie Jesús (Cfr.
Documento 3), viendo cuáles coinciden y cuáles no. En la parte derecha de la segunda
cara de la ficha, se escriben los valores que coinciden con los de Jesús. El grupo los
califica de O a 10, según el grado de coincidencia.
4. HACIENDO SÍNTESIS
Materiales; Documento 4.
Cada grupo coloca en la pared los cuadros generales que ha rellenado y en una mesa el
montón de fichas.
Se deja un tiempo para que los jóvenes se paseen por la habitación y vean los resultados de
los grupos generales.
A continuación, cada uno recoge sus 6 fichas y el animador o animadora invita a hacer un
momento de oración personal con el salmo del documento 4. En este clima de oración y con
música suave de fondo, cada uno relee sus fichas y la valoración que le han hecho de ellas.
Abriendo horizontes
Buceando en mi vida
En esta segunda reunión, queremos que los jóvenes relean su propia vida, y unifiquen todas
sus experiencias en torno a una visión que dé sentido a su pasado e ilumine su futuro.
En un segundo momento, les ayudamos a descubrir en su historia personal la llamada de
Dios y a valorar la respuesta que le están dando, situándolos ante la importancia de la
vocación y de su propia vocación.
1. ACOGIDA
En la sala estarán colocados los carteles de los cuadros generales elaborados en la sesión
anterior. Se puede colocar también algún letrero con esta frase: 5';' no sabes adonde vas,
probablemente acabarás en otro sitio
El animador o animadora comienza la reunión volviendo sobre la reunión anterior: ¿Os
costó mucho rellenar las fichas? ¿Teníais las cosas pensadas o no? ¿Cómo os sentisteis
cuando os devolvieron las fichas? ¿Habéis descubierto algo nuevo de vosotros mismos?
A continuación les invita, tras la experiencia inicial que quizá les pilló un poco
desprevenidos, a analizar más su vida y su situación actual. Se comenta el cartel intentando
entre todos entender su significado, y con esta motivación se inicia el trabajo.
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2. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN Y PERSONALIZACIÓN
Histograma
Materiales: Folios blancos, bolígrafos, rotuladores y pinturas de colores.
El animador o animadora presenta una dinámica para situar en orden cronológico las fechas
más significativas de la propia vida, y dar un repaso a aquellas decisiones y actividades que
se consideran más importantes para los próximos años. Les propone el siguiente proceso:
— Sobre una hoja apaisada, cada uno traza una línea horizontal en el medio, que representa
el tiempo de la propia vida. En el punto de partida de la línea, en la parte izquierda de la
hoja, se escribe la fecha de nacimiento.
— A continuación, se divide la línea en tres partes iguales; cada una corresponde a 10 años
de vida; de este modo, el final de la línea, en la parte derecha de la hoja, representa el
año 30 de la propia vida. Después se divide cada pane en diez sectores y se escriben los
años correspondientes.
— Después cada uno, durante unos 15 minutos, recuerda los hechos, acontecimientos,
éxitos, desengaños y cambios más importantes de la propia vida: y los sitúa
esquemáticamente en el espacio del año correspondiente. Se puede emplear para ello
palabras, dibujos, símbolos, colores.
— De igual manera, durante 10 minutos, piensa en las decisiones y actividades que va a
tener que afrontar en los próximos 10 años; por ejemplo, de tipo profesional, de
relación con la familia, etc. y las escribe donde convenga, utilizando como antes,
dibujos, colores.
— A continuación escribe en el lugar oportuno el nombre de aquellas personas que más le
han ayudado a ser como es y a llegar a las metas que se ha propuesto hasta ahora; y el
nombre de quienes le pueden ayudar a realizarse lo mejor posible durante los próximos
diez años. Dispone para ello de 10 minutos.
Acabada de rellenar la hoja, cada uno se forma una impresión global de todo lo que ha
escrito en ella para comunicarla después al grupo.
3. HACIENDO SÍNTESIS
Reunidos en grupos de cuatro, cada uno comunica en líneas generales cómo ha resultado la
experiencia. Se puede orientar el diálogo en torno a estas cuestiones:
— ¿Ves que tu vida tiene un hilo conductor o caminas a salto de mata?
— ¿En qué temas te has centrado más y qué asuntos has dejado más de lado?
— ¿Prevés que tus próximos años van a ser fáciles o complicados? ¿Tienes las cosas
claras o no?
— ¿Te encuentras acompañado en tu vida o necesitas buscar personas que te acompañen?
¿Qué papel juega el grupo en todo esto?
4. ORACIÓN
Materiales: Documento 5.
Tal como están, sentados en pequeño grupo, se les invita a mirar su línea de la vida no con
sus ojos, sino con los ojos de Dios Padre. El animador, a ser posible con
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música de fondo, va lardando pausadamente estas o parecidas reflexiones, que pueden
también estar grabadas previamente:
— Querido hijo, hace mucho tiempo yo creí en tí; pensé que merecía la pena darte una
oportunidad, permitirte disfrutar del don de la vida. Hijo mío, ¿estás de verdad
disfrutando de ella, sacándole todo el jugo?
— ¿Sabes? Sé que tienes muchas posibilidades porque yo mismo te las di: capacidades,
cualidades, sentimientos. ¿Los has descubierto ya? ¡No tengas miedo de conocerte
afondo!
— Mira, ya sé que la vida a veces es un poco complicada, pero yo be intentado rodearte
de buena gente y buenos lugares para que te ayudaran a crecer. ¿Los tienes ya
localizados? ¿Los estás usando convenientemente?
— Me imagino que ya te habrás dado cuenta de que en este mundo hay mucho por hacer,
y tú eres uno de los que puede aprender para actuar. ¿Guardas en tu vida un sitio para los
demás, especialmente para aquéllos que no han tenido suerte, de tal modo que mis planes
con ellos se han ido al traste? Podrías ocuparte de ellos, ¿no te parece?
— Ya sé, hijo mío, que los próximos años de tu vida no serán fáciles, pues habrás de tomar
decisiones importantes. La vida y el mundo te ofrecerán muchas cosas, a veces muy
apetecibles. No te olvides que me tienes siempre a tu disposición. Yo creo en tiy sé que
puedes elegir lo mejor, no lo más fácil.
— Pídeme lo que quieras y necesites. Pídelo desde el fondo de tu corazón. Y no tengas
inconveniente en comunicar tus deseos más profundos a los que están contigo en el grupo.
No dudes de que les ayudará también en su camino.
Se puede acabar la oración, rezando juntos el Padre nuestro. Antes de despedirse, se entrega
el documento 5 para leerlo durante la semana.
Abriendo horizontes
BERCERA
REUNIÓN
Novedad
¡Hagan juego!
En esta reunión proponemos a los jóvenes la elaboración de su Proyecto Personal de vida.
Les ayudamos a concretar unos objetivos generales y líneas de acción de futuro, teniendo
en cuenta no sólo sus deseos y posibilidades reales, sino también las grandes motivaciones
y opciones de vida que surgen del Evangelio.
1. ACOGIDA
Materiales: Documento 5.
Se comienza la reunión comentando el documento 5 leído durante la semana: qué les han parecido los
testimonios; qué frases les han llamado más la atención; con
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qué se han sentido más identificados; posibles dudas en torno a la vocación; quién
considera que ya la ha descubierto.
2. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN
Materiales: Una hucha o cesta llena de monedas, copias del documento 6.
Acabado el comentario anterior, se coloca en el centro de la mesa una hucha o una cesta
con monedas y se lee luparábola de los talentos (Mt 25,14-30).
Tras unos momentos de reflexión, el animador o animadora invita a los jóvenes a coger sus
talentos; cada uno toma en silencio los que considera convenientes. Acto seguido, se
entrega el documento 6; se lee en público la primera página y el animador o animadora
invita a elaborar personalmente el propio Proyecto de vida. Antes se hacen las aclaraciones
que sean necesarias.
En el documento se les pide realizar el siguiente trabajo:
— Concretar el momento actual de su vida en cada una de las áreas que se proponen: cómo
estoy qué hago (cuadro 1).
— Cómo veo mi futuro ideal en cada una de estas áreas, la meta a la que quiero llegar
(cuadro 2).
— Comparar ambos cuadros y ver la distancia entre uno y otro.
— Decidir los pasos a dar en el futuro en cada área, siguiendo las indicaciones de los
cuadros paso a paso; primero, descubrir cuál es el objetivo fundamental que me
planteo para mi futuro, y concretar, después, los próximos pasos para conseguirlo.
Elaborar un Proyecto personal no es tarea fácil, sobre todo si es el primera vez. Conviene
que los jóvenes tengan tiempo suficiente para ello, y lo hagan con calma y sin prisas. Si este
trabajo se realiza en una reunión normal, a una hora convenida todo el mundo deja el
trabajo, esté donde esté, y lo continúa en su casa. Si es un encuentro o convivencia, habrá
que establecer los márgenes razonables para que se pueda tener prácticamente acabado.
3. HACIENDO SÍNTESIS
Concluido el trabajo personal, se reúnen en grupo para valorar, a partir de los cuadros 1 y 2,
si cada uno ha puesto todos los talentos personales en juego.
Cada uno enseña las monedas que ha cogido, y todos comunican cómo se han sentido con el
reparto y si están de acuerdo con las monedas que cada uno ha tomado. El animador o
animadora puede hacer comentarios, mientras se dialoga, según las actitudes de los
miembros del grupo a la hora de coger las monedas: A veces nos refugiamos en que
tenemos pocos talentos y así no nos tenemos que comprometer. En otros momentos, la
timidez nos impide sacar afuera nuestros talentos y no nos atrevemos a utilizarlos.
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Se concluye la reunión con una sencilla oración de acción de gracias. Cada uno va dejando
las propias monedas en la cesta, al tiempo que dice: «Gracias, Padre, por...», indicando una
cualidad o regalo de Dios. Todos responden: «Gracias, Padre».
Se concluye con un canto de acción de gracias, relacionado con el tema, por ejemplo, Alabo
tu bondad (J. M. CUBELLES).
Las palabras no bastan
Común/cando...
En esta última reunión del bloque invitamos a los jóvenes a poner en común los Proyectos
personales. Después invitamos a los jóvenes a situar dichos proyectos a la luz de la palabra
de Dios en el marco de una sencilla celebración de la Palabra.
1. ACOGIDA
En la sala de reunión se coloca en lugar destacado un cirio, y un cartel con la frase Yo soy
la luz del mundo.
Se inicia la reunión comentando las dificultades experimentadas en la elaboración del
propio Proyecto personal. El animador o animadora ayude a crear un clima cálido,
distendido y de escucha, que permita a la vez una comunicación fluida. A estas alturas del
Itinerario la comunicación en profundidad debería ser algo normal, pero siempre hay
alguien que tiene mayores dificultades para hacerlo; por eso es importante crear el clima
adecuado, sin forzar a nadie.
2. EXPERIENCIA DE COMUNICACIÓN
A continuación cada miembro del grupo explica en líneas generales su Proyecto. El resto
del grupo pregunta y aporta lo que crea oportuno. Véase la mejor manera de hacerlo para
que sea un momento significativo en la vida del grupo.
El animador o animadora compruebe a lo largo de la comunicación en qué medida van
apareciendo las motivaciones y opciones cristianas en el contenido de los distintos
proyectos, para tenerlo en cuenta en la entrevista personal con cada uno en los próximos
días.
3. HACIENDO SÍNTESIS
Concluida la comunicación se invita al grupo a poner una vez más la vida del grupo,
dibujada en cada proyecto, en el horizonte cristiano. Proponemos el siguiente esquema
celebrativo:
— Se enciende el cirio, y mientras se escucha el canto de «Godspell», La luz del mundo, u
otro parecido, cada uno coloca el propio proyecto alrededor del cirio.
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— El animador o animadora invita a expresar los sentimientos, temores, sensaciones, que
se han tenido durante todo este bloque. ¿Se han planteado algo nuevo? ¿Les ha sido
útil a nivel personal? ¿Y comunitario? ¿Cómo se plantean ahora el futuro?
Para ello se pueden retomar los cuadros generales de la la reunión y ver si han
cambiado algunas cosas.
— Se lee Mt 5,14-16: Vosotros sois la luz del mundo.
— El animador o animadora toma uno de los Proyectos y se lo entrega a su dueño
diciéndole: «Ven conmigo a ser luz del mundo». Le invita a repetirlo con otro del
grupo, haciendo una cadena hasta que todos los proyectos estén entregados.
— Una vez terminada la cadena, se colocan en círculo alrededor del cirio y entonan el
canto, La sal y la luz (V MORALES/
Antes de despedirse, el animador o animadora expresa el deseo de tener un encuentro
personal con cada uno para comentar juntos el propio Proyecto personal y concretar futuras
entrevistas durante el año. Naturalmente no hay que obligar a nadie.
Evaluación
La evaluación del bloque temático por parte de los destinatarios ya ha ido apare ciendo a lo
largo de las reuniones, sobre todo en las dos últimas en torno a la elaboración y
comunicación del Proyecto de vida. Con todo proponemos hacer esta evaluación en la
entrevista de cada uno con su animador o animadora. De esta forma ganará en profundidad.
Para evaluar este bloque temático por parte del equipo de animadores proponemos los
siguientes indicadores:
Cada animador o animadora evalúe:
— La preparación de los distintos materiales.
— Su propia interiorización del tema y grado de implicación en el trabajo personal y de
grupo.
— La cercanía y relación personal con los miembros del grupo.
— La disponibilidad mostrada para el diálogo personal con cada joven.
Como equipo de animadores, fijarse en:
— El grado de profundidad con que los jóvenes han abordado su vida.
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La capacidad de comunicación e interacción dentro del grupo; si se ha apreciado una
evolución.
La motivación e ilusión en la elaboración de los Proyectos. El
realismo de metas y pasos.
La presencia de valores evangélicos en los distintos Proyectos. En qué medida se nota
mayor profundidad en los compromisos que van asumiendo los miembros del grupo.
DOCUMENTO 1
FICHAS
DOCUMENTO
(O
u
BC
I
§
DOCUMENTO 3
DOCUMENTO 4
ORACIÓN
a) Introducción
Tenemos aguí delante, Señor, nuestras pequeñas ilusiones. Cosas que deseamos, muchas veces sin
pensar, pero que reñejan lo que cada uno llevamos dentro.
Como cualquier persona, tenemos deseos generosos, deseos buenos, deseos menos buenos y, a veces,
hasta deseos egoístas. Eso ya lo sabes tú, porque nos ves desde dentro y nos conoces mejor que
nadie.
Nos hemos dado ahora un buen repaso. Hemos opinado los unos sobre los deseos de los otros y los
hemos comparado con los de tu Hijo Jesús. No sé si habremos salido muy bien parados. Cada uno
ahora va a hablar un rato contigo sobre cómo se ve y los sentimientos que tiene en estos momentos.
Escúchanos, Señor.
b) Tiempo de reflexión
c) Lectura del Salmo 138
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Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el vientre de mi madre.
Te doy gracias,
porque me has formado portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conoces hasta el fondo de mi alma, no desconoces mis huesos.
Cuando en lo oculto me iba formando y entretejiendo en lo profundo de la tierra, tus ojos veían
mis acciones, se escribían todas en tu libro;
calculados estaban mis días antes de que llegase el primero.
Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba
y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno.
DOCUMENTO 5
YO QUERÍA ESTUDIAR UNA CARRERA
Me eduqué con monjas; sin embargo, nunca pensé que tenía vocación.
Cuando era jovencilla, mi ideal era hacer una carrera universitaria. Estuve
en la facultad de Medicina y estudié dos cursos. En ese tiempo, en el que
tenía todo lo que quería, me encontraba desencantada. Ahora pienso que es
entonces cuando comencé a sentir la llamada de Dios, pero no me daba
cuenta de ello. En casa me notaron que no era ya como las otras chicas.
Quizá ellos percibieron mi vocación y tuvieron miedo.
Entonces, me llevaron a casa y me hicieron estudiar Magisterio y lo
terminé. Pero, ya en el transcurso de mis estudios, vi claramente que mi
vocación era ser monja de clausura. Ésta era una situación que consideraba
ideal, pero me parecería que yo no iba a servir para ella, para mantener ese
silencio, esa oración. La admiraba, pero como una cosa inalcanzable.
Después de una maduración de tres años, vi clara la situación y me decidí,
aunque con muchas dificultades por parte de mi familia.
Mi experiencia de Dios la podría definir así: tengo la sensación de que él
me ha ido siguiendo a mí. Entiendo que él te pone unas determinadas
circunstancias en la vida, sin quitarte la libertad. Al final, te das cuenta de
que ha sido el Señor el que te ha elegido a ti, y no tú a él.
Yo soy felicísima. ¡No me cambio por nadie! Me encuentro realizada. ¿En
qué lo noto? En que, cuando tengo una gran dificultad, a pesar de ella, me
encuentro como pez en el agua. Aunque estuviera sufriendo, estoy en mi
ambiente.
A la persona que sienta vocación religiosa, pero que esté dudosa o tenga
miedo, le diría que se fíe totalmente del Señor. Que piense, sobre todo, que
la vocación no es cosa de ella, sin que es el Señor quien la llama. Son
muchos los jóvenes que sienten esa inquietud, y ellos mismos lo dicen.
Esa inquietud es un in
dicio de la llamada. Lo malo es cuando no se le hace caso; entonces esa
inquietud se pasa, porque el Señor pasa, y se pierde la ocasión. Eso es una
responsabilidad muy grande. Yo considero que la persona ha de tener bien
claro que la vocación no es una cosa de ella, sino una llamada de Dios. Él
se fija en una persona y la llama para algo especial, hermosísimo.
Para todas estas personas, parece que la vida tiene un sentido. Han
descubierto su vocación. ¿En qué consiste la vocación?
Temporalización
Pisando tierra (Los jóvenes y la persona de Jesús)
— Acogida.
— Experiencia de análisis y comunicación. En busca de opiniones
ENCUENTRO sobre Jesús:
El lugar de
Cristo en mi • Lo que dicen las encuestas (Documentos 1 y 2).
vida • También el cine opina.
• .Discofórum.
— Haciendo síntesis.
Abriendo horizontes / Novedad (Jesús, siempre y más...)
— Acogida.
— Experiencia de análisis y profündización: Imágenes de Jesús
(Documento 3).
— Haciendo síntesis.
Las palabras no bastan (Lo importante es encontrarse
con Cristo)
— Acogida.
— Experiencia de personalización e interiorización:
Mis actitudes ante Jesucristo (Documento 4).
— Haciendo síntesis: Mi encuentro con Cristo, en este momento
(Celebración).
Pisando tierra (Ser cristiano: luces y sombras)
PRIMERA — Acogida.
REUNIÓN — Experiencia de análisis y profündización: Textos sobre la
identidad cristiana (Documento 1).
— Experiencia de personalización: Qué es ser cristiano
(Documento 2).
— Haciendo síntesis:
• Completar frases.
• Celebrarión-oración.
SEGUNDA Abriendo horizontes / Novedad (Cristo, Svfw
REUNIÓN éeiHivida y de la historia)
— Acogida.
— Experiencia de análisis y profündización: Jesús es el
Señor.
• Alternativa A (Documento 3)-
• Alternativa B: Citas del Nuevo Testamento.
• Alternativa C (Documento 4).
— Experiencia dé personalización.
— Haciendo síntesis.
Las palabras no bastan (Seguidores de Jesús)
TERCERA — Acogida.
REUNIÓN — Experiencia de análisis y profündízadón: El cristiano
se define por el seguimiento de Cristo (Documento 5).
— Experiencia de personalización e interiorización.
(Documento 5).
— Haciendo síntesis:
• Historia del salmón (Documento 6).
• Oración.
Las palabras no bastan (Testigos de Cristo)
CONVIVENCIA (Ver temporalización más adelante)
7. Baúl de recursos
BIBLIOGRAFÍA
Imprescindible para los animadores cristianos acerca del tema de lo que significa ser
cristiano (identidad cristiana):
CASAMAUGA, V., Al acecho del Reino, Nueva Utopía, Madrid 1989.
COMISIÓN EPISCOPAL DE LITURGIA, Jesucristo, ayer, boy y siempre, en la perspectiva
del Tercer Milenio, EDICE, Madrid 1997.
GARCÍA, J. A, Ser hombres del Espíritu o cómo vivir al «aire de Jesús», Sal Terrae,
enero 1986, pp. 5-18.
KÜNG, H., Ser cristiano, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1974. —El
NUÑEZJ. M., Seguidores del Resucitado, Editorial CCS, Madrid 1993. SOBRINO, J.,
La identidad cristiana, «Diakonía», junio 1988.
<>3> DESARROLLO DEL TEMA
Encuentro ¡nidal
En este encuentro inicial participan, si es posible, todos los grupos del nivel III del propio
lugar (parroquia, centro juvenil, escuela). Se pretende presentar de forma global todo el
bloque temático Cristo, el centro de mi vida, que posteriormente se desarrollará en las
reuniones de grupo y en la convivencia. En concreto:
— Análisis del posicionamiento de los jóvenes actuales respecto a la persona de Jesús.
— Profúndización de distintas imágenes de Jesús ofrecidas por testigos creyentes del
pasado y actuales.
— Personalización e interiorización de las propias actitudes ante la persona de Jesús.
Aunque el encuentro está pensado para una mañana o una tarde, puede muy bien llenar todo
el día.
Pisando tierra
ios jóvenes y la persona de
Jesús
En este primer momento del Encuentro situamos a los participantes ante la opinión de los
jóvenes actuales sobre la persona de Jesucristo. Lo hacemos desde los datos de las últimas
encuestas y desde una primera aproximación de los mismos jóvenes del encuentro.
1. ACOGIDA
Materiales: Posters de Jesús.
Todos los participantes se reúnen en una sala o lugar adecuado. Previamente se ha
ambientado con diversos posters de Jesucristo. Si es posible, se combinan representaciones
actuales y otras de la historia del arte. Se coloca un cartel con la frase:
Cristo, ¿en el centro o en la superficie?
El animador o animadora, responsable del encuentro, saluda a todos y presenta el
encuentro. Inicia esta presentación invitando, por parejas, a identificarse con uno de los
posters que hay en la sala, reflexionando durante dos o tres minutos sobre los motivos de la
elección, y qué aspecto de Jesús resalta el póster concreto. A continuación se abre un
diálogo espontáneo sobre ello. No hace falta dedicarle mucho tiempo. Es una manera de
romper el hielo.
Al hilo de lo que ha salido en el diálogo, el animador responsable propone una primera
aproximación a la persona de Jesús según los resultados de las últimas en-
79
cuestas sobre los jóvenes españoles, o la que aparece en el mundo de la canción y del cine.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS
En busca de opiniones sobre Jesús
Para realizar este análisis proponemos varias alternativas, según las posibilidades del
equipo de animadores.
c) Discofórum
Materiales: Canciones sobre Jesús, cásete.
Esta alternativa ya se propuso en el nivel I de Adolescentes (Cfr. Tarea de ser persona,
pág. 367). Allí se indican algunas canciones como ejemplo. En el caso de que se haga
conviene que los participantes tengan la letra delante.
Concluida la audición, se sigue la dinámica anterior. Al igual que antes, los animadores y
animadoras fíjense en las conclusiones de los participantes.
3. HACIENDO SÍNTESIS
Concluida la alternativa elegida, se reúnen en gran grupo, y se ponen en común las
conclusiones del análisis. Los resultados se expresan en el mural para tenerlo en cuenta a lo
largo del Encuentro. Lo usaremos también en la Convivencia final.
80
Proponemos agrupar las distintas imágenes de Jesús en tomo a los dos aspectos que más
resuenan entre la gente: VnJesás-Dios y unJesús-hombre. Después habrá que clarificar el
lenguaje.
Abriendo horizontes
Novedad
Jesús, siempre y más...
En este segundo momento partimos de las opiniones y lecturas sobre Jesús, obtenidas
anteriormente, e invitamos a los participantes a profundizar en la persona de Cristo, ya
desde una visión cristiana de su persona y mensaje, y de su significado en el camino de la
fe.
1. ACOGIDA
El animador o animadora hace alusión a las frases escritas en el mural y propone a los
participantes seguir profundizando en la persona de Jesús. Lo hace con estas o parecidas
palabras:
El trabajo anterior nos ha situado ante imágenes de Jesús muy diversas. Yes nor mal. Jesús
ha sido, es y seguirá siendo una persona que nos desborda, y supera cualquier intento de
reducirlo a una idea, una actitud ante la vida o una forma concreta de actuar. Muchas de
nuestras opiniones o visiones de su persona dependen mucho del momento personal en que
nos encontramos o del ambiente socio-cultural en que vivimos. También dependen mucho
de la forma como nos acercamos a él, si lo hacemos como creyentes o no, como
indiferentes o llevados de la simple curiosidad. Lo que más suele decir la gente es eso
deJesús-Dios oJe-sús-hombre.
Os invito a acercarnos a Jesús como creyentes, como cristianos y cristianas. Seguro que su
persona aparece ante nosotros con unos perfiles nuevos, quizás insospechados para alguno
de los que estamos en este encuentro. Y una manera de hacerlo es recabar la opinión de
cristianos convencidos.
81
3. HACIENDO SÍNTESIS
Concluido el trabajo en grupo, se comunican las diversas imágenes de Jesús con la
dinámica elegida. Conviene hacerlo con agilidad.
Al final de cada representación, se recaba la opinión de todos los participantes sobre su
grado de adhesión a dicha imagen. Búsquese la forma más adecuada de hacerlo para no
alargar demasiado la exposición.
Las palabras no bastan
Lo importante es encontrarse con
Cristo
En el último momento, ayudamos a los participantes a situarse personalmente ante la
persona y mensaje de Jesucristo, y a revisar cuáles son sus actitudes concretas de encuentro
con él. Todo ello lo hacemos contenido de una celebración, que sirva de conclusión del
Encuentro e inicio de las reuniones siguientes y de la convivencia final.
Conviene que este último momento del encuentro se desarrolle en un clima adecuado para
la reflexión-oración personal. Puede ser también un buen momento para el diálogo personal
del animador o animadora con los miembros del propio grupo
1. ACOGIDA
Después de la comida, y tras un tiempo de distensión, se reúnen de nuevo en gran grupo.
En la sala o lugar de reunión se pone un nuevo cartel con el título Conocer a Jesucristo es
mucho más que saber sobre él. Es encontrarse con él.
El animador o animadora, responsable del Encuentro, hace una síntesis del trabajo realizado
hasta ahora e invita a todos a personali2ar el tema. Para ello hace alusión al nuevo cartel,
centrándose en el significado bíblico de la palabra conocer. Puede hacerlo en torno a las
siguientes ideas:
— En la Biblia conocer algo o a alguien es mucho más que un saber teórico. Es tener
experiencia real del algo. Conocer a una persona significa también tener relaciones
íntimas con ella.
— Conocer a Jesucristo es tener experiencia real de encuentro con él. Un encuentro que
transforma la propia vida. Así lo experimentaron los apóstoles y tantos cristianos y
cristianas auténticos a lo largo de historia.
— Vale la pena concluir el día revisando la situación actual de nuestro encuentro con
Jesucristo y celebrarlo.
82
2. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN E INTERIORIZACIÓN
Mis actitudes ante Jesús
Materiales: Documento 4.
Seguidamente, se reparte el documento 4 y cada uno busca el lugar más adecuado para
trabajarlo personalmente. En este documento invitamos a los jóvenes a concretar qué
actitudes tienen en este momento de su vida hacia la persona de Jesucristo. Los animadores
y animadoras estén cerca de su grupo para responder a preguntas, aclarar dudas, etc.
Terminada la reflexión personal, se reúnen en grupos de origen con el animador o
animadora respectivo y dialogan unos minutos sobre la experiencia anterior. Es un
momento importante. Saldrán, sin duda, cuestiones controvertidas. Conviene que aflore
todo, pero no hace falta responder ahora a todo. Ya habrá tiempo en las reuniones de grupo
en los lugares de origen.
Como síntesis del diálogo anterior, cada grupo prepara una comunicación y una oración
para el momento de la celebración. Se trata de expresar cuál es en este momento la actitud
más generalizada del grupo sobre Jesucristo. Se les pide usar la creatividad.
3. HACIENDO SÍNTESIS
M¡ encuentro con Cristo en este momento
Como conclusión del encuentro proponemos la siguiente dinámica, que quiere ser una
síntesis-celebración.
a) Ambientación: En el centro de la sala, en el suelo, se ha colocado previamente un póster
de Jesucristo y, alrededor dibujados en tiza, una serie de círculos concéntricos
suficientemente distanciados para que puedan situarse los participantes.
b) Canto: Tan cerca de mí o Jesús está entre nosotros. Mientras se canta la canción, un
animador o animadora coloca en cada círculo, escritas en un cartel, una de las actitudes
indicadas en el documento 4, desde el centro hacia afuera: conversión, interés, admiración,
rutina, racionalismo.
c) Palabra de Dios: A continuación un participante lee el texto de Filípenses 3.4-16.
Conviene usar una traducción que se entienda bien.
d) Gesto: El que preside la celebración hace un breve comentario de la lectura, y a
continuación cada grupo comunica a todos la actitud generalizada del grupo respecto a
Jesucristo con la dinámica acordada anteriormente; se colocan en el círculo que represente
la actitud concreta hacia Jesucristo.
e) Oración: Una vez colocado el grupo en el círculo correspondiente, uno de ellos hace
una oración relacionada con la actitud, y todos los participantes contestan con un estribillo
cantando, por ejemplo: No adoréis a nadie más que a él.
Una vez han pasado todos los grupos, se concluye con el rezo o canto del Padre nuestro.
j) Despedida: El animador o animadora del Encuentro agradece la participación de todos y,
haciendo alusión a la comunicación de cada grupo sobre la actitud que tiene hacia
Jesucristo, les invita a seguir con el tema en las reuniones de grupo.
83
Evaluando
Concluida la celebración, se entrega a cada uno una tarjeta con las siguientes cuestiones
sobre el contenido del encuentro, y se ponen en común al inicio de la próxima reunión:
— Aspectos nuevos descubiertos sobre la búsqueda-encuentro con Cristo.
— En qué medida los testimonios ofrecidos tienen o no fuerza de convocatoria para los
jóvenes de hoy.
— Preguntas o cuestiones que ha suscitado el Encuentro: contenido, organización,
participación.
84
^)Co)CC^tUJ^^^"J^;^ ! DOCUMENTO 1
85
DOCUMENTO 2
IMÁGENES DE JESÚS
Lo que se oye y se ve por ahí
Sobre Jesús hay opiniones para todos los gustos. Incluso los cristianos tienen imágenes de Jesús bastante
diversas y a veces contradictorias. El niño que se prepara para la primera comunión, dice que va a recibir
al Niño Jesús. La mujer piadosa reza al Sagrado Corazón de Jesús. Algunos jóvenes admiran y siguen a
un Jesús revolucionario. Hay gente que grita: Viva Cristo Rey.
Cada uno de nosotros nos vamos haciendo nuestra propia imagen de Jesucristo ya desde niños. Esta
imagen depende de la formación religiosa que hemos recibido, del ambiente que hemos vivido, la clase
social a la que pertenecemos, los intereses y las aspiraciones que nos mueven en la vida, la trayectoria de
nuestra existencia.
Pero, a decir verdad, muchas veces no somos conscientes de cuál es nuestra imagen de Jesús y, como
consecuencia, no nos preocupamos de ver si es auténtica y verdadera. Y sin embargo, es algo que tiene
una importancia decisiva para nuestra vida cristiana. La imagen concreta que tenemos de Jesús nos lleva
a vivir la fe de una manera determinada. Dime en qué Jesús crees y te diré cómo vives tu fe.
86
calles, pero no se escucha su llamada ni se le sigue, pues queda lejos su actuación concreta en medio de
la gente.
87
PARA LA REFLEXIÓN DEL GRUPO
Aquí tienes el testimonio de algunos cristianos significativos sobre su relación con Cris to. Reflexiona
personalmente sobre los textos. Subraya lo que más te llame la atención. Después completad en grupo el
cuadro propuesto al final.
P^lic.
¿Quién era aquel Saulo, cuya visita a Damasco, por el año 36, sembró el pánico entre los cristianos de la
ciudad? El mismo protagonista nos lo ha contado: Soy judío, natural de Tarso. Circuncidado al octavo
día, de la raza de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo hijo de hebreos. Fui educado en Jerusalén y
educado en la Ley de nuestros padres a los pies de Gamaliel. Todos los judíos me conocen desde hace
tiempo y, si quieren, pueden atestiguar que viví desde mi juventud según la secta más rígida de nuestra
religión, como fariseo (Hch 22,15; 26,5; 22,25). Hombre eminentemente religioso, Pablo es un fariseo
satisfecho y sincero. Entusiasta del Dios único, la ley es para él la razón de su vida. Sabe que, prac -
ticándola al pie de la letra, puede quedar justificado ante Dios.
Para Pablo, Jesús no puede ser el Mesías, ya que fue condenado por la ley y, según ésta, todo el que
cuelga de un madero es maldecido por Dios [Dt 21,23). Por eso, por fidelidad a su religión, Pablo es un
perseguidor implacable de los cristianos. Como judío comprometido veía en los cristianos un grupo de
fanáticos que amenazaban la religión judía. La conversión de Pablo está narrada en el capítulo 9 de los
Hechos de los Apóstoles. Evidentemente, no podemos interpretar el relato como un simple reportaje
periodístico, sino como algo mucho más significativo. El joven Saulo atraviesa una crisis de búsqueda
de la religión auténtica. Encuentra al Señor, porque Cristo le salió a su paso, por supuesto; pero también,
porque el Señor encontró a un hombre inquieto, en búsqueda.
Saulo, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, fue a ver al sumo sacerdote
y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a llevarse detenidos a Jerusalén a
todos los que seguían aquel camino, hombres y mujeres. En el viaje, cerca ya de Damasco, de repente
una luz celeste relampagueó en torno a él. Cayó en tierra y oyó una voz que le decía: — Saulo, Saulo,
¿por qué me persigues?
Preguntó él: — ¿Quién eres, Señor?
Respondió la voz:— Soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate, entra en la ciudad y allí te dirán lo que
tienes que hacer. Sus compañeros de viaje se habían detenido mudos de estupor, porque oían la voz,
pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía. De la mano
lo ¡levaron hasta Damasco, y allí estuvo tres días sin vista y sin comer ni beber {Hch 9,1-9).
El relato de la conversión de Pablo parece que está escrito en un género literario típico de las
manifestaciones de Dios, con una intención más teológica que de simple descripción histórica. Lo que
parece claro es lo siguiente: — Existe un momento determinado en la vida de Pablo en que Cristo
Resucitado se hace presente en su vida. — El acon-
89
tecimiento del Camino de Damasco no fue el golpe definitivo de la gracia divina. Al contrario, Pablo
entró a formar parte de la comunidad de Ananías donde tuvo que ser ins truido en el misterio de la fe
cristiana, purificar su fe y replantearse paulatinamente su vida. — Dado su carácter impetuoso y su
profundo compromiso religioso, quiere buscar la forma de encauzar las anteriores energías y capacidades
que él tiene al servicio del cristianismo.Tras su conversión a la nueva fe, pasó de ser perseguidor a ser
perseguido. Pablo pronto comprendió que el mejor servicio a Jesucristo consistía en proclamar su
mensaje. Así, pues, optó por salir a anunciar la Buena Nueva de Jesús, a fundar comunidades cristianas,
a construir la Iglesia de Cristo.
90
leproso que le extendía su brazo carcomido. La sangre se le encrespó a Francisco en un instante y todos
sus instintos de repulsa levantaron un muro cerrándole el paso: ¡era demasiado! El primer impulso fue
desaparecer a galope. Pero le vino el recuerdo de aquellas palabras: «Francisco, lo repugnante se te
tornará en dulzura».
Saltó de caballo y, casi sin darse cuenta, se encontró por primera vez en su vida frente a frente con un
leproso. Con cierta precipitación depositó una limosna en sus manos. Aproximó sus labios a la mejilla
descompuesta del leproso. Lo besó con fuerza una y otra vez. Luego estampó rápidos y sonoros besos en
sus dos manos y, con un «Dios contigo», lo dejó. En su lecho de agonía, refiriéndose a ese momento,
Francisco dirá que experimentó «la mayor dulcedumbre del alma y del cuerpo». Fue, sin duda, uno de
los días más felices de su vida, y de todas maneras, un acontecimiento tan marcante que Francisco lo
considera en su testamento como el hito más alto en el proceso de su conversión.
D^e^iú^ S^^A^^i-
Pastor protestante, toda su vida, hasta su ajusticiamiento en un campo de concentración nazi en 1945,
trató de responder a esta pregunta: ¿cómo ser cristiano en la vida actual?, ¿cómo testimoniar la presencia
del Dios vivo presente entre los hombres? Bonhoeffer muere en plena búsqueda, mantenida en
circunstancias excepcionalmente trágicas en el campo de concentración donde pasó los dos últimos años
de su vida.
Hombre de vida intensa —músico, teólogo, humanista— había vivido una infancia feliz en una familia
acomodada. A los 17 años se destapó en su casa expresando que quería ser teólogo —su padre era
agnóstico—, lo cual era algo no acostumbrado entre los muchachos de su edad y condición.
Su progresiva conversión a Jesucristo y su Evangelio se manifiesta gradualmente a lo largo de su vida;
en ella, intervienen tres elementos que lo condicionan y encaminan en una dirección bien determinada.
Durante los primeros años de su ministerio pastoral en Berlín, Bonhoeffer descubre la Biblia. El teólogo,
cargado de diplomas, se hace cristiano. Me había lanzado al trabajo de un modo muy poco cristiano.
Una ambición me hacía la vida difícil. Después pasó algo, algo que cambió y transformó mi vida: por
primera vez leí la Biblia. Había predicado con frecuencia, había visto muchas cosas de la Iglesia, había
hablado y predicado sobre ella y todavía no me había hecho cristiano. Sé que durante este tiempo había
buscado mi provecho personal a expensas de la causa de Jesucristo. Pido a Dios que no se repita.
Nunca o casi nunca había orado. Estaba muy satisfecho de mí mismo y rebosando confianza. La Biblia
me ha liberado de todo esto, en particular el Sermón de la Montaña. Desde ese mo mento todo ha
cambiado. Ha sido una inmensa liberación. Enfrentado abiertamente a los nazis, éstos le detienen en
1943, y aquí empieza el último y tremendo período de su vida.
En la cárcel descubre hasta qué punto los hombres que le rodean habían dejado de ser cristianos y hasta
de ser religiosos. En este compartir total los dolores de los hombres, se da cuenta de que para gran parte
de ellos, y quizá mañana para la mayoría, Dios ha muerto. Lo que escribió Bonhoeffer en aquellas
circunstancias se ha interpretado muchas veces erróneamente. Dios nunca ha muerto para él, pero
comprueba que Dios ha muerto para los que le rodean: el hombre puede prescindir de Dios y se cree el
único responsable del mundo. ¿Quién es este Cristo Aoy para nosotros y qué debe ser para estos
hombres? ¿Cómo Cristo puede llegar a ser el Señor de los irreligiosos? ¿Cómo identificarse
91
plenamente con el mundo moderno sin perder la identidad cristiana? Bonhoeffer se hace
contemporáneo de sus hermanos, un contemporáneo surgido en el infierno de la guerra, de los campos
de concentración, del exterminio de millones de hombres. Así, descubre que vivir como cristiano en este
mundo es introducirnos en el sufrimiento de Cristo.
Si yo determino dónde debe hallarse Dios, encontraré siempre un Dios que me corresponde de alguna
manera, un Dios complaciente en relación con mi propia naturaleza. Pero si es Dios el que determina
dónde debe ser hallado, será donde no es inmediatamente agradable a mi naturaleza ni totalmente de
acuerdo conmigo. Este lugar es la cruz de Cristo. Y el que quiera encontrarlo debe ir al pie de la cruz,
como lo exige el Sermón de la Montaña. La conversión total a Jesucristo, al plan de Dios en su propia
vida, rompe en Bonhoeffer cualquier tipo de vanidad o de prestigio. Participando en el sufrimiento del
mundo, un mundo desgarrado y desesperanzado, así es como encuentra su identidad cristiana.
fíe comprendido y sigo aprendiéndolo, que viviendo plenamente la vida terrestre se llega a creer.
Cuando se ha renunciado completamente a hacerse alguien —un santo, un pecador arrepentido, un
enfermo o un sano— para vivir la multitud de tareas, problemas, éxitos y fracasos —que a esto se llama
vivir en el mundo— entonces se pone uno plenamente en las manos de Dios; se toman en serio no los
sufrimientos propios, sino los de Dios en el mundo; se vela con Cristo en Getsemaní. Tal es, creo yo, la
fe, el cambio. Así se hace uno hombre cristiano. ¿Cómo los éxitos pueden hacernos insolentes ni
turbarnos los fracasos, si sufrimos los sufrimientos de Dios?
^ 0'^C^t ^W^W.
El arzobispo de San Salvador es el vivo ejemplo del hombre convertido radicalmente a Je sucristo y a su
causa en plena madurez humana. A los 60 años, siendo ya arzobispo, cuando en teoría todas las cosas ya
están claras, Óscar Romero reconoce que a esa edad se c-on-virtió realmente. Efectivamente, el obispo
Romero hasta 1977 había sido un hombre bueno y trabajador. Conservador, tradicional, piadoso y muy
cariñoso con la gente. Por entonces, El Salvador, su país, ardía y sangraba de injusticias y violencias. Él
no se situaba al margen de esta realidad, pero tampoco estaba en el corazón de su pueblo. Precisamente,
le nombran arzobispo de la capital en febrero de 1977 porque era un hombre seguro, y no había nada que
temer de él, ninguna imprudencia, ningún exceso. Pero un suceso conmovió fuertemente a Óscar
Romero y le hizo ver y comprender la realidad de su pueblo a la luz del Evangelio. Ese suceso fue la
muerte violenta de un sacerdote amigo suyo, Rutilio Grande. Este hecho determinó la conversión de
monseñor. El pastor tradicional y piadoso comenzó a andar el largo y difícil camino de hacer suya la
causa de los pobres, hasta terminar como ellos: asesinado. Así lo dijo en Lovaina él mismo, un mes antes
de su muerte, hablando del proceso de conversión que él vivía junto con su pueblo:
Como en otros muchos lugares de América Latina, después de muchos años y quizá siglos, han
resonado entre nosotros las palabras del Éxodo: «He oído el clamor de mi pueblo, he visto la opresión
con que lo oprimen». Estas palabras de la Escritura nos han dado nuevos ojos para verlo que siempre
ha estado entre nosotros pero tantas veces oculto, aun para la mirada de la misma Iglesia: la situación
de inhumana pobreza en la que viven millones de latinoamericanos (2 de febrero de 1980).
Del mismo modo, cambió su manera de entender y de construir la Iglesia. A los pocos meses de la
muerte de Rutilio, Óscar Romero escribió una carta pastoral. La Iglesia de la Pascua, en la que, entre
otras cosas, afirmaba:
92
Es importante recordar también que se persigue a la Iglesia porque quiere ser en verdad, la Iglesia de
Cristo. Mientras la Iglesia predique una salvación eterna y sin comprometerse en los problemas reales
del mundo, la Iglesia es respetada y alabada, y hasta se le conceden privilegios. Pero si la Iglesia es fiel
a su misión de denunciar el pecado que lleva a muchos a la miseria, y si anuncia la esperanza de un
mundo más justo y humano, entonces se la persigue y calumnia, tildándola de subversiva y comunista (6
de agosto de 1977).
En Lovaina comentó: La Iglesia no es un reducto separado de la ciudad, sino seguidora de aquél Jesús
que vivió, trabajó, luchó y murió en medio de la ciudad (2 de agosto de 1978).
Sin duda, un factor determinante en la conversión de Óscar Romero fue la fe sencilla de la gente del
pueblo, de los pobres: su paciencia, su capacidad de trabajo, de esperanza, su confianza en el Dios que
salva abrió los ojos y el corazón del obispo. Él fue lo suficientemente humilde como para no ir dando
lecciones, sino que se dejó evangelizar por la fe del pueblo, purificada de tantas teorías, ambigüedades y
conveniencias.
A menudo hablaba de que realmente le impactaba la convivencia cotidiana con el pueblo pobre y
sufriente, los torturados, los huérfanos de la represión, las madres de los desaparecidos, y la fe que
encontraba en aquel pueblo sufriente.
Para este pueblo, Romero se convirtió en el portavoz de sus esperanzas y preocupacio nes, en la voz de
los sin voz. Y, a su vez, el obispo con un lenguaje sencillo y sin tópicos, comprometía a su pueblo a ser,
él mismo, vehículo del Evangelio:
El mejor micrófono de Dios es Cristo, y el mejor micrófono de Cristo es la Iglesia. Y la Igle sia son
ustedes, cada uno de ustedes, desde su propio puesto, desde su propia vocación: la religiosa, el casado,
el obispo, el sacerdote, el estudiante, el universitario, el jornalero, el obrero, la señora del mercado.
Cada uno en su puesto viva intensamente la fe y siéntase en su ambiente «verdadero micrófono de Dios
nuestro Señora (27 de enero de 1980).
Sus tres años de predicación, de lucha codo a codo con su pueblo, le hizo ser temido, calumniado y
perseguido por los poderosos de su país, como lo fue Jesús. Ya no era aquel hombre tranquilo,
tradicional, que no causaba problemas a nadie. Se había convertido en profeta del Evangelio. Él ya sabía
que querían matarlo.
Su última homilía, una día antes del asesinato, constituye un auténtico testimonio de la posición que
adoptó en la última época de su vida. Durante hora y media comentó el Evangelio a su pueblo, el que se
congregaba en la catedral y el que lo escuchaba a través de la radio. Sus últimas palabras fueron dirigidas
a los soldados:
Yo quiero hacer un llamamiento de manera especial a ios hombres del ejército, y en concreto, a las
bases de la Guardia Nacional, de la policía y de los cuarteles. Hermanos, ¡ustedes son de nuestro
pueblo!, ¡matan a sus mismos hermanos campesinos! Y ante una orden de matar que dé un hombre,
debe prevalecer la ley de Dios que dice: «¡No matar!» Ningún soldado está obligado a obedecer una
orden contra la ley de Dios. En nombre de Dios, pues, y en nombre de este pueblo, cuyos lamentos
suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno: en nombre de Dios,
¡cese la represión! (23 de marzo de 1980).
93
PARA LA REFLEXIÓN-SÍNTESIS DEL GRUPO
Acontecimientos o
circunstancias Elementos comunes Escribir una frase
personales que que aparecen en que sintetice su
influyen en su todos ellos conversión a
conversión a Cristo Cristo
DOCUMENTO 3
Lee el siguiente texto sobre la Jbúsgueda—encuentro con Cristo. Te ayudará a descubrir tu actitud
actual hacia él. Después completa el cuadro que proponemos al final.
EL SENTIDO DE LA BÚSQUEDA
El verdadero encuentro con Jesús sólo es posible cuando uno adopta una actitud sincera de búsqueda de
un sentido más profundo para su vida. No es posible encontrarse con Jesús y acoger su mensaje cuando
uno adopta una postura de indiferencia, apatía, insensibilidad y superficialidad ante la propia vida o la
vida de los demás.
Actitud de apertura. Es necesaria una postura de apertura y disponibilidad. Nos debemos acercar a Jesús
con nuestras preguntas, no con nuestras soluciones y respuestas. Se trata de dejarnos alcanzar por él en
lo más íntimo de nuestro ser, sin reservas, sin defensas, incondicionalmente. Quizás la pregunta
fundamental con la que debemos abrirnos a Jesús es ésta: ¿Cómo puedo ser más persona? ¿De dónde le
puede llegar un sentido verdadero a mi vida? ¿En qué dirección he de buscar?
Búsqueda de Alguien. No se trata de encontrar algo, sino de encontrarse con Alguien. Lo
verdaderamente decisivo y lo que transformó realmente a los primeros discípulos fue el encuentro con la
persona de Jesús.Cada vez se hace más difícil creer seriamente en algo. Parece que las personas nos
animamos a creer en alguien que nos ayude a vivir. En este sentido, debemos hacer un esfuerzo para que
Jesús no sea un recuerdo del pasado, sino alguien vivo y actual, capaz de responder a los anhelos,
aspiraciones, temores y preguntas que nos rodean por doquier.
Búsqueda progresiva. A Jesús se le encuentra poco a poco en la medida en que le buscamos con
sinceridad. Muchas veces, sólo se entrevé, se intuye, se desea lo que un día encontraremos con gozo.
Con frecuencia, se trata de una búsqueda costosa. Hay que desprenderse de muchas maneras de pensar,
sentir, reaccionar y actuar, que nos son muy familiares. Muchas veces, todo se vuelve oscuro, y hay que
seguir creyendo fielmente en la oscuridad lo que habíamos visto antes en la luz. Hay que seguir
caminando. Se hace camino al creer.
95
destruye la fraternidad humana querida por el Padre. Y por otra parte, se nos pide escu char y acoger el sí
de Dios a un mundo que debe ser reconciliado en el amor, la verdad y la justicia.
Aprender a vivir. Desde Jesús, debemos aprender a vivir. Él nos descubre que merece la pena vivir,
porque la vida es una aventura positiva, algo que camina hacia una plenitud final en Dios. No se trata de
ir tirando la vida, ni de ser un vividor, sino de aprender a vivir humanamente. Ser cristiano o cristiana es
ir descubriendo desde Jesús cuál es la manera más humana, más acertada de enfrentarse al misterio de la
vida. Ir descubriendo el tipo de hombre y de mujer que Dios quiere, y atrevernos a serlo hasta el final.
Nos pasamos la vida buscando razones para justificar nuestra vida y nuestras actuaciones. Lo im portante
es descubrir en Jesucristo la razón de vivir. La conversión es el paso de unas razones para vivir a la
razón de vivir.
Radicalidad del cambio. La llamada de Jesús es radical y absoluta. La entrada en el Reino de Dios es
una alternativa. No es posible una actitud intermedia. No se puede servir a dos señores. No se puede
servir a Dios y al dinero. No se puede poner la mano al arado y volver la vista hacia atrás. Hay que optar.
Optar por la fe en Dios Padre, en una sociedad secularista que ve en Dios a un enemigo de la vida. Optar
por la esperanza y el amor que Dios nos muestra en Cristo, frente a otro tipo de esperas más o menos
fáciles o inmediatas, o evasiones egoístas.
El seguimiento de Jesús. Creer en Jesucristo es seguirle. Éste es el término técnico que empleaban los
primeros creyentes. Pero no se trata de ver en Jesús un modelo de vida virtuosa, un santo —sin duda, el
mayor, el Santísimo— al que hay que imitar desde fuera, copiando e imitando literalmente sus gestos. Se
trata de acoger su Espíritu, inspirarnos en él, y continuar hoy nosotros la obra apasionante del Reino de
Dios que comenzó en él y desde él. Más en concreto, el seguimiento a Jesucristo consiste en asimilar las
actitudes fundamentales que dieron sentido a su vida, y tratar de vivirlas hoy nosotros, en nuestra propia
situación y de manera creativa. En esto consiste la vida cristiana. En creer en lo que Jesús creyó. Dar
importancia a lo que él se la dio. Interesarnos por lo que él se interesó. Defender las causas que él
defendió. Vivir la vida como él la vivió. Ser cristiano o cristiana es hacerse, poco a poco, personas
nuevas desde Jesucristo, descubriendo nuevas posibilidades de amar, servir, esperar, creer, sufrir,
trabajar, luchar y morir.
96
AHORA COMPLETA EL SIGUIENTE CUADRO
¿ftctittiEl aolual Circunstancias o situaciones Eseribe dos o tres
ante Jesucristo ^cohsecüéffleias en tu
camino : :;—' <le^ ^ - '
INTERÉS
ADMIRACIÓN
RUTINA
RACIONALISMO
CONVERSIÓN
Reuniones
El Encuentro inicial ha contribuido a plantear globalmente la relación con Cristo. Ahora, en
las tres reuniones siguientes, ayudamos a los jóvenes a situarse personalmente y en grupo
ante tres aspectos concretos de esta relación.
— Ser cristiano: luces y sombras (Pisando tierra).
— Cristo: Señor de mi vida y de la historia (Abriendo horizontes / Novedad).
— El seguimiento de Cristo: actitudes y gestos concretos (Las palabras no bastan).
Pisando tierra
Ser cristiano: luces y
sombras
En esta primera reunión, ayudamos a los jóvenes a situarse personalmente y como grupo
ante la persona de Cristo, como cristianos y cristianas que están concluyendo un camino de
fe.
1. ACOGIDA
La sala de reunión, se ambienta previamente con alguno de los materiales trabajados en el
encuentro anterior. Por ejemplo, se pone en la pared un póster de Jesucristo, rodeado de
círculos concéntricos separados. Encima de la mesa se colocan pequeñas siluetas, tantas
como miembros de grupo.
Se inicia la reunión con la evaluación del Encuentro inicial, en torno a las cuestiones
indicadas al final del mismo. El animador o animadora procure que todos los miembros del
grupo expresen su opinión y salgan a luz todas las cuestiones o interrogantes sobre
Jesucristo que necesiten aclaración.
A un momento determinado del diálogo, se invita a cada uno a tomar una silueta de la mesa,
escribir el nombre y colocarla en aquel círculo que exprese mejor su encuentro con Cristo, y
diciendo por qué lo hace. Interesa sobre todo que cada miembro del grupo se defina
personalmente sobre las actitudes indicadas en el Encuentro: conversión, interés,
curiosidad, rutina, sentimentalismo, racionalismo.
Concluido el diálogo, el animador o animadora hace alusión a la colocación de las siluetas y
su mayor o menor proximidad a Cristo, y presenta el contenido de la reunión. Lo hace con
estas o parecidas palabras:
La verdad es que a todos nos gustaría estar ahí, junto a Cristo, en el círculo cercano a él,
pero no es así. Y quizá es bueno que no sea así; pues el aceptar que estamos todavía a
cierta distancia de él nos permite preguntarnos continuamente por el significado de Cristo
en nuestra vida, y sobre todo qué significa eso de ser cristiano o cristiana en el momento
actual.
Preguntarnos significa que no estamos ya instalados en una postura o actitud, sino que nos
encontramos abiertos a algo nuevo. Como ya vimos al principio
98
del Encuentro nunca acabamos de dibujar del todo el rostro de Cristo en nuestra vida.
Os invito a seguir con ello en las reuniones siguientes. En esta primera, nos confrontamos
con una asignatura siempre pendiente, que no acabamos de aprobar del todo: cómo ser
cristianos y cristianas, hoy, aquí.
3. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN
Materiales: Documento 2.
Acabado el trabajo anterior, cada pareja comunica al grupo la recomendación que le ha
sugerido el texto analizado en relación con el ser-cristiano.
Seguidamente, el animador o animadora invita a todos a interiorizar el tema. Reparte a cada
uno el documento 2, para que lo lean y reflexionen personalmente.
Después toman la propia silueta, que cada uno había colocado en el mural en torno al póster
de Jesús, y escriben en la parte posterior una o dos frases que resu man los sentimientos, las
luces y sombras que tienen en estos momentos sobre lo que implica ser cristiano o cristiana,
y la vuelven a colocar en el círculo que consideren adecuado.
4. HACIENDO SÍNTESIS
A continuación, cada uno explica al resto del grupo lo que ha escrito y el porqué ha
colocado su silueta en el círculo correspondiente.
Como síntesis de todo lo tratado en la reunión, proponemos estas dos dinámicas:
a) Completar/rases. El animador o animadora inicia una serie de frases relacionadas con el
contenido de la reunión y cada miembro del grupo las concluye. Proponemos algunas
frases, pero se pueden ofrecer otras que se consideren más apropiadas a la situación del
grupo:
99
— La fe es una experiencia que debería abarcar todas las dimensiones de la propia vida.
Sin embargo...
— Hoy día se habla mucho de cristianos que viven una fe «a la carta». Eso se nota en
que...
— A un cristiano o cristiana que afirma: «Yo siento mucho a Cristo en mí corazón, y no
necesito preguntarme qué significa ser cristiano en este momento», le dirías que...
— Ser cristiano boy tiene manifestaciones diferentes a las de hace cincuenta años,
porque...
El animador o animadora esté atento a lo que cada uno escriba como conclusión. Así podrá
verificar si el grupo ha asimilado los documentos propuestos y lo que se ha comunicado
sobre el tema.
b) Oración espontánea. El animador o animadora inicia una oración y la van completando
entre todos de forma espontánea. Se termina con el canto: Libertador de Nazaret, u otro
relacionado con el tema.
Antes de despedirse, el animador o animadora, entrega a cada miembro del grupo una
tarjeta con la siguiente propuesta: redactar durante la semana varios eslóganes sobre la
identidad cristiana, sobre lo que supone ser cristiano boy, pensados para colocarlos en los
siguientes ambientes:
— Cartelera de anuncios de la Universidad.
— Habitación de una clínica.
— Lugar de trabajo.
— Pintada en un barrio marginal.
— En una pegatina para el coche o la moto.
— En la celda de una cárcel.
Servirán como inicio de la siguiente reunión, en la que se reflexionará sobre Jesús, el
Señor.
Abriendo horizontes
Novedad
Cristo, Señor de mi vida y de la
historia
En esta segunda reunión ayudamos a los jóvenes a descubrir a. Jesús, el Señor, clave
fundamental del Evangelio, y a actualizar su significado en la propia vida y la historia.
Estamos ante un aspecto de la fe nada fácil en la vida de los jóvenes. Por eso ofrecemos
materiales de apoyo para los animadores; les ayudarán a comunicar su propia experiencia
de fe con el lenguaje y las palabras adecuadas (Cfr. Documento 3).
100
1. ACOGIDA
En la sala de reunión, junto al mural de la reunión pasada, se colocan algunos carteles con
frases donde aparezca la palabra señor—Señor: Señoras y señores. Es toda una señora. Un
señor, como Dios manda. ¿Qué manda el señor. Sí, señor. Señor, Dios nuestro.
Después de los saludos de costumbre, se ponen en común los eslóganes que cada uno ha
redactado durante la semana sobre el ser cristiano. Si los han traído escritos se colocan en
una parte del mural.
Acto seguido, el animador o animadora hace un comentario sobre su contenido. Es bastante
normal que en ellos no aparezca el nombre de Señor referido a Cristo. y no por culpa suya,
sino porque es un aspecto bastante novedoso para la mayoría de los cristianos. El animador
o animadora aprovecha esa posible ausencia para introducir el tema de la reunión.
ALTERNATIVA A
Se entrega a cada uno el documento 3, y lo analizan todos juntos, con ayuda del animador o
animadora. Es importante que éste estudie previamente el documento, y asimile su
contenido, de modo que su intervención no se reduzca a leer este u otro párrafo.
Proponemos seguir el siguiente proceso:
— Lectura personal del documento, especialmente los dos últimos apartados:
¿Qué significa que Jesús es el Señor? y Jesús es el Señor en nuestra situación actual.
— Aclaración de alguna palabra o frase que no se haya entendido.
— Extrapolación del Señorío de Cristo a nuestros días. En concreto:
• Qué pueden significar hoy día: e[politeísmo grecorromano, el culto al emperador, y
las fuerzas contrarias a la libertad y felicidad humanas (demonios).
• Resumir en frases qué supone aceptar el Señorío de Cristo: para la vida personal, la
historia y el mundo I universo.
ALTERNATIVA B
Se entrega el documento 3 y, tras la lectura previa de una serie de citas del Nuevo
Testamento, se analiza lo que significa el Señorío de Cristo. Proponemos el siguiente
proceso:
— Se escriben previamente las citas en otras tantas tarjetas, por ejemplo:
• Le 4,14-21 Programa de la actuación de Jesús.
101
• Me 10,35-45 Petición de los Zebedeo.
• Jn 6,60-69 ¿También vosotros queréis marcharos?
• Fílp 2,5-11 Tener la misma actitud de Cristo Jesús.
• Filp 3,4-11 Pablo renuncia a todo por Cristo.
• Rom 10,9-13 Confesar que Jesús es el Señor.
• Cor 8,4-6 El Señorío de Cristo frente a los ídolos.
• Ef 1,17-23 Cristo, fundamento de la esperanza.
• Ef 2,13-21 La obra de Cristo en los cristianos.
• Col 1,6-15 La obra de Cristo en los fieles.
• Ap 21,1-5 Los cielos nuevos y la tierra nueva.
— Cada miembro del grupo toma una tarjeta, busca el texto y lo lee personalmente.
Después resume la cita en una frase sobre el Señorío de Cristo. Para ello cada uno
dispone de un Nuevo Testamento de la misma editorial.
— A continuación se ponen en común las frases.
— Después se leen los dos últimos apartados del documento 3 y entre todos hacen la
extrapolación indicada en la alternativa A.
ALTERNATIVA C
Materiales: Documento 4.
Se entrega a cada miembro del grupo el documento 4, sobre la visión cristiana de {•i
persona humana y de la historia, puesta en boca de Jesús. Es un texto más coloquial que el
anterior, y por eso más fácilmente comprensible para los jóvenes.
Proponemos trabajarlo de la siguiente forma:
— Cada uno lee personalmente el documento. El animador o animadora esté atento por si
alguno pide aclaraciones.
— Después, por parejas, elaboran un breve texto sobre el significado de Cristo para
apersona humana y la historia, pensando en los siguientes tipos de cristianos:
• Un amigo o amiga, preocupado solamente por pasarlo bien.
• Un compañero de estudios o de trabajo, preocupado por hacerse un puesto en la
sociedad o la empresa.
• Un miembro de un partido político o sindicato.
• Un religioso o religiosa de clausura.
• Un voluntario o voluntaria.
— Elaboradas las frases, se ponen en común.
3. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN
Como fruto del trabajo anterior y según la alternativa elegida, el grupo sintetiza en tres
frases el significado de Jesús es el Señor, y las escriben en el mural. Para facilitar la
expresión, se pueden completar las siguientes frases:
— El Señorío de Jesús en la propia vida implica...
— El signo de que Jesús, el Señor, está vivo en la historia es...
— Frente a otros señores como..., que intentan..., Jesús nos ofrece...
102
Acto seguido, el animador o animadora invita al grupo a personalizar el contenido de las
frases. Durante unos minutos, cada uno revisa el propio camino de fe para verificar en qué
medida Jesús es el Señor en su propia vida. Después les propone continuar la reflexión
durante la semana y expresarlo de forma creativa en la próxima reunión.
4. HACIENDO SÍNTESIS
Ha sido una reunión densa y con muchos datos sobre el tema. En principio lo es crito en el
mural debería bastar como resumen. Pero no estará de más hacer una última síntesis.
Proponemos hacerlo en forma de oración.
— Se comienza cantando Jesús es Señor (]. M. CUBELLES): solamente la primera estrofa.
— A continuación cada miembro del grupo comunica su propia síntesis del tema, fruto del
momento anterior de personalización. No importa que las comunicaciones sean
perfectas en cuanto al contenido; todavía quedan la tercera reunión y la convivencia
para clarificar aspectos, valoraciones, etc.
— Después de cada comunicación, puede intervenir el grupo para hacer valoraciones, pedir
aclaraciones, etc.
— Acabadas las comunicaciones se hacen oraciones espontáneas, desde el contenido y la
personalización del tema. Después de cada una se repite el estribillo Jesús es Señor.
— Se concluye con el Padrenuestro.
Las palabras no bastan
Seguidores de Jesús
En la reunión anterior hemos ayudado a los destinatarios a descubrir el significado del
Señorío de Cristo en la vida del cristiano. Ahora damos un paso más: queremos que los
miembros del grupo se identifiquen como seguidores de Jesús y asuman las actitudes que
este seguimiento conlleva. En el documento 2 de la primera reunión ya ha aparecido la
figura del seguidor, frente a otras actitudes respecto a la persona de Jesús.
1. ACOGIDA
Lámala continúa ambientada con el gran mural elaborado en las reuniones anteriores.
Escritas en carteles alrededor del póster de Jesús, se ponen también las palabras:
admirador/a, simpatizante, partidario/a, seguidor/a, etc.
El animador o animadora inicia la reunión invitando a cada uno a expresar la reflexión
hecha durante la semana sobre el lugar que ocupa Cristo en la propia vida. Si son
creativos, la comunicación será sugerente.
103
A continuación, el animador o animadora recuerda brevemente el contenido de las
reuniones anteriores: Qué es ser cristiano, y el significado de Jesús como Señor. Haciendo
referencia a los carteles del mural, presenta el trabajo de esta tercera reunión sobre el
seguimiento de Jesús. Lo puede hacer de esta manera:
— En primer lugar, invita a concretar entre todos el significado semántico de los términos
escritos en el mural. Conviene usar el diccionario, para ganar tiempo.
— Después se hace un acróstico en torno a la palabra seguidor: Bastan tres o cuatro
palabras o frases muy cortas que expresen algunas actitudes que conlleva el
seguimiento de alguien.
— Seguidamente invita al grupo a profundizar en el seguimiento de Cristo, como una
forma concreta de ser cristiano y aceptarlo como Señor en la propia vida, y contribuir a
hacer realidad el Reino de Dios en la historia.
4. HACIENDO SÍNTESIS
104
— Vida en el mar, en la madurez.
— Subida por el río para la reproducción y dificultades de todo tipo.
— Puesta de huevos.
— Muerte de los salmones.
105
DOCUMENTO 1
—1 Los cristianos no se distinguen de los demás hombres por su tierra, su lengua o sus costumbres.
Porque no habitan en ciudades propias ni hablan una lengua extraña ni llevan una forma de vida aparte
de los demás.
En realidad, su doctrina no ha sido inventada por ellos, gracias al talento y especulación de hombres
sabios; ni profesan, como hacen otros, una enseñanza meramente humana, sino que, viviendo en
ciudades griegas o bárbaras, y adaptándose en comida, vestido y demás formas de vida a los usos y
costumbres de cada país, manifiestan un estilo de vida superior y admirable, y en opinión de todos, una
vida que sorprende.
Habitan sus propias patrias, pero como forasteros; participan en todo como ciudadanos y todo lo viven
como extranjeros; toda tierra extraña es para ellos patria, y toda patria es tierra extraña.
Se casan como todos. Como todos engendran hijos, pero no abandonan a los que nacen. Ponen mesa
común, pero no cama. Tienen cuerpo, pero no viven según la carne. Obedecen las leyes, pero sobrepasan
las leyes con su vida. Aman a todos y todos los persiguen. Se les desconoce y se les condena. Se les mata
y en ello se les da la vida. Son pobres y enriquecen a todos. Carecen de todo y abundan en todo. Son
deshonrados y en las mismas deshonras son glorificados. Se les maldice y se les declara justos. Los
vituperan y ellos obedecen. Se les injuria y ellos dan honra. Hacen bien y se les castiga como
malhechores. Condenados a muerte, se alegran como si les dieran la vida.
(DIOGNETO, cristiano de siglo II)
Q El cristianismo sólo sigue siendo cristiano cuando se mantiene expresamente vincu lado al único
Cristo. Y ese Cristo no es un idea cualquiera ni una simple actitud ante la vida. Cristo es una persona
bien definida, inconfundible, insustituible, con nombre propio. El cristianismo, como su mismo nombre
indica, no se puede desdibujar o absorber en un cristianismo sin nombre (anónimo). Lo distintivo
cristiano es Cristo mismo.
Para el hombre de hoy Jesús constituye un modelo básico de una manera de ver y vivir la vida. Él es,
para cada individuo y para la sociedad, en medio de lo positivo y de lo ne gativo, una invitación (¡Tú
puedes!}, una llamada (¡Tú debes!), un reto (¡Tú eres capaz!). Hace posible un nuevo sentido y una
nueva meta para la vida.
Lo que distingue a los cristianos de los discípulos y partidarios de otros grandes hombres es el
seguimiento de Cristo, la vinculación radical a la persona de Cristo, no sólo a su doctrina, sino también a
su vida, a su Muerte y Resurrección.
(H. KÜNG, teólogo)
106
^3 Vemos, con verdadero gozo, que sois bastantes los que buscáis a Dios en el rostro humano de Jesús
de Nazaret. Conocemos vuestros esfuerzos por encontraros con el Jesús sencillo y cercano que nos
descubren los Evangelios. Admiráis su libertad y su capacidad de amar e infundir esperanza. Os sentís
atraídos por su proyecto liberador e impulsados a colaborar con él.
No pocos tratáis de vivir una relación viva, personal, estrecha con él. No queréis ideas abstractas ni
conceptos fríos. Preferís la adhesión confiada a Jesús, el Amigo, que puede comprender vuestros
problemas y os puede ofrecer su amistad, alegría, perdón y paz.
Él es para vosotros el Salvador. En él os inspiráis para dar sentido a vuestra vida. Él os puede salvar del
odio, de la soledad, del aburrimiento, de la superficialidad, del miedo a la vejez y a la muerte. Él es el
que pone un aliento de esperanza en vuestras vidas.
(OBISPOS VASCOS)
Q Cuando se toma partido por Cristo, cuando se opta por él como lo más importante, la identidad
cristiana ha encontrado su verdadero punto de apoyo. Y el que ha hecho esa opción sabe que pisa un
terreno seguro, sabe que ha puesto su confianza en alguien que respalda con total seguridad. En frase de
Pablo: «Sé muy bien de quien me he fiado».
El cristiano no se define, por tanto, como una persona que ha optado por una doctrina, una ideología o
unos principios, ni siquiera por un comportamiento. Cristiano es quien se ha dejado invadir por el amor
del Dios manifestado en Cristo Jesús, y afirma cada día, como lo han hecho tantos hombres y mujeres
desde hace dos mil años: «Prefiero a Jesucristo a todo lo demás». Y se cree de verdad la contestación de
Jesús: «El que me sigue no anda en la oscuridad».
(SEGUNDINO MOVILLA, experto en Catequesis]
107
DOCUMENTO 2
¿QUIÉN ES CRISTIANO?
Si un domingo cualquiera nos pusiéramos a la puerta de una iglesia y lanzáramos la pregunta: ¿Qué es
un cristiano? ¿Quién es cristiano? a los que salen de misa, escucharíamos, sin duda, respuestas como
éstas: «El que ama al prójimo». «El que no hace mal a nadie». «El que va a Misa los domingos». «El
que cree en Dios». Un buen cristiano vive estas cuatro características y muchas otras más. Pero ninguna
de ellas da en la diana de lo nuclear del cristianismo. ¿Ni siquiera el creer en Dios? No, porque hay
diversas visiones e imágenes de Dios, y existen creyentes de otras religiones. El cristiano es aquel que
tiene fe en Jesucristo, que cree en el Dios, manifestado en la persona y mensaje de Jesucristo.
Y ¿qué es la fe en Cristo?
La respuesta anterior puede resultar decepcionante para ciertos jóvenes, que están acostumbrados a oír la
palabra fe como algo etéreo, inconcreto y poco exigente. Precisamente suelen ser los jóvenes más
generosos los que se quedan insatisfechos con respuestas de ésas, quizás porque resultan poco
significativas para ellos y para muchas personas de hoy. El joven quiere algo más concreto, más
relevante y hasta más exigente.
¿Qué es la fe? ¿Qué contiene esta palabra? Vamos a aproximarnos a ese contenido poco a poco, como
por rodeos, para delimitarla bien y captar su enorme riqueza.
A) ADMIRADORES Y SIMPATIZANTES
Un hombre muy rico, llamado Nicodemo, solicitó una entrevista nocturna con Jesús. Tenía motivos para
verle de noche, porque era del grupo de los fariseos, que estaban en contra de Jesús. Los signos de Dios
que Nicodemo veía en él le llamaban poderosamente la atención. No se declaraba partidario de Jesús,
primero, porque no veía las cosas con claridad; y segundo, porque tenía miedo a la gente de su grupo.
Admiraba a Jesús y sentía simpatía hacia él. ¿Tenía fe? Pues, no. La tuvo después de la muerte de Jesús,
cuando dio el paso público de preocuparse de su enterramiento y conseguir un sepulcro nuevo.
La admiración y la simpatía son como los primeros peldaños de la fe. Pero no son propia mente fe. Los
simpatizantes van a escuchar el mitin o el discurso de una persona a la que admiran, pero no son todavía
partidarios ni seguidores. Sin embargo, ese primer peldaño es absolutamente necesario para dar el salto a
la fe en Jesús, porque ésta va siempre impregnada de simpatía y admiración. Por ahí se empieza. Por
extraño que pueda parecemos, todos, todos los entendidos aseguran que los apóstoles no tuvieron fe
hasta después de la muerte de Jesús. Durante la vida de éste, tuvieron solamente admiración, una
admiración creciente, que iba gestando ocultamente la eclosión final de la fe. Pero propiamente no la
alcanzaron hasta después de los dramáticos sucesos del Calvario, cuando, tras fuertes crisis, tuvieron la
experiencia del Resucitado, dieron un salto cualitativo, y se convirtieron en seguidores de Jesús y
propagadores de su mensaje. En resumen: la admiración no es fe, aunque es un ingrediente necesario de
la fe.
108
B) PARTIDARIOS
Alguien ha dicho que Gandhi fue un personaje absolutamente extraordinario, de ésos de los que aparece
uno cada doscientos años. Gandhi despertó admiración en los mismos británicos, pero el pueblo
británico no pensó en hacerse partidario suyo, salvo excepciones aisladas. Sin embargo, logró partidarios
en un número creciente de compatriotas, que se sumaron a sus ideas y lo acompañaron en sus acciones
de protesta. Mérito suyo fue el hecho de haber movilizado tan gran número de personas. El movimiento
que dio lugar a la independencia y a la creación del Estado Indio fue obra de todo aquel grupo de
personas, que eran partidarias suyas.
Un partidario es mucho más que un simpatizante o un admirador. Le diferencian dos puntos decisivos:
primero, las ideas; segundo, la acción. El partidario hace suyas las ideas del partido o grupo, al menos en
lo fundamental; después, las apoya, y trabaja por ellas. El grado de afiliación suele determinar la
intensidad del trabajo. Pero alguna colaboración y apoyo explícito al programa del partido se da siempre
en los que son partidarios.
Tratándose de la fe cristiana, eso supone que se ha subido un peldaño más que el de la admiración, y que
uno se ha convertido en partidario de Jesús. ¿Cuál es la forma de realizarse plenamente y ser feliz de
verdad, dentro de las limitaciones de la vida? El creyente es partidario de las ideas que expone Jesús
sobre el particular y, consecuentemente con ello, trata de llevarlas a la práctica.
Hay en todos los grupos cierto número de partidarios que lo son bastante a ciegas, unas veces por
emotividad o miedo, otras por tradición familiar o costumbre. Pero no suele ocurrir tal cosa en los
partidarios reflexivos. El partidario consciente de Jesús lo es por convicción personal y no por
convencionalismo, o porque se lo hayan dicho otras personas. Esto último solamente suele ocurrir en los
comienzos.
¿Quién es, pues, cristiano o cristiana? Es aquél que, además de admirador, se ha conver tido en partidario
de Jesús. Por supuesto, en los asuntos científicos, técnicos y filosóficos, el creyente se guía como todos
los demás por lo que dicen los entendidos y los hombres de ciencia. Por ejemplo, no pregunta a Jesús
sobre el modo de curar una enfermedad. Pero, en todo aquello que concierne al sentido de la vida y del
mundo, el creyente es partidario de las ideas fundamentales de Jesús. Esto compromete bastante más que
la simple admiración. ¿Qué pensamos de las desigualdades sociales? «Yo soy partidario de Jesús», dirá
el creyente. Y, aunque sabe que el Evangelio no puede decirle mucho sobre las cau sas y soluciones
técnicas, está convencido de que Jesús le sugerirá qué postura ha de adoptar ante un hecho tan grave. Y
después seguirá ese camino, aunque tenga que ir contra corriente.
C) SEGUIDORES
Es realmente grande la vinculación que comporta el hecho de ser partidario. Pero este aspecto no agota
lo que supone la fe. Los creyentes cristianos eran unos partidarios muy personales, que establecían con
Jesús relaciones estrechas. Pedro era partidario de Jesús, pero era además un gran amigo suyo. María
Magdalena era partidaria de Jesús, pero mantenía además con él una relación afectuosa, que algunos han
llegado a confundir con el enamoramiento. Pero no se trataba tampoco de un grupo cerrado de amigos,
que cultivara intensamente el afecto y la ayuda mutua. Era otro tipo de amistad y unión, que podríamos
expresar con la siguiente contraposición: Los partidarios de grupo o partido se
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vinculan a unas ideas y un programa. En cambio, el creyente se vincula ante todo a la persona misma
de Jesús, a su vida y a su testimonio.
La fe cristiana no consiste solamente en creer en un mensaje, sino en creer en una persona. Primero creo
en la persona; después creo en sus ideas o mensaje.
Esta relación tan estrecha se expresa mejor con las palabras seguimiento y seguidor. El creyente es
partidario de Jesús porque primeramente se ha hecho seguidor suyo. Se parece a un discípulo, pero es
todavía más que éste. Dicho brevemente: el partidario se adhiere a un programa; el discípulo, a las
enseñanzas de su maestro; el seguidor, a la persona misma del maestro. El partidario toma ideas y
programas; el'discípulo aprende lecciones; el seguidor cristiano aprende actitudes, valores y
comportamientos, de la propia vida del maestro.
Éste es el motivo por el que, en el cristianismo, lo primero no son las enseñanzas de Je sús, sino su
persona. De tal manera, que hasta las enseñanzas brotan de la persona de Jesús, de su experiencia vital y
de su testimonio. Las enseñanzas de Jesús no se pueden desligar de su persona. Jesús no es un maestro
de ideas, sino un maestro de vida. ¿Cuál es el mensaje cristiano? Es la persona de Jesús, su vida, su
compromiso, su testimonio. Y ¿qué es un cristiano? Es toda aquella persona que vincula su vida a la
persona de Jesús y decide seguir sus pasos. Dicho brevemente: la fe culmina en el seguimiento.
Fe intelectualizada y fe vivencial
Con la noción de seguimiento hemos dicho lo principal para entender lo que es la fe. No haría falta
añadir mucho más. Pero quizás pueda ayudarnos a comprenderlo todo mejor la diferencia entre fe
intelectualizada y fe vivencial.
— La primera se queda en algo teórico, vinculada al plano de las ideas, enseñanzas, verdades y
preceptos.
— La segunda baja al corazón y a la vida, y se manifiesta en el seguimiento de una Persona.
La genuina fe cristiana ha sido siempre una fe vivencial, que no olvida la inteligencia, las ideas y las
enseñanzas, pero que centra su atención en la persona de Jesús.
El hecho de hablar de fe intelectualizada y fe vivencial no quiere decir que la fe cristiana se identifique
con un solo aspecto de la persona. La fe es una experiencia global de la persona, como el amor y la
libertad, que abarca todas las dimensiones de la persona:
afectividad, razón, voluntad, comportamiento. Si resaltamos lo de vivencial es para que la fe no se quede
en algo meramente teórico, sino que transforme la vida.
La Fe como asentimiento de la inteligencia supone reconocer conscientemente que Jesús es realmente el
sentido del ser humano y de la sociedad; el camino, la verdad y la vida; el en viado de Dios, el Hijo de
Dios. Esta dimensión de la fe se nutre de formación y estudio.
La fe como confianza consiste en que, a la vez que aceptamos a Jesucristo como sentido, camino,
verdad, etc., confiamos en él, sentimos cercanía hacia él y le queremos. Este aspecto de la fe se alimenta
sobre todo en la oración.
La fe como ejercicio de la voluntad se hace realidad en el seguimiento. Es la decisión de la voluntad, por
la cual me comprometo a seguir los pasos de Jesús. Es decir, hago míos sus proyectos de vida, su línea
de actuación, sus normas de conducta. Para cultivar esta dimensión de la fe es preciso comprometerse en
obras concretas para la construcción del Reino.
110
En la fe cristiana, los tres aspectos están entrelazados y compenetrados. Lo que no resulta fácil es
determinar mediante cuál de ellos una persona comienza a ser creyente. Depende de los temperamentos
y las circunstancias. Lo importante es que la experiencia de fe del cristiano sea una síntesis armoniosa
del asentimiento intelectual, la confianza y el seguimiento.
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DOCUMENTO 3
JESÚS ES EL SEÑOR
El título de Señor aplicado a Jesús es, sin duda, el más importante de los usados por los primeros
cristianos, y el que más se ha usado posteriormente en la Iglesia.
Su contenido y significado no ha sido sencillo de entender, sino todo lo contrario. Las pri meras
comunidades cristianas eran pluriformes en su cultura, en su origen —judío y pagano— y en su manera
de interpretar la persona y mensaje de Jesús. Por tanto, este mismo título era entendido de diversas
formas y provocaba actitudes variadas en los que escuchaban. Pero no cabe ninguna duda sobre la
importancia de este título aplicado a Jesús para la vida del creyente y la transformación que ello implica.
Pero, ¿qué significa el Señorío de Jesús? Para los primeros cristianos tenía dos sentidos
fundamentalmente:
Sentido escatológico. En este sentido, la fe en el Señorío de Jesús afirma sobre todo su vuelta triunfante
al final de los tiempos, como último momento de la Historia. En ese mo mento se verán colmadas las
expectativas de los fieles cristianos, cuando el Reino de Dios se realice en su plenitud.
Este sentido quedó recogido sobre todo en una expresión aramea: Maranatha, que se puede traducir por
Nuestro Señor viene o Ven, Señor. Era una expresión usada en el marco de la celebración de la
Eucaristía. Este origen eucarístico matiza también el sentido exclusivamente futuro del Señorío de Jesús:
una comunidad cuya fe mirara solamente al final de los tiempos, fácilmente olvidaría sus
responsabilidades presentes. El hecho de que esta invocación se haga en la Eucaristía indica que los
fieles confían en que Jesús se hace presente ya, ahora, en la celebración. '
Sentido presente, o sea, el referido a la situación que viven los creyentes. Esta dimensión aparece
paralelamente a la anterior desde un principio. Aquéllos que se convertían por la predicación de los
Apóstoles eran invitados a un cambio radical de vida. Los recién convertidos podían comprobar que
vivían ya dentro del Reino de Dios proclamado por los profetas, y así lo expresaban en su vida fraterna,
en su desprendimiento de los bienes y en su impulso misionero.
Este sentido aparece sobre todo en los discursos de Pedro, recogidos en el libro de los Hechos de los
Apóstoles, en los que se resalta el carácter presente del Reino de Dios, im pulsado por la fuerza del
Resucitado.
De esta forma, la fe en la Resurrección de Jesús, la fe pascual no se inspiraba en unos acontecimientos
pasados (la existencia terrena de Jesús), ni futuros (la vuelta triunfal al final de los tiempos); sino en un
acontecimiento presente que garantizaba la autenticidad del cristianismo: el Señorío del Resucitado.
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Antiguo Testamento para designar a Yahvéh, o sea a Dios, el Señor. Por tanto, su primera aplicación a
Jesús tiene la intención de identificarlo con la dignidad y los atributos divinos [Rom 10,13).
Poco a poco, este título fue adquiriendo importancia hasta convertirse en la confesión fundamental de fe.
Pablo lo recoge en dos textos (Rom 10,9 y ICor 8,6), usando posiblemente formulaciones anteriores a él.
Ambos textos resaltan que nadie puede experimentar la salvación de Dios si no confiesa que Jesús es el
único Señor.
El término confesar la fe indica una profesión de fe pública, de modo que esta fórmula es un distintivo
del cristiano de cara afuera, ante todos los demás señores que ofrece el mundo.
Ante el politeísmo y la pluralidad de divinidades grecorromanas, los cristianos hicieron del único
Señorío de Jesús una cuestión tan decisiva como lo fue el monoteísmo para el pueblo judío. No se trata
de admitir a Jesús como un señor más entre otros, aunque fueran subordinados, sino como único Señor,
frente a los ídolos creados por el hombre.
Ante el cu/to a los emperadores romanos, que exigían ser adorados como dioses y señores, los
cristianos se negaron explícitamente a secundarlo. Ésa fue la razón de muchas persecuciones y así quedó
recogido en las narraciones sobre los primeros mártires.
Los cristianos admitían la obediencia al emperador, pero no le reconocían como Señor. De esta forma, la
profesión del Señorío de Jesús ha adquirido unas imprevistas resonancias políticas.
De nuevo, como ocurrió en la vida y la muerte de Jesús, una actitud religiosa desencadena consecuencias
políticas. La confesión de Jesús como único Señor, en efecto, contiene un mensaje fundamental: la
destrucción de la tendencia absoluta de todo poder terreno. Este mensaje es tan importante hoy como
ayer, pues las idolatrías y las dictaduras se mantienen con más fuerza, si cabe, que en la época romana.
Si Jesús es el único Señor, toda autoridad entre los hombres es meramente funcional y convencional,
nunca una realidad absoluta. Bajo ninguna justificación se puede imponer una autoridad como única e
indiscutible; y esto destruye las bases de los fanatismos, las intransigencias, las tiranías y las opresiones,
sean del signo que sean.
Ante todas aquellas fuerzas contrarias a la libertad y la felicidad del hombre. En la
mentalidad judía existía una serie de factores positivos (ángeles) y negativos (demonios) entre los que se
hallaba el devenir de la vida humana.
Hoy no hablaríamos en esos términos que nos resultan excesivamente fantásticos o míti cos, pero sí
podemos hablar de estructuras, situaciones económicas y sociales, debilidades personales, vicios,
injusticias, etc., que marginan, degradan y esclavizan a las personas.
Pues, bien, Pablo afirma que estas potestades han sido vencidas por Cristo, único Señor. No que hayan
desaparecido. El hombre sigue enfrentándose a ellas y desenvolviéndose en una dura y amarga lucha,
pero el Señorío de Cristo, manifestado en su Resurrección, está por encima de ellas, las trasciende.
Posteriormente a esta primera confesión de fe en Jesús como Señor, la reflexión teológica, especialmente
de Pablo, va ampliando el sentido de la presencia actual del Resucitado. Se va dando un gran relieve a la
importancia que este Señorío de Jesús tiene en toda la vida del cristiano.
Pablo plantea en sus cartas que el Señor es la referencia suprema para todos los cristianos: se vive en el
Señor, sirviendo al Señor. Incluso cuando se le pregunta por lo que nos
113
espera después de la muerte, el repite que lo único que le importa es estar con Cristo. Estas expresiones
caracterizan todas las relaciones personales dentro de la Comunidad. Ésta es la experiencia que viven
desde un primer momento los convertidos, tal y como lo relatan los primeros capítulos de los Hechos de
los Apóstoles.
Y así se crea una organización basada en la aceptación de la presencia de Jesús como norma de vida y
expresada en la caridad, en la fracción del pan, en la oración común y en tener «un solo corazón y una
sola alma». Un modelo de comunidad que sigue siendo el ejemplo a seguir para todos los que tratan de
compartir la fe en Cristo.
Como resumen de lo expuesto, se puede decir que la comunidad primitiva compaginó perfectamente el
carácter escatológico y el presente del Señorío de Jesús. A partir de la Resurrección, Jesús comenzó su
presencia en la Iglesia, la cual, en la medida en que lo aceptó como Señor, sintió la urgencia de organizar
su vida conforme a las directrices marcadas por el propio Jesús.
No obstante, la comunidad se daba perfecta cuenta de su limitación y ansiaba la instauración definitiva y
total del Reino de Dios, con el Señorío absoluto de Cristo.
Son dos dimensiones que no podemos perder de vista, si no queremos caer en dos situa ciones
profundamente anticristianas: evadirnos de los problemas presentes, confiados en el otro mundo; o, por
el contrario, desesperarnos ante las dificultades constantes, olvidando que la salvación es un don de Dios
y no una conquista nuestra.
114
gracias a la cual vivimos y nos relacionamos con los demás. Por eso la experiencia del Se ñorío de Cristo
abarca también a nuestro mundo y al universo entero, como realidades naturales, hasta que se hagan
presentes entre nosotros ios cieios nuevos y la tierra nueva de que habla el libro del Apocalipsis.
Este triple Señorío de Cristo es una experiencia de fe del cristiano, y no simplemente una elaboración
racional o filosófica. Y como experiencia de fe no es algo mágico, sino don de Dios en Cristo; un don
reconocido y aceptado como tarea en la que estamos implicados personal y comunitariamente.
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DOCUMENTO 4
116
Pero el amor es más que un flirteo primaveral o un cosquilleo de adolescente enamorado. Para el
cristiano el amor requiere una experiencia interior: sentirse amado por Dios y ser vehículo para llevar
ese amor hacia los demás.
Por eso, el amor exige la verdad. ¡No vayas de hipócrita por el mundo! Si algo no puedo soportar en las
personas, es que vayan con un doJbie por la vida.
El amor escucha también el ansia de salvación que surge de tantas gargantas, a veces en forma de grito
reivindicativo o de lamento apenas perceptible. Para escuchar hay que caminar junto a otros, con los ojos
y los oídos bien abiertos, atentos al mínimo detalle que necesite luz, comprensión ayuda, sentido.
El amor posibilita encuentros auténticos. Encontrarse con otro es mucho más que reunirse con él. Es
aceptar que es diferente y no puedes usarlo para tus caprichos. Y por eso mismo, por ser diferente,
fácilmente te sorprenderá en muchas ocasiones.
Miguel A. Calavia
117
DOCUMENTO 5
No es fácil llegar a ser cristiano. No es fácil vivir como tal si primero no se tiene claro el ideal de vida
que se quiere conseguir.
Alcanzar la identidad cristiana quiere decir que los cristianos encontramos en Cristo el punto de
referencia que nos identifica también como personas. Lo que sucede es que el modo de caminar hacia
Cristo no puede ser inconsciente, involuntario, hecho a ojos cerrados, sino que ha de ser más bien un
movimiento, consciente y lúcido, que, partiendo de uno mismo, se proyecta hacia el tipo de persona que
uno quiere llegar a ser.
Ser cristiano es una invitación de Dios a encontrar la propia identidad. Es mirar a Cristo como al ideal de
persona que Dios nos pone delante; es descubrir en la vida de Jesús de Nazaret el modelo de vida que
Dios quiere que vivamos. Ser cristiano o cristiana es seguir a Jesús.
Para ello hace falta saber en qué consiste el seguimiento de Jesús y cómo se vive de hecho ese
seguimiento.
118
historia ha habido siempre personas que han llevado adelante su causa y han vivido, con mayor o menor
radicalismo, su proyecto evangélico.
Pero el seguimiento de Jesús ha tenido unas connotaciones especiales que conviene que valoremos
justamente.
119
Sin embargo, el seguimiento de Jesús es lo contrarío, y los apóstoles lo van viendo así. Cuando te crees
que has conquistado una meta, te ves otra vez desnudo, a la intemperie y teniendo que buscar otra vez
camino (J. GONZÁLEZ FAVS).
No se puede vivir el seguimiento parcialmente, a medias tintas. Ponerse en el seguimiento de Jesús es
vivirlo con todas las consecuencias, con la totalidad de la persona. Es asumir otra forma de vida.
Jesús llama a la gente en grupo. Y el grupo es algo que potencia la acción del hombre al servicio del
Reino. No una mera compensación psicológica, sino un espacio necesario para la fraternidad.
Veamos ahora los pasos que es necesario dar para progresar en dicho seguimiento.
120
descrédito, la difamación o el chiste fácil. Ya lo denunciaba Mons. Óscar Romero: «Se mata a quien
estorba».
4. Por fin, el punto culminante del seguimiento de Jesús es la participación en su Resurrección. La
Resurrección define la identidad cristiana en términos de esperanza. «Bienaventurados los que mueren
en el Señor», proclama la liturgia de difuntos. Eso significa que se puede y se debe morir con esperanza,
siempre que la vida haya sido también en el Señor. En la vida y en la muerte somos del Señor. Aquí
radica el contenido y significado de la esperanza cristiana.
Pero participar en la Resurrección de Cristo no sólo es la respuesta definitiva de Dios a la muerte del
cristiano, es también hacer realidad la vida y esperanza del Reino de Dios en todas aquellas situaciones
personales y sociales que necesitan salvación.
Éstos son los pasos que llevan progresivamente a la vivencia del seguimiento de Jesús. Éstos son los
pasos y las actitudes con los que uno se identifica poco a poco con Jesu cristo, y se siente cada día más
cristiano.
Pero este camino no es fácil. Cada día estamos ante el reto de vivir los valores y actitudes que vivió
Jesús: vivir de cara al Padre con total disponibilidad y relacionamos con quienes nos rodean en un plano
de igualdad y de fraternidad. Aquí radica el contenido fundamental de la conversión cristiana.
Ésta es la carta de identidad de los cristianos. Ésta es la vocación a la que hemos sido llamados. Éste es
el estilo de vida que Dios quiere ver vivir a los hombres como prueba de que el testimonio de Jesús no
ha caído en saco roto. A nosotros corresponde, en la medida en que nos dejamos llevar por el Espíritu,
hacer realidad el deseo de Dios de «hacernos hijos en el Hijo», de «reproducir en nosotros la imagen de
Jesús» [Rom 8,29).
(Adaptación de un texto de SEGUNDINO MOVILLA, Iniciación
cristiana de Jóvenes, Editorial CCS, Madrid 1994)
121
PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL
1. Lee personalmente y con calma el documento, y completa después el siguiente cuadro. Hazlo con
sinceridad.
¿Qué me seduce de la
persona de Jesús?
¿Mi respuesta a la
invitación de Jesús a
seguirle es gratuita o es
interesada?
2. Ahora completa las siguientes frases y coméntalas con otro miembro del grupo:
— Vivo la actitud de encarnación cuando...
— Soy agente de salvación en la medida que...
— Participo en la pasión y muerte de Jesús cuando...
— Hago presente la Resurrección de Cristo en el mundo cuando...
122
DOCUMENTO 6
¿Habéis visto alguna vez a los salmones saltando río arriba? Realizan un viaje contracorriente
increíble, que todavía no terminan de explicarse los científicos.
El salmón nace en el río y permanece en agua dulce mientras es alevín. Cuando llega a su juventud, baja
hasta el mar, donde vive y llega a su madurez.
Cuando se acerca la época de la reproducción, emprende el camino de vuelta, volviendo exactamente al
lugar donde nació. Es un viaje muy duro. Centenares de kilómetros, llenos de dificultades, de rápidos y
cascadas. Tiene que liberarse de las plantas acuáticas que intentan retenerlo. ¡Y si sólo fuera eso! Lo
peor es que el salmón se encuentra en el río con muchos peces, compañeros, que se dejan arrastrar por la
corriente y que le dicen:
—Ven con nosotros. En el mar se está muy bien. ¿Qué quieres hacer allá arriba? Y otros gritan:
123
Testigos de Jesús.
Convivencia
124
C> Vivir los valores del Evangelio
— Descubrimiento progresivo del proyecto y de la utopía de Jesús sobre la persona
humana y la historia.
— Encuentro con Cristo vivo en la vida y en la historia. Vivir el misterio de la
Encamación como seguimiento de Cristo, el Señor de la Vida.
— Elaboración del propio proyecto de vida en favor de los pobres y marginados.
i-> Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad
— Comunicación de los propios dones con generosidad y disponibilidad.
— Visión de la vida como vocación y misión, en las tareas y actividades que se
llevan a cabo.
— Colaboración con los demás en la solución de los problemas y necesidades del
propio ambiente, como opción de la propia fe.
Las reuniones anteriores han ayudado a los destinatarios a descubrir el significado del
encuentro y seguimiento de Cristo. Ahora en la convivencia queremos que los
participantes se planteen con mayor seriedad la manera concreta de ser testigos de
Jesús. Por eso hay que ayudarles a vencer la tentación de quedarse en un discurso
meramente teórico, y perfilar las formas y circunstancias en que quieren vivir este
testimonio, y enriquecer el proyecto personal de vida desde esta perspectiva.
También es el momento de implicarse de forma más estable en asociaciones y
proyectos de compromiso y voluntariado, como un cauce normal parea ser testigos de
Jesús. Por eso el animador o animadora estimule a aquellos miembros del propio grupo
que todavía no han hecho nada en este sentido. Es una buena ocasión para el diálogo
personal en algún momento de la convivencia.
— Documentos
— Papel mural continuo
— Lo necesario para las celebraciones de la Reconciliación y la Eucaristía.
Temporalización
La convivencia está pensada para un fin de semana. Por ejemplo, desde el vier-nes-
noche o el sábado-mañana hasta el domingo, después de comer.
Proponemos la siguiente distribución de tiempos y sesiones.
PRIMER Pisando tierra (Testigos de Jesús: no es oro todo lo que
DÍA reluce)
MAÑANA — Acogida (Documento 1).
— Experiencia de análisis y profündización:
Tipología de testigos (Documento 2).
— Experiencia de personalización: Unos testigos cercanos
(Mesa redonda).
Abriendo horizontes / Novedad (La calidad de mi
testimonio cristiano)
TARDE — Acogida.
— Experiencia de personalización:
¿Soy testigo de Jesús? ¿En qué se nota? (Documento 3).
— Haciendo síntesis.
Novedad / Las palabras no bastan (El testigo de Jesús, de
conversión en conversión)
— Acogida.
— Celebración de la Reconciliación.
— Velada festiva.
Evaluando
DESARROLLO DEL TEMA
Pisando tierra
Testigos de Jesús: No es oro todo lo que reluce
DÍA
PRIMERO
En este primer momento de la convivencia invitamos a los participantes a hacer un análisis
crítico de su entender y vivir el testimonio cristiano, y de otras maneras de ser testigos de
Jesús que existen a su alrededor.
Lo hacemos mediante el análisis de una tipología de testigos, y de una mesa redonda con
cristianos y cristianas cercanos a su vida.
127
1. ACOGIDA
Materiales: Cómic ampliado del documento 1.
Los participantes se reúnen en la sala o lugar asignado para el gran grupo. Previamente se
ha ambientado el lugar con el título del tema: Testigos de Jesús, escrito en un gran cartel
También puede colocarse un mural con algunos de los materiales empleados en las
reuniones anteriores, los que tengan mayor calidad.
El coordinador o coordinadora de la convivencia da la bienvenida a todos y presenta el
contenido de la misma. Para romper el hielo, se inicia una sencilla lluvia de ideas sobre la
palabra testigo. Puede hacerse de diferentes formas:
— Mediante la narración breve de algún acontecimiento o suceso del que haya sido testigo
algún participante.
— Buscando el significado de la palabra en un diccionario.
— Un listado de frases habituales donde salga la palabra testigo con significados distintos.
No olvidar alguna frase del Nuevo Testamento, referida a la experiencia de los
apóstoles sobre Jesús.
Después entre todos hacen una primera síntesis de los elementos inherentes a ser testigo de
algo o de alguien. Mientras están en ello, salen dos jóvenes llevando un mural con el cómic
del documento 1 y lo colocan en la pared. Conviene que las viñetas se amplíen
suficientemente para que puedan verse fácilmente, paseando por la sala.
A continuación, el animador o animadora hace referencia al mural, e invita al grupo a
analizar y profundizar las diferentes formas como se vive el testimonio cristiano en el
propio ambiente.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
Tipología de testigos
Materiales: Documento 2.
128
personalmente en el propio ambiente. El animador o animadora esté atento para que
aparezcan todos los tipos de cristianos y cristianas que se pueden ver en el propio
pueblo, barrio o ciudad, en torno a la parroquia. Aunque se haga caricatura, conviene
perfilar esta tipología de cristianos, con detalles concretos de cómo cada uno se
presenta como testigo de Jesús. En las páginas 29-30 del libro Guía del animador,
presentamos algunos de estos tipos de cristianos o cristianas.
3. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN E INTERIORIZACIÓN
Mesa redonda
Después del descanso de media mañana, se inicia una mesa redonda con algunas personas,
que sean testigos significativos de seguimiento de Jesús. Si alguna persona elegida no
puede asistir, se puede hacer presente por medio de una grabación.
El equipo de animadores procure que los testimonios sean distintos y con garra para los
jóvenes: personas que trabajan en diferentes ambientes y con opciones de vida distintos.
A cada persona invitada se le conceden 10 minutos para comunicar, a grandes trazos, su
experiencia en este reto de ser testigos de Jesús. Principalmente:
— El proceso seguido como cristianos o cristianas.
— Características del ambiente o destinatarios con los que trabajan.
— Dificultades que experimentan, y qué les ayuda a superarlas.
— Alguna recomendación a los participantes en la convivencia para progresar como
testigos de Jesús.
Acabadas las intervenciones, se inicia una ronda de aclaraciones y preguntas por parte de
los jóvenes.
Abriendo horizontes
Novedad
La calidad de mi testimonio cristiano
Hasta ahora hemos ayudado a los participantes a descubrir el contenido de ser testigos de
Jesús, y su significado en el camino de la fe. En la mesa redonda han tenido oportunidad de
descubrir algunos testigos cercanos a su vida.
Ahora queremos que los jóvenes se sitúen ante su propia experiencia de seguidores de
Jesús y evalúen críticamente la calidad de su testimonio cristiano. Después ofrecemos la
oportunidad de celebrar el sacramento de la Reconciliación.
129
1. ACOGIDA
Después de comer, y tras un tiempo de descanso, se reúnen todos en la sala de gran grupo.
La sala continúa ambientada con el cómic del documento 1. Mientras se congregan los
participantes, se pone música ambiental con alguna canción sobre Jesucristo. Por ejemplo,
Libertador de Nazaret (C. ERDOZÁIN), Jesús está entre nosotros (J.M. CUBELLES), u otros
adecuados al tema.
Una vez reunidos, el animador o animadora relaciona el contenido del cómic y los
testimonios escuchados en la mesa redonda de la mañana, y se dirige a los partici pantes con
éstas o parecidas palabras:
Llevamos y a bastantes días tratando el tema de Jesús en nuestros grupos de origen. Y no
digamos si pensamos en el Itinerario que hemos recorrido basta hoy. ¡Quién nos iba a
decir que daría para tanto! Pues sí. Lo que pasa es que estamos muy acostumbrados a
quedarnos en la superficie, en la cascara de las personas y de los acontecimientos, y
enseguida nos damos por satisfechos con lo primero que conocemos de la gente y las
valoraciones que hacemos de su vida. Y con la persona de Jesucristo nos puede suceder lo
mismo. Como ya llevamos tanto tiempo hablando de él, creemos que su persona y mensaje
tienen y a poco que ofrecernos.
Pero esta mañana hemos descubierto que no se trata sólo de «saber» más cosas de él, sino
de hacer una opción seria por él, y ser sus testigos en la sociedad actual; un reto nada
fácil, dados los tiempos que corren.
Os invito a situarnos personalmente ante Jesucristo y evaluar crítica y sinceramente
nuestra vida como seguidores y testigos suyos. Es normal que dejemos bastante que desear.
No faltaría más. Jesucristo resuena y nos convoca deformas distintas según vamos
creciendo y nos situamos en la vida. Si no fuera así, con lo que nos dijeron en la primera
comunión ya tendríamos bastante. Por desgracia, existe gente que piensa de ese modo y
continúan siendo niños en la fe, sin crecer nunca.
2. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN
¿Soy testigo de Jesús? ¿En qué se nota?
Materiales: Documentos-
Se reparte a cada participante el documento 3- Su contenido ayuda a confrontar la propia
vida con el tipo de persona que Jesús quiere para sus seguidores: el que vi ve al servicio al
Reino de Dios. El documento ayuda a los participantes a evaluar la propia vida desde el
contenido del documento 2.
Cada uno busca un lugar donde pueda reflexionar personalmente y con tranquilidad.
Los animadores y animadoras colaboran para crear el clima adecuado de silencio y de
reflexión, y se prestan para hablar personalmente con aquellos jóvenes que lo deseen.
i. HACIENDO SÍNTESIS
•30
cada uno comunique las conclusiones que ha sacado sobre la calidad de su testimonio
cristiano.
Concluido el diálogo, entre todos intentan hacer una recomendación a cada uno de los tipos
de testigos, enumerados por la mañana, teniendo en cuenta el contenido del documento 2 y
la evaluación personal a partir del documento 3-
Y como síntesis, cada grupo expresa, en dos o tres frases o por medio de un dibujo o
expresión corporal, qué es lo esencial del auténtico testigo de Jesús.
Novedad
Concluimos la reflexión del día invitando a los participantes a celebrar la propia historia de
fidelidad o infidelidad al Reino de Dios en el marco de una celebración penitencial.
1. ACOGIDA
2. CELEBRACIÓN DE LA RECONCILIACIÓN
131
— El cómic del documento 1.
A medida que entran los participantes se distribuyen tarjetas —del tamaño de media
cuartilla—, con la frase Testigo de Jesús, escrita en cada una con un color diferente; bastan
cinco colores. Puede ponerse también música ambiental, por ejemplo, una de las canciones,
relacionadas con el tema, propuestas anteriormente.
b) Introducción. Un animador o animadora —o también uno de los participantes,
previamente preparado— introduce la celebración, destacando las siguientes ideas:
— A lo largo del Bloque temático sobre Jesucristo, hemos anali2ado distintas formas de
vivir como testigos de Jesús, a la luz del significado del Reino de Dios. Y hemos
descubierto que no todas estas formas son las más adecuadas para un seguidor o
seguidora de Jesucristo.
— Ser testigo auténtico de Jesús no es cuestión de un día o de un tiempo especial, sino que
es una forma concreta de vivir durante toda la vida.
— Y todos sabemos, y lo hemos comunicado estos días pasados, que vivir como auténtico
testigo de Jesús en nuestra sociedad supone remar contra corriente.
— Es bueno que reconozcamos que no siempre lo hacemos y nos dejamos arrastrar por el
ambiente. Porque eso significa que Jesucristo sigue convocándonos a ser mejores
testigos suyos.
— Os invito a reconocerlo en esta celebración penitencial, y encontrarnos una vez más con
el amor de Dios Padre y con el estilo de vida que nos ha dejado en Jesucristo.
c) Canto. Vengo ante tí, mi Señor, u otro de tipo penitencial, relacionado con el tema.
d) Saludo y oración del presbítero.
e) Palabra de Dios. Proponemos las siguientes lecturas:
— Hech 4, 1-22. Testimonio de Pedro y Juan ante el Sanedrín.
— Le 9, 43-50: Actitud fundamental del testigo de Jesús.
f) Breve homilía. El sacerdote presenta brevemente el mensaje de las lecturas sobre el
contenido del testimonio cristiano. Una forma de hacerlo es relacionar las lecturas con las
distintas actitudes ante Jesucristo, reflejadas en las palabras escritas en el mural.
g) Revisión de la propia vida. A continuación se invita a cada uno a retomar la reflexión
personal sobre el documento 3, y a expresar por escrito en la cartulina entregada a la
entrada una síntesis de la propia situación como testigo de Jesús.
h) Petición de perdón. Acabada la reflexión personal, se pide perdón, de forma
espontánea, en torno a lo que cada uno ha escrito en la tarjeta. A cada dos peticiones se
contesta con un estribillo penitencial cantado. Al mismo tiempo que se pide perdón, cada
uno libremente coloca la propia tarjeta en torno a la palabra-actitud escrita en el mural que
mejor refleje la propia actitud ante Jesucristo.
i) Confesiones individuales. A continuación se invita a los participantes a presentarse a los
sacerdotes para recibir personalmente el perdón. Y como signo, ca-
da uno toma la propia tarjeta del lugar en que estaba, y la coloca ahora en torno al póster de
Jesús, de modo que se vea la frase escrita Testigo de Jesús.
j) Gesto de paz. Acabado el tiempo de las confesiones individuales se hace el gesto de la
pa2.
k) Bendición del presbítero. 1) Canto
de despedida.
3. VELADA FESTIVA
La Reconciliación supone un encuentro renovado con Dios Padre, que redunda en la mayor
calidad de nuestro testimonio como seguidores de Jesús. Vale la pena celebrar también este
encuentro en el clima festivo de una velada, donde no falten el buen humor, los cantos, unos
refrescos y pastas, y todo lo que sugiera la creatividad de los participantes.
Las palabras no bastan
Con unos signos que hablen...
1. ACOGIDA
Se puede iniciar el trabajo con un momento de oración, después de levantarse y antes del
desayuno. Ofrecemos dos alternativas, según la convivencia se haga al aire libre o en un
lugar cerrado.
a) En caso de hacerlo al aire libre, se inicia la oración con el canto, Tu reino es vida (M.
MANZANO). Se reparte a cada uno la letra y se ofrece a los participantes la oportunidad de
pasear en silencio por los alrededores, y meditar el contenido de la canción; en concreto,
cómo están viviendo en este momento de su vida los frutos del Reino, indicados en este
salmo: vida, verdad, justicia, paz, gracia, amor.
Pasado un tiempo, se reúnen ya en grupos de origen y comunican la experiencia,
terminando con el Padrenuestro o un oración espontánea de acción de gracias a Dios.
b) En el caso de que se haga en un local cerrado, se inicia también con el mismo canto. A
medida que se van cantando las dos primeras estrofas, salen varios participantes llevando
escritos en otros tantos carteles, los frutos del Reino indicados en el apartado a). Se ponen
delante del gran grupo, y se invita a todos a hacer un mo-
133
mentó de reflexión-oración personal sobre dichas palabras. Se pone una música ambiental
que ayude a la interiorización.
Pasados unos minutos, se invita a hacer oraciones espontáneas; y cada dos oraciones se
intercala el verso del canto, Venga a nosotros tu Reino, Señor.
2. EXPERIENCIA DE PERSONALIZACIÓN
Jesucristo en nuestro proyecto de vida
Materiales: Documento 4.
Después del desayuno se reúnen en gran grupo para iniciar el trabajo de la mañana. El
animador o animadora propone a los participantes retomar el proyecto de vida, trabajado en
el bloque anterior, y leerlo de nuevo a la luz de los nuevos datos y vivencias sobre el tema
de Jesucristo. Lo puede hacer con estas o parecidas palabras:
Con esta convivencia concluimos el bloque temático sobre Jesucristo. Han sido muchos
días de reflexión y vivencias en torno a este tema; y creo sinceramente que nos han
ayudado a todos a descubrir la centralidad de Cristo en nuestro camino de fe. Pero como
sucede con tantas cosas, corremos el peligro de que todo ello se quede en mero dato
teórico, incorporado a lo que ya sabíamos anteriormente sobre la persona y mensaje de
Jesús.
Ser testigo de Jesús es una experiencia global de vida, que afecta a todas las di mensiones
de nuestra existencia: manera de pensar, sentimientos, valoración que hacemos de las
personas y de los acontecimientos, valores, actitudes y comportamientos, etc. Y no es flor
de un día, como se suele decir, ni una experiencia de un momento concreto, sino una forma
o estilo de vivir
Por eso vale la pena revisar continuamente nuestro proyecto de vida y verificar si está
cerca o lejos del proyecto de vida propuesto por Jesús. En el bloque anterior nos hemos
acercado ya a nuestro proyecto de vida. Os invito a retomarlo de nuevo, por si veis
necesario introducir algún aspecto nuevo que habéis descubierto al final de este bloque
temático.
A continuación se entrega a cada participante el documento 4, para trabajarlo per-
sonalmente. Conviene crear el clima adecuado para que cada uno pueda hacerlo con
serenidad y calma.
3. HACIENDO SÍNTESIS
154
4. CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA
135
a) Ideas y conceptos. Ver si los participantes conocen con mayor profundidad el contenido
y significado del encuentro con Cristo y el testimonio cristiano. Puede detectarse:
— Completando frases como éstas:
• De todo lo que hemos oído y dicho, a mí me ha hecho pensar...
• Ahora me doy cuenta de que ser «testigo de Jesús» implica...
• Todavía no tengo claro...
— Haciendo un acróstico sobre la frase «Testigo de Jesús».
b) Celebraciones. Analizar si los destinatarios han crecido en la capacidad de rezar
personalmente, y si en la oración está presente la persona de Jesucristo y la construcción
del Reino.
c) Compromisos. Comprobar si los miembros del grupo han incorporado al proyecto
personal de vida formas concretas de vivir como testigos de Jesús.
Para evaluar este bloque temático por parte del equipo de animadores, proponemos los
siguientes indicadores:
Cada animador o animadora evalúe:
— La preparación de los distintos materiales.
— Su propia interiorización del tema y el grado de su propia implicación en el trabajo
personal y de grupo.
— La cercanía y relación personal con los miembros del grupo.
— La disponibilidad mostrada para el diálogo personal con cada joven.
Como equipo de animadores, fijarse en:
— El grado de profundidad con que los jóvenes han abordado su vida.
— La capacidad de comunicación e interacción dentro del grupo; si se ha visto una
evolución.
— La motivación e ilusión a la hora de incorporar al Proyecto de vida los aspectos nuevos
descubiertos en este bloque temático.
— En qué medida se nota mayor profundidad en los compromisos que van asumiendo los
miembros del grupo
DOCUMENTO 1
DOCUMENTO 2
142
nuestro destino individual. Naturalmente, la con- de liberación y salvación integral que Dios ha ini-
versión al Reino de Dios conduce al hombre a su ciado ya desde ahora, a partir de Jesucristo.
liberación, a su realización personal y a su armo- No hemos entendido el mensaje de Jesús si todavía
nía. Pero la llamada de Jesús es a entrar en el vivimos en dos campos distintos y sin punto de
Reino de Dios, a realizar el Reino de Dios en me- contacto alguno entre sí: por una parte, el mundo
dio de nosotros, el Reino del Padre, que solamen- interior, de la gracia, la oración y el encuentro con
te reina en cuanto crea solidaridad, fraternidad, Dios; y, por otra, la realidad diaria de nuestra vida,
comunidad. inmersa en un contexto social, cultural, político.
No se ha entendido bien el mensaje de Jesús
cuando la preocupación última del cristiano es la
salvación de su propia alma o la realización de su -I La iglesia al servicio del Reino
propio destino.
No hemos entendido todavía el mensaje del Rei- Otra falsa interpretación del Reino ha sido el
no, si vivimos ignorando tranquilamente nuestra confundirlo con la Iglesia. Para muchos cristianos,
responsabilidad en la sociedad actual y si el Evan- entrar en la Iglesia es entrar en el Reino, ya que el
gelio no nos está llevando prácticamente a hacer Reino de Dios existe allí donde está la Iglesia,
fraternidad. Si no promuevo un estilo nuevo de Según esta concepción, el Reino de Dios se realiza
solidaridad, compartiendo mi vida con los hom- dentro de la institución eclesial, y crece y se
bres de hoy, ¿cómo puedo decir que he entrado en desarrolla en la medida en que crece y se de-
la dinámica del Reino del Padre? sarrolla la Iglesia.
Téngase en cuenta la falsa interpretación que se ha
dado a la parábola del grano de mostaza de Me
Ll El Reino no es una realidad 4,30-32.
meramente espiritual
La Iglesia es una comunidad cuya razón de ser es
Una de las deformaciones más extendidas entre continuar anunciando el Reino de Dios inaugurado
los cristianos ha sido la de considerar el Reino de en Jesús de Nazaret. La Iglesia ha de ayudar a
Dios como una realidad puramente interior y es- todos a descubrir que la existencia humana está
piritual. El Reino de Dios queda confundido con envuelta por el amor de Dios y que, solamente
el reino de la gracia interior. Dios reina en la inti- abriéndose a él, encontrará la humanidad su cen-
midad del alma humana, en el corazón de las per- tro, su identidad, su sentido y su meta. Pero la
sonas. Iglesia desvirtúa todo el sentido de su mensaje si
Durante muchos siglos ha influido en los cristia- se predica a sí misma, si habla de sí misma y para
nos la interpretación de Lucas 17,21 que han dado sí misma, si solamente busca el que los hombres la
muchos Santos Padres y también Lutero: "El reconozcan, la valoren, la aprecien. La Iglesia
Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no di- tiene que preguntarse constantemente si su men-
rán: «Vedlo aquí o allá», porque el reino de Dios saje es una buena noticia para los empobrecidos
ya está dentro de vosotros". Según esta interpre- por la injusticia, y un juicio para los poderosos y
tación, el Reino de Dios pertenece únicamente al para ella misma, pues sólo será la Iglesia de Jesús
mundo interior del hombre. La exégesis actual si está en actitud constante de conversión.
traduce así esa frase: «El Reino de Dios está en La Iglesia tiene sentido como servicio al Reino de
medio de vosotros». Dios. El Reino de Dios y su justicia es la meta úl-
Naturalmente, la conversión al Reino de Dios im- tima a la que debe tender, la causa por la que debe
plica una vida interior, pero el mensaje de Jesús trabajar, el objetivo que da sentido a todas sus
nos invita, no a la interioridad, sino a una deci- tareas, La gran tentación de la Iglesia es sentirse el
sión que compromete a toda la persona. En el centro de la historia, buscar su propia seguridad,
Reino de Dios no se entra por la intensificación organizarse en función de su propio futuro, crecer
de nuestra experiencia espiritual o por un esfuer- y desarrollarse al servicio de sus propios intereses.
zo de elevación interior hacia lo divino. Entramos Si queremos entender correctamente a Jesús, de-
en el Reino de Dios en la medida en que somos bemos ver claro que él no ha anunciado ni ha
capaces de adherirnos prácticamente al proceso querido en primer lugar la Iglesia, sino el Reino
143
de Dios. Esto no es menospreciar o desvalorizar en la que se olvida el carácter escatológico y
la realidad de la Iglesia, sino situarla en su verda- trascendente del Reinó de Dios, y se pretende
dero lugar, al servicio de la misma causa por la absolutizar una determinada situación histórica,
que Jesús vivió y murió. Desde esta perspectiva siempre pasajera y siempre necesitada de con-
tenemos que mirar, orientar y dar sentido a las versión.
estructuras eclesiales, a la organización pastoral, a El Reino de Dios no se identifica con ningún logro
los diversos ministerios, a las diferentes activi- histórico. Donde Dios actúa, siempre hay es-
dades, etc. El valor de la Iglesia reside en su ca- peranza de un futuro mejor y exigencia constante
pacidad de servicio al Reino de Dios. de cambio y conversión. La intervención de Dios
siempre pone un interrogante a todos los logros,
Q Carácter trascendente del Reino esquemas, estructuras y modelos vigentes. Donde
Dios empieza a reinar, el hombre no se encuentra
A lo largo de los siglos ha surgido con frecuencia todavía realizado, sigue buscando lo imposible.
la tentación de identificar el Reino de Dios con Camina abiertamente hacia un futuro mejor.
una determinada situación religiosa o política, Como decía un famoso teólogo: «El Reinado de
considerada como un ideal absoluto. Se trata de Dios es la revolución dentro de la revolución».
una falsa manipulación del mensaje de Jesús
144
DOCUMENTO 3
Indica qué parte del círculo dedicas al Reino de Dios. Dibuja la porción correspondiente.
Enumera algunas manifestaciones concretas de esta dedicación. ¿Estás satisfecho de la porción
que dedicas al Reino de Dios? ¿Qué motivos sueles decirte a ti mismo para no dedicar más
tiempo? ¿En qué ámbitos y con qué personas deberías crecer como testigo de Jesús?
145
DOCUMENTO 4
2. Ahora observa la gráfica y de qué lado se decanta. Busca algunas motivaciones de fondo.
3. Expresa alguna conclusión de todo ello para incorporarla a tu proyecto personal de vida.
146
CRÍTICOS Y AUDACES PARA
TRAMSFORMAR LA HISTORIA
(Bloque temático 2:
Análisis evangélico de las estructuras)
RINCÓN DEL ANIMADOR
Es un hecho constatado que los jóvenes tienen poco protagonismo real en la sociedad
de hoy día. Todo está demasiado hecho y programado por los adultos, que tienen el
poder y la capacidad de decisión. Tampoco es ningún secreto que los jóvenes son hoy
la principal carne de cañón de la gran máquina publicitaria, que, además de suscitar en
ellos actitudes pasivas y de consumo, va eclipsando poco a poco su capacidad crítica y
su potencial de cambio.
Los destinatarios de este nivel III de la etapa (18-19 años) tienen delante un ho rizonte
cargado de nuevas responsabilidades: pueden votar en las elecciones políticas, con
todo lo que ello significa; tienen mayoría de edad penal, etc. Pero desgraciadamente
esta responsabilidad formal no siempre va acompañada de la responsabilidad real.
Antes estas situaciones, es importante situar a los jóvenes ante la propia vida para que
descubran, una vez más, todas sus posibilidades, sean conscientes de la situación en
que viven, descubran las ideologías dominantes, sobre todo las que deshumanizan a la
persona, y tomen unas posturas concretas desde la persona y mensaje de Jesús.
Hay quien afirma que hoy, quizás como siempre, la Vida, con mayúsculas, está en
crisis, y a su Señor, Cristo Jesús, se le ve poco. Como seguidores del Resucitado, los
cristianos estamos llamados a descubrir cada día elementos de vida y esperanza en
nuestra sociedad actual: hay semillas del Señor de la Vida; el Reinado de Dios sigue
avanzando y haciéndose presente. No es tarea fácil descubrir esas semillas y hacerlas
germinar. Por eso conviene agudizar la vista, ser críticos con nuestra sociedad y con
nosotros mismos y responder con audacia a las nuevas situaciones, incluso sabiendo
que podemos equivocarnos; la audacia nunca elimina el riesgo.
En tu tarea de animación necesitas una preparación adecuada. A lo largo del bloque
temático encontrarás términos y conceptos de las ciencias sociales que no forman parte
del lenguaje ordinario de la calle. Pero, con la información adecuada y la ayuda de
otros animadores y animadoras, podrás hacer tu propia síntesis.
En este tema, acompaña al grupo y ayúdale a salir de sus seguridades; recuerda, una
vez más, a tus destinatarios que el Dios de Jesús nunca nos deja tranquilos;
continuamente nos ofrece una playa nueva, un camino inexplorado, un corazón ávido
de amar.
Ayuda también a tus destinatarios a asumir propuestas concretas relacionadas con la
solidaridad y el compromiso social, y a evaluarlas periódicamente. Es bueno verificar
cuál es el lugar social de nuestro grupo, el lugar desde donde reflexionamos y
actuamos.
El contenido de este bloque temático proporciona las claves suficientes para abordar el
tema siguiente sobre el compromiso social de cristiano.
Materiales de Manos Unidas. Prestar atención a los que salen cada año. Normalmente, por
su alta calidad, pueden servir los de años anteriores.
BIBLIOGRAFÍA
LOIDI,P., Fe y justicia, programa de vida, (=Cuadernos Fe y Justicia), Ediciones EGA,
Bilbao.
MOVILIA, S., Animación de grupos en proceso. Editorial CCS, Madrid 1992.
VOPEL, K. W., Juegos de interacción para adolescentes y jóvenes (4 volúmenes),
Editorial CCS, Madrid 1995.
Comprometerse en política, en la revista «Misión Joven», julio-agosto 1994, n. 210-211.
153
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS
Una definición de «estructura»
Materiales: Tarjetas con frases sobre el concepto de estructura.
Seguidamente se reparten las tarjetas y se deja tiempo para que cada uno reflexione sobre la
frase que le ha tocado. Después se reúnen por parejas y comentan las frases asignadas.
Si este método no se considera adecuado, se pueden distribuir las frases por la sala o junto
al muñeco y se comentan libremente, tras un momento de reflexión. Se trata de manifestar
las primeras impresiones; si es necesario, se pueden aclarar algunos términos. Conviene que
en esta aclaración intervenga todo el grupo, no sólo el animador o animadora.
Proponemos las siguientes frases sobre las estructuras:
— Las estructuras sociales son fruto de acciones y relaciones humanas, repetidas a través
del tiempo.
— La estructura tiende a perpetuarse en el tiempo por sí misma, independientemente de la
consecución real del objetivo para el cual fue creada.
— Una estructura nueva es efica2, en la medida en que es asumida por los miembros del
grupo humano que la aceptan.
— La estructura en sí evita el planteamiento constante de las funciones, tareas y fines del
grupo que la forma.
— La no consecución del objetivo principal pone en crisis a la estructura.
— Las estructuras funcionan desde la ideología que las controla. Hoy la ideología
dominante es servirse a sí mismo y acumular cosas.
— Desde una perspectiva evangélica, una estructura es justa o injusta, según responda o no
a la búsqueda del bien común y tenga o no como meta hacer a las personas más
humanas.
3. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN Y PERSONALIZACIÓN
Ésta es nuestra materia prima
Materiales: Documentos 1 y 2, cartulina o papel continuo.
A continuación, el animador o animadora invita a profundizar el tema. Se entrega a cada
uno el documento 1 y se deja el tiempo necesario para trabajarlo personalmente. Después se
ponen en común las respuestas a las cuestiones propuestas y se anotan las conclusiones en
la cartulina o papel continuo. Conviene llegar a una definición de estructura y a una
primera consideración sobre si las diversas estructuras son humanizadoras o no.
Seguidamente el animador o animadora invita a personalizar la influencia de las diversas
estructuras en la propia vida y ordenarlas por orden de influencia, siguiendo la pauta
ofrecida en el documento 2. Una vez completado el documento, cada uno lo comenta con el
que tiene al lado. Es importante que unos a otros se ayuden a descubrir las estructuras que
les influyen, así como los beneficios e impedimentos que de ello se derivan. Por eso,
reunirse por parejas, pueden intercambiarse las hojas para dialogar e indicar posibles
modificaciones.
154
4. HACIENDO SÍNTESIS
Materiales: Un cartel con la frase: ¿Persona o estructura?
Se termina la reunión aclarando la relación entre persona y estructura. Es fundamental que
quede claro el concepto de estructura. Puede presentarse un cartel o simplemente escribir en
un mural o pizarra con grandes letras: «¿Persona o estructura?» Cada uno piensa la
respuesta y se ponen después en común. Conviene que participen todos los miembros del
grupo; ello permitirá al animador o animadora y al grupo conocer el nivel de
personalización del tema. Proponemos las siguientes preguntas:
— Después de esta reunión, ¿en qué ha variado mi concepto de estructura?
— ¿Qué es lo más positivo y lo más problemático de cualquier estructura?
— ¿Cómo me han ayudado los demás al comentar por parejas el documento 2?
— ¿Qué me han aportado? ¿Qué he aportado? ¿He dialogado con sinceridad?
Como alternativa, también se puede hacer una dramatización con dos jóvenes que
representen respectivamente a apersona y a la estructura, entablando un diálogo sobre la
relación entre ambas, la influencia mutua, etc. Una vez acabada la representación, el grupo
valora el contenido. Después se resume de forma creativa la opinión del grupo en el mural.
Abriendo horizontes SEGUNDA
ios artesanos del café no lo toman \ REUNIÓN
En esta segunda reunión queremos que los jóvenes perciban claramente el funcionamiento
de ciertas estructuras, en este caso económicas y su repercusión en las desigualdades
sociales; en concreto en las que están en la base de las diferencias entre Norte y Sur.
Lo hacemos a través de unjuego. Un juego que, desgraciadamente, es fiel reflejo de la
situación económica mundial, una macroestructura que condiciona demasiado.
1. ACOGIDA
155
Q Protagonistas: países pobres, países ricos y policías (=Fondo Monetario Internacional).
Q Realización. Se reparte un sobre a cada miembro del grupo. En su interior está escrito el
nombre de un país y ciertas instrucciones, según aparecen en el documento 3. Por cada
país del Primer Mundo, debe haber tres del Tercer Mundo. A cada uno de los países del
Tercer Mundo se le reparten dos trozos de caña —representando la caña de azúcar—, 6
granos de café y un trozo de algodón. Estos países tendrán que negociar con los países
ricos para tomarse el café.
En el lugar destinado a los países del Norte se coloca previamente todo lo necesario para
tomar café: termos, vasos, cucharillas, etc., con la siguiente lista de precios:
— Vaso de plástico = Una caña.
— Cucharilla = Tres granos de café y el algodón.
— Azúcar = Caña y objeto personal pequeño: reloj, anillo, pendientes, gafas, medalla,
llaves.
— Leche = Dos objetos personales medianos: bolso y cinturón, zapatos, un suéter o
camiseta.
Si se estima conveniente, pueden incluirse en la lista pastas u otros elementos típicos de la
zona.
Los países del Primer Mundo han de actuar con mucha dureza y exigencia.
Los policías deben evitar que los países pobres se asocien y han de controlar que se
cumplan los precios de la lista, etc.
Antes de iniciar el juego se dan unas mínimas instrucciones, informando que hay países
pobres, países ricos y otros que hacen de policía, estos últimos harán de jueces del juego y
hay que obedecer sus instrucciones.
Si parece oportuno, el equipo de animadores decida si al final del juego todos tendrán algo
para tomar, o sólo se consume lo conseguido, aunque sobren cosas en las mesas. Esta
última opción es más dura pero quizás dé más juego.
Durante el desarrollo del juego es importante que el animador o animadora tome nota de las
dinámicas que se generan para comentarlas en la reflexión posterior. Quizás sea bueno que
exista un segundo observador.
156
— Los países pobres no sólo se quedan sin las materias primas, sino que para obtener lo
elaborado con su materia prima, han de perder parte de lo más propio: objetos
personales.
— Al sistema como tal, no le interesa que las cosas se solucionen, que los pobres se
asocien o quieran cambiar la situación. Quienes hacían de policías eran los garantes de
esta idea, defendían la ideología dominante.
— Todo lo que llevo encima, desde el bolígrafo hasta los zapatos está confeccionado con
materias primas, provenientes en su mayor parte de los países pobres.
— Nosotros somos responsables de esta situación y tenemos muchas pequeñas acciones
que realizar, desde gastar menos para que todos tengamos medios, utilizar
adecuadamente los objetos, etc.
Se puede comentar también:
— Lo aleatorio de nuestra pertenencia a un país rico o a uno pobre.
— Las injusticias y desigualdades en los intercambios comerciales entre el Norte y el Sur.
— El agotamiento de los recursos de los países subdesarrollados.
— La desigual distribución de la población y la riqueza.
4. HACIENDO SÍNTESIS
Materiales: Cartulina o papel continuo, documento 5.
Como síntesis de todo lo tratado, proponemos hacer una lluvia de ideas en torno a la frase:
Pequeñas cosas para un mundo más justo. Se escribe la frase en una cartulina o papel
continuo, y después cada uno puede levantarse y escribir una palabra que haga referencia a
la frase. Nadie puede escribir dos palabras seguidas. La dinámica se hace en silencio. De
este modo se posibilita la participación de todos, y se logra el clima adecuado para la
reflexión y la relación de unas ideas con otras.
El animador o animadora recuerda que las palabras deben referirse a cosas concretas que se
pueden realizar en casa, estudio, trabajo, etc.
Otras alternativas
157
d) Anali2ar otras estructuras siguiendo las pautas marcadas en el documento 5, adaptado
según se analice el centro juvenil o asociación, la parroquia, el propio grupo de fe, la
universidad, el trabajo, etc. Los resultados se comentan en la próxima reunión.
Novedad
Las palabras no bastan
En esta última reunión del bloque ayudamos a los jóvenes a situarse ante las estructuras
desde los criterios evangélicos. Cuando pensamos en las estructuras es muy fácil defender
sólo los propios intereses, y olvidarnos de los más pobres y necesitados. La lectura
evangélica de dichas estructuras nos ayuda a cambiar esta óptica individualista y a salir al
encuentro de los destinatarios privilegiados del Evangelio de Jesucristo.
1. ACOGIDA
La sala de reunión aparece ambientada con todos los materiales trabajados en las reuniones
anteriores, en concreto: las conclusiones del grupo sobre la relación entre persona y
estructura (la reunión), la lista de precios del comercio entre países pobres y países ricos, y
las palabras en torno a esta frase; Pequeñas cosas para un mundo más justo (2a reunión).
El animador o animadora hace referencia a todo ello y comenta los resultados del análisis
de una estructura, en el caso de que se haya optado por la última alternativa como síntesis
de la reunión anterior.
Seguidamente presenta el contenido de la reunión sobre la visión crítica de las estructuras
desde criterios evangélicos. Lo puede hacer en torno a estas ideas:
— Hemos visto los entresijos de diversas estructuras que existen a nuestro alrededor, y de
las que participamos a diario, consciente o inconscientemente.
— El análisis de una estructura se puede hacer desde distintos puntos de vista. Según la
concepción que se tiene de persona y la ideología dominante, los resultados del
análisis son diferentes. Lo que es positivo para unos, no lo es tanto para otros.
— Nosotros somos cristianos, estamos en un camino de fe. Es lógico que nuestro punto de
mira y enfoque sea el Evangelio de Jesús, y la visión de Iglesia sobre la relación entre
persona y sociedad.
— Os invito a profundizar en todo ello.
158
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
Para ver las estructuras desde el Evangelio de Jesús
Materiales: Documentos 6 y 7.
A continuación, se entrega a cada uno el documento 6 y se deja el tiempo necesario para
trabajarlo personalmente. Su contenido puede resultar un tanto extraño para algunos
miembros del grupo, según los estudios que tengan. Por eso el animador o animadora ha de
prestarse en todo momento para hacer las aclaraciones oportunas.
El equipo de animadores vea la metodología más adecuada para analizar el documento.
Proponemos algunas:
— El animador o animadora presenta las ideas claves del documento y después se deja un
tiempo para que cada uno lo lea personalmente.
— Cada uno lee todo el documento y subraya las expresiones que más le llamen la
atención. Después se comentan entre todos.
— Cada uno lee un apartado del documento y después lo ponen todos en común.
Los resultados de la puesta en común se sintetizan en frases cortas y se escriben en el mural
del bloque temático, alrededor de un póster de Jesús.
A continuación el animador o animadora invita al grupo a identificar aspectos concretos de
esta visión cristiana de las estructuras. Para ello presenta el documento 7, con algunos
textos de la Doctrina social de la Iglesia sobre aspectos concretos de la relación persona-
estructuras sociales, e invita al grupo a trabajarlo.
En la presentación conviene destacar la fecha de las distintas encíclicas, para que el grupo
vea que ciertas afirmaciones de actualidad sobre el tema las dijo la Iglesia ya hace tiempo.
Hacer referencia también al lenguaje que se emplea: ciertamente no es coloquial, y
responde siempre a la época en que fueron escritas las encíclicas.
Proponemos la siguiente dinámica:
— Previamente se escribe cada texto del documento 7, en otras tantas tarjetas, y se colocan
encima de la mesa, agrupados en los cuatro apartados indicados en el documento:
Situación, Reacciones ante la estructura de pecado, Tipo de desarrollo y Compromiso
social.
— Cada uno coge una tarjeta de cada apartado, hasta que se terminen, y las leen
personalmente.
— Después se pone en común el contenido de cada apartado y se escriben las conclusiones
en el mural alrededor de las frases escritas anteriormente.
Recuérdese que el bloque temático 4 trata específicamente el tema del compromiso social
del cristiano. El equipo de animadores vea la conveniencia o no de analizar ahora estos
textos o incorporarlos al bloque siguiente. Se puede también presentar ahora alguno que
abran boca para el próximo bloque.
En la puesta en común, el animador o animadora destaque algunos aspectos:
— La Iglesia está a favor de la persona, de los más pobres y necesitados, de los débiles,
con las lógicas excepciones al estar formada por personas pecadoras.
— La meta de la Iglesia es hacer este mundo más humano.
159
— Y en esta tarea de humanización de nuestro mundo, nosotros también tenemos alguna
responsabilidad. Es un momento adecuado para enlazar con el bloque anterior sobre
Jesús, y con el siguiente sobre el compromiso social de cristiano.
3. HACIENDO SÍNTESIS
Materiales: Documento 8 y los elementos indicados para la celebración de la Palabra.
La síntesis del camino recorrido en este bloque temático la hacemos en dos momentos: la
personalización del tema en torno al documento 8, y un momento de celebración-oración.
Q Celebración-oración
Materiales: Biblia, recortes de partes del cuerpo con preguntas, bolígrafos, velas, cruz,
radiocasete y cintas adecuadas.
Proponemos el siguiente esquema.
a) Introducción. Un miembro del grupo hace la introducción con estas o parecidas
palabras:
Jesús necesita profetas, personas comprometidas con el Reino de Dios; personas que opten
por el Evangelio e iluminen las estructuras sociales desde la Buena Noticia de vida y
esperanza para todos, especialmente para los pobres y marginados. No siempre tenemos la
libertad suficiente para seguir las huellas de Jesús y de los grandes creyentes. Hay
barreras que superar, unas propias, otras ajenas;
barreras que no nos permiten decir: «i Señor, estamos dispuestos!»
b) Canto: Jesús está entre nosotros (J.M. CUBELLES), u otro parecido.
c) Palabra de Dios. Mt 19,16-25: El joven rico.
d) Gesto. El animador o animadora recoge el mensaje de la Palabra e introduce el gesto
con estas palabras:
160
Ven y sigúeme. Ven y sigúeme. Ven y sigúeme. Ven... Y nosotros hacemos nuestra mochila
para seguirte; llevamos en ella todo lo que consideramos importante: alegría, buenas
obras, ilusión, esperanza, amor. Pero con esto no basta. La mochila sola no funciona. La
mochila no hace sonreír al niño, al amigo. La mochila no escucha ni ayuda al que lo
necesita. La mochila, por sí sola, no llega al corazón del prójimo.
Necesitamos un cuerpo, un cuerpo concreto; necesitamos unas manos, unas manos
concretas; necesitamos unos pies, unos píes concretos. Necesitamos tus manos y tus pies,
tu cuerpo y tu esperanza. Te necesitamos a tí. Todo lo que tú no bagas se quedará sin
hacer, y te necesitamos como al aire. ¿A qué esperas?
Seguidamente se entrega a cada participante una parte del cuerpo, previamente preparada
sobre cartulina, dibujo o fotografía: ojos, nariz, boca, oídos, manos, brazos, pies, etc.; en
unos momentos de silencio responde cada uno por escrito a la pregunta formulada en la
segunda cara de la cartulina.
Proponemos algunas preguntas para las distintas partes del cuerpo. Complétense
oportunamente:
— Pies
— ¿Hasta dónde estás dispuesto/a a caminar?
— ¿En que piedras tropiezas?
— Manos
— ¿Qué heridas deja el servicio en tus manos?
— ¿Das o recibes?
— Espalda
— La columna vertebral de tu vida, ¿de qué se compone?, ¿qué te sostiene?
— Cabeza
— ¿Piensas a menudo en el porqué de lo que haces?
— Oídos
— ¿Eres capaz de escuchar lo que Dios te dice?
— ¿Saber oír a los que te piden ayuda?
— Ojos
161
Evaluando
Para la evaluación del bloque por parte del grupo son suficientes las intervenciones de cada
uno en los diálogos y puestas en común.
Con todo, al final de la reunión, o mejor al inicio del próximo bloque, se pide a los
miembros del grupo que respondan a una serie de preguntas. Por ejemplo:
— Después de analizar este bloque, ¿en qué ha variado mi concepto de estructura?
— ¿Qué es lo más positivo y lo más problemático en cualquier estructura?
— ¿Qué criterios ofrecen la persona y el mensaje de Jesús para que una estructura sea
verdaderamente humana y humanizadora?
162
^)(^nJl^^^^(Q)^, rDOCUMENTCM
Desde que el ser humano existe, su vida va unida a una serie de estructuras que él mismo genera.
Sabemos que la persona es un ser abierto, asociado, relacionado y en contacto con otros. Las personas
desde el inicio se asocian en clanes, familias o tribus; generan estructuras para ser más eficaces y
conseguir más fácilmente los objetivos y metas propuestos. Por ejemplo, crea estructuras sencillas para
procurarse alimento y vestido, para sobrevivir. Así, por ejemplo, los cazadores se reparten funciones y
tareas específicas: unos espantan al animal que pretenden cazar, mientras el resto espera en un lugar
propicio para abalanzarse sobre él y matarlo.
La existencia de una estructura social ha evitado en muchas ocasiones la desaparición del género
humano en determinadas situaciones y lugares; también ha creado un sentido de justicia e incluso en
algunas ocasiones ha permitido la supervivencia de los más débiles.
La estructuración del trabajo y el reparto de competencias ha originado, por ejemplo, lo que hoy
llamamos progreso industrial.
El ser humano es al mismo tiempo sujeto y objeto de las estructuras; es el creador de ellas y también el
primero que sufre sus consecuencias.
Desde el día que se creó el primer clan hasta hoy, las estructuras humanas han crecido en complejidad
organizativa y diversidad de objetivos y metas.
163
DOCUMENTO 2
Mediosde
Comunicación Social
Economía
Política
Universidad
Educación
Religión
Trabajo
Centro Juvenil
Parroquia
Mi grupo
Familia
Señala ahora las estructuras que más te influyen. Indica, en primer lugar, la que más te influye.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
164
DOCUMENTO 3
166
DOCUMENTO 4
1984
La película 3984 está basada en la novela del mismo título, escrita por George Or-well y publicada
en 1949. Diálogo y dirección de la película: Michael Radford. Director de fotografía: Roger Deakins.
Principales actores: John Hurt (Winston Smith], Su-zanna Hamilton {Julia) y Richard Burton
(0'Bn'an).
ANALIZAMOS
1. Elementos del vídeo
1984 es una película que incluso nos puede resultar algo extraña por el tipo de fotografía utilizado o por
su ritmo. Vamos a analizar algunos de sus elementos, concretamente:
• La luz y las tonalidades dominantes, y su significado.
• Los elementos y situaciones opresivos.
• Las escenas que hacen referencia al amor o a las relaciones sexuales.
• Las escenas de masas: gente gritando, finalizando con el himno y los brazos en forma de aspa,
ejecución pública de los soldados enemigos.
• La evolución de los valores y actitudes de Winston Smith por una parte y de Julia por la otra; hacedlo
en forma de gráfico.
O Teniendo en cuenta los elementos anteriores, plasmar en un cartel publicitario el concepto de persona
y sociedad presente en el vídeo.
167
ANEXO AL ANÁLISIS DE LA PELÍCULA «1984»
En esta película, el protagonista Winston Smith dice algunas frases dignas de consideración: Hay
verdad y no verdad; ser una minoría no es estar loco. Y también: ¿Vosotros somos Jos muertos. Pero
quizás la parte más interesante sea el diálogo que éste mantiene con 0'Brian, su torturador.
Ante todo, hay que tener presente la situación. Winston Smith ha sido torturado y su cuerpo reducido a
un despojo. En ese marco inhumano se encuadra el siguiente diálogo.
WINSTON: ¿El Gran Hermano existe?
0'BRIAN: ¡Por supuesto! WINSTON: ¿Existe
como yo existo? 0'BRIAN: Tú no existes.
-ií- a- m
7¡\ /1\
0'BRIAN: Has comprendido la realidad del pasado y del presente, pero, bien, ¿y el futuro? Una
pregunta, ¿cómo afirma un hombre su poder sobre todo?
WINSTON: ¿Haciéndole sufrir?
0'BRIAN: Exacto, la obediencia no basta. El poder es infligir dolor y humillación, de otra forma no se
puede estar seguro. El poder está en deshacer la mente humana y volver a componerla dándole
nuevas formas a tu elección. El poder no es un medio. Es un fin. En nuestro mundo habrá
únicamente triunfo y autohumillación; todo lo demás lo destruiremos. El pasado está prohibido. ¿Por
qué? Porque, cuando podemos apartar a un hombre de su pasado, entonces podemos apartarlo de su
familia, de sus hijos, de los otros hombres. No hay lealtad, excepto la lealtad al partido. No hay
amor, excepto el amor al Gran Hermano; todo otro placer competitivo lo destruiremos. Si quieres
una visión de futuro, Winston, imagina una bota aplastando eternamente un rostro humano. Winston,
estás pensando que mi cara está vieja y cansada, que, mientras te hablo de poder, soy incapaz de
impedir la decadencia de mi cuerpo;
pero el individuo es sólo una célula, Winston, y el desgaste de la célula es el vigor del organismo.
WINSTON: Fracasaréis.
0'BRIAN: ¿Por qué?
-WINSTON: Es imposible, el odio y el miedo no tienen vida. 0'BRIAN:
¿Por qué es el odio menos vital que el amor?
WINSTON: No lo sé, pero de alguna forma fracasaréis, seréis vencidos por algo. La vida os derrotará.
0'BRIAN: Controlamos la vida a todos sus niveles; creamos la naturaleza humana. El hombre es
infinitamente maleable. ¿O por un acaso has vuelto a la antigua idea de que los proletarios se
alzarán? Borra esa idea de tu cabeza. Son animales indefensos. La humanidad es el partido.
168
WINSTON: Da igual, al final os vencerán; antes o después os harán pedazos. 0'BRIAN: ¿En qué
te basas? WINSTON: En el libro de Golstein.
0'BRIAN: Lo escribí yo o, al menos, colaboré en su escritura. No hay libro que sea una obra individual,
como sabes.
WINSTON: Yo de todas formas lo creo. Sé que fracasaréis. Hay una fuerza en este mundo, un espíritu,
que nunca podréis dominar.
0'BRIAN: ¿Qué es eso, ese principio? WINSTON: No lo sé: el
espíritu del hombre. 0'BRIAN: ¿Tú te consideras a ti mismo un
hombre? WINSTON: Sí.
0'BRIAN: Si tú eres un hombre, eres el último hombre. Tu especie está extinguida; nosotros somos los
herederos. Winston, no has entendido que estás solo. Estás fuera de la historia, tú no existes.
Levántate.
WINSTON: (Cae torpemente de su mesa de tortura y camina de forma cansada hacia 0'Brían, que se
encuentra frente a un espejo.)
0'BRIAN: Ven aquí. Mírate, te estás pudriendo (Para afirmar más el hecho, arranca a Smith un diente
sin apenas esfuerzo.). Este es el último hombre; si tú eres humano, ésta es la humanidad. No durará
para siempre, puedes escapar de ello en el momento que quieras, todo depende de ti.
WINSTON: Has sido tú, tú me has reducido a esto. 0'BRIAN:
No, Winston, tú mismo te redujiste a esto. WINSTON:
¿Cuándo van a fusilarme?
0'BRIAN: Eso aún puede tardar tiempo, pero no pierdas la esperanza. Todo el mundo se cura antes o
después, y al final serás fusilado.
169
DOCUMENTO 5
1. ÁMBITO SOCIO-CULTURAL
1.1. Extracto social de los destinatarios.
1.2. Condiciones culturales.
1.3. Descripción del territorio.
1.4. Relación con el entorno social.
4. PROCESO DE GESTIÓN
4.1. Diseño del plan de acción: personas que intervienen y modo de realizarlo.
4.2. Objetivos: escritos y ocultos.
4.3. Actividades.
4.4. Planiñcación-Calendario.
4.5. Gestión económica.
4.6. Balance y evaluación.
5. CONCLUSIÓN
5.1. ¿Responde al objetivo para el cual fue creada?
5.2. Modificaciones.
170
DOCUMENTO 6
' Discernimiento es distinguir una cosa de otra. destacando las diferencias existentes. En la espiritualidad cristiana, se
entiende por discernimiento el distinguir lo que es realmente voluntad de Dios y lo que no lo es. La comunidad
cristiana entendió desde un principio la ambigüedad que existe siempre en cualquier realidad humana; en ella hay que
buscar fatigosamente la acción del Espíritu, la autenticidad cristiana, lo que Jesús Resucitado pide en esa situación
concreta. Para saber más. ver «discernimiento», en DE FIOBES, S y GOFFI, T, Nuevo diccionario de Espiritualidad,
Ediciones Paulinas. Madrid 1991, 4° ed.
171
Un gran condicionante: el lugar social
Nuestra conciencia y vivencia de la fe están influenciadas también por el llamado lugar social, por el
estado o situación social —real o teórico— donde nos situamos a la hora de actuar o reflexionar. El lugar
social viene definido por nuestra acción, por los intereses que defendemos, y tiene mucho que ver con el
lugar que habitamos o en el que trabajamos, con las personas con quienes nos relacionamos, con los
compromisos y solidaridades que asumimos, y con las dependencias o alianzas ideológicas que
establecemos. Este lugar social permite unas valoraciones y prohibe otras, y genera formas de actuar al
servicio de determinados intereses.
La neutralidad total es imposible; la misma abstención es siempre un voto que favorece a alguien.
El lugar social está sostenido por una ideología. Normalmente se entiende por ideología un conjunto de
ideas prefabricadas que defienden una visión totalitaria y envolvente de la realidad, considerada como la
única verdadera, que no deja sitio a otras maneras de ver dicha realidad. Por eso, para hacer un auténtico
discernimiento cristiano, es necesario distanciarse de la ideología dominante.
Apertura necesaria
Ante una experiencia desestabilizadora, el grupo puede ver amenazada su propia seguridad y volverse
rígido, resistente a cualquier cambio. O puede abrirse a nuevos interrogantes que permitan la
transformación.
172
La actitud de apertura a nuevas experiencias es esencial para vivir el Evangelio de Jesús. Una persona es
cristiana cuando está abierta a los otros, cuando sale de sí misma y vive el encuentro con los otros como
presencia, signo o sacramento de encuentro con Dios. En el encuentro con otros nos encontramos con
Dios, con el totalmente Otro. Esta apertura a los otros nos ayuda a vivir en proceso continuo de
conversión, de cambio.
Esta actitud de apertura al otro, como persona concreta, echa por tierra la pretensión de alcanzar a Dios
en el ámbito teórico de las ideas. La lucha de Jesús con los fariseos se agudizó precisamente cuando
Jesús puso, como lugar de experiencia del encuentro con Dios, no la universalidad de la ley, sino al otro,
es decir, al publicano, al doliente, al herido en el camino, a la prostituta, al pobre.
CONCLUSIÓN
Para cualquier discernimiento es necesaria una conciencia crítica frente a las ideologías —sobre todo
frente a la dominante—, y frente al modo como éstas influyen y actúan sobre los individuos y los
grupos. Esta sospecha fundamental no puede faltar, e implica una actitud de apertura y de encuentro con
los otros.
Y en este proceso es fundamental situarse en un lugar social concreto. Por eso necesitamos preguntarnos
constantemente sobre los perfiles concretos del lugar social evangélico,
173
DOCUMENTO 7
^ SITUACIÓN
^> Una sociedad que se mueve por la ideología dominante: sólo el interés y el provecho, bajo el
imperialismo mundial del dinero
«Sobre esta nuevas condiciones de la sociedad ha sido construido un sistema que considera el provecho
como motor esencial del progreso económico, la concurrencia como ley
suprema de la economía, la propiedad privada de los medios de producción como un derecho absoluto,
sin límites ni obligaciones sociales correspondientes. Este liberalismo sin freno, que conduce a la
dictadura, justamente fue denunciado por Pío XI como generador del imperialismo internacional del
dinero. Sería injusto que se atribuyera a la industrialización misma los males que son debidos al nefasto
sistema que la acompaña» (PABLO VI, Populorum Progressio, 1997, n. 26).
175
como es debido, de los derechos fundamentales del hombre» (JUAN XXIII, Máter et Ma-gistra, 1961, n.
157).
176
la sangre de Jesucristo y puesta bajo la acción permanente del Espíritu Santo. Por tanto, debe ser amado,
aunque sea enemigo, con el mismo amor con que le ama el Señor, y por él debe estar dispuesto al
sacrifico, incluso extremo: «dar la vida por los hermanos» (Cfr. 1 Jn 3,16). [...] Los mecanismos
perversos y las estructuras de pecado, de que hemos hablado, sólo podrán ser vencidos mediante el
ejercicio de la solidaridad humana y cristiana, a la que la Iglesia invita, y que promueve
incansablemente» (JUAN PABLO II, Sollicitu-do rei socialis, 1987, n. 40).
i^> No podemos quedarnos con los brazos cruzados, hay que responder
«No se justifican ni la desesperación ni el pesimismo ni la pasividad. Aunque con tristeza, conviene decir
que, así como se puede pecar por egoísmo, por afán de ganancia exagerada y de poder, se puede faltar
también —ante las urgentes necesidades de unas muchedumbres hundidas en el subdesarrollo— por
temor, indecisión y, en el fondo, por cobardía. Todos estamos llamados, más aún obligados, a afrontar
este tremendo desafío» (JUAN PABLO II, Sollicitudo reí socialis, 1987, n. 47).
^ TIPO DE DESARROLLO
^> El progreso económico debe acompañarse del progreso social, debe ser para todos,
especialmente para los más desfavorecidos
«El desarrollo económico y el progreso social deben ir juntos y acomodarse mutuamente, de forma que
todas las categorías sociales tengan participación adecuada en el aumento de la riqueza de la nación. En
orden a lo cual hay que vigilar y procurar, por todos los medios posibles, que las discrepancias que
existen entre las clases sociales por la desi-
177
gualdad de la riqueza no aumenten, sino que, por el contrario, se atenúen lo más posible» (JUAN XXIII,
Máter et Magistia, 1961, n. 73).
^ COMPROMISO ECLESIAL
178
mendigos sin techo, sin cuidados médicos y, sobre todo, sin esperanza de un futuro mejor: no se puede
olvidar la existencia de esta realidad. Ignorarlo significaría parecemos al rico Epulón que fingía no
conocer al mendigo Lázaro, postrado a su puerta» (Cfr. Le 16,19-31) (JUAN PABLO II, Sollicitudo rei
socialis, 1987, n. 42).
^> Las esperanzas y las angustias del género humano, en el corazón de la Iglesia
«Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de
los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de
Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana
está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar
hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La
Iglesia, por ello, se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su histo ria» (CONCILIO
VATICANO II, Gaudium et spes, 1965, n. 1).
1"'9
DOCUMENTO 8
NIVEL IDEOLÓGICO
¿Quién soy?
NIVEL PRACTICO-EXISTENCIAL
¿Implicaciones?
180
COIUSTRUCTORES, LAS
MAMOS EIU LA
(Bloque temático 4:
Compromiso social del cristiano)
RINCÓN DEL ANIMADOR
Precisamente porque los jóvenes tienen muchas teorías sobre la realidad que los rodea
y son capaces de hablar mucho sobre realidades que no han experimentado
críticamente, intentaremos que el tema se realice a través de una metodología activa,
para ello proponemos el acercamiento real a las zonas periféricas o conflictivas
socialmente que se encuentran en nuestras ciudades o barrios.
Por todo esto será conveniente que antes de proponer este tema el animador se informe
bien sobre la realidad de marginación que existe en su ciudad o barrio, que contacte
con ellos para poder proponerlo a los jóvenes. Infórmese también sobre las realidades
de voluntariado existente.
Materiales que necesita
Documentos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,8, 9y 10.
Temporalización
7. Baúl de recursos
BIBLIOGRAFÍA
LIBROS
ALBURQUERQUE, E., Catcquesis y moral, en «Cuadernos Proyecto Catequista»,
Editorial CCS, Madrid 1991.
— Etica social, colección «Teología para jóvenes», Editorial CCS, Madrid 1996.
CARDENAL TARANCÓN, Cristianos en la sociedad secular, Ed. PPC, Madrid 1994.
SIERRA,R, Ciencias sociales y doctrina social de la Iglesia, Editorial CCS, Madrid
1997.
AA.W., Animadores de grupos de fe. Formación básica 2, Editorial CCS, Madrid 1993,
pp. 142-156.
REVISTAS
«Misión Joven», Voluntariado y compromiso de los jóvenes, no 240-241, Enero-Febrero de
1997.
Una vez reunido el grupo, el animador o animadora explica brevemente el trabajo que se va
realizar. Entre todos concretan los lugares a los que se va a ir, se divide el grupo en parejas,
y se asigna un lugar distinto a cada una. De esta manera se amplía la experiencia. Conviene
que, sobre esta visita, se haya informado previamente al grupo en la reunión anterior.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
Una visita muy especial al barrio
Materiales: Documento 1, bloc de notas.
Se entrega a cada uno la plantilla del documento 1, y en parejas salen hacia el barrio o lugar
asignado. En el caso de que se visite alguna institución conviene avisar con suficiente
antelación, explicando la finalidad de la visita.
186
El animador o animadora recuerda a los jóvenes la importancia de captar el mayor número
de detalles posible sobre la situación de las personas, especialmente de los más
desfavorecidos: niños, jóvenes, ancianos, etc.
3. EXPERIENCIA DE INTERIORIZACIÓN
Materiales: Documento 2.
Concluida la visita, y para disponer de más tiempo, no se vuelve a reunir el grupo. Cada
pareja o cada individuo dedica un tiempo durante la semana a interiorizar la experiencia
realizada. Para ello proponemos lo siguiente:
— Pasar a limpio lo escrito en la plantilla del documento 1, para ponerlo en común en la
reunión próxima. Si tienen tiempo y ganas, pueden elaborar un sencillo dossier con
datos, esquemas, fotografías, opiniones, etc.
— Interiorizar la experiencia: sentimientos experimentados, impresiones recibidas, algún
detalle que valga la pena resaltar.
— Leer£x 3 y 4 (Documento 2) y responder a las preguntas indicadas.
Para favorecer su lectura, se entrega el documento a cada uno dentro de un sobre, antes de
iniciar la visita al barrio, para que lo abran al concluir la experiencia.
Pisando tierra
Abriendo horizontes
Soluciones para todos los gustos SEGUNDA Todo
depende del cristal con que se mira REUNIÓN
En esta segunda reunión retomamos la experiencia de la semana anterior y ayudamos a los
jóvenes a hacer distintas lecturas de las situaciones encontradas en la visita. Y en un
segundo momento les presentamos la alternativa cristiana reflejada en la doctrina social de
la Iglesia.
1. ACOGIDA
187
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
Materiales: Cuartillas, tarjetas y rotuladores.
Cada pareja explica al grupo brevemente el contenido de la plantilla elaborada a partir de la
visita de la semana pasada. Las situaciones problemáticas se escriben en otras tantas
cuartillas y se ponen encima de la mesa. Después el animador o animadora coloca alrededor
de las cuartillas una serie de tarjetas con las distintas lecturas que se pueden hacer. Por
ejemplo, la lectura de:
— Un economista.
— Vn político.
— Vn periodista.
— Un marginado.
— Un agente de seguridad.
A continuación se elige un problema que haya aparecido en todos los informes. Se asigna a
cada pareja una de las lecturas, para que desde ella elabore un diagnóstico sobre las causas
de tal situación y proponga posibles líneas de solución. Pasado un tiempo, se abre un debate
sobre las distintas lecturas.
3. HACIENDO SÍNTESIS
Materiales: Documento 3.
Como síntesis de la reunión, se hace alusión al texto del Éxodo entregado la sema na
pasada, y entre todos hacen la lectura creyente de la situación anterior. Es el momento de
que afloren las posibilidades y dificultades de intervenir socialmente como creyentes y
cristianos. Ahora basta introducir el tema; en la próxima reunión se profundizará desde la
clave ofrecida por Jesús en el Evangelio, la Doctrina Social de la Iglesia y algunas formas
concretas de compromiso cristiano.
Para terminar la reunión, se entrega por escrito el Salmo 9 (Documento 3), y rezan una
estrofa cada uno. Se puede concluir con el Padrenuestro o una canción adecuada al tema,
por ejemplo, Tu reino es vida (M. MANZANO).
Abriendo horizontes
Novedad
La problemática social desde la mirada \ TERCERA de Cristo y de
la Iglesia REUNIÓN
188
la Doctrina Social de la Iglesia. La edad y preparación de los destinatarios posibilita el
análisis y profündización de algunos textos de la Doctrina Social de la Iglesia, en los que se
trazan criterios y líneas de acción para el compromiso social de los cristianos.
1. ACOGIDA
La sala de reunión se decora con algunos posters o fotografías que hagan alusión a
situaciones de marginación y exclusión social del entorno cercano. Entre ellas se ponen
también carteles con el nombre de las principales encíclicas sociales de los últimos Papas,
que presentaremos a lo largo de la reunión. Eso ayudará a familiarizarse con ellas. Se
escriben los títulos oficiales en latín y la traducción correspondiente.
El animador o animadora hace alusión a la última dinámica de la reunión anterior sobre las
diversas lecturas de las situaciones sociales, y propone al grupo entrar en el análisis y
valoración de la lectura cristiana, desde el mensaje de Jesús y la Doctrina Social de la
Iglesia. Para estimular al trabajo, hace referencia a los títulos de las encíclicas y para ver en
qué medida son conocidos por los miembros del grupo. Es normal que a la mayoría les sean
desconocidos, lo que es un motivo más para acercarse a ellas.
Después se colocan en el mural carteles con los temas que se van a trabajar:
— Desarrollo y solidaridad.
— Compromiso con la justicia.
— Valor y dignidad del trabajo humano.
— Propiedad privada y comunidad de bienes.
— La paz, fruto de...
3. HACIENDO SÍNTESIS
Acabado el trabajo de las parejas, se ponen en común los resultados. Búsquese una
metodología adecuada para agilitar la comunicación, y más teniendo en cuenta el esfuerzo
realizado para el análisis de los documentos.
189
Como síntesis de la reunión se redacta entre todos un breve manifiesto, indicando las
razones principales por las que un cristiano o cristiana tiene que comprometerse
socialmente en favor de los menos favorecidos. Puede hacerse en forma de frases cortas:
En un ambiente socio-cultural caracterizado por... Los
cristianos trabajamos para que...
Novedad
Las palabras no bastan
JOÑAS, escucha...
En esta última reunión del bloque temático, ayudamos a los jóvenes a aplicar en la propia
vida todo lo reflexionado y comunicado anteriormente. Les proponemos concretar espacios
y experiencias para vivir su compromiso socio-político como cristianos. Lo hacemos
mediante la figura-narración bíblica de Joñas, profeta que se resiste a comprometerse
socialmente desde la palabra de Dios. Con ello situamos el tema en la perspectiva creyente.
A estas alturas del Itinerario, no haría falta resaltar este aspecto, pero todos conocen la
dificultad de los jóvenes para abordar el compromiso social como expresión de su camino
de fe, y la facilidad con que lo abandonan al encontrar las primeras dificultades.
Esta reunión podrían hacerse con todos los grupos locales del mismo nivel; de esta forma el
contacto con otras experiencias daría mayor profundidad a la personalización de los
compromisos que se quieren asumir. El equipo de animadores vea cuál es la fórmula mejor.
1. ACOGIDA
190
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACION
Materiales: Documento 9, magnetófono.
Acabado el diálogo anterior, suena el teléfono y lo toma el animador o animadora, o un
miembro del grupo. En el caso de que no haya teléfono en la sala, se usa un móvil.
Previamente se ha preparado una grabación con el siguiente contenido.
Voz 1: ¡Oigan! ¡Oigan! ¿Son ustedes ese grupo de jóvenes que sigue un Itinerario de
Educación en la fe? Esperen un momento, les paso una llamada. (Se oye música de espera.)
Voz 2: Sí (Nombra el lugar donde está incardinado el grupo o los nombres del mismo.), es
una comunicación para todos vosotros. Por fin habéis dejado libre la línea. Dios lleva varios
días intentando hablar con vosotros, pero vuestro teléfono estaba siempre comunicando.
Escuchad. Dios os invita a escuchar una sencilla historia, relacionada con el tema que estáis
tratando estas semanas. Es la historia de Joñas. (Se escucha el texto del documento 9, que se
ha repartido previamente; de esta forma pueden seguirlo mejor y escribir al margen)
3. EXPERIENCIA DE INTERIORIZACIÓN
Cada uno comunica al grupo las conclusiones a las que ha llegado en la interiorización de la
narración de Joñas. El animador o animadora introduce el diálogo resaltando lo siguiente:
— Concluimos un bloque temático muy denso. Hemos analizado textos sobre el
compromiso social del cristiano bastante desconocidos para la mayoría de la gente.
Seguro que su análisis ha enriquecido también vuestro conocimiento del tema.
— Pero no es cuestión de quedarse en las ideas. Hay que aterrizar.
— Cada uno de nosotros sabe perfectamente las posibilidades y dificultades para
comprometerse socialmente como cristiano o cristiana. El profeta Joñas nos ha
recordado la facilidad con que nos hacemos el despistado para no escuchar la voz de
Dios y, de esta manera, no implicarnos en la sociedad.
— Vamos a sincerarnos como grupo. Os invito a poner en común la propia situación en
esto del compromiso cristiano.
191
A continuación, cada uno comunica al grupo el fruto de su reflexión personal. El animador
o animadora invita a hacerlo con creatividad, sin abusar de la comunicación oral. Después
de cada comunicación, el grupo hace una valoración de la misma: si son respuestas y
compromisos personales realistas y posibles de realizar, o más bien se reducen a una
declaración de intenciones.
Concluida la comunicación, concretan entre todos algún compromiso para llevarlo a cabo
como grupo en el barrio o en la zona.
b) Momento de oración
El animador o animadora invita a concluir la reunión con un momento de oración. La
oración ayuda a vivir en actitud de apertura y de escucha de lo que Dios nos pi de. Joñas en
el vientre del pez reflexiona sobre su actitud de huida de Dios, y reza. La consecuencia es ir
a Nínive y comprometerse con la palabra de Dios.
Proponemos este sencillo esquema:
— Canto: Cerca está el Señor (C. ERDOZÁIN).
— Palabra de Dios: Se lee una de las lecturas propuestas en la reunión anterior. Aquélla
que ilumine mejor la relación entre mensaje de Dios y compromiso cristiano.
— Oración: Cada uno reza personalmente la oración del documento 10, y después dice en
voz alta la frase con la que más se ha identificado.
— Compromiso del grupo: Cada miembro del grupo piensa cómo va a llevar a la práctica
el compromiso del grupo y lo comunica a los demás. Después concretan entre todos la
estrategia para realizarlo.
— Canto final: Cristo te necesita para amar (C. GABARÁIN). El amor es nuestro canto
(J.M. MÁBMOL).
Evaluando
Ver el esquema del bloque 1.
192
DOCUMENTO 2
LA SITUACIÓN DE UN PUEBLO UN
CLAMOR ESCUCHADO POR DIOS
Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró por el desierto, cerca del Horeb, el monte de Dios. El
ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin
consumirse.
Moisés dijo:
—Voy a acercarme a mirar este espectáculo tan admirable: cómo es que no se quema la zarza.
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza.
—Moisés, Moisés. Respondió él.
—Aquí estoy. Dijo Dios.
—No te acerques. Quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado.
Y añadió.
—Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob. Moisés se tapó
la cara, temeroso de mirar a Dios. El Señor le dijo:
—He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los egipcios, me he fijado en
sus sufrimientos. Y he bajado a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tie rra para llevarlos a una
tierra fértil y espaciosa, la tierra que mana leche y miel [...]. El cla mor de los israelitas ha llegado a mí y
he visto cómo los tiranizan los egipcios. Y ahora, anda, que yo te envío al faraón para que saques de
Egipto a mi pueblo, a los israelitas.
Moisés replicó a Dios.
—¿Quién soy yo para acudir al faraón o para sacar a los israelitas de Egipto? Respondió Dios.
—Yo estoy contigo, y ésta es la señal de que yo te envío: que cuando saques al pueblo de Egipto, daréis
culto a Dios en esta montaña.
Moisés replicó a Dios.
—Mira, yo iré a los israelitas y les diré: «El Dios de vuestros Padres me ha enviado a vosotros». Si ellos
me preguntan cómo se llama, ¿qué les respondo?
Dios dijo a Moisés.
—Soy el que soy. Esto dirás a los israelitas: «Yo soy me envía a vosotros».
194
BDios añadió.
—Esto dirás a los israelitas: «El Señor Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios
de Jacob, me envía a vosotros». Vete, reúne a las autoridades de Israel y diles: «El Señor se me ha
aparecido y me ha dicho: "Os tengo presentes y veo cómo os tratan los egipcios. He decidido sacaros de
la opresión egipcia y llevaros a una tierra que mana leche y miel"». Ellos te harán caso, y tú, con las
autoridades de Israel, te presentaras al faraón y le diréis: «El Señor Dios de los hebreos nos ha
encontrado, y nosotros tenemos que hacer un viaje de tres días por el desierto para ofrecer sacrificios al
Señor nuestro Dios». Yo sé que el faraón no os dejará marchar sino es a la fuerza; pero yo extenderé la
mano y haré una serie de signos, y entonces os dejará marchar [...].
Pero Moisés insistió al Señor.
—Yo no tengo facilidad de palabra, ni antes ni ahora que has hablado a tu siervo; soy torpe de boca y de
lengua.
El Señor replicó.
—¿Quién es el que hace hablar al hombre? ¿No soy yo el Señor? Por tanto, ve; yo estaré en tu favor y te
enseñaré lo que tienes que decir.
Moisés insistió.
—No, Señor; envía a quien tengas que enviar. El Señor
se irritó con Moisés, y le dijo.
—Aarón, tu hermano, sé que habla bien. Él viene ya a tu encuentro y se alegrará al ver te. Habíale y
ponle mis palabras en la boca. Yo estaré en tu boca y en la suya, y os enseñaré lo que tenéis que hacer.
Él hablará al pueblo en tu nombre, será tu boca. Tú coge el bastón con el que realizarás los signos (Ex
3,1 al 4,17).
— ¿Guarda alguna relación este texto con la visita que ha efectuado el grupo
anteriormente? ¿En qué sentido?
— ¿Se escucha el clamor del pueblo de Israel también en la actualidad, en boca de
muchos hermanos nuestros? Escribe algunos de estos gritos y de donde vienen.
— ¿Necesita nuestro mundo personas como Moisés? ¿Qué características deben
reunir los Moisés actuales?
— Escribe las expresiones que más se repiten en el texto. ¿Qué te sugieren?
— Haz un momento de oración, poniéndote en la piel de Moisés.
195
DOCUMENTO 3
DESARROLLO Y SOLIDARIDAD
1. Leer Lucas 16,19-21; Lucas 12,6-21; Mateo 25,31-46. Identificar las llamadas a la solidaridad que nos
hace Jesús en el Evangelio.
2. Leer los siguientes textos:
197
de los bienes temporales puede conducir a la codicia, al deseo de tener cada vez más y la tentación de
acrecentar el propio poder. La avaricia de las personas, de las familias de las naciones puede
apoderarse lo mismo de los más pobres que de los más ricos, suscitar en los unos y en los otros un
materialismo sofocante (Ídem, n. 18).
3. Completar la siguiente tabla.
3. Escribe tres
conclusiones
para vuestra vida
cristiana.
198
DOCUMENTO 5
• Según estos textos, ¿qué sentido tiene el trabajo? Escribe dos frases sobre ello.
• ¿Has pensado a qué se debe la situación de desempleo que se vive en la sociedad?
• ¿Qué puede hacer la comunidad cristiana frente a esa situación?
199
DOCUMENTO 6
DE LA PROPIEDAD PRIVADA A LA
COMUNIDAD DE BIENES
1. Leer las siguientes citas del Nuevo Testamento: Lucas 12,22-34; Hechos 4,32-35; 1 Timoteo 6,6-10.
¿Qué detalles llaman la atención sobre el uso del dinero?
-> La propiedad
Si alguno tiene bienes de este mundo y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas,
¿cómo es posible que resida en él el amor de Dios? (Un 3,17). Es conocida la firmeza con que los
Padres de la Iglesia han precisado cuál debe ser la actitud de los que poseen respecto a los que se
encuentran en necesidad: «No es parte de tus bienes —dice San Ambrosio— lo que tú das al pobre; lo
que le das le pertenece. Porque lo que ha sido dado para el uso de todo el mundo, tú te lo apropias. La
tierra ha sido dada para todo el mundo, no solamente para los ricos».
Es decir, que la propiedad privada no constituye para nada un derecho incondicional y absoluto. No hay
ninguna razón para reservarse en uso exclusivo lo que supera a la propia necesidad cuando a los demás
les falta lo necesario [...]. Si se llegase al conflicto entre los derechos privados adquiridos y las
exigencias comunitarias urgentes, toca a los
200
deres públicos procurar una solución con la activa participación de las personas y de grupos sociales
(PABLO VI, «Populorum Progressio», n. 23).
Completar la siguiente tabla:
201
DOCUMENTO 7
1. Jesús dice en el evangelio: Mi paz no es como la que da el mundo (Jn 14,27). Escribir dos o tres frases
que resuman lo que quiere decir Jesús en esta frase.
2. Leer los siguientes textos.
-^ Naturaleza de la paz
La paz no es la mera ausencia de la guerra ni se reduce al solo equilibrio de las fuerzas adversarias ni
surge de un poder despótico, sino que es fruto de la justicia [...}. La paz en la tierra no se puede lograr si
no se asegura el bien de las personas y la comunicación espontánea entre las personas de sus riquezas de
orden intelectual y espiritual. Es absolutamente necesario el firme propósito de respetar a los demás
hombres y pueblos, así como su dignidad, y el apasionado ejercicio de la fraternidad para construir la
paz. Así, la paz es también fruto del amor, el cual sobrepasa todo lo que la mera justicia puede realizar
[...]. La paz sobre la tierra, nacida del amor al prójimo, es imagen y efecto de la paz de Cristo, que
procede de Dios Padre [...].
Por lo cual se llama insistentemente la atención de todos los cristianos para que, vivien do con sinceridad
en la caridad, se unan con las personas realmente pacíficas para pedir y establecer la paz.
Movidos por el Espíritu de Jesús, hemos de alabar también a todos aquéllos que, renun ciando a la
violencia en las exigencias de sus derechos, recurren a medios de defensa que están al alcance incluso de
los débiles, con tal que esto sea posible sin lesión de los derechos y deberes de otros o de la sociedad
(CONCILIO VATICANO II, ffGaudium et Spes», n. 78).
-> El desarrollo es el nuevo nombre de la paz
Las diferencias económicas, sociales y culturales demasiado grandes entre los pueblos provocan
tensiones y discordias que ponen la paz en peligro [...]. Combatir la miseria y luchar contra la injusticia
es promover el mayor bienestar, el progreso humano y espiritual de todos y, por consiguiente, el bien
común de la humanidad. La paz no se reduce a la ausencia de guerra, fruto del equilibrio precario de las
fuerzas. La paz se construye día a día, en la instauración de un orden querido por Dios, que comporta
una justicia más perfecta entre los hombres (PABLO VI, «Populorum Progressio», n. 76).
3. Como síntesis de estos textos, completar las siguientes frases sobre la paz:
— Los cristianos tenemos la responsabilidad de luchar por la paz porque...
202
DOCUMENTO 8
¿Qué relación hay entre fe y justicia? ¿Se puede ser cristiano sin implicarse por
un mundo más justo? ¿Por qué?
La justicia que propone Jesús en el Evangelio, ¿se identifica con la justicia tal
como se entiende en nuestra sociedad, o va más lejos? ¿Qué añade?
Pensar en alguna forma concreta de compromiso cristiano por la justicia desde
la propuesta de Jesús.
203
DOCUMENTO 9
204
Entonces el Señor dio orden al pez, y al punto el pez vomitó a Joñas en tierra firme. Por segunda vez,
el Señor se dirigió a Joñas y le dijo.
PIENSA UN POCO
• ¿Qué te ha parecido el tal Joñas? ¿De qué huye? ¿De qué tiene miedo?
• ¿Qué consecuencias acarrea su huida? ¿A quién afecta?
• ¿Tienes tú algún parecido con Joñas? ¿Huyes tú también de la Palabra de Dios?
• ¿Qué palabras o mensajes te dirige Dios para que los proclames con tu vida a la sociedad en que vives?
¿En qué dirección debe cambiar tu vida para que tus palabras sean creíbles?
• ¿Que consecuencias acarrea para el mundo, si no escuchas y respondes a lo que Dios te pide?
205
DOCUMENTO 10
¡ESCÚCHANOS, SEÑOR,
QUEREMOS HABLARTE!
Todavía se oye por ahí, en boca de jóvenes y de adultos, el viejo tópico: Yo creo en
Cristo, pero en la Iglesia no. Debajo de esta frase se esconde sin duda la identificación
de la Iglesia con la estructura jerárquica e institucional que la representa externamente,
y con las personas que la encaman: papa, obispos, sacerdotes.
Tampoco es ningún secreto que las normas morales de la Iglesia —sobre todo en el
tema de moral sexual—, y sus engranajes de poder político y económico suelen ser una
barrera para su credibilidad entre los jóvenes. Es verdad que admiran y valoran la labor
de muchas personas concretas —misioneros, gente comprometida de su entorno—, pero
más como mérito individual, que desde su condición de miembros de la Iglesia.
A pesar de ello, tienes ya claro, en tu tarea de animación, que la fe cristiana se transmite
y se vive en la comunidad eclesial. No podemos educar cristianos a la carta, sino en
ypara la comunidad creyente.
Este bloque temático puede ayudar a los jóvenes de tu grupo a crecer en dos
dimensiones fundamentales de la vida cristiana:
— Sentirse Iglesia, arte y parte de una comunidad con 2000 años de historia de gracia y
de pecado.
— Vivir su fe cristiana desde y para su comunidad eclesial, con expresiones concretas
de oración, celebración, compromiso.
Recuerda una vez más —y nunca será más cierto que en este bloque—, que tu grupo es
ya una experiencia de Iglesia, de comunidad cristiana. Y la vida de tu grupo, durante
este último año del itinerario, ha de facilitar la integración consciente y gradual de los
jóvenes en la comunidad cristiana local.
210
O Vivir la fe en comunidad
— Sentido de pertenencia activa a un grupo o comunidad cristiana concretos.
— Participación activa en la vida y misión de la comunidad local y de toda la
Iglesia, como comunidad de los seguidores de Jesús.
O Orar y celebrar la fe
— Encuentro con Cristo de forma personal y comunitaria en la oración y
celebración eclesial de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía.
— Vivencia de la celebración cristiana con sentido comunitario y como fuente de
compromiso e implicación en la vida y actividades de la comunidad cristiana
local.
i<> Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad.
— Comunicación de los propios dones y cualidades en el seno de la comunidad
cristiana de referencia, con generosidad y responsabilidad.
— Colaboración con los demás en la solución de los problemas y necesidades del
propio ambiente y de la comunidad cristiana local.
Evaluando
6. Baúl de recursos
BIBLIOGRAFÍA
CONCILIO VATICANO 11, «Lumen Gentium» y «Gaudium et Spes».
Catecismo de la Iglesia Católica, artículo 9: Creo en la Iglesia Católica, Ed. AEC,
Madrid 1992, 2a ed., pp. 178-228.
NUÑEZ, J. M., Seguidores del resucitado, Editorial CCS, Madrid 1993, pp. 59-82.
DELEGACIÓN NACIONAL SALESIANADE PASTORAL JUVENIL, Animadores de grupos de fe.
Formación básica -1, Editorial CCS, Madrid 1992. Ver artículo: La Iglesia, pp. 87-96
— Ídem. Formación básica - 3, Madrid 1993. Ver artículo: La Iglesia: comunión y
servicio, pp. 80-92.
Audiovisuales en tomo a este tema
214
ción. Si se ha realizado la encuesta antes citada, se escribe en grande las respuestas que se
han dado, resaltando las más repetidas. Se pueden tener también preparados algunos
materiales audiovisuales breves —música, vídeo—, para usarlos si conviene.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y COMUNICACIÓN
En busca de opiniones sobre la Iglesia
Materiales: Documento 1.
A continuación el animador o animadora responsable del encuentro invita a los jóvenes a
analizar lo que se dice de la Iglesia en los medios de comunicación y/o en la calle. Los
participantes se pasean por la sala observando dichas noticias, leyendo al menos los
titulares y distinguiendo si se trata de noticias informativas o de opinión, positivas o
negativas.
Después ponen en común los resultados en torno a estas dos cuestiones:
— ¿Qué imagen de Iglesia dan los medios de comunicación y/o la gente de la calle?
— ¿En qué ámbitos de influencia —política, sociedad, cultura, moral— está presente la
Iglesia y cómo se valora su presencia?
A continuación se reparte a cada uno el documento 1, y en silencio escriben en él preguntas
libres sobre la Iglesia: cosas que no saben, no entienden o no están de acuerdo. El
documento tiene forma de cana, y pueden dirigirla a alguien que pueda contestar a dichas
preguntas: el papa, el obispo, el párroco, el catequista o animador, etc. También se incluirán
los datos del remitente. Las preguntas se agrupan posteriormente en torno a cuatro grandes
bloques:
— Jerarquía: personas, cargos, organización de poder.
— Bienes económicos: administración, patrimonio, financiación, dineros de la Iglesia.
— Normas: leyes de la Iglesia, normas morales en los distintos campos, por ejemplo, sobre
la sociedad, la moral sexual, la vida.
— Costumbres, tradiciones, curiosidades, informaciones, etc.
3. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN
Antes de recoger los sobres, el animador o animadora invita a decir espontáneamente una
de las preguntas que ha escrito cada uno, y se escriben en un pequeño mural. Se procura
que no se repitan preguntas, y que salgan preguntas de los cuatro bloques. Si son muchos
los jóvenes, se hacen una o dos preguntas por cada grupo del nivel.
A continuación se recogen los sobres para enviarlos por correo y esperar contestación. La
contestación deberá llegar a lo largo de las reuniones, y sobre todo en la tercera. Ahora,
simplemente, el animador concluye la recogida de los sobres con estas o parecidas palabras:
¿Quién tiene que contestar estas preguntas? Quien pertenezca a la Iglesia, es decir,
cualquier cristiano y no necesariamente una persona determinada. ¿No somos todos
miembros de la Iglesia? ¿No es la Iglesia nuestra Familia, la Familia de los hijos de Dios
y seguidores de Jesús? ¿Quién de
215
nosotros se puede negar a dar razón de su Familia, de lo que digan, critiquen o pregunten
de ella?
Se trocea el mural donde se han escrito las preguntas, y se entrega a cada joven o a cada
grupo, al azar, una pregunta. Cada joven o algún miembro de cada grupo deberá contestar,
tras un tiempo de preparación, a dicha pregunta, tratando de salvar la situación. Se puede
prolongar según el tiempo del que se disponga. No se trata de decirlo y aclararlo todo en
este momento.
4. HACIENDO SÍNTESIS
216
Concluida la dinámica elegida, se canta una canción que hable de unión, comunidad,
amistad. Por ejemplo, Juntos cantando la alegría (C. GABAKÁIN^); Aquí estamos (OLIVAR).
PRIMERA
Abriendo horizontes REUNIÓN
Lo que la historia dice de la Iglesia Lo
que la Iglesia ha aportado a la historia
En esta primera reunión queremos que los jóvenes echen una mirada rápida sobre la historia
de la Iglesia y hagan balance de sus 2000 años de historia. Les ayudamos a descubrir:
— La aportación de la Iglesia a la historia de la humanidad y, por tanto, al plan salvador de
Dios sobre los hombres.
— Los errores históricos de la Iglesia, signo claro de la presencia del mal y el pecado en
ella.
1. ACOGIDA
Materiales: Papel continuo, montaje audiovisual.
En la sala de reunión del grupo se ha colocado previamente un mural con una gran balanza,
y/o el montaje audiovisual Aquello empezó con un borríquíllo (Ed. Claret). Una vez
reunido el grupo, el animador o animadora les invita a recordar las preguntas que escribió
cada uno en el sobre en el Encuentro inicial, por si se van ofreciendo respuestas a lo largo
de la reunión.
El animador o animadora presenta la dinámica que ayude a hacer un rápido paseo por la
historia de la Iglesia. Ofrecemos dos dinámicas alternativas.
ALTERNATIVA 13
217
— Como toda institución, al principio es todo espontaneidad y carisma; después se va
complicando y estructurando.
— La Iglesia está hecha de personas concretas, con sus glorías y sus miserias:
¿por qué somos más duros al juzgarla que al juzgar el resto de instituciones humanas?
— Al final, cabe preguntarse con el personaje del montaje: ¿Creéis que mereció la pena
aquello que se empezó con un borriquillo? La existencia de la Iglesia, ¿ha sido
positiva en la historia de la humanidad?
— Haciendo balance de esta historia de la Iglesia, ¿qué pesa más en ella: lo positivo o lo
negativo? ¿Podemos decir que ha sido sustancialmente fiel a la misión que Cristo le
encomendó?
Tras el diálogo, cada miembro del grupo dibuja con un rotulador el fiel de la balanza del
mural, inclinándolo hacia uno de los dos lados, según pese más, en su opinión, lo positivo
o lo negativo en la historia de la Iglesia. Se comenta el resultado con las indicaciones
dadas en la Alternativa 2, o similares.
ALTERNATIVA ^
Se entrega el documento 3, para indicar las luces y las sombras de 2000 años de historia de
la Iglesia. Cada uno escribe en los platillos de la balanza aspectos positivos y negativos de
la Iglesia a lo largo de su historia, y coloca el fiel de la balanza en el lado de lo negativo o
de lo positivo. Antes de iniciar el trabajo el animador o animadora recuerda las preguntas
que subyacen en el fondo de la cuestión: ¿Ha cumplido.la Iglesia con su misión? ¿Ha
merecido la pena su existencia? ¿Qué dice la historia de la Iglesia y qué ha aportado la
Iglesia a la historia?
Seguramente será fácil para los jóvenes descubrir aspectos negativos, por ejemplo, la
Inquisición, las Cruzadas. El animador debe guardar en cartera aspectos positivos que a
veces se ignoran, como pueden ser, la transmisión de la cultura, la atención a los pobres, la
unificación de pueblos.
Acabado el trabajo personal, se ponen en común los resultados, y teniendo en cuenta la
opinión de la mayoría se coloca el fiel de la balanza del mural en el lugar que corresponda.
Desde el resultado, conviene destacar algunas ideas, además de las expresadas para
^Alternativa 1:
— Los aspectos negativos de la historia de la Iglesia, ¿siguen presentes en la actualidad o
pertenecen al pasado?
— Los aspectos positivos de su historia, ¿siguen presentes todavía hoy?, ¿lo han estado
siempre, de forma más o menos intensa?
— Si el fiel de la balanza se inclina por lo negativo, ¿cuál es nuestro futuro como
cristianos?, ¿qué tenemos que hacer?
— Si el fiel de la balanza se inclina por lo positivo, ¿dónde nos situamos nosotros?, ¿cuál es
nuestra aportación en eso positivo?
3. HACIENDO SÍNTESIS
En cualquiera de las dos alternativas, al final se redacta entre todos un breve manifiesto que
recoja los deseos y expectativas del grupo y de cada uno de sus miembros. Puede empezar
así: Creo en la Iglesia de Jesús, una Iglesia... A continuación, se van enumerando aspectos
positivos a potenciar y aspectos negativos a evitar.
Se termina la reunión con la proclamación-oración de este documento y con un canto, por
ejemplo: Iglesia peregrina (C. GABAKÁIN).
Abriendo horizontes
Novedad
Lo que la Iglesia dice de sí misma
SEGUNDA
REUNIÓN
En esta segunda reunión queremos que los jóvenes descubran la identidad y misión de la
Iglesia a partir de algunos de los textos fundamentales de su Magisterio;
y conozcan con claridad los detalles más generales de su organización, mediante las
aclaraciones y explicaciones del animador o animadora. Sólo se ama lo que se conoce, y a
veces es el desconocimiento la causa de la crítica y la frialdad de muchos jóvenes respecto a
la Iglesia.
1. ACOGIDA
219
LO QUE SE VE DE LA IGLESIA LO QUE NO SE VE DE LA IGLESIA
Esta alternativa es la ideal, cuando los jóvenes pertenecen a la misma comunidad cristiana
local. Puede plantearse en plan de Encuentro de final de bloque temático para todos los
grupos de este nivel. La actividad que se propone es el conocimiento directo de la propia
Iglesia local, mediante la visita a sus instalaciones y el contacto con los principales
responsables de la misma.
1. ACOGIDA
Materiales: Documento 5.
El grupo queda citado en el lugar donde se va a comenzar la visita. El animador o
animadores presentan al responsable o responsables —párroco, seglares comprometidos,
religiosos, religiosas—, que guiarán la visita y presidirán la posterior mesa redonda. Se
entrega a los jóvenes el documento 5.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS
La Iglesia que tengo cerca
A continuación, se inicia la visita y el reconocimiento de las estructuras y personas que son
punto de referencia de la comunidad cristiana local, o sea, la parroquia
221
—templo, despachos, locales comunes, materiales—, grupos de personas, movimientos,
instituciones asociadas, etc. Los jóvenes van rellenando los apartados correspondientes del
documento 5. El responsable o responsables que guían la visita van comentando y
contestando a todas las cuestiones que los jóvenes vayan planteando.
3. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN Y COMUNICACIÓN
Mesa redonda. ¿Dónde me sitúo?
Finalizada la visita, se tiene una mesa redonda con el encargado o encargados presentes, y
si es posible con representantes de diversos movimientos y servicios dentro de la parroquia.
El tema del diálogo se enfoca en torno a estas dos cuestiones:
— Cuestiones del Encuentro Inicial que aún quedan por contestar, y que se recuperaron al
final de la segunda reunión.
— Diálogo sobre el papel real que juega cada uno en su comunidad cristiana local: ¿qué
aporta?, ¿qué servicios usa?, ¿qué relaciones tiene creadas?, ¿qué función debería realizar?
Los que dirigen la mesa redonda pueden hacer propuestas a los jóvenes sobre formas de
participación y compromiso en la comunidad local, en cada uno de los tres ámbitos claves:
anuncio-catequesis, celebración de la fe, atención social a necesitados.
Se trata de que los jóvenes descubran que más que hablar —y a veces sólo criticar— a la
Iglesia, se trata de hacer Iglesia, de sentirse miembros de la Iglesia como familia propia, y
de colaborar en su misión en el ámbito concreto de su comunidad local o parroquia.
4. HACIENDO SÍNTESIS
ALTERNATIVA [JB
222
Se invita a cada joven a que ponga una crM2r o haga un dibujo allí donde realmente se
siente situado en la Iglesia —sea la comunidad cristiana local o la iglesia univer sal—, de
forma vital y no simplemente física o geográfica. Se supone que el centro es el altar,
símbolo de la mayor cercanía a Cristo y a la Iglesia.
Acabado el trabajo personal y a partir de las preguntas anteriores, se inicia un último
diálogo: ¿Cuál es la Iglesia local a la que pertenezco? ¿En qué lugar me sitúo dentro de
ella? ¿Por qué estoy precisamente en ese lugar? ¿Dónde debería estar?
U] Evaluando
Ver el esquema del bloque 1.
223
DOCUMENTO 1
Ahí tienes una carta-sobre. Escribe las preguntas que quieres hacer sobre la Iglesia en torno a estos
cuatro aspectos:
— Jerarquía, organización, estructura.
— Bienes materiales, dinero, administración, patrimonio.
— Normas de la Iglesia sobre diversos aspectos de la vida social, moral, familiar, cultural.
— Costumbres, tradiciones, curiosidades.
Dirige la carta a alguien relacionado con la Iglesia que pueda contestar.
DESTINATARIO
224
Como cristianos de a pie, pero miembro de pleno derecho de
la Iglesia, me gustaría que, en su nombre, me aclararan estas
cuestiones:
DOCUMENTO 2
ALTERNATIVA A
MONTAJE:
Aquello empezó con un horriquillo.
Frases significativas
IGLESIA PRIMITIVA XX SIGLOS DE HISTORIA
226
DOCUMENTO 3
ALTERNATIVA B
UNA DIVIDIDA
SANTA PECADORA
CATÓLICA NACIONALISTA
APOSTÓLICA INSTITUCIONALIZADA
(Intercalado en este cuadro, dibujar una balanza, con cada uno de los platillos en los lados de las luces y
las sombras, respectivamente, y con un fiel destacado que habrá que inclinar hacia uno de los lados.)
»ctí-ESiAPBiMrrtítí%
(Hechos de los Apóstoles)
1. Anuncio
2. Comunión de vida
3. Comunión de bienes
227
DOCUMENTO 4
228
La Iglesia es un misterio, una institución a la vez humana y divina; formada por hom bres, pero asistida
por la presencia de Dios. Con elementos visibles: personas, grupos, edificios, medios, etc.; y con
elementos invisibles: los que hacen referencia a Dios, la salvación, la fe, el amor, la esperanza, etc. Por
eso la mejor manera de hablar de ella es mediante el lenguaje poético y simbólico: la Iglesia es Cuerpo
de Cristo, Esposa de Cristo, Templo del Espíritu Santo, Pueblo de Dios, Familia de los hijos e hijas de
Dios.
229
propio Cristo. Estos cargos dentro de la Iglesia se designan de forma personal y no democrática,
siguiendo el ejemplo de Cristo y de una tradición secular de la propia Iglesia.
Se han usado dos modelos en la historia de la Iglesia para explicar su organización.
MODELO COMUNITARIO
(después del Vaticano II)
MODELO PIRAMIDAL
(antes del Vaticano II)
Iglesia, sociedad perfecta Iglesia, pueblo de Dios
El Papa sirve de centro y unión para toda la Iglesia, haciendo el papel de Cristo, y con la máxima
autoridad sobre todos los católicos.
Los Obispos, Sacerdotes y Diáconos continúan la labor de los apóstoles de Jesús por medio de estos
tres servicios:
— Enseñar, anunciar el evangelio y aplicarlo a las distintas situaciones de la vida de la gente.
— Santificar, transmitir la presencia y la gracia de Cristo mediante la celebración de los Sacramentos.
— Gobernar, como buenos pastores, cuidar de los fieles a ellos encomendados en todos los aspectos:
conocerlos, ayudarlos, escucharles, atenderlos en sus necesidades.
Estas tres tareas las desarrollan los obispos con los fieles de su diócesis; y los sacerdotes párrocos y
diáconos, con los fieles de su parroquia.
Los Religiosos viven en comunidad, imitando a Cristo que vivió casto, pobre y obediente, y realizan
distintos servicios en favor de toda la Iglesia: oración, atención a los pobres, educación, cultura, sanidad,
misiones.
Los Fieles cristianos laicos transforman el mundo y la realidad —ciencia, cultura, trabajo, familia,
sociedad, política—, según el Evangelio.
230
DOCUMENTO 5
INSTALACIONES:
Templo Locales
Despachos Espacios
libres
PERSONAS:
Sacerdote(s) Diáconos
Catequistas Responsables
ORGANISMOS DE
RESPONSABILIDAD:
Consejo Pastoral Consejo
Económico Grupo de
Catequistas
SERVICIOS QUE SE
PRESTAN:
Catcquesis
Sacramentos
Fiestas
Atención a los pobres
Actividades educativo-
culturales
MOVIMIENTOS
ECLESIALES
PRESENTES
DOCUMENTO 6
Dibujar, como Documento, la planta de una Iglesia de cruz latina, especificando con deta lle los
elementos más importantes: presbiterio, altar, retablo o gran crucifijo, atril, ambón, bancos de naves
laterales y central, altares laterales, sagrario, pila del bautismo, confesionario, puerta de entrada,
exterior de la Iglesia.
^ -^
oDa
í ALTAR 1 ,
O O
ACTIVIDAD
Dibújate en este templo, donde realmente te sitúas:
— en tu comunidad cristiana local: parroquia, grupo cristiano;
— y/o en la Iglesia, de forma general.
No olvides que el corazón de la Iglesia es Cristo, y lo podemos situar en el altar: tu mayor o menor
cercanía al altar expresa tu mayor o menor cercanía a la Iglesia.
232
COniFIRMACIOIU, ¿TRÁMITE O
COMPROMISO?
(Bloque temático 6) »»
<>3> RINCÓN DEL ANIMADOR
El joven de esta edad (18-19 anos) está en un momento crucial de su vida: deci dirse por
el mundo del trabajo, o seguir con los estudios. Para los jóvenes que han seguido el
Itinerario ambas dedsiones han de tomarse necesariamente en el marco de una opción
clara de fe, y más en concreto en tomo al significado y compromiso del sacramento de
la Confirmación.
La Confirmación ha adquirido un relieve muy notable en la vida de los jóvenes durante
los últimos años. Abundan por doquier planes de Catcquesis o Catecu-menados de
Confirmación dirigidos a destinatarios de edades diversas. Pero, como sucede con la
Primera Comunión, corre el peligro de quedarse en mero formalismo o costumbre
social, o como requisito burocrático para el sacramento de Matrimonio; sobre todo
cuando se propone como punto de llegada, sin continuidad posterior, y con procesos
que acaban normalmente con la celebración del sacramento. De hecho la mayoría de
jóvenes que se confirman, sobre todo aquéllos que lo hacen en edades tempranas y
aprovechando los ambientes y ofertas tradicionales en parroquias, colegios, no suelen
continuar en un camino o proceso de fe.
En esta falta de continuidad, influye sin duda la debilidad de los procesos o requisitos
para acceder a la Confirmación, unida a las dificultades que experimentan los jóvenes, a
la hora de vivir como cristianos y cristianas en una sociedad compleja y plural, con
visiones, opciones de vida y comportamientos tan diversos y contradictorios, cuando no
hostiles al planteamiento religioso y cristiano de la vida
Con este tema, puedes ayudar a los jóvenes del Itinerario a descubrir el significado
profiíndo de la Confirmación, como reaflrmación de la propia fe, en un momento
decisivo en que tienen que optar de forma más personalizada por el seguimiento de
Jesús, y por el compromiso por el Reino, teniendo ya en perspectiva la incorporación a
la Comunidad cristiana adulta en sus diversas realizaciones: parroquia, movimientos,
etc.
234
2. ¿Qué capacidades desarrolla?
i-> Descubrir y dar sentido a la vida
— Autonomía personal para optar libre y responsablemente.
— Apertura al sentido trascendente de la vida, como encuentro con Dios en la vida
de cada día y en el ambiente.
O Dar razón de la propia fe
— Aceptación de los cambios culturales como lugar y reto para la vida de fe.
— Aceptación de la fuerza transformadora de la Buena Noticia de Jesús para hacer
realidad un nuevo tipo de persona y de sociedad.
— Una fe en relación íntima con la vida y la cultura.
i-> Vivir los valores evangélicos
— Descubrimiento progresivo del proyecto y la utopía de Jesús sobre la persona
humana y la historia.
— Elaboración del propio proyecto de vida según los valores evangélicos.
O Vivir la fe en comunidad
— Aprecio y valoración de la Comunidad cristiana local y de la Iglesia, como
comunidad de seguidores de Jesucristo.
— Participación activa en Ía vida y misión de la comunidad cristiana local.
O Orar y celebrar la fe
— Sinceridad y libertad en las propias manifestaciones.
— Encuentro con Cristo en los Sacramentos.
— Vivencia de la celebración con sentido comunitario y como fuente de
compromiso en la transformación de la vida y de la cultura.
¿> Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad
— Responsabilidad en la vida cotidiana hacia los propios deberes de estudio,
trabajo.
— Visión de la vida como vocación y misión, en las tareas y actividades que se
llevan a cabo.
En esta primera reunión ayudamos a los jóvenes a analizar las motivaciones que tienen ellos
y otros jóvenes para celebrar el sacramento de la Confirmación. Por ese motivo, les
proponemos personalizar, una vez más, los datos de su propia identidad: vida personal y
relación con los otros. Lo hacemos mediante el símbolo del Documento Nacional de
Identidad.
1. ACOGIDA
239
— Tomar en serio estas relaciones es tomarse en serio a sí mismo.
— Si no tengo en cuenta estas relaciones o las corto, intencionadamente o no, soy la mitad
de mí mismo.
3. EXPERIENCIA DE PROFUNDIZACIÓN Y PERSONALIZACIÓN
Materiales: Documentos 2 y 3, para el animador o animadora.
Concluido el trabajo personal, el animador o animadora invita a personalizar el propio
documento de identidad. Lo puede hacer destacando las siguientes ideas (Cfr. Documento 2
y3):
— No somos islas, sino que como personas tenemos una historia, somos historia.
— Estamos vinculados a unpasado: en las personas que nos han precedido, en la geografía
y en la historia, encontramos nuestra raíz; a un presente: la relación con los que nos
rodean forma un auténtico tejido social, lleno de mutuas responsabilidades; a un
futuro: el proyecto de vida de cada persona supone un compromiso profesional y
vocacional.
— Cada dato se convierte en una responsabilidad y tarea que hay que estudiar, promover
y transmitir más enriquecida.
A continuación cada uno comunica al grupo algunos detalles de los datos del propio DNI, y
de su significado para la propia vida. El animador o animadora procure que sean detalles
que completen la imagen, quizás incompleta, que tiene el grupo de cada uno de sus
miembros.
4. HACIENDO SÍNTESIS
240
Abriendo horizontes
Novedad
Mi documento de identidad cristiana
En esta segunda reunión ayudamos a los jóvenes a profundizar y personalizar la lectura
cristiana de la propia identidad, y a descubrir en ella la presencia y acción del Espíritu
Santo. Partimos, como es lógico, resaltando la presencia y acción del Espíritu en Jesús de
Nazaret. Seguimos con el símbolo del DNI.
1. ACOGIDA
Materiales: Huella ampliada (DIN A3), documento 1 (DIN A4), Biblia abierta en Le 3-4.
ampolla del Crisma o un plato con aceite.
En la sala de reunión se coloca la fotocopia ampliada (DIN A3) de una huella de DNI.
Puede ser la de uno de los miembros del grupo, entregada la semana anterior.
Una vez reunido el grupo, cada uno comunica lo que ha escrito en su huella durante la
semana. Y con el resumen se completa el documento de la identidad cristiana —DIN A4—,
que estará sobre la mesa.
Aquí el animador o animadora tendrá que echar una mano y aportar respuestas adecuadas,
si no surgen en el diálogo: Hijo de Dios, de la Iglesia; diócesis, parroquia; construir el
Reino; toda la vida. Ningún dato es superfluo, todos tienen su valor como referencia para
definir y construir la propia identidad cristiana. La Confirmación es el momento en que de
manera consciente y libre se asume como propio todo este conjunto de relaciones
personales que definen la propia identidad. El proceso de preparación a la Confirmación
tiene que poner de relieve y valorar esas relaciones como termómetro del crecimiento de los
que son seguidores de Cristo y miembros de la Iglesia.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
El Espíritu que conduce a Jesús
Materiales: Documento 4, para el animador o animadora.
A continuación se cotejan los dos documentos de identidad. Y se pregunta qué perspectivas
añade la identidad cristiana a la identidad humana. Puede ser un momento clave para las
opciones de fe de los miembros del grupo.
El animador o animadora recuerda lo tratado en la reunión sobre la importancia de clarificar
la propia identidad, para no andar perdido en el mundo como un OBNI, objeto no
identificado, teniendo claro qué es lo que cada uno quiere hacer con su vida. Y propone
profundizar en la clave que explica lo escrito en el documento de identidad cristiana: la
presencia del Espíritu en la vida y camino de Jesús, y también en la de cada cristiano. El
Espíritu suscita y anima en Jesús y en no-
241
sotros la riqueza y la conciencia de nuestra identidad. De tal modo que la persona del Jesús
que nosotros conocemos es inexplicable si no es por su referencia total, absoluta, a Dios a
quien presenta como Padre. Y la conciencia de esta relación no es posible sin el Espíritu
que vive y actúa en él.
A continuación se reparte a cada uno el documento 5, que ofrece un comentario a diversas
citas evangélicas sobre la presencia y acción del Espíritu en la vida y obra de Jesús.
— Le 3,21: El Espíritu desciende sobre Jesús en el Bautismo.
— Le 4,1-2: El Espíritu conduce a Jesús al desierto para ponerlo a prueba.
— Le 4,14-19: El Espíritu está en Jesús y lo envía a la misión.
También presenta este documento otras citas de Le 1-2, en las que se muestra el
protagonismo del Espíritu para conocer adecuadamente aquello de Dios que hay en cada
persona. El recorrido por estos textos requiere del animador o animadora una preparación
adecuada, importante para su propio camino de fe:
— Le 1,35-36: El Espíritu actúa en el nacimiento de Jesús.
— Le 1,41: El Espíritu ayuda a Isabel a reconocer a Jesús en el vientre de María.
— Le 1,67: El Espíritu ayuda a Zacarías a leer la historia de Israel, como Historia de
Salvación.
— Le 2,11-18: El Espíritu revela a los pastores la salvación de Dios en un niño en brazos
de su madre.
— Le 2,25-32: El Espíritu ayuda a Simeón y Ana a reconocer al Mesías en el hijo de
María.
— Le 2,51: El Espíritu revela a María que todos los acontecimientos de su vida son
palabra e historia de Dios.
El equipo de animadores vea la manera más adecuada de trabajar el documento. Lo
importante es que los miembros del grupo descubran cómo el Espíritu actuó en Jesús y en
las personas que aparecen en su entorno en los Evangelios de la Infancia. Y este mismo
Espíritu se hace presente también en la Confirmación.
3. HACIENDO SÍNTESIS
Concluida la lectura de las citas, se abre un diálogo sobre la presencia del Espíritu en la
vida de Jesús. Después se concretan aquellos rasgos que puedan definir la identidad de
Jesús, y se escriben en el facsímil de DNI que hay colocado en el mural.
Seguramente el grupo ya conoce algunos posters sobre Jesús de Nazaret, difundidos
durante los años 80 —Wanted—, así como canciones, películas, etc. Es el momento de
hacer una valoración crítica de los mismos desde los datos que nos ha proporcionado la
lectura del Nuevo Testamento: ¿Qué falta en ellos? ¿Qué sobra? ¿Qué se podría añadir?
Se concluye la reunión renovando la. profesión de fe, destacando lo que hace referencia a
Jesús. Se puede hacer de varias maneras:
— Con la fórmula de las Promesas bautismales. Si es posible se puede hacer alrededor de
la pila bautismal de la parroquia.
242
— Proclamando el Credo. Se entrega a cada uno por escrito; o también se puede leer escrito
en DIN A3.
Acabada la profesión de fe, se entona una canción relacionada con la acción del Espíritu
Santo en la vida de los creyentes; por ejemplo, El Espíritu del Señor, BOVE-
CUBELLES-TORRELLES .
Antes de despedirse, se anuncia que en la reunión siguiente se elaborará el Proyecto
Pastoral de una parroquia, colegio, o grupo: objetivos, actividades, responsables, etc.
Pueden pensar algo de su contenido durante la semana para no perder tiempo, pues sólo
será el punto de arranque de la reflexión.
Novedad
El Espíritu, «alma» de la Iglesia
TERCERA
REUNIÓN
En la reunión anterior ayudamos a los jóvenes a descubrir la importancia del Espíritu en la
vida de Jesús y, en consecuencia, en la de todo cristiano. En esta tercera reunión queremos
que el grupo descubra la importancia del Espíritu, como factor de unión y comunión dentro
de la Comunidad cristiana.
1. ACOGIDA
2-n
3. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
El proyecto de la primera comunidad cristiana
Materiales: Documentos 5 y 6.
Para concluir la reunión y como síntesis de todo lo tratado sobre el tema, proponemos la
siguiente dinámica. El animador o animadora invita a los miembros del grupo a buscar un
lugar tranquilo, puede ser la iglesia o capilla si está cerca, para personalizar los motivos que
cada uno tiene para celebrar o no el sacramento de la Confirmación. Dichas motivaciones se
comunican después al grupo, en un clima de sinceridad y también de respeto.
A continuación rezan de nuevo el Credo, fijándose en lo que se dice sobre el Espíritu Santo.
Téngase en cuenta que hay dos credos: el breve o símbolo de los Apóstoles, y el más
extenso o símbolo niceno—constantinopolítano, ya que fue proclamado en los concilios de
Nicea y de Constantinopla. Se puede analizar uno solo o sintetizar las dos redacciones.
— Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloría.
— Él habló por los profetas.
— Hace que la Iglesia sea una, santa y católica (=universal) y apostólica.
— Realiza la comunión de los santos (= cristianos).
— Nos llena de su gracia en el Bautismo para que consigamos el perdón de los pecados.
— Nos dará la resurrección de los muertos, la resurrección de la carne, la vida eterna, la
vida del mundo futuro.
También se puede concluir con una canción sobre la presencia del Espíritu en la Iglesia,
por ejemplo, Jesús está entre nosotros (M. CUBELLES).
Antes de despedirse, el animador o animadora anuncia que la próxima reunión es un
encuentro de todos los grupos locales del nivel III de jóvenes, pensado solamente para los
que se van a confirmar. Y como preparación a la misma se les pide
244
que escriban una carta de petición dirigida al párroco o responsable local de los grupos,
comunicando la decisión de confirmarse y los motivos que les inducen a hacerlo. Conviene
que dichas cartas sean contestadas por las personas implicadas.
Este momento es significativo dentro del Itinerario, porque sitúa a los miembros del grupo
ante la decisión o no de confirmarse. Por eso es importante que el animador o animadora
tenga durante la semana un diálogo personal con cada miembro del grupo, para dialogar
sobre las motivaciones expresadas en el grupo; sobre todo, pensando en aquéllos que han
manifestado, o se les ha notado, algún reparo para hacerlo en público.
Las palabras no bastan
Confirmarse, ¿rito o
CUARTA
REUNIÓN
compromiso?
En esta cuarta reunión ayudamos a los jóvenes a descubrir el contenido y significado del
rito de la Confirmación. Participan solamente los jóvenes que van a confirmarse en los
próximos días. Se puede preparar también como un encuentro, durante todo el día, de todos
los jóvenes confirmandos de los grupos locales. El contenido de la reunión o encuentro
sigue el mismo ritmo de la celebración de la Confirmación. Es importante que los jóvenes
intervengan en todo momento. No se trata de un ensayo de la celebración, sino de una
preparación próxima a la misma, personali2ando su contenido y significado.
1. ACOGIDA
245
del Espíritu Santo le ayude a confirmar, reafirmar la fe que vive en la Comunidad
cristiana.
A continuación, se ponen en común las cartas de petición escritas a los párrocos o
responsables de grupos y las contestaciones recibidas. Se puede hacer por parejas, o en
subgrupos de cuatro o cinco, si el grupo es numeroso. Una vez concluida esta primera
puesta en común, se reúne todo el grupo, o por grupos de origen, y se hace una valoración
global de estas cartas de petición. Todos los miembros del grupo opinan sobre las
motivaciones expresadas en la carta, y si el candidato está realmente preparado para
celebrar el sacramento.
Este momento es importante. Es una forma de escrutinio en grupo. Por eso el animador o
animadora debe estar atento para que se realice de la mejor manera posible, con respeto y
sin herir sensibilidades, pero en un clima de total sinceridad. Al final ya del Itinerario, ello
no debería ser un problema. Además, si el animador o animadora ha hablado durante la
semana con cada uno, el joven está ya preparado para asumir la opinión de sus compañeros.
2. EXPERIENCIA DE ANÁLISIS Y PROFUNDIZACIÓN
Materiales: Documentos 7 y 8.
Concluida la dinámica anterior, el animador o animadora invita a todos a analizar el rito de
la Confirmación para descubrir su contenido y significado. Se reparten los documentos 7 y
8. El primero contiene el texto del ritual, y el segundo una breve explicación del mismo.
Para trabajar los documentos proponemos la siguiente metodología:
— El animador o animadora explica el sentido de los signos principales del Sacramento: la
imposición de manos y la unción con el Crisma (Cfr. Documento 8).
— Después de cada explicación, cada uno lee la monición correspondiente que trae el ritual
(Documento 7), y entre todos hacen una valoración de la misma:
aspectos ya conocidos, aspectos nuevos, etc.
— Se leen las lecturas que se hayan elegido para la celebración. Conviene entregarlas
escritas. La elección de estas lecturas corre a cargo del mismo grupo con su animador o
animadora respectivo, o del equipo local de animadores. Después de cada lectura, se
invita al grupo a comunicar espontáneamente el eco de las mismas. Es una buena
ocasión para verificar la asimilación y comprensión de todo lo visto hasta ahora sobre
la Confirmación: importancia del Espíritu en la vida de Jesús, en la primera comunidad
y en la iglesia actual.
— Se prepara las oraciones de los fieles. No hace falta que queden redactadas ahora de
forma definitiva, ya se hará después con el responsable de la celebración.
— Se preparan los signos o símbolos que se van a presentar en la celebración. Conviene
que dichos signos representen al grupo y el camino realizado hasta ahora.
— Se seleccionan los cantos, los responsables de la música, etc.
El animador o animadora procuren que intervengan todos. Es una buena preparación para la
celebración.
246
3. EXPERIENCIA DE INTERIORIZACIÓN Y PERSONALIZACIÓN
Materiales: Documento 9-
Acabado el trabajo de análisis y comprensión del rito de la Confirmación, el animador o
animadora entrega a cada uno el documento 9, e invita a interiorizar todo lo visto hasta
ahora en un clima de reflexión-oración personal. Para ello cada uno busca un lugar donde
pueda hacerlo con serenidad y durante el tiempo adecuado. En este momento, cada uno
decide qué persona le acompañará como padrino en la celebración.
4. HACIENDO SÍNTESIS
24-7
[D)@©™^ff®
DOCUMENTO 1
MI DOCUMENTO DE IDENTIDAD
248
DOCUMENTO 2
MI DOCUMENTO DE INDENTIDAD
(Reflexiones para completar el documento)
249
mejorado en mis actitudes, carácter? ¿Me ven generoso, comprometido, responsable
o, por el contrario, egoísta, superficial, ambicioso?
Huellas Todo lo que hago lleva el sello de mi personalidad. Al comentar cual-dactilares quier
actividad mía se puede afirmar: «Esto lo ha hecho N. Lleva su sello, su estilo». ¿Qué me gustaría dejar
en la vida como sello de mi persona? ¿Qué me gustaría que recordasen de mí?
Expedido Somos como un objeto para la burocracia que nos controla. Nuestro en... nombre y
apellidos constan en multitud de listas y papeles: en el ayuntamiento, la policía, la telefónica, el colegio,
la parroquia, la caja de ahorros. Es preciso humanizar la burocracia, para que sea sólo la imprescindible
para organizar la vida. Es necesario que las personas seamos más que un número en el ordenador de
cualquier institución, más que un nombre en una lista. Pero, antes de criticar a nadie, me pregunto: ¿trato
a los otros como números, objetos, cosas, o como personas libres, responsables, dignas de respeto?
Siento que voy creciendo, cambiando. En cada época de mi vida soy el mismo y a la vez diferente. ¿En
qué sentido quisiera evolucionar? ¿Qué aspectos de mi vida me gustaría cambiar y qué significado
tendrían esos cambios en mi nueva identidad? ¿Mejora social, riqueza, éxito, fama? ¿Quizás cambio de
estado de vida? ¿Qué significado tiene ya ahora para mí el estar casado o soltero o célibe por el Reino...?
Caduca a los ¿Asumo, de verdad, todos los aspectos anteriores como responsabilidad Firmado...
y como tarea? ¿Doy fe de que quiero vivirlos y de que no van a quedar en simples
X años palabras?
250
DOCUMENTO 3
MI IDENTIDAD CRISTIANA
(Para los animadores, o para todos)
251
Profesión En la Iglesia, además del testimonio de una vida coherente con el evan gelio, todos son
llamados a ejercer alguna tarea de servicio: como sacerdotes, o catequistas, o
compromiso de ayuda a necesitados por enfermos, pobres, excluidos...
Fotografía ¿Cómo me ven desde la perspectiva de la madurez cristiana mis compañeros de grupo?
¿Me consideran preparado para celebrar la Confirmación? ¿A quién me gustaría
parecerme? ¿Tengo algún modelo cristiano que trato de emular?
Huellas Mi conducta tendría que reproducir las huellas de Jesús. «Por sus frutos dactilares los
conoceréis». ¿Me ilusiona este ideal?
Expedido También aquí somos objeto de una burocracia. Pero me hace tomar con-en... ciencia
de que no se es cristiano por libre; de que el Bautismo ha marcado mi vida por dentro y por fuera; de
que, aunque no se expidan documentos oficiales, la identidad la llevo impresa en el testimonio que doy
del evangelio de Jesús....
Caduca ¿Caduca? ¿Renuncio? ¿Estoy cansado de ser cristiano? ¿Me es indife-a los x años rente?
¿Ejerzo?. Si la vida cristiana se resume en conocer, vivir y celebrar el misterio de encarnación, muerte y
resurrección de Cristo, ¿estoy estancado en mi primera comunión? ¿Crezco? ¿Conozco más y mejor a
Jesús? ¿Trato de vivir en coherencia con su palabra y con su vida? ¿Ce-lebro sus misterios cada día con
mayor consciencia? Además de esta preparación para la Confirmación ¿qué hago para crecer?
Y... la firma ¿Refrendo todo lo que aquí se dice? ¿Lo asumo como responsabilidad de ser (o de llegar a
ser) y de hacer? ¿Es, será, pura formalidad? ¿O ser en Cristo y tomar conciencia de
ello es algo de lo que me intereso, que me preocupa y ocupa toda mi vida...?
252
DOCUMENTO 4
La identidad de Jesús
— En el Evangelio de Lucas (3,21) vemos a Jesús en oración. Desciende sobre él el Espíritu y le hace
tomar conciencia de su identidad: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco». A lo largo de su vida
pública Jesús fue traduciendo esta conciencia al llevar a cabo las obras de su Padre, procurando hacerse
a su imagen y semejanza. Por ejemplo, cuando come con pecadores explica: «No he venido a llamar a
los justos sino a los pecadores». Así hay que entender lo que significa: «Misericordia quiero, y no
sacrificios» (Mt 9,13). Jesús refleja en su comportamiento la coherencia con lo que enseña: «Sed miseri-
cordiosos como vuestro Padre es misericordioso y seréis hijos del Altísimo» (Le 6,35-36). De ese modo
refleja lo que él entiende que es ser hijo de Dios, imagen y semejanza suya.
— En Lucas 4,1-13, el Espíritu conduce a Jesús al desierto. El desierto es la vida: el lugar de la
intimidad con Dios, lugar de la prueba, lugar donde se comprueba la fidelidad al Padre. Allí medita y
reza desde las palabras de la Biblia qué significa ser Hijo de Dios. Y somete a discernimiento las
diversas ideas y pretensiones de su pueblo, enfrentándose a las fuerzas instintivas, que también en él
estaban activas: el placer, el poder, el prestigio, la magia o manipulación de lo sagrado. Allí prueba hasta
qué punto la Palabra de Dios, enfrentada a otras palabras o sugestiones, es guía de la propia conducta. Le
dice el tentador:
«Si eres Hijo, di que...» Pero él responde: «Si soy Hijo, escucho la Palabra del Padre».
— En Lucas 4,18, el Espíritu ayuda a Jesús a tomar conciencia de su misión: ésta no es la demagogia
fácil ni el tremendismo apocalíptico de Juan el Bautista, sino el programa enunciado por Isaías desde
una opción por los excluidos, como anuncio de la Buena Nueva a los pobres y liberación de los
oprimidos. Son las conclusiones de su reflexión en el desierto.
Este mismo Espíritu es el que Dios Padre y Cristo nos dan a nosotros en el Bautismo y toma cuerpo —
por así decirlo— en la Confirmación. Él suscita en nosotros —en la medida que le dejamos y le somos
dóciles— esta misma conciencia y estos mismos comportamientos de hijos, como los tuvo Jesús: «Sed
misericordiosos para que seáis hijos de Dios». Y también: «Los constructores de la paz serán
reconocidos como hijos de Dios».
El Espíritu nos anima y nos sostiene en la superación de nosotros mismos y de los crite rios del mundo,
hasta que llegue a plena madurez, en nosotros y en el mundo, el hijo de Dios que se está gestando en
nosotros entre dolores de parto. Vale la pena leer Rom 8,14-17. En ese espléndido texto san Pablo nos
asegura que somos hijos de Dios gracias al Espíritu. Esa realidad llegará a su plenitud en la resurrección.
Otras identidades
Otras citas significativas de Lucas, en los capítulos 1 y 2, revelan cómo la comprensión profunda de los
otros, vista desde Dios, es también obra del Espíritu Santo.
253
— El Espíritu revela a María su identidad y misión de Madre del Señor, prefigurada como la Hija de
Sión, y la identidad del fruto de sus entrañas (1,28.35).
— El Espíritu revela a Isabel la profundidad del misterio que se da en María y en su Hijo, y que
desborda las relaciones de un parentesco natural (1,41-45).
— El Espíritu revela a María la opción de Dios por los pobres (1,46-55).
— El Espíritu revela a los pastores la gloría de Dios y la salvación presentes en la debilidad y pobreza
de un niño, como cualquier niño, en brazos de su madre (2,11-18).
— El Espíritu revela a Simeón y a Ana el misterio de salvación y la misión de aquel niño que tienen en
sus brazos (2,29-38).
— El Espíritu revela a María que todos aquellos acontecimientos son palabra de Dios, historia de Dios,
que hay que meditar y profundizar en el corazón (2,51).
— En Jn 14,23-24, Jesús dice a los discípulos que él les ha hablado, les ha dicho cosas, pero que el
Espíritu les enseñará y recordará lo que él ha hablado. Es decir, que Jesús nos enseña la doctrina, pero es
el Espíritu quien nos ayuda a interiorizarla, a personalizarla, a transformarla en vida, en la medida que le
dejamos, le somos atentos y dóciles.
Jesús siembra la Palabra, el Espíritu la hace germinar, florecer y fructificar. En algunas zonas de Galicia
distinguen entre el maestro que nos enseña una materia y el que nos la aprende, o sea, nos la graba
dentro, nos ayuda a hacerla caudal de nuestra vida.
— Quien dice doctrina puede decir también responsabilidad, misión. Lo que Jesús nos presenta desde
fuera como propuesta, casi como imposición —por ejemplo, «Amaos los unos a los otros, como yo os he
amado» (Jn 13,34,)— el Espíritu nos ayuda a interiorizarlo hasta convertirlo en una urgencia interior,
que nos mueve a manifestar o encarnar el amor y misericordia del Padre.
254
DOCUMENTO 5
Jn 19, 25-30
Al pie de la cruz, están María y el apóstol Juan. Al expirar, Jesús tes da. Íes regala el Espíritu. Es el
Espíritu quien crea la unidad, la comunión en la Iglesia que surge a los pies de Jesús en la cruz.
Jn 20,19-23
El día de Pascua, Jesús se aparece a sus Apóstoles y les saluda: «La paz sea con vosotros.» Y sopla sobre
ellos un aliento de vida, diciendo: «Recibid el Espíritu Santo: a quienes perdonéis los pecados, les
quedan perdonados». Por obra del Espíritu, la Iglesia es comunidad y recinto de reconciliación, de paz.
Recibir el Espíritu es aceptar la misión de una tarea de reconciliación en todos los órdenes y
dimensiones de la vida.
Hech 2,42-47
Para el evangelista Lucas, Pentecostés es una explosión de Espíritu que se expande por todo el mundo,
comenzando en Jerusalén y llegando a Roma, corazón del Imperio. La Iglesia, inundada de Espíritu, es
comunidad universal, donde resuena el mensaje apostólico del Resucitado, donde, superando todo
egoísmo, se vive en el amor partiendo de los desheredados, donde la celebración del acontecimiento
pascual es fuente de energía para una historia nueva, resucitada.
1 Cor 12,12—13,13
La Iglesia, Comunidad cristiana, es como un cuerpo. Cada uno de sus miembros está dotado de dotes y
funciones, regaladas y confiadas por el Espíritu para la construcción de la comunidad. Cada uno ha de
conocer sus dones y su función para sacarles el máximo rendimiento.
^ ^ ^
Sería excesiva la pretensión de abarcar en este espacio tantos otros aspectos que presentan el Evangelio
de san Juan y las Epístolas de san Pablo; o de una manera más sencilla, los Hechos de los Apóstoles.
Basten estos elementos tomados del Evangelio de san Lucas para iluminar la preparación a la
Confirmación en una edad en que, de manera más o menos consciente, toda persona trata de definir su
propia identidad.
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DOCUMENTO 6
EL PROYECTO DE LA COMUNIDAD
CRISTIANA ACTUAL
A LA LUZ DE LA PRIMERA COMUNIDAD
OBJETIVOS
— Los que se refieren a la comunión, cohesión y comunicación de la Comunidad.
— Los que se refieren a la misión, por ejemplo, el testimonio y anuncio de la Resurrección.
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ACCIONES
Las acciones concretas se deducen de los Hechos de los Apóstoles:
— Conocían y profundizaban el mensaje de los apóstoles.
— Vivían la comunión-comunicación.
— Celebraban el misterio de la Pascua.
2. Escribir en el círculo de la Comunidad actual las acciones que se llevan a cabo en la parroquia, en la
diócesis, en torno a los siguientes aspectos:
— La catcquesis: organización —niños, jóvenes, adultos, grupos—; las homilías; librería, si la hay;
otras iniciativas.
— Vida de comunión y caridad: las acciones llevadas a cabo por laicos, religiosas y religiosos con
enfermos, ancianos, personas o zonas marginadas, misiones.
— Celebración de la fe: quiénes participan, cómo se desarrollan, qué frutos producen en las personas y
en la comunidad.
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DOCUMENTO 7
RITUAL DE LA CONFIRMACIÓN
Q IMPOSICIÓN DE MANOS
Monición
El día de Pentecostés, los Apóstoles recibieron una presencia muy especial del Espíritu Santo. Los
obispos, sus continuadores, transmiten desde entonces el Espíritu Santo como un don personal por medio
del sacramento de la Confirmación, que ahora va a comenzar con la imposición de manos del obispo. La
imposición de manos es uno de los gestos que aparece habitualmente en la historia de la salvación y en la
liturgia para indicar la transmisión de un poder o de una fuerza o de unos derechos.
Monición
Hemos llegado al momento culminante de la celebración. El Obispo les impondrá la mano y los marcará
con la Cruz gloriosa de Cristo para significar que son propiedad del Señor. Los ungirá con óleo
perfumado. Ser crismado es lo mismo que ser Cristo, ser Mesías, ser Ungido. Y ser Mesías y Cristo
comporta la misma misión del Señor: dar testimonio de la verdad y ser, por el buen olor de las buenas
obras, fermento de santidad en el mundo.
Obispo
Para ser cristianos de verdad, tenéis que esforzaros por rechazar el mal, que lleva al pecado y es negación
de Dios.
¿Rechazaréis el mal, renunciando a hacer uso de malas artes que perjudican a los demás:
— al egoísmo, que no tiene en cuenta lo que es bueno para los otros;
— a la violencia y la venganza, como contrarias a las enseñanzas de Cristo;
— a la mentira y la hipocresía, como contrarias a estar en verdad con Dios;
— al descaro, que no es sinceridad, sino ofensa;
— a la envidia y al odio, que pueden llevaros a verter el mal sobre el hermano;
— a toda injusticia, que no sólo es hacerla, sino encubrirla, impidiendo el que la justicia se lleve a cabo?
Confirmandos
Sí, renuncio.
258
Obispo
¿Rechazaréis el mal, buscando en Dios fuerza para superar las debilidades que suponen perjuicio directo
de uno mismo:
— vuestra pereza, vuestras indiferencias;
— vuestras cobardías y complejos;
— el desvirtuar la vida con el materialismo y la sensualidad;
— el fomentar la tristeza, las desconfianzas, el escepticismo?
¿Combatiréis todas vuestras debilidades?
Obispo
¿Rechazaréis el mal, amando a los demás, para vivir conforme a Cristo:
— teniendo el espíritu abierto para apreciar lo bueno que hay en los hermanos;
— perdonando sus errores, aunque hayáis sido víctimas de ellos;
— no faltando al compañerismo, al hacer burla de las cualidades, o deficiencias de vuestros semejantes;
— admitiendo que el otro piense distinto;
— ayudando a todo el que os necesita, sea o no vuestro amigo?
¿Queréis comprometeros a esto?
Confirmandos
Sí, quiero.
Obispo
Después de estar dispuestos a vivir como cristianos, ¿os comprometéis a llevar el Evangelio a los demás?
Confirmandos
Sí, me comprometo.
Obispo
Unidos a la comunidad que os acoge, confesad vuestra fe:
¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, y ha creado el Cielo y la Tierra?
Confirmandos Sí,
creo.
Obispo
¿Creéis que Jesucristo es Hijo único de Dios, nacido de la Virgen y hermano nuestro; creéis en su
Muerte y Resurrección?
259
Confirmandos
Sí, creo.
Obispo
¿Creéis en el Espíritu Santo, enviado a los hombres como Dador de Vida, que hoy será
comunicado de un modo singular a vosotros por el sacramento de la Confirmación, como fue
dado a los Apóstoles el día de Pentecostés?
Confirmandos
Sí,creo.
Obispo
¿Creéis en la Iglesia Católica, en la Comunión de todos sus Santos, en el perdón de los
pecados, que nos da la esperanza de vivir con Dios para siempre?
Confirmandos Sí,
creo.
Obispo
De acuerdo con esta fe que habéis proclamado, ¿prometéis huir de caer en la tentación de todo
ídolo: como el dinero, el poder, la fuerza, la fama?
Confirmandos Sí,
prometo.
Obispo
¿Prometéis tratar a todos los hombres con amor de hermanos?
Confirmandos
Sí, prometo.
Obispo
¿Prometéis compartir con los hermanos todos los dones que habéis recibido del Creador?
Confirmandos
Sí, prometo.
Obispo
¿Prometéis trabajar por mostrar la imagen de Dios a todos los hombres?
Confirmandos Sí,
prometo.
260
DOCUMENTO 8
CELEBRACIÓN DE LA CONFIRMACIÓN
(Para el animador y para los confirmandos)
El sacramento de la Confirmación se confiere por la imposición de manos y la unción con el crisma. Los
dos elementos tienen un significado muy definido en la tradición bíblica.
— La unción con el crisma. La Iglesia ha tomado del Antiguo Testamento el rito de la unción para
algunos sacramentos. Era parte esencial de la coronación real. El rey era consagrado como defensor de
los débiles frente a los prepotentes, los explotadores o los jueces corruptos.
— La defensa del pobre sería nota distintiva del Ungido, del Mesías, que era esperado (Cfr. Is 11,1-9),
como el nuevo Moisés liberador (Cfr. ís 63,11-19).
— Es el Espíritu que suscitó y excitó a los jueces: como Otniel que los liberara de los edomitas (Cfr. Je
3,10); a Gedeón, de los amalecitas (Cfr. Je 6,34); a Jefté, de los am-monitas (Cfr. Je 11,32-33); a Sansón,
de los filisteos (Cfr. Je 13,25; 14,6-19); a Saúl, también de los ammonitas (Cfr. ISam 11,6).
— Precisamente Cristo significa Ungido. Por tanto, crismar significa cristificar, hacer cristos.
Pero a Cristo se le aplica esta palabra, enriquecida con una nueva perspectiva. Él no fue ungido con
aceite, sino con el Espíritu Santo, para la misión de anunciar a los pobres la Buena Nueva upara vendar y
sanar los corazones rotos, para pregonar la liberación a los cautivos, la libertad a los reclusos; para
pregonar la amnistía de Yahvéh». Así es como la comunidad de Lucas (4,18-21) interpreta a Js 61,1-9.
(Aguí se lee la monición del ritual que precede a la unción. Comentarla profundizando su contenido.)
261
El rito de la Confirmación tiene, pues, todo este sentido de fondo. El confirmado, por la imposición de
manos, es enviado por la comunidad a una misión de testimonio vivo y de anuncio de la vida nueva
surgida en la Resurrección de Cristo. Y por la unción se concreta la unción real ya recibida en el
Bautismo, que le constituye en promotor de la justicia, en defensor del débil, del marginado, del
explotado.
La celebración del sacramento supone por parte del confirmado una conciencia clara es tas realidades y
un compromiso decidido por la justicia en el mundo. El Reino de Dios, al que dedicó Jesús de Nazaret
toda su vida de apóstol del Padre, no se define en el evangelio en términos piadosos, sino de
compromiso. Y en la liturgia se describe como Reino de Verdad y de Vida, Reino de Santidad y de
Gracia, Reino de Justicia, de Amor y de Paz.
262
DOCUMENTO 9
Durante este tiempo de reflexión-oración personal tienes oportunidad de estar a solas contigo mismo/a.
Busca un lugar que te ayude. Es un momento adecuado para echar la vista atrás y contemplar todo el
camino recorrido desde que empezaste o te incorporaste al Itinerario de Educación en la Fe. Y también
para mirar hacia adelante para ver qué vas a hacer con tu vida una vez confirmado/a.
1. Piensa en las personas que más te han ayudado en este camino y da gracias a Dios. Puedes escribir su
nombre y al lado una frase que recoja tus sentimientos hacia ella.
2. La presencia y obra del Espíritu en nosotros es una de las líneas fuerza del ser-cristiano. Atrévete a
enumerar algunos hechos o acontecimientos que demuestran esta presencia del Espíritu en tu vida y a
tu alrededor.
3. Imagínate que aconsejas a un amigo o amiga para que inicie un camino de fe. Escribe dos o tres
motivos que le dirías.
4. Imagínate que te encuentras con tus compañeros del grupo dentro de 10 años. ¿Cómo crees que te
encontrarán? ¿Soltero-soltera, casado-casada? ¿Laico comprometido, religioso-religiosa, sacerdote?
¿Con qué trabajo? ¿Con qué compromiso en la sociedad y en la Iglesia?
5. Finalmente escribe una especie de Manifiesto que recoja tus ideas y sentimientos principales en este
momento, antes de celebrar el sacramento de la Confirmación.
263
O
T
R
O
S
Pascua con jóvenes
Temporalización
Ofrecemos aquí, sin desarrollar, una posible propuesta de secuenciación de una Pascua
con jóvenes de las características descritas anteriormente. En la bibliografía se
encontrarán modelos concretos de las actividades y celebraciones aquí propuestas.
MAÑANA
— Llegada, instalación, dinámica de presentación de los distintos
JUEVES grupos, comida.
SANTO
TARDE
— Formación de los grupos de Pascua, primera reunión de pre-
sentación y motivaciones personales.
— Ensayo de cantos.
— CELEBRACIÓN DE LA CENA DEL SEÑOR (con o sin cena
durante la misma)
— Oración de Getsemaní: acompañar a Cristo que se prepara, orando,
a su pasión.
— Revisión del día, descanso.
MAÑANA
— Presentación del día.
VIERNES — VÍACRUCIS. Paseo por el campo, por grupos de Pascua, durante
SANTO toda la mañana, con elementos de reflexión personal y de grupo,
terminando con la comida por grupos; después, regreso al lugar de
la Pascua.
TARDE
— Descanso, ensayo de cantos.
— CELEBRACIÓN DE LA MUERTE DEL SEÑOR.
— Cena.
— Oración ante Cristo muerto: al pie de la cruz.
— Revisión del día. descanso.
SÁBADO SANTO MAÑANA — Presentación del día. — CELEBRACIÓN celebrativa, ion
PENITENCIAL. Ambientación reflexión personal y tiempo personal
para la Reconciliac durante toda la mañana. — Reunión por oañana, para
grupos de origen, al final de la n elaborar compromisos. anvivencia. baile,
TARDE convi-
— Preparación de la Vigilia por grupos. — Tiempo de
descanso: juegos, deportes, paseo, ce — Cena.
NOCHE
— CELEBRACIÓN DE LA VIGILIA PASCUAL. — Fiesta
de Resurrección: números preparados, vencía, durante unas
horas o toda la noche.
7. Otras alternativas
Un desarrollo similar al aquí ofrecido se puede hacer para el caso de la Pascua Urbana:
un grupo adecuado de jóvenes que celebran la Pascua en donde viven, en el marco de su
parroquia, con celebraciones comunes al resto de la comunidad cristiana local, y otras
actividades más específicas para ellos.
Los objetivos son los mismos de la experiencia ya expuesta. Si se prepara y rea liza
adecuadamente, puede marcar al joven de la misma forma que la Pascua Joven. Las
principales características diferenciales son:
— Celebraciones. Las celebraciones se hacen con la comunidad cristiana. La presencia
del grupo de jóvenes que realiza la experiencia de la Pascua urbana ha de ser
significativa por su participación, en lecturas, signos, cantos, y su unión a la
comunidad adulta. Este grupo joven puede aportar detalles significativos, pero no
debe tampoco hacer exclusivamente una celebración a su gusto.
— Otras actividades. Hay actividades que pueden ser similares a las de la Pascua rural
anteriormente explicada, y se realizan en espacios adecuados: el propio templo,
otras salas parroquiales, la ciudad o el campo circundante.
Se enumeran, a continuación, posibles actividades complementarias a las celebraciones
litúrgicas.
D JUEVES SANTO
— La cena judía. Prepararla según las indicaciones más sencillas de lo que pudo ser la
Última Cena de Jesús, y desarrollarla con el sentido religioso que tenía.
— La oración ante el Santísimo, en el propio monumento o visitando varias iglesias de
la ciudad o pueblo.
D VIERNES SANTO
— Víacrucís. Caben, entre otras, estas dos posibilidades. Primera: un Viacrucis por la
ciudad o pueblo, recorriendo lugares significativos —monumentos, lugares de
marginación, centros de beneficencia— en ambiente de oración y reflexión.
Segunda: un Viacrucis rural, llevando una cruz fuera de la población, hasta un
promontorio, y dejándola allí clavada. La experiencia puede llenar toda la mañana.
— Juicio a Jesús o a los que lo juzgaron. En un ambiente de juicio, con un guión
adecuado y un reparto de personajes, recorrer los últimos acontecimientos previos a
la ejecución de Cristo, juzgando a los personajes que tuvieron responsabilidad en su
condena: Pilato, Herodes, Judas, Sumos Sacerdotes, etc.
— Procesión. La participación motivada y crítica en alguna procesión, con una reunión
final de revisión.
D SÁBADO SANTO
— Oración ante Cristo muerto.
— Oración ante la Virgen de la Soledad.
La Pascua urbana es una buena experiencia que se puede proponer a quienes han
realizado la Pascua Joven y sienten deseos de seguir viviendo con intensidad cristiana
el Triduo Pascual. Si no pierde el sentido de pertenencia a la comunidad cristiana
adulta, puede ser una propuesta fija para los jóvenes en cualquier momento.
BIBLIOGRAFÍA
2. Finalidad y destinatarios
El Catecumenado Juvenil Salesiano tiene como finalidad favorecer un tipo de creyente que sea
significativo en el momento actual.
Persigue la confesión de una fe adulta como cristianos bautizados; es decir, la adhesión vital a
Cristo, en la Iglesia, y para la construcción del Reino de Dios.
Ello supone vivir las cuatro dimensiones esenciales de la fe cristiana: la Díako-nía, la Koínonía,
la Martyria y la Liturgia.
Diakonía, como capacidad de vivir un modo nuevo de amor, realizado en el amor fraterno, (a
entrega y eí compromiso gratuito y solidario por ios demás.
Koinonía, como manifestación de un modo nuevo de convivir y compartir, signo de comunión
que responde al anhelo de hermandad, de paz, de reconciliación y comunicación de los hombres
de todos los tiempos.
Martyria, como anuncio profetice que libera, y como clave de discernimiento de la vida y de la
historia, que hacen al cristiano portador de vida y esperanza frente al sinsentido.
Liturgia, como celebración gozosa y agradecida de la fe, en la Eucaristía, en los sacramentos,
fiestas y conmemoraciones, en los que se participa de la plenitud liberadora que se nos ha dado
en Cristo.
El Catecumenado Juvenil Salesiano se ofrece a aquellos y aquellas jóvenes (19-25 años), que
tras haber realizado un proceso básico de maduración en la fe;
quieren vivir, durante cinco años, una experiencia de grupo o Comunidad cristiana que les
facilite su incorporación definitiva a una Comunidad adulta.
Se ofrece también a aquellos y aquellas jóvenes confirmados, mayores de 19 años que, aunque
no han recorrido explícitamente un itinerario de formación en la fe, han hecho una opción por
Jesucristo y desean madurar su fe en un grupo o comunidad.
3. Áreas de maduración en la fe
El Catecumenado Juvenil Salesiano ofrece los cuatro ámbitos o áreas de maduración en la fe
antes mencionados, como expresión global de la experiencia cristiana eclesial; e invita a vivirlas
de forma unitaria y progresiva.
En cada una de estas áreas se formulan su significado en el momento actual, los objetivos que se
pretenden y los contenidos que ayudan a conseguir dichos objetivos.
Ello implica:
— La comprensión de la vida como vocación y servicio a los otros.
— El crecimiento en el sentido de responsabilidad personal y social.
— Experiencias de compromiso concretas, graduales y estables, en el propio ambiente y
en campos de trabajo, voluntariado social y misionero.
D Objetivos
— Conocer en profundidad la realidad social, capacitarse para una respuesta desde la fe.
— Vivir los valores del Reino en el propio ambiente.
— Colaborar en la transformación de la realidad, con compromisos graduales y estables,
especialmente en favor de los más desfavorecidos.
D Contenidos
— Análisis evangélico de la realidad social, cultural, política y religiosa en el momento
actual.
— La dimensión vocacional de la vida del cristiano: formas y estados de vida.
— Experiencias de servicio y compromiso en la sociedad y en la Iglesia:
ámbitos y formas.
— Técnicas y dinámica de grupos.
— Evaluación periódica de los compromisos asumidos.
2. ÁREA DE LA KOINONÍA
La experiencia comunitaria, y eclesial de la fe, vivida desde el caris-ma salesiano,
como don del Espíritu a la Iglesia
Ello implica:
— El descubrimiento y la visión positiva de los otros.
— La vivencia del grupo como experiencia de comunidad cristiana.
— La apertura a la Iglesia local, diocesana y universal: conocimiento, aprecio y
participación.
— El conocimiento de las intuiciones de Don Bosco y Madre Mazzarello para los
jóvenes, presentes en su vida y estilo pedagógico.
D Objetivos
Crecer en sentido de pertenencia a la Comunidad cristiana.
— Experimentar el grupo como lugar de maduración personal, de conversión y de
comunicación de la vida de fe.
— Descubrir y vivir la propia vocación como servicio a la comunidad eclesial y modo de
ser Iglesia.
— Profundizar en la Espiritualidad Salesiana, inspiradora de la lectura sa-lesiana del
Evangelio.
D Contenidos
— Teología del laicado: Concilio Vaticano II (Lumen Gentium, Gaudium et Spes), Juan
Pablo II (Cbristifideles laicí).
El paso del grupo a la comunidad cristiana: elementos identificadores.
Teología y Magisterio de la Iglesia.
Iglesia local, diocesana y universal: conocimiento y formas concretas
de participación.
Aportaciones fundamentales del carisma salesiano a la forma de ser
cristiano. Valores de la Espiritualidad Salesiana.
El Sistema Preventivo.
Conocimiento de Don Bosco y Madre Mazzarello.
3. ÁREA DE LA MARTYRIA
Configuración de la propia vida según los valores y actitudes del Evangelio, en orden
a ser testigo y dar razón de la propia fe
Ello implica:
— El encuentro gradual con Cristo en la vida cotidiana.
— La profündización orgánica del Misterio de Cristo, en orden a dar razón de la propia
fe.
— La síntesis personalizada del acontecimiento cristiano.
— Un proyecto personal de vida desde los valores del Evangelio, leídos desde la
Espiritualidad Salesiana.
— Una fe vivida en diálogo con la cultura: comprensión, compasión, crítica.
D Objetivos
— Descubrir y analizar las respuestas que se dan en el propio entorno a la cuestión del
sentido de la vida.
— Hacer una síntesis personal de los contenidos de la fe cristiana.
— Confrontar las distintas respuestas al sentido de la vida desde el Evangelio.
— Conocer los retos que plantea la cultura actual a la fe cristiana.
— Vivir la fe de modo significativo en diálogo con la cultura actual.
— Continuar el trabajo de unificación de la propia vida en torno a un proyecto personal.
— Unificar la propia persona desde la experiencia de encuentro con Dios y el servicio a
los demás.
— Contrastar la propia vida con los valores del Evangelio.
— Profundizar en la Espiritualidad Salesiana inspiradora de la lectura salesiana del
Evangelio.
D Contenidos
— Madurez personal: autonomía personal, equilibrio afectivo, sexualidad integrada.
Relación interpersonal: amistad, noviazgo y matrimonio. Relaciones prematrimoniales.
Análisis crítico y evangélico de la propia vida y del entorno. Los grandes interrogantes de la vida
y la respuesta desde la fe cristiana. Conocimiento sistemático de la Palabra de Dios. Síntesis del
mensaje cristiano: Dios, Cristo, Historia de Salvación, Iglesia, Sacramentos, Antropología
cristiana. Presentación orgánica y sistemática de la moral cristiana. Tipología de creyentes en
relación con el cambio cultural. La revisión de vida.
Los valores del Evangelio y su traducción y vivencia en el mundo actual y en la vida cotidiana.
Moral cristiana: moral fundamental, moral de la persona, moral social. El proyecto personal de
vida y el acompañamiento personal: marcos de personalización de la vida cristiana.
Ello implica:
— La lectura y contemplación de la vida como sacramento de la presencia de Dios.
— La oración personal desde y para la vida.
— La vivencia eclesial de los sacramentos —Eucaristía, Reconciliación— y como fuerza para el
compromiso.
— La participación en momentos fuertes: Retiros, Ejercicios Espirituales, etc.
D Objetivos
— Capacitarse para la lectura de la vida cotidiana como lugar de la manifestación de Dios y
encuentro con él.
— Personalizar la experiencia de Dios a través de la oración, hecha desde y para la vida, e inspirada
en el encuentro con la Palabra.
— Celebrar los sacramentos dentro de la Comunidad cristiana.
D Contenidos
— La liturgia y la oración en la vida de la Iglesia.
— Formas de oración: tipos y técnicas.
— Ritmo de oración y celebración.
— La vida desde la Palabra de Dios.
— La vida desde los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación.
4. Etapas del Catecumenado Juvenil Salesiano
El Catecumenado Juvenil Salesiano se desarrolla a lo largo de cinco años, es-
tructurados en dos etapas:
Primera etapa: Tres años de profundización sobre el acontecimiento cristiano. El
primer año hace de puente entre las distintas experiencias de camino de fe que traen los
destinatarios y el Catecumenado propiamente dicho.
Segunda etapa: Dos años de preparación más inmediata, en vistas a la incorporación
definitiva a una comunidad cristiana adulta.
En cada etapa están presentes las cuatro áreas o ámbitos de maduración en la fe, con
sus objetivos, contenidos y momentos de intervención propios.
5. Momentos de intervención
D Encuentro semanal. El contenido de este encuentro semanal es
diverso. Puede ser:
— Formativo.
— Revisión de vida, a la luz de la palabra de Dios.
— Comunicación y puesta en común del proyecto de vida.
— Celebración.
— Visita-relación con otros grupos y experiencias cristianas.
D Convivencias
— Inicio de curso: provincial o por zonas.
— Adviento-Navidad: local o por zonas.
— Cuaresma: local o por zonas.
— Pascua: provincial o por zonas.
— Ejercicios Espirituales.
— Campos de trabajo.
D Iglesia local
— Acontecimientos programados desde el inicio de curso.
— Colaboración con otros grupos.
— Coordinación diocesana y parroquial.
D Acompañamiento personal
— Periódico.
— Acompañamiento por parte del animador o animadora.
— Acompañamiento / dirección espiritual con persona adecuada.
6. Organización
D Grupos: 8 a 10 miembros.
D Asamblea local: Todos los grupos.
D Coordinadora local:
— Coordinador o Coordinadora de Pastoral del Centro, Parroquia.
— Coordinador o Coordinadora del Catecumenado.
— Los animadores o animadoras de grupo.
— Un delegado o delegada de cada grupo.
EJERCICIOS
ESPIRITUALES
LLAMADOS A UNA
MIISIÓIU EIM
COIVIUIMIDAD
RINCÓN DEL ANIMADOR
Los necesarios para pasar unos días fuera de casa, en régimen de pensión completa:
ropa, objetos de limpieza, material de escritorio, etc.
Tendrás que encargarte, Junto con los otros animadores o animadoras, de los materiales
comunes que se vayan a usar y del posible Folleto:
— Proyecto personal de vida.
— Cuaderno personal, usado a lo largo del Itinerario.
— Biblia.
— Medios audiovisuales.
— Papel continuo.
— Cartulinas y folios.
— Rotuladoré», ^ fi
— Música ambiental.
Temporalizactón
MAÑANA
8.30 Levantarse, aseo.
9.00 Oración de la mañana, presentación del día.
9.30 Desayuno.
10.00 lasesiótt. Charla.
11.45 2a sesión. Reflexión personal.
12.15 Descanso.
12.45 Puesta en común.
14.00 Comida. Descanso. Esparcimiento.
Ensayo de cantos.
TARDE y sesión. Cnaria.
16.30 Reunión de grupos. Comunicación de experiencias. Mesa redonda.
17.00 Descanso. Merienda.
18.30 4a sesión. Celebración: Palabra, Reconciliación, Eucaristía.
19.00 Cena. Esparcimiento,
21.00
NOCHE
22.30 Oración final y Buenas Noches.
Tarde de inicio
ORACIÓN DE LA NOCHE
293
4. Si camino en medio de la angustia,
tú me das la vida, a pesar de mis enemigos.
Extiendes tu mano y me salvas.
5. iOh Dios, tu amor es eterno!, no
abandones la obra de tus manos.
4. Palabra de Dios
— Documentos 1, 2, 3, 4, 5.
Temporalización
^
0^0 DESARROLLO DEL DÍA
Oración de la mañana
Como hemos indicado en la introducción, se inicia la jornada con una breve oración
después del levantarse, y antes del desayuno.
Para este primer día proponemos el siguiente esquema, que el equipo de animadores podrá
modificar teniendo en cuenta la realidad de los participantes.
a) Ambientación. En el mural que preside la sala de gran grupo se colocan previamente,
escritas en carteles, las siguientes palabras alrededor de la palabra Vocación:
* Ad-vocación * Pro-vocación
* In-vocación * E-vocación
* Con-vocación * Re-vocación
b) Introducción. El animador o animadora, responsable del día, hace referencia a las
palabras anteriores para presentar el tema del día, resaltando la importancia del término
vocación, pero sin detallar el significado de cada una de ellas. Eso lo hará el predicador al
inicio de la primera charla. El animador o animadora solamente hace referencia a la
palabra in-vocación, e invita a los participantes a iniciar el día con un momento de oración.
298
c) Invocación al Espíritu Santo
(Se canta el estribillo después de cada estrofa.)
Ven, Espíritu de Dios, sobre mí,
me abro a tu presencia,
cambiarás mi corazón (bis). (A. TORRELLES)
(Las estrofas las recitan dos jóvenes.)
Danos tu Espíritu, Señor. Donde
no hay Espíritu, no puede brotar
la vida.
Danos tu Espíritu, Señor. Donde
no hay Espíritu, la rutina lo
invade todo.
Danos tu Espíritu, Señor.
Donde no hay Espíritu,
se olvidan las cosas esenciales.
Danos tu Espíritu, Señor. Donde
no hay Espíritu, no puede "haber
verdad.
d) Palabra de Dios: Parábola del sembrador (Mt 13,1-23).
e) Silencio-oración personal.
Antes de iniciar la charla, se tienen preparadas dos cartulinas con los dibujos de los
documentos 2 y 3, que se usarán en la misma.
El predicador—animador de los Ejercicios saluda a todos los participantes y presenta el
contenido global de esos días. Ver la Introducción de los Ejercicios.
A continuación, inicia la primera charla del día. La ofrecemos desarrollada en el
documento 3. Naturalmente el animador o animadora tiene libertad para introducir las
novedades que considere oportunas, desde la realidad de los participantes, lo mismo que la
metodología más adecuada. Conviene que la charla no se quede en un mera exposición
magisterial, sino que intervengan también los participantes en momentos concretos.
Reflexión personal
Materiales: Documentos 3 y 4.
SEGUNDA
SESIÓN
Concluida la charla, se inicia un tiempo de reflexión personal. Se entrega a cada
participante el documento 4. En él se ofrecen unas pistas para personalizar lo escuchado
anteriormente. Para facilitar el trabajo personal, quizás sea conveniente entregar también el
documento 3, con el texto de la misma.
Cada participante busca un lugar donde pueda reflexionar con tranquilidad. Los animadores
y animadoras colaboren para crear el clima adecuado, y estén disponibles en todo momento
para hablar con aquéllos que lo soliciten.
Concluido el trabajo personal se reúnen en pequeño grupo y ponen en común la reflexión
anterior. Para no romper el clima de personalización de la mañana, se pueden juntar sólo
por parejas o tríos. El resultado de la comunicación lo resumen, completando esta frase:
En el proceso de humanización que va de la mera «instintividad» a vivir como «hijo de
Dios»,
— nos está ayudando....
— nos lo impide...
Segunda Charla:
Jesús y su sntido de la vida
Materiales: Documento 5.
I TERCERA
i SESIÓN
Después de comer y tras un tiempo de descanso, se reúnen de nuevo todos los participantes
en la sala de gran grupo. Se completa el mural con un póster de Jesús, colocado en medio
de las palabras relacionadas con el término vocación.
300
Antes de iniciar la segunda charla de la jornada, se pone en común la frase de cada grupo o
pareja, completada al final de la mañana. A continuación, el animador o animadora inicia la
charla desde lo escuchado en la comunicación anterior. Ofrecemos su contenido en el
documento 5.
Trabajo en grupo
Materiales: Nuevo Testamento, documento 6.
301
— Como cristianos y cristianas, creemos que Dios nos está llamando a diario.
— Su primera llamada, en el principio, fue a través de su Palabra creadora. Gracias a ella
vino a la existencia la creación entera.
— Y sigue llamando en la historia, dirigida a la humanidad y a cada persona. Dios llama y
las personas son libres de responder o no.
— Os invito a celebrar esta llamada de Dios a nuestra vida concreta. En esta llamada está
el fundamento de nuestra vocación humana y cristiana.
Seguidamente, un joven sale del grupo y cuenta esta parábola de El grano de oro,
diciéndola preferiblemente de memoria:
Iba yo pidiendo, de puerta en puerta, por el camino de la aldea, cuando tu carro de oro
apareció a lo lejos, como un sueño magnífico. Y yo me preguntaba maravillado, quién
sería aquel Rey de reyes.
Mis esperanzas volaron hasta el cielo, y pensé que mis días malos habían acabado. Y me
quedé aguardando limosnas espontáneas, tesoros derramados por el polvo.
La carroza se paró a mi lado. Me miraste y bajaste sonriendo. Sentía que la felicidad de la
vida me había llegado al fin. Y, de pronto, tú me tendiste tu diestra diciéndome: «¿Puedes
darme alguna cosa?» iAh, qué ocurrencia la de tu realera! ¡Pedirle a un mendigo!
Yo estaba confuso y no sabía qué hacer. Luego saqué despacio de mí saco un granito de
trigo, y te lo di. Pero qué sorpresa la mía cuando, al vaciar por la tarde mi saco en el
suelo, encontré un granito de oro en la miseria del montón. ¡Qué amargamente lloré de no
haber tenido corazón para dártelo todo!
3. Canto: Canción del testigo (JA. ESPINOSA)
4. Signo: Después salen seis jóvenes llevando otros tantos carteles con las palabras escritas
en el mural sobre la vocación, se ponen delante de la asamblea, y levantando el cartel,
proclaman uno tras otro las siguientes frases:
— AD-VOCACIÓN; Somos llamados para algo. Somos llamados a una misión.
— PRO-VOCACIÓN; La llamada provoca, inquieta, compromete, incluso molesta.
— IN-VOCACIÓN; La llamada supera las propias posibilidades, por eso necesitamos la
fuerza de Dios.
— E-VOCACIÓN; La llamada está encarnada en nuestra historia, en nuestros recuerdos,
en nuestro pasado, en la historia de las intervenciones de Dios.
— CON-VOCACIÓN; Soy llamado junto a los demás, no para una aventura personal.
— RE-VOCACIÓN; Siempre cabe la posibilidad del rechazo, del abandono.
5. Palabra de Dios. Proponemos leer un texto relacionado con la llamada. Por ejemplo:
— Llamada a los primeros discípulos (Le 5,1-11).
— Elección de los Doce (Le 6,12-16).
— Conversión de Pablo (Gal 1,11-24).
6. Canto de respuesta: Por ejemplo, Creemos en el amor (E.V MATEU); Creo en Jesús (C.
ERDOZÁIN); Hoy, Señor, te damos gracias (C. GABARÁIN).
7. Breve homilía. El celebrante hace un breve comentario sobre el tema de la llamadas de
Dios. Ofrecemos, a continuación algunas ideas al respecto:
— Dios llama a Adán (= la humanidad). Éste oye la llamada, pero no obedece. \ origina un
proceso de enemistad con Dios, expresado en la enemistad consigo mismo (Se da
cuenta de que está desnudo); enemistad con los demás («La mujer me engañó».);
enemistad con la realidad natural (La naturaleza se revela contra el hombre.).
— Dios llama a Cristo (= nueva humanidad). Jesús obedece («Me has dado un cuerpo, y
yo dije: «Aquí estoy para hacer tu voluntad»). Y con su obediencia reconcilia al
hombre con Dios, cuyo fruto es la reconciliación consigo mismo, con los demás y con
las cosas. Así supera las tres tentaciones señaladas en los evangelios.
— ¿A qué somos llamados nosotros? A realizar un camino, a desarrollar una tarea en
función del Reino. Un camino hacia adelante. El símbolo personalizado de este camino
es Abrahán, no Ulises. El signo gráfico es la línea hacia adelante, no el círculo.
— La Biblia está llena de vocaciones Son fruto de la llamada de Dios a Abrahán, Moisés,
Jeremías y otros muchos. También hoy Dios sigue llamando a otras personas. Los
asistentes pueden enumerar algunas de estas vocaciones actuales. En todas ellas
aparecen unos elementos comunes:
• Descubrimiento de una situación injusta.
• Llamada a actuar.
• Manifestación de dificultades, miedos, cansancios.
— Realización de una tarea concreta.
8. Momento de reflexión-oractón personal. Proponemos hacerlo en torno a este salmo o
parecido:
Mí suerte está en tus manos, Señor, cual diminuto grano de
semilla, para que tú lo siembres;
cual tranquila corriente de agua, para que tú la encauces. ¡Mí vida
sería inútil lejos de tu presencia, Señor!
Empujaban y empujaban para derribarme,
pero el Señor me ayudó.
El Señor es mi fuerza y mi energía,
él es mí salvación.
No he de morir,
viviré para contar las hazañas del Señor.
Me castigó, me castigó el Señor,
pero no me entregó a la muerte.
Te doy gracias porque me escuchaste y
fuiste mi salvación.
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora
la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
303
Éste es el día en que actuó el Señor, sea
nuestra alegría y nuestro gozo. Señor,
danos la salvación, Señor, danos
prosperidad.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
9. Plegaría comunitaria
CELEBRANTE
Padre, te damos gracias por la alegría de existir. Te damos gracias por el amor que nos das
cada día. Te damos gracias por la amistad que nos haces encontrar. Somos unos que
caminan; unos que buscan siempre; unos que te buscan a ti.
TODOS
Señor, hazme buen amigo de todos, haz
que mi persona inspire confianza:
en quien sufre y se lamenta,
en quien busca luz lejos de ti,
en quien querría empezar y no sabe cómo,
en quien querría confiarse y no se siente capaz.
Ayúdame, Señor,
para que no pase al lado de nadie con cara indiferente,
con el corazón cerrado, a paso apresurado.
Señor, ayúdame a darme cuenta enseguida:
de los que están junto a mí,
de los que están preocupados y desorientados,
de los que sufren sin demostrarlo,
de los que se sienten aislados sin quererlo.
Señor, dame una sensibilidad
que sepa ir al encuentro de los corazones.
Señor, líbrame del egoísmo,
para que pueda servirte, para que pueda amarte,
para que pueda escucharte en todo hermano
con quien me haces encontrar.
(San Vicente de Paúl)
10. Canto de acción de gracias: Un Magníficat conocido.
Oración de noche
Después de la cena y un tiempo de distensión, todos los participantes se reúnen en la sala de
gran grupo, para concluir el día con un breve momento de oración y las Buenas Noches.
Proponemos hacerlo en la sala, ambientada con los materiales que han servido de soporte
para la reflexión y comunicación a lo largo de la jornada, pues contribuirán, sin duda, a
hacer una síntesis del día.
Es un buen momento para dar gracias al Señor por este primer día de Ejercicios en un clima
de serenidad y calma. Bastan unos minutos. El día ha sido denso, y no conviene caer en
repeticiones innecesarias. Ello no es óbice para que puedan hacer oración personal los que
lo deseen; pero hasta una hora concreta, pues mañana hay que continuar con el horario
establecido.
Proponemos el siguiente esquema, sujeto a las modificaciones que el equipo de animadores
considere oportunas.
1. Canto: Quédate junto a nosotros (E.V MATEU), o Quédate con nosotros (JA. ESPINOSA).
Bastan las dos estrofas más relacionadas con el tema del día.
2. Palabra de Dios: Parábola de los dos hijos (Mt 21, 28-32).
305
DCT@© DOCUMENTO 1
ESQUEMA de la charla:
306
Entre esas fuerzas de lo instintivo —tan ambiguas y hasta opuestas entre sí—, viene a poner orden la
racionalidad. Ella dicta un orden de prioridades y rige los comportamientos y la convivencia. Y en esta
función ella misma se desarrolla.
307
me como dogma de fe todos los criterios presentados en la tele; como la serpiente astuta que intenta
cazar al incauto.
La persona, solamente cuando recapacita (nacionalidad), llega a encontrarse a sí misma en el
compromiso de solidaridad por el bien de los demás.
308
sistencia para soportar el peso del niño sin que se le arqueen como un patizambo; pero le falta todavía la
seguridad en sí mismo.
La madre coloca al niño apoyado en una pared y lo llama desde una pequeña distancia. La madre le
transmite o transfiere seguridad; el niño —como quien digiere a la propia madre— la asume y la asimila
como seguridad en sí mismo, y echa a andar. El niño va creciendo en diversas cualidades humanas en la
medida que da respuesta a llamadas que le vienen de fuera —personas, ambiente, educación— y que,
una vez asumidas, lo van configurando a imagen y semejanza de la madre, de la sociedad, de los amigos.
En esta dinámica de la llamada amorosa —en que Dios se vuelca en nosotros—, y de nuestra respuesta
confiada —en que dejamos nuestras propias seguridades abriéndonos a la llamada—, compendia el
creyente el proceso de su crecimiento como persona humana y como partícipe de Dios, como su imagen
y semejanza.
Así lo enseña Jesús declarando felices a los constructores de la paz «porque serán llamados hijos de
Dios» (Mt 5,9). Hay que tener en cuenta que en el lenguaje hebreo el nombre es la esencia de la persona.
Jesús llega al extremo de afirmar: «Amad a vuestros enemigos, para que seáis hijos de vuestro Padre
celestial» (Mt 5,44-45). Esta llamada a trascenderse la expresa Jesús diciendo: «Sed perfectos como
vuestro Padre celestial es perfecto» (Mt 5,48). Y para que no quepa duda, san Juan afirma: «Todo el que
ama ha nacido de Dios y conoce a Dios» (1 Jn 3,7). Y dice también: «Mirad qué amor tan grande nos ha
tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues, ¡lo somos!» (1 Jn 3,1).
La vida es vocación
Y en esto se cifra el porqué decimos que la vida es vocación. Vocación a vivir y a ser hombre en
plenitud: hijo de Dios.
El proyecto de Dios —vocación— pone orden —racionalidad— en la vida y le da, le ofrece, un sentido.
Encontrar el sentido en la vida es fuente de satisfacción, de equilibrio personal, de felicidad. Es
precisamente la felicidad una de las palabras densas del Evangelio: feüces, dichosos, bienaventurados
(Cfr. Mt 5,1-12).
Pero la persona humana es llamada o solicitada desde muchas otras instancias a las que hace eco desde
la propia instintividad. Cada uno libremente orienta su vida hacia unos centros de interés que den sentido
a su vida. En la medida que estos centros coinciden
309
con el plan de Dios, que nos crea en libertad, serán constructores de la persona y de la convivencia.
Hay centros de interés, que se pueden absolutizar como dioses o diosecillos personales, a los que se
sacrifica todo y a todos los que haya que sacrificar. Ya es clásico y hasta rutinario el esquema de
absolutización del placer, del poseer, del poder, del parecer. Incluso la vida puede aparecer fragmentada
y dispersa en multitud de orientaciones o solicitaciones: personas que viven una vida sin sentido y que,
actuando sin sentido, son in-sen-satas.
En este progreso hacia mayores cotas de racionalidad, cada grupo y cada individuo tiene su aportación.
Decía Tailhard de Chardin: «Espiritualmente es impuro el que regodeándose en el placer, o
raplegándose en el egoísmo, introduce en sí y en torno a. sí un principio de retraso y de división en Fa
unificación del Universo en Dios».
Y por eso se ha dicho que pecar es negarse a crecer.
310
DOCUMENTO 2
1. El sentido de mi vida
— Expresa en unas cuantas palabras el sentido que estás vida.
— Después de la charla veo más claro que el sentido de mi ^ está en...
2. De la instintividad a la racionalidad
i-1 Piensa en actitudes y comportamientos concretos qi rando la
mera instintividad en los siguientes campos:
Ego/smo
Violencia
Avaricia
Descontrol sexual
1. El sentido de mi vida
— Expresa en unas cuantas palabras el sentido que estás dando en este momento a tu vida.
— Después de la charla veo más claro que el sentido de mi vida, desde la llamada de Dios, está en...
2. De la instintividad a la racionalidad
3 Piensa en actitudes y comportamientos concretos que demuestran que vas superando la mera
instintividad en los siguientes campos:
Ego/smo
Violencia
Avaricia
Descontrol sexual
Q Escribe una breve reflexión sobre tu proceso de independencia respecto a lo que simplemente te
gusta, a lo que piensan, dicen y hacen otros.
3. Tu condición de hijo de Dios Q Tu forma concreta de vivir en este momento como hijo de Dios se
manifiesta en...
313
DOCUMENTO 5
También Jesús se planteó el sentido de lo que estaba viviendo y haciendo: «¿Quién soy? ¿Qué pinto yo
aquí? ¿Qué voy a hacer? ¿Adonde va todo esto?»
No hablamos en este momento del seguimiento de Cristo Maestro de vida. Sólo tratamos de ver en Jesús
rasgos que iluminan lo que se ha tratado por la mañana y nos ayudan a interpretar nuestras inquietudes e
interrogantes.
Siguiendo el Evangelio, veremos momentos decisivos de la vida pública de Jesús, sus problemas y la
clave de sus soluciones:
— Jesús, nacido «en carne de pecado» (Rom 8,3), tentado, porque era tentable.
— La misión, demasiado para uno solo: un equipo para una tarea.
— A grandes males, grandes remedios. Hay que ir a los cabezas.
— También el sinsentido de la muerte puede tener un sentido.
— La Resurrección, la carta oculta de Dios.
314
la palabra de Dios. Adán se esconde de Dios, porque se encuentra a sí mismo desnudo, a imagen y
semejanza de la serpiente, que era la más desnuda de todos los animales. Je sús se encuentra, conducido
por el Espíritu de Dios, comprometido en la tarea creadora y liberadora del Padre (Cfr. Le 4,16-20).
Se ve en esta reflexión del evangelista cómo el sentido u orientación que Jesús da a su vida está marcado
por la preocupación de encontrar el plan de Dios sobre él mismo en relación con el mundo. Y ese sentido
no se lo dictan al oído; lo busca y lo encuentra en la Palabra de Dios: «Está escrito» (Le 4,4.8.12). Lucas
había consignado esta preocupación de fondo de Jesús en el prólogo de su Evangelio, cuando, a sus doce
años, responde a María en el templo: «¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?» (Le
2,49).
Al concluir las tentaciones, cuando comienza la misión en su pueblo de Nazaret, se puede ver que él ha
comprendido que la voluntad de Dios pasa por el compromiso con los hombres, en un servicio de
liberación de toda servidumbre (Cf. Le 4,16-20).
Es un compromiso que se irá concretando a medida que las circunstancias sacudan la tranquilidad de su
marcha. No lo tiene nada fácil; porque también él lleva el peso interior de otros intereses: la mentalidad
apocalíptica, tremenda, aprendida de su maestro Juan el Bautista (Cfr. Le 3,7-18), y alimentada por sus
propios discípulos, que le piden fuego del cielo (Cfr. Le 9,54-55); la tentación ambiciosa de mesianismo
político alentada por Pedro y los demás discípulos (Cfr. Me 8,31-33); el desaliento y el miedo a la
muerte, que le asaltan en el último trance (Cfr. Le 22,39-46). Cada nuevo paso supone una verdadera
crisis.
315
porque puede correr la suerte trágica de los profetas. Sin embargo, confía en que Dios saldrá en su
defensa para que la tarea del Reino llegue a buen puerto. Como los profetas, tendrá que afrontar la
muerte a manos de su pueblo, pero Dios lo acogerá en la Resurrección.
Poco a poco, se lo va anunciando a los discípulos (Cfr. Le 9,22.44; 18,31-34). Ellos no reci ben la
iniciativa de buena gana, tienen miedo (Cfr. Me 10,32), o sencillamente les preocupaban otros intereses,
como el de asegurarse un buen cargo en el Reino (Cfr. Le 9,23-26.46-48).
316
DOCUMENTO 6
2. En Jesús tuvo una importancia decisiva la idea de ser Hijo, semejante a Dios, en sus proyectos
y comportamientos. Y ello lo manifestaba en la oración y la compasión, siendo misericordioso
como el Padre.
^> ¿Qué valor tienen en tu vida la oración y ¡a com-pasión? ¿Vivir o con-vivir sirviendo?
3. Desde Jesús hasta nuestros días se han llevado a cabo muchos proyectos de vida, tratando de
seguir las huellas de Jesús en diversos estados de vida y en diferentes formas de compromiso y
de acción.
^> ¿Te llama la atención alguno en particular? Señala nombres, conocidos por la historia y
otros de tu entorno.
^> Analizando tus planes de vida, ¿en qué aspectos crees que coinciden o se aproximan al plan
de vida de Jesús? ¿En cuáles son divergentes? ¿En cuáles crees que son contraríos? ¿Qué
dificultades encuentras?
4. Jesús tuvo que modificar la relación comunitaria con su grupo; los que lo acompañaban
pasaron de ser discípulos a colegas de trabajo. Su proyecto de mensajero lo cambió por el de
profeta censor de los jefes del pueblo. Se vio obligado a afrontar la soledad, la oscuridad de la fe,
el aparente abandono de Dios.
^> ¿Qué proyectos tendrías que modificar en tu vida y en qué sentido, para ser fiel al
seguimiento de Jesús?
5. Jesús llevó su fidelidad hasta las últimas consecuencias: Las primeras fueron de corregir o
reajustar trayectorias. La última consecuencia fue la de afrontar la muerte. Y, en su caso, se trató
de una muerte humillante y cruel.
^> ¿Hasta qué límites estarías dispuesto a llevar tu fidelidad a un programa según el evangelio
y el modelo de Jesús? ¿Recuerdas algún momento de opciones radicales ya vividas por ti en este
sentido?
DÍA SEGUNDO
LLAMADOS AL SEGUIMIENTO DE CRISTO
En el primer día de Ejercicios, abordamos el tema del sentido cristiano de la vida, como
llamada a hacer realidad ese proceso que va de la mera instintividad hasta vivir como
hijos de Dios. Para ello, invitamos a los jóvenes a descubrir este mismo proceso en la
persona de Jesús.
En este segundo día, proponemos a los participantes profundizar en los perfiles con que
se presenta esta vocación cristiana, en tomo al seguimiento de Cristo.
El tema ya lo abordamos en la tercera reunión del bloque temático 2, Cristo, en el
centro de mí vida. Ahora lo tratamos de nuevo en la perspectiva global de los Ejercicios,
es decir desde la llamada a una misión en la comunidad cristiana. Con ello ayudamos a
los jóvenes a fundamentar el camino de fe en una opción radical por Cristo, que está en
la base de todas las manifestaciones de la vida cristiana; y de paso, paliar la
fragmentación presente en la experiencia de fe de muchos jóvenes, así como la
reducción de la fe a unas manifestaciones rituales o éticas.
320
i-> Orar y celebrar la fe
— Diálogo con Dios en la oración, hecha en y desde la vida, de forma sencilla,
alegre y filial.
— Encuentro con Jesucristo en la oración y en los sacramentos, especialmente en
la Eucaristía y la Reconciliación.
i-> Comprometerse en la transformación evangélica de la realidad
— Colaboración con los demás en la solución de los problemas y necesidades del
propio ambiente, como opción de la propia fe.
Conceptos
— El seguimiento de Cristo: horizonte de la vocación cristiana.
— Características del discípulo o seguidor de Jesús en los evangelios.
Procedimientos
— Evaluación del grado de influencia de Cristo en la propia vida, en las opciones y
comportamientos a través de diferentes métodos de análisis-profündi-zación-
personalización.
— Realización de experiencias de encuentro con Cristo en la oración y en las
celebraciones.
— Expresión de sentimientos y actitudes a través de símbolos y expresiones gráficas.
— Evaluación del propio camino de fe en la celebración de la Reconciliación.
Valores
— Aprecio e interés por profundizar en la relación personal con Cristo como centro de
la propia vida.
— Libertad, disponibilidad y radicalidad en el seguimiento de Cristo.
— Aprecio por el sacramento de la Reconciliación.
— Necesidad y urgencia del compromiso como signo del seguimiento de Cristo.
/O
<N> DESARROLLO DEL DÍA
Oración de la mañana
a) Ambientación. En la sala general se coloca un nuevo mural, con el título del tema de la
jornada: Llamados al seguimiento de Jesucristo, escrito sobre un conjunto de huellas (Ver
documento 1). El dibujo lo emplearemos también en la reflexión personal de la mañana.
A medida que se reúnen los participantes, puede sonar la canción de J.M Serrat,
Caminante, no hay camino.
b) Introducción. El animador o animadora del día presenta el tema, haciendo referencia al
mural. Lo hace resaltando las siguientes ideas:
— Es cierto lo que decía Machado: Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar.
Cada uno de nosotros hacemos nuestro propio camino, y dejamos nuestras huellas en él.
Por eso encontramos tantas huellas a nuestro alrededor.
323
— Pero la cuestión no son las huellas en sí, sino la dirección adonde apuntan. Cuando se
está desorientado o dentro de un laberinto, siempre se agradecen unas huellas que señalen
el camino.
— Ayer descubrimos unas huellas especiales, las huellas trazadas por Jesús de Na-zaret,
que nos señalan el sentido y la dirección de la vocación cristiana: vivir como hijos de
Dios, superando la mera instintividad y racionalidad.
— En este segundo día de Ejercicios vamos a seguir de cerca estas huellas; pero no como
meros espectadores, sino caminando sobre ellas. Vamos a profundizar en el seguimiento
de Jesús, como horizonte para vivir como hijos de Dios y desarrollar así nuestra vocación
cristiana.
— Os invito a iniciar la jornada con este momento de oración. Es Dios el que nos da la
fuerza para seguir a Jesucristo. Lo dijo el mismo Jesús: Nadie viene a mí, sí el Padre no lo
atrae. Aceptemos el empuje de Dios para seguir a Jesús por el camino.
— Iniciamos la oración pidiendo al Señor Jesús que nos enseñe a orar.
c) Canto: Enséñanos a orar (A. TORRELLES). Basta la primera letra.
d) Palabra de Dios. Proponemos estos tres textos, leídos por sendos lectores:
Q «Mirad, no recibisteis un espíritu que os haga esclavos y os vuelva al temor; re cibisteis
un Espíritu que os hace hijos y que nos permite gritar: ¡Padre! Ese mismo Espíritu nos
asegura que somos hijos de Dios» (Rom 8, 15-17. 29).
l_t «Pero, de hecho, la humanidad otea impaciente el horizonte aguardando a que se revele
lo que es ser hijo de Dios. Sabemos bien que hasta el presente la humanidad entera sigue
lanzando un gemido universal con los dolores de su parto. Más aún, incluso nosotros que
poseemos el Espíritu gemimos en lo íntimo de nuestro ser a la espera de vivir plenamente
como hijos. Y para ello Dios nos eligió, destinándonos a reproducir los rasgos de su Hijo
(Rom 8, 21-23.29).
Q «Muchos discípulos al oír las palabras de Jesús, dijeron:
—Este modo de hablar es intolerable. ¿Quién puede admitir eso? Jesús les
dijo:
—Las palabras que os he dicho son espíritu y vida y, con todo, hay entre vosotros quienes
no creen.
Y añadió:
—Por eso os dije que nadie puede acercarse a mí, si el Padre no se lo concede.
Desde entonces muchos discípulos se echaron atrás y no volvieron más con él (fn 6,60.63-
66).
e) Momento de reflexión-oración personal. Ofrecemos para ello este salmo. Se pone una
música ambiental adecuada que ayude a la interiorización.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por tí madrugo. Por tí, que
me llamas de nuevo a la existencia, por tí, que animas
mi vida y la despiertas. Por tí, que abres mi corazón a
la luz y lo llamas a estar atento, vigilante.
Por ti, que me quieres presente, unificado, todo entero
y en armonía.
Tengo sed de ti, de tu amor y lealtad. Tengo sed de ti,
de tu paz y perdón. Tengo sed de ti, de tu fortaleza y
bondad. Mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca,
agostada, sin agua.
Tú me das fuerza para existir. Tu vida es el sentido de
mi existencia. Quiero llenarme de tu presencia, quiero
llenarme de tu Santo Espíritu.
Oh Dios, por ti estoy siempre despierto,
por ti, me mantengo en pie, en vela,
por ti madrugo siempre que se hace tiniebla en mi vida,
por ti comienzo siempre, aunque me sienta cansado.
Oh Dios, tú eres mi Dios, iun Dios vivo!
f) Padre nuestro
Primera charla
El seguimiento de Cristo
Materiales: Documento 1, también el Documento 5. (Bloque temático 2
/Tercera reunión).
Antes de iniciar la charla, el animador o animadora recuerde a los participantes que el tema
del seguimiento de Jesús ya fue tratado en el bloque temático 2. Lo volvemos a tratar de
nuevo para profundizar otros aspectos, relacionados con la vocación cristiana y nuestra
misión en la Iglesia, tema de los ejercicios.
Como contenido de la charla, remitimos al documento 5 del bloque temático 2 (tercera
reunión), completado con el documento 1 de esta jornada.
Se puede iniciar la charla con una lluvia de ideas espontánea sobre el seguimiento de Jesús.
Es una forma de verificar lo que los participantes recuerdan del tema, ya tratado en la
primera parte del curso, para que de este modo vean la necesidad de seguir profundizando
en ello.
Reflexión personal
Materiales: Documento 2.
Acabada la charla, se reparte a cada uno el documento 2 para la reflexión personal. Hoy
proponemos dedicar el resto de la mañana a esta reflexión, hasta la hora de comer. Si las
condiciones del lugar lo permiten, es buena ocasión para hacer una
325
experiencia de camino por los alrededores de la casa. Un tiempo de desierto para
interiorizar el tema del seguimiento, y preparar así la celebración penitencial de la tarde.
Como ya indicamos ayer, conviene que los animadores y animadoras se presten en todo
momento para responder a posibles preguntas de los participantes, aclarar dudas, etc.
Reunión de grupo
326
Celebración penitencial
El tema del seguimiento de Jesucristo como núcleo y eje principal de la vida cristiana es el
marco adecuado para concluir la jomada con una celebración penitencial.
Ofrecemos el siguiente esquema celebrativo, que el equipo de animadores puede modificar
desde la realidad concreta de los participantes:
a) Ambientacíón. La sala donde se haga la celebración, a ser posible la capilla, se ambienta
previamente, con los siguientes materiales:
— Un mural con el dibujo del documento 3-
— Al lado, el mural elaborado en el apartado 3 del mismo documento.
— Junto a este último se colocan también las frases del apartado 3 del documento 2.
— En el centro de la sala o capilla, en el suelo, se colocan también numerosas siluetas de
huellas —tantas como participantes—, siguiendo, más o menos, el dibujo del
documento 3, pero sin poner los carteles con los centros de interés a los que se dirigen o
aglutinan las huellas.
— Estos carteles se tienen preparados para colocarlos después en el suelo.
b) Introducción. A medida que entran los participantes en la sala, se entrega una silueta de
huella a cada uno, y la guardan para el momento oportuno. A continuación, un animador o
animadora introduce la celebración con estas o parecidas palabras:
— El tema del seguimiento de Cristo ha resonado durante el día. Hemos escuchado
aspectos nuevos en la charla de la mañana y después hemos dedicado un buen rato a
reflexionar personalmente sobre ello. También hemos usado la creatividad en el grupo
para expresar lo que hemos comunicado y compartido sobre el tema.
— Y seguramente hemos descubierto —señalando el primer mural— que las huellas que
vamos dejando en el camino de nuestra vida no apuntan hacia Jesucristo como sería
nuestro deseo, sino que giran y giran en torno a muchos centros de interés que no son
precisamente Jesucristo.
— Aquí reside precisamente nuestro pecado, en ir detrás de otros dioses o señores,
algunos de los cuales habéis descubierto en la reunión de grupo (En este momento
salen dos jóvenes con los carteles escritos en dicha reunión con los centros de interés,
que no son Jesucristo; los leen en voz alta y los colocan en el suelo separados).
— Os invito a reconocer una vez más que andamos un poco «despistados», fuera de ese
camino que Dios nos ha trazado en Jesucristo, y en el que nos ofrece vida y esperanza
plenas.
c) Canto: Vengo ante tí, mi Señor (J.M. CUBELLES).
d) Saludo y oración del Celebrante.
e) Palabra de Dios. Por ejemplo,/» 1,35-51: Los primeros discípulos.
f) Homilía. El celebrante hace alusión al tema del seguimiento y los materiales elaborados
durante el día, y relaciona ambos con la lectura y otros textos evangélicos sobre el
seguimiento. Las textos leídos en la oración de la mañana son también muy sugerentes para
la celebración penitencial.
327
g) Gesto. Concluida la homilía, el celebrante invita a los participantes a escribir, en la
huella entregada al entrar, algún aspecto relacionado con las palabras de los carteles
extendidos en el suelo; es decir, con los lugares que tiene poco que ver con Jesucristo. Y
una vez escrito, de forma espontánea colocan la huella junto al cartel correspondiente que
está en el suelo.
h) Confesiones individuales. Y una vez puestas las huellas, pasan los que lo desean por los
sacerdotes para hacer personalmente el signo sacramental de la Reconciliación.
Al volver al grupo toman de nuevo la huella y la colocan en el mural de los carteles que
señalan un nuevo camino, en torno a las palabras que indican la calidad y autenticidad del
seguimiento de Jesús (apartado 3 del documento 3).
Mientras tanto se puede cantar alguna canción de tipo penitencial o simplemente se pone
música ambiental.
i) Padrenuestro y bendición del sacerdote. Acabadas las confesiones individuales, rezan o
cantan todos el Padrenuestro y el sacerdote da la bendición a todos, con la fórmula de
absolución de los pecados.
k) Canto final: Alabo tu bondad (J.M. CUBELLES)
Oración de noche
Después de la cena, que hoy puede tener algún detalle especial para celebrar también la
Reconciliación, se puede alargar un poco más el momento de distensión.
Dejamos a la creatividad del equipo de animadores alguna dinámica que, sin romper el
clima de Ejercicios, sintonice con el tema del día. Proponemos algunas:
— Un minifestival de canciones sobre el tema del Seguimiento, ya conocidas u originales.
Siempre hay algún participante cantautor.
— Alguna, película sobre Jesucristo o sobre temas cristianos.
— Vnpsicodrama sobre el seguimiento de Cristo.
1-1 Oración
La celebración anterior ha sido intensa. Por eso proponemos concluir la jornada con un
momento de oración muy breve. Puede servir la oración del documento 4, seguida de las
Buenas Noches.
Se entrega la oración escrita y cada uno la reza en silencio. Es una oración que pre para el
tema de la tercera jornada, sobre la Iglesia. Se pone música ambiental para crear el clima
adecuado.
Pasados unos minutos se termina con una canción relacionada con el tema; y se concluye
con las Buenas Noches.
328
DOCUMENTO 1
EL SEGUIMIENTO DE JESÚS
El tema de esta charla es hablar de Cristo. Y de todas las posibles ópticas con las que abordar la persona
de Cristo —su Encarnación, su condición de Salvador, de Hijo de Dios, su mensaje, su destino—, he
escogido una. Aquella que hace más referencia a nosotros y a nuestra relación con él. Me parece central
en la vida cristiana y es urgente recuperarla: el seguimiento de Jesús.
329
Todavía hoy es posible ser una persona respetable y ejemplar dentro de la Iglesia sin se guir gran cosa a
Jesús. Y también es posible ser un buen seguidor de Jesús, y convertirse en un sujeto problemático y
conflictivo en el seno de la Iglesia. Porque, a fin de cuentas, seguir a Jesús es asumir su mismo destino
de vida. Él se opuso al modelo oficial de religión de su tiempo y fue condenado a muerte por los que
decían cumplir la ley de Dios.
Por tanto, es claro que el seguimiento de Cristo es el centro y el eje del ser cristiano, el verdadero control
de calidad de la autenticidad de la propia fe cristiana. Ahora bien, las características y criterios de este
seguimiento no han de ser los que nos ha suministrado la tradición o la costumbre social, sino los que
nos proporciona el mismo Evangelio. Es lo que vamos a examinar ahora.
330
— Una experiencia afectiva que se traduce en presencia mutua, diálogo, intimidad, gozo compartido,
para no quedarse en un activismo ideológico.
Estas características del encuentro personal se pueden materializar en la relación de pa reja, de amistad,
de fraternidad en una comunidad educativa de animadores, y también en nuestra relación con Jesús. En
efecto, Jesús, el Cristo, es una persona, está vivo y resucitado en medio de nosotros. Vive dentro de
nosotros por la fe. ¿Tiene nuestra relación con él las características descritas anteriormente para todo
encuentro interpersonal?
Jesús llamó a sus discípulos «para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar» (Me 3,14). Para lo
uno y para lo otro. Pero lo primero es estar con él, en una relación que implica la existencia entera y el
modo de vivir de los discípulos. He aquí la experiencia esencial, que es presencia, compañía, afecto,
intimidad, hasta sentirse seducido por el otro de tal manera que el otro, en este caso Cristo, es el centro
de la vida, la razón de lo que gusta o disgusta, de lo que se prefiere o desecha, de lo que se hace y deja
de hacer.
Y de ahí, como consecuencia lógica, el «enviarles a predican), el llevar a cabo su misma misión,
predicando su mismo mensaje y asumiendo su mismo destino. Y esto, de forma radical: la experiencia
del encuentro con Jesús tiene que ser más fuerte y determinante que los afectos más profundos que se
pueden dar entre los seres humanos, por encima del padre, la madre, los hijos y cualquier otra persona
que se cruce en el camino de nuestra vida. Así lo afirma explícitamente Jesús (Cfr. Mt 10,37-38).
Nos dan miedo las auténticas relaciones personales en profundidad y a veces nos resisti mos a ellas,
porque no sabemos hasta dónde nos pueden llevar o comprometer. Con más razón tenemos miedo a
encontrarnos con Jesús, a establecer con él una auténtica relación personal en profundidad.
Por eso intentamos encasillar nuestra relación con él desde los moldes de la religión: con verdades,
normas, encuentros preestablecidos, prácticas celebrativas. O desde otras estructuras que nos
proporciona nuestro ambiente pastoral: la obra juvenil o parroquial o el grupo al que pertenecemos. Y es
entonces cuando no vivimos como un auténtico encuentro con Jesús nuestra vida cristiana y
compromiso, nuestra oración o planteamientos de vida.
De ese modo, estamos matando la relación, porque entonces no somos nosotros los que nos abrimos a él,
sino que lo encerramos a él dentro de nosotros y de nuestros esquemas. Nuestra relación con Jesús no se
puede entender como imitación de un modelo estático, sino como seguimiento, es decir, como el ir
haciendo un camino con él sin saber hasta dónde nos puede llevar.
¿Es el centro de nuestra vida de fe la persona de Jesús y la relación personal que hemos entablado con
él? ¿No estaremos sustituyendo el auténtico encuentro personal y comunitario con él, con nuestros
proyectos y reuniones múltiples? Nuestra religión y nuestro cristianismo nos alejan de Dios cuando
sustituimos una relación personal por unas prácticas rituales y unas normas externas de comportamiento,
o unas programaciones o actividades pastorales. Son cosas que nos distraen y justifican para olvidar el
ser amigos de Jesús, seguidores suyos, transparencia suya en el tiempo. En tal situación, es práctica -
mente imposible el seguimiento de Jesús.
Y sin embargo, desde nuestro Bautismo estamos llamados, no tanto a conocer a Cristo, sino sobre todo a
establecer una relación de amistad con él, a vivir en él, con él y para él, como fruto del encuentro
personal con él y del compromiso de seguirle. Se trata de reco-
331
nocer experiencialmente a Jesús el Cristo como el Amigo, el Señor de la propia vida, el Salvador de la
propia existencia personal y del mundo entero.
«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)» (Jn 1,41). Así dijo Andrés a Simón, su hermano,
después de haberse encontrado con Jesús. ¿Podemos nosotros decir lo mismo? ¿En qué momentos de
nuestra vida cristiana hemos tenido una experiencia de encuentro personal con Cristo, y la conciencia de
poder afirmar que él es el Señor de nuestra vida? Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí
(Gal 2,20). Para mí vivir es Cristo (Flp 1,21). Así afirmaba san Pablo. Es una experiencia de encuentro
personal que todos los grandes santos y místicos de la cristiandad han vivido intensamente. Y es una
experiencia que debemos vivir todos los cristianos, pues no está reservada para nadie en especial, sino
para todos aquéllos que quieran o estén llamados a ser cristianos. Aún antes de una posible opción por la
vida religiosa —que no es para la Iglesia sino un modo intensamente evangélico de seguir a Cristo—, la
llamada al seguimiento se dirige a cada uno, personalmente.
Y tras el encuentro personal, viene el seguimiento de Cristo: la elección de Cristo como Maestro de vida.
El seguimiento de Cristo es la opción fundamental del cristiano que ilumina y determina todo su existir
concreto —palabras, pensamientos, acciones— en una fatigosa y cotidiana armonía entre fe y vida. «La
condición de todo cristiano es ser seguidor de Cristo. Seguir a Cristo es el fundamento esencial y
original de la existencia cristiana. Y no se trata aquí solamente de escuchar una enseñanza o cumplir
algunas normas, sino de algo mucho más radical: adherirse a la persona misma de Jesús, compartir su vi -
da y destino, participar de su obediencia libre y amorosa a la voluntad del Padre» (Veri-tatis Spiendor,
19).
332
DOCUMENTO 2
333
relativamente frecuente, porque seguir a Jesús es emprender una aventura que no sabemos hasta dónde
nos puede llevar. En cualquier caso, sabemos que existe una relación fundamental entre el seguimiento y
la cruz. Por eso, es normal que a veces surja cierto miedo de tomarnos en serio este seguimiento. De ahí
la necesidad de vigilar para que el miedo no se adueñe de nuestras opciones más fundamentales.
6. Radicalidad. El seguimiento de Cristo no admite medias tintas ni componendas. Las renuncias que
exige el seguimiento son radicales: a los bienes, a la propia instalación, a la familia, a toda forma de
dominio.
7. Alegría. En el seguimiento de Jesús es también fundamental la alegría. El seguidor de Jesús vive el
Evangelio como Buena Noticia de vida y esperanza para todos, por eso es testigo de la alegría del Reino.
Ello le lleva a afrontar el seguimiento de Jesús y los contratiempos o dificultades que conlleva, no como
algo frustrante, sino como una profunda experiencia de felicidad.
8. Utopía. Un proyecto que implica tantas exigencias está cargado obviamente de cierto grado de utopía.
Sobre todo, si tenemos en cuenta que el proyecto de Jesús se orienta hacia la consecución de una
convivencia en igualdad, fraternidad, solidaridad, libertad y preferencia por los más pobres y
desgraciados.
Pero es importante comprender que, al hablar de utopía, no hablamos de lo imposible. La utopía asume
las aspiraciones más profundas del hombre y las organiza en torno a un proyecto, que se debe realizar en
un futuro más o menos inmediato. Cada creyente, desde su situación concreta, debe tomar las opciones
que le ayuden a hacer realidad esta utopía.
B. Ahora completa el siguiente cuadro.
Actitudes det Escribe una frase que resuma el nivel de estas actitudes en tu vida actual
seguimiento de Cristo
LIBERTAD
DISPONIBILIDAD
ENCUENTRO PERSONAL
COMPROMISO DE LIBERACIÓN
AUDACIA
RADICALIDAD
ALEGRÍA
UTOPÍA
534
DOCUMENTO 3
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1. Cada uno contempla el dibujo durante dos o tres minutos y piensa en la relación del dibujo con el
seguimiento de Jesús. Después expresa en una frase dicha relación.
2. Pensar a continuación en los principales lugares —realidades, actitudes, comportamientos,
valoraciones, etc.— que no se identifican con Jesucristo, hacia los cuales cada uno dirige sus pasos y
concentra sus huellas. Escribir los nombres de dichos lugares en otros tantos carteles. Hacerlo con
sinceridad, no por quedar bien delante de los demás. Los carteles se guardan para la celebración
penitencial.
3. Dibujar ahora un mural con un nuevo recorrido que apunte hacia Jesucristo, hecho con siluetas de
huellas. Escribir sobre ellas una serie de manifestaciones relevantes que expresen que este seguimiento
de Cristo va creciendo en calidad y profundidad. Dicho mural se colocará también en la celebración de
la Reconciliación.
335
DOCUMENTO 4
ORACIÓN
336
DÍA TERCERO
LLAMADOS AL SERVICIO DEL REINO EN LA
IGLESIA
Temporalización
Oración de la mañana
a) Ambientación. En el mural que preside la sala general se coloca un nuevo cartel con el
título del tema del día: Llamados al servicio del Reino en la Iglesia, sobre algún póster que
haga referencia a la Iglesia universal, por ejemplo, una gran muchedumbre agrupada en
torno al Papa o a un acontecimiento eclesial.
Mientras se reúnen los participantes, se pone música ambiental con alguna canción
relacionada con el Reino de Dios, por ejemplo: Tu reino es vida (M. MANZANO), u otro
similar. Es una forma de sintonizar con el tema ya desde el inicio de la jornada.
340
b) Introducción. El animador o animadora del día presenta el tema. Lo puede hacer con
estas o parecidas palabras:
— Las expresiones Iglesia y Reino de Dios ya nos son familiares. Las hemos escuchado
muchas veces a lo largo del Itinerario, sobre todo, en la cuarta etapa.
— ¿Hay alguna relación entre ambas? Lo digo porque hay opiniones para todo:
desde los que opinan que son lo mismo, hasta aquéllos que afirman que no tienen nada
en común.
— ¿Qué pensáis vosotros? (Aquí se puede hacer una rápida lluvia de ideas, expresando en
frases cortas la relación que establecen los participantes. No se trata de buscar
respuestas perfectas, sino de abrir boca sobre el tema).
— En este tercer día de los Ejercicios vamos a profundizar sobre ello. Ser cristiano es
ponerse al servicio del Reino de Dios; pero no se es cristiano o cristiana por libre.
Alguien ha dicho que «un cristiano solo, no es cristiano». Somos cristianos en Iglesia,
en comunidad.
— Como hacemos cada día, os invito a iniciar la jornada con este momento de oración.
c) Canto: Iglesia peregrina (C. GABARÁIN). la y 3a estrofas.
d) Lectura. Proponemos un texto del Vaticano II sobre la Iglesia, de la Lumen Gentium o
de la Gaudium et spes, por ejemplo:
«Aunque la Iglesia, por la fuerza del Espíritu Santo, se ha mantenido fiel a su Señor Jesús
y nunca ha cesado de ser signo de salvación en el mundo, sabe, sin embargo, muy bien que
no siempre, a lo largo de su prolongada historia, fueron todos sus miembros, clérigos y
laicos, fieles al Reino de Dios. Sabe también la Iglesia que aún hoy día es mucha la
distancia que se da entre el mensaje que ella anuncia y la fragilidad humana de los
mensajeros a quienes está confiado el Evangelio.
Dejando a un lado el juicio de la historia sobre estas deficiencias, debemos, sin embargo,
tener conciencia de ellas y combatirlas con la máxima energía, para que no dificulten la
difusión del Evangelio. De igual manera, comprende la Iglesia cuánto le queda aún por
madurar, por su experiencia de siglos, en la relación que debe mantener con el mundo»
(Gaudium et Spes, 43).
e) Momento de reflexión-Oración personal. Como ayer, ofrecemos este salmo adaptado,
que puede ser leído entre dos lectores. Se pone una música ambiental adecuada que ayude
a la interiorización.
Los cimientos de la casa de Dios
están en los corazones unidos.
El Señor ama las puertas de la fraternidad
más que todas las riquezas de la técnica.
Ciudad de hermanos.
iQué cosas tan hermosas dice Dios de ti!
Entre los pueblos que me conocen se
cuentan los sabios y los artistas, los
descubridores, los revolucionarios, los
utópicos y los santos ¡Todos ellos
florecieron en ti!
343
De la asamblea de los que son convocados por el amor se dirá
aquel día:
«Dios en persona ha sido su alimento,
es el Señor el que elige, de entre todos los pueblos,
hombres y mujeres que viven para el amor».
Y todos aquéllos que saben alegrarse con
poemas, danzas y canciones, los que
encuentran su paz en el abrazo, dirán:
«¡Ciudad de hermanos, asamblea de los
corazones unidos, tú eres mi único hogar y mi
familia».
f) Se canta el Padre nuestro.
Primera charla
La Iglesia de Jesucristo
Materiales: Documento 1.
Antes de iniciar la charla, conviene que el animador o animadora, responsable de las
charlas, recuerde a los participantes que algunos aspectos del tema ya fueron tratados en el
bloque temático 5. Lo volvemos a tratar de nuevo para profundizar nuevos aspectos de la
Iglesia, relacionados con la vocación cristiana y nuestra misión en la Iglesia.
Ofrecemos el contenido de la charla en el documento 1. También es oportuno acudir a los
documentos presentados en el bloque temático 5 sobre La Iglesia.
Se puede iniciar la charla retomando la lluvia de ideas espontánea de la oración de la
mañana sobre los términos Iglesia y Reino de Dios.
Reflexión personal
Materiales: Documento 2, cartulinas y rotuladores.
Acabada la charla, se reparte a cada uno el documento 2 para la reflexión personal. En él se
ofrecen unas pistas para personalizar lo escuchado anteriormente. El equipo de animadores
vea la conveniencia o no de entregar también el documento 1, con el contenido de la charla.
Cada participante busca un lugar para reflexionar con tranquilidad. Los animadores y
animadoras colaboren para crear el clima adecuado, y estén disponibles en todo momento
para hablar con los que lo soliciten.
Mientras tanto, se colocan en el mural de la sala los dibujos del documento 2, ampliados en
tamaño cartulina. Se trabajará sobre ellos en el inicio de la charla de la tarde.
342
Concluido el trabajo personal se reúnen por parejas o tríos, diferentes de los del primer
día, y ponen en común la reflexión anterior. Comentan las frases del apartado 1, en torno a
los dibujos, así como la valoración que han hecho en el apartado 2 de cómo vive la Iglesia y
ellos personalmente las características del Reino.
Después se ponen de acuerdo sobre el dibujo, y la característica que representa, que
consideren más importante en el momento actual, tanto para la Iglesia en general, como
para cada uno de ellos en particular.
Como ya indicamos en los días anteriores, conviene que los animadores y animadoras se
presten en todo momento para responder a posibles preguntas de los participantes, aclarar
dudas, etc.
Segunda charla
Las dimensiones de la Iglesia
Materiales: Documento 3-
Después de comer y tras un tiempo de descanso, se reúnen de nuevo todos los participantes
en la sala de gran grupo, ambientada con los dibujos ampliados del documento 2.
Antes de iniciar la segunda charla de la jornada, se ponen en común los dibujos en los que
cada pareja o trío ha hecho sus recomendaciones a la Iglesia y a ellos en participar. Para
hacerlo de forma rápida, cada pareja pone una pequeña señal en los dibujos
correspondientes. De esta forma aparecerán enseguida las características que más necesita
la Iglesia actual y las que necesita para sí mismo; y de paso se verá si exigen más a la
Iglesia que a sí mismos, con lo que también se descubre el nivel de identificación con la
Iglesia.
A continuación, el animador o animadora comenta las posibles distorsiones o in-
congruencias aparecidas en la elección de los dibujos, e inicia la charla. Ofrecemos su
contenido en el documento 3-
Trabajo en grupo
Materiales: Texto de cada apartado del documento 3-
343
Experiencia de oración
Para esta cuarta sesión de la jornada proponemos hacer una experiencia de oración.
Presentamos varias alternativas, todas ellas con un denominador común:
ofrecer a los participantes un momento más prolongado de oración en torno al tema de la
Iglesia.
Los participantes se reúnen en la sala general y cada grupo explica el apartado co-
rrespondiente del documento 3, preparado anteriormente. Después de la puesta en común,
se inicia el momento de oración. Proponemos las siguientes posibilidades:
a) Rezar todos juntos las Vísperas del día, como oración oficial de la Iglesia. Es una forma
de hacer verdaderamente oración eclesial. Y así hay que presentarla a los participantes. En
el caso de que se haga, conviene entregar un guión escrito con el himno, salmos, lectura,
oraciones, etc., convenientemente adaptados a la situación de los jóvenes.
b) Indicamos también otras formas de oración personal. Cada participante elige la que
desee y se retira a un lugar tranquilo, incluida la capilla.
A partir de los dibujos del mural (Documento 2). Por la mañana cada uno ha reflexionado
sobre ellos. Ahora se trata de hacer oración personal a partir del significado de cada uno;
significado que ha quedado enriquecido con la segunda charla y la explicación de los
grupos.
A partir de las dimensiones de la Iglesia (Documento 3). En este caso se ponen encima de
una mesa varias copias del texto de las distintas dimensiones; cada uno toma las dos
dimensiones que más le cuesta vivir personalmente, y hace oración desde ellas.
A partir de textos bíblicos o textos relacionados con la Iglesia. Dichos textos se ofrecen
escritos. En el caso de que sean textos bíblicos se leen directamente de una Biblia que
ofrezca una buena traducción. En otros textos no tener reparo en adaptar el lenguaje para
que sea más significativo para los jóvenes.
Ofrecemos la referencia de algunos textos del Nuevo Testamento.
— Entrevista a Nicodemo (Jn 3,1-21).
— El buen Pastor (/n 10,1-18).
— La incredulidad de los judíos (Jn 12,42-50).
— La vid verdadera (fn 15,1-17).
— El odio del mundo (Jn 15,18-27).
— Oración sacerdotal (Jn 17,6-26).
— El plan de salvación de Dios (Ef 1,2-13).
— En la fuente de la caridad (IJn 4,7-21).
También es significativa la letra de algunas canciones sobre la Iglesia:
— Juntos cantando la alegría (C. GABARÁIN).
— Id y enseñad (C. GABAKÁIN).
— Id por todo el mundo (A. MENDES).
— La nueva humanidad (E.V MATEU).
— La sal y la luz (V MORALES).
344
Oración de la noche
Dado que la sesión anterior ha estado dedicada a la oración, no hace falta hacer otra vez
oración después de la cena. En su lugar proponemos un breve comentario entre todos sobre
la jornada. El clima de serenidad al final de la jornada ayuda a la libertad y franqueza en el
diálogo.
— Aspectos nuevos que se han descubierto sobre la Iglesia.
— Momentos de oración.
— Comunicación por parejas o en el grupo.
— Etc.
Concluido el diálogo espontáneo, se canta una canción mariana y se termina con las
Buenas Noches.
345
©@©[l^[iraff@§ HDOCUMENTO^
LA IGLESIA DE JESUCRISTO
La fe en Jesús de Nazaret exige ser vivida en común, puesto que anuncia precisamente la abolición de
las fronteras que hoy separan a unas personas de otras (Cfr. Ef 2,14). Por eso podemos afirmar que un
cristiano solo, no es cristiano. La primera generación cristiana, debido sin duda a que esperaba una
vuelta inminente de Cristo para clausurar la historia y establecer la plenitud del Reino de Dios, no sintió
la necesidad de crear estructuras eclesiales propias; seguían frecuentando el templo de Jerusalén con los
demás judíos piadosos (Cfr. Hechos 2,46; 3,1).
Pero muy pronto, ante el retraso a la Parusía (^segunda venida de Cristo e instauración plena del Reino),
se vieron obligados a crear un mínimo de organización que diera estabilidad a la nueva fe. Con el correr
de lo siglos se fue enfriando la expectación escatoló-gica y se dio una evolución inconsciente por la que
Cristo fue cada vez menos el esperado y cada vez más fue el poseído ya por la Iglesia. Ésta perdió poco
a poco su conciencia de comunidad provisional, distendida entre la primera y segunda venida de Cristo,
se afianzó firmemente en este mundo, se estructuró cada vez más y hasta se identificó con ese Reino de
Dios que no acababa de llegar.
346
2. La Iglesia existe para instaurar el Reino
El concilio Vaticano II no se contentó con pedir a la Iglesia que fuera germen o anticipo del Reino de
Dios, sino también instrumento de su implantación (Cfr. GS, 39). La Iglesia debe ayudar a dar a luz esos
u cielos nuevos y tierra nueva» en los que habite la salvación de Dios (Cfr. 2 Pe 3,13) como un partera,
pues sabe que no los traerá la cigüeña sin intervención humana.
En esta empresa los cristianos no estamos solos. Puesto que el Reino de Dios es espera do por la Iglesia
no como su futuro personal, sino como el futuro de toda la creación, puede y debe ser preparado en
unión con los demás hombres. La discusión sobre Dios no debería dividir las energías de creyentes y no
creyentes durante las horas de trabajo. Será, en cambio, un tema adecuado para las horas de ocio, cuando
las personas se plantean las preguntas sobre el sentido de la vida.
347
3. El Espíritu que mueve la comunión
Jesús es el lenguaje definitivo sacramental del Padre que significa y realiza su amor. En Jesús, Dios
mismo se explica como radical solidaridad con el hombre. Pero, además, este lenguaje de Dios también
es Espíritu. Es la fuerza eficaz de Dios que explica y realiza su proyecto. No sentimos la tensión a la
comunión como a lo más radical de nosotros mismos, ¡porque sí! Lo sentimos por la fuerza de Dios que
nos empuja hacia la comunidad total con su Hijo. Por el Espíritu que, a medida que realizamos comunión
mediante su fuerza, nos hace comprensible el lenguaje definitivo que es Cristo. El Espíritu es Dios ac -
tuando en nosotros, el mismo salir de Dios en su afán de crear, de hacer comunidad, de hacer que todos
lleguemos a la comunión total con Dios en su Hijo.
348
creador muy bien podríamos denominarlo proyecto de filiación, porque se trata de que todo hombre
llegue a ser hijo-en-el-Hijo. Podríamos decir que el Hijo, ya realizado, es la comunión de todos los
hombres en él.
Hay una comunidad que, asumiendo la cruda realidad de la historia, con todas sus ambivalencias y
contradicciones, pretende realizar y significar —y comunicar— que el proyecto del Padre ya va siendo
realizado por la fuerza del Espíritu. Es la comunidad que, terriblemente condicionada por la historia, va
haciendo y realizando la lectura sacramental del Misterio, Es la comunidad consciente de que Cristo la
precede porque se sabe empujada por el Espíritu. Esta comunidad tiene nombre, un nombre muy sobado,
erosionado por una larga historia, que es la historia de Dios: la Iglesia.
Esta comunidad significa y realiza, en su ser comunidad aglutinada por el Espíritu en medio del mundo
de los hombres, que Jesús, el Crucificado, está vivo en la historia, y que su vida va haciéndose más plena
a medida que el hombre va siendo más y más comunidad. La Iglesia es el sacramento de Cristo
Resucitado en la historia.
Asumir el lenguaje sacramental de Cristo Resucitado, que es la Iglesia, significa tomarse la realidad con
tanta seriedad como Dios mismo. Que aquí no vale ni la matrícula de la universidad a distancia, ni el ir
por libre.
349
Oportuno será que señalemos que esta enfermedad, cuando se presenta, no siempre es debida a una mala
intención de los dirigentes o de las personas que componen el grupo institucional. Muy a menudo, unas
fuerzas a las que podemos calificar de irracionales posibilitan la confusión de finalidad e intereses. Es
evidente que esto no libra de responsabilidad a los jefes y miembros del grupo institucionalizado, pero
ciertamente la disminuye. ¿Qué debemos concluir?: que es necesario velar para que la institución no se
deje arrastrar por la patología, por el riesgo inherente a su propia condición.
350
O Un retorno, asimismo muy camuflado, al «marginar y excluir»
Algunos afirman que es necesario, hoy en día, ser muy influyentes, con el fin de que el nombre de Dios
sea conocido y adorado por todos. ¡Es preciso ser productivos y eficaces! En efecto, superada la
tentación de retorno a la ley judía, superadas también las persecuciones romanas imperiales, los
cristianos hemos pretendido hacer triunfar la verdad de Cristo, no merced a las bienaventuranzas, sino
por un camino más eficaz que el de las bienaventuranzas o el de la cruz: entrar en el mundo del brazo del
Estado y de toda persona o institución influyente. De esta forma, dejándonos llevar por la patología so-
cial ya mencionada, hemos dicho que Galileo mentía o hemos amamantado diversos na-cional-
catolicismos o hemos reducido la fe tan sólo a hacer la revolución social.
Por otra parte, y siempre en nombre de Cristo (!), hemos preferido des-unir la Iglesia del mismo Cristo:
ortodoxos y romanos, Reforma y Contrarreforma. Si, en cada ocasión, las dos facciones hubiesen mirado
la finalidad de la Iglesia y la verdad de Cristo —mucho más que la parte de verdad propia, subrayada
hasta el antagonismo—, la claridad significativa —sacramental— de la Iglesia habría sido más
resplandeciente, la sal habría tenido más salinidad. Hemos preferido excluir a los otros, fijándonos en la
mota de su ojo sin ver la viga del propio.
351
DOCUMENTO 2
1. Fíjate detenidamente en los dibujos. Piensa si guardan alguna relación con las carac terísticas del
Reino de Dios y de la Iglesia querida por Jesucristo, y escribe debajo de cada dibujo una frase que
exprese la característica a la que hace referencia.
2. Ahora imagínate que el personaje de los dibujos es la Iglesia o tú mismo/a, como miembro de ella, y
evalúa en qué medida estáis viviendo una y otro estas características del Reino de Dios. Escribe en el
cuadro de la derecha algún detalle que lo demuestre.
f IGLESIA
C§° TÚ MISMO/A
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C^ TÚ MISMO/A
352
W IGLESIA
CS' TÚ MISMO/A
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D^° TÚ MISMO/A
f IGLESIA
VS° TÚ MISMO/A
f IGLESIA
I®' TÚ MISMO/A
Finalmente, haz oración. Sitúate delante de Jesucristo e imagina una conversaciól con él sobre tu
forma de vivir dentro de la Iglesia.
DOCUMENTO 3
Las dimensiones principales que revelan la realidad de la Iglesia hoy son las siguientes:
— Iglesia-Misterio.
— Iglesia-Sacramento.
— Iglesia-Comunión.
— Iglesia-Misión.
— Iglesia-Organización.
— Iglesia-Pueblo de Dios.
1. La Iglesia-Misterio
La palabra misterio no se toma como verdad imposible de entender para la inteligencia humana, sino
como presencia operante de Dios en la humanidad.
Cuando hacemos la pregunta: «Iglesia, ¿qué dices de ti misma?», ella nos responde que su realidad
consiste, más que en las apariencias externas, en la íntima comunicación de Dios con los hombres.
El primer capítulo de la constitución Lumen Gentium, con la que el Concilio Vaticano trata de explicar
el ser de la Iglesia, lleva precisamente como título: «El misterio de la Igle sia». En una afirmación rica de
contenido lo resume así: «Una profunda analogía asimila la Iglesia al misterio del Verbo encarnado»
(LG 8).
En efecto, así como en Cristo la naturaleza humana ocultaba y revelaba al mismo tiempo su persona
divina, así en la Iglesia su organización y sus signos externos esconden y manifiestan la presencia de
Dios en el corazón de los fíeles y en la historia. Y así como en Cristo la palabra humana revelaba el
designio de Dios sobre el hombre, así en la Iglesia la doctrina y la predicación hecha con signos y
palabras humanas expresan y anuncian el plan de salvación que Dios propone al hombre de hoy.
El misterio consiste, entonces, en que, bajo los elementos visibles que los ojos ven, se oculta una fuerza,
un mensaje, una propuesta, una forma de vida que actualizan la existencia de Cristo y son, por lo tanto,
el diálogo que Dios a través de su Hijo entabla con la humanidad de hoy.
Precisamente, lo que despista a muchos son los elementos visibles que, hechos a la medida de los
hombres, se presentan imperfectos. Pero son el único medio de manifestar la realidad invisible y
profunda de la Iglesia.
Esta presencia de Dios, sentida por los fieles en el propio corazón y por la comunidad en su propia
historia y en la del mundo, se expresa con diversos símbolos tomados de la vida de los hombres. Así se
hace comprensible una realidad que resulta difícil de captar en un primer intento. Así se dice que la
Iglesia es un redil cuya puerta es Cristo; o una grey cuyo pastor es Dios, según las profecías. Los que
pertenecen a ella, aunque parecen conducidos y nutridos por jefes humanos, son, a decir verdad,
orientados y confortados por el mismo Cristo, por el Padre, por su Espíritu.
355
La Iglesia se llama muchas veces campo o edificación de Dios. Los fieles fundan su vida en la fe en
Dios y desde ella ven la historia. El mismo Señor se comparó con una piedra que, rechazada por los
constructores, es puesta como fundamento en la casa que él edifica. A la Iglesia se la llama también casa
de Dios, tienda de Dios entre los hombres, habitación de Dios y, sobre todo, templo espiritual y
misterioso simbolizado por los templos materiales.
Se podrían añadir todavía otras figuras para hacer ver aún más la doble e inseparable dimensión: el
designio eterno de Dios que ama a la humanidad y su presencia operante hoy en la historia; y su
expresión en signos visibles y limitados, según la naturaleza y las posibilidades del hombre.
Una, por lo menos, hemos de recordar Cuerpo de Cristo. Es la imagen que mejor caracte riza su ser y su
estructura nueva y única. La acuñó San Pablo para explicar el misterio de la Iglesia. Con ella se expresan
muchas cosas. Enunciamos algunas:
— La Iglesia continúa hoy la existencia de Cristo y hace visible a los hombres de hoy su persona y su
misión; en ella todo hombre puede encontrar a Cristo. Es el lugar de la experiencia cristiana.
— La Iglesia participa de la realidad misteriosa de su existencia humano-divina. Así co mo él vivió la
plenitud de la divinidad bajo la forma humana, así en la Iglesia bajo la forma histórica se manifiesta
el plan, la voluntad y la fuerza salvadora de Dios.
— A cada uno de los creyentes se comunica la vida de Cristo: por el Bautismo nos configuramos con él.
En el Espíritu nos es dado un corazón de hijos por el cual llamamos Padre a Dios y llevamos ya en
nosotros la fuerza de la resurrección de Cristo, estando destinados a la comunión con Dios que ya
experimentamos en este mundo.
— Todos los fieles constituyen una unidad, un solo cuerpo. Hay diversos ministerios y funciones; sin
embargo la caridad infundida por el Espíritu mediante la gracia de Cristo los unifica: «Por él, todo el
cuerpo, alimentado y trabado por las coyunturas y ligamentos, crece en aumento divino» (Col 2,19).
Él mismo conforta constantemente su Cuerpo, que es la Iglesia, con los dones de los ministerios, por
los cuales, con la virtud derivada de él, nos prestamos mutuamente los servicios para la salvación, de
modo que, viviendo la verdad en caridad, crezcamos por todos los medios en él, que es nuestra
Cabeza (Cfr. Ef 4,11-16) (LG 7).
La Iglesia es un misterio: bajo sus elementos visibles está la presencia del Dios Trinidad.
¡=> ¿Creéis que los jóvenes podéis descubrir el Misterio de Dios presente en los elementos concretos de
la Iglesia? ¿En qué hechos o realidades?
2. La Iglesia-Sacramente»
La Iglesia no sólo tiene dentro de sí esta dimensión, sino que la expresa con sus signos y, expresándola,
la actualiza. Ella por la gracia de Dios, hace crecer el Pueblo de Dios, engendra el Cuerpo de Cristo,
amplía el espacio del Espíritu.
La Iglesia es el gran Sacramento: el signo visible y eficaz de la acción salvadora de Dios que ella
manifiesta a través de otros signos particulares. Se dice que es el Sacramento universal de salvación.
Universal quiere decir para todos los hombres, de toda la realidad, en toda la extensión del mundo.
La salvación que la Iglesia expresa, celebra y actúa consiste en la íntima unión de la hu manidad con
Dios y en la unidad de todo el género humano, en una forma de vida y de convivencia totalmente dignas.
356
Para ello la Iglesia dispone de tres fuentes principales de las cuales vive:
— La Palabra de Dios, que se encuentra concentrada en la Sagrada Escritura, leída e interpretada por la
comunidad eclesial a la luz de la tradición y con la ayuda del magisterio. La Palabra interpela
continuamente a la comunidad desde la experiencia cotidiana de ser hombres nuevos en Cristo y desde
los acontecimientos significativos para el mundo y para la persona.
— La Liturgia, que comprende variados signos y celebraciones con los cuales «los fieles expresan en su
vida y manifiestan a los demás el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia. Es
característica de la Iglesia ser a la vez humana y divina, visible y dotada de elementos invisibles,
entregada a la acción y dada a la contemplación, presente en el mundo y, sin embargo, peregrina; y todo
esto de suerte que en ella lo humano esté ordenado a lo divino, lo visible a lo invisi ble, la acción a la
contemplación, y lo presente a la ciudad futura que buscamos)) (SC 2).
— La vida de la Comunidad inspirada en la caridad: «En el grupo de los creyentes todos pensaban y
sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía» (Hch 4,
32).
O ¿la Iglesia es para vosotros «sacramento de salvación»? ¿En qué situaciones y actitudes concretas se
expresa esta realidad?
3. La Iglesia-Comunión
«Quiso el Señor santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con
otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente» (LG 9).
Quienes siguen a Cristo forman en este mundo una Comunidad. Ésta es visible en la celebración, en el
estilo de vida. De estos síntomas externos, se colige la existencia de realidades más profundas que se
comparten: la Fe en Cristo, la Esperanza en la salvación del hombre y del mundo por la fuerza de su
resurrección, y la Caridad difundida por Dios en nuestros corazones.
La Comunión o unión íntima, el compartir bienes en la Iglesia, se refiere en primer lugar a Dios:
comunión con él mediante Jesucristo y el Espíritu que dándosenos en el Bautismo nos hace hijos suyos.
De aquí se difunde hacia los hombres; comunión con los hermanos en la fe y con toda la humanidad. La
Iglesia no se mantiene unida por el poder y la organización, sino por esta profunda acción del Espíritu en
el corazón de las personas y de las comunidades.
Consecuencias o manifestaciones de la comunión son:
— La igualdad entre todos los fieles por lo que a la dignidad se refiere. Las diferencias están en función
del bien de todo el cuerpo, pero no constituyen títulos de nobleza o de mayor dignidad.
— La participación de todos al bien común eclesial con aportaciones propias.
— La circulación de los bienes entre todos: la santidad, la oración, la fe, el sacrificio, la fidelidad, el
amor.
— La corresponsabilidad en la vida y en la misión: se expresa a nivel de episcopado en la colegialidad; a
nivel de parroquia en la implicación directa de los fieles en los asuntos de la comunidad.
357
— La unidad fundamental, que se hace visible entre los miembros de una misma comunidad y entre
todas las comunidades del mundo. Las comunidades y movimientos se unen en la parroquia; las
parroquias en la diócesis; éstas, en la conferencia episcopal nacional; las Iglesias de todo el mundo
en la gran comunión católica con el Papa.
— El esfuerzo por la búsqueda de unidad entre los hombres. En efecto, la Iglesia no es sólo comunión
sino también instrumento y signo de la unión de la humanidad mediante lo más noble, el amor; y
hacia su destino más alto: la fraternidad humana y la comunión con Dios. De ahí el movimiento
ecuménico.
O ¿Vivís en vuestra Iglesia local estas manifestaciones de comunión? ¿Cuáles no llegan a producirse y
por qué?
4. La Iglesia-Misión
Muchos dichos de Jesús indican que sus discípulos, sin adecuarse a lo que este mundo tiene de egoísta y
perverso, deberán sin embargo vivir inmersos en él: «Sois la luz del mundo, la sal de la tierra» (Mt 5,13-
14). De la misma manera, al inaugurar la Iglesia, el Señor dice a sus discípulos: «Me ha sido dado todo
poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he
mandado. Y he aquí que yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,18-20).
La comunidad eclesial se constituye para el mundo, como un servicio a la verdad y al sentido último de
la persona. En esto participa del misterio de Cristo que se hizo hombre para salvar a sus hermanos y
llevó esta misión hasta el extremo de la total donación.
La misión de la Iglesia se puede describir brevemente en estos términos:
— Anunciar el Evangelio invitando a los oyentes a la fe. Esto se hace por el testimonio de vida de los
cristianos y el anuncio explícito del Reino de Dios mediante la predicación, la palabra escrita, los
medios de comunicación, la participación en la discusión cultural, la enseñanza religiosa escolar y
otros.
— Acompañar a los que optan por Cristo para que crezcan hasta la plenitud de la caridad formando con
ellos comunidades cristianas.
— Participar solidariamente y con su aportación original en el esfuerzo común de los hombres por la
promoción y dignidad de la persona: paz, justicia, vida, condiciones humanas, derecho, cultura:
poniéndose especialmente de parte de los más pobres y necesitados, según la preferencia de Cristo:
los marginados, los que padecen discriminación injusta, las víctimas de los sistemas económicos y
políticos.
La misión que la Iglesia universal desarrolla respecto al mundo la realiza la Iglesia local en la ciudad y
en el barrio con acciones proporcionadas. Es confiada a todo fiel y a toda comunidad según su propio
ambiente y contexto.
O ¿Participan nuestros grupos en ¡a misión de ¡a Iglesia?
5. La Iglesia-Organización
La Iglesia que es Misterio-Sacramento-Misión, tiene, sin embargo, un cuerpo de leyes y de normas, una
autoridad que coordina, manda y define, una subdivisión territorial. Usa medios como el dinero, las
nunciaturas, la comunicación social, organismos que animan diversos sectores de su vida y de su
servicio. Sí, la Iglesia es esa organización que algunos no alcanzan a perforar para ver dentro su
misterio, y en la cual quedan como atrapados.
358
Es justamente ésta la condición de su encarnación y de su existir en este mundo. La comunidad y la
misión no se pueden desarrollar en las condiciones en que viven los hom bres sin una organización al
servicio y en función de los fines. Por ello la Iglesia ha asumido y mejora constantemente sus formas de
conexión, de trabajo y de colaboración, conforme a los nuevos adelantos del progreso social.
La organización responde a las exigencias del cuerpo: «Como los miembros del cuerpo humano, aún
siendo muchos forman un solo cuerpo, así también los fieles en Cristo» (1 Cor 12,12). También en la
constitución del cuerpo de Cristo está vigente la diversidad de miembros y oficios. Uno solo es el
Espíritu, que distribuye sus variados dones para el bien de la Iglesia según su riqueza y la diversidad de
ministerios (Cfr. 1 Cor 12,4-11; LG 7).
Hay, pues, funciones para la unidad del cuerpo; hay funciones para la recta utilización de las cualidades
de las personas y medios de acción, hay funciones para la claridad de los fines. «Entre estos dones
resalta la gracia de los Apóstoles (obispos), a cuya autoridad el mismo Espíritu subordina los
carismáticos» (Cfr. LG 7).
Por lo anteriormente dicho, se ve que la organización no es ni mecánica ni empresarial:
es a la manera de un cuerpo, entre órganos y funciones que tienen una misma vida y están no
yuxtapuestos, aglomerados o ensamblados, sino unidos por la fuerza del principio vital que a todos les
hace ser una sola cosa. Así mismo la relación entre las funciones no es externa o jurídica, sino enraizada
en el hecho de que todos somos uno en Cristo. El Obispo no es para el fiel simplemente un jefe de
empresa. Él es realmente, y así lo ve el fiel, aquél que por la gracia de la consagración representa y
comunica sacramentalmente con Cristo, cabeza de la Comunidad.
Así mismo, los fieles no son para los sacerdotes y obispos clientes de servicios religiosos o simplemente
asociados, sino miembros indispensables del único Cuerpo de Cristo.
O ¿Cómo creéis que acepta la nueva sociedad esta concepción de la organización de la Iglesia? ¿La
aceptáis vosotros? ¿En qué lo manifestáis?
6. La Iglesia-Pueblo de Dios
Los aspectos anteriores se expresan en su mutua referencia e interpretación en la denominación de la
Iglesia como Pueblo de Dios.
Esta expresión coloca a la Iglesia en continuidad histórica con todos los que desde el ini cio de la
humanidad reconocieron y adoraron al verdadero Dios: especialmente con Abra-hán, los patriarcas y el
pueblo de Israel. Éste vivió una experiencia religiosa fundamental e iluminadora: la Alianza de Dios con
el pueblo y del pueblo con Dios. Basado en ella, elaboró una sabiduría que se halla en los libros de la
Escritura; organizó una forma de culto y fundó un derecho para la convivencia entre los hombres. En
todo este proceso fue acompañado por profetas y reyes, jueces y sabios, inspirados por el Espíritu.
Esta continuidad es radicalmente transformada por Cristo, quien, al revelar y hacer posible nuestra
condición de hijos de Dios, funda el pueblo universal, espiritual, guiado por su enseñanza y sostenido
por la esperanza y la fuerza que brota de su Resurrección. El día de Pentecostés, con el anuncio de esta
Buena Nueva en muchas lenguas al mismo tiempo, el pequeño pueblo de Israel, depositario de la
promesa, se hizo pueblo universal de Dios.
Pueblo de Dios expresa bien el misterio de la Iglesia. Así como otros pueblos se unen y se organizan por
fuerza de antecedentes históricos, de raza, de cercanía en un mismo territorio, de objetivos temporales
comunes; así este pueblo es congregado por el Señor y
359
se mantiene unido por la fuerza de la fe en él y por el amor que él le infunde. Es un pueblo que tiene su
origen en Dios, y sabe que está dirigiéndose a él como a su meta final. Por ello son accidentales los
diversos antecedentes históricos de sus componentes, la diversa condición social, la diversa extracción
cultural. La realidad radical es la fe en la presencia salvadora de Dios. «Ya no hay distinción entre judíos
y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Cristo Jesús» (Ga 3,28).
Pueblo de Dios expresa con claridad la dimensión de comunidad organizada —comunión-organización
—. En efecto, todo pueblo con existencia histórica, además de tener algunos elementos que le sirven de
aglutinante, tiene una organización que asegura la supervivencia y la vitalidad: jueces, gobernantes,
metas, lugares de referencia, libros. La noción de Pueblo de Dios expresa la historicidad, el vivir y tener
visibilidad y consistencia en este mundo. Si así no fuera, no alcanzaría tampoco a ser sacramento, es
decir signo visible y expresivo de una realidad más profunda.
Finalmente, Pueblo de Dios tiene una referencia clara a la misión y al servicio. Un Pueblo entre los
otros, que hace como éstos un camino. Pero con un objetivo original, que no compite con los fines de los
otros pueblos, sino que los asume y lanza hacia una mayor plenitud. Por ello la Iglesia, liberándose de
toda preocupación excesiva de poder, de prestigio, de estatutos jurídicos para delimitar su autoridad
frente a la de otros pueblos o instituciones, aborda las relaciones con el mundo en términos de servicio
hasta el sacrificio: «Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único» (Jn 3,16).
Iglesia y mundo se consideran envueltos en un mismo designio que orienta al ser humano hacia la
plenitud en Dios. Para realizar esto, la Iglesia se pone a disposición de los hombres en forma solidaria,
histórica, social, visible y pública. Acepta la autonomía de lo temporal, su carácter laico y secular;
reconoce el pluralismo de las sociedades modernas en su organización. Ella es el Pueblo de Dios, no de
un sistema político particular, de una clase, de un tipo de organización política; no de la potencia militar,
del desarrollo económico. La caracteriza el sello de Dios cuyo nombre lleva grabado en la frente y en el
corazón (Cfr. Ap 14,1).
;-> ¿Qué os sugiere la imagen del Pueblo de Dios? ¿Es un modelo cercano a tu vida de fe o ésta es más
bien algo íntimo y privado?
360
DÍA CUARTO
MI COMUNIDAD CRISTIANA LOCAL. PERTENENCIA Y
COMPROMISO
Conceptos
— La vida de las primeras comunidades cristianas: Martyria, Liturgia, Koinonía,
Diakonía.
— La vocación cristiana: elección, vocación, misión.
— Formas específicas de vocación cristiana: los seglares consagrados, vida ma-
trimonial, vida religiosa, ministerios ordenados.
Procedimientos
— Aplicación del análisis de estructuras a la Iglesia local.
— Evaluación crítica y constructiva de comunidad cristiana local desde las ca-
racterísticas dp las primeras comunidades. T- Pips^n^tízadétt^j^^y^l^saetUa^
Valores
— Sentido de pertenencia a la Iglesia local.
—• Vator»aGn rcal^y coastructíva de ta Iglesia loc'4. í- Aptc'düáe W<3M|ÍtíefNteas de
las.pritílü^ comunicbdes cristianas y viyenr cía de las cuAttayen la Iglesia local. '
— ¿elaboración en la vida y actividades áe la propia comunidad cristiana local.
c • ' ,
5. CoftéxioneS c<m otros temas
— Ser persona con hs otros al estilo de Jesús (Nivel I / Bloque temático 3).,
— Análisis evangélico del entorno (Nivel 11 / Bloque temático 3).
— 0^ac^»<Nwet H / Bloque temático 5).
— Madurez wlgrnpQ (Nivel U /Bloque tanétiro 1). >
— La Palabra de Dios (Nivel II / Bloque temático 5).
— La Eucaristía (Nivel II / Bloque temático 6).
— Análisis evangélico de las estructuras (Nivel III / Bloque temático 3).
— Compromiso social del cristiano (Nivel III / Bloque temático 4).
— La Iglesia (Nivel III / Bloque temático 5).
— La Confirmación (Nivel III / Bloque temático 6).
Temporalización
Oración de la mañana
364
a) Ambientación: En la sala general se colocan previamente la silueta de una Iglesia y un
esquema de las responsabilidades y actividades de la comunidad cristiana. Para ello
proponemos usar, con las modificaciones que se consideren necesarias, los dibujos
presentados en el libro de la primera etapa, La aventura de vivir, págs. 233 y 231
respectivamente. Se colocan también, escritas en carteles, las palabras Martyria, Liturgia,
Koinonía, Díakonía.
b) Introducción: Un animador o animadora presenta la oración de Laudes, resaltando lo
siguiente:
— Desde los inicios de la Iglesia, la comunidad cristiana ha participado en dos formas
principales de oración: las Laudes por la mañana y las Vísperas por la tarde. En la
actualidad, rezan preferentemente esa oración los sacerdotes, las comunidades
religiosas y algunos seglares; también se reza en algunas parroquias.
— Es la oración oficial de la Iglesia y forma parte de la llamada Liturgia de las horas. Es
una forma de alabar a Dios, al initíar el día, y de darle gracias, al acabar la jornada.
— Vale la pena unirnos a toda la Iglesia con el rezo de las Laudes.
Primera charla
La primera comunidad cristiana PRIMERA
Materiales: Documento 1. SESIÓN
SEGUNDA
SESIÓN
Acabada la charla, se reparte a cada uno el documento 2 para la reflexión personal. En él se
ofrecen unas pistas para personalizar lo escuchado anteriormente.
Cada participante busca un lugar para reflexionar con tranquilidad. Los animadores y
animadoras colaboren para crear el clima adecuado, y estén disponibles en todo momento
para hablar con los que lo soliciten.
365
Reunión de grupo
Segunda charla
Vocaciones especificas en la Iglesia TERCERA Materiales:
Documento 3. SESIÓN
Después de comer y tras un tiempo de descanso, se reúnen de nuevo todos los participantes
en la sala de gran grupo.
Antes de iniciar la segunda charla de la jornada, se ponen en común las cuestiones
indicadas al final del documento 2, sobre todo la 2 a y 4a. Seguidamente, el animador o
animadora inicia la charla, partiendo de las cuestiones anteriores. Ofrecemos su contenido
en el documento 3. Conviene que a lo largo de la exposición haga referencia continua a la
presencia de estas vocaciones en la comunidad cristiana local. Incluso, puede invitar a los
participantes a aportar datos, personas concretas y actividades que se llevan a cabo en el
ambiente local.
Mesa redonda
Vocaciones y servicios dentro de la comunidad cristiana local
En la tercera reunión del Bloque temático 5, La Iglesia, ya se propuso como actividad una
mesa redonda con los responsables de la parroquia o comunidad local, celebrada in situ,
para que los destinatarios tuvieran un conocimiento más exacto y real de la vida de la
comunidad cristiana local.
Ahora se trata de mostrar a los participantes en los Ejercicios las distintas vocaciones
específicas, las que se han expuesto en la charla y otras formas de compromiso desde la fe,
identificadas en personas concretas que viven dicha vocación o compromiso. Se trata de
abrir perspectivas a los jóvenes para que se comprometan personalmente con su comunidad
cristiana local
El equipo de animadores entre en relación previamente con estas personas y póngalas al
corriente de lo que se pretende en la mesa redonda. De esta forma, se evitan
improvisaciones y nerviosismos. Sería significativo que participaran un sacerdote, a ser
posible el párroco u otro sacerdote del equipo, un religioso o religiosa de vida activa y otro
de vida contemplativa, un matrimonio, un laico consagrado y un joven comprometido
realmente en la vida parroquial.
Un posible esquema para las diversas intervenciones pude ser la experiencia personal de
los cuatro servicios fundamentales que ofrece la comunidad cristiana, y que en el caso de la
parroquia, se concretan en diversidad de acciones:
366
Martyria: Testimonio, anuncio, predicación del mensaje.
— Servicios: Catcquesis, animación de grupos de adultos —matrimonios, etc.—, grupos
de formación bíblica y teológica, presencia social —medios de comunicación, etc.—.
Liturgia: Oración, celebraciones.
— Servicios: Preparación de celebraciones, servicio de canto, lectores, altar, grupos de
oración, fiestas y conmemoraciones, cuidado de instalaciones y objetos del culto,
piedad popular.
Koinonía: Vida en común a nivel personal, local, eclesial.
— Servicios: Relaciones con familias de la parroquia, atención a problemas concretos,
economía e infraestructuras de la parroquia, relación con organismos e instituciones
civiles y eclesiales, encuentros festivos y convivencias de la comunidad parroquial.
Diakonía: Servicio responsable y compromiso en la construcción del Reino.
— Servicios: Atención a los pobres —Caritas—, ancianos, enfermos, personas con
necesidades especiales, servicios sociales —educación, sanidad, tiempo libre, trabajo,
prestaciones—, voluntariados, atención a necesidades personales y familiares de
parroquianos.
Una vez reunidos todos los participantes, se presenta a los miembros de la mesa — lo puede
hacer el párroco u otra persona adecuada—, y se inicia la comunicación de experiencias. Al
concluir, cada grupo formula la pregunta pensada en la reunión anterior.
367
día. Palabras como «vocación cristiana», «Reino de Dios», «Iglesia», «Comunidad
cristiana local» han enriquecido ciertamente nuestro patrimonio cultural sobre la fe
cristiana; pero en estos momentos constituyen un verdadero reto para la vida de cada
día.
— Hay una palabra estrechamente unida a la vida de la Iglesia y de la Comunidad
cristiana local: es la Eucaristía. Se be dicho de ella que es la fuente de la vida
cristiana, signo de la unidad de la Iglesia y, al mismo tiempo, construye la unidad del
Pueblo de Dios.
— Os invito a celebrarla como momento cumbre de estos días y como compromiso de
intensificar esta unidad con todos los cristianos y cristianas comprometidos con el
Reino de Dios en nuestras comunidades locales.
• c) Canto inicial: Iglesia peregrina (C. GABARÁIN), u otro que resalte el sentido de Iglesia.
d) Palabra de Dios. Proponemos las siguientes lecturas:
— 1 Cor 12,12-20: La Iglesia es el cuerpo de Cristo y tiene muchos miembros,
— Mt 5,13-16: Los cristianos son sal y luz del mundo.
— Canto interleccional: El amor es nuestro canto (J.M. MÁRMOL). Se puede introducir
resaltando el amor como carisma y camino excepcional, propuesto por Pablo para la
Iglesia.
e) Homilía. El celebrante-presidente resalte el significado de ambas lecturas en relación
con el tema de los Ejercicios.
e) Signo en la presentación de las ofrendas. El celebrante invita a los participantes a
ofrecer algo que simbolice el trabajo de estos días. Puede consistir simplemente en
completar espontáneamente una frase con el tema de los ejercicios: Llamados a una
misión en comunidad...
f) Plegaria eucarística. Escoger una plegaria relacionada con el tema, por ejemplo, la
plegaria V/a: Dios guía a su Iglesia. Introducir alguna aclamación que permita la
participación de todos los presentes.
h) Acción de gracias. Después de la comunión, el celebrante invita a dar gracias de forma
espontánea, por todo lo vivido en estos Ejercicios.
Oración de la noche
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[D)@©[yM@R]ff@© rDOCUMENTo7
En la primera charla de hoy vamos a presentar qué es una comunidad cristiana, basándonos en el modelo
de la primera comunidad cristiana que existió en Jemsalén, a los pocos años del nacimiento del
cristianismo. Una vez más, la vuelta a los orígenes es garantía de fidelidad.
1. ACLARANDO TÉRMINOS
Ante todo, conviene que nos pongamos de acuerdo en los términos que estamos usando:
comunidad cristiana.
a) Hablamos de Comunidad. Hablar de comunidad es hablar de un grupo de personas. Pero existen
diversos grupos de personas:
— El grupo-agregación. Se forma con la gente que coincide en estar junta por circuns tancias o
casualidades de la vida: calle, transporte, público, cola de espera, compañeros de clase. En las
relaciones dentro de este grupo predomina casi con exclusividad la simple cercanía física. No suele
haber mayor comunión de intereses, y la conversación, si surge, no suele sobrepasar los límites del
tiempo, la política o el fútbol. Ciertamente esto no es una comunidad.
— El grupo-equipo. Se forma con la gente que se agrupa con unos objetivos, ideas, tareas comunes; y
casi exclusivamente en función de ellas: estudio o trabajo, afiliación política o deportiva, equipos
directivos, asociacionismo. Normalmente, no queda implicada en estas relaciones la vida personal y
privada de cada uno de los miembros. Lo que se busca es el sentido de pertenencia o la eficacia en la
tarea emprendida. También un grupo de amigos, si sólo tiene como finalidad el superar la soledad
personal, puede quedarse en un grupo—equipo. Predomina como mucho la cercanía física y el
trabajo común. Tampoco eso llega a ser una comunidad.
— El grupo-comunidad. Se forma con la gente que se reúne para compartir presencia, tareas,
convicciones y vida personal. Las relaciones entre sus miembros son completas, porque implican a
toda la persona. Por encima de la casualidad o la eficacia, es la propia vida de cada uno de los
miembros lo que importa y el motivo de la existencia de este tipo de grupo. Éste es el caso, por
ejemplo, de un buen grupo de amigos, de una familia, de la comunidad cristiana.
b) Hablamos de Comunidad «Cristiana», porque sus miembros son cristianos. Pero, una vez más,
conviene que aclaremos qué es un cristiano. Existen distintos tipos de cristianos:
— Cristianos-doctrinales. Son aquellos que ofrecen un asentimiento intelectual o teórico a la doctrina de
Jesús. Les gusta su mensaje, pero reducen su relación con él a cumplir sus mandamientos y los de la
Iglesia. El cristianismo consiste para ellos en una serie de normas de vida que vienen de fuera. Si se
quedan solamente en eso, no son verdaderamente cristianos.
369
— Cristianos-partidarios. Se puede llamar así a los que, al asentimiento intelectual, unen la simpatía y el
afecto por la persona de Jesús. Se sienten atraídos por su figura como la de un gran líder de la
humanidad, separándolo incluso de su presencia viva en la Iglesia. Su relación con él es
fundamentalmente de admiración como modelo.
— Cristianos-seguidores. Son aquéllos en los que el asentimiento intelectual y el afecto personal se
traducen en el seguimiento, es decir, en la organización de todas las esferas de la propia vida desde
el Evangelio y el trabajo por el Reino.
Esto es lo que fundamentalmente significa ser cristiano: tener la experiencia personal del encuentro con
el Señor Jesús resucitado, como Señor de la propia vida en todas sus esferas y manifestaciones
personales y sociales.
Pues, bien. La comunidad cristiana, también llamada Iglesia, es el grupo de personas que reúne a todos
los seguidores de Cristo, es decir, a todos los cristianos. Teniendo esto presente, es fácil hacer esta
revisión personal: ¿Sentimos la Iglesia local como una auténtica comunidad? ¿Vivimos nuestro ser
cristiano desde este encuentro personal con Cristo?
Y estamos hablando de comunidad cristiana a vosotros, jóvenes, que estáis en esta críti ca franja de edad
que abarca desde los diecinueve años en adelante. Queremos ofreceros hoy que viváis vuestra fe en una
comunidad cristiana. De forma amplia, como comunidad local parroquial. De forma específica,
formando parte de un grupo, que sea una auténtica experiencia de comunidad cristiana, pequeña pero de
intensas relaciones, como lo fue la primera comunidad cristiana que existió. Y sabiendo que el principal
motivo que os reunirá no es la simpatía, el consenso o la coincidencia, sino un motivo de fe: la
experiencia del encuentro con Cristo y la pertenencia a una comunidad de creyentes en él, que es su
Cuerpo. No hablamos aquí de la comunidad de comunidades, que es la Iglesia universal, sino más bien
de las pequeñas comunidades que, como fermento en la masa, viven y testimonian la fe y son lugar
seguro y único para que todo creyente, especialmente el joven, viva su fe.
Por todo ello vamos a analizar más detalladamente cuáles son en concreto los elementos determinantes
de la comunidad cristiana, desde el modelo de la primera comunidad cristiana histórica que existió en
Jerusalén.
370
de gran estima. No había entre ellos necesitados, porque todos los que tenían hacienda o casas las
vendían, llevaban el precio de lo vendido, lo ponían a los pies de los apóstoles y se repartía a cada uno
según su necesidad (Hech 4,32-35).
Analizando de forma más detallada los textos, y agrupando expresiones comunes, podemos decir que la
primera comunidad cristiana se caracterizaba por cuatro elementos:
a) Perseveraban en la enseñanza de los Apóstoles, que daban testimonio con gran energía de la
resurrección de Jesús
En la comunidad cristiana se trata por tanto de compartir la fe y crecer en su conocimien to y expresión.
Una fe recibida del testimonio directo de los apóstoles de Jesús, y de la Iglesia en un proceso secular. El
término griego utilizado es martyria, o sea, testimonio;
en sentido'amplio, significa anuncio del mensaje, profecía, predicación, evangelización, catequesis.
La adhesión a la fe va pidiendo un conocimiento más orgánico y exhaustivo del mensaje evangélico,
como lo vive y enseña la Iglesia. El encuentro con Cristo exige conocer su persona, su vida y su
mensaje. Es necesario adquirir un marco doctrinal suficiente, tanto para vivir con hondura la fe cristiana
en una sociedad secularizada, como para poder dar razón de nuestra esperanza ante los hombres. Un
joven como vosotros debe tener un mínimo cuadro mental coherente al que referir toda su vida creyente
y en el que basar su adhesión previa a la fe. Ser capaz de compartirlo en comunidad y de dar testimonio
—martyria— de él en la sociedad en que vive, especialmente ante los demás jóvenes.
El contenido fundamental de este conocimiento es, como nos dice el libro de los Hechos, el anuncio de
la Resurrección —Palabra de Dios, Evangelio— hecho por los Apóstoles
—Tradición, Iglesia—. Un resumen de ese anuncio es el Símbolo de la fe o Credo, que condensa la
historia de la salvación y la fe de la Iglesia.
Esto requiere en la comunidad cristiana:
— Dentro de la comunidad. Vivir en un proceso de continua formación en la fe: reuniones de formación,
temas de lectura y reflexión personal y comunitaria, profundización en el misterio cristiano, asimilación
crítica y convencida de la fe y la moral de la Iglesia.
— Fuera de la comunidad. «Estar siempre dispuestos a dar razón de la propia esperanza a todo el que
pida explicaciones» (1 Pe 3,15). Es decir, poder exponer sin complejos ni dogmatismos por qué creemos
y en qué creemos. Y por qué esa fe da sentido a nuestra vida y nos hace ser felices.
b) Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común. Pensaban y sentían lo mismo y nadie
consideraba como propio nada de lo que poseía, sino que tenían en común todas las cosas. No había
entre ellos necesitados
En la comunidad cristiana hay por tanto una comunión de vida y de bienes. El término griego esta vez es
koinonía, que se expresa en la comunión de vida o fraternidad, y en la comunión de bienes o solidaridad
económica.
Esto es así de fácil y de comprometedor. El poner en común todo: la propia vida y los propios recursos
materiales; las alegrías y penas y los frutos del propio trabajo. De tal manera que exista en la comunidad
una auténtica fraternidad donde todos se conocen en cuma de confianza y comunicación y donde nadie
tiene ni más ni menos de lo que puede necesitar. Quizá es éste un punto que, con el crecimiento de la
Iglesia y el paso de la historia, ha quedado más olvidado o reducido a una caridad entendida a veces
como
371
beneficencia con los necesitados. Y, sin embargo, es un punto que está a la base de lo que significa ser
cristiano, es un testimonio hoy clave que tenemos que dar en el mundo y es posible realizarlo, sobre todo
en las pequeñas comunidades cristianas. Esto implica:
— Hacia dentro de la comunidad. Un clima permanente de comunicación y diálogo, de confianza y
amistad. El compartir alegrías en un ambiente de convivencia habitual, solucionando las tensiones
desde la dinámica de recuperar la fraternidad. Y la disponibilidad de lo que se es y se tiene ante las
necesidades del grupo, llegando a la solidaridad económica con los más necesitados de la
comunidad, sin radicalismos utópicos, pero de forma concreta y real.
— Hacia fuera de la comunidad. Dar un testimonio ante el mundo de cercanía en las re laciones, de
confianza en la persona, de un talante sencillo y sereno, de relaciones interpersonales profundas. Y
un estilo de vida, en la relación con las cosas, frugal e industrioso, sencillo y modesto, no consumista
y solidario con los más necesitados.
c) Perseveraban en la fracción del pan y en las oraciones. Unánimes y constantes, acudían diariamente al
templo^partían el pan en las casas y compartían los alimentos con alegría y sencillez de corazón
En la comunidad cristiana se ora y se celebra comunitariamente la fe. El término griego es liturgia:
oración, sacramentos —especialmente la Eucaristía o fracción del pan—, las cele braciones de la Palabra
y toda la riqueza del culto cristiano acumulado durante siglos.
En la comunidad cristiana, cada miembro tiene una participación activa, consciente e intensa en la
liturgia de toda la Iglesia, en la meditación de la Palabra y en la oración. La oración personal da
profundidad a la existencia cristiana. La celebración litúrgica es la expresión festiva de la vida de toda la
comunidad. En la expresión de la fe —oración, celebración—, entra en juego toda la persona: cuerpo,
mente, sentimientos, afectos, relaciones. Es todo el creyente el que personal y comunitariamente se
relaciona con Cristo vivo y resucitado. Es una liturgia de la vida: se celebra lo que se vive, se vive lo
celebrado llevándolo a la vida.
Esto implica, al menos:
— Hacia dentro de la comunidad. Tener momentos de oración y celebración cristiana de la fe, personales
y comunitarios. Expresar en una liturgia viva la propia vida de fe, de fraternidad y de solidaridad que
se vive en la comunidad. La oración y los sacramentos, vividos y celebrados en el seno de la
comunidad, son el lugar seguro del encuentro personal y comunitario con Cristo resucitado.
— Hacia fuera de la comunidad. Vivir la vida ordinaria como una liturgia o celebración de alabanza a
Dios: descubrir su presencia en las personas y acontecimientos diarios y dar le gracias por ello,
viviendo todas las realidades en un clima de fiesta y de sereno optimismo. Ése es el culto que Dios
quiere: el de la propia vida entregada por los demás.
d) Eran muchos los prodigios y señales realizados por los apóstoles. Los primeros cristianos se ganaban
el favor de todo el pueblo. Por su parte, el Señor agregaba cada día los que se iban salvando al grupo de
los creyentes
En la comunidad cristiana existe una misión o compromiso por construir el Reino de Dios inaugurado en
la resurrección de Cristo. El término griego es diakonía. Es decir, servicio a los demás, amor-caridad,
promoción social, solidaridad, opción radical por los pobres, li-
372
beración integral, transformación de la realidad desde la fuerza del Evangelio con signos concretos y
creíbles.
La vida cristiana no puede quedar hacia dentro de la propia comunidad. La salvación y liberación
integral que nos ha traído Cristo y que la comunidad experimenta en sus miembros, tiene unas
inmediatas consecuencias sociales: el mandato del amor universal, la solidaridad con los pobres, el
compromiso de construir un mundo más humano, unas estructuras sociales más justas. En resumen, la
lucha por construir el Reino de Dios en la tierra. Seguir a Cristo en comunidad implica asumir su acción
misionera y evangelizado-ra. Los creyentes han de estar presentes en la sociedad y en la Iglesia, ganando
para Cristo a la humanidad.
Se trata de comprometerse: de ir en busca de la gente, sin esperar a que la gente venga a nosotros; de
anunciarles a Cristo con obras y palabras. Y no desde las estructuras de poder, sino desde el testimonio
de la pobreza evangélica. Y sobre todo, realizar una opción preferencial por los pobres, asumiendo las
consecuencias concretas de la enseñanza social de la Iglesia.
Algunas implicaciones concretas son:
— Hacia dentro de la comunidad. Entender el vivir en comunidad cristiana como servir a los demás,
estar disponibles, amar por encima de todo.
— Hacia fuera de la comunidad. Comprometerse en luchar en las estructuras sociales por lograr un
mundo como Dios manda, construyendo el Reino de Dios. Y asumir un compromiso social o
apostólico en favor de los necesitados; o un servicio eclesial de tipo catequético, asistencial,
promocional, misionero. Compromisos personales expresados en una forma de vida —también
sacerdotal o religiosa, siempre apostólica—, y compromisos de todo el grupo o comunidad.
Martyria, liturgia, koinonía, diakonía, son los elementos decisivos que configuran una comunidad
cristiana y que deben siempre estar presentes en ella. La reflexión que os proponemos a continuación es
que profundicéis en estos elementos, viéndolos reflejados en algunas de las primeras comunidades
cristianas que aparecen en el Nuevo Testamento. La comparación con nuestras comunidades cristianas
actuales será inevitable, y puede ser motivo de un buen diálogo en la puesta en común posterior.
373
DOCUMENTO 2
REFLEXIÓN PERSONAL
• La comunidad de ANTIOQUÍA
Antioquía era una populosa ciudad del imperio romano en Asia Menor, fuera de Palestina. Formada
inicialmente por judíos de la diáspora, que no conocieron a Jesús, la comunidad era una auténtica célula
cristiana en un ambiente hostil y pagano; ésa era la situación en todo el imperio. Su vida interna es
entusiasta y creativa. Es aquí donde por primera vez se llama cristianos a los seguidores de Jesús.
Destaca por su capacidad de testimonio y compromiso, destinando a sus mejores hombres para el
apostolado en países más lejanos.
-» Textos: Hechos 11,19-30; 13,1-3.
• La comunidad de CORINTO
Corinto era una ciudad portuaria y populosa; viva y variopinta, donde convivían diversas clases sociales
y todo tipo de formas de vida y de ideologías. Era lo más parecido a una ciudad moderna. La comunidad
cristiana que allí se forma es muy variopinta, con miembros de distintas clases sociales, muy entusiasta y
animada hasta la temeridad. En sus dos cartas, Pablo les descubre sus grandes glorias y sus grandes
miserias; sus inmensas posibilidades y carismas y, a veces, sus pocas ideas claras. Moderna, demasiado
hija de su tiempo en algunos momentos, tendrá que ajustarse una y otra vez al Evangelio de Jesús.
-> Textos: 1 Corintios 1,1-13.26-31; 5 y 6; 8; 11,17-22.33-34; 14,26-33.
374
2. Completar el siguiente cuadro. Escribir algunos detalles de los cuatro
aspectos indicados en la vida de cada comunidad
JERUSALEN ANTIOQUIA CORINTO
MARTYRIA
LITURGIA
KOINONIA
DIAKONIA
375
DOCUMENTO 3
La vocación cristiana es única e igual para todos. Desde nuestro Bautismo, Dios nos llama al encuentro
personal con Cristo y a llevar una vida según el Evangelio. Pero esta vocación única se articula dentro de
la Iglesia en distintos estados de vida u opciones voca-cionales. Son vocaciones específicas que existen
dentro de la Iglesia. Algunas, como el sacerdocio ministerial, están ya presentes en los propios textos
bíblicos del Nuevo Testamento. Otras, como la vida religiosa, han ido surgiendo a lo largo de la historia
de la Iglesia. Todas ellas tratan de vivir con mayor radicalidad el Evangelio, respondiendo a las
necesidades y urgencias del mundo en cada circunstancia histórica.
Antes de presentar las vocaciones más significativas dentro de la Iglesia, apuntamos lo que serían los
momentos esenciales de todo proceso vocacional, basándonos en algunas narraciones bíblicas de
vocación: Abrahán, Moisés, Jeremías, María, los Apóstoles, Pablo. Estos momentos son: la elección, la
vocación o llamada propiamente dicha y la misión.
a) Elección
— Es Dios quien elige; la iniciativa es suya. Al contrario que en el caso de una profe sión, donde somos
nosotros quienes elegimos en función de un gusto o interés personal, en el caso de la vocación es
Dios quien nos elige a nosotros. En nuestra mano está el aceptar o rechazar esa elección.
— La elección es una gracia, un don de Dios para el elegido, y en él, para toda la comunidad. No hay
méritos adquiridos ni se estudian oposiciones para aprobar y ser elegidos. Es Dios quien elige a
dedo. Y siempre queda margen para el misterio: ¿Por qué a mí y no a otro? ¿Por qué precisamente
así y ahora? Dios nos elige con libertad para proponernos aquello que es lo mejor para nosotros.
— Dios suele elegir a los humildes y sencillos, a aquéllos que aparentemente no tienen cualidades, pero
la elección capacita para la misión: Dios estará con el elegido para llevar adelante la misión
encomendada. Los elegidos experimentan que consiguen hacer cosas que nunca se hubieran creído
capaces de alcanzar.
b) Vocación
— Dios llama al elegido y solicita de él una respuesta.
— Cuando Dios llama, pronuncia el nombre del llamado. En la mentalidad bíblica, el nombre significa la
esencia misma de la persona. Es decir, su llamada afecta y compromete a toda la persona, y no
simplemente a una parte de ella o a un trabajo concreto. Es toda la persona la que está en juego y
comprometida. El seguir esa llamada implica toda una organización completa de la existencia en
función de la misma.
— Dios llama en unas circunstancias concretas, no ajenas a nuestra vida ordinaria, y a través de una serie
de mediaciones: acontecimientos, personas, experiencias. Y nor-
376
malmente no de forma puntual y extraordinaria, sino continuada y ordinaria, sin grandes
revelaciones. Pero llama de tal forma que el llamado percibe claramente, a través de multitud de
circunstancias y detalles, lo que Dios le está pidiendo.
— Las objeciones o incertidumbres del llamado son lógicas y están presentes en todos los relatos de
vocación. Dichas objeciones no son inconvenientes para que Dios siga llamando. Pero, al final, es la
respuesta libre por parte del llamado lo que cuenta. Dios propone pero no impone, y el llamado
puede rechazar esa invitación de Dios o aceptarla, asumiéndola en su propia vida con todas las
consecuencias.
c) Misión
— La tarea encomendada es lo que justifica en definitiva la llamada; es un llamar para desempeñar un
papel en la historia de la salvación. Quien, siendo llamado, no se compromete en la tarea
encomendada, no se puede decir que haya respondido a esa llamada.
— La misión, sin embargo, no agota la condición de elegido y llamado del que la realiza. Por encima de
la labor que desarrolla, el llamado es ante todo eso: un llamado y consagrado por Dios, situado para
su servicio y en su compama y presencia.
Desde estas categorías bíblicas, presentamos de forma muy breve las distintas vocaciones específicas que
existen hoy en la Iglesia.
1. El ministerio ordenado
Designamos por ministros ordenados a quienes han sido llamados por Dios y elegidos por la Iglesia para
el servicio de los cristianos y han recibido el sacramento del orden en sus diversos grados: obispos,
sacerdotes, diáconos. El signo de este sacramento es la imposición de manos. Por tanto, se trata de una
vocación específica sellada sacramentalmente; un carisma o don eclesial sacramental, institucionalizado,
y por tanto, que siempre estará presente en la Iglesia.
El ministerio ordenado se remonta al propio Jesús, que de forma específica y diferenciada elige a los
doce apóstoles, los forma, los envía a predicar con poderes especiales para celebrar la eucaristía,
predicar, perdonar los pecados y gobernar a los creyentes en su nombre. En el cristianismo primitivo
descubrimos cómo se va trasmitiendo este servicio ministerial por la imposición de manos. Así, aunque
todos los cristianos, en nombre de Jesús y como miembros de su Cuerpo que es la Iglesia, deben
anunciar su Palabra y santificar a sus hermanos, hay algunos que están llamados y ordenados para ser
testigos cualificados, signos y sacramentos de esta vocación sacerdotal común de todos los fieles.
Las tareas o servicios fundamentales de todo ministro ordenado son:
a) Anunciar la Palabra en nombre de Cristo y con la autoridad y eficacia que proviene de su
ordenación sacramental; y en nombre de la Iglesia de quien es representante. El ministro ordenado ha
de ser palabra viva y eficaz, testimonio con su vida y obras de lo que predica.
b) Celebrar la fe en los sacramentos, en los cuales se transmite la salvación de Cristo, su presencia
resucitada en la Iglesia. El ministro ordenado preside la asamblea litúrgica donde la comunidad
cristiana celebra su fe, y actúa haciendo de Jesús —in persona Christi— en medio de los fieles y en
nombre de la Iglesia. La Eucaristía es el sacramento donde este servicio ministerial es más completo.
377
c) Servir a los pobres y a toda la comunidad cristiana. El ministro ordenado debe ser la persona de la
comunidad cristiana a la que todos puedan tener acceso: este es el sentido del celibato sacerdotal. El
ministro ordenado debe entender su tarea como un servicio a la comunidad y no como un privilegio o
cargo de honor. Este servicio lleva consigo compartir las alegrías y las desgracias, los gozos y
sufrimientos de aquéllos a quienes sirve. Y animar la vida de fe, testimonio, comunión, de su
comunidad cristiana, y seguir especialmente la suerte de los más pobres.
2. La vida religiosa
La vida religiosa es una vocación específica al seguimiento radical de Cristo mediante una consagración
por parte de Dios y una entrega por parte del llamado. Eso es lo que hacen los religiosos y religiosas. La
vida religiosa no está claramente establecida en la Palabra de Dios, pero es un don suyo a la Iglesia, que
se manifestó a partir de los primeros siglos del cristianismo. La vida religiosa tiene un núcleo común,
pero también multitud de expresiones distintas, que le han ido dando los santos fundadores con sus
respectivos carismas. La vida religiosa no pertenece a la jerarquía de la Iglesia, como los ministros
ordenados. Es un don de Dios para la construcción de su Reino en medio de la sociedad.
Tres son los elementos que constituyen la vida religiosa y que abrazan libremente aquéllos que quieren
vivir así la vocación cristiana específica a la que Dios les llama:
a) La profesión de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, vividos por el religioso
o religiosa como testimonio de que, en un mundo tentado por el ateísmo y por la idolatría del placer,
de la posesión y del poder, Dios existe y su amor puede llenar una vida; y testimonio también de que
la necesidad de amar, el ansia de poseer y la libertad para decidir la propia existencia, alcanzan su
sentido supremo en Cristo.
b) La vida en comunidad a la que se compromete todo religioso y religiosa, tratando de imitar a las
primeras comunidades cristianas en las que todos formaban un solo corazón y una sola alma,
viviendo unidos, poniendo todo en común, celebrando la Eucaristía y dando testimonio de la
resurrección del Señor (Hch 2,42-47).
c) La misión apostólica o servicio prestado a la comunidad cristiana y para el cual el Espíritu ha
suscitado cada forma o carisma de vida religiosa en la Iglesia. Existen dos formas generales de
servicio en la vida religiosa:
— La vida contemplativa, en la cual el servicio fundamental prestado por los religio sos y religiosas
es la oración —especialmente de la Liturgia de las Horas u oración oficial de la Iglesia—, el
estudio y el trabajo manual, dentro de la casa religiosa —convento, monasterio—. Son las
congregaciones y órdenes religiosas llamadas de clausura.
— La vida activa, en la cual los religiosos y religiosas prestan diversos servicios, según los distintos
carismas, al pueblo de Dios en diversos ámbitos: la educación, la cultura, la sanidad, la
predicación, el servicio a los pobres.
3. La vida matrimonial
Es el estado de vida o vocación específica más habitual para los cristianos. Todo cristiano que se plantee
que el matrimonio es su estado de vida debe entender esta elección como una vocación, una llamada
específica de Dios en Cristo a vivir el mandato del amor
378
mediante la entrega mutua de la pareja como testimonio y expresión del amor que Dios tiene por la
humanidad, el amor de Cristo a su Iglesia. El matrimonio cristiano simboliza y expresa el amor que Dios
profesa a los hombres. Por ello es un sacramento de la Iglesia que hace realidad el amor de Cristo hacia
ella.
Dos son las dimensiones fundamentales de esta vocación específica dentro del cristianismo:
a) La unión y complementación en la pareja, que no es sino el cumplimiento de la vocación al amor al
que se orienta la realidad sexual de la persona desde el momento de la creación en los planes de
Dios: hombre y mujer, creados a imagen y semejanza de él, y llamados a unirse y ser los dos una
sola carne.
b) La fecundidad de la pareja, como colaboración en la obra creadora de vida que inició Dios, y como
formación de la familia cristiana, célula básica de la sociedad y de la Iglesia; pequeña Iglesia
doméstica donde se vive y transmite la fe a las nuevas generaciones.
379
Mañana de Clausura
ORACIÓN
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Sabemos que el Reino de Dios está ya activo entre nosotros, ayúdanos a descubrirlo
todavía más.
El Reino de Dios exige hombres y mujeres decididos, ayúdanos a construirlo en nuestros
ambientes.
Cuando tantos se empeñan en construir reinos sin Dios, ha2 que nuestro trabajo por el
Reino de Dios sea siempre el servicio a los hermanos, pues en ellos se nos muestra
continuamente tu rostro».
Se concluye con el Padrenuestro. g) Canto final: Arriésgate (C. ERDOZÁIN).
Basta la primera estrofa.
La evaluación y revisión de estos días se hace en grupos de origen a partir del documento
1.
Después de responder a las preguntas del documento, sería conveniente que el grupo
iniciara un primer diálogo o reflexión sobre su futuro, una vez concluido el Itinerario.
Proponemos hacerlo a partir de los signos de discernimiento para el final de la cuarta etapa,
indicados al final de las Notas introductorias. Se hace un repaso de los mismos y después
se invita a cada participante a hacer una evaluación personal en los próximos días; después
se fija un día para poner en común dicha revisión en grupo. En dicha reunión se ofrecen las
nuevas perspectivas que existen en el propio ambiente.
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DOCUMENTO 1
REVISAMOS
1. AMBIENTE
Q Aspectos positivos:
Q Aspectos que seJiueden mejorar:
1-1 Sugerencias:
2. CHARLAS
3. CELEBRACIONES
Q Aspectos positivos:
Q Aspectos que se pueden mejorar:
I-] Sugerencias:
4. TRABA JO DE GRUPO
5. TIEMPO LIBRE
Q Aspectos positivos:
Ql Aspectos que se pueden mejorar:
Q Sugerencias:
382
6. INSTALACIONES
Q Aspectos positivos:
' Q Aspectos que se pueden mejorar:
Y Q Sugerencias:
7. EQUIPO DE ANIMADORES
Q Aspectos positivos:
Q Aspectos que se pueden mejorar:
Q Sugerencias: