Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ECONOMIA POUTICA
KA&L MARX
[651
KARI. MARX CRÍTICA DE LA ECONOMiA POLÍTICA 67
coso Por otra parte, en aquella época, en la cual la buena voIuntad tenda social lo que determina su conciencia.U'êl En un estadia
de "seguir adelante" compensaba en gran parte los conocimientos determinado de su desarrollo, las fuerzas productívas materiales
técnicos, se había tornado perceptible en la Rheinische Zeitung de la sociedad entran eo contradiccióo con las relaciones de pro·
un eco, con .un débil tinte de filosofia, dei socialismo y eI comu- ducción existentes o -lo cual sólo constituye una expresión jurídi-
nismo franceses. Yo me decIaré contrario a esa chapucería, pera ca de lo mismo-. con Ias relaciones de propiedad dentro de Ias
al mismo tiempo, en una controversia con el A ltgemeine A ugs- cnales se habían estado moviendo hasta ese momento. Esas rela-
burgcr Zcitung,14Ml confesaba lisa y llanamente que los estúdios ciones se transforman de formas de desarrollo de las fuerzas pro-
que había realizado hasta ese momento no me permitían arriesgar ductivas en ataduras de las mismas. Se inicia entonces una época
juicio alguno acerca deI contenido de las corrientes francesas.rw' de revolución social. Con la modificación deI fundamento econó-
Por eI contrario, aproveché ávidamente la ilusión de los gerentes mico, todo ese edificio descomunal se trastoca con mayor o menor
de la Rheinische Zeitung, quíenes, mediante una posición más rapidez. AI considerar esta c1ase de trastocamientos, síempre es me-
atenuada de ese periódico. creían poder hacer retrogradar la 'senten- nester distinguir entre el trastocamiento material de l~s condiciones
cia de muerte que se habla dictado en contra deI ruísmo, para reti- económicas de producción, fielmente comprobables desde eI pun-
rarrne de la escena pública hacia mi gabinete de estúdio. to de vista de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas,
La primera tarea que emprendí con eI objeto de resolver las religiosas, 'artísticas o filosóficas, en suma, ideológicas, dentro de
duelas que me asediaban fue una revisión crítica de la filosoffa las cuales los hombres cobran conciencia de este conflicto y lo
deI derecho de He~eJ,15111 UH trabajo cuya introducción apareció dirimeo. As! como no S'C juzga a un individuo de acuerdo con lo que
en los Deutsch-Franzõsisrhe jallrbüehef",151 1 editados en París en éste cree ser, tampoco es posible juzgar una época semejante de
1844. Mi investigación desernbocó en el resultado de que tanto revolución a partir de su propía 'conciencia, sino que, por el con-
las condiciones jurídicas como Ias formas políticas no podían com- trario,se debe explicar esta conciencia a partir de las contradic-
prenderse por si mismas ni a partir de lo que ha dado en llamarse ciones de la vida material, a partir del conflicto 'existente entre
el desarrollo general dei esptritu humano, sino que, por el contra- fuerzas saci ales productivas y relaciones de produccién. Una for-
rio, radican eu las condiciones materiales de vida, cuya totalidad mación social jamás perece hasta tanto no se hayan desarrollado
agrupa Hegel, según el procedimíento de los ingleses y franceses todas las Iuerzas productivas para las cuales resulta ampliarnente
,dei sigla XVIII, bajo el nomhre de "sociedad civil", pero que era suficiente, y jamás ocupan su lugar relaciones de producción nue-
menesrer buscar la anatomía de la sociedad civil en la economia vas y superiores antes de que Ias condiciones de existeneia de las
política. Comcncé en Parfs la investigación de esta última, prosi-
niismas no hayan sido incubadas en eI seno de la propia antigua
gúiéndol,j en Bruselas, hacía donde liabía emigrado como conse-
sociedad, De ahí que Ia humanidad siempre se plantee sólo tareas
cuenciu de una orden de expulsión dei seüor Gui7.ot. EI resultado
que puede resolver, pues consíderándolo más profundamente siem-
general que obtuve y que, una vez obtenído, sirvi6 de hilo conduc-
pre hallaremos que la propia tarea sólo surge cuando las condicio-
tor de mis estúdios, puede formularse brevemente de la sigu'iente
nes materiales para su resolueión ya exisren o, cuando menos, se
munera. En la produccióu social de su existencia, loshombres
establecen determinadas relaciones, necesarias e independíentes de haltan en proceso de devenir, A grandes rasgos puede calificarse
su voluntad, relaciones de producción que corresponden a un deter- a los modos de produccíón asiático, antiguo, feudal y burguês mo-
minado "estadia evolutivo de SlIS Iuerzas productivasmateriales. La derno de épocas progresivas de la formación econômica de la so-
totalidad de esas relaciones de producción ronstituye Ia estructura dedado Las relaciones de produccíon burguesas son la última forma
econômica de la socied:ul, ta base real sobre la" cual se alza un antagônica del ,proceso social de la producción, antagônica no en
edificio [[11)('1'1)(1/11 jurídico y político, y a la cual corresponden el sentido dei antagonismo individual, ·sino en el de un antago-
determinadas formas dc coucicncia social. El modo de producción nismo que surge de las condiciones soçiales de vida de los indi-
de la vida material ~lererlllin;~';[b('dil1l{en] el proceso social, polftico viduas, pera las fuerzás productívas que se desarrollan en el seno
e iutclcrtual de la vida-cn ~ener,Il.15~1 No es la concieneia de los· de la sociedad burguesa crean, aI mismo tiempo, las condiciones
humbres lo que determina Sll ser, sino, por el contrario, es su 'exis- materiales para resolver este antagonismo. Con esta formación so-
CRITICA O~~ LA ECONOMiA POl,fTICA
KARL 'MARX