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Referencia al citar este artículo:


Maldonado,J., Palencia, S., y Silva, A. (2016). La máquina de guerra y el devenir del Estado: una lectura de Amalia
de José Mármol desde la perspectiva filosófica de Deleuze y Guattari. REVISTA TEMAS, 3(10), 11 -27.

La máquina de guerra y el devenir del Estado: Una lectura


de Amalia de José Mármol desde la perspectiva filosófica
de Deleuze y Guattari1
Jorge Francisco Maldonado Serrano2
Mario Palencia Silva3
Alonso Silva Rojas4

Recibido: 10/2/2016 Aceptado: 15/3/2016

Resumen
Máquina de guerra y Estado son dos conceptos fundamentales en la filosofía de Deleuze y Guattari, en la medida en
que representan dos formas de ser y devenir de la realidad humana. El devenir Estado, en el sentido de capturar la vida
para reglarla y estriarla, puede ser visto fundamentalmente desde dos perspectivas: una macro (grandes movimientos
históricos y políticos) y una micro (juegos de los individuos como tal y de sus vidas que se realizan en un conjunto de
agenciamientos singulares, moleculares).
El objeto de este artículo5 es mostrar cómo la filosofía de Deleuze y Guattari ayudan a develar de forma crítica uno
de los núcleos fundamentales de la novela Amalia, de José Mármol, a saber: la constitución del Estado en un territorio
específico (Argentina) en la medida en que captura la misma guerra y la hace funcional a su devenir y materialización.
La tesis de este trabajo será, en este plano de comprensión la siguiente: la guerra entre federales y centralistas que
se narra en la obra puede ser entendida como la forma en la que el Estado argentino se constituye a partir de las con-
tradicciones, singularidades y pluralidades representadas por las acciones de sus personajes. La máquina de guerra
permanece y se mantiene a pesar de que lo que se constituye, desde el punto de vista de la “historia universal”, es el
Estado nación moderno.

Palabras clave
Máquina de guerra, Estado, Amalia, esquizoanálisis, agenciamiento.

1 Artículo de reflexión.
2 Jorge Francisco Maldonado Serrano. Profesor Asociado de la Escuela de Filosofía de la Universidad Industrial de Santander. Doctorado por la
Universidad Autónoma de Madrid, maestría por la Pontificia Universidad Javeriana, Sede Bogotá; especialización en Docencia Universitaria por
la Universidad El Bosque, Bogotá; Licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad Santo Tomás. Autor de diversos artículos en las áreas de
filosofía política y de la relación entre filosofía y arte, especialmente la música. Autor del libro: Música y creación en el pensamiento de Gilles
Deleuze: De la pedagogía del concepto a la filosofía de la música. Coautor de los libros: Universidad, músicas urbanas, pedagogía y cotidianidad;
La inmanencia de lo político y, Carlos Marx y la crítica de los derechos. Escuela de Filosofía, Edificio Ciencias Humanas. Universidad Industrial
de Santander. Correo electrónico: jmaldona@uis.edu.co.
3 Mario Palencia Silva. Profesor titular de la Escuela de Filosofía de la Universidad Industrial de Santander (UIS). Licenciado en Filología e Idiomas,
especialista en Docencia Universitaria, magíster en Literatura Latinoamericana, y doctorando en Literatura. Premio Nacional de Excelencia en
Investigación del Ministerio de Cultura 1999. Ganador del Segundo Concurso Nacional de Investigación de la Universidad Nacional y el Ministerio
de Cultura: Colección Homenajes, 2001. Autor de: El arte de gorriar, Para gozar he leído; Coautor de: La inmanencia de lo político, Razón y
sentido en lo humano en Sandor Marai, Sentido de justicia en Marai; Novelas Santandereanas, vols. 1, 2, 3, 4, 5; Narrativa de las guerras
civiles colombianas, vols. I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX. Escuela de Filosofía, Edificio Ciencias Humanas. Universidad industrial de Santander.
Correo electrónico: palencia@uis.edu.co.
4 Alonso Silva Rojas. Profesor titular de la Escuela de Filosofía de la Universidad Industrial de Santander. Doctor en Ciencias Sociales (Ciencias
Políticas) y magíster Artium por la Universidad Tubinga, Alemania; Baccalaureatus Philosophiae, Uni. Angelicum, Roma, Italia, y especialista
en Docencia Universitaria por la Universidad Industrial de Santander. Publicaciones en el área de la filosofía política. Autor del libro: I. Kant:
Educación y emancipación; coautor de los libros: ¿Más allá de la filosofía moderna? Un diálogo con los contemporáneos; La inmanencia de
lo político; Lenguaje y Derecho: Habermas y el debate iusfilosófico; Carlos Marx y la crítica de los derechos; y, Novelas santandereanas del
siglo XIX, vols. 1, 2, 3 y 4. Dirección de proyectos de investigación: Perspectivas de la modernidad (…) y La crítica de Marx a los derechos
humanos. Dirige el grupo Politeia (con clasificación B-2015, Colciencias). Ponente en eventos académicos nacionales e internacionales. Escuela
de Filosofía. Edificio Ciencias Humanas. Universidad Industrial de Santander. Correo electrónico: asilva@uis.edu.co.
5 Este artículo es resultado de la investigación financiada con recursos de la Universidad Industrial de Santander, titulada: “Análisis de la propuesta
de lectura filosófica de la literatura desarrollada por Deleuze-Guattari a propósito de las obras precursoras de la novela de la dictadura en América
Latina, Amalia y Tirano Banderas (Código 1377).
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The war machine and the development of the State: An Amalia


de José Marmol’s interpretation from the philosophical
perspective of Deleuze and Guattari

Abstract
War machine and state are two fundamental concepts in the philosophy of Deleuze and Guattari insofar as they re-
present two ways of being and becoming of human reality. The becoming of the State, in the sense of capturing, striate
and rule the life can be seen mainly from two perspectives: a macro (major historical and political movements) and micro
(individuals playing as such and making their lifes as a set of unique assemblages, molecular).
The purpose of this article is to show how the philosophy of Deleuze and Guattari help to critically understand one
of the fundamental cores of the novel Amalia by Jose Mármol, namely: the state constitution in a specific territory (Ar-
gentina) to the extent as it captures the war machine and made it functional to its future and realization. The thesis of
this work is, at this level of understanding, as follows: The war between federalists and centralists told in the novel can
be understood as the way in which the Argentine state is constituted from contradictions, singularities and pluralities
represented by the actions of his protagonists. The war machine remains and remains even though what constitutes,
from the point of view of “world history”, is the modern nation state.

Keywords
War machine, State, Amalia, schizoanalysis, agency.

Introducción puede ser visto fundamentalmente desde


dos perspectivas: una macro y una micro.
Máquina de guerra y Estado son dos En la macro encontramos los grandes
conceptos fundamentales en la filosofía movimientos históricos y políticos que
de Deleuze y Guattari, en la medida en pueden ser trazados en el devenir huma-
que representan dos formas de ser y de- no y en la micro hallamos esos juegos
venir de la realidad humana. En efecto, de los individuos como tal y de sus vidas
para los filósofos “No basta con afirmar que se realizan en un conjunto de agen-
que la máquina es exterior al aparato, hay ciamientos singulares, moleculares. Se
que llegar a pensar la máquina de guerra tiene de esta manera un juego que va de
como algo que es una pura forma de exte- lo molar a lo molecular y viceversa de lo
rioridad, mientras que el aparato de Esta- micro a lo macro, que realiza el devenir
do constituye la forma de interioridad que de las sociedades, no como un proceso
habitualmente tomamos como modelo, o cuyas fases se relacionan como causas y
según la cual pensamos habitualmente” efectos, sino como acontecimientos que
(Deleuze y Guattari, 2012, p. 362). surgen en planos de consistencia que los
Y en efecto, el Estado es un aparato hacen comprensibles.
de captura que estría la realidad, normán- Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo
dola, reglándola y atándola a parámetros este desarrollo conceptual con Amalia,
que le permitan controlarla, medirla, una novela del siglo XVIII, narrada y
usarla, moldearla de acuerdo con sus construida en un contexto tan disímil al
necesidades. Por su parte, la máquina de propuesto por Deleuze y Guattari? Pues,
guerra se constituye como un espacio liso precisamente aquí es donde está anclado
propio de una vida nómada, sin reglas ni el objeto de este producto de investiga-
controles que inhibe la constitución o la ción, esto es, mostrar cómo la filosofía de
formación del Estado. Deleuze y Guattari ayudan a comprender
Este devenir Estado, en el sentido de una faceta fundamental de una interpre-
capturar la vida para reglarla y estriarla, tación crítica de esta novela, como: la
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constitución del Estado en un territorio a. Máquina de guerra


específico (Argentina) en la medida en
que captura la misma guerra y la hace fun- En un primer momento tenemos que
cional a su devenir y materialización. Esta la máquina de guerra es una forma de
lectura constituye entonces una novedad exterioridad entendida en su pura radica-
en el estudio crítico de Amalia, en cuanto lidad frente al Estado, que es interioridad
introduce una componente filosófica nue- de lo pensado habitualmente. Esto signi-
va a la crítica literaria existente, a saber, fica, además, que como tal, la guerra es
el “esquizoanálisis”. La tesis de este tra- un mecanismo de inhibición del Estado,
bajo será, en este plano de comprensión pues está excluido que ella produzca un
la siguiente: La guerra entre federales y Estado, o que este resulte de una guerra
centralistas que se narra en la obra puede “(…) como consecuencia de la cual los
ser entendida como la forma en la que el vencedores impondrían una nueva ley a
Estado argentino se constituye a partir de los vencidos, puesto que la organización
las contradicciones, singularidades y plu- de la máquina de guerra está dirigida
ralidades representadas por las acciones contra la forma-Estado, actual o virtual”
de sus personajes. La máquina de guerra (Deleuze y Guattari, 2012, p. 366). De esta
permanece y se mantiene a pesar de que manera lo entendía, según los autores,
lo que se constituye, desde el punto de también Hobbes en cuanto que para él
vista de la “historia universal”, es el Esta- la guerra y el Estado están en continua
do nación moderno. confrontación y el Estado surge como
eliminación de la guerra.
En aras de lograr el objeto aquí
planteado se va a dividir el trabajo en Los filósofos establecen tres aspectos
las siguientes partes: I. Se plantearán de la máquina de guerra:
los elementos filosóficos de Deleuze Un aspecto espacial-geográfico: En
y Guattari que permitirán construir la cuanto quien la habita, el nómada, si
base conceptual de lectura de la novela bien tiene territorio, y sigue trayectos
Amalia. En este sentido se desarrollarán que a él le son habituales como puntos
esencialmente los siguientes conceptos: de agua, vivienda o asamblea, a los que
I. Máquina de guerra, Estado, agencia- va, se dirige a ellos para abandonarlos,
miento y esquizoanálisis. II. Se mostrará es decir, solo son etapas en cuanto siente
cómo se consolida el Estado a partir de necesidades de hecho. De igual forma,
la confrontación entre los personajes el espacio, en el que los hombres están
de la narración, en la medida en que se distribuidos es abierto, liso, indefinido,
muestra cómo unitarios y federalistas no comunicante “(…) El nomos es la
persiguen en su guerra consolidar un ente consistencia de un conjunto difuso: en
estatal que sea capaz de cumplir con sus ese sentido, se opone a la ley, o a la polis
tareas fundamentales, en el marco de los (…)”. (Deleuze y Guattari, 2012, p. 385).
elementos de composición capitalista y La temporalidad del nómada no está
nacional. III. Se recabarán conclusiones limitada en cuanto espera, con paciencia
del ejercicio investigativo. infinita. Es así como tiene velocidad, en
cuanto las partes de su cuerpo ocupan el
I. espacio liso a la manera de un torbellino,
En un primer momento Deleuze y con la posibilidad de surgir, de aparecer y
Guattari delinean los elementos funda- formarse en cualquier momento y punto.
mentales de lo que es la máquina de En este sentido, el nómada es deno-
guerra pensada en relación siempre con minado “el desterritorializado”, en cuanto
el Estado.
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permanentemente se “reterritorializa en cifrado: la máquina de guerra es como


la propia desterritorialización”. De esta la consecuencia de la organización nó-
manera todo deviene de acuerdo con mada” (Deleuze y Guattari, 2012, p. 394).
sucesiones de operaciones locales ilimi- Este sujeto, «Número numerante» es
tadas que nunca terminan, nunca cesan, siempre complejo, articulado y está su-
son infinitas. Así, el espacio deja de ser tilmente articulado en cuanto distribuye
una mera dimensión de extensión, visual, heterogeneidad en un espacio libre. En
para convertirse en táctil (“háptico”) y esta sutil articulación se estructura do-
sonoro, con polivocidad de direcciones, blemente como generalidad numérica y
liso, del tipo rizoma. como élite, lo cual, a su vez implica tres
operaciones: “(…) aritmetización de los
Un aspecto aritmético o algebraico: conjuntos iniciales (los linajes); reunión
Para Deleuze y Guattari es claro que el de los subconjuntos extraídos (constitu-
número cumple una función esencial en ción de decenas, centenas, etc.); forma-
el marco espacio-temporal del Estado ción por substitución de otro conjunto en
en cuanto su utilización se domina la correspondencia con el conjunto reunido
materia y se controlan sus variaciones (el cuerpo especial)”. (Deleuze y Guattari,
y movimientos, convirtiéndose en la ex- 2012, p. 395). La conformación de este
tension moderna de acción estatal. En la cuerpo élite supone, para los filósofos, el
máquina de guerra, sin embargo, estos máximo grado de variedad y originalidad
mismos números pueden cambiar de fun- que logra la existencia nómada.
ción y combinación dentro de estrategias
específicas. En efecto, en este diferente Un aspecto afectivo: Ni los afectos,
horizonte maquínico de guerra el asunto ni las armas, ni los enunciados se dan
no es ya la cantidad, sino la composición sueltos sino sutilmente conectados por
y la organización. El número adquiere así un agenciamiento, pues los cuerpos, los
la característica de ser «Número nume- signos y los objetos son piezas heterogé-
rante», en la medida en que está referido neas organizadas y compuestas dentro
al nomadismo, mediante el cual no se de una economía de acción en la que la
reparte el espacio sino que se distribuye violencia se hace duradera o incluso ilimi-
algo en el espacio, en pequeñas cantida- tada. Se trata entonces de evitar e inven-
des. Así, afirman: tar pasiones y deseos, de componerlos y
organizarlos en un espacio abierto y liso
El número deviene sujeto. La indepen-
de creación infinita. Por ello, afirman,
dencia del número con relación al espa-
cio no procede de la abstracción, sino (…) las pasiones son efectuaciones de
de la naturaleza concreta del espacio deseo que difieren según el agencia-
liso, que es ocupado sin ser contado. El miento: no es la misma justicia, ni la
número ya no es un medio para contar misma crueldad, ni la misma piedad,
ni medir, sino para desplazar: es lo que etc. (…) el régimen de la máquina de
se desplaza en el espacio liso (Deleuze guerra es más bien el de los afectos,
y Guattari, 2012, p. 393). que sólo remite al móvil en sí mismo,
a velocidades y a composiciones de
Por eso la máquina de guerra tiene velocidad entre elementos (Deleuze y
como sujetos a números numerantes que Guattari, 2012, p. 402).
se deslizan por el espacio, cifras que con
espíritu de cuerpo, con secretos que les El afecto, entonces, se distingue del
permite desarrollar a la vez, estrategias, sentimiento que es una emoción controla-
espionajes, emboscadas, actos de astu- da, diferida, que pasa por un estriamiento
cia y diplomacia. “Número numerante, racional que la difiere. Por el contrario,
mueble, autónomo, direccional, rítmico, los afectos son respuestas, “descargas
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rápidas de la emoción”; y, en este senti- “(…) el sentido de introspección, el vector


do, son proyectiles que devienen armas, gravedad, el modelo del trabajo, la expre-
al igual que las armas devienen afectos. sión de los signos y la tonalidad pasional
o deseante del sentimiento” (Deleuze y
b. Estado Guattari, 2012, p. 398). El Estado discipli-
Por su parte los Estados comparten na, uniformaliza los regímenes, convierte
algo, a saber, una misma composición y el trabajo en su unidad de base. En efecto,
están integrados, también, por hombres, la herramienta es introspectiva, intro-
por bosques, campos, animales y mer- yectiva, en la medida en que hace apta
cancías. Las tareas fundamentales del la materia para que logre un estado de
Estados son: 1) estriar el espacio sobre el equilibrio y se adecúe a una forma de in-
que ejerce su poder contra todo aquello terioridad determinada. De igual forma, la
que amenace desbordarlo (revolución, herramienta aplica una fuerza en el marco
guerrilla, rebelión); 2) vencer el nomadis- de un sistema gravedad-desplazamiento,
mo y controlar las migraciones; 3) reivin- peso, altura y está relacionada con un
dicar sus derechos contra lo “exterior”; 4) proceso de semiotización de la actividad
capturar todo tipo de flujos (mercancías, del trabajo por la escritura y la producción
poblaciones, capitales); 5) crear formas de un sistema de signos-herramientas,
de control, medición y regulación de to- signos de escritura-organización de tra-
dos los sujetos y objetos existentes de su bajo. Finalmente, la herramienta organiza
territorio; 6) descomponer, recomponer y desarrolla su propio sujeto con un régi-
y transformar o regular la velocidad de lo men pasional del sentimiento “forma del
que se mueve en su espacio; 7) capturar trabajador”.
la máquina de guerra para servirse de sus Para Deleuze y Guattari, los Estados sur-
armas, afectos y enunciados. En términos gen espontáneamente, su aparición no
generales, la función primordial del Esta- es producto de un proceso, de la culmi-
do es la de conservar. nación de un desarrollo progresivo. En
este sentido han aparecido tres formas
Cuando el Estado ve amenazado su
específicas de Estado: 1) Las máquinas
reglado funcionamiento, reacciona es- de esclavitud, fundados en una sobreco-
triando los espacios y con ello recaptu- dificación de flujos ya codificados y con
rando y transformando el territorio; sin poca diversidad, los Estados arcaicos
embargo, cuando no logra esta recaptura imperiales. 2) Los paradigmas de poder
se genera nuevamente lo liso, lo nómada diversos entre sí que proceden “(…) por
y la posibilidad de la acción de la máquina subjetivación y sujeción, y que constitu-
de guerra. Esta última, en efecto, es cap- yen conjunciones tópicas o cualificadas
turada en la forma de institución militar, de flujos descodificados” (Deleuze y
pero permanentemente constituye una Guattari, 2012, p. 464), los Estados impe-
amenaza para el mismo Estado. rios evolucionados, las ciudades Estado
y los sistemas feudales, las monarquías.
Si en el agenciamiento máquina de 3) Y, finalmente, aquellos paradigmas
guerra las armas se basan en cinco rasgos que (…) llevan aún más lejos la descodi-
diferenciales: “(…) el sentido de proyec- ficación, y que son como los modelos de
ción, el vector de velocidad, la expresión realización de una axiomática o de una
de las joyas y la tonalidad pasional o conjugación general de los flujos (estos
deseante del afecto” (Deleuze y Guattari, Estados combinan la sujeción social y la
2012, p. 405), en el Estado tiene lugar nueva esclavitud maquínica, y su misma
el agenciamiento de la herramienta, de diversidad concierne a la isomorfía, la
acuerdo con cinco rasgos diferenciales: polimorfía o heteromorfía eventuales de

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los modelos con relación a la axiomática interior y exterior, establece una unidad
(Deleuze y Guattari, 2012, p. 464). fundamental de los flujos y movimientos.
4) La potencia: el ejercicio de la fuerza y
Los Estados naciones modernos, esto
la violencia, tanto en el interior de los Es-
es, “(…) los modelos de realización inma-
tados como en el ámbito internacional, se
nentes para una axiomática de los flujos
da en el marco de la búsqueda de la “paz”,
descodificados” (Deleuze y Guattari, 2012,
la guerra es parte de la paz. 5) Tercero
p. 460).
incluido: lo que en los inicios del capita-
Los Estados nacionales modernos lismo constituía la periferia ha devenido
(que son los que interesa analizar en centro y en el centro se ha creado peri-
cuanto la tesis de este trabajo, como ya feria. La totalidad del axioma capitalista
se anotó, es que la novela Amalia puede se constituye a partir de mecanismos de
leerse en el contexto de la constitución inclusión-exclusión que operan ya a nivel
del Estado en la Argentina de comienzos global. 6) Minorías: están representadas
del siglo XIX) tienen dos elementos esen- por las masas, por los conjuntos difusos
ciales de composición: el capitalismo y el no numerables, no axiomatizables que
Estado-nación. constituyen multiplicidades de fuga o de
flujo y son coexistenciales al capitalismo
En primer lugar, el capitalismo es, se- mismo. Estas minorías pueden componer
gún Deleuze y Guattari una “axiomática” relaciones económicas y sociales que ya
con los siguientes elementos: 1) Adjun- no pasen por la axiomática capitalista ni
ción y sustracción: en el capitalismo no por la forma Estado. Es un devenir no
existe un solo axioma dominante sino que numerable, devenir mujer así se sea mas-
supone añadir, eliminar, multiplicar, crear culino o femenino, o devenir no-blancos
axiomas, para los niños, los jóvenes, las así se sea blanco, amarillo o negro. 7)
mujeres, los socialdemócratas, los inte- Proposiciones indecidibles: el capitalismo
lectuales, los deportista, etc. Y esto es así mantiene su axiomática solo creando
por cuanto los axiomas del capitalismo flujos que escapan a esa axiomática, que
“(…) no son evidentemente proposicio- constituyen el germen y el lugar de los
nes teóricas, ni fórmulas ideológicas, sino movimientos revolucionarios.
enunciados operatorios que constituyen
la forma semiológica del Capital, y que Todos estos elementos son esenciales,
entran como partes componentes en los pues representan las formas de funciona-
agenciamientos de producción, de circu- miento, de mantenimiento y de desbor-
lación y de consumo” (Deleuze y Guattari, damiento del capitalismo. En general, sin
2012, p. 466). El eje central no es el mante- embargo, debe tenerse en cuenta, porque
nimiento de una ideología, sino el control es importante en relación con el objeto de
de los flujos mediante la multiplicación o este trabajo investigativo, que las fuerzas
la sustracción de axiomas dependiendo revolucionarias son aquellas que quieren
de la necesidad práctica concreta. 2) destruir, o desbordar al Estado, no aque-
Saturación: Los límites del capitalismo llas que lo que buscan es introducir o
son sus propios límites. Las luchas en su consolidar una determinada axiomática al
interior se originan por conflictos en torno interior mismo del capitalismo. Deleuze y
a la vigencia de un axioma determinado. Guattari lo afirman de la siguiente mane-
La eliminación de un axioma supone ra: se trata es de destruir el equilibrio de
la creación de otro que lo reemplaza o los conjuntos numerables, y
complementa. 3) Modelos, isomorfía: (…) si las minorías no constituyen Esta-
existe solo un mercado internacional dos viables, cultural, política y económi-
que, si bien se divide en su parte estatal camente, es porque ni la forma-Estado,
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ni la axiomática del capital, ni la cultura intensa y fuerte, dentro del marco de una
correspondiente les convienen (…) el axiomática capitalista de flujos descodifi-
problema de las minorías es más bien cados. En este contexto, el Estado-nación
acabar con el capitalismo, redefinir el cumple una función central en cuanto
socialismo, constituir una máquina de en el marco “(…) de las subjetividades
guerra capaz de responder a la máquina nacionales, es donde se manifiestan los
de guerra mundial, con otros medios (…) procesos de subjetivación y las sujecio-
(Deleuze y Guattari, 2012, p. 475). nes correspondientes (Deleuze y Guattari,
En segundo lugar, el concepto de 2012, p. 642). De esta manera, en el marco
Estado-nación es comprendido por los del Estado-nación, el capitalismo “(…)
filósofos como un modelo de realización, restaura e inventa, bajo nuevas formas
esto es algo que no es dado forzosamente devenidas técnicas, todo un sistema de
sino que es creado en la medida en que esclavitud maquínica” (Deleuze y Guattari,
tiene lugar una desterritorialización de 2012, p. 642).
los territorios y una descodificación de Ahora bien, el ejercicio del poder en el
la población, en un proceso de recom- Estado-nación no se reduce a la fórmula
posición operado por el Estado que da la “represión-ideología”, en cuento se funda
consistencia a la nueva tierra y al nuevo en
territorio. Así:
(…) procesos de normalización, de mo-
El flujo del trabajo puro crea el pueblo, dulación, de modelación, de informa-
al igual que el flujo de Capital crea la ción, que se basan en el lenguaje, la per-
tierra y su equipamiento. En resumen, cepción, el deseo, el movimiento, etc.,
la nación coincide con la operación de y que pasan por microagenciamientos.
una subjetivación colectiva, a la que Este conjunto implica a la vez sujeción y
corresponde el Estado moderno como esclavitud, llevadas a los extremos como
proceso de sujeción (Deleuze y Guattari, dos partes simultáneas que no cesan de
2012, p. 461). reforzarse y alimentarse la una de la otra
Y, sujeción ¿a qué?: a la axiomática (…)” (Deleuze y Guattari, 2012, p. 463).
capitalista que convierte al Estado en su De esta manera lo que se tiene es una
modelo de realización. De esta forma, doble operación, a saber, la sujeción y la
las naciones devienen “(…) las formas esclavitud, como dos caras de la misma
vivas y pasionales en las que se realizan moneda.
fundamentalmente la homogeneidad
cualitativa y la competencia cuantitativa c. Agenciamiento, máquina de guerra y
del capital abstracto” (Deleuze y Guattari, “esquizoanálisis”
2012, p. 461).
Como la máquina de guerra se funda-
Como modelo de realización el Estado- menta en una economía de la violencia,
nación moderno somete al ser humano a en la medida en que la hace duradera e
un doble poder: “la esclavitud maquínica ilimitada, es un invento nómada ligado a
y la sujeción social”. En efecto, afirman los ganaderos, en cuanto la ganadería y la
Deleuze y Guattari, los hombres se con- doma se basan en un sistema proyector
vierten en piezas constituyentes de una y proyectil. Según Deleuze y Guatarri el
máquina, controlados y direccionados guerrero tiene en la montura su primer
por una unidad superior y sujetos a la proyector, lo que permite comprender
máquina como obreros, usuarios, con- cómo la máquina de guerra libera el
sumidores, etc. Esta sujeción social a vector Velocidad como variable libre e
las máquinas se ha hecho cada vez más independiente y permite el devenir ani-

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mal. Pero, el asunto importante no es maquínico de guerra se puedan resumir


meramente tecnológico o referido al ser en dos: “las singularidades o haecceida-
físico de las armas, en cuanto tales, sino des espacio-temporales, de diferentes ór-
de agenciamiento, esto es, la máquina denes, y las operaciones relacionadas con
social, colectiva que determina el uso, ellas como procesos de deformación o de
la extensión, la comprensión, etc. del transformación; las cualidades afectivas o
elemento técnico. El agenciamiento se rasgos de expresión de diferentes niveles
estructura en un filum que selecciona, que corresponden a esas singularidades
cualifica e inventa los elementos técnicos. y operaciones (…)” (MM, p. 407).
Así se tiene que:
En este sentido se comprende también
(…) sin haber definido previamente los el tipo de estudio necesario para estable-
agenciamientos constituyentes que su- cer los diferentes tipos de agenciamiento,
ponen y en los que entran (…) un mode- a saber, el esquizoanálisis, el cual,
lo de acción libre no es, pues, efectuado
por las armas en sí mismas y en su ser (…) no tiene por objeto elementos ni
físico, sino por el agenciamiento “máqui- conjuntos, ni sujetos, relaciones y es-
na de guerra” como causa formal de las tructuras. Tiene por objeto lineamientos,
armas (Deleuze y Guattari, 2012, p. 400). que atraviesan tanto a grupos como a
individuos. Análisis del deseo, el esqui-
De esta manera, el sistema de armas zoanálisis es inmediatamente práctico,
con el que se lucha está constituido por inmediatamente político, ya se trata de
el agenciamiento y este último, a su vez un individuo, de un grupo o de una so-
es pasión, composiciones de deseo. El ciedad (Deleuze y Guattari, 2012, p. 404).
deseo, finalmente, no hace referencia a
una determinación natural o espontánea, El esquizoanálisis pone, de esta ma-
pues “(…) sólo agenciando hay deseo, nera, primero la política y luego el ser,
agenciado, maquinado. La racionalidad, en cuanto ella establece las coordenadas
el rendimiento de un agenciamiento no según las cuales las líneas que componen
existe sin las pasiones que pone en jue- los vectores de la sociedad adquieren
go, los deseos que lo constituyen tanto sentido. Así se lleva a cabo un estudio
como él los constituye a ellos” (Deleuze y de las líneas de composición tanto de las
Guattari, 2012, p. 401). Y en este sentido, vidas, como de las sociedades, en cuan-
la máquina de guerra, a diferencia del to es posible analizar la multiplicidad de
Estado, descodifica, esto es, consiste en flujos cambiantes de materia-movimiento
un permanente deshacer y deshacerse de que producen singularidades y rasgos de
las armas, del sujeto, etc. Así, las armas, expresión.
en el agenciamiento máquina de guerra, El esquizoanálisis se relaciona, de esta
se basan en los siguientes rasgos diferen- manera, con la noología, mediante la cual
ciales: el sentido de proyección, el vector se piensa al Estado desde dentro, esto es,
de velocidad, la expresión de las joyas desde las imágenes del pensamiento y su
y la tonalidad pasional o deseante del historicidad, por cuanto la forma-Estado
afecto. Finalmente, afirman los filósofos: se desarrolla en el pensamiento. Este de-
“De lo que se trata es de asignar agencia- sarrollo, a su vez, se da de dos maneras:
mientos, es decir, determinar los rasgos una en forma de mythos fundacional y la
diferenciales bajo los cuales un elemento otra en forma de logos de espíritus libres
pertenece formalmente a tal agencia- que manifiestan su consenso mediante
miento más bien que a tal otro” (Deleuze la actividad legislativa y jurídica. De esta
y Guattari, 2012, p. 404). De ahí que todas manera, el Estado deviene la ficción de un
las variables propias del agenciamiento logos universal, organización “racional y
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razonable” de la comunidad, fundado en Guattari, se tienen ya los fundamentos


la filosofía moderna que diferencia entre para mostrar cómo en la novela Ama-
legislador y sujeto, de tal suerte que el lia pueden encontrarse elementos que
segundo elije al primero que es su repre- permiten realizar un esquizoanálisis, que
sentante. Así el lema real no es sapere muestre cómo lo que está en juego en la
aude sino obedece, pues cuanto más confrontación entre unitarios y federalis-
obedezcas más libre eres (autónomo). De tas es fundamentalmente la consolidación
este modo, afirman Deleuze y Guattari: del Estado-nación en la Argentina del
siglo XIX.
El sentido común, la unidad de todas las
facultades como centro del cogito, es el Este ejercicio se hará tomando cada
consenso de Estado llevado al absoluto. una de las tareas fundamentales que,
Esa fue particularmente la gran opera- como ya se ha indicado, cumplen, se-
ción de la “crítica” kantiana, asumida y gún Deleuze y Guattari, los Estados y
desarrollada por el hegelianismo. Kant revisando en el texto de la novela cómo
no ha cesado de criticar los malos usos se realizan.
para mejor bendecir la función (Deleuze
y Guattari, 2012, p. 381). Hay que tener en cuenta, en primer
lugar, que el narrador de la novela se
En el esquizoanálisis se trata de actuar declara abiertamente enemigo de Rosas
con un pensamiento del afuera, convir- (federalista, caudillo) y defensor de la
tiendo el pensamiento en una máquina de causa unitaria, por lo tanto, su visión va
guerra, haciendo aparecer la estepa o el a influenciar su apreciación sobre Rosas.
desierto, mediante un pensamiento con- El protagonista, Daniel, tiene la función
trario al Estado, enlazado, en su soledad, de permitirnos, a través suyo, recorrer
con un pueblo futuro, con una tribu, con diferentes espacios donde tienen lugar
una fuerza que “(…) destruye la imagen los acontecimientos, es el conector entre
y sus copias, el modelo y sus reproduc- los agentes de la “Mashorca” y Eduardo,
ciones, toda posibilidad de subordinar el Amalia y Manuela Rosas, Buenos Aires
pensamiento a un modelo de lo verdade- y Montevideo, etc. De igual manera el
ro, de lo justo o del derecho (lo verdadero narrador nos ubica en territorios ene-
cartesiano, lo justo kantiano, el derecho migos en la medida en que nos relata
hegeliano, etc.)” (Deleuze y Guattari, lo que acontece en los aposentos de los
2012, p. 382). Se trata de un pensamiento protagonistas, que poco a poco se van ha-
sin “método”, pues este es el “espacio ciendo más contiguos hasta mezclarse en
estriado de la cogitatio universalis”, de la masacre final de los amantes-amigos.
un pensamiento habitando un espacio Y, a pesar de ser la visión del narrador la
liso, como el vampiro, sin modelo, ni visión de los unitarios, que abiertamente
copia, ni imagen. En esta acción hay que proponía la consolidación de un Estado
desbordar al pensamiento esencia o teo- moderno, fundado en los principios de
rema, al pensamiento-sujeto para devenir la ilustración y la “civilización”, descubre
pensamiento-problema, pensamiento los elementos fundamentales sobre los
acontecimiento, haecceidad que invoca que reposa la consolidación del Estado
la raza singular, esto es la raza oprimida, en el territorio concreto argentino, de
inferior, impura, mestiza, híbrida. ahí que va a ser a través de la narración
misma como se va estructurando el caso
II.
particular de estudio.
Realizado el ejercicio investigativo en
1. La primera tarea del Estado es la de
torno a conceptos clave para una lectu-
estriar el espacio sobre el que ejerce su
ra filosófica de la novela en Deleuze y
19
Revista Temas

poder contra todo aquello que amena- funda precisamente en esta capacidad.
ce desbordarlo (revolución, guerrilla, El fracaso de los unitarios consiste, por
rebelión). el contrario, en haber partido de una idea
universal sin tener en consideración las
En efecto, y como en todo lo demás, reales condiciones de la vida social. Para
Rosas será el personaje principal de crear Rosas, por el contrario, es a partir de ahí,
las condiciones de posibilidad de la reali- del gaucho mismo, que se puede captu-
zación de esta función. Su enfrentamiento rar lo necesario para construir, edificar
con los unitarios tiene como trasfondo el constructo de poder estatal moderno.
precisamente esta preocupación, pues
él había logrado dominar a los indios 2. La segunda tarea del Estado hace re-
de las provincias y veía cómo la élite no ferencia a la derrota del nomadismo y
era capaz de ponerse de acuerdo con el el control de las migraciones.
gobierno. Esto generaba guerras y en-
frentamientos a muerte entre antiguos Este era fundamentalmente el proyec-
aliados y creaba confusión y desorden en to propuesto por los unitarios, pues se
la base social dominada. Así se entiende trataba de estriar las condiciones en las
que Rosas le diga a Victorica, su jefe de que los grupos rurales y urbanos vivían.
policía, lo siguiente: “¿Sabe usted por qué Estos parámetros aparecen en la novela
ha estado el país siempre en anarquía? a través de los comentarios introducidos
Porque cada uno sacaba el sable para por el narrador. En efecto, la pregunta por
pelear con el Gobierno el día que se le lo que los unitarios pretendían se puede
antojaba” (Mármol, 2010, p. 147). responder a partir de sus afirmaciones:
Pero el pensamiento de Mayo había be-
En el mismo sentido, Daniel Bello, per-
bido sus inspiraciones en fuente harto
sonaje clave en la composición de la obra,
caudalosa, para poder conformarse con
que actuaba a favor de los unitarios infil-
asignar a la revolución los límites de una
trado en las altas esferas de la sociedad
independencia política, y de una libertad
bonaerense, afirmará, en este sentido, civil solamente (…) Era una revolución
que el control de Rosas se ha logrado, totalmente social lo que buscaba (Már-
pues es capaz de disuadir a todos los mol, 2010, p. 579).
que parecen oponérsele o simplemente
desobedecerle: En efecto, sus pretensiones, dice el
narrador, eran eminentemente transfor-
Estúdiese como se quiera la filosofía de madoras, pues se quería instaurar un
la dictadura de Rosas, y se averiguará mecanismo de Estado que controlara
que la causa de ella está en la indivi-
los flujos y los movimientos de objetos
dualización de los ciudadanos. Rosas
y sujetos.
no es dictador de un pueblo (…) Rosas
tiraniza a cada familia en su casa, a cada Esto suponía un proyecto utópico de
individuo en su aposento; y para tal realización social modernizante, capaz
prodigio no necesita, por cierto, sino un de mantener cohesionada la sociedad,
par de docenas de asesinos (Mármol, dentro de un fuerte impulso económico
2010, p. 321). y de control político. Vuelve el narrador
La novela muestra cómo Rosas y su a comentar lo expuesto, ahora de la si-
dictadura constituyen un ejemplo que guiente manera:
hace saltar a la vista la forma como el Romper con las viejas preocupaciones
Estado tiene que estriar, sin contempla- españolas en política, en comercio,
ciones de ningún tipo, el territorio y sus en literatura, y hasta en costumbres,
habitantes. Su éxito, como se verá, se cuando el pueblo se las fuese dando a
20
Revista Temas

sí mismo, era imprimir a la revolución que el suyo propio, y sin temor de ser
el movimiento reformador del siglo; alcanzado por nadie (…) está rodeando
era ponerse a la altura de las ideas de la siempre, como una tempestad, de los ho-
época (Mármol, 2010, p. 580). rizontes de las ciudades” (Mármol, 2010,
p. 576). Es un peligro, una amenaza que
En concreto, el proyecto unitario se
hay que controlar, eliminar.
proponía una cosa fundamental, a saber,
acabar con el “gaucho”, la máquina de Pero no son precisamente los unitarios
guerra que amenaza la “civilización” es- los que lograrán acabar con el gaucho,
tatal. ¿Quién es el gaucho? Es el hombre como nómada libre y tribal, en continua
generado y educado por la naturaleza exterioridad al orden y la instrumentali-
argentina, que lucha con ella y aprende de zación del Estado, sino sus oponentes,
ella (Silva, 2001). En su niñez tiene la ex- esto es, los federales. Y Rosas jugará un
periencia de la inmensidad, la intemperie, papel fundamental en ello, por cuanto
la soledad, las tormentas que constituyen no los elimina sino que los coopta, los
la conciencia de su valor y sus medios. incorpora, los captura en el Estado que
Lucha siempre contra las necesidades, los está empeñado en construir. Sobre este
elementos y los peligros, lo que lo hace punto vuelve a aclarar el narrador:
un hombre melancólico que debe deve-
nir soberbio en la medida en que triunfa El caudillo del gaucho es siempre el
sobre estas rudas condiciones. Luego, mejor gaucho. Él tiene que alcanzar ese
vienen dos actividades que lo marcan puesto con pruebas materiales, conti-
en su carácter: el montar a caballo y el nuadas y públicas. Tiene que adquirir
su prestigio sobre el lomo de los potros;
cuidar ganado.
con el lazo en la mano; entre las charcas
El caballo concluye la obra de la natu- de sangre; durmiendo a la intempe-
raleza: es el elemento material que con- rie; conociendo palmo a palmo todas
tribuye a la acción de su moral. Criado nuestras campañas; desobedeciendo
sobre él, la inmensidad de los desiertos constantemente a las autoridades civiles
se limita y apoca para aquel que la y militares; y burlando y hostilizando día
atraviesa al vuelo de su caballo. Criado por día cuanta mejora industrial, cuanta
sobre él, se hace su déspota y su amigo disposición y cuanto hombre llega de
al mismo tiempo. Sobre él, no teme ni a las ciudades a la campaña.
los hombres ni a la naturaleza; sobre él
¡Sin estas condiciones principales es
es un modelo de gracia y de soltura, que
inútil pensar en acaudillar los gauchos!
no debe nada, ni al indio americano, ni
¡Pero el que las posee y sabe ostentar-
al jinete europeo (Mármol, 2010, p. 575).
las a tiempo, ése es su caudillo, que los
A su vez, la cría de ganado lo acostum- conduce y hace de ellos lo que mejor le
bra a verter sangre, lo cual viene a conver- place (…) Ese hombre era Rosas (Már-
tirse en el gaucho “(…) de ocupación en mol, 2010, pp. 576 y 582).
necesidad, y de necesidad en diversión” En efecto, los miembros de la “Mas-
(Mármol, 2010, p. 576). horca”, se nos narra, fueron escogidos
En esta medida, el gaucho vive en una dentro de estos elementos “gauchos”
permanente línea de fuga, en continua existentes en la ciudad o traídos a ella
exterioridad a la ciudad, la civilización o a propósito. De esta forma, la campaña
al Estado. Desprecia sus leyes, sus regula- invade, somete y gobierna al “civilizado”.
ciones, su “justicia”. Como el gaucho “(…) De esta manera, la máquina de guerra
tiene su caballo, su cuchillo, su lazo y los gauchesca es el arma de la que el Estado
desiertos, donde ir a vivir sin otro auxilio se vale, a través de Rosas y sus agentes,

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Revista Temas

para lograr el estriamiento no solo de la los diques en que se estrella el mar de


ciudad, sino también del campo. sus clases oscuras, y amalgamándose
la sociedad entera en una sola familia
3. La tercera tarea del Estado consiste (Mármol, 2010, p. 179).
en reivindicar sus derechos contra lo
“exterior”: Efectivamente, Rosas logra convertir
a la máquina de guerra “plebe” a favor
Lo “exterior” en la novela son fun- de su forma de concebir el Estado, ha-
damentalmente las “clases inferiores”. ciéndola sentir igual a los detentadores
Ya se ha mostrado cómo el “gaucho” es del poder. Queda claro, sin embargo,
capturado al servicio del Estado por Ro- que para los unitarios, las razas y clases
sas, pero quedan otros que serán objeto inferiores debían estar excluidas de su
del mismo poder integrador. Los otros espacio racional-igualitario y claramente
son los criados, la plebe, los indios, los se consideraban con derecho a mandar
negros. Precisamente Daniel va a ver en y gobernar a la plebe, con la cual no se
los criados un enemigo constante, sea podían comparar, pues estaban en un
porque delatan a sus amos a Rosas, sea lugar más alto, diferente.
porque constituyen el otro no civilizado:
4. Como cuarta tarea del Estado está la
(…) en el estado en que se encuentra captura de todo tipo de flujos (mercan-
nuestro pueblo, de una orden, de un cías, poblaciones, capitales).
grito, de un momento de mal humor se
hace de un criado un enemigo poderoso Precisamente la novela inicia con el
y mortal (…) Sólo hay en la clase baja intento de Eduardo de emigrar de Buenos
una excepción, y son los mulatos; los Aires y ese flujo es controlado en cuanto
negros están ensoberbecidos, los blan- se persigue a muerte, si bien, quienes es-
cos prostituidos, pero los mulatos, por taban por fuera del país no representaban
esa propensión que hay en cada raza ya para Rosas un peligro inminente “(…)
mezclada a elevarse y dignificarse, son contra mi sistema no hay más peligros
casi todos enemigos de Rosas, porque que los inmediatos a mi persona; pero los
saben que los unitarios son la gente que están lejanos y duran mucho, esos
ilustrada y culta, a que siempre toman
me hacen bien, lejos de hacerme mal”
ellos por modelo (Mármol, 2010, p. 92).
(Mármol, 2010, p. 464).
Esto aparece también representado en
Ahora bien, Rosas fortalece el Estado
la entrada que hace Florencia Dupasquier
argentino, sus fronteras, sus flujos mer-
(novia de Daniel) a la casa de María Jo-
cantiles internacionales y regionales y
sefa Ezcurra (cuñada de Rosas), cuando
coordina el movimiento de capital hacia
ordena a un criado preguntar si podía ser
su territorio. Por obvias razones políticas,
recibida por su patrona:
el narrador hace énfasis en que es injusto
El tono imperativo de esta orden y ese criticar a los emigrados de traidores y
prestigio moral que ejercen siempre vendidos al extranjero, por ello habla de
las personas de clase sobre la plebe, la siguiente manera:
cualquiera que sea la situación en que
están colocadas, cuando saben soste- (…) los emigrados argentinos, tantas
nerse a la altura de su condición, influyó veces acusados de vender y sacrificar
instantáneamente en el ánimo de los los intereses y derechos de su país, en
seis personajes que, por una ficción sus relaciones con el extranjero (…) La
repugnante de los sucesos de la época, alianza con el extranjero era el caballo
osaban creerse, con toda la clase a que de batalla de don Juan Manuel de Ro-
pertenecían, que la sociedad había roto sas, y de su partido, para estigmatizar a

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Revista Temas

sus contrarios (…) (Mármol, 2010, pp. dio de patadas a la civilización y a la jus-
530-531). ticia, desde que ellas quisieron poner un
límite a sus instintos naturales. Rosas lo
Por su parte, Rosas creó un Estado comprendió, y, sin la corona de oro en
capaz de mantener un control de lo que su cabeza, puso su persona de caudillo
salía y entraba al territorio, con las obvias donde faltaba el monarca, y un ídolo
restricciones de una circunstancia de imaginario con el nombre de ‘Federa-
guerra civil intensa y generalizada. ción’ donde faltaban el predicador y el
franciscano” (Mármol 2010, p. 141).
5. En quinto lugar, el Estado tiene como
tarea la creación de formas de con- 6. La sexta tarea del Estado es, descom-
trol, medición y regulación de todos poner, recomponer y transformar o re-
los sujetos y objetos existentes de su gular la velocidad de lo que se mueve
territorio. en su espacio.
En el mismo sentido de lo expuesto En la novela Rosas se identifica con el
anteriormente, los unitarios tenían un Estado, y en este sentido este personaje
proyecto claro de control social y de mueve todos los hilos del poder y tiene
estriamiento de todos los espacios de un control sobre la velocidad de los flujos
la vida social, utilizando una estrategia que se mueven en su espacio. A pesar
“civilizatoria”. Desafortunadamente para del estado de guerra que domina toda la
ellos, esos planes fueron frustrados por acción de la novela, Rosas mantiene un
las condiciones políticas internas, por centro de acción que le permite controlar
las cambiantes correlaciones de fuerza las velocidades de lo que se mueve en la
y por la incapacidad de llevar a cabo un ciudad y en todo el territorio.
proyecto común, o como el narrador y
su personaje Daniel, lo aseveran a través En este sentido pueden entenderse las
de toda la obra, por el individualismo y la siguientes palabras de Rosas al ministro
falta de un proyecto y una acción común. inglés:
Y es otra vez Rosas quien con su instinto Los unitarios –continuó– no han tenido
y su acervo gauchesco comprende, in- hasta hoy, ni tendrán nunca lo que les
terpreta y actúa de la forma “correcta”, falta para ser fuertes y poderosos, por
esto es, utilizando las fuerzas exteriores al más que sean muchos y con tan buen
Estado y usándolas a su favor, en contra apoyo. Tienen hombres de gran capa-
del modelo civilizatorio ilustrado. Afirma cidad, tienen los mejores militares de
el narrador: la república, pero les falta un centro de
acción común: todos mandan, y por lo
Y si hubiera sido posible que en medio mismo, ninguno obedece. Todos van a
de la epopeya dramática de nuestra un mismo punto, pero todos marchan
revolución las utopías no hubiesen por distinto camino, y no llegarán nun-
herido la imaginación de nuestros ca (…) Entonces (…) cuando se tienen
mayores, el porvenir les habría debido tales enemigos, el modo de destruirlos
grandes bienes si en vez de los sueños es darles tiempo a que se destruyan
constitucionales, y de su quimérica re- ellos mismos, y eso es lo que hago yo
pública, hubiesen consultado la índole (Mármol, 2010, p. 166).
y la educación de nuestro pueblo para
la aceptación de su forma política y de La forma de acción sui generis de
gobierno; y su ignorancia y sus instintos Rosas, su capacidad para conocer el pen-
de raza para la educación de moral y de samiento del otro, su forma de ocupar el
hábitos que era necesario comenzar a espacio, su tenacidad en la adversidad lo
darle (…) Y así, ese mismo pueblo (…) hace capaz de regular la velocidad con la
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Revista Temas

que los acontecimientos se van dando, lizada. Esto puede ser visto en la novela
siempre, sin embargo, aprovechando la en los comentarios que el narrador realiza
forma de acción de la máquina de guerra, sobre ella:
pues la sorpresa, el desorden, la inmedia-
Esta señora, sin embargo, no obraba
tez, la sagacidad son sus mejores armas.
por cálculo, no: obraba por pasión
7. Finalmente, y como resumen de lo ex- sincera, por verdadero fanatismo por la
presado en las otras tareas del Estado, Federación y por su hermano; y ciega,
se encuentra la de capturar la máquina ardiente, tenaz en su odio a los unitarios,
de guerra para servirse de sus armas, era la personificación más perfecta de
afectos y enunciados. esa época de subversiones individuales
y sociales que había creado la dictadura
Como ya se ha observado, el Estado de aquél (…) Desasociados los hombres,
argentino que se va constituyendo a partir aislados los sentimientos de la justicia
de Rosas y de la guerra, se apodera de las y de la moral, de la virtud y del decoro,
armas de la máquina de guerra gauches- fueron aniquilados al empuje violento
ca. En la novela, la técnica de María Josefa del crimen asociado y organizado por
Ezcurra es un buen ejemplo de este giro un gobierno cuyo objeto era ése única-
hacia el estriamiento y la dominación es- mente, y que explotaba para conseguirlo
tatal, a través de la utilización de las armas todos los malos instintos de una plebe
ignorante y apasionada, que buscaba
de la máquina de guerra. Precisamente,
el momento de reaccionarse contra un
hablando con Manuela Rosas afirma:
orden de cosas civilizado, que empezaba
a oprimir en ella la expansión de sus ha-
• Pero no es época de espadas (…) sino
bitudes salvajes (Mármol, 2010, p. 181).
del puñal. Porque es a puñal que deben
morir todos los inmundos salvajes as- Esa misma pasión se encuentra en “las
querosos unitarios, traidores a Dios y negras”, que se convierten en un arma
a la federación (…) fundamental de Rosas y en un apoyo a
su estilo de gobierno: “Los negros (…)
• El puñal, esa es el arma que deben fueron los principales órganos de dela-
tener los buenos federales – Continuó ción que tuvo Rosas” (Mármol, 2010, p.
doña María Josefa. 721). En efecto, es una mujer negra la que
delata a los protagonistas y finalmente
• ¡Cabal, el puñal! Gritó Salomón.
da las pistas para que sean encontrados
• ¡Sí, que mueran a puñal, a puñal –Repi- y eliminados. Ella es la contracara de
tieron otros, y todos enseguida hicieron Daniel, pues si este ejercía como bisagra
este magnífico coro de la Federación. entre unitarios y federales, permitiendo
al narrador abrir los espacios de ambos
• ¡A puñal, pero en el pescuezo! –Dijo al conocimiento del lector, la criada ne-
doña María Josefa, relampagueándole gra permite crear la contigüidad de los
los ojos (Mármol, 2010, p. 589). espacios literarios totales de la novela,
a saber: el ciclo que va de la apertura
Por su parte, la misma María Josefa Ez- de la narración, con el intento de huida
curra es un buen ejemplo de cómo Rosas de Eduardo y la aparición de Daniel, a la
generó en la población un sentimiento, venganza del sistema represivo de Rosas,
que él supo capitalizar a su favor. Si la que no permite la huida de los amantes-
máquina de guerra es un sentimiento, amigos traidores.
el dictador generó ese sentimiento y lo
puso al servicio de la consolidación del La captura de la máquina de guerra
Estado de forma consecuente y genera- por Rosas se hace explícita en la forma
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Revista Temas

como este lucha, pues usa el desorden, que el oído, como la vista, se intrigase
el sigilo, la sorpresa como una manera también (Mármol, 2010, p. 669).
de ser y como estrategia política. Esto se
El narrador, unitarista, critica a Rosas
expresa en la novela como una pregunta,
precisamente su falta de ciencia, de mé-
en relación con el campamento de batalla
todo. En Rosas, afirma, existía “(…) una
dispuesto por él, a saber:
completa ausencia de las nociones más
¿Dónde duerme Rosas? (…) ¿Dónde simples del arte de la guerra (…)” (Már-
estaba? Con el poncho y la gorra de su mol, 2010, p. 692). El “héroe” no tenía
asistente tendido en cualquiera otra par- “(…) más ciencia que sus instintos y su
te, donde nadie lo hallara ni lo conociera sagacidad, puramente orgánicos, pura-
(…) Aquel hombre, de una naturaleza mente animales” (Mármol, 2010, p. 692).
de bronce, que acababa de pasar la Y es precisamente esto lo que lo hacía tan
noche con las mismas comodidades efectivo y exitoso, porque ocupaba los
que su caballo, o más bien, con menos espacios, controlaba las velocidades de
comodidades que el animal, llegaba, sin los movimientos y proyectaba sus armas
embargo, fresco, lozano y fuerte como hacia líneas que estriaban los espacios
si saliese de un colchón de plumas y de
y componían un ejercicio de poder nue-
un baño de leche.
vo, el estatal: eficiente en su desorden
La expresión de su semblante era adusta y estable en su caótico y en ocasiones
y siniestra como las pasiones que agita- anárquico proceder.
ban su alma (Mármol, 2010, p. 670)
Conclusiones
En el mismo sentido, su forma ma-
quínica de operar se puede apreciar en De lo expuesto se puede concluir lo
la descripción del campamento Santo siguiente:
Lugares, donde estaba apostado Rosas
1. Desde el punto de vista teórico-filo-
para “defender” la ciudad del ataque de
sófico dos elementos se oponen: por
los unitarios:
una parte, la máquina de guerra y, por
Eran centenares de carretas. la otra, el Estado.

Montes de tierra a orillas de las zanjas Pensada en relación con el Estado, la


que se habían abierto. máquina de guerra es una forma de exte-
rioridad entendida en su pura radicalidad
Cañones de batería.
frente al Estado, al que no produce sino,
Cerros de balas. por el contrario, inhibe. Se compone de
tres aspectos: Uno espacial-geográfico
Cientos de carpas formadas de cueros, habitado por el nómada, que transita
y esparramadas en el mayor desorden. un espacio abierto, liso, indefinido, no
Caballadas, armas, soldados, mujeres, comunicante, vive una temporalidad in-
galeras, todo confundido y en el más finita y se mueve con una velocidad que
completo desarreglo. se realiza en forma de torbellino, con la
posibilidad de surgir, de aparecer y for-
Y el toque de diana en los batallones; la marse en cualquier momento y punto,
corneta de la caballería; la algazara del en un ejercicio permanentemente de
cuerpo de indios; la gritería de la negras; reterritorialización en la propia desterri-
el movimiento de los caballos; el grito torialización, y de devenir de acuerdo
del gaucho enlazándolos, toda a la vez con sucesiones de operaciones locales
venía a formar un ruido indefinible, para ilimitadas que nunca terminan, nunca ce-
san, son infinitas. Un aspecto aritmético o
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Revista Temas

algebraico en cuanto en ella los números En este sentido, el esquizoanálisis


(lo que se desplaza en el espacio liso, emprendido en este trabajo ha intenta-
«Número numerante»), pueden cambiar do mostrar el deseo, inmediatamente
de función y combinación dentro de práctico, inmediatamente político, de los
estrategias específicas y el asunto no es individuos, del grupo o de la sociedad.
ya la cantidad, sino la composición y la Y esto se realizó en cuanto, en la lectura
organización. Y, finalmente, un aspecto filosófica de Deleuze y Guattari, primero
afectivo por el que los enunciados no se está la política y luego el ser, en cuanto
dan sueltos sino sutilmente conectados ella establece las coordenadas según las
por un agenciamiento, pues los cuerpos, cuales las líneas que componen los vec-
los signos y los objetos son piezas hetero- tores de la sociedad adquieren sentido.
géneas organizadas y compuestas dentro Se trata de un pensamiento contrario al
de una economía de acción en la que la Estado, enlazado, en su soledad, con un
violencia se hace duradera o incluso ilimi- pueblo futuro, con una tribu, con una fuer-
tada. Se trata, entonces, de evitar e inven- za que destruye la imagen y sus copias,
tar pasiones y deseos, de componerlos y el modelo y sus reproducciones, toda po-
organizarlos en un espacio abierto y liso sibilidad de subordinar el pensamiento a
de creación infinita, como respuestas, un modelo de lo Verdadero, de lo Justo o
como “descargas rápidas de la emoción” del Derecho. Se trata de un pensamiento
y como proyectiles que devienen armas, sin “método”, habitando un espacio liso,
al igual que las armas devienen afectos. como el vampiro, sin modelo, ni copia,
Como contraria al Estado, la máquina de ni imagen.
guerra se fundamenta en una economía
de la violencia, en la medida en que la 2. Desde la lectura filosófica de la novela
hace duradera e ilimitada. Amalia tenemos que, a pesar de la
cruel y sangrienta confrontación entre
Por su parte, el Estado con sus siete los dos bandos opuestos (federalistas
tareas (estriar el espacio, vencer el noma- y centralistas), sus acciones no son
dismo y controlar las migraciones, reivin- contradictorias sino coincidentes en
dicar sus derechos contra lo “exterior”, lo fundamental.
capturar todo tipo de flujos, crear formas
de control, medición y regulación de En efecto, Rosas dispone un poder que
todos los sujetos y objetos existentes de hace posible la captura de la máquina de
su territorio, descomponer, recomponer guerra para construir el Estado. Él logra
y transformar o regular la velocidad de lo lo que los unitarios deseaban realizar y
que se mueve en su espacio y, capturar la ordena y estría todos los órdenes de la
máquina de guerra para servirse de sus vida en pro del Estado-nación in nuce.
armas, afectos y enunciados), aparece “‘Los unitarios son demasiado ilustrados
espontáneamente, no es producto de un relativamente a nuestros pueblos’, de-
proceso ni culminación de un desarrollo cían los federales en tiempo del debate
progresivo. En este sentido han aparecido constitucional; ‘y no pueden mandarlos,
tres formas específicas de Estado, sien- porque los pueblos no entenderían su
do la última la forma del Estado-nación civilización’” (Mármol, 2010, p. 555).
capitalista. El ejercicio del poder en el La forma de Estado que triunfa en
Estado-nación no se reduce a la fórmula Argentina es sui generis, pues en sus orí-
“represión-ideología”, pues supone, más genes está el caudillismo, el populismo y
bien una subjetivación colectiva, como el enfrentamiento entre facciones que no
proceso de sujeción a un doble poder: “la se ponen de acuerdo sobre la forma cómo
esclavitud maquínica y la sujeción social”. ejercer el control social. El desprecio por
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Revista Temas

los “no civilizados”, por un lado, o su Finalmente, la dictadura de Rosas


utilización, por el otro, conducen ambos consolida la línea que bosqueja el Estado-
a un control de la población, a su captura nación argentino. De ahí las visiones en-
como armas en sus luchas mutuas, sin fin, contradas, puesto que si, por una parte,
sin horizonte. Por ello, el Estado argentino los revolucionarios de Mayo pretendían,
se muestra, precisamente porque está en a partir de una idea civilizatoria, crear un
disputa continua, precario y violento, por- Estado moderno, dadas las circunstancias
que ha capturado la máquina de guerra de anarquía en la que estaba inmerso
en su sentido más radical para imponer el territorio, surge la idea de Rosas, de
un desorden que se tambalea pero que construir un Estado fundado o apoyado
nunca cae, el desorden argentino del en la “nación gaucha”, en lo telúrico,
Estado. En este sentido se puede inter- cooptando las gentes, las idiosincrasias,
pretar lo que el narrador expresa sobre los anhelos y las formas de ser en el
el ejercicio del poder estatal: “(…) ya no mundo de los indios, negros, mestizos
habría que luchar contra el tirano, sino para construir una identidad estriada y
contra los resabios de la tiranía” (Mármol, controlada y a partir de ahí desarrollar
2010, p. 752). códigos adaptados al territorio concreto
y a través de ello instaurar un régimen
Los negros, las mujeres negras y la de poder estatal estable. La lectura de la
“plebe” en general juegan un papel funda- novela permite ver cómo el Estado, para
mental, porque Rosas, del que se dice que poderse mantener y legitimarse como
“(…) había triunfado sin vencer” (Mármol, “razón universal”, tenía que capturar la
2010, p. 752) los captura para su propósi- máquina de guerra, es decir, tenía que
to sociopolítico, pues lo que quedaría de desarrollar mecanismos de integración
toda la confrontación es su forma típica o eliminación física, si era el caso, de la
de realizar el Estado, su específica manera exterioridad, de lo nómada, lo cambiante
de imponerse a la máquina de guerra. Sin y lo liso, opuesto al orden propio de la
embargo, a la vez representan la forma organización estatal.
concreta en que la máquina de guerra,
sus líneas de fuga y sus agenciamientos Referencias
seguirán siendo una constante en todo
el territorio. Es precisamente esta multi- Deleuze, G. y Guattari, F. (2012). Mil mesetas. Capitalismo
y esquizofrenia. Valencia: Editorial Pre-textos.
plicidad de líneas y de exterioridades las Mármol, J. (2010). Amalia. Madrid: Cátedra.
que mantendrán al Estado en permanente Silva, A. (2001). El pensamiento positivista en América
inestabilidad y precariedad y mantendrán Latina: el caso de Domingo F. Sarmiento. Revista
Humanidades, 1(30), 43-70. Bucaramanga:
las puertas abiertas a un pensamiento Facultad de Ciencias Humanas Universidad
Industrial de Santander.
contrario, tribal, de ruptura y rebasamien-
to de los espacios estriados impuestos en
su ejercicio “verdadero” de poder.

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