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La Máquina de Guerra y El Devenir Del Estado Una Lectura de Amalia
La Máquina de Guerra y El Devenir Del Estado Una Lectura de Amalia
Resumen
Máquina de guerra y Estado son dos conceptos fundamentales en la filosofía de Deleuze y Guattari, en la medida en
que representan dos formas de ser y devenir de la realidad humana. El devenir Estado, en el sentido de capturar la vida
para reglarla y estriarla, puede ser visto fundamentalmente desde dos perspectivas: una macro (grandes movimientos
históricos y políticos) y una micro (juegos de los individuos como tal y de sus vidas que se realizan en un conjunto de
agenciamientos singulares, moleculares).
El objeto de este artículo5 es mostrar cómo la filosofía de Deleuze y Guattari ayudan a develar de forma crítica uno
de los núcleos fundamentales de la novela Amalia, de José Mármol, a saber: la constitución del Estado en un territorio
específico (Argentina) en la medida en que captura la misma guerra y la hace funcional a su devenir y materialización.
La tesis de este trabajo será, en este plano de comprensión la siguiente: la guerra entre federales y centralistas que
se narra en la obra puede ser entendida como la forma en la que el Estado argentino se constituye a partir de las con-
tradicciones, singularidades y pluralidades representadas por las acciones de sus personajes. La máquina de guerra
permanece y se mantiene a pesar de que lo que se constituye, desde el punto de vista de la “historia universal”, es el
Estado nación moderno.
Palabras clave
Máquina de guerra, Estado, Amalia, esquizoanálisis, agenciamiento.
1 Artículo de reflexión.
2 Jorge Francisco Maldonado Serrano. Profesor Asociado de la Escuela de Filosofía de la Universidad Industrial de Santander. Doctorado por la
Universidad Autónoma de Madrid, maestría por la Pontificia Universidad Javeriana, Sede Bogotá; especialización en Docencia Universitaria por
la Universidad El Bosque, Bogotá; Licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad Santo Tomás. Autor de diversos artículos en las áreas de
filosofía política y de la relación entre filosofía y arte, especialmente la música. Autor del libro: Música y creación en el pensamiento de Gilles
Deleuze: De la pedagogía del concepto a la filosofía de la música. Coautor de los libros: Universidad, músicas urbanas, pedagogía y cotidianidad;
La inmanencia de lo político y, Carlos Marx y la crítica de los derechos. Escuela de Filosofía, Edificio Ciencias Humanas. Universidad Industrial
de Santander. Correo electrónico: jmaldona@uis.edu.co.
3 Mario Palencia Silva. Profesor titular de la Escuela de Filosofía de la Universidad Industrial de Santander (UIS). Licenciado en Filología e Idiomas,
especialista en Docencia Universitaria, magíster en Literatura Latinoamericana, y doctorando en Literatura. Premio Nacional de Excelencia en
Investigación del Ministerio de Cultura 1999. Ganador del Segundo Concurso Nacional de Investigación de la Universidad Nacional y el Ministerio
de Cultura: Colección Homenajes, 2001. Autor de: El arte de gorriar, Para gozar he leído; Coautor de: La inmanencia de lo político, Razón y
sentido en lo humano en Sandor Marai, Sentido de justicia en Marai; Novelas Santandereanas, vols. 1, 2, 3, 4, 5; Narrativa de las guerras
civiles colombianas, vols. I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX. Escuela de Filosofía, Edificio Ciencias Humanas. Universidad industrial de Santander.
Correo electrónico: palencia@uis.edu.co.
4 Alonso Silva Rojas. Profesor titular de la Escuela de Filosofía de la Universidad Industrial de Santander. Doctor en Ciencias Sociales (Ciencias
Políticas) y magíster Artium por la Universidad Tubinga, Alemania; Baccalaureatus Philosophiae, Uni. Angelicum, Roma, Italia, y especialista
en Docencia Universitaria por la Universidad Industrial de Santander. Publicaciones en el área de la filosofía política. Autor del libro: I. Kant:
Educación y emancipación; coautor de los libros: ¿Más allá de la filosofía moderna? Un diálogo con los contemporáneos; La inmanencia de
lo político; Lenguaje y Derecho: Habermas y el debate iusfilosófico; Carlos Marx y la crítica de los derechos; y, Novelas santandereanas del
siglo XIX, vols. 1, 2, 3 y 4. Dirección de proyectos de investigación: Perspectivas de la modernidad (…) y La crítica de Marx a los derechos
humanos. Dirige el grupo Politeia (con clasificación B-2015, Colciencias). Ponente en eventos académicos nacionales e internacionales. Escuela
de Filosofía. Edificio Ciencias Humanas. Universidad Industrial de Santander. Correo electrónico: asilva@uis.edu.co.
5 Este artículo es resultado de la investigación financiada con recursos de la Universidad Industrial de Santander, titulada: “Análisis de la propuesta
de lectura filosófica de la literatura desarrollada por Deleuze-Guattari a propósito de las obras precursoras de la novela de la dictadura en América
Latina, Amalia y Tirano Banderas (Código 1377).
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Abstract
War machine and state are two fundamental concepts in the philosophy of Deleuze and Guattari insofar as they re-
present two ways of being and becoming of human reality. The becoming of the State, in the sense of capturing, striate
and rule the life can be seen mainly from two perspectives: a macro (major historical and political movements) and micro
(individuals playing as such and making their lifes as a set of unique assemblages, molecular).
The purpose of this article is to show how the philosophy of Deleuze and Guattari help to critically understand one
of the fundamental cores of the novel Amalia by Jose Mármol, namely: the state constitution in a specific territory (Ar-
gentina) to the extent as it captures the war machine and made it functional to its future and realization. The thesis of
this work is, at this level of understanding, as follows: The war between federalists and centralists told in the novel can
be understood as the way in which the Argentine state is constituted from contradictions, singularities and pluralities
represented by the actions of his protagonists. The war machine remains and remains even though what constitutes,
from the point of view of “world history”, is the modern nation state.
Keywords
War machine, State, Amalia, schizoanalysis, agency.
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los modelos con relación a la axiomática interior y exterior, establece una unidad
(Deleuze y Guattari, 2012, p. 464). fundamental de los flujos y movimientos.
4) La potencia: el ejercicio de la fuerza y
Los Estados naciones modernos, esto
la violencia, tanto en el interior de los Es-
es, “(…) los modelos de realización inma-
tados como en el ámbito internacional, se
nentes para una axiomática de los flujos
da en el marco de la búsqueda de la “paz”,
descodificados” (Deleuze y Guattari, 2012,
la guerra es parte de la paz. 5) Tercero
p. 460).
incluido: lo que en los inicios del capita-
Los Estados nacionales modernos lismo constituía la periferia ha devenido
(que son los que interesa analizar en centro y en el centro se ha creado peri-
cuanto la tesis de este trabajo, como ya feria. La totalidad del axioma capitalista
se anotó, es que la novela Amalia puede se constituye a partir de mecanismos de
leerse en el contexto de la constitución inclusión-exclusión que operan ya a nivel
del Estado en la Argentina de comienzos global. 6) Minorías: están representadas
del siglo XIX) tienen dos elementos esen- por las masas, por los conjuntos difusos
ciales de composición: el capitalismo y el no numerables, no axiomatizables que
Estado-nación. constituyen multiplicidades de fuga o de
flujo y son coexistenciales al capitalismo
En primer lugar, el capitalismo es, se- mismo. Estas minorías pueden componer
gún Deleuze y Guattari una “axiomática” relaciones económicas y sociales que ya
con los siguientes elementos: 1) Adjun- no pasen por la axiomática capitalista ni
ción y sustracción: en el capitalismo no por la forma Estado. Es un devenir no
existe un solo axioma dominante sino que numerable, devenir mujer así se sea mas-
supone añadir, eliminar, multiplicar, crear culino o femenino, o devenir no-blancos
axiomas, para los niños, los jóvenes, las así se sea blanco, amarillo o negro. 7)
mujeres, los socialdemócratas, los inte- Proposiciones indecidibles: el capitalismo
lectuales, los deportista, etc. Y esto es así mantiene su axiomática solo creando
por cuanto los axiomas del capitalismo flujos que escapan a esa axiomática, que
“(…) no son evidentemente proposicio- constituyen el germen y el lugar de los
nes teóricas, ni fórmulas ideológicas, sino movimientos revolucionarios.
enunciados operatorios que constituyen
la forma semiológica del Capital, y que Todos estos elementos son esenciales,
entran como partes componentes en los pues representan las formas de funciona-
agenciamientos de producción, de circu- miento, de mantenimiento y de desbor-
lación y de consumo” (Deleuze y Guattari, damiento del capitalismo. En general, sin
2012, p. 466). El eje central no es el mante- embargo, debe tenerse en cuenta, porque
nimiento de una ideología, sino el control es importante en relación con el objeto de
de los flujos mediante la multiplicación o este trabajo investigativo, que las fuerzas
la sustracción de axiomas dependiendo revolucionarias son aquellas que quieren
de la necesidad práctica concreta. 2) destruir, o desbordar al Estado, no aque-
Saturación: Los límites del capitalismo llas que lo que buscan es introducir o
son sus propios límites. Las luchas en su consolidar una determinada axiomática al
interior se originan por conflictos en torno interior mismo del capitalismo. Deleuze y
a la vigencia de un axioma determinado. Guattari lo afirman de la siguiente mane-
La eliminación de un axioma supone ra: se trata es de destruir el equilibrio de
la creación de otro que lo reemplaza o los conjuntos numerables, y
complementa. 3) Modelos, isomorfía: (…) si las minorías no constituyen Esta-
existe solo un mercado internacional dos viables, cultural, política y económi-
que, si bien se divide en su parte estatal camente, es porque ni la forma-Estado,
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ni la axiomática del capital, ni la cultura intensa y fuerte, dentro del marco de una
correspondiente les convienen (…) el axiomática capitalista de flujos descodifi-
problema de las minorías es más bien cados. En este contexto, el Estado-nación
acabar con el capitalismo, redefinir el cumple una función central en cuanto
socialismo, constituir una máquina de en el marco “(…) de las subjetividades
guerra capaz de responder a la máquina nacionales, es donde se manifiestan los
de guerra mundial, con otros medios (…) procesos de subjetivación y las sujecio-
(Deleuze y Guattari, 2012, p. 475). nes correspondientes (Deleuze y Guattari,
En segundo lugar, el concepto de 2012, p. 642). De esta manera, en el marco
Estado-nación es comprendido por los del Estado-nación, el capitalismo “(…)
filósofos como un modelo de realización, restaura e inventa, bajo nuevas formas
esto es algo que no es dado forzosamente devenidas técnicas, todo un sistema de
sino que es creado en la medida en que esclavitud maquínica” (Deleuze y Guattari,
tiene lugar una desterritorialización de 2012, p. 642).
los territorios y una descodificación de Ahora bien, el ejercicio del poder en el
la población, en un proceso de recom- Estado-nación no se reduce a la fórmula
posición operado por el Estado que da la “represión-ideología”, en cuento se funda
consistencia a la nueva tierra y al nuevo en
territorio. Así:
(…) procesos de normalización, de mo-
El flujo del trabajo puro crea el pueblo, dulación, de modelación, de informa-
al igual que el flujo de Capital crea la ción, que se basan en el lenguaje, la per-
tierra y su equipamiento. En resumen, cepción, el deseo, el movimiento, etc.,
la nación coincide con la operación de y que pasan por microagenciamientos.
una subjetivación colectiva, a la que Este conjunto implica a la vez sujeción y
corresponde el Estado moderno como esclavitud, llevadas a los extremos como
proceso de sujeción (Deleuze y Guattari, dos partes simultáneas que no cesan de
2012, p. 461). reforzarse y alimentarse la una de la otra
Y, sujeción ¿a qué?: a la axiomática (…)” (Deleuze y Guattari, 2012, p. 463).
capitalista que convierte al Estado en su De esta manera lo que se tiene es una
modelo de realización. De esta forma, doble operación, a saber, la sujeción y la
las naciones devienen “(…) las formas esclavitud, como dos caras de la misma
vivas y pasionales en las que se realizan moneda.
fundamentalmente la homogeneidad
cualitativa y la competencia cuantitativa c. Agenciamiento, máquina de guerra y
del capital abstracto” (Deleuze y Guattari, “esquizoanálisis”
2012, p. 461).
Como la máquina de guerra se funda-
Como modelo de realización el Estado- menta en una economía de la violencia,
nación moderno somete al ser humano a en la medida en que la hace duradera e
un doble poder: “la esclavitud maquínica ilimitada, es un invento nómada ligado a
y la sujeción social”. En efecto, afirman los ganaderos, en cuanto la ganadería y la
Deleuze y Guattari, los hombres se con- doma se basan en un sistema proyector
vierten en piezas constituyentes de una y proyectil. Según Deleuze y Guatarri el
máquina, controlados y direccionados guerrero tiene en la montura su primer
por una unidad superior y sujetos a la proyector, lo que permite comprender
máquina como obreros, usuarios, con- cómo la máquina de guerra libera el
sumidores, etc. Esta sujeción social a vector Velocidad como variable libre e
las máquinas se ha hecho cada vez más independiente y permite el devenir ani-
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poder contra todo aquello que amena- funda precisamente en esta capacidad.
ce desbordarlo (revolución, guerrilla, El fracaso de los unitarios consiste, por
rebelión). el contrario, en haber partido de una idea
universal sin tener en consideración las
En efecto, y como en todo lo demás, reales condiciones de la vida social. Para
Rosas será el personaje principal de crear Rosas, por el contrario, es a partir de ahí,
las condiciones de posibilidad de la reali- del gaucho mismo, que se puede captu-
zación de esta función. Su enfrentamiento rar lo necesario para construir, edificar
con los unitarios tiene como trasfondo el constructo de poder estatal moderno.
precisamente esta preocupación, pues
él había logrado dominar a los indios 2. La segunda tarea del Estado hace re-
de las provincias y veía cómo la élite no ferencia a la derrota del nomadismo y
era capaz de ponerse de acuerdo con el el control de las migraciones.
gobierno. Esto generaba guerras y en-
frentamientos a muerte entre antiguos Este era fundamentalmente el proyec-
aliados y creaba confusión y desorden en to propuesto por los unitarios, pues se
la base social dominada. Así se entiende trataba de estriar las condiciones en las
que Rosas le diga a Victorica, su jefe de que los grupos rurales y urbanos vivían.
policía, lo siguiente: “¿Sabe usted por qué Estos parámetros aparecen en la novela
ha estado el país siempre en anarquía? a través de los comentarios introducidos
Porque cada uno sacaba el sable para por el narrador. En efecto, la pregunta por
pelear con el Gobierno el día que se le lo que los unitarios pretendían se puede
antojaba” (Mármol, 2010, p. 147). responder a partir de sus afirmaciones:
Pero el pensamiento de Mayo había be-
En el mismo sentido, Daniel Bello, per-
bido sus inspiraciones en fuente harto
sonaje clave en la composición de la obra,
caudalosa, para poder conformarse con
que actuaba a favor de los unitarios infil-
asignar a la revolución los límites de una
trado en las altas esferas de la sociedad
independencia política, y de una libertad
bonaerense, afirmará, en este sentido, civil solamente (…) Era una revolución
que el control de Rosas se ha logrado, totalmente social lo que buscaba (Már-
pues es capaz de disuadir a todos los mol, 2010, p. 579).
que parecen oponérsele o simplemente
desobedecerle: En efecto, sus pretensiones, dice el
narrador, eran eminentemente transfor-
Estúdiese como se quiera la filosofía de madoras, pues se quería instaurar un
la dictadura de Rosas, y se averiguará mecanismo de Estado que controlara
que la causa de ella está en la indivi-
los flujos y los movimientos de objetos
dualización de los ciudadanos. Rosas
y sujetos.
no es dictador de un pueblo (…) Rosas
tiraniza a cada familia en su casa, a cada Esto suponía un proyecto utópico de
individuo en su aposento; y para tal realización social modernizante, capaz
prodigio no necesita, por cierto, sino un de mantener cohesionada la sociedad,
par de docenas de asesinos (Mármol, dentro de un fuerte impulso económico
2010, p. 321). y de control político. Vuelve el narrador
La novela muestra cómo Rosas y su a comentar lo expuesto, ahora de la si-
dictadura constituyen un ejemplo que guiente manera:
hace saltar a la vista la forma como el Romper con las viejas preocupaciones
Estado tiene que estriar, sin contempla- españolas en política, en comercio,
ciones de ningún tipo, el territorio y sus en literatura, y hasta en costumbres,
habitantes. Su éxito, como se verá, se cuando el pueblo se las fuese dando a
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sí mismo, era imprimir a la revolución que el suyo propio, y sin temor de ser
el movimiento reformador del siglo; alcanzado por nadie (…) está rodeando
era ponerse a la altura de las ideas de la siempre, como una tempestad, de los ho-
época (Mármol, 2010, p. 580). rizontes de las ciudades” (Mármol, 2010,
p. 576). Es un peligro, una amenaza que
En concreto, el proyecto unitario se
hay que controlar, eliminar.
proponía una cosa fundamental, a saber,
acabar con el “gaucho”, la máquina de Pero no son precisamente los unitarios
guerra que amenaza la “civilización” es- los que lograrán acabar con el gaucho,
tatal. ¿Quién es el gaucho? Es el hombre como nómada libre y tribal, en continua
generado y educado por la naturaleza exterioridad al orden y la instrumentali-
argentina, que lucha con ella y aprende de zación del Estado, sino sus oponentes,
ella (Silva, 2001). En su niñez tiene la ex- esto es, los federales. Y Rosas jugará un
periencia de la inmensidad, la intemperie, papel fundamental en ello, por cuanto
la soledad, las tormentas que constituyen no los elimina sino que los coopta, los
la conciencia de su valor y sus medios. incorpora, los captura en el Estado que
Lucha siempre contra las necesidades, los está empeñado en construir. Sobre este
elementos y los peligros, lo que lo hace punto vuelve a aclarar el narrador:
un hombre melancólico que debe deve-
nir soberbio en la medida en que triunfa El caudillo del gaucho es siempre el
sobre estas rudas condiciones. Luego, mejor gaucho. Él tiene que alcanzar ese
vienen dos actividades que lo marcan puesto con pruebas materiales, conti-
en su carácter: el montar a caballo y el nuadas y públicas. Tiene que adquirir
su prestigio sobre el lomo de los potros;
cuidar ganado.
con el lazo en la mano; entre las charcas
El caballo concluye la obra de la natu- de sangre; durmiendo a la intempe-
raleza: es el elemento material que con- rie; conociendo palmo a palmo todas
tribuye a la acción de su moral. Criado nuestras campañas; desobedeciendo
sobre él, la inmensidad de los desiertos constantemente a las autoridades civiles
se limita y apoca para aquel que la y militares; y burlando y hostilizando día
atraviesa al vuelo de su caballo. Criado por día cuanta mejora industrial, cuanta
sobre él, se hace su déspota y su amigo disposición y cuanto hombre llega de
al mismo tiempo. Sobre él, no teme ni a las ciudades a la campaña.
los hombres ni a la naturaleza; sobre él
¡Sin estas condiciones principales es
es un modelo de gracia y de soltura, que
inútil pensar en acaudillar los gauchos!
no debe nada, ni al indio americano, ni
¡Pero el que las posee y sabe ostentar-
al jinete europeo (Mármol, 2010, p. 575).
las a tiempo, ése es su caudillo, que los
A su vez, la cría de ganado lo acostum- conduce y hace de ellos lo que mejor le
bra a verter sangre, lo cual viene a conver- place (…) Ese hombre era Rosas (Már-
tirse en el gaucho “(…) de ocupación en mol, 2010, pp. 576 y 582).
necesidad, y de necesidad en diversión” En efecto, los miembros de la “Mas-
(Mármol, 2010, p. 576). horca”, se nos narra, fueron escogidos
En esta medida, el gaucho vive en una dentro de estos elementos “gauchos”
permanente línea de fuga, en continua existentes en la ciudad o traídos a ella
exterioridad a la ciudad, la civilización o a propósito. De esta forma, la campaña
al Estado. Desprecia sus leyes, sus regula- invade, somete y gobierna al “civilizado”.
ciones, su “justicia”. Como el gaucho “(…) De esta manera, la máquina de guerra
tiene su caballo, su cuchillo, su lazo y los gauchesca es el arma de la que el Estado
desiertos, donde ir a vivir sin otro auxilio se vale, a través de Rosas y sus agentes,
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sus contrarios (…) (Mármol, 2010, pp. dio de patadas a la civilización y a la jus-
530-531). ticia, desde que ellas quisieron poner un
límite a sus instintos naturales. Rosas lo
Por su parte, Rosas creó un Estado comprendió, y, sin la corona de oro en
capaz de mantener un control de lo que su cabeza, puso su persona de caudillo
salía y entraba al territorio, con las obvias donde faltaba el monarca, y un ídolo
restricciones de una circunstancia de imaginario con el nombre de ‘Federa-
guerra civil intensa y generalizada. ción’ donde faltaban el predicador y el
franciscano” (Mármol 2010, p. 141).
5. En quinto lugar, el Estado tiene como
tarea la creación de formas de con- 6. La sexta tarea del Estado es, descom-
trol, medición y regulación de todos poner, recomponer y transformar o re-
los sujetos y objetos existentes de su gular la velocidad de lo que se mueve
territorio. en su espacio.
En el mismo sentido de lo expuesto En la novela Rosas se identifica con el
anteriormente, los unitarios tenían un Estado, y en este sentido este personaje
proyecto claro de control social y de mueve todos los hilos del poder y tiene
estriamiento de todos los espacios de un control sobre la velocidad de los flujos
la vida social, utilizando una estrategia que se mueven en su espacio. A pesar
“civilizatoria”. Desafortunadamente para del estado de guerra que domina toda la
ellos, esos planes fueron frustrados por acción de la novela, Rosas mantiene un
las condiciones políticas internas, por centro de acción que le permite controlar
las cambiantes correlaciones de fuerza las velocidades de lo que se mueve en la
y por la incapacidad de llevar a cabo un ciudad y en todo el territorio.
proyecto común, o como el narrador y
su personaje Daniel, lo aseveran a través En este sentido pueden entenderse las
de toda la obra, por el individualismo y la siguientes palabras de Rosas al ministro
falta de un proyecto y una acción común. inglés:
Y es otra vez Rosas quien con su instinto Los unitarios –continuó– no han tenido
y su acervo gauchesco comprende, in- hasta hoy, ni tendrán nunca lo que les
terpreta y actúa de la forma “correcta”, falta para ser fuertes y poderosos, por
esto es, utilizando las fuerzas exteriores al más que sean muchos y con tan buen
Estado y usándolas a su favor, en contra apoyo. Tienen hombres de gran capa-
del modelo civilizatorio ilustrado. Afirma cidad, tienen los mejores militares de
el narrador: la república, pero les falta un centro de
acción común: todos mandan, y por lo
Y si hubiera sido posible que en medio mismo, ninguno obedece. Todos van a
de la epopeya dramática de nuestra un mismo punto, pero todos marchan
revolución las utopías no hubiesen por distinto camino, y no llegarán nun-
herido la imaginación de nuestros ca (…) Entonces (…) cuando se tienen
mayores, el porvenir les habría debido tales enemigos, el modo de destruirlos
grandes bienes si en vez de los sueños es darles tiempo a que se destruyan
constitucionales, y de su quimérica re- ellos mismos, y eso es lo que hago yo
pública, hubiesen consultado la índole (Mármol, 2010, p. 166).
y la educación de nuestro pueblo para
la aceptación de su forma política y de La forma de acción sui generis de
gobierno; y su ignorancia y sus instintos Rosas, su capacidad para conocer el pen-
de raza para la educación de moral y de samiento del otro, su forma de ocupar el
hábitos que era necesario comenzar a espacio, su tenacidad en la adversidad lo
darle (…) Y así, ese mismo pueblo (…) hace capaz de regular la velocidad con la
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que los acontecimientos se van dando, lizada. Esto puede ser visto en la novela
siempre, sin embargo, aprovechando la en los comentarios que el narrador realiza
forma de acción de la máquina de guerra, sobre ella:
pues la sorpresa, el desorden, la inmedia-
Esta señora, sin embargo, no obraba
tez, la sagacidad son sus mejores armas.
por cálculo, no: obraba por pasión
7. Finalmente, y como resumen de lo ex- sincera, por verdadero fanatismo por la
presado en las otras tareas del Estado, Federación y por su hermano; y ciega,
se encuentra la de capturar la máquina ardiente, tenaz en su odio a los unitarios,
de guerra para servirse de sus armas, era la personificación más perfecta de
afectos y enunciados. esa época de subversiones individuales
y sociales que había creado la dictadura
Como ya se ha observado, el Estado de aquél (…) Desasociados los hombres,
argentino que se va constituyendo a partir aislados los sentimientos de la justicia
de Rosas y de la guerra, se apodera de las y de la moral, de la virtud y del decoro,
armas de la máquina de guerra gauches- fueron aniquilados al empuje violento
ca. En la novela, la técnica de María Josefa del crimen asociado y organizado por
Ezcurra es un buen ejemplo de este giro un gobierno cuyo objeto era ése única-
hacia el estriamiento y la dominación es- mente, y que explotaba para conseguirlo
tatal, a través de la utilización de las armas todos los malos instintos de una plebe
ignorante y apasionada, que buscaba
de la máquina de guerra. Precisamente,
el momento de reaccionarse contra un
hablando con Manuela Rosas afirma:
orden de cosas civilizado, que empezaba
a oprimir en ella la expansión de sus ha-
• Pero no es época de espadas (…) sino
bitudes salvajes (Mármol, 2010, p. 181).
del puñal. Porque es a puñal que deben
morir todos los inmundos salvajes as- Esa misma pasión se encuentra en “las
querosos unitarios, traidores a Dios y negras”, que se convierten en un arma
a la federación (…) fundamental de Rosas y en un apoyo a
su estilo de gobierno: “Los negros (…)
• El puñal, esa es el arma que deben fueron los principales órganos de dela-
tener los buenos federales – Continuó ción que tuvo Rosas” (Mármol, 2010, p.
doña María Josefa. 721). En efecto, es una mujer negra la que
delata a los protagonistas y finalmente
• ¡Cabal, el puñal! Gritó Salomón.
da las pistas para que sean encontrados
• ¡Sí, que mueran a puñal, a puñal –Repi- y eliminados. Ella es la contracara de
tieron otros, y todos enseguida hicieron Daniel, pues si este ejercía como bisagra
este magnífico coro de la Federación. entre unitarios y federales, permitiendo
al narrador abrir los espacios de ambos
• ¡A puñal, pero en el pescuezo! –Dijo al conocimiento del lector, la criada ne-
doña María Josefa, relampagueándole gra permite crear la contigüidad de los
los ojos (Mármol, 2010, p. 589). espacios literarios totales de la novela,
a saber: el ciclo que va de la apertura
Por su parte, la misma María Josefa Ez- de la narración, con el intento de huida
curra es un buen ejemplo de cómo Rosas de Eduardo y la aparición de Daniel, a la
generó en la población un sentimiento, venganza del sistema represivo de Rosas,
que él supo capitalizar a su favor. Si la que no permite la huida de los amantes-
máquina de guerra es un sentimiento, amigos traidores.
el dictador generó ese sentimiento y lo
puso al servicio de la consolidación del La captura de la máquina de guerra
Estado de forma consecuente y genera- por Rosas se hace explícita en la forma
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como este lucha, pues usa el desorden, que el oído, como la vista, se intrigase
el sigilo, la sorpresa como una manera también (Mármol, 2010, p. 669).
de ser y como estrategia política. Esto se
El narrador, unitarista, critica a Rosas
expresa en la novela como una pregunta,
precisamente su falta de ciencia, de mé-
en relación con el campamento de batalla
todo. En Rosas, afirma, existía “(…) una
dispuesto por él, a saber:
completa ausencia de las nociones más
¿Dónde duerme Rosas? (…) ¿Dónde simples del arte de la guerra (…)” (Már-
estaba? Con el poncho y la gorra de su mol, 2010, p. 692). El “héroe” no tenía
asistente tendido en cualquiera otra par- “(…) más ciencia que sus instintos y su
te, donde nadie lo hallara ni lo conociera sagacidad, puramente orgánicos, pura-
(…) Aquel hombre, de una naturaleza mente animales” (Mármol, 2010, p. 692).
de bronce, que acababa de pasar la Y es precisamente esto lo que lo hacía tan
noche con las mismas comodidades efectivo y exitoso, porque ocupaba los
que su caballo, o más bien, con menos espacios, controlaba las velocidades de
comodidades que el animal, llegaba, sin los movimientos y proyectaba sus armas
embargo, fresco, lozano y fuerte como hacia líneas que estriaban los espacios
si saliese de un colchón de plumas y de
y componían un ejercicio de poder nue-
un baño de leche.
vo, el estatal: eficiente en su desorden
La expresión de su semblante era adusta y estable en su caótico y en ocasiones
y siniestra como las pasiones que agita- anárquico proceder.
ban su alma (Mármol, 2010, p. 670)
Conclusiones
En el mismo sentido, su forma ma-
quínica de operar se puede apreciar en De lo expuesto se puede concluir lo
la descripción del campamento Santo siguiente:
Lugares, donde estaba apostado Rosas
1. Desde el punto de vista teórico-filo-
para “defender” la ciudad del ataque de
sófico dos elementos se oponen: por
los unitarios:
una parte, la máquina de guerra y, por
Eran centenares de carretas. la otra, el Estado.
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