En el último tiempo ha surgido el debate sobre si la eutanasia (definida por la rae como la acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él) debiera ser permitida en nuestro país y seguir la senda de países desarrollados como Bélgica y Holanda, en donde la eutanasia fue aprobada a principios de la década pasada, si bien es un tema muy delicado es un tema necesario a tratar. La eutanasia en los países en que está legalmente aprobada, permite a los enfermos terminales concluir anticipadamente con su vida de forma voluntaria, para así acabar con su sufrimiento y estar conscientes del momento en que su vida terminará, en ocasiones la vida se vuelve insoportable para algunas personas y la eutanasia vendría a ser la vía de escape a una enfermedad irremediable. Según la organización suiza de eutanasia Exit, el año 2013 450 personas se quitaron la vida con la ayuda de esta entidad, un aumento de más de 100 personas en comparación al año 2012, y la mayoría de los asistidos en su suicidio fueron mujeres mayores de 60 años con enfermedades incurables. El enfermo terminal tiene el derecho a decidir cómo terminar con su vida, ya que tiene plenas facultades sobre su cuerpo, si esta persona puede dimensionar las consecuencias de sus decisiones y pide voluntariamente la asistencia del suicidio no estaría cometiendo pecado alguno, más bien se le concedería su deseo de terminar dignamente su vida. En algunas ocasiones el costo de los tratamientos implicados en algunas enfermedades suele ser elevadísimo, superando con creces el presupuesto de una familia, dejando una deuda que provocaría la ruina a sus miembros solo para alargar el sufrimiento de la persona enferma, que tarde o temprano morirá debido a su enfermedad. Algunas personas argumentan en contra de la eutanasia aludiendo temas morales o religiosos, argumentando que la eutanasia no es ética, que la vida no puede ser tomada a la ligera ya que esta vida nos es concedida, es un regalo, no algo que hayamos ganado, sin embargo encuentro esta visión sesgada por un tema religioso, por un miedo a ser castigado por un “ser” superior, si hay un modo objetivo de ver la eutanasia esta es precisamente comprobando el dolor que sufren los enfermos terminales, al igual del dolor que sufren sus familiares al ver a la persona deprimida y sin fuerzas para seguir luchando por su vida. Sin lugar a dudas la eutanasia es un tema que debe ser tratado a nivel nacional y en lo posible, permitirla para enfermos terminales, pero es difícil que una idea así progrese, debido a sectores conservadores y religiosos que se encuentran reacios a discutir estos temas, estoy seguro que cuando el hombre se desligue de las concepciones religiosas, temas como el aborto, la unión homosexual y la eutanasia podrán ser tratadas desde una perspectiva objetiva que asegure la realización de estos temas que hoy en día toman más fuerza en la conciencia nacional, debido principalmente a los cambios tomados por los países desarrollados.