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Análisis del Capítulo 12: “La Reforma Católica”

Curso: Historia del Cristianismo II


Estudiante: Alfonso Ortiz Delgado

La respuesta de la iglesia católica al movimiento protestante se venía gestando antes de la reforma


de Lutero, se buscaba reformar la vida y las costumbres eclesiásticas, purificando la fe y piedad
personal; La corrupción demostrada en nombre de la fe al interior de la iglesia romana por muchos
líderes que tipificaron la oscuridad no podía apagar la llama y el fuego de una espiritualidad
genuina y sincera, por ello aparecen en Europa personajes como Isabel la Católica y Jiménez
Cisneros, quienes propusieron volver a la piedad pero sin separarse del catolicismo.

También, en este impulso reformador se manifestaron personajes que su fin fue atacar al
protestantismo, arguyendo a la fidelidad a la tradición y formas católicas. Dentro de sus
exponentes están los eruditos Juan Eck y Jacobo Latomo; Otros considerados oscurantistas como
Roberto Belarmino y César Baronio se les atribuye la sistematización de los argumentos católicos
contra el protestantismo que se conservan hasta hoy.

El deseo por demostrar que el monaquismo no estaba del todo corrompido, nacieron nuevas
órdenes que reinventaron su propósito de simple observancia ajustándolo para responder mejor a
las necesidades de la época. Por tanto, surge la orden de las carmelitas descalzas, fundada por
Santa Teresa, y la de los Jesuitas, atribuida a San Ignacio de Loyola. Ambos modelos se
especializaron uno a fortalecer los hábitos al interior de la iglesia (Carmelitas) y el otro hacia
afuera, hacia la misión evangelizadora. La orden jesuita fue considerada una de los principales
polemistas de los reformadores protestantes.

Respecto al influjo reformador del papado al interior de la iglesia católica, uno de los retos a
superar era el nepotismo, esa práctica de ocupar las plazas de cardenales y gobernadores a sus
hijos y nietos (clientelismo religioso), juegos y festejos, entre otros; el cardenal Juan Carafa en
1555 dio forma al movimiento reformador en Roma corrigiendo estos males sin dejar de lado el
tema de la inquisición.

La reforma católica vio su mayor expresión en el Concilio de Trento, se ocupó de reformar la


iglesia, exigiendo que los obispos vivieran en sus sedes, prohibiendo el pluralismo, regulando las
obligaciones del clero y estableciendo seminarios de formación ministerial. Sin embargo, las tesis
planteadas por el protestantismo no lograron imponerse y la tradición continuó con la autoridad
paralela a la escritura, la salvación se logra por buenas obras y no sólo por fe y que la eucaristía es
un sacrifico verdadero hacia los muertos.

Valorar la reforma católica como una reacción directa de la protestante puede ser vista como una
variable que influyo y aceleró el propósito de Dios en purificar su Iglesia, en medio de la oscuridad
que pueda vivir la iglesia siempre estarán presentes hombres y mujeres que son luz. No se trata de
definir que iglesia o corriente doctrinal es mejor o cual tiene la razón, se trata de ver y reconocer a
un Dios que, a pesar de los errores de su pueblo, en honor a su fidelidad y misericordia, habla y
guía por el camino de la justicia y restauración. El antiguo testamento es un claro ejemplo de esto.
El reino del dividido del norte y del sur, tenían templos diferentes y atribuían los lugares de la
morada de Yahvé a sus territorios; De igual manera, los profetas de cada reino algunos se
pervertían e iban tras los baales o proferían mensajes falsos y acomodados a los intereses de la
corte. Sin embargo, Dios tenia sus profetas fieles para no permitir la perdición total de su pueblo.
Analizar estos cambios históricos de la iglesia o pueblo de Dios, es ver de manera clara y especial la
revelación e intervención de Dios y la manifestación de su poder.

La actualidad de la iglesia no deja de ser otra oportunidad para ver el obrar de Dios para corregir el
camino de sus amados. La reforma actual de la iglesia tiene retos importantes en un mundo
posthumanista, donde se busca responder a las necesidades de una sociedad racionalista que usa
la ciencia y la tecnología para depender de su propio avance y donde la fe ya no tiene relevancia.
Los estados democráticos cada vez propenden por avalar la eutanasia, el aborto, los vientres
alquilados, entre otros temas.

¿Que debe responder la iglesia ante estos nuevos estilos de pensamiento? ¿La teología de la
iglesia católica y protestante tiene una respuesta para ello? ¿Cómo el mensaje del evangelio es útil
y vigente para una época donde la fe no es el sistema de creencia que prevalece? ¿La obsesión por
tener templos grandes llenos de creyentes y poca acción social, hace parte de la reforma que
necesita la iglesia protestante actual?

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