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Uruguay, Febrero 2018

Introducción
Ante la aprobación por parte del Parlamento Nacional, de la Ley Nº 19.553, que introduce
reformas a la Ley Nº 16.868 (Riego con destino agrario), la Red de Agroecología del Uruguay
entiende necesario realizar en forma pública algunas consideraciones al respecto.
Entendemos esta reforma como un avance más, a la apropiación de los recursos comunes de
nuestro territorio por parte de los sectores empresariales vinculados al agronegocio
trasnacional, que a través de sus representantes políticos en el actual gobierno, siguen
construyendo condiciones para profundizar en su capacidad de lucro por encima de otros
intereses y preocupaciones. En la misma clave que los beneficios otorgados por leyes como las
de promoción forestal o de promoción de inversiones, que habilitaron uno de los mayores
procesos de concentración de la propiedad de la tierra del Uruguay “moderno”, asi como su
trasnacionalización (cerca del 50% de la tierra en Uruguay pertenece a sociedades anónimas
de capitales trasnacionales -datos del censo agropecuario 2011), esta reforma esta habilitando
que estas grandes empresas se hagan cargo de nada más y nada menos que el recurso agua en
todo nuestro territorio. O sea, vamos a dejar en manos de organizaciones cuya única finalidad
es el lucro, uno de los recursos más importantes para el sostén de la vida. La pérdida de
soberanía es incalculable.
Para muestra, ya están las primeras señales. Si bien siempre se negó que esta reforma se hacía
a medida del empresariado arrocero, sector al que pertenece el hoy ex-ministro Aguerre, ya se
hizo pública la invitación del presidente Vazquez a la Asociación de Cultivadores de Arroz a
“que se integre a una mesa de trabajo” para diagramar en conjunto la reglamentación de esa
ley y así lograr que “favorezca a los intereses de este sector” 1. Lo que ayer negaban, o lo
exhiben abiertamente.
Describamos algunos de los impactos concretos que entendemos que esta reforma genera,
principalmente en los impactos que repercuten directamente en el campo de lo productivo de
los agricultores familiares y trabajadores rurales, y que nos lleva a rechazarla en todos sus
términos. Este planteo apunta a ser complementario a las críticas realizadas desde el sector
académico en relación a lo ambiental, y a lo planteado desde la Federación de Funcionarios de
OSE (FFOSE), y la Comisión en Defensa del Agua y la Vida, desde una perspectiva
principalmente del agua para consumo humano.

Algunos impactos político, sociales y económicos


El principal impacto de la reforma aprobada es la creación de una figura económica social que
serán los gestores del recurso agua. Si bien se podría decir que estrictamente el agua no se
transforma en mercancía en si misma, si es correcto afirma que la misma se mercantiliza a
partir de la privatización de su gestión y aprovechamiento para riego. No se venderá agua, se
cobrará por su uso por parte de organizaciones con finalidad de lucro (empresas).
Mercantilización pura y dura. Dejar el acceso al agua de los productores, pero también de los
habitantes del medio rural, y del ecosistema existente en el territorio, en manos de la finalidad
de lucro no es la mejor de las decisiones. Además de tercerizar el manejo de un recurso vital,
estamos asegurando que su gestión no contemplará necesidades y el cuidado de los
productores, o de los habitantes del medio rural, ni que hablar que contemple el cuidado del

1 Vázquez propuso a gremiales rurales crear mesa de trabajo para buscar soluciones a problemas del agro y
dijo que sólo dialogará con las instituciones - La Diaria, 16 de enero de 2018
medio ambiente.
El mercado del agua para riego además, tiene particularidades que ya son ensayadas en
algunas zonas del país y que deberian hacerse visibles para sacar conclusiones. En Bella Unión
por ejemplo, el modelo del mercado de agua para riego se aplica desde hace décadas para
cultivos de la zona, principalmente de la caña de azúcar, pero también para el apoyo de la
producción hortícola. En el caso de la caña, se calcula que el costo del riego vinculado a la
producción es de un 15%2. Sin embargo, ese porcentaje puede ser un tanto relativo en función
de otros aspectos vinculados a la dinámica empresarial.
La experiencia en Bella Unión se sostiene a partir de la participación de tres empresas que se
dedican a la gestión del agua para riego: CALPICA, CALAGUA, y SOFORUCE. Las primeras
de ellas, supuestas cooperativas, la última, bajo la figura de una Sociedad de Fomento Rural.
El agua se extrae del Cuareim y se lleva a los diferentes predios, donde cada empresa tiene
asignado un territorio particular.
Veamos que nos dice un investigador sobre la experiencia del acceso a tierras del INC (Colonia
Raúl Sendic Antonaccio) por parte de trabajadores de UTAA.
“Un último actor a destacar, que oficia como rentista y prestador de servicios a la vez que
tiene un peso determinante en la estructura de costos, es el sistema de riego de CALPICA
que provee del agua necesaria para regar el cultivo entre diciembre y marzo, sin el cual los
rendimientos se reducirían a la mitad. Su presencia, si se quiere, es mucho menos visible
que la de Alur y el INC, no obstante, lo cual su condición de proveedor exclusivo de agua
en dicha zona le permite cobrar precios monopólicos, por encima del precio de
producción, con los cuales se apropian de una masa creciente de plusvalor. Solo para tener
una idea, en el verano de 2010 cuando las lluvias hicieron practicamente innecesaria la
utilización del sistema de riego, su costo alcanzó los U$ 300/ha, cuando el costo de la
renta del suelo ese año estaba por debajo de los U$ 100/ha. Para los colonos el carácter
monopólico y privado del sistema de riego supone otra forma a través de la cual
transfieren plusvalor.”3
Un poco antes de ese verano, en el período 2008-2009, datos que se hicieron públicos a través
de la prensa, nos dicen que mientras CALPICA cobraba U$ 723/ha a las 900 has que prestó
servicio, CALAGUA cobraba un promedio de U$ 526/ha a 3100 has, y SOFORUCE U$ 231 a
700 has.4En esa misma nota de prensa, se da cuenta de los reclamos de la Intersindical de
Bella Unión, retomando un planteo iniciado en 2008 de expropiación y estatización de los
sistemas de riego de Bella Unión. CALAGUA principalmente, arrastraba una deuda de más de
1 millón de dólares con el BPS, además de deudas con DGI, BROU, UTE, y luego incluso con
los propios trabajadores de la empresa.
De esta experiencia varios aprendizajes.
1. El mercado del agua se sostiene sobre servicios monopólicos; esto es, no existe competencia
que tanto pregonan los defensores del libre mercado, y quién accede al servicio de riego no
tiene una opción B; o riega con esa empresa o dificilmente pueda acceder al agua.
2. Los precios los fijan las empresas a partir de su condición de único prestador y de su afán
de lucro. Por ese motivo, las diferencias de precio podrán variar de acuerdo al afán recaudador

2 http://www.mgap.gub.uy/noticia/unidad-ejecutora/direccion-general-de-desarrollo-rural/05-12-
2016/productores-de-cana-de
3 Oyhantçabal, Gabriel (2015:100-101) ¿Yo se quién soy? Contradicciones en el pasaje de asalariado a colono.
El caso de los trabajadores de la UTAA en la Colonia Raúl Sendic. Bibliotecaplural – CSIC-Univeridad de la
República.
4 La época del festejen - La Diaria, 27 de agosto de 2009
de cada una de ellas ¿Cómo se explica sino la diferencia de U$ 231 cobrados por SOFORUCE,
y U$ 723 cobrados por CALPICA casi para la misma superficie de cultivos?
3. El carácter privado de las empresas no asegura un buen desempeño de las mismas, ni en lo
economico, ni en lo social, y la experiencia nos dice que mucho menos en lo ambiental.
4. El lucro de las empresas de gestión del agua, no es la mera recuperación de lo invertido y
poco más, es un lucro que se sostiene en el tiempo a partir del trabajo de quién cultiva,
agricultores familiares y asalariados rurales. Lejos de beneficiar a estos últimos, las empresas
se enriquecen a costas de los más desfavorecidos del medio rural. A modo de ejemplo, los
“costos” de funcionamiento de estas empresas, incluirán salarios gerenciales de miles de
dólares por mes, fundamentados en su carácter especializado de gestión y de competencia
empresarial; excusa que que vemos también actualmente en las empresas públicas de nuestro
país. Como contrapartida, la rentabilidad de los agricultores quedará atada a estos “costos” de
forma fija, afectando sin duda en mayor medida a los agricultores familiares, que a partir de
su trabajo, deberán sostener salarios suntuosos de los gestores del agua, mientras que sus
ingresos quedarán muy por debajo de las cifras que estos profesionales se embolsen mes a
mes.
Dadas estas experiencias en el marco de la Ley Nº 16.868 aprobada en 1997, imaginen
llevarlas a escala nacional con las modificaciones introducidas por la Ley Nº 19.553, donde se
incentiva la participación de grandes capitales a partir de las exoneraciones fiscales en el
marco de la ley de promoción y protección de inversiones (Ley Nº 16.906). 5 Determinaría la
creación de un sujeto político de impacto similar en el medio rural, al del lugar que tienen hoy
los frigoríficos en la cadena cárnica nacional. Y a nivel de emprendimientos, con un impacto
económico mayor que el que tienen los rentistas en el costo de la producción. Porque uno
podrá dejar de arrendar, pero una vez que el predio haya quedado comprometido con un
sistema de riego, el mismo se tendrá que mantener aún incluso cuando haya cambio de titular.
Un matrimonio sin posibilidad de divorcio.6

Algunos impactos ambientales


Si bien hace mucho tiempo que diferentes actores sociales, entre ellos nuestra propia
organización, vienen denunciando los impactos negativos que sobre el medio ambiente ha
generado el modelo de producción agropecuario actual en Uruguay (y en el mundo), no es
sino recién en los últimos años (a partir de marzo 2013) que cobra dimensión de alarma, a

5 “Artículo 15:-Los beneficios fiscales obtenidos a través de la Ley Nº 16.906, de 7 de enero de 1998, ·por las
Asociaciones y las Sociedades Agrarias de Riego previstas en la Ley Nº 16.858, de 3 de setiembre de 1997, y
las Asociaciones y Sociedades Agrarias previstas por la Ley Nº 17.777, de 21 de mayo de 2004, cuyo objeto
esté limitado exclusivamente a lo previsto en el artículo 13 de la Ley Nº 16.858, de 3 de setiembre de 1997, con
las modificaciones introducidas por el artículo 4° de la presente ley, podrán ser trasladados a los miembros y
socios de las mismas en proporción a su participación en la inversión.” Ley Nº 19.553 de 27 de octubre de
2017.
6 Artículo 10.-Sustitúyese el artículo 22 de la Ley Nº 16.858, de 3 de setiembre de 1997, el cual quedará
redactado de la siguiente forma:
"ARTÍCULO 22. (Gravamen).-Las parcelas afectadas en un sistema multipredial de riego quedarán gravadas,
con consentimiento expreso del propietario, con una obligación de pago para cubrir el costo fijo que se
pactará de común acuerdo, el cual deberá comprender los servicios de almacenamiento, conducción y
mantenimien'to del sistema de riego. Dicho gravamen garantizará el pago del costo arriba indicado hasta el
monto y las condiciones que se estipulen. Se constituirá en escritura pública y se inscribirá en el Registro de la
Propiedad Sección Inmobiliaria. Tanto el .fraccionamiento como la enajenación del inmueble no modificarán
el gravamen existente, ni aun cuando el nuevo adquirente no requiera los servicios de riego".” Ley Nº 19.553
de 27 de octubre de 2017.
partir de la inocultable mala calidad del agua potable que OSE ofrece a la población de
Montevideo y las zonas costeras del este del país. El mal olor y la turbidez de la misma, dejó
constancia que los esfuerzos del ente público por la potabilización del agua de nuestras
fuentes hidrográficas, ya no eran suficientes en virtud de la contaminación de las mismas. La
solución fue que el consumidor se hiciera cargo de las inversiones para las nuevas necesidades
tecnológicas de potabilización. Un nuevo impuesto se impone en la tasa básica de OSE, un
incremento que, en palabras del Ministro Astori, “viene a cubrir lo que en un principio
pensábamos iba a ser una tasa medio ambiental”. 7 Los grandes empresarios contaminan, los
consumidores de agua potable se hacen cargo de su contaminación.
Sobre el efecto de eutrofización de los sistemas hidrográficos (proceso que presentan algunos
ecosistemas acuáticos por el aumento de nitrógeno y fósforo, y se manifiesta con una gran
proliferación de plantas, algas y cianobacterias), ya han hecho hincapié un importante grupo
de científicos vinculados a la Universidad de la República. Este proceso fue el causante de los
episodios de mal olor y turbidez del agua de OSE, proceso constatado en las cuencas del Santa
Lucía y Lagunas del Cisne y de Sauce. Las reformas aprobadas para la Ley de Riego,
implicarían el riesgo seguro de la ampliación de este problema a las cuencas donde los
embalses se construyan. Lo mismo para la acumulación de elementos como el arsénico, base
de agrotóxicos como el glifosato, y que se encontrara en grandes cantidades también en el
Santa Lucía y las Lagunas mencionadas.
Otro efecto ambiental poco mencionado sin embargo, también nos alarma, principalmente
porque ya lo estamos viviendo en la zona sur del país, y en forma reiterada. Y tiene que ver
con el uso del agua para riego de los pequeños productores, y los impactos que la aplicación
masiva de agrotóxicos tienen en los cursos de agua mediante el escurrimiento, el lavado de
maquinarias, y la deriva de dichas aplicaciones. El departamento de Canelones ya ha visto en
los últimos años, varias experiencias donde predios vinculados a la producción de hortalizas,
se han visto arruinadas por la contaminación del agua usada para riego, extraida de arroyos o
tajamares particulares. Los niveles de contaminación con herbicidas han sido tales, que los
cultivos regados se perdieron en su totalidad. A ello se le suma en el caso de un tajamar, un
problema adicional. ¿Quién se hace cargo de millones de litros de agua contaminada, que no
pueden ser vaciados en el medio ambiente y cuyo traslado implicaría un costo económico de
magnitud para cualquier productor? En el caso de las obras hidráulicas que se plantea
construir a partir de esta Ley, ¿quién asegura a los productores de las zonas bajas de las
cuencas que el agua para riego realmente tendrá condiciones para su uso? Si está claro
también, que para la mayoría de los productores asociados a este sistema, la opción de una
producción orgánica o agroecológica se verá coartada. Salvo que uno sea “el primero de la fila”
en relación al uso del agua, todos los demás, se verán imposibilitados de la opción de
producción sin agrotóxicos.

A modo de cierre
La Red de Agroecología del Uruguay, es una organización social que nuclea agricultores,

7 "En el caso de OSE vamos a tener un ajuste tarifario de 8,2% también alineado con la inflación. Lo vamos a
hacer en enero contemplando la evolución esperada de los costos. Pero además de este ajuste referido a costos
de la empresa vamos a tener un incremento adicional complementario de 7,3% sobre el cargo fijo de agua de
acuerdo a la capacidad instalada medida a través del diámetro de conexión de los distintos tipos de clientes",
dijo Astori. Y agregó que "esto viene a cubrir lo que en un principio pensábamos iba a ser una tasa medio
ambiental que se pensaba poner en práctica a comienzos de este período de gobierno y luego por diversas
razones no se puso en práctica". Danilo Astori. Pese a que tarifa de agua de OSE subió 8,2%, cargo fijo creció
42,8% El País, 25 de enero de 2017.
técnicos y consumidores, que visualizan los bienes comunes como el agua, la tierra, las
semillas, la biodiversidad, entre otros, como parte de una red vital de sostén de nuestras vidas.
Actuamos sobre esta red vital, produciendo alimentos y todo aquello que nos permita
mantener la producción de vida, en un intento permanente de cuidado y mejoramiento de la
misma, con una mirada de solidaridad hacia todas las comunidades existentes y por existir.
Nada nos da derecho al agotamiento de estos bienes por un egoista afán de acumulación
particular, de vivir suntuosamente sobre la base de la miseria de otros y otras. Sostener la vida
de un número creciente de personas solo será posible orientado en esta concepción solidaria y
cuidadosa del otro y la red vital que nos sostiene.
Comprometer un bien común como el agua, en función de una mirada productivista de corto
plazo, que aumente las ganancias de los sectores empresariales del agronegocio, y cuadre los
macro números del Estado, es comprometer la autonomía del país y el futuro (también el
presente), de los bienes de nuestro territorio y quienes vivimos en él. Oponernos a esta
reforma es un nuevo paso hacia la búsqueda de otras alternativas. La agroecología como
propuesta, ya ha demostrado a lo largo de estos últimos años, que es capaz de producir
alimentos de calidad y suficientes, sin comprometer los bienes comunes. Por algo se ha
transformado en parte de la plataforma política de los movimientos de campesinas y
campesinos; de aquellos y aquellas sobre cuyos cuerpos se sostiene la producción de
alimentos de la mayor parte de quienes habitamos el planeta. Una propuesta para la
construcción de un futuro común.

Red de Agroecología del Uruguay

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