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De conformidad con el marco jurídico, el fundamento de la procuración de justicia agraria en

nuestro país se encuentra establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
específicamente en el artículo 27, fracción XIX, la cual manifiesta que el Estado Mexicano deberá
disponer las medidas necesarias para la expedita y honesta impartición de justicia en materia
agraria, lo que debe tener como resultado dar seguridad jurídica a los sujetos agrarios en la
tenencia de la tierra, así como apoyarlos de manera legal en la solución de problemas relacionados
con dicha tenencia en el campo. Por lo que es en esta fracción en la que se fundamenta tanto la
administración de justicia en materia agraria, por ello se hace mención de la instauración de
tribunales dotados de autonomía y jurisdicción para resolver los asuntos referentes a las
cuestiones relativas al campo mexicano y sus sujetos de derecho; así también señala que la Ley
establecerá un órgano que debe estar encargado de la procuración de justicia agraria,
considerando este tema de interés público. Podemos decir que esta procuración e impartición de
justicia es una consecuencia de la problemática social que se vislumbraba en el siglo XX, por lo
que, con las reformas a la Constitución, que se dieron en enero de 1992 se adicionó a la carta
magna lo planteado respecto a la impartición de justicia agraria, ello como resultado también de
que a lo largo del tiempo se fue dando una mayor importancia al derecho social y al bienestar de
los sujetos agrarios. Por lo anteriormente expuesto, en la presente unidad se desarrollará lo
relativo a esta impartición de justicia y el organismo encargado de procurarla como lo es la
Procuraduría Agraria y los Tribunales Agrarios. Procuraduría Agraria Con la expedición de la Ley
Agraria en febrero de 1992 y el reconocimiento de las asambleas ejidales y comunales como
órgano máximo de decisión en los núcleos agrarios, se reconocen plenos derechos de los sujetos
agrarios, por lo tanto se concede que por decisión de la asamblea general se tomen las decisiones
trascendentes en los núcleos agrarios, como puede ser, entre otras, cambiar el tipo de propiedad
de la tierra, aceptar o separar ejidatarios, terminar el régimen ejidal, incorporar nuevas tierras al
régimen ejidal, etcétera; por ello, por una parte se crea la Procuraduría Agraria y por otra los
Tribunales Agrarios, para así garantizar la justicia en el agro e indicar mecanismos para certificar y
garantizar la protección de la tenencia de la tierra. Para iniciar el tema nos remitiremos al marco
legal que fundamenta la existencia de la Procuraduría Agraria, el fundamento constitucional para
su creación se encuentra en el artículo 27, fracción XIX, la cual señala textualmente en su último
párrafo “La ley establecerá un órgano para la procuración de justicia agraria”. Este es un
organismo descentralizado de la administración pública federal, sectorizado de la Secretaría de
Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, el cual cuenta con personalidad jurídica y patrimonio
propio, naturaleza jurídica que le da la Ley Agraria en su artículo 134, esta procuraduría tiene su
domicilio en la Ciudad de México, contando con Delegaciones en las entidades federativas. Con su
creación se pretendía evitar la violación de los derechos que tenían los sujetos agrarios sobre sus
tierras, así como la asesoría en diferentes conflictos que pudieran suceder en el campo, por lo que
si se lograba con éxito, los tribunales agrarios tendrían una menor carga de trabajo; la eficiencia en
las conciliaciones agrarias darían esta pauta, así como el arbitraje, aunque este último
procedimiento no ha tenido el efecto esperado ya que son muy pocos los que se han desahogado,
por otro lado se encuentra la queja la cual se presenta en contra de las autoridades o servidores
públicos, estas no requerirán formalidad especial y podrán ser por escrito o por comparecencia,
requisitos y procedimiento que se encuentran en el artículo 55 del Reglamento de la Procuraduría
Agraria. La conciliación agraria como la vía preferente para la solución de las controversias
agrarias, tiene como meta fundamental la realización de un convenio por las partes, siendo que
debe tenerse la pretensión de llegar a un acuerdo mediante la voluntad de las mismas, este
procedimiento se encuentra regulado por los artículos 136 fracción III de la Ley Agraria, donde se
menciona la atribución que tiene la procuraduría, sobre encaminar y gestionar la conciliación de
los intereses de los sujetos agrarios, esto como una vía preferente, para la solución de las
controversias, así mismo en el artículo 5 fracción IV del Reglamento Interior de la Procuraduría
Agraria se marca la misma atribución, se describe el procedimiento en el mismo reglamento en su
artículo 44; la Procuraduría exhortará a las partes para que estas resuelvan la controversia a través
de la conciliación, antes de que ejerciten acciones de carácter judicial antes los Tribunales.

DIBUJO

Artículo 45. Si las partes no lograran conciliarse, la Procuraduría las exhortará para que, de común
acuerdo, la designen árbitro. En todo caso, sus derechos quedarán a salvo para deducirlos por las
vías procedentes (Reglamento Interior de la Procuraduría Agraria, 1996).

DIBUJO

Las atribuciones de la Procuraduría Agraria se encuentran establecidas en el artículo 136 de la Ley


Agraria, como se mencionan a continuación: La Ley establece... Artículo 136.- Son atribuciones de
la Procuraduría Agraria las siguientes: I. Coadyuvar y en su caso representar a las personas a que
se refiere el artículo anterior, en asuntos y ante autoridades agrarias; II. Asesorar sobre las
consultas jurídicas planteadas por las personas a que se refiere el artículo anterior en sus
relaciones con terceros que tengan que ver con la aplicación de esta ley; III. Promover y procurar
la conciliación de intereses entre las personas a que se refiere el artículo anterior, en casos
controvertidos que se relacionen con la normatividad agraria; IV. Prevenir y denunciar ante la
autoridad competente, la violación de las leyes agrarias, para hacer respetar el derecho de sus
asistidos e instar a las autoridades agrarias a la realización de funciones a su cargo y emitir las
recomendaciones que considere pertinentes; V. Estudiar y proponer medidas encaminadas a
fortalecer la seguridad jurídica en el campo; VI. Denunciar el incumplimiento de las obligaciones o
responsabilidades de los funcionarios agrarios o de los empleados de la administración de justicia
agraria; VII. Ejercer, con el auxilio y participación de las autoridades locales, las funciones de
inspección y vigilancia encaminadas a defender los derechos de sus asistidos; VIII. Investigar y
denunciar los casos en los que se presuma la existencia de prácticas de acaparamiento o
concentración de tierras, en extensiones mayores a las permitidas legalmente; IX. Asesorar y
representar, en su caso, a las personas a que se refiere el artículo anterior en sus trámites y
gestiones para obtener la regularización y titulación de sus derechos agrarios, ante las autoridades
administrativas o judiciales que corresponda; X. Denunciar ante el Ministerio Público o ante las
autoridades correspondientes, los hechos que lleguen a su conocimiento y que puedan ser
constitutivos de delito o que puedan constituir infracciones o faltas administrativas en la materia,
así como atender las denuncias sobre las irregularidades en que, en su caso, incurra el comisariado
ejidal y que le deberá presentar el comité de vigilancia; y XI. Las demás que esta ley, sus
reglamentos y otras leyes le señalen. Uno de los programas con los que contaba la Procuraduría
Agraria para ayudar a dar certeza sobre la tenencia de la Tierra era el PROCEDE (Programa de
Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares), para solventar esta regularización en las
tierras ejidales con la finalidad de dar certeza jurídica sobre sus tierras, así se procuraba esta
regularización y se expedían certificados tanto sobre las parcelas como respecto de los derechos
sobre las tierras de uso común y títulos de propiedad sobre los solares, regularizando la tenencia
de los posesionarios o de quienes carezcan de los certificados correspondientes, cómo lo marca la
Ley Agraria respecto de los solares: “los actos jurídicos subsecuentes serán regulados por el
derecho común. Para estos efectos los títulos se inscribirán en el Registro Público de la Propiedad
de la entidad correspondiente” (Ley agraria, art.69), actualmente ya no es PROCEDE, sino FANAR
(Fondo de Apoyo a Núcleos agrarios sin regularizar), quien tiene esta función, siendo un programa
que mediante la certificación de las tierras da legitimación a la posesión, otorgando certeza
mediante el ordenamiento, regularización, certificación y titulación de tierras ejidales, dando
orden al territorio ejidal. A continuación, se muestra una gráfica respecto al ejido y el documento
idóneo para acreditar la titularidad, para así tener una idea sobre la certificación que se da a cada
uno, es así que basándonos en el artículo 56 de la Ley Agraria, y en la facultad que otorga a la
Asamblea ejidal para delimitar y decidir el destino de sus tierras. Tribunal Superior Agrario Es un
órgano federal dotado de plena jurisdicción y autonomía, el fundamento de su creación se
encuentra en la fracción XIX del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, párrafo que fue adicionado en la reforma del 06 de enero de 1992. Nuestra
constitución establece… “…Son de jurisdicción federal todas las cuestiones que por límites de
terrenos ejidales y comunales, cualquiera que sea el origen de éstos, se hallen pendientes o se
susciten entre dos o más núcleos de población; así como las relacionadas con la tenencia de la
tierra de los ejidos y comunidades. Para estos efectos y, en general, para la administración de
justicia agraria, la ley instituirá tribunales dotados de autonomía y plena jurisdicción, integrados
por magistrados propuestos por el Ejecutivo Federal y designados por la Cámara de Senadores o,
en los recesos de ésta, por la Comisión Permanente…” Así mismo se rige por la Ley Orgánica de los
Tribunales Agrarios, que menciona en su 2° artículo, como se componen los Tribunales Agrarios: •
El Tribunal Superior Agrario. • Los Tribunales Unitarios Agrarios. Por lo que hace a la fracción
primera se integra por cinco magistrados numerarios, uno de los cuales lo presidirá. El Tribunal
Superior Agrario tendrá su sede en la Ciudad de México, las atribuciones del TSA se encuentran
establecidas en el artículo 8 de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios, las cuales son: I. Fijar el
número y límite territorial de los distritos, para efectos de la LOTA. II. Establecer el número y sede
de los tribunales unitarios. III. Resolver sobre las renuncias y licencias de los magistrados. IV.
Determinar cuando el supernumerario del Tribunal Superior deba suplir la ausencia de algún
magistrado, así también en el caso de los TUA. V. Elegir al Presidente del Tribunal. VI. Fijar y
cambiar la adscripción de los magistrados de los tribunales unitarios. VII. Nombrar los secretarios,
actuarios y peritos de los tribunales agrarios; así también cesarlos, suspenderlos, cambios de
adscripción, renuncias y nombramientos. VIII. Aprobar el anteproyecto de presupuesto anual de
egresos. IX. Conocer de las denuncias o quejas que se presenten en contra de los miembros de los
tribunales agrarios y determinar las sanciones. X. Aprobar el Reglamento Interior de los tribunales
agrarios. XI. Las demás atribuciones que le confieran ésta y otras leyes. El Tribunal Superior Agrario
será competente para conocer de los recursos, conflictos, excusas y demás marcados en las
fracciones del artículo 9° de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios. Tribunales Unitarios
Agrarios Como ya lo mencionamos el marco legal se encuentra en la fracción XIX del artículo 27 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en el artículo 2° de la LOTA,
numeral dos, también encontramos en el artículo 18 de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios
la competencia que estos tienen para conocer de los asuntos los cuales se mencionan a
continuación: La Ley establece... Artículo 18. Los tribunales unitarios conocerán, por razón del
territorio, de las controversias que se les planteen con relación a tierras ubicadas dentro de su
jurisdicción, conforme a la competencia que les confiere este artículo. I.- Controversias por límites
de terrenos entre núcleos, con pequeños propietarios, sociedades o asociaciones. II.- Restitución
de tierras, bosques y aguas a los núcleos. III.- Del reconocimiento del régimen comunal. IV.-Juicios
de nulidad contra resoluciones dictadas por autoridades. V.- Conflictos relacionados con la
tenencia de las tierras. VI.-Controversias en materia agraria entre los sujetos agrarios. VII.-
Controversias relativas a la sucesión de derechos. VIII.- De las nulidades previstas en las fracciones
VIII y IX del artículo 27 de la Constitución. IX.- Omisiones en que incurra la Procuraduría Agraria
con perjuicio a los sujetos agrarios. X.- Jurisdicción voluntaria en materia agraria. XI.-Controversias
relativas a los contratos de asociación o aprovechamiento de tierras. XII.- Reversión a que se
refiere el artículo 97 de la Ley Agraria. XIII.- Ejecución de convenios a que se refiere la fracción VI
del artículo 185 de la Ley Agraria, así como de la ejecución de laudos arbitrales. XIV.- De los demás
asuntos que determinen las leyes. Estos tribunales estarán a cargo de un magistrado numerario,
para distinguir su estructura orgánica la Ley nos remite al Reglamento Interior de los Tribunales
Agrarios publicado en el Diario Oficial de la Federación el 13 de mayo de 1992, Reglamento que
define la estructura orgánica de los tribunales agrarios. Procedimientos Jurisdiccionales Agrarios
Los juicios agrarios como señala el artículo 163 de la Ley Agraria tienen como finalidad sustanciar,
dirimir y resolver las controversias que se susciten con motivo de la aplicación de las disposiciones
de la Ley mencionada. Los tribunales agrarios conocerán de las controversias antes mencionadas y
de la jurisdicción voluntaria de los asuntos no litigiosos que requieran intervención judicial.
¡Importante! La Ley no distingue una diferencia como acontece en el Derecho común entre el
procedimiento que lleva la jurisdicción voluntaria y el procedimiento de litigio. La aplicación
supletoria de la materia civil en el procedimiento del juicio agrario se encuentra plasmada en el
artículo 167 de la Ley agraria, el cual, menciona la aplicación del Código Federal de Procedimientos
Civiles, siempre que no exista una disposición expresa en la Ley Agraria y no se contraponga con lo
señalado en ella. Proceso 1. El juicio se inicia con la presentación de la demanda por escrito o
mediante comparecencia, en este caso, intervendrá la Procuraduría Agraria, para coadyuvar en la
formulación escrita de la demanda, cuando se involucren grupos indígenas o comunidades se
respetarán sus usos y costumbres siempre que no contravengan las disposiciones legales (se debe
acompañar de las pruebas documentales). 2. Emplazamiento: en este se correrá traslado al
demandado para que comparezca a contestar la demanda en un plazo no menor a cinco días ni
mayor a diez días a partir de la fecha en que se realiza la notificación. 3. Audiencia inicial: en ella se
contestará la demanda y se desahogaran las pruebas, en caso de que no puedan ser desahogadas,
se suspenderá la audiencia y se señalara fecha para su desahogo (plazo de 15 días). 4. Pruebas:
serán admitidas todas las pueblas que no sean contrarias a la Ley (artículo 186 de la Ley Agraria),
después de ofrecidas las pruebas, las partes podrán objetarlas, una vez admitidas, el Tribunal
señalará día y hora para que estas sean desahogadas. 5. Alegatos: el tribunal concederá a las
partes el termino para formular sus alegatos. 6. Sentencia: dictada por el Tribunal Agrario a verdad
sabida y apreciando los hechos y documentos, según lo estimen, fundando y motivando esa
sentencia (Artículo 198 Ley Agraria). 7. Ejecución de la sentencia: quince días después del
levantamiento del acta de ejecución el tribunal dicta resolución definitiva sobre la ejecución de la
sentencia. La Caducidad en los juicios agrarios, opera por la falta de promoción del actor en el
plazo de cuatro meses. Recurso de Revisión El recurso de revisión se encuentra mencionado en el
artículo 198 de la Ley Agraria en donde se menciona que se presenta por escrito y se expresan los
agravios contra las sentencias de los tribunales agrarios con el fin de revocar o modificar la
sentencia de primera instancia que resuelve sobre: 1. Asuntos relacionados con límites de tierras
entre núcleos de población o pequeños propietarios, sociedades o asociaciones. 2. Asuntos de
restitución de tierras ejidales. 3. Nulidad de resoluciones en materia agraria. Se presenta: en el
Tribunal que pronunció la Resolución. Termino: 10 días posteriores a la notificación y su admisión
por el Tribunal será en 3 días, para que en un término de 5 días expresen lo que a su interés
convenga, para remitir el expediente posteriormente al Tribunal Superior Agrario y este resuelva
en un término de 10 días. ¡Importante! Es importante señalar que el Tribunal Superior Agrario no
solo puede revocar o modificar, si no también confirmar la sentencia emitida por el Tribunal
Unitario Agrario. El Amparo en materia Agraria El juicio de amparo en materia agraria se instituyó
como un régimen jurídico especial para proteger o tutelar los derechos que consagra el artículo 27
de nuestra Carta Magna, así también la Ley Agraria, sus reglamentos o cualquier otra disposición
que verse sobre la misma cuestión, y que se establecen en favor de los sujetos o núcleos agrarios
que tienen que ver fundamentalmente con el régimen de propiedad, posesión y disfrute de la
tierra. El marco legal aplicable lo podemos encontrar en el artículo 107 de la Constitución, fracción
II, quinto, sexto y séptimo párrafo: Nuestra constitución establece… Artículo 107. En el juicio de
amparo deberá suplirse la deficiencia de los conceptos de violación o agravios de acuerdo con lo
que disponga la ley reglamentaria. Cuando se reclamen actos que tengan o puedan tener como
consecuencia privar de la propiedad o de la posesión y disfrute de sus tierras, aguas, pastos y
montes a los ejidos o a los núcleos de población que de hecho o por derecho guarden el estado
comunal, o a los ejidatarios o comuneros, deberán recabarse de oficio todas aquellas pruebas que
puedan beneficiar a las entidades o individuos mencionados y acordarse las diligencias que se
estimen necesarias para precisar sus derechos agrarios, así como la naturaleza y efectos de los
actos reclamados. En los juicios a que se refiere el párrafo anterior no procederán, en perjuicio de
los núcleos ejidales o comunales, o de los ejidatarios o comuneros, el sobreseimiento por
inactividad procesal ni la caducidad de la instancia, pero uno y otra sí podrán decretarse en su
beneficio. Cuando se reclamen actos que afecten los derechos colectivos del núcleo tampoco
procederán desistimiento ni el consentimiento expreso de los propios actos, salvo que el primero
sea acordado por la Asamblea General o el segundo emane de ésta (CPEUM, 2017). De
conformidad con lo anterior, la Ley de Amparo en su artículo 17, fracción tercera, hace referencia
a los plazos en que se debe presentar la demanda de amparo La Ley establece... Artículo 17. …
Cuando el amparo se promueva contra actos que tengan o puedan tener por efecto privar total o
parcialmente, en forma temporal o definitiva, de la propiedad, posesión o disfrute de sus derechos
agrarios a los núcleos de población ejidal o comunal, en que será de siete años, contados a partir
de que, de manera indubitable, la autoridad responsable notifique el acto a los grupos agrarios
mencionados… En tal virtud, un asunto será de materia agraria cuando en éste se reclamen actos
que de alguna manera puedan afectar al régimen jurídico de cualesquiera de las disposiciones
agrarias que se establecen en favor de las tierras de los sujetos de derechos agrarios y que
concretamente pueden verse afectados en algún procedimiento agrario o bien con actos diversos
que lleguen a estimarse violatorios de algún derecho colectivo de propiedad o posesión
comprendido dentro de dicho régimen. La finalidad del juicio de amparo en materia agraria es
velar porque se respeten los derechos humanos mediante un debido proceso, atendiendo a los
principios que le son propios; por lo que el amparo en materia agraria es un medio de control
constitucional, que protege los derechos previstos en ésta a quienes son sujetos de derecho
agrario, ya que estamos frente a una materia de derecho social. De conformidad con la Ley Agraria
en su artículo 200, en contra de las sentencias definitivas de los Tribunales Unitarios Agrarios en
las que no proceda el recurso de revisión; y de las sentencias dictadas por el Tribunal Superior
Agrario, procede el juicio de amparo directo, ante el Tribunal de Colegiado de Circuito
correspondiente; mientras que respecto a otras actuaciones de los Tribunales Unitarios en las que
se interponga el juicio de amparo indirecto, conocerá el Juez de Distrito que corresponda,
derivado de lo anterior podemos fundamentar la procedencia del juicio de amparo en materia
agraria en el segundo párrafo del citado precepto, para después avocarnos a la legislación en
materia de amparo. La Ley establece... Artículo 200. Si el recurso se refiere a cualquiera de los
supuestos del artículo 198 y es presentado en tiempo, el tribunal lo admitirá en un término de tres
días y dará vista a las partes interesadas para que en un término de cinco días expresen lo que a su
interés convenga. Una vez hecho lo anterior, remitirá inmediatamente el expediente, el original
del escrito de agravios, y la promoción de los terceros interesados al Tribunal Superior Agrario, el
cual resolverá en definitiva en un término de diez días contado a partir de la fecha de recepción.
Contra las sentencias definitivas de los Tribunales Unitarios o del Tribunal Superior Agrario sólo
procederá el juicio de amparo ante el Tribunal Colegiado de Circuito correspondiente. En
tratándose de otros actos de los Tribunales Unitarios en que por su naturaleza proceda el amparo,
conocerá el juez de distrito que corresponda. Derivado del párrafo anterior respecto al recurso de
revisión la Ley Agraria menciona los casos en los que procede, en su artículo 198, los cuales son:

• Cuestiones relacionadas con los límites de las tierras suscitadas entre dos o más núcleos de
población agrarios ejidales o comunales, o concernientes a límites de las tierras de uno o varios
núcleos de población agrarios con uno o varios pequeños propietarios, sociedades o asociaciones;
• La tramitación de un juicio agrario en el que reclame la restitución de tierras ejidales; o

• La nulidad de resoluciones emitidas por las autoridades en materia agraria. Es así que, al agotar
el recurso de revisión en materia agraria, como se mencionó, constituye el cumplimiento al
principio de definitividad del juicio de garantías, de tal manera que, si el recurso de revisión no se
ejercita de acuerdo a lo señalado, se configura una causal de improcedencia del juicio de amparo.
El 2 de abril de 2013, se publicó la Ley de Amparo, dejando abrogada la de 1936; en esta nueva
ley, ya no se contempla como tal un apartado en materia agraria, ahora se encuentran sus diversas
disposiciones a lo largo de su texto. De conformidad con el tercero transitorio de la reforma al
artículo 27 Constitucional del 06 de enero de 1992, los asuntos de dotación, ampliación, creación
de Nuevos Centros de Población Ejidal (NCPE) y la restitución de tierras que se encuentren en
trámite en ese momento, se seguirían substanciando de conformidad con la Ley Federal de
Reforma Agraria y una vez que estos estuvieren debidamente integrados se remitirían a la
autoridad competente (TSA o TUA). El amparo en materia agraria como Institución tiene por
objeto establecer medidas protectoras de carácter procesal en beneficio de los sujetos de derecho
agrario contemplados en la Ley Agraria, es así que éste, se caracteriza por adoptar un conjunto de
excepciones y disposiciones en favor de los grupos vulnerables, como lo son los ejidatarios y
comuneros, buscando la justicia distributiva. Como mencionamos anteriormente con la expedición
de la Ley Agraria en 2012, la estructura cambio por lo que la regulación del amparo en materia
agraria se encuentra disperso a lo largo de la Ley, algunas de ellas son: La suplencia de la
deficiencia de los conceptos de violación o agravios (artículo 79, fracción IV). Respecto al recurso
de revisión y de queja, la suplencia de la deficiencia (artículo 88 y 100). Amparo indirecto (artículo
107, fracción IV). Suspensión de oficio, cuando se trate de actos que puedan tener por efecto
privar de la posesión o disfrute de los derechos agrarios a los núcleos de población (artículo 126).
Amparo directo (artículo 170)

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