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- La costumbre.
- La jurisprudencia.
- La Ley.
- La doctrina.
- El contrato.
Haremos una breve referencia a la legislación más reciente: La Ley 56/2007, de 28 de diciembre, de
Medidas de Impulso de la Sociedad de la Información, establece que las empresas que presten servicios al
público, en general de especial trascendencia económica, deberán disponer de un medio de interlocución
electrónica que, mediante el uso de certificados de firma electrónica, les permite realizar los trámites de
contratación electrónica. Esa previsión está dirigida únicamente a las empresas de más de cien trabajadores
o que tengan la condición de gran empresa a efectos del IVA y que operen en determinados sectores
económicos (entre otros, compañías dedicadas al suministro de electricidad, agua y gas, telecomunicaciones,
entidades financieras, aseguradoras, grandes superficies, transportes y agencias de viajes). Ley 30/2007,
de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público, incorpora al ordenamiento español diversas directivas
comunitarias y pretende introducir mejoras en el sistema de contratación pública, que ha reforzado
considerablemente el uso de las tecnologías de la información en la contratación pública (subasta electrónica,
publicidad contractual por medios electrónicos, uso de medios electrónicos, informáticos y telemáticos, etc.).
En defensa de los consumidores en la contratación telemática, el Art. 30 de la LSSICE, establece sólo en su
Ap. 1 que «contra las conductas contrarias a la presente Ley que lesionen intereses colectivos y difusos de
los consumidores, podrá interponerse acción de cesación»; y en su ap. 2 que «la acción de cesación se dirige
a obtener una sentencia que condene al demandado a cesar en la conducta contraria a la presente Ley y a
prohibir su reiteración futura. Asimismo, la acción podrá ejercerse para prohibir la realización de una conducta
cuando ésta haya finalizado al tiempo de ejercitar la acción, si existen indicios suficientes que hagan temer su
reiteración de modo inminente». Aunque los Arts. 30 y 31 de la LSSICE hacen referencia exclusivamente a la
acción de cesación como medio judicial del que disponen los consumidores para la resolución de los
conflictos derivados del comercio electrónico, lo cierto es que éstos disponen además de todas aquellas
acciones judiciales previstas en la legislación para la protección de los intereses de los consumidores y
usuarios.
CONTRATOS MERCANTILES EN EL MERCADO DE BIENES
CONTRATOS DE COMPRAVENTA
Concepto: Los elementos esenciales que forman parte del contrato de compraventa son:
Cosa: objeto en oposición a los derechos creados sobre él y a las prestaciones personales. Son bienes o
derechos que están dentro del comercio. La compraventa es el contrato por el cual una de las partes se obliga
a la entrega de una cosa y la otra satisface un precio cierto a cambio de esa cosa.
Precio: significa valor en que se estima algo, valor que se pide por una cosa o servicio. Sus condiciones
deben ser: cierto, verdadero, en numerario y justo.
Personas o partes: el vendedor, que es la persona física o jurídica que transfiere la propiedad, y el comprador,
que es quien la adquiere.
Formales: los contratos de compraventa no se otorgan por escrito, ya que la ley no requiere tal formalidad; sin
embargo, en la práctica es habitual que el consentimiento se plasme en un documento privado que sirva de
prueba. Hay excepciones, por ejemplo, para el caso de bienes inmuebles, u otros contratos que se obligan a
realizar por escrito.
Validez: la capacidad, en donde se dice que toda persona capaz de disponer de sus bienes puede vender y
toda persona capaz de obligarse puede comprar; y el consentimiento, que se refiere a que haya un acuerdo
de las partes que recaiga sobre el precio y la cosa.
Obligaciones: Las obligaciones del vendedor en el contrato de compraventa son las siguientes:
- Transmitir la propiedad o título de derecho: el vendedor está obligado a la entrega del bien al
comprador
- Conservar el bien objeto de la compraventa hasta su entrega: en sí, la compraventa como tal no
implica por sí misma la transmisión de la propiedad del bien, sino que obliga a esa transmisión.
- Entregar el bien.
- Garantizar al adquiriente una posesión útil: el vendedor ha de responder de la calidad del producto.
- Garantizar al comprador una posesión pacífica: el vendedor ha de garantizar la titularidad de ese
producto.
- Responder a la evicción: en un contrato de compraventa tiene lugar la evicción cuando el comprador
pierde la cosa en virtud de una resolución judicial firme, por la que se reconoce un derecho anterior a
la compraventa. Dicha evicción puede ser parcial, cuando el comprador conserva parte de la cosa
vendida, o total. Esta situación da lugar a una responsabilidad de indemnización a cargo del
vendedor.
- Responder de los vicios y defectos ocultos que tenga el bien: en este caso el vendedor ha de
responder de los vicios o defectos del producto tanto aparentes como no apreciables a simple vista.
Las obligaciones del comprador en el contrato de compraventa son las siguientes:
- Pagar el precio.
- Pagar intereses en caso de retraso o de compraventa con precio aplazado.
- Recibir el bien comprado.
- Recibir el bien en buen estado.
LA PERMUTA
En este tipo de contratos ambas partes son consideradas vendedores en cuanto a las obligaciones se refiere,
ya que ambas partes son las que entregan el bien o producto en concreto. El articulo 1538 Cc. define la
permuta como el contrato por el cual cada uno de los contratantes se obliga a dar una cosa para recibir otra.
Si uno de los dos contratantes hubiese recibido la cosa que se le prometió en permuta, y acreditase que no
era propia del que la dio, no podrá ser obligado a entregar la que él ofreció a cambio, y cumplirá con devolver
la que recibió. (art.1539)
El que pierda la evicción de la cosa recibida en permuta, podrá optar entre recuperar la que dio en cambio, o
reclamar la indemnización de daños y perjuicios; pero solo podrá usar el derecho a recuperar la cosa que él
entregó mientras subsista en poder del otro permutante, y sin perjuicio de los derechos adquiridos entretanto
sobre ella con buena fe por un tercero. (art. 1540) Según el artículo 1541 en todo lo que no se halle
especialmente en este título, la permuta se regirá por las disposiciones concernientes a la venta.
CONTRATOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL
Los contratos de propiedad intelectual son utilizados para proteger las creaciones propias del autor,
considerándolas creaciones únicas y no producidas en serie o industrialmente. Las creaciones que pueden
englobarse dentro de la propiedad intelectual pueden ser obras artísticas o literarias, obras de arte, piezas
musicales, pinturas, fotografías, dibujos, esculturas o diseños arquitectónicos. La oficina Española de
Patentes y Marcas interviene en el registro y reconocimiento vinculados a la propiedad intelectual. Así como el
Registro de la Propiedad intelectual vela por los derechos sobre la propiedad intelectual. Las disposiciones
legales vigentes sobre la Propiedad Intelectual son reguladas y armonizadas a través el Real Decreto
Legislativo 1/1996 del 12 Abril, según el cual:
Artículo 1. Hecho generador La propiedad intelectual de una obra literaria, artística o científica corresponde al
autor por el solo hecho de su creación.
Artículo 2. Contenido La propiedad intelectual está integrada por derechos de carácter personal y patrimonial,
que atribuyen al autor la plena disposición y el derecho exclusivo a la explotación de la obra, sin más
limitaciones que las establecidas en la Ley.
Artículo 3. Características Los derechos de autor son independientes, compatibles y acumulables con: 1. La
propiedad y otros derechos que tengan por objeto la cosa material a la que está incorporada la creación
intelectual. 2. Los derechos de propiedad industrial que puedan existir sobre la obra. 3. Los otros derechos de
propiedad intelectual reconocidos en el Libro II de la presente Ley.
Artículo 4. Divulgación y publicación A efectos de lo dispuesto en la presente Ley, se entiende por divulgación
de una obra toda expresión de la misma que, con el consentimiento del autor, la haga accesible por primera
vez al público en cualquier forma; y por publicación, la divulgación que se realice mediante la puesta a
disposición del público de un número de ejemplares de la obra que satisfaga razonablemente sus
necesidades estimadas de acuerdo con la naturaleza y finalidad de la misma.
CONTRATOS DE INTERMEDIACIÓN
- Contrato de corretaje
El contrato de corretaje es un contrato atípico que carece de regulación general en nuestro derecho. Este tipo
de contratos se caracterizan por la búsqueda por parte del intermediario a un tercero, con unas condiciones
determinadas, que se ponga en contacto con el principal. En estos contratos el mediador no tiene
participación de ningún tipo. Al no estar recogido por el código de comercio no existen normas que limiten la
libertad de los pactos entre mediador y mandantes. Aun así, es un contrato mercantil regido por la jurisdicción
y legislación mercantil, y la jurisdicción civil. Estos contratos son utilizados, por ejemplo, en agencias
matrimoniales o inmobiliarias. Normalmente se trata de operaciones comerciales puntuales y no existe la
continuidad comercial entre el mediador y el mandante. En la mediación, el mediador pone en contacto el
principal con el futuro cliente o proveedor careciendo éste de poder de representación el mandante para
realizar ningún negocio determinado. La libertad de pacto entre las partes contratantes es muy amplia y no
hace falta pactar un régimen de exclusividad entre las partes. El mediador puede ser persona física o jurídica
y el contrato puede ser revocable libremente por el mandante.
El contrato de corretaje se extinguirá:
- Cumplimiento del mandato.
- Muerte o inhabilitación del mediador.
- Renuncia del mediador.
- Contrato de agencia
El contrato de agencia es el contrato por el cual una persona natural o jurídica, denominada agente, se obliga
frente a otra de manera continuada o estable a cambio de una remuneración, a prometer actos u operaciones
de comercio por cuenta propia o ajena, o a promoverlos y concluirlos por cuenta y en nombre ajenos, como
intermediario independiente, sin asumir, salvo pacto contrario, el riesgo y ventura de tales operaciones. (Ley
12/1992 de 27 de Mayo). Según la ley que regula los contratos de agencia:
El agente está obligado a:
a) Ocuparse, con la diligencia de un ordenado comerciante, de la promoción y, en su caso, de la conclusión
de los actos u operaciones que se le hubieren encomendado. b) Comunicar al empresario toda la información
de que disponga, cuando sea necesaria para la buena gestión de los actos u operaciones cuya promoción y,
en su caso, conclusión, se le hubiere encomendado, así como, en particular, la relativa a la solvencia de los
terceros con los que existan operaciones pendientes de conclusión o ejecución. c) Desarrollar su actividad
con arreglo a las instrucciones razonables recibidas del empresario, siempre que no afecten a su
independencia. d) Recibir en nombre del empresario cualquier clase de reclamaciones de terceros sobre
defectos o vicios de calidad o cantidad de los bienes vendidos y de los servicios prestados como
consecuencia de las operaciones promovidas, aunque no las hubiera concluido.
El empresario está obligado a:
a) Poner a disposición del agente, con antelación suficiente y en cantidad apropiada, los muestrarios,
catálogos, tarifas y demás documentos necesarios para el ejercicio de su actividad profesional. b) Procurar al
agente todas las informaciones necesarias para la ejecución del contrato de agencia y, en particular,
advertirle, desde que tenga noticia de ello, cuando prevea que el volumen de los actos u operaciones va a ser
sensiblemente inferior al que el agente hubiera podido esperar. c) Satisfacer la remuneración pactada. e)
Llevar una contabilidad independiente de los actos u operaciones relativos a cada empresario por cuya cuenta
actúe.
Remuneración del agente:
a) La remuneración del agente consistirá en una cantidad fija, en una comisión o en una combinación de los
dos sistemas anteriores. En defecto de pacto, la retribución se fijará de acuerdo con los usos de comercio del
lugar donde el agente ejerza su actividad. Si éstos no existieran, percibirá el agente la retribución que fuera
razonable teniendo en cuenta las circunstancias que hayan concurrido en la operación. b) Se reputa comisión
cualquier elemento de la remuneración que sea variable según el volumen o el valor de los actos u
operaciones promovidos, y, en su caso, concluidos por el agente. c) Cuando el agente sea retribuido total o
parcialmente mediante comisión, se observará lo establecido en los artículos siguientes de esta sección.
Prohibición de competencia: (Art. 20 y 21)
1. Entre las estipulaciones del contrato de agencia, las partes podrán incluir una restricción o limitación de las
actividades profesionales a desarrollar por el agente una vez extinguido dicho contrato. 2. El pacto de
limitación de la competencia no podrá tener una duración superior a dos años a contar desde la extinción del
contrato de agencia. Si el contrato de agencia se hubiere pactado por un tiempo menor, el pacto de limitación
de la competencia no podrá tener una duración superior a un año. El pacto de limitación de la competencia,
que deberá formalizarse por escrito para su validez, sólo podrá extenderse a la zona geográfica o a ésta y al
grupo de personas confiados al agente y sólo podrá afectar a la clase de bienes o de servicios objeto de los
actos u operaciones promovidos o concluidos por el agente.
Extinción del contrato: Extinción del contrato por tiempo determinado (Art. 24)
1. El contrato de agencia convenido por tiempo determinado se extinguirá por cumplimiento del término
pactado. 2. No obstante lo dispuesto en el número anterior, los contratos de agencia por tiempo determinado
que continúen siendo ejecutados por ambas partes después de transcurrido el plazo inicialmente previsto, se
considerarán transformados en contratos de duración indefinida. Extinción del contrato de agencia por tiempo
indefinido: el preaviso (Art.25)
1. El contrato de agencia de duración indefinida se extinguirá por la denuncia unilateral de cualquiera de las
partes mediante preaviso por escrito. 2. El plazo de preaviso será de un mes para cada año de vigencia del
contrato, con un máximo de seis meses. Si el contrato de agencia hubiera estado vigente por tiempo inferior a
un año, el plazo de preaviso será de un mes. 3. Las partes podrán pactar mayores plazos de preaviso sin que
el plazo para el preaviso del agente pueda ser inferior, en ningún caso, al establecido para el preaviso del
empresario. 4. Salvo pacto en contrario, el final del plazo de preaviso coincidirá con el último día del mes. 5.
Para la determinación del plazo de preaviso de los contratos por tiempo determinado que se hubieren
transformado por ministerio de la ley en contratos de duración indefinida, se computará la duración que
hubiera tenido el contrato por tiempo determinado, añadiendo a la misma el tiempo transcurrido desde que se
produjo la transformación en contrato de duración indefinida.
Excepciones de las reglas anteriores (Art. 26) Cada una de las partes de un contrato de agencia pactado por
tiempo determinado o indefinido podrá dar por finalizado el contrato en cualquier momento, sin necesidad de
preaviso, en los siguientes casos: a) Cuando la otra parte hubiere incumplido, total o parcialmente, las
obligaciones legal o contractualmente establecidas. b) Cuando la otra parte hubiere sido declarada en
concurso. En tales casos se entenderá que el contrato finaliza a la recepción de la notificación escrita en la
que consta la voluntad de darlo por extinguido y la causa de la extinción. Indemnizaciones en el contrato de
agencia: Indemnización por clientela (Art.28) 1. Cuando se extinga el contrato de agencia, sea por tiempo
determinado o indefinido, el agente que hubiese aportado nuevos clientes al empresario o incrementado
sensiblemente las operaciones con la clientela preexistente, tendrá derecho a una indemnización si su
actividad anterior puede continuar produciendo ventajas sustanciales al empresario y resulta equitativamente
procedente por la existencia de pactos de limitación de competencia, por las comisiones que pierda o por las
demás circunstancias que concurran. 2. El derecho a la indemnización por clientela existe también en el caso
de que el contrato se extinga por muerte o declaración de fallecimiento del agente. 3. La indemnización no
podrá exceder, en ningún caso, del importe medio anual de las remuneraciones percibidas por el agente
durante los últimos cinco años o, durante todo el período de duración del contrato, si éste fuese inferior.
Indemnización de daños y perjuicios (Art.29) Sin perjuicio de la indemnización por clientela, el empresario que
denuncie unilateralmente el contrato de agencia de duración indefinida, estará obligado a indemnizar los
daños y perjuicios que, en su caso, la extinción anticipada haya causado al agente, siempre que la misma no
permita la amortización de los gastos que el agente, instruido por el empresario, haya realizado para la
ejecución del contrato. Supuestos de inexistencia del derecho a la indemnización (Art. 30) El agente no tendrá
derecho a la indemnización por clientela o de daños y perjuicios: a) Cuando el empresario hubiese extinguido
el contrato por causa de incumplimiento de las obligaciones legal o contractualmente establecidas a cargo del
agente. b) Cuando el agente hubiese denunciado el contrato, salvo que la denuncia tuviera como causa
circunstancias imputables al empresario, o se fundara en la edad, la invalidez o la enfermedad del agente y no
pudiera exigírsele razonablemente la continuidad de sus actividades. c) Cuando, con el consentimiento del
empresario, el agente hubiese cedido a un tercero los derechos y las obligaciones de que era titular en virtud
del contrato de agencia. Contratos de distribución, concesión comercial y franquicia:
Contratos de distribución o concesión comercial: El contrato de distribución o concesión mercantil es un
contrato no regulado específicamente en nuestro derecho. El contrato de distribución o concesión comercial
es aquel por el que un concedente y un concesionario realizan un acuerdo que los compromete a adquirir,
bajo determinadas condiciones previamente pactadas, unos productos determinados para revenderlos en
una zona geográfica determinada bajo la supervisión del concesionario.
Las características de este contrato son: a) Colaboración entre el empresario y concedente para poner en el
mercado y distribuir un servicio o producto de una marca o signo comercial. b) Vender los bienes en el
mismo estado en el que los suministra el concesionario sin transformarlo. c) El concesionario o revendedor
debe prestar a los compradores la atención que necesitan una vez realzada la venta. d) El concesionario
debe asumir los riesgos de las operaciones comerciales que realiza con los clientes el concedente. e) El
concesionario recibirá una remuneración sobre el beneficio de la reventa. Obligaciones del concedente: a)
Suministrar al concesionario la mercancía acordada. b) En el caso de que exista exclusividad el suministro
de productos o servicios no puede ofrecerse a otros revendedores que actúen en la misma zona. c) Si el
concedente fuera el fabricante de los productos, éste está obligado a responder de la garantía de los
mismos. Obligaciones del concesionario: a) Compra de un determinado número de productos b)
Contratación de personal cualificado. c) Disponer de instalaciones óptimas para el desarrollo de la actividad.
d) Promocionar los productos ofrecidos. La extinción de este tipo de contrato vendrá condicionada por las
causas pactadas en él.
Contrato de franquicia: El contrato de franquicia es un contrato suscrito por el franquiciado y el franquiciador
en el que se recoge el acuerdo de franquicia. El franquiciador cede al franquiciado la explotación de un
sistema para comercializar determinados productos y/o servicios a cambio de una contraprestación
económica. A diferencia del contrato de distribución o concesión comercial, el franquiciador debe transmitir
su metodología de trabajo (know-how) y sus métodos comerciales. El franquiciador debe diseñar, dirigir y
sufragar sus campañas publicitarias para dar a conocer y difundir su marca.
Hay tres elementos que determinan el contenido básico de este tipo de contrato:
1) La marca.
2) El know-how.
3) El apoyo continuado.
El contrato de franquicia, al no estar regulado específicamente, debe contener de manera clara los elementos
esenciales vinculados a cualquier contrato, y una regulación detallada del contenido básico: -
Encabezamiento: Los datos contenidos en el encabezamiento deben procurar los datos identificativos del
franquiciador y franquiciado. - Expósitos: - Detalle del contenido de las obligaciones y compromisos que
afectan a ambas partes. - Cesión de la marca, signos comerciales y distintivos y normas de uso. -
Transmisión del Know-How. - Requisitos de las instalaciones. - Condiciones de suministros del producto y/o
servicios. - Exclusividad geográfica y territorial de la franquicia. - Soporte técnico y tecnológico. - Campañas
publicitarias. - Duración del contrato. - Causas de extinción del contrato. - Etc. La principal diferencia entre
este contrato y el de distribución es la obligatoriedad del franquiciador a transmitir su Know-how. El
franquiciador está obligado a transmitir la esencia de un negocio que posee una eficacia demostrada para que
un empresario actúe por cuenta ajena bajo su marca comercial.
CONTRATOS DE PUBLICIDAD
La Ley 34/1998, de 11 de Noviembre, General de Publicidad recoge 4 clases de contratos Publicitarios:
1. Contratos de publicidad: El Contrato de publicidad es aquél por el que un anunciante encarga a una
agencia de publicidad, mediante una contraprestación, la ejecución de publicidad y la creación, preparación o
programación de la misma. Cuando la agencia realice creaciones publicitarias, se aplicarán también las
normas del contrato de creación publicitaria.
2. Contratos de difusión publicitaria: El Contrato de difusión publicitaria es aquél por el que, a cambio de una
contraprestación fijada en tarifas preestablecidas, un medio se obliga en favor de un anunciante o agencia a
permitir la utilización publicitaria de unidades de espacio o de tiempo disponible y a desarrollar la actividad
técnica necesaria para lograr el resultado publicitario.
3. Contratos de creación publicitaria: El contrato de creación publicitaria es aquél por el que, a cambio de una
contraprestación, una persona física o jurídica se obliga en favor del anunciante o agencia a idear y elaborar
un proyecto de campaña publicitaria, una parte de la misma o cualquier otro elemento publicitario.
Las creaciones publicitarias podrán gozar de los derechos de propiedad industrial o intelectual cuando reúnan
los requisitos exigidos por las disposiciones vigentes. No obstante, lo dispuesto en el párrafo anterior, los
derechos de explotación de las creaciones publicitarias se presumirán, salvo pacto en contrario, cedidos en
exclusiva al anunciante o agencia, en virtud del contrato de creación publicitaria y para los fines previstos en
el mismo. (Art.21)
4. Contrato de patrocinio: El contrato de patrocinio publicitario es aquél por el que el patrocinado, a cambio de
una ayuda económica para la realización de su actividad deportiva, benéfica, cultural, científica o de otra
índole, se compromete a colaborar en la publicidad del patrocinador. El contrato de patrocinio publicitario se
regirá por las normas del contrato de difusión publicitaria en cuanto le sean aplicables. Según dicha Ley
quedan determinadas las condiciones de los sujetos que participan en estos contratos de publicidad.
Así pues, encontramos definidos:
- El anunciante: persona natural o jurídica en cuyo interés se realiza la publicidad.
- La agencia de publicidad: las personas naturales o jurídicas que se dedican profesionalmente y de
manera organizada a crear, preparar, programar o ejecutar publicidad por cuenta de un anunciante.
- Medios de publicidad: las personas naturales o jurídicas, públicas o privadas, que, de manera
habitual y organizada, se dedican a la difusión de publicidad a través de los soportes o medios de
comunicación social cuya titularidad ostenten.