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DERECHO MERCANTIL

FUENTES DEL DERECHO MERCANTIL:


Es un derecho creado basándose en la Ley y la Costumbre. Es la práctica uniforme y
continúa de los usos y costumbres por parte de los comerciantes la que las llevan a
considerarlas como verdadero derecho. Podemos definir los usos mercantiles como las
normas de derecho objetivo creadas por la observancia repetida, uniforme y constante de
los comerciantes en sus negocios.
Podemos distinguir varias clases de usos mercantiles:

- El convencional que representa el contenido típico de un contrato.


- El normativo que representa una regla de derecho objetivo que se impone a la
voluntad de los contratos.
La costumbre por su parte goza de más fuerza que los usos ya que puede crear normas
jurídicas por ella misma. A pesar de que el Código de Comercio establece que los usos
mercantiles son auténticas fuentes del derecho mercantil puesto que podrán ser utilizados
para resolver las dudas que se originen en la interpretación de los contratos, hay que
tener presente que las normas de Derecho Civil deberán ser tenidas en cuenta antes que
los usos mercantiles.
No obstante, citaríamos como fuentes del derecho mercantil:

- La costumbre.
- La jurisprudencia.
- La Ley.
- La doctrina.
- El contrato.

EL REGISTRO MERCANTIL El Registro Mercantil es una oficina pública que se encarga


del registro e inscripción de las actividades comerciales, de las personas y de las cosas
relativas a la negociación mercantil.
El Registro Mercantil tiene por objeto la inscripción de:
1. Los empresarios individuales.
2. Las sociedades mercantiles.
3. Las entidades de crédito y de seguros, así como las sociedades de garantía recíproca.
4. Las instituciones de inversión colectiva y los fondos de pensiones.
5. Cualquier persona, natural o jurídica, cuando así lo disponga la Ley.
6. Las Agrupaciones de Interés Económico.
7. Las Sociedades Civiles Profesionales, constituidas con los requisitos establecidos en la
legislación específica de Sociedades Profesionales.
8. Los actos y contratos que establezca la ley.
Corresponde además al Registro Mercantil la legalización de los libros de los
empresarios, el depósito y la publicidad de los documentos contables.
Los libros utilizados por el Registro Mercantil son:
a) Libro de inscripciones y su diario de presentación.
b) Libro de legalizaciones y su diario de presentación.
c) Libro de depósito de cuentas y su diario de presentación.
d) Libro de nombramiento de expertos independientes y de auditores y su diario de
presentación.
e) Índices.
f) Inventario.
Los libros del Registro Mercantil son uniformes para todos los registros y se numeran en
cada uno de ellos por orden de antigüedad.
El diario de presentación podrá llevarse en libros encuadernados y foliados o en libros
de hojas móviles. En ambos casos, los folios útiles estarán numerados correlativamente
en el ángulo superior derecho. Cada folio del diario contendrá un margen blanco para
extender en él las notas marginales que procedan, separados del resto por dos líneas
verticales formando columna en la que se consignará el número del asiento. Las notas de
calificación que deban practicarse al margen del asiento de presentación podrán
extenderse en un libro independiente. En ese caso se consignará al margen de aquel
asiento la oportuna nota de referencia. En la parte superior de cada folio se imprimirán, en
su lugar respectivo, los siguientes epígrafes: notas marginales, número de los asientos y
asientos de presentación.
Los libros de inscripciones estarán compuestos por hojas móviles, numeradas
correlativamente en el ángulo superior derecho, consignándose en cada una de ellas el
tomo y registro a que corresponden. Los asientos que se practiquen en ellos deberán
extenderse a máquina o por procedimientos informáticos, debiendo quedar asegurado, en
todo caso, el carácter indeleble de lo escrito. Las notas marginales podrán practicarse
también a mano o mediante estampilla. En la parte superior del lomo se incorporará un
tejuelo, en el que se expresará el Registro de que se trate y el número del tomo. Los folios
se dividirán en tres partes: un espacio lateral destinado a notas marginales; dos líneas
verticales, formando columna con separación de dos centímetros, para hacer constar en
ella el número de la inscripción o letra de la anotación, así como la naturaleza o clase del
acto registrado, y un espacio para extender las inscripciones, anotaciones y
cancelaciones. En la parte superior de cada folio se imprimirán, en su lugar respectivo, los
siguientes epígrafes: notas marginales, número de los asientos e inscripciones.
El libro de legalizaciones se llevará mediante la apertura de una hoja para cada
empresario en la que se harán constar los datos de presentación de la solicitud en el libro
diario, la clase de libros legalizados, el número dentro de cada clase, la fecha de
legalización y los datos del legajo en que se archive la instancia.
En el caso del libro de depósito de cuentas los folios útiles estarán numerados
correlativamente en el ángulo superior derecho. Cada folio contendrá diversos espacios
en blanco, separados por líneas verticales, en los que se consignará el nombre y los
datos registrales del empresario, el tipo de documentos depositados, los datos de
presentación de la solicitud en el libro diario, la fecha del depósito y los datos del legajo o
carpeta en que se incluyan los documentos. En la parte superior de cada folio se
imprimirán los epígrafes correspondientes.
Los folios útiles del libro de nombramiento de expertos independientes y de auditores
estarán numerados correlativamente en el ángulo superior derecho. Cada folio contendrá
diversos espacios en blanco, separados por líneas verticales, en los que se consignará el
nombre y los datos registrales de la sociedad o entidad, la fecha de la resolución de
nombramiento, el nombre del experto o auditor designado, los datos de presentación de la
instancia en el libro diario y los datos del legajo en que se archive la instancia. En la parte
superior de cada folio se imprimirán los epígrafes correspondientes.
Los registradores llevarán obligatoriamente, por orden alfabético y mediante
procedimientos informáticos, un índice del Registro, en el que se incorporará, al menos,
la identificación del sujeto inscrito indicando, en su caso, la denominación social, el
domicilio, tomo, folio de inscripción y el número de hoja, así como su número de
identificación fiscal.
Los registradores llevarán obligatoriamente, por orden alfabético y mediante
procedimientos informáticos, un índice del Registro, en el que se incorporará, al menos,
la identificación del sujeto inscrito indicando, en su caso, la denominación social, el
domicilio, tomo, folio de inscripción y el número de hoja, así como su número de
identificación fiscal.
En cada registro habrá un inventario de todos los libros y carpetas o legajos que en él
existan. Siempre que tome posesión un registrador, se hará cargo del Registro conforme
a dicho inventario, que firmarán los funcionarios saliente y entrante, siendo responsable el
primero de lo que apareciere en el mismo. Al comenzar cada año se completará o
modificará el inventario con lo que resulte del año anterior.

PRINCIPIOS DEL REGISTRO MERCANTIL


Principio de publicidad formal
En virtud del cual el Registro es público. La publicidad será efectiva por certificación del
contenido de los asientos o por simple nota informativa o copia de los asientos y de los
documentos depositados en el Registro. La certificación es el único medio fehaciente para
acreditar el contenido de lo registrado en los asientos. Sin embargo, el Registro no
expedirá certificaciones de los datos de su archivo, excepto en relación con las razones y
denominaciones de sociedades y demás entidades inscritas.
Principio de publicidad material
Este principio entraña la idea de que los actos inscritos sólo serán oponibles frente a
terceros de buena fue desde que sean publicados en el Boletín Oficial del Registro
Mercantil (BORME). Cuando son operaciones que se realicen en los 15 días siguientes a
la publicación, los actos inscritos y publicados no serán oponibles a terceros que puedan
probar que no pudieron conocerlos. Si existe diferencia entre lo publicado y lo inscrito, los
terceros de buena fe podrán invocar la publicación si les es más favorable. La buena fe
del tercero se presume mientras no se pruebe que conocía el acto inscrito y no inscrito, el
acto inscrito y no publicado o la discordancia entre lo inscrito y lo publicado.
Principio de legalidad
Para que un acto inscrito sea válido debe haberse realizado e inscrito conforme a la ley.
Por ello, el registrador debe calificar bajo su responsabilidad la legalidad de dicho acto,
además de la capacitad y legitimación de quien otorga o suscribe el acto y la validez del
contenido. Contra la calificación efectuada por el registrador se podrá recurrir
gubernativamente. 1
CONTRATOS MERCANTILES
Marco general
En la actualidad se sigue haciendo una distinción entre el derecho civil y el derecho
mercantil, basándose en una tradición que se remonta a la antigüedad cuando las
relaciones comerciales se basaban en poder subsistir de las transacciones que se
realizaban entre el consumidor y el comerciante. Hoy en día la base de esas
transacciones es mayoritariamente con ánimo de lucro y no de subsistencia.
Afortunadamente las sucesivas reformas legales han hecho que vayan desapareciendo
las reglas mercantiles que primaban sobre las civiles. Aun así, continúa habiendo una
doble regulación. Para estudiar los diferentes contratos se puede hacer una división en
función del mercado en el que se apliquen: a) Mercado de bienes: en el que se transmite
el uso de la titularidad de bienes y derechos. b) Mercado de servicios: en el que se
comercia con servicios muy extensos. c) Mercado financiero: en el que se comercia con el
financiamiento para empresas o consumidores.
EL CONTRATO DENTRO DE LAS CONDICIONES GENERALES
Entendemos la contratación dentro de las condiciones generales como aquellos contratos
con cláusulas generales preestablecidas y pre-redactadas por el empresario. Los
contratos se caracterizan por no ser personalizados y no tener cláusulas individualizadas
para cada cliente contratante. Estas cláusulas pre-redactadas y generalizadas no deben
contener cláusulas abusivas y deben pasar controles para garantizar que el empresario y
el cliente se vinculen de manera legal.
Los controles por los que deben pasar este tipo de contratos dentro del marco de las
condiciones generales son: a) En primer lugar según los artículos del 5 al 7 de la Ley de
Condiciones Generales de la Contratación, el primer control es el control de inclusión.
Este control tiene como objetivo el garantizar que la persona que subscribe el contrato es
conocedora del contenido total de éste. De las condiciones, obligaciones y derechos del
contrato, haciéndose entrega de un ejemplar redactado claramente y comprensible para
ambas partes. b) El segundo control al que estaría sometida este tipo de contratación
sería el de legalidad. Entendiendo que cualquier tipo de condición que figurara en él ha de
ser acorde a la normativa. Cualquier condición que fuera contraria a la norma imperativa
sería nula. A pesar de estos controles, se dan casos de condiciones abusivas que
reclaman una protección mayor. Por ello, además de no ser contrarias a la ley, se exige
que las cláusulas y condiciones contractuales no sean abusivas.
Según el artículo 82 TRLGDCU, inicialmente introducido por la LCGC, se consideran
abusivas las estipulaciones no negociadas individualmente y todas las prácticas no
consentidas expresamente que, en contra de la buena fe, causen, en perjuicio del
consumidor y usuario, un desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de las
partes que se deriven del contrato.
Las cláusulas abusivas se entenderán nulas de pleno derecho y se tendrán por no
puestas. En los artículos 85 a 91 se completa con una enumeración de cláusulas que en
todo caso se consideran abusivas aunque se trate de una lista indicativa con 29 cláusulas
que siempre serán consideradas abusivas.
CONTRATOS CON CONSUMIDORES Actualmente, las normativas que en un pasado se
encontraban dispersas se recogen para defender a los consumidores y usuarios, creando
organismos para que los asesoren y representen. Hay una regulación de las normas
abusivas, así como garantías legales y comerciales.
La Ley de consumidores y usuarios es la que regula el proceso de contratación con los
consumidores. Esta ley regula, entre otras cosas, los servicios de atención al cliente,
información previa a la formalización del contrato, procesos de compra, envío y suministro
de productos y servicios y el derecho de desistimiento, que permite al consumidor
renunciar al producto o servicio contratado.
CONTRATACIÓN A DISTANCIA / ELECTRÓNICA Con el avance de las nuevas
tecnologías las relaciones comerciales han cambiado sustancialmente y el comercio
electrónico gana puestos frente al comercio tradicional. Este tipo de transacciones,
además de las conocidas, suponen también un riesgo o inconveniente al consumidor si no
se le ofrecen las garantías adecuadas. Las contrataciones a distancia o electrónicas
implican que el consumidor no vea o conozca el producto presencialmente lo que supone
un riesgo de no contratar aquello que realmente desea. Para resolver y regular los
problemas ocasionados en la contratación electrónica o a distancia el derecho español ha
creado diversas normas para su regulación. Dentro de la regulación básica que la ley
española hace de la contratación electrónica efectuada a través de la red, podemos
destacar las siguientes normativas:  Ley 7/1996 de Ordenación del Comercio Minorista
(que regula en sus arts. 38 y ss. las ventas a distancia).  Ley 7/1998 de Condiciones
Generales de la Contratación.  Real Decreto-Ley 14/1999, sobre Firma Electrónica. 
Real Decreto 1906/1999, de 17 de diciembre, sobre Contratación Telefónica o Electrónica
con Condiciones Generales, en desarrollo. A pesar de todas ellas, no se establece una
normativa específica hasta la entrada en vigor de la Ley 34/2002, del 11 de julio, sobre
Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico, que incorpora al
ordenamiento español la Directiva 2000/31/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de
8 de junio de 2000, relativa a Determinados Aspectos Jurídicos de los Servicios de la Sociedad de
la Información.

Haremos una breve referencia a la legislación más reciente:  La Ley 56/2007, de 28 de diciembre, de
Medidas de Impulso de la Sociedad de la Información, establece que las empresas que presten servicios al
público, en general de especial trascendencia económica, deberán disponer de un medio de interlocución
electrónica que, mediante el uso de certificados de firma electrónica, les permite realizar los trámites de
contratación electrónica. Esa previsión está dirigida únicamente a las empresas de más de cien trabajadores
o que tengan la condición de gran empresa a efectos del IVA y que operen en determinados sectores
económicos (entre otros, compañías dedicadas al suministro de electricidad, agua y gas, telecomunicaciones,
entidades financieras, aseguradoras, grandes superficies, transportes y agencias de viajes).  Ley 30/2007,
de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público, incorpora al ordenamiento español diversas directivas
comunitarias y pretende introducir mejoras en el sistema de contratación pública, que ha reforzado
considerablemente el uso de las tecnologías de la información en la contratación pública (subasta electrónica,
publicidad contractual por medios electrónicos, uso de medios electrónicos, informáticos y telemáticos, etc.).
En defensa de los consumidores en la contratación telemática, el Art. 30 de la LSSICE, establece sólo en su
Ap. 1 que «contra las conductas contrarias a la presente Ley que lesionen intereses colectivos y difusos de
los consumidores, podrá interponerse acción de cesación»; y en su ap. 2 que «la acción de cesación se dirige
a obtener una sentencia que condene al demandado a cesar en la conducta contraria a la presente Ley y a
prohibir su reiteración futura. Asimismo, la acción podrá ejercerse para prohibir la realización de una conducta
cuando ésta haya finalizado al tiempo de ejercitar la acción, si existen indicios suficientes que hagan temer su
reiteración de modo inminente». Aunque los Arts. 30 y 31 de la LSSICE hacen referencia exclusivamente a la
acción de cesación como medio judicial del que disponen los consumidores para la resolución de los
conflictos derivados del comercio electrónico, lo cierto es que éstos disponen además de todas aquellas
acciones judiciales previstas en la legislación para la protección de los intereses de los consumidores y
usuarios.
CONTRATOS MERCANTILES EN EL MERCADO DE BIENES

 CONTRATOS DE COMPRAVENTA
Concepto: Los elementos esenciales que forman parte del contrato de compraventa son:
Cosa: objeto en oposición a los derechos creados sobre él y a las prestaciones personales. Son bienes o
derechos que están dentro del comercio. La compraventa es el contrato por el cual una de las partes se obliga
a la entrega de una cosa y la otra satisface un precio cierto a cambio de esa cosa.
Precio: significa valor en que se estima algo, valor que se pide por una cosa o servicio. Sus condiciones
deben ser: cierto, verdadero, en numerario y justo.
Personas o partes: el vendedor, que es la persona física o jurídica que transfiere la propiedad, y el comprador,
que es quien la adquiere.
Formales: los contratos de compraventa no se otorgan por escrito, ya que la ley no requiere tal formalidad; sin
embargo, en la práctica es habitual que el consentimiento se plasme en un documento privado que sirva de
prueba. Hay excepciones, por ejemplo, para el caso de bienes inmuebles, u otros contratos que se obligan a
realizar por escrito.
Validez: la capacidad, en donde se dice que toda persona capaz de disponer de sus bienes puede vender y
toda persona capaz de obligarse puede comprar; y el consentimiento, que se refiere a que haya un acuerdo
de las partes que recaiga sobre el precio y la cosa.
Obligaciones: Las obligaciones del vendedor en el contrato de compraventa son las siguientes:

- Transmitir la propiedad o título de derecho: el vendedor está obligado a la entrega del bien al
comprador
- Conservar el bien objeto de la compraventa hasta su entrega: en sí, la compraventa como tal no
implica por sí misma la transmisión de la propiedad del bien, sino que obliga a esa transmisión.
- Entregar el bien.
- Garantizar al adquiriente una posesión útil: el vendedor ha de responder de la calidad del producto.
- Garantizar al comprador una posesión pacífica: el vendedor ha de garantizar la titularidad de ese
producto.
- Responder a la evicción: en un contrato de compraventa tiene lugar la evicción cuando el comprador
pierde la cosa en virtud de una resolución judicial firme, por la que se reconoce un derecho anterior a
la compraventa. Dicha evicción puede ser parcial, cuando el comprador conserva parte de la cosa
vendida, o total. Esta situación da lugar a una responsabilidad de indemnización a cargo del
vendedor.
- Responder de los vicios y defectos ocultos que tenga el bien: en este caso el vendedor ha de
responder de los vicios o defectos del producto tanto aparentes como no apreciables a simple vista.
Las obligaciones del comprador en el contrato de compraventa son las siguientes:

- Pagar el precio.
- Pagar intereses en caso de retraso o de compraventa con precio aplazado.
- Recibir el bien comprado.
- Recibir el bien en buen estado.

LA PERMUTA
En este tipo de contratos ambas partes son consideradas vendedores en cuanto a las obligaciones se refiere,
ya que ambas partes son las que entregan el bien o producto en concreto. El articulo 1538 Cc. define la
permuta como el contrato por el cual cada uno de los contratantes se obliga a dar una cosa para recibir otra.
Si uno de los dos contratantes hubiese recibido la cosa que se le prometió en permuta, y acreditase que no
era propia del que la dio, no podrá ser obligado a entregar la que él ofreció a cambio, y cumplirá con devolver
la que recibió. (art.1539)
El que pierda la evicción de la cosa recibida en permuta, podrá optar entre recuperar la que dio en cambio, o
reclamar la indemnización de daños y perjuicios; pero solo podrá usar el derecho a recuperar la cosa que él
entregó mientras subsista en poder del otro permutante, y sin perjuicio de los derechos adquiridos entretanto
sobre ella con buena fe por un tercero. (art. 1540) Según el artículo 1541 en todo lo que no se halle
especialmente en este título, la permuta se regirá por las disposiciones concernientes a la venta.
CONTRATOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL
Los contratos de propiedad intelectual son utilizados para proteger las creaciones propias del autor,
considerándolas creaciones únicas y no producidas en serie o industrialmente. Las creaciones que pueden
englobarse dentro de la propiedad intelectual pueden ser obras artísticas o literarias, obras de arte, piezas
musicales, pinturas, fotografías, dibujos, esculturas o diseños arquitectónicos. La oficina Española de
Patentes y Marcas interviene en el registro y reconocimiento vinculados a la propiedad intelectual. Así como el
Registro de la Propiedad intelectual vela por los derechos sobre la propiedad intelectual. Las disposiciones
legales vigentes sobre la Propiedad Intelectual son reguladas y armonizadas a través el Real Decreto
Legislativo 1/1996 del 12 Abril, según el cual:
Artículo 1. Hecho generador La propiedad intelectual de una obra literaria, artística o científica corresponde al
autor por el solo hecho de su creación.
Artículo 2. Contenido La propiedad intelectual está integrada por derechos de carácter personal y patrimonial,
que atribuyen al autor la plena disposición y el derecho exclusivo a la explotación de la obra, sin más
limitaciones que las establecidas en la Ley.
Artículo 3. Características Los derechos de autor son independientes, compatibles y acumulables con: 1. La
propiedad y otros derechos que tengan por objeto la cosa material a la que está incorporada la creación
intelectual. 2. Los derechos de propiedad industrial que puedan existir sobre la obra. 3. Los otros derechos de
propiedad intelectual reconocidos en el Libro II de la presente Ley.
Artículo 4. Divulgación y publicación A efectos de lo dispuesto en la presente Ley, se entiende por divulgación
de una obra toda expresión de la misma que, con el consentimiento del autor, la haga accesible por primera
vez al público en cualquier forma; y por publicación, la divulgación que se realice mediante la puesta a
disposición del público de un número de ejemplares de la obra que satisfaga razonablemente sus
necesidades estimadas de acuerdo con la naturaleza y finalidad de la misma.

CONTRATOS DE PROPIEDAD INDUSTRIAL


El concepto de propiedad industrial agrupa cuatro derechos en España: La marca, el nombre comercial, la
patente y el Know-How. La patente Las patentes se regulan por la Ley 24/2015, de 24 de julio. La inscripción
de una patente en el registro de Propiedad Industrial da derecho a la explotación de dicha patente durante 20
años de forma exclusiva, una vez pasados los 20 años esa patente pasa a ser de dominio público. Según el
artículo 10, el derecho a la patente pertenece al inventor o a sus causahabientes y es transmisible por todos
los medios que el Derecho reconoce. Cuando una misma invención haya sido realizada por distintas
personas de forma independiente, el derecho a la patente pertenecerá a aquél cuya solicitud tenga una fecha
anterior de presentación en España, siempre que dicha solicitud se publique con arreglo a lo dispuesto en el
artículo 32.
La Ley establece que:
1. Son patentables las invenciones nuevas que impliquen actividad inventiva y sean susceptibles de
aplicación industrial, aun cuando tengan por objeto un producto que esté compuesto o que contenga materia
biológica, o un procedimiento mediante el cual se produzca, transforme o utilice materia biológica.
2. La materia biológica aislada de su entorno natural o producida por medio de un procedimiento técnico,
podrá ser objeto de una invención, aun cuando ya exista anteriormente en estado natural.
3. A los efectos de la presente Ley, se entenderá por "materia biológica" la materia que contenga información
genética auto-reproducible o reproducible en un sistema biológico y por "procedimiento microbiológico",
cualquier procedimiento que utilice una materia microbiológica, que incluya una intervención sobre la misma o
que produzca una materia microbiológica.
4. No se considerarán invenciones en el sentido de los apartados anteriores, en particular: a) Los
descubrimientos, las teorías científicas y los métodos matemáticos. b) Las obras literarias, artísticas o
cualquier otra creación estética, así como las obras científicas. c) Los planes, reglas y métodos para el
ejercicio de actividades intelectuales, para juegos o para actividades económico-comerciales, así como los
programas de ordenadores. d) Las formas de presentar informaciones.

Marca y nombres comerciales


Podemos definir el significado de marca como aquellos signos, distinciones o denominaciones que identifican
comercialmente en el mercado a una empresa, producto o servicio La marca puede contener palabras,
imágenes, símbolos, sonidos, cifras, etc. A nivel legal, nos encontramos con la ley 17/2001, de 7 de
diciembre, de Marcas.
Know-how
Entendemos como Know-how a aquel conjunto de prácticas que no están patentadas, propias de una
empresa que facilitan la producción de un servicio o producto. Esas prácticas son consideradas un valor
añadido que también pueden transmitirse a través de contratos de licencia para permitir su uso.

CONTRATOS MERCANTILES EN EL MERCADO DE SERVICIOS


 CONTRATOS DE ALQUILER DE SERVICIOS
El contrato de alquiler de servicios o también conocido como outsourcing o externalización de servicios se
caracteriza normalmente porque el arrendatario se compromete a realizar una actividad determinada. A
diferencia de los contratos anteriores englobados en el mercado de bienes, en este tipo de contratos lo que se
asume es una obligación a realizar en lugar de asumir una obligación de entregar una propiedad. Las
actividades o servicios que pueden llegar a realizarse son muy diversos. Actualmente la externalización de
servicios es muy común en las empresas ya que éstas necesitan contratar la realización de servicios a
empresas externas en lugar de contratar a personal propio en plantilla para que las realicen. Ejemplos de
outsourcing pueden ser la contratación de personal formador para la realización de cursos específicos para
empleados, personal de limpieza, asesorías laborales, servicios de catering, auditores, etc.

CONTRATOS DE INTERMEDIACIÓN

- Contratos de mandato i comisión


El contrato de mandato es aquel por el cual se obliga a una persona a prestar algún servicio o a hacer alguna
cosa por cuenta o encargo de otra (art.1709C.C) Esta definición del Código Civil se engloba dentro del código
de comercio en el momento en que éste tenga por objeto un acto u operación de comercio y sea comerciante
o agente mediador del comercio comitente o comisionista (Art. 244 C.Com) En el Código Civil, la naturaleza
del mandato es de carácter gratuito a no ser que el mandatario tenga por ocupación el desempeño de
servicios de la especie al que se refiere el mandato, lo que presumiría la obligación de retribuirlo. La
vinculación del contrato de mandato viene condicionada por la actuación del mediador, diferenciando si este
actúa en nombre propio o de otro Si actúa en nombre propio, él es el que tiene la obligación, mientras que si
actúa en nombre de un tercero no existe relación entre mediador y tercero (art. 1717 C.C y 243 según el
C.Com). Esta es la razón por la que el tercero debe conocer los límites del poder otorgado, ya que sólo
quedaría obligado el principal dentro de esos límites. Según el Art. 1730 C.cy 276 C.com, cuando la comisión
es retribuida, si no se pacta lo contrario, el cobro de lo que debe el principal, el mediador, tiene el derecho de
retención de bienes de éste. Además, el comisionista mercantil tendrá preferencia para cobrar esos créditos
sobre el precio obtenido por la venta de los bienes (Art. 280 C. com)
El contrato de mandato se extinguirá:
- Por revocación.
- Por renuncia del mandatario.
- Por muerte o insolvencia de alguna de las partes.
La comisión se extinguirá por:
- Revocación del comitente.
- Muerte del comisionista.

- Contrato de corretaje
El contrato de corretaje es un contrato atípico que carece de regulación general en nuestro derecho. Este tipo
de contratos se caracterizan por la búsqueda por parte del intermediario a un tercero, con unas condiciones
determinadas, que se ponga en contacto con el principal. En estos contratos el mediador no tiene
participación de ningún tipo. Al no estar recogido por el código de comercio no existen normas que limiten la
libertad de los pactos entre mediador y mandantes. Aun así, es un contrato mercantil regido por la jurisdicción
y legislación mercantil, y la jurisdicción civil. Estos contratos son utilizados, por ejemplo, en agencias
matrimoniales o inmobiliarias. Normalmente se trata de operaciones comerciales puntuales y no existe la
continuidad comercial entre el mediador y el mandante. En la mediación, el mediador pone en contacto el
principal con el futuro cliente o proveedor careciendo éste de poder de representación el mandante para
realizar ningún negocio determinado. La libertad de pacto entre las partes contratantes es muy amplia y no
hace falta pactar un régimen de exclusividad entre las partes. El mediador puede ser persona física o jurídica
y el contrato puede ser revocable libremente por el mandante.
El contrato de corretaje se extinguirá:
- Cumplimiento del mandato.
- Muerte o inhabilitación del mediador.
- Renuncia del mediador.

- Contrato de agencia
El contrato de agencia es el contrato por el cual una persona natural o jurídica, denominada agente, se obliga
frente a otra de manera continuada o estable a cambio de una remuneración, a prometer actos u operaciones
de comercio por cuenta propia o ajena, o a promoverlos y concluirlos por cuenta y en nombre ajenos, como
intermediario independiente, sin asumir, salvo pacto contrario, el riesgo y ventura de tales operaciones. (Ley
12/1992 de 27 de Mayo). Según la ley que regula los contratos de agencia:
El agente está obligado a:
a) Ocuparse, con la diligencia de un ordenado comerciante, de la promoción y, en su caso, de la conclusión
de los actos u operaciones que se le hubieren encomendado. b) Comunicar al empresario toda la información
de que disponga, cuando sea necesaria para la buena gestión de los actos u operaciones cuya promoción y,
en su caso, conclusión, se le hubiere encomendado, así como, en particular, la relativa a la solvencia de los
terceros con los que existan operaciones pendientes de conclusión o ejecución. c) Desarrollar su actividad
con arreglo a las instrucciones razonables recibidas del empresario, siempre que no afecten a su
independencia. d) Recibir en nombre del empresario cualquier clase de reclamaciones de terceros sobre
defectos o vicios de calidad o cantidad de los bienes vendidos y de los servicios prestados como
consecuencia de las operaciones promovidas, aunque no las hubiera concluido.
El empresario está obligado a:
a) Poner a disposición del agente, con antelación suficiente y en cantidad apropiada, los muestrarios,
catálogos, tarifas y demás documentos necesarios para el ejercicio de su actividad profesional. b) Procurar al
agente todas las informaciones necesarias para la ejecución del contrato de agencia y, en particular,
advertirle, desde que tenga noticia de ello, cuando prevea que el volumen de los actos u operaciones va a ser
sensiblemente inferior al que el agente hubiera podido esperar. c) Satisfacer la remuneración pactada. e)
Llevar una contabilidad independiente de los actos u operaciones relativos a cada empresario por cuya cuenta
actúe.
Remuneración del agente:
a) La remuneración del agente consistirá en una cantidad fija, en una comisión o en una combinación de los
dos sistemas anteriores. En defecto de pacto, la retribución se fijará de acuerdo con los usos de comercio del
lugar donde el agente ejerza su actividad. Si éstos no existieran, percibirá el agente la retribución que fuera
razonable teniendo en cuenta las circunstancias que hayan concurrido en la operación. b) Se reputa comisión
cualquier elemento de la remuneración que sea variable según el volumen o el valor de los actos u
operaciones promovidos, y, en su caso, concluidos por el agente. c) Cuando el agente sea retribuido total o
parcialmente mediante comisión, se observará lo establecido en los artículos siguientes de esta sección.
Prohibición de competencia: (Art. 20 y 21)
1. Entre las estipulaciones del contrato de agencia, las partes podrán incluir una restricción o limitación de las
actividades profesionales a desarrollar por el agente una vez extinguido dicho contrato. 2. El pacto de
limitación de la competencia no podrá tener una duración superior a dos años a contar desde la extinción del
contrato de agencia. Si el contrato de agencia se hubiere pactado por un tiempo menor, el pacto de limitación
de la competencia no podrá tener una duración superior a un año. El pacto de limitación de la competencia,
que deberá formalizarse por escrito para su validez, sólo podrá extenderse a la zona geográfica o a ésta y al
grupo de personas confiados al agente y sólo podrá afectar a la clase de bienes o de servicios objeto de los
actos u operaciones promovidos o concluidos por el agente.
Extinción del contrato: Extinción del contrato por tiempo determinado (Art. 24)
1. El contrato de agencia convenido por tiempo determinado se extinguirá por cumplimiento del término
pactado. 2. No obstante lo dispuesto en el número anterior, los contratos de agencia por tiempo determinado
que continúen siendo ejecutados por ambas partes después de transcurrido el plazo inicialmente previsto, se
considerarán transformados en contratos de duración indefinida. Extinción del contrato de agencia por tiempo
indefinido: el preaviso (Art.25)
1. El contrato de agencia de duración indefinida se extinguirá por la denuncia unilateral de cualquiera de las
partes mediante preaviso por escrito. 2. El plazo de preaviso será de un mes para cada año de vigencia del
contrato, con un máximo de seis meses. Si el contrato de agencia hubiera estado vigente por tiempo inferior a
un año, el plazo de preaviso será de un mes. 3. Las partes podrán pactar mayores plazos de preaviso sin que
el plazo para el preaviso del agente pueda ser inferior, en ningún caso, al establecido para el preaviso del
empresario. 4. Salvo pacto en contrario, el final del plazo de preaviso coincidirá con el último día del mes. 5.
Para la determinación del plazo de preaviso de los contratos por tiempo determinado que se hubieren
transformado por ministerio de la ley en contratos de duración indefinida, se computará la duración que
hubiera tenido el contrato por tiempo determinado, añadiendo a la misma el tiempo transcurrido desde que se
produjo la transformación en contrato de duración indefinida.
Excepciones de las reglas anteriores (Art. 26) Cada una de las partes de un contrato de agencia pactado por
tiempo determinado o indefinido podrá dar por finalizado el contrato en cualquier momento, sin necesidad de
preaviso, en los siguientes casos: a) Cuando la otra parte hubiere incumplido, total o parcialmente, las
obligaciones legal o contractualmente establecidas. b) Cuando la otra parte hubiere sido declarada en
concurso. En tales casos se entenderá que el contrato finaliza a la recepción de la notificación escrita en la
que consta la voluntad de darlo por extinguido y la causa de la extinción.  Indemnizaciones en el contrato de
agencia: Indemnización por clientela (Art.28) 1. Cuando se extinga el contrato de agencia, sea por tiempo
determinado o indefinido, el agente que hubiese aportado nuevos clientes al empresario o incrementado
sensiblemente las operaciones con la clientela preexistente, tendrá derecho a una indemnización si su
actividad anterior puede continuar produciendo ventajas sustanciales al empresario y resulta equitativamente
procedente por la existencia de pactos de limitación de competencia, por las comisiones que pierda o por las
demás circunstancias que concurran. 2. El derecho a la indemnización por clientela existe también en el caso
de que el contrato se extinga por muerte o declaración de fallecimiento del agente. 3. La indemnización no
podrá exceder, en ningún caso, del importe medio anual de las remuneraciones percibidas por el agente
durante los últimos cinco años o, durante todo el período de duración del contrato, si éste fuese inferior.
Indemnización de daños y perjuicios (Art.29) Sin perjuicio de la indemnización por clientela, el empresario que
denuncie unilateralmente el contrato de agencia de duración indefinida, estará obligado a indemnizar los
daños y perjuicios que, en su caso, la extinción anticipada haya causado al agente, siempre que la misma no
permita la amortización de los gastos que el agente, instruido por el empresario, haya realizado para la
ejecución del contrato. Supuestos de inexistencia del derecho a la indemnización (Art. 30) El agente no tendrá
derecho a la indemnización por clientela o de daños y perjuicios: a) Cuando el empresario hubiese extinguido
el contrato por causa de incumplimiento de las obligaciones legal o contractualmente establecidas a cargo del
agente. b) Cuando el agente hubiese denunciado el contrato, salvo que la denuncia tuviera como causa
circunstancias imputables al empresario, o se fundara en la edad, la invalidez o la enfermedad del agente y no
pudiera exigírsele razonablemente la continuidad de sus actividades. c) Cuando, con el consentimiento del
empresario, el agente hubiese cedido a un tercero los derechos y las obligaciones de que era titular en virtud
del contrato de agencia. Contratos de distribución, concesión comercial y franquicia:
 Contratos de distribución o concesión comercial: El contrato de distribución o concesión mercantil es un
contrato no regulado específicamente en nuestro derecho. El contrato de distribución o concesión comercial
es aquel por el que un concedente y un concesionario realizan un acuerdo que los compromete a adquirir,
bajo determinadas condiciones previamente pactadas, unos productos determinados para revenderlos en
una zona geográfica determinada bajo la supervisión del concesionario.
Las características de este contrato son: a) Colaboración entre el empresario y concedente para poner en el
mercado y distribuir un servicio o producto de una marca o signo comercial. b) Vender los bienes en el
mismo estado en el que los suministra el concesionario sin transformarlo. c) El concesionario o revendedor
debe prestar a los compradores la atención que necesitan una vez realzada la venta. d) El concesionario
debe asumir los riesgos de las operaciones comerciales que realiza con los clientes el concedente. e) El
concesionario recibirá una remuneración sobre el beneficio de la reventa. Obligaciones del concedente: a)
Suministrar al concesionario la mercancía acordada. b) En el caso de que exista exclusividad el suministro
de productos o servicios no puede ofrecerse a otros revendedores que actúen en la misma zona. c) Si el
concedente fuera el fabricante de los productos, éste está obligado a responder de la garantía de los
mismos. Obligaciones del concesionario: a) Compra de un determinado número de productos b)
Contratación de personal cualificado. c) Disponer de instalaciones óptimas para el desarrollo de la actividad.
d) Promocionar los productos ofrecidos. La extinción de este tipo de contrato vendrá condicionada por las
causas pactadas en él.
Contrato de franquicia: El contrato de franquicia es un contrato suscrito por el franquiciado y el franquiciador
en el que se recoge el acuerdo de franquicia. El franquiciador cede al franquiciado la explotación de un
sistema para comercializar determinados productos y/o servicios a cambio de una contraprestación
económica. A diferencia del contrato de distribución o concesión comercial, el franquiciador debe transmitir
su metodología de trabajo (know-how) y sus métodos comerciales. El franquiciador debe diseñar, dirigir y
sufragar sus campañas publicitarias para dar a conocer y difundir su marca.

Hay tres elementos que determinan el contenido básico de este tipo de contrato:
1) La marca.
2) El know-how.
3) El apoyo continuado.
El contrato de franquicia, al no estar regulado específicamente, debe contener de manera clara los elementos
esenciales vinculados a cualquier contrato, y una regulación detallada del contenido básico: -
Encabezamiento: Los datos contenidos en el encabezamiento deben procurar los datos identificativos del
franquiciador y franquiciado. - Expósitos: - Detalle del contenido de las obligaciones y compromisos que
afectan a ambas partes. - Cesión de la marca, signos comerciales y distintivos y normas de uso. -
Transmisión del Know-How. - Requisitos de las instalaciones. - Condiciones de suministros del producto y/o
servicios. - Exclusividad geográfica y territorial de la franquicia. - Soporte técnico y tecnológico. - Campañas
publicitarias. - Duración del contrato. - Causas de extinción del contrato. - Etc. La principal diferencia entre
este contrato y el de distribución es la obligatoriedad del franquiciador a transmitir su Know-how. El
franquiciador está obligado a transmitir la esencia de un negocio que posee una eficacia demostrada para que
un empresario actúe por cuenta ajena bajo su marca comercial.
 CONTRATOS DE PUBLICIDAD
La Ley 34/1998, de 11 de Noviembre, General de Publicidad recoge 4 clases de contratos Publicitarios:
1. Contratos de publicidad: El Contrato de publicidad es aquél por el que un anunciante encarga a una
agencia de publicidad, mediante una contraprestación, la ejecución de publicidad y la creación, preparación o
programación de la misma. Cuando la agencia realice creaciones publicitarias, se aplicarán también las
normas del contrato de creación publicitaria.
2. Contratos de difusión publicitaria: El Contrato de difusión publicitaria es aquél por el que, a cambio de una
contraprestación fijada en tarifas preestablecidas, un medio se obliga en favor de un anunciante o agencia a
permitir la utilización publicitaria de unidades de espacio o de tiempo disponible y a desarrollar la actividad
técnica necesaria para lograr el resultado publicitario.
3. Contratos de creación publicitaria: El contrato de creación publicitaria es aquél por el que, a cambio de una
contraprestación, una persona física o jurídica se obliga en favor del anunciante o agencia a idear y elaborar
un proyecto de campaña publicitaria, una parte de la misma o cualquier otro elemento publicitario.
Las creaciones publicitarias podrán gozar de los derechos de propiedad industrial o intelectual cuando reúnan
los requisitos exigidos por las disposiciones vigentes. No obstante, lo dispuesto en el párrafo anterior, los
derechos de explotación de las creaciones publicitarias se presumirán, salvo pacto en contrario, cedidos en
exclusiva al anunciante o agencia, en virtud del contrato de creación publicitaria y para los fines previstos en
el mismo. (Art.21)
4. Contrato de patrocinio: El contrato de patrocinio publicitario es aquél por el que el patrocinado, a cambio de
una ayuda económica para la realización de su actividad deportiva, benéfica, cultural, científica o de otra
índole, se compromete a colaborar en la publicidad del patrocinador. El contrato de patrocinio publicitario se
regirá por las normas del contrato de difusión publicitaria en cuanto le sean aplicables. Según dicha Ley
quedan determinadas las condiciones de los sujetos que participan en estos contratos de publicidad.
Así pues, encontramos definidos:
- El anunciante: persona natural o jurídica en cuyo interés se realiza la publicidad.
- La agencia de publicidad: las personas naturales o jurídicas que se dedican profesionalmente y de
manera organizada a crear, preparar, programar o ejecutar publicidad por cuenta de un anunciante.
- Medios de publicidad: las personas naturales o jurídicas, públicas o privadas, que, de manera
habitual y organizada, se dedican a la difusión de publicidad a través de los soportes o medios de
comunicación social cuya titularidad ostenten.

CONTRATOS EN EL MERCADO FINANCIERO


MEDIOS DE FINANCIACIÓN PARA LA EMPRESA: MERCADO DE CRÉDITO Y DE VALOR El mercado
financiero es el lugar físico o virtual en el que consumidores y empresas obtienen financiamiento.
Consumidores y empresas se relacionan con el fin de obtener financiación o bien negociar los activos,
instrumentos financieros y productos.
Dada la complejidad que entraña el mercado financiero reduciremos la clasificación en dos mercados
diferentes:
1. Mercado de crédito: En el mercado de crédito los intermediarios financieros a través de contratos de
depósito reciben el dinero de los inversores. El intermediario pone a disposición de terceros el crédito que a él
le prestan. Es por ello que se crean dos relaciones comerciales diferentes: por una parte se suscribe un
contrato con el inversor y por otra un contrato con la persona que recibe el crédito o préstamo. Siempre será
la entidad de crédito quien deberá responder ante las obligaciones pactadas en esos contratos.
2. Mercado de valores: En este tipo de mercados son los títulos de valor emitidos por un empresario que
necesita financiamiento los que se ofrecen al inversor. El inversor actúa de “prestamista” con el empresario,
quien deberá devolver el dinero del título emitido en un plazo determinado, así como los intereses que se
hayan acordado. El inversor adquiere unos derechos ante el emisor de los títulos y el emisor unas
obligaciones ante el inversor. La venta anticipada de los títulos de valor antes del plazo acordado se realiza
en los mercados de valores en los que se pueden vender o adquirir estos títulos.
MERCADO DE CRÉDITO
- El préstamo: El contrato de préstamo regulado por el código de comercio y código civil es definido
por el Real Decreto de 24 de Julio de 1889 como aquel en el que una de las partes entrega a la otra,
o alguna cosa no fungible para que use de ella por cierto tiempo y se la devuelva, en cuyo caso se
llama comodato, o dinero u otra cosa fungible, con condición de devolver otro tanto de la misma
especie y calidad, en cuyo caso conserva simplemente el nombre de préstamo. El comodato es
esencialmente gratuito. El simple préstamo puede ser gratuito o con pacto de pagar interés. Los
préstamos regulados por el Código Mercantil son aquellos que se realizan por parte de un
comerciante que presta con el objeto de que aquello que presta esté destinado a operaciones
comerciales, mientras que los otros préstamos son regulados por el Código Civil. Dado que el
préstamo, como hemos dicho, es gratuito los intereses que se puedan llegar a pactar entre las partes
han de ser por escrito según el art. 314 C.com. El objeto de los intereses es que el prestamista
obtenga un beneficio por su actuación, y tiene como finalidad evitar las causas negativas que puede
conllevar la inflación. A pesar de que el Código de Comercio en su artículo 315 dice que no hay
límite en la cantidad de los intereses, el Tribunal Supremo admite que los intereses del préstamo
mercantil pueden ser mayores a los de un préstamo civil. Según los artículos 175 C.com., 318 C.com
y 1110 C.c. si el prestador recibe capital sin hacer constar que se reserva el derecho a cobrar
intereses se extingue la obligación de pagarlos y el prestatario que paga intereses sin que estén
estipulados no los puede reclamar como pago indebido.
- Créditos al consumo: La Ley 16/2011, de 24 de Junio de 2011 establece un régimen especial para
los préstamos a favor de los consumidores. Esta regulación intenta evitar el abuso o la falta de
información suficiente al consumidor. Esta ley establece el contenido de contrato y regula, entre otras
cosas, el coste total del préstamo, el reembolso anticipado, la tasa anual equivalente (TAE),
descubiertos, etc.
Obligaciones de transparencia en relación con los contratos (Art.4) 1. Las empresas deberán tener a
disposición de los consumidores las condiciones generales de la contratación que utilicen. Los
consumidores no tendrán que afrontar ningún gasto ni asumir compromiso alguno por su recepción.
Esta información deberá estar disponible en la página web de las empresas, si éstas disponen de
ella, y en los establecimientos abiertos al público u oficinas en que presten sus servicios. 2. La
accesibilidad de las personas con discapacidad a la información prevista en el apartado anterior
deberá garantizarse en los términos exigidos legal o reglamentariamente.
Obligaciones de transparencia en relación con los precios (Art.5) 1. Las empresas establecerán
libremente sus tarifas de comisiones, condiciones y gastos repercutibles a los consumidores, sin
otras limitaciones que las contenidas en esta Ley en materia de cláusulas abusivas. En las tarifas de
comisiones o compensaciones y gastos repercutibles, incluidas las actividades de asesoramiento, se
indicarán los supuestos y, en su caso, periodicidad con que serán aplicables. Las comisiones o
compensaciones y gastos repercutidos deben responder a servicios efectivamente prestados o a
gastos habidos. En ningún caso podrán cargarse comisiones o gastos por servicios no aceptados o
solicitados en firme y de forma expresa por el consumidor. 3. Las empresas no podrán cargar
cantidades superiores a las que se deriven de las tarifas, aplicando condiciones más gravosas o
repercutiendo gastos no previstos. 4. Las empresas están obligadas a notificar al Registro en el que
figuren inscritas, con carácter previo a su aplicación, los precios de los servicios, las tarifas de las
comisiones o compensaciones y gastos repercutibles que aplicarán, como máximo, a las
operaciones y servicios que prestan, y los tipos de interés máximos de los productos que
comercializan, incluidos, en su caso, los tipos de interés por demora. 5. Los precios, tarifas y gastos
repercutibles a que se refiere el apartado anterior se recogerán en un folleto, que se redactará de
forma clara, concreta y fácilmente comprensible para los consumidores, evitando la inclusión de
conceptos innecesarios o irrelevantes.
- Leasing: En el contrato de leasing, o contrato de alquiler con derecho a compra, intervienen: 1) El
fabricante del bien. 2) La empresa de leasing. 3) El usuario del bien. La naturaleza del contrato
supone la contratación por parte del usuario de un producto al fabricante a través de la empresa de
leasing con el fin de usar ese producto por un tiempo determinado y pagando un importe pactado en
concepto de renta. Una vez finalizado el plazo pactado el usuario puede adquirir el producto pagando
un precio residual, prorrogar el contrato o darlo por concluido. En este tipo de contratos, las cláusulas
de responsabilidad deben quedar bien definidas ya que el usuario, al tratar de manera directa con la
empresa de leasing, no puede reclamar daños al fabricante del producto.
- Contratos bancarios: Los contratos bancarios se definen como todo acuerdo para crear, modificar o
extinguir una relación jurídica de carácter bancario. Los contratos bancarios deben de constar de:
o Tipo de interés nominal.
o Fechas de las liquidaciones.
o Fechas de los devengos de interés.
o Métodos utilizados para el cálculo de intereses.
o Comisiones.
o Gastos.
o Derechos de la entidad bancaria.
o Derechos del cliente.
En la mayor parte de las operaciones de crédito intervienen directa o indirectamente una entidad
de crédito, de ahí la relevancia de los contratos bancarios.
Las operaciones bancarias pueden ser clasificadas en:
1. Operaciones activas: cuando el banco es el que presta (apertura de crédito, préstamo).
2. Operaciones pasivas: cuando es a la entidad bancaria a la que prestan (depósitos
irregulares).
3. Operaciones Neutras: cuando se da un servicio diferente a la relación de crédito.
Cabe destacar dentro de los contratos bancarios el contrato de cuenta corriente. Podemos
definir el contrato de Cuenta Corriente como un contrato de gestión, como una técnica contable
en la que el banco presta al cliente servicios de caja realizando cobros y pagos por parte del
cliente e ingresos y reintegros. Dentro de los servicios de caja podemos encontrar: domiciliación
de recibos, cajeros automáticos, banca online, transferencias, pago de cheques, servicio de
tarjetas de crédito, etc. Las relaciones de crédito y deuda se anotan en cada operación
obteniendo un saldo a favor de los sujetos. Las cuentas corrientes pueden ser mancomunadas o
indiferentes. Las mancomunadas son aquellas en las que se exige la firma de todos los titulares
de la cuenta para sacar dinero de ella. A pesar de la escasa regulación de los contratos
bancarios al considerarse la mayoría de ellos atípicos, el Banco de España dispone de un
Servicio de Reclamaciones donde se realizan informes sobre prácticas apropiadas o no que son
seguidas por las entidades de crédito a pesar de no ser vinculantes.

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