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CRISIS DEL COVID 19.

Luego de las medidas tomadas por el Gobierno Nacional frente a la llegada y


propagación del COVID-19 en el país, se han generado diferentes preguntas
entorno al futuro de la socioeconomía y la salud colombiana, la manera en la que
esto puede afectar a toda la ciudadanía. Entrando en la parte económica, los
efectos del COVID-19 se han sentido en la caída de los mercados, en los precios
del petróleo y en las proyecciones de crecimiento a nivel global. De acuerdo con
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el
crecimiento de la economía mundial se reducirá en 0,5%, mientras que en China
el declive se acerca al 1%. En Colombia, el precio del dólar por encima de 3.800
pesos y la caída de la bolsa de valores, que el pasado 9 de marzo superó el 10%,
son indicios claros de un virus que está trascendiendo a lo económico. Teniendo
en cuenta esto, los efectos pueden ir desde un impacto negativo en el mercado
laboral con un aumento en las tasas de desempleo, disminución en la actividad
económica del país lo cual afecta las proyecciones de crecimiento del país, la
caída en las exportaciones e importaciones de bienes que no son considerados
dentro de los bienes de primera necesidad, pero si tienen una relación directa con
el PIB. Debido a esto el gobierno colombiano a tomado medidas para poder
solventar o mitigar toda esta crisis Con el Decreto 522, el Ministerio de Hacienda
adicionó nuevamente el presupuesto general de la Nación de la vigencia fiscal de
este año y efectuó su correspondiente liquidación. Esta operación se realiza por el
valor de $ 3.250.000.000.000, que se adicionan al presupuesto de rentas y
recursos de capital también para hacer frente a la emergencia y contrarrestar la
extensión de sus efectos sociales y económicos, pues se requiere contar con
autorizaciones amplias y suficientes en relación con el cupo de endeudamiento de
la Nación, de forma que se permita acceder a distintas fuentes de financiamiento y
garantizar la disponibilidad de recursos para financiar las apropiaciones
presupuestales.
Ahora bien, esta pandemia ha afectado grandes campos sociales desde las
escuelas hasta las grandes empresas por lo cual es bueno tratar de mitigar la
propagación de este virus teniendo en cuenta las medidas tomadas por el estado,
nuestra principal razón es la seguridad de los colombianos a raíz de esta
emergencia de salud como el coronavirus.
Garantizar el bienestar de todas las personas debe ser nuestra prioridad por lo
que debemos tomar ciertas medidas desde la seguridad para minimizar que esta
situación crezca en un porcentaje alto por lo que siempre debe prevalecer la
seguridad, bienestar y salud de los colombianos.
El gobierno decidió ampliar la contención social o la llamada “cuarentena” hasta el
27 de
abril, sin duda una medida necesaria, pero la economía del país no podrá resistir
un
aislamiento mayor. ¿Qué pasará después del 27 de abril?, Considero que
pasaremos a una estrategia que algunos denominan inteligente. Yo prefiero
llamarla fragmentada,
intermitente o en acordeón ya que se caracteriza por contención y liberación en
forma
escalonada y dependiente de la dinámica de la enfermedad.
Respecto al tema económico y social, es obligatorio que el gobierno mantenga
unos mínimos vitales para la población y a la vez tome medidas destinadas a
aliviar el impacto a los diferentes sectores de la producción. La protección del
empleo es esencial. Colombia tiene 22 millones de empleos formales que es en
donde deben enfocarse las medidas para evitar el despido masivo. 
Según la ANDI (La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia), el 70% de
las empresas están en riesgo de quiebra. Ya hay algunas empresas de diversos
sectores económicos que están acogiéndose a la ley de quiebra. Muchas de ellas
tienen sus mercados en Europa y Asia y por tanto están en graves problemas. La
ley de insolvencia en Colombia (ley 1116) está siendo revalorada por el gobierno
para implementar preacuerdos de insolvencia en los cuales el deudor llega a un
acuerdo privado de reorganización con sus acreedores para minimizar el impacto.
El estado también implemento en el para el sector de inclusión social y
reconciliación Durante el término de la emergencia sanitaria, se suspende un
aparte del artículo 7 de la Ley 1532 del 2012, por medio de la cual se reguló el
funcionamiento del programa Familias en Acción, sobre la verificación de
cumplimiento de un conjunto de compromisos de corresponsabilidad, para que
más población vulnerable pueda acceder a estos beneficios económicos sin
cumplir todos los requisitos que regularmente prevé la norma. La configuración de
estos supuestos no conllevará responsabilidad para quienes participen en la
implementación de este programa. Por otra parte, el ICBF podrá crear centros
transitorios para la protección integral de la niñez. Igualmente, se fija que quienes
reciban las transferencias monetarias no condicionadas (beneficio económico) de
manera fraudulenta incurrirán en las sanciones legales individuales a que hubiere
lugar. La entidad garantizará los derechos de los menores de edad que se
encuentren en estos lugares. Saliendo de la parte económica quiero hacer
referencia a el ámbito sanitario y de salud que es el principal y relevante problema
de toda esta situación una de las tantas preguntas que surgieron a raíz de esta
pandemia es ¿Qué tan preparado esta el sistema de salud colombiano para
enfrentar esta crisis? hasta fecha el país ya supero los cien casos confirmados con
el COVID-19, y quizá una de las grandes preocupaciones y obstáculos del
sistema, son los recursos que actualmente se destinan para la salud de los
colombianos, pues muchas de las instituciones hospitalarias no cuentan con la
infraestructura, ni con la adecuación necesaria para hacer frente a una eventual
crisis sanitaria de gran escala. Esto sin mencionar que los profesionales de salud,
en muchos casos, tampoco cuentan con los elementos adecuados de
bioseguridad para tratar a un paciente contagiado con el coronavirus.
Esta crisis sanitaria no solo le ha mostrado al mundo su vulnerabilidad, sino que
además está marcando un precedente histórico, para que la salud sea una
prioridad en Colombia y para que a todo el talento humano del gremio se le
garanticen las condiciones adecuadas para el ejercicio de su profesión, pues
finalmente son ellos quienes en este momento se encuentran librando la que quizá
sea una de las guerras más difíciles de la humanidad en su historia reciente, la del
coronavirus.

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