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1.

INTRODUCCIÓN:

El informe consiste en una visión general de lo que es la tipicidad, y tocando


ligeramente el tipo y la atipicidad dentro del delito, elementos esenciales del
mismo, así como la coexistencia de la conducta con la descripción del tipo
del delito descrito en la ley penal.

Ingresándose con una explicación y ejemplos detallados de la tipicidad y la


existencia de la misma, para configurar una conducta delictiva, plasmada
por los legisladores y la cual es primordial como requisito la amalgama de
estos elementos para la existencia del delito.

Es necesario que en el estudio del derecho penal se introduzca con


más interés a conocer el elemento de tipicidad, que por sí solo constituye la
esencia del delito y que conlleva a la exacta aplicación de la ley.

Es así que el presente informe es con el fin de que los estudiantes de


derecho tengan un conocimiento y hagan un estudio más conciso sobre la
aplicación de las sanciones por el grado de responsabilidad del sujeto que
por su conducta antijurídica cometida en un delito.
El estudio de los elementos que conforman el delito es el punto medular del
estudio del derecho; para poder desarrollar un estudio completo del mismo,
es esencial conocer y saber el concepto de tipicidad, en virtud de que sin
éste, el delito no existiría y por ende no sería posible el encuadramiento del
mismo, ni saber que causas originaron que el sujeto actuara de forma
antijurídica.

Por ende la responsabilidad del juzgador recae en conocer si el elemento de


tipicidad se encuentra totalmente comprobado para emitir un fallo apegado a
estricto derecho.

2. REALIDAD PROBLEMÁTICA:
Haciendo frente a la realidad problemática por la que nuestro Perú ha ido
atravesando, especialmente y sin ir muy lejos dentro de nuestra Región
Lambayeque, analizaremos desde el punto de vista de la tipicidad en el
Derecho Penal un caso de feminicidio que se volvió de trascendencia
debido a la magnitud del crimen cometido:
Es el caso de una pareja de policías, donde Fidel Coronado Barturén mató a
su conviviente, Gianelly Katherine Coronado Rojas, mediante
ESTRANGULAMIENTO (asfixia provocada apretando con las manos el
cuello de la víctima).

¿CUÁNTOS AÑOS DE CÁRCEL LE ESPERAN AL PRESUNTO FEMINICIDA?

Como ya se ha vuelto costumbre, el Facebook se llena de pedidos de


justicia y exigencias de cadena perpetua o pena de muerte; y de algunas
personas que hasta reclaman AMBAS COSAS (¡Sí!, aunque parezca
mentira, hay personas que exigen que se le imponga al autor “primero”
cadena perpetua, y “después” la pena de muerte). Al margen de ello (y
debido a que no hemos tenido acceso al expediente fiscal) partiremos del
hecho narrado por los medios de comunicación.
Según la prensa local, el miércoles 20 de septiembre, cuando ambos
estaban de franco (o sea, no les tocaba trabajar), Gianelly Coronado acudió
hasta la Comisaría del distrito de La Victoria, al promediar las 7:50 de la
noche, para presentar una DENUNCIA contra su conviviente por
VIOLENCIA FAMILIAR (maltrato físico y psicológico). Al parecer, incluso un
grupo de policías de aquella comisaría llegaron hasta la vivienda de ellos
para poner orden y tranquilizar al agresor.
Pese a ello, aproximadamente 06 horas después, como a las 3:00 de la
madrugada del jueves 21 de septiembre, las agresiones habrían continuado
hasta que Fidel Coronado Barturén estranguló a su conviviente, y
seguidamente él se auto propinó un corte en el cuello con la intención de
suicidarse.
Desconocemos los detalles de lo ocurrido durante aquella noche; pero lo
cierto es que tal conducta se encuentra tipificada como delito de
FEMINICIDIO (BÁSICO) en el ARTÍCULO 108-B del Código Penal, el
mismo que consiste en MATAR A UNA MUJER por su condición de tal en
un contexto de VIOLENCIA FAMILIAR. En estos casos, se debería imponer
al autor de delito entre una pena MÍNIMA de 15 años y una MÁXIMA de 35
años, es decir, la pena concreta se determinaría dentro de ese INTERVALO
PUNITIVO (de 15 a 35 años).
Eso no significa que los jueces puedan escoger a su antojo la pena a
imponerse. Ellos deberán valorar la presencia (o la ausencia) de ciertos
DETALLES particulares del hecho concreto llamados CIRCUNSTANCIAS
AGRAVANTES GENÉRICAS y CIRCUNSTANCIAS ATENUANTES
GENÉRICAS, que se encuentran detalladas en el ARTÍCULO 46 del Código
Penal.
Como ejemplo de algunas circunstancias AGRAVANTES GENÉRICAS
tenemos:
- Que el homicidio hubiera sido decidido por MOTIVO DESPRECIABLE
o de poca importancia (por ejemplo, porque la víctima se negó a tener
relaciones sexuales, o porque no limpió bien la casa, etc.)
- Que el homicida haya aprovechado circunstancias que dificulten la
defensa de la víctima (por ejemplo, que estuviera dormida, inconsciente,
etc.)
Asimismo, como ejemplo de algunas circunstancias ATENUANTES
GENÉRICAS tenemos, entre otras, el hecho de que el homicida NO tenga
ANTECEDENTES PENALES.
Por otra parte, la misma ley penal les ha impuesto a los jueces el SISTEMA
DE TERCIOS, que consiste en dividir aquel INTERVALO PUNITIVO en
TRES PARTES (o tercios) y ubicar el caso sometido a juicio dentro de uno
de ellos, de acuerdo a los siguientes criterios:
 TERCIO SUPERIOR (desde 28 años + 4 meses <-----> hasta 35 años),
cuando se presenten SOLAMENTE circunstancias AGRAVANTES
GENÉRICAS.
 TERCIO MEDIO (desde 21 años + 8 meses <-----> hasta 28 años + 4
meses), cuando concurran tanto circunstancias AGRAVANTES
GENÉRICAS como ATENUANTES GENÉRICAS.
 TERCIO INFERIOR (desde 15 años <-----> hasta 21 años + 8 meses),
cuando se presenten solamente circunstancias ATENUANTES
GENÉRICAS, o también cuando no se presente NINGUNA circunstancia
agravante ni atenuante.
Así las cosas, deducimos que el efectivo policial Fidel Coronado Barturén
NO tenía antecedentes penales (pues -de haberlos tenido- no sería un
policía). Esta sola circunstancia atenuante EVITARÍA que la pena a
imponérsele se encuentre dentro del TERCIO SUPERIOR.
Ahora, pues, si NO se presentara ninguna circunstancia AGRAVANTE de
las arriba señaladas, entonces la pena a imponerse estaría dentro del
TERCIO INFERIOR (15 años <-----> 21 años + 8 meses).
Por el contrario, bastaría que se DEMUESTRE al menos la presencia de
una circunstancia AGRAVANTE para que la pena a imponerse se ubique
dentro del TERCIO MEDIO (21 años + 8 meses <-----> 28 años + 4 meses).
Entonces, en el mejor de los casos (para él) le impondrían 15 años de
cárcel; y en el peor de los casos 28 años + 4 meses.

¿POR QUÉ DICTAR PRISIÓN PREVENTIVA?


Cada vez que el Poder Judicial le dicta 5, 7 o 9 meses de PRISIÓN
PREVENTIVA a una persona denunciada por presuntamente haber
cometido un delito, el común de los ciudadanos empieza a expresar su
“INDIGNACIÓN” (sí… todos aquellos que aseguran ser expertos en justicia).
Estos muestran su enojo contra jueces y fiscales (llegando a insultarlos), y
exigen que INMEDIATAMENTE (y sin investigación alguna) se CONDENE a
la PENA MÁXIMA.
RESPECTO A LA TIPICIDAD:

Para que sea una conducta típica, tiene que adecuarse la conducta
concretada en la realidad, que se hace a la ley penal, por lo que las
conductas del homicida Fidel Coronado Barturen, están tipificadas en
nuestro código penal y son acreedoras a una sanción.

Partiendo de la clasificación de los tipos, de acuerdo a su estructura; en este


caso hablamos de un tipo derivado; donde la acción cometida por Fidel
Coronado Barturen en calidad de homicida, configura un agravante ya que
este aprovechó que su ex conviviente Gianelly Coronado Rojas se
encontraba durmiendo para posteriormente asesinarla.

De acuerdo con la afectación del bien jurídico, en este caso hablamos de un


tipo de lesión donde para la consumación del tipo, el homicida Fidel, ha
destruido (valorativamente hablando) el bien jurídico (la vida) de la occisa
Gianelly.

Analizando la afectación del bien jurídico, el feminicidio antes descrito recae


en uno de tipo compuesto, por lo que además de atentar contra la vida de
Gianelly Coronado Rojas hasta lograr asesinarla, Fidel Coronado Barturen
antentó contra su propia vida autolesionándose con la finalidad de
suicidarse.

Por las características del agente, el presente caso refiere a uno de tipo
cuyo agente es calificado, ya que como sabemos, el homicida Fidel era un
funcionario público que pertenecía a la Policía Nacional del Perú.

Los elementos de la estructura de tipo penal – sujetos de la conducta típica,


nos encontramos frente al sujeto activo – Fidel Coronado Barturen
(homicida), quien realizó la conducta prohibida por el tipo penal y al sujeto
pasivo – Gianelly Coronado Rojas (occisa), titular o portadora del interés
que ha sido ofendido.

3.- ANTECEDENTES:

La historia de la tipicidad es, consecuentemente, la historia del tipo. El tipo


era considerado antiguamente en Alemania como el conjunto de caracteres
integrantes del delito, tanto los objetivos como los subjetivos; esto es,
incluyendo el dolo o la culpa. Era lo que para los antiguos escritores
españoles figura de delito. En mil novecientos seis aparece en Alemania la
doctrina de Beling; considera el tipo como una manera descripción.
Posteriormente Max Ernesto Mayer, en su Tratado de Derecho Penal (1915)
asegura que la tipicidad no es meramente descriptiva, sino indiciaria de la
antijuricidad. En otras palabras: no toda conducta típica es antijurídica, pero
sí toda conducta típica es indiciaria de antijuridicidad; en toda conducta
típica hay un principio una probabilidad de antijuridicidad. El concepto se
modifica en Edmundo Mezger, para quien el tipo no es simple descripción
de una conducta antijurídica, sino la ratio essendi de la antijuridicidad; es
decir, la razón de ser de ella, su real fundamento. No define al delito como
conducta típica, antijurídica y culpable, sino como acción típicamente
antijurídica y culpable. Opinión semejante sustenta en la Argentina
Sebastián Soler.

Según Mezger "El que actúa típicamente actúa también antijurídicamente,


en tanto no exista una causa de exclusión del injusto. El tipo jurídico penal
es fundamento real y de validez" de la antijuridicidad, aunque la reserva
siempre, de que la acción no aparezca justificada en virtud de una causa
especial de exclusión del injusto, si tal ocurre, la acción no es antijurídica, a
pesar de su tipicidad".

Coincidimos con Mezger en que la tipicidad es la razón de ser de la


antijuridicidad; por supuesto, con referencia al ordenamiento positivo,
porque siempre hemos sostenido que, desde el punto de vista del proceso
formativo del Derecho, la antijuricidad, al contrario, es ratio essendi del tipo,
pues el legislador crea las figuras penales por considerar antijurídicos los
comportamientos en ellas descritos. En otro giro: La ley consigna los tipos y
conmina con penas las conductas formuladas, por ser opuestas a los
valores que el Estado está obligado a tutelar. Antaño, siguiendo a Mayer,
estimábamos el tipo con ratio congnoscendi de la antijuridicidad; es decir,
como indiciario de ella. Sin embargo, al reflexionar sobre los casos en los
cuales existe certidumbre de dicha antijuricidad (por no operar causa de
justificación alguna) advertimos que no permanece a manera de mero
indicio, sino absoluta contradicción al orden jurídico. Por ende hemos
llegado a la conclusión de que asiste razón a Mezger, al observar, como
toda conducta típica es siempre antijurídica (salvo la presencia de una
justificante) por ser en los tipos de donde el legislador establece las
prohibiciones y mandatos indispensables para asegurar la vida comunitaria.

Sólo resta hacer hincapié en que el tiempo de advertir la existencia de una


justificante, no significa anulación de la antijuricidad pues esta no existió
jamás; la conducta desde su nacimiento, estuvo acorde con el Derecho. Tal
sucede, por ejemplo, en la legítima defensa; al descubrirla debe declararse
que el comportamiento del agente estuvo justificado siempre. No se torna
lícito lo que nunca fue contrario al orden jurídico.

4.- BASE TEÓRICA:

o FUENTE DE LA TIPICIDAD

Es una de las características del delito; la segunda en la definición


jurídicamente acto y antijuricidad.

Los hechos cometidos por el hombre, para que se los pueda sancionar con
una pena, deben estar descritos en la ley penal. Esa descripción legal,
desprovista de carácter valorativo, constituye la tipicidad; de este modo, el
tipo legal es la abstracción concreta que ha trazado el legislador,
descartando detalles innecesarios, para la definición del hecho que se
cataloga en la ley como delito.

El precepto legal trata de resumir una conducta humana, describiendo,


mediante una fórmula dada, un hacer u omitir que constituye objetivamente
delito.

El arribo a esta concepción no ha sido fácil, sino producto de una paciente


elaboración doctrinaria, particularmente por obra de la dogmática alemana.
En sus comienzos se tuvo la tipicidad como una función meramente
descriptiva, absolutamente separada de la antijuricidad y de la culpabilidad.
Matar a un hombre es el tipo del homicidio, su mera descripción. Las
consideraciones referentes a si la muerte fue contraria a la norma o si se
realizó en legítima defensa, es función valorativa que incumbe a la
antijuridicidad. El juicio que atribuye el acto a un ser imputable y que se lo
reprocha a título de dolo o cumpla, concierne ya a la culpabilidad.

Mayer le atribuyó después un valor indiciario, además de su sentido


descriptivo. Esta función se cumple principalmente en relación con los
elementos normativos, como por ejemplo la inclusión en el tipo de hurto de
la cualidad de ajena de la cosa sustraída. Con esto se afirma que el hecho
de una conducta sea típica es ya un indicio de antijuricidad.

Mezger adelanta un criterio más aventurado considerando que la tipicidad,


más que indicio, es la verdadera razón de la antijuricidad.

Pero es Beling quien da la verdadera noción.

La conducta culpable antijurídica sólo es punible con arreglo a las fórmulas


de amenaza penal y en la extensión que ellas determinan. Estas influyen de
tal suerte en la definición del delito, que sólo los tipos de conducta por ellas
captados son objeto de penalidad y cada conducta en tal sentido típica, sólo
es punible en adecuación precisamente a aquella pena abstracta que va
unida al tipo de que se trata. La tipicidad es una característica esencial del
delito. Para el jurista, toda conducta que no pueda incluirse en los tipos
legalmente acuñados, aunque sea antijurídica y culpable, constituye lo
atípico, esto es, conducta no punible.

Cada tipo delictual forma un compuesto de diversos elementos que hacen


referencia, conjuntamente, a una imagen de pensamiento.

Esta imagen es el tipo legal para este delito. Si tomamos por ejemplo el tipo
del hurto, encontramos que todas sus características, tanto objetivas como
internas, están contenidas en la imagen o figura rectora.”substracción de
una cosa mueble ajena", puesto que para que el hurto exista es preciso que
dicha substracción de una cosa mueble ajena se haya realizado y haya sido
causada por el dolo del autor, y aparece también la otra característica típica,
Intención de aprobación en tanto que esta característica se refiere
precisamente a cosa ajena substraída. De esta suerte el concepto
"substracción" de una cosa mueble ajena domina sobre las conjuntas
características típicas del hurto. Siempre es necesario que el lado objetivo y
el subjetivo coincidan en un punto, de tal suerte, que tanto aquél como éste
estén dominados por una idéntica figura rectora.

La imagen o figura rectora es el tipo legalmente descrito, al modo de una


imagen de representación. En el homicidio, por ejemplo, la muerte de un
hombre se representa abstracción hecha de acontecimientos reales que a
ella corresponden. Aquella primera característica del concepto asesinato no
es, por tanto, la muerte de un hombre, sino la acción que realiza y produce
la muerte de un hombre. Esta comparación ilustrativa ayudará a
comprender: entre la partitura y el concierto hay una relación; la ejecución
de la pieza no solo es idéntica al concierto, sino que ni siquiera forma parte
integrante de él; es más bien una creación del pensamiento del compositor,
que viene a constituir el programa para el concierto.

La tipicidad legal, como categoría, aparece vacía de contenido, es un puro


concepto funcional. Sólo expresa aquel momento de valor rector para el tipo
delictual que interesa; todos son relativos en cuanto al contenido. Cada
delito tiene su tipo. Como consecuencia de ello, no hay ninguna especie de
conducta humana de la que a priori pueda decirse que sea un Tatbestand
legal perteneciente al derecho positivo.

El conjunto de esas imágenes forma la parte especial de los códigos. Sólo el


legislador puede añadir nuevas hojas a este libro de imágenes, o cambiar
sus dibujos o suprimir sus imágenes.

o IDEA GENERAL DEL TIPO Y LA TIPICIDAD

Hemos insistido en que para la existencia del delito se requiere una


conducta o hechos humanos; más no toda conducta o hecho son
delictuosos; precisa además, que sean típicos, antijurídicos y culpables. La
tipicidad es uno de los elementos esenciales del delito cuya ausencia impide
su configuración, habida cuenta de que nuestra Constitución Federal, en su
artículo 14 establece en forma expresa: "En los juicios del orden criminal
queda prohibido imponer, por simple analogía y aún por mayoría de razón,
pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al
delito de que se trata", lo cual significa que no existe delito sin tipicidad.
Esto es, que para que pueda ser procedente la aplicación de la ley debe de
llevarse a cabo y con especial cuidado el estudio del delito y si el elemento
de tipicidad se encuentra encuadrado al mismo o si coincide dicho
comportamiento con el descrito por la ley.

No debe confundirse el tipo con la tipicidad. El tipo es la creación legislativa,


la descripción que el Estado hace de una conducta concreta con la
descripción legal formulada en abstracto. Basta que el legislador suprima de
la Ley Penal un tipo, para que el delito quede excluido.

Hay tipos muy completos en los cuales se contienen todos los elementos del
delito, como ocurre por ejemplo, en el allanamiento de morada en donde es
fácil advertir la referencia típica a la culpabilidad, al aludir a los conceptos
"con engaños", furtivamente", etc. En este caso y en otros análogos, es
correcto decir que el tipo consiste en la descripción legal de un delito.

Sin embargo, en ocasiones la ley limítase a formular la conducta prohibida


entonces no puede hablarse de descripción del comportamiento antijurídico.
Con razón el Profesor Mariano Jiménez Huerta, en su obra La Tipicidad,
define el tipo como el injusto recogido y describe en la Ley Penal. En
concreto: El tipo a veces es la descripción legal del delito y en ocasiones, la
descripción del elemento objetivo (comportamiento), como sucede en el
homicidio, pues según el Código, lo comete "el que priva de la vida a otro".

Es por lo anterior que no debe confundirse el estudiante de derecho entre


los dos conceptos ya que el tipo es como ya se dijo, la creación legislativa,
la descripción que el Estado hace de una conducta para calificarla e
introducirla en la legislación penal y convertirla en delito. Y la tipicidad es el
elemento esencial para que exista el delito y se encuadre la misma en la
descripción hecha en la ley.

o FUENTE DE LA TIPICIDAD

Es una de las características del delito; la segunda en la definición


jurídicamente acto y antijuricidad.

Los hechos cometidos por el hombre, para que se los pueda sancionar con
una pena, deben estar descritos en la ley penal. Esa descripción legal,
desprovista de carácter valorativo, constituye la tipicidad; de este modo, el
tipo legal es la abstracción concreta que ha trazado el legislador,
descartando detalles innecesarios, para la definición del hecho que se
cataloga en la ley como delito.

El precepto legal trata de resumir una conducta humana, describiendo,


mediante una fórmula dada, un hacer u omitir que constituye objetivamente
delito.

El arribo a esta concepción no ha sido fácil, sino producto de una paciente


elaboración doctrinaria, particularmente por obra de la dogmática alemana.
En sus comienzos se tuvo la tipicidad como una función meramente
descriptiva, absolutamente separada de la antijuricidad y de la culpabilidad.
Matar a un hombre es el tipo del homicidio, su mera descripción. Las
consideraciones referentes a si la muerte fue contraria a la norma o si se
realizó en legítima defensa, es función valorativa que incumbe a la
antijuridicidad. El juicio que atribuye el acto a un ser imputable y que se lo
reprocha a título de dolo o cumpla, concierne ya a la culpabilidad.

Mayer le atribuyó después un valor indiciario, además de su sentido


descriptivo. Esta función se cumple principalmente en relación con los
elementos normativos, como por ejemplo la inclusión en el tipo de hurto de
la cualidad de ajena de la cosa sustraída. Con esto se afirma que el hecho
de una conducta sea típica es ya un indicio de antijuricidad.

Mezger adelanta un criterio más aventurado considerando que la tipicidad,


más que indicio, es la verdadera razón de la antijuricidad.

Pero es Beling quien da la verdadera noción.

La conducta culpable antijurídica sólo es punible con arreglo a las fórmulas


de amenaza penal y en la extensión que ellas determinan. Estas influyen de
tal suerte en la definición del delito, que sólo los tipos de conducta por ellas
captados son objeto de penalidad y cada conducta en tal sentido típica, sólo
es punible en adecuación precisamente a aquella pena abstracta que va
unida al tipo de que se trata. La tipicidad es una característica esencial del
delito. Para el jurista, toda conducta que no pueda incluirse en los tipos
legalmente acuñados, aunque sea antijurídica y culpable, constituye lo
atípico, esto es, conducta no punible.

Cada tipo delictual forma un compuesto de diversos elementos que hacen


referencia, conjuntamente, a una imagen de pensamiento.

Esta imagen es el tipo legal para este delito. Si tomamos por ejemplo el tipo
del hurto, encontramos que todas sus características, tanto objetivas como
internas, están contenidas en la imagen o figura rectora.”substracción de
una cosa mueble ajena", puesto que para que el hurto exista es preciso que
dicha substracción de una cosa mueble ajena se haya realizado y haya sido
causada por el dolo del autor, y aparece también la otra característica típica,
Intención de aprobación en tanto que esta característica se refiere
precisamente a cosa ajena substraída. De esta suerte el concepto
"substracción" de una cosa mueble ajena domina sobre las conjuntas
características típicas del hurto. Siempre es necesario que el lado objetivo y
el subjetivo coincidan en un punto, de tal suerte, que tanto aquél como éste
estén dominados por una idéntica figura rectora.

La imagen o figura rectora es el tipo legalmente descrito, al modo de una


imagen de representación. En el homicidio, por ejemplo, la muerte de un
hombre se representa abstracción hecha de acontecimientos reales que a
ella corresponden. Aquella primera característica del concepto asesinato no
es, por tanto, la muerte de un hombre, sino la acción que realiza y produce
la muerte de un hombre. Esta comparación ilustrativa ayudará a
comprender: entre la partitura y el concierto hay una relación; la ejecución
de la pieza no solo es idéntica al concierto, sino que ni siquiera forma parte
integrante de él; es más bien una creación del pensamiento del compositor,
que viene a constituir el programa para el concierto.

La tipicidad legal, como categoría, aparece vacía de contenido, es un puro


concepto funcional. Sólo expresa aquel momento de valor rector para el tipo
delictual que interesa; todos son relativos en cuanto al contenido. Cada
delito tiene su tipo. Como consecuencia de ello, no hay ninguna especie de
conducta humana de la que a priori pueda decirse que sea un Tatbestand
legal perteneciente al derecho positivo.
El conjunto de esas imágenes forma la parte especial de los códigos. Sólo el
legislador puede añadir nuevas hojas a este libro de imágenes, o cambiar
sus dibujos o suprimir sus imágenes.

o IDEA GENERAL DEL TIPO Y LA TIPICIDAD

Hemos insistido en que para la existencia del delito se requiere una


conducta o hechos humanos; más no toda conducta o hecho son
delictuosos; precisa además, que sean típicos, antijurídicos y culpables. La
tipicidad es uno de los elementos esenciales del delito cuya ausencia impide
su configuración, habida cuenta de que nuestra Constitución Federal, en su
artículo 14 establece en forma expresa: "En los juicios del orden criminal
queda prohibido imponer, por simple analogía y aún por mayoría de razón,
pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al
delito de que se trata", lo cual significa que no existe delito sin tipicidad.

Esto es, que para que pueda ser procedente la aplicación de la ley debe de
llevarse a cabo y con especial cuidado el estudio del delito y si el elemento
de tipicidad se encuentra encuadrado al mismo o si coincide dicho
comportamiento con el descrito por la ley.

No debe confundirse el tipo con la tipicidad. El tipo es la creación legislativa,


la descripción que el Estado hace de una conducta concreta con la
descripción legal formulada en abstracto. Basta que el legislador suprima de
la Ley Penal un tipo, para que el delito quede excluido.

Hay tipos muy completos en los cuales se contienen todos los elementos del
delito, como ocurre por ejemplo, en el allanamiento de morada en donde es
fácil advertir la referencia típica a la culpabilidad, al aludir a los conceptos
"con engaños", furtivamente", etc. En este caso y en otros análogos, es
correcto decir que el tipo consiste en la descripción legal de un delito.

Sin embargo, en ocasiones la ley limítase a formular la conducta prohibida


entonces no puede hablarse de descripción del comportamiento antijurídico.
Con razón el Profesor Mariano Jiménez Huerta, en su obra La Tipicidad,
define el tipo como el injusto recogido y describe en la Ley Penal. En
concreto: El tipo a veces es la descripción legal del delito y en ocasiones, la
descripción del elemento objetivo (comportamiento), como sucede en el
homicidio, pues según el Código, lo comete "el que priva de la vida a otro".

Es por lo anterior que no debe confundirse el estudiante de derecho entre


los dos conceptos ya que el tipo es como ya se dijo, la creación legislativa,
la descripción que el Estado hace de una conducta para calificarla e
introducirla en la legislación penal y convertirla en delito. Y la tipicidad es el
elemento esencial para que exista el delito y se encuadre la misma en la
descripción hecha en la ley.

o LA TIPICIDAD COMO ELEMENTO DEL DELITO

Definirá el Tipo y la Tipicidad:

Definición del tipo:

El tipo es una figura que crea el legislador para hacer una valoración de
determinada conducta delictiva. En sencillas palabras, podemos decir que
es una descripción abstracta de la conducta prohibida. Es un
instrumento legal, lógicamente necesario y de naturaleza
predominantemente descriptiva, que tiene por función la individualización
de las conductas humanas penalmente relevantes.

o Faz objetiva del tipo

a. Conducta
Es toda actuación controlada y dirigida por la voluntad del hombre que
causa un resultado en el mundo fenome-nológic

b. Nexo entre la conducta y el resultado


La prueba de la relación de causalidad es un elemento
imprescindible en los delitos de resultado para calificar
como típica a la conducta. La teoría causal más extendida y
comúnmente admitida es la teoría de la equivalencia de
condiciones, si bien no en su versión tradicional (conditio
sine qua non) sino como teoría causal que explica
lógicamente porque a una acción le sigue un resultado en el
mundo exterior, según las leyes de la naturaleza (Puppe).
Una vez constatada la existencia de una relación de
causalidad, en algunos supuestos será necesario
comprobar que, además, la conducta es imputable a su
autor. Esta atribución se rea-liza, según la teoría de la
imputación objetiva, en base a criterios normativos
limitadores de la causalidad natural. En primer lugar, habría
que constatar que la conducta o acción incrementó el riesgo
prohibido y, a continuación, que el riesgo creado fue el que
se materializó efectivamente en el resultado producido.

3. Teoría de la imputación objetiva


Ante la crítica doctrinal de la teoría de la causalidad en España y Alemania, se
elaboró esta teoría alternativa. Existen tipos penales de cuya causalidad se duda o
que, siendo causales, se duda de su tipicidad. El ejemplo más claro de esta crítica
son los delitos omisivos. En estos tipos, la no realización de una conducta es lo que
se pena, pero no es racionalmente posible atribuir a esa inacción el posible resultado
posterior, pues no se sabe qué sucedería si el agente hubiese actuado como se lo
pide la norma. Ante este obstáculo, la doctrina ha elaborado la teoría del “riesgo
típicamente relevante”, para poder atribuir tipicidad a una acción. En primer lugar se
analiza si, efectivamente, la conducta realizada des-pliega un riesgo de entre los
tutela

o DEFINICIÓN DE TIPICIDAD

Es la adecuación del acto humano voluntario ejecutado por el


sujeto a la figura descrita por la ley penal como delito.
Es la adecuación, el encaje, la subsunción del acto humano
voluntario al tipo penal. Si se adecua es indicio de que es delito.
Si la adecuación no es completa no hay delito. La adecuación
debe ser jurídica, no debe ser una adecuación social.
o CONCEPTOS
Max Ernesto Mayer, en su Tratado de Derecho Penal (1915)
asegura que la tipicidad no es meramente descriptiva, sino
indiciaria de la antijuridicidad, en otras palabras no toda
conducta típica es antijurídica.
Con lo anterior este estudioso del tema nos plasma de manera
sencilla que la tipicidad es un indicio para el encuadramiento del
delito que se presume, por lo que con su existir se vislumbra ya
una conducta antijurídica es decir, que no todo indicio de una
conducta típica es indiciaria de un delito, ya que los mismos se
encuentran plasmados en el Código (ley), como conductas
antijurídicas y son por esencia sancionables.
Edmundo Mezger, para quien el tipo no es simple descripción de
una conducta antijurídica, considerando que la tipicidad, más
que un indicio, es la verdadera razón de la antijuridicidad.
Mezger adelanta un criterio más aventurado en considerar que la
tipicidad es la esencia de la antijuridicidad basándose en la
legislación, en virtud de que los comportamientos ya descritos en
la ley son antijurídicos y por ende penaliza dicha conducta al ir
en contra del orden jurídico ya establecido.
Beling, quien da la verdadera noción manifiesta que la conducta
culpable antijurídica sólo es punible con arreglo a las fórmulas
de amenaza penal y en la extensión que ellas determinan. Estas
influyen de tal suerte en la definición del delito, que sólo los tipos
de conducta por ellas captados son objeto de penalidad y cada
conducta en tal sentido típica, sólo es punible en adecuación
precisamente a aquella pena abstracta que va unida al tipo de
que se trata. La tipicidad es una característica esencial del delito.
Para el Jurista, toda conducta que no pueda incluirse en los tipos
legalmente acuñados, aunque sea antijurídica y culpable,
constituye lo atípico, esto es, conducta no punible.
Cada tipo delictual forma un compuesto de diversos elementos
que hacen referencia conjuntamente a una imagen de
pensamiento.
Esta imagen es el tipo legal para este delito. Si tomamos por
ejemplo el tipo del hurto, encontramos que todas sus
características, tanto objetivas como internas, están contenidas
en la imagen o figura rectora ,"substracción de una cosa mueble
ajena", puesto que para que el hurto exista es preciso que dicha
substracción de una cosa mueble ajeno se haya realizado y
haya sido causada por el dolo del autor y aparece también la
otra característica típica, "Intención de apropiación", es tanto que
esta característica se refiere precisamente a cosa ajena
sustraída. De esta suerte el concepto "Sustracción de una cosa
mueble ajena" domina sobre las conjuntas características típicas
del hurto. Siempre es necesario que el lado objetivo y subjetivo
coincida en un punto de tal suerte, que tanto aquel como éste
estén dominados por una idéntica figura rectora.
Este Leitbild es el Tatbestand legal. La imagen o figura rectora
es el tipo legalmente descrito, al modo de una imagen de
representación. En el homicidio por ejemplo, la muerte de un
hombre se representa abstracción hecha de acontecimientos
reales que a ella correspondan. Aquella primera característica
del concepto asesinato no es, por tanto, la muerte de un hombre,
sino la acción que produce y realiza la muerte de un hombre.
Esta comparación ilustrativa ayudara a comprender: entre la
partitura y el concierto hay una relación; la ejecución de la pieza
no solo es idéntica al concierto, sino que ni siquiera forma parte
integrante de él; es más bien una creación del pensamiento del
compositor, que viene a constituir el programa para el concierto.
La tipicidad tiene una función primordial particularmente porque
concierne a la faz descriptiva del delito, y esta descripción
solamente puede efectuarla el Legislador. El Juez debe indagar,
por su parte, si la acción del sujeto encuadra dentro de algún
tipo legalmente descrito en la parte especial del Código (o ley
especial); si no halla una perfecta adecuación, no puede
sancionar. Por eso se dice que la importancia de la tipicidad
estriba en que es la piedra angular del derecho penal.
Por lo antes descrito se concluye, que no existe delito sin
tipicidad, por lo que el juzgador tiene la responsabilidad de entrar
al estudio del delito y constatar que este elemento esté
completamente descrito para emitir un fallo apegado a estricto
derecho.

o FUNCIÓN DE LA TIPICIDAD
Si admitimos que el tipo es la razón de ser de la antijuricidad,
hemos de atribuirle un carácter delimitador y de trascendental
importancia en el Derecho Liberal, por no haber delito sin tipo
legal .Para Luis Jiménez de Asúa, la tipicidad desempeña una
función predominantemente descriptiva que singulariza su valor,
en el concierto de las características del delito y se relaciona con
la antijurídica por concretarla en el ámbito penal. La tipicidad no
solo es pieza técnica. Es como secuela del principio legista,
garantía de libertad.
Por lo anterior se concluye que la tipicidad describe el delito para
adecuarla en forma práctica a la Ley Penal, y así poder estar en
aptitud de encuadrarlo en las conductas antijurídicas
sancionables en dicha ley y plasmadas por el legislador, y en la
que separa el tipo de la tipicidad.

 AUSENCIA DE TIPO Y DE TIPICIDAD


Cuando no se integran todos los elementos descritos en el tipo
legal, se presenta el aspecto negativo del delito llamado
atipicidad. La atipicidad es la ausencia de adecuación de la
conducta al tipo. Si la conducta no es típica, jamás podrá ser
delictuosa suele distinguirse entre ausencia de tipo y de
tipicidad; la primera se presenta cuando el legislador, deliberada
o inadvertidamente, no describe una conducta que, según el
sentir general debería ser incluida en el catálogo de los delitos.
En el Código Penal veracruzano vigente se suprimió el tipo
delictivo que figura en el ordenamiento anterior, integrado con un
adulterio en condiciones determinadas; he ahí una ausencia de
tipo.
En cambio, la ausencia de tipicidad surge cuando existe el tipo,
pero no se amolda a él la conducta dada, como en el caso de la
cópula con persona mayor de dieciocho años, obteniendo su
consentimiento con engaño; el hecho no es típico por falta de
adecuación exacta a la descripción legislativa, en donde precisa,
para configurarse el delito de estupro, que la ofendida sea menor
de dieciocho años (según el precepto anterior a la reforma).
El análisis anterior nos muestra que la falta de tipicidad en el
delito elemento esencial del mismo, produce su inexistencia ya
que la falta de igual es esencial para lograr el encuadramiento
de dicha conducta antijurídica y así estar en posibilidades de
consignar y sancionar, lo anterior previo estudio del juzgador
constatando que el delito en trámite cumpla con los requisitos
exigidos por la ley y se encuentre envestido de sus elementos
constitutivos.
En el fondo, en toda atipicidad hay falta de tipo, si un hecho
específico no encuadra exactamente en el descrito por la Ley,
respecto de él no existe tipo.
Ahora, de manera destacada, nuestro Código Penal se refiere a
la ausencia de tipicidad. Se incluyó en la fracción II del artículo
15 relativo a las causas de exclusión del delito. Cuando "Falte
alguno de los elementos del tipo penal del delito de que se trate".
De lo anterior y haciendo un estudio reflexivo del mismo destaca
en esencia que los legisladores al entrar al estudio de los delitos
se percatan de que sin el elemento de tipicidad no existe el delito
por lo que plasma en la ley causas de exclusión ya que en
párrafos anteriores resumo que no toda conducta típica es
indicio de antijuridicidad, por lo que al tomar en consideración la
importancia de dicho elemento que conforma la conducta, los
mismo advierten que no sería posible que toda conducta
humana sea indicio de antijuricidad, por lo que separan las que
son punibles y las que son excluibles de delito; con la finalidad
de estar en posibilidades de poder consignar y sancionar a las
conductas que reúnen los elementos del delito y así crear un
dispositivo de castigo y solución al mismo.

3. Categorías del tipo

• Graves
Este tipo establece delitos graves con sanciones penales
también agravadas, como pueden ser el asesinato, el
parricidio, etc.

• Menos graves
Las sanciones son menos graves. Por ejemplo, la sanción
para el homicidio es más corta que para el asesinato.

• Leves

Las consecuencias jurídicas son leves. Por ejemplo, el


castigo para el dolo.

Estos se estiman comportamientos adecuados socialmente;


no deben considerarse típicos y mucho menos antijurídicos
ni penalmente relevantes.

La tipificación penal es la criminalización de una norma de


cultura realizada por el legislador y establecida en una ley
penal.
La tipicidad lo aplica el juez, la tipificación lo realiza el legis-lador, la
calificación de un comportamiento como delito lo hace el fiscal.

4. Elementos del tipo

• Elementos subjetivos

Son características y actividades que dependen del fuero


interno del agente. Son tomados en cuenta para describir el
tipo legal de la conducta, por eso estos elementos tienen
que probarse.

Precisamente las alocuciones “El que, a sabiendas” o


“Quien se atribuya falsamente la calidad de titular...”, que
usa el Código Penal para describir tipos delictivos, aluden a
los elementos subjetivos de los mismos. Se debe probar
que sabía; se debe probar que actuó en calidad de titular,
etc.

• Elementos normativos

Estos se presentan:

1. Cuando el legislador considera y describe conductas


que deben ser tomados como delitos.

2. Cuando el juez examina el hecho para establecer su


adecuación al tipo penal respectivo.

• Elementos objetivos
Son los diferentes tipos penales que están en la Parte
Especial del Código Penal y que tienen como punto de
arranque una descripción objetiva de determinados estados
y procesos que deben constituir base de la responsabilidad
criminal.59

• Elementos constitutivos
Sujetos (activo y pasivo), conducta y objetos (material y
jurídico).

5. Funciones del tipo

a. Función garantizadora
• Garantiza a los ciudadanos contra toda clase de per-
secución penal que no esté fundamentada en norma
expresa dictada con anterioridad a la comisión del
hecho, excluyendo de este modo de aplicar las leyes
penales por analogía o en forma retroactiva.

• Evita que alguien sea juzgado sin el lleno de los requi-


sitos legales. El juez no podrá enjuiciar como ilícitos
aquellos comportamientos que no se adecuen a algu-
no de ellos, aun cuando parezcan manifiestamente in-
justos o contrarios a la moral.

• Garantiza aquel postulado democrático en virtud del


cual es lícito todo comportamiento humano que no
esté legalmente prohibido

b. Función fundamentadora

• Fundamenta la responsabilidad penal en sentido


amplio, porque tanto la imposición de una pena como
la aplicación de una medida de seguridad requieren
que el sujeto activo haya realizado una acción
adecuada al tipo penal.

• Una conducta no puede ser calificada como delictiva


mientras el legislador no la haya descrito previamente
y conminado con sanción penal.

• Los tipos penales permiten diferenciar una figura penal


de otra, por semejante que parezca, en aspectos
atinentes a sus elementos constitutivos (sujetos,
conducta, objetos).

• El tipo penal sirve de soporte para el instituto de la


participación criminal porque dada la naturaleza
accesoria de esta, solo podrá ser considerado
partícipe punible quien ha colaborado con el autor de
una acción adecuada a un tipo penal.

c. Función motivadora
• Con la descripción de los comportamientos en el tipo
penal, el legislador indica a los ciudadanos qué
comportamientos están prohibidos y espera que, con
la conminación penal contenida en los tipos, los
ciudadanos se abstengan de realizar la conducta
prohibida.

d. Función sistematizadora
• La teoría del tipo ha servido para tender puente de
unión entre la parte general y la parte especial del de-
recho penal.
8. Importancia del tipo

Es importante porque desempeña las funciones de garan-tía


procesal y penal.

a. Garantía procesal
Si el supuesto de hecho encaja en la descripción, es decir,
si hay suficientes indicios de culpabilidad, solo así se dictará
auto de culpa. Sobre esta base recién el plenario compro-
bará si dicha conducta fue antijurídica y culpable.

b. Garantía penal
Si las leyes se refieren a modos de obrar, es obvio que
nadie puede ser penalmente incriminado por lo que es sino
sólo por lo que hace. Así, nadie puede ser obligado a hacer
lo que la Constitución y las leyes no manden, ni privarse de
lo que no prohíban.

9. Estructura del tipo


Significa esto que en la composición de todos los tipos
siempre están presentes los siguientes elementos:
1. Sujeto activo;
2. Conducta; y
3. Bien jurídico.

a. Sujeto activo

El delito como obra humana siempre tiene un autor, aquel


que precisamente realiza la acción penal prohibida u omite
la acción esperada.
b. Conducta

En todo tipo hay una conducta, entendida como comporta-


miento humano (acción u omisión) que vienen descritas en
los códigos penales por un verbo rector.

c. Bien jurídico
La norma penal tiene la función protectora de bienes ju-
rídicos. Un bien jurídico en la teoría del delito es un valor
considerado fundamental para una sociedad que la norma
penal quiere proteger de comportamientos humanos que
pueden dañarlo. Este valor es una calidad que el legislador
atribuye a determinados intereses que una sociedad
considera fundamental para el vivir bien.

10. Ausencia de tipo

Esto supone que el hecho cometido no es delito; el hecho


no está descrito en el Código Penal como delito. La
ausencia de tipo presupone la absoluta imposibilidad de
dirigir la persecución contra el autor de una conducta no
descrita en la ley.

11. Juicio de tipicidad

La tipicidad es el resultado de la verificación de si la


conducta y lo descrito en el tipo, coinciden. A este proceso
de verificación de denomina juicio de tipicidad, que es un
pro-ceso de imputación donde el intérprete, tomando como
base el bien jurídico protegido, va a establecer si un deter-
minado hecho puede ser atribuido a lo contenido en el tipo
penal.63 La tipicidad es la adecuación de un hecho cometido
a la descripción que de ese hecho hace la ley penal 64. La
tipicidad significa tan sólo que la conducta contradice la
prohibición o mandato asegurados penalmente 65. La
características de e una acción de adecuarse a un tipo legal
cons-tituye la tipicidad66, pero no debe confundirse el tipo
con la tipicidad. El tipo es la fórmula que pertenece a la ley,
en tanto que la tipicidad pertenece a la conducta. La
tipicidad es la característica que tiene una conducta en
razón de es-tar adecuada a un tipo penal, es decir,
individualizada como prohibida por un tipo penal.

En síntesis, la tipicidad pertenece a la conducta y cuando se


realiza el juicio de tipicidad se verifica si una determinada
conducta se ha adecuado a un tipo penal.
5.- CONCLUSIONES:

La tipicidad es el elemento esencial para la configuración del


delito, sin este elemento exterior de conducta subjetiva es
Imposible su existencia.

El tipo existe plasmado en la ley penal como medio descriptivo


del delito; sin embargo, sin el elemento de tipicidad, el tipo es
obsoleto por lo que, por sí sólo el mismo sería incapaz de
definir al delito y por ende no sería posible aplicar una sanción
del precepto legal en estudio, al no existir el elemento típico del
sujeto y su conducta, para que por medio de la cual se
encuadre con la descripción hecha por el legislador.

BIBLIOGRAFÍA:
García C. (2012).Derecho penal parte general, 2da edición.
Lima Perú: Juristas.

Peña, O. (2010). Teoría del Delito: manual práctico para su


aplicación en la teoría del caso. Editorial Nomos & Thesis
E.I.R.L. Lima, Perú

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