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BIOMAS DE AGUAS MARINAS

En el océano se presenta una serie de características ecológicas dadas por diferencias de


temperatura, profundidad, luz y salinidad que dan origen a diferentes hábitats o regiones y que se
convierten en barreras naturales para el desplazamiento de los organismos.

Si iniciáramos un recorrido desde la costa hacia el fondo del océano, podríamos observar los dos
grandes sistemas en que se divide el bioma marino:

El pelágico o de mar abierto y el bentónico o de fondo marino. Estos se dividen a su vez en


regiones naturales.

EL SISTEMA PELÁGICO O DE MAR ABIERTO SE DIVIDE EN DOS GRANDES REGIONES

La región nerítica, por las aguas poco profundas de la plataforma continental. Tiene condiciones
muy variables, pues recibe la influencia del continente a través de los ríos que aportan distintas
sustancias, lo que le da lugar a fondos de muy diversa naturaleza.

La región oceánica, formada por las aguas de alta mar más allá de la plataforma continental, con
aguas limpias y poco pobladas.

El fondo del mar constituye el sistema bentónico y a medida que aumenta la profundidad se
presentan regiones con grandes diferencias en cuanto a las comunidades que las habitan. Estas
diferencias están determinadas principalmente por la penetración de la luz y, en consecuencia, la
presencia o esencia de vida vegetal. Así, el fondo marino se divide verticalmente en cuatro
regiones principales:

1. La plataforma continental, que es la zona marina iluminada que empieza en la costa y


desciende, continuando el relieve del continente, con una pendiente suave, hasta
aproximadamente doscientos metros de profundidad. Termina cuando la pendiente cae
abruptamente en la talud continental. Sus características difieren mucho, dependiendo de
si se encuentra en mares cálidos o fríos.
2. La región batial, que abarca de la talud continental hasta los dos mil metros y seis mil
metros de profundidad, forma la mayor parte del fondo oceánico. Sus características son
constantes en todos los mares.
3. La región abisal, que es el área de las grandes profundidades oceánicas, situada entre los
veinte mil y los sesenta mil metros de profundidad y se caracteriza por la presencia por
desfiladeros sujetos a erosión y avalanchas.
4. La región hadal, se localiza en las zonas donde el fondo marino desciende mas allá de los
sesenta mil metros de profundidad, en las llamadas fosas oceánicas.

Cuando pensamos en la vida, en la tierra, generalmente asociamos las zonas frías con condiciones
de vida difíciles; sin embargo, en el mar no sucede así. Las aguas de los mares fríos y de las zonas
que reciben corrientes de agua fría son muy ricas en nutrientes y permiten el crecimiento de
enormes comunidades de plancton. Estas sirven de alimento a pequeños filtradores como a las
sardinas, o a organismos de gran tamaño como las ballenas.

Los pequeños peces filtradores se agrupan formando grandes cardúmenes, los que les brinda
protección en aguas abiertas ante la ausencia de zonas de refugio. Sirven de alimento a los
carnívoros depredadores, como al atún y estos a su vez, serán devorados por los súper
depredadores como el tiburón y la horca.

Una característica de muchos animales que habitan en los mares fríos es la migración. Por
ejemplo, la ballena gris que se alimenta de pequeños organismos planctónicos durante los meses
que viven en los mares polares y esta alimentación les permite recorrer cerca de siete mil millas
hasta las costas de baja california, a donde emigran para dar a luz.

Los mares cálidos se localizan en la región intertropical y se prolonga hacia el norte o el sur a
través de corrientes calientes que se desprenden de ellos, como nutrientes excepto en las zonas
cercanas a los continentes y a las áreas de floreamiento.

En la zona oceánica abierta a la productividad primaria es muy baja y las cadenas alimentarias
suelen ser cortas, terminando en carnívoros y cachalotes.

En las zonas de afloreamiento también pueden verse afectadas por la aparición de corrientes
erráticas. Este es el caso de las aguas frías de la corriente Humboldt, que normalmente recorren
las costas de Perú y Ecuador, y producen un afloreamiento muy importante. Ocasionalmente esta
corriente se ve afectada por la invasión de una corriente de agua cálida conocida como el niño,
que provoca la muerte masiva de peces y aves acuáticas que se alimentan de ellos y afecta no
solamente a estas regiones sino que tiene influencias en procesos globales.

Los peces, tortugas y mamíferos marinos del sistema pelágico son nadadores muy activos y
generalmente ocupan el nivel de los consumidores secundarios o terciarios de las cadenas
alimentarias.

Otro grupo de consumidores terciarios, formada por las aves marinas, focas y tortugas constituye
un eslabón entre la tierra y el mar, ya que se reproducen en la tierra, pero obtienen su alimento en
el mar. Si comparamos las comunidades que se desarrollan en aguas tropicales con las de aguas
templadas o polares podemos observar que en las tropicales existe una mayor diversidad de
organismos, mientras que en las polares y templadas contienen menos especies pero mayor
biomasa animal por superficie. La región abisal ocupa la mayor parte de los océanos y presenta
condiciones muy peculiares que determina el tipo de organismos que la habitan. En esta zona las
aguas se encuentran prácticamente inmóviles, la presiones son muy altas hay una ausencia total
de luz y la temperatura se mantiene prácticamente constante a cuatro gados centígrados.

A pesar de estas condiciones extremas existen organismos adaptados a vivir a esta región. El
limitante principal para el desarrollo de la vida en esta zona es la falta de luz, que impide la
producción primaria. El mayor aporte del alimento proviene de la superficie como un lluvia
continua de materia orgánica, de tal forma que en el fondo marino esta cubierto con un lodo
blando, formado durante millones de años, a través de la sedimentación de las capas superiores.

Como la región abisal se ha mantenido sin cambios a través de las eras geológicas, los organismos
han podido desarrollar adaptaciones sorprendentes para vivir en esta zona peculiar. Por ejemplo,
la araña de mar con grandes patas para no hundirse en el lodo; los órganos luminiscentes o
prolongaciones del cuerpo parecidas a anzuelos para atraer a las presas; o la presencia de
enormes dientes y aparatos digestivos para atrapar peces de gran tamaño. Todos estos
mecanismos permiten atrapar a la s escazas presas que se acercan a los depredadores.

Entre los biomas marinos y de agua dulce existe una zona de interface que denominamos zona
costera. Constituye la región de mayor riqueza y variedad de organismos acuáticos, pues recibe la
influencia directa del continente y como son aguas poco profundas, la luz favorece el desarrollo
masivo de comunidades vegetales,

En las zonas costeras se desarrollan ecosistemas con condiciones particulares, determinadas por la
interacción del agua dulce y salada, que varían dependiendo del tipo de fondo lo que condiciona
las formas de vida que puedan desarrollarse. En algunas zonas costeras destacan los arrecifes de
coral y los manglares, ecosistemas que se caracterizan por su alta productividad, riqueza y
diversidad biológica.

Las características que se presentan en los ecosistemas en los arrecifes de coral son:

1. Son comunidades altamente productivas y diversas.

2. Son constructores, es decir, contribuyen a la formación y extensión de islas y costas.

3. Actúa como barreras protectoras de la costa ante el poder erosivo del oleaje y las
tormentas.

Para que se forme un arrecife de coral se necesita la interacción de varias condiciones


fisicoquímicas indispensables, las cuales son:

1. La temperatura del agua debe ser a los 20° centígrados.

2. El fondo sobre el que crece el arrecife no puede ser mayor a los 40 metros de
profundidad.

3. Requiere aguas transparentes, sin materia de suspensión, bien iluminada y con


movimiento suficiente para mantener altos niveles de oxígeno.

4. No puede haber fertilización periódica del agua.

El arrecife de coral se considera un ecosistema completo, maduro e independiente del plancton,


pues en su estructura ha incorporado una gran biomasa de productos primarios, representada por
las algas que viven en simbiosis con el coral. Esto significa que el arrecife se sostiene así mismo
desde el punto de vista energético, y esta organizado para utilizar y reciclar eficientemente la
materia a través de las relaciones tróficas muy complejas.

Esta complejidad es posible por que el arrecife brinda numerosos espacios, superficies y cavidades
que permiten la asociación de una gran diversidad de organismos animales y vegetales. Todos
estos organismos se caracterizan por sus formas y colores llamativos.

En las zonas tropicales, las desembocaduras de los ríos como estuarios, suelen estar pobladas de
árboles adaptados a vivir en condiciones de agua salobre.

Los árboles de mangle están provistos de adaptaciones especiales que les permiten soportar la
salinidad del agua, así como la vida sumergida de sus raíces. Las semillas germinan en el árbol y
una vez que se desprenden flotan hasta que encuentran donde fijarse por lo que son un factor
importante del avance de la tierra firme sobre el mar.

Entre las raíces de los árboles se estanca y acumula materia orgánica, permitiendo la reproducción
de muchas especies que aprovechan los nutrientes, en éstas se fijan y crecen diversas especies de
ostiones. En el agua conviven cangrejos y peces, desde los pequeños peces “saltarines del fango”
hasta el “sábalo” que es un pez de grandes dimensiones. En las copas de los árboles se anidan
aves, como las garzas y otras que se alimentan de peces. También algunos mamíferos se acercan al
manglar en busca de alimento, como los mapaches que se alimentan de cangrejos. Además de la
importancia ecológica que comparten los arrecifes de coral, las comunidades de manglar juegan
un papel en el ecosistema costero, pues producen enormes cantidades de hojarasca y detritos que
se exportan al ambiente costero marino, y que se convierten en alimento de muchos animales
marinos. Esto hace que los manglares sean uno de las principales fuentes de energía de la cadena
alimentaria costera, cuyo eslabón final esta constituido por especies de gran importancia
comercial como los camarones.

BIOMAS DE AGUAS CONTINENTALES


Los ecosistemas de agua dulce se dividen en habitad de aguas quietas o lenticas como los lagos, y
habitad de aguas corrientes o lóticas como los ríos.

Existen diferencias notables entre estos dos habitad; los principales son:

1. En los ríos la corriente de agua es el factor dominante y provoca que las comunidades sean
muy diferente a la de los lagos, y se establecen incluso zonas diferenciadas en las distintas
partes de un río.

2. El ecosistema de los ríos es más abierto que el de los lagos debido a que lo largo de su
cauce se da un mayor intercambio agua-tierra.

3. Los ríos contienen mayor cantidad de oxígeno que en los lagos, a pesar de que no existan
un desarrollo notable de vegetación, debido al movimiento constante del agua,
El tamaño de profundidad de los lagos es muy importante para determinar la naturaleza de los
organismos que allí se desarrolla. Un pequeño charco de lluvia en una zona desértica puede
secarse en unos pocos días, por los que solo permite el desarrollo de unos cuantos organismos de
vida muy corta, mientras que en un lago profundo que ha existido durante millones de años,
contiene una gran cantidad de especies vegetales y animales algunos con ciclos de vida largos
como las truchas.

Los lagos, a través de su historia, pueden pasar por distintos estados. Oligotrófico, eutrófico y
distrófico o mantenerse permanentemente en uno de ellos.

Los lacos oligotróficos sin de aguas limpias y pobres en nutrientes y los encontramos en las zonas
frías y en las montañas, mientras que los lagos eutróficos se caracterizan por su abundancia de
materia orgánica y se distribuyen en las zonas tropicales y templadas. Los lagos distróficos son
aquellos que han acumulado tal cantidad de materia orgánica en descomposición que pueden
convertirse en pantanos, y desarrollara condiciones de vida adaptadas a condiciones limitantes de
oxígeno.

Los ríos son aguas corrientes que se alimentan de la lluvia y reciben numerosas sustancias
arrastradas de la tierra.

Las zonas altas de los ríos presentan corrientes rápidas, aguas frías y muy oxigenadas. No pueden
desarrollarse ninguna forma de plancton y reciben la materia orgánica de las áreas terrestres
colindantes.

Después el río corre por zonas de pendientes más suaves, donde la corriente es moderada y
permite que se formen playas de arena y fango. Los organismos que son arrastrados por la
corriente se descomponen en esta zona del río, y aportan materia orgánica que favorece el
desarrollo de algunas comunidades de plancton.

Finalmente el río llega a las zonas mas bajas y forma meandros antes de desembocar a través de
un estuario, hacia el mar. El cauce es muy ancho y la corriente de agua se lentifica, y se desarrolla
una vegetación muy densa en la orilla que aporta materia orgánica al agua. El lecho del río esta
cubierto de una capa gruesa en descomposición lo que favorece el desarrollo de peces adaptados
a obtener su alimente en el lecho del río, como la carpa, o peces que han desarrollado respiración
pulmonar, ya que el contenido de oxígeno en el agua suele ser bajo. También encontramos
organismos que se fijan a las raíces sumergidas de los árboles como el ostión y varias formas
animales que comparten la vida terrestre y acuática.

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