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Estudio Epidemiologico Martos Et Al
Estudio Epidemiologico Martos Et Al
variables etiológicas comunes, hemos efectuado una revisión ca- Salvo dos casos ya
suística de acuerdo con las variables comunicativoconductuales diagnosticados previa-
mente de trastorno sen-
y biológicas de los pacientes. 24
sorial (visión y audición),
en el resto de los niños la
METODOLOGÍA patología neurológica
detectada fue escasa: 22
Análisis de 46 niños consecutivos, procedentes de diversos luga- neurofibromatosis (un
res de la geografía española, en los que el diagnóstico de presun- caso), astrocitoma cere-
ción de autismo se había establecido en función de alteración en beloso (uno), epilepsia
el desarrollo ontogenético, que consultaron para confirmación parcial criptogénica (u-
del diagnóstico y orientación terapéutica. no) y cromosomopatía
(uno). El hallazgo más
Para cada uno de los pacientes, los parámetros revisados fue-
frecuente fueron paroxis-
ron los siguientes: mos electroencefalográ- Figura 1. Relación niño/niña.
1. Sexo. ficos sin crisis clínicas
2. Antecedentes familiares de trastornos del desarrollo. detectables (siete casos).
3. Antecedentes familiares de patología general y neurológica. Esta aparente ausencia
4. Datos de riesgo pre, peri y neonatal. de patología, sin embar-
5. Edad a la que se apreciaron los primeros datos de alarma. go, no debe considerarse 37
definitiva,dadaladisper- 9
6. Semiología de los primeros datos de alarma. sión y heterogeneidad de
7. Quién apreció los primeros datos de alarma. exámenes médicos com-
8. Profesionales consultados. plementarios (Fig. 3).
9. Estudio neurológico. Este dato fue objeto de
10. Exámenes médicos complementarios. reflexión y revisión de las
11. Patología neurológica subyacente. historias, con el fin de
12. Confirmación de EA. poder establecer qué pa-
rámetros –en los antece-
13. Tratamiento. dentes familiares, en los
14. Subgrupos de evolución en función de presencia o ausencia antecedentes personales Figura 2. Proporción de pacientes con datos de
de patología neurológica. del niño, en la semiolo- riesgo pre y perinatal.
gía del trastorno de co-
Los datos de los apartados 2-7 se obtuvieron de los datos de la anamne- municación o en los datos de la exploración médica– podían justificar que unos
sis realizada. En los puntos 8-11 y en el 13 se consideraron, además, niños con diagnóstico de presunción de trastorno de EA no precisaran exámenes
complementarios porque no se consideraran necesarios, mientras que otros
los diferentes informes médicos de pediatras y neuropediatras, así
niños con el mismo diagnóstico de presunción debieran someterse incluso a nueve
como informes psicológicos que aportaron los pacientes. La altera- pruebas distintas. No hay ningún dato que haya podido orientarnos. La percepción
ción de conducta y comunicación se valoró mediante el IDEA [4]. subjetiva médica en cada caso parece ser la causa.
El parámetro 13 contempló tanto el tratamiento cognitivo La valoración de las diferentes dimensiones y niveles que contempla el
como el farmacológico o de otro tipo. IDEA –por profesionales de la psicología expertos en la aplicación e interpre-
La definición del punto 14 se intentó a partir de la elaboración tación de la batería– confirmó el diagnóstico de autismo en 18 de los 46 casos;
de los datos obtenidos en los apartados precedentes. también se obtuvo un diagnóstico de trastorno específico de desarrollo del
lenguaje (TEDL) en un número casi igual de pacientes (14 de 46), lo que viene
a destacar la dificultad del diagnóstico diferencial de los TEDL cuando la
RESULTADOS
comprensión del lenguaje se afecta gravemente. Los diferentes diagnósticos
La significativa mayoría de pacientes de sexo masculino, ampliamente docu- a los que se llegó tras el estudio de los niños se refleja en la figura 4.
mentada en la literatura, ha quedado de manifiesto en nuestra serie (Fig. 1), El tratamiento pedagógico establecido en todos los casos se complementó
con 37 varones y nueve mujeres (relación 4:1). con apoyo farmacológico en cuatro pacientes (risperidona en dos pacientes,
Se apreciaron antecedentes familiares de trastornos neurológicos y neurop- y metilfenidato, en otros dos). Cinco niños se sometieron, además, a dieta
sicológicos, en la serie globalmente considerada, en 17 de los 46 niños (36,9%); libre de caseína y gluten.
la patología más frecuentemente referida, la epilepsia, se detectó en los an- La heterogeneidad del abordaje médico de los pacientes no permite esta-
tecedentes familiares de cinco niños. El tipo de alteraciones reseñadas fueron: blecer grupos homogéneos en función de bases neurobiológicas.
epilepsia (dos casos), epilepsia junto a trastorno del lenguaje (dos), epilepsia
y retraso intelectivo (uno), trastornos en el desarrollo del lenguaje (tres),
trastornos psiquiátricos (dos), trastornos de conducta de semiología no defi- DISCUSIÓN
nida (tres) y retraso intelectivo de semiología no filiada (cuatro). La utilización de exámenes complementarios en los trastornos del
Presentaron datos de riesgo pre y perinatal 17 niños (Fig. 2); los datos
documentados fueron: amenaza de aborto, infección materna aparentemente
desarrollo es un tema controvertido. Se afirma que no sirven para
leve, diabetes gestacional, hipertensión arterial, parto instrumental, cesárea el diagnóstico, y esto es una realidad, pero hay un matiz de inexac-
por sufrimiento fetal y prematuridad (36 semanas). En ninguno de los 17 niños titud en esta afirmación, puesto que lo que se busca con este tipo de
se apreciaron datos de alarma neurológica durante el período neonatal. exámenes no es diagnosticar un trastorno del desarrollo, sino ex-
La edad media a la que se apreciaron los primeros datos de alarma fue de cluir las posibles patologías que pueden subyacer. ¿Cómo afirmar
19 meses; la edad más precoz, 5 meses, y la más tardía, 36 meses. En todos la ausencia de patología si no se descarta con pruebas específicas?
los casos fueron los padres quienes dieron la voz de alarma, en función de El diagnóstico de EA frente a otras situaciones, como retraso
trastorno en la adquisición del lenguaje o alteración en la calidad de relación
y comunicación con el entorno. La detención o regresión en el desarrollo del mental, trastorno grave de la conducta y trastornos graves del len-
lenguaje oral es un dato constante en la serie. guaje [16-18], puede constituir un diagnóstico diferencial difícil de
Todos los niños consultaron con psicólogos o logopedas, y a excepción de tres establecer; a su vez, cada una de estas alteraciones es susceptible de
pacientes, todos acudieron igualmente a consultas de pediatría y neuropediatría. estudios específicos para determinar causas biológicas.
RD
24 37 4%
9 TEDL
30%
22 Autismo
40%
TGD
Otros 13%
13%
tornos del desarrollo, que el fenotipo conductual entra dentro del 3. Para cada subgrupo del apartado 2, considerar además la
ámbito del EA, que el fenotipo físico puede no presentarse hasta variable del nivel de cociente intelectual.
en un 10% de mutaciones completas [45], y que en centros espe-
cializados en autismo constituye la cromosomopatía más fre- El diagnóstico de EA es un diagnóstico clínico. Si el trastorno
cuente [46], éste sería el examen complementario prioritario ante autista de cada paciente concreto posee una base biológica, sólo
todo niño con clínica de EA. Nos parece particularmente grave el puede descartarse con exámenes médicos complementarios. Si la
dato de nuestra serie, en la que esta posibilidad diagnóstica se ha patología neurológica es una variable a considerar en la fisiopa-
infravalorado. tología y la evolución, sólo podremos saberlo cuando los grupos
Es una realidad que determinados exámenes complementa- que comparemos sean homogéneos.
rios deben reservarse para la investigación. Sin embargo, la clí-
nica diaria y la observación minuciosa de la casuística constitu-
yen un apoyo importante para los investigadores. Este apoyo sólo CONCLUSIONES
puede ser eficaz si todos actuamos de modo semejante; en caso 1. La confirmación del diagnóstico de autismo se basa en un
contrario, las casuísticas se convierten en una multitud de datos estudio minucioso de la conducta. Las fronteras con otros
heterogéneos y poco eficaces, incluso, para valorar a nuestros trastornos, con los que comparten manifestaciones clínicas,
propios pacientes. Un protocolo de actuación común sería desea- hacen necesarias baterías de exploración muy precisas, utili-
ble. El siguiente podría ser una línea útil de actuación: zadas por profesionales muy entrenados.
2. Los trastornos específicos del desarrollo del lenguaje consti-
Propuesta de protocolo de estudios complementarios tuyen el primer diagnóstico diferencial del EA.
para todo niño con clínica de autismo 3. La heterogeneidad de exámenes médicos complementarios no
1. Estudio auditivo. guarda relación con la semiología del trastorno de comunica-
2. Estudio de ADN y cromosoma X frágil. ción y conducta; refleja una aproximación personal frente a esta
3. Electroencefalograma (EEG) de vigilia y sueño. patología, sin que exista un protocolo unitario de estudio.
4. Potenciales evocados somestésicos. 4. Definir grupos etiológicos homogéneos implica un consenso
5. Cariotipo. previo, en el que el tipo de exámenes complementarios se
6. RM cerebral. acepte y se indique de manera protocolizada. Afirmar la au-
sencia de alteración neurológica objetivable con base exclu-
Propuesta de protocolo de manejo de pacientes de espectro sivamente en el trastorno de comunicación y conducta no
autista con revisión de los hallazgos clínicos y biológicos posee rigor científico.
1. Distribución de los pacientes en grupos al observar la clasifica- 5. La clasificación de EA debe ir mas allá y complementarse con
ción de EA, en función de la alteración comunicativoconductual. los aspectos médicos que pueden subyacer en este trastorno.
2. Cada grupo del EA deberá dividirse, a su vez, en grupos por En la búsqueda de claves que ayuden a entender su fisiopato-
patologías: logía, establecer estrategias de intervención y definir pronós-
a) EA sin hallazgos patológicos en los exámenes médicos ticos, hay que tener la certeza de que observamos y compara-
complementarios. mos la clínica y la evolución de grupos homogéneos; los
b) EA y síndrome del cromosoma X frágil. pacientes sin patología demostrable deben considerarse un
c) EA y epilepsia. grupo aparte. Los que posean patología deben subdividirse
d) EA y EEG paroxístico sin crisis clínicas. por tipos de patología. Del estudio de la semiología y de la
e) EA y datos sugerentes de disfunción talámica. evolución de cada subgrupo habrá que sacar conclusiones
f) EA y otras cromosomopatías. sólo para dicho subgrupo. La comparación de las conclusio-
g) EA y alteración estructural cerebral. nes obtenidas para cada subgrupo nos situará en la base del
h) EA y déficit sensorial. estudio del EA de modo global, y considerará las variables
i) EA y más de una condición patológica de las referidas. biológicas y conductuales de modo imbricado y no paralelo.
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