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HESIODO Y EL CONOCIMIENTO FILOSÓFICO-José Lissandrello PDF
HESIODO Y EL CONOCIMIENTO FILOSÓFICO-José Lissandrello PDF
Hace ya un buen tiempo que las obras de Hesíodo son consideradas no sólo
como pertenecientes al género de la épica didáctica sino también como obras en las que
cosmovisión.
El presente trabajo reparará en cómo esa nueva visión del cosmos, plasmada
por el poeta beocio en Teogonía y Erga, si bien presenta aspectos claramente filosóficos,
emerge en un contexto de una fuerte revelación religiosa. Claro ejemplo de esto será el
encargo que le realicen las Musas al poeta, al entregarle una rama cortada de un laurel.
y lo futuro; podríamos decir, cantar una nueva historia que incluya a la totalidad del cosmos
Zeus que imparte justicia no sólo entre sus pares en el Olimpo, sino también en el
mundo de los mortales haciendo que la justicia alcance a todos. Este mensaje estará
destinado a todos los contemporáneos del poeta beocio pero, de manera particular, a
los reyes quienes serán los que tengan una mayor responsabilidad al momento de
impartir justicia.
Reparemos, en primer término, en el ámbito religioso del poeta a partir del cual
surgirá esa nueva cosmovisión. Precisamente ese ámbito está caracterizado, ya desde el
inicio, por una variada y bella descripción de la actividad de las Musas: ellas danzan
con sus ligeros pies, alrededor del manantial de violáceas aguas del altar del
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Baste nombrar el comentario introductorio que presenta Olof Gigon en el capítulo destinado a
Hesíodo; allí destaca los aspectos que para él hacen de Hesíodo el primero de los filósofos.
GIGON, (1980, 13 y ss. Primera edición en español) Los orígenes de la Filosofía Griega. Editorial
Gredos. Por otra parte, Schadewaldt, destaca la importancia del inicio del pensamiento
filosófico - ya en Hesíodo-, en el conocido pasaje de los versos 26 – 28 de Teogonía: para el
filólogo alemán este pasaje refleja, precisamente, el reclamo de la filosofía de “no dar la
apariencia de verdad, sino develar lo verdadero, de descubrir el ser real”. SCHADEWALDT
(1978, 85 y ss.).
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espesa niebla dejan oír un maravilloso canto con el que celebran a Zeus y a otros dioses
que serán, curiosamente, los principales referentes de los Olímpicos. Cabe destacar que
ya no se trata de “la Musa” a la que se invoca para que acuda en ayuda del canto de un
hecho memorable; son “las Musas” unidas muy estrechamente a Zeus y al resto de los
Olímpicos las que enseñarán a Hesíodo un canto divino (kalén aoidén). No estamos en
entenderse ese “edídaxan”2. Un aoristo que designa claramente una acción puntual y
que señalaría “un momento”. A esto se suma la presencia bien concreta de las Musas
que experimenta el poeta; tan concreta y real que las Musas se hacen presente a
en el él un canto divino (audén théspin)3 para que cante las cosas que serán y las que han
sido antes. Cómo ha de entenderse esta suerte de aparición, es un hecho que ha tenido
llegado en este intento: desde considerar que se trata de una mera creencia hasta
pensar que el poeta ha sentido todo este hecho como una verdadera aparición4. En esta
línea se inscribiría el filólogo alemán. No resulta fácil tomar partido. Sin embargo, no
se puede dudar de la fuerte carga religiosa que tienen las obras de Hesíodo y de la
importancia que tiene Zeus, junto con los dioses olímpicos, a partir del destronamiento
de Cronos. Por nuestra parte, creemos que no necesariamente habría que entender el
contacto con las Musas como un hecho real, material; sin embargo, es probable que el
poeta haya tenido una experiencia o varias, religiosamente tan fuertes, que él haya
quehacer cotidiano del trabajo. Sea como fuere, el poeta siente que esa experiencia le
2 Teogonía, v. 22.
3 Idem. v. 31.
4 Schadewaldt hace referencia a las posturas opuestas en relación a esta cuestión: por un lado, se
ha afirmado que se trataría de simple fantasia (blosse Phantasie); por otro lado –y aquí se
ubicaría este filólogo alemán, podría considerarse el episodio como una “visión”, comparable a
la del profeta Amós en el Antiguo Testamento. SHADEWALT (1978, 84).
3
demanda a él una tarea que es vivenciada como un pedido, como un encargo. Hasta
aquí domina en los versos la narración de un hecho dominado por lo religioso. Ahora
bien, el encargo que las Musas le hacen al poeta beocio es cantar las cosas que serán y
a las que han sido (ἵνα κλείοιμι τά τ' ἐσσόμενα πρό τ' ἐόντα)5. Le encargan, en
totalidad en la que domina el reinado de Zeus. Cabe citar aquí el aporte de Gigon
cuando afirma que uno de los aspectos que permiten considerar a Hesíodo como el
de verdad, que también rescata Gigon y que Schadewaldt destaca como primera
Zeus, celebrando con himnos las cosas que son, las que serán y las que han sido:
Olimpo, con las palabras que contienen el encargo que recibe Hesíodo de parte de las
versos antes, el poeta da la razón por la que las Musas insuflaron en él un canto divino:
poder cantar las cosas que serían o sucederían y las que habían sido (ἵνα κλείοιμι τά τ'
ἐσσόμενα πρό τ' ἐόντα). Tά τ' ἐσσόμενα πρό τ' ἐόντα: esta es la correspondencia
5
Teogonoía, v. 32.
6 Gigon plantea que el propósito de Hesíodo en Teogonía “no es sólo hablar de la verdad y de
los orígenes sino también del Todo… Mirada con atención, la relación es exactamente la
contraria de la que pudiera parecer a una visión superficial: las numerosas figuras nombradas
en la Teogonía no son traídas a colación porque sean dioses, sino que son llamados dioses,
porque no pueden faltar las zonas por ellos representadas en el cuadro de conjunto del Todo,
que Hesíodo tiene ante la vista, sin poderlo llamar todavía por su nombre”. (GIGON 1971, 27).
7 Schadewaldt destaca que precisamente el reclamo de la filosofía no es dar una apariencia de
verdad, sino develar lo verdadero. En ese sentido, afirma el filólogo, podría afirmarse que este
pasaje referido a las Musas puede ser considerado el comienzo de la filosofía aun cuando sea de
una manera incipiente. SCHADEWALDT (1978, 85 y ss.).
8
Teogonía, v. 38.
4
las Musas en el Olimpo y la misión de Hesíodo entre sus coetáneos. Hay un nuevo
orden en el Olimpo al que las Musas gustan cantar para deleitar la mente de Zeus;
Hesíodo se siente comprometido a cantar. Esta mirada del poeta beocio con claras
Respecto del segundo punto (la convicción de que Zeus imparte justicia
presentan las Musas, una vez más unidas a Zeus a través del canto que alaba al padre
de los dioses. La aspiración a la verdad que en Teogonía estaba dirigida a una nueva
cosmovisión en el plano divino con Zeus al mando del reino celestial, se mantiene aquí
pero destinada a destacar cómo el Cronida puede, con facilidad, intervenir y cambiar la
suerte de los mortales; puede, en definitiva, promover que el poderoso quede abatido o
La justicia, que en Teogonía Zeus impartía entre los mismos dioses, se extiende
aquí, según entiende el poeta, hasta el plano humano. Las Musas, también en esta obra
con un rol protagónico, son convocadas a cantar cómo el padre de los dioses
Sin duda que en esto no puede dejarse de lado el conflicto que el poeta beocio
efecto, Perses será uno de los principales destinatarios de la obra y, de hecho, será
invocado en más de una oportunidad. Ahora bien, de interés resulta que Hesíodo
conciba que ese nuevo orden deba alcanzar a aquellos que tienen la responsabilidad de
administrar la justicia en este mundo. Serán los reyes en quienes el poeta depositará la
máxima responsabilidad al momento de que impere Díke en este mundo. Y así como
las Musas insuflaron en el poeta un canto divino, así también las hijas de Mnemosine
están prestas a asistir a quienes ven nacidos de los reyes vástagos de Zeus. En la lengua
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Disandro, en su capítulo dedicado a Hesíodo, hace un comentario del poeta beocio
comparándolo en algunos aspectos con Homero. De este último afirma que lo que lo
caracteriza, entre otras cosas, es la “proferición” mientras que aquél lo caracteriza por estar en
un ámbito de “revelación”: “el contexto hesiódico es literalmente revelación, frente al contexto
homérico que es literalmente convocación”. DISANDRO (2000, 73).
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de éstos derraman dulce rocío y de la boca de los mismos fluyen dulces palabras10.
Todos contemplan a un gobernante tal en tanto discierne las leyes con rectos juicios y
con rapidez y destreza apacigua un gran pleito. Serán sensatos11 (ekfrónes) en tanto
sino a través de una palabra persuasiva, a través de un lógos persuasivo, irá demarcando
Esta búsqueda de la justicia por parte de los reyes y este accionar sensato capaz de
resolver conflictos a partir de suaves palabras, será precisamente el don sagrado (ieré
dósis) que conceden las Musas. Lejos está de este don aquel accionar de los reyes que se
imponen sólo por el hecho de ocupar un lugar de poder. Para ellos va dirigida, de
manera particular, la fábula del ruiseñor y el gavilán. Es más, el poeta beocio aclara
que está dirigida aún para los reyes que puedan ser sensatos12. Nadie queda exento de
estos consejos: ya no debe primar la ley del más fuerte sino que debe regir en todo
ámbito la justicia. Lo que atenta fuertemente contra ésta es la hýbris: Hesíodo sabe que
es funesta tanto para los pobres cuanto para los poderosos. De todos modos el poeta
sobre la soberbia se evidenciaría al final cuando cada cosa haya llegado a su término.
τε νήπιος ἔγνω13. De todos modos, no supone el poeta que esto deba suceder así, de
manera irremediable en todos los casos; no todos deben ser o son népioi; basta seguir
con la lectura del poema para encontrar lo que podríamos llamar el modelo de areté
propuesto por el poeta. Por cierto ya no nos encontramos con el planteo homérico de
10
Teogonía, v. 81.
11
Idem. v. 88.
12
Trabajos y Días, v. 202.
13
Idem 218.
6
aquel guerrero capaz de toda hazaña; nos encontramos con alguien capaz de
lo mejor una vez que algo llega a su cumplimiento. El uso del noús que conlleva todas
pero también intuición14, hace posible conocer el τέλος de todas las cosas. En este
pasaje el poeta beocio utiliza un neologismo que es panáristos 15 para designar aquella
Finalmente, no faltan en este poeta, las reflexiones que alcanzan un plano ético.
En efecto, quien dispone un mal contra otro, lo dispone contra sí mismo; es más, una
mala decisión afecta, en primer lugar a quien la concibe16 y esto no queda fuera del ojo
de Zeus que todo lo ve y todo lo comprende17. Esta mirada atenta de Zeus, que asegura
la ejecución de la justicia en este mundo, presupone una misma actitud de parte del
Padre de los dioses en el mismo Olimpo. Tampoco allí nada queda fuera de la mirada
de Zeus, nada queda fuera de su noàj. En Trabajos y Días, luego del mito de Pandora, el
poeta reflexiona: “así de ninguna manera es posible evitar o mejor “esquivar” el noús
de Zeus18. Una idea recurrente que encontramos también en Teogonía cuando se hace
14
K. Von Fritz en su artículo “Die Rolle des noús” plantea que la mayoría de las expresiones
utilizadas en la filosofía y en las ciencias son directa o indirectamente tomadas desde la lengua
pre-filosófica o filosófica. Tal utilización no hubiera sido posible, según el filólogo, si su
significación no hubiera tenido cierto parentesco con conceptos filosóficos. Von Fritz propone
un estudio de los términos más representativos y entre éstos toma el campo semántico
delimitado por noús, noeín, nóema, nóesis, etc. En su estudio, el filólogo refiere que Boehme
diferencia tres significados de la palabra noàj: en primer lugar, alma como portadora de
experiencia anímica; luego como comprensión y, finalmente, plan. Respecto de esto último no
escapa a la idea del campo semántico todo aquello que tiene que ver con lo “intuitivo”. VON
FRITZ (1968, 246 Y ss.)
15 El término panáristos no resulta tan sencillo de traducir ya que ¢ristoj representa ya “el mejor”;
el prefijo pan hace referencia a la todo. Por tanto podría plantearse, como una traducción
aproximada “el mejor en todo”, “el mejor absolutamente”, “el mejor de todos”. Sea como fuere,
el poeta está ponderando fuertemente esta capacidad de poder intuir qué es lo mejor una vez
que algo ha llegado a su cumplimiento o término.
16
Trabajos y Días. vs. 288.
17Cabe destacar que esta imagen de Zeus de que todo lo ve se ve reflejada a través del epíteto
euríopa que Hesíodo utiliza con preferencia en Trabajos y Dias; un ejemplo de su uso se ve en el
verso 229 de esta obra. El adjetivo resulta muy elocuente para destacar la facultad de Zeus de
ver y controlar todo ya que significaría “que ve en profundidad”, “que ve a lo ancho”;
podríamos decir, en síntesis, que barre con su mirada.
18 Trabajos y Días, v. 105.
7
aventajarla”19.
En síntesis, Hesíodo concibe una nueva manera de entender cómo han sucedido
y cómo suceden las cosas en el cosmos. En esa nueva manera, hay todo un esfuerzo en
él en dar cuenta de cómo y por qué suceden las cosas no sólo en el Olimpo sino
la verdad”; una verdad que para el poeta tiene que ver con un nuevo orden dominado
por la justicia de Zeus que impera en el Olimpo y que alcanza hasta los mismos
hombres. El poeta beocio sentirá la necesidad de cantar esa nueva historia que incluye
contacto directo con las Musas, mientras realiza su tarea diaria de apacentar las ovejas.
cosmovisión. Tan fuerte es esa convicción que se atreve a advertir, a manera de profeta,
cómo llegará la justicia de Zeus a todos y, de manera particular, a los reyes. Estos y
todos deberán dejar que actúe el don sagrado (ieré dósis) de las Musas para encontrar
cómo han de ser las cosas bajo el imperio de Zeus, tanto en el Olimpo cuando en este
mundo. En este nuevo planteo, el hombre no queda en un lugar en el que debe esperar
en forma resignada la voluntad de los dioses, sino que debe comprender con su noús
qué es lo mejor teniendo en cuenta el télos de cada hecho en este mundo. En tal sentido,
BIBLIOGRAFÍA:
19 Teogonía, v. 613.
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