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Defensa y Promocion de La Vida 5º
Defensa y Promocion de La Vida 5º
ESTUDIANTE……………………………….……………………..………………………………………
GRADO Y SECCIÓN…………………………….… Nº DE ORDEN………………
DOCENTE: …………………………………………….……………….. FECHA…………….…………….
Momento de oración.
Motivación
Conocimientos previos.
INTRODUCCIÓN
Con todos los adelantos de la tecnología moderna, no debería quedar duda alguna (como ocurría
a comienzos del siglo pasado) de que la vida humana empieza con la unión del óvulo y el
espermatozoide en el tercio externo de las trompas de Falopio de la madre. Es sólo cuestión de
tiempo para que el ser humano crezca y desarrolle todas sus capacidades y potencialidades en
los siguientes nueve meses de vida (y el resto de años fuera del útero de la madre). La dignidad
humana que Dios le dio el día de la fecundación es única, universal e irrenunciable, y acompañará
al ser humano en todas las etapas de su vida. Por ello, siempre debe ser respetada y considerada
como la fuente originaria de los llamados «derechos humanos».
Sto. Dgo. 214.- “Dios es el mismo Señor de la vida. La vida es don suyo. El hombre no es ni
puede ser árbitro o dueño de la vida. El hijo debe ser responsablemente acogido en la familia
como don preciosísimo e irrepetible de Dios. El niño, concebido, no nacido, es el ser más pobre,
vulnerable e indefenso que hay que defender y tutelar. Se ve hoy, con mayor claridad, la relación
tan estrecha, subjetiva y objetiva entre anticoncepción y aborto. Se separa de modo drástico el
significado unitivo del procreativo en el acto conyugal, el cual traiciona el mismo sentido del amor”.
Sto. Dgo. 215.- “El cambio histórico cultural ha causado impacto en la imagen tradicional de la
familia.
Cada vez son más numerosos las uniones consensúales libres, los divorcios y los abortos. La
novedad es el que estos problemas familiares se han vuelto un problema de orden ético - político
y una mentalidad «laicista» y los medios de comunicación social han contribuido a ello”.
El aborto
CEC.2270.- La vida humana debe ser respetada y protegida de manera
absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de
su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona,
entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida.
La eutanasia
CEC.2276.- Aquellos cuya vida se encuentra disminuida o debilitada tienen
derecho a un respeto especial. Las personas enfermas o disminuidas deben
ser atendidas para que lleven una vida tan normal como sea posible.
CEC.2277.-Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en
poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable.
El suicidio
CEC.2280.- Cada cual es responsable de su vida delante de Dios que se la ha dado. Él sigue
siendo su soberano Dueño. Nosotros estamos obligados a recibirla con gratitud y a conservarla
para su honor y para la salvación de nuestras almas. Somos administradores y no propietarios de
la vida que Dios nos ha confiado. No disponemos de ella.
CEC. 2281.- El suicidio contradice la inclinación natural del ser humano a conservar y perpetuar
su vida. Es gravemente contrario al justo amor de sí mismo. Ofende también al amor del prójimo
porque rompe injustamente los lazos de solidaridad con las sociedades familiar, nacional y
humana con las cuales estamos obligados. El suicidio es contrario al amor del Dios vivo.
ILUMINACIÓN INICIO DE LA VIDA
Leen Lay reflexionan:
vida humana Gén.1,27-28;
se inicia enSto.Dgo.N°214-215:
el momento de la concepción.
CEC.2270 (el aborto);
La dignidad 2276
del ser (eutanasia);
humano 2280universal
es única, (suicidio)e irrenunciable. Ésta es la base fundamental de
los llamados «derechos humanos» y no una arbitraria definición judicial o legislación humana.
Sólo en la medida en que las diferentes legislaciones de nuestros países sean un reflejo de la ley
natural que se deriva de este Plan de Dios para nosotros, estaremos realmente haciendo del
mundo un lugar más humano y divino. Todo hombre abierto a la verdad con la luz de la razón y la
gracia de Dios puede llegar a descubrir en la ley natural escrita en su corazón (Rom.2,14-15) el
valor sagrado de la vida humana desde su inicio hasta su término.
La Iglesia Católica siempre ha hablado claramente en la promoción y defensa de la vida humana.
En el momento de la unión del óvulo materno con el espermatozoide paterno ocurre el proceso de
fecundación. La ciencia ha demostrado que desde el momento de la fecundación, el cigoto (célula
surgida de esta unión) combina los cromosomas del óvulo y el espermatozoide, creando una
realidad completamente nueva. Sólo horas después de surgir, el cigoto comienza una intensa
actividad celular de especialización, que permite determinar qué parte de esta microscópica
realidad terminará convertida en el cerebro, el corazón, la columna vertebral o los músculos del
nuevo ser humano. Sus dimensiones microscópicas no cambian el hecho de que este nuevo ser
es un ser humano plenamente nuevo e independiente. Desde ese instante el nuevo ser ya es una
unidad en cuerpo y alma, única e irrepetible, tiene toda la información genética necesaria para
seguir desarrollándose hasta llegar a ser una persona adulta.
LA BIOÉTICA
Es una ciencia, relativamente nueva, que estudia los problemas morales que
representan los avances científicos con respecto a la vida (sobre todo de la
medicina). Está relacionada con el estudio del inicio y la preservación de la
vida. Los principales aspectos que trata se resumen en los siguientes:
a) Eutanasia. Por eutanasia se entiende una acción o una omisión que por su naturaleza, o en la
intención, causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor.
Como cristianos sabemos que nada ni nadie puede autorizar la muerte de un ser humano
inocente (feto, embrión, niño, adulto, anciano o enfermo terminal). Nadie además puede pedir
este gesto para sí mismo o para otros, confiando en su responsabilidad, o consentirlo explícita o
implícitamente. Ninguna autoridad puede legítimamente imponerlo ni permitirlo. Se trata en
efecto de una violación de la ley divina, de una ofensa a la dignidad de la persona humana,
crimen contra la vida, un atentado contra la humanidad.