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El enojo es un componente negativo esto es un movimiento del animo que suspira ira,

molestia y pesar, en el creyente y en el ser humano en general, a su vez debemos


considerar que el enojo es algo que puede venir independiente si seamos cristianos o no.

El problema del enojo es que provoca el cambio del estado de ánimo, el cual provoca en el
hombre (me refiero hombre y mujer) que en algunos casos llegue a cometer locuras que
producen resultados que son perversos y demasiado malos "El que fácilmente se enoja
hará locuras" (Libro de proverbios de Salomón) el cual tiempo dirá si estas actuaciones del
hombre pueden ser subsanadas o no.

- ¿Cuántos conflictos, asesinatos, homicidios, accidentes se han producido por el enojo o


por el carácter iracundo de algunos seres humanos independiente si son o no creyentes?
¿Cuántos malos entendidos podrían prevenirse producto del enojo y del carácter? Dios
ayúdanos a formar la característica de un hombre que tarde en enojarse, este es aquel
que tarda en generar conflictos producto de enojo "El hombre iracundo promueve
contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla" Proverbios 15:18.

Dejarse llevar por el enojo es para gente necia:

Como señale anteriormente todos nos podemos enojar, cada día tiene su afán y su
problema y depende de nosotros si dejamos que esto nos haga llevar un buen día o un
mal día, pero la Biblia nos da una referencia muy buena al respecto, dice Eclesiastés 7: 9
"No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los
necios", Aun recuerdo un comercial de televisión el cual un hombre producto de dejarse
llevar por el enojo rompe la computadora de su trabajo y su compañero le grita "Guatón
tomate un armoníl" una actuación así es un gran ejemplo de gente necia que
constantemente se deja llevar por el enojo y sus cambios constantes de animo, es "Mejor
es el que tarda en airarse que el fuerte" Proverbios 16:32 (Ver video).

Consideraciones en cuanto al enojo:

El hombre en especial el creyente (por que este pasaje esta dirigido a nuestros hermanos
en el cual estoy incluido), El Apóstol Santiago entrega un buen y excelente consejo, dice:
19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar,
tardo para airarse, Santiago 1:19. El hombre debe aprender a oír, por lo general siempre
actuamos y listo "disparamos y luego apuntamos", a su vez también debemos aprender
hacer tardos en retener la lengua dado que en ocasiones esta ultima, se transforma en el
instrumento que desbarata un gran incendio en la comunicación de un hogar en el mundo
laboral, ministerial etc.- La lengua produce en ocasiones grandes y malos entendidos
ocasionados por el enojo y la Ira. Proverbios 14:29 nos enseña: "29 El que tarda en airarse
es grande de entendimiento; el impaciente de espíritu pone de manifiesto su necedad"

Sin embargo, la Biblia generalmente describe el enojo (y la ira) como un pecado y no sólo como
un sentimiento o emoción.  El apóstol Pablo dice en Colosenses 3:8: “Pero ahora dejad también
vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra
boca” (véase tambiénEf. 4:31 y Gálatas 5:20).  El Señor Jesús enseñó que “cualquiera que se
enoje contra su hermano, será culpable de juicio” (Mateo 5:22
II. LOS PECADOS QUE SURGEN DEL ENOJO.
Efesios 4:26 (“Airaos pero no pequéis”) es quizás el único ejemplo en el cual  la Biblia distingue
entre la emoción del enojo, y las actitudes y acciones pecaminosas que surgen de él.  Sin
embargo, el propósito de esta exhortación no es el de justificar nuestro sentimiento de enojo,
sino hacernos conscientes de la rapidez con la cual el enojo nos conduce hacia el pecado. El
enojo se puede manifestar en el pecado de muchas maneras.

1) Un comportamiento explosivo. La persona se enoja fácilmente y otros le tienen miedo o la


tratan “con pinzas” para no ofenderla. Una persona con este comportamiento procura controlar
a otros y realizar sus deseos por medio del enojo.
2) El abuso familiar. Esta persona expresa su enojo abusando de su cónyuge y/o de sus
hijos.  Este abuso puede ser verbal, físico o ambos.
3) La amargura y el resentimiento. Algunos creyentes ocultan su enojo, convirtiéndolo en la
amargura y el resentimiento. A menudo estas personas no parecen estar enojadas, y piensan
que están manejando su enojo bíblicamente. La verdad es que la amargura y el resentimiento
son tan pecaminosos y dañinos como el enojo abierto.  Suelen expresarse en el chisme, la
crítica, la mentira, la burla, y la resistencia pasiva ya que en muchos casos se trata de
sentimientos de hostilidad hacia personas en autoridad contra quienes no se puede expresar el
enojo en forma abierta. Un ejemplo de esto es el caso de Esaú.  Se sintió profundamente
resentido por el favoritismo que su madre le mostraba a Jacob y por la falta de aceptación de
parte de su familia hacia sus esposas cananeas, Judit y Basemat (Génesis 26:34).  Al ver el
gran esfuerzo que hicieron sus padres para conseguirle a Jacob una esposa de la línea
familiar, Esaú se casó con una hija de Ismael para vengarse contra sus padres (Génesis
28:6-10).
4) La depresión. Puede tener varias causas no relacionadas con el enojo.  Sin embargo, el
creyente que reprime sus sentimientos de enojo y no los resuelve, puede caer en un estado
depresivo, sintiéndose fracasado y de ninguna importancia.  A veces, esta clase de depresión
se trata del enojo contra Dios porque las cosas no han salido de acuerdo con lo planeado
(véase el número 6. a continuación).
5) La venganza y las represalias. La Biblia presenta muchos casos en los cuales el enojo se
manifestó en la venganza y las represalias violentas.  El rey Asa “se encolerizó grandemente”
con un “vidente” (profeta) y lo echó en la cárcel porque el vidente expuso la falta de fe de Asa y
anunció el juicio de Dios sobre su reino (2 Crónicas. 16:9-10).  Absalón guardó su enojo contra
Amnón por la violación de Tamar y luego dio órdenes que le matesen (2 Samuel 13:22, 28-29)
lo cual produjo una rotura severa en la relación entre David y Absalón.  Simeón y Leví mataron
a muchas personas inocentes para vengarse contra el príncipe Siquem por haber violado a
Dina (Génesis 34).
6) El enojo contra Dios. En Números 11:10-15 Moíses se sentía disgustado con el pueblo de
Israel por su rebeldía contra Dios.  Como consecuencia de ello, se enojó con Dios, acusándolo
de haberle dado una carga imposible de llevar: “No puedo yo solo soportar a todo este pueblo,
que me es pesado en demasía.  Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte,
si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal ” (Números 11:14-15).  Asaf se enojó
con Dios al ver la prosperidad de los malos (Salmo 73:13-14), y Jeremías también se resintió
con el Señor porque nadie le hizo caso a su mensaje profético (JeremÃas 20:7-8, 14-18).   El
rey Asa (en el caso arriba citado) se enojó con Dios y “no lo buscó” aun frente a la enfermedad
que le quitó la vida (2 Crónicas. 16:12).
Hoy día algunos cristianos viven enojados con Dios porque no salvó la vida de un ser querido o
no les proveyó lo que ellos pidieron, o de otra manera no cumplió con las expectativas que
tenían de él.  Es importante reconocer que Dios desea que sus hijos le expresen todo lo que
está en su corazón, hasta sus sentimientos de enojo hacia él.  Sin embargo, el creyente que
escoge seguir viviendo con sentimientos de enojo hacia Dios, le dará lugar a Satanás, y
terminará en la amargura, el resentimiento, o la depresión

Conclusión, ¿Nos podemos enojar?:

Antes de responder si podemos o no enojarnos, debemos ver los ejemplos que nos da la
Palabra de Dios:

- Jesús se enojo y se entristeció

Marcos Cap. 3 verso 1 al 5 1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga. Había allí un hombre
que tenía seca una mano. 2Y lo acechaban para ver si lo sanaría en sábado, a fin de
poder acusarlo. 3Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: —Levántate y ponte en
medio. 4Y les preguntó: — ¿Es lícito en los sábados hacer bien, o hacer mal; salvar la
vida, o quitarla? Pero ellos callaban. 5Entonces, mirándolos con enojo, entristecido por la
dureza de sus corazones, dijo al hombre: —Extiende tu mano. Él la extendió, y la mano le
fue restaurada sana.

En este pasaje observamos que Jesús se enojo por la actitud de los fariseos, pero no solo
eso, sino que también se puso triste por la dureza de sus corazones, pero esto no fue un
impedimento para que Jesús cumpliera su ministerio de sanidad.

- Jesús se enojo con los principales sacerdotes y escribas

En este pasaje observamos que Jesús se enojo por la actitud de los principales sacerdotes
y escribas, pero no solo eso, sino que también tuvo una actitud de celo por las cosas
celestiales, pero esto tampoco fue un impedimento para que Jesús cumpliera su ministerio
de sanidad.

Mateo Cap. 21 verso 12: 12Entró Jesús en el templo de Dios y echó fuera a todos los que
vendían y compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los
que vendían palomas, 13y les dijo: «Escrito está: "Mi casa, casa de oración será llamada",
pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones». 14 Y vinieron a él en el templo ciegos y
cojos, y los sanó.

- Dios también se enoja por no cumplir el llamado

Dios mismo también se enojo con Moisés cuando lo llama y moisés da sus excusas
respecto del llamado, veamos:

Éxodo Cap 4:14 "Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu
hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se
alegrará en su corazón"
En definitiva podemos concluir que Jesús y Dios Padre se enojaron pero por su enojo no
dejaron de cumplir sus propósitos, ni ministerio "ni se fueron de la Iglesia" Jesús no tuvo
una actitud necia de no dejar de hacer lo enviado y la mandado, nosotros debemos tener
esa actitud frente al enojo, esto es como dice la Biblia "Airaos, pero no pequéis; no se
ponga el sol sobre vuestro enojo" (Ef. 4:26) que equivale si es factible tomar la
reconciliación el mismo día del enojo y no dejarnos llevar por el por que podemos causar
mucho daño.-

Si se enojan, no permitan que eso los haga pecar. El enojo no debe durarles todo el día,
(Ef. 4:26 BLS)

Dios Guarde a cada uno y conceda Gracia y Paz.

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