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Nadie es más fiel que yo, a los ideales de Madama Blavastky. Por esa razón, y
como sobrina y confidente de Frederick White considero mi deber escribir esta carta
Es muy lamentable que luego de haber sido una de las ramas de mayor fortaleza,
referencia para otros grupos incipientes del nuevo mundo, ahora estemos atravesando
grupo para este país, denunciamos ante usted el indiscutible fraude que se ha venido
cometiendo en la Asamblea de Abril, desde hace años. Allí se procede con una elección
entendimiento, hoy ni siquiera seamos capaces en nuestra propia casa de llevar adelante
con éxito una sencilla elección sobre quienes deben llevar los destinos de nuestra rama,
sin recurrir a malas prácticas. ¿Cómo podremos hacer uso de la actitud intelectual que
nos exige la prosperidad y la fraternidad humana, si quienes se postulan una y otra vez,
han incurrido en ofertas dudosas, en tretas injustificables, para contar con el respaldo
de los asambleístas?
casi por completo la actitud imprescindible que atesorábamos para lograr los cometidos
esquema de vida de compromiso con la felicidad, sino que han dejado de brillar en el
país, y se encuentran en las fauces de los conservadores enemigos de siempre, que tienen
ideas?
Yo, más que nadie, he sabido valorar el espíritu amplio y nunca sectario de La
Sociedad fundada por Madame. Es con ese espíritu que se ha logrado la expansión de
pueden soportar las desgracias todas juntas, si somos capaces de construirle un sentido
a ese sufrimiento. El problema, Dr. Winter, radica en que ese sentido no se forma por
expansiva. Considero mi deber alertar que es preciso ejercer una estrategia diferente,
tradición cada vez más inepta; y se han venido acercando a nuestras puertas, individuos
cuyo objetivo último, es destruirnos, aplastarnos, y con ello aplastar también la actitud
de vida y progreso. Porque saben que es esta, y no la que ellos mantienen, la que se
ideas para que los miembros de calidad se acercaran y se dejaran arropar bajo este
movidas por la energía sana, por la mentalidad tranquila y segura. Algunos detentaban
poder político. Luego, las cosas cambiaron como usted sabe, y la conducción del país
quedó en manos del primitivismo y la decadencia ignorante. Hoy digo, con pesar, que
hemos perdido nuestra autoridad en los círculos donde siempre la tuvimos. Ahora nos
quienes orientan, y eso precisamente ha sido el inicio de lo que puede llegar a ser el fin
indiferentes, sin dar un giro de timón. Esta indiferencia se ha confundido con amplitud
solo en nuestros allegados sino en la población en general. Inculcar a los niños las
bondades de la mentalidad sana, de la vida como saldo positivo, del poder del
conocimiento y del arte. Permitirles conocer a los jóvenes los evangelios, con pasión y
Para ello tenemos que tomar por asalto las escuelas y luego las universidades.
Comenzar con los grupos de los niños, y socializarlos para este nuevo mundo, para que
sean nuevos hombres. Tenemos que actuar por debajo y por arriba. Lograr conducir los
destinos de los países y también los destinos de los deseos de las nuevas generaciones.
Pongo a disposición cuantiosos recursos, toda mi fortuna si es preciso, para
detener esta destrucción, que avanza, frente a la mirada indiferente de los nuevos
consideración para retomar el rumbo, para no dejar que la oscuridad termine de digerir
y desaparecer lo que una vez fue un poderoso grupo, hacedor de felicidad. Para, en
Su discípula.