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Moschus Esencia: el medicamento más histérico de todos.

Enfermedades fraudulentas o autoinducidas


de manera psicológica, al grado de producirse, inconscientemente o por la fuerza de su voluntad, cambios
fisiológicos.

Mc – 10Mc Desde muy pequeños, desarrollan las formas más sinuosas y retorcidas para ganarse la atención de los
demás, imitando y produciéndose toda clase de síntomas y enfermedades, al grado de poner en riesgo su integridad
física. Es uno de los más grandes hipocondríacos. Es un medicamento muy poco tomado en cuenta que puede llegar
a curar casos psicosomáticos de cualquier tipo, aún aquellos donde existe un grado elevado de alteración y patología
física. Nancy Herrick, notable homeópata norteamericana, ha reportado muchos casos curados de asma en sus
formas más agresivas y potencialmente letales. Tómese en cuenta en todo tipo de afecciones que tienden a la
cronicidad o que no mejoran cuando el sustento emocional sea muy fuerte y estén presentes algunos rasgos de la
personalidad del remedio; y sobre todo cuando con la enfermedad se logran ganancias secundarias de toda índole.
Los niños Moschus, como la mayoría de los niños en algún momento de sus vidas, fingen estar enfermos para evitar
ir a la escuela. La mayoría de ellos en cuanto siente que han ganado la batalla, dejan de fingir y comienzan a
comportarse con toda naturalidad, levantándose de su cama y jugando; Moschus, en cambio, prolonga la actuación
todo el día, quejándose de dolores y malestares, y permaneciendo en cama con gesto acongojado, lo cual genera
gran agobio y preocupación en sus padres. Para este niño es más recompensante la atención que logra por parte de
los adultos que otra cosa cualquiera. Suelen ser hijos de padres muy ansiosos, anticipados, concienzudos y, sobre
todo, hipocondríacos; padres que una vez engendran a sus hijos, dejan de inquietarse hipocondríacamente por su
salud personal, transfiriendo toda su angustia a sus hijos. El niño Moschus se engancha particularmente a este tipo
de zozobra paterna, desarrollando verdaderas dotes histriónicas que, con el tiempo, llegan a impresionar a propios y
ajenos, incluyendo a algunos médicos que creen haber descubierto en ellos verdaderos síndromes extraños o muy
raras enfermedades. Fingen y actúan de la manera más convincente crisis de todo tipo: desmayos aparatosos y
repentinos, dolores terribles e incluso violentas convulsiones; todo con gran precisión y sentido de la oportunidad.
Llamará siempre la atención la personalidad solícita y abnegada de alguno de los progenitores, al cual deberá
indudablemente tratársele también si se aspira a una verdadera curación del enfermo Moschus. Al acercarse a la
pubertad este ánimo histriónico hipocondríaco deriva en una capacidad de generar síntomas verdaderos. Así, la
jovencita Moschus ya no finge un dolor o un desmayo, puede producírselo a voluntad, lo cual, en lugar de perturbarla,
la llena de alborozo, sentimiento de poder y satisfacción, porque de esa manera conseguirá más atención aun.

200c Con el tiempo estas patologías inducidas psicológicamente parecen tomar un control autónomo, presentándose
crisis repentinas que ya no pueden ser moduladas por la paciente, causándole gran angustia, ansiedad, miedo y
sobre todo disnea (como Lobelia), durante la cual tiene la convicción de que va a morir*. Más indicado en mujeres.
Jovencitas de apariencia muy frágil y sensible, muy friolentas pero en realidad sumamente controladoras y coléricas.
Moschus siente como si estuviera encolerizada, aunque no puede precisar por qué, después pueden violentarse,
regañando e insultando, hasta que se tornan lívidas, con los labios amoratados y la mirada fija, hasta caer
desmayadas*. Se enojan por bagatelas y son muy distraída, sobre todo al mediodía*; pueden sentirse muy cansadas,
debilitadas al punto de la postración pero no cesan de estar activas*, hay un impulso interior que las mueve sin parar,
motivado en gran medida por su afán protagónico: Les gusta siempre y en todo lugar, ser el centro de atención, sea
por características positivas o negativas. Moschus es el medicamento clave de la ansiedad hipocondríaca, sobre todo
si se acompaña de irritabilidad*, esta ansiedad puede sentirse en el pecho o en la región precordial, con una
sensación de gran debilidad*. Con el tiempo su personalidad deriva en la lamentación continua, se queja de
nimiedades o de molestias físicas que no puede señalar o precisar exactamente*; en el embarazo se agrava más.
Moschus tiende a la hiperactividad sexual. Mujeres jóvenes que caen con facilidad en la promiscuidad o que tienen
problemas de todo tipo por sus impulsos sexuales, los cuales tienden a ser a veces incontrolables. Es el único
medicamento marcado en el repertorio bajo los rubros “Hipocondría sexual*” e “Hipocondría por abstinencia sexual*”.
Tendencia extrema a la masturbación. Tienden a enamorarse muy fácilmente y a verse afectadas por decepciones
amorosas o relaciones tormentosas, aunque Moschus, a diferencia de Ignatia, recurrirá a la enfermedad como
elemento de coerción afectiva. Sueños difamatorios o de traición*, los cuales simbolizan claramente la falacia
existencial que sustenta todo el devenir de esta personalidad.

30c Es uno de los principales medicamentos del asma, sobre todo cuando la raíz emocional es muy marcada,
agravándose o detonándose las crisis por circunstancias afectivas adversas, por tensiones o adversidades; por el
humo en todas sus formas, con gran constricción y una fuerte connotación alérgica, con gran ansiedad*. Cuadros
asmáticos repentinos y muy violentos, psicógenos, con terroríficos espasmos en el pecho. Las crisis asmáticas se
asocian de manera característica con dolores abdominales; en estos ataques, la lengua suele estar de color rojo* y
en los niños pueden observarse accesos de respiración asmática o espasmódica después de reprimendas*. El
síntoma de una mejilla pálida y caliente, la otra roja y fría*, síntoma patognomónico por excelencia refleja
simbólicamente los profundos conflictos interiores que vive este enfermo y la naturaleza trasgresora hacia su propia
fisiología.

6c Náusea y vómito al ver los alimentos. Flatulencia. Gran deseo de queso. Dolor abdominal asociado a asma. Orina
copiosa. Olor fuerte de la orina. Reportes de curaciones en casos de diabetes. Ataques agudos de asma histérica y
repiración estridente. Espasmos del pecho los cuales son espantosos. Asma súbita, severa (Cupr.) Palpitaciones en
pacientes histéricos.

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