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Caso práctico.

Ángel es un niño de ocho años muy sociable, le encanta ir al cole, sobre


todo porque allí se encuentra muy a gusto con sus amigos, y se divierte
mucho. Es el terror de los profesores, el chistoso de la clase, el que hace reír
a todo el mundo cuando imita a la profesora dando matemáticas.
La tutora opina que es un niño muy inteligente, incluso brillante, que en
opinión de Lucía, su maestra, si se esforzara más, podría llegar muy alto. Si
se le pregunta en clase directamente, sus respuestas son agudas e
imaginativas, pero luego nunca hace los deberes y no estudia. No le gusta
nada leer, y menos escribir. Lee muy despacio, silabeando con torpeza y su
comprensión lectora es muy escasa. Cuando tiene que escribir, es muy lento
y comete muchas faltas de ortografía. Lucía, recomendó a la familia que el
niño en vacaciones leyera todos los días, para ver si así mejoraba un poco.
Ángel eligió un libro de Gerónimo Stilton, y se miró con atención todos los
dibujos,pero leer,no leyó casi nada. Su madre se ponía con él al principio,
pero las peleas eran tan fuertes, que al final lo dejó correr.

1- ¿Qué problema puede tener Ángel y por qué lo piensas?


2- ¿Cómo puede interpretarse la relación de Ángel con sus compañeros?
3-¿Consideras que es correcta la recomendación de Lucía de leer en casa?
4-¿Como afrontarías el problema de Ángel de una manera global para
ayudarle a mejorar?
5- ¿Qué medidas concretas tomarías para que Ángel hiciera los deberes?

1- Ángel presenta todos los indicios de dislexía. En primer lugar problemas


lectores graves que afectan al ritmo y la comprensión, lo cual causa una
aversión a la lectura. (NO AL REVÉS, que no le guste leer no es un
indicativo de dislexia) Dentro de la dislexia presenta disortografía, con
escritura torpe y con muchas faltas de ortografía (no son cosas separadas, la
dislexia siempre causa disortografía). La dislexia afecta a su comportamiento
disruptivo y a su concentración. Descartamos TDHA ya que cuando se le
pregunta oralmente, responde con acierto, con lo cual sí es capaz de seguir
las clases y concentrarse, además que sus salidas de tono, están
conscientemente planeadas, no son impulsivas. Descartamos DI ya que sus
respuestas son inteligentes e imaginativas. Descartamos TEA por su
sociabilidad y capacidad de liderazgo, tampoco presenta ningún trastorno en
el habla.

Notas: acepto como correcto el TDHA solo si consideramos los problemas


lectoescritores como falta de concentración y los chistes y salidas de tono
como hiperactividad -impulsividad. Si se habla de TDHA, hay que explicar los
tres factores.
Tomo como válido la dislexia como comorbilidad, o el TDHA como trastorno
asociado, siempre que ambos se relacionen de manera correcta.

No considero válidos aquellas respuestas que hablan de TDA, sin


hiperactividad ya que si tomamos los problemas de lectura como problemas
de concentración, necesariamente debemos considerar las salidas de tono
como impulsividad.

No acepto aquellas respuestas que digan que tiene TDAH y/o dislexia sin
relacionar ambos trastornos, ya que considero que hay que elegir una
respuesta clara.

Recuerdo a los alumnos que el TDHA NO CAUSA DIRECTAMENTE


DISLEXIA, ni al revés, aunque sí están relacionados, evidentemente.

Cuenta y mucho la forma de explicarlo y utilizar un lenguaje correcto. La


respuesta en la primera pregunta, condiciona el resto del caso, que debe
estar relacionado.

2) Ángel presenta una falta de autoestima que le lleva a compensar su


problema de aprendizaje siendo el líder en otros aspectos en el aula. De esta
manera, hace que las clases sean soportables, y menos aburridas y se
siente integrado. Es una estrategia compensatoria. Sin embargo, corre el
riesgo de pasar de ser el que hace las gracias, al “payaso”, de la clase, con
lo cual el peligro de acoso está presente y debemos actuar cuanto antes.
Debemos dejar claro que no permitiremos en el aula faltas de respeto hacia
nadie, trabajaremos en clase la empatía entendiendo lo que sienten los
demás cuando alguien se burla de ellos. Intentaremos subir la autoestima de
Àngel aumentando su participación en el aula de manera positiva.

3) No, en absoluto, todo lo contrario. Es contraproducente por dos razones:


porque agrava los problemas de lectoescritura y porque daña gravemente el
clima familiar. Es necesario hablar con los padres y derivarlo al EAP , y
recomendar la visita a un logopeda y seguir sus instruciones. Sin el
entrenamiento adecuado, todos los ejercicios de lectura están
contraindicados.

No se puede hacer apradinamiento lector en casos como este que se


sospecha una disléxia.

Por mucho que le gusten al niño los libros, y aunque elija la lectura, sin
reeducación será siempre inadecuado.
Si en la primera pregunta se ha tomado como trastorno de base el TDHA,
SIN DISLEXIA, sí sería adecuado buscar ejercicios lectores más simples y
motivadores, con menos letra y más dibujo y trabajar siempre tareas cortas y
motivadoras. Es ideal el teatro para un niño al que le gusta lucirse, ya que le
obliga a leer, entender, memorizar y le ofrece un refuerzo positivo muy
motivador.

4) Debemos aumentar su motivación y autoestima y para ello lo primero es


entender al niño y aceptarle. Nunca le haremos leer en voz alta ( a menos
que pactemos una lectura) y nos apoyaremos todo lo posible en su
capacidad oral, más que en la escrita.
Es muy importante enseñar al niño (y le vendrá bien a toda la clase) técnicas
de estudio, con colores, dibujos y mapas conceptuales personalizados.
Además, debemos utilizar las nuevas tecnologías tanto en clase como en los
trabajos. Las tareas lectoescritoras serán breves, con enunciados claros y
cortos y reforzaremos los avances con regularidad con comentarios
positivos. No tendremos en cuenta las faltas, ni corregiremos todos los
errores, centrándonos en lo que hace bien. Las tareas complejas, las
dividiremos en pasos más simples, con refuerzos más continuados.

5) En primer lugar, habría que evitar lo máximo posible los deberes en casa,
por la sobrecarga de trabajo. Los niños necesitan descansar y jugar
prioritariamente. Sin embargo, para fomentar el trabajo en clase, podemos
recurrir al refuerzo positivo, siendo el mayor refuerzo alabarle en voz alta o
permitirle canalizar su don natural para el humor. Podemos recurrir al
contrato conductual, pactando las tareas o a la economía de fichas, en
colaboración con los padres, que premiarán en casa los avances en el
colegio. Por ejemplo, cada vez que haga las tareas de matemáticas, tendrá
un punto verde y tres puntos verdes será poder ir al cine, cuatro elegir un
juego el fin de semana y cinco preparar un monólogo en clase. Los puntos
no se quitan y no se ponen nunca “negativos”.

Nota: Si se habla de refuerzo positivo, o economía de fichas, hay que


desarrollarlo un poco sobre como se haría para considerar la pregunta
completa.

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