Está en la página 1de 6

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre.

No armonizaba con esta risueña


mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann


“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”
“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann


“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

“(…) El aspecto de Lobgott Piepsam no era de lo más alegre. No armonizaba con esta risueña
mañana. Incluso tratándose de alguien que iba a visitar la tumba de sus seres queridos,
resultaba su aspecto demasiado triste. Sin embargo, si uno consultaba su corazón,
forzosamente tenía que admitir que existían suficientes motivos para ello. Piepsam estaba un
poco deprimido, ¿cómo diría yo? … - es difícil hacer comprender a personas alegres como
vosotros una cosa parecida-, era un poco desdichado, había sido un poco maltratado por la
vida. ¡Mas ay!, si he de decir la verdad, no lo era sólo un poco, lo era muchísimo. Era muy
desgraciado, sin exageración”

“El camino del cementerio”, Th. Mann

También podría gustarte