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Extinción masiva del Cretácico-Paleógeno

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Triceratops y Tyrannosaurus, dos ejemplos de dinosaurios extintos en este episodio.

Intensidad de la extinciones a lo largo de la historia de la vida. La extinción del


Cretácico está representada por «Final Cr».
La extinción masiva del Cretácico-Paleógeno o Cretácico-Terciario fue un período de
extinciones masivas de especies hace aproximadamente 66 millones de años.1 2
Corresponde al final del período Cretácico y al inicio del período Paleógeno
(primer periodo del Cenozoico). También se le conoce abreviadamente como extinción
masiva del límite K/T (del alemán Kreide/Tertiär Grenze) o K/Pg. El término
Terciario está en desuso, por lo que la literatura científica moderna se refiere a
la extinción del Cretácico-Paleógeno (K/Pg) para este evento.

No se conoce la duración exacta de este evento. Cerca del 75 % de los géneros


biológicos desaparecieron, entre ellos la mayoría de los dinosaurios, los reptiles
voladores (pterosaurios), la mayor parte de reptiles acuáticos (plesiosaurios,
pliosaurios e ictiosaurios) y los ammonites. Se han propuesto muchas explicaciones
a este fenómeno, y una de las más conocida es que fue resultado del Impacto K/T por
un objeto extraterrestre.

Índice
1 Causas
1.1 Hipótesis de Álvarez y colaboradores
1.1.1 El cráter de Chicxulub
1.2 Teoría de los múltiples impactos
1.3 Los traps del Decán
1.4 La disminución del nivel del mar
1.5 Múltiples causas
2 Véase también
3 Referencias
4 Bibliografía
5 Enlaces externos
Causas
Con el paso de los años se ha intentado explicar este fenómeno con varias
hipótesis. Debido a que el fenómeno ocurrió hace millones de años, es complejo
saber con exactitud qué fue lo que sucedió, depende de poder acceder e interpretar
los indicios conservados en el registro geológico, por lo cual todas las hipótesis
presentan una serie de problemas, sin embargo, la teoría más aceptada por la
comunidad científica a nivel mundial es la hipótesis de Álvarez y colaboradores.

Hipótesis de Álvarez y colaboradores


Artículo principal: Impacto K/T

Testigo del límite K-T del barranco del Gredero en Caravaca de la Cruz (Región de
Murcia). Exposición "Fósiles de la Región de Murcia".
En 1980 un grupo de investigadores liderados por el físico Luis Álvarez (Premio
Nobel), su hijo el geólogo Walter Álvarez y otros colaboradores descubrieron, en
las muestras tomadas por todo el mundo de las capas intermedias entre los períodos
Cretácico y Terciario de hace 65 millones de años, una concentración de iridio
cientos de veces más alta que lo normal.

Plantearon la así llamada «hipótesis Álvarez» o «hipótesis de Álvarez», conforme a


la cual la extinción de los dinosaurios y de muchas otras formas de vida habría
sido causada por el impacto de un gran meteorito contra la superficie de la Tierra
hace 65 millones de años.
Para demostrar esta hipótesis, las investigaciones se centraron en encontrar una
capa en la corteza de la Tierra con niveles elevados de iridio. Los niveles del
iridio son generalmente más altos en asteroides y otros objetos extraterrestres. La
evidencia del iridio fue descubierta anteriormente al hallazgo del cráter de
Chicxulub. Actualmente esta hipótesis es la más aceptada aunque también tiene sus
problemas.

El cráter de Chicxulub
Artículo principal: Cráter de Chicxulub

Cráter de Chicxulub en Yucatán.

Estela ubicada en el centro del cráter, en el poblado de Chicxulub Puerto, Yucatán,


México.
Durante la década que siguió a la publicación del estudio, la hipótesis de la
extinción por el choque de un asteroide continuó siendo tema de debate entre
geólogos y paleontólogos.

Uno de las mayores objeciones a esta hipótesis era que no se conocía un cráter
cuyas dimensiones correspondieran al tamaño calculado, que debería tener entre 150
y 200 km de diámetro. Si bien no sería imposible que la Tierra hubiera cambiado
desde entonces escondiendo una deformación tal, en 1990 se ubicaron indicios en
Haití de un tsunami de grandes proporciones que arrastró residuos de iridio.
Buscando estudios geológicos realizados desde los años 1960 en adelante se pudo
ubicar un cráter en Chicxulub, en la península de Yucatán, con un diámetro de unos
180 km.

Para algunos científicos, un problema de esta teoría es que la lectura de los


registros fósiles sugiere que la extinción masiva de hace 65 millones de años duró
cerca de diez millones de años, lo que no cuadra bien con que su causa fuera el
impacto. Otros autores sostienen que la extinción fue muy rápida para la mayor
parte de las especies. Es evidente que gran parte de estas discusiones está
condicionada por la escasez de restos fósiles en grupos como los dinosaurios, si se
calcula que la población al momento de su extinción pudo ser de 10 000 millones de
estos animales en todo el mundo. Hasta el momento, la única zona conocida rica en
restos de dinosaurios con continuidad sedimentaria a través del límite K/T es la
Formación Hell Creek de Norteamérica, donde los especialistas en dinosaurios llevan
décadas discutiendo sobre si su extinción fue catastrófica o se produjo
gradualmente a lo largo de los últimos 10 millones de años del Cretácico.

A pesar de la dificultad de encontrar series ricas en fósiles de dinosaurios donde


se haya registrado el límite K/T, una buena aproximación al debate puede realizarse
calculando cómo varía su diversidad con el tiempo. En este sentido, el equipo de D.
E. Fastowsky publicó en 2004, en la prestigiosa revista Geology, un trabajo donde
analizaban estadísticamente la base de datos más completa que existe sobre la
diversidad de restos óseos, huevos, coprolitos y huellas de dinosaurios encontrados
en los cinco continentes. Dichos autores concluyeron que, lejos de descender, la
diversidad de géneros fósiles relacionados con los dinosaurios dentro de los
últimos 18,5 millones de años del Cretácico alcanzó un máximo justamente durante
los dos millones de años previos al límite K/T, contradiciendo el aparente declive
gradual que algunos autores han defendido.

Los foraminíferos planctónicos (organismos unicelulares marinos) son otro grupo muy
estudiado en relación con las extinciones del límite K/T. Según los recientes
resultados científicos de un equipo internacional de investigadores liderados por
Gerta Keller (Universidad de Princeton, EE. UU.) y Thierry Adatte (Universidad de
Neuchâtel, Suiza), el cráter es 300 000 años más antiguo que la lámina K/T
(Cretácico-Terciario). Por el contrario, otros estudios con foraminíferos
planctónicos llevados a cabo por el equipo de Jan Smit (Universidad Libre de
Ámsterdam) o por equipo de micropaleontología de la Universidad de Zaragoza
(España), sostienen que el impacto meteorítico tuvo lugar coincidiendo con el
límite K/T.3

Teoría de los múltiples impactos


Artículo principal: Teoría de los múltiples impactos
La teoría o hipótesis de los múltiples impactos es otro de los escenarios
planteados como posible causa de la extinción masiva del Cretácico-Terciario. La
teoría guarda un parecido a la presentada por los Álvarez, ya que también dice que
la causa de la extinción habría sido la colisión de un objeto extraterrestre con la
tierra, pero plantea dos escenarios. Expone que múltiples meteoritos colisionaron
con la tierra, o bien, que un solo meteorito o asteroide se fragmentó en varias
partes al entrar en contacto con la tierra, siendo el impacto que causó el cráter
de Chicxulub uno de ellos. Otros posibles escenarios de impacto serían el cráter
Silverpit y el cráter Shiva, en cuya formación pudo haberse producido un ascenso
del manto terrestre a través de la fractura, explicando el origen geológico de los
Traps del Deccán. El impacto podría haber sido parecido al ocurrido entre el cometa
Shoemaker-Levy 9 con Júpiter.

Los traps del Decán


La gigantesca actividad volcánica que produjo los traps del Decán, en la India,
también ha sido llamada a ser la causa de la extinción. Hay varias maneras en que
estas pudieron haber causado la extinción, incluyendo la expulsión de polvo y otros
gases que hubieran disminuido la cantidad de luz que ingresa al planeta,
dificultando así la fotosíntesis además de enfriar el planeta; para luego con otros
gases como el CO2 calentar el planeta y causar un efecto invernadero.4

Originalmente se pensaba que la actividad volcánica empezó cerca de 68 millones de


años atrás y duró cerca de 2 millones de años, aunque estudios más recientes
afirman que pudieron haber sido aproximadamente 800 000 años.5 Años atrás esta
teoría estaba asociada a una extinción lenta, sin embargo, luego Luis Álvarez
expuso que los paleontólogos estaban obviando el efecto Signor–Lipps. Para
problematizar más esta teoría, la mayoría de la evidencia encontrada desde la
década de 1980 habla de una extinción más rápida que coincide más con el impacto de
un meteorito.

La disminución del nivel del mar


Al final de Cretáceo, en el Maastrichtiense, hay evidencias de una fuerte
disminución del nivel del mar, lo que hubiera causado una significativa disminución
del espacio de la plataforma continental, hábitat de gran parte de la vida marina,
además de otros cambios climáticos como el aumento de la temperatura. Sin embargo,
estudios más recientes contradicen esta teoría enfatizando que no es posible que
por sí sola haya logrado causar una extinción tan significativa.6

Múltiples causas
Archibald y Fastovsky proponen, en 2004, un escenario que combina tres causas
principales: la actividad volcánica, la disminución del nivel del mar y el impacto
de un objeto contra la tierra. En este escenario, las especies tanto marinas como
terrestres ya enfrentaban serios problemas causados por los cambios climáticos y
por la pérdida del hábitat; así, al ser los dinosaurios los animales más grandes,
fueron los primeros en ser afectados. Al mismo tiempo, el polvo y gases producto de
la actividad volcánica enfriaron y secaron grandes áreas del planeta. En medio de
este ambiente de tensión y estrés para la naturaleza, llegó el impacto de un
meteorito, lo que causó el colapso de las especies que utilizaban la fotosíntesis,
que son la base de la cadena alimenticia, por lo que toda la cadena colapsó. La
mayor diferencia entre esta hipótesis con las otras que tratan solo una causa es
que expone que las especies ya se encontraban luchando por su supervivencia antes
del impacto, lo que debilitó severamente su capacidad de reacción y recuperación.7
Incluso se ha apuntado a la aparición de los insectos como una causa más, ya que
estos produjeron cambios no solo en el entorno, sino que también contagiaron nuevas
enfermedades que acabarían con la vida de los dinosaurios.8

Véase también
Gerta Keller, paleontóloga que quita importancia a la hipótesis de Álvarez.
Referencias
«International Commission on Stratigraphy: International Chronostratigraphic Chart
v2015/01» (en inglés). enero de 2015. Consultado el 12 de octubre de 2015.
«Escalas de tiempo de eventos críticos alrededor del límite Cretáceo-Paleógeno».
Science. Febrero 13. doi:10.1126/science.1230492. Consultado el 4 de septiembre de
2019.
Ver parte del debate científico generado en torno a este tema en esta página.
Duncan RA, Pyle DG (1988). «Rapid eruption of the Deccan flood basalts at the
Cretaceous/Tertiary boundary». Nature 333 (6176): 841-843.
Bibcode:1988Natur.333..841D. doi:10.1038/333841a0.
Keller G, Adatte T, Gardin S, Bartolini A, Bajpai S (2008). «Main Deccan volcanism
phase ends near the K–T boundary: Evidence from the Krishna-Godavari Basin, SE
India». Earth and Planetary Science Letters 268 (3–4): 293-311.
Bibcode:2008E&PSL.268..293K. doi:10.1016/j.epsl.2008.01.015.
Marshall CR, Ward PD (1996). «Sudden and Gradual Molluscan Extinctions in the
Latest Cretaceous of Western European Tethys». Science 274 (5291): 1360-1363.
Bibcode:1996Sci...274.1360M. PMID 8910273. doi:10.1126/science.274.5291.1360.
David, Archibald; David Fastovsky (2004). «Dinosaur Extinction». Weishampel David
B, Dodson Peter, Osmólska Halszka (eds.), ed. The Dinosauria (2nd edición).
Berkeley: University of California Press. pp. 672-684. ISBN 0-520-24209-2.
«Los insectos acabaron con los dinosaurios». El Mundo. 8 de enero de 2008.
Consultado el 9 de julio de 2019.
Bibliografía
Alvarez, L. W. (1983). «Experimental evidence that an asteroid impact led to the
extinction of many species 65 million years ago» (PDF (4,5 Mb)). Proceedings of the
National Academy of Sciences (en inglés) 80 (2): pp. 627-642. Consultado el 4 de
octubre de 2009.
Enlaces externos
La extinción masiva del cretáceo-terciario sitio relacionado con la NASA
La Capa Negra de Caravaca (Murcia) Testigo de la extinción de los dinosaurios
Revista Eubacteria de la Oficina Verde de la Universidad de Murcia [1]

Anterior:
Extinción masiva del Triásico-Jurásico
Deccan Traps volcano.jpg

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