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«En toda Latinoamérica los pueblos indígenas se encuentran en peligro (…) Están sometidos al

racismo, ataques, al robo de tierras y a violencias estructurales innumerables; sus derechos


humanos son violados a diario», dijo a esta agencia la investigadora de Survival International, una
organización en defensa de los pueblos originarios, Xilonem Clarke.

La Cepal observa que los países con mayor proporción de población indígena son Bolivia (62,2%),
Guatemala (41%), Perú (24%) y México (15%).

Se pueden contabilizar alrededor 826 pueblos originarios en América Latina, pero más de 330 de
ellos se encuentran en peligro de extinción debido a la fragilidad demográfica, los desplazamientos
forzados, la escasez de alimentos, la contaminación de las aguas, la degradación de los suelos, la
desnutrición y la elevada mortalidad, señala la Cepal.

Los murunahua y
mashco-piro: indígenas
del Perú en peligro de
extinción
Los madereros ilegales invaden las dos reservas donde viven.

Cualquier contacto con otros seres humanos puede poner en peligro su vida, ya que tiene un
sistema inmunitario muy vulnerable a enfermedades foráneas.

Los pueblos indígenas de murunahua y mashco-piro corren peligro de extinción, según denuncia la
organización internacional Survival .Pese a que desde 1997 se crearon dos reservas para ellos dos
reservas en el Perú, los indígenas se han visto

Amenazados por la invasión de cientos de madereros ilegales que explotan algunas de las últimas
reservas de caoba comercialmente viables del mundo cuyo destino principal es EE.UU.
El contacto con otros seres humanos puede poner en peligro la vida su vida, ya que son
especialmente vulnerables a cualquier forma de contacto debido a su falta de inmunidad ante las
enfermedades foráneas.

Los indígenas aislados


En las profundidades de la selva amazónica, en Perú, viven pueblos indígenas que no han tenido
contacto con el mundo exterior. Corren peligro de extinción por las enfermedades y el robo de sus
tierras. Los trabajadores de las petroleras y los madereros ilegales invaden sus tierras y propagan
enfermedades. Los indígenas no sobrevivirán si no se pone fin a esta situación.

Se estima que hay alrededor de 15 pueblos indígenas aislados en Perú. Viven en las regiones más
remotas y aisladas de la selva amazónica, pero su tierra está siendo rápidamente destruida por los
foráneos. Entre ellos están los cacataibos, los isconahuas, los matsigenkas, los mashco-piros, los
mastanahuas, los murunahuas (o chitonahuas), los nantis y los yoras.

Murunahua

Pueblo indígena aislado del Perú. Corren peligro de extinción. Viven en la Reserva Territorial
Murunahua, que se ubica en la Región Ucayali.

Yoras

También conocido como Amahuaca es un grupo étnico de la Amazonía que se distribuyen en las
regiones de Ucayali y Madre de Dios. Principalmente se agrupan en las cuencas de los ríos
Mapuya, Curanja, Sepahua, Inuya y Yurúa. Su población ronda los 240 individuos. Hablan el idioma
amahuaca que forma parte de la familia lingüística pano.

Todos ellos se enfrentan a terribles amenazas, que afectan a sus tierras, a su modo de vida y,
últimamente, también a sus vidas. Si no se hace nada, posiblemente desaparezcan por completo.
Los pueblos indígenas aislados son extremadamente vulnerables a cualquier forma de contacto
con foráneos, ya que no tienen inmunidad frente a las enfermedades occidentales.

El derecho internacional reconoce que los indígenas son dueños de sus tierras y su derecho a vivir
en ellas como elijan. El Gobierno peruano no está respetando el derecho internacional, así como
tampoco lo hacen las empresas que invaden las tierras indígenas.

Todo lo que sabemos acerca de estos indígenas aislados pone de manifiesto que buscan mantener
su aislamiento. En las pocas ocasiones en que se les ha visto o encontrado, han dejado claro que
quieren que les dejemos en paz. A veces reaccionan de forma agresiva, como forma de defender
su territorio, o dejan señales en la selva advirtiendo a los foráneos que se mantengan alejados.
Los indígenas han sufrido una violencia terrible y enfermedades traídas por los foráneos en el
pasado. Para muchos, este sufrimiento continúa hoy día. Obviamente, tienen muy buenas razones
para no querer el contacto.

Varias organizacionesl están instando al Gobierno peruano para que proteja a los indígenas
aislados y no permita las exploraciones de petróleo, talas u otra forma de extracción de los
recursos naturales de las tierras indígenas. El Gobierno debe reconocer a los indígenas como los
propietarios de su tierra.

Las mayores amenazas para los indígenas no contactados de Perú son los trabajadores de las
empresas petroleras y los madereros ilegales. El Gobierno peruano ha firmado contratos con
petroleras que abarcan más del 70% de la Amazonia peruana . En una buena parte de este
territorio están incluidas regiones donde habitan pueblos indígenas aislados.

La prospección petrolera es especialmente peligrosa para los indígenas porque abre zonas antes
remotas a otros foráneos, como madereros y colonos. Usan las carreteras y caminos de los
equipos de exploración para entrar.

Indígenas aislados del Perú


Survival International estima que existen unos quince pueblos indígenas aislados en Perú. Estos
pueblos se enfrentan a diversas amenazas que ponen en peligro su supervivencia, principalmente
el contacto con trabajadores de empresas de hidrocarburos y los madereros ilegales. A principios
de la década de los años 80, una prospección de la pretrolera Royal Dutch Shell provocó el
contacto con los Nahua o Pucapucari. En cuestión de unos pocos años, más del 40% de los Nahua
había muerto. Como medida frente a la vulnerabilidad el Estado peruano estableció en 1990 la
Reserva Territorial Kugapakori Nahua Nanti, en las provincias de Atalaya (Ucayali) y La Convención
(Cusco).

Sin embargo, en la actualidad, varias petroleras, entre ellas la española Repsol-YPF, operan en
zonas donde viven indígenas tanto contactados como aislados, como los cacataibo, los
matsigenkas, los mashco-piros y los nanti. El gobierno de Perú continúa concediendo licencias de
prospección, como la del proyecto gasístico Camisea.

Indígenas aislados en situación de extrema vulnerabilidad viven en la provincia de Purús (Ucayali),


en la región fronteriza con Brasil. Siete indígenas que pasaron la frontera y tomaron contacto
pacífico con una comunidad de indígenas asháninka sedentarizada cerca del río Envira, en el
estado occidental de Acre (Brasil), el 29 de junio de 2014, afirmaron que estaban huyendo de
ataques violentos. Según un intérprete yaminahua, han sido atacados por madereros y
narcotraficantes que operan en su territorio.

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