Está en la página 1de 19

Enfermedades Cardio Cerebro Vasculares:

Epidemia del Siglo


 
CLAUDIA EVA GUZMÁN ROJAS 
Los desordenes del sistema circulatorio cubren una amplia variedad de patologías. De estas las más importantes son la
enfermedad isquémica del corazón-EIC, la enfermedad cerebro vascular-ECV y la enfermedad hipertensiva-HTA
(Recuadro 1). Representan las causas más importantes de morbilidad y mortalidad en los países desarrollados, y se
encuentran en aumento en los países en desarrollo, en los cuales pueden ocupar los primeros lugares en términos de
tasas de mortalidad (1,2).

La enfermedad isquémica del corazón (particularmente el infarto agudo del miocardio) y la enfermedad
cerebrovascular interactúan con la enfermedad hipertensiva y se asocian con la ateroesclerosis, en la medida que están
vinculadas a factores de riesgo comunes, como se indica en la Tabla 1. Estos factores de riesgo pueden ser identificados
tempranamente y pueden ser intervenidos de manera favorable, lo cual facilita su prevención y control. Esta posibilidad
es la que ha permitido poner en práctica políticas para disminuir la mortalidad por tales afecciones en los países
desarrollados (1,3).
 

Recuadro 1. Algunos conceptos

 
        Enfermedades vasculares: conjunto de afecciones del aparato circulatorio.
         Enfermedad isquémica del corazón: consiste en un insuficiente aporte sanguíneo al músculo cardíaco ocasionado,
entre otras alteraciones, por la ateroesclerosis.
         Enfermedad cerebro vascular: es la más frecuente de las enfermedades neurológicas con dos principales formas:
enfermedad aterotrombótica y enfermedad hemorrágica.
         Hipertensión arterial: el Comité Conjunto sobre Detección, Evaluación y Tratamiento de la Presión Sanguínea (4) indicó
que la hipertensión se identifica por una presión sistólica mayor de 140 mm/Hg y una presión diastólica superior a 90.
   

Tabla 1. Factores de Riesgo

Factores de riesgo EIC ECV ECV Enfermedad


(ateromas (hemorrágica) hipertensiva
o trombos)
No modificables        

Edad ++++ ++++ ++++ ++++

Sexo masculino ++++ ++++ ++++ +

Raza Negra + ++ +++ +++

Historia Familiar ++++ ++ ++ ++

Modificables        

Lipoproteinas de ++++ ++ - 0
baja densidad
elevadas

Lipoproteinas de ++++ + 0 0
alta densidad
bajas

Hipertensión +++ ++ ++++ ++++

Diabetes +++ +++ 0 0

Obesidad ++ ? ? +

Hábitos        
Tabaquismo +++ ++ 0 0

Dieta con grasas ++ + - -


saturadas

Sal 0 + ++ ++

Alcohol - + ++ ++

Sedentarismo ++ ? 0 +

++++ Asociación fuerte; +++ Asociación moderadamente fuerte; ++ Asociación moderada; + Asociación débil; 0 No
hay asociación; ? No hay clara asociación; - Asociación inversa
 

TENDENCIAS INTERNACIONALES

Las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las más importantes causas de morbi-mortalidad. En 1990 se
registraron en el mundo aproximadamente 50 millones de muertes al año, y casi el 80 % de las mismas ocurrió en países
en desarrollo. Se produjeron más muertes por cardiopatía isquémica del corazón (5,2 millones) que por accidente
cerebrovascular (4,6 millones), aunque la importancia relativa de una y otra causa varió considerablemente de un país a
otro (3). En países desarrollados, de un total de 10,9 millones de defunciones, 5,3 millones se debieron a enfermedades
cardiovasculares. En América Latina, se estimó que ese mismo año hubo 800 000 defunciones por esta causa (25 % del
total), y en Canadá y los Estados Unidos la proporción se acercó al 50 %.
En cuanto a la carga que representan a escala mundial las enfermedades vasculares, alrededor de 43 millones de
años vividos con discapacidad y más de 147 millones de Años de Vida Saludables perdidos (AVISA), han sido atribuidos
a aquellas; en América Latina la pérdida se estimó en 3 millones de años con discapacidad y más de 9 millones de
AVISA perdidos (5).
La probabilidad de morir por EIC en los países de América Latina y del Caribe es de 2 % en los hombres de 15 a 60
años y del 1 % en las mujeres de la misma edad. El riesgo de los hombres latinoamericanos es similar al que tienen los
hombres del mismo grupo de edad en países desarrollados. Sin embargo, llama la atención, que las mujeres la-
tinoamericanas tienen 2 veces más riesgo de morir por EIC que sus congéneres de países desarrollados.
En general, en América Latina las personas de 15 a 60 años presentan un riesgo de morir por EIC tres veces superior
al de morir por infecciones relacionadas con VIH y 20 veces superior al riesgo de morir por malaria. Sólo la tuberculosis
iguala a las EIC en su letalidad potencial (6). De otra parte, las enfermedades vasculares representaron
aproximadamente el 10 % de los costos directos de la atención en salud, y más de la mitad de dichas enfermedades
ocurrió en personas de 65 años o más.
En las enfermedades cardiovasculares las tasas de mortalidad específicas por edad aumentan de manera rápida al
incrementarse la edad. En 1990, las tasas más elevadas se observaron en países de Europa Oriental (2 924 por 100
000 habitantes en hombres de Checoslovaquia y 1 836 por 100 000 habitantes en las mujeres de Rumania), mientras
que las más bajas se dieron en el Japón (hombres: 780 por 100 000) y Francia (mujeres: 350 por 100 000).
Como tendencia, las enfermedades cardiovasculares han venido disminuyendo en las últimas décadas en el ámbito
mundial, en las personas mayores de 65 años de edad, y en los grupos más jóvenes. La notable disminución en las
tasas de mortalidad por cardiopatía coronaria y accidente cerebrovascular constituyeron la principal causa del aumento
general de la esperanza de vida de los ancianos (3).
 
La comparación de las tasas de mortalidad ajustadas por edad y de los cambios ocurridos en las mismas por
enfermedades cardiovasculares, permite aproximarse al tipo de proceso que han experimentado los países de América
(Figura 1). Se encontró que en 1987 los valores más elevados correspondieron a Trinidad y Tobago, Argentina, Co-
lombia, Uruguay y Estados Unidos, principalmente en hombres. Las tasas más bajas se dieron en México y Guatemala.
De 1968 a 1987 presentaron un descenso importante en sus tasas de mortalidad Estados Unidos (36 %), Canadá (34 %),
Trinidad y Tobago (29 %), y Chile (27 %), mientras se incrementaron en el Salvador (92 %) República Dominicana (45 %)
y Guatemala (21 %). En el mismo período, las tasas de mortalidad se mantuvieron constantes en Colombia en el grupo
de sexo masculino, mientras cayó en el sexo femenino (6).
 
En el período de 1990 a 1994 se encontró que, según el indicador de Años de Vida Potencial Perdidos-AVPP, la
mortalidad por enfermedades vasculares fue más alta en la Argentina, tanto para hombres como para mujeres; en orden
de importancia le siguieron Trinidad Tobago, Suriname, Brasil y Venezuela en hombres, y El Salvador y Trinidad y
Tobago, en mujeres. Los países con las tasas más bajas fueron Canadá, Costa Rica y Chile (7). Las tasas más altas
para EIC se encontraron en Trinidad y Tobago, Suriname, Cuba y Venezuela, y las más bajas en Ecuador y Chile. Por
ECV las tasas más altas se dieron en Brasil, Argentina, Trinidad y Tobago en ambos géneros, seguidos por Barbados y
El Salvador en hombres y, por Suriname y Colombia en mujeres. Con respecto a la enfermedad hipertensiva, las tasas
más altas se dieron en Trinidad y Tobago, Venezuela y Colombia, tanto en hombres como en mujeres.

En el mismo período, la gran mayoría de países presentaron una tendencia descendente en las tasas de AVPP de las
enfermedades vasculares, en especial entre las personas de 15 a 44 años. Sólo El Salvador presentó un aumento de las
tasas. En general, el descenso fue mayor en los hombres que en las mujeres.
 
Se estima que para el año 2000 el número de defunciones por causas circulatorias en América Latina y el Caribe será
de 1 100 000, lo que representará casi el 50 % de las defunciones por enfermedades no transmisibles.
ENFERMEDAD ISQUEMICA DEL CORAZON
Entre los hombres la epidemia de cardiopatía coronaria que caracterizó al presente siglo, alcanzó su máximo nivel en
muchos países desarrollados alrededor de los años sesenta. Hasta 1994, en Estados Unidos, Australia, Canadá y Japón
se ha presentado un descenso en la tasa de mortalidad aproximadamente del 50 % en los últimos 25 años. Por lo
contrario, en Europa Oriental las tasas de mortalidad de los hombres han seguido aumentando (6,7).
 
 
a
Las tasas de mortalidad fueron ajustadas por edad mediante el método directo, usando la po-
blación de 1960 como base. Se calcularon las tasas promedio de tres años para dos periodos
centrados alrededora de 1969 (H1 para hombres y M1 para mujeres) y de 1986 (H2 para hom-
Figura
bres 1.Mortalidad por enfermedades cardiovasculares según
y M2 para mujeres).
sexo en
  dos períodos centrados en 1969 y 1986. Tasas por 100 mil hab.
350
300
250
200
150
100
50

H1 H2 M1 M2

 
ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR
En los países desarrollados, salvo en algunos de Europa Oriental, se ha producido un descenso en las tasas de
mortalidad por ECV en los últimos 40 años, hasta 1994. Esta disminución se aceleró en los años setenta. La disminución
de la mortalidad por enfermedad cerebrovascular ha sido más intensa que la disminución de la mortalidad por
cardiopatía coronaria. En Canadá, Estados Unidos, Japón y Suiza, se ha registrado desde los años setenta, una
disminución de más del 50% en la mortalidad por ECV, principalmente por las políticas de educación, prevención y
promoción puestas en práctica. En general, los países en desarrollo han presentado también un descenso de la
mortalidad por esta causa, exceptuando El Salvador y República Dominicana donde se produjo un incremento (6,7).
 
ENFERMEDAD HIPERTENSIVA
 
La hipertensión arterial no está registrada como causa frecuente de defunción. Se relaciona como factor de riesgo
asociado a la EIC y ECV. La mortalidad atribuible a esta enfermedad es habitualmente más baja que la de otras
enfermedades vasculares y ha declinado notoriamente en todos los países, excepto en Guatemala, México y Venezuela,
hasta 1994. La disminución ha sido mayor en las mujeres, en Argentina, Canadá, Colombia, Cuba, Chile, Estados Unidos
y Trinidad y Tobago (6,7).
En general, la disminución de las enfermedades cardiovasculares ha sido mayor en el grupo de 15 a 44 años, en el
período de 1960 a 1994. Con respecto a todas las enfermedades vasculares, la razón de tasa de masculinidad (tasa
media quinquenal de AVPP de los hombres/Tasa media quinquenal de AVPP de las mujeres) mostró cambios en el pe-
riodo de 1960-1994, en el cual la mortalidad prematura en los hombres llegó a ser 3 a 5 veces mayor que la de las
mujeres (8), excepto en Argentina, Barbados, Canadá y Estados Unidos.

COLOMBIA: UN PATRON CONSOLIDADO

En el período comprendido entre los años de 1983 y 1995, la tasa de mortalidad por afecciones vasculares se mantuvo
en un valor elevado pero relativamente constante, ya que osciló entre 128 y 148 por 100 mil habitantes. En un estudio de
la OPS, sin embargo, se indica que entre los años de 1960 y 1994, la tasa de AVPP descendió en un promedio
quinquenal de 131,7 por 100 mil habitantes (7). Con respecto a los demás complejos, este grupo epidemiológico
presentó las más altas tasas de mortalidad en las dos últimas décadas. Sólo en la parte inicial de la década de los 90 se
le aproximó sin alcanzarlo el complejo de violencia y accidentes. De 1990 a 1995 la distancia entre estos dos últimos
complejos se redujo de 19 a 3 por 100 mil habitantes, lo cual se explica tanto por el incremento en el mismo período del
complejo de violencia y accidentes (de 117 a 125 por 100 mil), como por la leve caída del complejo vascular (de 136 a
128 por 100 mil). En contraste, en el período de 1983 a 1995, el complejo del cáncer se mantuvo constante, pero con
tasas que fueron sólo la mitad de las observadas en las enfermedades vasculares, y las tasas del complejo de
enfermedades transmisibles descendieron de manera notable.

En el período de 1983 a 1995 predominó la enfermedad isquémica del corazón, conformada casi en su totalidad por
los infartos agudos del miocardio y seguida por la enfermedad cerebrovascular y la enfermedad hipertensiva (Figura 2).
En este mismo período se mantuvo un ligero predominio masculino en la mortalidad por las enfermedades que
conforman este complejo. Por grupos de edad la mortalidad para enfermedades vasculares se presentó con mayor
frecuencia en los grupos de menores de un año y de 45 y más años. Sin embargo, en este último grupo se produjo un
descenso de un 12 a 15 % entre 1983 y 1991. En este último año el complejo de problemas vasculares concentró el 31
% de la mortalidad del grupo de 45 a 59 años. El grupo poblacional que presentó la más alta tasa de mortalidad por
afecciones vasculares, aunque con tendencia decreciente, fue el de 60 y más años, con un 46,5 % del total de
defunciones del complejo, en 1991 (8).

Las enfermedades cardiovasculares representaron el 28,7 % del total de muertes en Colombia, en el período de 1983
a 1995, ocupando el primer lugar frente a otros grupos de mortalidad, seguida en orden de importancia por las lesiones
de causa externa, las enfermedades neoplásicas, y las enfermedades transmisibles y perinatales.

De otra parte, en el año de 1991, las enfermedades cardiovasculares aportaron el 11,2 % del total de AVPP. En
general, el sexo femenino ha aportado más a los AVPP que el sexo masculino; el primero representó el 19,5 y el 21 %
del total en 1983 y 1991, respectivamente, mientras que el sexo masculino representó 11 y 10 % del total en los mismos
años. Por edad, estas afecciones produjeron la mayor proporción de AVPP en el grupo de 45 y más años (6-8).

En cuanto a los AVISA perdidos, las enfermedades cardiovasculares fueron responsables del 12,6 % del total en
1991, ocupando el segundo lugar en la carga de enfermedad, después de los homicidios (8). La proporción de AVISA
que resultan de las enfermedades cardiovasculares se incrementaron de manera dramática con la edad. Así, repre-
sentaron el 10 % en el grupo de 0 a 14 años, 36 % en el grupo de 15 a 59 años y 52 % en el grupo de 60 y más años (8).

En el período de 1983 a 1992, la morbilidad por enfermedades vasculares en Colombia varió de manera importante
de una región a otra. En los servicios ambulatorios fue responsable del 3,2 % de la consulta externa general, de la cual la
mayor parte (75 %) correspondió a la hipertensión arterial. En el período considerado, la morbilidad por esta última
enfermedad presentó una tendencia al aumento, convirtiéndose en una de las causas más frecuentes de consulta
externa y urgencias, principalmente entre la población urbana (8).

Las enfermedades vasculares representaron el 4,1 % del total de las hospitalizaciones durante el periodo 1983-1992.
Entre ellas destacaron la enfermedad hipertensiva y la enfermedad cerebrovascular, con un 21 % del total cada una,
mientras que el infarto agudo de miocardio representó el 0,3 % de las causas de morbilidad hospitalaria general y el 7,6
% del total de egresos por enfermedades vasculares.
La morbilidad por enfermedades vasculares en servicios ambulatorios en Colombia pasó de 3,1 a 3,2 % del total entre
1983 y 1992. En el mismo período, en la región Atlántica la morbilidad por esta problemática con respecto al total
regional disminuyó de 3,6 a 3 %, mientras en la región Central se mantuvo en 4,3 % y se incrementó en las regiones
Oriental de 2,7 a 3,4 %, en la Pacífica de 3,6 a 3,8 % y en el Sur de 1,3 % a 1,7 % (2,9).

Las características anteriores sugieren que en Colombia han venido operando desde tiempo atrás los factores que

Figura 2. Mortalidad por enfermedades vasculares. Colombia 1983-1995


Tasas por 100 mil hab.
160
140
120
100
80
60
40
20
0
1983 85 87 89 91 95

Hipertensión Isquemia coronaria E. cerebrovascular Total vascular

generan la problemática de las enfermedades vasculares, directamente relacionados con los procesos generales de
modernización y urbanización. Tanto en términos de hábitos y estilos de vida, como en términos de exposición a factores
de riesgo, deben destacarse entre otros el estrés, el sedentarismo, la obesidad, el consumo de alimentos ricos en grasa
de origen animal, el tabaquismo y el consumo frecuente de alcohol. Así mismo, las tendencias de los principales
componentes y del complejo vascular, las altas tasas y su relativa estabilidad en la última década, indicarían que esta
problemática se encuentra por lo menos en una avanzada fase de consolidación, configurando un peculiar patrón
epidemiológico·

Enfermedades del sistema endocrino

 La insulina

Cuando la diabetes es grave, es necesario compensar la deficiencia de insulina mediante la administración periódica de
esta hormona.

Las hormonas se producen en la cantidad adecuada para efectuar su acción fisiológica, y se dejan de segregar en el
momento en que ya no es necesario seguir realizando esta función. No obstante, en determinados casos, por una
anomalía en el funcionamiento del sistema endocrino, la producción de las hormonas puede alterarse, aumentando o
disminuyendo su fabricación, y, por tanto, se origina un estado patológico.

Se habla de hiperfunción de una determinada glándula endocrina cuando esta produce más hormona de lo normal, y de
hipofunción cuando la glándula endocrina segrega menos hormona de lo habitual. Ambas alteraciones pueden ocasionar
anomalías metabólicas en nuestro organismo, y causar las denominadas enfermedades endocrinas.

La diabetes mellitus es una forma común de esta enfermedad, causada porque el páncreas produce poca insulina; esto
hace que la concentración de glucosa en la sangre se eleve después de las comidas. Una concentración alta de glucosa
puede producir daños graves en el organismo. Esta concentración puede controlarse con la administración periódica de
insulina.

El hipertiroidismo consiste en que la glándula tiroides aumenta su tamaño, lo que da lugar al bocio; además, secreta
demasiada tiroxina, que activa el metabolismo. Los síntomas son fiebre, sudoración, taquicardia, tensión arterial elevada,
nerviosismo, irritabilidad e insomnio.

La enfermedad contraria a la anterior es el hipotiroidismo: en este caso, el tiroides produce menos hormonas, la
temperatura corporal disminuye, la persona aumenta de peso y presenta apatía, cansancio y somnolencia. En algunos
casos, la administración de tiroxina restablece la normalidad y, en otros, basta con el consumo de sal yodada.
El gigantismo y el enanismo hipofisario son debidos a una alta y baja producción, respectivamente, de la hormona del
crecimiento en el período de desarrollo en longitud de los huesos. Como consecuencia, resultan personas de estatura
anormalmente alta o baja, aunque su cuerpo es proporcionado.

Enfermedades Respiratorias

RESUMEN
Las enfermedades respiratorias son entidades de alta prevalencia en los perfiles epidemiológicos mundiales en particular
en los países en desarrollo donde aun son frecuentes etiologías infectocontagiosas, repercutiendo ellas de manera
negativa sobre los sistemas de salud por sus altos costos económicos, sin tener claro hasta el momento, las
características demográficas y epidemiológicas con las que ocurren en un Hospital de II Nivel. Con el propósito de
identificar esta información, se realizó un estudio transversal con fuentes secundarias de información tomando los
registros estadísticos de pacientes con afecciones respiratorias atendidos en el Servicio de Fisioterapia del Hospital de
San Blas de Enero a Mayo de 2005. Se encontró que el mayor porcentaje de los pacientes (58.1%) atendidos
pertenecían al género masculino. Las principales entidades por las cuales se presentó atención en Fisioterapia fueron: la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (23.0%), seguida del hemotórax (22.0%) y la tercera entidad en atención fue la
bronconeumonía (21.3%) 0.09). A partir de los resultados obtenidos es posible concluir que de la misma forma como lo
reportan estudios similares la consulta a los servicios de Fisioterapia por enfermedades respiratorias se da
fundamentalmente por entidades crónicas como también aquellas relacionadas con trauma y violencia, sin erradicarse
las de carácter infectocontagioso, por lo cual continúa siendo importante la prevención de estas patologías.
Palabras Clave: Enfermedad Respiratoria, Epidemiología, Fisioterapia

INTRODUCCIÓN
En el panorama de salud de las poblaciones, se encuentra que, las enfermedades del sistema respiratorio son las de
mayor prevalencia, particularmente en países en desarrollo, en los cuales, se han relacionado fuertemente con entidades
que en su etiología tienen un carácter infeccioso afectando principalmente a la población infantil.
Sin embargo, dentro de las actuales condiciones de las sociedades modernas las enfermedades respiratorias no solo
dependen de agentes infecciosos sino que se relacionan con aspectos como la exposición a contaminación ambiental,
los cambios climáticos, estilos de vida y el consumo de tabaco que inicia a edades tempranas y con mayor frecuencia en
el género femenino, a pesar de las campañas preventivas.
Los aspectos mencionados anteriormente han determinado progresivamente un incremento en la morbilidad de
enfermedades crónico – degenerativas en el grupo poblacional de los adultos mayores, entre las que con mayor
importancia se posiciona la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, EPOC.
De otro lado, las afecciones respiratorias de carácter infeccioso se constituyeron en el panorama de salud pública en una
de las primeras causas de mortalidad en el año 2000, alcanzando una cifra mayor a cuatro millones de niños menores de
cinco años en países en desarrollo. (1)
Dentro de las características de género con las cuales se puede encontrar la prevalencia de enfermedades respiratorias
en la población, se ha detectado que su frecuencia tiende a ser mayor en el género masculino con respecto al femenino,
señalando como posible determinante de este contexto el hecho que socialmente los hombres están mas expuestos a
factores de contaminación ambiental que pueden afectar directamente las características de elasticidad del tejido
pulmonar. (2)
Los perfiles epidemiológicos de morbilidad respiratoria revelan que las neumonías son uno de los principales motivos de
consulta y atención en los servicios de salud, siendo esta entidad la que más casos de mortalidad puede desencadenar
una vez ocurrida su presentación.
Actualmente, se calcula que la incidencia de esta entidad es de 10 casos por mil habitantes en un año, en Colombia por
ejemplo, mueren aproximadamente el
10% de niños a causa de la neumonía, llegando a ser entre la quinta y sexta causa de mortalidad general en población
adulta. (3)
Los extremos de la vida parecen ser los mas predispuestos a la ocurrencia de enfermedades respiratorias tanto que la
mortalidad alcanzó a ser de 6.6 muertes por mil habitantes en un año entre adultos mayores y niños.
En los adultos mayores los factores de riesgo más importantes no son solo los de carácter infeccioso sino los factores de
contaminación ambiental y las afecciones crónicas degenerativas.
Igualmente, se ha reportado que en este grupo de edad, también la neumonía es la primera causa de muerte en
población mayor de 80 años, siendo el género masculino en el cual, en este punto de la vida, se presenta la mayor
probabilidad de muerte por afección respiratoria. (4)
Por su naturaleza y por las implicaciones que tienen las afecciones respiratorias demandan una amplia gama de
servicios de los sistemas de salud, dentro de los cuales se encuentra la Fisioterapia.
Todos estos servicios requieren de un amplio conocimiento sobre las características y los perfiles epidemiológicos de las
poblaciones que los consultan, para poder establecer programas y proyectos orientados a la promoción de la salud
respiratoria y la prevención de las afecciones del sistema respiratorio.
Sin embargo, en Bogotá y en Colombia desafortunadamente no es frecuente encontrar investigaciones en Fisioterapia
que puedan dar idea del panorama demográfico y epidemiológico de atención a afecciones respiratorias en los hospitales
de diferente nivel de complejidad dentro del sistema de salud. La ausencia de esta información, genera un vacío
significativo en cuanto a los elementos básicos requeridos para poder planificar acciones de promoción y prevención en
salud.
Igualmente, sin el conocimiento de las características de los servicios, no es posible generar acciones y proyectos
orientados a mejorar la calidad, oportunidad, eficiencia y eficacia en la prestación de atención Fisioterapéutica en los
Servicios de Salud.
Así mismo, se desconoce la trascendencia de las enfermedades respiratorias y las acciones de Fisioterapia frente a ellas
en la Salud Pública, puesto que, se desconocen los costos reales e impactos socioeconómicos que se pueden derivar de
las enfermedades respiratorias causados por tratamientos farmacológicos, días de hospitalización, días de incapacidad
laboral y su relación con la eficacia de las acciones de este profesional frente a este tipo de afecciones.
Los aspectos mencionados anteriormente, son los elementos que justificaron el diseño e implementación de un proyecto
de investigación orientado a la identificación de las características de los servicios de Fisioterapia en relación con las
afecciones respiratorias y variables demográficas como la edad y género.
Para el desarrollo del proyecto se escogió al Servicio de Fisioterapia del Hospital de San Blas perteneciente al Segundo
Nivel de Complejidad de los Servicios de
Salud de la Secretaria Distrital de Salud de Bogotá, por la alta demanda que estas afecciones representan en este
servicio y porque allí se llevan a cabo las practicas de estudiantes de ultimo año del programa de Fisioterapia de la
Institución Universitaria Iberoamericana, a partir de lo cual se facilita el acceso a los registros estadísticos derivados de
las historias clínicas de los pacientes.

METODOLOGÍA
Este estudio de las características demográficas, epidemiológicas y de atención de afecciones respiratorias correspondió
a una investigación de carácter no experimental, observacional, descriptivo, transversal.
Los datos de esta investigación provenían de la atención brindada por estudiantes de práctica del Programa de
Fisioterapia de la Institución Universitaria
Iberoamericana en el Servicio de Fisioterapia del Hospital de San Blas durante los meses de Enero a Mayo de 2005.
Para la obtención de información se tomaron las historias clínicas de todos aquellos pacientes atendidos por alumnos de
Fisioterapia de la Institución Universitaria Iberoamericana, en el Servicio de Fisioterapia del Hospital de San
Blas durante el periodo de tiempo mencionado y que fueron remitidos con diagnóstico de afecciones respiratorias para su
correspondiente atención. Estas historias dentro del estudio se consideraron como una fuente secundaria de información.
Para la selección no se plantearon criterios de exclusión por género, edad, diagnóstico, tiempo de evolución,
antecedentes de intervención, razón por la cual, se retomaron los datos de todos los pacientes que teniendo afección
respiratoria fueron atendidos de manera hospitalaria o ambulatoria, la única condición era que los pacientes aparecieran
en los registros estadísticos de atención de la práctica de los Alumnos de Fisioterapia.
De cada una de las historias se retomaron datos correspondientes a información demográfica como el género y la edad
de los pacientes, epidemiológicos relacionados con los diagnósticos de enfermedad respiratoria, y de atención
Fisioterapéutica en cuanto al tipo, es decir, si esta se había realizado en el periodo hospitalario o de manera ambulatoria
El análisis estadístico de la información contempló el cálculo de medidas epidemiológicas de frecuencia como
prevalencIas crudas y específicas por género y edad con el correspondiente nivel de error estándar en cada una de ellas.
Adicionalmente en algunos casos se establecieron medidas de asociación en términos absolutos y relativos y para
encontrar diferencias estadísticamente significativas entre las frecuencias de grupo se practicó la prueba de chi cuadrado
con un valor de p < de 0.05, todos los cálculos estadísticos se realizaron usando el Programa Stata 6.0
RESULTADOS
Entre Enero y Mayo de 2005, en el Servicio de Fisioterapia del Hospital de San
Blas, los alumnos de práctica de Fisioterapia de la Institución Universitaria
Iberoamericana, atendieron un total de 117 personas remitidas con diagnósticos de distintas afecciones respiratorias.
De los 117 pacientes que fueron atendidos el 58.1% de ellos pertenecían al género masculino (n 68, E.E. 0.03), mientras
que el 41.8% restante son del género femenino (n 49 E.E 0.05). Lo que sugiere que para este servicio, las afecciones
respiratorias son 16.3% mas frecuentes en el género masculino que en el femenino.
Las principales entidades por las cuales se presento atención en Fisioterapia fueron: la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica con un 23.0% (n = 27 E.E
0.07), seguida del hemotórax con un 22.0% (n = 26 E.E 0.07) y la tercera entidad en atención fue la bronconeumonía con
un (21.3% n = 25 E.E 0.08).

ENTIDADES PRINCIPALES
HEMOTX 22%
EPOC 23%
BRONCO NEUMON 21,3%
La media de edad de los pacientes atendidos con afecciones respiratorias fue de 26 años, comprendiéndose los rangos
de edad en la presentación de estas afecciones respiratorias entre los cinco meses hasta los 66 años, el 50% de los
pacientes atendidos con afecciones respiratorias tenia una edad de 20 años el 25% de ellos estaba por debajo de los 9
meses y el 75% estaba por debajo de los 55 años.
EDADES ATENDIDAS

20 AÑOS 50%
9 MESES 25%
55 AÑOS 75%

Grupos etáreos
El 100% de los pacientes con afecciones fueron atendidos durante el periodo de hospitalización. En cuanto a la relación
tipo de afección y género se encontró que para el género masculino la causa principal de atención fue el hemotórax con
un 35.2%( n = 24
E.E: 0.07), seguido de la bronconeumonía con un 19.1%, (n = 13 E.E: 0.10) y como tercera causa de atención la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica que fue de un 16.1% (n = 11 E.E: 0.10). Mientras que el género femenino
presento como causa de atención principal la enfermedad pulmonar obstructiva crónica 32.5%, (n = 16 E.E: 0.09),
seguido de la bronconeumonía con un 24.4% (n = 12
E.E: 0.10).

AFECCIONES RESPIRATORIAS EN HOMBRES


HEMOTORAX 35,2%
EPOC 16,1%
BRONCO NEUm/ 19,1%

AFECCIONES RESPIRATORIAS MUJERES


BRON/ NEUM 24,4%
EPOC 32,5%

A partir de estos resultados se evidenció que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es 8.3%, (n = 16, E.E: 0.09, P:
0.03) mas frecuente entre las mujeres con respecto a los hombres, mientras que el hemotórax es 31.2% mas frecuente
entre los hombres con respecto a las mujeres (n = 24, E.E:0.07,P:0.0) y en el caso de la bronconeumonía esta fue 5.3%
mas frecuente entre las mujeres con respecto a los hombres (n = 12 , E.E: 0.10 ).
En cuanto a la relación entre la edad y el tipo de afección respiratoria se encontró que entre los menores de 1 año la
afección mas frecuente fue la bronconeumonía con un 44% (n = 17 E.E: 0.09), con la misma prevalencia se registraron
casos de bronquiolitis; en los pacientes de 2 a 18 años la afección mas prevalente fue la bronconeumonía con un 44.4%,
(n = 2 E.E: 0.09), en los paciente de 20 a 40 años la primera afección respiratoria fue el hemotórax con un 85%, (n = 17
E.E: 0.034), los pacientes de 42 a 59 años presentaron como la causa mas importante de afección respiratoria la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica con un 46% (n =
6 E.E: 0.16), causa que fue también la mas frecuente para los pacientes mayores
de 60 años con un 75%, (n = 21 E.E: 0.047).(Figura 5).

DISCUSIÓN
Coherente con los planteamientos de Szot (4), en nuestro estudio se observó que la prevalencia de enfermedad
respiratoria por género es 16.3% mas frecuente en hombres que en mujeres, esto podría estar originado en situaciones
en las cuales los hombres han tenido mayor exposición a consumo de tabaco y a factores de contaminación en medios
laborales, siendo importante resaltar que en la medida que se ha ampliado la participación del género femenino en las
diversas actividades sociales se ha visto un incremento en la exposición de la mujer a los mismos factores de riesgo para
enfermedad respiratoria que en los hombres, lo que se observa en la presencia de Enfermedad Pulmonar obstructiva
(EPOC), tanto en hombres como en mujeres, razón por lo cual las medidas de prevención de enfermedades respiratorias
deberían dirigirse a los dos géneros, puesto que, estos son factores que son comunes para toda la población.
A este respecto es importante tener en cuenta para el desarrollo de planes de prevención, los diversos estudios que han
reportado que actualmente esta entidad no solo podría desencadenarse por el consumo de tabaco, sino que en las
sociedades modernas los factores de contaminación ambiental podrían estar aumentando esta prevalencia por daño al
tejido elástico del parénquima pulmonar o bien podría estar esta situación relacionada con el hecho del aumento de
adultos mayores dentro de la población.
De otro lado, dentro de los resultados llama la atención que la segunda causa de atención en fisioterapia por
enfermedades respiratorias sea el hemotórax, que se relaciona factores como la violencia, la cual es muy frecuente en la
población colombiana y en particular en la ciudad de Bogotá en la cual por sus altos índices de violencia, se presentan
cotidianamente heridas a la población por arma de fuego o corto punzantes, situación que se presenta a menudo en la
zona aledaña al hospital San Blas, por sus condiciones sociales y económicas.
Dentro de las características de las principales afecciones respiratorias es de resaltar que las enfermedades
infectocontagiosas son una entidad prevalente en la población, si se tiene en cuenta que la bronconeumonía fue la
tercera causa de atención en los pacientes que fueron atendidos por enfermedad respiratoria en el Hospital de San Blas,
lo cual podría relacionarse con las condiciones en los ambientes de vida de algunos sectores de la población en los que
la desnutrición y otros factores representativos de la pobreza de las comunidades puede predisponer a los sujetos para
presentar esta entidad.
Los resultados obtenidos en cuanto a la edad y las afecciones respiratorias, demuestran que este tipo de afecciones
puede presentarse a lo largo de la vida, aunque el tipo de afección varía significativamente. Por ejemplo, entre los cero y
los 18 años de edad la afección respiratoria mas frecuente es la bronconeumonía, esta es una situación que se debe
tener en cuenta en cuanto a políticas y programas de salud pública orientadas a la promoción de la salud respiratoria y a
la prevención de enfermedades respiratorias.
Las afecciones respiratorias pueden tener repercusiones que en la salud publica, no solo comprenden las características
demográficas y epidemiológicas respecto a su frecuencia de presentación, sino que, dadas las características
patológicas y clínicas que implican demandan cuidados especiales, los cuales deben prestarse fundamentalmente en
ambientes hospitalarios como lo muestran los resultados de la investigación en los que se observó que el 100% de los
pacientes recibieron atención de Fisioterapia en este periodo.
Esta situación trae implicaciones que se observan en el incremento de los costos psicosociales y económicos a los
pacientes afectados por este tipo de deficiencias, lo que una vez mas, plantea la necesidad de implementar planes de
promoción y prevención con esta población.
Es por esto que, es importante resaltar que de acuerdo con estos resultados el ejercicio profesional del Fisioterapeuta en
sus proyecciones sociales y científicas debe orientarse significativamente hacia la promoción de la salud y la prevención
de las afecciones respiratorias en cuanto a aspectos como: a) procesos educativos que propendan por que la población
tenga un amplio conocimiento de los factores de riesgo, b) participación en campañas orientadas a la reducción en el
consumo de tabaco y la reducción de niveles de contaminación y c) el desarrollo de programas que propendan por los
hábitos saludables relacionados con los procesos respiratorios del hombre.
Igualmente, la formación de debe orientarse a preparar con este panorama a los profesionales en la atención eficiente,
eficaz y oportuna de compromisos respiratorios que parecen concentrarse en procesos infecciosos en los primeros años
de vida y en entidades ligadas al trauma y procesos crónico – degenerativos en edades medias y avanzadas de la vida.

Alcoholismo, Tabaquismo y

Sustancias Psicoactivas

DIANA R. VARGAS PINEDA

La salud mental puede interpretarse como la capacidad de las personas y de los grupos para interactuar entre sí y con el
medio ambiente; un modo de promover el bienestar subjetivo, el desarrollo y uso óptimo de las potencialidades
psicológicas, ya sea cognitivas, afectivas o relacionales; así mismo, como el logro de metas individuales y colectivas, en
concordancia con la justicia y el bien común (1). Una parte de la salud mental se refleja en el consumo de sustancias
psicoactivas, tabaco y alcohol.

Según estimaciones del Banco Mundial los trastornos mentales representan aproximadamente el 9 % de todas las
pérdidas económicas debidas a enfermedades y el 15 % de la carga global de la enfermedad (2). Adicionalmente surgen
otras manifestaciones a las cuales es necesario hacer referencia: los costos imposibles de calcular de un sinnúmero de
vidas desaparecidas en situaciones generadas por la producción, tráfico, distribución y consumo se sustancias ilegales
con fuertes implicaciones dentro de la estabilidad política y social de los países.

ABUSO DE SUSTANCIAS

Las manifestaciones mentales de los individuos pueden responder a patrones culturales que influyen en el
comportamiento y a factores individuales o genéticos que producen la enfermedad mental o la salud mental. Estos
pueden ser vistos a partir de aproximaciones biológicas o psicológicas que tratan de entender la compleja interrelación
del individuo y su entorno, y las respuestas hacia estos. Una de estas manifestaciones corresponde a las conductas
adictivas hacia sustancias psicoactivas, o el abuso de sustancias, entendido como un patrón desadaptativo de consumo,
expresado en consecuencias adversas significativas y recurrentes que pueden llevar al incumplimiento de obligaciones
importantes, al consumo en situaciones de peligro físico, a problemas legales múltiples y problemas sociales e
interpersonales (3).

Estas conductas son expresión resultante de los diferentes factores de riesgo que están en juego con respecto a la salud
mental del ser humano, y depende de las condiciones en las que se desenvuelve la persona en términos laborales, los
lazos sociales y afectivos y en general al desarrollo de su personalidad y medio ambiente donde vive y se desempeña.

Las sustancias psicoactivas, bien sean aceptadas o ilegales, constituyen "sustancias exógenas que afectan el sistema
nervioso central, induciendo a respuestas que generalmente son reconocidas subjetivamente como de calma, energía o
placer" (4). Los costos de su consumo se miden en cuanto a los efectos adversos para la salud, que se reflejan en los
gastos para el tratamiento del abuso y desórdenes asociados, así como la morbilidad y mortalidad prematuras, y la
pérdida de la productividad de la persona, el crimen, la violencia, y los programas de rehabilitación social (4).

FACTORES DE RIESGO

En el desarrollo mental se encuentran en juego una serie de factores que según la capacidad de respuesta de la persona
genera mecanismos de adaptación favorables o desfavorables.

Los factores de riesgo reseñados a continuación corresponden a la recopilación presentada por la Cirujana General en
1998; se refieren a las diferentes circunstancias inmersas en la vida del individuo que pueden desencadenar con mayor
facilidad un comportamiento de carácter adictivo (5).

Factores de riesgo genéticos: Se refieren a la mayor vulnerabilidad por parte de algunos individuos con respecto a otros,
aun compartiendo circunstancias similares; esta susceptibilidad muy probablemente es transmitida genéticamente. Cabe
mencionar la relación entre estos factores genéticos y las características del medio ambiente que pueden favorecer o no
su desencadenamiento.

Factores de riesgo de trasmisión familiar: La mayor predisposición al alcoholismo y consumo de sustancias, es decir, a la
dependencia en general, se puede originar debido a la convivencia con otros consumidores, la permisividad ante el uso
de las sustancias, la carencia de vínculos afectivos adecuados entre los miembros de la familia, la pobre participación de
los padres en la educación de sus hijos, el ejercicio inadecuado de la autoridad (por exceso o defecto), pautas de
disciplina incorrectas o inconstantes, desintegración familiar, sobreprotección, patrones de comunicación negativos como
criticas permanentes y culpabilización, y el predominio de una comunicación conflictiva (6).

Factores de riesgo individuales: La edad es un factor importante a tener en cuenta; el adolescente y el adulto joven del
género masculino presentan mayor predisposición a iniciarse en el consumo. La conducta que puede resultar
corresponde a estados de agresividad, violencia y en general comportamientos antisociales. De otro lado, algunos
estados emocionales pueden prevalecer: la depresión, hostilidad, ansiedad y baja autoestima.

Factores de riesgo socioculturales: La sociedad de consumo lleva implícitos mecanismos de seducción, lo que es
favorecido en gran parte por los medios de comunicación; por ejemplo, la atractiva publicidad relacionada con el cigarrillo
y el alcohol.

Los grupos de pares son los que más se asocian con el inicio y mantenimiento del consumo, y con respecto a la escuela
de manera importante opera el modelo de maestros consumidores de tabaco o alcohol. De igual forma, pueden incidir la
deficiencia de alternativas para el correcto manejo del tiempo libre, el modelo autocrático de autoridad y el predominio de
un currículo academicista en vez de enfatizar en la formación humana. Finalmente, la disponibilidad de las sustancias en
ciertos ambientes que rodean al joven como espectáculos, discotecas y variados sitios de encuentro de estos facilitan su
acceso al consumo.

Factores psicosociales: La presencia de factores relacionados con la salud y el desarrollo humano, expresados en
síntomas inespecíficos como dolores difusos, trastornos del sueño, ansiedad o depresión, son indicativos de la habilidad
de algunos individuos para detectar con mayor facilidad las manifestaciones psicológicas que pueden indicar una
respuesta negativa a eventos determinados y el control que este mismo ejerce sobre dicho factor.

FACTORES PROTECTORES

En general la literatura mundial no ha dado mayor trascendencia a los factores protectores, ya que en su mayor parte
equivalen a la contraposición del factor de riesgo. Sin embargo, se encuentran: la influencia positiva del grupo de amigos
(pares, prácticas sanas sin riesgo), adecuados vínculos y comunicación entre padres e hijos (apoyo emocional), el
respeto a los rituales básicos familiares donde hay intercambio de experiencias, soporte emocional y compañía mutua
entre los miembros lo que implica mayor apego familia, el nivel de escolaridad mas elevado, una adecuada autoestima, y
la disponibilidad de áreas de esparcimiento (6).

Un estudio presentó una serie de factores protectores que evitan la llegada de la persona al consumo y abuso:
religiosidad, actividades conjuntas en familia, diálogo abierto y franco, expresiones de afecto, no consumo por parte de
los padres, sentido de pertenencia, toma de decisiones por parte de todos los miembros de la familia, respeto a la
autonomía y claridad de normas. Específicamente relacionados con la mujer mencionan madres con roles positivos,
restricción de la bebida a ocasiones especiales y el rechazo a la relación entre el modelo femenino y el consumo de
alcohol (8).

SITUACIÓN INTERNACIONAL

Alcoholismo

El alcohol es una de las sustancias mas usadas a nivel mundial. El consumo de alcohol es frecuentemente permitido en
niños y adolescentes, situación que explica el inicio temprano de su consumo.

Su rol es importante en "actos violentos como accidentalidad, suicidio y homicidio; en enfermedades orgánicas como la
cirrosis hepática y pancreatitis; problemas laborales y pérdida de productividad por ausentismo, accidentes de trabajo e
incapacidades; años potenciales de vida perdidos; aumento de la demanda en la atención médica; y otro efectos
negativos sobre el individuo, el núcleo familiar y la sociedad" (9).

Igualmente es la sustancia más relacionada con violencia doméstica y aumenta el riesgo de contraer infección por VIH
debido al comportamiento sexual sin protección, frecuente cuando se está en estado de embriaguez. Es el segundo
factor causante de muerte prematura después del tabaco.

A nivel mundial los mayores niveles de consumo y la mayor prevalencia de problemas relacionados con el consumo se
encuentran es las regiones más desarrolladas: Europa, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.

En Europa, durante el período de 1950 a 1985 se produjo un notable aumento en la producción y el consumo de bebidas
alcohólicas. En los últimos años se ha observado un estancamiento e inclusive disminución del consumo en países de la
Unión Europea y Escandinavos (exceptuando países como España, Portugal y Alemania donde el bajo precio del alcohol
estimula su consumo). En la Figura 1 se presenta el consumo de alcohol y una de las más directas consecuencias de su
consumo la cirrosis hepática (10).

La disminución del consumo señalado probablemente es debido a la legislación contenida en documentos como la Carta
Constitucional Europea, que "...contempla acciones para regular la producción, distribución, y consumo de alcohol; así
como principios éticos y estrategias para la acción, el enfoque en programas educativos en la niñez a través de leyes que
limiten el impulso a la bebida y otras acciones de carácter legislativo y las medidas de política fiscal. La legislación
apunta a la protección de los consumidores y la protección de la salud pública" (11).

En Estados Unidos, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Abuso del Alcohol en 1988, clasificó la mayoría de
los norteamericanos como bebedores frecuentes (51,4 %); alrededor del 27 % de la muestra estudiada reportó beber
mas de tres veces a la semana y el número de tragos por ocasión de beber fue del orden de 2,9. Un estudio patrocinado
por la misma entidad en el año de 1992 encontró que la tasa de prevalencia para el consumo del alcohol es mayor en la
población de 45 años y más, y la mortalidad por suicidio predomina en adolescentes mujeres y adultas jóvenes como
consecuencia de beber (4).
Como lo presenta el informe la Salud en las Américas, la mayoría de los países reportan dependencia del alcohol de un 6
% a 8 % para la población mayor de 12 años y cerca del 12 % son bebedores excesivos (12).

En América Latina se presentan cifras elevadas de defunción por cirrosis hepática en las zonas de Chile, México y Puerto
Rico. En países como Argentina y Uruguay se ha reducido notablemente el consumo de alcohol y la muerte por cirrosis
hepática (12).

TABAQUISMO

Si se mantienen los patrones actuales de consumo de tabaco aproximadamente 500 millones de personas, de las que
casi la mitad son niños ahora, morirán por esa causa según la OMS (13). El cigarrillo es la mayor causa de mortalidad en
países desarrollados, maneja costos tanto directos como indirectos, referidos los primeros a los relacionados con el
cuidado de la salud y los segundos con la pérdida de productividad morbilidad, discapacidad y muerte prematura.

Dentro de su composición, el cigarrillo presenta alrededor de 4 000 compuestos entre los que se encuentran diferentes
sustancias clasificadas como cancerígenas que afectan no sólo al fumador activo sino también a los fumadores pasivos,
en especial a la población infantil y los ancianos.

El tabaquismo, mas que un hábito es hoy la adicción a una droga (7), con una serie de alteraciones ampliamente
conocidas que provoca su consumo: enfermedad coronaria, enfermedad cerebro vascular; cáncer pulmonar, de la
cavidad oral, de laringe, esófago, estómago, renal, pancreático y de cuello uterino; enfermedad pulmonar obstructiva
crónica; enfermedad gastrointestinal; enfermedad periodontal y enfermedad materna-infantil como muerte neonatal,
aborto espontáneo y bajo peso al nacer) (4).

Según estimaciones de la OMS el tabaco se considera la causa de 40 a 45 % de todas las muertes por cáncer, un 90 a
95 % de muertes por cáncer de pulmón, el 75 % de las muertes por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, alrededor
del 20 % de muertes por enfermedad vascular y 35% de muertes por enfermedad cardiovascular en hombres de 35 a 69
años habitantes en los países industrializados.

Las prevalencias mundiales de consumo estimadas por género en las regiones de la OMS se presentan en la siguiente
tabla.

Tabla 1. Prevalencia estimada del consumo de cigarrillo

por género de 15 años y más a comienzos de los noventas

Hombres Mujeres
Regiones o países de la OMS
(%) (%)
Africana 29 4

Américas 35 22

Oriente del Mediterráneo 35 4

Sudeste de Asia 46 26

Occidental del Pacífico 60 8


Países mas desarrollados 42 24

Países menos desarrollados 48 7

Mundo 47 12

El consumo mundial se ha mantenido constante, debido a que en los países desarrollados se fuman cada vez menos
cigarrillos por día, mientras que en países en desarrollo se fuman más.
La industria del tabaco se encuentra controlada por unos pocos monopolios estatales (China, Estados Unidos, India,
Brasil y Turquía). La producción y exportación de tabaco es la principal fuente económica en países como Zimbawe y
Malawi y una de las más significativas fuentes en otros países como la China (alto consumidor) y Estados Unidos, lo cual
dificulta el cumplimiento de las políticas planteadas para su control a nivel internacional.

Las políticas mundiales tienden a controlar la producción del tabaco por medio de diferentes medidas que enfatizan la
importancia de una legislación fuerte, incluyendo la prohibición total de todas las formas de promoción directa e indirecta
de productos del tabaco, los aumentos regulares en los impuestos, la protección completa para los no fumadores, la
educación obligatoria sobre el consumo y la prohibición de fumar en el transporte público, las escuelas y entidades de
salud (14).

SUSTANCIAS PSICOACTIVAS

Los trastornos relacionados con sustancias incluyen el consumo excesivo, los efectos secundarios de un medicamento y
la exposición a tóxicos. Aquellos se clasifican en trastornos por consumo de sustancias (dependencia y abuso) y
trastornos inducidos por sustancias (intoxicación, abstinencia, delirium inducido por sustancias, demencia persistente,
trastorno amnésico, trastorno sicótico, del estado de ánimo, ansiedad, disfunción sexual y trastorno del sueño) (3).

Estudios específicos realizados en Estados Unidos como el "National Comorbidity Survey" y "Monitoring the Future" han
presentado la proporción de personas que tienen dependencia hacia las drogas, abusan de ellas y tienen desordenes
mentales relacionados. El orden descendente es así: marihuana 46,3 %, cocaína 16,2 %, estimulantes 15,3 %,
ansiolíticos - sedantes e hipnóticos 12,7 %, alucinógenos 10,6 %, inhalables 6,8 % y heroína 1,5 %. El tabaco registra un
uso de 76,6 % aportando la tasa de dependencia más elevada (4).

El consumo de sustancias ha evidenciado un uso creciente no sólo en los países tradicionalmente consumidores como
España, Francia y Estados Unidos, sino también en países productores y distribuidores como Perú, Bolivia y México. Lo
anterior puede ser explicado por la endeble composición familiar y los patrones cambiantes de actitud frente a la vida (15)

La investigación y las observaciones indican que la edad de inicio del uso de drogas es cada vez menor; lo cual se ha
observado de manera especial en niños de la calle. Un estudio en ciudad de México encontró que el 12 % de las
personas que había iniciado el uso del pegante lo hizo a la edad de 9 años. En Bolivia y Perú, niños de ocho años de
edad informaron haber iniciado el consumo de bazuco (16,17).

SITUACIÓN EN COLOMBIA

En Colombia se encuentran algunos factores de riesgo específicos resultado de las dinámicas sociales y políticas por las
que se encuentra atravesando el país. Así, "...buena parte de la población colombiana se encuentra en riesgo de ver
comprometida su salud mental, y en virtud de la confluencia de una amplia serie de factores presentes actuando
sinérgicamente, la probabilidad de sufrir algún tipo de alteración mental se ve multiplicada, adquiriendo un carácter
exponencial en el caso de la población infantil (1). Así mismo, el Segundo Estudio Nacional de Salud Mental, realizado en
Colombia en el año de 1997 contiene datos que pueden interpretarse como factores de riesgo específicos: una de cada
cuatro personas tiene a su familia desintegrada, se evidencia el deterioro de las relaciones de apoyo social, una marcada
insatisfacción, del 78,2 %, por la situación del país y la desconfianza hacia las autoridades políticas con un 71,9 %, hacia
los funcionarios públicos con el 40 % y de policía con 30,7 %.

Alcoholismo

La prevalencia de consumo de bebidas alcohólicas en 1997 fue del 85,8 % de la población, lo que representó un
aumento de 18,7 %, entre 1987 y 1997 (Figura 2). Por género, la prevalencia en el mismo año fue de 85,5 % para el
masculino y 88,9 % para el femenino. En general, se encuentra un incremento del consumo por parte del género
femenino que se puede relacionar con la mayor aceptación hacia la participación de la mujer en espacios sociales y
recreativos que anteriormente le exigían mas control en el consumo de bebidas.

La edad de iniciación está en el grupo de 12 a 15 años, lo cual es importante tener en cuenta ya que la literatura refiere
que "la temprana iniciación del consumo se comporta como predictor de consumo problemático, y está asociado con
problemas de policonsumo y violencia juvenil" (7).

El sondeo nacional del consumo de drogas en jóvenes, realizado en 1999, en 29 ciudades colombianas por el programa
"Rumbos" de la Presidencia de la República, encontró el alcohol como la sustancia de mayor consumo en la población de
10 a 24 años, con una prevalencia de vida del 73 %. Los consumos mas altos se encontraron en Bogotá, Manizales,
Tunja, Riohacha, Yopal y Bucaramanga (18).

Las políticas encaminadas al control del alcoholismo se han dirigido al control de la venta a menores de edad y a mujeres
en estado de gestación, y al establecimiento del horario de trasmisión de publicidad relacionada con alcohol y tabaco. De
igual forma se dictan medidas de protección social y rehabilitación de toxicómanos y alcohólicos, entre otros. Con
respecto al tratamiento es de resaltar acciones a nivel de organizaciones no gubernamentales como Alcohólicos
Anónimos que actúa con efectividad en la rehabilitación de individuos en más de 160 países. De esta organización
existen solamente en Bogotá 91 grupos sin ánimo de lucro que brindan apoyo a personas en estado de alcoholismo y a
sus familias (19).

Tabaquismo

A la par con el alcohol, el tabaco se comporta como una de las sustancias "puerta de entrada" para el consumo de otras
sustancias. La siguiente figura muestra la prevalencia de consumo de cigarrillo en Colombia.

Los estudios de factores de riesgo I y II (ENFREC), realizados en Colombia en 1993 y 1998 muestran un descenso de la
prevalencia de tabaquismo en hombres y mujeres del 21,4 % en 1993 a 18,9 % en 1998. Esta tendencia a la disminución
de la prevalencia también fue encontrada por la Fundación Santafé en dos encuestas realizadas a nivel nacional; la
primera, de 1993, indica una prevalencia anual de 25,8 % que disminuyó en la de 1996 a 21,4 % (20).
Sin embargo, la tendencia es diferente en los adolescentes entre 12 a 17 años, en los que se encontró una elevación del
uso experimental del cigarrillo de un 12,7 % en 1993 a un 18,6 % en 1998. De otra parte, el consumo de cigarrillo en
jóvenes es menor que el del alcohol

Sustancias Psicoactivas

El consumo de sustancias psicoactivas se ha convertido en un problema de salud pública (21), según lo refiere la Política
Nacional de Salud Mental (1). Se debe tener en cuenta que drogas tradicionalmente consumidas en el exterior se están
utilizando con furor en Colombia, como lo es el éxtasis, especialmente en jóvenes de estratos altos (22).

Tranquilizantes Menores. En el estudio de Salud Mental de 1997 se encontraron las prevalencias presentadas en la
Figura 4. Adicionalmente, se encontró mayor prevalencia en el género femenino en el rango de edad de 25 a 29 años,
seguido por el rango de 16 a 19 años.

Anfetaminas. Estas sustancias presentan una menor prevalencia de consumo, son frecuentemente utilizadas por
estudiantes o conductores que necesitan estar vigilantes durante periodos prolongados de tiempo.

El estudio mencionado arrojó datos de prevalencia anual del 6 por mil, sin diferencias importantes con respecto al
género. El grupo de edad con mayor consumo fue el de 30 a 37 años, así como el estrato sin educación formal. De otra
parte, según el Sondeo Nacional, se encontró las anfetaminas en el sexto lugar de consumo.

Marihuana. La marihuana juega un importante papel en la epidemia del consumo de sustancias; es la droga ilegal de
mayor consumo en los jóvenes, tanto en el país como en el ámbito mundial.

Los estudios de 1993, 1997 y el sondeo de 1999 muestran a esta sustancia en el primer lugar de consumo en Colombia.
Según el estudio de salud mental de 1997 la prevalencia para el género masculino fue mayor en el grupo de 25 a 29
años, y en la población sin educación formal. En la Figura 5 se observa la tendencia de consumo de la sustancia en el
país durante la década 1987 - 1997.
Según el Sondeo Nacional, en Medellín y las tres ciudades del eje cafetero las tasas de consumo duplican el promedio
de las 29 ciudades incluidas en el estudio, seguidas de Bogotá, Cali y Bucaramanga.

En Bogotá se encuentra que el consumo de marihuana es mayor en hombres de estrato alto, con edades comprendidas
entre 25 a 34 años (23).

Con respecto a esta sustancia es importante mencionar el desconocimiento de los efectos reales de la misma. Es
frecuente que las personas describan la marihuana como poco peligrosa ya que no produce adicción, por esto se sugiere
en la Política Nacional de Salud Mental "la mayor actualización del cuerpo médico, y de la comunidad en general, sobre
los efectos del consumo de la marihuana en los seres humanos" (1).

Bazuco. El bazuco fue iniciado en el Perú, y su consumo se ha dado en Colombia en forma epidémica (9). Se asocia con
individuos que habitan en la calle, dado el costo y la calidad de la sustancia.

El estudio de 1993 encontró como la edad de inicio era de los 11 a los 15 años con un 16,7 %, de 16 a 18 años y de 19 a
25 años con 33,4 %. En el estudio de 1997 se encontró que los grupos de mayor riego fueron, en el género femenino el
de 16 a 19 años y del género masculino el de 20 a 24 años.

Inhalables. Las substancias inhalables son frecuentemente usadas por los niños callejeros para mantenerse despiertos o
alerta, o al contrario para lograr dormir, eliminar el dolor físico o emocional, o para reemplazar la ingesta de alimentos.
Esta sustancia es la más usada por los niños callejeros por su bajo precio y alta disponibilidad (17). Por ejemplo, el
pegante se consigue en áreas donde la zapatería es común, los solventes en las áreas industriales así como varias
formas de inhalables, alcohol y nicotina. El uso de droga entre las personas de la calle se relaciona estrechamente con
otros problemas de salud y comportamientos de riesgo como la prostitución, la explotación sexual y el sexo inseguro,
práctica que ha contribuido a una incidencia creciente de HIV/SIDA entre este grupo en particular.
En el estudio de 1997 se incluyó por primera vez estas sustancias, teniendo en cuenta no solo la inhalación provocada,
sino la accidental y la ocupacional; por lo tanto, estos datos reflejan un monitoreo en el patrón de consumo (7), sin incluir
la población realmente implicada .

Cáncer en Colombia
 

En Colombia y en el mundo, el cáncer es la primera causa de muerte no violenta. De acuerdo con los
registros del Instituto Nacional de Cancerología (INC), en el período comprendido entre 1995 y 1999, se
registraron 61.641 casos nuevos por año (28.137 en hombres y 33.504 en mujeres), siendo el cáncer de
próstata, de estómago, de pulmón, de colon y de recto los de mayor incidencia en hombres; mientras que en
las mujeres se registra mayor riesgo en el cuello uterino, la mama, el estómago, el colon, el recto y el pulmón
(Ver gráficas 1 y 2).

Gráfico 1. Tipos más frecuentes (con mayor incidencia) de cáncer en hombres.


Estimaciones del Instituto Nacional de Cancerología 1995-1999.

(*) TAE: Tasa Ajustada por Edad. Datos ordenados para incidencia estimada anual.
(**) Este cálculo se realizó por 100.000 personas-riesgo/año.
Fuente: Marion Piñeros, Jacques Ferlay, Raúl Murillo. Incidencia estimada y mortalidad por cáncer en
Colombia, 1995-1999.
Instituto Nacional de Cancerología 2005.

Gráfico 2 .Tipos más frecuentes (con mayor incidencia) de cáncer en mujeres. Estimaciones del Instituto
Nacional de Cancerología 1995-1999

(*) TAE: Tasa Ajustada por Edad. Datos ordenados para incidencia estimada anual.
(**) Este cálculo se realizó por 100.000 personas-riesgo/año.
Fuente: Marion Piñeros, Jacques Ferlay, Raúl Murillo. Incidencia estimada y mortalidad
por cáncer en Colombia, 1995-1999. Instituto Nacional de Cancerología 2005.

Por otra parte, Colombia tiene una de las más altas incidencias de cáncer de cérvix o cuello uterino en el
mundo,         según datos del Registro de Cáncer de Cali, el cual es tomado como ejemplo mundial por su
antigüedad y por la consistencia de la información, lo que permite conocer las estadísticas del cáncer y
proponer medidas de salud pública para el control de la enfermedad.

Ante el impacto de esta enfermedad en la población mundial, investigadores de la Facultad de Medicina de la


Universidad del Rosario han participado, en asocio con algunas instituciones extranjeras y nacionales, en la
etapa clínica del desarrollo de una vacuna contra el cáncer de cuello uterino.          

Este proyecto forma parte de una larga investigación de más de diez años que ha estudiado la vacuna
inicialmente en animales (investigación preclínica) y luego en seres humanos (investigación clínica), ceñido a
los más altos criterios científicos y éticos.

ENFERMENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL

Las enfermedades de transmisión sexual son la mayor causa de la infección de los órganos de la reproducción, teniendo
esto un impacto muy importante en la Salud Reproductiva. Más de 300 millones de casos de enfermedades de
transmisión sexual curables(tricomoniasis, clamydia, gonorrea y sífilis) se estima ocurren en el mundo cada año.
Ocurriendo aproximadamente en un 16 % en mujeres en la edad reproductiva, y algunas de sus complicaciones son, el
embarazo ectópico y el cáncer cervical, los cuales representan una causa importante de mortalidad.
Actualmente existen estimaciones que en Norteamérica y el Oeste de Europa, presentan de un 8% a 9% en grupos de 15
a 49 años, con infecciones de transmisión sexual curables, cada año. Si observamos en América Latina y el Caribe este
porcentaje casi se duplica donde 15 de cada 100 personas en edad reproductiva presentan alguna enfermedad por
transmisión sexual. Además las tasas de infección, en algunas regiones del mundo en desarrollo, son hasta tres veces
más altas que en el mundo desarrollado.(incluyendo el SIDA).
En el cuadro anexo se presenta la proporción de población general, por Región que son infectadas anualmente en el
grupo de 15 a 49 años.

También podría gustarte