Cuarentena Creativa y Colectiva

Estar confinados, además de autocuidado y responsabilidad

colectiva, es tiempo de reflexividad personal y social, de revisión
interna, de autopercepción. De planificar no solo el presente sino
lo que vendrá. Es también estar reunidos con quienes vivimos.
Tiempo para vernos cara a cara y compartir.

He aquí algunas recomendaciones

Estructuración del tiempo y del espacio: Mantener rutinas flexibles

y bien determinadas para realizar tareas domésticas, de trabajo o
de estudio y actividades lúdicas, en tiempos y espacios
específicos. Esto es fundamental en el caso de adultos mayores y
niños/as para mantener tiempos que ayuden a ordenar las
actividades de aprendizaje, como también, aquellas recreativas y
las propias de ocio compartido e individual.

Combinar lo individual y lo colectivo: Importancia de mantener en

el grupo familiar o de amigos/as que viven juntos/as, tiempos
colectivos de conversación, como el propio de las comidas y de
ocio, pero, también, tiempos de individuación, en que las personas
están en sus propias reflexiones y actividades. En lo posible
respetar espacio propio para cada miembro de la familia.

Tiempo para ponerse al día: Tomar el confinamiento como una

oportunidad para realizar aquello que ha estado postergado.
Aquello que no había realizado por falta de tiempo y tranquilidad.
Esta es la oportunidad de aprender, de estudiar, de realizar lo que
nunca tuvo una oportunidad por considerarse secundario.

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Expresión de las emociones y temores: Las conversaciones deben permitir

la manifestación de los temores y la angustia por el devenir. De igual modo,
canalizar con pensamientos positivos la reflexión que se realiza en común.
Evitar las conversaciones recurrentes que crean un clima exacerbado de
angustia y de ansiedad. Tener temor y expresarlo es adaptativo, aceptarlo es
necesario, canalizar y compartir el estado de situación es sanador.

Liderazgo: Los adultos del grupo familiar o, cualquier miembro de la familia,

deben orientar y proponer las acciones en común: cocinar, leer, estudiar,
jugar, reflexionar, planificar qué hacer cuando esto pase. Énfasis en
mantener un clima equilibrado y canalizar las conversaciones a
conclusiones positivas. Aportar ideas -sin intrusión- para que cada cual
edifique su propio plan a partir del conocimiento y cariño focalizado en
cada una de las personas con quienes vivimos juntos y pueden estar bajo
nuestra responsabilidad (niños y adultos mayores).

Expresión de Creatividad: Generar actividades grupales entretenidas y

ayudar a que individualmente los otros miembros del grupo familiar generen
las suyas. Pintar una pieza, ordenar la biblioteca, cuidar el jardín, etc. De
igual modo, actividades creativas colectivas tales como hacer un collage, un
rompecabezas o puzle gigante, etc. ayudan y distienden.

No sobre-informarse y viralizar información no confirmada: Es necesario

estar informado y actualizado, pero la exposición permanente a información
nos envuelve en una atmósfera de estrés permanente. Apaga la TV y solo
préndela en horarios convenientes de noticias.
No hagas caso a los mensajes de las redes sociales que no tengas clara su
procedencia. No viralices mensajes que no has comprobado sus fuentes y
veracidad.

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Utilizar las redes sociales para comunicarse y compartir: Las redes

permiten saber y hacer saber que estamos preocupados y atentos de lo
que sucede con nuestros familiares y amigos. Los adultos mayores
pueden ser monitoreados en su cuidado y necesidades por las redes
virtuales. En general conectémonos con mensajes positivos, de
contención y afecto. El humor también es terapéutico.

Resolución de conflictos: El largo tiempo de reclusión, y en espacios de

mayor hacinamiento, significará conflictos y asperezas en las relaciones
de la cotidianidad. La actitud de conciliación y de reparar son
importantes porque los pequeños y medianos conflictos ocurrirán. Los
roces son inevitables, no reaccionemos en los máximos. Tengamos
claro que estar encerrados nos altera y pone tensos. Entender que esto
es válido para cada miembro de la casa.
Evitar el sedentarismo extremo: No permanecer horas sentado frente al
computador o el televisor o la Tablet viendo películas y series. Hacer
ejercicios simples de tonificación y relajación muscular permite afrontar
el estrés.
Alimentarse sano y no comer en exceso. No olvidar que la ansiedad nos
hace comer de más y sin hambre.
Reflexividad más allá del individualismo: Es posible generar un espacio
de reflexión individual y colectivo con nuestro entorno primario sobre el
individualismo que nos restringe las posibilidades de pensar, como en
este caso de pandemia, soluciones y modos de afrontamiento que
también, necesariamente, deben ser colectivos, comunitarios e incluso
trasnacional

Sergio González Rodríguez

Dr. En Psicología Universidad de Chile
Consultor Senoir

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