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Tesis ¿cómo elogiar la lentitud en las organizaciones?

Carmen Omaira Chinguad Taramuel

COMPORTAMIENTO HUMANO ORGANIZACIONAL

Angélica María López Velásquez

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
Medellín
La felicidad está aplazada
Vivimos en un mundo en que domina la rapidez, la precipitación y el corto plazo. Tener un
espacio para reflexionar, hacer una pausa, plantear una adecuada estrategia, disfrutar más
la vida, se volvió algo ineludible, debemos buscar y lograr esto.
sabemos que la vida de muchas  de las personas gira actualmente alrededor de su trabajo,
dejando a un lado la  vida personal, familiar y social; esto trayendo consigo una a pensar
en cómo manejamos nuestro trabajo hoy en día además el de determinar  las bases de un
cambio hacia una organización social más humana, como La economía del bien común.
cómo vivimos en un mundo en constante movimiento estamos llegando al punto en el que
el mundo es simplemente demasiado rápido para los seres humanos en el que se pierde el
arte de vivir y hacemos las cosas simplemente como una obligación
si está lo llevamos a las organizaciones las cuales tiene un gran potencial de creatividad  e
innovación decimos que  cuando la velocidad disminuye se puede dar cuenta que no
siempre se vende la velocidad si no que la lentitud también se vende, ya que no obstante,
existen miradas alternativas que buscan comprender a las organizaciones no sólo como
espacios para la producción económica sino como espacios de creación de culturas y de
subjetividades, es decir, buscan entenderlas en su papel de generadoras de realidades
sociales. Algunos de estos trabajos pueden enmarcarse dentro de lo que se denominan
posturas críticas, esto es, que comprenden históricamente a las organizaciones y que
intentan desnaturalizar algunas de las prácticas dadas como legítimas dentro de las
organizaciones.
el hecho de que pasemos más tiempo en el trabajo no quiere decir que seamos más
productivos, en vez de está las largas horas en el trabajo nos vuelven improductivos, se
tiende a cometer errores, la persona se siente infelices y somo vulnerables a estar más
enfermos, lo que se busca es controlar  el tiempo e invertirlo en cosas que nos hacen
felices lo que se busca es encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida privada, aunque
es sabido que las personas tenemos miedo a abrazar la lentitud, ya existe un prejuicio muy
arraigado debido a que el lento es de torpe, lerdo, perezoso. Pero hay mucha gente que se
encuentra entre una disputa en el que por un lado le parece obvio que debe cambiar su
ritmo de vida y por el otro, la sociedad en la que vivimos demanda a encontrarnos en
constante velocidad y a contrarreloj.
El Elogio de la lentitud ha conseguido llegar en la mayoría de la población, en donde cuya
prioridad sigue siendo ganar más dinero para consumir más, aunque la calidad de vida se
resienta. Si algo se ha aprendido de algunas crisis económicas en el país es que el trabajo
es un bien escaso excepto para quien lo ejerce, para quien pasa a ser el motor principal de
su existencia, por lo que se aceptan cualquier tipo de condiciones con tal de cobrar un
salario. Además, la llegada de las nuevas tecnologías vinculadas con el teléfono móvil y las
tablets hacen que apenas desconectemos, más bien se trata de instrumentos que nos
incitan a que realicemos varias tareas a la vez y no nos concentremos en ninguna.

si bien mirando el ritmo de vida que llevo digo que vivo en el llamado fenómeno de
fenómeno de viernesización, en que nos entregamos al trabajo de tal manera que incluso
el fin de semana se convierte en una estrategia capitalista para descansar con el fin de
rendir más el lunes. Una vida optimizada en la que el tiempo libre asume los parámetros
del tiempo de trabajo. hasta el ocio se planea. Mucho se llegan a convertir hasta en
máquinas para ganar tiempo, para rendir más, como empleado Entregamos nuestra alma,
esfuerzo y tiempo a una empresa a cambio de un salario. las organizaciones disponen de
nuestro tiempo y lo organiza a su parecer.

Cuento para antes de dormir

Un libro extraordinario
Érase una vez en una biblioteca de las más grandes que podemos imaginar se encontraba
un pequeño libro de aspecto chiquito, pocas palabritas, pero con contenido importante ,
pero como tan pequeño que nadie se fijaba en él, sintiéndose triste y olvidado, llegó incluso
a envidiara los libros mayores, ya que estos siempre tienen la oportunidad de ser elegidos
primero, pero un día, un perezoso lector lo sacó de su lugar y llevándolo de ahí, pero
nunca imaginó que desde ese momento se leería en mil lugares. Como era muy buenito
ahora todo el mundo lo conocía. el libro se dio cuenta en ese momento que el hecho de ser
diferentes nos ayuda abrir muchas oportunidades.

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