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Cruz de plata

Chapter 12: 12 Hellsing manor


by Midgardian geek
12. HELLSING MANOR

…."Londres Inglaterra, una nueva existencia con el resto del mundo civilizado comparte. Esta
moderna, luminosa, elegante pero sobre todo, cosmopolita capital británica cientos de veces
restaurada para así ofrecer su antiguo esplendor ahora sublimado, es la sede del gran Reino
Unido, viviendo una época de bonanza y apogeo que sólo es comparable con aquella del gran
siglo de dominación inglesa en la dorada época victoriana. La tarea no ha sido fácil, pero la
grandeza de nuestros héroes hizo posible este sendero por el que toda la Nación se
encamina…."

Londres, ¿y el año exacto? Bueno, el siglo XXI estaba muy adentrado ya, corría su segunda
década y el país entero atravesaba por uno de sus mejores momentos destilando una euforia y un
sentido de patriotismo exaltado y generalizado a todos los ciudadanos a través de mensajes y
propagandas del Estado, como ese, que sonaba a través de altavoces a las afueras del edificio
del Parlamento.

La ciudad era toda una vista fulgurante en sus fachadas y edificios, aquellos que un día yacieron
contra la tierra, el fuego y la sangre, aquellos que se cubrieron de muerte y oscuridad habían sido
reconstruidos uno por uno al paso de los años que siguieron y ahora, bajo los rayos del sol de
medio día atronaban en destellos de sus doradas cúpulas.

"…la ciudad, el país, ha seguido en su destino emulando al ave Fénix, renaciendo más hermosa
de sus cenizas…" Continuaba el inflamado discurso preparado para endulzar los oídos de las
masas de orgullosos y prósperos ciudadanos.

Ese día, a esa hora, un moderno y elegante automóvil negro circulaba por unas de las principales
avenidas de la ciudad, una de las arterias remodeladas que de seguirla de principio a fin, te
conducían de cerca a las partes más famosas del orbe. El tráfico de autos ultramodernos,
perfectamente controlado por seres robóticos semi inteligentes y dependientes, se movía en un
tranquilo flujo por el centro de la ciudad por lo que el auto circulaba sin problemas. Cosa
particular, los ciudadanos, aunque ahora estaban habituados a observar riqueza por todas partes,
no podían evitar voltear a mirar el lujoso vehiculo pues venía escoltado por ambos lados por otros
dos autos.

"¿Un magnate, un jefe de estado, una pareja real, una heredera o simplemente un invitado
especial de la corona?" Se preguntaban al verlo pasar, era difícil saberlo, pues, en esos días,
principalmente en esos días, la ciudad estaba recibiendo a toda clase de gente poderosa e
importante, así que podría ser cualquiera de esas posibilidades.

…esta mañana en conferencia de prensa, el Palacio dio a conocer los últimos detalles para la
gran ceremonia de coronación de Su Alteza Real el príncipe Guillermo, luego de que su Majestad
el Rey abdicara a favor de su hijo, este se convertirá en su Majestad el Rey Guillermo V de
Inglaterra, la ceremonia que se tiene previsto se lleve a cabo en dos semanas, con sede en la
Abadía de Westminster, contará con un fuerte equipo y sistema de seguridad ha declarado el
primer ministro Sir Daniel Calne…

-¡Jacob, Jacob!- dijo el caballero en el auto- ¿serías tan amable de cambiar de estación? Me
estoy hartando de escuchar las mismas noticias desde que subí en el aeropuerto.

-Sí milord, como usted ordene- contesto el atento mayordomo- sintonizando una estación local de
música clásica que esos momentos transmitía una antigua balada rock.

-Gracias Jacob, mucho mejor- expresó el caballero de negro cabello, mientras se asomaba por la
ventanilla para ver a sus escoltas-¿Por qué debo traer escolta? No la necesito.
-Es sólo por protocolo milord.

-Pues que enfado.

-Creo que deberías tomarlo con calma y disfrutar de tantas atenciones- dijo la joven que lo
acompañaba.

-Puede que tengas razón Viorica, sólo que para mí es excesivo, bueno considerando que…

-Lo se, pero como dijo el mayordomo, es protocolario- la chica sonrió y habló al chofer- Jacob
¿cuánto falta para que lleguemos?

-No mucho señorita, por esta vía pronto estaremos allá.

-Tengo mucha curiosidad de conocer la mansión de mi señora Íntegra-decía ella.

El caballero no contestó, en vez de eso agachó la cabeza y disimuló un gesto de dolor, alzó la
vista y le sonrió a la gitana. Mientras, el auto seguía su marcha y dejaba el centro de Londres
atrás para dirigirse al suburbio, que si en otros tiempos estaba alejado del bullicio del corazón
citadino, en esa época ya era una zona de gran actividad, el barrio más rico, elegante y exclusivo.

Y entre todas las grandes casonas, palacetes y residencias se levantaba aún soberbia y como
inexpugnable la Mansión Hellsing que como toda la ciudad, había sufrido remodelaciones pero sin
perder el estilo victoriano: lucía cubierta de nueva vida y sus extensos jardines principales,
estaban llenos de flores y plantas de ornamento.

Pero esas obras tenían una autora, la nueva ama de la casa que para ese entonces había llegado
a tener casi tanta energía como Sir Hellsing y ya era toda una dama; elegante, hermosa y con
una belleza petrificada en el tiempo, suspendida en el cúmulo de días que había vivido y en
espera de los que le faltaban por vivir, muy distinta al pequeño y amedrentado marimacho que
llegará a esa mansión hace tantos años ya. El tiempo lo curaba y transformaba todo, era cierto,
aunque por fuera seguía luciendo como la muchacha de diecinueve años.

Todo ese tiempo en soledad, se había dado a la tarea de no dejar morir aquel lugar, ni dejar morir
el recuerdo de su maestro al que le escribía con cierta periodicidad, hasta que recibió la noticia…
¡fue tan terriblemente triste para ella! Más sin embargo tuvo que sobreponerse y seguir, sobre
todo ahora, en estos momentos.

Ese día de claridad y luz, ni siquiera le importó interrumpir su sueño diurno, desde temprano iba y
venia, dando órdenes a los criados, ultimando detalles. Se sentía morir por los nervios y la
ansiedad, constantemente pasaba por uno de los espejos y se miraba para ver si todo su arreglo
personal estaba en orden: el impecable peinado de su largo cabello rubio, su maquillaje, su fina
indumentaria consistente en un vestido de seda negro contra el cual contrastaba la blanquísima
piel.

-Ya estas hermosa, ¿para que te miras tanto al espejo.

-¡Pip!- dijo sorprendida ante el repentino abrazo de él- es que, es que estoy tan nerviosa- expreso
volteándose para abrazarlo- no puedo creer que venga, no lo puedo creer.

-Lo se, has aguardado mucho, pero mira, mira en lo que te has convertido vampiresa, eres toda
una dama, hermosa Victoria, estarían orgullosos de ti….

-Lo se, lo se…han pasado tantas cosas.

Por toda contestación, Pip la estrechó contra su pecho y la besó en la frente, ella alzó la mirada y
sonrió suspirando. Recordó como gracias a su tenacidad había logrado traerlo de vuelta, eso y lo
que aprendió de su maestro le llevaron a comprender que los mecanismos de su poder eran
homólogos a los del vampiro mayor, que conservaba monedas de vida en su interior, que por
cada vida que ella absorbiera se haría más fuerte y lo más importante; que no estaba sellada o
manipulada de ninguna manera. Fue así como después de incontables días de insomnios y
desesperaciones, logró liberar su propio poder: por obra de la magia negra más sofisticada, la
poderosa vampiresa había matado, matado mucho, era cierto, tenía que absorber vidas, aunque
al hacerlo sintiera que perdía lo que le restaba de su alma, tenía que hacer regresar al único ser
que había de acompañarla de por vida…Philiph Bernadotte volvió a la no vida, sí, y por irónico
que parezca el capitán era un vampiro ahora.

En ese momento el teléfono sonó, ella acudió a contestar más nerviosa aún: -Bueno, Jacob, sí, sí,
que… ¡¿ya están por llegar?! Gracias Jacob, gracias, hasta luego- colgó y fue a llamar a la
servidumbre- vamos, vamos, abran las puertas y esperen todos en la entrada, que llegará en
cualquier momento, vamos Pip.

Él joven sonrió por la ansiedad de ella, pues en momentos como ese no existía una diferencia
muy grande entre la joven torpe que conoció a la dama de ahora.

El auto y la escolta entraron al elegante barrio, la joven gitana no pudo evitar mirar con embelezo
la ostentosidad de las residencias: -¡Vaya, sí que saben vivir aquí en Londres!

-En unos minutos estaremos en la mansión señorita- dijo Jacob O´Neil que ahora era ya un grave
y estirado mayordomo de casi cincuenta años de edad.

El auto avanzó el camino que les restaba hasta que por fin llegó delante de la gran Mansión
Hellsing, ante la enorme reja no tuvieron que esperar a que se abriera y el auto entró con la
escolta.

A lo lejos, Ceras distinguió el auto y no pudo evitar que la emoción la embargara al ver acercarse
el vehiculo. Pip la tomaba de la mano y todos los criados los esperaban con su más formal
uniforme.

El auto por fin se detuvo justo frente a la puerta, se apagó el motor, Jacob descendió rápidamente
y fue a abrir la puerta de la dama, le tendió la mano para ayudarla a bajar, Pip y Ceras
observaban con expectación: primero a la bella joven morena que miraba a su alrededor, luego a
la mano fuerte que abrió la portezuela por dentro , pues bajó del auto su dueño; un caballero alto,
delgado, distinguido y aristocrático, venía vestido con unos pantalones de denim azul y un saco
de paño negro, semejante al que usan los marinos, sobre él llevaba brillando, luciendo en el
pecho una cruz de plata. Él tenía la piel ligeramente apiñonada, el cabello negro lacio y largo
arriba de los hombros y atado en una coleta; era dueño de un porte inconfundible y unas
facciones conocidas, hermosas y altivas, pero varoniles en todo momento: las cejas rectas y
negras, los labios delgados, la cara angular, la nariz alargada pero a la vez perfecta y los ojos,
unos ojos sensuales, grandes, finos, azules muy azules que en ese momento expresaban
asombro, emoción y desconcierto al mirar por vez primera la casa que solo en sus sueños de niño
pudo haber conocido.

Ceras y Pip vieron al muchacho, luego se miraron a sí mismos y asintieron, Ceras no lo pensó
más y se acerco a él ya con lagrimas en los ojos: -Bienvenido seas- dijo llorando con un nudo en
la garganta y tomando sus manos entre las suyas- se quien eres y no sabes cuanta alegría me da
el que estés aquí.

El joven la observó y después de salir de su desconcierto por encontrarse en esa añorada


mansión, la miró a los ojos, apretó entre sus fuertes manos las de la vampiresa y le contestó con
una sonrisa bella, plena y emocionada:-Yo también se quien eres- dijo con una voz tan igual a
otra, que hizo a Ceras estremecerse- ellos me hablaron mucho de ti, tanto que desde mi infancia
ya sentía quererte, eres…eres Ceras Victoria.

-Sí, sí lo soy- decía ella derramando lagrimas y sonriendo.

El muchacho asintió y con la voz conmovida dijo.

-Y yo soy Abraham Mircea Dracul Hellsing y…y me da mucho gusto conocerte.

Después de eso los dos se abrazaron fuertemente como si en verdad se conocieran de toda la
vida, ante la mirada conmovida de Pip, de Jacob y de la joven que había venido con él, la cual
también sentía que se le quemaban los ojos.

-Lo supe- decía Ceras entre sollozos- lo supe todo, todo. Desde tu nacimiento hace 19 años
hasta, hasta hace poco.

-Así fue Ceras, así fue- decía el muchacho.

-Pero mira que guapo eres- dijo ella dejando de abrazarlo y sin poder salir de su emoción- te
pareces tanto a él y también a ella, que parece que los veo de nuevo, ¡todo valió la pena,
Abraham, todo! Ella debió haberse sentido la mujer más feliz del mundo al tenerte.

-Sí, ella fue muy feliz…quería que lo supieras…

-Sí, sí…- dijo secándose las lágrimas con el dorso de la manga- luego me platicaras todo, pero
ahora ven, ¡quiero que conozcas tu casa!

-Espera, antes tengo que presentarles a una persona que vino conmigo- se volteo y llamó a la
joven con la mirada.

Ella se acercó hasta donde estaban, era una muchacha alta, delgada, morena, de ojos claros y
cabello negro ensortijado

-Ceras, ella es Triana Viorica, es una princesa gitana, ha sido como una hermana para mí, por
eso me acompañó. Viorica, ella es Victoria Ceras.

Ambas se saludaron amistosamente estrechando las avanzaron hacia la entrada donde esperaba
Pip.

-Hola- dijo el antiguo capitán- soy Philipp Bernadotte, fui servidor de su familia hace muchos años.

-Hola Pip, lo se, se que caíste defendiendo a Hellsing, soy Abraham….

-Un gusto Lord Hellsing- contesto Pip con su misma jovialidad y desenfado de siempre
estrechando la mano del joven. Él le sonrió de buena gana ante su informalidad.

-Escuchen - dijo Ceras dirigiéndose a la servidumbre- él es el heredero de la casa Hellsing y


desde ahora será el amo y señor de esta casa….

Los criados saludaron al heredero con una reverencia, él no terminaba de salir de la ofuscación
que le causaba estar allí y ser llamado el heredero de Hellsing, señor, amo y próximamente Sir.
Todo había pasado tan rápido esos últimos meses de su vida que no alcanzaba aún a asimilarlo.

En un instante más entraron a la mansión y cuando estuvo dentro, el joven miraba asombrado y
feliz todo; la casa de sus sueños, de la que tanto le había hablado su madre, donde ella nació y
creció, donde conoció a su padre; la mansión de las leyendas e historias sobre la Organización
Hellsing, el recinto, el santuario de su familia.

-¿Qué te parece Abraham?

-Es…hermosa, es más hermosa de lo que imaginé- dijo el muchacho que esta vez sonrió
mostrando el par de colmillos que poseía.

Ceras se puso sería y miró aquellos que delataban al jovencito como un medio vampiro, pues a
simple vista era un mortal. Ella podía verlo en sus ojos, esos ojos esplendidos de sofisticada
expresión, una mezcla entre el elegante temple de Íntegra y la sensualidad descarada y
perturbadora de Alucard, pero que para nada eran los de un demonio…. "dicen que los ojos son
el espejo del alma" pensó ella, "entonces tal vez su alma este a salvo"

El joven avanzaba por las estancias principales llevando del brazo a Triana Viorica.

- ¿Puedo?- preguntó a Ceras.

-Adelante, esta es tu casa, puedes ir a donde desees.

El muchacho avanzó lentamente hasta el recibidor principal donde arriba de la gran chimenea,
estaba colgado el retrato de Íntegra (que por ordenes de Ceras había sido completamente
terminado), se lo quedó mirando mucho rato, sobre la brillantes del óleo observó la figura esbelta
larga y elegante de ella, su juventud evidente en el bello rostro, su elegancia y sofisticación pero
sobre todo la expresión y las facciones que representaban a una niña. Y no pudo menos que
conmoverse enormemente ante esa visión extraordinaria, remota, casi fantasmal de la autora de
sus días

-¡Mi madre era la mujer más extraordinaria del mundo!- declaró con una áspera melancolía.

Continuará...

...

Como escribí en el primer capitulo de esta re-edición fan fiquera, es la segunda vez que publico
este fan fic, por qué? Bueno, primero porque ahora tengo más experiencia en las letras y estoy
corrigiendo errores ortográficos y de redacción, así como de narración.

Algunas cosas serán modificadas, otras aumentadas, otras reducidas y otras eliminadas,
buscando mejorar la lectura y el disfrute de mi fic =P, pero CONSERVANDO SIEMPRE LA
TRAMA ORIGINAL.

Además, he cambiado el nombre a muchos capítulos los he cortado (sí, seccionado capítulos
largos en otros más cortos) debido a que en la primero publicación de este fic, eran capítulos
muy, muy largos que sinceramente podían llegar a cansar al lector, de modo que corregiré eso =).

Ahora no me queda más que saludar a esta gran comunidad, a los lectores que disfrutaron de
este fic y saludar a alguno que otro nuevo que se vaya a dar una vuelta a esta historia.

Nos vemos en la re-edición del siguiente episodio, hasta pronto ;-)

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