-Ábreme ya, por favor – Estoy desesperado; no sé qué hacer con ella.
- Sí, sí… mañana, mañana…
Se le ve algo cansada, hasta arriba de trabajo, diría yo. Debería
desconectar un poco en lugar de estar siempre con el móvil ¡Parece su único pasatiempo!
-Llevas un año diciéndome eso – le digo - ¿No te gustaría saber qué
historia guardo para ti?
- No tengo tiempo –me dice.
De verdad que ya no sé cómo llamar su atención.
- ¡Deja de poner excusas! ¡No sabes lo que te estás perdiendo!- Igual he
sido demasiado grosero con ella.
-¡Leer no es lo mío! Además no me gusta.
- Eso es porque todavía no me has leído ….
Empiezo a ver un mínimo de interés; así que decido seguir atacando.
- Yo no soy como todos esos libros aburridos que llevas en tu mochila,
tampoco de esos de amor, que tanto gustan a tus amigas… Yo soy diferente… Tengo misterio, intriga, crímenes … ¿Acaso no te pica la curiosidad?
- Y si te leo… ¿Qué gano yo?- Acaba respondiéndome- Es dura de moler….
- Que … ¿Qué ganas? … ¡Querrás decir qué no ganas! Se te va a pasar el
rato volando, vas a vivir experiencias y sensaciones que nunca hubieras imaginado que un libro como yo te pudiera ofrecer… Además de entretenerte te voy ayudar a no cometer faltas de ortografía y mejorar muchísimo tu redacción. Conseguirás expresarte de forma clara y ordenada … Y todo esto sin ningún esfuerzo ¿Qué te parece?
- Que eso es lo que dicen todos.
-Si lo dicen todos por algo ser ¿no?
- Está bien…. Haré un esfuerzo.
EVA MORENO 4º A ESO
LA DIFICIL TAREA DE ENTREVISTAR A UN LIBRO
Ahí estaba yo… frente al ordenador… sin ideas. La tarea de redactar un
diálogo con un libro puede parecer sencilla, pero en ese momento mi mente estaba en blanco. Desesperada y sin saber que hacer me acerqué a la estantería de mi habitación, donde estaba guardado, rodeado de carpetas, libros de texto y apuntes, el libro que me estaba leyendo: El cuento número 13 de Diane Setterfield.
— Hola, me han propuesto un ejercicio muy difícil y tengo que
entrevistarte.— le dije al libro mientras lo sacaba de su lugar. No esperaba ninguna respuesta.
— Pregúntame lo que quieras.— respondió él para mi asombro.
No sabía qué preguntarle, tampoco esperaba que respondiera, ¿qué le
hubieras preguntado tú? Cogí una libreta y un bolígrafo; era una gran oportunidad para sacar adelante el trabajo y no la no podía desaprovechar. Así que improvisé:
— ¿Cómo te sentiste mientras te escribían? ¿ No fue muy brusco el cambio
de pasar de ser un simple folio en blanco a acabar siendo un libro que iba a contar toda una historia?
— Al principio es como si estuvieras desnudo, eres un folio de color blanco,
no cuentas nada, no tienes voz ni voto; pero, poco a poco, van llegando letras, sílabas, palabras, oraciones, párrafos, capítulos… hasta que al final contamos una historia. Sabes, cada letra es como un tatuaje sobre nuestra blanca piel, sientes cosquillas, sueltas carcajadas, lloras, te enfadas porque no te gusta como sigue la historia, porque te intriga conocer el final… — le paré antes de que pudiera terminar su discurso porque se me había ocurrido otra idea y no la iba a dejar pasar. Además no disponía de mucho más tiempo.
— Perdona la interrupción, ha sido muy conmovedor, pero hablando de tu
historia ¿de qué trata ?
— Pues es gracioso, porque relato una entrevista, como la que estamos
teniendo ahora mismo; una conversación entre una escritora y una biógrafa. Cuento la vida de una familia, los Angelfield, que habita entre mis paginas, y que presento a las personas que asoman sus cabezas para averiguar que guardo dentro de mí y que en definitiva son los que me dan la vida y la compañía que necesito.
— Pero, ¿nunca has pensado que la trama o quizá el desenlace de tu
historia , tendría que haber sido diferente? — hice esta pregunta sin pensar en las consecuencias: un posible spoiler.
— No, ni hablar, cambiar el mínimo detalle hubiera sido un gran error. No
podemos cambiar nuestra vida a nuestro antojo, las cosas son como tienen que ser. A cada uno le toca un final que debe aceptar. De todos modos creo que Diane hizo un gran trabajo redactando el final, un final que obviamente no te lo voy a desvelar, odio profundamente los spoilers.— Tras oír esas palabras me quedé más tranquila, sabiendo que no sería el libro el que me iba a descubrir nada , sino que sería yo quien lo haría más tarde.— En resumen, me gusta como soy, he tenido mucha suerte al no ser como mis hermanos de tapa blanda, los cuáles , me temo , no envejecerán como yo.
— Hablando de hermanos, ¿no te gustaría tener una secuela?
— No sé— se tomó su tiempo, para pensar antes de contestar la pregunta—
nunca lo había pensado. Hay una película que cuenta mi historia, que me encantó, pero pienso que con mis hermanos gemelos, mis ediciones, es suficiente. ¿Alguna pregunta más?
— Si , y te prometo que es la última , ¿nunca te has sentido solo en la
estantería?
— Obviamente prefiero estar en manos de un gran lector o lectora, pero,
estar en la estantería no está tan mal, siempre que te quiten el polvo. Normalmente te codeas con compañeros de profesión que te cuentan sus propias historias, cada uno a su manera, y todas diferentes , únicas, originales. Y, en el extraño caso de no tener compañeros en el estante, siempre me queda mi propia historia y mis personajes. Ellos me hacen compañía y son mucho más reales de lo que nos pueden parecer cuando leemos.
— Muchísimas gracias, me voy corriendo a escribir esto para enviárselo a
Anabel. ¡Hasta la próxima!
CLAUDIA MITTELBRUN 3º A ESO
CARTELES DE LACASA DEBERNARDA ALBA DE FEDERICO GARCÍA LORCA
Los alumnos de 4º de Secundaria están trabajando sobre una obra de
Federico García Lorca, La casa de Bernarda Alba, y entre las actividades que tienen que realizar se encuentra la de elaborar un cartel que anuncie la representación teatral de dicha obra. Mirad que bonitos están quedando.