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Instituto Tecnológico de Celaya

Ingeniería Mecánica

Tópicos de Diseño

Tarea #6 – Futuro del Automóvil

Elaborado por:

Patiño García Jaime

Celaya, Gto., a 12 de febrero de 2020


Objetivo: Analizar a través de varias fuentes las predicciones sobre cuál es el
futuro del auto y generar un juicio propio basado en nuestros conocimientos
previos y en los adquiridos para la elaboración de esta tarea.

Para comenzar, podríamos empezar por definir qué es un automóvil. De acuerdo


al sitio web, businessdictionary.com, el automóvil es “un vehículo motorizado que
consta de cuatro ruedas y es potenciado por un motor interno. Los automóviles
son utilizados para transportar gente y objetos de un lugar a otro”.

Con base en esa definición, podemos entonces volver al pasado y analizar cómo
han ido evolucionando con el paso de los años desde su idealización. Siendo el
primer producto materializado bajo la premisa de autonomía de movimiento en un
vehículo, la locomotora de vapor hizo su aparición durante el siglo XVIII.

A principios del siglo XIX ya empezaban a desarrollarse motores que utilizaban


combustibles de petróleo para impulsarse, pero no fue sino hasta los últimos 30
años de dicho siglo que empezaron a tener un verdadero auge.

Hay registros de autos impulsados por energía eléctrica a lo largo del siglo XIX,
pero dada la limitada duración de las celdas eléctricas no recargables de ese
entonces, se vio opacado por los gigantes de su época a pesar de contar con
motores más ligeros y mucho más silenciosos.

A partir del siglo XX y con el impulso de dos Guerras Mundiales a sólo 21 años
una de otra, los automóviles tuvieron una evolución exponencial a lo largo del
siglo. Sin embargo, tras esa apresurada evolución, llegaron consecuencias
irreparables, como los daños a la salud y al medio ambiente producidos por la
adición de tetraetilo de plomo al combustible, en búsqueda de hacer más eficiente
el proceso de combustión de la gasolina.

Y la industria automotriz no solamente se enfrenta al problema del “intento” de


evitar seguir dañando el medio ambiente, sino también a una problemática que se
ha intentado disfrazar o negar, pero que en los últimos años ha sido evidente: el
estancamiento en la evolución de los autos de motor de combustión interna.

Desde finales de la primera década del siglo XXI, la industria automotriz ha


entrado a un proceso de ralentización en el desarrollo de innovaciones, creando
ideas basadas en necesidades inexistentes o absurdas, en el intento de parecer
innovadores. En esa búsqueda de innovación, parece ser que se han olvidado que
una parte importante del proceso de diseño es buscar funcionalidad, pero con los
diseños de los últimos años, sólo muestran cambios en el área estética, aportando
poco a lo ya existente.

Una idea que me parece curiosa, es cómo incluso en los autos de motor eléctrico
permanecen elementos que no cumplen con ninguna funcionalidad real, pero que
se quedan para apelar a un público con miedo al cambio. Aunque es comprensible
que el cambio a nuevas ideas se haga de forma gradual para no generar un
choque de ideas muy radical, se debe entender que no podemos quedarnos en
una zona de confort sólo para apelar a una idea errónea de lo que hace a un auto,
un auto.

Ahora, es aquí donde entra la principal interrogación: Hacia dónde se dirige el


automóvil en los años por venir.

Como se sabe, las reservas de petróleo de fácil acceso a nivel mundial se están
agotando debido a su intensa explotación, por lo que nuestra dependencia de los
combustibles a base de petróleo tiene que disminuir y eventualmente cesar, tanto
por una evolución de la economía, como por el bien del medio ambiente. Por ello
debemos buscar otras alternativas a ellos.

Personalmente, creo que debemos apostar por el uso de autos eléctricos.


Empezando porque a finales del año pasado se descubrió el yacimiento de litio
más grande del mundo en México, podríamos apostar por su extracción y
aprovechamiento para la fabricación de baterías de ion-litio utilizadas en los autos
eléctricos.
Claro, si ampliamos el panorama, como país podemos no simplemente obtener
una inversión importante por parte de los fabricantes de autos eléctricos como
Tesla Motors, sino que podemos empezar a utilizar nuestros propios recursos
naturales renovables para el desarrollo positivo de toda una red energética. Ya
sea utilizando nuestros amplios desiertos para el aprovechamiento de la luz solar y
crear plantas fotoeléctricas, así como buscar invertir en energía eólica o apostar
nuevamente por la energía nucleoeléctrica, de la cual personalmente soy un firme
partidario.

Porque si nos quedamos simplemente con un cambio en el funcionamiento de los


vehículos, pero seguimos utilizando quema de carbón para generar la electricidad
necesaria para recargar los autos, entonces estaremos avanzando dos pasos y
retrocediendo uno. Debemos cambiar completamente nuestra perspectiva de
cómo manejamos las cosas.

Referencias

 http://www.businessdictionary.com/definition/automobile.html
 http://blog.nuestroclima.com/el-hombre-que-arruino-el-planeta-dos-veces/
 https://www.motorpasion.com/industria/la-debida-evolucion-proceso-de-
transformacion-del-diseno-del-automovil-del-pasado-al-coche-del-futuro
 https://www.autonews.com/article/20160112/OEM09/160119861/industry-is-
plateauing-autonation-s-jackson-warns
 https://www.autonews.com/article/20170108/RETAIL01/301089917/u-s-
sales-plateau-has-arrived-analysts-say

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