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El Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY) fue un cuerpo de la

Organización de las Naciones Unidas establecido en cumplimiento de la Resolución 827 de


su Consejo de Seguridad, el 25 de mayo de 1993.2 Fue denominado en dicha resolución
como «Tribunal internacional con la finalidad exclusiva de enjuiciar a los presuntos
responsables de graves violaciones del derecho internacional humanitario cometidas en el
territorio de la ex Yugoslavia entre el 1.º de enero de 1991 y una fecha que el Consejo de
Seguridad determinará una vez restaurada la paz».2

El Consejo de Seguridad consideró que desde 1991 se venían produciendo en territorio de


Yugoslavia graves violaciones de los derechos humanos, así como una amenaza real y seria
para la paz y seguridad de la zona balcánica en particular y europea en general.

Las funciones residuales del tribunal, incluida la supervisión de las condenas y el examen
de los procedimientos de apelación iniciados desde el 1 de julio de 2013, pasaron en 2018 a
la jurisdicción de un órgano sucesor, el Mecanismo para los Tribunales Penales
Internacionales.

Jurisdicción y tipología
Al Tribunal se le otorgó jurisdicción internacional para perseguir y procesar a las personas
naturales (no organizaciones públicas o privadas) culpables por los siguientes delitos:

1. Graves violaciones de las Convenciones de Ginebra de 1949.


2. Violaciones de las Convenciones Internacionales sobre la guerra y la costumbre
internacional acuñada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
3. Crímenes contra la humanidad
4. Genocidio.

A ellos se ha unido, siguiendo el criterio del propio Tribunal, los delitos sexuales, la tortura
como instrumento ilegal de la guerra y la no exculpación por orden superior de la comisión
de varios delitos.

Todas las funciones se realizan siguiendo el criterio del derecho internacional reconocido
por la ONU y bajo el principio de garantías procesales habituales de las legislaciones más
prestigiosas del mundo.

La pena máxima que puede imponer es la de cadena perpetua. Varios países han firmado
acuerdos con las Naciones Unidas para que se cumplan en su territorio las penas de prisión
impuestas. El último auto de acusación fue emitido el 15 de marzo de 2004. El Tribunal
tiene por objeto completar todos los juicios antes de finales de 2009 y todas las apelaciones
antes de 2010. Es un tribunal autónomo de la Corte Penal Internacional y la Corte
Internacional de Justicia, ambos situados también en La Haya, pero que tienen un estatuto
permanente y distintas jurisdicciones.
Organización del Tribunal
Fiscales

La Oficina del Fiscal (OTP) es responsable de investigar los delitos, reunir pruebas y
procesar a los acusados. Está dirigida por el fiscal Serge Brammertz3 de Bélgica. Los
fiscales anteriores fueron Ramón Escovar Salom, de Venezuela (1993-1994), Richard
Goldstone, de Sudáfrica (1994-1996), Louise Arbour, de Canadá (1996-1999) y Carla Del
Ponte, de Suiza (1999-2007).4

Jueces
El Tribunal está formado por 16 jueces nombrados por la Asamblea General de las Naciones
Unidas, que son renovados cada 4 años, pudiendo ser reelegidos. Cuenta al mismo tiempo con una
Cámara o Sala de Apelaciones, que comparte con el Tribunal Penal Internacional para Ruanda. El
19 de octubre de 2011, el juez Theodor Meron, de Estados Unidos, fue elegido como nuevo
Presidente del Tribunal por los magistrados permanentes en una sesión plenaria extraordinaria. El
magistrado Carmel A. Agius, de Malta, fue elegido nuevo Vicepresidente.5

Actuaciones
Hasta 2004, el Tribunal había recibido 3.500 testimonios y tiene procesadas a fecha de
marzo de 2005 a 124 personas, entre ellas Slobodan Milošević, expresidente de Yugoslavia,
quien fue entregado en 2001 pero falleció en las dependencias del Tribunal pendiente de
juicio el 11 de marzo de 2006.

El 8 de diciembre de 2005 el general croata Ante Gotovina fue detenido por fuerzas
policiales españolas en las Islas Canarias, cumpliendo un requerimiento de la Corte en su
contra.

Naser Orić, antiguo comandante de las fuerzas musulmanas de Srebrenica, fue condenado a
dos años de prisión por crímenes de guerra contra los serbobosnios de esa zona oriental
bosnia entre 1992 y 1993. No obstante, Oric fue puesto en libertad, ya que llevaba más de
dos años en prisión preventiva.

A diferencia de lo sucedido en los Tribunales de Núremberg y Tribunales de Tokio, este fue


un ejemplo de justicia penal instituida por la comunidad internacional actuando como un
todo, y no una imposición realizada por los vencedores en un conflicto internacional.

Uno de los últimos procesados por el tribunal fue el antiguo líder de los serbios de Bosnia,
Radovan Karadžić, prófugo desde 1995 y detenido en Belgrado el 21 de julio de 2008. Su
juicio comenzó el 26 de octubre de 2009, enfrentándose a 11 cargos que incluyen los
delitos de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra;6 Por su parte, el
general Ratko Mladić, detenido el 26 de mayo de 2011,7 y acusado de idénticos delitos,
comenzó a ser juzgado el 3 de junio de ese mismo año.

En julio de 2011 fue detenido el último prófugo del tribunal: Goran Hadžić, acusado de
algunos de los cargos más graves tipificados por el TPIY.

El último veredicto del tribunal sería la sentencia contra Ratko Mladić, el 22 de noviembre
de 2017, tras lo cual se ocupó de los casos pendientes el Mecanismo para los Tribunales
Penales Internacionales (MTPI).8

Datos
En la sede del TPIY estuvieron empleadas unas 1.300 personas originarias de 83 países, y su
presupuesto fue creciendo de los 276.000 dólares en 1993 a los 223,2 millones de dólares en
2003.9 Estaba situado en un edificio en el centro de la ciudad de La Haya (Países Bajos).
El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) fue creado por el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas, el 8 de noviembre de 1994, con el fin de perseguir, arrestar, juzgar, condenar y
ejecutar a los autores o promotores del genocidio ruandés. La pena de muerte esta vetada en
dicho órgano jurídico.

Antecedentes
El 6 de abril de 1994, los presidentes de Ruanda y Burundi, Juvénal Habyarimana y
Cyprien Ntaryamira respectivamente, murieron al precipitarse a tierra el avión en que
viajaban, producto de un atentado terrorista, cuando este se encaminaba a aterrizar en la
capital Kigali.

Este hecho provocó el inicio de una masacre inconmensurable que afectó a las
comunidades hutu y tutsi que habitaban desde tiempos inmemoriales en la zona de los
Grandes Lagos africanos. Durante cerca del período de un mes, facciones de hutus atacaron
a tutsis y hutus moderados. Ante estos graves hechos, las Naciones Unidas, fuertemente
criticadas, al igual que Estados Unidos, Francia y Bélgica por su inacción en los peores
momentos de la masacre, tomó la iniciativa de intervenir a gran escala en la zona con el fin
de detener la masacre.

Los antecedentes revelados por la prensa de la época conmovieron e impactaron a la


opinión pública del mundo, ante el hecho de producirse un genocidio después de 50 años de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Con estos antecedentes, y por la
solicitud expresa de Ruanda -que ocupaba un puesto no permanente del Consejo de
Seguridad en esa época-, se decidió que en virtud de los dispuesto en el Capítulo VII de la
Carta de las Naciones Unidas que ordena al Consejo tomar las medidas necesarias para
restablecer la paz y la seguridad del mundo, se decidió establecer un Tribunal Penal
Internacional para Ruanda.

Estructura
El Tribunal creado por la resolución 955 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
el 8 de noviembre de 1994 , tiene como base una estructura similar al del Tribunal Penal
Internacional para la ex Yugoslavia. Tiene su sede en la ciudad de Arusha, en Tanzania, y
su presidente es Erik Møse, de Noruega.

Se compone por tres salas o cámaras de primera instancia, conformadas por 3 jueces. El 14
de agosto de 2002, el Consejo de Seguridad por resolución, agregó a la lista permanente de
16 jueces, una de 8 jueces ad Litem para completar e integrar las salas del Tribunal. Fuera
de estas tres salas de primera instancia, el TPIR comparte una cámara o sala de apelaciones
con el TPI para la ex Yugoslavia.

Además el Tribunal cuenta con una Fiscalía, dirigida por Hassan Bubacar Jallow de
Gambia. Esta se encarga de buscar evidencias de las autorías individuales de los crímenes
investigados por la Corte, en conjunto con una Unidad de Evidencia, y al mismo tiempo de
acusar ante el Tribunal a las personas investigadas.

Funcionamiento
El funcionamiento de la Corte se rige por los siguientes principios en cuanto a la materia:

 genocidio;
 crímenes contra la humanidad; y
 violaciones al artículo 3 común de los Convenios de Ginebra.

En cuanto al tiempo, son los delitos cometidos entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de


1994. Y en cuanto a los intervinientes, pueden ser tanto ruandeses como extranjeros que se
encontraban en Ruanda al momento de cometerse los crímenes.

A fines de octubre de 2005, el Tribunal había ordenado la detención de más de 500


personas, de las cuales 71 habían sido puestas a su disposición. De todas ellas 6 estaban
cumpliendo sentencia firme en Malí, mientras que el resto (salvo 6 que fueron liberados) se
encontraba pendiente de juicio o sentencia.

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