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Algunas de las diferencias entre la conquista Española y la Portuguesa, fue que Los

portugueses llegaron a America después de los españoles, en el año 1534. El rey de Portugal,
intentó mediante el reparto de tierras, comenzar la colonización en Brasil, donde se explotó la
producción de azúcar, cacao y tabaco estos productos fueron exclusivos de los climas
tropicales es decir que en Europa no podían cultivarse, por lo cual no tenía competencia en el
mercado. Para eso los portugueses utilizaban el sistema de plantaciones,todo lo que se
cultivaba en ellas era exportado a Europa generando así una economía más globalizada que la
española y mucho más avanzada. Por otra parte los españoles se dedicaron especialmente a la
minería trayendo oro y Plata de las minas que se encontraban en Los Andes sobre todo en la
mina del Potosí, Zacatecas Pachuca, guanajuato.
Cuando los portugueses llegaron a America principalmente a las zonas tropicales de Brasil se
encontraron con el problema de la falta de mano de obra, había pequeñas aldeas y grupos de
aborígenes nomades entre la baja cantidad de aborígenes, las enfermedades que traían de
Europa, las guerras producidas, hicieron que no tengan mano de obra, para lo que buscaron
mano de obra de origen africano, los esclavos eran traídos en masa y sometidos a el duro
trabajo en las plantaciones, no tenían derechos.
A diferencia de los portugueses los españoles impusieron el sistema de la mita y usaron a los
indígenas como mano de obra para la extracción de Oro y Plata de las minas.
En relación a la agricultura A diferencia d ellas colonias portuguesas todo iba al mercado
interno, el tributo indígena era su mayor fuente de ingreso, mientras que para los portugueses
era la caña de azúcar.
Mientras que las sociedades coloniales que formaron fueron por una lado, la sociedad
portuguesa, jerarquizada, polarizada en la que convivían los esclavos por un lado y elite por
otro, no se relacionaban entre sí.
La sociedad Española se Inter relacionaron con los aborígenes

2)
Consejo de Indias

Por real cédula del 14 de septiembre de 1519 se creó dentro del Consejo de Castilla una
sección especial con el nombre de Consejo de Indias. El 1° de agosto de 1524 éste se organizó
con carácter independiente y bajo la presidencia del cardenal Loaysa.

El Consejo no tuvo en sus primeros tiempos una residencia fija y generalmente seguía a la
corte en sus desplazamientos. Cuando en 1561 el rey se radicó definitivamente en Madrid y se
instaló en El Escorial, el Consejo lo hizo en el Alcázar Viejo y, más tarde, cuando se construyó el
Palacio Real, éste pasó a residir en el Palacio de los Consejos.

El recién fundado organismo era la más alta autoridad legislativa y administrativa del imperio
americano después del rey. Estaba dividido en tres departamentos; dos dedicados a materias
de gobierno y uno de justicia. Los consejeros eran togados o bien de capa y espada, pero todos
hombres distinguidos en el servicio de ultramar. El número de estos consejeros fue de cinco,
con dos secretarios, un promotor fiscal, un relator, un oficial de cuentas y un portero.

El Consejo tenía funciones meramente consultivas. Los acuerdos adoptados sobre cualquier
asunto, tras las respectivas deliberaciones, eran elevados al rey en un documento denominado
consulta, en el margen del cual el soberano escribía su decisión final. Una vez conocida la
voluntad real, se redactaba la disposición definitiva para su promulgación y ejecución.

El 25 de agosto de 1600, se estableció la Junta de Guerra de Indias, uno de los organismos más
influyentes dentro del Consejo. La creación de ésta obedeció a la preocupación especial que
requerían los negocios y materias de guerra. También, a semejanza del Consejo de Castilla, el
de Indias tenía una Cámara, llamada de Indias, encargada de la distribución de mercedes y de
proponer al rey los nombramientos en los oficios seculares y eclesiásticos (Real Patronato).

A comienzos del siglo XVII se conformaron, dentro del Consejo, cuatro secretarías, siendo las
más importantes y duraderas las encargadas de los virreinatos de Nueva España y Perú.

La administración del Consejo de Indias progresivamente se fue tornando más lenta y


burocrática. Además, durante el siglo XVII, la debilidad de los monarcas que entregaron el
gobierno a funcionarios allegados a la corte (llamados Validos), influyó negativamente en la
eficiencia del Consejo.

Casa de contratación

La Casa de Contratación tuvo atribuciones políticas especialmente en el orden fiscal, jugó un


papel importante en el ramo de la administración comercial y judicial y, además, se constituyó
en un impulsor poderoso para el estudio de la geografía americana y de la ciencia náutica de la
época. Para el cumplimiento de las citadas atribuciones se fueron agregando, a lo largo del
siglo XVI, una serie de nuevas normas a las ya establecidas en 1503.

Entre 1510 y 1511 las funciones de este organismo adquirieron una mayor especificidad en
cuanto a la organización de expediciones colonizadoras, revisión de las naves, vigilancia sobre
las mercancías y supervisión de los bienes de personas fallecidas en América.

También se encargó a la Casa la inspección y orientación de los emigrantes al Nuevo Mundo,


de modo que no pasasen a Indias "individuos indeseables" (judíos y moros, entre otros).

El cometido más conflictivo de la Casa de Contratación, en cuanto a sus competencias, fue la


intervención en los temas judiciales, pues se confundía con las jurisdicciones otorgadas a las
Audiencias americanas y al Consejo de Indias, creado en España en 1524. En 1539 se dictaron
las ordenanzas que fijaron la injerencia de la Casa en materia judicial reservándole las causas
civiles y las derivadas del tráfico comercial con las colonias.

Esta institución mantuvo también atribuciones hacendísticas a través de la cobranza y


administración de determinados gravámenes sobre el tráfico marítimo. Por ejemplo, la avería
fue un impuesto, vigente desde 1518, destinado a sufragar los gastos originados por el
mantenimiento de buques de guerra en la ruta de Indias, para de esa manera proteger a los
navíos mercantes que trasladaban las riquezas de América hacia la península.

Los aspectos científicos y náuticos de la navegación al Nuevo Mundo fueron una preocupación
más de este organismo, interesado en conocer todos los detalles de los viajes y
descubrimientos de ultramar. En 1508 se creó el cargo de piloto mayor, cuya misión consistía
en preparar a los tripulantes para la dirección de navegaciones a Indias y examinar a todos
aquellos que pretendiesen pilotar una nave rumbo a América. Especial interés tuvo la
confección de cartas de marear con los nuevos territorios y rutas descubiertas; al igual que la
fabricación y reparación de instrumentos náuticos. Como un paso más de esta labor capital, en
1552 se implementó la Cátedra de Cosmografía y Náutica que convirtió a la Casa en la primera
y más importante escuela de navegación de la Europa moderna, resaltando el carácter
científico de la misma.

.Virreinato

El virreinato constituyó la máxima expresión territorial y político-administrativa que existió en


la América española y estuvo destinado a garantizar el dominio y la autoridad de la monarquía
peninsular sobre las tierras recientemente descubiertas.

El primer virreinato otorgado en América recayó en don Cristóbal Colón como parte de las
concesiones que la Corona le hizo en las Capitulaciones de Santa Fe, antes de iniciar su primer
viaje rumbo a las Indias. Sin embargo, el virreinato colombino fue de corta duración,
extinguiéndose definitivamente en 1536. En cambio, se establecieron en 1535 y 1543, los dos
grandes virreinatos de Nueva España y del Perú, unidades que subsistieron durante todo el
período colonial.

El virreinato estuvo encabezado por la figura del virrey, representante personal y especie de
alter ego ("el otro yo") del monarca en las Indias. En los primeros tiempos el nombramiento de
virrey se hacía de por vida, luego dicho mandato se limitó a tres años y más tarde se extendió
gradualmente hasta los cinco años.

El virrey, además, pertenecía a la nobleza española cercana al monarca y ejerció la autoridad


suprema dentro de su jurisdicción indiana. Fue el jefe civil y militar dentro de su unidad
administrativa, dependiendo de él también la justicia, el tesoro y los aspectos seculares del
gobierno eclesiástico.

Así, el oficio de virrey incorporó a un nivel superior todas las funciones de los gobernadores:
atribuciones de gobierno (siempre se le designó virrey e gobernador), militares (fueron
invariablemente capitanes generales), hacendísticas (ordenadores del pago del erario, más
tarde titulados superintendentes de la real hacienda) y judiciales (fueron presidentes de la
Audiencia en la ciudad en que residían, con jurisdicción disciplinaria sobre los oidores, pero sin
intervenir en pleitos y sentencias, por no ser siempre letrados).

Real Audiencia
La Real Audiencia fue el más alto tribunal judicial de apelación en las Indias, pues contó con
jurisdicción civil y criminal y una amplia competencia extendida incluso al ámbito eclesiástico.
Esto último debido a una de las facultades que el Real Patronato otorgó a la corona.

La creación de las Audiencias indianas, tuvo como principal objetivo reafirmar la supremacía
de la justicia del rey por sobre la de los gobernadores.

Sobre la Audiencia sólo estaba el Consejo de Indias, al que únicamente se podía recurrir en los
casos de mayor categoría. Al mismo tiempo, este tribunal real asesoró a la autoridad política
del territorio asignado a su jurisdicción y se constituyó en un organismo consultivo de vital
importancia para los virreyes y gobernadores.

Las Audiencias americanas estaban organizadas, al modo del Consejo de Indias, como
autoridades colegiadas. Se componían de letrados profesionales que, en principio, fueron
cuatro oidores y un fiscal presididos por el virrey o gobernador de la zona. Con el transcurso
del tiempo el número de estos funcionarios aumentó en los territorios más extensos. Cada
año, rotativamente, un oidor debía realizar viajes de inspección y judiciales por las provincias
que formaban parte de la jurisdicción de la Audiencia.

La primera Audiencia indiana fue establecida en Santo Domingo en 1511. A partir de 1527 y
hasta 1563, la fundación de nuevas Audiencias en México, Panamá, Guatemala, Lima,
Guadalajara, Santa Fe, Charcas, Quito, marcó el proceso de la colonización y del poder
monárquico en América. Su rango aumentó al hacérselas depositarias del sello real, tal como
acontecía en las cancillerías peninsulares.

Cabildo

El Cabildo fue un organismo representativo de la comunidad, que velaba por el buen


funcionamiento de una ciudad y tenía jurisdicción sobre el territorio de la misma. El concejo o
cabildo estaba compuesto por los alcaldes o jueces municipales y por los concejales o
regidores. El número de los primeros oscilaba de uno, en las pequeñas poblaciones, a dos en
las demás; el número de los segundos variaba según la importancia de las ciudades: en villas y
pueblos solía haber de cuatro a seis; en las urbes destacadas ocho; en las capitales virreinales,
doce o más

Las funciones del Cabildo iban desde el buen gobierno de la ciudad, el control del presupuesto
y de las rentas del municipio y el correcto abastecimiento de víveres, hasta la persecución de la
delincuencia y la administración de la justicia local.

El Cabildo trabajaba a través de sesiones, algunas de las cuales eran públicas y otras privadas.
En circunstancias especiales se efectuaban cabildos abiertos, donde participaban los vecinos
más connotados de la ciudad. Sin embargo, la norma general fueron las sesiones privadas.

Curacas

El curaca era el jefe político y administrativo del ayllu. Después de la invasión del Perú por
parte de Francisco Pizarro y sus compañeros,[1] los hispanohablantes le empezaron a
conocerle con la voz taína de cacique, que denota autoridad.[2] «Curaca» deriva de la voz
quechua kuraq (el de mayor edad/ hijo primogénito)[3] que significa el primero o el mayor
entre todos los de su colectividad natalicia.
Originariamente debió ser el más anciano, sabio y gobernaba de manera paternalista; pero
como su autoridad la podía heredar a un hijo que denotaba especial capacidad, es obvio que el
criterio de la edad no fue siempre seguido. Los incas, a su vez, nombraron curacas para
reemplazar a los que hubiesen demostrado resistencia tenaz contra su dominación. Entre sus
funciones se hallaban:

Reparto de topos o lotes de tierras agrícolas.


Protección de los pobres o huacchas.
Labores de mantenimiento de la red hidráulica (limpieza y reparación de canales de riego).
Resguardo de los linderos de la comunidad.
Organización de la minka o trabajo comunal.
Debido a su autoridad, tenían derecho a poseer tierras y ganado de carácter privado, y acceso
a pastos de la comunidad. Disponía del trabajo de mitayos, cuyo servicio lo canalizaba en su
propio beneficio. El curaca, por lo tanto, podía exigir prestaciones personales, pero no se
apropiaba de bienes en especie, salvo de los mercaderes. Asimismo, vivía en una casa amplia
con servidumbre de ambos sexos. Tenía varias esposas, provenientes de su mismo ayllu o de
pueblos vecinos, y a veces incluso, cedidas como favor especial, por el propio Sapa Inca.

Mita

. La mita incaica fue rescatada por el Virrey Toledo, transformándola en una especie de tributo
al trabajo, en el cuál los adultos varones casados, cuya edad oscilaba entre los 16 y 50 años,
estaban obligados a cumplir con esta labor; los trabajadores eran principalmente destinados a
las minas de Potosí. Para facilitar la implementación de la mita, Toledo dispuso la creación de
reducciones o pueblos de indios a cargo de un corregidor que se encargaba de designar a las
personas que cumplirían con esta obligación.

La mita fue implementada para reducir los costos laborales de la minería de la plata en Potosí.
Era un sistema de trabajo obligatorio (sirviente) y continuó, ya dentro del período bajo
soberanía española, ayudando a desarrollar internamente una economía de mercado con
productos y servicios para España. Cada grupo de indígenas aportaba a la corona un número
determinado de trabajadores durante varios meses del año. Estos trabajadores eran
movilizados de sus lugares de origen hacia las zonas en las que se les requería para diversas
actividades.

Encomienda

La encomienda fue una institución socioeconómica mediante la cual un grupo de individuos


eran obligados a retribuir a otro en trabajo, especie o por otro medio, para supuestamente
disfrutar de un bien o una prestación que hubiesen recibido. La institución de la clientela
estaba establecida en la Europa romana desde el bajo Imperio hasta principios de la Edad
Moderna. Así, existía una relación de dependencia por la que el más fuerte daba protección al
más débil a cambio de comprometerse a guardar fidelidad y entregarle determinados
servicios.

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