Está en la página 1de 5

T rabalenguas

Me han dicho
que has dicho un dicho,
un dicho que he dicho yo,
ese dicho que te han dicho
que yo he dicho, no lo he dicho;
y si yo lo hubiera dicho,
estaría muy bien dicho
por haberlo dicho yo.

Pepe Peña Había un perro


pela papa, debajo de un carro,
pica piña, vino otro perro
pita un pito, y le mordió el rabo.
pica piña,
pela papa,
Pepe Peña.
¡Qué ingenuo es Eugenio!
¡Y qué genio tiene el ingenuo
Eugenio!

Pablito clavó un clavito.


Un clavito clavó Pablito.

Tres tristes tigres triscan trigo en un trigal.

Mariana Magaña
desenmarañará mañana
la maraña que enmarañara
Mariana Magaña.

Buscaba el bosque Francisco,


un vasco bizco, muy brusco,
y al verlo le dijo un chusco,
¿Busca el bosque, vasco bizco?
Yo compré pocas copas,
pocas copas yo compré,
como yo compré pocas copas,
pocas copas yo pagué.

Cuando cuentes cuentos,


cuenta cuantos cuentos cuentas,
porque si no cuentas cuantos cuentos cuentas,
nunca sabrás cuantos cuentos cuentas tú.

Quiero y no quiero querer


a quien no queriendo quiero.
He querido sin querer
y estoy sin querer queriendo.
Si por mucho que te quiero,
quieres que te quiera más,
te quiero más que me quieres
¿que más quieres? ¿quieres más?
Paco Peco, chico rico,
le gritaba como loco
a su tío Federico.
Y éste dijo: Poco a poco,
Paco Peco, ¡poco pico!

Parra tenía una perra. Guerra tenía una parra.


La perra de Parra subió a la parra de Guerra.
Guerra pegó con la porra a la perra de Parra.
Y Parra de dijo a Guerra:
¿Por qué ha pegado Guerra con la porra a la perra de Parra?
Y Guerra le contestó: Si la perra de Parra
no hubiera subido a la parra de Guerra, Guerra no habría
pegado con la porra a la perra de Parra.

El que poco coco come,


poco coco compra;
el que poca capa se tapa,
poca capa se compra.
Como yo, poco coco como,
poco coco compro,
y como poca capa me tapo,
poca capa me compro.
Una caracachicama con cinco caracachicamitos
Le dicen los caracachicamitos a la caracachicama:
Caracachicama, ¿cuándo nos desencaracachicaremos?

El perro cachorro de Enrique Becerra


Se enrosca en la ropa,
la enrolla y la enreda

Juana Chucema su choza techaba


Y un techador que por allí pasaba le dice:
Juana Chucema, ¿techas tu choca o techas la ajena?
Ni techo mi choza ni techo la ajena
Yo techo la choza de María Chucema

También podría gustarte