Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
En este capítulo nos proponemos explicar algunos aspectos de la Historia
Colonial de la ciudad de Córdoba y su jurisdicción, que formaba parte
del espacio regional de la Gobernación de Tucumán, integrada al espacio
económico y administrativo del Virreinato del Perú y a partir de la segunda
mitad del siglo XVIII, al Virreinato del Río de la Plata. Las preguntas gene-
rales que responderemos a lo largo de este capítulo son: ¿Cuáles fueron las
principales características y transformaciones del sistema de dominación
colonial en Córdoba (como parte de la Gobernación del Tucumán y del
espacio económico peruano) durante los siglos XVI, XVII y XVIII? ¿Cuá-
les fueron las acciones de adaptación y de resistencia de los indígenas bajo
el sistema colonial?
Ubicaremos la fundación de la ciudad en 1573 dentro del largo pro-
ceso de invasión y colonización del espacio americano, concluyendo con
la revisión de las consecuencias que tuvieron las Reformas Borbónicas, ins-
tauradas hacia fines del siglo XVIII en el espacio analizado.
Estudiar este periodo implica un desafío en la forma de pensar el
territorio ya que al no existir todavía los estados nacionales que hoy cono-
cemos, debemos pensar en regiones más amplias (Gobernación del Tucu-
mán, el Virreinato del Perú, etc.), que a su vez se fueron transformando
al ritmo de los cambios políticos, económicos y sociales. Los mapas y el
glosario disponible nos servirán para ir comprendiendo este proceso.
107
Invasión y colonización española en América
108
4
109
Fuente: elaboración de Leticia Carmignani
Motivaciones de la conquista
Los españoles no tuvieron una única motivación para la conquista de este
territorio, si no que fueron varios los intereses que los movilizaron. Uno
de estos fue la evangelización de los indígenas, ya que la Iglesia legitimó y
justificó los procesos de conquista y colonización de las monarquías por-
tuguesa y española en América, a cambio de que se lograra la conversión
de los indígenas a la fe católica. En esta relación de mutua conveniencia
no faltaron conflictos. Así, mientras desde la iglesia se predicaba la lealtad
a la Corona y se trabajaba en la evangelización de los indígenas, la Corona
implementa un régimen de explotación cuyos fines eran principalmente
económicos. Esta contradicción se evidenció en Las Antillas, donde la so-
breexplotación y crueldades de los españoles devastaron la población in-
dígena en pocos años. A esta situación, se contrapuso una serie de fuertes
denuncias públicas encabezadas por algunos religiosos, como fray Barto-
lomé de Las Casas.
110
4
111
fundadas y, además, el otorgamiento de las encomiendas indígenas, que
explicaremos más adelante. Luego de que varias ciudades españolas fueran
destruidas por los indígenas, se logró fundar (1553) y sostener la ciudad
Santiago de Estero, que se convertiría en la cabecera de la Gobernación del
Tucumán. Desde esta ciudad, los conquistadores fueron fundando otras
ciudades, entre ellas San Miguel del Tucumán (1565, trasladada a su actual
ubicación en 1685), Esteco (1567, que duraría poco tiempo), Córdoba
(1573), Salta (1582), La Rioja (1591) y Jujuy (1593). Con estas fundacio-
nes se logró consolidar una “cadena” de ciudades que conectaba la Gober-
nación del Tucumán con Charcas (provincia donde se ubicaba el centro
minero del Potosí). Sin embargo, en los valles Calchaquíes las sociedades
indígenas se mantuvieron autónomas y resistentes por más de un siglo.
112
4
se hallaron haber casi treinta mil indios, gente toda, la más, vestida
de ellos con lana y de ellos con cueros labrados […] Las poblaciones
tienen muy cercanas unas de otras [...] Son grandes labradores […] por
gozar de las sementeras de todos tiempos [...] Es tierra que se hallaron
en ella siete ríos caudales y más de setenta arroyos e manantiales, todos
de muy lindas aguas. Hay grandes pastos y muy buenos asientos para
poderse criar ganados en gran número de todos los que en España
se crian, y hacer molinos y otras haciendas con que puedan vivir
prósperos los que allí vivieren […] los temples son muy buenos, y
sus tiempos de invierno y verano como en España, y especial donde
pareció tendrá buen asiento la ciudad que se poblare que al pie de una
cordillera (que) está entre dos ríos caudales que de ella nacen.
113
asignados a las principales instituciones españolas y a los más destacados
conquistadores, que de esta manera se transforman vecinos. Ser vecinos
en esta época implicaba principalmente ser propietarios de tierras, tener
una encomienda, una casa poblada en la ciudad y defender militarmente
el territorio. Los vecinos conformaban el cabildo, que era el órgano de
gobierno y justicia de la ciudad.
114