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AHORA NOS TOCA A NOSOTROS

Génesis 26:4 Y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y
en tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra,

Génesis 12:2 Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.

Alguien ha orado por nosotros y nos ha traído el mensaje de salvación, ahora nos toca a nosotros hacer lo mismo y no
esconder el tesoro de la verdad que Dios nos ha dado. Dios ama al DADOR ALEGRE sobre todo al que da su vida por
rescatar a otros de la muerte eterna. No hay amor mayor que el que da su vida por otros. El que quiere salvar su vida la
perderá, pero el que la pierde por la causa de Cristo y su gloria, la guardará para vida eterna.

Cada día estamos sembrando algo: tiempo, palabras, esfuerzo, dinero, etc. Pregunto: ¿Dónde lo estás sembrando? Dios
ha prometido suplir todas nuestras necesidades según sus riquezas en gloria por Cristo Jesús, pero antes debemos
invertir y depositar el tesoro en el cielo. Si tu tesoro está en las cosas terrenales, allí estará tu corazón y no puedes
esperar que Dios te supla tus necesidades según sus riquezas en gloria, pues no has depositado nada en el banco
celestial. El que siembra para la carne, en lo natural, de la carne cosechará corrupción. La ley de la siembra es inmutable
y lo que sembramos, vamos a cosechar.

Si fuésemos conscientes de que debemos multiplicar la inversión que Dios ha puesto en nosotros o pagar las
consecuencias de un siervo negligente, entonces tomaríamos en serio nuestras obligaciones, “id” significa no te quedas
parado. “Predica” significa no te quedas callado. “Dad” significa que siembras la semilla que Dios te ha dado para que
haya una cosecha. Si Pablo dijo: “Ay de mí si no predico el evangelio”, creo que, si pensáramos así, el mundo cambiaría y
la Iglesia se multiplicaría.

No nos cansemos de hacer el bien y de sembrar, pues en el tiempo de Dios segaremos si no desmayamos.

“Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.”
(Proverbios 11:24)

Sin una meta común, no tendremos un destino común y no podremos correr la carrera y llegar a la meta. Así que ve por
todo el mundo y predica el evangelio, muestra el amor de Dios como buen representante de tu Maestro y un día oirás su
voz diciendo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. (Mateo 25:21)

Aprovecha cada oportunidad que Dios te da para ganar almas. Muchos se mueren sin oír el evangelio. Si tú tienes esa
riqueza, compártela con otros. Dios está muy pendiente de esta labor; es la más importante vocación del mundo con
recompensa eterna.

Los 4 métodos matemáticos:


Personas que suman y multiplican o personas que restan y dividen.
Hablar de los frutos del Espíritu Santo
Conviértete en un gigante y no dejes que el enano de tus emociones domine tu vida.
Debemos tener transformación y creer en Dios todo poderoso.

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