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Módulo 1
Introducción al Marco Regulatorio de las Indicaciones Geográficas
Contenidos
Marca IG
2
Indican empresa productora, pueden DEBEN certificar su origen geográfico.
indicar origen geográfico.
Los bienes amparados por la marca La producción está ligada a una región.
pueden producirse en cualquier lugar del
mundo.
3
medios para proteger, tanto a sus consumidores como a los pequeños
productores, contra el fraude y la imitación.1
Las IG nacieron con la costumbre de designar a los productos con el
nombre del lugar de su fabricación o cosecha: la estabilidad de las personas y
el aprovisionamiento de materias primas en los lugares mismos de fabricación
condujeron a los artesanos a componer sus marcas con los nombres
geográficos del lugar, siendo éstas con frecuencia propiedad del conjunto de
fabricantes de un producto determinado de la misma ciudad o región. Ello,
sumado a la dificultad de transportar productos perecederos, hizo que las
primeras normas, refirieran a productos que podían viajar grandes distancias:
la Dinanderie, por el nombre de Dinant (Bélgica), que dio sus cartas de
nobleza al trabajo del latón en el siglo XII; el Roquefort adquirió notoriedad
bajo su nombre de origen desde el siglo XIV y fue objeto de una Cédula Real
por Carlos V, el Sabio, acordada a los habitantes de Roquefort; la cerveza
alemana, que ya en el medioevo contaba con normas que protegían su
pureza.
Sin embargo, los primeros intentos serios de protección debieron esperar
hasta el siglo XIX ya que la Revolución Industrial, el desarrollo cada vez más
intenso del comercio, la demanda de productos reputados y nuevas
facilidades para la preservación definieron las primeras leyes destinadas a
prevenir el fraude. Un gran salto se produce con posterioridad a la destrucción
de la mayoría de los viñedos franceses por una plaga (filoxera) en 1870 y el
desabastecimiento que la siguió: se fabricaban vinos a gran escala con
prácticas fraudulentas y por otra parte, como los viñedos del sur se
reconstituyeron más rápido, muchos vinos se ornaron y abusaron de nombres
célebres como Burdeos, Borgoña, siendo en realidad procedentes de otras
regiones. Por otra parte, comenzaron a comercializarse vinos de regiones
ignotas como California y Argelia.
En 1905 Francia emite la primera ley sobre la represión de fraudes de
mercancías y productos alimenticios2, y se fijaron las primeras delimitaciones
de las DO: fronteras dentro de las cuales un vino o aguardiente tiene derecho
a llevar su nombre: Champaña en 1908; Cognac en1909 y Burdeos en 1910.
1
MELKONIAN, Raffi: The history and future of Geographical Indications in Europe and the United States. Disponible en
www.leda.harvard.edu.
2
KUCK, Pablo A.: “Denominación de Origen, Panorama en la Argentina, Francia y la Unión Europea”, en Cuadernos de Propiedad
Intelectual Nº 1, 1º ED. Buenos Aires, Ad-Hoc, 2004.
4
Después de la Primer Guerra Mundial, Europa afrontó el desafío de
recuperar su desvastada economía. En 1919 Francia emite su primer estatuto,
que comprendía a todos los productos e impactó en la industria del vino y en
las IG, pero sólo preveía acciones judiciales. Recién en 1935, una nueva ley
crea la AOC (Apellations d’origine controlées) y la institución encargada de su
reglamentación y control: Comité Nacional de Vinos y Aguardientes, que en
1974 se convirtió en el Instituto Nacional de Apelación de Origen (INAO).
Un derrotero similar se dará en España3, donde con el transcurso de los
siglos, aparecieron normas locales referidas básicamente a vinos y aceites de
oliva: Sherry, Rioja, Málaga, Ribeiro, Priorato y otras regiones vitícolas, las cuales
planteaban restricciones a la producción y al comercio. La primera
reglamentación a nivel nacional es el Estatuto del Vino, de 1932, que expone
la primera definición española señalando que el nombre debía ser conocido
en el mercado nacional o extranjero y utilizado para la designación del vino.
También exigía un vínculo entre las características del producto y los factores
naturales de la zona geográfica y refería a los factores humanos, al decir que
los vinos típicos debían responder a las características especiales de
producción y a los procedimientos de elaboración y crianza.
En 1992 la Unión Europea emite su Reglamento 2081/1992 por medio del
cual crea el sistema de Denominación de Origen Protegida (DOP) e Indicación
Geográfica Protegida (IGP). El 20 de marzo de 2006 dicta el Reglamento
510/2006 que establece las normas relativas a la protección de las
denominaciones de origen y las indicaciones geográficas de los productos
agrícolas destinados al consumo humano y de los productos alimenticios.
El 21 de noviembre de 2012 la Unión Europea sanciona el Reglamento
1151/2012 aclarando y simplificando las normas para racionalizar los
procedimientos de este régimen.
Actualmente, las indicaciones geográficas desempeñan un papel
importante en la economía de la UE y constituyen el principal pilar de su
política de calidad en el sector de los productos agrícolas. 4
3
Ver, sobre el particular: MAROÑO GARGALLO, María del Mar (Autor principal): La protección jurídica de las denominaciones de
origen en los derechos español y comunitario, Editorial Marcial Pons.
4
www.europa.eu.int/comm/agricultura/foodqual/quali1_es.htm. Además se señalan datos tales como que de los 5,4 milliardos
de euros de exportaciones europeas de bebidas alcohólicas, 3,5 milliardos corresponden a etiquetas que llevan IG.
5
1.2 Tratados Internacionales hipervincular propiedad intelectual Módulo 2
pag. 6
5
Solo ha sido ratificado por 20 países.
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protegidas en sus propios territorios, y registradas en la OMPI6. Requieren de un
acto administrativo o judicial expreso de reconocimiento. La protección
conferida es ilimitada en el tiempo y se extiende a que la designación no
pueda convertirse en genérica.
De todos estos tratados Argentina sólo es miembro del Convenio de París,
que ratificó mediante Ley 17011 (10/11/1966), en la versión del Acta de Lisboa
de 1958; y mediante Ley 22195 (17/3/1980), en la versión del Acta de
Estocolmo, de 1967.
7
(i) Definición de las indicaciones geográficas, “indicaciones que
identifiquen un producto como originario del territorio, de un miembro o de
una región o localidad de ese territorio, cuando determinada calidad,
reputación u otra característica del producto sea imputable
fundamentalmente a su origen geográfico". Es decir que la protección se limita
a las indicaciones calificadas (Art. 22).
(ii) Régimen general de protección, que podrá invocarse respecto de
todas las indicaciones geográficas, referidas no sólo a los productos agrícolas y
alimentarios, sino también a los productos elaborados (relojes, textiles,
perfumes) en los que la calidad o ciertas características se puedan atribuir al
origen geográfico. No obliga a los Miembros a reconocer un “derecho
exclusivo”, sino a establecer los “medios legales” para prevenir ciertas
conductas, tales como:
a) la utilización de cualquier medio que en la designación o
presentación del producto, “indique o sugiera un cierto origen geográfico
distinto del verdadero”, de modo que induzca al público a error en cuanto al
origen geográfico del producto (Art. 22.2.a)
b) cualquier otra utilización que constituya un acto de “competencia
desleal” según lo estipulado en el Convenio de París (Art. 22.2.b);
c) la obtención o subsistencia del registro de “una marca de fábrica o
de comercio que contenga o consista en una indicación geográfica respecto
de productos no originarios del territorio indicado, si su uso en ese Miembro es
de naturaleza tal que induzca al público a error en cuanto al verdadero lugar
de origen” (art.22.3).
(iii) Régimen especial aplicable a vinos y bebidas espirituosas, en el que la
protección deviene más fuerte, ya que no está condicionada a una inducción
de error en el público; es decir, como derecho específico de propiedad
intelectual y bajo la disciplina general de la competencia desleal. Según éste,
los Miembros deberán establecer medios legales para que las partes
interesadas puedan:
a) Impedir la utilización de una indicación geográfica que identifique
vinos o bebidas espirituosas para esos productos de ese género que no sean
originarios del lugar designado. Esta limitación se aplica incluso cuando no
exista posibilidad de inducción a engaño al público, no exista competencia
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desleal o la indicación geográfica vaya acompañada de expresiones tales
como “clase”, “tipo”, “imitación” y otros similares (Art. 23.1).
b) Rechazar o invalidar la solicitud de registro de una marca, sea de
oficio o a petición de parte, aplicándose en forma directa, cuando la marca
“contenga o consista en una indicación geográfica” que identifique vinos o
bebidas espirituosas (Art. 23.2).
c) En los casos de homonimias, que existan mecanismos que
diferencien en la práctica las indicaciones homónimas, teniendo en cuenta
que los productores interesados reciban un trato equitativo y que los
consumidores no sean inducidos a error; la protección se concede a ambas
pero se recomienda incluir un aditamento de ubicación que despeje la duda.
Hay casos críticos, como "La Rioja", que nombra regiones vitivinícolas tanto en
España como en Argentina.
(iv) Disposiciones referentes a futuras negociaciones destinadas a
aumentar la protección de las indicaciones geográficas y por otra parte, a las
posibles excepciones a la protección prevista en el Acuerdo a considerar en
negociaciones futuras. Debe señalarse que éstas revisten especial importancia
para nuestro país:
a) El establecimiento de un sistema multilateral de notificación y
registro de las indicaciones geográficas de los vinos. Los Miembros, según
originalmente se pactara, son libres de decidir si quieren o no participar en él.
b) El tratado no afecta la idoneidad o validez de marcas solicitadas,
registradas o adquiridas a través del uso de buena fe, idénticas a una
indicación geográfica, si la solicitud o la adquisición de los derechos son
anteriores a la fecha de aplicación del ADPIC en el Miembro pertinente, o
antes que la indicación geográfica esté protegida en su país de origen (Art.
24.4 y 24.5)
c) Tampoco los miembros estarán obligados a reconocer derechos
relacionados a indicaciones geográficas si éstas son idénticas a un término
“habitual en el lenguaje corriente, que es el nombre común de tales bienes o
servicios en el territorio de ese Miembro” (Art.24.6). El mismo criterio se aplica a
los “productos vinícolas en los que la indicación pertinente es idéntica al
nombre habitual de la uva de una variedad”, existentes a la fecha de entrada
en vigor.
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d) Por otra parte, el uso continuado de una indicación geográfica de
otro miembro que identifica vinos y bebidas espirituosas no se verá afectado si
dicho uso ocurre “en relación con bienes o servicios, por parte de cualquiera
de sus nacionales o domiciliarios que haya utilizado esa indicación geográfica
de manera continua para esos mismos bienes o servicios, u otros afines, en el
territorio de ese Miembro:
a) durante 10 años como mínimo antes de la conclusión de la Ronda
Uruguay.
b) de buena fe, antes de esa fecha (Art. 24.4).
10
Los europeos han hecho explícitas estas objeciones en un documento titulado “Por qué nos importan las indicaciones
geográficas” en www.europa.eu.int/trade/issues/sectoral/intell_property/argu_en.htm, que señala: “Las reglas de la OMC no
garantizan una protección adecuada. Por ejemplo: las reglas existen pero no son aplicadas de manera adecuada para evitar que un
productor australiano incluya en la etiqueta de su bebida alcohólica a un escocés con su gaita, de modo que el consumidor cr ea
que la bebida es un “wisky escocés”. Más grave todavía que el caso de los vinos o las bebidas alcohólicas, como té, arroz,
alfombras, quesos o porcelanas de particular interés para los países en desarrollo están claramente discriminados bajo las reglas
de la OMC. Mientras que es imposible etiquetar un vino estadounidense “estilo La Rioja”, ninguna disposición a un productor
estadounidense etiquetar un queso “estilo Manchego”, si añade que el producto es “Made in the USA”. En este último caso el
consumidor recibe información contradictoria, ya que uno de los elementos claramente evoca a España, mientras otro señala el
origen en EEUU. La elección del consumidor puede ser aún más difícil si el “made in USA” figura en pequeños caracteres en la
etiqueta. Y todavía más: según las reglas actuales de la OMC, cualquier productor de EEUU puede registrar como marca comercial
la mención “Manchego fabricado en los Estados Unidos”. Para dar un ejemplo, más de 150 indicaciones geográficas europeas han
sido registradas como marcas por productores de Argentina”.
11 VIDAURRETA, Guillermo E.: “El Programa de Doha en materia de Derechos Intelectuales: análisis retrospectivo y agenda
pendiente de cara a Hong Kong 2005”, en Cuadernos de Derecho de Propiedad Intelectual, Nº 2, Buenos Aires, ED. Ad Hoc, 2005.
10
Las leyes Nº 25.163 de vinos y Nº 25.380 de productos agrícolas y
alimentarios fueron dictadas considerando los estándares fijados en el ADPIC y
con el claro objetivo de obtener la protección de los productos argentinos en
el mercado global, con la aspiración además, de posicionarlos y valorizarlos.
Pero desde antes la legislación argentina las reconocía en diversas normas.
12SCHIAVONE, Elena: “Indicaciones Geográficas”, en Revista de Derechos Intelectuales, Tº10, Ed. Astrea, Buenos Aires, 2003. Pags.
16/39.
11
nombres geográficos para designar o calificar bebidas alcohólicas destiladas
o licores no podrán aplicarse a los productos obtenidos en otro lugar que no
sea la región determinada por los mismos, salvo que se los haga preceder de
la palabra “tipo” o de cualquier otro adjetivo que indique el verdadero origen
geográfico, en cuyo caso en el rótulo se inscribirá formando una sola frase,
con tipo de letras, tamaño, realce y visibilidad idénticas a la designación del
producto. Se exceptúan los vinos nacionales en cuyos rótulos no se admitirá, ni
aún precedida de vocablos tipo, cepa o estilo denominaciones geográficas
de zonas vitivinícolas del país que no sean las correspondientes a las de su
elaboración.”
Al respecto de estas normas, se ha dicho que “(…) se trata de una
disposición que consagra el engaño, al admitir la posibilidad de su uso aún
cuando se use la palabra “tipo” u otras similares. ¿Quién ha de saber si un vino
tiene el tipo del Saint Emilion, del Margaux o del cualquier otro de especiales
características? Sin duda pocos consumidores. La norma debió haber
prohibido el uso de los nombres a quienes no producen en las zonas
respectivas”.13
Por su lado, la ley de Marcas, Nº 22.362 mediante el Art. 3° inc. c) prohíbe
el registro de las denominaciones de origen, sean éstas nacionales o
extranjeras; y a continuación define que “(…) se entiende por denominación
de origen el nombre de un país, de una región, de un lugar o área geográfica
determinados que sirve para designar un producto originario de ellos y cuyas
cualidades y características se deben exclusivamente al medio geográfico.
También se consideran denominaciones de origen las que se refieren a un
área geográfica determinada para los fines de ciertos productos (…)”,
tomando casi textualmente la definición que da la “Ley Tipo” para los países
en desarrollo sobre la protección de las denominaciones de origen y las
indicaciones de procedencia, elaborada por la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual (OMPI).14
También hay normas del MERCOSUR incorporadas a la legislación
argentina para rotulado de alimentos envasados, formando parte de las
normas de identificación de Mercaderías y del CAA que establecen: las
denominaciones geográficas de un país, de una región o de una población,
13
OTAMENDI, Jorge: Derecho de marcas, 3° ed, Abeledo Perrot, 1999. Pag. 100.
14
OTAMENDI, Jorge: op. cit, pags. 98 y 99.
12
reconocidos como lugares en que se elaboren alimentos con determinadas
características, no podrán ser usadas en la rotulación o en la propaganda de
alimentos elaborados en otros lugares, cuando esto pueda inducir a error,
equívoco o engaño al consumidor”15
Desde el derecho marcario, y según la ley vigente desde 1981, la situación
jurídica de las DO quedaba claramente delimitada:
(i) No son registrables como marcas las DO, tanto nacionales como
extranjeras: categórica prohibición contenida en el Art. 3° inc. c) de la ley
22.362.
(ii) La prohibición no se hace extensiva a una indicación geográfica que
aparezca desvinculada del producto que se propone distinguir: rige el
principio de la especialidad, lo que significa que una denominación marcaria
se registra para una clase de producto o servicio determinado.
(iii) Hay que considerar el producto al que se propone distinguir: por
ejemplo, no podría utilizarse Cafayate para la clase de vinos o de dulces, pero
sí para perfumes o instrumentos musicales, ya que no se trataría de productos
originarios para esa zona.
(iv) Las que se han convertido en el nombre genérico del producto son de
uso común y por ende, irregistrables conforme lo previsto en el inciso 2° inc. c)
de la ley 22.362.
(v) Las que se hallen registradas, son de uso particular de su titular,
mientras no se declare judicialmente su nulidad.
(vi) Los simples nombres geográficos que no constituyen DO pueden
incorporarse al registro marcario a menos que fuesen susceptibles de inducir a
engaño al público consumidor en cuanto al origen del producto.16
15
ISTURIZ de GUYOT, Maria Elena: su exposición en el “I Seminario de Denominaciones de Origen”, Buenos Aires, abril 1995,
Editado por SAGPYA, 1996.
16
Ver fallo: “The Scotch Whisky Association y otro c/ García, José P CNFed Civil y Comercial, sala II, 15/02/2000, publicado en
Suplemento La Ley-Colegio Público de Abogados, N° 3, abril 2001, pags. 31/37, en el que se sostuvo, con fundamento en fallo
“Cycles Motor c/ IKA s/ nulidad de marca”, de fecha 4/12/70 (automóviles Torino) que: 1) Los nombres geográficos p ueden ser
registros como marcas, a menos que sean “denominaciones de origen”, “indicaciones geográficas” o “de uso común” debiéndose
tener presente que la registrabilidad es la regla, y la no registrabilidad la excepción; 2) La prohibición establecida por el Art. 3° inc.
c) de la ley de marcas, respecto de las denominaciones de origen se justifica, por un lado, porque con referencia a los productos
que intenta designar constituye una denominación genérica y por otro, porque evita el engaño del público que se produciría
mediante el uso de un nombre para distinguir un producto que no contiene las características prometidas; 3) ... no pueden
registrarse como marca cuando indican el lugar de procedencia de los artículos que debe distinguir o cuando la palabra a registrar
esté de tal modo identificada con un determinado producto (Vg. Panamá, para sombreros de paja; Murano, para cristales) que
para la mayoría del público se conozca a tal producto con esa palabra. 4) Un nombre geográfico es registrable como marca en la
medida en que no se identifique el producto con el nombre propuesto como signo marcario...”
13
La Ley N° 22.802 de Lealtad Comercial estatuye mediante su art.7: “no
podrá utilizarse una denominación de origen nacional o extranjera para
identificar un fruto o producto cuando éste no provenga de la zona
respectiva, excepto cuando hubiera sido registrada como marca con
anterioridad a la entrada en vigencia de esta ley.” Luego define que: “(…) se
entiende por denominación de origen a la denominación geográfica de un
país, de una región o de un lugar determinado, que sirve para designar un
producto originario de ellos y cuyas cualidades características se deban
exclusiva o esencialmente al medio geográfico”. Hace a la vez la salvedad
que “Se considerarán denominaciones de origen de uso generalizado y serán
de utilización libre aquellas que por su uso han pasado a ser el nombre o tipo
de producto” (Art. 8).
Su exposición de motivos, en referencia a estos artículos, señalaba ya en
1983 que “(...) tiende a proteger al consumidor y al productor: a éste por
cuanto se considera que sólo puede usufructuar del prestigio adquirido aquel
que de una manera u otra ha contribuido a ganarlo. En efecto, con el paso
del tiempo distintas zonas de nuestro país y del extranjero se han caracterizado
por ser origen de determinados productos: nombres como Cafayate, Chilecito,
Maipú, Colonia Caroya y Ullum indican áreas de distintas provincias que se
caracterizan por sus vinos; Balcarce, por sus papas; el Valle del Río Negro por
sus frutas, etc. Es justo que quienes producen o elaboran en esas zonas usen el
nombre o la indicación que demuestre dicho origen. A la vez, se protege al
consumidor que de otra manera hubiese podido caer en error al adquirir
mercadería”
14
la comercialización de productos de origen agrícola y alimentarios, en estado
natural, acondicionados o procesados en el territorio de la República
Argentina (art. 1°).
La autoridad de aplicación y registro es el Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca de la Nación, a diferencia de países como México y Brasil,
que ubica a las IG en el organismo general de registro de los derechos de
propiedad intelectual, conjuntamente con marcas, patentes, derechos de
autor, etc. Tiene a su cargo la Oficina de Registro de Indicaciones Geográficas
y facultades para fiscalizar y controlar el sistema.
Prevé como categorías susceptibles de registro:
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definidos en la Ley como “(…) aquel originario de una región, provincia,
departamento, localidad, área o zona, de reconocida tipicidad y originalidad
que, producido en un entorno geográfico determinado, desarrolla cualidades
particulares que le confieren un carácter distinto al resto de los productos del
mismo origen, aún en condiciones ecológicas y con tecnologías similares, por
la influencia del medio natural y del trabajo del hombre” (art, 4). Aquí la
tipicidad o características diferenciales se deben exclusiva o esencialmente al
medio geográfico; y deben poder ser comprobadas objetivamente (Ejemplo:
si la miel producida en la zona determinada que le da su nombre es más
dulce, deben presentarse los análisis físico-químicos que así lo demuestren).
Además, las DO exigen la constitución de una asociación formal, y con
personería jurídica que las administre, regule y fiscalice: el Consejo de
Denominación de Origen del producto y la zona. La forma incluso está prevista
en la Ley, como asociación civil abierta, sin fines de lucro, integrada por
productores o intervinientes en la cadena de producción y/o comercialización
del producto en cuestión. Se trata, evidentemente de quienes han sabido
aprovechar y potenciar las ventajas del medio en relación al producto.
INDICACIONES GEOGRÁFICAS
Pueden solicitar ante la autoridad de aplicación el registro de una IG:
a) personas físicas o jurídicas que directamente se dediquen a la
extracción, producción o elaboración del producto o los productos que se
pretendan amparar con la indicación geográfica, en la zona que se trate.
b) las cámaras o asociaciones de fabricantes y/o productores del
producto a amparar por la indicación geográfica.
Estas personas pueden asociarse de hecho o formalmente.
c) una única persona física o jurídica puede solicitar el registro, siempre
que sea la única en la zona que produce un producto alimentario que es
claramente diferente -en alguna característica o cualidad- a otros productos
de su clase, y esa característica o cualidad diferencial se funda en el origen
geográfico.
16
(i) Respecto del producto, una descripción que debe seguir, a su vez, las
normas vigentes en materia de alimentos, (CAA y otras). Otros productos
agrícolas como fibras, lanas, maderas y plantas ornamentales deberán
describirse según sus normativas o tipificaciones específicas.
(ii) La descripción del área geográfica mediante mapas, croquis y
dictámenes o informes que se expidan sobre la particularidad del área y su
diferencia agroecológica con las áreas vecinas.
(iii) La descripción de la calidad /cualidad/ característica / reputación/
tipicidad que se revela en el producto, atribuible al origen geográfico, y que lo
hace diferente a otros similares producidos en otras zonas o regiones.
(iv) Debe también acreditarse el vínculo entre la zona de producción y la
cualidad o característica diferencial; y explicar cómo se controlará la
genuinidad del producto, es decir, que se corresponda con los parámetros
que se registren.
(v) Se acompañarán los logos, etiquetas, marbetes y otros elementos que se
pretende utilizar para su identificación comercial.
La documentación deberá ser avalada o certificada por la autoridad
competente provincial donde se encuentre la zona geográfica.
DENOMINACIÓN DE ORIGEN
En cuanto a los requisitos (Art. 17) para la obtención del registro oficial,
debe tenerse en cuenta que a diferencia de las IG, requieren la conformación
del Consejo de la DO.
En estos casos, el solicitante siempre debe ser el “Consejo de la
Denominación de Origen de …” (Asociación Civil sin fines de Lucro, cuyo
nombre se completa con el tipo de producto y el nombre geográfico).
Por otra parte, debe recordarse que se trata de productos con una
estrecha relación con su zona de producción y que todos los pasos del
proceso deben tener lugar en la misma.
(i) El vínculo entre los factores naturales y/o humanos que determinan las
características del producto y el medio geográfico, constituye el elemento
determinante de la denominación de origen en orden al registro. Por ello, el
Consejo solicitante debe proveer una explicación fundada sobre por qué el
producto se encuentra ligado a esa área, y no a otra; es decir: cuánto del
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producto final depende de las características o particularidades del área en
que es producido, o se refleja en el mismo. La explicación debe describir de
modo fáctico y objetivo el medio ambiente y como sus factores naturales y/o
humanos tienen efecto sobre el producto final.
(iv) Respecto del producto, una descripción que debe seguir, a su vez, las
normas vigentes en materia de alimentos, (Código Alimentario Argentino y
otras). Otros productos agrícolas como fibras, lanas, maderas y plantas
ornamentales, deberán describirse según sus normativas o tipificaciones
específicas.
(v) Se debe proveer una descripción detallada del producto final y de sus
materias primas: características físicas, químicas, microbiológicas, biológicas y
organolépticas. Forma de presentación: fresco, procesado, en conserva.
(vi) Con ello, se agregará la prueba o evidencia del origen del producto en
el área (qué materias primas se utilizaron, y cómo se puede seguir el proceso
productivo). Trazabilidad a lo largo de la cadena.
18
c) Si corresponde, métodos o técnicas locales, típicas e invariables, de
cultivo, y/o producción y/o procesamiento.
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