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Daniel Ricaurte

201412996

La nueva economía, la economía comportamental.

En la actualidad, existen varios hallazgos en los cuales se evidencia que el


supuesto de racionalidad perfecta está siendo sobrevalorado. Lo cual, da como
resultado que hoy en día no podamos seguir pronosticando y analizando las
situaciones económicas, políticas y sociales de los países con los modelos de
racionalidad perfecta. Más bien, para hacer estas investigaciones se debe tener en
cuenta la economía comportamental, en donde varios factores que la racionalidad
perfecta categorizan como irrelevantes, en esta nueva economía son factores muy
importantes para la toma de decisiones de cada uno de los individuos. Para eso
vamos a exponer varios argumentos que afirmen que la economía
comportamental es el mejor método para investigar todo lo relacionado con los
temas económicos y sociales.

En primer lugar, según Thaler en Misbehaving: Themaking of behavioral


economics, nos afirma que las personas toman las decisiones de diferentes
formas con lo cual un modelo económico tradicional no daría predicciones
acertadas. Lo anterior se debe a que las personas al tomar sus propias decisiones
tienen creencias diferentes, las cuales no son imparciales, dando como resultado
que dichas decisiones no sean las mismas entre los individuos y tampoco las
óptimas como el modelo tradicional de elección racional lo aconseja.
Adicionalmente, Thaler afirma que la toma de decisiones de los individuos
depende mucho de las decisiones pasadas y lo que va a pasar en el futuro. Por
ejemplo, si una persona va a comprar comida hoy, dicho individuo va a pensar
primero en que fue lo que comió los días anteriores para tomar la decisión de que
va a comer el día de hoy, pero a su vez va a pensar en que mañana debe volver a
salir a comprar comida. Por lo que el día de hoy comprará la comida de hoy y
además la de mañana, para así ahorrarse la salida a comprarla. El anterior
ejemplo va en contra vía de los supuestos del modelo tradicional, ya que para los
economistas la información pasada y futura es irrelevante para la toma de
decisiones, la cual para la economía comportamental si lo es, ya que depende
Daniel Ricaurte
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mucho de sus creencias y de sus deseos para tomar la decisión que mejor les
parezca.

Así mismo, Camere y Thaler en Anomalies: Ultimatums, Dictators and Manners


exponen una teoría a partir de un experimento realizado, en donde dicen que
estos experimentos expanden a los individuos que maximizan su utilidad a
individuos que incorporan la dimensión de justicia en sus decisiones, ya que lo que
quisieron probar los equilibrios esperados teóricamente. Lo anterior, dio como
resultados equilibrios muy diferentes a los teóricos, y esto se explica gracias a esa
nueva dimensión que tienen al momento de tomar sus decisiones. Por ende, se
puede evidenciar que el modelo clásico de elección racional va perdiendo
relevancia en la toma de decisiones de los individuos.

Por otro lado, los modelos de elección racional se encuentran limitados, esto
gracias a que no tienen en cuenta el rol del poder, la experiencia en la toma de
decisiones, las preferencias y el cambio institucional. Por consiguiente, este
modelo dice que los individuos actúan de forma egoísta y con preferencias no
cambiantes. Sin embargo, Bowles en Microeconomía: Comportamiento,
instituciones y evolución, afirma que los individuos si persiguen sus propios
objetivos personales, pero generalmente recurren a una serie de respuestas a
unas posibles acciones que establecieron a partir de las experiencias pasadas.
Estas preferencias de ámbito social explican por qué en muchas situaciones los
individuos terminan cooperando sin importar que tomando otras vías pudieran
tener mayores retornos. Dando como resultado, que los supuestos de elección
racional no se están cumpliendo, dando más evidencia que no tienen sentido
seguir construyendo modelos de elección racional.

Sumado a lo anterior, otra evidencia que corrobora mi posición es la principal


innovación de Michael Kramer, con el cual llego a ser el ganador del premio nobel
de economía del año 2019, y “fue llevar a cabo experimentos de campo en Kenia
para evaluar la interrelación entre los factores que la ciencia económica había
identificado a lo largo de los años como determinantes de la pobreza” (López,
2019). En los experimentos validaron lo planteado por los modelos tradicionales,
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pero en otros casos mostraron que algunos de los factores relevantes en la teoría
tradicional estaban sobrevalorados, mientras que otras variables irrelevantes
jugaban un papel fundamental para determinar la pobreza en Kenia.

Dando como resultado, que los modelos de elección racional no están siendo
coherentes con las nuevas dinámicas económicas, sociales y políticas, ya que
dejan a un lado factores importantes para la predicción de los resultados y el
entendimiento de la realidad actual. Dando como consecuencia, que existan
nuevas formas para entender el mundo mediante la economía comportamental, la
cual si tiene en cuenta muchos más factores que el modelo tradicional; gracias a
los diferentes experimentos que realizan para realizar sus investigaciones. Lo
anterior produce que sus predicciones en la toma de decisiones sean más precisa
que los métodos tradicionales.

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