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VIDA Y MES
DEL
MADRID: 1866.
IMPRENTA DE JUAN FERNANDEZ,
pallo del Barço, 20, bajo,
(2. Jog.33.
PARTE PRIMERA
VIDA DEL GLOBIOSO SAN JOSÉ
CAPITULo PRIMERo.
CAPITULO II.,
CAPITULO III.
CAPITULO IV.
CAPITULO V.
CAPÍTULOVI.
”. - .
Huida de José á Egipto.-Su vuelta á Nazaret
CAPITULOVII.
,
Hablemos de la muerte de san José y de las prin
cipales circunstancias que la acompañaron.
"Si la muerte de los Santos es preciosa delante de
Dios, ¿cómo debió ser la del santo Patriarca José?
El venerable anciano murió como habia vivido, es
decir, en el más eminente grado de virtudes y de
méritos. Cuando llegó el momento de exhalar el
último suspiro, nos dice "san Bernardino de Sena,
la divina Vírgen se dirigió á Jesús: hijo mio, le dice,
ved que José va á morir, y lloróla santísima Vírgen.
Jesús se puso al pié de la cama de José, que tenia
contínuamente los ojos fijos en él. Le faltaban las
fuerzas para hablar, más exhalaba aunentrecortados
suspiros. Jesús le cogió la mano y le dijo: Padre
muy amado, dejad este valle de miseria;id y llevad
ávuestros padres esta feliz nueva, decidles, que
dentro de poco yo bajaré donde están ellos, para
conducirlesalcelestereino.Habiendo llegado lahora,
osé entregó su alma en las manos de los ángeles
invisibles, que asistieron á su últimocombate, Jesús
le cerró los ojos y los labios, y volviéndose á María
le anunció que su casto esposo habia muerte. Enton
ces el hijo de Dios, recordando los cuidados de José,
sus fatigas en la huida á Egipto, sus privaciones en
el desierto, se entristeció, é inclinándose sobre su
cuerpo inanimado, le abrazó largo tiempo, y mezcló
sus lágrimas con las de la divina María,
Sus funerales se hicieron segun la costumbre de
la nacion, pero sin explendor ninguno exterior. Se-
gun san Gerónimo y el venerable Beda, el cortejo
fúnebre tomó el camino de Jerusalen y se paró en
el valle de Josafat, lugar escogido para enterrar el
santo cuerpo. Allí se habrió y construyó, segun la
costumbre, un sepulcre, donde se colocarón los eas
tos despejos del santo Patriaron.
¿De qué muerte falleció san José?
Segun la tradicion, san José durante los siets ú
ocho últimos años de su vida, fué visitado por la en
fermedad y los sufrimientos: los largos y penosos
viajes que habia hecho, los padecimientes de cora
zon, los trabajos y las privaciones, habian alterado
su constitucion y arruinado completamente sus
fuerzas. Aseguran que esto no fué para él sino un
resto de vida tan lánguida, por lo que le fué preciso,
segun la decision de Jesús y de María, entregarse
al descanso. Observamos que la muerte de san José
nada tuvo de sobrehumano. Y sin embargo, no fu
una muerte ordinaria la de nuestro santo Patriarca
los males y las enfermedades intervinieron, mó para
producir la disolucion de su vida, sino para concluir
de embellecer su corona,y completar sueterna for
tuna, Cuando llegó el tiempo de terminar su bella y
santa vida, el mal debió alejarse y dejar obrar al
amor. Tal es al menos la opinion de muchos autores
distinguidos por su ciencia y virtudes, y tal es el
sentir de san Francisco de Sales y san Ligorio. Y
¿cómo hubiera podido morir José de otra manera,
exhalando su último suspiro en los brazos de Jesús
y de María? Habia vivido de amor, y debió morir
por amor. El corazon de José, era un foco ardiente
de fuego, que no se consumia, y pudo llevarló duranto
una larga vida, porque las llamas de este corazon se
escapaban por sus servicios como por otras tantas
aberturas pero cuando estasvias se cerraron en un
corazon tan activo, su corazon debió derretirse como
la cera. Así podemos afirmarcontoda seguridad, que
la muerte de san José fué como la de su santa esposa,
una muerte de amor. Esto lo reveló la santísima
Vírgen á santa Brígida.
DIA PRIMERO.
DE LA DEvocioN Á sAN José. .
DIA SEGUND0).
DIA TERCER0.
-09
SAN José: Dices la verdad, hija mia, el amor de
María á los hombres fué excesivamente grande;
reune si puedes el amor que todos los padres tienen
á sus hijos, el amor de todos los hermanos, el amor
que todos los esposos tienen á sus esposas, y pon en
seguida estos amores en el corazon de una sola cria
tura, y á pesar de todo ¡nunca, no, nunca igualará
al amor que María tuvo á loshombres!
Así que, hija mia, si para mí que tanto he amado
áMaría y que tantos servicios la he prestado, ha
sido una inmensa gloria haber sido amado y honra
do por ella, esta gloriano ha sido menor para tí,
puesto que nada has hecho por ella, y puesto que
al contrario, no has hecho más que contristarla por
los pecados que has cometido contra su divino
Hijo. , , , , , , ,,
¡Oh! hija mia, hace un momento te extasiabas en
la admirable conducta de María respecto á mí, y la
bendecias por el amor que me habia consagrado;
pues bien, bendícela ahorapor el amor inmenso que
te manifiesta todos los dias; repara, hija mia, con
una conducta completamente cristiana las penas que
has podido causarla desde que estás en el mundo;
agradece de lo más íntimo de tu corazon todo lo que
ha hecho portí, y está segura que su amor no te
faltará, y que esta buena Madre te protegerá todos
los dias de tu vida, y sobre todo en la hora de la
Imuerte,
y - el - los 2. i
*
- M0
RESOLUCIÓN. Amar muclísimo á la santísima
Vírgen; recitar frecuentemente el Memorare, y no
dejar pasar dia alguno sin hacerla alguna súplica.
Invocarla en todas nuestras necesidades.
. . . . . . . . . . .
- Letanías y Memorare como en el primer dua... "... e
": , , , , ..." . . . . . .
".*
" , " " "
ois A (OUINTO, " "
, DI 0 . 0. s
- "i ra
A los adminado poa sús.
"r "" o
Hemos considerado á san José en las dos
meditacionesprecedentes como :
: rma;
hoy, elevándonos más, consideráremos á és
te gran Patriarca honrado por el mino Je
sús; sí, almas cristianas, por Jesús, nuestro
Salvador y Redentor; por Jesús, Rey de la
gloria y señor de los señores; por Jesús, en
fin, Diðs como el Padre Eterno y eterno co
mo él. Y como este Jesús es nuèstro modelo
y quiere que le imitemos, exciténonos en
esta meditacion á la mayor veneracion háeia
el glorioso san José muéstro protectory nues
tro padre. .."
DIA SEXT0.
sas ross colabope oracias rusarros.
: " . . .. . - " ,
-
- 125 -
de Cristo, la reina de los ángeles, la Sobe
rana del cielo y de la tierra. En cuanto á los
bienaventurados que están en el cielo, no
son "tampoco más que simples súbditos é
hijos adoptivos. Pero José está incompara
blemente más elevado que estos espiritus
celestes y estos bienaventurados, puesto que
contrajo con la Vírgen el lazo más íntimo que
un hombre mortal puede contraer con la
Madre inmaculada de Cristo: el lazo conyu
gal. La inteligencia humana no concibe, para
un hombre mortal, para una simple criatura,
un lazo más elevado, más íntimo y más su
perior á este lazo; no encontramos otro más
que el contraido por las tres personas divinas
con la Vírgen. -
– 19 —
ciones sujetas á su imperio, en fin, al que
lleva el terror de su nombre hasta el infier
no. Como esposo de María tenía sobre esta
augusta Virgen toda la autoridad del Espíri
tu Santo, y*: mandar
á la Reina del cielo y de la tierra, á la que
era hija del Padre, madre del Hijo y esposa
del Espíritu Santo;á la que era predilectá
de la Santísima Trinidad, y en fin, á la que
es la honra del cielo, esperanza de la tierra
y terror de los infiernos. Ahora bien, pre
guntamos: ahora cuál es el santo; el ángel
ó el serafin, que haya ejercido nunca un ni
nisterio tan sublime y tan glorioso Luego si,
como lohemos dicho, la excelencia del mi
misterio de un santo es la medida de las
gracias que Dios le ha dado, comprended, sí
podeis, con las que san osé debió verse col
mado."
Ya lo veís, almas cristianas, jamás santo
alguno, despues de María, se ha visto colm
do de tantas gracias y méritos como José.
Oh, sí, glorioso san José, fusteis colmado d
gracias; sí, fuísteis como vuestra esposa'lle
no de gracia, y como ella benditó entre to.
dos los ángeles y bienaventurados. Bénditó
sea, pues, vuestro sagrado cuerpo, trono
viviente del Verbo Encarnado, tabernáculo
ambulante de la divinidad habitando entre
–430 –
nosotros, y altar animado de la hostia desti
nada al rescate del universo. Benditas sean
todas las partes de vuestro cuerpo virginal,
consagradas al servicio de Jesús y de Matía.
Bendito sea, vuestro regazo purísimo, que
recibió á Jesús en su *
tantas veces reposó con placer. Bendita sea
vuestra augusta cabeza, llena de la eterna
sabiduría. Benditos sean vuestros ojos, que
vieron los primeros al Deseado de las na
ciones. . .. . . ..
Benditos sean tambien los labios que besa
ron al que no se acercan los espiritus puros,
sino temblando y cubiertos con sus alas. Ben
dita sea la lengua que habló tan frecuente
mente con Jesús. Benditos sean los oidos
acostumbrados á la verdad eterna y
ron dignos de oir de la boca del ángel las
primeras armonías del nombre de Jesús, Ben
ito sea vuestro, cuello que el divinó Niño
estrechaba con tanta frecuencia con suspe
queñas manos. Benditos sean los brazos que
sostuvieron á aquél en el cual se contienen
todos los tesoros de la sabiduría de Dios.
Benditas sean las manos que tocaroná, l
santa del s »
emanaban contínuamente virtudes saludables
á los cuerpos y saludables á las almas. Ben
ditas sean las rodillas, que sostuvieron la
– 13l =
palabra increada que sostiene y conserva to
das las ideas, y á quien los serafines se con
siderarian por muy honrados con servirle de
escabel en el cielo. Benditos sean vuestros
piés sagrados, que por amor áJesús han he
cho tantos viajes penosos y fatigosos. Pero,
sobre todo, bendito sea vuestro corazon, ob
José, corazon purísimo, corazon altísimo, en
el cual y por el cual fué exaltado el Todo
poderoso, corazon abrasado con el fuego de
amor divino, corazon identificado con el co
razon de Jesús y María. En fin, bendita sea
para siempre vuestra santa alma, ¡oh José!
la más bella que el Creador ha producido
despues de la de su Hijo y de la bienaven
turāda Vírgen, alma verdaderamente feliz,
dotada de un entendimiento clarísimo, de
una voluntad muy inclinada al bien, pero
sobre todo feliz por haber sido el cielo de la
gracia, palacio de las virtudes y trono de la
virginidad.
COL0QUI0.–EL ALMA: Acabo de considerar
¡oh glorioso san José cuánto os ha colmado Dios de
gracias y méritos y comprendo perfectamente ahora
por qué todos los Santosy Doctoresde la Iglesia han
hablado tan altamente de vos, por qué os han vene
rado tanto, y porque os han colocado en el cielo,
en el puesto inmediato á la augusta María, y muy
– 432 –
por encima de todos los Espíritus de la milicia, ce
lestial. Supuesto que por una parte habeis sido col
mado de gracias y méritos, y por otra Dios recom
pensa á sus Santos segun su mérito. ¡Oh! cuán su
blime debe ser vuestra gloria en el cielo, y cuán
grande vuestro poder con Dios, ,
SAN José: Es verdad, hija mia; Dios recom.
pensa á sus Santos segun su mérito, y tambiea es
cierto que mi poder en el cielo es muy grande; pe
ro léjos de mí el pensamiento de atribuirme la más
pequeña gloria. Toda la gloria de mi poder pertener
ce áDios, de quien procede;á él sólo se debe el ho
menaje, y en efecto, á él es á quien yo se le rindo
contento. He recibido grandes beneficios del Señor;
mi poder es grande en el cielo, pero Dios ha obra
do en mí todas estas cosas; áél sólo se debe la glo
ria; que sea, pues, bendito y glorificado por siem
pre. Tú tambien has recibido grandes gracias de
Dios, pues bien, glorificale y muéstrale tu recono
cimiento. -
y s. -
RESOLUCION—Pedir frecuentemente "Diós la
gracia de llegará ser todo lo más perfecto posible
Implorar lcs auxilios de san José y la santísima Vir
gen María. “ii el oro,
y el vil el c“ :, y
et o ni p 1221 lo o
2 a
DIA
“ “
0CTAv0 el
y 1 - id, si xo
Abras Asos, como ANascistobiopsisus,
2 ca, o " .. .. . ¡ t iniil
Es una piadosa creencia de la Iglesia qué
cada hombre tiene un Angel custodio que
Dios le ha dado para velar por él, proteger
le contra sus enémigos invisibles, inspirarle
buenos sentimientos, y por último, dirigirle
por el sendero de la sálvacion; y esta piado
sa creencia descansa sobre hechos tan nu.
merosos y sobre todo tan verdaderos, que
no nos espermitido ponerlos en duda, pues
to que además están consignados en las San
tas Escrituras. En efecto, vemos en estos
Sagrados libros que Jesucristo dirigiéndose
un día á sus discípulos y recomendándoles
no escandalizasen á los niños: «Cuidad, les
dijo, de no escandalizará uno de esos pe
queñuelos, porque yo os declaro que sus án
geles ven siempre la faz de mi Padre que
está en los cielos.» Ademas vemos que con
=- 147– . -
DA NOvEN0.
– 161 -
Dios! Pero que dicha la nuestra al pensar que
sois tambien nnestro padrey que somos vues
tros hijos, puesto, que somos hermanos de
Jesucristo, que ha querido llamarse vuestro
Hijo y que en esta calidad tenemos derecho
á la ternura de vuestro corazon paternal.
Recibidnos pues, favorablemente, tomadnos
bajo vuestra proteccion,ysed nuestro refugio
y nuestro asilo en todas nuestras penas y en
todas nuestras necesidades, durante la vida
y en nuestra última hora. •a
DIA DIEZ
qRANDEZA DE SAN JOSÉ COMO ESPOso DE MARÍA.
DIA (ONCE.
– 475 –
elementos, no por un efecto de ingenio, sino
por un simple mandato, non ingenio sed ju
sione. Este es el hijo de ese artesano que en
cendió la antorcha del dia en la bóveda ce
leste, no con un fuego terrestre, sino por un
calor superior, non terreno igne sed superno.
Es, en fin, el hijo de ese artesano que con
una sola palabra hizo salir el universo de la
nada, cuncia fecit est nihilo. Sí, cierto, te
neis razon, responde un ilustre doctor á san
Pedro Crisólogo, el ilustre san Leonardo de
Puerto Mauricio; los judíos debieron conocer
que Jesús era hijo del gran arquitecto del
universo; pero tolerad tambien para honra y
gloria de san José que se diga que Jesús es
tambien hijo de ese pobre carpintero que
trabaja en su tallermanejando la sierra el
cepillo, y que como tal Jesús es su oficial, y
el compañero de sus trabajos. Así que, siJe
sús es hijo del gran arquitecto del
es tambien hijo de José el carpintero, de Jo
sé, uno de los más pobres de Nazaret. SiJe
sús estaba presente cuando su Padre celes
tial se disponia á crear el mundo, tambien
estaba presente en el taller cuando aquel
trabajaba. SiJesús estaba presente cuando
su Padre extendia la bóveda de los cielos,
cuando su padre José cortaba la madera y la
trabajaba, tambien estaba presente. SiJesús
– 176–
estaba presente cuando Dios Padre ponial
mites al mar, cstaba tambien presente cuan
do José, su padre, serraba la madera y la cé
: SiJesús estaba presente cuando su
Padre celestial suspendia las nubes en el ai
re, si estaba, en fin, con él arreglado y or
denándolo todo, tambien estaba presente
cuando José, su padre adoptivo, unia las pie
zas de madera, las arreglaba con él y con
fundia sus fatigas con las suyas. Ahora bien,
almas piadosas, ¡quésublime dignidad y qué
grandeza la que nos hace aparecerá José
como émulo del mismo Dios! ¡Un pobre obre-
ro en madera, émulo de Dios, émulo del ar
quitecto del mundo... ¿Pues qué más que
reis para proclamar á José soberanamente
grande como padre de Jesús?
Hay tres cosas, dice santo Tomás, que
Dios no puede hacer más grandes, que son:
primero, la humanidad de Nuestro Señor Je
sucristo á causa dé su union hipotética con
el Verbo; segundo, la gloria de los elegidos
á causa de su objeto principal, que es la
esencia infinita de Dios; y tercero, la Madre
incomparable de Dios. Pues bien, podemos,
"nos dice el bienaventurado san leonardo de
Puerto Mauricio, añadir una cuarta, y es que
Díos no puede hacer un padre más gránde
que el padre de un Hijo que es Dios: majo
–477–
ruñquam patrem Deinon potestfacere Deus.
Confesamos, pues, con alegría, que la gran
deza de José es superior á todas las gran
dezas de este mundo. -
DIA TRECE.
–216–. -
- 247.- -
, -"
"
RESOLUCION–Procurar cuidadosamente no
sospechar del prójimo sin razones graves—Nunca
hablar mal de él y acordarse que el prójimo es
nuestro hermano y el hermano de Jesucristo.
- 281 -,
"DIA VEINTIUN0.
sAN los Monron accia.
La virtud de la paciencia consiste en la
posesion de sí mismo por motivos sobrenatu
rales y en sufrir con calma y resignacion y
con una completa confianza en Dios, los nu
merosostrabajos de esta vida: ved ahora,
almas cristianas, el modo que tuvo José de
practicar esta virtud en grado eminente.
José ha esperimentado inefables consuelos,
pero tambien ha tenido que sufrir numerosos
trabajos. Verá sufamilia decaida de su an
tiguo esplendor, y él en la triste necesidad
de pasar una vida enteramente dedicada al
trabajo y llena de abnegacion. ¡Y cuántas
contradicciones esperimentaria este hijo de
David ejerciendo la humilde profesion de car
pintero y colocándose bajo la dependencia
de los que iban á proporcionarse trabajo!
¿Pero cuáles no habrán sido sus sufrimien
tos desde la encarnacion del Hijo de Dios?
¡Ah! en verdad que ha esperimentado por
completo que en todo aquello que interviene
Jesús va acompañado de su cruz y de su co
rona de espinas, y en comprobacion de esto
282 -
..
E. ,ALMA: ¡oh,bienave
...
nturado saniséios
, ,...,,...,
ejemplos de paciencia que habeis dado al mundo
la unción
. .
de vuestras
. .
palabras,
. *“
me animaná sufri
e" "TT
en adelante con paciencia la e ruz d plazca.á
Dios enviarme. Pero cuánta nec
. .
tengo de 1.
practicar esta virtud
.......ia ...:
pues, en mi ayuda, os
Acucid,v.....
lo suplico; pedid tambien acuda en n
áMaría que .......:
ocorro. y ambos obtenedme de Dios lasAnravia
socorro, y ambos obtenedine de Dios la Ara y
rubbs
TTTTTT acusT" e"."
" * -
---
– Se –
, .ye s: :
... = -
, ,, , , , “i ,, , , , ,
DIA VEINTID0S, .
, , , , "
¡, REGoNoctMIENro. DesAN José, ...
«. b s" . . . . . . . .
El reconocimiento hácia Dios, es el recuer
do afectuoso de sus beneficios, que nos in
clinaádarle gracias,á alabarle,á amarle, á
servirle con gran celo y ganar para él los co
razones Procuremos, almas cristianas, des
arrollar est irtud en nuestros corazones y,
:
****
l Sé laelhaobjeto
practi.
cado; veámos en é y
los actos reconocimiento, para con Dios.
San Jo está virtud, porque su alma
era, ilustrada y su corazon recto y sencillo.
Comprendia por una : $
celencia de los dones de Dios pero conside
rándose por otra, sin ningun, mérit por $ ,
mismo, hacia de cada uno de estos doñes un "
motivo para glorificar la bondad y la gene
rosidad del Autor de todos ellos.""
San José fué reconocido, porque su cora
zon era más que ningun, otro conforme :
María. ¡Ah! cual debió ser el reconocimiento
de está augusta Virgen, al considerar las
con que "Diós"lá había favorecido; al" com
prender que el celeste mensagero pudo de
—292 -
cirla con toda verdad: Dios te salve, llena
de gracia.» Sí, esta virtud la poseyó en tan
alte grado, como supireta y humildad, y
por otra parte tenemos de ello un admirable
testimonio en el Magnificat, en ese cántico
sublime en que glorifica la bondad de Dios
que la ha colmado de sus favores." ".
Como san José fué un testigo constante de
las acciones de María, no puió ménos de ad-
mirar y de imitar su reconocimiento, ha so
bresalido por lo tanto en esta virtud y puede
decir á su modo: «Mi alma glorifica al Se-"
ñor, porque ha mirado la humildad de su po
lbre siervo y obrado en mí grandes
Lrril. " " - cosas," él
que es Todopoderoso. " " "", ""
Todavía ha encontrado José un motivo
mayor de reconocimiento en su deseo de ha-
cerse en un todo conforme á Jesucristo, Este
santo Patriarca veia en las víctimas de la
: símbolos de la única y verda
dera víctima que debia salvar al mundo;
pero un gran número de estas víctimas eran "
eucarísticas y sé cfrecian principalmente pa
ra dar gracias á Dios por sus beneficios:
comprendia, pues, por ellas que la gran mi
sión de Jesucristo, era no solamenté borrar
los pecados del mundo, sino reconocer en su
justa proporcion los beneficios de Dios, y lo "
comprendia mucho más, al estudiar el cora
"
–—
zon del Divino Salvador y al considerar el
lugar que en él mismo ocupaba el reconoci-"
miento. ¡A qué perfeccion no subiría, pues,
esta virtud José,"á fin de asemejarse á
este adorable modelo!" " " "
Tal era el reconocimiento de José consi-"
derado en sus motivos: reflexionemos ahora
cuál sería en su objeto.
José era reconocido por los bienes que la
Providencia le habia destinado en el órden
natural, y considerando los cuidados que "
Dios tenia respecto de él, le bendecia por la
solicitud de que era objeto. " " " -
Persuadidô, sin embargo, de que el mun
do visible es solamente una imágen del in
visible, y un medio para encaminarnos á él,
José apreciaba infinitamente el menor de
los bienes espirítuales, aún más que todas
las conveniencias de este mundo.óhl¿quién
pudiera conocer los sentimientos de que es
taba penetrada su alma, al considerar las
gracias con que Dios la habia prevenido, al
considerar que habia sido más favorecido
que los patríarcas y profetas, al verse ele
vado á la dignidad de esposo de María, al
contemplar al Verbo encarnado, puesto ba
jo su autoridad, confiadoásucustodia, y obe
deciéndole como el hijo más tierno y más
respetuoso. Todos estos beneficios pedian y
- 828 - -
: :
– 295 -
Aventajando empero José á todos los jus
tos, dirígese á María, la más perfecta de las
criaturas... dirígese al mismo Jesús y les
invitaá unirse á él en sus cánticos de accion
de gracias. ¡Ah! qué magnífico cuadro ofre
cería la sagrada familia “cantando el himno
del reconocimiento y renovando aquellas su
blimes melodías en que el Rey profeta con
vida al cielo, á la tierra y al mará bendecir
el nombre del Señor! Qué oracion de accion
de gracias la de José,cuando tenia en sus
brazos al Niño Dios y le elevaba al cielo di
ciendo: «¡Oh Padre Eterno yo os ofrezco la
verdadera víctima eucarística, en nombre de
todas las criaturas. ¡Graciasos sean dadas
por vuestros innumerables beneficios, Dios
mio! ¡continuad. dispensándonoslos en nom
bre de Aquel por medio del cual os doy
gracias por todos ellos!» o
Prestemos, pues, la mayor atencion á los
beneficios que recibimos de Dios, y en los
que tal vezhemos meditado bien poco hasta
ahora. Abramos los ojos de nuestra alma
para ver los cuidados de que somos objeto
en cada momento, por parte de la Proviuen
cia.Ya que tan claramente conocemos nues
tras necesidades, ¿por qué hemos de prestar
tan poca atencion á los beneficios que dise
frutamos?
e
-- " -
"
-- V8 -
o 30.
cado en toda su plenitud el espíritu de pru
dencia, como lo hizo en otro tiempo con José
hijó de Jacob, aunque destinado á una mision
de mucho ménos importancia.
Entre todos los justos, era preciso que san
José manifestase con la mayor exactitud en
su conducta la de la misma Providencia; pero
ios obra siempre con número, peso y me
dida; todo lo coordina teniendo en cuenta el
eto que se propone, ó en otros términos,
icamente obra segun las reglas de la pru
:
vino Padre de familias uiente,
tener esta virtud en un grado exacto
discernir perfectamente lo que era saluda
• " , _. -
qu irii d o il o si -
:
nducirle con mas seguridad,
ierra el ejércertinábrofesión óse
álos ojos 3. hombres," el
oculto
*écomprende
ignorado, el vivir olvidado de todos;
que de este modo
• • ,
iene
-----
10,
allá del deber, comprendiendo que el serge
neroso para con Dios, es el medio más seguir
*****:
: iberalidades
Ferno lente emplea losé clana
:
conducirle á
los medios más propios para
sino qué además se pre
caveligrocontra
ó un de lo que podría serie
obstácu *: alfin
ha propuesto, Óbrano siempre por
: *: de un mundo tan
peligroso para la inocencia, separando de él,
**:
férente á sus pompas y extraño,á sus aler
13
:
:
r ama el pa erecera en el
sobresalido en la vir-,
aprudencia aún antes de ser el es
desde que
o aquella quien la iglesia invocaba
el nombre de Virgen prulentísima; en
tonces principalmente fué cuando compren
ió con| toda, perfeccion por los ejemplos y
qué,
medios se empleán para unirse áDios los que
quieren sinceramente vivir solo para él y de
qué precauciones se rodean para conservar
- 304 -
6m SUI COITaZOn con toda su pureza el fuego de
su santo amor..., , , , , , ,
Fervéle ejerciendo su cargo de pa
dre nutrició del niño Jesús. res
plandeció aquí su prudencia? No parece sino
que dirigióá Dios Padre estas palabras del
patriarcáJudá: «Yo me encargô de este Ni
ño: á mí es á quien debereis pedir cuenta de
él:» ¡Con qué atencion vela sobre Jesús!
Cuántas precauciones toma para que no le
suceda desgracia algunal. En cuánto se lo
permiten las obligaciones de su estado no
aparta de él suspensamientos, y solo emplea
su inteligencia en considerar lo que debe ha
cer para la conservacion del divino Niño.
Recordemos las dificultades que experimen
tóá causa de su pobreza y de la persecu
cion de Herodes, y de las cuales triunfó por
complet sobre todo á la memo
ria la huida á. ue tantos peligros
ofrecia, y su vuelia ásrael donde se esta
*: ajuris
diccion de Archelao, y comprendamos que
en la persona dé nuestro, glorioso"patróno.
os ofrece bios un perfectó modelo de pru
dencia." "." -
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la confusion se halla en el pecado; la confesion vo
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- 307 –
luntaria yla penitencia, devuelven la paz y la fe
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RESOLUCION.—0bedecer puntualmente á su
director.—Pedirá Dios por la intercesion de María
y san José la virtud de sumision.
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AN José PRoTECTom DE LA IGLEsa.
DIA VEINTISIETE.
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- DIA VEINTINUEVE.
, sAN José PATRoN DE LA BuenA Muear.
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– 367 –
una fortaleza inexpugnable. Conjurémosle nos
guarde en él y nos defienda durante el último
combate. Digamos como Jacob al ángel: no os
dejaré, no me arrancaré de vuestros brazos hasta
tanto que me hayais dado vuestra bendicion para
la última hora. Non dimitlam te donec benedixe
ris mihi.
Como este favor es para nosotros la gracia de
las gracias, el coronamiénto de todas las demás y
lapuerta de la bienaventurada eternidad, despues
de haberla pedido con vivas instancias ásanJesé,
pidámosla tambien á Jesús y María, aproveché
monos de un momento en que estemos seguros de
tener acceso á sus corazones: lloran aún al que
acaba de cerrarlos ojos. Por el nombre de vues
tro muy querido José, por la dulzura de su
muerte, por las lágrimas que le tributásteis, oh
Jesús, oh María, dignaos, en union de José,
bendecirnos en nuestra última hora, Os pe
imos esta gracia en presencia del cuerpo vir
ginal de José, y no cesaremos de pedirla todos
los dias de nuestra vida. Divino Salvador, y vos
divina Madre, que durante las últimas horas de
José no dejásteis de contemplarle; ¡oh Salvador
rico de misericordia! ¡Oh Virgen rica de clemen
cia, no ospedimos más que una sola de esas mi
radas que rogocijaron á José: una sola, porque
una sola nos basta! (1) , , , , ,
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() De estos tres últimos días no hay colaulo." .
– 368 –
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Si es verdad que san José recibió del cielo una
plenitud superabundante de gracias, proporcio
nada á los empleos que Dios le confió,álas prue
bas á que le ha expuesto y á los servicios pres
tados, y que él por su parte cooperó fielmente á
todas estas gracias, debemos deducir de aquí
que este gran santo adquirió tesoros de méritos
tan sublimes, que sólo Dios puede tener un co
nocimiento perfecto de ellos, y que por conse
cuencia posee en el cielo un grado degloria ex
celentísimo y singularísimo. «Muy léjos, pues,
dice el docto y piadoso Suarez, de ser temerario
– 375 –
el sentimiento de los que aseguran que san José
sobrepuja á los demás santos, creo que es su
mamente piadoso y conforme con la verdad,
Sin duda, dice el célebre Gerson, hay en el cielo
santos colocados en un puesto muy elevado; por
ejemplo, san Juan Bautista, los apóstoles, sin
mencionar los ángeles; sin embargo, creo que
san José es superior en gerarquía átodos los bien
aventurados Si los apóstoles ocupan el primer
puesto, es en el órden gerárquico de la Iglesia,
pero no en el órden de la union hipostática, don
de no vemos figurar más que áMaría y José.
Ahora bien; como el misterio de la Encarnacion
domina todo en el cielo como en la tierra, la glo
ria de estos santos esposos es superior á la de los
demás santos. "
Para convencernos mejor de esta verdad, al
mas cristianas, recordemos los servicios que san
José tuvo el honor de prestará Dios en la tier
ra. Trabajó con éxito én el asunto más impor
tante que se ha emprendido hasta ahora. Gober
nó la santa Familia con tanta prudencia como
fidelidad. Fué el custodio de aquel que guarda á
todos los séres creados, el ángel del gran conse
jo, prestándoles los buenos oficios que nuestros
ángeles nos rinden; el redentor del Redentor de
los hombres que rescató de las manos de los
sacerdotes, en el dia de su presentacion en el
templo; el salvador del Salvador del mundo por
haberle salvado de mil peligros; el señor del Se
ñor, el superior del Rey y de la Reina del cielo;
su tutor, su nutricio, su guia, su ayuda, su
- 376 -
amigo su defensor, su todo. Tuvo la ventaja
como lo notan los santos doctores, que sus cui
dados, sus trabajos, sus solicitudes tuvieran por
objeto inmediato la persona adorable del Salva
dor. Los que alimentan á Jesucristo en los po
bres que son sus miembros enfermos, merecen
una recompensa y el Espíritu Santo les promete
la abundancia de los bienes temporales y eter
nos; pero nada hay comparable á la gloria y á "
la dicha de José que alimentó efectivamente al
Hijo de Dios mismo y á quien el Salvador pudo
decir en el rigor de la verdad más exacta: Tuve
hambre y medísteis de comer; tuve sed y, me
dísteis de beber. ¿Y cómo podemos dudar que
el pecado de los judíos, que crucifica á Jesucris
to, no tuvo una malicia particular, como lo en
: Suarezº * - Jerusalen, de
emos creer, tambien que los servicios que sal
José prestó al Salvador del
mérito extraordinario. Si Dios en otro tiempo
prometió hombres que recibieran un
profeta, la recompensa debida al profeta mismo,
¿no está obligado, porla misma leyá dará José,
que recibió un Dios en nombre de Dios, recom
pensas dignas de la munificencia de un bio
¿El derecho natural, la razon y la santidad de
José no piden que Nuestro Señor haga sentará
este santo Patriarca sobre un trono más cercano
al suyo, despues del de su augusta madre? El
hijo de Dios tiene todo el poder en el cielo como
en la tierra, y en este reino abria
servidores interpuestos entre su padre y El ¿Es
– 377 – ,
creíble que este bondadoso Salvador haya coloca
do lejos de sí á un santo que durante treinta
años le llevó en sus brazos, que le amó con un
amor tan tierno y tan constante?
* María es la soberana de los cielos, dice la
santa Iglesia, "Regina Coeli, y en el imperio de
esta augusta Reina no puede haber nadie coloca
do en superior categoría á su casto esposo. Es
taban demasiado unidos en la tierra para que es
tén separados en la eternidad. Los ángeles y los
bienaventurados llamaná María su reina y su so
berana; sólo san José tiene el derecho de llamar
la su esposa y su angélica compañera. Si en vir
tud de la adopcion divina debemos esperar ver
á Dios y gozar de una gloria semejante á la su
ya; qué recompensa más magnífica estará reser
vada al que fué escogido para ser padre del Hijo
único de Dios. ¡Ah! ¿decidnos, oh bienaventura
do José, los honores que Jesús, vuestro hijo adop
tivo os rindió en presencia de los ángelesy bien
aventurados, haciéndoos sentar en el cielo en el
trono degloria que os habia erigido él mismo con
su mano portentosa? ¿Qué consuelo tan inefable
llenaria vuestro corazon cuando vísteis salir de su
divina boca estas palabras dirigidas á su padre:
«Padre mio, ¿qué recompensa daremos á este
hombre, que pueda igualará los buenos oficios
que recibí de él? El ha sido el fiel custodio y pro
tector de la virginidad de mi madre; me hizo
una cuna el día de mi nacimiento; me llevó á
Egipto para librarme del furor deseado de He
rodes; me ha educado con grandes cuidados; me
– 878 -
ha amado y colocado en toda clase, de bienes:
Bonis omnibus per eum repletti sumus. ¿Qué le
daremos? " " " . .
Gran Dios que tomais parte en las obligacio
nes que el Verbo encarnado cree tener con san
José; bondad soberana, que nunca os dejais su
perar, en generosidad por vuestras criaturas;
Dios del cielo, que habeis prometido vuestra
gloria á los que dieran en vuestro nombre un
vaso de agua al pobre mendigo, qué testimonio
de gratitud no daríais á este santo Patriarca. Pa
dre de bondad, le suplicaríais dispusiera de la
mitad de vuestras riquezas, recompensaríais la
fidelidad y la prudencia, de este fiel servidor
concediéndole la mitad de vuestros bienes y la
libertad de disponer de ellos en favor de los que
le honran le invocan, ¡Yvos, oh Jesús! hijo
único de Dios, idea perfectísima de la perfecta
gratitud, ¿qué disteis á aquel de quien recibis
teis tantos honores y bienes? Fiel, á vuestra pro
mesa: Dad y se os dará, se verterá en vuestro
seno una medida, colocada, apretada y derra
mándose por los bordes; le daríais un palacio en
el cielo por una casa en la tierra; el seno de un
Dios por el seno de un hombre; la gloria eterna
por los honores temporales; vuestro corazon por
el suyo, y amor por amor.
«Cuando Jesús, dice Bossuet, aparezca en su
gloria, descubrireis las maravillas de la vida ocul
ta de José; sabreis lo que ha hecho durante tan
tos años y cuán glorioso es ocultarse con Jesús!
Es indudable que no es de los que recibieron su
- 379 - , ,
recompensa en este mundo; por esto aparecerá
entonces, porque no ha comparecido aún; bri
llará porque aun no ha brillado. .
FIN.
-
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- i
:
INDICE.
PRIMERA PARTE.
VIDA DE SAN JOSE.
Página.
Capítulo I–San José—Su familia.—Su
nombre.7—. . . . . . . . 5
II.—Nacimiento de san José.—Fe
nómeno maravilloso. . . 9
— III –Santificacion de san José.—Su
juventud. . . . . . . . . 13
IV–Matrimonio de san José. . . 17
V–María y san José á Nazaret.
–Turbacion de san José. 26
– VI–Huida de José en Egipto.—
Su vuelta á Nazaret. . . . 35
s VII –Muerte de san José.-Su re
surreccion. . . . . . . . 45
-7
SEGUNDA PARTE, A
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