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El arte de Amar – Ovidio

Libro tres
La tercera parte del arte de amar de Ovidio enmarca consejos dictados para las mujeres;
acerca de cómo mantener la relación viva con su hombre (Esposo), como agradar al
hombre y como vestirse para ser vista (Consejos de maquillaje de la época). Este libro
contiene tradición Grecolatina centrándose en las amazonas como mujeres guerreras y en
Pentesilea (Reina de las Amazonas).Como en todo el libro se denota a la mujer como un
objeto manipulable y adaptable a lo que se quiere, como si pudieras arreglarla antes de
comprarla, Esta claro que esto se debe a la época pero a pesar de eso considero que
esto necesita arreglos porque existen muchas personas en especial hombres que crecen
viendo este tipo de imágenes y que aún no se adaptan al nuevo rol de la mujer; En
consecuencia a esto vemos los grandes problemas actuales de desigualdad de género y
de maltrato a la mujer. Es cierto que a lo largo de la historia la mujer se ha visto como
ama de casa, profesora y todo enfocado al cuidado de niños y en agradar a los hombres,
generalmente se dice que una mujer se maquilla para agradar a los demás pero es el
momento de que la sociedad abra los ojos y se dé cuenta que ya no estamos en el mismo
lugar, que hemos avanzado y así como los celulares se manejan de manera distinta y
tenemos una mejor imagen de la tecnología, lo mismo sucede con las mujeres.
Para mí esta parte del libro en especial es la cereza del pastel debido a la imagen que
evidencia de la mujer, Vemos en este como Ovidio nos invita a seguir un instructivo para
ser mujeres. Un instructivo tan detallado que va desde el aseo que tanto les gusta a los
hombres que tengamos hasta las posturas que debemos adoptar para el coito, tanto así
que llega a detallar una perfecta manera para sonreír (“Abrid moderadamente la boca,
marcad hoyuelos en ambas mejillas y que el labio superior cubra los dientes de arriba”).
Empezando por el simple hecho de que Ovidio no es una mujer podemos empezar a
descartar todo lo que dice porque realmente no puede hacer un instructivo si no tiene
amplio bagaje en este campo; Además de esto nos encasilla como mujeres a un muy
barato estereotipo que aunque no sea el típico rubia, ojos claros, alta y medidas perfectas
(60, 90, 60) sigue siendo parte de los problemas de autoestima de algunas mujeres que
no logran llegar a la altura de lo que se plantea. Considero que cualquier hombre debe
agradarle una mujer por su personalidad y no por cosas tan vanas como su apariencia.
Para finalizar voy a citar a una de mis actoras favoritas reconociendo el trabajo que
llevamos por el simple hecho de ser mujeres.
“Mujer.
Toca hacer fotos. ¡Hay que prepararse!
Depílate. Eres imperfecta. Todos esos pelos no deberían estar allí. En la cabeza sí, nunca tendrás
suficiente Hoy tocan fotos. Tu compañero está listo en dos minutos. Él es un hombre, no necesita
todo eso, es guapo tal y como es. ¿Tú? Puede que en hora y media estés presentable. Ya sabes,
eres mujer, imperfecta. Tapa la ojera, unifica la piel, oculta ese vergonzoso grano, ¡ay esa arruga!,
pinta la ceja, pon más pestañas en las pestañas, rízalas con un instrumento de tortura, más eye-
liner para marcar el ojo, colorete, boca perfecta, iluminador en las zonas estratégicas, rimmel como
si no hubiera un mañana. El pelo, tan lacio y tan sin gracia. Más volumen, más bucles, más
extensiones, más más.
Ahora sí, ya te ves un poco mejor. Porque lo necesitas, porque lo quieres. Porque te sientes
imperfecta. La ropa. ¡Qué pecho tan pequeño! ¿Eso es celulitis? Algo que sea sexy, femenino,
sofisticado, y por supuesto lo más incómodo posible. No importa si hace frío. Y tacón, que eres
bajita y hay que estilizar. Da igual si estás a punto de caerte o te sangran los pies. Eres mujer,
imperfecta.

Ahora sonríe, natural.

Ahora mira esa revista: "Nos gustan las mujeres reales", pero esa no, que tiene celulitis y es
horrible. Aquella tampoco, ¡has visto qué dedos de los pies!, y esa de ahí tiene el culo un poco
caído. Cómo puede ser que no le dé vergüenza salir así. Pero, eh, nos gustan las mujeres reales.
Quiérete tal y como eres. Pero no tengas ojeras, ni arrugas, ni pelos donde no toca, ni grasa, ni
tetas pequeñas, ni muchos años (si los tienes que no lo parezca), ni un culo muy grande ni muy
pequeño, ni uñas mordidas, ni, ya puestos, demasiadas ideas. Pero quiérete.
Y mañana trabajas y te levantarás hora y media antes por voluntad propia porque tienes que
depilarte, maquillarte, peinarte, vestirte. Porque así te ves bien, y guapa, y femenina. Porque tú lo
quieres. Porque si no lo haces te sientes desnuda, rara, fea, mal. Porque así te sentirás un rato
como se supone que deberías ser.
Porque no sabes ni por qué ni cómo pero lo llevas grabado hasta el tuétano.
Porque eres mujer. Imperfecta”

Michelle Jenner en esta crítica logra sacar a flote todos los estereotipos con los que se
nos caracteriza y vaya que lo hizo bien.
En conclusión considero que el arte de amar es un libro un poco obsoleto y Ovidio debería
buscar su mujer perfecta en sus sueños porque aquí todas somas perfectas a nuestra
manera.

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