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Marta muratorio

En la realidad social y polftica contemporanea


de America Latina, el monopolio de ese poder de representaci6n
esta siendo cuestionado por los mismos representados quienes, cansados
de jugar un rol secundario en una imagen del pasado creado por otros,
retornan el escenario politico para convertirse en sus propios imagineros. (9)

Pero en este libro no nos ocuparemos de su autoirnagen sino de


sus imagineros europeos, criollos y blanco-mestizos, su ideologfa y su
cultura. Nuestro referente no es la realidad indfgena de una epoca
determinada sino los textos narrativos y visuales que, con sus enunciados
y sus silencios, crean imagenes de los indigenas y del rol que
estas cumplen en la construccion que los grupos dominantes hacen de
la "nacion" ecuatoriana en distintos contextos historicos. (9)

una perspectiva academica que se centra por una parte en los imagineros
y por otra, en las circunstancias culturales e historic as en que las
imagenes fueron producidas, 10 cual requiere un conocimiento tanto de
la cultura de los imagineros como de los imaginados. (10)

Examinan la pr oducci on ,
transforrnacion y reproduccion de esas practicas semioticas de los
grupos dom mantes en el contexte de la historia del Ecuador como
nacion-estado. (10)

Se trata de considerar
a las imageries no solo como productos culturales terrninados en monedas,
medallas, banderas, monumcntos, pinturas, discursos misioneros,
ritualcs civicos 0 polfticas estatales, sino tarnbien como strnbolos de la
interaccion social historicarnerue contextualizada que las produjo,
enfocando la materia prima con que fueron construidas, el proceso de
su construccion y cl usa que de elias han hecho, tanto sus creadorcs
como los espectadorcs para quiencs fueron creadas y aiin los mismos
rcprcscntados. (10)

EI costumbrismo
en pintura y el romanticismo historicista en literatura expresaron
una biisqueda folkl6rica del ser nacional en un pasado indigena
inventado y de una identidad mestiza que incorpora al indigena mitico
mientras Ie niega realidad como agente hist6rico. (17)

1950 en adelante, los periodicos y la prensa lefda por la radio comienzan


a tener una difusi6n mas generalizada en las zonas rurales de la
Sierra y en el Oriente. Esto contribuye a la integraci6n cultural de
zonas y poblaciones antes relegadas a los espacios "sal vajes" y por 10
tanto a la constitucion de una conciencia nacional mas homogeneizante.
EI (19)
REHACIEDNO LA NACION

El estado ecuatoriano genera una concepción de identidad ecuatoriana


fundada en lo que supuestamente es lo excepcional y valioso de
la ecuatorianidad. Al mirar el nacionalismo ecuatoriano oficial, es preciso
considerar tres ‘campos básicos de poder’ (‘los sitios’), la historia,
el territorio y la población, alrededor de los cuales se construye lo nacional.
En la discusión de Anderson acerca de los nacionalismos oficiales
asiáticos, se sugiere que los

[Las nacionalismos] imaginaban el dominio [de la nación], la naturaleza


de los seres humanos que gobierna, la geografía de su dominio, y la legitimidad
de su linaje.
(Anderson 1991: 164; véase también A. Smith 1991) (87)

Como lo señala Escolar, Quintero y Reboratti, se


pone énfasis en la historia y ‘se da por sentado el territorio’ (Escolar et
al. 1994: 347). Al criticar lo que se conoce como la ausencia de una
perspectiva geográfica, Escolar (et al.) afirma: (95)

El proceso de crear una identificación con el territorio imaginado


que se da por supuesto, no es fácil. Por una parte, instituciones estatales
tales como escuelas, institutos geográficos y medios de comunicación
gubernamentales pueden crear mapas (reales y simbólicos) del
espacio nacional, aunque también hay representaciones espaciales
implícitas
e imágenes vinculadas a espacios específicos que circulan en los
discursos oficiales sobre la nación. Para el caso ecuatoriano se pueden
examinar las asignaturas asociadas con el territorio ‘natural’ de la nación,
al igual que los discursos militares, la constitución, las imágenes
literarias y las representaciones visuales cotidianas. Cada uno de estos
discursos y representaciones interactúa con los demás, produciendo un
complejo conjunto polifónico de geografías oficiales para una potencial
identificación con la nación, socavando así toda noción de un único
discurso ‘oficial’ acerca del territorio nacional. (95)

El protocolo internacional
que se firmó más tarde en Río de Janeiro en 1942 reconocía la legitimidad
de la invasión Peruana, mientras el estado ecuatoriano se quedaba
con la necesidad de nuevas imágenes e historias que explicaran su
transformación territorial. (96)

Hernan Ibarra (1999)


Uno de los aspectos centrales que define la identidad nacional ecuatoriana, es su diferencia
con el Perú. Esto porque el Perú como enemigo externo, aparece como el país responsable de
un largo y continuado proceso de mutilación territorial ()<13

Ha sido principalmente un recuerdo traumático que se transmite como una humillación


nacional. Fue una batalla desigual (como efectivamente aconteció) que llevó a la derrota
ecuatoriana. Un recuerdo de esta índole, fue manejado con mecanismos compensatorios que
devuelven simbólicamente el sentido que tiene el sujeto humillado, en este caso, la nación. La
otra dimensión del recuerdo, fue la producción de héroes. Un tema que implica la COl strucción
de biografías que destacan la participación heroica de los oficiales y soldados durante la
guerra. (14)

El territorio guarda estrechas relaciones con la historia y la geografía. Con la historia, en tanto
se construye una historia nacional circunscrita a un territorio. Con la geografía, en cuanto hay
un espacio encerrado en distintos límites. Todo esto contribuye a generar una identidad
nacional. La organización política estatal esta relacionada con el territorio geográfico y el
territorio se expresa como una ideología territorial. (17)

Los Estados .nacionales. ~Jld.inºs.~n.b_'lslml1e_J:e.cientes_desde el punto de sista real,


¡:>lJe~tOqlte fUeroncr~ªºº-,<;Iueg(uieJªs guerras de independencia. Lo que ocurre es que,
debido al desarrollo de una ideología nacional generada por intelectuales nacionalistas y
portada por las élites, cada una de las naciones, ha construido una imagen de "antigüedad
nacional" sustentada en la existencia de civilizaciones anteriores al hecho coloniaL donde se
puede fundamentar el origen de una nacionalidad, sea peruana o ecuatoriana. Por eso, ante la
poderosa evidencia de una civilización incaica, con su centro en el Cusca, hubo de construirse
el mito del Reino de Quito como un fundamento de la antigüedad nacional del Ecuador frente
a la del Perú. (22)

El "ecuatoriano" fU~J@º_ajg~ª-f!lt:m~_º~t!niºQ__e!u~) ClJn>Q_Q~L ~igl().XJX, scm ciertos


I:t:t(::I:~!1.tesa una histOJ:iaQ<ltJi':l__~!1c;()I1~~.. trucción con sush~ro~~_x sílTl_~5l1os, el
himno nacional, laprogresiva institucionalización del castellano y la creación de un imaginario
de fronteras territoriales, las que apelaban a un sentílJliento de comunidad de destino, o de lo
que Benedict Anderson h_ª-!hl.illªdgla"¡:;QI}1u Ilidad imaginada" como una construcción
política e ideológica que caracteriza a las naciones del siglo XIX. (23)

La guerra g~.194L~e-SiÍn lª.s.jnt~roJ'.~t.ªcjºI1e~LPerÚanaS•..Qc.~ JIi.QP_Q[q!H~


_clEcuaóoL-YlQló.. ~Lstatu quo de 1936.apQct.erándQse clt::.ilJgl!I1as p.()sici()p~s ~n )
aJi"ontera norte del Perú. Fue denominada la "batalla de Zarumilla". (34)
47 y 48 ver los números de soldados movilizados

De un modo u otro, una parte central del mito consistió en atribuir una inmensa superioridad
numérica al ejército peruano: 10 ó 20 peruanos contra un ecuatoriano, etc. La otra, el valor del
soldado ecuatoriano en resistir tan tremenda avalancha. (48)

El Ecuador, al visualizar un territorio ideal había creado un


imaginario territorial que poco tenía que ver con la posesión y
control efectivos. En.!.~_t:l.~()~q!Je sU9J2acid--ªº-~Lnfme,SlLuctur.aLera
!!1~Eor,cl.adoquei.nrnensas porcion~'¡JjeLle.nitQfio.naciQllaLnQse . hallaban vertebradas, debido
a un insuficiente deSAUQllp.de]as vías de comunicación. La capacidad organizativa del Estado
ecuatoriano, se hallaba debilitada por la fragmentación en la so
ciedad y sus cuerpos armados (81)

Después de 1941, surgieron algunas interpretaciones sobre la identidad nacional. Eran


elaboraciones de intelectuales, que tenían su mayor motivación en el sentimiento de
derrota. La más conocida y de más amplia influencia fue la de Benjamín Carrión. El enunció
la conocida "teoría de la nación pequeña", argumentando que el Ecuador debía ser grande
más por su cultura que por su territorio. Un llamado metafórico a pensarse como un país
de menor dimensión al de las aspiraciones territoriales imaginarias. (82)

La guerra del41 hubo de mostrar la fragilidad de la construcción estatal ecuatoriana. Su poca


capacidad por articular un territorio. Por ello, la persistencia en la definición de un territorio
imaginario después de 1941 como un mecanismo de unificación ideológica. dejó pendientes
las fracturas étnicas y regionales, los verdaderos problemas del Estado nacional ecuatoriano.
(83)

Pablo Ospina

Así, pues, toda nación se reclama heredera de un pasado inmemorial.


Extiende su nacimiento hasta Jas entrañas de un tiempo difu o, imprecisable y
antiguo} Nunca aparece su acta de nacimiento. ¿Por qué? Porque la biografía
de una nación es entendida, en la tradición nacionaJista, por separado de los
estados que la hicieron nacer. De esta manera, el alma nacional no nació con
el Ecuador que vería la luz en 1830 sino que extiende sus involuntarias raíces
en la bruma del tiempo. (112)
Cómo ese abigarrado
manojo de personas tan distintas y distantes, que hablaron y todavía hablan
lenguas y culturas ajenas, recortados por diferencias étnicas, sociales y
regionales, pueden llamarse "ecuatorianos" y sentirse compatriotas. Cómo
pudieron, ofrendar sus vidas a orillas de un río que jamás vieron y al lado de
personajes en quienes jamás confiaron. (113)

El territorio apareció entonces como eje básico que otorgaba sentido y


significado a una existencia común siempre dudosa. La guerra de 1995 ratificará
el sentimiento de unidad nacional forjado a lo largo de cinco décadas. Allí, en
la profundidad del significado nacional del territorio perdido o reclamado,
reside la explicación de la efusión de unidad y entusiasmo nacional desplegado
en las horas del conflicto (quiero hacer con esto una crítica a las explicaciones
excesivamente coyunturales que intenta dar Simón Espinosa 22 sobre este fenómeno). (116)

Hasta que la guerra de 1941, momento crucial para los significados


nacionales, los desalojó del panteón de la patria, Fueron reinterpretados como
"agresores del sur". De pronto fueron peruanizados y su herencia renegada. Se
adscribió su voluntad conquistadora y "expansionista" a una tradición arraigada
en el suelo del ahora eterno espíritu bélico del país limítrofe. 29 La voluntad
'agresora de Perú aparecía así de un origen tan antiguo como las existencias nacionales cuyo espíritu
y configuración perciben desde siempre en las huellas
de sus ilustres antepasados. (119-120)

En síntesis, una vez perdidos los Incas en el naufragio del origen de la


ecuatorianidad por efectos de su obligada peruanización, fue necesario
reafirmar un linaje indígena autóctono que evitara el traumático hallazgo de que
la nación ecuatoriana tal vez no habría existido desde el inicio de los tiempos. (121)

A partir de 1941 se desarrolla una amplia cartografía histórica sobre el


Ecuador destinada a demostrar los derechos conculcados. Es evidentemente el
Atlas de Juan Morales y Eloy,42 publicado por el Ministerio de Relaciones
Exteriores, el esfuerzo más significativo y el que marcará la tónica de todos los
siguientes. Sobre todo, de los textos oficiales de enseñanza primaria y
secundaria. Así se afirmará la constante mutilación territorial ecuatoriana, el
sentimiento de pérdida permanente, la convicción de haber sido desmembrado
por vecinos poderosos e inmisericordes. El pueblo ecuatoriano encuentra así
una nueva hermandad que lo unifica: la conciencia del país débil y agredido. (123)

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