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Gabriela Mistral

Gabriela Mistral fue el seudónimo literario de Lucila Godoy Alcayaga, destacada poetisa,
docente y diplomática chilena, nacida en Vicuña, región del Coquimbo, el 7 de abril de 1889.
Sus padres fueron Juan Godoy Villanueva y Petronila Alcayaga Rojas.

El padre de Lucila abandonó el hogar materno estando ella muy pequeña, de modo que su
madre contrajo segundas nupcias. Creció en un ambiente rural, que le resultaba muy grato, sin
embargo, no pudo culminar la escuela. Su hermana mayor ejerció como su maestra, y durante
ese período tuvo sus primeros contactos con la poesía. Particular influencia tuvo en Lucila el
poeta francés Frédéric Mistral.

Tempranos intereses románticos tendrían gran impacto en su vida, en particular su vinculación


amorosa con Romelio Ureta, un joven que terminaría suicidándose por problemas de dinero.
Ya para aquella época Lucila había alcanzado un empleo como ayudante docente, trabajo para
el que demostraría gran vocación.

Lucila Godoy se desempeñó como docente en diversas localidades, y colaborando en


periódicos, hasta que logra destacar ganando el primer premio de los Juegos Florales de
Santiago en 1914. Lo logró con Sonetos de la Muerte, trabajo que muchos creen inspirado en
el joven Ureta. Para esos días decidió usar el nombre Gabriela Mistral, seudónimo construido a
partir de los nombres de Gabriele D’Annunzio y Frédéric Mistral, dos poetas que ejercieron
sobre ella una enorme influencia.

Mistral demostró tener gran capacidad para la docencia, y aunque este aspecto de su vida se
viera accidentado por no poseer estudios profesionales, no le impidió obtener amplio
reconocimiento por su trabajo. Al mismo tiempo crecía su prestigio en el ambiente poético.

Su primera obra, Desolación, de 1922, le atrajo el respeto de la comunidad literaria chilena y


también internacional. Comenzaría para ella una etapa de viajes, publicaciones y trabajo
complementario a nivel diplomático, hasta que es nombrada Cónsul de Chile en 1933, y es
destacada en diversas ciudades europeas. Su obra, cargada de un profundo contenido
sentimental, es publicada y traducida a diferentes idiomas.

En 1945 la Academia Sueca le otorga a Gabriela Mistral el Premio Nobel de Literatura, por el
valor del conjunto de su obra.

Posteriormente, en 1953, obtiene el cargo de Cónsul en Nueva York, y se radica en esa ciudad.
Durante esos años conoce a la escritora norteamericana Doris Dana, que se convertiría en su
confidente, y ejercería legalmente como su albacea. La correspondencia entre Mistral y Dana
revela una fuerte carga afectuosa que ha hecho pensar que entre ellas existía relación de tipo
sentimental. Esta idea siempre fue negada por Dana.

Gabriela Mistral vivió en Nueva York, pero no le era muy agradable la vida en Estados Unidos.
Ensayó diversos lugares de residencia hasta que se radicó en la localidad de Long Island. Ya a
mediados de la década de 1950 daba muestras de dolencias de tipo cardíaco y diabético. Pero
la muerte sobrevendría por otros motivos, aquejada de cáncer de páncreas, moriría el 10 de
enero de 1957. Sus restos fueron repatriados a Chile, e inhumados según su deseo de ser
sepultada en el pueblo de Montegrande, donde había pasado una etapa muy feliz de su
infancia.
Nicanor Parra

Nicanor Parra Sandoval (San Fabián de Alico, Provincia de Ñuble, 5 de septiembre de 1914 – 23
de enero de 2018). Poeta, matemático y físico chileno. Hermano de la cantautora y folklorista
chilena Violeta Parra (1917-1967), proviene de una familia de clase media de provincias.
Realizó estudios primarios y secundarios en las ciudades de Lautaro y Chillán.

En 1937 se gradúa en Santiago como profesor de Matemáticas y Física por el Instituto


Pedagógico de la Universidad de Chile donde más tarde trabajaría como docente. De esta
época es su primer libro de poemas Cancionero sin nombre (1937).

Entre 1943 y 1947 se especializa en Mecánica Avanzada en la Universidad de Brown con una
beca del Institute of International Education, y entre 1949 y 1951 estudia cursos en
Cosmología en Oxford.

En 1951 se incorpora como docente de universidad hasta que la Fundación Guggenheim le


ofrece la oportunidad de continuar con sus estudios de física en Estados Unidos. De 1954 en su
obra Poemas y Antipoemas constituida por tres partes, Cantos a lo humano, Poemas y
Antipoemas.

Los años 60 son especialmente prolíficos, algunos de sus títulos más destacados son Versos de
Salón (1962), Manifiesto (1963), Deux Poemes (1963), Canciones Rusas (1967) y Obra gruesa
(1969).

Su producción continúa con obras como Artefactos (1972), Sermones y prédicas del Cristo de
Elqui (1977), Nuevos sermones y prédicas del Cristo de Elqui (1979), Chistes para desorientar a
la policía (1983), Coplas de Navidad (1983), Poesía política (1983), Hojas de Parra (1985).

En 1971 dirige un taller de escritores en la Universidad de Columbia en Nueva York.

Como autor ha conseguido algunos de los premios más importantes como el Premio Nacional
de Literatura de Chile, el Internacional de Literatura Latinoamericana, el Juan Rulfo (1991),
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Patrimonio Nacional de España y Universidad de
Salamanca (2001), el premio Bicentenario 2001 y el Premio Cervantes 2011 al conjunto de su
obra y ha sido nominado en numerosas ocasiones para el Premio Nobel de Literatura. Doctor
Honoris Causa de la Universidad de Brown (1991), de la Universidad de Concepción, Chile
(1996) y de la Universidad del Bio-Bio, Chile (2001).

Su obra ha sido traducida al inglés, alemán, portugués, francés, italiano, sueco, noruego,
esloveno, croata, checo, holandés, ruso, árabe y catalán.

El escritor Nicanor Parra, premio Cervantes 2011, depositó en la Caja de las Letras del Instituto
Cervantes un legado que permanecerá guardado hasta el 5 de septiembre del 2064. Es una de
las personalidades que deja un objeto personal en la antigua cámara acorazada de la sede
central del Instituto.

Fallece en Santiago de Chile a la edad de 103 años.


Pablo Neruda

Neftalí Reyes Basoalto (Pablo Neruda ) nació el 12 de julio de 1904, en Parral (Chile).
Fue hijo de José Reyes y Rosa Basoalto. Desde los dos años vivió en Temuco. Desde
los 13, escribió artículos periodísticos y poemas. A los 17 se trasladó a Santiago y
estudió pedagogía.

En 1923, publicó Crepusculario, un poemario que le valió muchos elogios. Un año después
publicó su famoso Veinte poemas de amor y una canción desesperada. En 1927, inició su
carrera diplomática sirviendo en varios países de Asia, Europa y América. Durante la Guerra
Civil Española (1936-1939), colaboró con los republicanos.

En 1945, recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile. El mismo año fue elegido senador
por Tarapacá y se unió al Partido Comunista. En 1949, se exilió en Francia y luego viajó por
varios países del mundo. En 1950, publicó en México Canto General, su mayor poemario.

En 1952, regresó a Chile y publica nuevos poemarios, como Estravagario en 1958. En 1969, fue
nombrado miembro de la Academia Chilena de la Lengua. El mismo año, el presidente
Salvador Allende lo nombró embajador en Francia.

En 1971, ganó el Premio Nobel de Literatura. En 1973, cayó enfermo, renunció a la embajada y
regresó a Chile. Falleció en Santiago el 23 de setiembre de 1973, por un cáncer a la próstata.
Pablo de Rokha (1894- 1968)

Autor de una de las producciones poéticas más contestatarias y polémicas que emergieran en
Latinoamérica a mediados del siglo XX, Pablo de Rokha -seudónimo de Carlos Díaz Loyola-
nació en Licantén, Región del Maule el 17 de octubre de 1894. Sus primeros años
transcurrieron en la zona central del país, acompañando a su padre, José Ignacio Díaz, en
variados trabajos esporádicos que este desempeñaba, tales como administrador de fundos o
jefe de aduanas y de límites cordilleranos. Su juventud fue conflictiva y rebelde, siempre en
contradicción con el conservadurismo cultural y político de su región natal. Sufrió el rechazo de
sus educadores, tanto en la Escuela Pública N° 3 de Talca, como en el Seminario Conciliar de
San Pelayo, del que fue expulsado en 1911 por leer y compartir con sus compañeros -quienes
lo apodaban el Amigo Piedra-, libros considerados de autores blasfemos, como Rabelais y
Voltaire. Esta expulsión fue la oportunidad para que el futuro poeta emigrara a Santiago.

Establecido en la capital se matriculó en las carreras de Derecho e Ingeniería en la Universidad


de Chile, pero muy pronto las abandonó, por esos años trabó amistad y relación con otros
intelectuales vanguardistas de la época, como Pedro Sienna, Ángel Cruchaga Santa María y
Vicente Huidobro, entre otros, y descubrió la filosofía de Nietzsche, la poesía de Walt Whitman
y de los poetas malditos. Trabajó como periodista en los diarios La razón y La mañana y publicó
sus primeros poemas en la revista Juventud. En 1914, estando en Talca, recibió el poemario Lo
que me dijo el silencio, firmado por Juana Inés de la Cruz, primer seudónimo de Luisa Anabalón
Sanderson, quien en 1916 será su esposa y adoptará el nombre literario de Winett de Rokha.
Ese mismo año el poeta publicó su primer conjunto de poemas, “Versos de infancia”, en la
antología Selva lírica.

De Rokha articula su obra en un convulsionado contexto nacional e internacional,


caracterizado por la decadencia del orden oligárquico en Chile y la consolidación del fascismo,
el nazismo y el estalinismo en Europa, como preludio a la Segunda Guerra Mundial. También
fue la época en la que la participación de las masas se acrecentó, espoleada por el avance de la
industrialización y de las democracias en América Latina.. Hacia 1930, Pablo de Rokha ya
demostraba ser un ferviente defensor del marxismo-leninismo -ideología que el poeta
vinculaba a la ética cristiana- y del estalinismo soviético, inclinación que lo impulsó a militar en
el Partido Comunista y a adherir en 1936 al Frente Popular.

La primera etapa del poeta, que va desde 1916 hasta 1929, se caracteriza según el crítico por
la influencia del Romanticismo y una perspectiva anarquista entrelazada con elementos
bíblicos y religiosos. En este período, De Rokha dirigió la revista Numen, publicó en Claridad su
obra “El folletín del Diablo”; y autoeditó su libro Los gemidos (1922), que fue ignorado por la
crítica, más entusiasmada con el modernismo y el mundonovismo imperantes. De esta época
fecunda son también U (1926); Satanás, Suramérica y Heroísmo sin alegría (1927); y Escritura
de Raimundo Contreras (1929). Sus trabajos del período 1930-1950 están marcados por el
activismo político, a través de textos que buscan una dialéctica entre lo individual y lo social,
como Canto de trinchera (1929-1933), Imprecación a la bestia fascista (1937), Cinco cantos
rojos (1938), Morfología del espanto (1942), Arenga sobre el arte (1949) y Carta magna de
América (1948), que incluye la Epopeya de las bebidas y comidas de Chile. En estos años De
Rokha funda su propia revista, Multitud: revista del pueblo y la alta cultura (1939), que más
tarde se convierte también en editorial.

Durante sus últimas dos décadas, se entretejen en la escritura rokhiana el optimismo


revolucionario, la protesta social y el amor desgarrado por la muerte de la mujer del poeta,
quien acusa el golpe en el libro Fuego negro (1953). Su histórica rivalidad con Pablo Neruda se
agudizó con la publicación de Neruda y yo (1955), ensayo en el que De Rokha califica al
parralino de “artista burgués” y lo acusa de plagio. La controversia continuó luego con la
publicación de Genio del pueblo (1960), libro donde dialogan 111 personajes de la cultura
letrada y popular, entre los cuales aparece Neruda bajo el nombre de Casiano Basualto. En
1961 publicó Acero de invierno, libro en el que aparece su poema “Canto del macho anciano” y
en 1967, el que sería su último libro, Mundo a mundo. Un año después, el 10 de septiembre y
a los 73 años de edad, el poeta se quitó la vida. Luego de su muerte, se publicó Mis grandes
poemas: antología que amplía la primera recopilación poética del autor, Pablo de Rokha.
Antología: 1916-1953, publicada en 1954.

Pablo de Rokha recibió el Premio Nacional de Literatura en 1965 por una obra siempre fiel a
una visión de mundo rupturista y receptiva a los elementos de la modernidad, pero
profundamente enraizada en lo chileno.
Violeta Para

Nació, armada ya con dos significativos dientes, el 4 de octubre de 1917 en San Carlos,
provincia de Ñuble, al sur de Chile.

Hija de un profesor de música y una campesina, Clarisa Sandoval Navarrete, de quien Violeta
recordaba su afición a las canciones campesinas. Había sido casada anteriormente con un
primo, matrimonio del cual nacieron Marta y Olga. Tras quedar viuda, Clarisa se casó con
Nicanor Parra, padre de Violeta.

Tuvo ocho hermanos, más otros dos medios hermanos, hijos de su madre. Varios de ellos
reconocidos poetas y cantores, así como sus hijos y nietos.

Su infancia transcurrió en el campo. Nicanor Parra enseñó a cantar a todos sus hijos.
Con las cantatas nocturnas y matutinas presididas por su padre, Violeta se aficionó al canto,
haciendo de él la pasión de su vida. Sin embargo, la madre se oponía a esta dedicación que
desplazaba los estudios.
Recibe educación primaria y cursa dos años en la Escuela Normal de Santiago.
Cuando contaba nueve años se inició en la guitarra y el canto; a los doce compuso sus primeras
canciones.

Trabajó en circos, bares, quintas de recreo, y pequeñas salas de barrio.

En el año 1952 contrae matrimonio con Luis Cereceda, con el que tuvo a sus hijos Isabel y
Ángel, con los que realizará gran parte de su trabajo musical.

Desde este año de 1952, animada por su hermano Nicanor, recorre zonas rurales grabando y
recopilando música folklórica. Esta investigación hace que descubra la poesía y el canto
popular de los más variados sitios chilenos convirtiéndose en una recuperadora de la cultura
popular.

Es autora de canciones, décimas, y música instrumental. También es pintora, escultora,


bordadora y ceramista.

En 1954 recorre la Unión Soviética y Europa permaneciendo dos años en Francia, donde graba
sus primeros discos con cantos folklóricos y originales. Conoce a artistas e intelectuales
europeos. En Santiago expone sus óleos en la Feria de Artes Plásticas al aire libre. En 1961
realiza una gira con sus hijos invitada al Festival de la Juventudes en Finlandia. Viajan por la
URSS, Alemania, Italia y Francia donde permanecen en París durante tres años. Actúan en
boítes del barrio latino y programas para radio y televisión; recitales en la UNESCO, Teatro de
las Naciones Unidas; conciertos en Ginebra y exposiciones de su obra plástica. En 1965 en
Suiza se realiza un documental sobre su vida. En Chile canta con sus hijos en la Peña de Los
Parras, en la calle Carmen 340 en Santiago, inaugura el Centro de Arte en una carpa; graba
discos de música instrumental. Viaja a Bolivia en 1966, ofrece conciertos en regiones del sur de
Chile.

El 5 de febrero de 1967, en Santiago de Chile, deprimida y sola, se encierra en su carpa y, al filo


de las seis de la tarde, se dispara un tiro en la sien. Tenía cuarenta y nueve años. Al día
siguiente, más de diez mil chilenos desfilan en su entierro llorando y cantando fuerte.
Enrique Lihn.

Enrique Lihn Carrasco nació en Santiago, Chile el 3 de septiembre de 1929. Estudió en el Saint
George’s College y posteriormente en el Colegio Alemán. En 1942 pasó a la Escuela de Bellas
Artes de la Universidad de Chile.

En 1949 publicó su primer libro de poemas, titulado Nada se escurre. Aunque hasta 1963 no
apareció La pieza oscura, el que él consideraba su primer libro y que fue traducido al francés y
publicado París en 1972, con ilustraciones de Roberto Matta.

Junto a Nicanor Parra, Alejandro Jodorowsky, Jorge Sanhueza, Jorge Berti y otros (Humeres,
Oyarzún) creó el Quebrantahuesos, collage editado en 1952.

En 1960 nació su única hija, Andrea Lihn Mingram.

Con el escritor Germán Marín, fundó la revista Cormorán, de la Editorial Universitaria, que
publicó nueve notables números entre los años 1969 y 1971.

En 1965 obtuvo la beca de museología de la Unesco, lo que le permitió viajar a París.

En 1966 recibió el Premio Casa de las Américas por su obra Poesía de paso y se quedó a vivir
un año en Cuba.

Entre los años 1970 y 1973, dirigió el taller de poesía de la Universidad Católica de Chile. En
1972 se integró como profesor investigador de literatura en el Centro de Estudios
Humanísticos de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, cargo
que tuvo hasta su muerte en 1988.

En 1978 obtuvo la Beca Guggenheim, por lo que se trasladó a Nueva York.

Escribió y montó obras de teatro, y realizó performances y videos.

Enrique Lihn Carrasco falleció en Santiago de Chile el 10 de julio de 1988, víctima de cáncer.
Eduardo Anguita

Hijo de Heriberto Anguita y Lidia Cuéllar, a los tres años llega


a San Bernardo, con sus padres, hermanos (Mariana y Heriberto)
y abuela materna.[1] Posteriormente ingresa al Liceo de San
Bernardo donde permanece hasta segundo año de humanidades
para después integrarse al Colegio San Agustín de Santiago. A
los 16 años comienza sus estudios de Derecho en la Universidad
Católica; sin embargo, a los dos años, se cambia a Filosofía y
Letras, que también abandona.[2]
Desde ese momento colaboró en numerosas revistas y diarios
como Ercilla, Plan, Atenea, La Nación, El Mercurio (donde se
destacó por sus columnas en la sección Artes y Letras), entre
otros. Además, trabajó en la empresa Zig-Zag y fue redactor
creativo en distintas agencias publicitarias y en las
radioemisoras Agricultura y Minería.[3]
En 1934, fundó junto a Vicente Huidobroy Omar Cáceres la
revista Vital/Ombligo.[4] Ese mismo año publicó su primer
poemario, titulado Tránsito al fin (traducido el inglés en 1942).
Esta actividad creativa coincidió con un período en que se
desarrollaban importantes movimientos estéticos
del vanguardismo latinoamericano, principalmente
el surrealismo y el creacionismo. Además de amigo y admirador
de Huidobro, compartió búsquedas poéticas con Pablo
Neruda y Volodia Teitelboim, y se mantuvo vinculado muchos
años al grupo La Mandrágora.[3]
En 1943 contrajo matrimonio con Alicia Tejeda Oliva (cuyo
hermano Juan fue escritor y Luis, diputado comunista) y
tuvieron tres hijas, Ximena, Cecilia y Pilar.
Junto con Teitelboim publica, en 1935, la Antología de poesía
chilena nueva, que generó polémica debido a la exclusión de
determinados poetas. Esta antología incluyó a
Huidobro, Rosamel del Valle, Pablo de Rokha, Pablo
Neruda, Humberto Díaz Casanueva, Omar Cáceres, Ángel Cruchaga
Santamaría, Juvencio Valle y a ambos antologadores.
En 1944 la editorial estadounidense New Directions lo
seleccionó, junto con su amigo Neruda, para su antología anual
de poesía latinoamericana contemporánea.
Durante el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, fue designado
en 1955agregado cultural en México, país donde
publica Palabras al oído de México(1960). También destaca su
entrevista a Alfonso Reyes Ochoa y su oficio de cronista bajo el
seudónimo de Osvaldo Guzmán Muñoz.
Por último, trabajó en la Editorial Universitaria como asesor del
departamento de publicaciones, cargo que abandonó poco
antes de morir el 12 de agosto de 1992, completamente alejado
de la literatura.
Su muerte la precipitaron las quemaduras que sufrió el 10 de
agosto de 1992 al caer sobre una estufa encendida.[5]
En 1993 la Editorial Universitaria creó el Premio Eduardo
Anguita, para distinguir cada dos años a los poetas que no
hubieran sido distinguidos con el Premio Nacional de Literatura
(el primer laureado fue Jorge Teillier[6]) y, también como otro
homenaje, la colección de poesía El poliedro y el mar.

Rolando Alarcón

Profesor primario, Rolando Alarcón nació en 1929. Vivió su infancia y gran parte de su
juventud en Chillán, donde estudió guitarra y piano. En 1955 se incorporó al conjunto
de folclor musical de Margot Loyola, una de las más importantes investigadoras de la
tradición chilena. De ese conglomerado surgió el mismo año 1955 el conjunto
Cuncumén, del cual Rolando Alarcón fue director hasta 1965. Vale destacar que en
este grupo inició su carrera como cantante popular Víctor Jara. Con Alarcón, el
conjunto grabó 6 discos de larga duración, realizó una gira por Europa, y se consolidó
como uno de los principales conglomerados folclóricos de Chile.
En 1963 Rolando Alarcón inició su carrera como compositor, la que le daría notables
frutos. Entre sus composiciones destacan las resfalosas "Doña Javiera Carrera" y "¿A
dónde vas soldado?", canción que significó una curiosa controversia por su contenido
antimilitarista. Además, escribió canciones de compromiso social como "Yo defiendo
mi tierra"; de claro sentir continental, "Si somos americanos"; y otras más ligadas a la
tradición chilena, como "Mocito que vas remando". La interpretación la asumieron
conjuntos y solistas como Los Cuatro Cuartos, las Cuatro Brujas o los
hermanos Isabel y Ángel Parra.
Desde 1965 fue uno de los artistas permanentes de la peña de los Parra. En 1967
representó a los cantores chilenos en el Primer Festival de la Canción de Protesta,
realizado en Cuba, y en 1970 obtuvo el primer lugar en la competencia folclórica del
Festival de la Canción de Viña del Mar, con la canción "El hombre", interpretada por
Los Emigrantes.

En los últimos años de su carrera musical se acompañó del dúo Los Emigrantes,
conformado por Carlos Valladares y Enrique San Martín. Falleció en febrero de 1973,
ocasión en que recibió un sentido homenaje mientras se realizaba el Festival de la
Canción de Viña del Mar.
José Domingo Gómez Rojas

José Domingo Gómez Rojas nació en Santiago en una modesta casa de la calle Teatinos, y su
actividad intelectual surgió de una infancia cuyos entornos fueron los barrios populares de la
capital.

En 1912 se incorporó al cristianismo protestante, el que con dificultad se abría paso en los
sectores de menores recursos de la sociedad santiaguina. Esto lo llevó a ser un ferviente
opositor del catolicismo, que influía fuertemente no sólo en el mundo religioso sino también
en la actividad política de principios de siglo. Sus primeros poemas fueron publicados en el
periódico de la Liga Episcopal de la Costa del Pacífico El Heraldo Cristiano, periódico en el que
también escribió artículos en los que alentaba a sus compañeros de fe a luchar contra el
catolicismo oficialista.

Según los cercanos al poeta, este escribió casi la totalidad de su obra en 1912, lo que demostró
la dualidad de intereses que lo animaba, desarrollando por una parte su veta cristiana, y por
otra una poesía más próxima al anarquismo, ideario político-social por el cual Gómez Rojas
sentía una abierta simpatía.

Desde muy joven lo unió una profunda amistad con otros escritores de la época, entre ellos
José Santos González Vera y Manuel Rojas. Ambos lo recordarían en varios de sus escritos de
madurez, dedicándole Manuel Rojas una crónica.

El “poeta cohete”, como lo apodaban, publicó en 1913 Rebeldías líricas, único libro que
publicara Gómez Rojas en vida. Influenciado por la obra de Nietzsche y el pensamiento
anarquista, se vinculó a la “bohemia vanguardista” del movimiento cultural y literario chileno,
en el cual destacó rápidamente, aun cuando su rescate del olvido se dio tardíamente a través
de la edición póstuma de sus obras y de diversas notas y artículos de prensa.

Testigo de una época marcada por la convulsión y la protesta social, Gómez Rojas no se
mantuvo al margen de esta. Como estudiante del Instituto Pedagógico y de la Escuela de Leyes
de la Universidad de Chile, tuvo una activa participación en la FECH, además de participar en la
fundación de la sección chilena de la I.W.W., organización internacional que agrupaba a los
sectores anarquistas.

Detenido tras el asalto que sectores conservadores realizaron a la sede de la FECH, José
Domingo Gómez Rojas fue sometido a salvajes torturas. A causa de las secuelas producto de
éstas, fue trasladado desde la Penitenciaría de Santiago a la Casa de Orates, donde sumido en
la desesperación, encontró la muerte el 29 de septiembre de 1920. A su funeral asistieron más
de 50.000 personas, y se convirtió en el póstumo homenaje del pueblo a un poeta que supo
hacer de su arte, compromiso y de su compromiso, creación.

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