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Rakudai Kishi No Eiyuutan - Volumen 2

Traduucion: Najucirujano Translations


Edicion: Universo Novelas Ligeras
PRÓLOGO – RECUERDOS DE UN DÍA DISTANTE

De pie en el medio de un dojo color rojo garanza, la chica le habla al hombre que está en frente de ella una y otra vez.

Una voz llena de angustia.

Pero un hombre de mediana edad entrecano se reía animadamente.

“Jajaja, todavía son cien años demasiado pronto para que un oponente se contenga contra mí. Suficiente, sólo ven.”

“Pero padre… Últimamente tu cuerpo ha estado…”

“Es por es que antes de que pierda la habilidad para blandir una espada por completo, quiero confiarte esta técnica a ti.”

Balanceándola, el hombre de mediana edad, el padre de la chica prepara la Shinai.

“Como no soy un Blazer. No puedo serte de ayuda más que con la espada. Esta técnica es el resultado de toda mi vida
como espadachín. Es algo que nunca le he mostrado a nadie. Esta técnica definitivamente te será útil. Sólo acéptala,
Ayase.”

Los ojos del padre que miraban directo a su hija, brillaron con un color más cálido que el rojo del ocaso.

Recibiendo esa mirada con una expresión como esa, no había manera de que ella pudiera negarse.

Porque era tan amada, no había manera de que pudiera negarse.

“Lo haré… Padre.”

Es por eso que, la chica…

“…”

Eliminando su inquietud, ella materializó su alma como un ‘Armamento’.

Una katana con hoja escarlata aún más roja que el atardecer y más vívida que la sangre.

Sujetando la katana con ambas manos como si la estuviera estrujando ligeramente, la chica arremetió. Apuntando a su
padre quien yacía ante ella.

Y justo como su padre deseaba, ella blandió su espada.

Eso fue algo que había sucedido hace mucho tiempo.

Pero ahora mismo, ella ya había perdido todo.

Ni una sola cosa le quedaba. No podía proteger nada.

Sólo la escena de hace mucho tiempo aún grabada brillantemente en sus ojos.
CAPÍTULO 1 – DISCÍPULO

“¡Bueno amigos! ¡El séptimo enfrentamiento de las batallas de selección de hoy comenzará ahora!”

“Llegando por la puerta azul está el que derrotó al caballero Rank C, el ‘Cazador’ Kirihara Shizuya, quien era un
representante del Festival de Arte con la Espada de Siete Estrellas del año pasado. ¡Es el ‘Caballero Fracasado’ Rank F de
primer año, el contendiente Kurogane Ikki! Hasta ahora, él ha obtenido ocho victorias de ocho enfrentamientos. Y además,
excepto contra el contendiente Kirihara, no recibió daño alguno en sus enfrentamientos. ¡Pero hoy enfrentará a una
oponente del mismo calibre que el Cazador!”

“¡Y esa es, apareciendo por la puerta roja, una miembro del Consejo Estudiantil de la Academia Hagun y la mejor
contendiente del Festival de este año, de segundo año Rank C, la ‘Corredora de la Preparatoria’, Tomaru Renren! ¡Su
récord es el mismo que el contendiente Kurogane, ocho victorias de ocho enfrentamientos!”

“¡Pero, peeero! ¡La contendiente Tomaru estaba tercera en el ranking de la academia del año pasado! ¡En otras palabras,
es la tercera caballero más fuerte en esta escuela! ¿Mostrará hoy su fuerza como su rank lo indica? ¿O acaso el Caballero
Fracasado ganará hoy también con sus poderes de artes marciales que desafían el sentido común? Yanagida-sensei, ¿qué
piensa?”

“Demasiado largo, estoy durmiendo.”

“¡Muchas gracias! ¡Bueno entonces, el enfrentamiento más importante de hoy… ha comenzado!”

La chicharra indicando el comienzo del enfrentamiento sonó, y al mismo tiempo, fuertes aplausos y gritos concertaron
desde los asientos de la audiencia.

Como objetivo de esos ecos enloquecidos, dos caballeros se encontraban en el ring. El chico que permanecía quieto
mientras sostenía el Dispositivo con forma de katana japonesa, Kurogane Ikki. La chica que estaba equipada con el
Dispositivo con forma de nudillo, Tomaru Renren.

Aunque el enfrentamiento ya había comenzado, Renren estaba dando ligeramente algunos saltos como si estuviera
jugando, y le habló a Ikki con una sonrisa afectiva.

“Kurogane-kun. ¡Vi tu enfrentamiento con el ‘Cazador’! ¡Ese fue un enfrentamiento grandioso!”

La sonrisa de Tomaru era como el color castaño claro de su bronceada piel: se desvanecía suavemente. Enfrentando su
sonrisa, Ikki también sonrió un poco.

“Muchas gracias. Que Tomaru-san la tercera rankeada me lo diga me hace muy feliz.”

“Usas honoríficos mientras charlamos, ¿sabes, tenemos la misma edad, cierto? Pero aun así, es extraño. A pesar de que
puedes pelear tan bien, ¿por qué repetiste un grado?”

“…Ajaja, bueno eso es… pasaron muchas cosas.”

“Fuu~un. Bueno, no sé qué pasó, pero es una lástima. Habría sido más divertido si estuviera en el mismo grado que
alguien tan fuerte como Kurogane-kun~”
“Si hablas sobre personas extrañas, ¿entonces no está allí Saijou-san el cuarto rankeado?”

“Ese tipo no es bueno. Tiene una fuerza física loca pero ni siquiera puede tocarme sólo con eso. Sólo es un ventilador
eléctrico… pero aun así, eso también va para Kurogane-kun. Quiero decir, si te costó tanto enfrentar a alguien como el
‘Cazador’, no puedes vencerme.”

La gentil sonrisa de Tomaru cambió a una feroz.

“¡Te mostraré, la manera en que pelea la tercera rankeada—!”

De repente, su figura se desvaneció del campo de visión de Ikki.

¿Era una habilidad de sigilo como Área Invisible? No, no era así. Hay sonido. Un sonido desde la derecha, algo pasando a
través del viento con una velocidad increíble. Si miraba con atención, podía echar un vistazo a las postimágenes.

Eso es. Tomaru no desapareció, sólo se movía tan rápido que parecía que despareció. Ese era el Arte Noble de Tomaru
Renren—

“¡Es la Red Mach! ¡La contendiente Renren de repente corre con victoria en sus ojos!”

La verdadera forma de esa irregularidad era la acumulación de velocidad. Ignorando la desaceleración natural de su
cuerpo, Tomari es capaz de acumular aceleración.

“Escuché de eso antes, pero que sea tan rápida.”

“Verla en una cámara y verla así es completamente distinto, ¿cierto?”

“Sí. No puedo seguirle el ritmo… La razón por la que me hablaste cuando ya había comenzado el enfrentamiento era para
dar esos pasos, ¿cierto? Acumulaste la velocidad inicial con esos saltos.”

“¡Bingo! La debilidad de este poder es la velocidad inicial, verás. Pero con esos preparativos, podría elevar mi velocidad
hasta quinientos kilómetros por hora instantáneamente. Pero quinientos es apenas el comienzo. ¡Mi Red Mach revela sus
verdaderos poderes luego de cruzar la barrera el sonido!”

Exactamente como declaró, ella siguió corriendo hacia la derecha, usando las paredes alrededor del ring. Explotando la
habilidad para ignorar las leyes que limitaban este mundo, siguió acelerando. 800, 900, 1000, 1100, ¡—1200! Finalmente
superó la velocidad del sonido, y alcanzó el dominio de la velocidad supersónica.

Su velocidad ya había superado hace mucho el nivel en el que la simple vista podía seguirla.

“¿Entiendes? Mi habilidad no es algo que me haga desaparecer como el Cazador. ¡Me vuelvo invisible e imposible de
atrapar! ¡Kurogane-kun quien estaba teniendo dificultades contra un enemigo así es imposible que pueda ganarme!”

“Entonces si puedo atrapar a Tomaru-san, ¿admitirás la derrota?”

“¡Jaja…! ¡Bueno eso si puedes hacerlo! ¡Pero no puedes! ¡No hay manera de que puedas! ¡Es una lástima pero el viaje de
Kurogane-kun hacia el Festival terminará aquí! ¡Vamos, con este ataque a velocidad supersónica…!”
Para el momento, Ikki ya no podía captar las postimágenes… Tomaru fue hacia delante con la victoria en mente mientras
ponía poder en sus puños. ¡Moviéndose hacia el punto ciego de Ikki, ella desató un golpe lleno del más alto monto de
energía…!

“¡Pájaro Negro!”

Mientras creaba un estallido sónico, Tomaru dirigió su puño hacia la espalda de Ikki y soltó un golpe supersónico.

En velocidad, superó el Mach 2. Era realmente un golpe único mortal que superaba por mucho el nivel donde podía ser
visto por el ojo de uno. Ni hablar de bloquearlo, ya no era posible evadirlo, o reaccionar a tiempo siquiera.

Tomaru no tenía duda de su victoria. Sin embargo—

“Esa chica es una idiota.”

Una chica de cabello plateado y pequeña contextura se encontraba allí, suspirando como burlándose de alguien.

Esta adorable chica que se parecía a una muñeca de porcelana era Kurogane Shizuku. Una caballero Rank B que era
llamada 《LorelieBruja del Mar Profundo》 debido a su peculiar método de ganar, ahogando a sus oponentes. Era la
hermana menos de Kurogane Ikki.

“La razón por la que a Onii-sama le costó con esa persona fue porque no podía verlo.”

Pero por supuesto, sus palabras no alcanzaron a Tomaru reflejada en sus pupilas. No llegaron, pero Tomaru
inmediatamente comprendió el significado.

¿Eh?

Tomaru percibió algo en su campo de visión que era imposible que estuviera allí. Una mirada. En el fino lapso de tiempo,
ella sintió algo que atascó su mirada. ¡Era la mirada de los ojos de Ikki, los cuales habían atrapado sus movimientos a
pesar de que ella avanzaba a velocidad supersónica!

¡¿I-Imposible?! ¡¿Reaccionó?!

Al siguiente momento, la figura de Ikki se desvaneció en frente del puño que Tomaru extendió. El puñetazo supersónico
golpeó el aire, y sus figuras de cruzaron. Al pasar uno al lado del otro, Ikki sujetó el anorak de Tomaru y usando su
propulsión supersónica, él la rotó con un solo balanceo—

Y con ese impulso, golpeó a Tomaru contra la superficie de piedra del ring.

“Kuh-ugh—”

Y una punta negra fue apuntada hacia Tomaru, quien perdió el aire luego del impacto sobre su espalda.

“Es mi victoria.”

“…”

Tomaru, quien ahora estaba colapsada, no podía entender qué acababa de suceder. No podía comprender cómo la atrapó.
Pero entendió que había perdido. Si la Red Mach de Tomaru era detenida, su velocidad de propulsión se reiniciaría por
completo. Ella tenía que moverse constantemente. No podía alcanzar su velocidad desde cero otra vez. La persona frente a
ella no lo permitiría.

Es por eso que… Tomaru asintió ligeramente, y se rindió.

“¡S-Se acabóóóó! ¡Se acabó muy fácilmente! ¡El contendiente Ikki ganó derribando fácilmente a la Corredora de
Preparatoria, la tercerada rankeada de la Academia Hagun! ¡Es su novena victoria! ¡Finalmente el momento histórico
donde alguien por debajo del Rank E logre pasar la selección para el festival está cerca!”

“¡Oye, oye, ¿en serio?!”

“Que esa Tomaru ni siquiera haya podido tocarlo…”

“¿Qué rayos pasa con ese Rank F? ¡¿Por qué diablos ese monstruo repitió un grado?!”

“¡G-Genial!”

“Como se esperaba de Ikki. Un enfrentamiento sin siquiera una pisca de peligro.”

Entre los espectadores que estaba gritando y animando, un delgado hombre, Airsuin Nagi se encontraba al lado de
Shizuku y aplaudía por Ikki quien estaba de pie bajo la luz.

“Al final, no usó Ittou Shura.”

“El resultado era obvio. La razón por la que a Onii-sama le costó contra ese Cazador no tenía relación con si podía verlo o
no. Fue porque él tenía un arco de largo alcance además de su sigilo perfecto. No importa qué tan rápida sea ella, o si él
no puede verla. No hay manera de que salga ilesa luego de poner un pie en el campo del manejo de la espada único de
Onii-sama.”

Para alguien del nivel de habilidad de Ikki, ya era una barrera de golpes de espada de corta distancia. Si algo pasaba por
allí cerca, el agudo sexto sentido de un samurái definitivamente reaccionará a eso, sin importa si es visible o invisible,
rápido o lento. No haber comprendido eso fue la razón de la derrota de Tomaru.

“Buen trabajo, Ikki.”

Ikki, quien estaba saliendo de la arena vio a una chica de cabello rojo vívido de pie junto a la puerta azul, recibiéndolo.

“Mi mano derecha se siente un poco desarticulada; no luché tanto como para sentirme cansado. Stella, haz tu mejor
esfuerzo tú también.”

“Aunque no hay necesidad de que de lo mejor.”

Luego de responder con una voz llena de confianza, la chica ingresó a la arena.

“¡Amigos, con los sentimientos persistentes de emoción que quedan de lo de antes, es hora de comenzar con el octavo
enfrentamiento de selección de hoy! ¡Está ingresando a la arena con su cabello rojo ardiente balanceándose la única
caballero Rank A de la Academia Hagun! ¡La ‘Princesa Carmesí’, la contendiente Stella Vermillion! ¡Como su
compañero de cuarto el Caballero Fracasado, ella también lleva ocho victorias y ninguna derrota! ¡Y todos esos
enfrentamientos terminaron con sus oponentes abandonando! La sensacional supernova que fue ganando sólo con su
presión, superando todos los enfrentamientos sin batallas decentes. ¡Peeero! ¡Su oponente hoy es Hanaiki Baffalo—!”

Entrando a la arena desde la puerta roja luego de que Tomaru saliera, se encontraba un gigante con cabeza rapada y un
uniforme con un yelmo alto.

“Rankeado cuarto en nuestra Academia Hagun y miembro del consejo estudiantil, el caballero Rank C apodado
‘Destructor’, el contendiente Saijou Ikazuchi! ¡Habiendo ganado a través de una excelente racha de enfrentamientos, él se
pone de pie sin prisas en frente de la participante Vermillion! ¡No hay rastro de la tensión ni la emoción que se ha visto de
los otros que lucharon con la contendiente Vermillion! ¡Sólo mira a la oponente que tiene que derrotar! ¡Como el club del
periódico mural dice, ‘No hay escapatoria de los hombres japoneses’, él hace honor a esa frase! ¡completamente
preparado para enfrentar a la contendiente Vermillion! ¡¿Podrá ser que esta vez finalmente seamos testigos del verdadero
poder de la Princesa Carmesí?! Ahora, con ambos invocando sus Dispositivos—¡El enfrentamiento, COMIENZA!”

“¡¡UWOOOOO!!”

“¡Whoa! ¡El contendiente Saijou blande su dispositivo Zanbatou de inmediato con el sonar de la chicarra! ¡La fuerza es
tanta que el rugido de la cuchilla llegó incluso hasta los asientos de la audiencia!”

“Preguntaré. ¿Conoces mi habilidad?”

Saijou le preguntó a Stella mientras rotaba su Zanbatou por encima de su cabeza.

“No. A diferencia de Ikki, no investigo a mis oponentes antes de la pelea.”

“Hmph. Como se esperaba de la famosa Rank A. ¿Acaso un Rank C no te interesa?”

“No es como si te estuviera rechazando. Al final de esta pelea, e incluso el Festival de Arte con la Espada, todo es
simplemente un entrenamientos para nosotros para volvernos más fuertes y convertirnos en caballeros mágicos. Al
enfrentar a terroristas y cosas así, es casi imposible que conozcas las habilidades de los oponentes de antemano. Es por
eso que si no puedes luchar sin saber las habilidades de tu oponente, no es algo bueno.”

“No harás la investigación inicial por eso. A pesar de que eres de primer año, qué voluntad tan noble. Sea lo que sea, esta
vez es inútil.”

*BOOM*

Saijou balanceó hacia abajo la Zanbatou que él estaba girando por encima de su cabeza, hacia Stella. Había magia
emitiéndose de la robusta espada que chocó con la hoja dorada de Stella, Lævateinn.

El ‘motivo’ de los Blazer ya estaba funcionando allí.

“Mi habilidad es ‘acumulación de poder de tajadas’. Cuanto más hago girar la espada, más pesada se vuelve. El límite
actual es de diez toneladas. ¡El motivo de tu derrota en esta batalla será porque me dejaste cargar mi poder hasta sus
límites a pesar de que no conoces mi habilidad! ¡Es Hacha Crescendo―!”

Acumulando el poder de las tajadas. Las tajadas de recién tenían la fuerza suficiente cómo para abrir y quebrar el suelo.
Sin embargo—
“Pero sin importar lo pesadas que sean tus tajadas, son inútiles si no me golpean, sabes.”

Así es. Este era el motivo por el cual él perdió contra la tercera rankeada, Tomaru Renren. Ciertamente, si sólo se trata de
poder de ataque, Hacha Crescendo es de la clase más alta. Pero en cuando a la velocidad de su fortificada Zanbatou,
definitivamente no es rápida. Él era un oponente verdaderamente fácil para luchadores especializados en velocidad como
Tomaru. Y por supuesto, Stella tenía bastante velocidad a pesar de no serlo tanto como Tomaru. Este tipo de ataque, podía
esquivarlo con sus ojos cerrados.

“¡Pero lo recibiré!”

“¡¿QU-QUÉ?!”

*CLANG*

La tajada descendente de Hacha Crescendo fue recibida por Læveteinn de Stella. No, no se detuvo ahí. Stella no sólo
recibió la tajada de Zanbatou, sino que usó su fuerza para hacerla retroceder.

“¡¿Im-Imposible?!”

Él perdió en fuerza. Saijou estaba shockeado ante ese hecho.

Sí, Saijou no lo sabía, porque la única vez que Stella lucho en serio fue cuando peleó con Kurogane Ikki, y Saijou no
estuvo presente allí. Ya que sólo vio las fotografías tomadas por los estudiantes o los videos borrosos subidos en los sitios
de streaming, él no lo sabía.

¡—Esa Stella era alguien que podía sacudir la Tierra misma con un solo golpe de su espada!

“Sería bueno que recuerdes esto, Senpai.”

Stella hizo retroceder la Zanbatou y extendió su mano hacia el ahora indefenso Saijou, tocando la parte superior del yelmo.

“Poder, talento, técnicas, derribaré todo mientras lucho con ellos de frente. Soy una Rank A exactamente porque puedo
hacer algo como eso.”

Instantáneamente, el fuego se desató desde la mano que tocó el yelmo. El cuello se quebró, y el cuerpo de Saijou estalló
elevándose 10 metros en el aire y luego cayó sobre el ring.

Saijou, quien ahora estaba cubierto de hollín, yacía inmóvil. Perdió la consciencia con esa explosión a corta distancia.

“¡El enfrentamiento terminó! ¡La ganadora, Stella Vermillion!”

Dándose cuenta de ese hecho rápidamente, la réferi de inmediato puso fin al enfrentamiento y anunció a la ganadora.

“¡¡O-Otra vez, victoria totaaal!! ¡Aunque el contendiente Saijou osadamente deseaba una batalla de frente, ni siquiera fue
oponente para ella! ¡Esto es nivel mundial! ¡Este es el rank más alto! ¡Fuerte, Demasiado fuerte! ¡¡Los de primer año esta
vez son Demasiado Fuertes!! ¡Si es ella, si son ellos! ¡Podrían traerle a nuestra Academia Hagun la corona del Rey de la
Espada de Siete Estrellas después de todos estos años en los que ha estado lejos de nuestro alcance!”
Mientras disfrutaba de los animados gritos y alientos, Stella dejó el ring.

Las batallas de selección del Festival de Arte con la Espada de Siete Estrellas, ha pasado aproximadamente un mes desde
que comenzaron, cuando la estación cambió.

Caballero Fracasado, Kurogane Ikki.

Princesa Carmesí, Stella Vermillion.

Lorelei, Kurogane Shizuku.

Con sus victorias consecutivas, se convirtieron en nombres que todos en la escuela conocían.

Parte 2
“Felicitaciones, Onii-sama♥.”

Luego de que Ikki atravesó la salida de la quinta arena de entrenamiento donde se había llevado a cabo el enfrentamiento,
de repente sintió un ligero impacto en sus caderas.

Después de bajar la mirada, vio a Shizuku con sus ojos jade emanando su presencia allí. Y Arisuin estaba detrás de ella.

“Gracias, Shizuku. Pero podrías dejar de abrazarme en lugares públicos. Es vergonzoso.”

“Okey. Onii-sama es lindo también cuando se avergüenza.”

“Alice, parece que mis palabras ya no pueden llegar a mi hermana. Como se esperaba, ¿crees que la falta de comunicación
durante estos cuatro años es la causa?”

“Fufu, ese podría ser el origen.”

“¡Ahhh! ¡Shizuku está abrazando a Ikki otra vez!”

Un enfadado rugido sonó desde atrás de Ikki quien era adulado por Shizuku. La que estaba allí era Stella, quien salió de la
arena luego de Ikki. Después de verla, la expresión de Shizuku la cual era angelical hace un momento cambió a una que la
hacía ver como si estuviera mordiendo un insecto agrio.

“Qué pasa, persona ruidosa. Ya estás crecida, podrías no gritar como una niña por favor.”

“¡¿Acaso no es porque Shizuku le está haciendo algo extraño a Ikki?!”

“¿Algo extraño? No entiendo. Como puedes ver, simplemente me estoy apegando. ¿Verdad, Onii-sama? ¿Acaso no somos
simplemente hermanos que se llevan bien?”
“S-Sí. Pero la distancia es un poco demasiado cercana y es vergonzoso. Así que un poquito más lejos sería mejor.”

“Ves, Onii-sama dijo ‘Sí’.”

¡Una extravagante cita acaba de ocurrir!

“¡Dije más que eso! ¿Qué pasa contigo y tu moral doble!”

“No lo sé. No entiendo qué estás diciendo. En primer lugar, sólo piénsalo Stella-san. Ciertamente me estoy aferrando a
Onii-sama, pero no estoy poniendo mucha fuerza. Primero que nada, incluso si pusiera la fuerza de todo mi poder, Onii-
sama fácilmente podría librarse de mí. Así es, si a Onii-sama no le gusta realmente, él habría hecho eso. Pero Onii-sama
no le hará algo tan rudo a una hermana que anhela tanto a su hermano, ¿cierto?”

¿Cierto? Los ojos jade de Shizuku brillaban con humedad mientras preguntaba eso, como un cachorro abandonado.

…No había manera de que se quitara de encima algo tan lindo.

“S-Sí… No haré… eso.”

¡¡¡IKKIII~!!!

“¿No lo entiendes? Esto es contacto piel a piel permitido entre hermanos que se aman entre sí. Stella-san quien no tiene
nada que ver con eso no debería entrometerse.”

“¡S-Sí que tengo que ver!”

“¿Ooh? ¿Entonces qué clase de relación tienes?”

“E-Eso es…”

“Al final vas a decir algo como que eres su esclava, ¿verdad? Pero si eres su esclava, y cuestionas las acciones mías, su
hermana, está mal. Las gente de tu país, aunque no te sirven a ti sino a tus padres, ellos te muestran un apropiado respeto a
ti, ¿no? ¿O es que acaso la familia imperial Vermillion sólo ve lo que le conviene?”

“N-No, ugh, uuuu…”

Stella quien trataba de refutar el feroz ataque de Shizuku sólo se quedó murmurando. Pero lo que trataba de decir, Ikki lo
sabía. Así es. Su relación, cambió aquella noche de hace un mes. De simples compañeros de cuarto, cambió a amantes. Y
Stella era una princesa, aun si el suyo era un país pequeño. No tenían el estatus social como para anunciar tal cosa en
público. Por supuesto, Ikki estaba consciente de eso. Así que decidieron ocultar su relación por ahora.

Pero no había mujer en este mundo que permitiría que su amante tuviera una relación que obviamente sobrepasaba los
límites del amor, incluso si se trataba de la hermana de su amante. Y por supuesto, a Stella tampoco le agradaba. Pero no
podía decirlo. Fue por eso que se quedó silencio irritada.

Y Shizuku echó una mirada a Stella luciendo un poco decepcionada.

“Cobarde.”
“¿Eh? ¿Shizuku?”

“No es nada. Entonces, ¿deberíamos irnos, Onii-sama?”

“Uh—”

Stella le lanzó una mirada llena de celos a Shizuku quien ahora estaba llevándose a Ikki.

“¡UUU—!”

Parece que estaba llorando un poco. Era muy tierno.

“¡Grrrr!”

¡¿Está rugiendo?!

“O-Oye, Shizuku. Como pensé, ir tomados del brazo con mi hermana a esta edad y en la escuela, es un poco… muy
vergonzoso.”

Sintiendo el peligro inminente, él trató de alejarse de Shizuku.

Shizuku lucía un poco insatisfecha, pero quitó su brazo de inmediato.

“Entiendo, Onii-sama… No quiero que Onii-sama me odie después de todo.”

“Es imposible que pueda odiarte.”

Él negó esa parte. Nunca podría odiar a su hermana menor que lo amaba tanto. Y eso no cambiará, sin importar lo que
pase.

Ante sus palabras, Shizuku sonrió un poco.

“Gracias. Pero aun así, Onii-sama—”

Ella dejó de hablar y luego susurró con una voz que no pudo ser escuchada por nadie además de Ikki.

“Si eres demasiado lento, no podrás avanzar aunque lo intentes.”

Parece que esta buena hermana menor suya ya había supuesto algo.

…No podré avanzar aunque lo intente, ¿no…?

Ciertamente, es exactamente como dijo ella. Ikki ha sido el amante de Stella por un mes. Pero su relación no ha
progresado ni siquiera un poco. Más bien, se siente como si hubiera retrocedido algunos pasos. Siendo su novio, él se
sentía muy consciente de ella.

Él quería volverse más cercano. Quería tocarla más. Quería pasar al siguiente nivel. Sin embargo, no sabe cuándo debería
hacer su movimiento. ¿Exactamente cómo debería explicar esta situación? ¿Deberían discutir ambos la situación
apropiadamente como en una reunión empresarial? O debería él hacer su movimiento mientras tienen una conversación al
azar.

No entiendo.

Ikki quien no tenía experiencia con el sexo opuesto no podía comprender los tiempos en absoluto.

—Y el hecho más desesperante era que Stella era igual en ese campo. Es como si estuvieran navegando los profundos
mares azules sin una brújula. Por supuesto, se convirtió en un desastre.

…Como dijo Shizuku, ¿el chico debería ser más agresivo en estos casos?

Pero si eso hacía que Stella lo odiara… es imposible. No podía obligarla. Como resultado, Ikki no fue capaz de tocar a
Stella ni siquiera una vez en el último mes.

…Haa… me gustaría besarla pronto…

El hecho de que se sentían más distantes que antes de que comenzaron a salir era demasiado solitario.

Parte 3
“¡Ah! Mira eso.”

“Es la Princesa Carmesí. Lorelei y el Caballero Fracasado también están con ella.”

“Tienen un aire diferente entre ellos, ¿no? Esos tres.”

“¿Qué estás diciendo como si supieras algo? Dejando de lado a las dos chicas, ese Caballero Fracasado es sólo un Rank F
con un poco de suerte, eso es todo.”

“¿Tú, sigues diciendo cosas como esa?”

“Mejor dicho, ¿chicos, escucharon? Oí que esa tal Vermillion y el hermano Kurogane derrotaron a los miembros del
consejo estudiantil rankeados cuarto y tercera fácilmente.”

“¿En serio? ¡Entonces sólo quedan ‘Scharlach Frau’ y la presidente del consejo estudiantil por encima de ellos!”

“Bueno, esos dos lo están haciendo de manera excelente en la Academia Hagun, y si su suerte no se viene cuesta abajo de
ahora en adelante sus lugares entre los representantes están casi asegurados. Y la hermana Kurogane también lleva
victorias consecutivas.”

“Los nuevos estudiantes de primer año de este año sí que son asombrosos, huh. Ese tipo alto detrás de la Bruja del Mar
Profundo. ¿No es grandioso también?”

“¡Oye, no lo llames ‘ese tipo’! ¡Nagi-sama tiene un apodo genial, ‘Sonia Negra’!”

“¡Así es! ¡Así es! ¡No puedo creer que llamaste a nuestro Nagi-sama ‘ese tipo’!”
“H-Huh… Lo siento… supongo.”

“Tantos talentos reunidos en el primer año… Este año, puede que Hagun lo logre.”

Mientras el grupo de Ikki se dirigía al edificio escolar principal desde la quinta arena, sentían varias miradas sobre ellos.
Ya ha pasado un mes desde que comenzaron las batallas de selección. El número de candidatos restantes se estaba
reduciendo. Y entre ellos, los cuatro que dominaban la competencia invictos obviamente llamarían la atención.

Especialmente Ikki, él estaba atrayendo un montón de escrutinio. El Caballero Fracasado que estaba avanzando de a saltos
y brincos luego de derrotar al Cazador, dejando shockeados al alumnado de la Academia Hagun de manera
inconmensurable. Caballeros que presumían de sus talentos fueron derrotados uno a uno por la persona que estaba
rankeada F sin importar cómo evaluabas su habilidad. Al principio, los estudiantes no podían aceptar las escenas que
veían como realidad, pero luego de que lo mismo sucediera nueve veces, no tuvieron más opción que aceptarlo. Ikki ya no
era un fraude como lo llamaron antes. Ya no podían verlo de esa forma.

Era suficiente para elevar una sensación de inferioridad en algunos. Ahora, casi todos los caballeros sólo podían quedarse
perplejos ante este caballero fracasado herético, y sólo suponer cuán alto podría escalar.

Viendo eso, Stella empezó a alardear, contenta.

“Fu-fun. Parece que esos idiotas por fin se dieron cuenta de la fuerza de Ikki.”

“Por supuesto. Mi Onii-sama es la persona más fantástica del mundo, al punto donde aquellos que se dan cuenta de eso
ahora pueden ser considerados demasiado lentos. Pero aun así, las cosas han cambiado en el pasado mes. Hay muchas
personas asistiendo a la clase durante el descanso para el almuerzo en estos días.”

“Ciertamente. Me sorprendí mucho cuando incluso los senpais de tercer año vinieron.”

La clase de la que estaban hablando era una que Ikki se vio obligado a comenzar a dar, al ser incomodado por sus
compañeros de clase. Era una clase de artes marciales. Ikki daba clases sobre varias artes marciales. Por supuesto que la
habilidad con la espada estaba incluido, pero también había técnicas con kodachi, manejo de lanza, e incluso arquería.

Sólo Ikki podía hacerlo. Al ser bien versado en muchas artes marciales luego de analizar tantas técnicas de diferentes
enemigos, él era una artista marcial universal.

Aunque teniendo en cuenta que el propio Ikki no cuenta nada más que la habilidad con la espada como su especialidad, y
que no le enseñaría a los estudiantes técnicas más allá de sus habilidades, era una clase escolar simple sobre artes
marciales fundamentales.

Al principio, sólo participaban unos pocos compañeros de clase de Ikki. Pero luego del alboroto que Ikki ocasionó, los
estudiantes empezaron a tener una mejor opinión sobre las artes marciales. Ahora, no sólo compañeros de clase, sino
personas externas a la frontera de la escuela también acudían a él para las lecciones. Ese era uno de los grandes cambios
que ocurrieron desde hace un mes.

“Pero el cambio más grande que sucedió hasta ahora… supongo que es eso.”

Sólo había pasado una semana desde que una cambio particular comenzó. Honestamente, él pensó que si lo ignoraba, el
problema se terminaría, pero no había indicios de que fuera a acabar pronto. Ya no podía ignorarlo más.
“Onii-sama, ¿a qué te refieres con… ‘eso’?”

“Sí. La verdad es que… creo que me están acosando.”

““¡¿¡¿HUH?!?!””

Ante la confesión de Ikki, Stella y Shizuku exclamaron simultáneamente por el asombro.

“¡A-A-Acosadores! ¡¿T-Te refieres a eso, cierto?! ¡Te siguen, se meten en tu habitación, y se afeitan el bigote y te lo
mandan a ti! ¡Ese tipo de acosador! ¡¿Cierto?!”

“Stella-san, estás hablando de una hoja de afeitar. ¿Qué rayos lograrían al enviarle sus barbas en cartas?”

“¿Este acosador es cuidadoso con las apariencias personales? Parece un acosador bastante atento.”

“¡Cállenseeeee! ¡No se fijen en pequeñeces! ¡Mejor dicho, no es momento de hablar sobre eso!”

“Así es, Onii-sama. Podrías explicarnos.”

“Primero sentí una mirada hace una semana. Desde entonces, me ha estado siguiendo constantemente. Alice ya se dio
cuenta, ¿cierto?”

“Sí. Pero cómo Ikki no mencionó el tema, pensé que era mejor no hablar sobre ello.”

“Bueno, al principio pensé que se solucionaría solo si simplemente lo ignoraba pero… no parece que eso vaya a ocurrir en
absoluto, no hay indicios de que se detenga.”

“¿Recuerdas haber hecho algo que haría que alguien te guarde rencor?”

“Nop. No sé.”

Ante la pregunta de Arisuin, él buscó en sus recuerdos pero no encontró nada.

Y la mirada, él no creía que contenía malicia. Más en la línea del arrepentimiento sería lo apropiado.

“…Entonces quizás, es amor. ¿Con Ikki, es eso?”

“¡¿Ah, eso podría ser posible?! ¡Eso! He oído que el resentimiento de los acosadores usualmente nace de un sentimiento
de amor.”

“Onii-sama es un caballero que se distingue mucho. Y escuché que es especialmente popular con las chicas. Cuando se
mira de lejos, si los ojos de una chica se encuentran con los de Onii-sama, ella podría pensar que él está interesado. O
cuando le habla como una fan, podría malinterpretarlo luego de conversar. Todo eso es muy posible.”

“Ikki parece extremadamente torpe cuando se trata de comportarse con las mujeres.”

“Así es. Cuando le piden un apretón de manos, él responde con un ‘Sí, uh’. Como que da una sensación de ‘a su merced’.”
Mirado por Stella quien parecía hallar muchas faltas en él, Ikki sonrió con amargura. Como los tres dijeron, Ikki con sus
rasgos y comportamiento amable era bastante popular con las mujeres. Y últimamente, había muchas de ellas yendo a
animarlo en sus enfrentamientos. Pero en cuanto a Ikki, no sabía cómo lidiar con ellas. No podía ser frío como Shizuku,
quien ignoraba despiadadamente a las fans que se reunían, ni tampoco podía ofrecerles fan service y dedicarles
rigurosamente alguna frase como Arisuin. No podía ignorar a todos aquellos que lo apoyaban. Cuando le hablaban, se
detenía y las acompañaba, cuando le pedían un apretón de manos, terminaba conversando. Había algunas pocas ocasiones
en las que casi llegó tarde a las clases debido a que estaba ocupado con las chicas.

Y sería extraño si alguna de esas chicas malinterpretaba las acciones de Ikki. Stella y compañía fruncieron el ceño ante esa
posibilidad… pero Ikki no pensaba que se tratara de eso, ya que por la mirada en su espalda, no sentía ninguna malicia
pero tampoco sentía algo como afectivo.

Si tuviera que decir algo al respecto, se sentía más como ser fotografiado con una cámara.

“Si fuera algo como ser idolizado no me molestaría, pero que alguien trate inmerecidamente de poner sus manos en mi
Onii-sama, bueno, no podemos permitirlo, ¿no? Es hora de la tortura.”

“¿Qué vas a hacer con ese plumero, Shizuku?”

“¿No es obvio? Atraparé a la acosadora y la haré sufrir un castigo de cosquillas.”

“…No encaja contigo, esa linda manera de castigar a alguien.”

“…Bueno, iba a hacerles cosquillas en los ojos.”

“““¡ESO ES MUY ATERRADOR!”””

“…Bueno, ya que se desarrolló toda esta anticipación y que no sé cuál es la respuesta a esta situación, bueno…
¿preguntémosle directamente a la culpable, no?”

Diciendo eso, Ikki volteó hacia el camino de piedra por el que acababan de pasar.

“Ikki, ¿puede ser que incluso ahora…?”

“Sí. Desde que terminamos de correr esta manaña.”

La mirada que ha estado desde hace una semana, como observándolo. Esa mirada estaba proviniendo de un frondoso
arbusto del otro lado del pavimento. Luego de suspirar ligeramente una vez, Ikki dijo.

“Oye, la persona que se está escondiendo allí. Parece que me has estado siguiendo por un buen rato pero, ¿necesitas algo?”

Le habló en voz alta a la acosadora que en este momento se estaba escondiendo en el arbusto. Y así—

“¡Hyawaa! Ou―”

*Pyon*

Como dando una voltereta, la acosadora que se escondía en el arbusto salió.


Aunque no había malicia alguna, perseguir a alguien durante una semana definitivamente no era normal. Después de todo
esto, Ikki se preparó para ver qué clase de serpiente saldría del arbusto pero… para su gran sorpresa; era una Yamato
Nadeshiko de cabello negro. En ambas manos, sostenía algunas ramas de árboles.

“¡Ah, auau, se-se equivocan! ¡No es lo que piensan! ¡Y-Yo soy, uuuh, uwah~!”
Probablemente se dio cuenta de que la habían descubierto. La estudiante estaba confundida luego de que repentinamente
la hallaran de esta manera. En breve, volteó y escapó. Pero detrás del arbusto, había un pequeño estanque.

“¡¡¡Kyaaaaaah!!! ¡Gyabu!”

*Splash*

Mientras trataba de escapar velozmente, se tropezó y cayó de cabeza. Y un extraño sonido que parecía fisiológicamente
traumático se escuchó.

“…”

La chica flotaba en el estanque boca abajo sin decir una palabra. Y entonces… ya no se movió.

“Qué-. T-Tú, estás bien… ¡demonios, definitivamente no estás bien! ¡Alice, ayúdame a cargarla!”

“Oh cielos, qué mal.”

Mientras Ikki y Arisuin se apresuraron a ayudarla.

“Qué persona tan hermosa… es la acosadora de Ikki.”

“Parece que el momento en que finalmente use este plumero ha llegado.”

La intuición de estas dos chicas estuvo sonando incansablemente luego de este encuentro.

Parte 4
Era una habitación privada sombría y pequeña. La única fuente de luz era la pequeña lámpara de escritorio sobre la mesa.
Y en la habitación, estaba una chica sentada en una silla, y cuatro hombres robustos la rodeaban.

Todos ellos tenían expresiones lúgubres y cuestionaban a la chica mientras gritaban.

“¡Dame una respuesta directa! ¡Estabas acosando a la víctima, Kurogane Ikki! ¡¿No es así?!”

“¡Te atraparon in fraganti! ¡No vas a decir estupideces como que no lo hacías, ¿no?!”

Las voces interrogadoras que la presionaban y la luz de la lámpara resultaban muy tenebrosas. Mientras prevalecía todo
eso, la chica rápidamente contestó.

“¡N-No! ¡Eso no era acoso…!”

“¡Suficiente con las excusas!”

“Hii—”

“¡Es obvio que lo estuviste persiguiendo durante una semana!”


“¡¿Y después de todo eso, sigues intentando arreglar las cosas?!”

“¡Sí! ¡Es hora de la tortura! ¡Tortura te digo!”

“¡¡¡D-Deténganseeee!!!”

“¡¿Ha-?!”

Y finalmente, la chica se despertó de su pesadilla. Un techo blanco cubría su campo se visión. Por el aroma a medicina, se
dio cuenta de que esta era la enfermería. Parece que estaba durmiendo en una cama aquí.

Ante ese hecho, la chica se relajó.

‘Gracias a dios, fue un sueño—’

“Castigo con parafina, latigazos, despellejamiento, cargar peso de rodillas…”

Mientras giraba su cabeza, vio a una chica de cabello plateado susurrando sugerencias cerca de su oído.

“Estaca y quemadura, ahogamiento, clavada al piso, caminar desnuda por la ciudad, el caballo de madera … ¿ah, estás
despierta?”

“Esas cosas que me estuviste susurrando en el oído… eso…”

“Me lo pregunto. Quizás sólo tuviste un mal sueño. Onii-sama, se ha despertado.”

La chica de cabello plateado, Shizuku, llamó al otro lado de la cortina de privacidad. Luego de escuchar esa voz, Ikki,
Stella y Arisuin entraron.

“Oh cielos. Ya te recuperaste. Te diste un buen golpe así que me preocupé. Como se esperaba de los poderes curativos de
Shizuku.”

“Como no fue una herida causada en un combate, no podíamos usar una cápsula, pero gracias a dios Shizuku estaba allí.
Así que, ¿todavía te duele?”

Luego de mirar de izquierda a derecha, la chica comprendió completamente la situación. Se cayó de cabeza en la fuente
golpeándosela, y esos chicos la cargaron hasta la enfermería y le dieron tratamiento.

“N-No, eso es… estoy bien. Gracias… por cuidarme.”

Mientras se levantaba lentamente de la cama, hizo una reverencia y le mostró su gratitud a Ikki y al resto.

Ella realmente era una acosadora amable. ¿Pero por qué no miraba a los ojos a nadie y seguía evitándolos?

“Bueno, me sorprendí un poco sobre esa herida. Qué bueno que no fuera nada serio. Pero… ¿por qué sigues apartando tu
mirada?”

“P-Por favor no te preocupes. H-Hay un motivo muy personal para esto.”


Sonaba bastante nerviosa mientras respondía. Y ahora incluso el estado de su cuerpo era obviamente tenso, y no podía
calmarse. Quizás, de verdad estaba persiguiendo a Ikki debido a algún resentimiento y ahora no lo podía mirar a los ojos.
Bueno, probablemente sea hora de que él se lo pregunte. Primero—

“Si ahora ya estás bien, me gustaría preguntarte algunas cosas… ¿Primero que nada podrías decirme tu nombre?”

“S-Soy Ayatsuji Ayase. Una senior.”

¿Una estudiante de ultimo año? Eso es un poco inesperado.

Quizás porque ella ocasionó ese alboroto cuando la conocieron. O quizás porque ella simplemente no podía calmarse. Él
no podía imaginarla como alguien mayor. Pero ya que era mayor, no podía darse el lujo de echarse atrás o hablarle sin
reservas. Cambió al uso de honoríficos, y le preguntó lo que más lo fastidiaba.

“Entonces Ayatsuki-senpai, repetiré lo que pregunté antes: ¿por qué Senpai me está siguien-… err… Senpai?”

“¿Q-Qué?”

“No sólo estás mirando para el otro lado sino que tu cabeza está completamente girada hacia la dirección opuesta…
honestamente, ¿qué sucede?”

Antes de que él se diera cuenta siquiera, Ayase había volteado hacia la pared del lado opuesto. Su cuello estaba girado
hasta su límite, podía entenderlo al ver su nuca.

“N-No te preocupes. N-No es nada.”

“¡No, por supuesto que me preocuparé! ¡Esta es la primera vez en mi vida que alguien con quien estoy hablando trata
tanto de evitar mi mirada! ¿Qué sucede? ¿Hay algo en esa pared de allí?”

“Q-Quiero decir… E-Es… vergonzoso.”

Dijo ella, con una voz tan baja que podía confundirse con el zumbido de un mosquito.

“¿…Huh?”

“H-Hablar con un chico que no conozco, m-mientras hacemos contacto visual… es demasiado vergonzoso.”

Mirando atentamente, el rostro de Ayase estaba completamente rojo hasta sus orejas, como si estuviera encendida.

“¿P-Por qué Kurogane-kun es capaz de hablar cara a cara tan fácilmente con una chica que acaba de conocer?”

“¿Eh… por qué? Aunque me preguntes eso, pienso que es normal mirar a la cara a la persona con la que estoy
conversando.”

“N-Normal… E-En verdad… Asombroso… Eso es imposible para mí. Aunque sé que es rudo, no puedo mirar a alguien a
la cara cuando me están viendo tan fijamente…”

Ikki nunca pensó que sería elogiado por algo como eso.
Ciertamente, Ayase miró hacia su lado como echando un vistazo varias veces, pero tan pronto como se encontraba con la
mirada de Ikki, sus ojos escapaban de inmediato. Parece que ella misma estaba tratando de mirar hacia acá, pero como le
daba demasiada vergüenza, no parece que fuera a lograrlo con éxito.

Y lucía como si estuviera actuando. Parece que Ayase era una senpai muy tímida.

…Esto es molesto. En lo posible, me gustaría hablar cara a cara pero…

De lo contrario, será difícil saber si miente. Ikki reflexionó sobre qué hacer.

“Bueno, ¿si somos nosotras no habrá problema, cierto?”

De repente, Stella y Shizuku se levantaron imponentemente ante Ayase y le hablaron con una tono crítico.

“Haré que confieses. ¿Por qué Senpai estaba siguiendo a Ikki? ¿Cuál es tu objetivo?”

“E-Eso… Eso es…”

“¿No es obvio le porqué una chica acosaría a un chico, o un chico a una chica? Obviamente lo estaba mirando con ojos
llenos de deseos carnales.”

“¡¿ESO ES VERDAD?!”

“¡E-Eso no es así! ¡En serio!”

Como se esperaba, parece que la razón por la que Ayase estaba persiguiendo a Ikki no era malicia ni afecto. Entonces, por
qué rayos seguiría a un estudiante repitente como…

¿…Hmm?

En ese momento, Ikki notó algo en las palmas de las manos de Ayase, quien las sacudía rápidamente mientras negaba lo
que Stella y Shizuku decían. Callos, el resultado de blandir una shinai por varios miles, cientos de miles de horas. Al ver
eso, Ikki de inmediato pensó en una posibilidad.

…Esos callos, y el apellido Ayatsuji… ¡no puede ser!

“Senpai. ¿Acaso Senpai es pariente de Ayatsuji Kaito-san?”

Al escuchar la pregunta, Ayase de inmediato abrió sus ojos de par en par y giró hacia Ikki.

“C-Ciertamente, Ayatsuji Kaito es mi padre… p-pero, ¿cómo lo sabes?”

“Los callos en las palmas de Senpai. Esa es la mano de un espadachín. Y además, el hecho de que puedas mantener el
ritmo en mi entrenamiento con Stella, no sería posible a menos que tengas un cuerpo sustancialmente entrenado. Y el
apellido de Senpai es Ayatsuji… pensé, sólo quizás. Pero quién hubiera pensado que realmente eras su hija, y que estudias
en la misma escuela. Eso fue bastante sorprendente.”

Stella inclinó la cabeza, viendo al emocionado Ikki y preguntándose qué tenía de emocionante eso. Y le preguntó a
Arisuin—
“Oye, ¿quién es Ayatsuji Kaito?”

“¿Quién sabe? No conozco ese nombre.”

“Un Non-Blazer llamado ‘El Último Samurái’.”

En lugar de Arisuin, Shizuku fue la que respondió.

“Ya que la mayoría de los Blazers no están interesados en las artes marciales, no es una sorpresa que Alice no lo sepa.
Pero para las personas que han estudiado la espada aunque sea un poco, no existe ninguna que no conozca el nombre
‘Ayatsuji Kaito’. Él es un gran maestro.”

Competencia del Dragón Celestial— Torneo del Este y el Oeste— Copa Musashi— Desafío del Décimo Dan—

Era un espadachín genio que participó y ganó en todas las competiciones mundialmente famosas de espada. También
hubo evidencia de que superó a varios Blazers criminales en su plenitud, a pesar de no ser él mismo un Blazer.

“Normalmente, ni siquiera una pistola serviría mucho contra un Blazer que está protegido por magia. Pero ante su espada,
esa desventaja no era nada. Él era probablemente la persona que más se lamentaba por no haber nacido como un Blazer…
pero ya que era tan fuerte sin ser un Blazer, parece que se ganó el resentimiento de los caballeros mágicos, por lo que su
fama no llegó muy lejos en el mundo de los caballeros.”

“Pero Shizuku lo conoce.”

“Porque a diferencia de la mayoría de los caballeros mágicos, la familia Kurogane reconoce los méritos de las artes
marciales.”

Como se enfermó de la casa Kurogane que había ahuyentado a su amado hermano, ella no siguió el camino de las artes
marciales que la casa Kurogane poseía. Pero aún se acordaba del Último Samurái. Y no había manera de que Ikki, quien
siguió el camino de la espada con mucha más seriedad, no conociera el nombre del gran pionero.

“Cuando era niño, vi videos de los enfrentamientos de Kaito-san y decidí estudiar manejo de la espada. Durante la
segundaria, incluso fui al dojo para desafiarlo directamente.”

“¿Eh? En verdad…”

“Sin embargo, fui rechazado, sabes. Dijeron que no llevaban a cabo enfrentamientos no autorizados como ese. Pero estoy
muy feliz de poder conocer a la hija de Kaito-san. Kaito-san, ¿cómo le va? ¿Está bien? No he oído nada de él últimamente,
así que me preguntaba qué pasó.”

Ikki preguntó con una voz emocionada. Pero a esa pregunta, la expresión de Ayase se nubló.

“…La verdad es que, debido a una lesión durante un enfrentamiento… ahora está hospitalizado.”

“Eh…… L-Lo siento. Pregunté algo que no debía.”

“N-No, no tienes que disculparte. No hiciste nada malo. Que alguien asombroso como Kurogane-kun aprecie tanto a mi
padre, me hace muy feliz. Y-Y esta conversación no se relaciona con el por qué te estaba siguiendo.”
“¿A qué te refieres?”

“…Luego de que mi padre, que también era mi mentor, quedara hospitalizado, he estado entrenando el estilo Ayatsuji de
una sola espada, pero últimamente parece que he caído en una depresión…”

Se angustió sobre cómo seguir los pasos de su padre, su mentor.

“Pero entonces, escuché rumores sobre Kurogane-kun, un estudiante de primer año que usaba una extraña técnica con la
espada. Así que pensé, si le consulto a Kurogane-kun… podría resolverlo pero—”

En ese punto, la voz de Ayase se dispersó, y apartó sus ojos de Ikki.

“Pero además de mi papá y los estudiantes en el dojo, no he hablado con otros chicos desde que era niña… Por eso… me
preguntaba cómo acercarme a ti y…”

“¿Estuviste… estuviste siguiéndome toda la semana mientras pensabas en cómo hablarme?”

“Tan vergonzoso como pueda sonar…”

…Uwah, qué persona tan reservada.

Casi como una magdalena dejada sobre la mesa que se puso mohosa sin que nadie se dé cuenta. Excepto por Ikki, las tres
personas detrás de ellos se quedaron sin palabras ante esa razón para acecharlo.

En ese momento, Ayase una vez más le hizo una reverencia a Ikki.

“¡…L-Lo siento mucho, mucho! Te he estado acechando por tanto tiempo. No puede evitarse que pienses en mí como una
mujer desagradable. P-Pero juro no acercarme a ti otra vez… A-Así que por favor no llames a la policía.”

“No, no es como si estuviera pensando en entregarte a la policía.”

Más bien, se sentía bastante atraído hacia la extraña espadachina que conoció hoy. Y además, se trataba de la hija del
Último Samurái. ¿Qué clase de técnicas usaba ella? Tenía muchísima curiosidad.

“Erm, Ayatsuji-senpai. Si estás de acuerdo, ¿entrenarías conmigo después de esto?”

“¿—Eh?”

“Ambos somos practicantes de la espada. Quizás podríamos consultar entre nosotros. Y además, quiero experimentar la
espada del Último Samurái en persona. Sólo verla tiene sus límites.”

“¡¿Eso está bien?!”

Ayase inmediatamente pegó un brinco y sujetó la mano de Ikki con las dos suyas, y sonrió como una flor radiante.

“¡¡Muchas gracias!! ¡Estoy muy feliz!”


Los ojos confundidos que ella tenía hace un momento ahora miraban directo a Ikki. Pero tan pronto como se dio cuenta de
lo que estaba haciendo, de inmediato se separó y se alejó a unos tres metros.

“¡Ah, p-perdón! ¡T-Tomar tu mano de esa manera, cuánta rudeza…!”

“Ajaja, no tienes que alterarte tanto sólo porque hayas tomado mi mano—”

Después de todo, allí afuera había hermanas menores que besaban a sus hermanos al reunirse, y princesas que se metían al
baño usando un bikini—

“¿Entonces deberíamos entrenar juntos desde ahora? Los enfrentamientos de hoy ya han acabado, así que tenemos tiempo
hasta la cena.”

“Sí, estaré a tu cuidado… ¿y podrías hablarme casualmente? Ya que yo seré la que aprenda, se sentirá raro que sea el
profesor el que use honoríficos.”

“Eso es, no soy tan asombroso para que me llames profesor, sabes.”

“Eso no es verdad. Hace un momento Kurogane-kun dijo que podríamos consultar entre los dos, pero honestamente, no
creo que haya una sola cosa que pueda enseñarle a Kurogane-kun. Así que la discípula aquí soy yo.”

Ikki mostró una sonrisa amarga ante eso. Era cómo dijo ella, aunque Ikki pudiera enseñarle cosas, no había nada que ella
pudiera enseñarle a cambio. Él podía robar la mayoría de sus técnicas con sólo verlas. Mayor humildad sólo sería
sarcasmo.

Confirmando eso, Ikki aceptó la sugerencia de Ayase.

“…Okey, entonces descartaré los honoríficos. Pero a cambio, tú también háblame normalmente. Que me llames profesor,
me pondría en una situación difícil.”

“Sí, por favor. Estaré a tu cuidado.”

Y así, la acosadora Ayatsuji Ayase se convirtió en la discípula de Ikki.

Parte 5
Después de la escuela, Ikki fue al espacio entre los árboles detrás del campus con el fin de entrenar. El lugar estaba
sombreado por árboles altos agrupados, y había menos concreto por lo que era bastante fresco. Era el lugar perfecto para
entrenar durante el húmedo verano de Japón.

Luego de realizar el calentamiento inicial previo, él blandió Intetsu y comenzó a balancearla. Luego de trazar la forma,
comenzó a imaginar el entrenamiento, creando un mapa sombra en su cabeza donde los enemigos lo rodeaban. Detrás de
él, estaba Stella quien también estaba practicando con su Lævateinn. Un poco más lejos se encontraban Arisuin y Shizuku
quienes estaban creando formas con alguna clase única de barro, un entrenamiento mágico especial. Durante ese lapso,
casi no hubo conversación entre los cuatro. Stella y Shizuku, quienes usualmente adulaban a Ikki, también estuvieron muy
serias durante este período. Esta era la escena donde estos cuatro entrenaban.

Pero desde hace tres días, otra persona se unió. Por supuesto, esa era Ayatsuji Ayase.
“¡Fuh! ¡Hah!”

Ayase blandía con vigor su espada Hizume, una katana japonesa con una vívida hoja, trazando un arco. Su rostro cuando
usaba la espada era completamente distinto de la cobarde expresión que le mostró a Ikki en la enfermería el otro día. Con
su boca cerrada, y los ojos abiertos grandes, miraba a Ikki con una expresión extremadamente austera. Como se esperaba
de una espadachina, el momento en que sostenía su espada, todo su miedo hacia los hombres desaparecía por completo.

En este momento, estaban haciendo entrenamiento de práctica con Ikki como su oponente como él sugirió. Ikki lucharía
con Ayase mientras limitaba su poder al nivel de ella, ya que él era el más fuerte. Sólo usaría técnicas con el nivel de
fuerza de ella.

Y durante este entrenamiento, él medirá la fuerza de Ayase como practicante de espadas.

Como se esperaba de la hija del Último Samurái, Ayase era muy experta en lo básico. Incluso podía mantener el ritmo del
entrenamiento de Ikki y Stella. Debió haber corrido por un largo tiempo. El cuerpo de Ayase estaba perfeccionado como
un espadachín, por lo que sus músculos no sufrían malestar alguno al adoptar cualquier forma y estado en su postura y en
su cuerpo.

El entrenamiento de ayer también rindió. Su juego de piernas, el vívido rojo que trazaba el arco, todo fluía perfectamente
sin interrupciones en absoluto. Debe haber sido un estilo que se grabó en su cuerpo luego de practicarlo miles de veces.

Pero si dices que ella sólo puede manejar ese única estilo, entonces te equivocas. Durante esta práctica, Ikki intentó usar
seriamente métodos de antemano una y otra vez para romper el estilo de Ayase, pero Ayase no sólo lidió con esos ataques
apropiadamente, sino que realizó contraataques veloces.

Sin olvidar nunca el estilo, pero tampoco apegándose demasiado a él. El nivel de habilidad de Ayase en luchas de práctica
con la espada era naturalmente alto. Ikki vio completamente a través del exterior de Ayase quien presumía del duro
trabajo.

Y al mismo tiempo, Ikki descubrió porqué Ayase había caído en una depresión.

“Ayase-san, paremos un minuto.”

“¿Nn?”

Ayase eludió la tajada hacia abajo de la espada de Ikki y con esa apertura, ella se dispuso a golpearle el cuerpo. Pero la
hoja roja de Hizume se detuvo firmemente.

“¿Qué sucede, Kurogane-kun? Aún… no estoy… cansada.”

Ayase mostró confusión ante la repentina interrupción. Sus ojos no se calmaron, pero no los apartó y desapareció como la
primera vez. Bueno, era natural que se hubiera acostumbrado un poco a Ikki luego de tres días.

“Por lo que veo, el estilo Ayatsuji con una sola espada parece ser un estilo que se enfatiza en los contraataques.”

“Eh, err, sí. Así es. ¿Pudiste darte cuenta en tan poco tiempo?”
“No tuve un maestro verás, así que sólo aprendí cosas observándolas y robándole técnicas a los demás. Como decía, ahora
que he visto tu estilo, más o menos me di cuenta de cuál es tu problema.”

“¡¿E-En verdad?!”

“Sí, Ayatsuji-san ha estado desanimada luego de que comenzaste a intentar seguir los pasos de tu padre, ¿cierto?”

Ayase asintió.

“Sí. Parece que no puedo producir los mismos movimientos avispados de mi padre. A pesar de que ya me he memorizado
todos sus movimientos.”

“No deberías hacer eso.”

“¡¿Eh?!”

“Tratar de imitar a Kaito-san, esa es la razón de tu depresión.”

“¿…Estás diciendo que… mi padre quien me enseñó a usar la espada estaba… equivocado…?”

Instantáneamente, Ikki vio arder una emoción en los ojos de Ayase. Era enojo. Estaba enojada, luego de escuchar que su
profesor era el que se había equivocado.

Parece ella que confía realmente en Kaito-san.

Estaba un poco celoso, luego de ver que ella tenía una padre del cuál estaba muy orgullosa. Mientras mantenía oculta esa
pequeña envidia, Ikki negó con la cabeza en respuesta a las riesgosas palabras de Ayase.

“No es eso. Kaito-san es un excelente espadachín. No dudo de eso.”

“…Entonces, ¿por qué no puedo imitar las técnicas de mi padre?”

El motivo era simple.

“Porque el género de Ayatsuji-san es distinto.”

“¿Género…? ¿Eso importa?”

“Por supuesto. Género distinto significa que la estructura de tu cuerpo también es distinta. Y tener una estructura distinta
significa que la coordinación muscular también es desigual. Movimientos que aprovechan lo mejor del potencial de un
hombre definitivamente no son los mismos que los movimientos para el potencial de una mujer. Cuanto más tratas de
seguir lo opuesto, más pronto surgirán por sí mismas las restricciones de ello.”

“Ah…”

Ante la cuidadosa explicación de Ikki, el enojo desapareció de los ojos de Ayase, y la comprensión la reemplazó. Así es,
Ikki no se estaba burlando de su profesor. En realidad, lo dijo porque su profesor era demasiado sobresaliente. Bueno,
también había algunos factores inevitables. En primer lugar, el manejo de la espada era algo creado para que lo usaran
hombres en épocas antiguas.
“Por el momento, he pensado en un método para reformar los movimientos de Ayatsuji-san. Pero si Ayatsuji-san quiere
continuar con su manera anterior de seguir a Kaito-san, entonces ahora la estaría reformando forzosamente. Pero pienso
que no deberíamos hacerlo si tú también lo piensas así. Porque la mentalidad de uno mismo también es un factor
importante. Si los movimientos son reformados una vez con esta técnica, no podrás recuperar luego tus movimientos
anteriores.”

Actualmente, Ayase estaba practicando un arte de la espada ajustado a los hombres. Por supuesto, su cuerpo reconocía
que eso era imposible y estaba restringiendo su poder y velocidad en varias formas. Pero si una espadachina con el nivel
de habilidad de Ayase experimenta esos movimientos finos una vez, no podrá revertirlo y regresar a su estado anterior. Y
desde luego, se arrepentirá cuando eso pase.

Es por eso que, Ikki le dio a Ayase la elección de seguir o no su guía.

“…”

Ayase se tomó una considerable cantidad de tiempo pensándolo. Por un rato, tuvo sentimientos encontrados. Pero no pasó
mucho más tiempo hasta que mostró una expresión decidida.

“¡Por favor enséñame! ¡Tengo, tengo que volverme más fuerte sin importar qué!”

Miró a Ikki a los ojos sin temblar, y le pidió su cooperación. Por supuesto, seguía experimentando sentimientos
encontrados, no obstante deseaba fuerza.

Por lo que Ikki no tuvo razón para rechazarla.

“Entiendo. Déjamelo a mí.”

Ikki le dedicó una confiable sonrisa, y tocó los brazos de Ayase.

“¡Fuwahaa~! ¡¿K-Kurogane-kun?!”

Al ser tocada tan fuerte repentinamente, el rostro de Ayase se puso rojo y soltó un extraño gemido.

En cuanto a Ikki, tenía una expresión completamente seria. Eso era obvio, porque de ahora en adelante, ahora iba a ajustar
el estilo de la espada de Ayase. Si lo echaba a perder luego de tener pensamientos retorcidos o sentimientos incómodos,
ese error no podía revertirse. El profesor no puede perdonarse esos errores. Eso es lo que Ikki pensaba. Ikki no podía darse
el lujo de sentirse tímido.

“De ahora en adelante voy a cambiar el estilo de Ayatsuji-san y corregirlo. Puede que sea vergonzoso pero sopórtalo.”

“S-Sí… Haré… mi major esfuerzo.”

A pesar de que su rostro estaba tan rojo que soltaba humo, resistió y se mordió los labios.

A Ikki quien ni siquiera traspiró una gota de sudor mientras conversaba con Ayase ahora le estaba sudando la frente.
Estaba tocando todo el cuerpo de ella mientras portaba una expresión tan seria que era aterrador. Al ver eso, Ayase no
podía comprender cuánto se estaba esforzando Ikki por su bien.
Era imposible que lo entendiera. Por lo que no podía ser tan egoísta como para sentirse avergonzada. Por eso, Ayase
reprimió su timidez, y le confió su cuerpo a Ikki.

“Sólo ajustaré un poco, siente ese cambio y concéntrate en recordar esa ubicación.”

“E-Entendido~ Nn~”

Ikki movía sus manos como si estuviera tocando cristalería, y con cuidado ajustó la postura de Ayase. Bajando los
hombros un poco, afirmó sus costados. A continuación, tocó las saludables muslos debajo de su falda. Finalmente tocando
sus muslos internos, abrió un poco su postura.

“Fu… ah, hyan~ uuu…~”

“Lo que más beneficia a las mujeres respecto a los hombres es la flexibilidad de las articulaciones de su cadera.
Especialmente de su cadera. Cuando quedan embarazadas, su pelvis se ensancha. Entonces las articulaciones de su cadera
tienen que ser más flexibles. En otras palabras, tienen una más alta movilidad en esa área que los hombres. Este es el arma
de las mujeres. Si haces todos sus movimientos con las articulaciones de tu cadera, las acciones de Ayatsuji-san
definitivamente serán más rápidas.”

Mientras le enseñaba, Ikki pasó sus dedos acariciándole desde los muslos hasta las rodillas como si pudiera sentir el flujo
de sus músculos. Por la vergüenza de tener a un hombre acariciándole la cadera, las rodillas de Ayase temblaban. Ikki
tenía la sensación de que le estaba haciendo algo muy rudo, pero no le prestó atención a eso y manteniendo su
concentración fijada, continuó su trabajo de marcar detalles y finalmente…

“Sí. Esto debería ser suficiente.”

Luego de completar el trabajo donde un error no será perdonado, miró a Ayase.

…Ayase tenía una expresión que lo hizo pensar en un pulpo.

“Yo soy el que lo hizo pero… ¿te encuentras bien?”

“Estoybokey…”

Y estaba a medio llorar.

“Err… lo siento. Debería haberme detenido.”

“¡N-Nooo! ¡Eso no es verdad! ¡En primer lugar yo fui la que lo pidió, Kurogane-kun no debería disculparse!”

Luego de limpiarse las lágrimas, Ayase sonrió.

“…Y además, las manos de Kurogane-kun, son muy grandes, y delicadas, y fuertes… Como las de mi padre, por eso no
me molestó.”

“Jaja, quién hubiera pensado que estas manos sucias serían útiles.”

Desde que era joven, Ikki estudió el manejo de la espada. Por lo que la piel de sus manos era bastante áspera. Quizás
porque sin importar cuánto se le pelaba la piel, o si se le formaban callos, él seguía blandiendo su espada sin descanso.
Pero incluso con ese comentarios, sus manos definitivamente no podían considerarse como bellas. Así que negó con la
cabeza.

“Eso no es verdad… yo, esa clase de mano, pienso que es muy genial. Me encantan los chicos que van hacia adelante.”

“¿Eh?”

Ikki se quedó mudo ante esas inesperadas palabras.

“Ah…”

Y luego de ver la respuesta de Ikki, Ayase se dio cuenta de lo que acaba de decir y entró en pánico.

“¡Lo de recién! ¡No lo quise decir en un sentido indecente! ¡Sino favorable como un humano! ¡Eso es!”

“¡S-Sí! Entendí. ¡No entres en pánico, o perderás la postura!”

Ikki corrigió la postura de la alterada Ayase. Si la perdía luego de todo ese tenso trabajo, eso sería demasiado triste.

“Nn… pero Kurogane-kun… esto se siente un poco apretado.”

“Es porque los hábitos que has construido en tu cuerpo no puede reformarse tan rápido. Tienes que practicar y
acostumbrarte a ello.”

Diciendo eso, Ikki sacó Intetsu y se ubicó frente a Ayase.

“Ahora, voy a atacarte con mi espada igual que antes. Con ese ángulo en las articulaciones de tus rodillas, codos, y cadera,
muévete en base a esos tres puntos y trata de bloquear mi ataque como antes y contraataca.”

“E-Entendido.”

Ayase quien sacó su Hizume tenía una expresión tensa. Suponiendo que ya estaba lista, Ikki balanceó su espada
exactamente con la misma velocidad y ángulo que antes.

Entonces…

“¡…!”

E igual que antes, Ayase bloqueó el ataque diagonalmente, y con la apertura, contraatacó. No obstante, ya sea que las
acciones fueran las mismas… se pudo confirmar sólo con verlo que ese ataque era definitivamente más rápido.

Ante ese hecho, más que nadie, la propia Ayase se quedó sin palabras. Como si no pudiera creer sus propios movimientos,
miró a su Hizume que sostenía en sus manos con terror, y luego a Ikki.

Whew. Parece que fue un éxito.

Ikki se sintió aliviado de que sus correcciones dieron justo en el blanco.


Hasta ahora, Ayase había usado la parte superior de su cuerpo… ponía mucha fuerza en sus brazos para bloquear los
ataques.

Pero, ese era el error. Si fuera un hombre, entonces podría continuar con fluidez luego de esa acción, pero con el físico de
una mujer, poner fuerza en sus brazos no será suficiente, y luego de eso perderá su postura. Como resultado, el cuerpo se
tensa, y la reacción será más lenta.

Pero después de las correcciones de Ikki, ella recibió el ataque utilizando la parte inferior de su cuerpo. Las suaves
articulaciones de los muslos de una mujer eran más adecuados para absorber el impacto. Podía bloquear la mayoría de los
ataques con sólo poner fuerza en sus piernas. Y como no habría tensiones en su cuerpo, podría reaccionar al siguiente
ataque a tiempo.

Ese fue el mecanismo que permitió ese agudo ajuste.

“¡I-Impresionante… impresionante, impresionante! ¡¡Esto es impresionante Kurogane-kun!!”

Quizás por fin aferró los cambios a su cuerpo; mostró una brillante sonrisa y sujetó las manos de Ikki firmemente
sacudiéndolas con locura.

“¡Haber resuelto tan fácilmente el problema que me ha estado molestando durante dos años! ¡¿Kurogane-kun tiene casi
algo así, cierto?! ¡Un doctorado en manejo de la espada, ¿cierto?!”

“A mí también me alivia saber que no me había equivocado.”

Aunque no tan feliz como a un grado turbio.

Excepto por Shizuku, a las personas que venían a la clase durante el descanso del almuerzo no las podía guiar tan
directamente como recién. Así que para Ikki, esta fue la primera vez que le enseñaba a alguien de manera directa. Pero
luego de ver a Ayase quien estaba saltando totalmente encantada mientras su cuerpo gritaba ‘¡Lo hice! ¡Lo hice!’ con
todas sus fuerzas, aunque estaba un poco tenso, se puso contento por haberlo logrado.

*Foom*

Honestamente, estaba más tenso que cuando estaba en un enfrentamiento. Costó unas diez veces más, pero valió la pena.

*Foom*

Quizás este tipo de trabajo no era tan malo después de todo.

*FoomFoomFoom*

“…Erm, Stella.”

“¿Qué sucede, Dr. Manejo de la Espada?”

“Desde hace un rato que se ha sentido una fuerte presión de viento por este lado, pero…”

Ikki volteó hacia un lado y vio el origen de la presión de viento que estuvo soplando su rostro por un buen rato. Allí, vio a
Stella balanceando Lævateinn con un puchero tan grande en su rostro que era sorprendente.
“Oh, perdón por eso. Luego de ver a un pervertido tocando los muslos de una chica diciendo que se trata de entrenamiento,
me irrité bastante. Gracias a eso, parece que mi manejo de la espada se arruinó. Ya que estamos en esto, ¿serías tan
amable de arreglarlo por mí?”

“O, o-okey.”

Ikki fue superado por la fuerza de Stella que no lo dejaba negarse, así que asintió.

…Pero realmente no quiero arruinar la espada de Stella.

Después de todo, la espada de Stella era ‘la espada del fuerte’ pensada para segar a sus enemigos. Comparada con ‘la
espada del débil’ de Ikki pensada más para aventajar al enemigo, era fundamentalmente distinta. Sentía que no habría
resultado alguno incluso si trataba de ayudar. Pero si no se quejaba aquí, la irritación de ella sólo crecería y crecería,
causando un período de malhumor infinito.

Así que sin otra opción, pero sin extraer sus manos, observó las tajadas de Stella.

¿…Huh?

A primera vista parecía que sus tajadas estaban totalmente arruinadas, pero mirando con más atención pudo ver que de los
dedos de sus pies, hasta sus rodillas y cadera, sus movimientos estaban completamente sincronizados. No había acciones
inútiles en absoluto. Probablemente, Stella había intentado arruinar verdaderamente esas tajadas, pero debido a su
percepción sobrehumana del movimiento, subconscientemente corregía los movimientos de sus articulaciones y sus
músculos y creaba el estilo más adecuado donde se gastaba la menor energía. Una fuerza realmente merecedora de orgullo.

Poder encontrar fallas con tan perfecto manejo de la espada, Ikki no podía hacer eso.

“Como se esperaba de Stella. Es imposible que alguien como yo encuentre una falla en ti.”

“¡¡¡POR QUÉ!!!”

“¡Uwah! ¡¿Por qué te enfadas aunque te elogié?!”

“¡¡¡NO ES NADA, IDIOTA!!!”

La percepción demoníaca para las espadas y el manejo de las espadas de Ikki no servía para examinar el corazón de una
doncella.

Bueno, eso no puede evitarse; su cerebro estaba lleno de puros pensamientos para batallas.

“¡¡Qué pasa con él!! ¡Mirando sólo a esa senpai!”

Luego de enloquecer y perseguir a Ikki durante un rato, Stella se sentó en un banco en frente de un salón junto a la plaza.
Shizuku, quien estaba practicando magia en el banco de al lado, miró a Stella, quien tenía una expresión de obvio
enfurecimiento.
“Quizás no quería tocar los goooooooooooooooordos muslos de la princesa.”

“¡N-No son tan gordos como para que alargues tanto la palabra! ¡¡Son sólo un poco rollizos! ¡Y no es como si pudiera
evitarlo, me entrené de esa manera!!”

Stella protestó ante esa repentina y totalmente inesperada evaluación con una voz aguda, pero Shizuku apartó su rostro
con una expresión que decía ‘no sé nada’ e creó una figura de acción de barro que lucía igual que Ikki.

“Luce totalmente como Ikki. Como Ikki. ¡Genial! ¡Quiero una!”

“Bueno, bueno, no tienes que ponerte tan nerviosa. A diferencia de Ayatsuji-senpai, Stella-chan se encuentra en un nivel
completamente distinto. No creo que haya nada en lo que él pueda instruirte.”

“¡Mu—!”

El comentario de Arisuin estaba en lo cierto, y el cerebro de Stella que lo había establecido como una realidad también
estaba de acuerdo. En realidad, Stella no necesitaba la guía de Ikki en absoluto.

—Pero eso fue eso, y esto es esto.

…Quizás mi corazón es el más estrecho.

Si sus brazos y muslos fueran apretados y acariciados por otro hombre, ¿Ikki se sentiría de la misma manera?

¡Espera! ¡Qué demonios, en qué locura estoy pensando! ¡Eso está definitivamente mal! ¡E-Eso! ¡Apretar y acariciar! ¡Eso
es solo para Ikki! ¡Sólo a Ikki le dejaré apretarme y acariciarme!

Era desagradable de sólo pensarlo. Stella eliminó esa ilusión de su mente, y le preguntó a Shizuku.

“Oye… ¿estás de acuerdo con esto?”

“¿De acuerdo? ¿A qué te refieres?”

“Quiero decir… Ikki tocando y acariciando a otra mujer por todas partes.”

“Me estaba preguntando qué dirías. Onii-sama le está enseñando manejo de la espada a Ayatsuji-senpai. A diferencia de
otra cerda, ella no está tratando de seducirlo, ¿así que hay alguna razón rugirle? No soy un perro rabioso, sabes.”

Mientras respondía eso, Shizuku comenzó a pintar la figura de acción de Ikki con pintura acrílica que sacó de su bolso.
Esto ya era arte por lo que no tenía nada que ver con entrenamiento.

“Y qué boca fue la que me rugió tanto.”

“Esta boca.”

Shizuku señaló su propia boca con sus dedos índices. Un rostro verdaderamente irritable.

“Stella-san, pareces haber malentendido algo.”


“¿De qué estás hablando?”

“Pareces pensar que yo quería monopolizar a Onii-sama. Pero ese es un malentendido lamentable. Mi amor por Onii-sama
no es algo tan barato y egoísta. Para mí, lo que más importa es la felicidad de Onii-sama. Si Onii-sama es feliz, no me
importa si su compañera no soy yo. Si esa persona realmente hace feliz a Onii-sama, sin traicionarlo ni entristecerlo,
preferiría estar contenta y darles mi bendición.”

Esta confesión fue algo completamente inesperado para Stella, porque Stella pensaba que Shizuku amaba a Ikki desde su
lugar como mujer.

“Bueno, no creo que haya otra persona demás de mí que pueda hacer eso de todas formas.”

Diciendo eso, Shizuku le sonrió a Stella de manera provocadora, y luego miró hacia la plaza donde Ikki y Ayase
comenzaron a entrenar otra vez.

“Onii-sama parece feliz luego de que Ayatsuji-senpai vino. Los otros estudiantes y yo no somos lo suficientemente fuertes
para aprender técnicas sólidas de espada, mientras que Stella-san es demasiado fuerte para que Onii-sama le enseñe algo.
Por lo que quizás se estaba sintiendo un poco insatisfecho. El Onii-sama que la pasa bien guiando a los demás también es
muy lindo y fabuloso. Así que supongo que debería estar agradecida con Ayatsuji-senpai.”

“…A veces Shizuku parece tan madura. A pesar de que eres tan pequeña.”

“Quizás eres tú la que es demasiado infantil, a pesar de que eres grande en varios lugares. Y tus muslos son demasiado
gordos.”

“¡No son gordos! ¡Tú eres la que es demasiado minúscula!”

Es suficiente si Ikki es feliz.

Ciertamente, si Ikki era feliz, entonces eso también era felicidad para Stella. Pero aun así, no puede evitar pensar que ella
quería ser la que más feliz haga a Ikki.

…Pero en realidad, no está yendo muy bien. Luego de que se convirtieron en amantes, se ponía tensa con sólo estar cerca
de él. Y no han hecho ninguna cosa de amantes en absoluto. Especialmente las noches que pasaban juntos a solas; eran
severas. Con cruzar su mirada, su espalda se entumecía, y no podía ni siquiera ver apropiadamente.

¿Ikki también se estaba reprimiendo? Él nunca atravesó sus límites personales.

En cuanto a Stella, no odiaba tanto que todo avanzara lento. Aunque se sentía un poco ansiosa y avergonzada, su corazón
latía rápido con sólo estar cerca de él. Pero… era hora de dar el siguiente paso como amantes; tenía ese fuerte deseo.

Y además escuchó que las chicas que hacen esperar a los chicos, pronto eran odiadas. 「El mes pasado, no hemos ninguna
cosa de amantes en absolute, ¿no? ¿Entonces sería mejor que regresemos a nuestra relación anterior? 」

¡…No, definitivamente NO!

Se pondría a llorar con sólo imaginar algo así. Si eso pasaba realmente, nunca sería capaz de soportarlo.
Pero algo así, ¿la chica debería ser la que haga el primer movimiento? Si él pensaba que ella era indecente, la odiaría. Sin
importar qué pensara, esas ilusiones salvajes empezaban a surgir de nuevo. No podía resolverlo.

Y lo peor de todo era que incluso si Ikki hacía el primer movimiento, ella no tenía la confianza de que podría quejarse
apropiadamente. Ella era la que mejor entendía su perversidad. Estaba segura, de que daría excusas como que una
princesa debería ser así o asá; o cómo una princesa no debería hacer esto y aquello.

“Haa…”

A pesar de que era tan fácil volar hacia un oponente con su espada, ¿por qué era tan difícil zambullirse en el corazón de su
amante? Las parejas en todo el mundo, su madre y su padre, ¿por qué podían hacerlo tan fácilmente? Tienen mucho coraje.

Mientras pensaba en algo tan desesperante, Stella alzó la vista hacia el cielo el cual estaba teñido de rojo y pensó—

Haa… Quiero besarlo…

Fue el millonésimo suspiro que soltó en ese mes


CAPÍTULO 2 – OCASO DEL DESASTRE

PERIÓDICO MURAL DE LA ACADEMIA HAGUN


Personajes —— Escritora • Kagami Kusakabe

NAGI ARISUIN

■ PERFIL
Afiliación: Academy Hagun, Año Uno Clase Cuatro
Rank de Caballero: D
Artes Nobles: Caminata Sombría
Apodo: Sonia Negra
Resumen Personal: Una doncella nacida en el cuerpo de un hombre
Gráfica de Atributos (empezando por el extremo izquierdo, siguiendo el sentido de las agujas del reloj)
Habilidad Física: C
Suerte: D
Poder Ofensivo: E
Poder Defensivo: D
Cantidad de Maná: D
Control de Maná: C

¡Checkeo de Kagamin!
¡Midiendo unos 180cm y cargando un ápice de melancholia, un apuesto hombre con estilo visual-kei! ¡Sin embargo, es un
travestido! Pero hay una gran cantidad de fans entre las chicas que dicen “¡Eso no importa!*” ¡De alguna manera parece
que es fácil aproximarse a él, más que un joven apuesto ordinario! ¡Este es un joven que me gustaría que me mime! ¡¿Qué
tal si me convierto en un chico Onee-kei para estar a la par?!
*Mientras sea apuesto.

***

“Vamos a la piscina mañana.”

Luego de lograr su décima victoria consecutiva en las batallas de selección, Ikki le dijo eso a Ayase. No era como si
tuviera la intención de perder el tiempo. Mientras que Ayase quizás no se haya dado cuenta, pero por el entrenamiento que
estaba teniendo con Ikki cada día, su cuerpo estaba totalmente abrumado, especialmente por su postura. La había
corregido hace pocos días y todavía no se había acostumbrado… En otras palabras, ella tuvo que usar repetidamente
varios músculos que no había usado antes.

Por eso hoy iba a ser un día de descanso. Y con el fin de aprovecharlo al máximo, Ikki había preparado el menú perfecto.
Estaba yendo a la piscina por esa precisa razón.

Además de Ikki quien estaba esperando a Ayase esa mañana, Stella, quien llevaba puesto un vestido blanco de una sola
pieza que remitía a un frío y temprano verano, también estaba allí.

“Por supuesto que vendría. Si te quito los ojos de encima, puede que abuses sexualmente de Senpai otra vez.”

“Pero no abusé sexualmente de ella.”

“Mentira. Por el contrario, lo hiciste el otro día. ¿Quién tocaría normalmente los muslos internos de una chica?”

“Hice eso sólo para corregir la postura de Senpai. Era una acción crítica que si por casualidad echaba a perder… bueno,
no tuve tiempo libre para pensar en nada frívolo en absoluto.”

El humor de Stella fue empeorando con el pasar de estos días. Naturalmente, Ikki sabía la razón de eso. Era porque le
estuvo prestando atención sólo a Ayase estos días… Probablemente eso pensaba ella. Bueno, no podía evitarse. Si Stella,
la novia de Ikki, fuera por allí coqueteando con otros chicos, naturalmente eso no le caería muy bien a él. Por eso entendía
cómo se sentía Stella. Pero aun así—

“Oye Stella, no he mirado a Ayatsuji-senpai de manera pervertida ni siquiera una vez, créeme. Estoy ayudando a Senpai
sólo como un camarada espadachín. Eso es todo… no hay nadie que no necesite la ayuda de los demás cada tanto.”
Ikki no ha recibido ayuda ni siquiera una vez. Los adultos que deberían haberlo ayudado se aliaron en su contra como
enemigos. Es por eso que si alguna vez veía que alguien necesitaba ayuda y no podía resolver sus propios problemas, él
deseaba con fuerza ayudarlos. Los ayudaría a escalar la pared que no pudieron escalar solos porque él sabía lo difícil que
era escalar solo.

“Esa es la razón por la que le estoy dando una mano a Ayatsuji-senpai, y definitivamente no es por amor. ¡Lo juro! Quiero
decir… la que amo… eres tú, Stella.”

“…Ikki…”

Con sus mejillas coloradas, Stella miró a Ikki. Había un tinte de incomodidad residiendo en sus ojos escarlata, lo cual era
de esperarse. Sí, Stella ya sabía eso. Ikki no tenía sentimientos por Ayase que deberían preocupar a Stella. El hombre que
amaba no era ruin. Pero aun así… no podía evitar sentirse insegura. Ya que lo único que ataba eso era una promesa verbal.
No han hecho nada para demostrarse su amor pero eso…

Los labios de Stella se movieron brillando como deseando algo. Esos labios rosados, parece que lo están llamando. ¡Ah!
Eso es, si ahora mismo pudiera probar que sus palabras de la otra noche no fueron pura cháchara, ella podría confiar más
en él.

I…

Ikki se acercó a los labios de Stella como una abeja deseando el néctar de una flor.

“¡Perdón por la tardanza! ¡No podía encontrar mi traje de baño así que tuve que buscarlo!”

““¡¡¡Uwaaaaaaaah!!!””

“¿Qué sucede? Están gritando como una pareja que ha sido descubierta en una situación incómoda.”

¡Uwah! ¡¿Justo a tiempo?!

Ambos sudaban como locos en frente de Ayase.

“¡N-N-No es nada! ¿Cierto, Ikki?”

“¡Sí! ¡Sólo nos sorprendimos porque apareciste muy de repente!”

“¿…?”

Ella inclinó la cabeza. No parecía convencida. Pore so Ikki las llevó a las dos y partieron apresurándose con el fin de
cambiar de lugar.

Eso fue peligroso. Debido a la posición de Stella, su relación podría convertirse en un escándalo internacional. Tendrá que
ser más cuidado la próxima vez que cree una atmosfera de pasión.

…Pero eso sí que fue lamentable. Excepto por aquella noche, esta era la única vez que tal atmósfera se había creado
naturalmente. Si Ayase hubiera llegado un poquito más tarde, ellos podrían haber progresado al siguiente paso. Ikki se dio
cuenta de que acababa de perderse una oportunidad extremadamente rara, y suspiró por dentro.
Dentro del gigantezco campo de la Academia Hagun, naturalmente habría piscinas. Más específicamente, dos piscinas de
100 metros de largo. Pero ese día, la primera piscina se encontraba bajo rutina de limpieza y la segunda la estaba usando
Shinguuji Kurono, la ex tercera rankeada en el Rey de Caballeros del mundo y la nueva directora de la Academia Hagun,
para entrenamiento especial.

Los chicos tardaban menos tiempo en cambiarse que las chicas. Era por eso que, luego de ponerse un short de baño negro
y rojo, Ikki esperó a las chicas afuera. Luego de unos minutos, vio a Stella y a Ayase saliendo mientras usaban sus
respectivos trajes de baño.

Ayase, siendo una chica totalmente seria y tímida, llevaba un traje de baño de tipo deportivo que se ajustaba muy bien una
contextura delgada Ya que ella tenía una figura muy elegante que había entrenado desde la infancia, ese traje de baño le
quedaba encantador a su propia manera, a pesar de no tener mucho color.

Pero… la que realmente sobresalía era Stella. Llevaba un traje de baño distinto al que tenía cuando irrumpió en el baño de
Ikki, un bikini negro. Comparado con el de Ayase, su bikini obviamente exponía mucha piel, y cuando caminaba, esos
voluptuosos y blancos pechos como melocotones suyos rebotaban rápida y llamativamente.

Y no eran sólo sus pechos; su cadera tenía la suficiente sensualidad para hacer tragar saliva a un zombie. Una cadera
glamorosa que saltaba con un *tsun*, algo que no verías a menudo en Japón. De allí, se extendían unas preciosas piernas
que resultaban demasiado cegadoras para mirarlas directamente. A pesar de que tenía mucha fuerza física, ¿cómo rayos
podía mantener un cuerpo tan suave y seductor? Incluso con la visión dinámica de Ikki, esto era un misterio para él. Y uno
profundo. No podía hallar nada más que oscuridad mientras trataba de analizarlo.

Y finalmente, lo más fascinante de ella era… la manera en que caminaba. Quizás porque se había entrenado en la realeza,
la actitud de Stella cuando caminaba era verdaderamente hermosa, como una modelo presentada en la Colección de París.

Sí… Stella era muy linda. Sin darse cuenta, Ikki soltó un suspiro. No sólo él, todos los visitantes descansando al lado de la
piscina, e incluso los que estaban nadando tenían sus ojos pegados a la belleza extranjera que acababa de hacer su entrada.

Stella mostraba su rostro a los medios de vez en cuando, así que quizás algunos de ellos la conocían. Mientras tenía todos
esas miradas concentradas en ella, Stella—

“Perdón por hacerte esperar. Los chicos sí que se cambian más rápido.”

Le habló a Ikki. Instantáneamente, Ikki percibió una onda de instinto asesino, como si lo estuvieran atravesando flechas
invisibles.

“¡Huh! ¡Oye, oye, oye, ¿qué?! ¡¿Esas dos bellezas están con ese tipo?!”

“Imposible… ¡¿Una chica linda como ella con un debilucho como él…?!”

“¡Oye, oye! ¿En verdad crees que el país te perdonará si el balance de una pareja es tan ridículo?”

“¡Voy a matar a ese bastardo!”

Puede que hoy sufra una muerte desafortunada, ahogado.


Mientras Ikki estaba sudando frío, Stella estaba revisando toda la piscina con una expresión curiosa. Ya que ellos vivían
juntos, puede que él ya no se percatara, pero Stella era, de hecho, una princesa. Este quizás sea la primera vez que ella
venía a una piscina pública.

La piscina tenía sólo 50 metros de largo, más pequeña que las del campus. Estaba dividida en dos partes, una escolar y
una para el público. Como apenas estábamos en Junio, no había muchos visitantes todavía.

“Es bastante grande.”

“Vermillion-san es una princesa, ¿cierto? Entonces también hay una piscina en tu hogar, ¿verdad?”

“Nop. Pero si se trata de nuestro baño, entonces más o menos así de grande.”

“¡Wow! ¡Sorprendente! ¡Como una celebridad!”

“Bueno, en realidad ese es para uso de nuestros sirvientes. La de nosotros, la realeza, es un poco más pequeño. Quiero
decir, es solitario si hay tan poco gente y el baño es tan grande.”

Ahora que Ikki lo recordaba, el estilo de vida de Stella no era muy distinto del de una persona normal. Bueno, excepto por
el hecho de que a ella le asombraba el café instantáneo. El Imperio Vermillion no era un país tan grande. Quizás la realeza
allí llevaba una vida bastante humilde.

“Pero aun así, estoy aliviada. Estaba preocupada por qué tendría que hacer si tenía dificultades con la rumoreada rudeza
japonesa, pero ya que no hay demasiada gente ya no me preocupa.”

“Bueno, es que todavía no es la temporada de piscinas.”

“¡¿Entonces podemos divertirnos jugando sin preocuparnos mucho, cierto?!”

Diciendo eso, Stella sacó una pelota de playa con una expresión emocionada.

“No. No vinimos aquí para jugar, sabes.”


“¡Eeh! ¿Entonces para qué diablos viniste a la piscina?”

“¿Por qué vino Stella?”

“¡U-ooh! Y después de que pasé por tantos problemas para traerlo…”

“…’Key. Jugaremos después de que terminemos de entrenar. Pero nada de pelotas por ahora.”

“Supongo que no tengo opción… ¡Pero tienes que jugar conmigo luego!”

Stella le pasó la pelota a Ikki. Parece que en verdad vino hoy para jugar. Qué extraño. Él ya le había dicho a Stella que
vendrían a entrenar.

“Por cierto Kurogane-kun, ¿qué clase de entrenamiento haremos hoy? ¿Nadar?”

Ante la pregunta de Ayase, Ikki negó con la cabeza.

“No, bueno, hemos hablado de entrenar esto y entrenar lo otro por un buen tiempo, pero hoy no vamos a hacer algo tan
pesado para llamarlo así. Además tu cuerpo casi está en su límite, ¿cierto?”

“¿Entonces qué haremos?”

“Hablando francamente, no vamos a hacer nada.”

“¿Eh?”

“Vas a flotar y dejarte llevar por la piscina como una medusa.”

“¿S-Será útil para algo?”

“Lo será.”

Ikki garantizó.

“Primero, aumentará tu capacidad pulmonar. En una batalla repentina, esto es muy importante. Servirá para entrenamiento
anaeróbico. Porque el que tenga menos capacidad pulmonar será el que haga ruido primero y pierda. Para nosotros los
espadachines, esto es algo tan importante como la fuerza y el ejercicio físico… Bueno, por hoy, esto es sólo un beneficio
extra.”

En realidad había un significado mucho más profundo detrás de este entrenamiento.

“Creo que lo entenderás luego de hacerlo una vez, pero cuando estás bajo el agua, te sentirás mucho más cerca de ti
misma.”

“?”

Ayase probablemente no entendía lo que Ikki quiso decir. Inclinó su cabeza, lo cual era algo tierno en ella.
“Cuando estás bajo el agua, no usarás tu fuerza para levantarte, ni estarás concentrándote en entender lo que ves.
Simplemente dirigirás toda tu conciencia hacia ti misma, y tratarás de escuchar tu propio eco.”

“…No lo entiendo mucho pero… lo intentaré.”

No entendía muy bien por qué Ikki estaba haciendo esto por ella, pero no tenía razón para dudar de él. Siguiendo sus
palabras sin quejarse, aguantó la respiración y sumergió su cuerpo en el agua. Si se trataba de alguien tan apta como
Ayase, ella podrá entender su significado con un solo intento. Ayase probablemente podría aguantar así tres minutos bajo
el agua.

“Entonces supongo que iré a dejar esta pelota en el locker. Será molesto dejarla por aquí de todas maneras.”

Tras lo cual, Ikki guardó la pelota que Stella había traído.

Luego de que Ikki se fue, Stella comenzó a aburrirse.

No es como si tuviera algún resentimiento contra Ayase. Era que no entendía mucho realmente acerca de Ayase y su
manejo de la espada, así que no había nada de que hablar. Además, no quería interrumpir su entrenamiento con parloteo
sin sentido.

Aburri~do…

Ya que tenía tiempo, intentó hacer el entrenamiento que Ikki mencionó. Mantuvo su respiración, y sumergió su cuerpo en
el agua.

No era doloroso. La capacidad pulmonar de Stella superaba incluso la de Ikki. Si lo intentaba, podría permanecer bajo el
agua durante 10 minutos. Ya se encontraba en un nivel sobrehumano.

…Todo está tan tranquilo.

No era cómo si no hubiera gente en absolute. Había otros visitantes que estaban nadando, y las animadas voces de los
niños hacían eco alrededor. Pero debajo del agua, no había nada. Cuando alzó la vista, la superficie del agua se sentía
lejana… como si el propio mundo estuviera en algún lugar remoto.

Por otro lado… podía escuchar su propio pulso. El sonido de su pulso que no podía escuchar en el exterior debido a todo
el ruido y alboroto, el flujo de su sangre, sus vías neurales; podía comprender todo eso con mucha más claridad ahora que
había eliminado los pensamientos y ruidos casuales.

「Cuando estás bajo el agua, te sentirás mucho más cerca de ti misma.」

Eso era lo que Ikki quería decir. Y una caballero tan fuerte como Stella, podía entenderlo sin que él se lo dijera. Ser capaz
de comprender esta sensación, poder sentir tu propia conciencia.

Por ejemplo, la acción de blandir una espada. Eso sería una combinación de balancear la mano que sostenía la espada,
conectando los movimientos con los dedos, señales en el sistema neural, el gasto de fuerza física, balancear la espada es lo
mismo ‘disponer’ de todo eso. En otras palabras, esto podría marcar una gran diferencia. Si no podía controlar esos
minutos… no, nano-segundos de detalles y acciones de su cuerpo, entonces no sería capaz de usarlos en batallas reales.
Pero Ayase no podía hacerlo. Si lo hiciera, no estaría obligada a usar ese estilo artificial en primer lugar. Eso era obvio. Se
daría cuenta de donde nacía ese estrés, y donde ocurría la pérdida. Antes, la razón por la que su condición mejoró fue
porque Ikki había corregido su estilo. Sin embargo, la condición del cuerpo de uno cambia cada día. Cuando eso sucede,
lo único que puede hacerse es asimilar eso apropiadamente. Cuando uno es capaz de hacer eso, sólo entonces pueden
alcanzar su verdadero potencial.

Por esa razón, este entrenamiento ciertamente era productivo para Ayase. Pero para Stella, era innecesario, porque se
encontraba a un nivel donde todo eso lo hace automáticamente de manera subconsciente. Esa es la razón por la que todos
sus ataques estaban ajustados al mejor estilo posible el otro día, a pesar de que estaba intentando arruinarlo a propósito.

Pero… Sigo siendo muy ingenua.

Surgiendo a la superficie, Stella murmuró.

Hasta ahora, Stella había estado entrenándose más seria y severamente que nadie. Pensaba que tenía que impulsarse hasta
el límite. Pero eso no era verdad. Ittou Shura de Ikki, ese era el límite absoluto. Todavía no había alcanzado ese lugar.
Soltar todo de sí, y usarlo dentro de un minuto, eso era imposible para ella. Y exactamente por eso perdió contra Ikki en
técnica. Stella tiene una mejor capacidad pulmonar que Ikki, por su puesto, su fuerza, maná, poder de fuego; todo lo tiene
por encima de Ikki. Pero aun así fue acorralada y derrotada. Porque sus estilos de vida también eran distintos. Incluso
ahora que Ikki estaba en la tierra, él estaba en un lugar aún más profundo que el agua donde Stella se encontraba, un
profundo mar negro donde ni siquiera la luz llegaba.

Y ese era el mundo de Ikki… Si ella pudiera llegar a ese lugar, podría ser capaz de ver algo que aún debía descubrir.

Stella cerró sus ojos lentamente. Se sumergió en el agua y toda la luz se desvaneció. Sólo quedaba el ardiente fuego dentro
de sí misma. Sólo ella quedaba allí. Se encontraba entre la oscuridad y el silencio, del lado receptor de la visión de sí
misma. Pero eso ni siquiera estaba cerca del final, esa profundidad estaba lejos de ser suficiente. Más profundo… Aún
más profundo… hacia las grandiosas profunidades de la consciencia donde residía el ‘Rey Espada Sin Corona’.

“Por cierto, ¿Vermillion-san está saliendo con Kurogane-kun?”

“Guehghgh. *Cough*Cough*”

Stella se ahogó.

“¡Duelesh, duele, mi nariz, se *tsun*…*cough cough*!”

Mientras se presionaba la nariz, Stella maldijo su incompetencia. A pesar de que se zambulló tan profundamente en su
consciencia, aún podía escuchar las voces. Eso era prueba de que su entrenamiento no era suficiente.

Ikki podía bloquear su sentido de la vista y del oído por pura voluntad.

Mejor dicho, si pudiera controlarse a sí misma a ese grado, Ittou Shura sólo sería un chiste. Una vez más, Stella se dio
cuenta de cuán lejano estaba el lugar al que aspiraba.

“P-Perdón Vermillion-san. ¿Estás bien?”


“S-Sí. Estoy bien…”

“Pero esa reacción exagerada… como pensé…”

“¡E-Eso es! ¡N-N-No, no es eso! ¡La segunda princesa del Imperio Vermillion saliendo con ese plebeyo! ¡Eso es
imposible…!”

“¿En verdad no están saliendo?”

“¡Por supuesto que no!”

“¿Entonces no te importaría si profundizara mi relación con Kurogane-kun?”

“¿Qué?”

Su respuesta se convirtió automáticamente en una pregunta.

“¡E-E-Espera un maldito minuto! ¡¿Acaso Senpai no dijo que sólo lo querías para que te enseñe manejo de la espada?!
¡¿Y que no había sentimientos románticos?!”

“Eso fue al principio. Pero oye, tú sabes que Kurogane-kun es como un guerrero, bastante genial. Incluso atendió el
pedido de una acosadora como yo… Aunque es más joven, es como un adulto, ¿cierto? Además es muy amable cuando da
lecciones, oh, y también muy preciso. Para mí, él es el hombre ideal. Y últimamente, me he acostumbrado a hablar con él.
Si está soltero, quizás debería decirle que lo am—”

“¡N-Nooooo!”

Stella gritó inconscientemente e interrumpió la declaración de Ayase.

“¡No! ¡No! ¡¡¡Nuncaaaaaa!!! ¡Ikki es mi novio! ¡¡¡Así que no!!!”

Sacudió sus manos en el agua como una niña armando un berrinche. No quería escuchar a nadie que no fuera ella, decir
que ‘amaba’ a Ikki. Por eso, con ojos húmedos con lágrimas, ahogó las palabras de Ayase con un alboroto y la miró
fijamente.

“Como pensé…”

Al ver a Ayase sonriendo con una expresión asombrada, Stella finalmente se dio cuenta de que había sido engañada.

¡L-Lo arruiné a más no poder!

“¡Tenía la corazonada de que el ambiente en el lugar de reunión estaba un poco empalagoso, pero pensar que era
verdad…!”

“Ugh… uuu… Senpai, usar métodos tan engañosos. Pensé que se suponía que eras más estúpida.”

“Vermillion-san, eso fue bastante rudo.”


“Decir eso después de engañarme de esa manera… ¡definitivamente tienes que mantener esto en secreto! Si se llega a
saber será una pesadilla.”

“Lo sé, porque Vermillion-san es famosa.”

“…Pero, lo de recién… ¿fue una broma?”

Ayase asintió sin dudar.

“De verdad pienso que es maravilloso como hombre, pero definitivamente no veo a Kurogane-kun de esa manera. Sería
una gran traición hacia Kurogane-kun que me ha estado enseñando espada con tanta devoción. Tenía una corazonada
pero… ¡Ahh! ¡Estoy celosa! Yo también quiero enamorarme~”

Ayase tocó sus mejillas sonrojadas con un *pon* y sus ojos brillaban, como si fuera una doncella soñando. A Stella le
resulto bastante inesperado verla de esa forma.

“Pensé que Senpai odiaba a los chicos.”

“Ese es un malentendido terrible. Amo a los chicos.”

“Senpai. No deberías decir cosas cómo esa en un lugar cómo este. Recién, unas seis personas acaban de reaccionar.”

“De todas maneras. No odio a los chicos. Mejor dicho, estoy muy consciente de ellos. Es por eso que me avergüenzo. Mi
compañera de cuarto dice que luzco un poco sombría.”

Esta es la primera vez que he visto a una persona decir eso sin vacilar.

“Ahh~ Pero eso es tan romántico. Yo también quiero enamorarme…”

“¿Entonces por qué no lo haces?”

“¡I-Imposible! Definitivamente imposible. Si una virgin cómo yo sale con un chico… ¡ahh! Es tan vergonzoso que moriré
de sólo pensarlo. Así que solo tengo que satisfacerme con manga y novelas ligeras.”

“Qué inclinación tan vergonzosa.”

“Por cierto, ¿hacen cosas obscenas cuando están a solas?”

“¡Koghku!”

Stella se ahogó ante la repentina bola rápida.

“¡Q-Q-Qué demonios estás preguntando tan de repente!”

“¡Quiero saber cómo se siente ser una pareja de verdad!”

La imagen de Ayase con sus ojos destellando con locura se solapó con la imagen de una de esas chicas de los medios. La
imagen de Stella de Ayase como una chica kendo rígida se destruyó con un estrépito. La chica en frente de ella no era
distinta de cualquier otra chica, un monstruo con un interés en romances sensuales.
“No le hemos hecho. Además, todavía no me he presentado ante su familia así que es demasiado pronto.”

“¿En verdad? En los mangas para chicas, ellas hacen cosas obscenas todo el tiempo sin necesidad de matrimonio y esas
cosas, así que pensé que…”

“¡Sí, ¿eso está bien?! ¡Hablando en general, ¿acaso no es obvio el matrimonio antes de hacer eso?!”

Stella estaba a punto de ponerse triste.

“Pero por la manera en que lo dices, ¿en verdad quieres hacer esto y aquello con Kurogane-kun, cierto?”

E-Ella sí que es una persona que pone presión. Pero, ahora que ya había pasado por todo eso, no había motivo para
ocultarlo. Puede que su ansiedad se alivie si conversa un poco. Fue por eso que incluso estando sumergida en el agua,
Stella expresó sus más profundos deseos.

“E-Eso es, no iría tan lejos como para decir tanto pero… me gustaría que fuéramos un poquito más como amantes de
verdad, y hagamos cosas que hacen los amantes de verdad…”

“¿Entonces por qué no sigues ese sentimiento?”

“…Si pudiera hacer eso, no estaría sufriendo tanto.”

“¿Por qué?”

“Digo… que una chica sugiera eso, es indecente.”

“¿En verdad? Pero pensé que querer coquetear o hacer cosas obscenas con tu amante era natural. Por el contrario, ¿no
sería extraño que no lo hagas?”

¿…Huh?

Ahora que lo pensaba mejor, eso era correcto. Era natural que una tuviera deseos de intentar profundizar lazos con su
amante. Eso iba tanto para hombres como mujeres.

“Pero aun así, creo que deberíamos mantener el ritmo… y si lo presiono demasiado, quizás piense que soy una chica
lujuriosa, o me odie…”

“Bueno, digamos que existe tal ritmo, y que Vermillion-san intenta romperlo presionándolo, ¿Kurogane-kun sería tan
desalmado como para odiarte sólo por eso?”

“¡N-No lo hará!”

“¿Entonces cuál es el problema?”

“E-Eso es… ¿huh?”

Era como ella dijo. No había razón para objetar. ¿Por qué no se dio cuenta de esto antes? Stella inclinó la cabeza mientras
miraba a Ayase. ¿Podrá ser? ¿Esa tal ‘ceguera de amor’?
“Pienso que es más apropiado no desperdiciar el tiempo que pasas con la persona que amas. Los humanos somos seres
con ‘vida’, y sin importar qué, llegará un momento en que tengamos que separanos.”

Ayase, con una mirada adulta y a la deriva, habló.

“…Recién… Senpai actuó como una verdadera senior por primera vez.”

“Por cierto, y esto es sólo mi suposición, pero pienso que Kurogane-kun también quiere hacer cosas obscenas con
Vermillion-san.”

“¿Por qué?”

“Vermillion-san estaba observando la piscina cuando entró así que puede que no se haya dado cuenta, pero cuando viniste
usando ese bikini, Kurogane-kun estaba mirando a Vermillion-san con ojos super pervertidos. Su mirada se sentía muy
indecente, fue gracioso verlo.”

“¡¿—?!”

Dios… Ese era un error del que Stella se arrepentiría por toda su vida. Debió haberse dado cuenta. Se afligió por el hecho
de que no se diera cuenta.

Mientras Stella era devorada por ese áspero sentimiento de decepción—

“¿Huh? ¿Ayase-san ya llegó a su límite?”

Ikki, quien había ido a guardar la pelota de playa, regresó.

“No. Sólo estaba hablando un poco con Vermillion-san.”

“En verdad. Oh, ¿qué tal estuvo? Esa sensación de presionar tu consciencia contra ti misma?”

“Sí, he comprendido el significado de este entrenamiento. Así que lo intentaré un poco más. ¿Está bien si voy a practicarlo
por allí? Necesito algo de espacio para mí.”

“No me molesta.”

“Además, parece que Vermillion-san tiene algo importante que hablar con Kurogane-kun.”

“¡¿Qué—?!”

Stella armó un alboroto que parecía como un grito ante un repentino anuncio. Pero en cuanto a Ayase, guiñando el ojo
como diciendo ‘Me disculpo por monopolizar al novio de Vermillion-san estos últimos días’, rápida y discretamente se
distanció de los dos.

“¡¡¡No necesito esa clase de disculpa!!!”


Luego de que Ayase se fue, Ikki y Stella se sentaron en un banco cerca de la piscina.

“Entonces, ¿qué es eso tan importante que necesitas hablar?”

“…Erm…”

Stella no fue capaz de responder de inmediato. Bueno, no podía evitarse. A pesar de que fue persuadida por la teoría de
Ayase hace un momento, cuando se trataba de esta clase de problemas no era una cuestión teórica.

¿Por qué pensó que si le decía ‘quiero hacer cosas de amantes contigo’, Ikki la odiaría? ¿Por qué no se dio cuenta que Ikki
no la odiaría por algo como eso? Stella inmediatamente entendió la razón de su falta de acción luego de ver el rostro de
Ikki.

Básicamente, estaba avergonzada.

Por eso fingía no darse cuenta, inventando una excusa y poner en pausa la cuestión. ¿O quizás, estaba pensando que
quizás Ikki será el primero que haga el movimiento? Algo egocéntrico como eso. Pero aun así, que ella le dijera ‘Bésame’
a Ikki así nada más…

¡Es imposible que pueda hacer algo tan vergonzoso!

“¿…Stella?”

“¡Ah, p-perdón! ¿Lo importante, cierto? Erm…”

Pero mientras su ruta de escape estuviera bloqueada por Ayase, tenía que decir algo…

“¡A-Ah, m-mi traje de baño! ¡El bikini que estoy usando hoy, ¿qué te parece…?!”

“Por supuesto que se ve bien en ti. Tienes un muy buen sentido de la moda, y ese tipo de bikini te queda bien.”

Ikki respondió suavemente a la pregunta que hizo Stella de inmediato con su usual expresión amable.

Pero por alguna razón, eso molestó a Stella. Ayase había dicho que cuando él la vio en bikini antes, tenía una expresión
muy indecente. ¿Entonces por qué contestó con tanta calma ahora? Por alguna razón, lucía como una fachada.

“…De hecho, yo también tengo algo importante que hablar contigo.”

“¿Ikki también?”

Esto es inesperado. ¿Qué podría ser?

Quizás él también quería una impresión de su traje de baño. ¿Entonces cómo debería responder? Para Stella, Ikki siempre
era el más genial sin importar lo que usara, pero expresar eso en palabras no era algo que podría hacer con facilidad—

“Nosotros… erm… Nuestra relación, ¿está bien así?”

“Eh…”
“He estado pensando en esto por un tiempo, pero no hemos hecho nada que haría una pareja en todo el mes, me ha estado
molestando…”

Stella sintió que la temperatura de su cuerpo en el área de su pecho disminuyó cinco veces al escuchar las palabras que
salieron de la boca de Ikki.

「No hemos hecho nada que haría una pareja en todo el mes.」

Esas eran las palabras que Stella temía. La frase que temía de sólo pensarlo. Pero en este momento, su novio la había
dicho. Al mismo tiempo, el frío que sobrevino con el entendimiento se lo explicó.

Como pensé… Ikki no está satisfecho con nuestra relación actual.

Pero aun así él lo soportó. Por todo un mes.

Perdió interés… en mí.

Recordándolo, era obvio. Ikki tenía a Shizuku. También tenía a una hermosa discípula, que era mayor que él. También
había otras chicas como Kusakabe y las chicas lindas de sus clases. Alrededor de Ikki, había muchas chicas que lo
estimaban. No debería haber una razón para que a él le importara una chica egoísta como ella, que no lo dejó tocarla en
tanto tiempo.

“…Así que, quería hablar sobre nosotros.”

¡No!

Entendía qué quería decir—que sería mejor que regresaran a su relación anterior.

No quería escuchar eso. Ya no tenía la voluntad para hablar con Ikki. No será capaz de soportarlo si él continuaba.

Entonces Stella—

“¡L-Lo sé! ¡En realidad quería hablar sobre eso y no sobre mi traje de baño!”

Dándole la espalda a Ikki, su voz continuó filtrándose.

“¡E-Era obvio, verdad, esto era imposible desde el principio! ¡Que la realeza y un plebeyo sean amantes! ¡El estatus es
demasiado distinto! ¡Incluso Ikki, a ti te gustan las chicas como Senpai que te dejan tocar sus muslos y trasero, ¿verdad?!
¡Más que una chica como yo, que no te deja hacer eso!”

“¿H-Huh? ¡E-Espera un minuto Stella! ¡¿Qué rayos estás diciendo?!”

“¡A-A qué te refieres con qué! ¡Separarnos, ¿es sobre separarnos, cierto?! ¡No necesitas a una chica que no te deja hacer
eso como amante, ¿verdad?!”

“¡¿Qué—?!”

Ikki abrió sus ojos grandes por el asombro ante ese repentino estallido. En cuanto a él, no tenía la más mínima idea de qué
disparate estaba diciendo Stella.
“¡N-No es eso Stella! ¡Sólo cálmate y hablémoslo!”

Ikki dijo con un rostro totalmente pálido, y tocó los hombros de Stella. Hizo eso para tratar de calmar a Stella pero—

“¡No me toques!”

Stella se quitó su mano de encima con verdadera intención de rechazo. En ese momento, vio algo brillando entre su
cabello rojo.

¿Stella está llorando?

Por el momento, Ikki tenía que saber por qué ella quería separarse. Si él se enardecía ahora, todo acabará—eso fue lo que
lo obligó a escuchar. Pero—

“Si hice algo para hacer que Stella me odie por favor dímelo y me disculparé. Te lo ruego.”

“…Ikki es el que me odia.”

“¡Eso no es verdad! ¡Por qué pensarías eso! ¡Nunca dije nada como eso!”

“¡Lo sé aunque no lo digas!”

“¡No, no lo entiendes en absoluto! ¡Por favor cálmate!”

“¡Estoy calmada! *Hic*”

“¡No, no lo estás! ¡Por qué estás diciendo que te odio! ¡Que digas eso, acaso no eres tú la que me odia!”

Ikki estaba confundido por esta extraña situación. Su amada Stella estaba tratando de romper con él, así que no podía
evitarse. Su amada Stella, y por eso no logró mantenerse calmado. Y su voz aumentó, parecía como si estuviera gritando.

“¡E-Eso no es verdad! ¡Amo a Ikki!”

“¡No, yo soy el que te ama a ti!”

“¡Mentira! ¡Yo super absoluta, absolutamente amo a Ikki! ¡Cuando te pregunté por mi traje de baño, sólo estabas
hablando de mi apariencia externa! ¡¿No te importa nada de mí, no?! ¡Ya que no te dejé tocarme! ¡Esa mirada indecente
que Senpai vio, es obvio que estabas mirando el traje de baño de Senpai!”

“¡Qué! ¡Eso es rudo! ¡Si no la cortas, hasta yo me enojaré!”

“¡Acaso no estás enojado ya, idiota!”

“¡Es que Stella sigue haciendo falsas acusaciones! ¡Cuando la chica que amo luce tan fascinante y seductora, ¿cómo
demonios podría quedar encantado por otra mujer?!”

“¡Entonces por qué estabas tan calmado y reservado cuando te pregunté por mi bikini!”
“Es verdad, fui reservado cuando preguntaste eso. Pero… pero… ¡es imposible que diga la verdad! ¡Que estaba tan
excitado que mi corazón estaba latiendo muy fuerte, y que no podía quitarte los ojos de encima! ¡¿Y si pensabas que era
un pervertido, y si llegabas a odiarme?! ¡Y tú también, aunque dices que me amas, no tomaste mi mano este mes que
pasó!”

“¡Me pasó lo mismo que a Ikki! ¡Es imposible que una chica diga cosas lujuriosas tan directamente! ¡¿Y si pensabas que
era una mujer depravada y te decepcionabas?!”

“¡¡¡Entonces por qué diablos estamos peleando—!!!”

“¡¡¡No lo sé, no entiendo nada—!!!”

Ambos seguían gritando sin darse cuenta que había personas alrededor suyo.
““¿……Huh?””
Al mismo tiempo, se percataron de que su riña se había convertido en algo estúpido.

“A-Ah, discúlpenme, queridos invitados. Aquí también hay otros visitantes así que si no les molesta, ¿podrían llevar su
pelea de amantes… o coqueteo, no estoy muy seguro de qué sea, a otro lugar donde haya menos gente?”

““¡¡¡——!!!””

Estaban recibiendo la mirada de todos los espectadores, y se sonrojaron hasta las puntas de sus orejas en un instante.
Conforme observaban alrededor, pudieron ver las miradas sobre ellos, como si fueran alguna clase de animales curiosos e
inquisitivos.

“¡P-Perdón!”

“¡Por favor discúlpennos—!”

Ambos se apresuraron hacia la piscina de niños junto a las de 50 metros de largo, como huyendo de los paparazzi.

No había nadie allí además de Ikki y Stella. Ni siquiera los niños estaban allí, ya que no era temporada de piscina.
Entraron a una fuente con forma de paraguas en el corazón de la piscina. La corriente de agua allí actuaba como una
corriente por lo que el interior no podía verse desde afuera, y el sonido del agua ahogaba sus voces.

Sólo ellos sabrían lo que pase allí. Era un lugar asolado, y por eso…

“Ikki, por favor no mires para aquí ahora…”

“Okey. Yo tampoco quiero que me vean la cara, así que está bien…”

Por alguna razón, se sentían excesivamente ansiosos. Fue bueno que hayan escapado juntos y todo, pero ahora que
comprendieron que su conversación de antes fue estúpida, era difícil mirarse al rostro.

…Sin embargo—

“Oye… Stella.”

“¿…Qué?”
“…Los dos, ¿deberíamos decir qué es lo que más queremos hacer ahora?”

“…’Key.”

Ciertamente, ha sido una pelea idiota, pero no fue en vano.


““Quiero que nos besemos.””
Porque se dieron cuenta que la persona que amaban también lo deseaba tanto. Por un momento, ambos se sorprendieron
un poco, pero se miraron el uno al otro. Ya no era vergonzoso, y no apartaron sus ojos.

Los ojos de Ikki reflejaban la mirada de Stella, quien lentamente cerró los ojos. Aún había una lágrima al final de sus
pestañas. Ikki dulcemente la quitó, y con esa mano tocó la suave mejilla de Stella.

*Pikun*

Y el cuerpo de Stella se puso firme. Sus suaves mejillas, y sus largas pestañas estaban teñidas con un ápice de
incomodidad. Pero no volteó. Se confió a sí misma a Ikki. Y eso lo hizo muy feliz, se sentía muy amado…
Entre el sonido de la cortina y las salpicaduras de agua, los labios de Ikki se presionaron contra los de Stella.
Presionaron… eso no era muy correcto, apenas estaban al nivel en que se rozaron entre sí.

Pero se sentía como si sus labios estuvieran ardiendo.

Por supuesto. Los besos en las mejillas se daban a amigos y familiares, pero ellos definitivamente no se besaron boca a
boca. En otras palabras, su relación era más sólida y más vívida que nunca. Probaron que las palabras que se dijeron no
eran simplemente palabras. Este era su primer vínculo y prueba de que eran verdaderos amantes.

“…Oye, Ikki.”

“¿Qué?”

“…Ikki, ¿te disgustan las chicas indecentes que desean que las besen?”

“No existe ningún hombre al que no le gusten las chicas obscenas. Mejor dicho, ¿Stella odia que los chicos la miren con
ojos pervertidos?”

“Los odio. Sólo a Ikki le permitiré hacer eso…”

Ahora que habían dado un paso hacia delante, ya no existía titubeo alguno. El segundo fue más profundo, y más fuerte
que el primero.

“Nn…”

No se encontraba al nivel en que podría considerarse como un beso adulto, pero ambos deseaban al otro, como su ser
amado.

….Y así, a pesar de las confusiones, ese día se convirtió en un día inolvidable para los dos.

Parte 2
Para el momento en que dejaron la piscina, ya había atardecido. Los tres ya se estaban sintiendo hambrientos, así que
decidieron cenar en la ciudad antes de regresar a los dormitorios. Ikki les preguntó a las chicas si querían comer algo en
especial, pero no tenían ninguna preferencia así que él las guió a un restaurante familiar apropiado.

Allí, los tres ordenaron lo que quisieron. Ikki ordenó una gran ración de fideos de trigo, Ayase el menú del día, y en
cuanto a Stella, ordenó cuatro porciones de parrilla mixta y tres filetes.

“V-Vermillion-san tiene un apetito sorprendente.”

“…No tengo opción. Si no como al menos esto, mi cuerpo no se moverá.”

“A pesar de que comes tanto… ¿por qué tienes una figura tan linda? Por algún razón, no estoy convencida.”

Stella quien estaba consciente de que comía extrañamente demasiado se sonrojó un poco, avergonzada. Pero sus manos no
se detuvieron.
*Masticar Masticar*

Mordía y masticaba su comida de altas calorías. Bueno, para alguien con tanto poder, tiene sentido que necesite una
cantidad suficiente de combustible.

Al ver eso, Ayase sonrió.

“Por alguna razón, Vermillion-san no luce como una princesa.”

“*Masticar Masticar* ¿Huh? ¿A qué te refieres con eso?”

“No me refiero a nada malo, ¿sabes? Es sólo que, es fácil hablar contigo, y la manera en que comes no es muy distinta de
la nuestra.”

“Bueno, he recibido lecciones sobre modales en la mesa, pero este no es el lugar para tales cosas, ¿no?”

Stella revisó el interior del restaurante repleto de gente. El metálico sonido de la vajilla, el sonido de los clientes y
empleados saliendo y entrando, el sonido del llanto de un niño, las crudas voces y risas de estudiantes de preparatoria,
todo mezclado. En un lugar así, si ella era la única con modales elegantes a la mesa, será catalogada como la extraña.

“Tienes que saber cómo comportarte dependiendo de la hora y el lugar, eso es un arte en sí mismo. En lo que respecta a
modales, y a manejo de la espada.”

“Ajaja, eso dolió.”

Ayase sonrió animadamente aunque su inexperiencia fue señalada.

“Hoy fue… no, hoy también fue muy productivo. Desde que he comenzado a entrenar con Kurogane-kun, ha sido un
descubrimiento tras otro… todavía no tengo la experiencia suficiente para aprender las técnicas secretas de mi padre, pero
me siento mucho más cerca de él ahora. No puedo expresar lo agradecida que estoy contigo.”

“Se debe todo al duro trabajo de Ayatsuji-san. Además, pienso que resolverás el problema pronto, y llegarás al secreto.
Todo lo que hice fue darte un pequeño empujón, así que no tienes que ser tan humilde.”

“No… lo que he aprendido, para mí es muy útil.”

“¿Es porque aparecerás en las batallas de selección de representantes?”

“Sí. Ya estoy en tercer año. Esta es mi última oportunidad en el Festival de Arte con la Espada. Es por eso que quiero
ganar, sin importar qué. Tengo que entrar al Festival, recuperar lo que es importante para mí. Es por eso que ahora
necesito poder.”

¿…Hmm?

En las profundidades de los ojos de Ayase, Ikki sintió un fuerte sentimiento. Era enojo… y no sólo enojo normal, sino
cercano al instinto asesino, un intenso odio.

—Qué cosa la presionaba tanto que ella…


“¡Jajaja, miren aquí! ¡Pensé que lucías familiar así que me lo estaba preguntando, pero si no es otra que Ayase!”
De repente, desde atrás de Ikki una cruda voz pronunció el nombre de Ayase.

“¡¿—?!”

Por un momento, los ojos de Ayase se tiñieron del color de la sorpresa. En donde estaba mirando, se encontraba un
hombre de unos 180cm de alto con cabello teñido y ojos sanpaku ocultos detrás de gafas. A pesar de que se trataba de un
área para no fumadores, él estaba fumando un cigarrillo y tenía puesta una chaqueta innecesariamente ostentosa. En su
pecho desnudo, podía verse el tatuaje de una calavera sonriente, y también llamaba la atención de los clientes cercanos.

Al ver esos rasgos, Ikki pensó en cierta persona. Él era un miembro del revoltoso grupo que Ikki vio cuando entró al
negocio.

“No te he visto últimamente así que me estaba preguntando qué te había sucedido, pero que nos encontremos aquí. Jaja,
cosas como esas pasan, huh.”

“Oye Kuraudo, ¿con quién estás hablando?”

“Vamos al arcade.”

“¡Huh! Oigan, es Ayase-chan. Tanto tiempo sin vernos~”

“¡Estaba preocupado porque no viniste a jugar últimamente! Gyajaja.”

“¿Te has vuelto bastante alta? ?Oh?”

Unos diez tipos que lucían como vándalos vinieron y se reunieron en la mesa de Ikki detrás del chico de la calavera.
Parece que eran conocidos de Ayase, pero Ayase ni siquiera los miraba… Sólo se mordía los labios como si estuviera
poseída por algo.

Al verla así, Ikki decidió su próximo movimiento.

“¿Lo siento pero podrían irse? Mi compañera luce incómoda.”

“¡¿Huh?! ¡¿Quién demonios eres?!”

“¿Qué mierda estás diciendo? ¡Te mataré!”

A pesar de que se estaban reuniendo, Ikki sólo los ignoró. Ikki sabía que aquí había un solo tipo con el que valía la pena
pelear. Miró al que tenía el tatuaje de la calavera, llamado Kuraudo.

Conforme lo hizo, Kuraudo le hizo una extraña pregunta a Ikki mientras miraba con curiosidad.

“…Tú, ¿eres un espadachín?”

“¿Puedes darte cuenta?”

“Hah, de alguna forma. Ustedes bastardos tienen esa aura peculiar.”

Al decir eso, levantó una botella de cerveza y un vaso de la mesa.


“Perdón por eso hermano, por molestarlos durante su cena. Sólo vine a hablar ya que vi a una cara nostálgica.”

Vertió la cerveza y se la ofreció a Ikki.

“Me disculparé, tómala.”

“Ah, discúlpame.”

Quería decir que no era la cerveza de Kuraudo, pero no sería sabio irritar al sujeto. Ikki extendió la mano para tomar la
cerveza que Kuraudo le ofreció.

“¡Ikki!”

“¡Kurogane-kun!”

El de la calavera golpeó a Ikki en la nuca con la cerveza.

Los otros clientes gritaron de inmediato. Los botella estalló y los fragmentos volaron. Golpeó a Ikki en la nuca con tanta
fuerza que él se inclinó y chocó contra la mesa.

“¡JAJA! ¡Un espadachín no debería bajar su jodida guardia, idiota!”

“¡AJAJA, lo hizo!”

“¡Como se esperaba de Kuraudo-san, qué sucio hijo de perra!”

“¡Sólo recuéstense y miren!”

Ante la repentina crueldad del tipo de la calavera, los demás a su alrededor animaron groseramente.

“Mis agradecimientos. Verás, me encanta romper a los bastardos espadachines en pedazos. Ahora hagamos esto. Tienes
uno, ¿no? ¡Un Dispositivo!”

El hombre sacó un nodachi blanco destellante con una hoja cómo la de una sierra. Su Dispositivo.

Así es, la chaqueta inútilmente ostentosa que estaba usando era el uniforme de la Academia Donrou, una academia de
caballeros de Tokyo cómo la de Hagun. Este hombre era un Blazer como Ikki.

“¡Este bastardo! ¡Espero que estés preparado para arder hasta las cenizas!”

Al ver a Ikki herido, una incandescencia comenzó a emanar del flameante cabello de Stella mientras se enfurecía. Iba a
sacar Lævateinn pero—

“Détente, Stella.”

Fue detenida por Ikki. Ikki se levantó, como si nada hubiera pasado.
“…No hay necesidad de armar un escándalo. Sus manos sólo se le resbalaron un pocoñ”

Le dijo a Stella con una sonrisa mientras le sangraba la frente.

“¡¿Q-Qué estás diciendo?!”

“Sólo me raspé y se me mojó la ropa. Nada por qué pelear.”

Ikki controló a Stella mientras decía eso. Si ella sacaba su Dispositivo y empezaba a lucha, no sólo terminaría con una
suspensión. Definitivamente será una expulsión. Es por eso que Ikki la detuvo. Pero…

““¡¡¡BU-BUAJAJAJAJAJAJAJA―JAJAJ—JAJAJA!!!””

Parece que la compañía del tipo del tatuaje pensaron en eso como una retirada cobarde y comenzaron a insultarlo y a
señalarlo.

“¡Oye, oye, oye, en serio! Es tan frívolo aun después de que lo golpearon en la cabeza.”

“Bueno entiendo que Kuraudo es aterrador, pero eso es muy debilucho.”

“¡Kyajaja, basta, voy a explotar, qué simplón~!”

“¡Jaja! Esto es asombroso. Un cobarde a pesar de ser un espadachín. ¿Tienes pelotas acaso?”

El tipo calavera bañó a Ikki con insultos y se rió con gracia. Pero Ikki no respondió y sólo mostró una aburrida sonrisa. Al
ver eso, Kuraudo escupió.

“¡—!”

Ante eso, el voltaje del enojo de Stella se elevó una vez más pero Ikki la disminuyó. Incluso con eso, Ikki no estalló, por
lo que el tipo calavera mostró un rostro aburrido.

“Jaj, esto es aburrido. Si lucho con una gallina como tú, ya será mi derrota. Vamos bastardos, nos vamos.”

Diciendo eso, atravesó la salida.

“Bye bye, pequeño cobarde.”

“¿Qué bueno, no? Kuraudo no abusa del débil.”

“Así es, así es. ¿Qué bueno que seas tan débil, no? Ajajaja.”

Luego de que se fueron, un hombre que parecía el gerente del negocio corrió hacia Ikki. Le dedicó una reverencia a Ikki
mientras sudaba como loco.

“¡Mis disculpas querido cliente! ¡¿Se encuentra bien?! Llamaré una ambulancia…”
“Aaa, estoy bien, estoy bien. Mejor dicho, ¿tienen un botiquín de primeros auxilios? Necesito tratar esto, ¿podría
prestármelo?”

“S-Sí. ¡Espere un momento por favor!”

Escuchando el pedido de Ikki, el gerente trajo el botiquín de la sala del personal rápidamente. Los otros empleados
estaban tratando de calmar a los clientes. Por el momento, lidiaron con la situación con el menor escándalo como se
esperaba. Ikki confirmó eso mientras se limpiaba el escupitajo.

“…De alguna manera, tu rostro se inflamó el doble, Stella.”

Ikki le dijo a Stella, cuyo enojo en su rostro lucía como un globo inflado.

“¡Por supuesto que me enojé! ¡Ser insultado por esa basura! ¡Ikki, ¿no esquivaste la botella de cerveza a propósito,
cierto?! ¿Qué fue eso?!”

“Si reaccionaba con hostilidad, puede que él enloqueciera aún más… y no puedo iniciar una pelea en un lugar como este,
¿o sí?”

“Bueno… eso es eso pero… ¿Ikki podría hacerse encargado de esa basura sin siquiera usar Intetsu, verdad?”

“Me pregunto sobre eso.”

“¿A qué te refieres?”

“El tipo del tatuaje de la calavera es bastante fuerte. Un oponente difícil para luchar desarmado.”

“Bueno, por supuesto que sería difícil. Quedó rankeado entre los mejores ocho del Festival del año pasado, después de
todo♪.”

Ikki y Stella se quedaron impactados cuando un chico con una voz imposiblemente brillante de repente se metió en su
conversación.

¿Por qué se sorprendieron tanto? Porque el dueño de la voz apareció sobre una mesa con platos desparramados sin
presencia ni sombra, casi como si se hubiera insertado otro film de pronto mientras se veía una película.

Cabello ligeramente plateado y ojos dorados sin ningún signo de luz. El chico le habló a Ikki con una sonrisa que parecía
casi enyesada a su rostro.

“Ajaja ☆Iyaa~ ¡Qué calamidad, qué desastre! Toparse con el famoso as de la Academia Donrou, el ‘Devorador de
Espadas’ Kurashiki Kuraudo, un sabueso asesino que muerde a cualquiera sobre el que ponga sus ojos encima… Pero tu
decisión fue correcta, El Peor.”

“Kusukusu… Eeh, absolutamente. Estuviste bien.”

Al momento siguiente, otra persona apareció, pero esta tenía un aura que no podía ser más obvia. A pesar de que estaba
dentro del negocio, llevaba un parasol, y un sombrero con gran ala. Los ojos de la alta mujer no podían verse debido al
gran sombrero, pero su mentón era visible y con un brillante cabello rubio, su figura se destacaba. Tenía puesto un vestido
blanco de baile formal, como una mujer noble, que destellaba ante los ojos de ellos.

A pesar de que tenía una figura blanca, Ikki y Stella experimentaban una fugaz e incomparable sensación de desagrado.
Lo que llevaba puesto era completamente blanco, pero aun así, su presencia, por un momento, se sentía más como la de la
sangre fresca.

¿Y por qué sería eso? Ikki conocía la respuesta. En su presencia, había un velo de densa fragancia a sangre que no podía
ocultarse sin importar cuánto perfume se pusiera… No había dudas, esta persona era la más problemática.

“Si ustedes contraatacaban, entonces aquí y ahora mismo, no nos quedaría más opción que reprimirlos.”

La de blanco con una presencia de muerte y sangre respondió en japonés antiguo como si estuviera cantando. Eso fue
demasiado desagradable para Stella queya había levantado la guardia. Le preguntó a Ikki en voz baja—

“Ikki, ¿quiénes son estas personas? ¿…Qué son?”

“El vicepresidente del consejo estudiantil de la Academia Hagun, Misogi Utakata-san, y la tesorera Toutokubara Kanata-
san.”

“¡…Toutokubara! ¿Tú eres…?”

Era un nombre del que Stella había oído rumores muchas veces.

Toutokubara Kanata, conocida también cómo ‘Scharlach Frau’. Estaba ubicada segunda en el raking escolar interno y era
una caballero rank B. Mientras era estudiante, fue invocada bajo circunstancias especiales y se le permitió luchar en
batallas reales. Hay registros acerca de haber destruido muchas organizaciones y bases de la armada Rebelión.
Ciertamente era una estudiante caballero con experiencia real de batalla.

“Parece que no necesitamos presentarnos… pero aun así, la manera en que Kurogane-kun lidió con la situación fue
verdaderamente brillante. Devorador de Espadas es una persona que ataca a personas de otras escuelas de improviso, y va
por la ciudad destruyendo dojos. De todas maneras, se hace bastante difícil lidiar con él cuando se enfurece. Gracias a ti,
nos ahorramos un gran problema. Una vez más, te agradecemos. Parece que te hemos estado subestimando demasiado.”

“Parece que no fue casualidad que Renren fuera derrotada. Esa habilidad tuya de ver a través de la naturaleza de una
persona en batalla, como Yaksha-hime dijo. Necesitamos reafirmar nuestro reconocimiento hacia ti.”

“Ajaja. Absolutamente… Bueno entonces, muéstrame tu herida por favor. La trataré.”

“No, no tienes que tomarte esa molestia.”

“Está bien, está bien♪. Sólo déjaselo a Senpai. ¡Dolor, dolor desaparece~!”

Diciendo eso, Utakata tocó la herida de Ikki.

“Okey, está curada.”

La piel cortada y el sangrado interno se curó en un momento.


“¡Qué—!”

Ikki estaba enormemente sorprendido.

Ciertamente, la herida era profunda. Él no esquivó el ataque y no le había causado tanto daño, pero aun así había
alcanzado la médula ósea. Podría considerarse como una herida ‘violenta’. Incluso a Shizuku, quien tenía control de
magia Rank A, le tomaría un poco más de tiempo curarla.

No, esto no podía denominarse ‘curación’. Era como si la propia herida hubiera desaparecido. Definitivamente no se
trataba sólo de magia curativa.

Misogi Utakata, apodado ‘Cincuenta Cincuenta’. ¿Cuál era su habilidad? Sin dudas no era nada normal pero…

“Ajaja, no tienes que observarme con ese rostro aterrado. No ingresé a los enfrentamientos de selección.”

“Ah, me disculpo. A pesar de que me curaste, fui rudo.”

“Ajaja. Está bien, está bien. Eso es lo que te convierte en un caballero. Bueno, terminamos con el tratamiento de nuestro
kouhai así que nos retiraremos ahora. Vamos, Kanata.”

“Sí. Vicepresidente.”

“Ustedes también, mantengan controlada su vida nocturna.”

Y tras lo cual, Misogi Utakata y Toutokubara Kanata se fueron.

Con su partida, Ikki suspiro, sintiendo una ola de cansancio golpeándolo al ver el ocaso por la ventana.

…Ocaso del Desastre… debería ser apropiado, huh.

Hoy conocieron pez gordo tras pez gordo. Sin embargo, no podía dejarse arrastrar por el aura de aquellos que acababan de
irse. Para Ikki, había algo algo que le interesaba más.

“…Oye, Ayatsuji-san.”

“¡!”

Puede que se haya dado cuenta de que la conversación se movería hacia ella. Ayase apartó los ojos con una expresión
desagradable. Pero Ikki le preguntó de todas formas.

“Exactamente cuál es tu relación con esas personas.”

La otra parte conocía su nombre. Ayase no era alguien tan famosa como para aparecer en los medios. Eso significaba que
ellos la conocían personalmente. Pero por lo que se ve, no era una relación amistosa. Eso era obvio luego de ver la mirada
de Ayase. Así que—

“No necesitas responder si no quieres. Pero… cuando te hablaron, Ayatsuji-san no se estaba comportando normalmente.
Si te has involucrado en alguna clase de problema con esos tipos, puedo prestarte mi fuerza.”
Como amigo, estaba en la posición de ayudarla. Al escuchar a Ikki decir eso, su expresión se suavizó un poco e intentó
contestar.

“…Eso es…”

En ese momento, el datapad sonó, notificando que se había recibido un mail. El sonido provino de los bolsillos de Ikki y
Ayase al mismo tiempo. Ikki se preguntaba quién lo habría enviado. Era del Comité Ejecutivo de las Batallas de Selección.

…Tenía un muy mal presentimientos al respecto. Sus peores miedos fueron confirmados luego de leer el mensaje.

“El décimo oponente del contendiente Kurogane Ikki ha sido decidido: la contendiente Ayatsuji Ayase del tercer año clase
uno.”

…Qué momento.

Sin dudas, el mensaje que Ayase recibió era el mismo. Mirándola, uno podía ver como la sangre se le iba del rostro.

“¡Esto es, a-ah, lo siento! ¡Mi compañera de cuarto, m-me envió un mail diciéndome que regrese de inmediato, por favor
discúlpenme por hoy!”

Su rostro palideció. Lo que dijo era una mentira. Se trataba de la notificación del enfrentamiento, y eso fue lo que lo hacía
incómodo.

“…Sí, entonces nos vemos mañana.”

Suponiendo eso, Ikki no retuvo a Ayase. Tenía curiosidad acerca de la relación entre Ayase y Kuraudo, pero no era algo
que necesitaba sonsacarle a Ayase ahora mismo. Este sentimiento de incomodidad no cedió, y además podía preguntarle
luego.

“…Sí… entonces mañana.”

Tomando sus cosas de la mesa, Ayase rápidamente partió, como si estuviera escapando de Ikki y Stella.

“Luce muy mal. ¿Qué pasó?”

Ikki le mostró el mail a Stella quien no comprendía la situación.

“…Bueno eso apesta…”

“Esto probablemente esa tal ironía del destino. Si pudiera elegir, no me gustaría luchar con ella.”

“Hablando de eso, ¿acaso Senpai no mencionó que ingresó con el fin de recuperar algo importante para ella?”

“Sí.”

“¿No perderás a propósito, no?”

“¿Parezco como un tipo que haría eso?”


Stella se mostró aliviada con esa respuesta.

“No lo pareces. Perdón, fue una pregunta tonta.”

Así es. Ikki no haría eso. Incluso si la oponente fuera Stella, o Shizuku, o cualquiera, lucharía de manera justa y limpia.
Ese era el honor de un caballero. Pero al final, le hubiera gustado evitar luchar con Ayase.

…Ella dijo que me verá mañana, pero Ayatsuji-san probablemente no venga a entrenar por un tiempo.

Lo que supuso dio en el blanco. Desde aquel día en adelante, Ayase no apareció ante los ojos de Ikki ni siquiera una vez.

“Pero aun así, ese tipo de hoy sí que fue una obra maestra, huh.”

“Jaja, supongo que de esos que llamarías insecto débil.”

“Se comportó muy frívolo a pesar de haber sido humillado tanto, sim~plón.”

“Eso no es verdad, Misato. No oponerse a Kuraudo-san es una sabia decisión, ¿cierto?”

“Kuajaja. Cierto, cierto. Es natural evitar peleas que no puedes ganar.”

En un lugar que parecía como su base, una pandilla de jóvenes estaban soltando palabras de mal gusto mientras fumaban
cigarrillos. ¿El tema? El vergonzoso tipo que vieron en el restaurante familiar.

“…Jaja, ¿eso piensan?”

A una corta distancia, Kuraudo estaba bebiendo alcohol mientras contemplaba la luz de la luna que se filtraba por la parte
colapsada del techo.

“Sí, por supuesto. Esa gallina, ni siquiera es digno de ser tu oponente. Incluso yo puedo derrotarlo con una mano atada en
mi espalda.”

“Gyajaja.”

*Parloteo Parloteo*

¿Qué era tan interesante? Retomaron su risa.

“Jaja.”

Al verlos así, Kuraudo una vez más alzó la vista hacia la luna.

…Tontos. No entienden nada.

Recordaba la mirada de Ikki viéndolo directamente a él. No había pizca de miedo ni de nervios allí. Sólo había una fría
calma como el agua fluyendo. Cómo podría resolver la situación con el mínimo disturbio posible, eso era lo único que
Ikki había estado pensando. El hecho de que recibió el ataque de Kuraudo también era parte de ese plan. Era una persona
que emanaba esa clase de aura. Es imposible que no pudiera evadir un ataque sorpresa de ese nivel.

“Qué bastardo de alto nivel. Me estás diciendo que una provocación de ese nivel no te movilizará, huh… Jajaja.”

Bueno, eso estuvo bien. Un hombre de su nivel definitivamente llegará al Festival de Arte con la Espada de Siete Estrellas.

Aplastar a ese bastardo, esperaré ese momento con ansias.

Kuraudo bebió el alcohol de su vaso, mientras su pecho latía en anticipación a la resistencia que vendría de aquella clase
de demanda peligrosa que no había visto en mucho tiempo.

Era el tercer día que Ayase no se había unido a ellos para practicar. Ni siquiera apareció a pesar de ser el día anterior a su
enfrentamiento. Ante ese hecho, Stella soltó un suspiro de aburrimiento.

“Al final, no vino ni siquiera una vez… Senpai.”

“Oh cielos. ¿No es eso algo bueno para Stella-san? ¿Acaso no estabas celosa porque Ayatsuji-senpai estaba ocupando la
mayoría del tiempo libre de Onii-sama?”

“…Cállate. Esto es esto y eso es eso. Que ella no esté aquí es solitario a su propia manera.”

“Qué persona egoísta… pero puede que ese sea uno de tus rasgos buenos.”

“¿Dijiste algo?”

“Tus piernas son gordas.”

“¡NO LO SON!”

Ikki miró al dúo teniendo su usual conversación mientras se preguntaba si tenían una buena o mala relación. Tenía su
datapad en la mano.

La alta figura de Airsuin se acercó a Ikki.

“¿No se ha contactado en absoluto?”

“…Bueno.”

“¿En serio?”

Ikki alzó la cabeza y miró a Arisuin. Arisuin tenía su usual sonrisa inalterable, pero sus ojos lucían como si él estuviera
buscando algo.

“¿…Por qué lo dudas?”


“¿Acaso no es que simplemente me preocupa? No entiendo algunas cosas pero Ayase-san estaba muy resuelta a alcanzar
su objetivo. Y por esa razón dijo que necesitaba aparecer en el Festival. Es por eso que no sería bueno para ella perder el
enfrentamiento de mañana contra Ikki.”

La cantidad de personas que serán seleccionadas por medio de los enfrentamientos es de seis. De acuerdo con su profesora
titular Oreki-sensei, cada estudiante luchará en 12 enfrentamientos. Eso es suficiente para que esa cantidad de personas
permanezca invicto. En otras palabras, sería mejor pensar que perder un solo enfrentamiento significaría quedar afuera de
la competición.

“Pero en una pelea normal, ella no puede esperar ganar. Eso es obvio. La diferencia en fuerza es demasiado grande. Es la
que mejor lo sabe, habiendo recibido enseñanzas de tu parte. Además, obviamente haría planes de antemano para ganar.
¿O me equivoco?”

“Alice sí que es sagaz.”

Ikki se encogió de hombros, y le pasó su datapad a Arisuin. Se mostraba un solo mail allí. Remitente, Ayatsuji Ayase.
「Tengo algo importante que converser con Kurogane-kun. Quiero pedir prestado tu poder. Mañana a las 3 AM. Reúnete
conmigo en la terraza del edificio escolar principal.」
“Lo recibí esta mañana.”

“Esto se siente como una trampa… creo yo.”

“Ajaja… ciertamente. Pero no es una trampa.”

“¿Estás seguro?”

“Porque creo en ella. Ayatsuji-san no haría algo tan bajo. Sólo entrené con ella unos pocos días, pero pude entender al
menos eso.”

Para Ikki, Ayase era una persona honesta y totalmente trabajadora. Y además—

“Dijo que le gustaban mis manos.”

Ella le dijo eso a una persona que tenía las manos de un trabajador, ásperas y fuertes. Ella, que podía respetar el duro
trabajo de otra persona a ese grado, definitivamente no haría algo tan bajo en un enfrentamiento entre caballeros.

“Es por eso que iré a verla.”

Ayase era una importante amiga. Y su amiga quería consultar con él. No podía negarse. Ikki lo dejó claro. Y entonces,
Arisuin—

“Estás resplandeciente.”

Mientras sonreía amargamente, Arisuin extendió su mano hacia Ikki, quien estaba tan cerca de él… pero sus ojos
sugirieron que Ikki se encontraba demasiado lejos, como si su mano nunca pudiera alcanzarlo.

“¿Resplandeciente?”
“Sí, mucho. Al punto que me pone celosa. Personas como Stella-chan y Shizuku quienes aman a alguien tan incondicional,
e Ikki puede confiar en alguien tan honestamente… Al ver eso, me recuerda lo desagradable que soy. Ya no puedo confiar
en alguien con tanta facilidad.”

Pero luego de decir eso, Arisuin puso un rostro serio distinto a cualquier otro y le dio un consejo a Ikki.

“Pero es por eso que puedo darme cuenta de algunas cosas que los demás no… Puede que esto sea entrometido de mi
parte, pero sólo por si acaso, Ikki debería tener la determinación para cortar lazos con ella. Si le quitas la máscara a los
humanos, no sabrás lo que se esconde debajo de ella. Si tomas esta situación ligeramente, puede que no ganes un
enfrentamiento que de otra manera ganarías con seguridad. Como lo que pasó con el Cazador.”

“Ahora que lo pienso, Alice fue quien me aconsejó en aquel momento también, ¿cierto? Pero está bien. Ya he decidido lo
que es más importante para mí.”

Diciendo eso, miró a Stella quien seguía discutiendo con Shizuku.

—Encontrarse una vez más en la batalla por la cima. Eso es lo que le prometió. Es por es que—

“No tengo intención de romper mi promesa con ella. Sin importer lo que pase.”

“Fufu. Parece que no es algo de lo que debería preocuparme. Discúlpame, dije algo desagradable.”

“No fue desagradable… Pero respecto al caso de Kirihara-kun, e incluso esta vez, no me gustaría que alguien llame
desagradable a mi importante amiga que siempre me ha dado consejos. Incluso si es Alice, tú misma.”

Por un momento, Arisuin mostró una expresión compleja. Pero pronto la descartó.

“Fufu, decir algo tan genial… Terminaré enamorándome de ti.”

“Por favor, tu género es la única broma aquí.”

Arisuin respondió con su frívolo parloteo, por lo que Ikki contestó de la misma manera. No lo prolongó por más tiempo.
Aun si intentaba preguntar más, Arisuin probablemente no diría más. Es por eso que… se concentró en el tema a mano.

Alzó la vista a la terraza teñida de rojo fuerte por la puesta de sol. Mañana, ella estará esperándolo allí.

¿Me pregunto si seré capaz de ayudarla…?

Diez minutos antes de la reunión, Ikki dejó su habitación, asegurándose de no despertar a Stella. Atravesó el pasillo sin
emitir un solo sonido, y salió. Usando la pálida luz de la luna como guía, se dirigió hacia el edificio escolar. Conforme se
aproximaba al edificio escolar bañado con la luz de la luna, sus pasos hacían eco.

Normalmente, este lugar estaría atestado de gente, pero ahora, tenía una atmósfera serena casi mortal. Ikki se dirigió hacia
la terraza, mientras resistía el silencio que casi hacía enloquecer sus oídos.

Subió los escalones uno a uno, y finalmente enfrentó la puerta de hierro que llevaba a la terraza. La abrió.
El viento sopló, y pudo ver la pálida luz de la luna.

Una escena insípida que se expandía ante él. Un piso de concreto y una valla de acero que contaminaban el cielo de la
noche. Un escenario frío.

El viento que soplaba, la tenue luz de la luna, a pesar de que empezaba el verano todos se sentían fríos. Y de pie en el
medio del escenario, dándole la espalda a la valla, se encontraba la figura vestida en yukata de Ayatsuji Ayase.

“Oye, no te he visto desde la piscina, Ayatsuji-san.”

“Sí… a pesar de que fui yo la que dije que nos veríamos, perdón por no ir.”

¿…Hmm?

Ayase, quien tenía un rostro pesaroso, lucía un poco incómoda a los ojos de Ikki por un momento.

La mirada que ella le estaba dedicando directo a él parecía seca.

Como si sus ojos fueran globos oculares artificiales.

Últimamente se había acostumbrado a Ikki, y ahora Ayase ya no tenía que apartar sus ojos cada vez. Pero ese día en la
piscina, cuando él reinició la conversación con ella, su mirada también se sintió seca. Bueno, puede que sea natural para
una persona que no estaba acostumbrada al sexo opuesto.

Pero por alguna razón, la mirada de hoy de Ayase molestaba a Ikki aún más.
¿Era el tipo de mujer que me miraría directo con tanta calma en medio de una serena noche?

…Pero aunque pudieras llamarlo incómodo, sólo lo era un poco. Por lo que no era algo que Ikki se vería obligado a
preguntarle a ella. Esa no era la razón por la que había venido aquí hoy.

“Está bien. Después de ese mensaje, las cosas se amargaron de todas formas.”

“Sí, decir eso ayuda… y además, viniste solo, como te lo pedí. Gracias por eso. ¿Pero está bien que hayas dejado a tu
novia y que vengas aquí en medio de la noche?

“Aah, lo notaste, huh. Mantenlo en secreto de Stella. Ella me morderá hasta casi matarme si se entera.”

Mientras bromeaba y acordaba con ella, Ikki finalmente fue al punto.

“…Entonces, ¿de qué querías hablar conmigo?”

“—”

Ayase se quedó en silencio. ¿Estaba dudando de hablar? ¿O había alguna razón distinta para su silencio? Ikki no podía
juzgarlo, ya que no podía comprender a Ayase a partir de sus ojos casi artificiales.

Pero no llegarán a ninguna parte si el silencio continuaba.

“Si no vas a decirlo, ¿puedo hacerte una pregunta?”

Ikki abrió su boca. Ayase no lo hizo. Esta vez, lo tomó como una afirmación y le preguntó una vez más.

“Continuando con nuestra conversación de la otra vez, ¿Kurashiki Kuraudo fue el que le quitó algo importante a Ayatsuji-
san?”

Ikki no pasó por algo el balanceo en los ojos de Ayase.

“¿…Por qué piensas eso?”

“Es sólo una conjetura. Durante el almuerzo del otro día, cuando Ayatsuji-san dijo ‘voy a recuperar lo que es importante
para mí’, liberaste una gran cantidad de instinto asesino. Y lo hiciste luego otra vez, cuando apareció Kuraudo.”

Ayase agachaba la vista mientras se mordía los labios. Ikki concluyó que fue lo mismo que sintió durante el almuerzo, ese
instinto asesino.

“Y Ayatsuji-san dijo que tenía que aparecer en el Festival para hacer eso. En otras palabras, tienes que luchar con alguien
que también aparecerá allí. Devorador de Espadas estuvo entre los mejores ocho del año pasado. Mientras que Donrou no
use un sistema especial como el de Hagun, su lugar en el festival está asegurado. A partir de esos dos puntos, la persona
que Ayatsuji-san está tratando de enfrentar, el que te quitó algo importante, es el Devorador de Espadas, Kurashiki
Kuraudo. ¿Me equivoco?”

Ikki trató de confirmar sus sospechas. Y—

“Fufu, cómo pensé. Kurogane-kun entiende todo. Ya que llegaste tan lejos, no quiero ocultártelo más.”
La conjetura de Ikki dio justo en el blanco.

“Oye Kurogane-kun. La razón por la que te invité aquí hoy es porque quería preguntarte algo.”

“¿…Preguntarme algo?”

“Sí, escuché de Vermillion-san en la piscina, que Kurogane-kun le ha prometido luchar con ella en el enfrentamiento
decisivo del Festival, ¿cierto?”

“Sí, así es, si puedo llegar allí. Pero bueno, lucharemos en algún lugar con el tiempo, eso es todo.”

“Pero antes de que eso pase, ¿qué haría Kurogane-kun si se enfrentara a un enemigo que no puede vencer en absoluto?”

“¿…?”

Ikki no podía comprender el significado de la pregunta. Por qué Ayase deseaba saber sobre él y Stella. Pero
instantáneamente, entendió que la pregunta también se aplicaba a la propia Ayase. Para Ikki era una promesa, para Ayase
era recuperar lo que era importante para ella.

A pesar de que sus motivos diferían, su posición era similar… Ella le estaba preguntando a otra persona para confirmar su
situación, ¿era eso?

No podía entenderlo. Pero decidió su respuesta—

“Lucharé con todo lo que tengo, de manera justa y limpia.”

“Aun si pierdes.”

“No lo sabrás hasta que lo intentes… Incluso si pierdo, no me detendré hasta usar todo lo que tengo.”

Durante su enfrentamiento con el Cazador, Ikki casi se rindió una vez, pero gracias a Stella, logró recomponerse. La
herida que uno recibe del enemigo luego de que uno pierde una pelea puede curarse, y luego puedes luchar de nuevo. Pero
la herida recibida por escapar de una pelea nunca puede curarse. Es por eso que incluso si fuera a perder, Ikki luchará con
todo lo que tiene; suficiente para estar orgulloso de sí mismo. Ikki nunca más perderá eso de vista. Sin embargo—
“Yo no pienso así. La honradez sin resultados es solo un capricho.”
Diciendo eso, Ikki recibió una congelada mirada de parte de Ayase.

“¿Eh…?”

Fue muy inesperado escuchar eso viniendo de Ayase. Ikki tragó saliva.

No lo hizo… Ikki no esperaba escuchar una frase como ‘Todo está bien mientras pueda ganar’ de parte de Ayase.

…Por qué, diría eso.

La Ayase que Ikki conocía nunca diría eso, por eso cuando la escuchó no pudo responder de inmediato. Pero… aunque no
podía responder, se dio cuenta. Debajo de los fríos ojos de Ayase, sus labios se retorcieron en una sonrisa insultante. Una
expresión que Ikki nunca vio a Ayase hacer.
Cuando Ikki vio esa expresión suya, dos preguntas surgieron en su mente.

¿Es en verdad Ayase? Mejor dicho, ¿es la verdadera Ayase?

Y al confundido Ikki, Ayase respondió con un tono burlón.

“Es por eso que esta es mi respuesta. Sin importar lo que tenga que hacer, derribaré a mi enemigo. Sin importar qué.”

En su mano derecha, materializó su vívida espada roja, Hizume.

El chillido de una espada atravesando algo hizo eco en el cielo nocturno.

“¡¿—?!”

Ikki se preparó al escuchar el sonido de la espada. Sin dudas, en este momento Ayase había usado alguna clase de
habilidad para cortar algo.

¿…Pero exactamente qué cortó?

Ikki elevó su nivel de cautela al máximo. Reunió su consciencia y a cambio de cancelar el sentido de los colores y el
sonido, puso el máximo monto de concentración en reconocer la situación.

Notó la rareza de inmediato.

En frente de él estaba Ayase. Detrás de ella, la valla por alguna razón estaba colapsando hacia atrás. ¿Por qué? Porque los
ganchos de la valla se habían cortado.

¿Cuál era su razón? ¿Por qué era necesario cortar eso?

Ikki quien estaba confundido al no entender el motivo… se confundió todavía más con lo que pasó luego.

Por alguna razón, Ayase también estaba cayendo con la valla, cayendo de la terraza del edificio escolar de cuatro pisos.

“¡¿Qué—?!”

Asombro, impacto, pero no dejo que eso le nublara su juicio.

No podía entender el significado detrás de sus acciones. ¿Acaso falló? ¿O había algún significado detrás de eso? …No
podía comprenderlo. Pero, en este momento no era hora de pensar en cosas como esa.

Instantáneamente, un aura azul rodeó a Ikki. Había invocado a Ittou Shura.

Llevando su fuerza a los límites en cuestión de segundos. Se impulsó hacia valla y sujetó a Ayase. Ikki en su modo Ittou
Shura fácilmente podía aterrizar aunque se tratara de un 4to piso. Pero no podía usarlo más de una vez, y su poder duraba
poco tiempo.
Corrió verticalmente por la pared del edificio escolar. Atrapó a Ayase y la atrajo hacia su pecho.

“Como se esperaba.”

“¡T-Tú… ¿estás dispuesta a arriesgar tu vida?!”

“Sí. ¿Acaso no dije ya que no importa lo que tenga que hacer, ganaré? Si la respuesta de Kurogane-kun era la misma que
la mía yo podría haber pensado de otra manera, pero por supuesto. Kurogane-kun es ‘justo’… Entonces tengo que usar
fuerza para ganar. Kurogane-kun me derrota en manejo de la espada, y además tiene un as bajo la manga, Ittou Shura. Es
imposible que pueda ganar contra eso. Entonces todo lo que tengo que hacer es eliminar ese as bajo la manga. Escuché
que sólo puedes usarlo una vez por día. Y ya lo has usado. El enfrentamiento comienza a las diez. No te recuperarás a
tiempo. Aun si no puedo derrotarte con la espada, ahora que no tienes a Ittou Shura, puede que logre vencerte con mi
habilidad como caballero.”

Ikki se lamentó ante su explicación. Era como dijo. Ittou Shura era una técnica que lo llevaba al límite. Usaba su fuerza,
toda la cantidad de magia que conservaba. Para contrarrestar eso, todo lo que ella tenía que hacer era lograr que él usara
esa magia antes del enfrentamiento. No podrá usarla otra vez. Pero—

¿Me equivoqué… no logré comprenderla?

Ikki verdaderamente pensó que Ayase era una trabajadora honesta. Que no sería capaz de hacer algo escupiera sobre el
duro trabajo de otra persona. La Ayase que estaba orgullosa del manejo de la espada de su padre, quien estaba feliz con
sólo acercarse un poco más a las enseñanzas de su padre, quien actuaba como una niña al apenas aprender algo nuevo,
¿todo era una simple fachada?

“…Cuando vi por primera vez a Ayatsuji-san, me hizo feliz saber que había otra persona además de mí en esta escuela
que se dedicaba tanto a la espada. Pensé que podríamos ser amigos.”

“Agradezco mucho tu guía hasta aquí. La usaré para derrotar a Kurogane-kun.”

“No pensé que eras del tipo de persona que haría algo así.”

“Me afligiré si pones esas expectativas sobre mí.”

“¡…! ¡Puede que el Devorador de Espadas le haya quitado algo a Ayatsuji-san. Pero lo que Ayatsuji-san está haciendo es
un insulto no sólo para mí, sino para Stella, Shizuku, y todos los demás participantes del festival! ¡Es un insulto para eso
de lo que los caballeros no enorgullecemos! ¡Es un insulto hasta para ti, Ayatsuji-san! Y todo esto, con el fin de recuperar
algo. ¡Aunque lo recuperes, ¿puedes estar orgullosa de ti misma?! ¡¿Puedes presumir del premio orgullosamente con
esto?!”

“Eso no es algo de lo que Kurogane-kun tenga que preocuparse.”

Ayase ignoró por completo las preguntas de Ikki, quien estaba actuando como si estuviera apenado.

“Sin importar lo que digas, definitivamente te derrotaré. No servirá si no lo hago.”

Tras lo cual, le dio la espalda a él. Esa espalda no se encontraba muy lejos, pero se sentía demasiado lejos. Pronto, fue
incapaz de verla.
「Sólo por si acaso, Ikki debería tener la determinación para cortar lazos con ella, Just in case, Ikki should have the
resolve to cut ties with her. Si tomas esta situación ligeramente, puede que ganes un enfrentamiento que de otra manera
ganarías con seguridad.」

Recordó lo que Arisuin había dicho. Fue exactamente asi. Con esta clase de sentimientos complejos, su manejo de la
espada se vio afectado.

Entonces, ¿debería cortarlo? Su vínculo con Ayase. Cortarlo, amputarlo… olvidarlo todo, ¿estaba bien? …Tras lo cual.

“—”

La reacción de Ittou Shura afectó a su corazón como nubes de tormenta.

Mientras se arrodillaba allí, Ikki, por una vez…

“¡¡¡Maldicióóóóóóóóóóóón!!!”

…soltó un insulto dirigido a nadie, y golpeó el césped.


CAPÍTULO 3 – AYATSUJI AYASE

PERIÓDICO MURAL DE LA ACADEMIA HAGUN


Personajes —— Escritora • Kagami Kusakabe

AYASE AYATSUJI

■ PERFIL
Afiliación: Academia Hagun, Año Tres Clase Cuatro
Rank de Caballero: D
Artes Nobles: SIN DATOS
Apodo: SIN DATOS
Resumen Personal: La amada hija del Último Samurái
Gráfica de Atributos (empezando por el extremo izquierdo, siguiendo el sentido de las agujas del reloj)
Habilidad Física: D+
Suerte: E
Poder Ofensivo: C+
Poder Defensivo: E
Cantidad de Maná: E
Control de Maná: D

¡Checkeo de Kagamin!
Ayatsuji-senpai, quien persigue a Kurogane-senpai. Yo, que sigo a Ayatsuji-senpai. ¡Fue algo similar a una party en
Dragon Q●est, saben! ¡Fue bastante divertido! Sin embargo, Ayatsuji-senpai convirtiéndose en la aprendiz de Kurogane-
senpai fue la única primicia excitante. Aun así, quería conocer la habilidad de Ayatsuji-senpai y esas cosas. Hay un rumor
que dice que alguien del tipo manipulación-de-concepto es mejor que alguien del tipo manipulación-de-la-naturaleza
como Stella-chan y Shizuku-chan.

***

La mañana antes de la batalla con Ikki, a eso de las 9 am, Ayatsuji Ayase se despertó perezosamente.

Estuvo durmiendo en su propia habitación luego de despedirse de Ikki a medianoche. Estaba cansada debido a todos los
preparativos del enfrentamiento, e igualmente debido a las negociaciones con Ikki. Luego de levantarse escurriéndose de
la cama de doble plaza cuidadosamente arreglada, vio una carta de su compañera de cuarto sobre la mesa.

「No iré a ver el enfrentamiento, porque me dijeron que no lo haga. Sin embargo, quiero que consultes conmigo si hay
algo que te esté molestando. Me preocupo mucho cuando veo a Ayase quien se ha estado bastante melancólica
últimamente.」

“…En serio, qué mujer despreciable que soy.”

Traicionar a su benefactor y preocupar tanto a su compañera de cuarto—

「Manchas nuestro orgullo, e incluso avientas a un lado el tuyo. ¡¿Puedes seguir sintiéndote orgullosa si logras recuperar
ese ‘algo’ con tales medios?!」

“…Ku.”

La pregunta, que se le había arrojado con un tono triste, seguía haciendo eco profundamente en sus oídos. No era una
buena condición en la cual estar. A pesar de que había un enfrentamiento que no podía perder hoy.

Esto tenía que corregirse de inmediato. Tiene que cambiar su humor y aliviarlo. Habiendo pensado eso, Ayase decidió
usar el tiempo de la mañana para ir a cierto lugar.
Parte 2
Unos quince minutos en tren desde la estación de tren más cercana a la Academia Hagun. Ayase llegó a la instalación
planeada: un gran edificio blanco que se elevaba hacia el cielo sin nubes de verano. Este era el Hospital General Shishido.
Era el hospital grande más cercano a la Academia Hagun. El número de la habitación era 515 y ese era el destino de
Ayase.

Familiarmente se dirigió a sí misma, llegando a su destino, y abrió la puerta corrediza. Dentro de la habitación había una
sola cama. Era una habitación privada. Y junto a la cama se encontraba una bella mujer de mediana edad sentada sobre
una silla de metal. La mujer de mediana edad emitió un sonido de sorpresa cuando vio a Ayase quien acababa de abrir la
puerta.

“¡Oh cielos, pero si es Ayase-chan!”

“Hola, Tía Suzuka.”

“Hola~ ¿Qué pasa a esta hora del día? ¿Qué sucedió en la escuela?”

“Hoy tengo libertad de asistir o no. Los estudiantes que tienen enfrentamientos de selección de representantes quedan
exentos de asistir a clases en el día de sus enfrentamientos. Es por eso que me hice algo de tiempo para venir aquí.”

“Ya veo. Ya sean las batallas de selección, o el asunto de los compañeros de cuarto, la nueva directora sí que hace cosas
interesantes.”

Cuando ella explicó las políticas de Kurono, su tía le dio su consentimiento.

Su tía se levantó de la silla de metal y se dirigió a la cama, y—

“Hermano, tu linda hija vino a verte—”

—le dijo al hombre que yacía sobre la cama.

Mejillas que se habían hundido, y con la forma de los huesos de la cara; piel con grietas como las de la tierra seca, y
manos, delgadas como ramitas de invierno. Ese hombre, que se había marchitado como una momia, era el padre de Ayase.
Él era Ayatsuji Kaito.

“Buen día, Padre.”

Siguiendo a su tía, Ayase también lo llamó. Pero Kaito no contestó. Sin responder nada, siguió durmiendo.

Así es… Había estado durmiendo continuamente por dos años.

“Bueno, sería malo que una extraña se meta entre padre e hija. Así que estaré en la cafetería. ¿Hasta qué hora vas a
quedarte, Ayase-chan?”

“Tengo el enfrentamiento a la tarde, así que me iré pronto.”

“Okey~ Entonces, regresaré alrededor de esa hora. Nos vemos~”


Su tía dejó la habitación mientras la saludaba balanceando su mano.

Ella era una persona muy animada cuando sea que veía a Ayase. Ayase deseaba que ella compartiera un poco de esa
vivacidad con su hermano.

…No, incluso mi padre era—

En ese momento—

“…Ku…n.”

Kaito, quien estaba en la cama, movió sus marchitados labios apenas un poco con un temblorosa debilidad.

“Padre…”

Era lo que pasaba siempre. Estaba susurrando las palabras habituales. Ella no podía escuchar su voz. No las pronunciaba
con una voz que pudiera oírse. Pero Ayase recordaba los movimientos de esos labios.
(Perdón.)
“¡…Tsk!”

Krrr. Los dientes de Ayase se apretaron. Sobre los sentimientos de tristeza y enfado, casi lo suficiente para hacerla gritar,
Ayase lo reprimió apretando los dientes. Desde ese día Kaito siempre ha seguido disculpándose con Ayase. Porque no fue
capaz de proteger. Porque no fue capaz de confiar. De manera solitaria, eternamente aquella temporada de lluvias.

※ ※ ※

Escucha bien, Ayase. Nunca pierdas tu orgullo sin importar qué. Nuestra espada tiene el poder de matar personas. Los
dones de tu gente tienen el poder para superar a otras personas. Es por eso que no puedes perder tu orgullo. Si lo pierdes,
tus acciones se convertirán en mera violencia. Siempre sé educada, ayuda al débil, y odia al malvado. Nunca te dejes atar
por tu propio poder, y sin importar de qué clase de oponente se trate, siempre enfréntalos de manera limpia y justa.
Conviértete en una caballero que no avergüence a los demás, o a ti misma.

Esas fueron las palabras que el padre de Ayase, el ‘Último Samurái’ Ayatsuji Kaito, siempre le decía. La responsabilidad
de aquellos que tienen poder. Como Kaito entendía eso muy bien, impartió la espada y sus morales a Ayase quien nació
como una Blazer. Para asegurarse de que no se convirtiera en una humana arrogante y mezquina ebria de su propio poder.

El entrenamiento de Kaito, aunque ella lo haya dicho por adulación, no era uno suave. Severo. Uno bien podría decir que
era severo. Pero, aun así… Ayase amaba la fuerza de la que hablaba Kaito. Amaba la galante espalda de su padre cuando
balanceaba su espada. Amaba las manos grandes y ásperas de Kaito que solían acariciarle la cabeza cuando fuera que ella
mostrara progreso.

Un pequeño dojo, unos diez discípulos, su padre, y ella. En absoluto era un estilo de vida lujoso, pero había calidez en el
flujo del tiempo.
Eran momentos llenos de felicidad. Ayase deseaba desde el fondo de su corazón que tales momentos continuaran para
siempre.

Pero ese deseo suyo fue cruelmente aplastado. Aquel lluvioso día, hace dos años… Por un solo hombre que se entrometió
en su vida diaria.

※ ※ ※

Habían pasado dos meses desde que Ayase se matriculó en la Academia Hagun. La temporada de lluvias acababa de
llegar. La temporada donde el cielo se cubría con pesadas nubes de lluvia e incluso el viento se sentía húmedo.

Luego de que las clases terminaran, sin regresar al dormitorio, Ayase sostenía un paraguas en medio de la lluvia, y se
dirigía hacia el dojo de su casa. Su propósito era por supuesto, aprender el manejo de la espada, que sin importar qué, no
podrá aprender en la escuela.

Cuando Ayase estaba en primer año de escuela secundaria, Kaito fue diagnosticado con una enfermedad cardíaca que era
imposible de curar incluso con tratamiento médico de vanguardia, y ahora apenas era capaz de balancear una espada. La
última vez que Kaito sostuvo la espada fue cuando la admisión de Ayase en Hagun fue decidida. Fue para confiarle la
técnica secreta que él mismo había desarrollado. Para ser francos, su cuerpo ya no estaba en condiciones de blandir una
espada. Pero en el dojo habían discípulos que aprendieron el estilo Ayatsuji de un solo filo de Kaito. Aunque eran pocos
en números, eran guerreros, como Ayase quien desde temprana edad había aprendido la espada bajo el Último Samurái.

Entre ellos Sugawara de la escuela de tutorías, aunque distaba muchísimo de Kaito, era más fuerte que Ayase. Es por eso
que para recibir entrenamiento de él, Ayase viajaba a su hogar tres veces a la semana. Porque quería volverse pronto lo
suficientemente fuerte para ser capaz de usar la técnica secreta que su padre le había confiado.

Por eso, viajar, más o menos se había vuelto parte de la rutina.

Pero ese día, luego de atravesar la entrada abierta para discípulos, ella conoció la variante que no se suponía que existía en
su vida diaria.

“¿Eh?”

El que se encontró era un joven alto que estaba sosteniendo un paraguas. Su cabello estaba teñido de un color claro, y
tenía una cigarrillo en la boca. Su mirada era aguda como un lobo hambriento, y un tatuaje de una calavera podía verse
bajo su desatado uniforme de la Academia Donrou. Un joven con una apariencia atroz pero brutal y que probablemente se
encontraba a mundos de distancia del mundo apreciativo de los dojos y las artes marciales.

Ayase, quien normalmente no podía lidiar con el sexo opuesto, dio un paso atrás sin pensar al ver esa dominante
apariencia suya.

“…Juju.”

El chico, Kurashiki Kuraudo se rió de eso como para molestarla.


“Nos vemos.”

Y desapareció en la gris ciudad cubierta por nubes.

“¿Quién era esa persona…?”

¿Por qué alguien con tan sospechosa apariencia salió de su casa? Para empezar, alguien que llevaba puesto el uniforme de
la Academia Donrou. En otras palabras, era un Blazer. No debería tener asuntos con un dojo de manejo de la espada.
¿Acaso paró aquí para averiguar alguna dirección o algo? Mientras pensaba en eso, Ayase comenzó a caminar hacia el
dojo dentro de la casa.

Y—

“¡Mierda! ¡No perdonaré a ese bastardo!”

La voz de Sugawara, quien podría decirse que es el amigo de la infancia de Ayase, resonó dentro del dojo. Preguntándose
qué sucedió, Ayase rápidamente ingresó al dojo luego abrir la puerta corrediza.

Dentro del dojo los usuales sonidos enérgicos de las espadas no se escuchaban. Más bien, incluyendo a Sugawara, unos
siete discípulos estaban inmóviles, haciendo su mejor esfuerzo para contener su ira e impacto. Su instructor, Kaito,
también, estaba de rodillas mientras mantenía sus ojos cerrados con una expresión compleja en su rostro.

“¿Qué sucede? ¿Pasó algo?”

Ayase le preguntó a Sugawara.

“Recién, un extraño gamberro nos interrumpió de repente, y pidió un enfrentamiento con el título de este dojo en juego.”

“¿Un desafío de dojo, cierto?”

“Sí, pero el cuerpo de Sensei ya está desgastado, y encima de todo el estilo Ayatsuji de un solo filo prohíbe tales
enfrentamientos de apuestas.”

Ayase también sabía eso. La espada de Ayatsuji existe para proteger. Kaito siempre hablaba acerca de eso. Era una espada
pensada para no provocar riñas inútiles, o para mostrar la fuerza de uno. Bajo esa noción, el estilo Ayatsuji de un solo filo
había prohibido cualquiera pelea excepto por los enfrentamientos oficiales.

“Es por eso que, el Instructor había rechazado el enfrentamiento, y entonces…”

“¡Ese bastardo insultó al Instructor llamándolo cobarde, fiasco, y fracasado, y luego hasta le escupió en la cara!”

“¡A pesar de que era un simple gamberro! Actuando de manera engreída sólo porque puede usar alguna habilidad… kuh.”

Los discípulos comenzaron a alzar sus enfadadas voces uno tras otro. Desde la época de su infancia ellos han visitado el
dojo frecuentemente, y respetaban a Kaito como si fuera su propio padre. Es por eso que probablemente no pueden
perdonar que se hayan burlado de Kaito.

Ayase compartía ese sentimiento. Alguien escupió sobre el rostro de su padre. Con sólo escuchar eso la temperatura de su
cuerpo se había elevado dos veces.
“Maldición, sus pisadas aún siguen aquí. Pensar que entró al dojo sagrado con sus zapatos puestos… tch. Si tan solo el
cuerpo del Maestro estuviera en perfectas condiciones, le hubiera pateado el trasero a ese mocoso…”

“Eso es incorrecto, Nitta.”

Kaito respondió con una voz aguda sobre las palabras que uno de sus pupilos dijo.

“No podría haber aceptado ni aunque mi cuerpo estuviera en perfectas condiciones, porque la espada Ayatsuji existe para
proteger a las personas. NO es una espada que debería blandirse para peleas inútiles. Esta no es una era para proteger a las
personas con la espada, pero no se debería abandonar ni renunciar a ese propósito.”

“¡S-Sí! ¡Mis disculpas! Reflexionaré en ello con todo mi espíritu.”

Nitta ofreció una reverencia ante la reprimenda, la cual estaba llena de un tono pacífico pero severo, de Kaito.

“Bien. Los demás también, todos han detenido sus manos. ¡Como castigo practiquen balanceo mil veces!”

Luego de explicar la filosofía de la espada Ayatsuji, Kaito velozmente cambió la atmósfera del lugar. Los discípulos
respondieron “¡Osu!” y obedecieron la orden. Tras lo cual, la usual animosidad regresó al dojo.

“Bueno, Ayase-chan, date prisa y ponte la ropa de dojo. Después de todo, no puedo permitir que Ayase-chan se convierta
en una Blazer ebria de su propio poder. Te entrenaré apropiadamente hoy también.”

“¡Sí, por favor cuida de mí!”

Ayase finalmente se relajó luego de ver que el dojo había recuperado su energía, y se apresuró hasta el vestuario.

Pero en su camino… percibió una esencia que jamás había olido dentro del dojo. Ese era el olor del tabaco dejado por él.
Esa persistente esencia siempre, siempre envolvería la amada vida diaria de Ayase como una serpiente con su amenazante
lengua.

Y pero, esa premonición era correcta.

※ ※ ※

Al día siguiente. Como ayer, Ayase fue al dojo en medio de la molesta lluvia.

“Hola~ ¿…Huh?”

Luego de saludar y abrir la puerta del dojo, encontró a Kaito, quien estaba sentado sobre un almohadón.

“¿Sólo estás tú, padre? Es inusual que los demás lleguen más tarde que yo.”

“Así es, es la primera vez que todos ellos llegan tarde al mismo tiempo.”
Kaito inclinó la cabeza, perplejo. Aunque ellos nunca llegaban tarde todos juntos, había ocasiones donde uno o dos de
ellos llegaban tarde. Probablemente era una coincidencia que todos ellos llegaran tarde.

“Bueno, vendrán tarde o temprano. Ahora, ya que por fin estamos a solas después de mucho tiempo, veré personalmente
tu práctica de la espada.”

“Me hace feliz que lo veas, pero… no tienes permitido blandir la espada, ¿entendido? Ya que estás enfermo.”

“Ayase se preocupa mucho. No te preocupes, sólo miraré, porque mi cuerpo no está en buenas condiciones debido a las
continuas lluvias de estos días.”

Ayase decidió mostrarle a Kaito las posturas antes de intentar realizar la técnica secreta, la cual aprendió de él cuando ella
se matriculó en la Academia Hagun, mientras esperaban a los demás discípulos. Ayase apuntó su espada de madera, y
abrió su postura un poco. Bajó ligeramente su cintura y desató fuerza de sus hombros. Trazó los movimientos de Kaito
dentro de su memoria en aquel día. Uno a uno, cuidadosamente.

Pero—

“No.”

Kaito de inmediato refutó.

“No sueltes tu mano cuando desates fuerza de tus hombros. Refuerza más tus muñecas, pero no pongas demasiada fuerza.
Todo eso mientras mantienes las posturas en mente.”

“Es-Eso es difícil.”

“Si no puedes hacerlo, entonces no podrás dominar la técnica secreta. Te mostraré cómo se hace una vez más.”

Luego de decir eso Kaito alcanzó la espada de madera que estaba contra la pared, pero—

*Mirada*

“…”

*Mirada—*

“…Entiendo, entiendo. No la blandiré, okey.”

Kaito se rindió levantando ambas manos ante Ayase, quien lo estaba mirando desde atrás con una mirada de reproche en
sus ojos.

“Por el amor de dios, sí que te pareces a tu madre en ese aspecto. Tu madre también, me reprendía enviándome miradas
como esa en lugar de decirlo con su boca.”

“Es natural, porque mi Madre me enseñó que cada vez que mi Padre trate de hacer algo estúpido puedo detenerlo
haciendo eso.”
“No es gracioso ser dominado por ambas generaciones de madre e hija.”

Kaito suspiró una vez, y se movió hacia la espalda de Ayase. La abrazó por detrás y tocó sus manos, que estaban
sujetando la espada de madera.

“Escucha bien: mantén tus muñecas en este ángulo. El punto vital detrás de esta técnica secreta es no arruinar las poses al
insertar demasiado poder.”

Mientras explicaba el punto vital de la técnica secreta, la cual él le confió cuando ella estaba a punto de ir a Hagun, Kaito
estaba ayudando a Ayase con su postura. Percibiendo la sensación de las ásperas y rígidas palmas que estaban
envolviendo sus manos.

…Eran grandes. Las manos de mi padre.

Ayase amaba esa sensación a la que uno no podía referirse como suave.

Ahora que lo pienso… Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que me enseñó de esta manera.

“…Fufu.”

Cuando fue consciente de ello, por alguna razón, se puso extremadamente contenta. Ayase soltó una sonrisa.

“¿Qué pasó? Riéndote tan de repente.”

“No es nada. Sólo pensaba que ha pasado mucho tiempo desde que mi Padre me enseñó varias cosas de esta manera. En
cierto modo estoy feliz por eso.”

Ayase de repente se inclinó sobre el fuerte pecho de Kaito y acercó su rostro.


*Ba-bump Ba-bump* Mientras escuchaba los latidos de su amado padre—

“…Sería lindo que un momento tan dulce como este continuara para siempre.”

Susurró para sí misma.

“…”

No hubo palabras de parte de Kaito. Por supuesto, porque Kaito sabía que ese deseo no se haría realidad. Por supuesto,
Ayase también sabía eso. A Kaito no le quedaba mucho más tiempo de vida. El momento en que estos latidos, que ella
estaba escuchando ahora mismo, se detuvieran estaba acercándose constantemente. Es por eso que Kaito le había
enseñado a la inmadura Ayase la técnica secreta que ella ahora no podía manejar.

¿Por cuántos años más podrá vivir mi Padre?

Ya se había decidido a partir con él. Pero era por eso que Ayase deseaba que el último día fuera tan tierno como este
momento.
—Y ese deseo fue traicionado de la manera más cruel de todas.
En ese momento, la puerta corrediza del dojo se abrió de repente. Ayase y Kaito dirigieron sus ojos hacia la entrada,
pensando que finalmente los discípulos había llegado. Ciertamente, uno de los discípulos se encontraba allí. Era Sugawara.

Pero—

“¡Su-Sugawara-san―!”

El rostro de Ayase palideció en un instante. Porque Sugawara estaba allí de una manera que era dolorosa de ver, con
vendajes y gasas en todo su cuerpo y rostro.

“¿Esas heridas, qué sucedió?”

Kaito, quien también estaba impactado, se apresuró hacia Sugawara.

Habiendo visto que su instructor corrió hacia él, Sugawara por un instante casi estalla en lágrimas y,

“Instructor… ¡yo, lo siento mucho!”

De esa forma, postrado, casi golpeando su cabeza contra el piso del dojo. Aunque su rostro no podía verse, su voz solloza
podía escucharse.

Kaito de inmediato entendió que no se trataba de algo trivial.

“Levanta tu cabeza. Esas heridas… no parece que te las hayas hecho por caerte o algo parecido. ¿Qué sucedió?”

“Es-Eso es, nos hirió ese hombre que vino ayer…”

“¡¿Qué…?!”
“Anoche, cuando volvíamos del dojo, él estaba esperando para emboscarnos a los siete… ¡Entonces, de repente nos atacó
con un palo! ¡Ese tipo es un demente! Sin titubear trató de aplastarle la cabeza a los demás. Está demente, loco… Es por
eso que, sin otra opción más, todos nosotros peleamos, pero…”

Sugawara sollozó con fuerza una vez a ese punto, y—

“¡No pudimos! Los siete de nosotros juntos no fuimos capaces de tocarlo cuando él usaba su habilidad, ni siquiera estaba
cubriendo su cuerpo con maná.”

“¡…!”

Ayase tragó saliva, impactada al escuchar esas palabras. Incluyendo a Sugawara, los otros discípulos al igual que Ayase,
habían estado aprendiendo la espada de Ayatsuji desde su infancia, y que ellos no hayan podido hacerle frente a alguien…

Ese tipo, era demasiado fuerte…

“A pesar de que fuimos entrenados por el Instructor por tantos años… ¡ese delincuente se divirtió con nosotros! ¡Lo siento
mucho!”

“¡Ya no tienes que disculparte más! ¡Más importante, ¿los demás están bien?!”

“…A Nitta la molieron a palos y es por eso que fue tratada con una píldora, pero todos los demás fueron hospitalizados.”

Las píldoras sólo podían usarse con un seguro de salud; de lo contrario eran muy costosas. Por lo tanto, parece que de los
siete, descartando a Sugawara y Nitta, los otros cinco aún estaban confinados a la cama. Los que tenían heridas severas
fueron diagnosticados con lesiones como que su brazo nunca volvería a la normalidad, etcétera.

Luego de confesar todo eso, al final Sugawara levantó su cabeza.

“¡Sensei… fuimos capces de ir tan lejos porque lo admiramos. Quieríamos convertirnos en hombres de orgullo como
Sensei, pero… no quiero decir esto pero ¿qué estuvimos haciendo por tantos años…?!”

Le preguntó a Kaito mientras lloraba.

“…”

Luego de ver la figura miserable de su mayor pupilo, Ayase se quedó sin palabras. El entrenador, Sugawara quien le
enseñaba espada a Ayase, no se podía ver por ninguna parte. Esos ojos estaban bañados de miedo y desesperanza. Su
corazón se había retorcido tanto que ya no podrá volver a su usual yo. Error, no sólo Sugawara—

“Lo siento. No tocaremos la espada de aquí en adelante…”

Mientras lloraba fuerte, Sugawara sacó de su bolsillo cartas de renuncia de siete personas. Sí, al igual que Sugawara aquí,
los otros seis, que no estaban presentes, también tenían sus corazones rotos.

“Cruel…”
¿Por qué hizo algo como esto? ¿Cómo puede alguien hacer algo como esto? A pesar de que todos hicieron su mejor
esfuerzo desde la infancia y recorrieron el camino de la espada. ¿Cómo puede alguien jugar con los corazones de las
personas y romperlos? Ayase no podía comprenderlo.

Y el hombre que hizo tales cosas incomprensibles—


“¡Jaja! Llegué en un momento interesante.”
““¡¿!?””

Apareció en el dojo como si estuviera esperando tal momento.

“Pensar que todos renunciaron, quizás los molesté demasiado.”

“¡Hi-hiiiii!”

Al momento en que Sugawara vio esa figura, gritó como una chica revoloteando sus cuatro extremidades para esconderse
rápido en el dojo.

“Oye, oye, no corras así. Lastimarás mis sentimientos.”

Kuraudo ingresó al dojo mientras se reía de manera vulgar.

“¡N-No entres, por favor no entres, hi-hiiiiii!”

“¡D-Detente! ¡Está asustado!”

Incapaz de ver la patética figura de su camarada quien siempre había caminado por la ruta de la espada con ella, Ayase se
puso al frente para proteger a Sugawara.

Pero su hombro fue sujetado por una áspera mano. Era Kaito.

“¿Qué asuntos tienes aquí?”

“El mismo asunto que ayer.”

“Creo que me había rehusado.”

“Pensé que si pasaba por aquí hoy recibiría una respuesta distinta. ¡Jajaja!”

“Ya veo. Entonces, ¿sólo para convencerme les hiciste esto a mis discípulos?”

“Sí. Pero ayer no pude poner mis manos sobre esa mujer de allí.”

“¿…Por qué?”

“¿Huh?”

“¿Por qué haces tales cosas? ¿No eres un Blazer? Ya sea en la escuela o en el Festival de Arte con la Espada de Siete
Estrellas, no te deberían faltar oponentes cuando sea que enloquezcas. A pesar de eso, ¿por qué te obsesionaste tanto
conmigo?”
“No me hagas una pregunta rara de nuevo, viejo. ¿Acaso el corazón de un guerrero entorpece cuando se retira?”

“¡…!”

Ante esas palabras, Kaito abrió ligeramente sus ojos.

“Jaja… Bueno, está bien. La razón es simple, porque quiero presumir mi fuerza, mi poder. No importa si son Blazers o
gente normal. ¡Quiero mostrárselo a cualquiera que atrape mi interés!”

Ayase ardió de la ira ante el motivo de Kuraudo, el cual él acababa de pronunciar como si estuviera gruñiéndole a Kaito.

“¡Por algo tan despreciable… hiciste cosas tan crueles!”

“¿Despreciable? ¡Ja! ¿Qué es eso? Sólo quiero entrometerme con alguien fuerte, quiero aplastar a las personas fuertes.
¿Acaso sentimientos como esos no son algo natural?”

“¡No bromees conmigo!”

Ella no iba a quedarse sin hacer nada mientras este tipo hacía lo que quería.

“¡No importa las veces que vengas, la respuesta seguirá siendo no! ¡Este no es un lugar donde alguien como tú puede
entrometerse, porque nosotros no blandimos la espada sólo para presumir nuestra fuerza! ¡Padre, llamemos a la policía de
inmediato!”

Pero Kaito susurró.

“No, no puedo dejar esto así. El dojo del estilo Ayatsuji de un solo filo acepta tu desafío. Quien sea que logre los primeros
dos golpes gana el enfrentamiento. Sólo usaremos espadas de madera. Las espadas de verdad no están permitidas,
¿entendido?”

Sorprendentemente él aceptó el desafío de Kuraudo.

“¡¡¡Qu-Qué, Padre!!!”

“¡Se-Sensei!”

El momento en que escucharon su motivo para aceptar el desafío de Kuraudo, los dos discípulos, cuyos rostros se habían
puesto azul, trataron de detener a Kaito.

“¡Por favor deténgase, Instructor! ¡No debería pelear con alguien de esta manera! ¡Sobre todo, su corazón…!”

“¡Así es, Padre! ¡No serás capaz de luchar con tu cuerpo de ahora! ¡Si tanto quieres hacerlo, entonces yo lucharé en tu
lugar!”

La hija de Kaito, Ayase, e incluso Sugawara, quien se había retorcido por el miedo a Kuraudo, trataron de detener a Kaito
desesperadamente. Pero Kaito sonrió ligeramente ante eso.

“Gracias, a los dos. Me enorgullece la amabilidad de ambos al preocuparse por mí, pero es precisamente por eso que—”
Las palabras que fueron pronunciadas habían ardido en la mente de Kaito.

「¡¿Qué estuvimos haciendo por tantos años…?!」


“¡Que no hay manera de que perdone a este tipo por haberlos lastimado!”
No podía dejarle esto a los demás. Tenía que derrotar a este hombre con sus propias manos. Kaito miró fijamente a
Kuraudo como un ogro, y en sus ojos residía determinación y resolución.

Habiendo visto esa expresión, Ayase se quedó sin palabras. Finalmente lo había entendido, que ahora él no podía ser
detenido con sus palabras.

“…Entiendo. No te detendré Padre, si estás dispuesto a ir tan lejos. Veré esto como la juez.”

“Sí, te encargaré eso a ti.”

“Gana a como dé lugar… Padre.”

Una violenta voz salió de Ayase, quien estaba deseando como rezando, desde un costado.

“Oye, si ya terminaron de hablar empecemos de una vez. Ya me cansé de esperar.”

“…Lo sé.”

Ayase frunció el ceño ante la voz que no quería escuchar, luego golpeó el suelo con su talón y le lanzó una espada de
madera al demandante Kuraudo.

“Jaja, qué mujer violenta.”

“Las reglas son, como dijo mi Padre, el primero que golpee dos veces a su oponente gana. Las armas de este
enfrentamiento son espadas de madera. El uso de maná está prohibido. ¿Está claro?”

“Sí, no tendría ningún sentido si no fuera un enfrentamiento en igualdad de condiciones.”

Los caninos de Kuraudo brillaban como colmillos cuando sonreía. Sus ojos ahora están mirando solamente a Kaito.

Por el otro lado, ¿Kaito se estaba concentrando? Estaba de pie allí con la espada de madera en su mano derecha, y con sus
ojos cerrados.

Parece que ambos habían terminado sus preparativos. Es por eso que Ayase como la juez—

“Entonces, ambos sitúense uno enfrente del otro. ¡Comiencen!”

El enfrentamiento de esos dos había empezado.


※ ※ ※
“¡Jaja! ¡Aquí voy!”

Al momento en que se gritó ‘comiencen’, Kuraudo corrió hacia Kaito, cubierto de vientos. Eliminó la distancia con pura
fuerza de piernas, e hizo caer su espada sobre la cabeza de Kaito. No había ni un ápice de técnica en ese simple ataque, el
cual desgarró la atmósfera. No había transmitido poder desde sus piernas, ni usado el músculo dorsal ancho al cerrar sus
axilas; no hizo nada de eso.

Era un balanceo salvaje con sólo el poder de su brazo detrás de él. Obviamente, era un juego de espada perteneciente a un
amateur.

¡Rápido!

Incluso desde los ojos de Kaito, quien era un maestro, esa tajada parecía anormal. Concluyó que podría ser peligroso
recibirla de frente. Kaito rápidamente escapó de la trayectoria de la tajada deslizando sus pies a un lado.

En ese momento, la espada de madera de Kuraudo rozó la punta de la nariz de Kaito, y partió el suelo del dojo.

“¡Qué monstruosa fuerza…!”

La juez Ayase levantó la voz, sintiendo temor. No podía evitarse ya que una tajada capaz de partir el suelo, rozó el rostro
de su padre.

Pero Kaito era distinto. A propósito dejó que lo rozara. Ajustar la distancia deslizando tus pies era una habilidad básica de
los espadachines. Él lo hizo, para mantener corta la distancia abierta para que él contraatacara. Una tajada suficiente para
partir el suelo; por supuesto, el oponente no sería capaz de adoptar posturas defensivas lo suficientemente pronto para
bloquear el contraataque. ¡Ese preciso momento se vuelve el factor decisivo en un enfrentamiento con un maestro como
oponente!

Y contraatacar era el fuerte del estilo Ayatsuji de un solo filo.

El momento cuando la punta de la espada de Kuraudo se incrustó en el suelo, Kaito deslizó su pie hacia delante acortando
la distancia medio paso. Ese era el rango de ataque de Kaito.

“¡—!”

Kaito soltó un pequeño suspiro y, esta vez, él fue el que atacó. Apuntando a lo mismo que Kuraudo, la cabeza, balanceó
su espada hacia abajo. Pero, el balanceo de Kaito era hermoso, e incomparable con la bárbara tajada de Kuraudo, y más
rápido. Esa velocidad era la misma que la de la luz. Aunque estaba enfermo, seguía siendo llamado el Último Samurái en
el pasado. El extraordinario genio. La sola idea de comparar su juego de espada con el de un amateur era tonto. Kuraudo,
quien había fallado en su primer ataque, no pudo escapar del destino de ser golpeado por ese balanceo.

O así se suponía que sería.

“¡Jajaja!”

*Golpe*

Las manos de Kaito se entumecieron luego de recibir el retroceso de su propio ataque. No fue la cabeza de Kuraudo la que
sintió que golpeó. Era la espada de madera de Kuraudo quien la desató ante el ataque de Kaito. La repelió con su propia
espada. El hueso de Kaito crujió debido al impacto.

“Pareces sorprendido, viejo. ¿Pensaste que serías capaz de golpearme de esa manera?”
“…Sí. A decir verdad, no pensé que lo repelerías.”

Eso ciertamente era una sorpresa. Uno podría decir que fue completamente inesperado. Pero Kaito no es un espadachín
sin experiencia como para asombrarse por cada movimiento de su oponente.

Sí que tiene algunos instintos allí.

Parece que había predicho el contraataque de Kaito. Esa velocidad de reacción no podía explicarse de ninguna otra
manera. Estaba por encima de la velocidad de los humanos.

Sin embargo, no era un problema por el hecho de que haya detenido un movimiento. Kaito aún tenía trucos bajo la manga.

“¡Aquí! ¡Te devolveré el favor!”

Otra vez, balanceo su espada hacia abajo como antes sin ninguna belleza, con la misma velocidad y sobre el mismo lugar.

Obviamente, ese poder era verdaderamente temible. No había dudas de que su espada de madera se destrozaría si la
recibía de frente.

Aun así, Kaito la recibió con su espada de madera. ¿No fue capaz de escapar? No, este era el plan de Kaito. Si sus
contraataques no iban a funcionar, entonces no necesitaba esquivar los ataques.

El momento en que las dos espadas de madera colisionaron, antes de que su espada de manera pudiera quebrarse, Kaito
movió su muñeca, y cambió el ángulo de la hoja de madera con la que recibió el ataque, y dejó salir el impacto del ataque.

Debido a eso, la espada de madera de Kuraudo se resbaló y él perdió su postura.

Esquivar y recibir era un mecanismo de defensa en parte primitivo. Las artes marciales existen en un nivel más alto. Crea
técnicas defensivas innovadoras.

En otras palabras, esa era una desviación. Implica recibir el ataque del oponente y entonces usar el poder del mismo
ataque para desviarlo. Con lo cual el oponente flota; pierde su equilibrio y se crea una apertura decisiva. Y esta vez con
seguridad, Kaito aprovechó esa apertura.

“Ja… ja…”

El momento en que la juez, Ayase, confirmó el estado del caso—

Esta sensación…

Luego de sentir la resistencia del ataque, Kaito sintió que su corazón latió.

¿…Qué es esta sensación?

“¡Como se esperaba del Instructor! ¡Sus movimientos no parecen los de una persona enferma!”

“¡Padre… asombroso…! ¡Como se esperaba, mi Padre es asombroso!”


Los discípulos levantaron sus voces encantados luego de verlo anotar el primer punto. Ante eso, Kaito les sonrió
ocultando la inexplicable y mala sensación que estaba brotando dentro de su corazón, y luego deslizó su mirada de regreso
al enemigo.

Kuraudo se estaba levantando mientras sostenía su costado.

“Jajaja… Como se esperaría del Último Samurái, esta es la primera vez que he recibido un golpe tan agudo. Sin
embargo… ¿eso es todo lo que tienes? —Si es así, morirás, viejo.”

Incluso luego de recibir el primer golpe, Kiraudo aún no perdía su espíritu de lucha. La luz en sus ojos, todavía ardiendo y
con hambre, atravesó a Kaito.

“Por favor. Esto comienza de aquí en más, mocoso.”

“Bien… entonces, ¡yo también iré contra ti en serio!”

Mientras sonríe como un bruto, Kuraudo una vez más acortó la distancia impulsándose con pura fuerza de piernas, y por
tercera vez, balanceó su espada hacia abajo.

¡No aprende…! Qué movimiento tan amateur.

Ciertamente él predijo y bloqueó el contraataque. Esos movimientos eran buenos. Pero desataba sus ataques con
emociones y fuerza bruta. Esa clase de juego de espada, con sólo poder detrás de sí, no suponía ninguna amenaza para un
excelente espadachín.

¡Terminaré con esto…!

Kaito, una vez más, adoptó la pose para la desviación con su espada a su lado izquierdo. Desvió el ataque, y lo terminó.
Kaito, Ayase, quien estaba mirando desde un costado, y Sugawara también, creyeron eso.

En ese momento, la espada de madera de Kuraudo desapareció como la niebla.

¡¿Qué…?!

En ese instante, el sonido de las costillas de Kaito quebrándose hicieron eco dentro del dojo.

※ ※ ※

Kaito cayó luego de ser golpeado en el torso por la espada de madera de Kuraudo. Violentamente convulsionó, pero
Kuraudo obtuvo un punto justo, por el cual nadie podía quejarse.

Sin embargo, Ayase no tenía la compostura para anunciar el punto calmadamente, porque sobre el suelo, Kaito estaba
sufriendo hemorragia pulmonar mientras sostenía su costado. La cantidad de sangre perdida era excesiva. Era obvio a
primera vista que sus órganos internos se habían dañado. Dándose cuenta de eso, Ayase corrió hacia Kaito con un rostro
pálido.

“¡Padre! ¡¿Estás bien?!”

“¡No vengas!”
Pero Kaito, aún escupiendo sangre, detuvo a Ayase quien se estaba aproximando a él con una voz fuerte y potente.

“¡El enfrentamiento aún no ha terminado…! ¡Si no puedes juzgar justamente hazte a un lado!”

“¡No es momento de decir cosas como esa!”

“¡AYASE!”

Kaito, quien seguía escupiendo sangre, le gritó a Ayase quien aún estaba acercándose a él, habiendo ignorado sus palabras.
Le reprochó y le gritó a Ayase múltiples veces en el pasado, pero esta vez fue completamente distinto. Ella sintió miedo,
como si su corazón fuera directamente atacado. Su grito fue como el rugido de un animal salvaje.

“¡Esta es mi batalla! ¡No interfieras!”

“¡¿A… a… Pa… dre?!”

Ayase perdió ante el serio grito de Kaito que ella nunca antes había escuchado.

“¡No te preocupes! ¡…Definitivamente ganaré!”

Kaito se levantó mientras derramaba sangre por su boca. Sus ojos rojos se fijaron en un solo punto, en Kuraudo. Su
ardiente espíritu de lucha hervía.

“¡Aquí voy! ¡¡¡Chicoooo!!!”

Kaito arremetió.

“¡Jaja! El resultado será el mismo sin importar cuántas veces lo intentes.”

Kuraudo lo recibió de frente. Por tercera vez sus espadas chocaron. Sin embargo, ahora era unilateral. Kaito ya había
sufrido una herida letal. Con su ataque y defensa estaba quedando claro que se encontraba algo oxidado debido a no
sostener la espada por varios años.

Estaba retrocediendo. El enemigo lo estaba haciendo retroceder sin piedad con tajadas al azar, las cuales no contenían ni
un ápice de belleza ni técnica y eran impulsadas con pura fuerza bruta. Ahora, ni siquiera podía atacar, y meramente
estaba desviando los ataques al azar.

Y para asestar el golpe final sobre Kaito, ahora, cuyo cuerpo entero estaba cubierto de heridas, Kuraudo una vez más
desató el mismo ataque que anotó un punto sobre Kaito antes. Apuntando al torso.

Kaito rápidamente adoptó una postura defensiva ante eso. Una postura intentando recibir el ataque. No obstante, justo
antes de que chocara con la espada de madera de Kaito, la espada de madera de Kuraudo una vez más desapareció como
la niebla y golpeó el cuerpo de Kaito.

Esta vez fue una tajada hacia abajo sobre su cráneo.


Era incomprensible. Cómo es posible que una espada dirigida hacia el torso, llegara desde arriba de la cabeza. Esa acción
probablemente había superado las habilidades de los humanos. ¿Era alguna clase de truco? No podían entenderlo. Nadie
sabía qué era.

Sin embargo, la espada de madera, que balanceó hacia abajo, ciertamente existió sobre la cabeza de Kaito y
despiadadamente aplastó su cráneo. O eso se suponía.

“¡¿Qué?!”

Ese golpe el cual se suponía era un ataque decisivo no golpeó el cráneo de Kaito y terminó cayendo sobre su cuello. El
ataque quebró su clavícula. Kaito apenas lo evadió para que no se contara como un punto.

“Kuh… ¡No puedes contar eso como un punto… chico!”

“¡Jaja, sólo eres alguien que no logró morir! ¡No te esfuerces!”

Luego de patear a Kaito en el estómago, y agrandando la distancia entre ellos, Kuraudo una vez más retomó su violenta
descarga de ataques. Aunque un ataque sobre la clavícula no contaba como un punto, no cambiaba el hecho de que eso
drenó la resistencia de Kaito. Los movimientos de Kaito ahora eran sosos al punto de que resultaban incomparables a los
de antes, y les faltaba su usual brillantez, y entonces incontables golpes fueron dirigidos hacia Kaito.

Los severos ataques de la espada de madera le quebraron los huesos, le cortaron la piel, y derramaron su sangre por todo
el dojo. Aun así… aun así, Kaito no le permitió golpearlo en lugares que le concederían el punto. Aunque todo su cuerpo
estaba cubierto de sangre, siguió permaneciendo de pie y continuó peleando.

¡¿…Por qué?!

Ayase no podía comprender las acciones de Kaito. Era obvio quién iba a ganar. Aun así, ¿por qué no dejan de luchar?
¿Por qué no se rinde?

“¡Detente… detente ya!”

Sonidos de carne aplastada hicieron eco. Y cada vez que hacían eco, la espada de madera teñida de rojo de Kuraudo
salpicaba sangre.

“¡Jajajajajajajajajajaja!”

Kuraudo, quien estaba cubierto de sangre, se reía. Su carcajada resonaba.

Ahora, Kaito estaba siendo golpeado desde todas partes. Ya no se trataba de victoria o derrota, ya no se trataba del
enfrentamiento. Ayase comenzó a llorar, y ya no podía ver qué clase de expresión estaba mostrando Kaito o siquiera si
estaba consciente en absoluto.

Si no detenía esto.

Si no detenía esto.

¡Si no detenía esto, su padre será asesinado!


Ayase entendía eso, pero aun así no podía moverse. Aun cuando la sangre de Kaito manchó la ropa de ella, y aun cuando
a Kaito se le rompió un diente y se le atascó en la mejilla. No era capaz de reunir el poder en su muñeca debido al rugido
de antes de Kaito.

“¡Detente, por favor detente! ¡No necesito este dojo! ¡Por favor deja de golpear a mi Padre!”

Ayase sólo podía gritar. Pero el grito de Ayase… no llegó a los dos que estaban al borde de la muerte. Kaito seguía sin
rendirse, y Kuraudo no dejaba de blandir su espada.

“—”

En un instante, Kaito, cuyo cuerpo entero estaba cubierto de sangre, desató un ataque final. Apuntó su espada de madera
desde en medio de sus ojos hacia Kuraudo, y avanzó.

“¡¡¡Ooooooooooooooooo!!!”

“¡!”

¿Acaso sintió algo de parte de la presa moribunda que sólo podía defenderse de golpes anotadores? La expresión de
Kuraudo se tensó. Pero Kuraudo no retrocedió, en cambio balanceó su espada de madera hacia abajo con toda su fuerza.
Apuntó a la cabeza de Kaito quien estaba avanzando hacia él.

Aún en dirección a la inminente espada de madera que estaba rasgando el aire, Kaito no detuvo sus avances. No, más bien
él ni siquiera movió su espada de madera que estaba sosteniendo entre sus ojos, y no tomó precauciones respecto de la
tajada como un rato que se estaba combando hacia abajo.

Era un ataque suicida. El sentido de esa conducta aparentemente temeraria—

¡Esa postura es—!

Ayase lo sabía. Ese era el resultado de toda la vida del Último Samurái Ayatsuji Kaito, la técnica secretar de la espada de
Ayatsuji. La única técnica oculta capaz de romper esta situación.

Pero… no hay manera de que Kaito, quien se había debilitado debido a la enfermedad y a las heridas en la batalla, sería
capaz de usarla.

“¡¡¡Detteeeeeeenntteeeeeeeee!!!”
El despiadado ataque quebró el cráneo y la consciencia de Kaito.
“Ah…”

El segundo punto fue anotado. En el momento en que quedó decidido, el cuerpo de Kaito cayó al suelo.

“¡¡¡Aaaaaaaa!!!”

Ayase corrió hacia Kaito, medio enloquecida. Le habló numerosas veces, pero Kaito no respondió. La boca de Kaito
estaba derramando sangre fresca.

“¡No, nooooo!”
“…Hmm, esto es aburrido. Se decidió bastante rápido.”

Con un *Clack*, Kuraudo lanzó la espada de madera que estaba usando, en frente de Ayase. Estaba manchada de rojo
oscuro por la sangre, y tenía algunas resquebrajaduras por aquí y por allá por haber roto tantos huesos. Al ver el estado de
la espada de madera, la consciencia de Ayase se cubrió de rojo por la cantidad de instinto asesino que estaba emitiendo.
Esa dura espada de madera había golpeado a su padre hasta dejarla de esta manera.

“¡¡¡Demoniooooo!!!”

Habiendo perdido la razón, Ayase arremetió hacia Kuraudo luego de materializar a Hizume.

Pero el brazo que estaba a punto de balancear Hizume fue atrapado por Kuraudo y él fácilmente levantó el cuerpo de
Ayase.

“No pierdas el temperamento de esa manera, no me interesan los debiluchos.”

“¡Suéltame! ¡Suéltameeeee!”

“Primero que nada, este no es el momento de que vengas contra mí, ¿o me equivoco?”

Luego de decir eso, Kuraudo lanzó a Ayase encima del cuerpo de Kaito.

“¡Tch!”

Con lo cual Ayase recordó qué era lo que necesitaba priorizar y hacer.

“¡Sugawara-san! ¡Una ambulancia! ¡Llama una ambulancia! ¡Rápido!”

“¡O-Okey!”

Ayase le dio órdenes a Sugawara quien estaba de pie en una esquina del dojo. Mientras tanto Ayase velozmente trató de
despertar a Kaito hablándole. Luego de ver a esos dos con una mirada fría y aburrida, Kuraudo dejó el lugar, dejando
algunas palabras detrás mientras partía.

“Empaquen sus cosas y váyanse. Este lugar ya no les pertenece más.”

Ayase apretó los dientes con amargura. En ese momento, Kaito soltó un sonido similar a un gemido desde su pecho.

“Pe…r…dón……”

“¡Padre!”

Miró a Kaito, pero seguía inconsciente. Sólo estaba soltando palabras de disculpas como débiles suspiros.
Parte 3
Hace dos años, aquel día, Ayase había perdido todo. La propiedad del dojo, su tierra, y todo lo demás fue robado por
Kuraudo… y desde entonces no se había encontrado con los otros discípulos.

Y Kaito, habiendo sido derrotado cruelmente había quedado en coma. Aún no se había despertado. Kaito seguía dentro de
ese día de pesadilla, y… aún continuaba disculpándose hasta el día de hoy.

Lo siento, lo siento.

Con sus discípulos a los que no fue capaz de proteger. Y con Ayase porque dejó que el estilo Ayatsuji de un solo filo fuera
robado.

…Mi padre quizás no pueda aguantar hasta este invierno.

Ese fue el diagnóstico que el doctor había dado. Ella ya se había determinado cuando le diagnosticaron su enfermedad. Ya
lo entendía.

Pero no podía permitirse dejar a su padre en esa pesadilla por toda la eternidad. Eso no podía permitirlo. Es por eso que
estos dos años que pasaron Ayase había desafiado a Kuraudo, quien se había convertido en el nuevo maestro del dojo,
numerosas ocasiones. Para reclamar el dojo por el que su padre había arriesgado su vida para proteger.

Sin embargo, era imposible que Ayase pudiera ganarle a Kuraudo, quien ni siquiera Kaito pudo vencer. Ayase fue
reprimida muchas veces por Kuraudo quien la trataba como si fuera un gatito que intentaba jugar con un león.

Al principio, se divertía mostrándoles a sus camaradas el espectáculo de una mujer lamentable que trataba de derrotarlo
desesperadamente. Quizás se aburrió de eso, pero últimamente la rechazaba sin siquiera darle la oportunidad de
enfrentarlo. Ahora, la única manera de luchar con él era apareciendo en el Festival de Arte con la Espada de Siete
Estrellas, y derrotar a Kuraudo quien aparecerá allí.

Ahora Ayase y Kuraudo estaban en tercer año. El límite de la vida de Kaito se estaba aproximando. El venidero Festival
de Arte con la Espada de Siete Estrellas será su última oportunidad. Si pierde, el alma de su padre quedará atrapada por
siempre en la oscuridad de la desesperanza. No podía permitirse eso.

Por lo tanto la única opción era usar cualquier medio necesario para ganar. Para lograr resultados. Priorizaría eso por
sobre todo lo demás. Los medios no importaban. No pensaba que era lo correcto, pero de ninguna manera estaba
equivocada. Si el débil quería ganarle al fuerte, entonces él o ella no podía darse el lujo de elegir su manera. Esa era la
realidad.

“Reclamaré el dojo a cualquier precio. Aun si Kurogane-kun nunca me perdona.”

…Entonces, finalmente, podrá decirle a su padre, quien estaba deambulando en las profundidades de la desesperanza, que
ahora ya estaba bien, y que ya no necesitaba disculparse.

Una vez más, Ayase recordó todo y resolvió sus sentimientos. Ya no iba a titubear. Ya no iba a dudar. Aunque no pudiera
presumirle a nadie.

Ganará cueste lo que cueste, y recuperará el dojo, porque eso era todo para Ayatsuji Ayase.
“¡Gracias por esperar! ¡Es hora, así que comenzaremos con el primer enfrentamiento en la sexta área de entrenamiento!
¡Yo, Isogai del Club de Radiodifusión junto a Oreki Yuri, una profesora titular de primer año, seremos comentaristas para
este enfrentamiento! ¡Oreki-sensei, parece estar en buena condición hoy!”

“Es porque es apenas el primer enfrentamiento~ me convertiré en la misma Yuri que todos aman cuando lleguemos al
tercer enfrentamiento más o menos~ ♪ Pero, aún estoy bien. Tengo un litro de sangre de reserva~”

“¡Ya veo! ¡Parece que otra vez tendremos una lluvia de sangre en el estudio de radiodifusión! ¡Bueno entonces, amigos,
realizaremos las esperadas presentaciones de los participantes!”

La estudiante del Club de Radiodifusión comienza a presentar al primer jugador.

“¡Primero, en la esquina azul, con sus juegos perfectos; habiendo ganado diez de diez enfrentamientos, y que ahora se ha
vuelto el centro de atención, el caballero Rank F, Kurogane Ikki!”

La audiencia estalla en vitoreos al momento en que Ikki aparece en el estadio. Las fanáticas que vinieron a alentar al
Caballero Fracasado eran chicas.

“¡El estadio se llena de gritos al momento en que apareció! ¡Tiene una asombrosa popularidad!”

“Kurogane-kun tiene un montón de fanáticas—”

“¡A pesar de que es tan fuerte siendo un Rank F, se siente como si no estuviera siendo premiado!”

“¿Sensei comprende esta sensación?”

“Hace un tiempo nadie lo tenía en cuenta, y era un don nadie que repitió el año, pero luego de los cambios en el sistema
de Hagun, se destacó después de demostrar su habilidad con las armas y en combate. ¡Ahora, el Caballero Fracasado es
considerado como un posible candidato para el Festival de Arte con la Espada de Siete Estrellas! ¡¿Qué clase de pelea nos
mostrará hoy?! ¡Y la que lo enfrentará hoy ha aparecido en la esquina roja! ¡Con el mismo espléndido récord de diez
victorias en diez enfrentamientos, y anhelando su undécima victoria, la caballero Rank D de tercer año, Ayatsuji Ayase!”

Luego de Ikki, Ayase apareció, con su cabello negro revoloteando.

“Por alguna razón ella también proviene de una casa que practica el arte de la espada, el cual es muy raro en estos días,
como el contendiente Kurogane. Ambos han ganado cada enfrentamiento con técnicas de espada. ¡Según la información
proveída por Kagami-san del Club del Periódico Mural parece que es una discípula del contendiente Kurogane quien ha
estado dando clases! ¡En otras palabras, el enfrentamiento de hoy es entre un maestro y su discípula! ¡¿La discípula será
capaz de superar a su poderoso maestro?!”

“*Tos* Este será un momento crítico para Ayatsuji-san.”

“Sí. A diferencia del contendiente Kurogane quien ha luchado con competidores como el Cazador y la Corredora de la
Preparatoria, la contendiente Ayatsuji le ha ganado a caballeros Rank E. Siendo realistas, fue extremadamente afortunada
de haber ganado diez enfrentamientos seguidos.”

“¿Qué clase de Blazer es~?”


“Tenemos muy poca información sobre la contendiente Ayatsuji. No tenemos datos porque no participó ni una vez en los
enfrentamientos competitivos del año pasado, y como dije antes, este año ha ganado sus enfrentamientos con habilidades
de espada. ¡Es por eso que no sabemos qué clase de habilidad esconde bajo la manga! ¡La existencia de la carta del triunfo
que la contendiente Ayatsuji está ocultando aumentará la emoción de este enfrentamiento! ¡Bueno entonces, ambos ya
están en la línea de partida!”

Los dos se enfrentaron con una distancia de veinte metros entre ellos en el medio del ring que tenía unos cien metros de
largo. Como se había anunciado hace un momento, ambos eran camaradas que habían practicado espada y pasado tiempo
juntos. Pero en este momento, ya no había tal relación entre ellos.

…Qué rostro aterrador.

Ayase pensó, mirando la expresión de Ikki. Nunca había visto tal expresión estricta y seria en el rostro de Ikki. Estaba
enfadado. Con Ayase quien se había rebajado a sí misma con una conducta de juego sucio sobre el que un artista marcial
nunca debería poner sus manos encima.

Pero Ayase no se arrepentía. Porque ya había decidido recorrer este camino.

Mejor dicho… esto es más conveniente.

El maná de Ikki no se había recuperado completamente debido a los preparativos de Ayase. Ya no debería ser capaz de
usar Ittou Shura. Encima de eso, Ikki claramente se estaba esforzando. Esa no era su postura usual, ella podía ver eso
fácilmente.

La ira le robó su compostura, y la falta de compostura siempre se conectaba con una disminución del potencial. Ya que la
diferencia entre ellos era obvia, ella tuvo que remover lo que fuera removible del poder de lucha de Ikki. Es por eso, que
podía decirse que esto era el resultado de sus acciones.

Encima… Ayase tenía una trampa que bien podía considerarse una carta del triunfo. Ya la había preparado al amanecer
antes de enfrentarse a Ikki.

Ahora que ha perdido su compostura, él podría caer en esa trampa.


“¡Entonces ahora, amigos, prepárense para alentarlos! ¡QUE COMIENCE EL ENFRENTAMIENTO!”

En el momento en que sonó la chicharra el enfrentamiento comenzó—

“¡—!”

Con la velocidad de reacción de un atleta, el espadachín de la katana negra corrió hacia Ayase. Inclinando su cuerpo, una
corrida como la de un ventarrón que usaba toda la elasticidad de su cuerpo y no sólo fuerza de piernas. Era un ataque
sorpresa, elevando el telón del enfrentamiento.

Ayase, quien aún no había tomado un buen agarre de la espada roja japonesa, Hizume, no iba a ser capaz de
contrarrestarlo.

Pero así sería si sólo fueran espadachines. ¡Ambos eran Blazers!


“¡Caíste!”

Junto con su voz, el dispositivo de Ayase, Hizume, liberó una luz roja, similar a la sangre fresca, de la hoja de su espada.
—Sangre brotó de todo el cuerpo de Ikki.
“¡Guhh, ahhhhh!”

Ikki cayó mientras gritaba del dolor. Luego de examinarlo, todo el cuerpo de Ikki estaba cubierto de heridas provocadas
por grandes tajadas.

“¡¿Qu, qué, qué, qué, qué, qué, qué acaba de sucedeeeeeeer?! ¡De repente el cuerpo de Kurogane ha sido cortado! ¡¿Qué
rayos acaba de pasar?!”

“¡¿Qué?! ¡¿Qué pasó?! ¡Está brotando sangre del Caballero Fracasado!”

La audiencia estaba impactada por el repentino giro de los eventos. Nadie entendía lo que sucedió en ese momento.

Sin embargo, sólo un Blazer puede hacer algo como tajear y cortar a un oponente que estaba lejos, a la distancia. Esa era
la habilidad del Dispositivo Hizume de Ayatsuji Ayase.

Mi habilidad es abrir las heridas causadas por la hoja de Hizume.

Manipulando las heridas ocasionadas por su espada a voluntad, su habilidad le permitía convertir cualquier clase de herida
pequeña, en una letal. En otras palabras, era una habilidad para intensificar heridas vitales.

Sin embargo, esto sólo se cumplía cuando era usada en humanos. Su habilidad también puede usarse en la atmósfera.
Manipulando las partes de la atmósfera que eran cortadas por la hoja de Hizume, ella podía instantáneamente, o luego de
cierto tiempo, crear cuchillas de vacío.

Ese era su Arte Noble, Marca del Viento.

Antes del amanecer, y antes de encontrarse con Ikki, Ayase había venido a la sexta arena de entrenamiento, la cual iba a
ser el escenario de su enfrentamiento, y plantó las minas terrestres de tajadas al cortar todo el ring con Hizume.

He plantado más de cien de estas marcas por todo el ring. ¡Aunque Kurogane sea un maestro en ver a través de las cosas,
no hay manera de incluso él pueda defenderse de ataques que no son visibles! En realidad, cayó fácilmente en una de mis
trampas.

Por supuesto, esto iba contra las reglas. No sería un problema si ella marcara el ring durante el enfrentamiento, pero iba
totalmente contra las reglas plantar trampas en un escenario antes de que el enfrentamiento comience siquiera.

Pero como el kamaitachi no podía verse, era difícil detectar el truco. Estaba preocupada porque Oreki, quien era una
caballero mágica, podría ser capaz de ver a través de eso. Pero Oreki aún no había suspendido el enfrentamiento por juego
sucio. Entonces—

¡Puedo hacer eso!

Fue más lista que Oreki. Ayase ciertamente sintió el golpe del ataque.
Las cuchillas de vacío creadas por Marca del Viento eran resultado de magia conceptual. Honestamente, no tenía el poder
de matar al oponente, y por lo tanto no era un movimiento decisivo. Pero una tajada de Hizume era una historia distinta.
Con la habilidad de Ayase, el enfrentamiento se decidirá si Ikki recibe incluso un rasguño de la hoja de Hizume, porque
ella podía hacer que cualquier herida, por más pequeña que fuera, se abriera y cortara la carne hasta el hueso haciéndola
letal.

En otras palabras, el objetivo de Ayase era arrinconar a Ikki con Marca del Viento y luego tajearlo una vez con Hizume.

Si puedo hacer eso, podré ganar.

El problema era, ¿cuándo podrá arremeter para asestar la herida?

Ikki no era un espadachín promedio. Ayase era la que mejor entendía eso porque tomó clases directamente de él. Si ella
realiza un movimiento incorrecto, será derrotada. Le había causado algo de daño con ese ataque sorpresa, pero eso no lo
hizo caer, sólo detuvo su arremetida. Aún estaba en guardia al menos para desviar ataques mientras se encontraba herido.

…Es por eso que es demasiado pronto. No puede evitarse, y sus acciones podrían significar una sola cosa si Kurogane-
kun no arremete contra mí ahora.

Su arremetida se había detenido, y en cambio terminó recibiendo grandes heridas. Hubo una pausa por un momento para
reconfirmar sus emociones y postura. Entonces—

“¡Oh, el contendiente Kurogane dio un paso atrás! ¡¿Acaso ha decidido retriceder y reconfirmar la situación ante las
tajadas desconocidas?!”

¡Eso espero!

“¡¿Gahhhh?!”

“¡¿Ahh?! ¿Podrá ser esto? ¡Esta vez el contendiente Kurogane fue tajado por detrás! ¡¿Qué está sucediendo en ese ring?!”

Ayase había creado una prisión de tajadas. No había ningún lugar a donde correr. Ikki finalmente cayó de rodillas luego
de la repentina tajada por la espalda.

Una completa apertura, y eso para Ayase era—

¡¡¡Una oportunidad única en la vida!!!

Le pondrá fin aquí; con eso en mente, Ayase corrió hacia Ikki.

“¡La contendiente Ayase toma la ofensiva al momento en que el contendiente Kurogane cayó de rodillas! ¡Esto es malo!
¡Él no será capaz de demostrar su preciada técnica con la espada en esa posición!”

Ayase tenía la opción de prolongar la batalla al haber creado la prisión de tajadas, pero tenía miedo.

Kurogane-kun fue capaz de vencer al Cazador.

Y no sólo lo venció. Lo más importante aquí era el hecho de que logró derrotar al Cazador luego de recibir todos sus
ataques e incluso romper la famosa Área Invisible.
En esa pelea Ikki no fue capaz de ver al Cazador sino recién en el final. A pesar de eso, El Peor aun así atrapó al Cazador
y lo derrotó. Ikki tenía una capacidad de entendimiento aterradora. Con eso no sería raro que trazar al revés los
pensamientos de Ayase y ver a través de los lugares que tenían Marcas del Viento.

Ella no pensaría en eso si se tratara de alguien ordinario, pero Kurogane Ikki bien podría hacerlo. Aún si ella prolongara el
enfrentamiento y agotara su resistencia poco a poco, sería malo que él se recuperara mentalmente durante ese tiempo.

La parte aterradora acerca de El Peor no era su fuerza física sino su poder mental que se apoyaba en su comprensión.

Es por eso que—¡arremeteré ahora! ¡Estará bien si sólo lo lastimo un poco! ¡El enfrentamiento se decidirá con eso solo!

“¡¡¡Haaaaaaa!!!”

“¡Y la contendiente Ayatsuji ataca con ferocidad! ¡Corre, corre, cooooorre! ¡Está desatando tajadas con la hoja escarlata
sobre el contendiente Kurogane, quien está de rodillas! ¡¿Acaso bloquear los ataques en esa inestable posición será lo
mejor que Kurogane pueda hacer?! ¡¿Será cortajeado por la rubia de tajadas así nada más?! ¡¡…No?! ¡Qué rayos! ¡El
contendiente Kurogane se está defendiendo completamente de la rubia de tajadas rojas a pesar de encontrar en una
posición inestable y desventajosa con la hoja de Intetsu! ¡No está permitiendo que pase una sola tajada de la hoja que
sigue cayendo sobre él!”

¡…Kuh…!

No podía alcanzarlo. A pesar de que todo lo que necesitaba era rasparlo un poco, ese poco parecía tan lejano. Ayase estaba
atónita al ver a Ikki quien estaba, a pesar de encontrarse en una posición desventajosa, bloqueando todos sus ataques
usando técnicas que se basaban únicamente en las muñecas.

Como se esperaba… del caballero que alguien una vez llamó El Rey Espada Sin Corona. No la iba dejar ganar tan fácil.
Además, Ikki se levantó mientras bloqueaba la lluvia de tajadas.

“¡Haa!”

“¡El contendiente Kurogane, mientras bloquea los ataques de la espada de su oponente en esa posición, se levanta y
finalmente contraataca!”

Lanzó una amplia y grande tajada hacia la cabeza de ella.

No era el estilo de Ikki atacar con poder solamente, pero todo eso era parte de su plan.

—Esto no era un contraataque como la comentarista había dicho.

Aun si fuera capaz de realizar una réplica, el ritmo que perdió por haber recibido los ataques en esa posición desventajosa,
no iba a recuperarlo tan fácilmente. Ikki deseaba crear algo de distancia, por eso, la amplia tajada. Si su oponente la
esquivaba obviamente acrecentaría la distancia entre ellos, e incluso si el oponente recibía el ataque la sacudiría debido al
poder del ataque y la distancia se crearía entre ellos.

Era ventajoso para Ikki sin importar cuál de las dos opciones eligiera ella. Era un ataque con un plan detrás de él. ¡Sin
embargo, Ayase había leído ese plan suyo!
¡Aquí!

Leyó sus movimientos y comprendió que esta era una oportunidad para ganar. El estilo Ayatsuji de un solo filo de Ayase
era una escuela que se especializaba en los contraataques por medio de desvíos.

Es normalmente imposible que alguien de mi nivel logré replicar un ataque de un serio Kurogane-kun.

El manejo de la espada de Ikki era demasiado ágil. Si ella intentaba temerariamente de hacer un movimiento, ella será la
que se queme.

Pero este ataque desde arriba era un tema completamente distinto.

Este intimidante ataque sólo era para ganar algo de distancia de un oponente pegado. Aunque era duro y violento no tenía
tanta agilidad y agudeza.

Si se trata de este ataque, incluso yo puedo contraatacarlo.

Lo decidió en un instante. Ayase preparó Hizume y deslizó el ataque como martillo hacia afuera. Simultáneamente, Ayase
puso fuerza en su pierna y movió su cuerpo hacia delante, anhelando un contraataque. Pasó por delante de Ikki cuya parte
superior del cuerpo estaba a flote y balanceó Hizume apuntando al torso.

¡Lo atrapé!

Ayase ganó confianza precisa en su juicio.

Pero—más que percibir la sensación de cortar carne abdominal, lo que sintió fue la resistencia de haber golpeado algo
duro.

¡Fue capaz de protegerse! ¡Por qué!

A pesar de que había deslizado su hoja hacia un costado, ¿cómo fue capaz de protegerse con ese tiempo?

La respuesta yacía en la mano de Ikki.

Bloqueó el contraataque de Ayase con la empuñadura de Intetsu.

“¡Oooooooo! ¡En el momento que pensamos que había sido contraatacado, el contendiente Kurogane bloqueó le réplica
con la empuñadura de su espada! ¡Qué truco tan asombroso!”

“Kurogane-kun usó la misma protección en su batalla de práctica con Stella-chan. Protegerse de ataques, de los que uno
no puede defenderse con la hoja, con la empuñadura. Una defensa que usa la hoja y la empuñadura, como siempre el
rango de cruce es invulnerable.”

¡…Kuh! ¡Ahora que lo pienso, Kurogane-kun también fue capaz de protegerse de esta manera extraña…!

Luego de la explicación de Oreki, Ayase chasqueó la lengua. Qué asombroso poder de concentración. ¿Pero por qué es
capaz de mantener tal concentración? A pesar de que había perdido su compostura—

“¡¿—?!”
Pensando en eso, Ayase, quien vio la expresión de Ikki, estaba aturdida.

Su expresión no contenía un átomo del enojo o la impaciencia que mostró antes. Ikki había recuperado su compostura.
Estaba mirando a Ayase con ojos tan serenos que a uno le recordaban a una fuente que no creaba una sola onda.

No puede ser que… ¡¿mordí el anzuelo…?!

Ayase reaccionó inmediatamente a los escalofríos que sintió en la espalda. Se impulsó desde el suelo y ganó una
considerable distancia de la zona de ataque de Ikki.. Estaba en guardia pensando que un ataque de su parte seguiría a
continuación, pero Ikki no la persiguió. Ayase se encontraba de pie en su lugar pero no hubo ataques que la siguieran.
Pensó que estaba malentendiendo algo o que quizás estaba siendo excesivamente precavida.

De cualquier manera, volvió todo a cero.

Aún quedaban muchas trampas. No deseaba una batalla prolongada pero no tendría sentido que fuera por una batalla
decisiva sólo para que la muerdan a ella misma.

Como había pensado, tenía que ser más cuidadosa la próxima vez—

“…Me alegra.”

En ese momento, el samurái con la katana negra, quien era su oponente, suspiró como si estuviera aliviado por algo.

“¿Eh?”

¿Se alegra? ¿Por qué? ¿Por qué abrió distancia entre ellos? Ayase estaba tratando de pensar seriamente el significado de
esas palabras.

“Como esperaba, Ayatsuji-san es como me imaginé que era.”

Sus pensamientos se congelaron ante la sonrisa de Ikki que estaba llena de felicidad.

Parte 4
Había una mujer que mostró una sonrisa luego de escuchar las palabras de Ikki. Era su profesora titular, y una de las
comentaristas y supervisoras de este enfrentamiento. Era Oreki Yuri.

Esta mañana estuvo escuchando las razones de Ikki para dañar propiedad de la escuela, como su profesora titular.
“Sensei, en mi enfrentamiento de hoy, el cual Sensei va a supervisar, mi oponente sin dudas va a hacer trampa.”

“¡¡¡BU――!!!”

Oreki escupió café y su nariz comenzó a sangrar ante la repentina revelación.

“¡¿Qu, eh?! ¡Detendré mi sangrado nasal, mientras tanto explícate!”


Allí, Oreki escuchó todo acerca del incidente entre Ayase e Ikki, el cual ocurrió anoche. Que Ayase llamó a Ikki. Luego
de encontrarse con él, como saltó de la azotea para reducir la fuerza de Ikki. Sobre como él rompió el edificio escolar
usando su habilidad para salvarla.

“¿Ta-Tal cosa sucedió…?”

Si esta historia era verdad sería para una tarjeta roja. La expulsión sería un poco improbable, pero este acto
definitivamente la eliminaría de los enfrentamientos.

“¿Pe-Pero cómo sabes que hará trampa en el enfrentamiento?”

“…Cuando corté el alambrado ella no estaba haciendo nada, pero definitivamente escuché el sonido de una espada larga
en ese momento. Deduciendo de eso que, aunque no conozco exactamente el mecanismo detrás de ello, pienso que la
habilidad de Ayatsuji-san es posicionar tajadas en varios lugares, las cuales pueden ser disparadas al azar. Si ella tiene esa
clase de habilidad entonces no sería un error asumir que probablemente ha puesto trampas por todo el suelo de la sexta
arena de entrenamiento donde el enfrentamiento tendrá lugar hoy. Después de todo, intentó fingir un suicidio para matar
mi carta del triunfo, y seguro, usará los medios que sean necesarios para derrotarme en el enfrentamiento.”

“Bueno, por supuesto, alguien que hizo tal cosa, no creo que vaya a jugar limpio en un enfrentamiento esencial… Mu mu
mu~ pero un intento de suicidio y obstrucción… eso son, de hecho, grandes problemas, sabes.”

“Pero, sólo mi testimonio no contará como prueba, ¿cierto?”

“Sí. Sensei confía en Kurogane-kun, pero debido a mis propias circunstancias no seré capaz de avanzar sólo con un
testimonio. Pero tengo un panorama general. Sensei estará en el puesto de observación. Si encuentro indicios de juego
sucio detendré el enfrentamiento de inmediato. Así que ahora puedes relajarte, Kurogane-kun.”

“No, por favor no suspenda el enfrentamiento por juego sucio.”


Sangre emanó de nuevo de la nariz de Oreki. Oreki, mientras se sentía anémica y extremadamente mareada, bloqueó su
nariz con un pañuelo y le preguntó a Ikki.

“¿Eh? ¿A, a qué te refieres? ¡No entiendo en absoluto lo que estás diciendo! Entonces, ¿por qué me contaste sobre esto
ahora?”

“Si me pregunta la razón por la que destruí el edificio escolar, no tendría más opción que contarle. Además, aun si Oreki-
sensei no escuchara esto de mí, usted probablemente notaría el juego sucio de Ayatsuji-san, y cuando lo hiciera, detendría
el enfrentamiento de inmediato. Pero… no quiero que detenga el enfrentamiento.”

“¡¿Por qué?! Si en verdad hay juego sucio, entonces Kurogane-kun ganara por abandono de Ayatsuji-san. Entiendes lo
importante que es ganar un solo enfrentamiento en esta competencia de selección de representantes, ¿no?”

“Sí, lo entiendo. Si no me mantengo invicto, probablemente no sea seleccionado como representante.”

“Sí, para ser directa, según tu desarrollo actual, si no consigues una victoria completa no serás seleccionado como
representante. ¿Entiendes eso, y aun así deseas que no suspenda el enfrentamiento por juego sucio?”

“Sí, por favor no lo haga, Sensei.”

Oreki no podía comprenderlo, ya que Ikki debería estar ansiando la vitoria más que nadie. Oreki conocía a Ikki desde el
momento en que tomó el examen de ingreso, ya que ella fue la responsable de su examen de ingreso. Nunca había visto a
un estudiante con una determinación y sentido del propósito tan fuertes como los de Ikki.

Oreki estaba muy triste porque alguien como él había perdido un año entero debido a la irracionalidad del mundo de los
adultos. Luego, el sistema escolar había cambiado y finalmente había obtenido una oportunidad equivalente este año. Él
debería querer ganar incluso si tenía que usar métodos engañosos. A pesar de eso, ¿por qué estaba agachando la cabeza
por alguien que rompió el mayor tabú como caballero contra él?

“¿…No me dirás la razón?”

“Porque quiero creer.”

“¿…Quieres creer?”

“Sí… he estado pensando desde el momento en que me encontré con ella a la medianoche. Como una amiga me dijo, si
cortó mis lazos con ella aquí y ahora, seguramente ganaré el enfrentamiento debido a su juego sucio. ¿Pero eso estaría
bien? Pensé una y otra vez pero no pude hallar una respuesta… pero claramente entendí una cosa.”

“¿Qué?”

“Mis sentimientos de que no quiero cortar lazos con ella… Es por eso que pensé en que voy a creer hasta el final que
Ayatsuji-san ha sido arrinconada por algo y debido a eso ha perdido la visión sobre sí misma.”

Ikki lo sabía. Cuando ella se acercaba a la espada de su padre por un ligero margen festejaba como una niña pequeña. Ikki
conocía esa sonrisa de Ayase Las palabras de Ayase, diciendo cuánto le gustaban sus manos que se habían vuelto ásperas
por blandir una shinai. No podía creer que todo eso era una mentira.

“Es por eso que lo he decidido. Creeré en la Ayatsuji-san de siempre y no en la que vi anoche.”
Cuando las personas están desesperadas se ciegan más de lo que piensan, al punto donde pierden la visión sobre sí mismos.
Ikki sabía eso porque él mismo lo había experimentado. Y lo único que podía salvar a las personas así eran palabras de
alguien que ellos estimaban.

Es por eso que, si Ayase era como él quien, en aquel momento, no fue capaz de escuchar los llantos de su propio corazón
porque estaba muy desesperado, entonces—

“Quiero ayudarla. Es por eso que, Sensei, por favor permítame esta última oportunidad para confirmar sus verdaderas
intenciones.”

…Cielos, no existe ningún caballero que sería capaz de rehusarse después de escuchar algo como eso.

Siempre sé justo. Sé honesto incluso contra tu enemigo. Un yo ideal con el que sueñan todos los que anhelan ser
caballeros.

Oreki era igual, es por eso que aceptó el pedido de Ikki. Por supuesto que detectó el juego sucio de Ayase a primera vista
pero no suspendió el enfrentamiento, porque había decidido dejarle el enfrentamiento y el corazón de la chica solitaria, a
él.

Ella no interferiría. Oreki cuidaba silenciosamente a Ikki.

Ayuda, a tu preciosa amiga—

Para ser franco, todo estuvo en la palma de la mano de Ikki desde el principio. Ya sabía que había trampas plantadas por
todo el ring. Ya había comprendido el hecho de que ella no quería prolongar esta batalla. Esa era la razón por la que Ikki
se precipitó contra las tajadas por voluntad propia para ponerla a ella a la ofensiva anhelando una batalla decisiva.

Todo eso… fue para hablar con Ayase a través de los choques de sus espadas.

Debería haber hecho esto desde el principio.

Ikki sonreía amargamente de su estupidez.

Ah sí, así es, es imposible que un hombre como él, que no pudo reconocer los sentimientos de la que más cerca estaba de
él, su amante, durante todo un mes, pudiera entender a Ayase sólo con palabras. Al final, él sólo tiene la espada. Sólo
podía entender los verdaderos sentimientos de las demás personas por medio de la espada.

Pero ahora, con certeza, Ikki vio los verdaderos sentimientos de Ayase.

“Me alegra… Como esperaba, Ayatsuji-san es como me imaginé que era.”

“¿…A qué te refieres?”

“Quiero decir, que Ayatsuji-san no es alguien que actuaría como si nada hubiera pasado después de hacer algo malo.”
“…Me estaba preguntando qué dirías… ajajaja. Después de que te molieron a palos, sí que tienes agallas para decir una
tontería así. ¿No es demasiado? Sin importar qué, ¿no te estás comportando demasiado como un buen tipo?”

Ayase miraba los ojos de Ikki, hablando y menospreciándolo de la misma manera que lo hizo anoche en la azotea. Pero—

“No es una tontería.”

Ikki no volverá a dejarse engañar por esa falsa expresión, porque las espadas no mienten.

“Tu juego de espada, de pies, ritmo, respiración, cada uno está arruinado. Ni hablar de lo que te enseñé, ni siquiera eres
capaz de realizar lo que ya sabes de antes. Incluso la ejecución de una réplica, lo cual es tu especialidad, es inestable. Por
eso fue bloqueado con tanta facilidad. No puedes engañar a tu alma sin importar cuánto hacerte ver mala en tu cabeza. El
manejo de la espada se realiza con el corazón, la técnica, y el cuerpo. No habrá ningún poder real en una espada si tu
corazón duda… Ayatsuji-san, eres una persona orgullosa, más de lo que tú misma piensas.”

“¡P-Para nada es así!”

Luego de la deducción de Ikki, Ayase repentinamente alzó el volumen de su voz.

“¡No estoy dudando! ¡Lo he experimentado hace dos años! No importar con cuánto orgullo pelees. ¡Si pierdes todo, se
habrá terminado! ¡Palabras bonitas que no traen resultados no tienen sentido! ¡Porque no puedes proteger si no ganas! ¡Es
por eso que usaré los medios que sean necesarios para ganar! ¡Sin importar qué métodos tenga que usar, ganaré, y
recuperaré todo!”

Más que refutar a Ikki, esas eran palabras pensadas para persuadirse a sí misma. Ikki entendía eso. Al desesperarse tanto,
estaba tapando sus oídos al gritar de su corazón. Igual que su pasado yo.

“…Entonces, me queda una sola cosa por hacer.”

Eso era, permitirle escuchar el grito de su propio corazón. Eso era lo único que hacer ahora. Por eso Ikki señaló a Ayase
con la punta de Intetsu.
“Con lo más débil de mí, te haré recuperar tu orgullo.”
Declaró él.

“¡Ooh! ¡El contendiente Kurogane agachó su torso! ¡Igual que al principio, es una pose de ataque! ¡Aun luego de recibir
esas misteriosas tajadas no hay indicios de nervios en su rostro! ¡El Peor planea atacar! ¡¿Podrá ser que ya vio a través de
las tajadas misteriosas?!”

Ayase inmediatamente reaccionó a esa acción. Retrocedió para aumentar la distancia. Su reacción tenía compostura, pero
su mente estaba enormemente perturbada.

¡¿Estoy equivocada?! ¡¿Los gritos de mi corazón?!

¿Qué clase de parloteo es ese? No hay manera que tal cosa sea posible.

¡Sin importar lo que tenga que hacer, sólo tengo que recuperar el dojo para aliviar a mi Padre!
Ella no estaba dudando, ni trataba de engañarse a sí misma. Ikki sólo estaba intentando confundirla. Ayase se persuadió a
sí misma fuertemente con esas palabras y trató de evitar pensar profundamente.

¡—Si dices todo eso, entonces muy bien, podré fin a este enfrentamiento con el mismo error del que hablaste!

La distancia que había creado al retroceder era de treinta metros. Y en medio se encontraban las minas terrestres, las
tajadas. Se había memorizado completamente la velocidad de arremetida de Ikki en el principio. ¡La próxima vez será
capaz de activar Marca del Viento con una precisión más letal!

“Aquí voy, Ayatsuji-san.”

¡En ese instante, Ikki elevó su torso y corrió hacia delante!

¡Aquí!

Luego de esa acción, Ayase abrió las heridas de Marca del Viento que estaba en frente de Ikki. La grieta en la atmósfera
que de repente se abrió era la guillotina de vacío que corta todo lo que toca. Si lo toca no saldrá ileso. Pero—

“¡¿Qué—?!”

El cuerpo de Kurogane Ikki se impulsaba hacia delante como una bala, incomparable a la velocidad que mostró al
principio, y dejó atrás a la hoja de Ayase antes de que el vacío se abriera. ¡—Esa super-velocidad era la misma que la de
Ittou Shura!

“¡Qué velocidad! ¡El contendiente Kurogane finalmente usa su carta del triunfo Ittou Shura!”

¡¿Po, por qué?! ¡Esa carta del triunfo debería haber sido sellada…!

La voz de Oreki llegó a una desconcertada Ayase.

“Bueno, ese no es Ittou Shura—”

“¿Eh? ¿En verdad, Oreki-sensei?”

“Está haciendo lo mismo que todos, sólo está acelerando la emisión de maná.”

¡Emisión de maná!

Ayase se dio cuenta de su error ante esas palabras.

La emisión de maná era la liberación de maná para acelerarse y mejorarse a uno mismo. Era una técnica de mejoramiento
que muchos otros Blazers usaban inconscientemente. Por supuesto, Ayase también la usaba.

“Kurogane-kun no tiene mucho maná a diferencia de otros estudiantes, por lo que si lo usa así se quedará sin maná
después de usarlo una o dos veces. Es por eso que él no lo usa normalmente. Pero, ‘no lo usa’ es distinto de ‘no es capaz
de usarlo’. Probablemente, por alguna razón, esta vez no puede usar Ittou Shura. Por eso pienso que está usando esto en
reemplazo.”
Como Oreki había dicho, ‘no lo usa’ es distinto de ‘no es capaz de usarlo’. Normalmente Ikki ‘no lo usa’ porque no tiene
mucho maná. Pero ahora, ya que la cantidad de maná requerido para usar Ittou Shura no se recobrará a tiempo, no tiene
razón para no usar la emisión de maná para mejorarse. Por eso lo usó. ¡Al liberar todo su maná existente, aunque una sola
vez, era capaz de producir velocidad que no era inferior a Ittou Shura!

¡Me preocupé demasiado por Ittou Shura!

Qué error fatal. Ikki ya se había ubicado a un rango donde su espada podía cortarla usando un solo paso de super-
velocidad.

Marca del Viento no lo logrará a tiempo.

Fue superada mentalmente por completo.

¡Sin embargo, este no es el fin!

Él había irrumpido en su rango. Ella no podría evadir un choque de espadas. ¡Pero sólo por esta vez, tenía que resistir este
choque con todo lo que tenía y abrir distancia entre ellos una vez más! Entonces, el maná de Ikki se habrá acabado. No
será capaz de realizar un arranque como una bala.

¡Mi oportunidad de ganar existe allí! ¡Tengo que superar este choque a como dé lugar!

Ayase balanceó Hizume mientras gritaba intensamente, y desató una tajada sobre Ikki quien estaba frente a sus ojos—
Esa hoja tajeó aire vacío.
“―Eh…”

Ikki estaba, con seguridad, frente a sus ojos—

La tajada de Ayase, la cual fue desatada con toda su fuerza, apenas había raspado la punta de la nariz de Ikki, mientras él
corría hacia ella. No lo alcanzó. ¿Acaso había calculado mal la distancia entre ellos? No. Ciertamente, Ikki estaba dentro
del rango de su espada. Pero, ese Ikki desapareció como un espejismo, y otro Ikki detrás de él estaba corriendo hacia ella.

Ayase estaba perpleja. Ya no podía entender qué estaba pasando. Pero esa confusión no era infundada. Esta era una de las
técnicas originales que Kurogane Ikki poseía, una técnica que rivalizaba con la séptima espada secreta, Raikou. Con un
radical juego de piernas, él crea una post-imagen frente a sí mismo mientras corre para confundir la distancia entre él y su
oponente.
“Cuarta espada secreta — Espejismo.”
En ese momento, la hoja de Intetsu balanceada con toda su fuerza, tajeó el aire y a Ayase.

“¡Se acabóóóóó! ¡El ataque del contendiente Kurogane fue un golpe justo!”

Tras la voz, la cual se desbancó por la acumulación de escenas, la audiencia, también estalló en ruidosos vitoreos.

“¡La contendiente Ayase ha caído al suelo! ¡Sin embargo no está sangrando…! ¿Qué está pasando…?”

“*Tos, tos*… Sí, eso se debe a que él cambió su dispositivo a la Forma Ilusoria un momento antes de tajearla.”
“Entonces, ¿eso significa que quedó exhausta y no recibió necesariamente un golpe letal?”

“Sí, eso es correcto.”

“¿Pero por qué él hizo tal cosa? ¿Quiere decir que no quiere lastimar a las mujeres?”

“Eso no es verdad. Yo fui tajeada por él en el pasado. Probablemente, desde el principio tenía la intención de dejarla
agotada… porque esta vez, ganar no es el único objetivo de Kurogane-kun.”

Oreki susurró para sí misma, y bajó la vista hacia el ring.

La caída Ayase estaba tratando de levantarse poniendo fuerza en sus extremidades. Ayase, mientras temblaba, levantó la
cabeza y miró a Ikki quien estaba de pie frente a ella.

“¿…Qué estás… tratando de hacer…?”

“¿Sobre qué?”

“¡No te hagas el tonto… ¿por qué no me cortas…?!”

“No tengo que hacerlo. Ayatsuji-san ya no puede pelear.”

¡Se está burlando de mí…!

Fue menospreciada. Pensando en esa acción como un insulto, Ayase flexionó sus extremidades. Uno no recibe ningún
daño físico si se es cortado por un Dispositivo en Forma Ilusoria. Sólo se agota la resistencia. Ayase tenía confianza en su
resistencia, al punto donde fácilmente podía mantener el ritmo de Ikki y Stella en sus corridas matutinas. Una fatiga de
este nivel no significaba nada para ella.

“¿…Huh?”

Así es como debería haber sido… pero no podía sentir nada de poder en su cuerpo.

“¿…Por qué…?”

“Tenía que levantarse, tenía que ganar esta pelea, o de lo contrario todo habrá acabado. No será capaz de salvar a su
padre… ¿Por qué, por qué?”

Mi corazón… ¿estaba tan frío?

Su corazón no se estaba despertando. No podía sentir su espíritu de lucha levantarse una vez más armándose de sus
últimas fuerzas.

Ayase se dio cuenta al sentir ese hecho. Que su alma estaba rechazando una lucha que no tenía orgullo alguno.

Ya veo… Este es el grito de mi corazón…

Cuando las personas estaban arrinconadas, sólo eran capaces de volver a levantarse porque tenían orgullo dentro de sus
corazones. Porque todavía podían hacerlo. Porque deberían hacerlo. Sin rendirse. Se armaban de valor de esa manera.
Ayase, también había estado haciéndolo todo el tiempo. Sin importar cuán difícil fuera el entrenamiento, sin importar
cuánto se ampollaran sus manos, fue capaz de resistirlo todo porque estaba orgullosa de sí misma, por blandir la espada de
Ayatsuji.

Pero… para la Ayase que rechazó ese mismo orgullo…

“…Es justo como Kurogane-kun dijo.”

Ya no tenía el poder para levantarse.

“…Es mi derrota.”

“¡Wow, una señal de rendición de parte de la contendiente Ayatsuji! ¡Con esto el enfrentamiento acaba~~! ¡Como se
esperaba, fue El Peor, el contendiente Kurogane, quien ganó! ¡Y así, el contendiente Kurogane tiene once victorias
consecutivas! ¡Once victorias consecutivas que logró derrotando a personas famosas como el Cazador y la Corredora de
Preparatoria! ¡Ahora podemos decir con confianza que será un representante en el Festival de Arte con la Espada de Siete
Estrellas!”

Echando un vistazo a la emoción y al aliento de la audiencia, Ayase soltó una risa seca.

“Qué lamentable… ni hablar de abandonar, ni siquiera pude mantenerme…”

Las palabras que salieron de su boca eran como una burla de su yo poco entusiasta.

Pero, esa burla—

“No eres lamentable.”

Ikki rechazó eso rotundamente.

“¿Eh…?”

“Te desviaste, te equivocaste, y al final perdiste la visión de ti misma, pero aún no la habías desechado, y esa es la fuerza
de Ayatsuji-san.”

E Ikki preguntó mientras le extendía su a la caída Ayase.

“Ayatsuji-san, por favor dímelo… ¿qué fue lo que te quitó el Devorador de Espadas? ¿Qué fue lo que te llevó tan lejos?”

“Qué planeas hacer después de escuchar algo como eso…”

“Lo recuperaré.”

No había ni un poco de titubeo o falsedad en esas palabras. Si Ayase confiaba en él, Ikki lucharía por ella sin dudarlo. Ella
entendía eso, y precisamente porque entendía eso, dijo—
“…No puedo decírtelo, porque después de todo no tiene nada que ver con Kurogane-kun.”

No podía permitir que luchara contra tal monstruo. No podía permitir que un hombre tan gentil saliera lastimado por
alguien poco entusiasta como ella misma.

Es suficiente, Padre. No puedo permitir que también le pase algo a él.

Es por que Ayase estaba ocultando todo. Pero—

“Entonces, investigaré sobre el tema.”

“¿Eh?”

“Averiguaré todo siguiéndote e investigándote.”

“Qu, qué estás diciendo…”

“Averiguaré sobre todo, y recuperaré todo para ti. Ayatsuji-san me acechó antes, así que con esto estaremos a mano. Por
eso, no tengo motivo para escuchar tus quejas, ¿o sí?”

Incomprensible. ¿Que “con esto estaremos a mano”…? Esto no iba a balancear la deuda, sólo la iba a incrementar.

“¿…Por qué…?”

Ayase no podía detener el temblor de su voz, ni tampoco detener las miserables lágrimas.

“A pesar de que traicioné a Kurogane-kun… A pesar de que hice cosas tan horribles… ¿Por qué… intentas ayudarme?”

Ayase preguntó con una voz temblorosa. La respuesta de Ikki estuvo llena de claridad.

“No necesito una razón para limpiar las lágrimas de mi amiga.”

“¡…!”

Por un momento la figura de Ikki se solapó con la de Kaito en los ojos de Ayase. La figura de su padre que escaló el
escenario de batalla por el bien de sus aprendices. Ikki era igual a él. Aunque lo escupieran o lo abuchearan, él no
desenvainaba su espada por cosas triviales como esas. Pero, si sus preciosos camaradas eran lastimados, no dudaba en lo
más mínimo en blandir su espada.

Ah… Sí, así es como es…

¿Desde cuándo perdió la vista sobre eso? Esto, aquí mismo, era la figura que ella había estado siguiendo tanto en aquel
dojo. Ayase miró sus propias manos. Eran manos ampolladas que no podía considerarse como lindas ni siquiera como
adulación. Como las de su padre e Ikki, eran las manos de un espadachín.

Así es, sólo quería ser una espadachina genial como mi Padre. Es por eso que blandí la espada.

Se enfrentó a la violenta fuerza de Kuraudo una sola vez, y perdió la visión sobre sí misma por la impaciencia de intentar
recuperar el dojo. Dónde había quedado su orgullo, Ayase finalmente había recordado eso y apretó sus manos con fuerza.
En ese momento, el corazón de Ayase por fin se decidió.

“…Kurogane-kun… por favor, ayúdame… ¡!”

Lo que debía hacer ahora no era ir en contra de las enseñanzas de su padre, y traicionar su propio orgullo y disfrutar
sintiendo lástima de sí misma como una damisela en apuros. Sino pedirle ayuda a este chico amable pero fuerte, y creer en
su victoria.

Por eso Ayase tomó la mano extendida de Ikki.

“Sólo quería escuchar esas palabras.”

Luego de esas palabras, Ikki sonrió como si estuviera muy feliz con fuerza sujetó la mano de Ayase.
CAPÍTULO 4 – BATALLA DECISIVA
“CABALLERO FRACASADO” VS “DEVORADOR DE ESPADAS”

PERIÓDICO MURAL DE LA ACADEMIA HAGUN


Personajes —— Escritora • Kagami Kusakabe

RENREN TOMARU

■ PERFIL
Afiliación: Academia Hagun, Año Dos Clase Dos
Rank de Caballero: C
Artes Nobles: Red Mach
Apodo: Corredora de Preparatoria
Resumen Personal: Encargada de asuntos generales del consejo estudiantil

Gráfica de Atributos (empezando por el extremo izquierdo, siguiendo el sentido de las agujas del reloj)
Habilidad Física: C
Suerte: C
Poder Ofensivo: B
Poder Defensivo: F
Cantidad de Maná: E
Control de Maná: D

¡Checkeo de Kagamin!
Misogi: “Parece que la ‘Corredora de Preparatoria’ fue derrotada, huh.”
Toutokubara: “Es la más débil de entre nosotros, el consejo estudiantil.”
Toudou: “Es una deshonra para el consejo estudiantil perder contra alguien del nivel de un ‘Caballero Fracasado’, saben.”
Kusakabe: “Oigan, se supone que esta es la sección de mis comentarios.”

***

Era la medianoche del día en que Ikki luchó con Ayase. Una silueta podía ver en el claro en el bosque donde Ikki
usualmente entrenaba. La silueta blandía un katana tenuemente brillante bajo la luz de la luna.

Era una noche sin viento, pero el sonido de la hoja balanceándose en el aire podía oírse. Era una bella forma de
entrenamiento, como danzando.

Pero ese movimiento de pronto se detuvo.

“¿Stella?”

La silueta… Kurogane Ikki giró hacia la entrada del lugar mientras se limpiaba el sudo y preguntó. Sentía una presencia
allí; como se esperaba, una chica con lustroso cabello color fuego yacía allí. Era Stella Vermillion.

Ella frunció un poco el ceño, pero preguntó con franqueza.

“¿Todavía sigues? Si no tienes cuidado va a afectar la batalla de mañana.”

La batalla que Stella mencionó era un duelo con Kuraudo. Luego del enfrentamiento de Ikki con Ayase el día de ayer, Ikki
y Stella escucharon todo de ella. Desde el principio hasta el final, y qué sucedió hace dos años.

Como Ayatsuji Kaito, el Último Samurái había sido derrotado.

Y después de escuchar todo, Ikki firmemente le prometió a Ayase que le propondría un duelo a Kuraudo mañana
apostando el dojo. Mañana… una batalla aún más difícil que la de hoy lo podría estar esperando. Entonces la decisión más
sabia ahora sería descansar. Ikki también entendía eso, pero no podía calmarse.

“¿…Fue impactante?”

“Bueno, sí… Para mí, Kaito-san podría ser algo así como un ídolo.”

Para Ikki quien fue abandonado por los adultos de la casa Kurogane, personas como Kaito eran lo mismo que un maestro
de manejo de la espada para él. Mirando sus enfrentamiento, él capturó, analizó, y practicó sus técnicas una y otra vez. Era
algo que se convirtió en las bases del Ikki actual. Por lo que escuchar los eventos pasados de parte de Ayase fue un shock
para él. Afectado por una enfermedad, en un enfrentamiento sin magia… en otras palabras, en un enfrentamiento no entre
caballeros sino entre espadachines, él fue derrotado por completo.

“Como se esperaba, Kurashiki-kun no es pan comido.”


“¿Estás nervioso?”

“…Sí, porque es un duro oponente.”

Kurashiki Kuraudo, el as de la Academia Donrou. De tercer año. Estuvo entre los mejores ocho del festival anterior.
Información sobre una figura como él fácilmente podría hallarse si se buscaba. Su Dispositivo era Orochimaru, una
cuchilla de sierra blanca con la habilidad de expandir su longitud. Eliminaba el sentido de la distancia. Podía arremeter
contra el oponente a la velocidad de una bala incluso desde una larga distancia, y si eso era esquivado podía arrasar con
todo el ring. Si su oponente se acercaba a una distancia cuerpo a cuerpo, él podía reducir a Orochimaru hasta una espada
corta y superar a su oponente con una barrera rotatoria.

Cuchilla de Serpiente de Hueso, el Arte Noble de Kuraudo que tenía un alcance absoluto sin importar la distancia no tenía
puntos ciegos. No era un movimiento ostentoso. Pero ese simple movimiento tenía una fastidiosa cantidad de poder
ofensivo. Era complejo lidiar con el constante cambio en la distancia con el oponente para un espadachín como Ikki, quien
se especializaba en peleas con espada.

Por eso él era llamado ‘Asesino de Espadas’, y como el apodo establecía, su habilidad era el enemigo natural para los
espadachines. Y él derroto a Kaito. Por lo que Ikki tenía la sensación de que Kuraudo tenía algo más bajo la manga.

“Pero eso es algo que entiendo.”

Desde que percibió ese aura bárbara con esa expresión salvaje suya en el restaurante. Pero esa no era la razón por la que
Ikki no podía calmarse.

“…Stella. Después de que escuchaste la historia de Ayatsuji-san, ¿qué pensaste?”

“Se entrometió con un perro fastidioso, y la compadezco.”

“¿Eso es todo? Yo…”

“No tienes que decirlo.”

Stella lo interrumpió y murmuró.

“Probablemente, estamos pensando lo mismo. Es por eso que lo dijiste, ¿no?”

“¿En verdad…? Sí, así es. Sabía que Stella lo comprendería.”

El rostro de Ikki se iluminó con felicidad. Estaba feliz de que su amante estaba pensando lo mismo que él.

“Pero cual sea la verdad, no debería preocupar a Ikki, ¿cierto? Lo que tienes que hacer no ha cambiado.”

“Sí, así es.”

Asintiendo, Ikki una vez más balanceó su espada en la oscuridad.

…La condición corporal está bien. Tampoco hay problemas de vitalidad. Todo lo que queda es esperar. Después de
mañana, todo quedará aclarado.
—La verdad de la que Ayase aún no se había dado cuenta, sobre los eventos que sucedieron hace dos años.

Al atardecer el día siguiente, Ikki y Stella se dirigieron al lugar del ex-dojo Ayatsuji guiados por Ayase.

“Este camino, me trae recuerdos.”

Ikki murmuró mientras miraba las familiares casa alineadas.

“Ahora que lo pienso, ¿Kurogane-kun no vino una vez a desafiar nuestro dojo?”

“Sí. Pero me fui luego de que me dijera que ya no hacían más esas cosas.”

“Eso fue en tus días de segundaria, ¿cierto? Fuiste a muchos lugares y visitaste un montón de dojos.”

“Puede que haya sido un lado travieso de mí. Cuando podía arreglar los tiempos, iba por el país y proponiendo desafío.”

“Eso es mucha fuerza de voluntad. Pero Kurogane-kun, ¿no fue peligroso? Un estudiante de secundaria yendo por allí
desafiando dojos, ¿nunca te dieron una paliza por esa actitud infantil?”

“Eso también pasaba. Algunas veces fui apaleado desde todas las dirección por los discípulos hasta quedar medio muerto.
Pero no podía evitarse ya que hacía algo irrespetuoso como desafiar su dojo. El retador no puede quejarse sin importar lo
que el retado le haga, esa es una regla de hierro.”

Así es. Sabía que era peligroso, y el número de veces que casi lo mataron no se podía contar con los dedos de las manos.
Pero en ese momento, sólo quería volverse fuerte sin importar qué. Ya que los adultos a su alrededor no lo ayudaban en
absoluto, él quería experimentarlo todo, absorber todo, y lograr toda la fuerza que pueda.

Pero aun así, no hice nada como atacar a los pupilos y desafiar dojos por la fuerza cuando me rechazaban.

Mientras recordaba, los tres dejaron la autopista y entraron a un lugar vacío mezclado con bosques. Frente a ellos estaba
una solitaria casa rodeada de grandes paredes.

“Este… fue una vez mi hogar.”

Pero ahora, era apropiado llamarla mansión samurái abandonada. Las baldosas estaban fuera de lugar, la madera de la
entrada se deterioró y colapsó. El área estaba contaminada con colillas de cigarrillos, cajas de frituras, bolsas de plástico,
etc. Las blancas paredes ahora tenían grafitis coloridos e insípidos.

“Qué garabatos tan vulgares. He escuchado que hay gente con habilidades grandiosas para los grafitis pero esto, es
totalmente un no.”

“…No creo que sea eso lo que deba sorprenderte… Qué desastre.”

Ayase quien los guió aquí tenía una expresión de dolor, como si estuviera erradicando la decepción que estaba sintiendo.
Su precioso lugar estaba dañado a tal extremo, por supuesto que lo estaría.

Tengo que recuperarlo.


Ikki se decidió una vez más, y sacó una espada de madera de su bolsa.

“Kurogane-kun… quisiera preguntar, ¿cómo vas a recuperar el dojo?”

“Por supuesto, entraré directamente y desafiaré al maestro del dojo. No hay otra manera, ¿cierto?”

Luego de escuchar lo que pasó hace dos años, Ikki pensó que la manera de hacer las cosas de Kuraudo era
sorprendentemente modesta. Por supuesto, atacar a los estudiantes para tener el derecho a desafiar el dojo no era
exactamente modesto, pero al final, todo fue decidido bajo un duelo supervisado con el que ambas partes estuvieron de
acuerdo. En otras palabras, el bien y el mal, la verdad y la mentira, todo se encomendó en ese duelo. Y que un tercero
meta su nariz en los resultados sería muy grosero. Es un insulto hacia Kaito.

“Eso es muy típico de Ikki.”

“Entiendo… Pero Kurogane-kun, por favor ten cuidado. Ese hombre… el Devorador de Espadas, es muy fuerte.
Ciertamente en aquel momento mi padre estaba enfermo, pero aun así era tan fuerte que los otros pupilos y yo ni siquiera
pudimos tocarlo. Y él perdió…”

“Lo sé. Es el as de Donrou. No es alguien con quien puedo ir a la ligera.”

Ikki respiró profundo una vez.

“Entonces, vamos.”

Decidiéndose, se dirigió hacia la entrada del ex-dojo Ayatsuji.

Ante la ahora deteriorada y casi colapsada entrada del dojo, unas cinco personas, probablemente estudiantes de
preparatoria con atuendos bastante vulgares, estaban arrodillados y charlando de manera vulgar. Entre ellos, estaba el
cabeza rapada que vieron en el restaurante. Sin dudas, eran los lacayos de Kuraudo.

“Discúlpenme, ¿pero podrían darme un momento de su tiempo?”

“¿Huh?”

Me pregunto por qué estas clases de personas comienzan todo con una amenaza.

“¡…A-Ah! ¡¿No eres ese cobarde del restaurante—!”

Parece que el cabeza rapada recordada a Ikki. De inmediato lo reconoció.

“¿Eh? ¿Te refieres al tipo del que hablaste hace poco?”

“¡Sí, sí! ¡Ese cobarde que ni siquiera pudo decir algo después de que Kuraudo lo golpeó, sólo pudo temblar!”

“¡JAJAJA! Parece débil. ¡Lleva puesto el uniforme de Hagun, ¿pero en verdad es un Blazer?!”

“¿Nn? ¿No es Ayase-chan la que está atrás…? ¡Whoa! ¡¿Quién es esa chica de cabeza roja totalmente sexy?!”
Uno de los inútiles notó la presencia de Stella y con una sonrisa retorcida, se aproximó a Stella.

Por el otro lado, Stella lo miró como si estuviera viendo un insecto invertebrado. Chispas rojas comenzaron a aparecer en
el aire.

Ah, eso es malo.

Antes de que el cadáver quemado número pueda producirse, Ikki sujetó el hombre del tipo que se estaba acercando. Lo
estaba haciendo de buena voluntad, pero la atmósfera a su alrededor de pronto cambio abruptamente.

“¡Oye! ¿Qué demonios pasa con esa mano, amigo?”

“Trataba de salvarte de morir aquí, pero bueno, escúchame. He venido a desafiar a Kurashiki-kun a un duelo. Por favor,
guíame a donde se encuentra él.”

Ante eso, los ojos de todos ellos giraron por un momento,

“““¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJJA!!!”””

Y empezaron a estallar en risas.

“¡Oye, oye, oye, ¿es en serio?! ¡¿Un duelo?! ¿Una gallina como tú? ¡Eso no tiene precio!”

“En primer lugar, ¿sabes si quiera qué es un duelo?”

“¡Jijiji! Maldición, esto es demasiado~”

Kukukukuh… Oye, hermano. Es una lástima pero Kuraudo no tiene el hobby de batirse en duelo con cobardes don nadie
como tú. ¿Por qué no peleas con nosotros en cambio? Si nos derrotas te llevaremos con él—¿buen trato, cierto?”

“¡Jajaj, pelea, pelea! Esto va a estar bueno.”

Diciendo eso, uno de ellos materializó un Dispositivo que lucía como un cuchillo militar y tocó la mejilla de Ikki con la
parte plana mientras se reía.

Ante esa provocación, Ikki…

Ah, así que estos tipos son estudiantes de Donrou, huh…

—Y así, ya que las circunstancias lo favorecían, de repente sujetó la muñeca del rufián.

“Por mí, está bien.”

*Crujido*

Mostró una sonrisa que casi podía considerarse cruel.


“Entonces, como ese tonto de cabello castaño fue demasiado molesto, le arranqué los pantalones y lo hice rodar por la
calle principal.”

“¡Gyajaja, en serio!”

“Imposible~ ¡Kyajaja!”

En el salón del ex-dojo Ayatsuji, algunos chicos estaban sentados sobre el suelo mientras charlaban. El tema de
conversación era el mismo de siempre. Quién peleó con quién, quién engañó a quién, quién le hizo qué a quién, y así.
Kuraudo no estaba muy interesado en todo eso, así que se sentó sólo en el sofá, lejos de sus amigos mientras fumaba
tabaco.

…Estos tipos sí que no se cansan de hablar de lo mismo todos los días.

Eran colegas que estaban de acuerdo con su visión, pero esto era lo único que no entendía de ellos.

Será mejor que participe en los enfrentamiento de selección que comenzaron en Donrou y Hagun.

Porque así podrá experimentar momentos más estimulantes. Mientras suspiraba soltó algo de humo, y lo miró mientras se
dirigía al agujero en el techo. El cielo nocturno se estaba asomando. Ahora que lo pensaba, ha pasado dos años desde que
robó este dojo.

Después de todo este tiempo, quizás debería venderlo.

Conforme pensaba mientras liberara humo de tabaco—

“Oye, Kuraudo.”

“¿Qué? ¿Te duele el estómago o algo?”

“¿…Recuerdas a esos chicos que molestaste en el restaurante? Ya sabes, esos dos que estaban con Ayase-chan.”

“Aah, ¿qué pasa con ellos?”

“Pensé que había visto sus rostro antes pero ayer, de repente me acordé.”

Uno de los tipos le mostró su datapad a Kuraudo. Había un artículo titulado 『¡Batalla de Práctica! ¡La Caballero Rank-
A, ‘Princesa Carmesí’, Derrotada por el Caballero de Rank-F, ‘El Peor’!』 y mostraba algunos enlaces a videos de
referencia en la pantalla. Los videos de referencia eran por supuesto, los de la batalla de práctica de Stella e Ikki.

“¡Hoy escuché de parte de un amigo en Hagun que este tipo incluso derrotó a esa ‘Corredora de Preparatoria’! ¡Y un
grupo le dio un apodo exagerado, ‘Rey Espada Sin Corona’! Quizás… quizás nos metimos con alguien bastante
problemático…”

Estaba sudando con el rostro azul luego de leer la verdadera identidad de la persona con la que se metieron. Pero en
cuanto a Kuraudo—

“…Jaja.”
Luego de ver ese video, tenía una amplia sonrisa que mostraba sus treinta y dos dientes.

“Ya veo. Pensé que él estaba al nivel de Ayase, pero no pensé que sería tan fuerte.”

Kuraudo sintió que su temperatura interna se elevaba rápidamente. Bueno, no podía evitarse si su energía acumulada
quería explotar.

Interesante.

Quería posponerlo hasta el festival, pero, ahora era mejor simplemente ir a Hagun hoy. ¿O debería usar a Ayase para
atraerlo? Mientras estaba preparando ese malvado plan—

“¿…Ah?”

Kuraudo escuchó pasos que se encontraban cerca del salón del dojo mientras pisaban la tierra. Era un sonido bastante
limpio; por limpio, refiriéndose a que la postura al caminar era correcta. Entre sus compañeros aquí, no había ninguno que
pudiera hacer eso.

“Jaja. Oye, oye, ahora se puso interesante.”

“¿Eh? Kuraudo, qué estás…”

Por un momento, los pasos se detuvieron en frente de la puerta. Luego se abrió con mucha fuerza. Los invitados que
llegaron eran justo quienes Kuraudo esperaba. Kurogane Ikki, Stella Vermillion, y Ayatsuji Ayase, los tres del restaurante.

“Permiso.”

“¡Uwah! Qué desastre. Me sorprende que puedan vivir en este basurero.”

“¡Q-Quién demonios son!”

“¡Espera, del restaurante…!”

Sus compañeros se pusieron nerviosos ante los inesperados invitados pero Kuraudo se quedó sentado en el sofá como
siempre y miró fijo a Ikki, quien tenía una espada de madera en una mano y una bolsa de plástico en la otra.

“…Qué coincidencia. Justamente estaba pensando en ir a tu lugar.”

“¿En verdad? Gracias a Dios nos encontramos.”

Ikki estaba completamente relajado a pesar de estar en territorio enemigo. Tiene agallas.

“Entonces, ¿para qué viniste, cobarde?”

“No creo que seas lo tan estúpido como para no saber lo que quiero después de ver todo esto pero… estoy aquí como
sustituto. En lugar de Ayatsuji-san, voy a recuperar el dojo.”

“¡Jaja! ¡Me estaba preguntando qué dirías, pero qué lamentable~! No sé con qué te lavó el cerebro esa mujer, pero este
dojo es algo que obtuve en un duelo justo y limpio. Si eres un espadachín, entonces sabes lo que significa eso, ¿cierto?”
“Por supuesto. —Por eso, no te diré que sólo lo devuelvas.”

Diciendo eso, se aproximó al sofá.

“Kurashiki-kun, te desafío a un duelo.”

Dirigió la espada de madera justo en frente de la nariz de Kuraudo.

“Un desafío por el dojo, ¿huh?”

“El mismo método que Kurashiki-kun. No estarás pensando en escapar, ¿o sí?”

¿Oh? Encima va a provocarme también, ¿huh?”

Era casi una persona diferente de cuando se encontraron la primera vez. Pero no importa por qué tuvo un cambio de
opinión… ya que se puso interesante.

Kuraudo sujetó la punta de la espada en frente de su nariz.

“Jaja. De acuerdo. Aceptaré.”

Con su agarre, destrozó la espada de madera.

“Sin embargo, será de la misma manera que lo hice yo. Vas a tener que pelear con todos estos treinta idiotas solo antes de
que luchar conmigo. Empieza así.”

“No me molesta. Las chicas están aquí sólo para ver. Al desafiar un dojo, tengo que seguir las reglas del maestro del dojo.
Porque esa es la manera apropiada de hacerlo.”

“Parece que conoces el protocolo de un retador de dojo, huh. Bien, espera un poco. Llamaré a todos los chicos.”

Kuraudo accedió a la opción del teléfono celular de su datapad para llamar a todos los chicos que estaban afuera pero—

“No, eso no es necesario.”

“¿Huh?”
“Pensé que dirías eso, así que ya terminé todo eso antes de venir aquí.”
Diciendo eso, vació la bolsa de plástico que traía. Datapads de estudiantes de la Academia Donrou comenzaron a caer al
suelo mientras hacían ruido. Y entre ellos, uno comenzó a sonar. Ese era, de hecho, al que Kuraudo acababa de llamar.

“Todos los que quedan son las siete personas aquí.”

Mostrando sus trofeos, le mostró una audaz sonrisa a Kuraudo como burlándose de él.

“¡E-Este bastardo! ¡Probando su suerte!”

“¡Mátenlo—!”
Luego de saber que sus compañero habían sido acabados, los siete rufianes allí comenzaron a materializar sus
Dispositivos uno tras otro.

Pero Kuraudo los detuvo y—

“Ustedes, atrás.”

“¿Kuraudo?”

“¡N-No hay necesidad de asustarse! ¡Ataquémoslo en grupo y pateémosle el trasero!”

“Cálmense. —Están estorbando.”

“¡Hii—!”

Sus compañero tragaron saliva y palidecieron. Fueron presionados por el rabioso peligro que residía en los ojos de
Kuraudo.

Ya veo, aunque estos chicos ataquen todos al mismo tiempo, no será ni siquiera un juego para él.

Así que eso sólo será una pérdida de tiempo.

“Un cambio en las reglas. El duelo será entré tú y yo, una pelea con armas reales. El que muera pierde.”

Declarando eso, Kuraudo sacó su Dispositivo, la nodachi blanca, Orochimaru.

En general, estaba prohibido que los estudiantes caballeros usaran sus habilidades afuera de la escuela. Pero había unas
pocas excepciones. Una, cuando estaban involucrados en alguna clase de incidente. Y también, en un dojo privado si el
dueño del dojo lo permitía. Este se trataba del segundo caso. E Ikki no tenía motivo para negarse.

“Tienes mi gratitud por aceptar, Devorador de Espadas.”

Respondiendo, Ikki también materializó su Intetsu, y se puso en posición. Por un momento, Kuraudo sintió que todo el
bello de su cuerpo se ponía de punta con un escalofrío.

—Él lo entendía, esto era serio. Esta sensación, no la había sentido desde el encuentro con el Último Samurái.

Los espadachines son loe mejores. La tensión al enfrentarlos se encuentra en otro nivel distinto a luchar con algún idiota
al azar.

Una mirada penetrante. Una punta de espada sombríamente brillante. Todo, como vaciando sus interiores. Una tensión
creciente que no podía evitarse. Este tipo de sensación, no podía lograr suficiente de ella ni siquiera en el Festival.

Kuraudo expulsó todo con ese estímulo, y—

“¡¡¡Entonces, vamos!!!”

Con esa ira, tajeó hacia Ikki.


Parte 2
Primero, Kuraudo arremetió hacia delante lo cual eliminó la distancia de inmediato. Se impulsó desde el suelo con sus
piernas mágicamente fortalecidas y se acercó a Ikki.

“¡Jaja!”

Un destello de hierro. Balanceó su nodachi con la hoja de sierra con su mano derecha desgarrando el viento. Estaba lleno
de defectos y aperturas. Una manera muy cruda y desprolija de manejar una espada. Era bastante fácil defenderse. Sin
embargo, aunque él no tenía el conocimiento básico sobre cómo manejar una nodachi, ¡la balanceó como un destello sólo
con la fuerza de su brazo!

Más que tajear, lucía como si estuviera segando.

¡Un movimiento desprolijo, ¿pero por qué el balanceo es tan agudo?!

Una, dos, tres veces. Intetsu la cual seguía bloqueando los golpes comenzó a crujir. El brazo de Ikki estaba gritando del
dolor. Incluso sus tobillos sentían una punzada.

¡Qué poder tan ridículo! Como si fuera una bestia. Sus balanceos eran como una bestia salvaje mostrando los dientes. ¡Sin
lógica, ni teoría, ni elegancia, él superaba a los enemigos sólo con fuerza bruta!

¡Pero ese tipo de movimiento del brazo lo desequilibrará por completo y su recuperación será tardía!

Luego de recibir el ataque unas tres veces, Ikki hizo retroceder su cuerpo con sus piernas y atacó el costado de Kuraudo.
Un fuerte estallido de sonido, una presión pasó junto a la punta de su nariz. Kuraudo quien balanceó la nodachi con una
mano tenía el área del pecho totalmente descubierta.

¡Allí—!

La razón por la que él esquivó el balanceo por apenas un pelo fue para contraatacar. Ikki atacó a Kuraudo sin la intención
de dejar escapar la oportunidad. Pero—el tatuaje de la calavera en el pecho de Kuraudo parecía como si se estuviera
riendo de ese cuidadoso contraataque.

“¡¿—?!”

Lo que las manos de Ikki sintieron fue una respuesta de acero. Una hoja de acero detuvo el contraataque perfectamente
calculado de Ikki.

“Jaja, qué mal.”

La bestia se reía, sacando la lengua. Ciertamente, era lamentable. La coordinación de tiempo de Ikki fue perfecta. Que lo
haya podido bloquear con esa cadencia, no es algo posible para los reflejos de un humano normal.

A menos que haya predicho su contraataque y planeado defenderse desde el principio.

…No, no es eso… ¡No puede ser que él…! Pero eso es…

De repente, una posibilidad extremadamente peligrosa surgió en la mente de Ikki.


“¡Ja! ¡Jaja-!”

Pero no tenía tiempo para pensamientos profundos. Kuraudo hizo retroceder a Ikki junto con Intetsu con sólo un empuje
de una mano con la nodachi.

Tras lo cual, la distancia de la batalla cambió de la de una espada a la de una lanza. Ninguna de sus espadas se alcanzarían.
¿Acaso él estaba reseteando la distancia?

No, no era eso.

“¡Persigue y mata, Orochimaru!”

Se encontraba dentro del alcance de Orochimaru. La nodachi de Kuraudo se extendió como una serpiente y persiguió a
Ikki con la intención de matar.

“¡…!”

Ikki reflexivamente bloqueó con Intetsu pero—

“¡JAJA! ¡Aún no terminé!”

El ataque de Kuraudo aún no había terminado. Su nodachi inmediatamente se encogió y la usó como un látigo para tajear
a Ikki, extendiendo la hoja una vez más. En este momento, su distancia era una donde sólo los ataques del Devorador de
Espadas alcanzaría al otro, una batalla unilateral. Ikki no tenía más opción que adoptar una postura defensiva en frente de
esos ataques.

“¡Kuh!”

La hoja negra de Ikki se estaba resquebrajando poco a poco mientras soltaba chispas contra los ataques a larga distancia
de la hoja de sierra blanca.

Sus brazos también estaban cediendo ante esos ataques a larga distancia.

“¡Sí! ¡Hazlo, Kuraudo—!”

“¡Conviértelo en una pila de basura!”

La audiencia de Kuraudo lo alentó cuando él tomó la ventaja. Por el otro lado, Ayase quien estaba del lado de Ikki tenía
un rostro pálido.

“¡A este ritmo tu defensa se romperá! ¡Kurogane-kun, toma algo de distancia!”

“Eso es inútil. Si Ikki retrocede entonces esa nodachi simplemente se expandirá para adaptarse a eso, por lo que no tiene
sentido agrandar la distancia. Mejor dicho, eso sería más desventajoso para él.

“Kuh, ¿eso significa que la situación sólo puede empeorar?”

“Sí. Sin embargo… ¡Ikki no es la clase de chico que se quedará sentado mientras eso sucede!”
La Princesa Carmesí quien prometió eso rotundamente había dado en el blanco. Por supuesto, ya que era la mujer que
mejor conocía a El Peor.

Ikki quien sólo se estaba defendiendo con ese amplio espacio, de repente se inclinó hacia delante. Usando sus pies,
impulsó todo su cuerpo hacia delante. Por supuesto, Kuraudo no iba a dejar que eso pase tan fácilmente. Esta distancia era
perfecta para él, una batalla unilateral donde Ikki no podía atacar. Entonces balanceó su espada una vez más para proteger
esa distancia.

Una serpiente blanca rebanó el viento mientras perseguía a Ikki. Era el aullido para rompero el cráneo de Ikki. Pero Ikki
se echó aún más adelante. ¡Una corrida! Sólo posible debido a que Ikki ha entrenado su cuerpo.

Ikki ágilmente evadió la cuchilla, y corrió hacia el oponente al cual había venido a derrotar.

“¡Lo hizo…!”

“Ayase quien vio esa espléndida evasión sacudió su puño. Pero—

“¡Jaja!”

Peor el Devorador de Espadas no era alguien tan suave que iba a dejar que su oponente se aproxime a él sólo porque su
ataque fue evadido. Orochimaru la cual había perdido a su objetivo por un momento giró su aguda cabeza de serpiente
como si poseyera voluntad propia, y una vez más atacó la expuesta espalda de Ikki.

“¡¿E-Eso espada puede hacer eso?!”

Ayase gritó.

El verdadero valor de Orochimaru no era su habilidad de extender su longitud sino el hecho de que podía moverse como
su amo le ordenara. Como si la hoja tuviera mente propia, cambió su dirección y persiguió a Ikki. Luego de reconocer que
Ikki la había esquivado, Orochimaru dirigió su hoja hacia su espalda. ¡Como resultado, Ikki no iba a poder escapar de
ensartado!

“Aa, si se trataba de Kurashiki-kun, pensé que harías eso.”

Pero había una sola apertura.

“¡Qué—!”

Ikki dio un paso al costado con mínimo movimiento y esquivó la hoja que lo perseguía.

Así es, Ikki no sólo estaba peleando defensivamente. No era una persona tan sumida. Definitivamente había un esquema
más profundo en sus batallas. Cuando estaba esquivando los ataques de Kuraudo por un mínimo margen, en realidad
estaba analizando y confirmando los movimientos, acción, y patrones combinados de Kuraudo, al mismo tiempo
revelando las ráices de la persona llamada Kurashiki Kuraudo.

Visión Perfecta.
El poder de El Peor que atrapó incluso al Cazador. El poder para leer las acciones de una bestia y con ese conocimiento,
responder con un contraataque perfecto. El contraataque que desató luego de leer los ataques de Kuraudo era el ataque
más rápido posible para una espada japonesa—una estocada.

Un ataque dirigido a arrancar los ojos de la calavera bajo ese uniforme. Kuraudo estaba repleto de aperturas con ese
ataque sorpresa. No había manera de que pudiera girar su espada ni evadir el inminente ataque a estas alturas. Eso no era
algo que un humano pudiera hacer.

Así, dio en el blanco. ¡El ataque de Ikki golpeó el pecho de Kuraudo!

Eso se suponía que sucediese. Pero justo antes de golpearlo, la calavera en frente de los ojos de Ikki de pronto se
desvaneció.

¡¿…Huh!?

¿Qué pasó? ¿Qué él haya perdido de vista a su objetivo con tal coordinación? No podía entenderlo. ¿Acaso acaba de
perder de vista a Kuraudo como la niebla?

¡Peligro, Peligro, PELIGRO, PELIGRO—!

¡…Se agachó!

Justo antes de que el ataque lo golpeara, Kuraudo dobló tanto la parte superior de su cuerpo que casi estaba paralela al
suelo, y así esquivó el ataque. Como si se estuviera burlando de Intetsu desde directamente debajo de ella, él alzó la vista
y…

“Ja—¡JA!”

Atacó a Ikki con Orochimaru.

“¡Ugh—!”

Ikki lo bloqueó con Intetsu justo antes de que le tajeara el cuello. Como el ataque fue muy pesado, su hombro se dislocó
pero no dejó que pasase. Su expresión también lucía mal. Pero la razón de eso no era su posición desventajosa ni el poder
del ataque.

¡Como pensé… este tipo…!

Kuraudo se levantó con el impulso del ataque, y una vez más comenzó su descarga.

La respiración de Ikki era un desastre comparada con cuando estaba esquivando hace un momento. No podía permitirse ir
demasiado lejos aquí. Levantó Intetsu con el fin de bloquear la nodachi que venía bajando.
Pero en el momento que sus hojas deberían haberse cruzado—con una neblina, la nodachi de Kuraudo desapareció.
Esto—

¡—Esto es malo!
Aunque Ikki ya estaba más o menos apaleado, impulsó su cuerpo hacia atrás con toda su fuerza. Justo en ese momento, un
destello apareció en el espacio en el que Ikki acababa de estar. El aire se desgarró.

“¡!”

Ya que saltó hacia atrás de repente, su postura estaba completamente arruinada pero logro conseguir un punto de apoyo y
recuperó su equilibrio. Ayase y Stella quienes estaban mirando la pelea de pronto contuvieron el aliento.

En el uniforme de Ikki—en el área del abdomen, había una gran hendidura. Lo que significaba que si Ikki no hubiera
retrocedido de un salto recién, ellas ahora hubieran visto salir sus entrañas.

“¡Jaja! Buen trabajo esquivando eso.”

“¡¿…Qu-Qué fue… eso…?!”

“¡Kurogane-kun!”

“Sííííííííííí!”

“¿Lo hubiera partido en dos, cierto~?”

“¡Sí, como se esperaba de Kuraudo! ¡Ese tipo ni siquiera vale la pena!”

“¡Atrápalo!”

Alboroto y desconcierto. Expectativas y emoción. Había un cambio en la energía de la parte alentadora de ambos lados.
Pero Ikki no tenía tiempo de prestarle atención a eso.

“…Ya veo, entonces ese es.”

Porque resulta que se dio cuenta. Una posibilidad impensable que se encontraba en la esquina de su mente desde que
Kuraudo esquivó el primer contraataque perfecto de Ikki. Pero esa posible y peor posibilidad era ciertamente, una realidad.

“Así que ese es tu verdadero poder, el que derrotó al Último Samurái.”

“Ha habido una cosa que me ha estado preocupando desde que Ayase me contó como Kaito-san fue derrotado por
Kurashiki-kun hace dos años. ¿Por qué Kaito-san fue derrotado tan unilateralmente? Aunque estaba enfermo, era alguien
que intentaba atrapar la corona en el mundo de las espadas, el Último Samurái. La batalla nunca sería tan unilateral en su
propia área. Tiene que haber una buena razón.”

Y ese era el factor que Ikki notó acerca de la fuerza de Kuraudo.

“Y ahora lo he confirmado.”

Evadir y defenderse de ataques que tenían una coordinación del tiempo casi perfecta y absoluta. Desaparecer como una
neblina y atacar desde un ángulo completamente distinto. Todo esto era el fruto de cierta habilidad.
“¡¿De qué estás hablando?! ¡¿Hay alguna clase de truco?!”

Ayase inmediatamente insistió sobre el tema. Para ella, esta podría ser la respuesta a por qué su padre fue derrotado de
manera tan unilateral hace dos años, una cuestión realmente importante.

¿Kuraudo usó algún tipo de engaño? Pero Ikki negó eso.

“No, no hay ningún engaño ni truco.”

“Jaja, parece que te diste cuenta… Dilo, checkearé la respuesta.”

Kuraudo quien tenía una gran sonrisa pidió que se revele la verdadera identidad de su poder que Ikki había logrado captar.

“Es algo que Kurashiki-kun tiene directamente de sus raíces: sensibilidad refleja.”

“Sensibilidad… Refleja…”

“Ikki, eso… ¿no es algo el mismo mecanismo reflejo normal que todos los humanos tienen?”

“Eso es mitad correcto, mirad erróneo. Si se pusiera en palabras sería eso, pero la eficiencia, y velocidad son demasiado
grandes. Estoy hablando del tiempo que le toma a un humano completar el proceso sensorial, es decir, ‘sentir’,
‘comprender’ y ‘responder’. Para la mayoría de la gente es de 0.3 segundos. Se dice que un corredor profesional tiene un
tiempo de 0.15 segundos. Y sin importar cuánto entrenes, este número no puede cruzar el límite del 0.1 segundos. Eso es
sentido común. Sin embargo… para Kurashiki-kun quien acaba de esquivar ese contraataque, parece como si el tiempo
para él fuera de 0.05 segundos o menos.”

““¡¿—?!””

Stella y Ayase se quedaron sin palabras ante ese hecho. Bueno, era obvio asombrarse. El tiempo de reacción de Ikki y
Stella era de 0.13 segundos. Los sentidos de Kuraudo han cruzado por mucho el límite humano. En otras palabras, en el
tiempo que le toma a Ikki y a Stella realizar una acción, Kuraudo puede realizar dos o tres acciones en la misma cantidad
de tiempo.

“Y con ese sentido común que desafía la velocidad de reacción, él puede esquivar nuestros ataques que lucen como si
fueran absolutamente imposibles de esquivar con cadencia perfecta, o puede cambiar la dirección de un ataque justo antes
de que choque con el nuestro y hacerlo llegar desde un ángulo completamente distinto. La razón por la que su espada
parecía desvanecerse a medio de camino fue por eso.”

“Jaja… jajaja… ¡JAJAJA! ¡BINGO!”

Kuraudo abrió sus ojos de par en par mientras se reía intensamente.

Sí, su espada no era un arte. Era pura violencia. Y con esa violencia, el Devorador de Espadas los aplastaba a todos.

Porque la velocidad de reacción era la base de todos los deportes y acciones. Sin importar cuánto uno entrene, o cuánto
pula su postura; no importa cuánta experiencia tenga uno, todos será inútil frente a eso. Sin importar cuán absurdo sea un
ataque sorpresa desatado sobre él, él puede lidiar con ello luego de verlo. Sin importar cómo uno arremeta temerariamente
hacia él, él puede cambiar su guardia luego de ver eso. Le permitía algo irracional como ver la decisión del oponente entre
piedra, papel, o tijeras antes de dar la suya: ese era el verdadero valor del Devorador de Espadas.
Técnicas y experiencia, esquemas y tácticas, una pesadilla que había que todo eso fuera inútil. Reflejos sobrehumanos, y
una habilidad de reacción nacida de eso, sumando los dos y creando así el Contraataque Marginal.

“Eres el primero que ve a través de mi Contraataque Marginal en el primer encuentro! ¡Te elogiaré, El Peor! Como pensé,
eres el mejor. ¡¿Pero y entonces qué?! Aunque sepas cómo funciona, ¿puedes hacer algo al respecto?”

“…”

Al escuchar eso, la expresión de Ikki se nubló.

Sí. Su Visión Perfecta era inútil frente a un juego de piedra, papel, o tijeras donde el oponente podía ver su movimiento de
antemano. E Ittou Shura sólo fortalecía sus habilidades físicas y no la velocidad de transmisión de su cerebro. En otras
palabras, era exactamente como Kuraudo dijo. Ikki no tenía un método para destruir el Contraataque Marginal.

“Jaja. No puedes, ¿o sí? Mi Contraataque Marginal no es un ‘arte’. Es un atributo especial. No hice trampa ni nada… ¡Y
este no es el límite de mi Contraataque Marginal!”

Diciendo eso como aullando, atacó. ¡Y lo vino hacia Ikki fue un ataque como si estuviera apuntando a dos áreas al mismo
tiempo!

“¡Hebigami!”

Como mordiéndolo, el balanceo de su mano derecha atacó por los lados izquierdo y derecho como mordiendo. Un
fantasma como ese, poco realista, vino con ridículo vigor y velocidad, del cual era imposible defenderse, atacando ambos
lados al mismo tiempo.

Aunque lograra defenderse de uno de los ataques, el otro simplemente lo cortaría. Entonces podía hacer una sola cosa.
Ikki usó toda su fuerza para retroceder de un salto y tratar de evadirlo. Al ser un ataque doble no importaba si se escapaba
de su rango.

“¡No hay manera de que te deje hacer lo mismo dos veces, ¿ciertoooooo?!”

La hoja de Orochimaru se extendió e inmediatamente persiguió a Ikki. La distancia ya no tenía ningún sentido. Las hojas
de sierra llegaron desde izquierda y derecha y se cruzaron en el cuerpo de Ikki.

—Pero justo en ese momento, Ikki actuó. Con un sonido metálico, el sonido de dos hojas chocando reverberó y volaron
chispas conteniendo maná. Con Intetsu la cual Ikki tenía en su mano derecha, repelió la Orochimaru que vino desde la
derecha. Pero eso fue… ¡un error! ¡Los reflejos de Ikki no fueron lo suficientemente rápidos para bloquear el segundo
ataque que vino por la izquierda! ¡La hoja de sierra que vino desde la izquierda golpeó su cuerpo!

La hoja de sierra arrancó la carne de su cuerpo, la cual voló por el aire, y la sangre se derramó sobre el suelo tiñéndolo de
rojo… eso se suponía que pasaría.

“¿Qué?”

Pero eso no pasó. Lo que se derramó n era sangre sino chispas. ¿Por qué? La respuesta estaba en la mano de Ikki que se
defendió contra Hebigami.
“¡Tú—!”

Luego de notarlo, Kuraudo soltó un rugido. Ikki no estaba sujetando la empuñadura de Intetsu, sino la base de la hoja y así,
intencionalmente redujo su alcance.

“¡Así es, técnicas kodachi…! ¡Cómo se esperaba de Ikki!”

“¿Kurogane-kun puede usar una kodachi?”

“¡Le puede enseñar a Shizuku que tiene un dispositivo con forma de kodachi, así que por supuesto que puede usarla!”

Ikki odiaba enseñarle las cosas mal a los demás, conociendo esa naturaleza suya, Stella estaba convencida. Y su conjetura
era correcta. Ikki no sólo era un experto en manejo de la espada, también era diestro en arquería, lucha cuerpo a cuerpo,
desarmado y muchos otros. Aun si podía elevar su fuerza en un nivel minúsculo, lo practicaba desesperadamente y usaba
todo el tiempo que su cuerpo le permitiera para seguir esos métodos. Porque era bien consciente del hecho de que era más
débil que cualquiera. Y ahora estaba recurriendo a todo lo que había aprendido en aquel entonces.

El hecho de que fue capaz de discernir la posición del Cazador luego de ser golpeado por su flecha también fue resultado
de eso. Eso también se cumplía para su demostración de defensa y ataque en este enfrentamiento. Debido al alcance más
corto, la kodachi tenía menos defensa, pero como podía ser rotada más rápido, las habilidades de bloqueo aumentan. Ikki,
utilizando esa defensa bloqueó el ataque a velocidad divina de Kuraudo.

“Significa que no eres el único que puede cambiar su alcance.”

Ikki, luego de defenderse de Hebigami con Intetsu inmediatamente avanzó y comenzó el contraataque.

“Jaja.”

Kuraudo se rió luego de ver a Ikki desafiándolo, a pesar del hecho de que Ikki ya había atestiguado su avasallante
velocidad de ataque. A pesar de que este era sólo un intercambio, para un caballero mágico que dependía enormemente
del maná, esta era una decisión que se presentaba una sola vez en la vida. Kuraudo elogió a Ikki por eso. Pero—

Pero no puedes ganar. No sólo con eso.

Fue hábil de su parte cambiar de repente a una técnica kodachi. Pero al final, el alcance sigue siendo corto.

—Así que le enseñará a ese tipo. Como uno de los mejores ocho en todo el país. Como alguien que reside en la cúspide de
las Siete Estrellas.

La fuerza no sólo son técnicas preciosas con la espada que encantan a la gente. La fuerza no es alguna clase de
sentimiento ardiente que tienes cuando peleas por un amigo.

Es algo más simple; es algo mucho más terrible. Hay una sola respuesta apropiada para eso.
—Es sólo simple violencia avasallante.
“¡JAJJAAAA―!”

“¡Qué!”
Por un momento, Ikki incluyendo a aquellas que estaban mirando, Stella y Ayase, se quedaron sin palabras. El ataque
como serpiente que fue desatado contra Ikki luego de que él avanzó para contraatacar—¡tenía cuatro cabezas! ¡Un ataque
cuádruple imposible!

¡Todavía puede ser más rápido—!

Un ataque completamente sorpresa. Pero Ikki no perdió la calma y bloqueó el ataque, que venía a cortarle la cabeza y a
atacar su lado izquierdo, con una técnica kodachi.

Sin embargo, no fue suficiente. Kuraudo desató cuatro ataques sobre Ikki instantáneamente. Ikki sólo pudo bloquear dos.
Los dos restantes tajearon el pecho de Ikki en una cruz.

“¡Argggggh!”

“¡Ikki!”

“¡Kurogane-kun!”

“…E-Estoy bien, aún puedo pelear.”

Una gran cantidad de sangre se estaba derramando. La herida probablemente alcanzó el esternón. Pero aun así Ikki vertió
poder en sus rodillas y se rehusó a rendirse. Continuó mirando al oponente frente a él.

“¡Oh! Evadiste una herida letal usando el impulso del primer y segundo golpe para moverte hacia atrás. Astuto, ¿no…?
¡Pero todo eso termina ahora!”

Kuraudo extendió su Orochimaru, que ahora estaba teñida de sangre fresca, como un látigo.

“¿Qué puedes hacer desde esa distancia? ¡Te convertiré en carne picada!”

Atacó desde una distancia donde él podía tomar la ofensiva, y tajeó hacia el herido Ikki.

Al principio cuando Ikki bloqueó a Orochimaru, Ayase pensó que él definitivamente podía ganar esto. Cuando bloqueó a
Hebigami con una técnica kodachi, pensó ‘¡Él puede hacer esto!’ Pero cada vez, el Devorador de Espadas sólo se hacía
más alto. Saltaba sobre cada una de sus expectativas e hipótesis. Como una pesadilla.

El Ikki actual podía ir cabeza a cabeza y ganarle a cada uno de los actuales candidatos para el festival de Hagun. Era el
Rey Espada Sin Corona que derrotó incluso a la Princesa Carmesí sin sufrir una sola herida. Incluso ese Ikki—

No puede hacer nada… ni siquiera a corto alcance.

La Visión Perfecta pierde contra el Contraataque Marginal. Con Ittou Shura, la Visión Marginal deja inútiles a todas las
acciones luego de la arremetida inicial al usar eso, por lo que no tiene sentido usarla. Más bien, podría ser fatal si la usaba
descuidadamente.

Ittou Shura era algo que Ikki usaba utilizando toda su resolución y determinación. Si la usaba en un intento desesperado,
terminará quemando todo su poder. No puede detenerse a la mitad, ni tampoco puede hacer regulaciones minúsculas como
contenerse y extender un poco el tiempo límite. Y si un oponente que puede realizar de dos a tres acciones en el tiempo
que él puede hacer una se pone totalmente a la defensiva, derrotar a ese oponente en sólo un minuto será casi imposible.

Se quedó… sin opciones en absoluto…

Todo lo que podía hacer era defenderse de Orochimaru y Hebigami mientras se paraba sobre el charco creado por su
propia sangre y soportar esa profunda cuchillada. Una batalla completamente unilateral.

Ayase tragó saliva mientras se mordía los labios y veía la figura de Kuraudo que continuaba su descarga sobre Ikki.

¡…Es fuerte! ¡Este hombre, no puede ser derrotado!

¡Así que este era el nivel nacional! Entre los mejores ocho del último festival, esta era la verdadera fuerza del Devorador
de Espadas.

¡¿Hay tales monstruos en la cima de las Siete Estrellas…?!

Ella no podía ver la victoria. Ninguna salida era visible. Pisoteo todas las estrategias y técnicas enviadas hacia él mientras
se burlaba.

Ante eso, Ikki seguía recibiendo daño conforme el tiempo se hacía eterno. Seguía defendiéndose de Orochimaru y
Hebigami una y otra vez con su antiestética observación y técnicas de kodachi las cuales se estaban atenuando mientras el
tiempo pasaba, y el número de golpes de los que no podía defenderse o esquivar se incrementaban. Y cada vez que eso
sucedía, la hoja de sierra rasgaba la carne de sus brazos y muslos.

¡A este ritmo—!

Un déjà vu de mal agüero. La visión de Ikki rehusándose a caer aun luego de lesionarse a tal extremo se solapó con la
visión de Kaito hace dos años.

“¡—!”

Ayase ya no podía soportarlo.

“¡Vermillion-san! ¡Por favor, detén este enfrentamiento! ¡A este ritmo, Kurogane-kun se hará pedazos!”

“¡Si lo detengo entonces no recuperarás el dojo, sabes.”

“¡No me importa! ¡Kurogane-kun es más importante!”

“Eso es verdad… Pero aun así, no.”

Ayase estaba impactada ante las palabras de Stella, quien estaba viendo como desgarraban a su amante poco a poco
mientras tenía los brazos cruzados debajo de sus pechos como si no fuera nada.

“¡¿Por qué?! ¡¿Acaso no eres su novia?! ¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡¿O hay alguna manera de cambiar esta situación?!”

“—Imposible. Si fuera yo podría haberlo restringido con mis flamas, pero Ikki no tiene esa opción. No tiene un método
para atacar desde esa distancia. Y encima de eso, su única manera de atacar, su defensa y ofensiva son de corto alcance
como un espadachín, no puede hacer eso desde esa distancia… La situación es bastante desesperante supongo.
Honestamente, no pensé que ese tipo de la calavera sería tan fuerte.”

Stella estaba serena. Pero mirando con más atención, sus uñas estaban clavándose en la blanca piel de sus brazos cruzados.
Una gota de sangre manchó su uniforme. Las está reprimiendo, las ganas de salir corriendo justo en este instante.

“La etiqueta de los mejores ocho en el país no es una broma, tengo que admitirlo luego de ver esto. Ese hombre es fuerte.
A este ritmo Ikki va a perder.”

“¡No lo entiendo… ¿a pesar de que comprendes todo eso por qué no lo detienes?!”

“Es imposible que haga eso.”

“¡¿Por qué?!”

“Porque Ikki… luce como si se estuviera divirtiendo mucho.”

“¿Eh?”

Ayase miró a Ikki, pensando, ¿qué demonios está diciendo Stella? Y fue golpeada por el shock.

Él se está… ¿riendo?

Ikki tenía una sonrisa en su rostro. Y no era la usual sonrisa inocente y amable. Como una bestia mostrando los dientes.

“Ahora que lo pienso, él estaba sonriendo cuando enfrentó a Katharterio Salamandra.”

“¿P-Por qué? ¿Aun cuando puede ser asesinado? H-Hay tanta sangre… ¿por qué?”

“¿No se debe a que es muy divertido?”

Ella no podía entenderlo. Aún no estaba… a ese nivel. Pero, Stella entendía. Y probablemente, su padre también.

“…Oye, Senpai. Después de escuchar tu historia, hubo una cosa que Ikki y yo no pudimos comprender. No quedamos
satisfechos.”

“¿No quedaron… satisfechos?”

“¿El Último Samurái realmente se hundió en el arrepentimiento?”

“¿…H-Huh? ¿Qué estás diciendo? ¿No es eso obvio?”

Ayase de repente se alteró ante las inesperadas palabras de Stella.

“¡Si tan sólo, si tan sólo ese tipo no hubiera aparecido, seguiríamos viviendo pacíficamente! ¡Mi padre no había quedado
en coma! ¡Nuestro dojo no habría sido robado! ¡Los pupilos no habrían salido heridos! ¡Ese tipo, destrozó nuestra pacífica
vida diaria! ¡Por eso, por supuesto que mi Padre tiene arrepentimientos!”

“Pero eso no es más que la subjetividad de Senpai, ¿cierto?”


“¡Qué—!”

“Sólo trata de pensarlo un poco. Un hombre que una vez quería la corona del mundo de las espadas, que incluso fue
llamado el Último Samurái debido a esa ambición absurdamente grande… una persona como esa, ¿sería verdaderamente
feliz en una vida donde ni siquiera puede usar su espada, y quedarse como instructor? ¿Es esa una vida diaria que él
querría que continúe para siempre? —Si fuera yo, definitivamente no podría soportarlo.”

“¡—!”

“Ciertamente, el fastidio de la pelea es innegable. Y los métodos que ese tipo de la calavera usó para desafiar a tu padre no
son admirables en absoluto. Pero hubo una persona que llegó tan lejos sólo para desafiar a tu padre… Como espadachín,
¿no es eso algo de lo que estar contentos?”

Imposible… No hay manera de que eso sea posible. Después de todo, mi Padre siempre estaba sonriendo. Cuidaba de sus
pupilos con ojos amables, y le pasó su espada a la siguiente generación—

「¡Esta es mi batalla! ¡No interfieras!」

“¡¡¡—!!!”

En ese momento exacto, algo dentro de Ayase, algo que ha estado perdido por un largo tiempo cayó perfectamente en su
lugar con un click. Y entonces, entendió todo.

Durante esa pelea, la razón por la que Kaito lucía tan terrible, y por qué sonaba como un demonio salvaje que incluso
Ayase nunca lo había visto o escuchado así, cuando Ayase trató de detener el duelo. Por qué intentó continuar el duelo
con ese obvio resultado.

Ella no se había dado cuenta hasta ahora; no se había dado cuenta de los verdaderos sentimientos de Kaito.

Por tanto tiempo, había pensado que Kaito aceptó obligadamente un duelo que no quería, y fue derrotado, lleno de
arrepentimiento.

¡Pero eso era erróneo! ¡Absolutamente erróneo!

Ciertamente, él había intentado pelear por los pupilos lesionados. Quería pelear para proteger el lugar en el que vivía su
hija.

¡Sin embargo, eso no era todo!

El combustible que manejó a Kaito en aquel entonces, había sido un sentimiento mucho más simple que el decoro y la
moral, había sido mucho más puro.

Quería pelear.

Quería pelear con el oponente frente a él.

Quería derrotar al asombroso tipo frente a él.


Era simplemente los instintos naturales de una bestia salvaje por pelear. Porque esa pelea era, para Kaito-san que estaba
asolado por una enfermedad, un momento que siempre había anhelado. Lo deseaba aunque su alma debiera quemarse, un
momento de pasión.

…Aaah… así que eso era.

—Perdón.

Esa palabra, no era algo que nos decía a nosotros.

Ahora, podía comprenderlo. Esas palabras no estaban dirigidas a Ayase ni a los pupilos; le dijo esas palabras a Kuraudo.
Sin importar la razón, había un chico dispuesto a desafiar a un fósil del pasado enfermo como él. Pero no logró mostrarle
todo del estilo Ayatsuji de un solo filo. Por eso le estaba pidiendo a Kuraudo que lo perdonara por su débil actuación.

…En serio, ese viejo tonto.

Pronunciar las palabras que bien podrían ser sus últimas palabras a su enemigo. Ella siempre pensó en él como un tipo de
persona más intelectual. ¿Pero qué? Resultó ser un egoísta extraordinario! Casi como un chico que odia perder.

Pero… aun así.

…Entonces mi padre… ¿al final estaba feliz?

En ese momento, un ruido metálico fuerte y sobresaliente sonó a través del salón.

Parte 3

El sonido de choque más ruidoso hasta entonces resonó de repente, y el salón se quedó en silencio.

“¡Haa, haa! ¡Haa!”

En ese silencio, Ikki estaba jadeando bruscamente. La sangre perdida por las incontables heridas que soportó
enormemente drenaban su energía. Pero—Ikki no era el único que estaba jadeando.

“¡Ugh! Haa, haa, haa.”

Aunque Kuraudo aún no había recibido una herida, también estaba respirando pesadamente. La batalla parecía ser
completamente unilateral, ¿pero por qué estaba casi tan cansado como Ikki?

La respuesta, Stella inmediatamente la descubrió.

“¡Eso es! ¡Entonces ese es el punto débil del Contraataque Marginal…!”

“¿Eh? ¿De qué estás hablando Vermillion-san?”

“Sólo mira atentamente la cara del tipo calavera, lo entenderás.”


Habiendo escuchado eso, Ayase miró el rostro de Kuraudo. Estaba sudando mucho, y de su mentón, se estaban
derramando gotas de sudor como desbordándose.

“¡…Ya veo! ¡Es su resistencia!”

“Sí. Es bastante simple ahora que lo pienso. Ese Contraataque Marginal avasallante suyo que desafía el sentido común le
permite realizar más acciones, pero a cambio el consumo de resistencia es muy severo. ¡Ikki inmediatamente notó eso y
jugó para hacer tiempo mientras soporta la mínima cantidad de heridas que pudo, con el fin de reducir su resistencia!”

Como confirmando eso, Kuraudo de repente rechinó los dientes de manera violenta.

¡Maldición…! ¡Se suponía que esto iba a avanzar a mi ritmo, pero antes de darme cuenta fui atrapado por el juego de
resistencia de este bastardo!

A pesar de que estaba medio muerto y apenas podía sostener su espada, inmediatamente vio la debilidad del Contraataque
Marginal de Kuraudo y lo arrastró a su propio ritmo. Como resultado, la energía de Kuraudo estaba casi completamente
agotada.

Sí, es exactamente como Stella dijo. Ikki no era el tipo de chico que se quedaría sentado tranquilo mientras lo estaban
atacando. En su arsenal, había muchos método para desgastar a sus oponentes.

Casi como la hechicería… qué bastardo molesto.

A Kuraudo le dieron escalofríos cuando trató de pensar en cuántas capas de planeamiento tenía este simple enfrentamiento
de atacar y bloquear.

Por el otro lado, Ayase estaba admirando totalmente a Ikki.

“¡Como se esperaba de Kurogane-kun! ¡Puede hacer eso incluso desde un lugar donde sus espadas no alcanzan al
oponente! ¡Si es así, podría ser capaz de ganar…!”

Pero cuando Ayase estaba agitando sus puños por la felicidad ante la posibilidad de un giro, Stella mostró una expresión
severa.

“…Quizás, quizás no.”

“¿Eh? ¿A qué te refieres?”

“Este juego de resistencia era su última carta. No tenía otras opciones al no poder cambiar la distancia en absoluto. Eso es
todo. E Ikki también se quedó sin resistencia. Está mucho más allá de su límite. En una batalla prolongada, la posibilidad
de que pierda es más alta.”

Era algo que hizo sólo como último recursos en esa situación desesperadamente desventajosa. Por lo que no era algo que
tuviera muchos méritos de su lado. Lo único que podía decirse era—

“Bueno, sin importar quién pierda y quién gane… el próximo golpe probablemente sea el último.”

Esa era la única verdad.


“…Este bastardo… ¡debería haber un límite para la obstinación…!”

“Haa, haa… desafortunadamente, odio perder… Y… ha pasado tiempo desde que me maltrataron tanto… Es muy
divertido… sería una pena que terminara.”

“Haa… haa… haa… ¿divertido, es? ¡Jajajajaja! ¡Tú también, huh, tú también estás muy mal de la cabeza!”

“¡…Eso, podría decir lo mismo de ti…!”

“…Sí, pero es hora de terminar esto.”

Kuraudo corrigió su respiración, y enderezó su espalda. Y blandió Orochimaru.

“El próximo te acabará.”

Declaró al guerrero cubierto de sangre, de pie frente a él. Con el próximo golpe—lo matará.

Y aceptando ese desafío mortal, Ikki felizmente levantó los extremos de sus labios.

“—Sí, así es. Yo también estaba pensando eso.”

Ubicó la hoja negra frente a sus ojos, apuntando el extremo directamente al pecho de Kuraudo. Los dos caballeros
intercambiaron la promesa de otorgarle una muerte inevitable al otro, y entonces—

“Antes, ¿puedo preguntar algo?”

“¿Qué?”

Antes de terminar el enfrentamiento, Ikki preguntó algo que tenía que oír del propio Kuraudo sin importar qué.
“El gran maestro de la espada que ambos anhelamos… ¿estaba sonriendo igual que nosotros ahora?”
Ante esa pregunta, los ojos de Kuraudo de pronto se abrieron grandes.

“…Jaja, no preguntes algo tan obvio.”

Respondió como escupiéndolo.


“Es imposible que alguien que es llamado el Último Samurái no disfrute un excitante enfrentamiento mortal tan divertido
como este.”
“…En verdad.”

Quería saber eso. Y quería que la respuesta fuera esa. Por eso, Ikki lo dijo.

“Gracias.”

Arremetió mientras mostraba los dientes.

Mientras derramaba sangre de varios cortes en su cuerpo, Ikki se impulsó con una pequeña postura.
Su cuerpo teñido de rojo estaba medio muerto, medio vivo. Pero la velocidad de esa arremetida de ahora es la más alta
desde el comienzo de la batalla, casi como un ventarrón.

¡Qué bastardo ridículo!

Kuraudo no se sentía arrepentido de elogiar a ese Ikki. Entonces, él también debería dejar de lado todos los titubeos.
Decidió volcar toda su alma en el siguiente ataque, y redujo el tamaño de Orochimaru al de una espada de una mano.

Reduciendo el alcance, pero priorizando la velocidad. Un ataque de máxima velocidad que contenía su todo. ¡Utilizando
el Contraataque Marginal al máximo, una técnica suprema que sólo el Devorador de Espadas podía desatar!
“¡Yamata no Orochi―!”
Un ataque con poder al máximo. Y al mismo tiempo balanceó su espada; ¡ocho cabezas aparecieron al ataque! Brillando
tenuemente con un resplandor color hueso, la serpiente de ocho cabezas asaltó al caballero de cabello oscuro mientras
mostraban los colmillos.

Para Ikki, quien no pudo detener el ataque cuádruple, era imposible detener esto. Será asesinado sin dudas.

Pero, aunque eso era un hecho. ¡Aun así!

El Peor no se detuvo. Sin un ápice de titubeo, arremetió hacia la serpiente de ocho cabezas inminente. Con la hoja
posicionada paralela a su vista, y con el extremo apuntado directamente al pecho de Kuraudo, se impulsó hacia delante sin
intención de defenderse.

¿Acaso era auto-abandono? ¿Acaso era un ataque frenético al azar?

¡No!

¡…No! Esto es—

Por la hoja ubicada paralela a su vista. Y por la profundidad del par de ojos que liberaban un resplandor deslumbrante.
Kuraudo sintió un escalofrío como si todo su cuerpo estuviera siendo cortado.

Él conocía esto. En el pasado, hubo un momento donde tuvo la misma sensación. Eso fue, durante el enfrentamiento con
Ayatsuji Kaito. Durante el último momento. En ese instante, el casi muerto Kaito estaba tratando de hacer algo. Igual que
el Ikki de ahora, tenía su espada blandida de esa manera, y se impulsó hacia delante abandonando toda defensa.

Hasta este día, Kuraudo siempre se había preguntado qué fue eso, esa sensación. Pero ciertamente la tuvo en ese momento,
esa sensación.

Peligro.

De un hombre que estaba medio muerto, un hombre que podía colapsar en cualquier momento, sentía un miedo
irrazonable que brotaba de su interior. Y en este momento, era lo mismo—¡y exactamente por eso!

¡¡¡Interesante!!!

Kuraudo no detuvo su espada. Aun en ese preciso momento, podía evadirlo con su Contraataque Marginal. ¡Pero aun así,
no lo hizo! ¡Lo enfrentó directamente!
¡¡¡Por supuesto que lo haré…!!!
Kuraudo siempre anheló ver esto. Quería ver la continuación de ese duelo, aunque pensaba que ya no era posible. Quizás,
quizás Kaito se recupere. Quizás Ayase dominaría la espada completamente y vendría a desafiarlo.

Con ese deseo marginal en mente, siempre había esperado en este lugar. Era por eso, que no se detendría. No había
motivo para que se detuviera.

“¡La espera valió la pena! ¡¡¡Dos largos años—!!!”

Inmediatamente después, sus dos figuras se cruzaron, y la sangre fresca voló por el aire.

Las salpicaduras de sangre que se elevaron tan alto que alcanzaron el techo—eran de Kuraudo. Había una masiva tajada
diagonal en su corpulento cuerpo, comenzando desde el hombro derecho hasta el final de su área abdominal izquierda
inferior.

Y en cuanto a Ikki, él no recibió heridas.

¿Por qué? Yamata no Orochi era algo que no permitía defenderse y ni evadirlo. En realidad, Ikki recibió los colmillos de
la serpiente de ocho cabezas con su cuerpo. ¿Pero por qué estaba ileso?

La razón, Ayase la entendió inmediatamente.

…S-Sin dudas… eso es…

En el pasado, Ayase había atestiguado esta técnica una vez. Cuando Ayase decidió entrar a la Academia Hagun, era la
técnica secreta del estilo Ayatsuji de un solo filo que su padre le había mostrado a ella.

En ese momento, cuando Ayase atacó a su padre con Hizume, ella ciertamente golpeó su cuerpo. Pero no fue capaz de
cortarlo. La respuesta, era como si él estuviera cortando los pétalos de cerezos danzando a través del aire. Su padre dijo
esto—

—Un contraataque será retrasado si uno usa la hoja para desviarlo con el fin de realizar una interceptación.

Porque cuando uno desplazar la espada del enemigo para evadirla, entonces la propia espada de uno también se desplazará
desde el lugar que él quiere atacar a una distancia proporcional. ¿Entonces que debería hacerse con el fin de realizar un
contraataque perfecto?

Kaito dio una respuesta a esa pregunta. Todo lo que uno tenía que hacer es tomar el ataque del oponente con el cuerpo de
uno y rebatirlo sin desplazar la espada del oponente junto con el lugar que uno quiere atacar.

Una postura incomparable para evadir el ataque del enemigo al usar el menor movimiento posible, disipando todo del
mundo material y sintiendo toda existencia física alrededor.
“Técnica secreta final del estilo Ayatsuji de un solo filo, Ten’i Muhou!”
¿Pero por qué Kurogane-kun fue capaz de usarla? Incluso Kaito usó sólo una vez esta técnica secreta en frente de ella,
entonces por qué—

“—Ah.”
Luego recordó algo que Ikki había dicho en aquel restaurante familiar.

“Se debe todo al duro trabajo de Ayatsuji-san. Además, pienso que hubieras resuelto el problema pronto, y llegar al
secreto.”

Ikki nunca dice nada si no está seguro. Ayase quien había recibido su entrenamiento directamente conoce su sinceridad
mejor que nadie.

“¡No puede ser, él ya lo sabía en ese entonces…!”

“Robo de Espada.”

“¿Eh?”

“El estilo de espada de Ikki. Él es capaz de robar incluso los más profundos secretos de un estilo de espada después de
observarlo. Eso también sucedió en mi caso.”

Sí, en aquel momento, Ikki ya había visto a través del estilo Ayatsuji. El destino que la espada desordenada de Ayase, una
espada que estaba entrenando desesperadamente para seguir a su padre, alcanzaría.

Confirmando eso, Stella le mostró una mirada de encanto. Porque sabía que esto era el verdadero horror de Ikki. Él no
estaba satisfecho, a pesar de que tenía tanto poder. Acumulando poder y técnicas aunque lo ayudaran apenas un poco, y
usarlas, con el fin de alcanzar una nueva cúspide. Esa imparable ambición que convierte a El Peor en el Rey Espada Sin
Corona. Esa era la verdadera esencia de Kurogane Ikki, el amante de la Princesa Carmesí.

“…Dios, es un hombre que vale la pena seguir, en serio.”

Stella murmuró eso en un tono asombrosamente bajo. Pero en ese momento,

“¡—AAAAAH!”

Algo que nadie allí podía creer sucedió. Kuraudo, mientras soportaba esa herida obviamente letal aulló como una bestia
enloquecida y mantenía su postura, rehusándose a dejar caer su cuerpo. La inmensa cantidad de sangre que fluía de su
herida formó un charco debajo de sus pies. Pero aun ási, Kuraudo no dejó que sus rodillas se doblaran, y no admitió la
derrota.

¡Sigue de pie!

Ante esto, incluso Ikki no podía ocultar su asombro. Pero—

“…Ya veo. Así que esto es lo que el viejo maestro quería usar en ese entonces.”

No había más espíritu de lucha en los ojos de Kuraudo.

“Jaja… Asombroso…”

Como anhelando la batalla que ocurrió aquí hace dos años, se reía animadamente. Y entonces, una vez más dirigió su
atención hacia Ikki luego de levantar su cuerpo teñido de sangre.
“El Peor—¿tu nombre?”

“Kurogane Ikki.”

“Kurogane… Continuaremos esto en el Festival de Arte con la Espada de Siete Estrellas.”

Diciendo eso, se dirigió hacia la salida del dojo. Parece que ya no tiene intención de pelear. Suponiendo eso, Ikki
preguntó—

“Kurashiki-kun, este dojo—”

“Haz lo que quieras. —Porque ya no tengo motivo para esperar.”

Esa fue su respuesta.

“¡E-Espera, Kuraudo!”

“¡Oigan, chicos! ¡Nos vamos!”

“¡S-Sí!”

Sus lacayos siguieron a Kuraudo uno por uno y dejaron el dojo. Y justo cuando sus figuras desaparecieron por completo,

“¡Whoa! ¡Aguanta, Kuraudo!”

“¡Esto es malo, perdió la consciencia completamente!”

“¡Alguien dese prisa y llame a una ambulancia!”

“¡Esperen un momento! Los llevo a la escuela.”

“¡Kuraudo! ¡Resiste—!”

Su voces en pánico hacían eco a la distancia.

Ikki disipó su Intetsu con un suspiro, aunque parecía haber algo de admiración residiendo allí.

“No quería dejar que sus enemigos vieran su debilidad… Es asombrosamente terco.”

“Igual que tú, ¿cierto?”

“¡Uwaah!”

Al ser empujado de repente, cayó de trasero al piso.

“¡Q-Qué estás haciendo, Stella!”

“No digas esas cosas pretenciosas cuando ni siquiera puedes pararte.”


“Uuu.”

Ciertamente, el Ikki de ahora ni siquiera podía levantarse, ni hablar de caminar. Como fue descubierto, apartó el rostro
con una mueca.

“Lo notaste…”

“¡Por supuesto! ¡Jeez, te apalean de esta manera cada día! ¡Si tenías una técnica tan asombrosa por qué no la usaste antes!”

“No pidas lo imposible. Es el ataque secreto del grandioso Último Samurái. No hay manera de que pueda usarla sin
preparación previa. Si no hubiera desgastado a Kurashiki-kun para hacer que sus ataques de espada se atenúen, me
hubiera convertido en carne picada.”

“¡Entonces al menos trata de evadir esas heridas un poco más!”

Suspirando, Stella le dio su bolso a Ayase.

“Senpai, traje un botiquín de primeros auxilios por si acaso, ¿puedes detener el sangrado, por favor? Una chica de un dojo
como tú debería ser capaz de hacerlo, ¿cierto? Mientras tanto voy a llamar a un Sensei para que nos encontremos, no
podemos subir al tren con toda esta sangre encima, ¿o sí?”

“¡S-Sí, entendido!”

Respondiendo, Ayase tomó el bolso. Dentro había muchos materiales de primeros auxilios como vendajes, líquidos
desinfectantes y demás. Antes de que Stella terminara de llamar a la escuela para pedir un auto, ella debería ser capaz de
completar parte del tratamiento. Ayase rápidamente comenzó el tratamiento, y mientras lo hacía…

“Kurogane-kun… Gracias.”

Tomó con fuerza las manos de Ikki y le ofreció más sincera gratitud.

“Gracias a ti, creo que finalmente entendía lo que sentía mi padre… Pensé que era la que mejor lo entendía, pero parece
que no lo entendí en absoluto.”

“Eso no es verdad.”

“¿Eh…?”

“La razón por la que pude ganar hoy fue gracias al hecho de que Ayatsuji-san fue capaz de recordar perfectamente las
enseñanzas de Kaito-san. Creo que nadie además de Ayatsuji-san, podría haber hecho eso. Eres la que más lo entiende.
Porque eres la sucesora del Último Samurái.”

“…”

“¿En verdad? Ayase no lo sabía con certeza. Pero ella, ciertamente, rezó por que eso sucediese.

“Entonces, tendré que volverme más fuerte. Lo suficiente como para poder llamarme a mí misma con orgullo, su sucesora,
lo suficiente como para vencer a ese chico yo misma.”
Los ojos de Ayase ya no estaban nublados como antes. Probablemente nunca vuelva a perder su camino. Porque había
hallado un lugar para sí misma, un lugar del que estaba orgullosa de estar.

Ikki le mostró una sonrisa de alivio a esta Ayase.

“Lo esperaré con ansias.”

Rezó por que el deseo de la chica algún día se haga realidad.


EPÍLOGO – SONRISA GLACIAL

PERIÓDICO MURAL DE LA ACADEMIA HAGUN


Personajes —— Escritora • Kagami Kusakabe

KURAUDO KURASHIKI

■ PERFIL
Afiliación: Academia Donrou, Año Tres
Rank de Caballero: C
Artes Nobles: Cuchilla de Serpiente de Hueso
Apodo: Devorador de Espadas
Resumen Personal: Un líder de delincuentes

Gráfica de Atributos (empezando por el extremo izquierdo, siguiendo el sentido de las agujas del reloj)
Habilidad Física: B+
Suerte: D
Poder Ofensivo: B
Poder Defensivo: B
Cantidad de Maná: D
Control de Maná: F

¡Checkeo de Kagamin!
¡Esta persona que luce fuerte es un perro loco que ruge, y que no hace distinciones entre Blazers y espadachines
mundanos! ¡Los dojos de artes marciales que han caído ante él superan los dígitos dobles, y ninguna táctica está prohibida
para luchar con buenos oponentes! Pero en la pelea misma, él es un maníaco de la peleas limpias. Parece que es similar a
Kurogane-senpai y Stella-chan en ese aspecto. De acuerdo a la información de amigos en Donrou, parece que comenzó un
impactante entrenamiento físico con el fin de derrotar a Kurogane-senpai, para ser un oponente más formidable la
próxima vez que aparezca.

***

『¡Duelo Afuera del Campus! ¡Devorador de Espadas, el As de Donrou, aplastado por El Peor!』
Al día siguiente del duelo, un periódico con un artículo titulado así se había esparcido. Incluso había fotos del duelo
tomadas en secreto. La que escribió el artículo no era otra más que Kusakabe del Club de periodismo. Ella primero
sospechó luego de escuchar la conversación de Ikki y Ayase durante el enfrentamiento de selección. Así que al día
siguiente, siguió a los tres, incluyendo a Stella.

「¡Para una periodista, este nivel de persecución es una obligación!」

Ese parecía ser el caso. E Ikki sólo pudo chasquear la lengua ya que no sintió ni una pizca de su presencia ni una sola vez
durante todo lo que pasó.

Este artículo además era un gran golpe para Hagun. Por supuesto, ya que el oponente era el as de otra escuela, a pesar de
ser un duelo afuera del campus, no podía ser una casualidad, tratándose de uno de los mejores ocho del país. Incluso los
chicos que aún albergaba un poco de dudas no tenían más opción que callarse y aceptar las habilidades de Ikki.

Y en alguna parte entre todos ellos, alguien preguntó esto—

¿Quién es el más fuerte? El más fuerte de Hagun, ¿la actual presidente del consejo estudiantil Raikiri Toudou Touka o El
Peor?”
Nadie sabía de dónde vino esa pregunta, pero esa pregunta encendió un fuego entre los estudiantes de la Academia Hagun.
¡Raikiri está entre los mejores cuatro! Por supuesto que ella es más fuerte. No, si se trata de El Peor, puede que sea capaz
de derrotarla. Imposible. Es posible. No. ¡Sí!—

Argumentos como esos se surgieron a través del campus y para cuando había pasado una semana, todos deseaban
estrepitosamente la respuesta.

Una semana después del duelo con el Devorador de Espadas. Era de tarde. Ikki y Stella terminaron su entrenamiento
diario en el claro del bosque y ahora estaban descansando en un banco, sentados lado a lado.

Y durante eso, Ikki recibió un mail de Ayase, el contenido—decía que su padre, Kaito-san, había recuperado la
consciencia.
“¿Eh? ¡¿El padre de Senpai despertó?!”

“Así parece.”

“Qué momento increíble.”

“Sí, Ayatsuji-san también parece asombrada. Mira esto.”

Ikki le mostró el contenido del mail a Stella.

「¡¡¡¡¡¡¡Mi padre ha recuperado la consciencia!!!!!!!」

“Wow, es verdad. ¡Está muy sorprendida! Hay tantos signos de exclamación como Bolas del Dr●gón.”

“Bueno, está bien si está alegre.”

De hecho, luego del duelo de aquel día, no habían visto a Ayase ni una vez. Porque después de eso, cuando regresaron a la
escuela—

‘Hice que Kurogane-kun hiciera todo esta vez, así que al menos decidiré por mí misma que hacer de ahora en adelante.’

Diciendo eso, fue al comité ejecutivo de los entrenamiento de selección y confesó que había hecho trampa en el
enfrentamiento. Gracias a la intervención de Oreki-sensei su expulsión pudo evitarse pero su inscripción en los
enfrentamientos de selección fue borrada y fue suspendida en la escuela por 7 días. Por eso Ikki estaba contengo de saber
que le estaba yendo bien a pesar de eso.

“Pero ya que su padre despertó, será difícil para ella regresar a la escuela.”

“Sí…”

Porque estuvo en coma por dos años. Su cuerpo probablemente estaba muy débil. La rehabilitación será dura, eso es
seguro.

Además… tiene una enfermedad cardíaca. Ayase debe querer pasar un poco más de tiempo con él.

“¿Ya no vendrá más a practicar tampoco?”

“…Es un poco solitario.”

“Pero no puede evitarse.”

Mejor dicho, debería ser algo por lo cual estar feliz, ya que Kaito finalmente despertó, a pesar de que los doctores estaban
diciendo que no llegaría hasta el invierno.

“Puede que sea breve, pero quiero que esos dos pasen un tiempo muy valiosos juntos.”

“…Sí.”
Conforme rezaba por eso con Stella a su lado mientras alzaba la vista al cielo nocturno, su datapad de pronto sonó.
¡Alguien lo llamaba, y hablando del rey de roma! Era Ayatsuji Ayase.

“¡Oh! Está llamando directamente ahora. ¿—Hola?”

“Así que tú eres Kurogane Ikki-kun. Escuché sobre ti de Ayase. Quiero que te cases con ella de inmediato y encargarse
del doj—” *Bag**Ugh*

“¿Qué demonios estás diciendo? ¡Acabas de despertarte después de dos años! Lo siento, Kurogane-kun, el idiota dijo algo
grosero. Te llamé porque él quería agradecerte pero…”

“¡Jajaja! No necesitas ocultarlo Ayase. Lo amas, ¿cierto? Me refiero a Kurogane-kun. Un padre puede entenderlo. Cuando
estabas hablando de Kurogane-kun lucías como una esposa hablando con cariño sobre su esposo. ¡Justo como tu madre
solía ser!”

“¡Aaaaaaaah! ¡Ahhhhh! ¡¡¡No digas algo tan extraño—!!!”

“No tienes que ocultarlo. Papá se despertó, así que ustedes dos—”

“¡¡¡Sólo duérmete por dos años más—!!!”

“Ugh― ¡…Argh!”

“¡K-K-Kurogane-kun! ¡O-Olvida eso! ¡H-Hablamos luego!” *Click* —Beep-Beep-Beep—

“…Bueno, de alguna forma, parece que Kaito-san va a vivir más que nosotros…”

“Estaba pensando lo mismo.”

Pero bueno—

“Pero de alguna manera, todo se siente resuelto, ¿verdad?”

“Sí.”

El dojo fue devuelto a Ayase, y Kaito se despertó. Puede que Ayase no venga más a practicar así que todo se sentía un
poco solitario, pero bueno, no es como si fuera la última vez que la iban a ver. El caso acerca del dojo Ayatsuji estuvo
repleto de altibajos desde lo del restaurante, pero era bueno que todo ya se haya calmado.

“Pero, todo ha estado un poco tranquilo desde que tenemos una persona menos…”

“Más bien, somos los únicos aquí.”

“Bueno, eso también es verdad.”

Hoy, Shizuku y Arisuin estaban ausentes como Ayase.

“Es raro, Alice está bien pero que Shizuku esté ausente es…”
“Sí… quizás está cansada.”

“…Eso significa… que estamos los dos solos… ¿cierto?”

“…”

Stella entrelazó sus manos con las de Ikki. Ella estaba mirándolo con deseo, y ojos rubí que parecían albergar una ligera
fiebre. Desde lo de la pileta, su relación se ha vuelto más como la de los amantes, aunque todavía permanecía platónica.

Así que señales como esta, ellos iban a aceptarla, de ambos lados. Sentados en el banco, acortaron la distancia poco a
poco y se acercaron el uno al otro.

“Stella…”

“Ikki…”

“Ikki…♡”

““¿Eh?””

Ambos de pronto giraron hacia esa voz de más.

“Beso~ ¿…Eh? ¿No se van a besar?”

Era Arisuin quien trataba de mezclarse con el beso desde un costado.

““¡¡¡UWAAAAAAAH!!!””

Y en cuanto a Stella e Ikki, se cayeron del banco casi instantáneamente.

“¡A-Alice! ¡Q-Qué estás haciendo!”

“Oh no~ Con esa pasión, estaba pensando si podríamos hacer un trío~”

““¡¡¡ABSOLUTAMENTE NO!!!””

“Es una broma, una broma~♪ Aww~ Ambos estaban colorados, fue tan tierno~ Ajaja.”

¿Acaso su reacción fue tan extraña? Arisuin tenía lágrimas en las esquinas de sus ojos y una gran sonrisa. “Pero aun así, la
Hermana Mayor está asombrada~ Acortar su distancia como un erizo… tan lentamente, ¿puede ser que todavía no tengan
experiencia—?”

“¡¡¡N-N-No hemos llegado tan lejos!!!”

“Ah, ¿en verdad? Pero eso sí que fue un progreso rápido. Ahora pueden coquetear tan bien.”

“…Mejor dicho, Alice, ¿te diste cuenta de que estábamos saliendo?”

“Bueno, sí, de alguna forma. Pero lo confirmé hoy~♪”


“Ugh…”

Stella mostró una expresión amarga. Arisuin era una persona sociable, por lo que era popular entre chicas y chicos. Y si
ellos fueran descubiertos, podría ser malo—eso era probablemente lo que ella estaba pensando.

¿No hay alguna manera de engañarlo? Stella se estaba quejando con su mirada.

No, pero eso es imposible ahora. Pero si explicaban la situación apropiadamente, él podría mantenerlo en secreto. Así que
él decidió confesarle todo a Arisuin.

“Oye Alice, sobre esto—”

“Lo sé, quédense tranquilos. No planeo contarle a nadie.”

Puede que Arisuin haya supuesto la situación por sí mismo. Puso su dedo índice frente a sus labios y guiñó el ojo. Como
se esperaba de la persona que lograba que aquella Shizuku que odiaba a los humanos se sincerara, sabía cómo lidiar con
los humanos.

“Sólo lo disfrutaré desde un asiento especial~♪”

Era lo que se sentía. Debería ser pateado por un caballo.

“Maldición, fue un error ser descubiertos aquí, pero supongo que el hecho de que Shizuku no esté aquí es una fortuna
entre el infortunio.”

“Sí. Por cierto, ¿la has visto, Alice?”

“Sí. Vine tarde porque estaba jugando UNO con fans pero Shizuku dijo que hoy iba a entrenar sola.”

Entrenar sola…

“Oh, eso es extraño. Que Shizuku no esté con Ikki. Y por propia voluntad.”

“Sí, probablemente se está preparando… Esta vez su próximo oponente “es un oponente.”

“¿Huh? ¿Su próximo ya ha sido decidido?”

“Oh cielos, ¿no lo saben?”

¿Acaso Stella lo sabe? Arisuin la miró pero ella lo negó. Por supuesto, Ikki tampoco lo sabe.

“¿Alice? ¿Quién es el próximo oponente de Shizuku? ¿Y a qué te refieres con que su próximo oponente ‘es un oponente’?”

Ikki preguntó, preocupado. Y Arisuin le mostró una expresión compleja.

“Es la más fuerte… La número uno de esta academia.”


Al mismo tiempo, en la sexta arena de entrenamiento.

Era usada como arena desde las doce del mediodía hasta las cinco de la tarde durante los enfrentamientos de selección,
pero después era usada como arena de entrenamiento para batallas reales que cualquier podía utilizar.

Por supuesto, se usaba la Forma Ilusoria. Era distinto de las clases y sin reglas rápidas o complejas. Así que las personas
que no participaban de los enfrentamientos de selección también la usaban. Por esa razón, sonidos de batallas se oían por
la arena cada día.

Pero hoy era diferente. Lo que reinaba era un completo silencio. El calor de una batalla tampoco podía sentirse. Sólo la
atmósfera cero absoluto podía sentirse, y que dominaba la sexta arena de entrenamiento.

Bueno, por supuesto ese sería el caso, porque—

“Q-Qué diablos pasa con ella…”

“Monstruo…”

Porque cada uno de los caballeros que batallaron aquí se habían convertido en esculturas de hielo.

“¡Ella, realmente… derrotó a cincuenta personas… sola…!”

En la audiencia, un estudiante habló con voz temblorosa. El significado de sus palabras podía rastrearse diez minutos
hacia atrás.

Una chica de primer año vino a los campos de entrenamiento y le dijo esto a todos los presentes: quería enfrentar a todas
esas personas ella sola.

Los que recibieron este ridículo desafío estaban sintiéndose reprendidos, probablemente.

¿Pero el resultado…? Aniquilación total. Ni uno solo de ellos pudo tocarla. La única que permanecía allí era—‘Lorelei’
Kurogane Shizuku.
“No es suficiente…”

Suspiró mientras veía la planicie congelada que había creado. Pensaba que si luchaba con cincuenta de ellos, al menos
sería como una práctica pero, no fue suficiente en absoluto. ¿Acaso Hagun tenía un nivel tan bajo? Esto es estresante.

“…Sin embargo, ¿tú no vas a decepcionarme, o sí?

Bajó la vista hacia su datapad. En la pantalla se encontraba un mail del comité ejecutivo notificándole acerca de su
próximo oponente. Era la número uno de Hagun y estuvo entre los cuatro mejores del país el año pasado.
「Se ha decidido que la oponente para el décimo enfrentamiento de Shizuku-sama será Toudou Touka, del tercer año
clase tres.」
¡Finalmente! Shizuku tenía una sonrisa extrañamente fascinada en su rostro.

Por fin podía dejar de luchar conteniéndose, sin cuidarse de terminar matando a sus oponentes. Esta farsa finalmente
termina.

Quería luchar con un oponente donde podía dar todo de sí. Había estado pensando en eso por mucho tiempo.

Algo como esto, me pregunto si será como Onii-sama.

Bueno, si se trataba de ambiciones estaría más cerca de Stella… pero como oponente Toudou no tenía fallas. Era una
oponente con la que tenía que luchar con toda su fuerza con el fin de ganar.

Al menos.

Al menos podrá luchar con toda su fuerza.

Al menos podrá acabar con alguien con toda su fuerza.

“¡Fufufu, ajajajaj!”

Aunque la temperatura en los alrededores estaba tan fría que penetraba la atmósfera, ella no podía detener el explosivo
entusiasmo brotando dentro de ella. No, si se trataba de una fiebre no podría bajarla así que era mejor no intentarlo en
primer lugar.

Shizuku siguió riéndose, como entregando su cuerpo a la pasión de la batalla venidera.

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