COLEGIO COLOMBO AMERICANO
“Educando líderes transformadores”
INGENUIDAD MODERNA
“El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla” -Anónimo
Tomado de:
http://www.metro951.com/2016/04/ha-vuelto-la-pelicula-alemana-que-juega-con-el-limite/
Un hombre despertó en el siglo XXI
vistiendo su uniforme habitual y deseó
reinventar el mundo. Allí, en un parque
donde anteriormente se localizaba su
propio bunker, Adolf Hitler, se encontró
con la modernidad desde la mirada de los
años 30.
La película Ha Vuelto, del director David
Wnendt, exhibe en formato de falso
documental el recorrido del Führer por la
sociedad moderna y le presenta al
espectador una decisión: Criticar con un
sentimiento de disgusto y repugnancia a un
racista y xenófobo dictador; o simplemente
una admiración burlesca hacia un
personaje histórico, desde mi perspectiva.
Sin embargo, el filme inmediatamente
anula esta libertad de elección debido al
impacto de la tecnología, donde gracias al
bombardeo de ideas e información lleva al
espectador a una paradoja de la sociedad
moderna, donde el sentido de la vida ha
caído en un sin sentido que reconforta la
verdad, haciendo optar al hombre por la
decisión burlesca que le ofrece el ocio de
la tecnología.
Exploremos un poco la idea de que la
sociedad de hoy ha sido víctima del
bombardeo de avances tecnológicos que
convierten al ser humano en un ser no solo
materialista sino también adicto a saber no
educativo sino solaz. A estar al día en la
moda, conocer las últimas noticias, la
actualidad de las redes, son efectos de la
holgazanería que se exponen a lo largo de
la película, donde se muestran algunos
transeúntes que le piden el autógrafo o una
foto a Hitler, buscando, más que un
recuerdo, una prueba de haber estado, de
haber sido parte de ese fenómeno que
apenas inicia. La imagen de Hitler se
viralizó por la necesidad de Fabián
Sawatzky, personaje temporal del siglo
XXI que busca una historia sensacional y
novedosa que le ayudará a recuperar el
trabajo como periodista.
Sawatzky, en su deseo de sobresalir, vende
la imagen de Hitler por una necesidad
moderna de tener un trabajo como
sustento; mientras que el Führer, con su
capacidad de persuasión, va
reconstruyendo una Alemania nazi,
aprovechándose de Fabián Sawatzky, y el
canal que representaba, junto con su
película, para ir reclutando aspirantes y
soldados que apoyen su sentido de vida, su
ideología: hacer prevalecer la raza
alemana, eliminar imigrantes e imponer
una dictadura democrática donde solo un
individuo decida qué es o no correcto
(sorpresivamente, gente de la vida real
apoyaba este pensamiento con marchas,
gritos de alirio sobre la vuelta del Führer).
El periodista cae en esa convicción y al
darse cuenta de quien ayudaba, su sueño
de ser director de cine resultó siendo
herramienta para Hitler, para integrar el
pensamiento alemán del siglo XXI y su
pensamiento que seduce al espectador de
que su doctrina los hará libres, cambiando
la perspectiva que tienen del Führer del
año 45.
La humanidad está en un constante
forcejeo el cual mide al individuo en la
forma en la que rebasa las circunstancias
que le dispara la vida. Los hombres
modernos, tienen un pensamiento de
recambio en el que se consideran
individuos que gracias a la historia, son
mejores y más desarrollados a personajes
del pasado, y que con apoyo de avance
científicos, la vida del futuro se dará entre
risas y chistes. Pero, la película en
mención, deja una gran inquietud. Hitler,
es conocido por su gran persuasión, pero
los temas y métodos que emplea en su
diario vivir, fueron suficientes para que
individuos alemanes, retornen su
admiración, o terror en su defecto, y más
terrorífico, fue su forma de acoplarse a la
tecnología contemporánea donde la
comunicación con Hitler fue más directa
para el mundo alemán. Lo que demuestra
que, por lo menos el mundo no ha
madurado, sigue creyendo que una foto, un
autógrafo o un chiste, son elementos
inocentes, pero en realidad, tras ellos hay
una inmensidad de mensajes, de
ideologías, de seducciones. Entonces,
¿dónde termina la broma y empieza el
delito?
Camilo Melo
11°A