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CORPUS IURIS CIVILIS

El Corpus Iuris Civilis llamado también compilación Justinianea o Cuerpo de


Derecho Civil. En primer lugar tenemos como referencia lo que se llamó el “el viejo
código”, este viejo código justinianeo lo menciona nada más como referencia
porque nunca llegó a conocerse y mucho menos llegó hasta nosotros.
El Corpus Iuris Civilis está compuesto por:

1. Digesto: el Digesto proviene del latín, de la palabra “digesta” que significa


libro que lo contiene todo. Los juristas alemanes también lo llamaron,
Pandectas que significa lo mismo que lo ya dicho en el término Digesta.
El digesto contiene 50 libros. Por lo tanto decimos que el Digesto se divide en
libros, estos, se dividen en títulos (salvo el libro 30, 31, 32 ya que son de título
único). Cada título lleva una pequeña leyenda, denominada rúbrica, que
indica de que se trata. Los títulos se dividen en fragmentos (trozo extraído de
la obra de algún jurisconsulto). Los fragmentos se inician con una inscriptio,
breve anotación que indica a que jurisconsulto corresponde y de que obra fue
extraído. Cuando los fragmentos son demasiados extensos, se los dividen en
parágrafos o párrafos.
Al párrafo del principio también llamado N°1 se lo denomina “proemio”, y el
segundo se lo denomina con el número 1. Para aludir a la obra se utiliza la
letra “D” mayúscula.

Ejemplo: D. 49. 3. 15, 7, 5 (Digesto, libro, título, fragmento, parágrafos).


Ejemplo: D. 49. 3.pr.

Contenido del digesto: Se divide en siete grandes partes:


a) La primera (libros del 1 al 4), nociones generales del derecho.
b) La segunda (libros del 5 al 11), doctrina general de las acciones.
c) La tercera (libros del 12 al 19), disposiciones del edicto sobre las cosas.
d) La cuarta (libros 20 al 27), trata instituciones complementarias de los
contratos, prendas e hipotecas, derecho de familia y tutela.
e) La quinta (libros del 28 al 36), testamentos y codicilos.
f) La sexta (libros del 37 al 44), posesión de los bienes, derecho de
propiedad, sus limitaciones, y la posesión y acciones posesorias.
g) La séptima (libros 45 al 50), normas sobre obligaciones verbales,
fiadores, delitos públicos y privados, penas y las apelaciones en juicio.
Los dos últimos libros del digesto traen agrupados numerosos principios de y reglas
de carácter general bajo las rúbricas respectivamente “De la significación de las
palabras dudosas” y “ De las reglas de derecho antiguo”.
2. Institutas: también se llamaron tratados elementales del derecho y fueron
realizadas fundamentalmente para los estudiantes de derecho. Uno de los
juristas más destacados en la redacción de las Institutas, además de
Justiniano, fue el jurista Teófilo, quien realizó comentarios a estas institutas.
Las institutas es una colección de derecho o del derecho que llamaron Iura de
Derecho o del Derecho, y también es una colección de leyes o
constituciones imperiales.
Las institutas de Justiniano llamadas así en el Corpus Iuris Civilis se dividen
en 4 libros.
El libro 1 nos habla del Derecho y de las personas.
El libro 2 nos habla del modo de adquirir la propiedad. Derechos Reales que
son por ejemplo la propiedad y la posesión.
El libro 3 nos habla de los principios que regulan la sucesión en Roma, en
segundo lugar las obligaciones y los contratos, es decir, los derechos
personales.
El libro 4 habla de las Institutas, de los juicios públicos y privados.

Cita bibliográfica (Institutas)


Como dijimos conforman la obra cuatro libros, que se dividen en títulos, cada
uno con su respectiva rúbrica. Y, no habiendo en propiedad “fragmentos”,
cada título se divide en parágrafos o párrafos, numerados de la misma
manera que el Digesto. Para aludir a la obra se utiliza la letra “I” mayúscula.

Ejemplo: I. 4. 2. 4

3. El Código Nuevo: es una colección que contiene 12 libros que comprenden


las constituciones imperiales de la época del emperador Adriano hasta la
época del emperador Justiniano. Este último ya emperador encomienda a una
comisión de juristas encabezada por el jurisconsulto Triboniano, ayudado por
varios juristas, por ejemplo, Gayo y Ulpiano.
Como se dijo anteriormente contiene 12 libros y se divide en títulos, cada
título tiene su respectiva rúbrica, que es lo que nos va a indicar la materia que
vamos a buscar dentro del código. Por ejemplo, el matrimonio y la propiedad.
Las materias están ordenadas en el código en forma cronológica y cada
constitución imperial que hace al contenido del código lleva sí o sí el nombre
del emperador que la dictó.
Los títulos cuando eran demasiados extensos se dividían en fragmentos.
Cuando el fragmento era demasiado extenso se dividían en lo que se llamó
parágrafo.
Cita del código/Cita bibliográfica

C. 9. 5. 3, 4 (Código letra mayúscula, libro, título, fragmento y parágrafo).


Al párrafo o fragmento N°1 no se lo llama ni se lo cita como N°1; sino que se
lo llama “primero o párrafo o fragmento del principio. Se lo citaba con la
letra p minúscula r minúscula y punto (pr. – proemio).
Cuando se cita al proemio, como es el N°1, casi siempre no es extenso, por lo
tanto el párrafo del principio o el proemio no se divide en parágrafos. Ejemplo:
C. 9. 5.pr
Si quiero más de un parágrafo lo separo por comas, se colocan tantas comas
según los parágrafos a citar.
Ejemplo: C. 12. 5. 3, 2, 6, 7
Al final no se pone punto final, salvo en el proemio.
Cada vez que se cita un libro, se realizan citas diferentes, al igual que los
títulos o fragmentos. Si son varios hago varias citas, no pongo varios libros o
títulos en una misma cita.

Contenido del código


a) El libro 1 contiene disposiciones sobre las fuentes del derecho,
funciones de los magistrados y la relación de estos con la Iglesia y el
Estado.
b) Del libro 2 al 8 contiene normas de Derecho Privado. Ejemplo:
relaciones de familia.
c) El libro 9 habla de Derecho Criminal.
d) El libro 10 a 12 de Derecho Administrativo y Derecho Financiero.

4. Novelas: en apenas seis años una obra monumental quedó concluida, pero,
durante esta época de recopilaciones, Justiniano no dejó de dictar
constituciones. Estas nuevas constituciones recibieron el nombre de Novelas.
Se iniciaban con un prefacio y finalizaban con un epílogo, divididas por
capítulos y éstos en párrafos. Estaban probablemente destinadas a integrar
un tercer código, cosa que no se logró, pero sí existieron colecciones
particulares.
Las novelas se citan con una letra “N” mayúscula, seguida por el número
específico de la constitución y el párrafo.
Existieron colecciones particulares de Novelas. Se conocen tres:
a) La llamada Epítome Iuliani, debida a un tal Juliano, profesor de
Constantinopla. Tenía el resumen de 124 novelas.
b) La colección denominada Authenticum, su nombre deriva del hecho
que, cuando los glosadores la estudiaron la consideraron originalmente
falsa, aunque después le reconoce su autenticidad. Contiene 134
constituciones.
c) Novelas Griegas, la más completa colección de novelas. Recopilación
de 165 Novelas griegas y latinas transcriptas cada una en su idioma
original, de las cuales 158 pertenecen a Justiniano y el resto a sus
sucesores. La mayor parte de las constituciones están escritas en
griego por eso se le da el nombre de Novelas Griegas a dicha colección.

COMPILACIONES POSTERIORES EN ORIENTE


En el imperio romano de Oriente la evolución jurídica del derecho no se detuvo con
el Corpus Iuris Civilis, ya que a los pocos meses de la finalización de las institutas
uno de sus autores, Teófilo, realizó un comentario ampliándolas, al que se llamó
Paráfrasis de Teófilo. Posteriormente, Teófilo redactó un índice del Digesto. Otros
autores también redactaron índices, llegando a ser tal su cantidad que complicaban
y confundían a juristas y jueces. Por esto surge la necesidad de reemprender la
labor legislativa.
Así, a inicios del siglo VIII se dicta la Égloga, destinada a hacer más accesible la
compilación justinianea.
A fines del siglo IX, Basilio prepara dos breves compilaciones, el Prochiro y la
Epanagoge. A él también se debe la obra de reemplazar completamente el Corpus
Iuris, ya que se presentaban dos defectos: estaba redactado en latín, siendo que se
aplicaba en Oriente donde se hablaba griego, y estaba conformado por numerosas
obras independientes, dificultando el análisis de cualquier institución jurídica. Esta
obra se conoce como Las Basílicas y condensa los fragmentos dispersos en las
diversas partes del Corpus Iuris, incluyendo los índices bizantinos. La obra está
dividida en 60 libros.

RECEPCIÓN DEL DERECHO ROMANO EN EUROPA

A. LOS GLOSADORES
En el año 1090 en nuestra era, un monje, Irnerio, descubrió en la biblioteca de la
ciudad de Pisa, un manuscrito de parte del Digesto, al que se conoció como
“manuscrito pisano” o “manuscrito fiorentino”, ya que en el siglo XV fue llevado a
Florencia.
Irnerio lo estudió desde un punto de vista filosófico y gramatical, dando origen a una
escuela: la de los glosadores, designación que deriva de las acotaciones
denominadas “glosas” que los estudiosos insertaban en los textos que analizaban.
Estas glosas podían ser:
Interlineales, que eran las que explicaban un término oscuro.
Marginales, las que explicaban un concepto entero.
Así florece la universidad de Bolonia, la primera del mundo, a la que concurren
estudiantes de toda Europa que luego de obtener sus títulos regresan a sus países
convencidos que el derecho romano es ley general para todos y además es el que
informa a la totalidad de los sistemas jurídicos. Surgen también nuevas
universidades en donde se difunden estos estudios.

B. LOS COMENTARISTAS O POSTGLOSADORES


En el siglo XIV y hasta el XVIII, y como una continuación de la escuela de los
glosadores, florece en Italia la labor de los comentaristas, llamados también
postglosadores.
El punto culminante se halla con Bartolo de Sassoferrato, el maestro y su discípulo
Baldo de Ubaldis, a quienes se los señala como los fundadores de la ciencia
jurídica moderna.
Emplean en su obra el modelo escolástico, esto es la aplicación de los métodos
lógicos de inducción y deducción, llevándolos a niveles exagerados por lo que los
estudios adquieren un complicado desarrollo, esto ha llevado a su crítica, pero hay
que rescatar el hecho de que logran presentar al derecho romano como un cuerpo
orgánico y útil, adecuado a la época en que ellos vivieron.

C. ESCUELA HISTORICA FRANCESA


Llamada también Escuela de los Humanistas, surge en el renacimiento cuando se
rechaza la obra de los glosadores y postglosadores, porque es esta época se busca
el culto por lo antiguo, por lo que directamente se estudian las fuentes justinianeas.
Se preocuparon por descubrir el derecho romano puro, cultivando la normativa
jurídica primitiva, como por ejemplo, la Ley de las XII Tablas.

D. LOS IUSNATURALISTAS
La escuela del derecho natural surge en Holanda en el siglo XVII, fundada por Hugo
Grocio e influida por la tecnología. Posteriormente con Puffendorf se desliga de las
disciplinas teológicas.
Los iusnaturalistas observan que el Ius Gentium es la rama más vigorosa del
derecho romano y que contiene principios comunes a los diversos sistemas
jurídicos de la época, encontrándose basado en la naturalis ratio y la fides. Era
propósito de la escuela formular un derecho fundado en la naturaleza misma del
hombre, lo que le daría principios de validez universal. Estas formulaciones
realizadas por los iusnaturalistas inspiraron los movimientos codificadores de los
siglos XIX y XX.

E. LA PANDECTISTICA ALEMANA
Esta escuela florece en Alemania en el siglo XIX con Savigny, quien sentó las
bases del historicismo alemán. Su obra cumbre fue Sistema de derecho romano
actual, escrito entre 1840 y 1849. La idea rectora de Savigny era que el derecho se
encuentra con íntima conexión con el espíritu del pueblo que debía regir, así el
derecho debe corresponder a los sentimientos y modos de ser de un pueblo
determinado, por esto él sostiene que un estado sólo puede llegar a la codificación
cuando se encuentra maduro como nación, vemos así que se opone a las
codificaciones apresuradas.
Desaparecido Savigny la escuela histórica abandona su pensamiento dando lugar a
un sistema dogmático de derecho privado. De esta manera, sobre las bases de las
compilaciones justinianeas y por conducto de las reelaboraciones doctrinarias nace
la pandectística, que buscó el retorno a las fuentes romanas pero aplicadas como
derecho vigente. Su prestigio fue tal que pronto rebasó las fronteras alemanas y se
derramó e influyó en los movimientos científicos de países vecinos.
Hacia fines del siglo XIX surge Bon Ihering, crítico de las teorías de Savigny,
orientando la pandectística hacia el positivismo jurídico.

EL DERECHO ROMANO EN ARGENTINA


En el Código Civil se distinguen cuatro períodos del estudio del derecho romano en
nuestro país:
1. El primero que va desde la colonización hasta la creación de la Universidad
Nacional de Córdoba en 1614, en esta etapa no existen estudios de este
derecho.
2. La segunda época va desde 1614 hasta 1791, año en el cual el día 22 de
agosto se crea la Cátedra de Institutas en la UNC. Que luego dará origen a
la actual facultad de derecho, en ella se estudiaba el derecho laico al lado del
canónico.
3. Este período va desde 1791 hasta la realización por Vélez Sarsfield de las
concordancias entre el derecho romano y el derecho patrio e hispano en
1834.
4. El cuarto período se inicia en 1834 a 1869 con la sanción del Código Civil, el
cual toma directa e indirectamente gran parte de su contenido del derecho
romano. Un tercio de los 4051 artículos originarios de nuestro código lo tienen
como base directa y otro tercio como indirecta, al reproducir conceptos de
juristas o leyes que en él se ha inspirado. En este último período brillan dos
grandes jurisconsultos argentinos: Juan Bautista Alberdi y Dalmacio Vélez
Sarsfield.

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