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UNIDAD IV ................................................................................................................................................................. 19
3.- REQUISITOS DEL PAGO ................................................................................................................................. 19
3.1.- GASTOS DEL PAGO ................................................................................................................................. 21
3.2.- PRUEBA DEL PAGO ................................................................................................................................. 22
3.3.- IMPUTACION DEL PAGO.......................................................................................................................... 23
EL CASO DE LA DEUDA CON INTERESES ..................................................................................................... 24
Actividad en el Foro.
Actividad Grupal.
Actividad Individual.
Atención.
Audio
Glosario.
Sugerencia.
Video.
- Que el alumno internalice cuales son los efectos que producen las obligaciones,
tanto en lo relativo a su cumplimiento efectivo como en relación a las acciones
legales con las que cuenta el acreedor para satisfacer su interés.
- Que el alumno pueda acercarse a los recursos con los cuales trabajará como
abogado en cuanto a qué acciones elegir al momento de reclamar en juicio frente al
incumplimiento de las obligaciones.
- Analizar los casos de incumplimiento del deudor y del acreedor, determinar sus
efectos y herramientas legales con las cuales trabajará el abogado en el ejercicio de
su profesión.
- Reconocer los casos de incumplimiento inimputable (caso fortuito / Teoría de la
Imprevisión)
CONTENIDOS:
1. Efectos de las Obligaciones. Entre las partes. Las “astreintes”. Efectos con relación
a terceros.
2. Pago. Concepto. Naturaleza Jurídica del Pago. Requisitos de validez del pago.
Sujetos del Pago. Efectos del Pago. Legitimación Activa. Pago por terceros. Efectos
del pago por terceros. Legitimación Pasiva (Unidad III)
3. Requisitos del Pago: Localización. Puntualidad. Gastos del Pago. Prueba del Pago:
el recibo. Casos de extinción de los intereses. Imputación del pago. (Unidad IV).
4. El Incumplimiento de las Obligaciones. Ejecución Forzada. Las “Astreintes”. La
ejecución por un tercero. Las Acciones colectivas: principios. El embargo y la
inembargabilidad. (Unidad V)
5. La Indemnización del daño. (Unidad VI).
6. La Mora. Concepto. Requisitos. Efectos de la Mora. La Interpelación. (Unidad VI).
7. La Mora del acreedor. Efectos. (Unidad VI).
8. El incumplimiento inimputable: Caso Fortuito / Teoría de la Imprevisión. Frustración
de la finalidad. (Unidad VI).
9. Liberación coactiva del deudor: la consignación (Unidad VII).
UNIDAD III
En primer lugar, nos referiremos a los efectos que producen las obligaciones entre las
partes y para ellos hablaremos de los EFECTOS CON RELACIÓN AL ACREEDOR y
de los EFECTOS CON RELACIÓN AL DEUDOR. Finalmente, trataremos el tema de
los EFECTOS CON RELACIÓN A TERCEROS.
Recordemos la definición legal de Obligación: Art. 724 del Código Civil y Comercial de
la Nación: “Definición. La obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el
acreedor tiene el derecho a exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un
interés lícito y, ante el incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de dicho
interés”.
Para nosotros, el pago constituye mucho más que un efecto de las obligaciones,
consideramos, junto a amplia doctrina, que el pago es el cumplimiento de la
prestación debida.
a) emplear los medios legales para que el deudor le procure aquello a que se ha
obligado;
b) hacérselo procurar por otro a costa del deudor;
c) obtener del deudor las indemnizaciones correspondientes.
Desglosemos lo que nos indica este artículo. En el primer inciso nos dice que el
acreedor tiene el derecho de emplear todos los medios legales que el ordenamiento
jurídico le brinda para obtener aquello que efectivamente desea. Es lo que llamamos
EJECUCIÓN FORZADA (O CUMPLIMIENTO FORZADO). La ejecución forzada
busca, persigue, el cumplimiento en especie. Dependiendo del tipo de obligación de
que se trate, se podrá hacer uso de este medio para lograr la satisfacción de su
interés. Si la obligación es de dar, y mientras la cosa exista en el patrimonio del
deudor, se podrá hacer uso de esta acción. Es diferente el caso si se tratare de
obligaciones de hacer o de no hacer ya que no se puede ejercer violencia sobre la
persona del deudor; en tales supuestos, se deberá optar por otras vías legales que
veremos a continuación.
El inciso b) del artículo 730 nos dice que el acreedor podrá obtener aquello que desea
mediante la ejecución por otro, es decir EJECUCIÓN POR UN TERCERO. A veces
hay situaciones en las que el acreedor, frente al incumplimiento del deudor puede
recurrir a un tercero para obtener aquello que le interesa y, por supuesto, a costa del
deudor. No en todos los casos puede acudirse a este efecto ya que el mismo no
corresponderá en los casos en los que la prestación sea de dar una cosa cierta que
está en el patrimonio del deudor, pero si podrá hacerse uso de este medio cuando se
trate de una prestación de dar cosas inciertas o fungibles o sumas de dinero. En el
caso de tratarse de obligaciones de hacer puede el acreedor procurarse lo que desea
por un tercero salvo en el caso en que se hayan tenido en cuenta las características
propias del sujeto (obligaciones “intuitu personae”). En las obligaciones de no hacer,
no es factible la ejecución por otro. Para que el acreedor acuda a este medio no es
necesario solicitar autorización judicial. Como ejemplo, podemos citar la prestación de
un servicio de catering para una fiesta, no llega en el horario estipulado, con los
invitados a punto de llegar, entonces, el organizador del evento puedo contratar a otro
para que preste el servicio, a costa del deudor.
Esta acción tendrá lugar cuando no resulta posible obtener la prestación original, en
consecuencia, corresponde indemnizar los daños y perjuicios que se causaren al
Hasta aquí lo que podemos llamar EFECTOS PRINCIPALES de las obligaciones con
relación al deudor. Tenemos que considerar también los que suelen llamarse
EFECTOS SECUNDARIOS pero no por ello menos importantes, se trata del caso de
las MEDIDAS CAUTELARES que puede el acreedor solicitar para “proteger” el
patrimonio del deudor ante un eventual desprendimiento de bienes por parte de este
que tornen ilusorio el cumplimiento de la sentencia que pueda obtener judicialmente.
Dice la última parte del artículo 730: “Si el incumplimiento de la obligación, cualquiera
sea su fuente, deriva en litigio judicial o arbitral, la responsabilidad por el pago de las
costas, incluidos los honorarios profesionales, de todo tipo, allí devengados y
correspondientes a la primera o única instancia, no debe exceder del veinticinco por
ciento del monto de la sentencia, laudo, transacción o instrumento que ponga fin al
diferendo. Si las regulaciones de honorarios practicadas conforme a las leyes
arancelarias o usos locales, correspondientes a todas las profesiones y
especialidades, superan dicho porcentaje, el juez debe proceder a prorratear los
montos entre los beneficiarios. Para el cómputo del porcentaje indicado, no se debe
tener en cuenta el monto de los honorarios de los profesionales que han representado,
patrocinado o asistido a la parte condenada en costas”. La ley impone un límite a la
responsabilidad por el pago de las costas, entendiendo por tales a todo gasto que
demande el desarrollo del proceso, ya sea honorarios de abogados y peritos, y ese
límite está dado por el veinticinco por ciento del monto de la sentencia, laudo,
transacción o instrumento que ponga fin al litigio, quedan fuera de este límite los
honorarios del letrado que patrocinó al condenado en costas.
En principio las obligaciones producen sus efectos entre las partes, sin embargo
pueden algunos terceros intervenir en la ejecución de la obligación tal como lo
establece el artículo 776 del Código Civil y Comercial: “Incorporación de terceros. La
prestación puede ser ejecutada por persona distinta del deudor, a no ser que de la
convención, de la naturaleza de la obligación o de las circunstancias resulte que éste
fue elegido por sus cualidades para realizarla personalmente. Esta elección se
presume en los contratos que suponen una confianza especial”. La excepción está
dada en el caso de las llamadas “obligaciones intuitu personae” que son aquellas en
las cuales el acreedor ha tenido en cuenta las condiciones personales del sujeto
deudor para su ejecución.
2.- PAGO
CONCEPTO
PAGAR ES CUMPLIR
Pero, corresponde aquí dejar aclarado que el concepto de pago es mucho más amplio
que el de entregar una suma de dinero, tal como lo expresamos en el cuadro, pagar es
cumplir y el artículo 865 dice claramente que es el cumplimiento de la prestación
debida que constituye el objeto de la obligación, de manera que también paga quien
entrega una cosa, si la obligación es de dar cosas, quien ejecuta una obra, si la
obligación es de hacer o quien se abstiene de realizar determinado acto si la
obligación es de no hacer.
Para que el pago sea válido deben cumplirse una serie de requisitos en cuanto al acto
en sí mismo, a saber:
- CAPACIDAD: Tanto quien paga como quien recibe el pago deben ser capaces para
disponer de sus bienes. Así lo dispone el art. 875 del CCyC: “Validez. El pago debe
ser realizado por persona con capacidad para disponer”.
Sin embargo, puede suceder que las personas que intervienen en el pago, alguno de
los sujetos del pago, tanto quien realiza el pago como quien lo recibe, no sean
capaces entonces, en principio, ello invalidaría el pago; decimos “en principio” porque
si, por ejemplo el pago lo realiza un incapaz o una persona con capacidad restringida,
si ese pago lo beneficia, será válido, es decir que es un acto de nulidad relativa. Si
quien resulta ser incapaz o con capacidad restringida es quien recibe el pago, ese
pago también será nulo de nulidad relativa porque quien lo recibe puede verse
beneficiado. En este sentido se expresa el CCyC en su artículo 885: “Pago a persona
incapaz o con capacidad restringida y a tercero no legitimado. No es válido el pago
realizado a una persona incapaz, ni con capacidad restringida no autorizada por el
juez para recibir pagos, ni a un tercero no autorizado por el acreedor para recibirlo,
excepto que medie ratificación del acreedor. No obstante, el pago produce efectos en
la medida en que el acreedor se ha beneficiado”.
- SOLVENCIA DEL DEUDOR: El sujeto que paga, el deudor, debe ser solvente, es
decir que debe tener la capacidad de pago suficiente para que el pago sea válido ya
que si es insolvente y realiza un pago a un acreedor la ley presume que lo ha hecho
en fraude a otros acreedores y la consecuencia es la invalidez de ese pago. En este
sentido dispone el Art. 876 del CCyC: “Pago en fraude a los acreedores. El pago debe
hacerse sin fraude a los acreedores. En este supuesto, se aplica la normativa de la
acción revocatoria y, en su caso, la de la ley concursal”. Que se aplica la normativa de
la acción revocatoria y la ley concursal en caso de corresponder, significa que los otros
acreedores del deudor que paga pueden pedir que ese pago se revoque por
fraudulento, se presume que el deudor obró en perjuicio de los otros acreedores,
beneficiando a uno en detrimento de los demás, en consecuencia, ellos tienen acción
para que se declare su invalidez.
El pago produce también otros efectos que podemos llamar “secundarios” y que son:
Como ya hemos dicho, en primer lugar, quien está facultado para realizar el pago es el
deudor. Pero no es el único sujeto legitimado para pagar. En este sentido, dice el
artículo 879 del CCyC: “Legitimación activa. El deudor tiene el derecho de pagar. Si
hay varios deudores, el derecho de pagar de cada uno de ellos se rige por las
disposiciones correspondientes a la categoría de su obligación”.
Están también legitimados para realizar el pago los representantes del deudor y sus
sucesores.
Pero no son los únicos que tienen legitimación activa ya que existen ciertos
TERCEROS que pueden realizar el pago. En este sentido dice el artículo 881 del
CCyC: “Ejecución de la prestación por un tercero. La prestación también puede ser
ejecutada por un tercero, excepto que se hayan tenido en cuenta las condiciones
especiales del deudor, o hubiere oposición conjunta del acreedor y del deudor. Tercero
interesado es la persona a quien el incumplimiento del deudor puede causar un
menoscabo patrimonial, y puede pagar contra la oposición individual o conjunta del
acreedor y del deudor”.
Corresponde analizar este artículo. En primer lugar nos dice claramente que la
prestación puede ser cumplida por un tercero a menos que se trata de obligaciones en
las cuales se hayan tenido en cuenta las cualidades personales del sujeto deudor, se
trata del casos de las llamadas “obligaciones intuitu personae”, por ejemplo, si yo
contrato a un artista para que pinte un retrato, contrato a esa persona porque es el
mejor retratista que hay en el ámbito del arte. En segundo lugar, tampoco se admite
que pague un tercero cuando haya oposición conjunta del deudor y del acreedor, es
decir, cuando el deudor se oponga y exista también negativa por parte del acreedor.
CUANDO MEDIE
OPOSICIÓN
CONJUNTA DE
ACREEDOR Y
DEUDOR
En los demás casos, es decir, salvo estos dos supuestos, los terceros pueden efectuar
el pago. Se distingue entre TERCEROS INTERESADOS y TERCEROS NO
INTERESADOS. Son TERCEROS INTERESADOS quienes pueden sufrir un
menoscabo en su patrimonio en el caso en que el deudor no cumpla con la prestación
debida mientras que quienes no sufren ningún perjuicio son TERCEROS NO
INTERESADOS. Los TERCEROS INTERESADOS tienen ANIMUS SOLVENDI, al
igual que el deudor, es decir que pueden imponer el pago aunque se oponga el
acreedor a recibir dicho pago. Los TERCEROS NO INTERESADOS carecen de
animus solvendi.
TERCEROS INTERESADOS
TERCEROS NO INTERESADOS
Veamos ahora CUALES SON LOS EFECTOS QUE PRODUCE EL PAGO POR
TERCEROS, es decir, aboquemos nuestro estudio a analizar qué sucede cuando un
TERCERO, ya sea interesado o no interesado paga. Por una parte, el acreedor se ve
satisfecho y podríamos decir que se extingue su crédito pero, la deuda subsiste para
el deudor quien deberá ahora pagar al tercero que pagó por él, éste es ahora su
acreedor, por eso se dice también que en realidad el crédito no se extingue sino
que hay una desdoblamiento del crédito ya que el deudor sigue siendo obligado al
pago pero ahora frente a otro sujeto que no es el acreedor original sino el tercero que
pagó.
La subrogación se encuentra regulada en los arts. 914 a 920 del CCy C y definida en
el primero de ellos de esta manera: “Art. 914. - Pago por subrogación. El pago por
subrogación transmite al tercero que paga todos los derechos y acciones del
acreedor. La subrogación puede ser legal o convencional.”
…………………………………………………………………………………………………
…………………………………
b) del tercero, interesado o no, que paga con asentimiento del deudor o en su
ignorancia;…………..” .
Ahora bien, si el tercero que paga en oposición del deudor es interesado, también
dispone de la acción subrogatoria tal como lo expresa el art. 915 inc. c: “Subrogación
legal. La subrogación legal tiene lugar a favor:
…………………………………………………………………………………………………
…………………………………
c) del tercero interesado que paga aun con la oposición del deudor; ………..”.
Como corolario de lo expuesto podemos decir que estas acciones están establecidas
en el Art. 882 del CCyC que dice: “Efectos que produce la ejecución de la prestación
por un tercero. La ejecución de la prestación por un tercero no extingue el crédito. El
tercero tiene acción contra el deudor con los mismos alcances que:
Pero también tienen legitimación para recibir el pago algunos terceros, que, conforme
lo establece el art. 883 del CCy C son:
“Art. 883. — Legitimación para recibir pagos. Tiene efecto extintivo del crédito el pago
hecho:
En el primer inciso el art. 883 del CCyC claramente establece que quien tiene
legitimación para recibir el pago en primer lugar es el acreedor pero también pueden
recibir el pago sus cesionarios, “cesionario” es aquel sujeto a quien el acreedor le ha
cedido su crédito mediante un contrato de cesión de derechos regulado por los arts.
1614 a 1631 del CCyC. Cabe destacar que para que la cesión tenga efectos frente al
deudor se le deberá notificar a éste dicha cesión conforme lo establece el art.1620 del
CCyC a los efectos que el deudor sepa a quien deberá pagarle. En el primer inciso
también se dice que está facultado para recibir el pago quien se ha subrogado en los
derechos del acreedor, cuestión ésta que acabamos de analizar al tratar el tema del
pago por terceros, lugar al que remitimos al lector.
En el segundo inciso el artículo 883 nos dice que también está facultado para recibir el
pago el juez que dispuso el embargo del crédito. Cabe hacer aquí algunas
aclaraciones, tal vez con algunos ejemplos, a los efectos de su acabada comprensión.
Puede suceder que un sujeto acreedor sea, a su vez, deudor de otro sujeto y no
cumpla con la prestación a su cargo, en consecuencia, y en virtud de los efectos que
producen las obligaciones en relación al acreedor, su acreedor tiene derecho a
iniciarle acciones legales tendientes al cobro y a la traba de medidas cautelares,
podría, entonces, suceder que el juez que entiende en esa causa ordene trabar
embargo sobre el crédito que tiene nuestro acreedor, en cuyo caso, nuestro deudor
deberá depositar la prestación debida a la orden del juez que trabó el embargo.
Pongamos nombres a esta situación a fin de echar más luz sobre la cuestión: Juan es
acreedor de Pedro por la suma de $ 1.000.- que le prestó. A su vez, Juan es deudor
de José por la suma de $ 2500 por honorarios profesionales. Juan no le paga a José
sus honorarios, en consecuencia, José inicia el cobro de los mismos y solicita al juez
trabar embargo sobre el crédito que Juan tiene contra Pedro. Pedro deberá paga
mediante depósito a la orden del juez embargante.
ACREEDOR-
REPRESENTANTES-
SUCESORES- CESIONARIOS-
SUBROGADOS
POSEEDOR DE TITULO AL
PORTADOR O ENDOSADO
EN BLANCO
ACREEDOR APARENTE
Conforme lo dispuesto por el Art. 867 del Código Civil y Comercial de la Nación, el
pago debe reunir los siguientes requisitos: “Objeto del pago. El objeto del pago debe
reunir los requisitos de identidad, integridad, puntualidad y localización”.
Está contemplado en el artículo Art. 868 del CCyC que dice: “Identidad. El acreedor no
está obligado a recibir y el deudor no tiene derecho a cumplir una prestación distinta a
la debida, cualquiera sea su valor”.
Este principio está consagrado en el artículo 869 del CCyC que reza: “Integridad. El
acreedor no está obligado a recibir pagos parciales, excepto disposición legal o
convencional en contrario. Si la obligación es en parte líquida y en parte ilíquida, el
deudor puede pagar la parte líquida”.
Ahora bien, el acreedor no está obligado a recibir pagos parciales pero, si lo desea,
puede aceptarlos, esta situación merece algunas aclaraciones al respecto. El acreedor
que recibe pagos parciales debe dejar aclarado en el recibo que ese pago es parcial. A
su vez, como se deprende del artículo transcripto, si la obligación en parte está
liquidada, es decir que sólo en parte sabemos a cuanto alcanza la misma y en parte
aún no está ello determinado (ilíquida) el deudor puede pagar la parte líquida y ello
debe ser aceptado por el acreedor quien lo asentará en el recibo que emita.
Pero también puede suceder que la obligación lleve intereses, en este caso, para que
el pago sea íntegro deben abonarse el capital más los intereses y si el caso llegó a
instancias judiciales también deben abonarse las costas del juicio que se hubieren
generado.
Puede suceder también que se haya pactado el pago en cuotas o se trate de una
obligación de cumplimiento periódico y estas son excepciones al principio. Cuando se
realice el pago en cuotas, el acreedor deberá dejar asentado en el recibo que paga la
cuota número “X” o, si se trata de una obligación de pago periódico, se debe indicar
qué período se está abonando.
Este tema se vincula con el de la MORA que veremos más adelante. Es muy
importante tener bien claros los distintos tipos de plazos ya que una vez cumplidos los
mismos comenzarán a regir a partir de su vencimiento los efectos derivados de la
situación de incumplimiento (mora).
En primer lugar, el pago deberá ser realizado en el lugar que hayan pactado las partes
conforme lo establece el art. 873 del CCyC: “Lugar de pago designado. El lugar de
pago puede ser establecido por acuerdo de las partes, de manera expresa o tácita”. El
artículo citado no presenta mayores dificultades, debe cumplirse el pago en el lugar
que las partes lo establecieron en forma expresa o tácita, como ejemplo de expresión
tácita del lugar de cumplimiento podríamos citar el caso de la realización de una casa,
se entiende que debe hacerse sobre un terreno determinado ubicado en determinado
lugar.
En los casos en los cuales las partes no lo han pactado la ley se encarga de
establecerlo. Así, conforme el artículo 874 del Código Civil y Comercial de la Nación, la
regla será que el lugar de pago es el domicilio del deudor. El artículo también prevé el
caso de mudanza del deudor y establece que el acreedor podrá exigir su cumplimiento
en el domicilio anterior o en el nuevo. Asimismo, el artículo establece que la misma
regla se aplica cuando el domicilio de pago fijado por las partes sea el domicilio del
a) de dar cosa cierta; en este caso, el lugar de pago es donde la cosa se encuentra
habitualmente;
b) de obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo; en este supuesto, lugar de
pago es donde debe cumplirse la prestación principal”.
De la lectura del artículo surgen también dos excepciones a la regla general y son los
casos de obligaciones de dar cosas ciertas y el caso de las obligaciones bilaterales de
cumplimiento simultáneo, es decir cuando hay obligaciones recíprocas entre las partes
en virtud de la misma causa y ellas deben cumplirse en forma simultánea, por ejemplo
el caso de la compraventa de un automotor, una parte debe entregar el auto y la otra
abonar el precio. En el primer caso, el previsto en el inciso a) el lugar de pago es
donde se encuentre la cosa habitualmente; en el segundo caso, el lugar de pago será
aquel donde debe cumplirse la prestación principal, en nuestro ejemplo, donde se
encuentre el automóvil.
IDENTIDAD INTEGRIDAD
¿QUÉ? ¿CUÁNTO?
PUNTUALIDAD LOCALIZACIÓN
¿CUÁNDO? ¿DÓNDE?
En cuanto a los gastos del pago, el Código no establece una regla general, en
consecuencia la carga de dichos gastos se atribuirá entre el acreedor y el deudor
según las circunstancias de cada caso en particular.
En materia de prueba del pago el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación dedica
una serie de artículos que se refieren a quien incumbe la carga de la prueba, cuáles
son los medios de prueba admitidos, la exigibilidad de la liberación, las reservas, el
contrarecibo y sobre las distintas presunciones vinculadas al pago.
Los artículos que tratan estos temas son los artículos 894 al 899 del CCyC.
A) CARGA DE LA PRUEBA. El Código distingue entre si se trata de obligaciones de
dar y de hacer o si se trata de obligaciones de no hacer. Si se trata de obligaciones de
dar o de obligaciones de hacer, la carga de la prueba incumbe al deudor, es decir, es
el deudor quien debe probar que realizó el pago. Como veremos en párrafos más
abajo, los medios de prueba que puede emplear son muy amplios. Esta solución es de
toda lógica procesal ya que quien alega un hecho debe probarlo. Ahora bien, si se
tratara de obligaciones de no hacer resultaría muy dificultosa la prueba negativa para
el deudor, en consecuencia la ley pone en cabeza del acreedor la prueba de la
realización de la conducta vedada, es decir, el acreedor tiene que probar el
incumplimiento por parte del deudor. En este sentido dice el artículo 894 del CCyC:
Ahora bien, puede suceder que el deudor no realice la imputación, en tal caso podrá el
acreedor hacer dicha imputación siguiendo lo dispuesto por el artículo 901 del CCyC.
Del mismo modo que en el caso de la imputación por el deudor, el código indica que el
acreedor puede hacer la imputación sobre deuda líquida y vencida y que, si hubiere un
excedente ese saldo debe ser atribuido a otra de las obligaciones existentes. Para
ilustrar, transcribimos el art. 901: “Imputación por el acreedor. Si el deudor no imputa el
pago, el acreedor se encuentra facultado a hacerlo en el momento de recibirlo,
conforme a estas reglas:
Como puede advertirse la ley, en primer lugar, hará la imputación a la deuda de plazo
vencido que resulte más onerosa para el deudor, ya sea porque lleva intereses y las
otras no o porque es en moneda extranjera y las otras no, la ley primero cancela la
deuda vencida más gravosa para el deudor. Y, en caso de ser todas las deudas
igualmente gravosas, el pago se imputará en forma proporcional a cada una de ellas.
Este caso está contemplado en el artículo 903 del Código Civil y Comercial y no se
trata de una imputación de pago cuando existan varias obligaciones de la misma
especie entre los mismos sujetos y por causas distintas sino que se trata del caso de
una única obligación que lleve intereses y que el deudor no pueda pagar la sumatoria
total de capital e intereses pero, no obstante ello el acreedor aceptare el pago parcial;
en dicho supuesto la ley establece que el pago parcial primero debe imputarse al pago
de intereses y después a capital a menos que el acreedor de recibo por cuenta de
capital. Así lo establece el art. 903 del CCyC: “Pago a cuenta de capital e intereses. Si
el pago se hace a cuenta de capital e intereses y no se precisa su orden, se imputa en
TRABAJO PRÁCTICO
ACTIVIDAD OBLIGATORIA
Sumarios:
- FALLO -
La presente litis tuvo su origen en la demanda que luce agregada a fs. 50/56; allí la
pretensora reclamó el reintegro de las sumas que debió abonar ($85.833; desde el día
02/04/2008 y hasta el día 08/10/2008 inclusive - v. f. 50) en concepto de prácticas
médicas efectuadas a Javier Duarte —en razón de los pagos realizados mediante
débitos efectuados a la Obra Social de Jefes y Oficiales Navales de
Radiocomunicación—, en virtud del contrato de cobertura médica N° ... que unía al
mencionado con la actora; ello con fundamento en lo normado por los artículos 616 y
ss., 767, 768, 769, 771 y cctes. del Cód. Civil de Vélez.
Por otro lado, señaló que “el propio afiliado de la actora afirmó bajo juramento al llegar
a un acuerdo transaccional con mi parte que nada había percibido, tal como surge del
acuerdo acompañado como prueba” (f. 411, quinto párrafo).
Finalmente, cuestionó los referidos intereses, solicitando “la aplicación de una tasa del
6% anual hasta la sentencia de Alzada”.
IV. Comenzando con el análisis de los agravios, y con relación al alegado acuerdo (v.
ac. II.- de la presente), no surge ninguna prueba que permita tener por cierto las
afirmaciones vertidas al respecto. Es que, el único convenio que se tiene a la vista es
el transaccional obrante a fs. 124/125 del Expte. N° 20.660/10; respecto del cual no
formó parte el afiliado de la empresa aquí pretensora, y en el que la allí accionante -
Srta. Nadia Soledad Soria- reajustó su pretensión por los daños y perjuicios que diera
origen a aquel juicio (en concepto de daño moral, daño emergente y daño psicológico -
v. fs. 27/28 de las referidas actuaciones).
La subrogación legal, prevista en el art. 768 del Cód. Civil de Vélez, dispone los casos
de procedencia en los derechos del acreedor satisfecho prescindiendo de la voluntad
de las partes; en el supuesto del inciso 3°, establece que tiene lugar sin dependencia
de la cesión expresa del acreedor a favor del tercero no interesado que hace el pago,
consintiéndolo tácita o expresamente el deudor, o ignorándolo.
Asimismo, destacados juristas han afirmado que este artículo permite a fortiori la
subrogación legal cuando el sujeto del pago es un tercero interesado, pues una
interpretación distinta de la norma carecería de toda lógica jurídica; si bien no prevé
expresamente que existan casos en que un tercero interesado pueda pagar contra la
oposición del deudor y subrogarse en razón de tal pago en los derechos del acreedor
satisfecho con independencia de la voluntad de las partes, ello surge a contrario
sensu de lo que establece dicho inciso (conf. Llambías, “Código Civil Anotado”,
Buenos Aires, 1979, Ed. Abeledo - Perrot, T. 2, pág. 690; Belluscio - Zannoni, “Código
Civil y leyes complementarias comentado...”, Buenos Aires, 1981, Ed. Astrea; T. 3 pág.
578).
En efecto, estos y otros autores entendieron que tanto el tercero interesado como el no
interesado tenían derecho al pago, que ambos se encontraban igualmente legitimados,
Es más, con la reforma materializada por medio del Nuevo Código Civil y Comercial de
la Nación (L. 26.994), se ha incorporado la figura del pago por el tercero interesado
(arts. 881 y 882; v. asimismo arts. 914, 915 y 919), por lo que el instituto del pago por
subrogación legal mantiene, en líneas generales, la misma estructura que le fuera
reconocida en el Código Civil velezano, introduciendo estas modificaciones que no son
sino el reflejo de lo que respecto de aquella fueron diciendo tanto la doctrina como la
jurisprudencia nacional.
Y en este sentido, distintas Salas del Fuero han aplicado el precitado criterio en
diversos casos de prestadores de cobertura médica que se subrogan en los derechos
de su afiliado para reclamar cobro de sumas en concepto de reintegro de gastos
contra el autor de un siniestro; así, se ha dicho que “cuando la lesión padecida por el
afiliado de una entidad médica sea causada por un tercero como consecuencia de un
hecho ilícito, si bien la entidad debe cubrir en primera instancia todos los gastos que
ello conlleve, no tiene sin embargo porqué liberar al responsable del daño, con lo que
el pago efectuado por la entidad desinteresa al damnificado, pero no extingue la deuda
a cargo del deudor que deberá solventarla a favor de dicho tercero —artículo 768,
inciso 3, Cód. Civil” (CNCiv., sala H, “G., J. L. y otro c. Santini, Marcela Martha”, del
13/11/2007); en similar tesitura se ha apuntado que “el pago efectuado por la mutual
que prestaba cobertura a la víctima de un accidente, por los gastos asistenciales de la
afiliada, configura un supuesto de pago por subrogación en los términos del art. 768
inc. 3 del Cód. Civil que si bien desinteresa al damnificado, no extingue la deuda a
cargo del autor del siniestro, quien debe responder ante la entidad asistencial”
(CNCiv., sala H, “Obra Social del Personal de Dirección de Sanidad Luis Pasteur c.
Instituto Divino Corazón y otro”, del 29/06/2006, publicado en DJ 04/10/2006, p. 360);
“el pago realizado en concepto de prestaciones médicas efectivas por parte de la
entidad que prestaba cobertura médica a la víctima de un hecho ilícito —en el caso,
accidente de tránsito—, configura un supuesto de pago por subrogación en los
términos del art. 768 inc. 3° del Cód. Civil que si bien desinteresa al damnificado, no
extingue la deuda a cargo del autor del siniestro, quien debe responder ante la entidad
asistencial que obró, al tomar conocimiento del hecho dañoso, como gestor de
negocios -art. 727, parte 2ª, Cód. Civil-” (CNCiv., sala K, “HSBC Salud Argentina S.A.
c. C., L. M. y otros”, del 15/05/2006; íd, “Cuccaro, Juan C. y otro c. Unión Transportista
de Empresas S.A. -Línea 97- y otros” del 29/05/2006, La Ley Online Cita online
AR/JUR/2295/2006); criterio al que, va de suyo, adhiero.
Así, nada me hace pensar que la pretensora carezca de legitimación ad caussam, toda
vez que por mérito del daño causado debió erogar la asistencia médica hospitalaria de
su afiliado, con total independencia de factores endógenos a éste último (vgr. no
deriva de una contingencia natural o evolución normal de una enfermedad, o incluso
una herida provocada por descuido propio); entiendo que, de no haber existido el
ilícito, no tendría que haber incurrido en esas erogaciones. La peticionaria en este
pleito soportó el costo de los servicios cuyo reembolso solicitó en virtud de una
obligación propia, pero en respaldo de un interés que le era y es ajeno. Ergo, el crédito
que frente a ella tenía su afiliada proveniente del contrato de cobertura médico
asistencial, mutó en su titularidad a favor de aquella, precisamente por el pago que
Y en cuanto a la prohibición invocada (ref. art. 80 últ. pfo., L. 17.418), apúntese que la
empresa accionante no es una compañía aseguradora; si bien algunas de sus
prestaciones son asimilables (vgr. pago en cuotas de la contraprestación a que se
obliga el contratante, cobertura en caso de sufrir un daño, el factor riesgo y el alea
propia de la contratación), dicha equiparación no determina igualarlas y aún menos su
aplicación analógica en casos como el de autos.
V. En lo tocante a los intereses, la Jueza de grado dispuso —con remisión al art. 768
del Nuevo Cód. Civ. y Com. de la Nación— la aplicación de la tasa activa desde la
fecha del hecho y hasta el efectivo pago. La encartada recurrente solicita la aplicación
“de una tasa del 6% anual hasta la sentencia de Alzada”.
El mentado plenario admite una solución diversa cuando acontezca “una alteración del
significado económico del capital de condena que configure un enriquecimiento
indebido”. Pero esa singular especie comporta una situación harto excepcional, que se
aparta de la regla general, y que —para que pueda tener lugar— debe ser acreditada
fehacientemente y sin el menor asomo de duda en el marco del proceso. A mi juicio no
obran en la causa constancias que certifiquen que, con la aplicación de la tasa activa
desde el día del evento, se configuraría el mentado “enriquecimiento indebido”; como
tampoco existen elementos que siquiera lo hagan presumir.
Los doctores Mizrahi y Parrilli, por análogas razones a las aducidas por el
doctor Ramos Feijóo, votaron en el mismo sentido a la cuestión propuesta.
Por lo que resulta de la votación que instruye el Acuerdo que antecede, se resuelve:
confirmar la sentencia recurrida en todo cuanto ha sido materia de agravios. Las
costas de Alzada se imponen en igual modo que en la instancia de grado. Regístrese,
notifíquese y, oportunamente, publíquese. Fecho, devuélvase. — Claudio Ramos
Feijoo. — Mauricio L. Mizrahi. — Roberto Parrilli.
LECTURA SUGERIDA
Se sabe que en las relaciones civiles y comerciales las obligaciones de esas índoles
configuran un aspecto primordial ya que una persona queda sujeta a cumplirle a otra
una prestación cualquiera.
Veamos los efectos jurídicos que el Código Civil ley 340 fijaba sobre ese instituto.
El artículo 505 párrafo segundo de la norma estipulaba que "el cumplimiento exacto de
la obligación le confiere el derecho de obtener la liberación correspondiente, o el
derecho de repeler las acciones del acreedor, si la obligación se hallase extinguida o
modificada por una causa legal".
En complemento a eso, el artículo 725 del mismo Código instituía la figura del pago
como uno de los medios jurídicos válidos para extinguir aquellas obligaciones "es el
cumplimiento de la prestación que hace el objeto de la obligación, ya se trate de una
obligación de hacer, ya de una obligación de dar".
El tribunal señaló que "el efecto liberatorio del pago constituye un derecho patrimonial
adquirido respecto del impuesto satisfecho, amparado por los preceptos del art. 3 del
C. Civil y 17 de la Constitución Nacional" (1).
Luego, la Corte Suprema de Justicia de la nación entendió que el pago hecho con
sujeción a todo lo que en orden a su forma y sustancia disponen las leyes produce un
Más adelante dispuso que el efecto liberatorio del pago se funda en la garantía
constitucional de la propiedad (3) y a la vez ampara los actos regularmente concluidos
(4).
En la misma inteligencia entendió que "El derecho adquirido mediante pago hecho con
sujeción a todo lo que en orden a su forma y su sustancia dispongan las leyes es, con
respecto a la legítima obligación a la cual corresponde, inalterable", añadiendo que el
efecto liberatorio del pago se funda en la garantía constitucional de la propiedad, que
ampara los actos regularmente concluidos (5).
Más recientemente dispuso que el pago "tiene efecto liberatorio para la actora y que la
ampara frente a un eventual reclamo posterior que aquélla pretendiera efectuarle, por
quedar incorporado a su patrimonio como un derecho adquirido y tutelado por el
principio constitucional de la propiedad" (6).
II. La garantía constitucional del efecto liberatorio del pago en el Código Civil y
Comercial de la Nación
Código Civil y Comercial ley 26.994 recogió los lineamientos de la ley 340 y su
jurisprudencia complementaria y agregó algunos nuevos elementos.
El artículo 880 de la norma citada definió los efectos del pago de forma categórica: "El
pago realizado por el deudor que satisface el interés del acreedor, extingue el crédito y
lo libera".
Por su parte también agregó el artículo 897 en cuanto al derecho de exigir el recibo del
pago, sin perjuicio de su libertad probatoria en los términos del artículo 895 del mismo
ordenamiento y las presunciones estipuladas en el artículo 899.
(1) Sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación "Banco Español del Río
de la Plata c./ Municipalidad de Buenos Aires" (Fallos: 180:16).
(2) Sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación "Sendin, Manuel c./
Florentino González SRL" (Fallos: 209:193).
(3) Sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación "Loma Negra C.I.A.S.A.
s/recurso de apelación" (Fallos: 303:1878).
(4) Sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación "Estancias San Gara SRL
c/ Gobierno de la Provincia de Corrientes s/demanda contenciosoadministrativa de
plena jurisdicción" (Fallos: 299:381).
(5) Gómez de Vélez, Argentina c/ Panadería La Paz y otros/ indemnización".
(6) Sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación "Teyma Abengoa S.A. c/
Provincia de Salta s/inconstitucionalidad".
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