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Aprender a incorporarse a una institución y a ser parte de un grupo de aprendizaje resulta, para
los pequeños, uno de los grandes desafíos del período de iniciación de clases.
En este libro la propuesta es doble: por un lado, aportar dos miradas particulares sobre el
proceso que este período implica atravesar (la conformación grupal y la dimensión lúdico-creativa
del aprendizaje) y, por el otro, ofrecer herramientas teóricas y prácticas que ayuden a pensar qué
y cómo hacer para que el ingreso y la integración a la vida institucional se constituyan en
aprendizajes cargados de sentido y significación.
El objetivo de este libro es brindar fundamentos teóricos que, desde una mirada puesta en lo
grupal y lo lúdico, sirva a los educadores como base de sustentación para el diseño de su
proyecto de iniciación del año lectivo. Asimismo el libro ofrece algunas herramientas prácticas.
CAPÍTULO 1
Los sujetos pueden mostrarse más espontá neos, comunicar sus pensamientos sin temor a las
críticas y ser aceptados por el resto sin exigencias extremas.
Los grupos primaries son los informales, y los grupos secundarios se organizan de acuerdo a
metas que lograr o intereses compartidos, el numero de miembros es variable y transcurre
hasta que todos llegan a conocerse.
Ambos grupos operan como sostén3 y apoyo del niño4, pero, en tanto funcionan en
contextos separados, es necesario considerar el período de iniciación como un tiempo en que
los pequeños empiezan a tratar de articular y articularse entre ambos grupos
El vocablo "grupo" no aparece en el lenguaje cotidiano hasta el Renacimiento, y que no fue hasta
que los pensadores de la modernidad en su estado avanzado lo empezaron a estudiar desde la
filosofía, la sociología y la psicología, que el concepto comenzó a vincularse a la educación.
El término "grupo" comienza a cobrar sentido recién en el siglo XVIII (nótese el tiempo que le llevó
a la humanidad conceptualizar el vocablo).
Un grupo es:
(... ) un conjunto restringido de per- sonas que, ligadas por constantes de tiempo y espacio, y
articuladas por su Mutua Representación Interna, se proponen en forma implícita o explícita una
tarea que constituye su finalidad, interactuando a través de complejos mecanismos de asunción
y adjudicación de roles (Pichon-Riviere,1985, citado por Parnpliega de Quiroga,1987, p. 78).
El grupo no se constituye siendo ejecutor del proyecto del docente, sino que es el educador quien
debe diseñar una estrategia que lleve a los niños, en su conjunto, a acordar un proyecto de
sentido con él.
La Mirada que se tiene de kis grupos de niños que asisten y participan en contextos de educación
formal queda sustentada en el siguiente concepto de grupo:
Un conjunto de niños que, unidos por un interés en común, pueden interac- tuar entre sí
compartiendo emociones, aceptando ciertas normas e instituyen- do otras, reconociéndose
partícipes de una totalidad que los trasciende, pero, sobre todo, participando de un senti- miento
común, el "nosotros", que les da poder de actuación y los estimula en el desarrollo de su
potencialidad (la individual y la grupal). Los cambios de conducta de distinta índole convierten a
los grupos en grupos que se definen de aprendizaje.
Lo desconocido para quienes ingresan por primera vez a una institución educativa, muchas
veces, es "todo". Lo inestructurado, por su parte, radica en que, si bien administrativa y
pedagógicamente se puede diseñar una estrategia para llevar adelante lo que acontece en este
período, la mayoría de las veces, lo pensado y diseñado entra en crisis por los acontecimientos
que se suscitan, inherentes a la misma edad e inexperiencia educativa de los pequeños.
Lo que pone en marcha el proceso de conformación grupal es la ansiedad, los temores, las
fantasías, en otras palabras, todo ese conjunto de sensaciones, sentimientos y accionares que
caracterizan a toda iniciación y la presentan asociada a cierta sensación de caos. La carga de
ansiedad provoca una energía que se va a potenciar en función de dos tipos de faltas o ausencias
que, siendo relativas a lo grupal, acontecen en esta primera etapa:
La falta de experiencias previas compartidas. Los grupos, para poder construir grupalidad
necesitan ir teniendo experiencias en común, en otras palabras, cosas que les pasen como grupo.
Se considera que el period de iniciacion abarca el primer mes del año colectivo. Sin embargo,
desde la dimensión de lo grupal y considerando que este primer período requiere el desarrollo de
un proceso de carácter eminentemente subjetivo, tanto para cada uno de los niños y niñas como
para el grupo en su con- junto y para el educador, bien se puede argumentar que la iniciación no
posee un tiempo determinado de duración.
El tiempo que se prolongue este proceso dependerá de múltiples y complejos factores, de mayor
o menor incidencia, según el posicionamiento del educador.
El Proyecto LúdicoGrupal refiere a lo que, juntos, los miembros van encon trando como
justificativo, como su razón de ser en el grupo, en ese "aquí y ahora". El PLG no tiene entidad
racional, se gesta en la dimensión lúdicocreativa en la cual aquello que hacen juntos no es más
que un atractivo pretexto para crearse a sí mismos como grupo. Este tipo de proyecto es frágil,
conflictivo, cambiante y varía cualitativamente de grupo en grupo, de edad en edad y de contexto
en contexto.
En esta etapa del proceso se necesita establecer un acuerdo simbólico que favorezca la
articulación e integración entre ambos proyectos que conforman la situación didáctica. Así es
como la posibilidad de acordar y construir juntos dará como resultado la elaboración conjunta de
un Proyecto Pedagógico LúdicoGrupal que les dé entidad y sentido como grupo.
Finalmente, no está de más aclarar que las etapas del proceso que atraviesa el grupo durante el
período de iniciación no se suceden según una secuencia cronológica fija. Pueden darse simul
táneamente, pueden prolongarse una dentro de otra, o bien pueden abreviarse: de la forma en
que se den, siempre conforman una espiral dialéctica que va favoreciendo la dinámica que
sostiene el aprendizaje grupal.
¿Qué se enseña y qué se aprende durante el período de iniciación de clases?
“ enseñar” representa la accion de “dar señas” acerca de por donde circula la posibilidad y el
modo de cons truir el conocimiento (Fernández, 2000). Enseñar no es dar el conocimiento en sí
mismo (pretensión que, desde una epis temología constructivista, resultaría tarea imposible),
sino favorecer las condicio nes para que cada uno lo construya.
Por su parte, "aprender" ("aprender") representa la acción de "dejar de estar prendido a", "des -
prenderse" del cono cimiento que es de otro y construir el propio (Fernández, 1996). Para poder
dejar de estar prendido y "soltarse", los niños necesitan sentir confianza y segu ridad: sin ellas,
no podrán transformar la información en conocimiento propio36•
Durante este primer período del año, y en aras de la conformación grupal, lo que se enseña y se
aprende está tam bién relacionado con la canalización de la ansiedad que caracteriza a
estemomento. La función del educador es enseñar, a través de distintas propuestas e
intervenciones, a encauzar ese plus de energía a favor de la interrelación e interacción de
los niños y hacia la elaboración de un Proyecto Pedagógico Lúdico-Grupal.
Las distintas técnicas lúdicas grupales que el educador implementa tienden a provocar que los
integrantes del grupo en gestación se vayan relacionando entre sí, tomen consciencia de la
posibilidad de hacer algo juntos, puedan ir apropián- dose del espacio e identificando
distintos momentos dentro de la jornada.