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El genio de la obra de Hans Kelsen dividió la Teoría del Derecho en antes y después de su
existencia. Para la Kelsen la validez de una norma implica: a) que la misma existe; b) que es
vinculante para sus destinatarios o sea que los mismos deben realizar la conducta establecida en la
norma. Que es obligatoria. La existencia de la norma es una existencia ideal, no real como la de los
entes físicos o naturales. De igual forma se entiende que la validez es la “fuerza vinculante del
derecho positivo, la idea de que debe ser obedecido por los individuos cuya conducta regula”
(Delgado Pinto, 1990). También es vital el hecho de monopolización de producción del derecho en
el órgano legislativo del estado. Validez y ciencia jurídica La ciencia jurídica es la encargada de
describir objetivamente las normas jurídicas, esto es, el derecho. Cumple una función cognoscitiva
y descriptiva de las normas jurídicas. Es menester recordar que la teoría pura del derecho deviene
de la tendencia moderna de la objetivación y matematización de las ciencias. Por tanto la ciencia
jurídica, en parte justifica su existencia contra una teoría del derecho natural, basado en preceptos
morales, intrínsecos a la naturaleza humana y originado por la idea de la existencia divina. Es así
como en la misma “se halla entrañada la siguiente objeción contra la existencia del derecho
natural, o sea, de un derecho universalmente válido: "El derecho natural, según el iusnaturalismo,
está fundado en Dios (...). Pero si Dios es su fundamento, dado que muchos no admiten que Dios
existe, este derecho natural sería algo dependiente de las opiniones sobre Dios (...) Si es dudoso
que Dios existe, no se puede fundar el derecho natural. O bien, el derecho natural "existe" sólo
para los hombres que sean religiosos, esto es, creyentes en Dios" (Tale, 2006). Ferrajoli de forma
histórica, caracteriza el derecho premoderno e indica con nitidez que las fuentes del mismo eran
variadas y se carecía del monopolio estatal del cual se gozará a partir de la teoría de Kelsen: “En el
derecho premoderno, de formación no legislativa, sino jurisprudencial y doctrinal, no existía un
sistema unitario y formalizado de fuentes positivas, sino una pluralidad de fuentes y
ordenamientos procedentes de instituciones diferentes y concurrentes —el Imperio, la Iglesia, los
príncipes, los municipios, las corporaciones—, ninguna de las cuales tenía el monopolio de la
producción jurídica. El derecho «común» por tanto estaba, así, asegurado por el desarrollo y la
actualización de la vieja tradición romanística, es decir, por las elaboraciones doctrinales y 107
REVISTA JURÍDICA MARIO ALARIO D´FILIPPO jurisprudenciales cuya validez dependía, obviamente,
no ya de la forma de su producción, sino de la intrínseca racionalidad o justicia de sus contenidos”
(Ferrajoli). Asimismo se considera que “la teoría de Kelsen busca sólo conocer lo que es y lo que
puede ser el Derecho, y no si es justo o podría serlo. Consecuentemente, la norma es una relación
de imputación y no de causalidad, pues la ciencia del derecho no pretende dar una explicación
causal de las conductas humanas a las cuales se aplican las normas jurídicas, sino que expresa un
'deber ser' donde la voluntad de alguien atribuye a un hecho una consecuencia”(Bostiancic, 2008).
En gran parte, a partir de Kelsen, el derecho será derecho objetivo, positivo, válido, aclarando que
esta validez es temporalmente y geográficamente restringida al territorio estatal. Obsérvese
entonces que el modelo iuspositivista kelseniano concibe al sistema jurídico desde una perspectiva
puramente formal, en el que las relaciones normativas son escalonadasjerárquica y formalmente.
Lo anterior implica que “Kelsen reconstruye la unidad del orden jurídico sobre la base de la
existencia de una relación de regulación de la producción entre sus normas exponente del carácter
institucionalizado que singulariza al Derecho frente a otros fenómenos normativos. De esta forma,
la unidad del sistema se trata de una unidad formal que afecta el modo en el que las normas han
sido establecidas y no a su contenido” (Op. Cit). Tal como se había enunciado anteriormente se
hace énfasis en despojar los criterios de validez del derecho de contenidos morales o ideológicos
que invoquen cualquier contenido de justicia, el derecho positivo será válido en función de su
proceso creador, esto es su validez deviene de la formalidad y acatamiento al proceso de creación
del mismo: “la concepción Kelseniana del derecho maneja una visión estrictamente formal de la
validez de las normas jurídicas que depende exclusivamente de criterios formales tales como su
creación por una voluntad autorizada a través del procedimiento establecido en una norma
superior. Así, la validez normativa se define por la operatividad de criterios en los cuales o bien no
están presentes contenidos materiales, o bien tal presencia se considera irrelevante, de manera
tal que una norma será válida si ha sido creada por un órgano competente a través del
procedimiento establecido al efecto en una norma superior. Consecuentemente, la elaboración de
las normas jurídicas refleja un proceso donde la voluntad del legislador no está sometida a
exigencia racional alguna respecto del contenido de lo mandado, arrojando como resultado un
sistema jurídico que se articula como un entramado de delegaciones de poder en el que cada
autoridad queda libre para decidir el contenido de las normas que impone”
es aquella rama del derecho, formada por el conjunto de normas jurídicas y principios registrales
que regulan la organización y funcionamiento de los registros públicos, los derechos inscribibles
y medidas precautorias en los diversos registros, en relación con terceros.1
Principio de legalidad[editar]
Por este principio, todo título que se trate de inscribir en el Registro está sometido a un examen
previo, también llamado verificación o calificación, con el fin de que solo tengan acceso a los
asientos registrales, los títulos válidos y perfectos; en otras palabras es el análisis que realiza el
registrador respecto de la licitud del acto o contrato que se desea inscribir o anotar
preventivamente así como de la compatibilidad de estos actos con las normas legales vigentes y
los asientos registrales ya existentes.
Principio de prioridad[editar]
Principio de publicidad[editar]
En virtud de este principio, se presume que toda persona está enterada del contenido de las
inscripciones; es decir, nadie puede alegar ignorancia o desconocimiento del contenido de los
asientos de inscripción.
Principio de legitimación[editar]
Según este principio, se presume que el contenido de las inscripciones, es cierto y produce todos
sus efectos mientras que estas no sean anuladas o rectificadas.
Por este principio, se busca proteger los actos jurídicos que se hayan producido confiando en el
contenido del registro; es decir, ampara a los terceros adquirentes de derechos, sobre la base de
la información contenida en los Registros.
También conocido como de "Tracto Continuo", por este principio, ninguna inscripción, salvo la
primera, se llevará a cabo sin que previamente esté inscrito o se inscriba el derecho de donde
provenga.2sw
Principio de especialidad[editar]
También llamado de "Determinación", tiene como finalidad individualizar los derechos inscritos en
los Registros, en relación a los bienes y a las personas, por este principio, cada inscripción se
efectúa en partidas separadas.
Principio de oponibilidad[editar]
El propósito de este principio es impedir que se inscriban derechos que se opongan o que puedan
resultar incompatibles con otro derecho previamente inscrito; aunque el derecho que trata de
inscribir sea de fecha anterior al derecho inscrito.
Clases de inscripción[editar]
Inscripción constitutiva[editar]
Inscripción declarativa[editar]
Esta clase consiste en publicar un cambio ya ocurrido, independientemente del registro. Para esta
clase de inscripción, basta la existencia del título para la transmisión del derecho real.
Reconoce la pre-existencia de los derechos reales, de los que se toma nota para su oportuna
publicidad y demás efectos que establezca la ley.
Es un conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones entre personas ycuyo fin es la
publicidad registral (que no es más que el derecho que tiene unapersona de informarse de los
actos de la vida pública), brindando así seguridad jurídica a las personas.
Es un medio a través del cual se puede obtener información sobre los bienesmuebles o inmuebles
o sobre las personas en general. Es el acceso a lainformación registral.
Clasificación.
· Publicidad Registral Notificativa: notifica a determinadas personas deciertos actos jurídicos, sirve
para que un acto jurídico no este viciado de nulidadabsoluta.· Publicidad Registral Declarativa: da
fe pública ante terceros de que underecho le pertenece a determinada persona.
1. Es de orden público.
2. Es protector y legitimador.
3. Es regulador.
La fe jurídicamente considerada puede ser pública y privada, según sea otorgada por un
funcionario del Estado con autoridad para ello, o emane de la declaración que presta cualquier
otra persona.
La fe pública es suficiente para acreditar, por si misma, la verdad a que se refiere.
La fe privada desde su autenticidad siempre es cuestionable.
La fe pública también puede ser judicial y extrajudicial, ya sea que proviene del Juez o del
funcionario que a Ley autoriza a conferirla.
Se entiende por fe pública notarial la que el Notario declara en ejercicio de su función, con ella
se obtienen todas las seguridades y garantías que los particulares ambicionan. Contiene la
suma de todas las facultades del Notario, garantía de autenticidad y certeza de los actos y
contratos celebrados en su presencia y con su intervención.
La función del Notario es la de dar fe de ciertos actos; y el valor del instrumento el de hacer fe
de su existencia y de todo o parte de su contenido.
La fe pública notarial es la certeza y eficacia que da el Poder Público a los actos y contratos
privados por medio de la autenticación de los Notarios.
El Notariado.
Los Notarios son funcionarios de la Dirección Nacional de Registros y del Notariado con
potestad de dar fe pública de los actos o hechos jurídicos ocurridos en su presencia física o a
través de medios electrónicos (Art. 67, LRPN).
Al igual que en el caso de los Registradores, se declara que la función del notariado que la
elección de los Notarios se efectuará mediante concurso de oposición conforme al Reglamento
que al efecto deberá dictarse. El nombramiento corresponderá al Ministro de Interior y Justicia
y la remuneración será fijada por Resolución del citado despacho ministerial (Art. 68, LRPN).
En el artículo 72 de la LRPN se establecen una serie de impedimentos de orden subjetivo mas
que todo vinculados con el ejercicio de determinados cargos o posiciones profesionales no
compatibles con la función notarial, tales como: los militares en servicio activo, los ministros de
los cultos; dirigentes o activistas políticos; los abogados en libre ejercicio de la profesión; las
personas declaradas en estado de atraso, quiebra o interdicción, etc.
Resulta, a nuestro modo de ver, inadecuado y atécnico haber incluido en estos supuestos a «las
personas declaradas en estado de atraso, quiebra...», ya que el atraso o quiebra como figuras de
derecho comercial, están vinculados con las sociedades y compañías anónimas que son las que
en puridad de conceptos pueden quedar sometidas a atraso o quiebra. De igual forma, el hecho
de ser abogado en el libre ejercicio de su profesión no debería resultar un impedimento sino
una incompatibilidad con el cargo en el entendido que si el abogado en ejercicio accede a tal
cargo, no puede ejercer su profesión mientras se ejerza la función de Notario o Registrador.
Se sistematizan los aspectos generales de la función notarial - la potestad del Notario, su
nombramiento y remuneración, los principios de actuación, los requisitos para el ejercicio de la
función, los impedimentos, las prohibiciones, los deberes, la competencia territorial, y los
aspectos conceptuales de los documentos y actas -, dejándose el detalle procedimental tal y
como está en el Reglamento de Notarías vigente. Incorpora dentro de las atribuciones sobre el
otorgamiento de fe pública a las capitulaciones matrimoniales, autorizaciones de
administración separada de comunidad conyugal y de bienes de menores e incapaces,
otorgamiento de hipotecas mobiliarias y prendas sin desplazamiento de posesión,
otorgamiento de cualquier caución o garantía civil o mercantil y de cualquier hecho o acto a
través de inspección extrajudicial, transcripciones en acta o por cualquier medio de
reproducción del contenido de archivos públicos o de documentos privados, celebración de
asambleas, reuniones o manifestaciones, transacciones que ocurran en medios electrónicos,
aperturas de libros de asambleas de propietarios, actas de Juntas de Condominios, sociedades y
Juntas Directivas y la autenticación de firmas autógrafas, electrónicas y huellas digitales.
En ejercicio de la función notarial, el artículo 74 de la LRPN circunscribe las actuaciones de los
Notarios como fedatarios a sus respectivas jurisdicciones territoriales. En ese sentido, de
manera innovadora se prevé que los Notarios pueden autorizar los siguientes actos:
· La evacuación de justificativos de perpetua memoria
· Constancias de cualquier hecho o acto a través de inspección
extrajudicial.
· Transcripciones en acta o por cualquier medio de reproducción o de
grabación del contenido de archivos públicos o de documentos privados.
· Celebración de asambleas, reuniones o manifestaciones, dejando
constancias personales, gráficas y sonoras del caso.
· Apertura de libros de asambleas de propietarios, actas de Juntas de
Condominios, sociedades y Juntas Directivas.
· Autenticación de firmas autógrafas, electrónicas y huellas digitales.
Se regulan de manera detallada los derechos de los notarios (Art. 78, LRPN).
Al respecto, uno de los aspectos que más resalta es la obligación de informar a las partes del
contenido, naturaleza, trascendencia y consecuencias legales de los actos o negocios jurídicos
otorgados en su presencia.
Así, se prevé que el Notario debe dejar constancia, en la nota que estampe en los documentos,
de haber dado cumplimiento de esta obligación.
Se trata de una obligación de suma importancia, desde que su omisión puede acarrear la
responsabilidad civil, penal y administrativa del Notario (Art. 78, num. 2, LRPN).
Se incorpora en la LPRN las definiciones de documentos y actas notariales; por lo que se refiere
a los primeros, éstos son otorgados en presencia del Notario o funcionario consular en ejercicio
de funciones notariales, dentro de los límites de sus competencias (art. 79, LRPN).
En cuanto a las actas notariales, estas son definidas como documentos que tienen por finalidad
la de comprobar hechos sucesos o situaciones que le consten u ocurran en su presencia (art. 80,
LRPN).
Función Notarial.
La función notarial puede conferirse concretamente como la actividad que despliega el Notario.
La función notarial se configura como la facultad de provocar la actividad del Notario.
Es así como se ha identificado la función notarial con las diversas actividades que realiza el
Notario, con relación a la doctrina y en el marco de la legislación venezolana.
La Función Notarial en la Doctrina.
En lo que respecta a la doctrina se ha precisado que los autores concuerdan que en un aspecto
fundamental sobre la función notarial, y es que opinan que la función notarial configura un
conjunto de actividades. No descargan los autores la idea de acciones que realiza el Notario
para evidenciar su función; ellos sostienen y discrepan al opinar que las actividades del Notario
son de índole diferente.
La función notarial son los actos que practica el Notario, aunque sean de diversa naturaleza.
Eminentes tratadistas de la materia han configurado la función notarial, mencionando las
diversas actividades de los Notarios. Entre ellos tenemos a Antonio Bellver Cano en su obra
"Principios del Régimen Notarial Comparado". Para este autor la unción notarial comprende
cuatro actividades:
1º. Aconsejamiento a los otorgantes respecto a las decisiones y determinaciones de su voluntad.
2º. Redacción de las declaraciones que recibe de los particulares, adaptándolas a las exigencias
legales.
3º. Constatación de los actos jurídicos (contratos) extendiéndolos documentalmente.
4º. Autorización de tales documentos confiriéndoles, plena y definitiva autenticidad y eficacia.
Bardallo y la Función Notarial.
La fe jurídicamente considerada puede ser pública y privada, según sea otorgada por un
funcionario del Estado con autoridad para ello, o emane de la declaración que presta cualquier
otra persona.
La fe pública es suficiente para acreditar, por si misma, la verdad a que se refiere.
La fe privada desde su autenticidad siempre es cuestionable.
La fe pública también puede ser judicial y extrajudicial, ya sea que proviene del Juez o del
funcionario que a Ley autoriza a conferirla.
Se entiende por fe pública notarial la que el Notario declara en ejercicio de su función, con ella
se obtienen todas las seguridades y garantías que los particulares ambicionan. Contiene la
suma de todas las facultades del Notario, garantía de autenticidad y certeza de los actos y
contratos celebrados en su presencia y con su intervención.
La función del Notario es la de dar fe de ciertos actos; y el valor del instrumento el de hacer fe
de su existencia y de todo o parte de su contenido.
La fe pública notarial es la certeza y eficacia que da el Poder Público a los actos y contratos
privados por medio de la autenticación de los Notarios.
El Notariado.
Los Notarios son funcionarios de la Dirección Nacional de Registros y del Notariado con
potestad de dar fe pública de los actos o hechos jurídicos ocurridos en su presencia física o a
través de medios electrónicos (Art. 67, LRPN).
Al igual que en el caso de los Registradores, se declara que la función del notariado que la
elección de los Notarios se efectuará mediante concurso de oposición conforme al Reglamento
que al efecto deberá dictarse. El nombramiento corresponderá al Ministro de Interior y Justicia
y la remuneración será fijada por Resolución del citado despacho ministerial (Art. 68, LRPN).
En el artículo 72 de la LRPN se establecen una serie de impedimentos de orden subjetivo mas
que todo vinculados con el ejercicio de determinados cargos o posiciones profesionales no
compatibles con la función notarial, tales como: los militares en servicio activo, los ministros de
los cultos; dirigentes o activistas políticos; los abogados en libre ejercicio de la profesión; las
personas declaradas en estado de atraso, quiebra o interdicción, etc.
Resulta, a nuestro modo de ver, inadecuado y atécnico haber incluido en estos supuestos a «las
personas declaradas en estado de atraso, quiebra...», ya que el atraso o quiebra como figuras de
derecho comercial, están vinculados con las sociedades y compañías anónimas que son las que
en puridad de conceptos pueden quedar sometidas a atraso o quiebra. De igual forma, el hecho
de ser abogado en el libre ejercicio de su profesión no debería resultar un impedimento sino
una incompatibilidad con el cargo en el entendido que si el abogado en ejercicio accede a tal
cargo, no puede ejercer su profesión mientras se ejerza la función de Notario o Registrador.
Se sistematizan los aspectos generales de la función notarial - la potestad del Notario, su
nombramiento y remuneración, los principios de actuación, los requisitos para el ejercicio de la
función, los impedimentos, las prohibiciones, los deberes, la competencia territorial, y los
aspectos conceptuales de los documentos y actas -, dejándose el detalle procedimental tal y
como está en el Reglamento de Notarías vigente. Incorpora dentro de las atribuciones sobre el
otorgamiento de fe pública a las capitulaciones matrimoniales, autorizaciones de
administración separada de comunidad conyugal y de bienes de menores e incapaces,
otorgamiento de hipotecas mobiliarias y prendas sin desplazamiento de posesión,
otorgamiento de cualquier caución o garantía civil o mercantil y de cualquier hecho o acto a
través de inspección extrajudicial, transcripciones en acta o por cualquier medio de
reproducción del contenido de archivos públicos o de documentos privados, celebración de
asambleas, reuniones o manifestaciones, transacciones que ocurran en medios electrónicos,
aperturas de libros de asambleas de propietarios, actas de Juntas de Condominios, sociedades y
Juntas Directivas y la autenticación de firmas autógrafas, electrónicas y huellas digitales.
En ejercicio de la función notarial, el artículo 74 de la LRPN circunscribe las actuaciones de los
Notarios como fedatarios a sus respectivas jurisdicciones territoriales. En ese sentido, de
manera innovadora se prevé que los Notarios pueden autorizar los siguientes actos:
· La evacuación de justificativos de perpetua memoria
· Constancias de cualquier hecho o acto a través de inspección
extrajudicial.
· Transcripciones en acta o por cualquier medio de reproducción o de
grabación del contenido de archivos públicos o de documentos privados.
· Celebración de asambleas, reuniones o manifestaciones, dejando
constancias personales, gráficas y sonoras del caso.
· Apertura de libros de asambleas de propietarios, actas de Juntas de
Condominios, sociedades y Juntas Directivas.
· Autenticación de firmas autógrafas, electrónicas y huellas digitales.
Se regulan de manera detallada los derechos de los notarios (Art. 78, LRPN).
Al respecto, uno de los aspectos que más resalta es la obligación de informar a las partes del
contenido, naturaleza, trascendencia y consecuencias legales de los actos o negocios jurídicos
otorgados en su presencia.
Así, se prevé que el Notario debe dejar constancia, en la nota que estampe en los documentos,
de haber dado cumplimiento de esta obligación.
Se trata de una obligación de suma importancia, desde que su omisión puede acarrear la
responsabilidad civil, penal y administrativa del Notario (Art. 78, num. 2, LRPN).
Se incorpora en la LPRN las definiciones de documentos y actas notariales; por lo que se refiere
a los primeros, éstos son otorgados en presencia del Notario o funcionario consular en ejercicio
de funciones notariales, dentro de los límites de sus competencias (art. 79, LRPN).
En cuanto a las actas notariales, estas son definidas como documentos que tienen por finalidad
la de comprobar hechos sucesos o situaciones que le consten u ocurran en su presencia (art. 80,
LRPN).
Función Notarial.
La función notarial puede conferirse concretamente como la actividad que despliega el Notario.
La función notarial se configura como la facultad de provocar la actividad del Notario.
Es así como se ha identificado la función notarial con las diversas actividades que realiza el
Notario, con relación a la doctrina y en el marco de la legislación venezolana.
La Función Notarial en la Doctrina.
En lo que respecta a la doctrina se ha precisado que los autores concuerdan que en un aspecto
fundamental sobre la función notarial, y es que opinan que la función notarial configura un
conjunto de actividades. No descargan los autores la idea de acciones que realiza el Notario
para evidenciar su función; ellos sostienen y discrepan al opinar que las actividades del Notario
son de índole diferente.
La función notarial son los actos que practica el Notario, aunque sean de diversa naturaleza.
Eminentes tratadistas de la materia han configurado la función notarial, mencionando las
diversas actividades de los Notarios. Entre ellos tenemos a Antonio Bellver Cano en su obra
"Principios del Régimen Notarial Comparado". Para este autor la unción notarial comprende
cuatro actividades:
1º. Aconsejamiento a los otorgantes respecto a las decisiones y determinaciones de su voluntad.
2º. Redacción de las declaraciones que recibe de los particulares, adaptándolas a las exigencias
legales.
3º. Constatación de los actos jurídicos (contratos) extendiéndolos documentalmente.
4º. Autorización de tales documentos confiriéndoles, plena y definitiva autenticidad y eficacia.
Bardallo y la Función Notarial.