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.CMAS
 Curso básico de
pesca Submarina

Manual del alumno

7a edición, 2003
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del l/Copyright", bajo las sancio-
nes establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimien-
to, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante
alquiler o préstamo públicos.

© 2003 FEDAS, Federación Española de Actividades Subacuáticas

Santaló, 15, 30 - 08021 BARCELONA
Impreso en España - Printed in Spain
Imprime: SEA GRAFIC (Barcelona)
Depósito legal: B-51536-03

Documentación y textos: Olivier Herrera Caudet

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Instructor de pesca submarina y Apnea nivel 3
Colaboración en la redacción:
Andrea M. Cusset

Maquetación: 9·disseny
Diseño Maqueta y Gráficos: E.N.BAD. (Escuela Nacional de Buceo Autónomo y Deportivo)
Fotografías: Jordi Chias, Toni Verge, Toni León, Emilio Cedrés, archivo FEDAS.

Coordinación: Escuela Nacional de Pesca Submarina y Apnea

Colaboración especial: Cressi-Sub, Omer, Spetton

www. .es
 AL MANUAL BÁSICO DE PESCA SUBMARINA

Entre tus manos tienes el manual del curso básico de Pesca Submarina
de la Federación Española de Actividades Subacuáticas. Este manual es la
muestra palpable del esfuerzo que desde esta federación se ha hecho para
reglar la enseñanza de este deporte que tantas satisfacciones ha aportado a
este país, deporte en el cual hoy en día España es una potencia indiscuti-
ble.
La calidad de este trabajo, es fruto del esfuerzo y dedicación de todos
los instructores y colaboradores que han participado en su elaboración.
Ellos han puesto todo su interés, éonocimientos y experiencia para conse-
guir un manual que combine el rigor con la amenidad y de esta forma di-
vulgar entre los que se inician en la pesca submarina los conocimientos ne-
cesarios para mantener su seguridad.
Esta es una primera edición, que esperamos ir mejorando a través de las
sugerencias que irán haciendo los instructores y los alumnos y que serán
fruto de la experiencia.
Presentamos, por tanto, un manual que te ayudará durante tu curso de
pesca submarina a introduCirte fácilmente en este apasionante deporte sin
perder un ápice de tu seguridad. ¡Ojalá! Que sea a través de este deporte
como encuentres una de las mayores satisfacciones de tu vida, a la vez que
crece tu respeto por la naturaleza y tu circulo de amigos.
Ahora disfruta del curso y no dudes en preguntar a tu instructor lo que
no entiendas. Él estará encantado de explicarte todo lo que necesitas cono-
cer del mundo submarino y de este deporte, con todas tus dudas resueltas
disfrutarás mucho más de esta actividad y ese es nuestro deseo y principal
objetivo.

José Rodríguez Oveja

Presidente de la Federación Española
de Actividadlts Subacuáticas
FEDAS
 Después de años de espera y tras arduos trabajos la ESCUELA NACIO-
NAL DE PESCA SUBMARINA Y APNEA, ha editado el curso de iniciación a
la Pesca Submarina, este texto es el inicio de una serie de cursos de per-
feccionamiento que posteriormente se editarán, y que pretende ser una he-
rramienta para los que se inician en este, nuestro deporte, con las garantías
necesarias para su correcto aprendizaje.
Quiero agradecer a FEDAS la ayuda prestada a la Escuela para la conse-
cución de este trabajo y también a todos los que han colaborado en la cre-
ación de la Escuela y en la elaboración de los textos que próximamente se
editarán.
Deseo que este texto y los que le sucederán sirvan para la correcta pro-
moción de nuestro deporte.
Pedro Noguera Ayala
Presidente del Comité Nacional
De Pesca Submarina y Apnea.
 índice

¿En qué va a consistir el curso? 14

Lo que necesitas para comenzar 16
El sistema de trabajo 16
Y por último 16

CAPÍTULO 1

Nuestro primer contacto con el agua

El equipo ... t • • • • • • • '. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 18

El equipo básic'o para bucear en apnea 18
El equipo específico de la pesca submarina 21
El manejo del fusil submarino 22
 La fisiología de la inmersión 24
La temperatura del agua y la pérdida de calor. Hidrocución e
Los seres vivos del mar
hipotermia 24
Cómo combatir la pérdida de calor 25
Los·peces ' 44
Nuestra flotabilidad: principio de Arquímedes 26
La presión y nuestro cuerpo 27 Otros seres vivos del mar 48
Presión atmosférica y presión hidrostática: Especies peligrosas .49
Cómo y por qué nos afectan 28
Ley de Boyle-Mariotte 28
Cómo lastrarnos 29 CAPÍTULO 4
La compensación 30
La maniobra de Valsalva 30 La seguridad en el mar
La compensación de la máscara 31
Sinusitis y resfriados 32 ............... 54
La hiperventilación ¡ 32
••••••••••••••••

La visión bajo el agua 35

Por qué parece todo más grande y cercano: CAPÍTULO 5
el funcionamiento del ojo 36
Historia

,
CAPÍTULO 2 SUlJmal~ma en nuestro país ... 58

Empezamos a bucear
CAPÍTULO 6
buceo en apnea 38
i~l1/~as esp,ec:ít,¡cas de la pesca submarina 39 Legls'1aClon
.~ 62
Federaciones Autonómicas 63
.................../ 39
............................ 41
..............................42
 Bienvenido al Curso básico de pesca submarina.
El objetivo principal de este curso es ofrecer una formación básica tan-
to a aquellos que queréis iniciaros en la pesca submarina como a los que
queréis ampliar vuestros conocimientos sobre este deporte de una manera
segura y responsable.
Durante el curso se pondrá especial énfasis en lo referente a la seguri-
dad en el agua y a nuestra actitud de respeto hacia el medio marino y sus
habitantes.
Al finalizar el curso seréis capaces de:
., Reconocer los cambios que se producen en el entorno cuando
nos sumergimos.
.. Reconocer los cambios fisiológicos que se producen en nuestro
organismo en inmersión (efecto de la presión).
.. Explicar qué procedimientos hemos de utilizar para adaptarnos a
dichos cambios.
.. Detallar cuáles son los elementos del equipo del pescador sub-
marino.
.. Describir las características y la correcta utilización de todos los
elementos del equipo.
.. Describir algunas de las técnicas específicas del buceo en apnea
y de la pesca submarina.
.. Practicar la inmersión en apnea utilizando correcta yeficazmen-
te todo el equipo y las técnicas específicas del buceo en apnea y
de la pesca submarina.
<$> Manejar con precaución y seguridad un fusil submarino.
.. Cumplir todas las normas de seguridad valorando la importancia
de las mismas.
<$> Conocer y describir las especies de peces más comunes de nues-
tra zona.
/JI Conocer el pasado y el presente de la pesca submarina en nues-
tro país.
/JI Conocer y aplicar las disposiciones oficiales que regulan la pesca
submarina.

La Federación Española de Actividades
Subacu áticas (FEDAS) agrupa a todas las
Federa ciones Autonó micas de Activid ades
Subacu áticas, las cuales, a su vez, están com-
puestas por todos los Clubes de Activid~des
Subacu áticas existentes en cada Comun idad
Autóno ma. Dichos clubes te ofrecen una am-
plia oferta de actividades y cursos de las dife-
rentes disciplinas que depend en de la FEDAS.
La FEDAS forma parte de la Confederaci.~n Mundi~1 de Acti,vid
ades
Subacu áticas (CMAS) desde el año de su creaClon, 1959, Junto a mas
de 85
federac iones naciona les de otros tantos países.
CMAS
El curso básico de pesca submar ina pretend e enseña rte el ~odo.
de
adaptar te al medio subacu ático de una forma cómod a, segura y dl~ertld
a.
De esta manera , aprend erás las técnica s básicas de la pesca subman
na.
! xima seguridad.
En las sesione s teórica s del curso estudia remos, en primer lugar, las
di-
ferencias entre el medio terrestre y el acuátic o. Trataremos elem:~
tos tan
condic ionante s como la temper atura, la visión, el peso, la preslon
, etc.,
analiza ndo cómo se ven afectados a medida que varían diferentes
factores
como la profund idad a la que nos sumergimos, la temper atura del agua,
etc.
Para poder adaptar nos al nuevo entorno tendrem os que equipa~n~s
c~n
una serie de elemen tos como la máscara, el tubo, las aletas, el traje
Isoter-
mico, el cinturó n de lastre, etc.
Aprend eremos a recono cer cuál es el equipo que más se adapta a
nues-
tras necesid ades y a cómo conseg uir su buen manten imiento .
Durant e estas sesione s tambié n aprend eremos a distinguir los diferen
tes
seres vivos con los que podem os encontr arnos, conoce remos sus
costum -
bres, cuál es el lugar más adecua do para buscarlos, etc.
La utilización de nuestro equipo no es compli cada. Tampo co lo es
nues-
tro desplaz amient o por el nuevo medio, pero se requier e un proceso
de
aprend izaje y adaptac ión. Para ello comen zaremo s las sesione s práctic
as en
aguas tranquilas, como las de una piscina, o en aguas confinadas,
como las
de una cala protegida.
Para conclu ir el curso realizar emos práctic as en el mar. De ese
modo
compro baremo s si somos capace s de poner en práctic a de una manera
efi-
caz, cómod a y segura los conoci miento s teórico -práctic os adquiri
dos.
Existe otro factor que debem os subrayar a lo largo de todo el curso,
ya
que supone la plena adaptac ión al medio: nuestra actitud.
Algunas de las situacio nes que pueden surgir en el mar no pueden
re-
solverse del modo al que estamo s acostum brados en el medio terrestr
e y
menos aún cuando estamo s sumerg idos y con el tiempo de inmersi
ón limi-
tado por nuestra capacid ad de apnea. pof eso, ún pescad or submar
ino tie-
ne que saber actuar en todo momen to, previni endo los riesgos posible
s y
reaccio nar ante los imprevistos, siendo conscie nte de las características
del
medio en el que se encuen tra y eligien do en todo momen to la solució
n más
apropia da.
Aprend erás a bucear en apnea y a pescar con un compañ ero, a mante-
ner siempr e una actitud de atenció n y de control constan te sobre él
y sobre
los factores de riesgo. Sólo así conseg uirás disfrutar del deporte con
la má-
Puedes realizar el curso de nivel avanza do y formarte despué s como
téc-
nico deportivo en apnea y pesca submar ina.
 '" Certificado médico oficial que certifique que "el deportista no tie-
ne incompatibilidad para la práctica de la apnea deportiva y la
pesca submarina" .
El equipo básico.
Tener 14 años o más. Para los alumnos menores de 18 años se exi-
girá una autorización paterna por escrito.

Este manual es sólo otro medio disponible durante tu aprendizaje. Las

explicaciones y aclaraciones que vas a recibir por parte de tu profesor son
el complemento adecuado e imprescindible para alcanzar los objetivos del
curso.
Además, las sesiones prácticas te permitirán poner en práctica los cono-
cimientos que hayas ido adquiriendo.
Te proponemos el siguiente sistema de trabajo:
Lee atentamente el capítulo del libro correspondiente a cada cIa-
se antes de que se imparta.
Durante las distintas sesiones, realiza todas las preguntas y solici-
ta todas las aclaraciones que necesites sobre lo que has leído en
el libro.
Si al final de una clase, todavía te queda alguna duda, pregunta al
profesor.

Los instructores
Los profesores que van a acompañarte durante todo el curso serán tus
compañeros y te ayudarán en cada fase de tu aprendizaje.
Ellos tienen mucha experiencia y se han formado para guiarte. Ten ab-
soluta confianza en ellos e intenta aprovecharte al máximo de sus conoci-
mientos y su disposición.
 una buena VISI-
bilidad y son más
fáciles de com-
pensar.

1. Cuáles son los diferentes elementos que componen el

equipo del pescador submarino. - Las aleta~: nos ayudarán a desplazarnos en el agua. Su longitud y
2. Cómo el equipo nos permite adaptarnos a las caracterís- dureza deberan adaptarse a nuestra capacidad física. Los fabri-
ticas físicas del medio subacuático. cantes de aletas utilizan diferentes materiales (caucho, plásti-
3. Cómo utilizar los diferentes elementos del equipo co- co, carbono, etc) cuyas propiedades determinarán las pres-
rrectamente, especialmente el fusil submarino. taciones de las mismas. Por lo general, las aletas emple-
adas para la pesca submarina son de calzante cerrado
. y más largas que las aletas convencionales.
El agua, un medio con unas características físicas y químicas muy dife-
rentes a las que encontramos en tierra, requiere la utilización de un equipo
especial que favorezca nuestra adaptación en términos de comodidad y se-
guridad.
Los obstáculos más evidentes que nos encontramos al sumergirnos a
cuerpo libre son las dificultades para ver, para respirar, para movernos con
destreza y para protegernos del frío.
- El tubo: nos permite respirar con la cabeza sumer-
Hoy en día, podemos salvar estos cuatro impedimentos gracias a los ele- gida sin perder de vista en ningún momento lo que su-
mentos del equipo básico para la inmersión en apnea: la máscara, las ale- cede en el fondo. Este elemento debe ser de consistencia
tas, el tubo y el traje de neopreno (que, dependiendo de su espesor, reque- blanda o semi-rígida. Es aconsejable que tenga cierta for-
rirá además un cinturón de lastre). ma curvada para una mejor adaptación a la forma de la
cabeza. Su diámetro será suficientemente grande para
La aparición de nuevos materiales y la experiencia de los mejores de-
permitirnos respirar sin dificultad y proporcionarnos Ún
portistas han hecho evolucionar los elementos del equipo, haciéndolos más vaciado eficaz.
confortables y sofisticados, mejorando la seguridad, la comodidad e inclu-
so las prestaciones que ofrecen a todo deportista, desde el principiante has-
ta el campeón.
- El traje de neopreno: su función es la de aislarnos e
En este curso aprenderás los criterios que debes seguir para dotarte del impedir la pérdida de calor de nues-
equipo que más se adapte a tus necesidades. tro cuerpo en el agua, así como la
de protegernos del contacto con
Conocer el equipo y saber cómo mantenerlo es indispensable para el
animales urticantes y de las rozadu-
buen pescador submarino. Confiar en él será determinante a la hora de con-
ras producidas por las rocas.
seguir el grado de relajación adecuado, de sumergirnos con seguridad, de
Podemos encontrar trajes de distin-
divertirnos y de obtener sus máximas prestaciones.
tos grosores -dependiendo de la
temperatura del agua-, colores y
acabados. Es importante que escoja-
EI·equipo básico para la apnea mos bien la talla de manera que el
- La máscara: nos proporciona una visión traje quede bien ajustado a nuestro
nítida bajo el agua, creando un espacio aéreo cuerpo y evite así la circulación de
entre el agua y nuestros ojos. Los modelos más agua. Pese a que no existe obliga-
adecuados para pesca y apnea son los de volu- ción alguna, generalmente los colo-
men interno reducido, ya que proporcionan res oscuros o miméticos tienen una
mayor aceptación. También existen
 accesorios para proteger los pies, •
como los escarpines, por lo gene-
ral tipo calcetín y sin suela, y los
guantes para las manos.
•
- El cinturón de lastre: nos ayudará a contrarrestar la f10tabil idad del tra-
je de goma. El cinturón ha de ser elástico para facilitar su ajuste a nu.estra
cintura; ya que ésta varía su tamaño a medida que aumenta la profundidad.
La hebilla ha de ser de zafado rápido para, en caso de necesidad, poder
desprendernos del lastre de la manera más rápida posible. La cant~dad de
plomos dependerá del grosor del traje (a mayor grosor, mayor cantidad de
plomos), de la morfología de nuestro cuerpo (unos flotamos más que otros)
y de la profundidad a la que bucearemos (cuanto mayor sea, menos lastre
utilizaremos).
Accesorios que complementan el equipo:
- El cuchillo: accesorio obligatorio para la pesca submarina, indispensa-
ble para nuestra seguridad. Ha de estar bien afilado para poder cortar rápi-
damente cabos y redes. Su tamaño debe ser medio (hoja no superior a 15
cm) y tenemos que colocarlo siempre en el mismo lugar para, en caso ne-
cesario, poder localizarlo de manera intuitiva.
- La boya de señalización: accesorio obli- ~
gatorio para la pesca submarina. Como su
nombre indica, este accesorio nos permite se- •
ñalizar nuestra posición en la superficie, por
lo que se convierte en un elemento de seguri-
dad indispensable. La boya debe ser regla-
mentaria -debe llevar la bandera "Alfa"-, de
un color llamativo y de un volumen nunca in-
ferior a 6 1. Irá siempre unida a nosotros por
un cabo flotante, preferiblemente también de
color vistoso de modo que nuestro compañe-
ro pueda seguir nuestra trayectoria desde la
superficie.
- La linterna: las linternas empleadas para la ".
pesca submarina suelen ser de tamaño reduti- ...
do. La linterna es un elemento más de seguri-
dad: nos permite hacer señales luminosas a
gran distancia en caso de dificultad y alertar a
las embarcaciones que no se han percatado de "
nuestra presencia. Otra de sus funciones es la ....
de ayudarnos a valorar mejor el tamaño y espe-
cie de nuestras posibles capturas.
El equipo específico de la pesca submarina:
- El fusil: existen dos tipos básicos, el de aire comprimido y el de gomas.
Por su simplicidad de funcionamiento y mantenimiento, además de sus
buenas prestaciones, el fusil de gomas es el más aceptado. Podemos encon-
trar distintas longitudes en función del tipo de pesca que queramos realizar.
Los componentes básicos de un fusil de gomas son:
• La varilla o arpón: fabricadas por regla general en acero y acero in-
oxidable, las varillas pueden
presentar distintas longitudes
y grosores. En función del ti-
po de punta, podemos distin-
guir entre tahitiana, tridente y
fítora de 4 o 5 puntas.
 • Nunca dispararemos sin estar completamente seguros de estar

'7
~punt~ndo ~ .un pez y de que, con ello, no ponemos en peligro la
• Las gomas: confeccionadas en lá- Integndad flslca de nadie.
tex, van enroscadas por un extre-
• Nunca dispararemos un fusil fuera del agua ya que no está dise- .
mo al cabezal del fusi I y por el
ñado para ello (la resistencia al movimiento en el exterior es mu-
otro al obús (pieza que permite
cho menor, por lo que se multiplica su potencia y su peligrosi-
acoplar las gomas al arpón).
dad).
• La culata: es la empuñadura del fu-
sil, en ella se sitúa el mecanismo
de enganche y de disparo del ar-
pón.

_El pasapeces: instrumento que, fijado a la boya, permite transportar las

piezas capturadas. Existen diferentes sistemas, pero el más usado es el de
aguja.
Algunos pescadores suelen llevar el pasapeces en la
cintura, lo cual no resulta aconsejable (en competición se
prohíbe explícitamente) ya que entraña ciertos riesgos:
• Aumenta las posibilidades de engancharnos en las ro-
cas.
• En zonas donde se encuentran tiburones, podríamos Cuando carguemos nuestro fusil tendremos en cuenta las siguientes re-
estar atrayendo su atención con los peces que llevamos comendaciones:
en nuestra cintura y llegar a provocar un ataque hacia
• Siempre comprobaremos que el obús se haya enganchado co-
nosotros. rrectamente en la hendidura del arpón antes de soltar las gomas.
• Otro pescador puede ver el pescado que llevamos en
• Siempre llevaremos guantes, ya que evitan que nos resbalen las
la cintura pero no a nosotros, especialmente en aguas
gomas y, en caso de que éstas no se hayan enganchado correcta-
turbias: podríamos llevarnos un varillazo no deseado.
mente y se disparen, nos protegerán los dedos de la acción del
Ahora ya conocemos los elementos básicos del equipo del pescador sub- obús.
marino. El profesor te mostrará cómo colocarlos correctamente.
• Si las gomas son demasiado duras para nosotros las cambiaremos
p~r unas mejor adaptadas a nuestras posibilidades y que nos per-
mItan cargar el fusil con facilidad.

El manejo del fusil submarino

Nuestro fusil subacuático es un arma y, como tal, puede resultar peli-
groso si no se maneja con cuidado y con sentido común. Cuidado y mantenimiento del equipo
Recordaremos estas normas: Bastarán unos pequeños cuidados para mantener nuestro equipo en
buen estado y prolongar su vida útil.
• Solamente cargaremos el fusil dentro del agua y cuando vayamos
a utilizarlo. • Enjuagar bien el equipo con agua dulce después de cada uso.
• Nunca lo llevaremos cargado fuera del agua, en la barca o en la • Dejar secar bien todos los elementos evitando la luz directa del
boya. sol, siempre es aconsejable dejar secar el equipo a la sombra en
un lugar aireado.
• Nunca pescaremos o nadaremos con un fusil cargado en zonas de
baño.
 • Tener especial cuidado con los elementos más frágiles, evitare- Por regla general, la temperatura a la que se encuentra el agua siempre es
mos pisarlos o darles algún golpe brusco, también evitaremos po- menor que la temperatura ambiente. Dicho cambio podría provocarnos una
ner pesos encima cuando lo guardemos. hidrocución, desvanecimiento que, pese a ser leve, en el agua puede resul-
• Mantener limpios de arena los mecanismos de nuestro fusil y de. tar pel igroso.
la linterna. Para evitarlo, no nos introduciremos en el agua si no estamos en perfec-
• Afilar periódicamente las puntas de los arpones. tas condiciones. Cuando lo hagamos, siempre nos mojaremos antes la nu-
ca y las muñecas, para que el cuerpo se vaya acostumbrando a la nueva
Es muy aconsejable preparar una lista de chequeo y comprobar que co-
temperatura, de modo que, si sentimos un escalofrío, el cuerpo nos estará
gemos todo el equipo siempre antes de salir de casa, ya que podemos lle- advirtiendo de que no debemos sumergir-
gar a nuestro punto de pesca y al equiparnos, darnos cuenta de que nos he- nos.
mos dejado algo.
Una vez sumergidos, nuestro cuerpo ac-
tiva el sistema termorregulador para mante-
ner la temperatura, pero la pérdida de calor
en el agua es más rápida que en el aire ya
que la conductividad térmica del agua es
25 veces superior a la del aire, (por esta ra-
zón es habitual que aguas que en un prin-
cipio nos parecen cálidas al cabo de unos
minutos nos parezcan frías). Es posible que
el organismo no soporte esta constante pér-
dida de calor y, en consecuencia, disminu-
ya su temperatura hasta sufrir una hipoter-
mia. Si empezamos a temblar en el agua,
debemos salir inmediatamente, secarnos
bien y abrigarnos.

Cómo combatimos la pérdida de calor

Un traje de neopreno adecuado evitará la pérdida de calor y nos prote-
gerá en gran medida de los cambios bruscos de temperatura que pueden
causar la hidrocución.
1. Los principios básicos que actúan sobre nosotros cuando Es importante tener en cuenta que si
nos sumergimos. nos equipamos con un traje demasiado
2. Los efectos de los cambios brusos de temperatura y cómo grueso para las condiciones del agua, así
evitarlos. como si permanecemos con nuestro traje
3. Por qué se produce una hipotermia y cómo evitarla al sol o hacemos algún tipo de ejercido
con el traje puesto fuera del agua, corre.
mas el riesgo de sofocarnos.

La temperatura del agua y la pérdida de calor.

Hidrocución e hipotermia
Nuestro cuerpo debe mantenerse siempre a una temperatura aproxi-
mada de 37°C, para lo cual disponemos de un sistema termorregulador
muy eficaz. Cuando nos sumergimos en el agua, dicho sistema tiene que
hacer frente en pocos segundos a un cambio de temperatura muy brusco.
 Nuestra flotabilidad: el principio de Arquímedes
1. Por qué lose cuerpos flotan o se hunden.
2. A qué llamamos flotabilidad positiva, negativa y neutra.
3. Qué factores que influyen en nuestra flotabilidad.
Es evidente que el agua nos sujeta y nos permite flotar, pero ¿cómo se ex-
pi ica este fenómeno?
La ley física que lo aclara es el llamado Principio de. Arquímedes, qu;
establece que cuando un objeto se sumerge total o parcialmente en, un. li-
quido, éste experimenta un empuje hacia arriba igual al p.eso del liquido
desalojado. La mayoría de las veces se aplica al comportamiento de lo: ob-
jetos en agua y explica por qué los objetos flotan y se hunden y por que Pé).-
recen ser más ligeros en este medio.
El concepto clave de este principio es el de 'empuje', fuerza que actúa
hacia arriba reduciendo el peso aparente del objeto cuando éste se en-
cuentra en el agua.
Del análisis de este principio podemos
deducir que, cuando un objeto desplaza
una cantidad de agua que pesa menos que
él mismo, se hundirá. Diremos que tiene
una flotabilidad negativa. Cuando el peso
del agua desplazada sea mayor más que su
propio peso, el objeto flotará y diremos que
tiene una flotabilidad positiva. Y de la mis-
ma manera, cuando el peso del agua des-
plazada sea igual al peso del objeto, éste ni
se hundirá ni flotará, diremos que tiene una
flotabi Iidad neutra.
Podemos hacer la prueba en la piscina:
con los pulmones llenos, nonnalmente flo-
taremos, si los vaciamos, normalmente nos
iremos al fondo.
Pronto os daréis cuenta de que con el
traje de neopreno flotamos mucho más.
Esto se debe a que ocupamos mucho más
volumen y desplazamos más agua mientras
nuestro peso es prácticamente el mismo.
Por tanto nuestro principal problema, al
contrario de lo que pudiésemos imaginar
en un principio, será lograr sumergirnos. Si
queremós descender y poder permanecer
en el fondo cómodamente, venciendo el
empuje del agua, deberemos recurrir al cin-
turón de lastre (más adelante os explicare-
mos cómo calcular la cantidad de lastre
que se necesita).
A la hora de lastrarnos, tanto en el buceo en apnea como en la pesca
submarina es importante tener en cuenta que, debido a la presión hidrostá-
tica, nuestro volumen, y por consiguiente la cantidad de agua que despla-
zamos, variará en función de la profundidad.
La presión y nuestro cuerpo
1. Qué es la presión atmosférica, presión hidrostática y la
presión absoluta.
2. Como afecta la presión a nuestra flotabilidad.
En ocasiones no distinguimos entre fuerza y presión. Recordemos que el
concepto de presión se utiliza para indicar precisamente la fuerza que se
está ejerciendo sobre una superficie determinada. Por lo tanto, la presión es
la fuerza que actúa por unidad de superficie.
Sobre todo cuerpo situado en la superficie terrestre actúa constante-
mente una presión provocada por el peso de la columna de aire que tiene
sobre sí (se trata de la presión atmosférica). Esta presión a nivel del mar es
de 1kg por cada cm 2 • Dicho valor es tomado como unidad de referencia y
recibe el nombre de atmósfera.
1kg/cm 2 = 1 atmósfera (1 atm.)
 Normalmente no percibimos esta pre- Así pues, el pescador submarino, al su-
sión porque nuestro cuerpo está compuesto mergirse, experimenta una compresión de-
principalmente por líquidos y el líquido es bida a la presión hidrostática, la cual hace
incompresible. (La excepción la conforman que disminuya el volumen tanto de su traje
los espacios aéreos de nuestro cuerpo.) En de neopreno como de las partes comprimi-
la superficie, normalmente no notamos esta bies de su cuerpo, principalmente abdomen
presión debido a que el aire de las cavida- y tórax, produciéndose variaciones en su
des internas de nuestro cuerpo está a la flotabilidad.
misma presión que el aire del exterior. Para
Por consiguiente, la flotabilidad del pes-
que la presión atmosférica varíe significati-
cador submarino variará en función de la
vamente debemos salvar grandes diferen-
profundidad a la que se encuentre. Este
cias de altitud rápidamente y en raras oca-
punto es muy importante a la hora de cal-
siones advertimos ese cambio de presión (al
cular el lastre que necesitaremos.
subir una montaña rápidamente en un funi-
cular, cuando viajamos en avión, etc).
En contraste con esto, el agua es mucho
más densa y pesada que el aire y por ello la presión que ejerce sobre los
cuerpos sumergidos es mucho mayor que la que ejerce el aire. Esta presión
que ejerce el agua se denomina presión hidrostática.
Cómo lastrarnos
La presión hidrostática aumenta 1kg por cm 2 cada 1o metros de profundidad.
O lo que es lo mismo: 1 atmósfera cada 10 metros.
Como ya hemos comentado, en la mayor parte de nuestro cuerpo no no-
tamos este aumento de la presión. Donde sí lo percibiremos de inmediato (al
sumergirnos en el agua, incluso en el primer metro) será en los pocos espa-
1. Cúantos kilos de lastre necesitamos
cios aéreos de nuestro cuerpo: oídos, senos y pulmones, principalmente.
2. Cómo colocarnos ese lastre.
En el medio terrestre, debemos ascender hasta aproximadamente
5.000m para que la presión se reduzca a la mitad. Sin embargo, en el en-
torno submarino, con un simple descenso de 5 metros la presión se incre-
menta en O,5atm., a los 10m se ha duplicado y a los 20m se ha triplicado. Una de las reglas más importantes de la pesca submarina se refiere al
modo de lastrarnos correctamente.
Por todo lo analizado en este punto, la
presión total o presión absoluta que actua- El lastre necesario dependerá de nuestro traje de neopreno, así como de
rá sobre un cuerpo sumergido será la suma la profundidad en la que vamos a desplazarnos a mayor profundidad, me-
de la presión atmosférica más la presión hi- nos lastre (recordemos todo lo explicado sobre la flotabilidad y sobre cómo
drostáticá. influye la presión en ella). De cualquier modo, siempre obedeceremos una
regla básica: "nos lastraremos siempre de manera que garanticemos una
Otra de las leyes física que intervienen es
flotabilidad positiva de nuestro cuerpo en los 10 últimos metros".
la ley de Boyle-Mariotte, que afirma que el
volumen de un gasp temperatura constante Si pescamos a menos de 10 metros intentaremos alcanzar una flotabili-
es inversamente proporcional a su presión. dad neutra que coincida con la profundidad máxima de modo que, entre
esta cota (profundidad máxima) y la superficie, seremos positivos.
Una consecuencia directa de la varia-
ción de presión es la modificación de los
volúmenes de los gases. El volumen del ai-
re cambia proporcionalmente a la presión;
esto significa que, si bajamos 10 metros, la
presión aumenta el doble y, por tanto, el
volumen se reduce a la mitad.
 La compensación es posible gracias a las
trompas de Eustaquio, que son dos conduc-
tos (uno en cada oído) que comunican la ca-
vidad del oído medio con la zona nasofarín-
gea y, por lo tanto, con los pulmones. Pero
estas dos trompas, que tienen las paredes re-
vestidas de una mucosa similar a la nasal, no
se presentan casi nunca abiertas al paso de
aire. Es precisamente por este motivo por el
que hemos de realizar una maniobra para
que el aire pueda pasar de los pulmones al
oído.

Existen distintos métodos para conseguir

esta compensación, pero el más senci 110 y
La compensación más comúnmente utilizado es la maniobra
de Valsalva. La maniobra de Valsalva consis-
te en taparnos la nariz, pinzándola con los
dedos, y tratar de espirar por ella con la bo-
Vam~s a C~fJlJ!lNll~Cff;¡jf' ca cerrada. Con ello creamos una sobrepre-
sión intratorácica que repercute a través de las trompas hasta el oído medio,
1. Cómo afecta la presión a nuestros oídos, senos ya la' más-
compensando la presión que ejerce el agua en la cara externa del tímpano.
cara.
2. Cómo compensar los oídos con la maniobra de Va/salva.
3. Cómo compensar la mascara.

Compensar significa restablecer el equilibrio entre la presión externa y Compensación de la máscara

la presión interna.
Al iniciar el descenso, la máscara con-
En el caso de los oídos, debemos restablecer el equilibrio e~tre la pr~­ tiene cierta cantidad de aire que, natural-
sión externa y la presión interna de la membrana timpánica (cavidad media mente, estará a la presión ambiente inicial.
del oído medio). Si al aumentar la profundidad no se insufla-
se aire en su interior, el aumento de la pre-
En este sentido, sabemos que al sumer-
sión aplastaría la máscara contra nuestra
girnos nos sometemos a la acción de la pre-
cara, produciendo una acción de ventosa
sión hidrostática sobre todas las partes de
que podría llegar a producirnos lesiones en
nuestro cuerpo y que ésta aumenta con la
la piel y los ojos. Este accidente es muy fá-
profundidad. Como es lógico la membr.a,na
cil de evitar simplemente insuflando aire a
timpánica no representa una excepclon.
través de la nariz al interior de la máscara
Así, a medida que v?mos descendiendo, en
tan pronto como notemos los primeros sín-
la pared externa dél tímpano se ejerc: una
tomas de aplastamiento.
presión cada vez mayor que lo empuja ha-
cia adentro. Para evitar que se desgarre por
la presión hidrostática, el hombre ha apren-
dido a introducir aire en el oído medio pa-
ra compensar la diferencia de presión y de-
volver a la membrana en condiciones de
equilibrio. Esta maniobra se conoce como
maniobra de compensación.
 Sinusitis y resfriados
Los senos paranasales son cuatro cavi-
dades llenas de aire alojadas en nuestro
cráneo a la altura de la frente y por encima
/ La hiperventilación aumenta la oxigenación de la sangre en un porcen-
de la boca (en el maxilar superior) que se
comunican con las fosas nasales.
En condiciones normales -al no tratarse
de espacios cerrados- no se verán afectados
por los cambios de presión. Pero a veces se
inflaman a causa de un resfriado o de una
infección. En ese caso, la mucosa que re-
cubre el interior del seno se irrita y se infla-
ma provocando abundantes secreciones
mucosas. Como consecuencia, los conduc-
tos de comunicación también se inflaman y
se obstruyen impidiendo el paso normal de
aire del interior al exterior y viceversa, lo
cual provoca el bloqueo del seno afectado. Cuando esto sucede no tenen:os
ningún procedimiento para compensar su presión interior con la exterior,
con lo cual deberemos posponer nuestra inmersión.
La hiperventilación
V@Jl.IfDJYS @12 Cfjtifjf)~<fCe!if
1. Qué es la hiperventilación.
2. Los riesgos que entraña la hiperventilación.
La hiperventilación no es más que el aumento del ritmo respiratorio con
el fin de aumentar los litros de aire "respirados" por unidad de tiempo. Se
trata de un fenómeno natural que a menudo realizamos de manera involun-
taria (por ejemplo, mientras realizamos un ejercicio intenso como correr).
En la práctica de la apnea y de la pesca submarina existe la creencia de
que una hiperventilación voluntaria previa a una inmersión en apnea pue-
de hacer que aguantemos más tiempo la respiración. ¡Esto es falso y peli-
groso!
taje mínimo pero hace descender considerablemente el nivel de C02. Por
esta razón, la hiperventilación debe asociarse más a una hipocapnia (des-
censo del C02) que a una hiperoxia (aumento del 02) de la sangre.
La acumulación de C02 en sangre dispara los mecanismos de respira-
ción. Hiperventilar retarda la aparición de estos mecanismos. En definitiva,
obtenemos un retraso en la aparición de los estímulos que nos hacen respi-
rar, pero no una prolongación de nuestra apnea.
Si hiperventilamos existe un alto riesgo de sufrir un síncope anóxico al
final de la apnea sin tan siquiera darnos cuenta.
El síncope de los siete metros
1. El mecanismo por el que se produce el síncope de los sie-
te metros.
2. Por qué nunca debemos apurar nuestras apneas en pro-
fundidad.
Existe otro fenómeno que puede llevarnos a un síncope anóxico y que
debemos conocer bien:
El mecanismo es muy sencillo: al aumentar la profundidad y, por consi-
guiente, la presión absoluta que actúa sobre nuestro organismo, aumentan
también las presiones parciales de los gases que hay en nuestro cuerpo, en-
tre ellos, la presión parcial del oxígeno en los pulmones.
Como consecuencia de este aumento de la presión parcial del oxígeno
en los pulmones, nuestro cuerpo puede aprovechar más moléculas de oxí-
geno que si estuviéramos en superficie, con lo que tenemos la sensación de
poder aguantar más tiempo en el fondo y nos sentimos muy cómodos, co-
mo si tuviéramos aire de sobra.
Esta sensación es peligrosa y no debe confundirnos, ya que al igual que
con el descenso aumenta la presión parcial del oxígeno, durante el ascen-
so disminuye -al disminuir la presión absoluta- para volver a su estado ini-
cial, con lo que si hemos gastado en el fondo más oxígeno del que debía-
mos, al regresar a superficie nos hará falta. Este cambio se nota especial-
mente en los últimos 10m donde la presión pasa de 2 atm a -10m a 1 atm
en superficie, es decir: se reduce a la mitad. O dicho de otra manera: a -10m
podríamos aprovechar el oxígeno el doble que en la superficie.
 Debido a ese cambio tan brusco de presiones (un 50%) en 10m, si he-
mos consumido más oxigeno del que debíamos en el fondo, al subir lo ne-
La visión bajo el agua
cesitaremos pero ya no lo tendremos, con lo cual sufriremos un síncope
anóxico. Éste es el conocido como síncope de los 7 metros, debido a que
se suele producir siempre en esta última parte de la inmersión.
Para evitarlo tendremos que ser conscientes en cada momento de cuál
es nuestro límite de permanencia en el fondo, y nunca sobrepasarlo. Este lí- 1. Por qué tenemos que utilizar siempre la máscara para ver
mite nunca será un valor fijo, sino que variará en función de factores como en el medio acuático.
nuestro estado físico, la temperatura del agua, el cansancio, etc. Serán las 2. Por qué vemos los objetos más próximos y más grandes.
sensaciones de nuestro propio cuerpo las que nos indiquen cuál es ese lí-
mite en cada inmersión y a las que deberemos obedecer sin dudar.
Es decir, si tu cuerpo te pide subir a respirar, no lo dudes y su~e; no in-
tentes aguantar más en el fondo y piensa que todavía te queda la subida y Si nos sumergimos sin la máscara y abrimos los ojos debajo del agua to-
el cambio de presiones. do ~parece borroso e incluso nos resulta difícil mantener los ojos abi~rtos
debido al contacto. directo con el agua. Cuando nos ponemos la máscara
ATM/Mts. El síncope anóxico se desaparecen estas Incomodidades, pero pronto advertimos que los objetos
1 o o caracteriza por una pérdi- Plafrece~ estar. más cerca y ser más grandes. La explicación se encuentra en
da de conciencia debida a e unClonamlento del ojo:
Zona
máximo del
riesgo una brusca privación del
1,5 -5
de síncope
oxígeno que llega al cere-
bro.
2 -10
Lo peligroso de los sín-
copes no deriva del sínco-
2,5 -15
pe en sí, sino del medio en
que se produce. Así, un
Objeto
3 -20
Período de bienestar
I I I I I
síncope que se produzca
en tierra, pese a que pue-
da llevar implícitos ciertos
.•
1 Rayos luminosos / .
--;:::.::::::::::---------2------.'''-
'·"'0 1 I
--..: -..-------..-._.i
>o.
15" 30" 45" l' 1'15" 1'30" 1'45" 2' Tiempo

factores de riesgo, acos-

---~---,-----------
tumbra a no tener gravedad y a desaparecer de forma espontánea. En cam- --.,_.._-~-----------_.
bio, esta misma situación dentro del agua provocará el ahogamiento del ac-
cidentado si éste no va acompañado. Iris y pupila
Por esto es vital que recordéis la primera regla de seguridad de la Pesca
Submarina: Siempre pescaremos en pareja, alternando las inmersiones de
manera que uno desciende y el otro permanece en superficie, atento a su
compañero, sin perderle de vista hasta que haya regresado a la superficie
y nos haya indicado que "todo va bien".
En la. visión en aire, el rayo 1 que llega de un punto del objeto, lo hace
p~rpendlcularme~te'! no se desvía. Pero el rayo 2 se desvía al atravesar la
c?nea p~rque. ~o inCide perpendicularmente y cambia de medio (este cam-
biO de dlrecclon se denomina refracción). También el cristalino desvía los
rayos actuando co~o una I~nte que podemos controlm a voluntad cuando
1. Que la hiperventilación no mejora nuestra apnea, solamente retrasa la aparición de enfocamos para mirar, consiguiendo formar así la imagen sobre la retina.
los estímulos deruptura de la apnea yesto es muy peligroso.
2. Que en nuestras inmersiones, deberemos tener siempre presente el regreso a la su-
perficie y el riesgo que entraña apurar nuestra apnea en el fondo.
 Pero cuando miramos debajo del agua, no se desvian los rayos al atra-
vesar la córnea porque hay líquido a ambos lados y la refracción es muy dé-
bil. La desviación que produce el cristalino es insuficiente y la imagen se
forma detás de la retina. Vemos el objeto desenfocado, borroso

La máscara restaura una cámara de aire entre el 0[0 y el objeto. Los ra-
yos 1 y 2 procedentes del objeto se refractan desviandose. El ojo está aho-
ra operando en aire, pero es "engañado por la refracción en el cristal de la
máscara que le presenta los rayos 3 y 4 como si viniesen de un punto si-
tuado en la linea A. La máscara nos presenta los objetos más cercanos de
lo que están realmente. Pero cuando un objeto se nos presenta más próxi-
mo, la experiencia nos dice que lo vemos con un tamaño aparente mayor.
Podemos comprobarlo en la imagen que se forma en la retina.
 Una vez en el agua, provistos de nuestro equipo, ~omprobamos La verticalidad
que ~~­
a d~S.Crl~'r
vernos eficazmente no resulta sencillo. En este capitul o vamos
Un factor que debemos tener muy en cuenta cuando descendemos
algunas técnicas y conceptos básicos del buceo en apn~~ que
facilltar~~ . verticalidad. Antes de iniciar el descenso, debemos situarnos
es la
nuestro desplazamiento debajo del agua. Trataremos tamblen dos justo encima
de las ~ec del punto al que queremos llegar, de manera que la distancia
nicas más utilizadas en la pesca submarina: la técnica de pesca que recorre-
al agujero remos será la mínima posible, con el consiguiente ahorro de tiempo
y la de la espera. yener-
gía.

1. La dinámica del golpe de riñón. I

2. La importancia de la verticalidad en el descenso y e as- 1. La técnica de la pesca al agujero.
2. La técnica de la pesca a la espera.
censo. 3. La técnica de la pesca a la caída.

El golpe de riñón Las técnicas que aprenderemos en este curso básico serán:
Se trata de una técnica fundamental en el buceo en apnea, ya
~u~ nos
permite iniciar el descenso con facilida d y economía..Co~ ~~
movlr:nlento
Técnica de pesca al agujero
coordinado, flexionaremos el tronco unos 90° (como SI qUlsler
a~os Ir a to- Básicamente, existen tres tipos de fondo marino: arenoso o fangoso
, fon-
car el fondo con nuestras manos) al tiempo que levantamos las
pler~as fue- do de cascajo y fondo rocoso. La técnica de pesca al agujero
ra del agua y las colocamos verticalmente, de manera que ~~ es la utiliza-
~roplo peso da en este último.
de las piernas ejercerá una fuerza hacia abajo que nos per.mltl
ra descender
con facilidad. Asimismo, podemos disting uir tres grandes grupos de fondos rocosos
: las
barras, que son extensiones de roca que aparecen sobre la arena
Una vez sumergidas completamente las piernas en el agua, iniciam (caracte-
os el rísticas de costas de arena); la costa rocosa, donde encontraremos
gran va-
aleteo. riedad de piedra y de fondos desde la misma orilla y las escoller
as, que son
Si aleteamos fuera del agua, chapoteando en la superficie con barreras artificiales creadas por el hombre (las encontraremos
las aletas, princip al-
no habremos descendido correctamente. mente en puertos aunque también existen escolleras sumergidas).
En estos
tipos de fondos encontraremos todo tipo de piedras, grietas, agujero
s y cue-
vas en los que los peces se refugian.
Como su nombre indica, la técnica de pesca al agujero consiste
en ins-
peccionar las cuevas, grietas y recovecos del fondo, buscando
los peces que
en ellas se esconden.
No tardaremos en desarrollar nuestra intuició n y en reconocer
cuáles
son las mejores piedras con un simple vistazo desde la superfic
ie, lo cual
nos ahorrará muchos descensos infructuosos.
Una vez localizada una piedra o agujero, nos acercaremos sigilosa
men-
te y exploraremos el interior de la cavidad. Adoptaremos la postura
que me-
jor campo de visión del interior nos ofrezca (a menudo, boca
abajo).
Nuestra vista debe estar sincronizada con el arpón, de forma
que nues-
tra capacidad de reacción frente al pez resulte mayor.
 Como en todas las técnicas de la pesca submarina, debemos estar segu-
ros de la certeza de nuestro disparo para evitar herir innecesariamente a un
pez que puede desgarrarse y escaparse.
Del mismo modo, si vemos que la pieza será difícil de arponear, o de sa-
car del agujero, o si existen muchas posibilidades de que se enroque, no
dispararemos. Buscaremos un mejor disparo y si, aún así, dudamos, desis-
tiremos de esa pieza, pues es probable que tengamos que acabar dejándo-
la malherida dentro del agujero y arriesgando además nuestra propia segu-
ridad con esfuerzos inútiles.
Para este tipo de pesca se suelen
utilizar fusiles cortos. Los de 50 a 75
cm son los más frecuentes, con una
varilla preferentemente gruesa -de
6,5 o 7 mm- ya que, al tra~e de ti-
ros cortos que suelen acabar golpean-
do la piedra, una varilla gruesa
aguantará mejor el impacto y no se
deformará tan fácilmente. En caso de
utilizar tahitiana, la aleta syrá más
bien corta. Aunque la tahitiana es el
tipo de varilla más utilizado, en mu-
chas zonas, para este tipo de pesca,
también suelen uti Iizarse fítoras y tri-
dentes, sobre todo en zonas de aguas
sucias.
Esta técnica presenta algunos riesgos que debemos conocer:
• Muchas veces nos introducimos parcial o completamente dentro
de los agujeros con lo que deberemos tener especial cuidado pa-
ra que no se nos enganche el equipo (el cinturón, una aleta ...) en
los cantos de las rocas.
• Si, pese a haber asegurado el tiro, el pez acaba enrocándose,
siempre tendremos en cuenta que nuestra seguridad es lo prime-
ro y, si las condiciones son difíciles (la piefd se encuentra en el
fondo del agujero de manera que no podemos maniobrar bien o
el agujero está a demasiada profundidad para nosotros), desistire-
mos largando el arpón o incluso abandonando el fusil en el fon-
do, con la precaución de no engancharnos con él en la subida.
• Cuando se mueven dentro de un agujero, los peces, al igual que
nosotros mismos, pueden levantar arena del fondo y ensuciar el
agua. Esto dificulta nuestra visión, por lo que se acentúan los pe-
ligros ya mencionados.
Técnica de pesca a la espera
Esta técnica consiste fundamentalmente en despertar la curiosidad del
pez ocultándonos en el fondo. El pez, por naturaleza, es un ser curioso y se
acercará para descubrir qué somos (podemos aumentar su curiosidad ha-
ciendo pequeños sonidos guturales, burbujas, dando golpecitos o raspando
la arena), momento que aprovecharemos para capturarlo.
Primero, debemos descender y buscar el lugar idóneo para confundirnos
con el fondo, ya sea en una grieta, dentro de un agujero, detrás de una pie-
dra; entre las algas... Existe un amplio abanico de posibilidades.
Una vez situados en la posición y el lugar elegidos, colocaremos el fusil,
siempre sincronizado con nuestra mirada, para que podamos reaccionar más
rápidamente ante la aparición de un pez y nos dispondremos a disparar.
Resulta aconsejable que nos situemos de espaldas al sol para evitar som-
bras o reflejos que puedan ahuyentar a los peces.
Cuando realicemos este tipo de pesca, tendremos en cuenta que per-
manecemos largo tiempo inmóviles en el fondo por lo que sentiremos más
frío que si estuviéramos pescando de una manera más activa, como cuan-
do recurrimos a la técnica del agujero. Generalmente, será aconsejable que
utilicemos una chaqueta un poco más gruesa de lo habitual.
Para este tipo de pesca se suelen utilizar fusiles largos (los de 90 a 100
cm son los más frecuentes) con una varilla preferentemente fina (de 6 o 6,5
mm) porque, al tratarse detiros de larga distancia, ésta alcanzará mayor ve-
locidad y distancia que una más pesada. Por regla general, utilizaremos la
varilla tahitiana con una aleta más bien larga. Incluso hay tahitianas especí-
ficas para la pesca a la espera que tienen dos aletas en lugar de una. Aunque
la tahitiana es el tipo de varilla
más utilizado, en algunas zo-
nas, sobretodo en la zona nor-
te de la península, no es extra-
ño el uso de tridentes, debido a
que la turbieza de las aguas,
unida a la gran cantidad de al-
gas que encontramos en mu-
chas zonas, hace necesario un
tiro más rápido e instintivo.
Muchos fabricantes han
desarrollado una gama de pro-
ductos especialmente enfoca-
dos a este tipo de pesca, para
muchos la más apasionante,
que se caracteriza por buscar
el camuflaje: trajes con seri-
grafías miméticas, máscaras
con cristales reflectantes, etc.
 El principal peligro de esta técnica reside en que el hecho de posarnos
en el fondo a "esperar", muchas veces inconscientemente hipnotizados por
la presa, puede provocar que sobrepasemos nuestro margen de seguridad,
con lo cual podemos encontrarnos en dificultades de regreso a la superfi-
cie, sobre todo si pescamos a gran profundidad. Como siempre, recuerda
que tu compañero en la superficie será vital en caso de sobrepasar ese mar-
gen y ante la posibilidad de sufrir un síncope hipóxico.

Técnica de pesca a la caída

Consiste en localizar a nuestra presa desde la
superficie o durante el descenso. Aprovech~mos
que el ángulo de visión de los peces es práctica-
mente nulo sobre su vertical para acercarnos sigi-
losamente a la presa desde arriba, dejándonos caer
sobre ella, al tiempo que la vamos apuntando.
Escogeremos el momento más oportuno para el
disparo.
En la práctica de esta técnica es muy aconseja-
ble realizar el menor ruido posible, ya desde la su-
perficie, o movimientos bruscos que el pez puede
percibir.
El principal riesgo de este tipo de pesca, lo re-
presenta el hecho de sobrepasar nuestra profundi-
dad límite sin darnos cuenta. Algunas veces esta-
mos tan concentrados en nuestra presa, que, sin
percatarnos, y llevados por nuestra flotabilidad ne-
gativa, vamos descendiendo sin darnos cuenta. Esto
se acentúa de manera especial cuando pescamos
en zonas de aguas muy limpias o en mar abierto,
donde la falta de referencias visuales no nos hace
tomar conciencia de nuestra profundidad real.

1. Que en todas las acciones que realicemos en el agua siempre debemos extremar las
precauciones.
2. Los riesgos que entraña cada técnica de pesca.
3. Que siempre daremos prioridad a nuestra integridad personal, ningún pez vale un
susto o un accidente que puede ser grave.
 • La lubina: habita próxima a las costas, albuferas, es-
tuarios, rompientes, acantilados y zonas rocosas de poca
prófundidad. Las técnicas de captura más adecuadas son
la pesca al agujero y a la espera.

1. Las especies de peces más frecuentes que podemos en-

contrar en nuestras costas.
2. Sus hábitats y costumbres.
3. La t~cnica de pesca más adecuada para capturar ca; es-
pecie.
Muchas de las especies de interés para el pescador submarino son co-
munes a todas las zonas del litoral español.
Éstas son las principales:
• El sargo: habita en fondos rocosos, b?rd~s are~oso: .y
se oculta en los agujeros y grietas. Las tecnlcas mas utili-
zadas para su captura son: a la espera y, sobre todo, al
agujero.
Lubina
• El mero: se encuentra en fondos rocosos, rocas entre al-
gas, rocas aisladas... Su color mimético le proporciona una
gran belleza. Su vientre es de color amarillento. Pese a que
los ejemplares más grandes suelen hallarse a cierta pro-
fundidad, es fácil observar meros pequeños más cerca de
la superficie. Debemos respetar especialmente estos ejem-
plares pequeños. Os recordamos que en competiciones su
peso mínimo oscilará entre 2 y 3 kg (dependiendo de la
zona). La mejor técnica para capturarlo es al agujero.
Mero

Sargo

• La dorada: recibe su nombre de la franja dorada que la • El abadejo: de la familia del mero, suele compartir con
cruza de ojo a ojo haciéndola inconfundible. Suele en- éste tanto hábitat como costumbres.
contrarse cerca de la costa, a poca profundidad, entre 3
y 20 m. La técnica más utilizada para su captura es la
Abadejo
pesca al agujero.

Dorada

! • La corva: se encuentra en fondos rocosos y se caracteri-

• El dentón: suele encontrarse a grandes profundidades, za por su majestuosa y elegante silueta. La mejor técnica
aunque no es extraño advertir algún ejemplar a poca pro- para capturarla es al agujero y a la caída.
fundidad. Rara vez se encueva y suele localizarse en fon-
dos rocosos, praderas de algas y fondos de cascajo. La
técnica más habitual para apresarlo es a la espera.

Dentón

• la escórpora: siempre la encontraremos en zonas ro-
cosas, perfectamente mimetizada' con el fondo. Una vez
localizada, su captura no presenta gran complicación,
aunque debemos prestar verdadera atención a sus vene-
nosas espinas dorsales. La técnica más adecuada para apre-
sarla es al agujero.
Eseórpora
• los lábridos: maragata, pinto, tordo... son múltiples los
nombres que recibe a lo largo de nuestras costas. Suelen
encontrarse entre las rocas, en los bosques de laminarias y
entre las posidonias. Acostumbran a refugiarse en grietas y
agujeros de varias salidas. De colores brillantes y variados:
cuerpo verde claro u oscuro, vientre blanco o rojizo. Se
pueden pescar a la espera, al agujero y a la caída.
Lábrido
• la lisa o mújol: pez de cuerpo cilíndrico, alargado y
cubierto de grandes escamas, característico de los recin-
tos portuarios. Pese a su fama de pez tonto y sin valor cu-
linario en muchos lugares, en algunas regiones es muy
apreciado. Las técnicas más utilizadas para su pesca son
a la espera y al agujero.
Lisa
• El congrio: de cuerpo serpentiforme y de color gris os-
curo, se suele encontrar dentro de su agujero, ya sea en
fondos rocosos, en pecios o en el interior de distintos ob-
jetos, como tuberías, etc. Es un pez fácil de localizar pe-
ro es necesario extremar las precauciones, ya que su cap-
tura es difícil y, herido, suele reaccionar de forma agresi-
va (sus miles de pequeños dientes afilados como cuchi-
llas pueden resultar muy peligrosos). La técnica para cap-
turarlo es la pesca al agujero.
Congrio
• la morena: también serpentiforme, se diferencia del
congrio por su color marrón oscuro con manchas amari-
llas. Al igual que aquél, habita en los agujeros entre las
rocas y los acantilados. Del mismo modo, si decidimos
dispararle, hemos de hacerlo con inmenso cuidado, pues
además de la dificultad para rematar estas piezas, las mo-
renas poseen una serie de dientes muy afilados en su pa-
ladar. Las mordeduras de morena se caracterizan por su
facilidad para infectarse por lo que deben tratarse inme-
diatamente y con cuidados específicos. La técnica para
capturarla es la pesca al agujero. Morena
• la servia: se acerca a la costa casi todo el año. Suele
hallarse en las puntas más salientes de acantilados, ca-
bos, pecios y bajos. La técnica utilizada para su captura
es la pesca a la espera y a la caída.
Servia
• El salmonete: lo encontraremos en fondos arenosos,
cerca de rocas o algas y, generalmente, en grupo.
Salmonete
• El pez ballesta: habitual en nuestras costas, suele ir ge-
neralmente en pareja o en grupos muy numerosos. Se
trata de un pez muy confiado y cuya captura suele ser
muy fácil, por lo que no representa ningún mérito de-
portivo (en muchas competiciones no es válido o su pes-
ca está limitada a un número determinado de ejempla-
res).

• La vieja: en España la encontraremos exclusivamente
en aguas del archipiélago canario. Popular por tratarse de
una especie accesible a todos los pescadores: es posible
encontrarla desde la misma orilla.
Vieja
• La salpa: suele encontrarse a poca profundidad y en
grupos numerosos, generalmente alimentándose de al-
gas en la superficie de las rocas. Su captura no presenta
demasiada dificultad y su carne no es muy apreciada
por lo que, pese a ser válida en la mayoría de las com-
peticiones, carece de interés deportivo.
Salpa
• La brótola: la localizaremos generalmente en el interior
de cuevas y otros orificios, en los rincones más oscuros.
Se caracteriza por tener una carne muy frágil, por lo que
se desgarra y se libera del arpón con facilidad. Con el fin
de evitarlo, intentaremos que el disparo sea especial-.
mente certero de modo que la alcance en alguna parte
dura del cuerpo (la cabeza, por ejemplo).
Brótola
El profesor profundizará en las especies autóctonas de vuestra zona.
f
Dejando a un lado los peces, debemos mencionar algunos moluscos ce-
falópodos como el pulpo, la sepia y el calamar, cuya captura es bastante ha-
bitual y no representa gran dificultad. Son animales más bien lentos pero su
principal virtud es la sorprendente y rápida capacidad que poseen para con-
fundirse con el fondo marino. Excepto en el caso del calamar, cuyas cos-
tumbres son pelágicas, suelen habitar entre rocas.
Su pesca puede estar limitada o, dependiendo de la
z?,na, prohibida. Tu profesor te informará de la legisla-
clan vIgente al respecto en tu Comunidad Autónoma.
Te recordamos que para poder pescar es indispensa-
ble que estés en posesión de la licencia de pesca recre-
ativa correspondiente, que conozcas qué especies pue-
den capturarse y cuáles no y las tallas mínimas permiti-
das en cada caso.
Pulpo
En el mar existen numerosas especies animales potencialmente peligro-
sas para el pescador submarino, sobre las que deberemos prestar especial
atención. En este apartado vamos a hablar de las que nos podemos en-
contrar con mayor frecuencia: los erizos de mar, las medusas, las anémo-
nas, las arañas de mar y las escórporas.
• Los erizos de mar: encontraremos diferentes especies en nuestro litoral.
Los diferenciáremos básicamente por su color: el erizo común (de color ver-
de, marrón o violeta), el erizo negro y el erizo violáceo (menos frecuente
que los anteriores, sus púas son blanquecinas y las pun-
tas son redondeadas). En las Islas canarias encontrare-
mos además la "eriza" o "erizo de lima", de color negro,
su principal característica son sus púas, mucho mas lar-
gas que las de los anteriores, son ásperas, finas y muy frá-
giles. Las heridas punzantes provocadas por los erizos
son muy dolorosas, con la particularidad de que las pú-
as suelen romperse y quedar fragmentadas en el interior
de la piel y los tejidos. El cuerpo no las reconoce y por
tanto actuarán como un cuerpo extraño, pudiendo dar
lugar a la formación de quistes. Estas espinas deben ser
retiradas aunque esto no suele resultar fácil debido a su
gran fragilidad. Erizo
• Las medusas: estos animales marinos, de aspecto característico, disponen
en sus tentáculos de unas cápsulas rellenas de veneno y dotadas con una
especie de arpón a resorte que frente a determinados estímulos como cam-
bios d: presión (el contacto con la piel humana) se abren y el arpón se pro-
yecta maculando el veneno. El nivel de toxicidad varía en función de la es-
pecie. Los accidentes suelen producirse por contacto accidental mientras
pescamos. Las lesiones se caracterizan por una reacción local con eritema
edema, reacción urticariforme y prurito local doloroso. '
 La evolución natural de estas lesiones es hacia la remisión de estos efec- • Los escorpénidos: estos peces, de los que ya hemos hablado anterior-
tos en pocos días. Para su tratamiento es aconsejable aplicar hielo (evitan- mente por su interés para el pescador submarino, poseen glándulas vene-
do el contacto directo del hielo sobre la piel) y a continuación retirar los nosas conectadas a los radios espinosos de las aletas. La picadura provoca
restos de tentáculos cuidadosamente. La zona puede lavarse con agua de heridas muy dolorosas. En unos 15 minutos el dolor suele afectar a toda la
mar pero nunca hay que aplicar agua dulce sobre la zona afectada, ni ras- extremidad con gran intensidad. El edema puede tardar varios días en des-
carse con los dedos ni con cualquier objeto punzante, ya que esto podría aparecer. El accidente más habitual suele darse al manipular al pez una vez
provocar la liberación de más toxinas y empeorar la situación. capturado, aunque también se puede dar de una manera accidental, al apo-
yarnos sobre una de ellas al no verla debido a su mimetismo. El mejor tra-
tamiento consiste en sumergir la zona afectada en agua muy caliente (45 0
• Las anémonas: estos seres marinos suelen encontrarse C). La herida debe limpiarse y desinfectarse asegurándose de que no que-
cerca de la costa. Disponen de un pié adherente que les dan restos fracturados de la espina.
permite fijarse a las rocas y poseen numerosos tentáculos
muy urticantes. Los accidentes suelen producirse al con-
tactar accidentalmente con ellas. Las lesiones producidas
producen una sensación dolorosa y quemante, con erite-
ma, prurito y reacción urticariforme. Para su tratamiento
se aconseja empapar la zona afectada con vinagre, o
amoníaco y posteriormente limpiar los restos de tentácu-
los cuidadosamente. Puede usarse agua de mar pero nun-
ca agua dulce para limpiar la zona afectada.
Anémona

• Las arañas de mar: viven cerca del fondo marino pero se acercan a las
playas donde se entierran en la arena. Son unos peces de cuerpo alargado
y comprimido lateralmente, con una boca grande y oblicua dotada de afi-
lados dientes. La primera aleta dorsal es corta y esta dotada de unas espi-
nas conectadas a unas glándulas que segregán un líquido muy venenoso.
Este veneno produce en la persona una intensa irritación local que puede
llegar a causar necrosis. La mayoría de picaduras en el pescador submarino~
se producen cuando entramos o salimos por una playa, al pisarla acciden-
talmente, o al manipularla para liberarla del arpón, muchas veces por no
haber reconocido la especie. La toxina puede permanecer activa durante
horas en el pez ya muerto por lo que hay que ser siem-
pre muy cuidadoso. La picadura causa un dolor local ins-
tantáneo muy intenso que se va incrementando durante
los siguientes minutos. El dolor llega a irradiarse a toda la
extremidad y puede acompañarse de vómitos, mareo,
boca seca y elevación de la temperatura corporal. El me-
jor tratamiento contra la picadura consiste en sumergir la
zona afectada en agua muy caliente (50-60 0 C). La heri-
da debe limpiarse y desinfectarse asegurándose de que
no quedan restos fracturados de la espina.
Araña

1. Las normas de seguridad que deberemos respetar en todo
momento.
2. La importancia de respetar estas normas para evitar acci-
dentes que podrían tener graves consecuencias.
En el mar, nuestra seguridad es lo primero
Nunca debemos escatimar esfuerzos en cumplir todas las normas de se-
guridad. Hemos de tener en cuenta que nos hallamos en un medio que nos
es ajeno y que cualquier pequeño incidente, que en tierra no revestiría la
menor importancia, en el mar puede acarrear consecuencias graves para
nosotros.
Éstas son las principales normas de seguridad para practicar nuestro de-
porte preferido sin riesgo alguno:
• Nunca practicaremos la pesca submarina en solitario, siempre de-
bemos ir en pareja y alternando las labores de seguridad. En ca-
so de necesidad o de emergencia, un compañero puede ayudar-
nos a solucionar cualquier problema. El compañero de mayor ni-
vel deberá adaptarse al nivel del otro.
1. Que cualquier pequeño incidente, que en tierra no revestiría la menor importancia,
• Las inmersiones deben ser siempre supervisadas por uno de los
dos pescadores. Antes de descender, se recomienda esperar has-
ta que nuestro compañero regrese a la superficie y comprobemos
que se encuentra bien.
• En caso de indisposición de un compañero por una leve pérdida
de conciencia, tenemos que mantener sus vías respiratorias fuera
del agua hasta que recupere totalmente sus constantes y pospo-
ner las inmersiones.
• Llevar siempre una boya con la bandera "Alfa" perfectamente vi-
sible. Advierte a las embarcaciones de la presencia de submari-
nistas y de nuestra posición. Al mismo tiempo, será un práctico
punto de apoyo. No debemos alejarnos nunca a más de 25 me-
tros de la boya.
• Llevar siempre un lastre adecuado al equipo y a la profundidad a
la que vamos a descender, ya que asegura una flotabilidad positi-
va entre los cero y los diez metros de profundidad.
• Sacarnos siempre el tubo de la boca en cada apnea. Evitará que
tengamos una vía directa de agua a nuestros pulmones en caso de
desvanecimiento y que debamos realizar un sobreesfuerzo respi-
ratorio al final de nuestra apnea para vaciar el tubo.
• Informar siempre a alguien en tierra de nuestra salida de pesca y
de la hora de regreso prevista.
• Es aconsejable consultar la previsión meteorológica antes de
nuestra salida, así como el horario -en aquellos lugares donde
tengan especial incidencia- de corrientes y mareas.
• Evitar ir a bucear si no estamos en condiciones óptimas, si nos
sentimos cansados, un poco mareados, si hemos trasnochado o si
estamos un poco resfriados, se recomienda aplazarlo.
en el mar puede acarrear consecuencias graves para nosotros.
 La Asociación de Pesca
Submarina (APS) de Barcelona
1. La historia de la pesca submarina en España. nace en abri I de 1946 como re-
sultado de una convocatoria pú-
blica efectuada por el periodista
Carlos Pardo en el "Mundo
Deportivo" y dirigida a todos los
pescadores submarinos catala-
nes.
Las costas francesas mediterráneas no son el único lugar de origen de la Las correrías de los pescado-
pesca submarina, aunque probablemente sean el lugar de Europa donde res de la APS por todo el litoral
mejor se conocesu historia. La etapa pionera también tuvo protagonistas en peninsular e insular contribuirían
Ital ia y en España. a una rapidísima difusión de
Los primeros datos sobre la pesca submarina en España nos remontan a nuestro deporte.
1929, a la llegada a Barcelona, con motivo de la Exposición Internacional,
de un japonés llamado Tokumori que pescaba provisto de lentes binocula-
res Fernez y de un arpón unido al extremo de una caña de bambú de dos
metros de largo.
Los trágicos acontecimientos de la guerra civil (1936-1939) explican el
leve retraso de la consolidación de la pesca submarina en España. Por ob-
vias razones geográficas, Cataluña fue la puerta de entrada de esta discipli- En la época de los "gogglers",
na a nuestro país: los primeros pescadores submarinos catalanes adquirían se organizaban concursos y exhi-
sus equipos en el país vecino -es el caso de los jUgadores de waterpolo del biciones y se desarrollaba el mar-
Club de Natación Barcelona, gracias a cuya relación con colegas de co legal y normativo de la com-
Perpignan, llegaron los primeros fusiles utilizados en nuestras aguas. petición. En 1949 se elaboró la
reglamentación que regiría la pri-
Corrían los primeros años de los cuarenta y entre los pioneros cabe re- mera Copa Tritón que, hasta que
cordar a Detrell, Gimbernat, Monjo, Foret, Martí, Sistaré, Burcet... surgieran los campeonatos de
España, consagraba al mejor pes-
cador español. La pesca submari-
na empezaba a llegar al gran pú-
blico y, en 1948, Amadeo Travé
publicaba el primer manual en
lengua castellana.

A lo largo de ésta década y de la siguiente se asiste a la consolidación

institucional de las actividades subacuáticas. Así, Sebastián Vergoñós fue
miembro de la CMAS (Confederación Mundial de Actividades Sub-
acuáticas) desde su fundación en 1959, mientras Luis María Puyó y
Francisco Sánchez Madriguera fueron los primeros presidentes de la
Federación Española de Actividades Subacuáticas (FEDAS) y de la
Federación Catalana de Actividades Subacuáticas (FECDAS) respectivamen-
te, creadas en 1966.
 Durante estos años se des-
arrolla una actividad incansable
básicamente en dos frentes: la di-
vulgación de nuestro deporte y la
competición. El Dr. Juan E. Sala
Matas publica "Caza Submarina"
.Capítulo 6
(Ed. Sintes, Barcelona 1965): ex-
celente manual, sensible a los te-
mas médicos y de seguridad.
En el año 2003, la FEDAS es-
trena los libros para la enseñanza
básica de pesca submarina. Ya en
el año 2004 se completa la es-
tructura de la escuela con el libro
del curso avanzado y los cursos
de formación de instructores.

Actualmente, en alta competición, España ocupa el primer lugar del ranking internacional.
 Este manual se ha elaborado con la participación y asesoramiento

1. Las disposiciones oficiales que afectan a la pesca sub-

de las Federaciones Autonómicas:
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marina en vuestra comunidad autónoma.
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FEDERACION FEDERACION FEDERACION DE FEDERACION BALEAR FEDERACION

ANDALUZA DE ARAGONESA DE ACTIVIDADES DE ACTIVIDADES CANARIA DE
El profesor os facilitará un dossier con la legislación vigente ACTIVIDADES ACTIVIDADES SUBACUATICAS DEl SUBACUATICAS ACTIVIDADES
SUBACUATICAS SUBACUATlCAS PRINCIPADO Polideportivo Son Moix SUBACUATICAS
en vuestra autonomía y os informará de los aspectos más rele- Playa de las
Almadrabillas,10
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Vileta,40
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vantes. Te!.: 950270612 Te!.:976 730 120 33203 GIjON (ASTURIAS) MALLORCA DE TENERIFE
Fax: 950 252 113 Fax: 976 730 608 Te!.:985 130 146 Te!.: 971 288 242 Te!.: 922 240 041
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(Casa del Deporte) 39012 SANTANDER Caamaño,55-57 Bajo Avda. de Madrid,118 51001 CEUTA
02002 Albacete (CANTABRIA) 47013 VALLADOLID Entlo.1' Te!.: 856200027
Apart.Correos 466 Te!.: 942 232 239 Te!.: 983 477 286 08028 BARCELONA Fax: 856200027
02080 Albacete Fax: 942 232 239 Te!.: 933 304472- fdasdc@terra.es
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