ANÁLISIS DE LECTURA: CAPÍTULO 3

Integrantes:

 Banda Alata, Pamela

 Cervantes Gomez, Gustavo
 Condori Guzman, Paola
 Imán Molina, Marvin Miguel
 Cueva Espinel,Adolfo
 Carrera Huaracha, Yalmar Manuel
 Mormontoy Ruelas, Dante
 Vera Arce Mappy Andrea

1.- ¿Por qué el ser humano tiene la dignidad de persona?

Por haber sido hecho a imagen de Dios es que el ser humano tiene la dignidad de
persona, el hombre en su interioridad trasciende el universo y es la única criatura que
Dios ha amado por sí misma. La sagrada escritura anuncia que la persona humana se
distingue por haber sido criatura de Dios y por haber sido creado a su imagen, es
colocado en la cumbre de la creación y dotado de una incomparable e inalienable
dignidad, por lo tanto no es solamente algo sino alguien capaz de conocerse, poseerse y
darse libremente, por lo que todo hombre y mujer tienen la misma dignidad y el mismo
valor que es inviolable y propio de la persona humana, este valor dado por Dios al hombre
no se puede eliminar, ya que Dios mismo se refleja tanto en hombre y mujer. Dios como
padre misericordioso nos ha dado a cada uno de nosotros la dignidad de hijos de Dios,
estamos hechos a su imagen y semejanza. Dentro de esa dignidad está manifestada
nuestra vocación, la cual es un llamado a regresar a nuestro creador. Cuando
defendemos nuestra dignidad estamos defendiendo una cualidad heredada de Dios, es
por ello que tenemos la obligación de velar y cuidar de esta, la dignidad hace a la
persona. 
2.- ¿Qué seres están creados para relacionarse con Dios?
Los seres humanos, el hecho de haber sido creados a imagen y semejanza de Dios nos
permite estar relacionados con él de manera más profunda esta relación existe por sí
misma y no llega en un segundo momento ni se añade desde afuera, por ello es que de
todas las criaturas del mundo el hombre es el único capaz de Dios, y es el único ser
creado para la relación con Dios, solo en esta relación puede expresarse, vivir y tender
hacia Dios. Él nos regala la vida y la libertad para vivirla, somos llamados a formar una
alianza con nuestro creador, sin embargo, depende de nosotros que camino escoger.
Toda la vida del hombre es una pregunta y una búsqueda de Dios. Está relación puede
ser ignorada, olvidada o removida, pero nunca eliminada. La relación entre Dios y el
hombre se refleja en la dimensión relacional y social de la naturaleza humana, ya que el
hombre no es un ser solitario, sino que por su íntima naturaleza es un ser social y no
puede vivir ni desplegar sus cualidades sin relacionarse con lo demás.
En otras palabras, la relación que Dios nos dio a nosotros sus hijos, viene a ser de
mayor acercamiento, pues a diferencias de las criaturas que coexisten en nuestro planeta
hechas para una mayor armonía entre sus hijos y la existencia y felicidad de nosotros, el
poder que nos dio de comunicarnos y darnos la señal de que estamos junto a él; nos da la
fortaleza espiritual de saber que en algún momento llegaremos hacia la bondad de sus
brazos.
3.- ¿Qué consecuencia trajo el pecado original?
El pecado original es el acto que Adán y Eva cometieron con el pecado de desobediencia,
el hombre intenta forzar su límite de criatura y desafía a Dios transgrediendo su
mandamiento, esto generó la entrada del pecado en el mundo el cual alimenta a las
estructuras del pecado en el hombre y trajo consigo consecuencias como lo fue la
separación del hombre de Dios y la pérdida de la santidad y justicia en la que había sido
constituida toda la humanidad, es decir, la alienación entre el hombre y Dios, pero no solo
existe una separación con Él sino que se rompe la relación con los demás hombres y el
mundo circundante, por lo cual Dios rompe el hilo de amistad que unía a la familia
humana creando conflictos entre ellos como la muerte de Abel a manos de Caín y los
hechos de la torre de babel. Este pecado original lo portamos todos desde el nacimiento
como una herencia recibida de nuestros progenitores.
Por ello la consecuencia de los pecados personales y él pecado original es la desunión de
la Familia Humana, ya iniciado por el primer pecado y ha llegado ahora en su forma
social.