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CATEDRA UNADISTA RECONOCIMIENTO – QUINTO RETO

EMPRENDIMIENTO SOCIAL E INNOVACIÓN

AUTORA

SINDY YURLEY MÉNDEZ FORERO Cod 1100970456

GRUPO

80022_38

DOCENTE

CESAR AUGUSTO ALVAREZ

UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA

FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS, CONTABLES, ECONÓMICAS Y


DE NEGOCIOS

ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

San Gil-Colombia diciembre 2019


DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD

1. Consulta y comparte en el foro del reto 5 emprendimiento social e innovación la


definición de los siguientes conceptos, no olvides referenciar la consulta:

• Emprendimiento social

El emprendimiento social es la fusión entre una solución innovadora a un problema de desarrollo


social y económico y una estrategia sostenible de impacto, es decir, es un tipo de empresa
distinto de la típica empresa privada con fines de lucro y también de la empresa pública del
sector estatal, cuyo cometido es la satisfacción de las necesidades sociales, medioambientales o
de otro tipo, de la comunidad en la que se desenvuelve. Vistos así, los emprendimientos sociales
aplican métodos de mercado para lograr objetivos sociales. Esto incluye tanto a organizaciones
sin fines de lucro, como empresas con fines comerciales, pero cometido social.

Por ende, en vez de maximizar las participaciones de sus accionistas, este tipo de empresas se
proponen metas de impacto social en sus comunidades o el mundo, como financiar actividades
gratuitas, prestar apoyo a microemprendimientos, proteger a los sectores más débiles, etc.

Los objetivos de este tipo de empresas son referidos a menudo como el “triple resultado”, pues
implican el éxito en tres áreas integradas: los objetivos financieros, los objetivos sociales y los
medioambientales.

Esto significa que todo emprendimiento social aspira de alguna manera a balancear estos tres
aspectos de su cometido fundamental: el éxito económico, la responsabilidad social y la
medioambiental. La naturaleza de estos objetivos puede ser muy variada, aparte de eso. Desde la
reducción de la pobreza, la educación sexual masiva, la concientización sobre el cambio
climático, etc., todo puede resultar de interés para un emprendimiento de este tipo.

A grandes rasgos, pueden clasificarse los emprendimientos sociales en cuatro categorías, de


acuerdo a su objetivo fundamental:

Emprendimientos sociales de promoción. Aquellos cuyo objetivo es difundir un tipo de ideas,


conductas o comportamientos, en pro de una causa social o ecológica.

Emprendimientos sociales de especialistas. Aquellos constituidos por profesionales con alto


grado de especialización en un asunto de interés social, que cumplen el rol de difundir
conocimiento especializado, educar o informar al grueso de la población.

Emprendimientos sociales de acción local. Aquellos que asumen como meta la solución de
problemas concretos, puntuales, que aquejan a la sociedad en la que se desenvuelven.
Emprendimientos sociales de largo alcance. Aquellos que se proponen abordar problemáticas
de amplio rango, tenidas como de importancia internacional o universal.

También se los podría clasificar conforme al origen de sus financiamientos en:

Dependientes. Aquellos que reciben dinero de alguna otra institución, ya sea privada (comercial)
o pública (estatal).

Independientes. Aquellos que se autogestionan o prefieren mantener su autonomía libre de


retribuciones monetarias.

De esta manera, las instituciones de educación superior del país se han dado a la tarea de
capacitar a sus estudiantes para convertirlos en personas innovadoras y persistentes, que
resuelven los problemas con un énfasis de desarrollo social.

Un ejemplo de emprendimiento social en Colombia es, Frutichar fue la iniciativa ganadora.


Desarrollado en El Charco, Nariño, desde 2013, genera opciones de empleo formal para jóvenes
entre los 15 y los 26 años, con el objetivo de alejarlos del conflicto armado. La empresa compra,
transforma y comercializa frutos exóticos y pulpa de proveedores campesinos de la zona.

• Innovación

La innovación se asocia a la creatividad. Se trata de un cambio o de una modificación que


supone la creación o la puesta en marcha de algo novedoso. De esta manera, la innovación
también aparece vinculada al progreso.

Supongamos que un entrenador de fútbol desarrolla una táctica que consiste en utilizar dos
defensores, dos volantes y seis delanteros en el equipo. Este tipo de alineación nunca había sido
usada a nivel profesional, por lo tanto, puede afirmarse que se trata de una innovación del
director técnico en cuestión. Si la táctica resulta exitosa, posiblemente otros entrenadores
empiecen a emplearla.

Imaginemos ahora que un fabricante idea un televisor que detecta cuando el usuario se queda
dormido y se apaga automáticamente. Esta innovación puede resultar muy interesante al permitir
ahorrar electricidad, evitando un consumo innecesario.

Existen numerosos tipos de innovación, cuyas características dependen del ámbito. La


innovación tecnológica es una de las más frecuentes: implica la introducción de cambios en una
tecnología que generan un avance.
En el terreno de la economía, el concepto de innovación está relacionado a la fabricación o la
alteración de un producto, que luego se introduce en el mercado. Suele considerarse que la
innovación produce riqueza porque posiciona nuevos artículos, abre o agranda segmentos y
puede generar puestos de empleo.

Muchas empresas, de hecho, cuentan con departamentos o centros de innovación, donde


técnicos, científicos y profesionales en general trabajan para lograr cambios. Desde el Estado
también es habitual que se fomente la innovación por los beneficios que aporta al conjunto de la
sociedad. En pocas palabras, la innovación está íntimamente ligada al progreso de la humanidad,
nos abre las puertas a saltos importantes en nuestro desarrollo. Dependiendo del punto de vista,
la búsqueda de la innovación es pasiva o activa: en el primer grupo se encuentran los
consumidores que piden productos revolucionarios ofreciendo a cambio solamente su dinero; en
el segundo están las empresas que trabajan de manera incesante para dar con estas ideas y
realizarlas.

Es muy importante entender que la innovación no es un fenómeno simple ni fácil de conseguir.


En primer lugar, no se puede forzar una idea innovadora; debe surgir de forma espontánea,
aunque sea como resultado de una constante labor de investigación. Estas ideas brillantes que
marcan hitos en la historia son rarezas y, por lo general, nos toman a todos por sorpresa.

Por otro lado, incluso habiendo tenido una idea brillante puede ser muy difícil llevarla a cabo. En
el caso de un producto comercial, muchas veces surgen proyectos que requieren tecnologías más
avanzadas de las existentes o un presupuesto muy superior al que tiene la empresa en su haber.

Pero contar con los medios tecnológicos o económicos tampoco nos asegura que podamos llevar
al mercado un producto o un servicio que se convierta en una auténtica innovación, ya que en el
proceso entran en juego muchos otros factores potencialmente determinantes. La publicidad y la
distribución son dos de los principales: un gran libro que no lee nadie no puede pasar a la
historia, aunque se una obra maestra superior a todas las demás.

Link del video de la idea de emprendimiento: https://www.youtube.com/watch?v=kdUQi589K8A


BIBLIOGRAFIA

Abreu Quintero, J. L. (2011). Innovación social: conceptos y etapas. Daena: International


journal of good conscience, 6(2), 134-138.

Alonso-Martínez, D., González-Álvarez, N., & Nieto, M. (2014). Emprendimiento social vs


innovación social. Cuadernos aragoneses de economía, 24(1-2), 119-140.

Santos, F. J., Barroso, M. D. L. O., & Guzmán, C. (2013). La economía global y los
emprendimientos sociales. Revista de economía mundial, (35), 177-196.

Vásquez, A. G., & Dávila, M. A. T. (2008). Emprendimiento social–Revisión de literatura.


Estudios gerenciales, 24(109), 105-125.

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